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Repaso a argumentos sobre creacionismo

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  • 1LOS ARGUMENTOS GEOLOGICOS Y PALEONTOLOGICOS

    DE LOS CREACIONISTAS "CIENTIFICOS":IGNORANCIA Y PSEUDOCIENCIA

    Eustoquio MOLINADepartamento de Ciencias de la Tierra (Area de Paleontologa).

    Universidad de Zaragoza. E-50009 Zaragoza.

    Los argumentos de los creacionistas "cientficos" se basan generalmente en una inter-pretacin literal del Gnesis hoy superada por la mayor parte de la jerarqua catlica,que considera la Biblia como alegrica y ha llevado al Papa Juan Pablo II a aceptar lateora de la evolucin. Sin embargo, existen diversas sectas fundamentalistas protestan-tes y algunas catlicas que mantienen un creacionismo literalista y pretendidamentecientfico. En este sentido, los creacionistas autodenominados cientficos presentan unaserie de argumentos que niegan los principios ms bsicos y elementales de la Geologay de la Paleontologa, constituyendo, adems de un preocupante problema poltico, unode los mejores ejemplos de pseudociencia e irracionalidad.

    EL CREACIONISMO "CIENTIFICO" Y LAS CIENCIAS DE LA TIERRA

    Durante siglos se ha intentado dotar de carcter cientfico al relato bblico de la crea-cin, buscando en la naturaleza y en la ciencia apoyo para el dogma creacionista. As eltexto bblico de la creacin ha constituido la "ciencia" de los orgenes, desarrollndosela "teologa natural" que considera que las maravillas reveladas por las ciencias de lanaturaleza confirman la religin (Hiblot, 1997). Ahora bien, el conde de Buffon fue unode los primeros en conceder una mayor antigedad a la Tierra, afirmando que podrallegar al milln de aos. Escribi una voluminosa enciclopedia cuyos tres primerosvolmenes aparecieron en 1748, pero sus ideas provocaron a las autoridades teolgicasde la Sorbona que se sintieron ultrajadas y le obligaron a retractarse pblicamente. AsBuffon defini siete eras geolgicas por analoga con los das del Gnesis.

    En la primera parte del siglo XIX, bastantes naturalistas tales como Louis Agassiz, Ge-orges Cuvier y Alcide D'Orbigny eran partidarios de varias extinciones y creacionessucesivas. El catastrofismo de estos naturalistas trataba de integrar y conciliar los des-cubrimientos cientficos de la Geologa con las doctrinas bblicas. Ahora bien, los nue-vos datos ponan de manifiesto que la Tierra se haba formado mucho antes de los 4.004aos antes de Cristo que haba establecido el arzobispo Usher. Sin embargo, al contrariode los fundamentalistas actuales, el Diluvio no era considerado por los catastrofistascomo el responsable de todos los fsiles, siendo stos atribuidos a catstrofes preceden-tes, ni era considerado como el paradigma explicativo de las ciencias de la Tierra. Elcatastrofismo fue sustituido por el gradualismo de James Hutton (actualismo) y CharlesLyell (uniformitarismo) a mediados del siglo XIX.

  • 2El paradigma de la Geologa emergente pona en tela de juicio algunas "verdades" de fe,como la del Diluvio universal, la creacin de todas las especies animales directamentepor Dios y por ello la del Hombre a partir del barro, todo lo cual provoc una confron-tacin entre la Geologa y la fe (Sequeiros, 1997). Charles Lyell puso la base para des-tronar la Geologa bblica, que intentaba interpretar los procesos de la Tierra desde lospresupuestos religiosos, lo cual ayud mucho a Charles Darwin para descubrir el meca-nismo de la seleccin natural en el proceso de transformacin de las especies, surgiendoas la teora de la evolucin que tan generalizada aceptacin ha tenido en el mundocientfico.

    Resulta paradjico que Lyell no la aceptara hasta el final de su vida habiendo sido unode los pilares en que se bas Darwin. En tiempos de Darwin se conocan pocos fsiles ylos cientficos no se pudieron apoyar mucho en la Paleontologa para corroborar el pro-ceso evolutivo, hasta que Simpson puso de manifiesto el valor de los fsiles para docu-mentar la teora sinttica de la evolucin. As pues, la controversia que gener la publi-cacin de El origen de las especies no fue algo nuevo (Gillispie, 1996), ya que descu-brimientos anteriores de la Geologa haban representado mayores desafos a la inter-pretacin literal del libro del Gnesis.

    La aceptacin de la teora de la evolucin en la sociedad nunca fue tan generalizadacomo en el mundo cientfico, especialmente en EE.UU. donde el creacionismo antievo-lucionista se desarroll con ms fuerza y es donde existen ms precedentes del creacio-nismo "cientfico". A finales del siglo XIX, algunos prestigiosos cientficos americanosaun se oponan a la evolucin. Algunos, como el gelogo James D. Dana, a pesar de serdefensores del evolucionismo eran partidarios de una creacin particular para el Hom-bre y de la equiparacin de da y era geolgica. Adems, el naturalista de Princeton Ar-nold Guyot y el gelogo canadiense John W. Dawson no slo eran partidarios de laequiparacin entre da y era, sino que A. Guyot public en 1884 su obra titulada: Crea-tion or the Biblical Cosmogony in the light of Modern Science, tratando de armonizar laCiencia y la Biblia e invocando creaciones particulares para la materia, la vida y elHombre.

    A principios del siglo XX los antievolucionistas americanos acusaron a los cristianosprogresistas de haber claudicado demasiado deprisa aceptando la evolucin. En 1909C.I Scofield public una versin de la Biblia que populariz la idea del ingls Dr. Tho-mas Chalmers de que existe un intervalo de tiempo muy grande entre los eventos des-critos entre los versculos 1 y 2 del primer captulo del Gnesis, dejando as todo eltiempo necesario que requeran las ciencias de la Tierra entre una primera destruccin yuna nueva creacin.

    Por esta poca se encarga al gelogo y pastor protestante, George F. Wright, la redac-cin de un texto sobre los puntos de vista cristianos de la evolucin, con objeto de des-acreditar las versiones materialistas y testas de la evolucin. Segn Hiblot (1997) apartir de la primera guerra mundial el darvinismo es acusado de estar en el origen de laguerra y de provocar un declive de los valores morales. As en la dcada de 1920 seproduce una persecucin de evolucionistas en el Sur de EE. UU. que tuvo como resul-tado la dimisin forzada de varios profesores. En este contexto es publicado un manual

  • 3escolar de Geologa por George McCready Price (1923), quien concede una gran rele-vancia al Diluvio, el cual habra producido de forma catastrfica todas las rocas y fsi-les en una misma poca reciente. Este voluminoso libro de 726 pginas est integra-mente dedicado a demostrar que los datos de la Geologa y la Paleontologa son falsos.Price, Adventista del Sptimo Da, tambin escribi otros libros antievolucionistas, entodos los cuales se evidenciaban sus escasos conocimientos cientficos, por lo que notuvo ninguna influencia en la comunidad cientfica y los pocos que llegaron a enterarsede su existencia lo consideraron un gran ignorante. Sin embargo, es quizs el ms rele-vante de los antievolucionistas, ya que por primera vez los creacionistas intentaban ar-gumentar con datos aparentemente cientficos en lugar de slo recurrir a la Biblia. Aspues, es el pionero y el inspirador de los creacionistas "cientficos" de la dcada de 1960y en especial de Henry M. Morris.

    Por otra parte, los fundamentalistas se movilizaron hasta conseguir aprobar leyes en 37estados prohibiendo la enseanza de la evolucin en las escuelas pblicas. Esto dio lu-gar al famoso "Juicio del mono" en el estado de Tennessee en 1925, resultando conde-nado un profesor llamado John Thomas Scopes por ensear la teora de la evolucin.Pero esta condena fue muy leve y los creacionistas fueron ridiculizados a causa de sumanifiesta ignorancia cientfica.

    A partir de entonces los fundamentalistas cambiaron de estrategia, tratando de difundirsus ideas creacionistas en los medios de comunicacin y crear sus institutos bblicos.Las leyes no fueron aplicadas condenando a ningn otro evolucionista, pero el temorhizo casi desaparecer la teora de la evolucin de los libros escolares, y tuvieron quepasar cuarenta aos para que las leyes fueran declaradas inconstitucionales y derogadas.Hacia 1925 el Ku Klux Klan, que entonces deca tener 4 millones de miembros, era an-tievolucionista y hoy sigue actuando contra los negros, los judos, los catlicos y contrael darwinismo.

    La nueva estrategia fundamentalista dio lugar a una mejor organizacin surgiendo lasprimeras asociaciones creacionistas para presentar un frente unido contra la evolucin.As en 1935 fue fundada la Religion and Science Association, siendo nombrado presi-dente un doctor en Qumica orgnica de la Universidad de Chicago: L. Allen Highley.Este estaba de acuerdo con las ideas diluvistas de Price, pero crea que haban existidoadems ciertas catstrofes anteriores a Adn y Eva, que explicaran el origen de losfsiles. Desacuerdos y luchas entre los socios dio lugar a que Price y otros adventistasde Los Angeles formaran en 1938 una nueva sociedad: The Society for the Study ofCreation, the Deluge and Related Science. Esta lleg a tener muchos miembros peroestaban bastante divididos por diferencias de tipo geolgico y desapareci en 1948. Porotra parte, un grupo de cientficos evanglicos fund en 1941 la American ScientificAffiliation destinada a difundir sus ideas conciliadoras entre ciencia y religin. En estaasociacin tuvo un papel destacado un doctor en geoqumica, J.L. Kulp, para quien elerror fundamental era mezclar la Geologa y la evolucin.

    En la convencin de la American Scientific Affiliation del ao 1953 el profesor de In-geniera hidrulica Henry M. Morris present una comunicacin sobre "La evidenciabblica de una creacin reciente y un Diluvio universal". Esta estaba basada en la Geo-

  • 4loga del Diluvio de Price, defendiendo la idea de una creacin muy reciente, y de quela Biblia inspirada por Dios no puede contener errores cientficos. En 1957 el telogoJohn C. Whitcomb escribi: The Genesis Flood que tard varios aos en lograr publicar.Whitcomb pensaba que si la muerte es consecuencia del pecado original los fsiles nopodan existir antes del Paraso terrestre. En 1958 los Adventistas del Sptimo Dacrearon el Geoscience Research Institute en Loma Linda (California), a fin de estudiarlas pruebas cientficas sobre los orgenes, utilizando a la vez la ciencia y la revelacin,ya que consideran que el uso exclusivo de la ciencia es un enfoque muy estrecho. En1961, Whitcomb en colaboracin con Morris, publicaba una de las obras cumbres delcreacionismo "cientfico". Esta obra se ha traducido a diversos idiomas, entre ellos alespaol en 1982, bajo el titulo: EL DILUVIO DEL GENESIS. El relato bblico y susimplicaciones cientficas.

    En 1963 se cre en Mchigan otra sociedad: The Creation Research Society, la cual es-taba basada sobre un comit de expertos cientficos con derecho a voto, entre los cualeshaba varios doctores en Biologa, pero ningn gelogo competente, a pesar de que tra-taban de apoyar sus ideas en la Geologa. Los miembros no cientficos como Whitcombno tenan derecho al voto. Sus ideas se basan en que la Biblia es la palabra escrita deDios y en consecuencia "todas sus aserciones son histrica y cientficamente verdade-ras, lo cual implica que el Gnesis es un relato factual de verdades histricas. As, todoslos tipos fundamentales de seres vivientes, comprendido el Hombre, son hechos poractos directos de la creacin divina durante la semana descrita en el Gnesis, y el Dilu-vio es un evento histrico de escala y efecto mundial".

    La abolicin de las leyes antievolucionistas llev a los creacionistas a plantear una nue-va estrategia: presentar la creacin como una teora cientfica alternativa a la evolucin,a la que se le debe dedicar el mismo tiempo en la docencia en las escuelas. Surgi as en1970 en San Diego (California) el Creation-Science Research Centre dirigido por Mo-rris y Gish, cuyo principal objetivo es difundir, por medio de libros y programas en losmedios de comunicacin, la idea de que el evolucionismo y el creacionismo son doshiptesis cientficas concurrentes. En este sentido, han publicado libros tratando dedesacreditar los datos paleontolgicos o geolgicos: Gish (1972) en su libro Evolution,the Fossils say no! trata de desacreditar el valor de los fsiles, siendo un falaz ataque alvalor de la Paleontologa, y Whitcomb (1972) en su libro The Early Earth, trata de resu-citar la idea del largo intervalo de tiempo entre los versculos del Gnesis. La nuevaestrategia conduce a que en 1981 sean aprobadas leyes en los estados de Arkansas yLouisiana imponiendo la igualdad de tratamiento para la evolucin y la "ciencia" de lacreacin, por lo que los cientficos norteamericanos tuvieron que replicar para lograrque no siguieran aprobndose leyes en otros estados y que estas leyes fueran anuladasen 1987.

    Sin embargo, la actividad de los fundamentalistas protestantes ha hecho arraigar pro-fundamente sus ideas, hasta tal punto que las encuestas indican que, en un pas tancientficamente desarrollado como EE. UU. la mitad de la poblacin est convencida deque Dios ha creado al Hombre con su forma actual hace menos de 10.000 aos. As laamenaza de que nuevas leyes sean aprobadas contina siendo una realidad y los logrosde los creacionistas son recurrentes (Molina, 1993). En este sentido, en 1996 han logra-

  • 5do que el Comit de Educacin del estado de Nuevo Mexico elimine todas las referen-cias a la evolucin en los State's standards for science education de las escuelas publi-cas. Actualmente, la actividad de los creacionistas es bastante intensa y algunas de suspublicaciones estn teniendo difusin a escala mundial. As el Geoscience ResearchInstitute publica: Origins (revista sobre la historia de la Tierra), Geoscience Reports(boletn de divulgacin), Ciencia de los orgenes (dirigida al mundo hispano). Por suparte el Creacion Research Society, presidido por Morris y Gish, publica: CRS Quar-terly (revista trimestral) y Creation Matters (boletn bimestral). Ahora bien, lo ms sor-prendente es que algunos cientficos doctorados en diversas universidades estatales deEE.UU., afiliados a estas organizaciones creacionistas, tratan de desarrollar proyectosde investigacin sobre temas de tipo geolgico, paleontolgico, etc., los cuales planteandisparatadas hiptesis "ad hoc" para negar la evolucin y probar el creacionismo.

    Ultimamente, en el resto del mundo el principal motor de la extensin del creacionismo(en su versin ms literal) es la Creation Research Society, cuyos dirigentes Morris yGish estn visitando y estableciendo centros en distintos paises. Por ejemplo, en Coreahan creado una asociacin que comprende un millar de miembros de los cuales, al pa-recer, alrededor de 300 poseen un doctorado cientfico (Hiblot, 1997). As, el creacio-nismo del Diluvio y la Tierra joven, debido a su simplicidad est teniendo bastante xi-to, ya que no hay necesidad de grandes elucubraciones para armonizar la Biblia y laCiencia, pues la Biblia tendra razn totalmente.

    Los cientficos suelen subestimar la importancia de los creacionistas y eluden los deba-tes. Sin embargo, algunos cientficos han participado en debates clebres promovidospor los creacionistas, tal es el caso del australiano R. Plimer, director del Departamentode Geologa de la Universidad de Newcastle, quien adems ha publicado un libro titu-lado: Mentir por Dios, la razn contra el creacionismo (1994), y planteado una demandaque ha sido desestimada en un juicio contra un creacionista que pretenda haber efec-tuado anlisis cientficos y haber encontrado el Arca de No. Por su parte, la australianaRhondda E. Jones (1989), que ha alertado del peligro del creacionismo en la enseanzade las ciencias, propone que el creacionismo "cientfico" sea utilizado en la enseanzapara ilustrar sobre uno de los mejores ejemplos de pseudociencia.

    En Europa los creacionistas ms literalistas y pseudocientficos pertenecen a la sectacatlica CESHE (Cercle Scientifique et Historique), que fue creada para difundir la obrade su lider diluvista Fernand Crombette (1888-1970), y constituye el ms fiel equiva-lente del creacionismo "cientfico" de los protestantes fundamentalistas americanos.Entre ellos destaca el "sedimentlogo" francs Guy Berthault quien para desacreditar laevolucin niega el elemental principio de superposicin de los estratos, habindose in-filtrado en la geologa oficial francesa (Babin y Garca, 1995).

    Aparte de G. Berthault, otro de sus lideres ms activos es Dominique Tassot (1991)quien concluye que la prehistoria evolucionista es ilgica, irracional y un fraude per-manente, y que solo la prehistoria bblica, con la triloga: Creacin, Cada y Diluvio, essimple, completa, conforme a los hechos y racional. Ante estas afirmaciones se puedeconcluir que el creacionismo "cientfico" adems de ser una pseudociencia es comple-

  • 6tamente irracional. La difusin del creacionismo "cientfico' en la Unin Europea hasido analizada en Molina (1992a y b, 1993,1996).

    En Espaa existen dos tipos de creacionistas radicales que se oponen parcial o total-mente a la evolucin. Por una parte, los que profesan un creacionismo conciliador quepretende integrar los datos cientficos con la narracin bblica y aceptan la evolucin deuna forma restrictiva. Y por otra parte, los que creen en un creacionismo literalista,consecuencia del proselitismo de los fundamentalistas protestantes americanos, queamparados en la libertad de cultos se estn implantando en Espaa y captando adeptos,los cuales en algunos casos continan siendo catlicos, pero que comulgan con las ideasantievolucionistas y literalistas de los creacionistas "cientficos".

    El mejor ejemplo del primer tipo es el catedrtico de Geologa de la Escuela de Minasde Madrid, Indalecio Quintero, quien public en 1986 un artculo titulado: Adn y Evafueron verdad, tratando de integrar los datos cientficos y la narracin bblica e identifi-cando las especies de homnidos con pueblos y personajes bblicos. Un buen ejemplodel segundo es Alejandro Sanvisens Herreros, quien ha logrado que la editorial Promo-ciones y Publicaciones Universitarias de Barcelona le publique en 1996 su libro titula-do: Toda la verdad sobre la evolucin. Este profesor catlico arremete contra el evolu-cionismo con los mismos argumentos de Morris y Gish, lo cual le lleva a ser diluvista y,sin embargo, no parece ser completamente literalista. Una de las causas de este resurgircreacionista en Espaa lo constituye la editorial creacionista establecida en Tarrasa(Barcelona), dirigida por Santiago Escuain, quien ha traducido y publicado numerososartculos y libros de los protestantes fundamentalistas americanos (Gish, Morris, Bow-den, etc.).

    ARGUMENTOS GEOLOGICOS Y PALEONTOLOGICOS

    Por lo general, la objecin levantada con ms frecuencia contra la evolucin se refiere aldudoso carcter cientfico de la teora de Darwin. Segn los creacionistas esta cuestio-nable cientificidad ha sido ocultada por una infame conspiracin de los profesionales dela ciencia. Segn Alema Berenguer (1996) los creacionistas recurren a dos argumen-tos: la irrepetibilidad y la circularidad. As, al tratarse de un hecho acaecido en el pasa-do, la evolucin quedara fuera de cualquier posible verificacin experimental; y que elpropio concepto de seleccin natural como supervivencia del ms apto implica un razo-namiento circular. Argumentar contra el posible carcter tautolgico del darvinismo ascomo otros aspectos de tipo filosfico y biolgico hara demasiado extenso este artculoy, adems, ya se ha hecho anteriormente (Newell, 1982; Kitcher, 1982; Gastaldo andTanner eds. 1984; McGowan, 1984; Gould, 1984; Berra, 1990; Molina, 1992a,b; 1996;Alema Berenguer, 1996). As pues, aqu se exponen y se debaten brevemente los prin-cipales argumentos que afectan a las ciencias de la Tierra.

    Los argumentos de los creacionistas "cientficos" han sido extensamente desarrolladosen la obra cumbre de Whitcomb y Morris (1961, 1982). Sus esfuerzos se centran enatacar el principio del actualismo, consistente en que el presente es la clave del pasado,que es el principio ms bsico de la Geologa y que ha provocado el desarrollo de estaciencia desde los tiempos de James Hutton y Charles Lyell. Los creacionistas critican elactualismo porque no necesita apelar a catstrofes prodigiosas para explicar el origen y

  • 7la evolucin de la Tierra, la Vida y el Hombre. Su propuesta alternativa consiste en uncatastrofismo sobrenatural basado en la interpretacin literal de la Biblia. Por lo tanto,segn ellos la Creacin, Cada (pecado de Adn) y Diluvio constituyen los hechosbsicos verdaderos a los cuales deben referirse todos los dems detalles de los datoshistricos primitivos. Es decir, que los datos cientficos habran de reinterpretarse a laluz del relato bblico y por tanto adaptarse a la interpretacin literal, puesto que la Bibliasera palabra de Dios.

    Para este tipo de creacionistas el Diluvio es un acontecimiento fundamental que expli-cara toda la Geologa y la Paleontologa. As, el Diluvio universal, que consideran dealcance y efectos mundiales, aportara las condiciones ms favorables para la fosiliza-cin, hasta tal punto que todos los fsiles habran sido producidos por el Diluvio. Inclu-so los mamuts fosilizados en los hielos de Siberia se deberan a la inmediata actividadgeolgica postdiluviana. En este sentido, los estratos con fsiles habran sido deposita-dos despus de la aparicin de Adn y en consecuencia la escala de tiempo de la Pale-ontologa y de la Geologa la rechazan como totalmente errnea, proponiendo reempla-zarla por un catastrofismo bblico centrado en el Diluvio universal de un ao de dura-cin.

    Establecidas estas premisas resulta superfluo que intenten rebatir las interpretacionescientficas de la Geologa y de la Paleontologa, y viceversa que aqu se intente argu-mentar cientficamente contra sus sensacionales afirmaciones. Sin embargo, dedican unenorme esfuerzo a rebatir los muchos aspectos geolgicos y paleontolgicos que con-tradicen la Bblia. Evidentemente los aspectos que ms intentan desacreditar son lasdataciones, tanto de edad absoluta como de edad relativa. Las dataciones basadas enmtodos tales como los radiomtricos, que permiten concluir que la Tierra tiene unaantigedad muy grande medida en millones de aos, chocan frontalmente con sus ideasde que la Tierra habra sido creada muy recientemente hace tan solo unos 6.000 aos, ocomo mximo hace unos 10.000 aos. Basan sus ataques en pequeos problemas meto-dolgicos sacados fuera de contexto, tales como las imprecisiones que estas tcnicastienen. As el margen de error de estas metodologas o la imposibilidad de su aplicacinen ciertos momentos, suele ser invocado para negar su valor.

    Los fsiles suelen ser uno de los aspectos que ms critican. Con frecuencia sus argu-mentos son muy ingenuos y burdos. As argumentan que los dinosaurios y los Hombrescoexistieron como lo demostraran unas pisadas encontradas en el Cretcico del rio Pa-luxy (Texas), incluso afirman que algunas de estas huellas muestran seales de zapatosy otras seran ms antiguas (Carbonfero e incluso Precmbrico). Estas pretendidas hue-llas humanas tienen varias veces el tamao de un pie, lo cual les lleva a creer que perte-necan a los gigantes de cuya existencia hace referencia la Biblia (Gnesis 6.4).Adems, piensan que el diluvio fue la principal causa de la desaparicin de los dinosau-rios, pero que algunos ejemplares jvenes sobrevivieron en el arca de No, la mayorparte de los cuales perecieron por los cambios bruscos en el clima despus del Diluvio,y algunos habran persistido explicando la aparicin universal de los "dragones" de lasmitologas antiguas.

  • 8Sin embargo, algunos de los argumentos sobre el registro fsil son ms elaborados yrevelan un cierto conocimiento de los datos paleontolgicos, si bien sus interpretacionesno son plausibles y resultan totalmente errneas. En este sentido, parecen desconocertotalmente lo que es el registro fsil, as el traductor espaol de la editorial creacionistaSantiago Escuain (1988), al que no se le conoce ninguna titulacin en Paleontologa, seatreve a sentar ctedra en un artculo sobre las discontinuidades del registro fsil, con-cluyendo en maysculas: EL REGISTRO FOSIL NO SOLO NO PROPORCIONA NINGUNAPOYO AL EVOLUCIONISMO, SINO QUE LE ES ABIERTAMENTE HOSTIL. Este tipo deerroneas afirmaciones sensacionalistas estn basadas en las publicaciones del bioqu-mico americano D.T. Gish que es quien ms ha desarrollado los argumentos paleon-tolgicos.

    Uno de los principales argumentos para negar la evolucin consiste en afirmar que noexisten formas intermedias entre especies, es decir lo que se ha dado en llamar eslabo-nes perdidos. El problema radica en que la evolucin no es un proceso gradual y cons-tante, sino que es un proceso a saltos donde se alternan largos periodos de estabilidadcon cortos periodos de cambio en pequeas poblaciones. El registro fsil suele estardeteriorado y slo conserva una mnima parte de los organismos que vivieron en el pa-sado, siendo imperfecto a escala local, pero tomado a escala mundial, y en su conjunto,es muy ilustrativo de como han evolucionado los organismos que vivieron en el pasado.Sin embargo, los creacionistas utilizan estas caractersticas del registro fsil para afir-mar que no existen formas intermedias.

    Ahora bien, formas intermedias existen tanto a nivel especifico como poblacional, loque ocurre es que las poblaciones que quedan aisladas reproductivamente y dan lugar auna nueva especie son poblaciones muy pequeas y localizadas en el espacio y en eltiempo, y en consecuencia son extremadamente raras en el registro fsil. Adems, dadala variabilidad de las especies y la metodologa taxonmica que clasifica a las formascon caracteres intermedias dentro de una u otra especie, marcando una lnea en un con-tinuo de lo que todo taxnomo es consciente, resulta una simplificacin metodolgicaque podra dar la sensacin a los no cientficos de que no existen formas intermedias.

    Por otra parte, uno de sus argumentos aparentemente ms fundado concierne a la rpidaradiacin adaptativa de la base del Cmbrico, la cual se le suele tambin denominar "laexplosin cmbrica". Para ellos esta rapidez evolutiva no sera posible ms que por unacto creador, pero lo que a grandes rasgos parece muy rpido no lo es tanto cuando seestudia en detalle en secuencias con un mayor desarrollo litolgico. En este sentido, lafauna de animales de cuerpo blando excepcionalmente conservada en Ediacara, aunquepueda representar un ensayo frustrado, muestra que la transicin entre los organismosunicelulares del Precmbrico y los pluricelulares de la base del Cmbrico no fue tanbrusca. Adems, la teora sinttica de la evolucin y especialmente el modelo de losequilibrios interrumpidos de los paleontlogos Eldredge y Gould, ya no defiende elgradualismo original de Darwin que requiere mayores periodos de tiempo para la evo-lucin.

    Ahora bien, la evolucin de los organismos tambin se manifiesta en los taxones quetienen caractersticas intermedias entre otros de su mismo nivel, lo cual se puede obser-

  • 9var en los rasgos morfolgicos de cualquier taxn. Algunos de estos son tambin el en-lace entre grupos de organismos. El ejemplo ms clsico es Archaeopteryx que muestraplumas que indican su proximidad a las aves, as como dientes y otros rasgos que indi-can su proximidad a los reptiles. Sin embargo, incluso este excelente fsil intermedio hasido criticado, argumentando que no se trata de una forma intermedia y que sera real-mente un ave. Es posible que exista otra especie con rasgos ms primitivos e interme-dios, pero de todas formas, Archaeopteryx es un miembro de una familia que constituyela transicin entre dos grupos muy importantes de organismos. Su importancia ha sidoconfirmada en 1984 por el hallazgo en Cuenca, por el paleontlogo Jos Luis Sanz, deotro fsil con caractersticas intermedias entre el Archaeopteryx y las aves.

    A los creacionistas les sorprende que puedan encontrarse organismos que han evolu-cionado poco y que viven desde hace muchos millones de aos, tales como el braqui-podo Neopilina, el cefalpodo Nautilus, el pez Celacanto o los rboles Metasequoia yGingo. Estos son algunos de los que popularmente se conocen como fsiles vivientes(pancrnicos), ya que han sobrevivido a diversos eventos de extincin.

    Ahora bien, sto no sorprende a los cientficos y estos organismos no son muy frecuen-tes. Su estrategia adaptativa y en alguna medida el factor azar les ha preservado de laextincin y estos casos excepcionales no contradicen la teora de la evolucin. El regis-tro fsil pone de manifiesto que hay especies que logran sobrevivir a los eventos de ex-tincin y que, al contrario, algunos de estos eventos de extincin afectan a gran cantidadde especies, habindose identificado cinco grandes crisis de extincin en masa a lo largode la historia de la Tierra. Sin embargo, tanto los fsiles pancrnicos como las extin-ciones en masa son excepciones al proceso normal de renovacin de las especies me-diante la extincin de fondo y la especiacin.

    Otro de los argumentos ms tcnicos que utilizan es lo que denominan: fsiles fuera delugar. Efectivamente, algunos fsiles han experimentado un desplazamiento desde ellugar donde fueron inicialmente enterrados a otro donde son definitivamente enterrados,el cual puede ser prximo y de edad ms reciente. Estos son los que se denominan fsi-les resedimentados y rodados, los cuales no son tenidos en cuenta por los paleontlogospara datar los terrenos, si bien en algunos casos pueden llegar a confundir a algn afi-cionado. La explicacin de los fsiles resedimentados es bastante simple y no hay querecurrir al Diluvio para explicarlos. El caso ms frecuente se explica por la erosin desedimentos de pocas anteriores, dando lugar a que los fsiles que no se destruyen du-rante este proceso vuelvan a sedimentarse en terrenos ms modernos.

    El asunto fundamental del origen del Hombre ha sido tratado por varios autores y actua-lizado por Morris (1979, 1988). Para los creacionistas los homnidos ms primitivos(Ramapithecus, Australophitecus, etc.) son autnticos simios que no tienen ningunarelacin con el origen del Hombre puesto que no habra ningn tipo de formas interme-dias. Es ms, para ellos el Homo sapiens habra vivido con anterioridad al Neanderthal,al Homo erectus, e incluso al Australopithecus, y segn ellos el Homo erectus sera undescendiente decadente. Malcon Bowden (1984) en su libro: Los Hombres-simios rea-lidad o ficcin? ha tratado de forma exhaustiva y pretendidamente cientfica el proble-ma del origen del Hombre. Sin embargo, concluye tambin que el Homo sapiens se ha

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    descubierto en estratos ms antiguos que sus supuestos antepasados, incluso recurre alfalso ejemplo del Cretcico del rio Paluxy para mostrar que el Hombre habra coexistidocon los dinosaurios.

    En definitiva, los argumentos principales de los creacionistas "cientficos" hacen refe-rencia a la corta edad de la tierra, que sera de tan solo unos 6.000 aos de antigedad,haciendo caso omiso de los mtodos de datacin radiomtricos. Adems, los restosfsiles seran muy recientes y los hombres habran coexistido con los dinosaurios. Losfsiles son atribuidos al Diluvio universal, negando los principios ms bsicos y ele-mentales de la Geologa: actualismo, superposicin de los estratos, etc., con lo cual to-dos los fsiles seran prcticamente de la misma edad. Asimismo, niegan todo aspectogeolgico o palentolgico que pueda estar en contradiccin con la Biblia y que apoye lateora de la evolucin. Especial nfasis ponen en negar el valor de los fsiles para do-cumentar la teora de la evolucin. As atacan los resultados paleontolgicos referentesa la existencia de los fsiles intermedios, tales como el Archaeopteryx y los homnidosprimitivos, negando que existan formas intermedias. Sacan fuera de contexto el debateentre gradualistas y saltacionistas, ignorando que ninguno de los grupos cuestiona lateora de la evolucin, sino que simplemente discuten aspectos del mecanismo evoluti-vo. Y utilizan las pequeas diferencias de los cientficos para apoyar sus sensacionalesafirmaciones.

    Ahora bien, a lo largo de este siglo se han descubierto numerosos fsiles que permitenreconstruir muchas lineas filogenticas, y en lo que respecta a la filogenia humana enlas ultimas dcadas han aparecido muchos fsiles que permiten detallar como ha sido laevolucin hasta llegar al Homo sapiens. Todo lo cual permite afirmar que los fsiles sonel documento fctico de la evolucin. Pero, paradjicamente, ahora los antievolucionis-tas insisten en que los fsiles son uno de los principales problemas para la evolucin.

    CONCLUSIONES

    Las sensacionales afirmaciones de los creacionistas "cientficos" (fundamentalistas pro-testantes y en menor medida catlicos), en el sentido de que han demostrado cientfica-mente la insostenibilidad de la teora de la evolucin estn basadas principalmente endatos o afirmaciones de cientficos sacadas de contexto, o que stos ya no mantienen,as como en su propia ignorancia. Pero sobre todo, basan sus afirmaciones en la inter-pretacin literal de la Biblia, la cual consideran que no puede estar equivocada por serpalabra de Dios, con lo que el relato del Gnesis sera la mejor explicacin para toda laGeologa y la Paleontologa. Sus publicaciones evidencian una ignorancia de los datosde las ciencias de la Tierra y una ausencia de mtodo cientfico. Sin embargo, se auto-califican como cientficos y dicen hacer investigacin, cuando en realidad muestran unprofundo desprecio por la ciencia y por los cientficos evolucionistas.

    As pues, en realidad sus argumentos son irracionales, no son plausibles ni acordes conlos datos cientficos y el creacionismo "cientfico" constituye una de las ms tpicaspseudociencias. Su interpretacin literal de la Biblia les conduce a una ideologa de tipoapocalptico, involucionista e integrista. Confunden sus ideas con la realidad y no pare-

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    cen tener los pies sobre la Tierra sino ms bien en el "Cielo". Su ignorancia y falta derigor se pone de manifiesto en sus frecuentes afirmaciones de que en todos los campos(Paleontologa, Geologa, Biologa, etc.) se puede ver con toda facilidad que el evolu-cionismo no goza de ningn apoyo cientfico. La vieja estrategia de responder acusandode lo mismo que se les imputa les lleva a concluir que el evolucionismo es un mito, unareligin y un fraude. Afirmaciones de este tipo se encuentran constantemente en suspublicaciones, lo cual evidencia que son unos ingenuos ignorantes o que mienten.

    Adems de una pseudociencia el creacionismo "cientfico" es un problema poltico.Constituye un resurgir ultraconservador de fundamentalistas principalmente protestantesy algunos catlicos. Su actividad ha tenido como consecuencia la aprobacin de leyescontra la evolucin y la consecucin de apoyos estatales para sus actividades pseudo-cientficas. Las sectas protestantes antievolucionistas americanas (Adventistas delSptimo Da, Testigos de Jehov, Mormones, etc.) se estn expandiendo por todo elmundo y estn surgiendo otras catlicas tales como el CESHE. Adems, se estn infil-trando en las universidades y organismos de investigacin, consiguiendo el apoyo dedoctores en diversas ciencias, publicar abundantes artculos y libros, etc. Los cientficosque les apoyan no suelen ser prestigiosos y pretenden sentar ctedra en aspectos que noson de su especialidad, siendo sta una de las razones de sus falsas conclusiones. Ac-tualmente en la Unin Europea son una minora de iluminados ultraconservadores, peroen EE.UU. han alcanzado altas cotas de poder y su desarrollo supone un peligro para ladifusin de las ideas cientficas, ya que ante estos planteamientos los polticos y los me-dios de comunicacin suelen ser incapaces de discriminar entre lo cientfico y lo pseu-docientfico. Por tanto, se hace necesario que los cientficos no infravaloren el poder deestos pseudocientficos y que las instituciones estatales no les den apoyo, ya que el fun-damentalismo constituye un peligro, no slo para la ciencia, sino para toda la sociedad.

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