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Ies La Asunción Elche Departamento de economía. Curso 2012/13 1 TEMA 8 DEMADA Y OFERTA AGREGADAS. LA POLÍTICA FISCAL. 8.1. Funcionamiento de la macroeconomía. 8.2. El sistema macroeconómico. La demanda y la oferta agregadas. 8.3. Elementos de DA y OA. Componentes y desplazamientos de DA. Componentes y desplazamientos de OA. 8.4. Estado y Política Fiscal 8.5. La Política Fiscal. El gasto público. Los ingresos públicos. 8.6. Política Fiscal y actividad económica. PF expansiva. Efecto multiplicador del gasto público. Impuestos y consumo. Multiplicador del presupuesto equilibrado. PF restrictiva o contractiva. El carácter automático de la PF. 8.7. Déficit y deuda pública. Tipos de déficit. Financiación del déficit público. Efecto desplazamiento. 8.8. La presión fiscal. 8.9. El ciclo presupuestario.

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    TEMA 8

    DEMA�DA Y OFERTA AGREGADAS. LA POLÍTICA FISCAL.

    8.1. Funcionamiento de la macroeconomía.

    8.2. El sistema macroeconómico. La demanda y la oferta agregadas.

    8.3. Elementos de DA y OA.

    • Componentes y desplazamientos de DA.

    • Componentes y desplazamientos de OA.

    8.4. Estado y Política Fiscal

    8.5. La Política Fiscal.

    • El gasto público.

    • Los ingresos públicos.

    8.6. Política Fiscal y actividad económica.

    • PF expansiva.

    • Efecto multiplicador del gasto público.

    • Impuestos y consumo.

    • Multiplicador del presupuesto equilibrado.

    • PF restrictiva o contractiva.

    • El carácter automático de la PF.

    8.7. Déficit y deuda pública.

    • Tipos de déficit.

    • Financiación del déficit público.

    • Efecto desplazamiento.

    8.8. La presión fiscal.

    8.9. El ciclo presupuestario.

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    8.1. Funcionamiento de la macroeconomía.

    La producción, el empleo, los precios…. Suelen experimentar fuertes oscilaciones influenciadas por

    perturbaciones externas, fuerzas internas del mercado o la propia política macroeconómica.

    Las variables objetivo (crecimiento, empleo, inflación…) definen el bienestar económico. Bienestar

    que depende de la consecución de valores buenos en estas variables.

    Podemos agrupar los elementos que determinan los resultados macroeconómicos en tres categorías:

    • Fuerzas internas del mercado: crecimiento de la población, la inversión, gasto…

    • Perturbaciones externas: desastres naturales, guerras, condiciones climáticas…

    • Política económica: impuestos, gasto público, oferta monetaria, tipo de cambio…

    Factores determinantes Resultados

    Fuerzas internas

    Del mercado

    Perturbaciones

    Externas

    MACROECO�OMÍA

    Políticas

    Macroeconómicas

    Crecimiento

    Pleno empleo

    Inflación

    Déficit público

    Equilibrio exterior

    Tipo interés

    Tipo cambio

    8.2. El sistema macroeconómico. La demanda y la oferta macroeconómica.

    El sistema macroeconómico representa las voluntades de todos los compradores y vendedores de

    una economía. Nos sirve para analizar el nivel de producción y precios que se pueden dar en una

    economía.

    La demanda agregada (DA) representa el volumen de producción agregada (en unidades

    monetarias) que los agentes económicos están dispuestos a comprar. El consumo privado refleja los

    deseos de comprar bienes y servicios de las familias. La inversión empresarial indica las compras en

    maquinaria y bienes de equipo de las empresas. El gasto público refleja las compras del Estado y las

    exportaciones netas el comportamiento del sector exterior.

    La oferta agregada (OA) representa el volumen de producción agregada (en u.m.) que las

    empresas están dispuestas a producir y vender.

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    Consumo

    Inversión

    Gasto público

    Exportaciones netas

    Variables

    no

    financieras

    Dinero

    Activos financieros

    Variables

    financieras

    Demanda

    Agregada

    Costes de producción

    Capacidad productiva

    Capital, trabajo,

    tecnología

    Productividad

    Mercados

    de factores

    productivos

    (trabajo)

    Oferta

    Agregada

    Producción

    Empleo

    Nivel de

    precios

    La curva de oferta agregada es creciente en relación al nivel general de precios. El principal

    motivo es que los empresarios aumentan la cantidad de bienes y servicios que ofrecen a medida que

    los precios que perciban por su producción sean superiores a los costes que pagan por ella.

    La curva de demanda agregada recoge la relación existente entre el nivel general de precios de la economía y el nivel de gasto agregado o demanda de todos los bienes y servicios de la economía. Conforme aumenta el nivel de precios, el gasto agregado será menor, pues al elevarse el nivel de precios, la cantidad de bienes y servicios que pueden adquirirse con una cantidad determinada de dinero y de otros activos financieros disminuye. Además, un nivel de precios creciente hará que los bienes y servicios sean menos competitivos en los mercados internacionales y por tanto la demanda exterior neta disminuirá.

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    El producto potencial o renta de pleno empleo es la producción que se alcanzaría cuando todos

    los recursos productivos están empleados. A medida que la producción se acerca al nivel de plena

    utilización de la capacidad productiva o renta potencial, la pendiente de la curva de oferta agregada

    se hace más pronunciada, y cada vez resulta más difícil incrementar la producción sin ocasionar

    incrementos muy significativos en los costes.

    El equilibrio macroeconómico es una combinación de la cantidad y precios globales para los que

    compradores y vendedores están de acuerdo con sus compras y ventas. Ese equilibrio

    macroeconómico nos determina el PIB real y nivel de precios que satisfacen a los demandantes y

    vendedores. El equilibrio macroeconómico puede y suele no coincidir con la producción potencial o

    de pleno empleo, reflejando la existencia de factores productivos desempleados.

    La producción agregada oscila a corto plazo por los desplazamientos o movimientos de las

    curvas de demanda y oferta agregada. Para explicar los motivos de las oscilaciones que crean ciclos,

    así como la tendencia en el largo plazo hacia la producción natural, es necesario analizar los

    fundamentos de la demanda agregada y de la oferta agregada, analizando aquellas variables que

    determinan estos desplazamientos.

    8.3. Elementos de DA y OA.

    A. Componentes de la Demanda Agregada: DA = C + I + G + X – M

    Variable Dependencia Efecto

    Riqueza / Renta (A)

    Impuestos (T) Consumo

    Tipo de interés r

    Si aumenta A, o disminuye T o r Aumentará el Consumo

    Expectativas empresariales (E)

    Oferta monetaria (OM)

    Tipo de interés (r) Inversión empresarial

    Impuestos (T)

    Si mejoran E, aumenta OM, baja r o T Aumentará la Inversión

    Gasto público Del Gobierno (G)

    Competitividad (C) Exportaciones netas

    Precios extranjeros (PEXT)

    Si mejora la C o disminuye PEXT

    Aumentará las Exportaciones netas

    Podemos expresar la demanda agregada como una función DA = C (A, T, r) + I (E, OM, r) + G +

    XN (PEXT )

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    Desplazamientos de curva de demanda se producen cuando varían algunos de estos elementos:

    A, T, E, OM, r, G, C, PEXT se modifican.

    Un aumento de la renta de los consumidores, mejoras de las expectativas, aumento del gasto

    público… desplazarán la demanda agregada hacia la derecha…

    B. Componentes de la Oferta Agregada.

    La oferta agregada depende de los costes de producción, la productividad y la tecnología.

    OA = OA (Cp, ϸ, T).

    Una reducción de los costes de materias primas, mejora tecnológica o de la productividad,

    provocará un desplazamiento de la curva hacia la derecha, aumentando la producción y el empleo.

    Hay épocas de gran confianza en el futuro y otras de pesimismo. El pesimismo se transmite al conjunto de la sociedad, las familias reducen sus gastos y las empresas tras de el descenso de las ventas posponen sus inversiones, lo que provoca que la curva de demanda se desplace a la izquierda de DA0 a DA1. El descenso de la demanda agregada provoca que la actividad económica se reduzca, la producción disminuye Q0 a Q1 y el nivel de precios desciende de P0 a P1.

    Si se produce un incremento de los costes de producción, pj un aumento del precio del petróleo, provoca que las empresas para producir la misma cantidad que antes, cobren unos precios más altos en un intento de mantener los beneficios, lo que provoca que la oferta agregada se desplace a la izquierda. La producción disminuye de Q a Q y el nivel de precios aumente de P a P . Se produce una recesión con inflación.

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    La forma de la curva de oferta agregada ha sido motivo de controversia entre los economistas. La

    escuela clásica sostiene que los mercados de trabajos son flexibles y, por tanto, logran trasladar los

    cambios de precios a variaciones de los salarios, favoreciendo que la oferta agregada sea vertical.

    Por otra parte, la escuela keynesiana considera que el mercado de trabajo es bastante rígido y los

    salarios tardan en ajustarse a las variaciones en los precios. Esto justifica una oferta agregada

    creciente. La visión clásica suele utilizarse para los enfoques a largo plazo y la keynesiana para las

    cuestiones a corto plazo.

    Cambios en la demanda y oferta agregada

    Curva Desplazamiento Efectos Fase

    A la derecha Aumenta la producción ,el empleo y los precios Expansión Demanda

    Agregada A la izquierda Disminuye la producción ,el empleo y los precios Recesión

    A la derecha Aumenta la producción, el empleo.

    Los precios no aumentan. Expansión

    Oferta

    Agregada A la izquierda Disminuye la producción, el empleo.

    Los precios aumentan

    Recesión

    Estanflación.

    El papel de la política económica se concreta en la actuación del Estado, que puede contrarrestar

    una situación de crisis o para mantener una situación de crecimiento y estabilidad.

    8.4. Estado y Política Fiscal

    La existencia de fallos en el mercado (desigual distribución de la renta, ciclos económicos,

    externalidades, competencia imperfecta…) obliga a la intervención del Estado, en un intento de

    corregir esos problemas.

    Desde una perspectiva histórica, una de las fechas claves de la intervención del Estado es la Gran

    Depresión de 1929. En 1929, se produjo una importante recesión, en la mayoría de países

    occidentales, con un dramático aumento de la tasa de desempleo, de las quiebras de empresas, y del

    aumento de la pobreza del conjunto de la sociedad.

    En este contexto se fragua la Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero, de J. M. Keynes,

    que proponía una intervención decida del Estado, fundamentalmente mediante un aumento del gasto

    público, para afrontar la crisis económica.

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    8.5. La política fiscal.

    La política fiscal es el conjunto de decisiones del Gobierno sobre el gasto público y los ingresos.

    El Presupuesto General del Estado es el documento elaborado por el Gobierno y aprobado por las

    Cortes (Congreso y Senado), dónde se recogen los gastos que se van a realizar y los ingresos que se

    prevén tener. Las comunidades autónomas y los ayuntamientos también elaboran sus presupuestos.

    El gasto público es el conjunto de todos los gastos realizado por las Administraciones públicas

    (central, autonómica y local).

    Las principales partidas de gasto público (criterio funcional) son:

    Protección social, es el gasto más cuantioso y está formado por pensiones, subsidios por desempleo,

    y otras prestaciones.. supone 34% del gasto público.

    Gasto sanitario, hospitales, centros de salud, medicamentos, salarios del personal sanitario…

    supone alrededor del 14%

    Educación, centros escolares, material escolar, salarios del personal docente…. Es 11%

    Servicios generales, gestión de servicios públicos, pagos a funcionarios… 13%

    Los ingresos públicos son los recursos económicos que necesita el Estado para financiar sus

    gastos. Se obtienen de las cotizaciones sociales, tributos y otras fuentes.

    Ingresos públicos

    Las cotizaciones sociales

    Pagos obligatorios que realizan la empresa y el trabajador, que dan derecho a percibir determinadas prestaciones, ej subsidio de desempleo, pensión…

    Las tasas

    Son tributos que se pagan por el uso de un bien o servicio ofrecido por la Administración. Se pagan tasas por la recogida de basura, alcantarillado, DNI, permiso de conducir, tasas académicas…

    Contribuciones especiales

    Son tributos que se exigen a quienes se han beneficiado de una obra o servicio público. Ej construcción de una acera, pavimentación de una calle…

    Los tributos

    Es la principal fuente de financiación del Estado.

    Los impuestos Pagos exigidos por ley, sin obtención de un beneficio específico a cambio. Suponen la mitad de los ingresos públicos

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    Impuestos

    Impuestos directos

    Gravan la tenencia u obtención de renta por las personas y empresas. Tienen en cuenta las circunstancias familiares y económicas de quienes deben pagarlo. Los más importantes son:

    • Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF)

    • Impuesto sobre sociedades, que recae sobre el beneficio empresarial. Tipo impositivo es 30%, y 25% para Pymes.

    • Impuesto sobre el patrimonio, que recae sobre la riqueza de las personas.

    Impuestos indirectos

    Gravan la aplicación de la renta, es decir, el consumo. No tienen en cuenta la identidad y circunstancias de las personas que los pagan. Si vas al cine pagas el IVA del cine, independientemente de la riqueza del espectador. Los más importantes son: IVA, los impuestos especiales como el de la gasolina, tabaco ….

    8.6. Política Fiscal y actividad económica.

    Como ya sabemos es muy probable que el equilibrio macroeconómico no coincida con la

    producción potencial de esa economía. Podemos considerar a la política fiscal como un instrumento

    interesante para acercar ese equilibrio al producto potencial, mediante la utilización del gasto

    público o alterando los impuestos para modificar el consumo o la inversión empresarial.

    A Política fiscal expansiva o de estímulo de la economía.

    Si la DA es insuficiente nos encontramos con factores productivos desempleados, trabajadores en

    paro, capacidad productiva no utilizada, oficinas vacías… El Gobierno puede recurrir a una política

    fiscal expansiva que estimule la economía. La política fiscal expansiva puede ser:

    1. Un aumento del gasto público, construyendo nuevas infraestructuras (carreteras, red

    ferroviaria, aeropuertos…), equipamientos sociales (hospitales, centros educativos…),

    aumentando las transferencias, o comprando más bienes y servicios. Ese aumento del gasto

    público aumentan la demanda agregada, lo que obligará a las empresas aumentar la producción

    y emplear a más trabajadores.

    2. Una reducción de los impuestos. Si el Gobierno baja los impuestos a las economías domésticas (IRPF o IVA), estás dispondrán de más dinero para poder consumir. Si la reducción de los impuestos es a las empresas (impuesto de sociedades, cotizaciones a la Seguridad Social), supone unos menores costes y mayores beneficios, lo que llevará a las empresas a aumentar la inversión. El incremento de la inversión y el consumo aumentará la demanda agregada, lo que favorecerá que las empresas aumenten la producción y el empleo.

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    El efecto multiplicador del gasto público. Si el estado incrementa su gasto, genera una renta adicional para los agentes que intervienen en la operación. Los receptores de esta renta la gastarán, de forma que cada euro que Estado gasta inicialmente se vuelve a gastar varias veces, resultando que cada euro de gasto produce un efecto multiplicador en la demanda agregada. Supongamos que el Estado decide gastar 100 millones de euros en carreteras. Este nuevo gasto aumenta directamente la demanda agregada inicialmente. Los trabajadores de la empresa y la empresa constructora reciben una renta en forma de salarios y beneficios, que la gastan o la ahorran. Lo destacable es que todo el gasto adicional de consumo contribuye a aumentar la demanda agregada en sucesivas fases. Si suponemos que la propensión marginal a consumir (PMC) es de 0,8, es decir, de cada euro adicional de renta se destina 80 céntimos al consumo, de los 100 M € que recibe empresa y trabajadores, destinarán 80 M al consumo, por ejemplo de coches. Los trabajadores y empresa que fabrica coches recibirán esa cantidad de dinero, ahorrando una parte y gastando 64 (el 80%) y así sucesivamente…

    Fases Gasto en cada fase Gasto acumulado 1ª 2ª 3ª 4ª ∞

    100 = 100 0,8 * 100 = 80 0,8 * 80 = 64 0,8 * 64 = 51

    100 180 244 295 500

    En resumen, el incremento final que experimenta la DA y la producción será mucho mayor que los 100 millones de euros en que aumentó el gasto público, ya que se ha puesto en marcha una cadena de gastos de consumo derivados o consumos inducidos. Este es el efecto multiplicador. El multiplicador muestra el aumento final de la demanda agregada ante un incremento unitario del gasto público, es decir, cuántas veces aumenta la demanda agregada en relación con el

    aumento del gasto inicial. Analíticamente podemos representarlo como PMC−

    =Π1

    1 El

    multiplicador será mayor tanto mayor sea la propensión marginal al consumo. Tenemos que la Variación total del gasto = Multiplicador x Variación inicial del gasto público en este caso, 1/1-0,8 x 100 = 5 x 100 = 500 Se desprende que en épocas de recesión, una posibilidad sería incrementar las compras del Estado, aumentando el gasto agregado.

    Al impacto inicial expansivo sobre la DA, producido por al aumento del gasto público, se unen nuevos impactos inducidos provocando un incremento de la DA superior al impacto inicial, es el efecto multiplicador del gasto público.

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    Los impuestos y el consumo

    Otra manera de aumentar la demanda agregada sería mediante los impuestos, ya que una alteración

    de los mismos incidiría en el comportamiento de los consumidores y de los inversores, al modificar

    la renta disponible. El impacto de los impuestos en la DA no es tan directo como a través del gasto

    público, sino de forma indirecta vía renta disponible.

    Una reducción de los impuestos aumenta la renta disponible de los consumidores y desplaza la DA

    hacia la derecha. Para analizar la influencia de la reducción de los impuestos, debemos tener

    presente que los consumidores no gastan toda la cantidad en que se reducen los impuestos, sino que

    una parte la ahorran y gastan el resto. Tendríamos:

    Reducción inicial de impuestos x PMC = Aumento inicial del consumo

    Éste aumento inicial del consumo pone en marcha el proceso multiplicador, al generar una renta

    disponible adicional a los productores y trabajadores, que una parte destinarán al consumo y otra al

    ahorro, continuando el proceso…

    Variación total de gasto = Multiplicador x Variación inicial del consumo

    Si, por ejemplo, los impuestos se redujesen en 100 millones de € y la propensión marginal al

    consumo fuese 0,8 la variación total del gasto sería:

    Variación del gasto = 5 x 80 = 400 millones de €.

    Vemos como el multiplicador potencia el efecto de una reducción de los impuestos.

    El multiplicador del presupuesto equilibrado

    Al analizar los efectos de un aumento del gasto público en la misma cuantía que el aumento de los

    impuestos, se comprueba que el impacto total sobre la actividad económica es positivo.

    Si el incremento del gasto público es de 100 M € y los impuesto se incrementan en la misma

    cuantía, tenemos por un lado un incremento del gasto agregado de 100 M €, del gasto público, y

    por otro una reducción del gasto agregado al incrementarse los impuestos, pero si la PMC es de 0,8

    esta reducción sólo disminuye la demanda de consumo en 80 M € por

    Incremento de los impuestos x PMC = 100 x 0,8 = 80

    En consecuencia el gasto agregado, se incrementará en 20 M €, lo que aumentará la producción.

    En definitiva el multiplicador del presupuesto equilibrado establece que un aumento del gasto

    público acompañado de un aumento igual de los impuestos da lugar a un incremento de la

    producción.

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    B Política fiscal restrictiva o contractiva.

    Cuando la economía está en una fase expansiva y se acerca a la cima del ciclo, las tensiones

    inflacionistas aumentan, y el Gobierno puede recurrir a una política fiscal restrictiva reduciendo el

    gasto público o aumentando los impuestos.

    El carácter automático de la política fiscal.

    Un estabilizador automático es un elemento del sistema económico que mecánicamente tiende a

    reducir la fuerza de las recesiones y/o de las expansiones de la demanda, sin que sea necesario

    tomar una medida.

    Los impuestos proporcionales y los progresivos alteran de forma automática la recaudación

    conforme varía el producto nacional. El aumento de la recaudación a medida que se incrementa el

    producto nacional reducirá la fuerza de la expansión, y lo contrario ocurrirá si tiene lugar una

    recesión. Los impuestos proporcionales y progresivos cumplen la función de un estabilizador de la

    actividad económica.

    Otro caso de estabilizador automático son los gastos de transferencias, como seguro de desempleo.

    El gasto del Estado en seguro de desempleo aumenta en épocas recesión, como consecuencia de una

    menor actividad económica y un aumento de desempleo, evitando que la recesión sea más severa.

    En épocas de expansión el gasto público en desempleo disminuye al caer el número de personas que

    no encuentran trabajo. El gasto público en desempleo actúa como un estabilizador automático, al

    reducir la fuerza de las recesiones y contenerse (el gasto) en las expansiones.

    8.7. Déficit y deuda pública.

    El déficit público y deuda pública son términos que tienden a confundirse. El déficit o superávit

    público miden la diferencia entre los gastos y los ingresos de un período de tiempo. La deuda

    1. Reducción del gasto público. Si el Estado decide gastar menos en programas de obras públicas o comparar bienes y servicios a las empresas, disminuye la demanda agregada.

    2. Subida de impuestos. Al subir los impuestos, disminuye la renta disponible de las familias, lo que reducirá su consumo. Mayores impuestos supone mayores costes para las empresas, lo que reduce la inversión. La reducción del consumo y la inversión, provoca un descenso de la demanda agregada.

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    pública mide la cantidad total que un Estado debe al conjunto de la sociedad. La deuda pública es

    el valor de bonos o títulos de deuda emitidos por el Estado en manos del público.

    Administraciones públicas: Gastos e Ingresos Situación Presupuestaria Deuda Pública

    Si los Gastos son mayores que los Ingresos Déficit Público Aumenta

    Si los Gasto son iguales a los Ingresos Equilibrio Presupuestario No varía

    Si los Gastos son inferiores a los Ingresos Superávit Público Disminuye

    Tipos de déficit.

    Podemos distinguir dos tipos de déficit:

    • Déficit cíclico. Cuando la economía se encuentra en una fase recesiva la recaudación de

    impuestos disminuye, por la caída de la actividad económica, y aumenta el gasto público, al

    incrementarse las prestaciones por desempleo. Esto genera un incremento de déficit público.

    En esta situación el déficit público favorece la reanimación de la demanda, suavizando las

    consecuencias de la recesión.

    • Déficit estructural. Es aquel que persiste incluso en la fase expansiva del ciclo y cuando la

    economía se acerca al pleno empleo. En esta situación, ni siquiera el incremento de ingresos,

    derivados del nivel de actividad, sirve para reducir la deuda del Estado, que se convierte en un

    fuerte freno para el desarrollo económico.

    Financiación del déficit público.

    La segunda mitad del siglo XX muchas Estados incurrieron en continuos e importantes déficits

    públicos. Esto tiene su origen, por un lado en el aumento de los gastos públicos de carácter social,

    sanidad, educación…. Y por otra en la impopularidad de las subidas de impuestos. La financiación

    del déficit plantea tres posibilidades:

    • La utilización de impuestos. Presenta dos problemas, por una parte si el déficit se genera en la

    fase recesiva, el aumento de los impuestos dificultaría la posible recuperación. Por otra parte,

    la subida de impuestos es impopular.

    • Mediante la emisión de dinero, supone que el Banco Central financia ese déficit mediante una

    política monetaria expansiva. La reiterada utilización de esta modalidad en el pasado generó

    inflación. Últimamente no se había utilizado esta forma de financiación, pero la dureza de la

    actual crisis ha provocado que se vuelva a utilizar.

    • La emisión de deuda pública. El Estado emite bonos, obligaciones… para financiar el déficit.

    Cantidades que debe devolver más los intereses pactados, lo que aumentará el gasto público

    futuro, contribuyendo a nuevos déficits.

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    Año 2009 Año 2010

    País Deuda pública

    Millones €

    Deuda pública

    % sobre PIB

    Déficit publico

    % sobre PIB

    Deuda pública

    Millones €

    Deuda pública

    % sobre PIB

    Déficit publico

    % sobre PIB

    Alemania 1.767.744 74,4 3,2 2.061.794 83,2 4,3

    Francia 1.492.746 79 7,5 1.591.169 82 7,1

    Reino Unido

    1.093.140 87,9 11,5 1.353.278 92,9 10,3

    Italia 1.763.629 115,5 5,4 1.842.826 118,4 4,6

    España 563.878 53,8 11,2 641.802 61 9,3

    Efecto desplazamiento.

    En ocasiones el aumento del gasto público provoca un efecto desplazamiento. El efecto

    desplazamiento tiene lugar cuando el gasto público reduce la cantidad de inversión privada.

    Este efecto desplazamiento puede producirse de dos formas:

    El gasto público expulsa a la inversión privada debido a las limitaciones de los recursos. Si la

    economía se encuentra cerca del pleno empleo (producción potencial), un aumento del gasto

    público desplazará la inversión privada.

    El aumento del gasto público incrementa la deuda pública y provoca un aumento de los tipos de

    interés lo que reduce la inversión privada.

    8.8. La presión fiscal.

    En España existe la creencia popular de que se pagan muchos impuestos. Paradójicamente

    deseamos más y mejores bienes y servicios públicos, sanidad, educación …. Es difícil de equilibrar

    esa creciente demanda de servicios con la resistencia a pagar más impuestos.

    ¿Realmente pagamos muchos impuestos? Para medir la incidencia de los impuestos en una

    economía se utiliza el concepto de presión fiscal, que definimos como el cociente entre el total de

    ingresos fiscales y el PIB.

    PIB

    socialesizacionesimpuestosporIngresosfiscalesión

    cotPr

    +=

    La presión fiscal se utiliza para medir el peso del Estado en la actividad económica del país.

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    La presión fiscal en España se sitúa en el 37,1%, 3,3 puntos por debajo de la media de Zona Euro

    según los datos de Eurostat, pero con un crecimiento de seis décimas respecto al año anterior. Pese

    a estar entre los que menos impuestos pagan España es el país de la Unión Europea de los 15 donde

    más ha crecido la presión fiscal entre 2003 y 2007 (+,3,2 puntos).

    8.9. El ciclo presupuestario.

    Fases del ciclo presupuestario

    Elaboración

    La iniciativa de la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado corresponde

    de manera exclusiva al Gobierno Antes del 1 de octubre deberá remitirse el proyecto

    de ley de PGE al Congreso.

    Aprobación

    Compete a las Cortes (Congreso-Senado-Congreso), pudiéndose introducir

    enmiendas (a la totalidad o al articulado) y debe ser aprobado antes del 1 de enero,

    quedando automáticamente prorrogados los PGE del año anterior en caso contrario.

    Ejecución

    Realizar los gastos y operaciones autorizados, recae en los órganos de las

    Administraciones Públicas. Consta de cuatro fases: autorización, compromiso,

    obligación y orden de pago. Cabe modificación de las cifras aprobadas en algunos

    casos (créditos extraordinarios, por ejemplo).

    Control

    Se realiza en dos niveles. Por un lado, un control interno durante la ejecución a

    través de la Intervención General del Estado que debe fiscalizar, y por otro lado, al

    finalizar el año, un control externo a través del Tribunal de Cuentas debiendo

    aprobar la Cuenta General del Estado y someterla a las Cortes.

    �ota. Ingresos y Gastos en % PIB.

    Año 2009 España Alemania Dinamarca Eurozona 16

    Impuestos Indirectos 8,7 12,7 16,8 12,8

    Impuestos Directos 9,6 10,8 30 11,4

    Cotizaciones sociales 13,3 17,1 1,9 15,7

    Prestaciones por desempleo 11,2 7,4 19,4 10,8

    Subvenciones 1,1 1,3 2,6 1,4

    Prestaciones sociales 17,5 26,7 18,3 23,5

    Déficit público 11,1 3 2,8 6,6

  • Ies La Asunción Elche Departamento de economía. Curso 2012/13

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    Tema 8. Demanda y oferta agregadas. Política fiscal.

    Ejercicios.

    1. La demanda agregada refleja las decisiones de …

    2. La curva de demanda agregada relaciona..

    3. ¿Qué es el equilibrio macroeconómico y qué determina?

    4. Representa el modelo de demanda y oferta agregada con todos sus elementos y discute lo que

    sucede en cada caso y las consecuencias:

    a. Un aumento de la riqueza de los consumidores.

    b. Un descenso del tipo de interés.

    c. Un aumento de la oferta monetaria.

    d. Un descenso de los salarios.

    e. Una subida del precio del petróleo.

    f. Un descenso de la productividad del trabajo por un incremento de la temporalidad.

    5. Presupuestos Generales del Estado: qué son, componentes y ciclo presupuestario

    6. Si el gobierno decide disminuir el gasto público:

    a. Qué tipo de política és

    b. Representa gráficamente sus efectos.

    7. ¿Qué es el efecto multiplicador del gasto público?

    8. ¿Cómo incide en la actividad económica un incremento del gasto público de 1.000 € si la

    propensión marginal a consumir es de 0,9?¿Y si en lugar de aumentar el gasto público se

    redujeran los impuestos en la misma cuantía?

    9. Pon un ejemplo de estabilizador automático y explica cómo actúa.

    10. ¿Qué es el déficit público y qué relación guarda con la deuda pública?

    11. ¿Cómo financia actualmente el gobierno el déficit público?

    12. Busca el déficit público y la deuda pública en relación a su PIB de Alemania, Francia y España.

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    La deuda pública, falso culpable GONZALO BERNARDOS 16/10/2011

    En la actualidad, la economía mundial se enfrenta a un considerable peligro: una recesión en los

    países desarrollados. Los mercados financieros, actuando como un juez implacable, han dictado

    sentencia: "La culpa es de la deuda pública". Consideran que la crisis no será como la de 2008, sino

    sustancialmente diferente. Aquella fue generada por un exceso de endeudamiento del sector

    privado; esta por un excesivo gasto de un elevado número de Estados.

    Los mercados estiman que una política fiscal excesivamente expansiva ha llevado a algunas

    naciones a unos niveles de endeudamiento difícilmente sostenibles a medio y largo plazo. Esta

    expectativa ha aumentado el riesgo de impago futuro de su deuda pública, ha encarecido

    notablemente su financiación y les ha obligado a realizar importantes ajustes que han reducido su

    nivel de crecimiento económico.

    Mi opinión difiere de la de los mercados. Si llega, no será una recesión diferente de la de 2008, sino

    su prolongación. Me parece una falacia, completamente intencionada y con un claro objetivo

    político e ideológico, indicar que en los tres últimos años ha desaparecido la crisis de las

    hipotecas subprime y ha surgido la de la deuda soberana. En realidad, equivale a decir que los

    problemas actuales ya no provienen del sector privado, sino del público.

    Desde mi perspectiva, la crisis financiera de 2008 no se acabó en 2010, sino que ha continuado

    hasta la fecha. Aunque la fiebre desapareció, la infección no lo hizo y, por tanto, en los últimos

    meses aquella ha vuelto a surgir. Su persistencia se debe principalmente a la insuficiente demanda

    generada por los países emergentes, la renuncia de Alemania a convertirse en locomotora de la

    economía europea, las limitadas posibilidades de una breve política fiscal expansiva y los

    devastadores efectos sobre el empleo de la explosión de la primera burbuja inmobiliaria global.

    En los últimos tres años, los países emergentes han expandido notablemente el gasto y sus

    importaciones. No obstante, no han conseguido convertirse en un potente motor de la economía

    mundial, ya que el aumento de las exportaciones de las naciones desarrolladas ha sido insuficiente

    para compensar el mal comportamiento de su consumo e inversión privada.

    Debido a motivos históricos e ideológicos más que económicos, Alemania renunció en 2010 a tirar

    de la economía europea. Vivía por debajo de sus posibilidades, tenía un moderado déficit público y

    no había padecido directamente las repercusiones del estallido de una burbuja inmobiliaria. Por

    tanto, poseía las condiciones adecuadas para apuntalar el exiguo crecimiento económico del

    continente. Sin embargo, creyó que en la austeridad estaba la virtud, efectuó innecesarios ajustes y

    debilitó en gran medida a sus socios europeos.

    El aumento del gasto público global no ha podido borrar en menos de dos años los grandes excesos

    cometidos por el sector privado en el quinquenio anterior. En la dosis proporcionada ha constituido

  • Ies La Asunción Elche Departamento de economía. Curso 2012/13

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    un analgésico, pero no el potente antibiótico que la magnitud de la crisis requería. Además, era

    realmente ufano pensar que, en aquellos países donde ha explotado una burbuja inmobiliaria,

    aparecerían uno o varios sectores que crearían en tan escaso periodo de tiempo tanto empleo como

    el destruido directa e indirectamente por el sector de la construcción.

    El empeoramiento de la economía mundial probablemente dé la razón a aquellos que apuntaron que

    la salida de la crisis no tendría forma de V, sino de W. En la mayoría de países de la UE, el menor

    crecimiento del PIB en 2011 será principalmente consecuencia de la extrema fragilidad de un sector

    bancario incapaz de proporcionar a familias y empresas crédito abundante y barato. En cambio, en

    Estados Unidos tendrá como base una equivocada prioridad: en el corto plazo es preferible el

    equilibrio presupuestario a la creación de empleo.

    La debilidad actual de la banca europea es principalmente el resultado de las insuficientes

    recapitalizaciones efectuadas y/o de una incorrecta valoración de los riesgos incurridos. Las

    realizadas entre 2008 y 2009, con fondos públicos o privados, no han servido para cubrir en su

    totalidad los agujeros generados por la crisis de las hipotecassubprime de Estados Unidos, la bajada

    del precio de la vivienda en diversos mercados nacionales y el incremento de la morosidad

    generado por la gran destrucción de ocupación observada en numerosos países.

    Los ejecutivos bancarios han caído otra vez en el mismo error. Hace casi una década consideraron

    que los bonos ligados a las hipotecas subprime tenían un escaso riesgo, pues estimaban que el

    precio de la vivienda en Estados Unidos no podía bajar de forma global y continuada.

    Recientemente, creyeron que era sumamente improbable que ningún país desarrollado dejara de

    pagar los intereses de su deuda pública o abandonara el euro. Por tanto, con la liquidez

    proporcionada por el BCE, algunos bancos prefirieron comprar deuda griega y portuguesa antes que

    la alemana y francesa (aparentemente obtenían una mayor rentabilidad) o proporcionar más crédito

    a familias y empresas (creían que incurrían en un riesgo más elevado).

    En Estados Unidos, los republicanos se equivocan. El aumento del empleo debe ser prioritario al

    equilibrio fiscal. El primero proporciona más crecimiento económico; el segundo, dada la actual

    coyuntura del país, puede hacer que la economía vuelva a entrar en recesión. Dos principales

    razones desacreditan su temor a un futuro impago: los dólares continúan siendo un activo

    sumamente apreciado por los inversores y el tipo de interés de la deuda pública está en niveles

    próximos a los mínimos históricos.

    En resumen, tengo la impresión de que los mercados financieros no quieren cambiar ni un ápice su

    forma de actuar. No piensan renunciar a la economía de las burbujas y pretenden mucho más

    mercado y menos Estado. Por ello, actuando como juez y parte, buscan que los ciudadanos

    olvidemos las verdaderas razones de la actual crisis y condenemos a un falso culpable: la deuda

    pública.

    Gonzalo Bernardos es vicerrector de Economía de la Universidad de Barcelona.

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    El viaje mortal de la eurozona

    PAUL KRUGMAN

    NEGOCIOS - Economía - 02-10-2011

    Es posible estar aterrorizado y aburrido al mismo tiempo? Así es como me siento respecto a las negociaciones que están teniendo lugar ahora sobre la forma de responder a la crisis económica de Europa, y sospecho que otros observadores comparten este sentimiento.

    Por una parte, la situación de Europa es realmente, realmente, alarmante: con países que representan un tercio de la economía de la zona euro sometidos ahora a un ataque especulativo, la existencia misma de la moneda única se ve amenazada; y un fracaso del euro podría causar un daño enorme al mundo.

    Por otro lado, los responsables políticos europeos parecen dispuestos a ofrecer más de lo mismo. Probablemente encontrarán un modo de proporcionar más crédito a los países en apuros, que puede que escapen al desastre inminente, o no. Pero no parecen nada dispuestos a admitir un hecho crucial; concretamente, que sin políticas fiscales y monetarias más expansivas en las economías más fuertes de Europa, todos sus intentos de rescate fracasarán.

    Esta es la historia hasta la fecha: la introducción del euro en 1999 provocó un enorme incremento de los préstamos a las economías periféricas de Europa, porque los inversores creían (erróneamente) que la moneda compartida hacía que la deuda griega o española fuese igual de segura que la alemana. Contrariamente a lo que se suele oír, este incremento de los préstamos no sirvió en su mayoría para financiar los derroches en el gasto gubernamental; de hecho, España e Irlanda registraban superávits presupuestarios justo antes de la crisis y tenían un grado de endeudamiento bajo. En vez de eso, las entradas de dinero sirvieron principalmente para alimentar un crecimiento enorme del gasto privado, especialmente en vivienda.

    Pero cuando el boom de los préstamos terminó de golpe, la consecuencia fue una crisis económica y fiscal. Las recesiones salvajes provocaron un descenso de la recaudación fiscal, lo que esquiló los presupuestos, llevándolos a números rojos; mientras tanto, el coste de los rescates bancarios condujo a un aumento repentino de la deuda pública. Y una de las consecuencias fue el derrumbamiento de la confianza de los inversores en los bonos de los países periféricos.

    ¿Y ahora, qué? La respuesta de Europa ha sido exigir una estricta austeridad fiscal, especialmente unos recortes drásticos en el gasto público, por parte de unos deudores con problemas, ofreciendo, por otro lado, una financiación provisional hasta que se recupere la confianza de los inversores privados. ¿Puede funcionar esta estrategia?

    No para Grecia, que realmente cometió derroches fiscales durante los años de vacas gordas y debe más de lo que es factible que pueda devolver. Probablemente no para Irlanda y Portugal, que por motivos diferentes tienen también unas pesadas cargas de deuda. Pero con un entorno externo favorable -concretamente, una economía europea en general fuerte, con una inflación moderada- es posible que España, que incluso ahora tiene una deuda relativamente baja, e Italia, que tiene un alto nivel de deuda, pero unos déficits sorprendentemente bajos, puedan salir adelante.

    Desgraciadamente, los responsables políticos europeos parecen decididos a negar a esos deudores el entorno que necesitan.

    Mírenlo de esta forma: la demanda privada en los países deudores se ha desplomado con el final del boom financiado por la deuda. Mientras tanto, el gasto del sector público también se está reduciendo drásticamente a causa de los programas de austeridad. Así que, ¿de dónde se supone que

  • Ies La Asunción Elche Departamento de economía. Curso 2012/13

    19

    van a llegar el empleo y el crecimiento? La respuesta tiene que estar en las exportaciones, principalmente a otros países europeos.

    Pero las exportaciones no pueden crecer mucho si los países acreedores también ponen en práctica políticas de austeridad, lo cual es bastante posible que lleve a Europa en su conjunto a una nueva recesión.

    Además, los países deudores tienen que rebajar los precios y los costes respecto a los países acreedores como Alemania, lo cual no sería demasiado difícil si Alemania tuviese una inflación del 3% o del 4%, lo que permitiría a los deudores ganar terreno simplemente teniendo una inflación baja o nula. Pero el Banco Central Europeo tiene un sesgo deflacionista; cometió un terrible error subiendo los tipos de interés en 2008 justo cuando la crisis financiera cobraba fuerza y ha demostrado que no ha aprendido nada al repetir ese error este año.

    En consecuencia, el mercado prevé ahora una inflación muy baja en Alemania -alrededor del 1% durante los próximos cinco años-, lo que conlleva una deflación considerable en los países deudores. Esto agravará sus crisis y aumentará la carga real de sus deudas, prácticamente garantizando el fracaso de todos los esfuerzos de rescate.

    Y no veo el más mínimo indicio de que las élites políticas europeas estén dispuestas a replantearse su dogma de la moneda fuerte y la austeridad.

    Puede que una parte del problema sea que esas élites políticas tienen una memoria histórica selectiva. Les encanta hablar de la inflación alemana de principios de los años veinte (una historia que resulta que no tiene nada que ver con nuestra situación actual). Pero casi nunca hablan de un ejemplo mucho más pertinente: las políticas de Heinrich Bruening, el canciller de Alemania entre 1930 y 1932, cuya insistencia en equilibrar los presupuestos y mantener el patrón oro hizo que la Gran Depresión fuese aún peor en Alemania que en el resto de Europa (y sentó las bases de lo que ustedes ya saben).

    Bueno, yo no espero que algo tan terrible ocurra en la Europa del siglo XXI. Pero hay una distancia muy grande entre lo que el euro necesita para sobrevivir y lo que los dirigentes europeos están dispuestos a hacer o, incluso, a considerar. Y dada esa distancia, es difícil encontrar motivos para el optimismo.

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    Sin crecimiento no hay vida by Emilio Ontiveros 16ABR2012

    España puede ser el ejemplo más representativo, y quizás acabe siendo uno de los más

    dramáticos, de los efectos generados por las erróneas e indiscriminadas políticas impuestas

    por las autoridades comunitarias en la gestión de la crisis económica y financiera que sufre la

    eurozona. Entre otras consecuencias no menos inquietantes, el ajuste presupuestario que

    acaba de acordarse para aplicar en el actual ejercicio fiscal contribuirá de forma significativa a

    deprimir aun más el crecimiento de la economía española. Y por ello, tampoco posibilitará el

    alcance del objetivo de déficit público asumido. Al término de este año, la frustración de los

    agentes económicos puede ser una de las consecuencias más explicitas, y no precisamente la

    menos dañina a medio plazo. En ausencia de cambios en la orientación dominante de las

    políticas en la eurozona, nuestra economía será una de las que siga sufriendo en mayor medida

    ese escrutinio de unos mercados financieros en el que de forma cada día más evidente esta

    primando la erosión de la confianza, no solo en la capacidad para alcanzar esos objetivos de

    déficit público sino, los mas relevantes en el caso español, de saneamiento financiero del

    sector privado.

    A diferencia de otras economías, el problema fundamental de la española se localiza en las

    abultadas deudas de las empresas, familias y, en definitiva, en el sector bancario, que

    mayoritariamente las alberga en sus activos. En los casi cinco años transcurridos desde el

    inicio de la crisis financiera en EEUU y su rápida extensión a Europa, las empresas y familias

    españolas apenas han reducido la magnitud de esos pasivos. De las dos vías fundamentales de

    aligeramiento de la deuda, las ventas de activos han sido relativamente reducidas, y la atención

    directa al servicio de la deuda está limitada por unas rentas decrecientes, constreñidas por el

    desplome de la demanda interna y el más reciente de las posibilidades de ventas al exterior.

    Ese insuficiente saneamiento financiero del sector privado se refleja ya en los balances

    bancarios.

    En la economía española, no en menor medida que en el promedio de las de la eurozona, la

    banca tiene un protagonismo dominante en la canalización de los activos y pasivos financieros

    del resto de los agentes económicos. Desde luego de las familias y empresas, pero también de

    las administraciones públicas, como se observa en la proporción creciente que la deuda pública

    ha pasado a representar en los activos bancarios. Las posibilidades de neutralizar el deterioro

    en la calidad de esos activos dependen de la solvencia de sus prestatarios. Y la de todos ellos se

    ve cada día más dañada por la ausencia de crecimiento económico y una tasa de paro cada día

    mas inquietante, no solo por su magnitud, sino por el creciente componente estructural de la

    misma. Y, sin crecimiento económico, no se pagan las deudas. Se pueden entregar activos a

    cambio, como los inmobiliarios de que se están nutriendo los balances bancarios, pero el valor

    de estos, con una economía en pronunciada recesión, no evolucionará de forma favorable.

    Tampoco la solvencia y la liquidez de las empresas bancarias, hoy constituidas en el principal

    de nuestros problemas.

    En el particular castigo que a lo largo de las últimas dos semanas han sufrido las cotizaciones

    de los bonos públicos y de las acciones españolas, la inquietud por la solvencia del conjunto del

  • Ies La Asunción Elche Departamento de economía. Curso 2012/13

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    sistema bancario español ha jugado un papel determinante. Constituye la más elocuente

    ilustración, aunque en modo alguno la única, de esa metamorfosis de la deuda privada en

    pública que pueden anticipar los inversores en bonos. A la alimentación de ese “bucle

    diabólico” entre la salud bancaria y la de las finanzas públicas se añade el deterioro de los

    ingresos públicos derivados del desplome de todas las formas de demanda, propio de una

    economía en recesión. Una recesión a la que contribuye de forma significativa la

    concentración en muy poco tiempo de extraordinarios recortes del gasto público.

    El fin de ese círculo perverso no se consigue por el aumento de la confianza de los inversores,

    como presumían ingenuamente los defensores de la “austeridad expansiva”. La evidencia ya es

    suficiente, dentro y fuera de España: la austeridad mal entendida y mal dosificada no

    aumenta la inversión. Observamos justo lo contrario: un creciente escepticismo por sus

    efectos depresores sobre la actividad y la huida de flujos de capital a destinos inversores donde

    se garantice un mayor equilibrio entre estimulo económico y saneamiento financiero. Es decir,

    donde la aplicación de las políticas económicas distinga prudentemente entre lo urgente y lo

    importante. Y lo urgente es eludir una prolongada recesión.

    Ese ha sido el objetivo prioritario en la gestión de la economía estadounidense, a pesar de

    unas finanzas públicas no más saneadas que las europeas. Por eso, a pesar de la

    desaceleración global, aquella economía crecerá este año moderadamente, aunque no menos

    del 2%, y su tasa de paro ha descendido hasta poco más del 8%. En la eurozona, por el

    contrario, la recesión es un hecho, la tasa de paro y la mortalidad empresarial no han dejado de

    ascender. Este contraste empírico, en mucha mayor medida que el empeño en aplicar esa

    pedagogía de “la letra con sangre entra”, debería contribuir a cambiar “la austeridad recesiva”

    por una combinación de estímulos al crecimiento y saneamiento financiero publico plurianual

    que, además de convencer a los mercados financieros, dañara menos las posibilidades de

    crecimiento potencial y bienestar en la región. También contribuiría desde luego a garantizar

    la viabilidad de las instituciones comunitarias, empezando por la propia moneda única, hoy

    amenazada.

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    La cura para la economía

    JOSEPH E. STIGLITZ

    NEGOCIOS - 09-10-2011

    La crisis económica iniciada en 2007 continúa; mientras tanto, una pregunta obvia ronda las cabezas de todos: ¿por qué? Si no logramos una mejor comprensión de las causas de la crisis no podremos implementar una estrategia eficaz de recuperación. Y por el momento no tenemos ni lo uno ni lo otro.

    Se nos dijo que fue una crisis financiera y que por eso los Gobiernos de ambos lados del Atlántico se concentraron en los bancos. Se nos aseguró, además, que los planes de estímulo eran un paliativo temporal necesario para pasar el mal momento, hasta que el sector financiero se recuperara y resurgiera el crédito privado. Pero mientras el sector bancario tiene otra vez su rentabilidad y sus bonus, el crédito no se ha recuperado, a pesar de que los tipos de interés a corto y largo plazo están en mínimos históricos.

    Los bancos aseguran que lo que restringe el crédito es la falta de acreedores fiables, producto del mal estado de la economía. Y algunos datos clave indican que tienen razón, al menos en parte. Las grandes empresas atesoran unos cuantos billones de dólares en reservas de efectivo, o sea, que no es la falta de dinero lo que les impide invertir y tomar trabajadores. Pero para algunas empresas pequeñas, quizá para muchas, la situación es muy diferente: están tan necesitadas de fondos que no pueden crecer, y muchas se ven obligadas a menguar.

    Sea como sea, la inversión empresarial en términos generales (sin contar la construcción) está otra vez en un 10% del PIB (antes de la crisis era del 10,6%). Con el excedente que hay en el sector inmobiliario, no es de esperar que la confianza vuelva pronto a los niveles de antes de la crisis (independientemente de las medidas que se tomen en relación con el sector bancario).

    El factor evidente que precipitó la crisis fue la imprudencia imperdonable del sector financiero, sumada a la insensatez de una desregulación que le dio rienda suelta. La herencia que nos dejó (excedente en el sector inmobiliario y hogares demasiado endeudados) dificulta todavía más la recuperación.

    Pero la economía ya se encontraba muy mal antes de la crisis, y la burbuja inmobiliaria no hizo más que ocultar sus debilidades. Si no se hubiera inflado la burbuja para estimular el consumo, se habría producido una enorme escasez de demanda agregada. Lo que ocurrió, en cambio, fue que la tasa de ahorro personal se redujo a apenas el 1%, mientras que el 80% de los estadounidenses menos pudientes gastaban cada año aproximadamente el 110% de sus ingresos. Incluso si el sector financiero se recuperara completamente y estos estadounidenses pródigos no hubieran aprendido nada sobre la importancia del ahorro, su consumo no superaría el 100% de sus ingresos. Así que todos los que hablan de un regreso del consumo (incluso después del desendeudamiento) viven en un mundo de fantasía.

    Es cierto que para una recuperación económica era necesario poner en orden el sector financiero, pero esto no es suficiente. Para comprender las medidas que hay que tomar debemos entender los problemas que afectaban a la economía antes de la crisis.

    En primer lugar, EE UU y el mundo fueron víctimas de su propio éxito. El acelerado aumento de la productividad en el sector industrial superó el crecimiento de la demanda, lo que supuso una reducción del nivel de empleo en ese sector. Esto implicaba un desplazamiento de mano de obra al sector de los servicios.

  • Ies La Asunción Elche Departamento de economía. Curso 2012/13

    23

    El problema es similar al que se presentó a principios del siglo XX, cuando un rápido crecimiento de la productividad en el sector agrícola obligó a la mano de obra a mudarse de las áreas rurales a los centros fabriles urbanos. Con una caída de los ingresos agrícolas superior al 50% entre 1929 y 1932, era de esperar que se produjera una migración a gran escala. Pero los trabajadores quedaron atrapados en el sector rural porque no tenían recursos para trasladarse, y la caída de sus ingresos debilitó de tal modo la demanda agregada que el desempleo industrial y urbano se disparó.

    La necesidad que tienen EE UU y Europa de retirar mano de obra del sector industrial se agrava por el cambio de las ventajas comparativas: además de que hay un límite global para la cantidad de empleos fabriles, una proporción mayor de esos puestos de trabajo se irá a otros países.

    Mientras tanto, la globalización fue uno de los factores (aunque no el único) que contribuyeron a que surgiera el segundo problema clave: el aumento de la desigualdad. Como una parte de los ingresos se trasladó de personas que los gastan a personas que no los gastan, la demanda agregada se redujo. Asimismo, el enorme encarecimiento de la energía derivó poder adquisitivo de EE UU y Europa a los países productores de petróleo, que al darse cuenta de la volatilidad de sus precios eligieron acertadamente ahorrar gran parte de esta renta.

    El tercer y último problema que contribuye a la debilidad de la demanda agregada global es la masiva acumulación de reservas en divisa extranjera por parte de los mercados emergentes (que en parte es una reacción a los errores cometidos por el Fondo Monetario Internacional y el Tesoro de EE UU en el manejo de la crisis asiática de 1997 y 1998). Al darse cuenta de que la falta de reservas los ponía en riesgo de perder la soberanía económica, muchos países se dijeron: "Nunca más". Pero si bien la acumulación de reservas los protegió (acumulación que en las economías emergentes y en vías de desarrollo actualmente anda por los 7,6 billones de dólares), el dinero que se destina a reservas es dinero que no se gasta.

    En cuanto a la solución de estos problemas subyacentes, ¿dónde nos encontramos? En relación con el primero, como los países que acumularon grandes reservas pudieron capear mejor la crisis económica, el incentivo a seguir acumulando aumenta todavía más. Paralelamente, los banqueros tienen otra vez sus bonus, pero los trabajadores ven cómo sus salarios pierden valor y sus horas de trabajo se reducen, lo que amplía la brecha de ingresos. Encima, EE UU no se ha librado de su dependencia del petróleo. Este verano [del hemisferio norte] el precio del petróleo volvió a subir por encima de los 100 dólares por barril (y todavía se mantiene alto), lo que significa una nueva transferencia de divisas a los países exportadores de petróleo. Mientras tanto, la transformación estructural de las economías avanzadas, necesaria para poder retirar mano de obra de los sectores industriales tradicionales, avanza muy lentamente.

    El Estado es un actor protagonista en la financiación de los servicios que necesita la gente, por ejemplo, la educación y la atención de la salud. Y para restaurar la competitividad en Europa y EE UU, los programas de educación y formación con fondos estatales serán fundamentales. Pero a ambos lados del Atlántico se optó por la austeridad fiscal, con lo que prácticamente está garantizado que la transición de esas economías será lenta.

    La receta para el mal que aqueja a la economía global se deduce inmediatamente a partir del diagnóstico: hacen falta sólidos programas de gasto público que apunten a facilitar la reestructuración, promover el ahorro energético y reducir la desigualdad; y junto con esto, una reforma del sistema financiero internacional que cree alternativas a la acumulación de reservas.

    Joseph E. Stiglitz es profesor de la Universidad de Columbia, premio Nobel de Economía

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    La deuda pública falso culpable

    1. Los mercados opinan que la deuda pública es la responsable. Explícalo.

    2. Según el autor la crisis actual es una prolongación de 2008 ¿Por qué?

    3. ¿Por qué los países emergentes no son un potente motor de la economía mundial?

    4. ¿Cuál ha sido la actitud de Alemania?

    5. ¿Por qué el aumento del gasto público no ha corregido la situación?

    6. El menor crecimiento del PIB en UE se debe a

    7. La debilidad de la banca se debe a

    8. ¿Por qué se equivocan los republicanos?¿Hay riesgo de impago en EEUU?

    Viaje mortal a la eurozona.

    9. ¿Por qué considera el autor alarmante la situación de Europa?

    10. Según el autor ¿qué políticas deberían poner en práctica en Europa?

    11. ¿Qué sucedió con la introducción del euro?¿qué financió?

    12. ¿Qué sucedió cuando estalla la crisis?

    13. ¿Cuál ha sido la respuesta de Europa?¿le servirá a España?

    14. ¿Por qué dice el autor que los responsables políticos europeos niegan a los deudores el entorno que necesitan?

    15. ¿Qué efectos tendrá una baja inflación de Alemania?

    Sin crecimiento no hay vida

    16. ¿Dónde se localiza el problema fundamental de la economía española? ¿Cuáles son las vías para aligerar el problema?

    17. ¿Qué relación guardan los bancos con las familias empresas y sector público?

    18. ¿Por qué se dañada la solvencia de los prestatarios?

    19. ¿Qué quiere decir el “bucle diabólico” entre salud bancaria y finanzas públicas?¿Cómo se ha agravado?

    20. ¿Qué sostienen los defensores de la austeridad expansiva?¿que ha sucedido en realidad?

    21. ¿En qué se diferencia EEUU y Europa?

    La cura para la economía

    22. ¿Qué factor precipitó la actual crisis?

    23. ¿Qué quiere decir que la burbuja inmobiliaria ocultó las debilidades de la economía?

    24. ¿Cuál es el primer problema que afecta a la economía según el autor?¿qué provocaba?

    25. ¿Qué son las ventajas competitivas y qué papel han jugado?

    26. ¿Por qué el aumento de la desigualdad es un factor clave?¿Cómo ha afectado el incremento de los precios de la energía?

    27. Explica el tercer factor que contribuye a la debilidad de la demanda agregada.

    28. En la situación actual: ¿Hay incentivos a seguir acumulando reservas en forma de divisas? ¿Aumento la desigualdad dentro de los países? La dependencia del petróleo es La transformación estructural de las economías avanzadas

    29. ¿Qué hacer para recuperar la competitividad?

    30. ¿Cuál es la receta para la economía global?