Cómo gestionar las relaciones entre hermanos e intergeneracionales
Ideologías, protesta y relaciones intergeneracionales en los Iaioflautas
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Quan sigui gran vull ser iaioflauta!
Ideologías, protesta y relaciones intergeneracionales
en un colectivo de activistas mayores
LUCY FISHER
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN DE MÁSTER
TUTOR: JOSEP LLUÍS MATEO DIESTE
MÁSTER DE INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA,
TEORÍA ANTROPOLÓGICA Y RELACIONES INTERCULTURALES
2013, Bellaterra, Catalunya
Me gustaría agradecer a las iaias y iaioflautas por
su acogida y por hacer este trabajo más fácil para mí.
También quiero darle las gracias a mi tutor,
Josep Lluís Mateo Dieste, por todo su apoyo y consejos.
He cambiado los nombres de todos los participantes en este trabajo y he excluido
referencias a algunas de las fuentes de las citas de los participantes, para intentar
mantener el anonimato.
ÍNDICE
1. Resumen 1
2. Introducción 2
2.1 Antecedentes 2
2.2 Estado actual del tema 7
2.2.1 Movimientos sociales 7
2.2.2 La edad y la vejez 11
2.2.3 La protesta: simbología, performance y rito 13
3. Diseño de la investigación 15
3.1 Objetivos 15
3.2 Preguntas de investigación 16
3.3 Tipo de investigación 17
3.4 Sujetos de estudio 17
3.5 Muestreo 18
3.6 Posición política de la investigadora 20
3.7 Técnicas de recogida de información 21
3.8 Técnicas de análisis de información 23
4. Resultados 24
4.1 La ideología en los iaioflautas 24
4.1.1 El modelo organizativo 24
4.1.2 La posición ideológica pública: El modelo 25
15-M de pluralidad
4.1.3 Otras ideas sobre la posición ideológica 26
colectiva e ideologías individuales
ÍNDICE (Cont.)
4.1.4 El proyecto político-social público 29
4.1.5 Otras ideas sobre el proyecto político-social 29
4.1.6 Una exploración tentativa de las diferencias 31
ideológicas entre los iaioflautas y el 15-M
4.2 Ideas sobre la edad en los iaioflautas 34
4.2.1 El rango de edades 34
4.2.2 La edad como razón por actuar juntos 35
4.2.3 Los iaioflautas como desafío a ideas corrientes 37
sobre la ancianidad
4.3 Los iaioflautas en la calle: Performance, simbología y 41
rito en la protesta
4.3.1 Simbología y performance en la protesta 42
4.3.2 Elementos de rito en la protesta 45
5. Discusiones 51
6. Conclusiones 59
7. Bibliografía 63
LISTA DE FIGURAS
Figura 1: El uso de símbolos de redes sociales en el nombre 39
Figura 2: El chaleco 45
Figura 3: Los iaioflautas superhéroes del cómic 45
Figura 4: Viñeta de un niño que quiere ser iaioflauta 56
cuando sea mayor
1
1. RESUMEN
Los iaioflautas es uno de los pocos colectivos de activistas mayores que se ha
estudiado. Se inspiró en el 15-M del movimiento asambleario global de 2011, y
adoptó su modelo “no-ideológico” en su discurso público, que implicó eliminar
referencias a sindicatos, partidos políticos y sistemas ideológicos como el
comunismo; además de adoptar el nuevo vocabulario del “99%/1%”. El colectivo
ha tomado otros aspectos de estos nuevos movimientos: como la protesta teatral
y festiva y el uso y simbología de las redes sociales. Sin embargo, este estudio ha
sugerido que el papel de las biografías de los participantes ha hecho que haya
más tolerancia en los iaioflautas hacia expresiones de afiliación con las
instituciones “clásicas” rechazadas a nivel público. Mediante su protesta
indignada los iaioflautas suponen un reto al tópico positivo de los mayores como
sabios y tranquilos (Woodward 2002); tras un análisis de los elementos rituales
en sus acciones, este estudio ha sugerido que la participación en tal protesta
podría funcionar de rito de paso para personas jubiladas a otra fase de vida y una
“asociación de edad” (Paulme 1971), para mayores políticamente activos. La
negociación entre los elementos “nuevos” y “clásicos” en su acción es producto
de un intercambio intergeneracional en que los iaioflautas aportan sus narrativas
de la memoria histórica y su lucha para un “mundo mejor” para sus hijos y
nietos; pero esta aportación no es un “don puro” (Befu 1977), sino que buscan
un compromiso de los jóvenes para seguir su lucha en el futuro; así, he propuesto
que su acción es un intento a restablecer las relaciones de reciprocidad sociales
que Mauss (2011) y Polanyi (2002) vieron amenazadas por el capitalismo. El
modelo de activismo adaptativo e intergeneracional que ofrecen podría ser su
legado más importante.
Palabras claves: movimientos sociales, edad, vejez, generaciones políticas,
intergeneracional, reciprocidad, protesta, rito.
2
2. INTRODUCCIÓN
2.1 Antecedentes
Esta investigación se centra en un colectivo que se identifica en términos
de sus edades avanzadas, sus políticas radicales y una conexión con el 15-M,
todo lo cual está expresado en su nombre: se apropiaron del término
‘perroflauta’, una palabra que se utiliza despectivamente hacia la gente ‘anti-
sistema’, e introdujeron el término ‘iaio’ (una versión afectiva de ‘abuelo’ en
catalán). Varios participantes me han contado una historia fundacional, en que
compañeros de luchas pasadas se encontraron en Plaça Catalunya durante la
ocupación por el 15-M en 2011, y decidieron volver a actuar juntos. Durante una
comida en un restaurante chino, vieron a Esperanza Aguirre en las telenoticias,
llamando a los del 15-M “perroflautas”, y uno de los jóvenes activistas dijo al 5 o
6 veteranos, “si yo soy perroflauta, vosotros sois iaioflautas”, y nació el nombre.
Desde la primera en 27/10/2011, han realizado acciones nombradas ‘travesuras’
cada mes, utilizando su combinación particular de la táctica de secretismo de su
activismo en la época franquista y las nuevas tecnologías del activismo digital.
La mayoría de sus acciones critican las llamadas ‘políticas de austeridad’ y las
acciones de la banca en el contexto de la crisis económica global que empezó en
2008.
El colectivo es interesante por varias razones: primero, porque se declaran
“hijos del 15-M”,1 y así están conectados al último “ciclo de protesta” global
(Tarrow 1998), que empezó con movimientos en Islandia y Túnez, seguidos por
la llamada “Primavera Árabe”, y los movimientos asamblearios del 15-M, el
Occupy y otros en Europa2; incluso algunos comentaristas han relacionado los
movimientos actuales en Turquía y Brasil con este ciclo.3 Ya se está publicando
1 http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/08/24/actualidad/1345833810_886369.html 2 Calhoun 2013; Castells 2012; Graeber 2013. 3 http://www.huffingtonpost.com/gianpaolo-baiocchi/occupy-movements-around-
t_b_3480620.html
3
bastante investigación sobre los movimientos masivos y dramáticos de 2011,4
pero se ha prestado menos atención a lo que ha pasado después de que los
manifestantes se fueron de las plazas en España. Los iaioflautas es uno de los
colectivos que se formó en Barcelona durante ese periodo, además de la red de
asambleas de barrios del 15-M; actúan como parte de una comunidad de varios
colectivos que siguen intentando realizar el trabajo crítico del 15-M, de
diferentes formas: no he podido encontrar investigación sobre este contexto post-
15-M. Investigar cómo los iaioflautas relacionan al 15-M; cuáles de sus
elementos han adoptado y cuáles han cambiado, nos puede sugerir cómo los
eventos del auge de un ciclo de protesta inspiran y cambian la actividad de la
comunidad activista en el periodo en que la protesta se queda más “latente”
(Melucci 1989, en Bartholomew y Mayer 1992).
La relación entre las ideas de los iaioflautas y el 15-M es un factor clave
del interés del colectivo. El 15-M, igual que los movimientos Occupy, afirmó no
tener ideología, debido a ser un movimiento asambleario en que el proceso de
deliberación consensual era parte del objetivo de buscar otras formas de
democracia (Castells 2012:115-55, Graeber 2013:88-97). En relación con esta
posición, se rechazó identificaciones y lenguaje asociados con partidos,
sindicatos o ideologías institucionalizadas, y se estableció un nuevo lenguaje que
incluía la oposición del 99% al 1% que poseía el 20% de los recursos, en vez de
antiguas categorías de izquierdas, derechas o clase social.5 Sin embargo, varios
teóricos han afirmado que tanto el 15-M como el Occupy eran fundamentalmente
políticos, extendiendo y profundizando el cuestionamiento más radical del
sistema capitalista6 que diversos autores argumentaron había vuelto con el
llamado “movimiento anti-globalización” de los 1990 y 2000, después del
enfoque en la identidad de los “nuevos movimientos sociales” de los 1970 y
http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2013/jun/23/protests-spirit-of-occupy-alive-istanbul-
rio 4 P.ej. Calhoun 2013; Castells 2012; Corsín Jimenez y Estalella Harcourt 2011; 2012; Mateo
Dieste 2012; Mitchell 2012; Nugent 2012; Serrano 2011; Taussig 2012. 5 Maurer 2012:455; Serrano 2011, en Castells 2012:130-1; Graeber 2013:47-9. 6 Calhoun 2013; Castells 2012:136-40; Graeber 2013:97-107; Nugent 2012; Razsa y Kurnik
2012.
4
1980 (Waterman 2001). Los iaioflautas ofrecen un contexto particularmente
interesante en que investigar esta tensión entre el contenido político y el discurso
“no-ideológico”, ya que, aunque afirman inspirarse en el modelo 15-M, muchos
de sus participantes tienen biografías marcadas por el activismo asociado con los
partidos, sindicatos e ideologías institucionalizados con que el 15-M se ha
negado a asociar. Entonces, es importante investigar cómo la ideología del
colectivo, concebido como sus ideas y objetivos políticos, se relaciona con estas
biografías y el modelo 15-M. Tal investigación también nos puede informar
sobre la validez del concepto de “generaciones políticas” de Mannheim (1952),
que se sigue utilizando en investigación sobre acción colectiva para explicar el
cambio de perspectivas políticas con siguientes generaciones, que supuestamente
tienen visiones incompatibles por haber vivido experiencias políticas formativas
en contextos históricos diferentes.7 Que los iaioflautas hayan declarado seguir el
15-M sugiere que este modelo podría necesitar revisión, pero es necesario
interrogar cuánto del modelo 15-M han adoptado, y cómo influyen las
experiencias de haber participado en la resistencia al franquismo y en culturas
políticas en que el papel de la clase social era quizás más importante. El papel de
las biografías de los activistas en la orientación política de los movimientos
sociales es un área todavía en desarrollo (Jasper 1998, Sanjek 2009:1-10). En el
caso de los iaioflautas, cuya lema central es “vam lluitar i lluitarem”, está claro
que sus referencias a la experiencia como fuente de autoridad, podrán ser muy
importantes. El contexto particular de Barcelona, con niveles altos de activismo
antes y después de la dictadura, y movimientos obreros y vecinales durante la
época franquista, también podrá jugar un papel importante.8
Es importante estudiar los iaioflautas también porque se ha investigado
muy pocos colectivos de activistas mayores, y difiere de los movimientos previos
por protestar exclusivamente sobre temas sociales: los Gray Panthers de Estados
Unidos y otros países han protestado desde los 1970 sobre temas sociales pero la
7 Schnittker et al 2003; Tessler et al 2004; Whittier 1997. 8 Checa Artasu 2005; Domènech Sampere 2004; Fernandez Buey 2004.
5
mayoría de sus reclamaciones se han centrado en el mejoramiento de la posición
de los mayores (Sanjek 2009:11), y las ‘abuelas de la Plaza de Mayo’ protestaban
sobre la situación muy específica del secuestro de sus nietos (Arditti y Lykes
1992;Taylor 1998). Uno de los objetivos principales de la investigación, por lo
tanto, es cuestionar por qué este grupo de personas mayores decidieron empezar
a actuar juntos, en vez de seguir protestando con otros colectivos. Ya que la
sociedad moderna, en contextos occidentales, ha desarrollado una percepción de
las personas jubiladas como “impotent, frail, disabled, demented or dependent”
(Estes 1979, en Sanjek 2009: xiii), un grupo de activistas mayores presupone un
reto a cómo percibimos el comportamiento adecuado de las personas mayores.
Dado que los iaioflautas ya cuentan con unos 1700 participantes en 12 ciudades
de España y Catalunya, es importante investigar cuáles podrían ser las
implicaciones de esta nueva “asociación de edad” (Paulme 1971, en Bernardi
1996:231), en el contexto de una sociedad capitalista en que se atribuye una
pérdida de roles y estatus a la jubilación, pero en que la población jubilada está
creciendo (Shield & Aronson 2003:169-189). Otro factor importante, en un
colectivo que afirma luchar “para nuestros hijos y nietos”, son las relaciones
intergeneracionales, una cuestión relacionada con la de generaciones políticas
descrita arriba. Los iaioflautas hablan de “hijos y nietos” pero en realidad
parecen actuar a nivel social. Es necesario interrogar esta relación con futuras
generaciones a nivel social y cómo se vincula con las relaciones de reciprocidad
intrafamiliar (Kennedy 1991).
Otro aspecto interesante del colectivo son sus formas de protesta: el grupo
realiza ocupaciones de instituciones en contra que reclaman, vestidos en chalecos
amarillos; también suelen ir con una camioneta con música en las
manifestaciones. Hay señales de que han incorporado elementos de la protesta
más festiva y teatral que se popularizó en el movimiento anti-globalización;9 que
son conscientes de este toque de drama y humor queda evidente en su cómic, en
que aparecen iaioflautas superhéroes, abriendo sus chalecos para revelar un 99%
9 Cohen-Cruz 1998; Graeber 2009; Lai 2010; O’Neill 2004.
6
en un triángulo. Una investigación de la incorporación de tales elementos de un
estilo de protesta propio de movimientos actuales también nos podría informar
sobre la cuestión de generaciones políticas y el intercambio de conocimiento
entre activistas jóvenes y mayores. También se puede hacer la hipótesis de que
existen elementos de rito en su protesta: los chalecos que se ponen al principio
les dan uniformidad visual, igual que los novatos en los ritos de paso estudiados
por Turner (1995:94-130). Varios autores han estudiado los aspectos rituales de
la protesta10, pero ninguno en el contexto de un colectivo de activistas mayores:
investigar estos aspectos nos pueden decir más sobre cómo la protesta afecta las
percepciones de edad y también si tiene alguna función de rito de paso para los
que están entrando a la fase mayor de su vida.
10 Auyeri 2002:173-5; Delgado 2003:323-5; Graeber 2009: 361, 381-2; Jasper 1998:183-209;
Taussig 2012:84.
7
2.2 Estado actual del tema
2.2.1 Movimientos sociales
En los 1970 se desarrolló un campo de investigación para examinar los
movimientos sociales de los 1960 que se veían como un fenómeno que las teorías
marxistas y funcionalistas no podían explicar. Hasta recientemente ha estado
dividido en dos tradiciones: la de los “nuevos movimientos sociales” (NSMs) y
la de “procesos políticos” (PP) (Edelman 2001:287-91, Crossley 2002: 10-3).
Los teóricos de NSMs postularon que la aparente nueva pluralidad de los
movimientos sociales era un indicio de la transición a una sociedad
“postindustrial”.11 Afirmaron que movimientos de derechos civiles o feministas
se centraban en reclamaciones relacionadas con la identidad y con “formas de
vivir” alternativas, más que la redistribución económica (Touraine 1988 in
Edelman 2001: 288). Hicieron hincapié en la autonomía de los movimientos de
mecanismos tradicionales de representación política, y hablaron de sus prácticas
de protesta y organización como realizaciones de sus metas.12
Las teorías que ahora se nombran como “el proceso político” han incluido
enfoques en: el modelo economicista de la investigación sobre la “movilización
de recursos” por movimientos (McCarthy y Zald 1977); las “oportunidades
políticas” que posibilitaban movilización en ciertos contextos político-
históricos;13 el proceso entero de crecimiento y declive de un movimiento
(McAdam 1982); los “ciclos de protesta” que exploraba las fases de alta y baja
actividad de comunidades de movimientos sociales (Tarrow1998)y los “marcos
11 Touraine 1988 en Edelman 2001:288 ; Laclau y Mouffe 1985, en Gledhill 1994. 12 de Certeau 1984, en Escobar 1992; cf. Gledhill 1994, Pichardo 1997. 13 Eisinger 1973, en Meyer 2004: 128; Tilly 1978.
8
de referencia” que los movimientos emplean para capturar un público (Benford y
Snow 2000). Una línea relevante en esta escuela es la que ha enfocado más la
agencia de los participantes: en el papel de las emociones en la movilización14 y
la creación de identidad colectiva15; y en cómo el activismo está influido por, e
influye en las biografías de los participantes (Jasper 1998:210-228). Sanjek
demuestra que la participación de muchas personas mayores en los “Gray
Panthers” era una continuación de su actividad pasada (2009:1-10).
Aunque todavía haya bastante división entre las dos tradiciones, sí que
existe cierto acuerdo en que un movimiento social se distingue de un colectivo
único por ser una red de varios grupos que comparten metas y/o una “identidad
colectiva”, que sobreviven incluso si uno de los colectivos desaparece o la
población de participantes cambia.16 Por lo tanto, será importante en mi
investigación distinguir entre el ‘colectivo’ de Barcelona que estudio, y la red
más amplia que constituye el ‘movimiento social’ de iaioflautas.
Los teóricos de “procesos políticos” y de “NSMs” han sido criticados por
su falta de atención al contenido político de los movimientos sociales. Walder
(2009) ha argumentado que los estudios de “procesos políticos” tenían la meta
principal de explicar cómo se moviliza y no qué se reclama; y teóricos de los
NSMs han sido criticados por enfatizar cuestiones de identidad por encima de
reclamaciones políticas (Gledhill 1994, Edelman 2001:298-301). Sin embargo,
desde el ciclo de protesta en contra de las instituciones supranacionales en los
1990, el aumento en las críticas radicales del sistema capitalista neoliberal ha
sido reflejado en los estudios del llamado “movimiento anti-globalización”17 y
los movimientos de 2011 en Túnez, Egipto, España, EE.UU. y otros países.18
Una edición especial de “American Ethnologist” sobre “Occupy” incluyó
investigaciones sobre sus esfuerzos de generar un debate sobre la igualdad y la
14 Goodwin et al 2000; Jasper 1998:103-129,183-209; Trnka 2012. 15 Diani y Bison 2004: 282-4; Melucci 1995; Tilly 1978: 8-10. 16 Op.cit. 17 Fernández Buey 2004; Nash 2005; Waterman 2001. 18 Castells 2012; Harcourt 2012.
9
crisis del capitalismo (Nugent 2012:281). Corsín Jiménez y Estalella (2011:21-2)
afirmaron que la ocupación política del espacio público del 15-M marcó una
quiebra con el enfoque en las políticas de identidad. Dada la centralidad de las
reclamaciones políticas al discurso de los iaioflautas, en un contexto político
español de recortes profundos, es importante responder a la llamada de Razsa y
Kurnick (2012:250) para que los antropólogos presten atención a los procesos de
formación de políticas alternativas. Badiou (2012) ha escrito que este periodo de
protesta representa el “retorno de la historia”, en contrapunto al “fin de la
historia” del final de los 1980 (Fukuyama 1992). Oliver y Johnston (2000)
proponen un argumento convincente para analizar las ideologías de los
movimientos sociales y no solo sus ‘marcos de referencia’, que describen como
colectivos representan problemas sociales, pero que no hablan de sus respuestas
a tales problemas. Estos autores, y otros como Seliger (1976, en Eagleton
1991:6), conciben “una ideología” como un sistema de ideas que puede ser
construido por grupos que resisten un poder hegemónico, en contraste con los
que lo definen como un esquema desarrollado por un grupo dominante para
mantener su poder (Eagleton 1991:5-7).
Sin embargo, la investigación de las orientaciones ideológicas de los
iaioflautas se tiene que realizar en el contexto de su asociación con el 15-M, un
movimiento que afirma no tener ideología y en que “el proceso es el producto”
(Castells 2012:147), igual que el movimiento Occupy estadounidense (Graeber
2013:88-97). Taussig (2012) ha descrito como el ambiente liminal de la
acampada de Occupy Wall Street era fundamental a la política transformativa que
ofrecía; otros han afirmado que quizás lo más radical de estos movimientos era
que cuestionaban “la visión productivista del cambio social” (Castells 2012:146)
que busca realizar objetivos rápidos y eficaces y así no escapa a la lógica del
capitalismo.19 Así, estos movimientos parecen a los NSMs en su insistencia por
mantenerse fuera del sistema y en buscar una transformación profunda de la
sociedad, pero también incluyen críticas al capitalismo neoliberal y al sistema
19 Graeber 2013:88-97; Mitchell 2012:9.
10
democrático que parecen ser más políticas. Esta tensión entre su aspecto
postmoderno y el contenido político es evidente en la afirmación de Graeber, uno
de los que lanzó la dicotomía “99%/1%”, que esa lema consiguió reintroducir el
concepto de clase social en la política estadounidense (2013:17). En esta
investigación distinguiré entre la ideología como sistema de ideas y objetivos que
forman el proyecto político-social del colectivo, y las ideas sobre ideología que
se manejan en el discurso de los iaioflautas, de acuerdo con la advertencia de
Asad (1979) de que cualquier interpretación del sistema de ideas no es una
representación de una ideología “auténtica” del grupo, sino que es necesario
fijarse en el empleo de esas ideas dentro de un contexto político-social.
Otra área importante de investigación es la que se ha hecho sobre grupos
de activistas mayores, en relación al concepto de “generaciones políticas”
(Mannheim 1952). Mannheim afirmó que “generaciones políticas” socializadas
en el mismo contexto socio-histórico mantenían una perspectiva distinta a la de
otras generaciones durante su vida; dentro de cada generación existían “unidades
generacionales” que a través de compartir experiencias e interpretaciones de
eventos políticos, distintas a las del resto de su generación y de otras
generaciones, funcionaban de “ideological or cultural movements” (Whittier
1997:761) que impulsaban el cambio social (DeMartini 1985). Así promovió la
idea de que cada generación se tiende a rebelar en contra de las ideas políticas de
sus antecedentes. DeMartini usó datos sobre activistas de mayo del ’68 para
mostrar que era necesario prestar más atención a la socialización por los padres
(op.cit.) Un estudio reciente apoyó el concepto de Mannheim, afirmando que la
generación de mujeres que habían llegado a la edad adulta en la segunda “ola”
del feminismo se identificaba más como feministas que mujeres de otras
generaciones (Schnittker et al 2003); estos autores refirieron estudios que
sugerían que las ideas políticas se consolidan temprano en la madurez (“early
adulthood”:608). Tessler et al (2004) sugirieron que algunas épocas marcan las
ideas políticas de las cohortes de forma duradera y otros no. Whittier (1997)
modificó estos conceptos para explicar el cambio de estrategias en movimientos
sociales a través del cambio de perspectiva que traen diferentes generaciones de
11
participantes: aseguró que tales generaciones están marcadas por sus primeras
experiencias de activismo, en cualquier fase de la vida. Sin referirse a este
concepto, Sanjek postuló que las personas de parecida edad compartían
perspectivas en los Gray Panthers: los que habían empezado a actuar en los 1930
se consideraban de una generación más radical que la contemporánea, mientras
que los jóvenes que participaban parecían unidos por su actividad en los 1960
(2009:228). Tales percepciones intergeneracionales pueden jugar un papel en los
iaioflautas.
Un factor que puede ser importante en relación con sus biografías, algunas
de las cuales han sido relacionadas con sindicatos e ideologías comunistas, es el
papel que tiene la clase social en su discurso. Kasmir (2005:80) ha demostrado
cómo se puede construir la consciencia de clase a través del activismo trabajador,
lo que sugiere que personas que han sido sindicalistas podrían tener más
consciencia de clase. Seguiré la perspectiva marxista cultural de remarcar sus
identificaciones de clase social, expresadas en su discurso (Foley 1989), y me
interesan sus ideas sobre clase en el contexto del análisis ideológico, más que
intentar hacer una aproximación de su clase social: una descripción completa en
términos del capital económico, social y cultural (Bourdieu 1984) necesitaría de
un estudio mucho más extenso que el actual.
2.2.2 La edad y la vejez
La investigación antropológica sobre la edad tradicionalmente se ha
centrado en las clases de edad en África Oriental: grupos de individuos que nacen
en el mismo período de tiempo y progresan por la vida en una cohorte (Bernardi
1996). Se diferencia entre sistemas con “formas iniciáticas”, en que las cohortes
se inician en diferentes papeles con ciertas edades cronológicas; y las “formas
generacionales” en que la edad está definida por fases reproductivas (op.cit.).
El primer problema en la investigación en contextos industrializados es
cómo definir la vejez, ya que influye no sólo la edad cronológica sino también el
12
rol social.20 Neugarten (1996) subrayó la importancia de distinguir también entre
los “joven-mayores” o “mayores-mayores”, cuya diferencia en capacidad
fisiológica les dan posibilidades distintas. Es de esperar que la mayoría de los
iaioflautas son de la primera categoría. Mucha investigación centrada en
sociedades industriales ha descrito un declive social o una “desvinculación”
(Cumming y Henry 1961, en San Román 1990: 42-9) de las personas mayores de
la sociedad.21 Las teorías de “modernización” describen una relación entre la
representación de la gente mayor como vulnerables (Estes 1979 en Sanjek
2009:xiii) y factores asociados con el capitalismo industrial, que han hecho que
los jubilados sean percibidos como no-productivos y pierdan sus roles sociales.22
Varios estudios en Japón demostraron que tal fenómeno no era universal en
sociedades industriales23 y otros han sugerido que en determinados contextos se
extienden normas que determinan ser más activo en la jubilación.24
Cohen (1994: 140-3) critica estudios de la “geroantropología”, basados en
teorías de la modernización, por representar a las personas mayores como
víctimas silenciadas. Una de las áreas en que afirma que la antropología puede
hacer una aportación valiosa es explorar las racionalidades por las que se
representa y se experimenta el envejecimiento (op.cit.). Un estudio de Kaufman
hace tal cuestionamiento de las categorías sociales de edad: encuentra que sus
sujetos no se consideran como mayores sino que conciben un “yo sin edad” [“an
ageless self”] que se mantiene a lo largo de la vida (1986, en Cohen 1994:152).
Por su parte, la investigación de Woodward habla de la “prohibición cultural de
la indignación entre la gente mayor en Estados Unidos” (2002:187) y lo atribuye
al tópico positivo de la persona mayor sabia y tranquila; este tópico se relaciona
con la persistencia de la teoría de “desvinculación” social atribuida al
envejecimiento, que conlleva una supuesta pérdida de emociones. Afirma que tal
20 San Román 1990: 46, 131; Shield & Aronson 2003. 21 Cohen 1994; San Román 1990:42-62. 22 Burgess 1960; Cowgill y Holmes 1972,en San-Román 1990:49-63. 23 Hashimoto 1996; Palmore 1975 en San Román 1990:63-81. 24 Haicault 2003: 120-1; Hashimoto 1996:38-40; Shield & Aronson 2003:19.
13
prejuicio social impide que los mayores actúen políticamente. Sanjek argumentó
que una de las aportaciones más importantes de los “Gray Panthers” era la
subversión de estas representaciones por estar y actuar “fuera de lugar”: en sitios
y con actitudes que no se esperaban de gente mayor (2009: 240-2). Es probable
que la actividad de los iaioflautas ofrezca oportunidades subversivas parecidas.
Otra línea relevante en este campo son los estudios en la psicología social del
transcurso de la vida, que consideran la edad en términos de la biografía global,
el contexto político-social cambiante, y enfatizan la importancia de momentos de
transición y de relaciones intergeneracionales, en contraste a la perspectiva de
socialización, que daba peso a las experiencias formativas en la juventud (Elder
Jr.1994, San Román 1990).
El cambio de la sociedad agrícola a la industrial trajo importantes
cambios, de un sistema en que la reproducción social se realizaba a través de la
reciprocidad intergeneracional, en que los hijos mantenían a los padres a cambio
del cuidado que recibieron de jóvenes y la herencia prometida, a un sistema en
que el mantenimiento pasa al estado de bienestar (Kennedy 1991). Sin embargo,
Haicault ha demostrado que el peso de la “deuda” de la juventud mantenida
todavía resulta en relaciones de reciprocidad, a veces a través de transmitir un
sentimiento de culpabilidad, y también afirma que la norma está cambiando a una
reciprocidad más negociada (2003). Por otro lado, la crisis económica en España
podría estar cambiando estas relaciones en otro sentido: hay señales de que los
abuelos están llegando a tener más papel de apoyo para sus familias.25
2.2.3 La protesta: simbología, performance y rito
El impacto visual de los iaioflautas cuando se han manifestado en sus
chalecos amarillos al lado de su camioneta que emitía música alegre me llevó a la
hipótesis de que había elementos de la protesta moderna más teatral y ritual en
sus acciones. Varios trabajos han estudiado la creciente popularidad de las
25 http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20120127/54245289728/abuelos-para-todo-donde-esta-el-limite.html
14
formas teatrales en la protesta desde el movimiento anti-globalización.26 Foster
(2003) ha comparado los performance de este movimiento con los “sit-ins” de
activistas negros en cantinas reservadas para gente blanca en los 1960 y los “die-
ins” de activistas gay en los 1980. Graeber (2009:381) afirma que tal protesta
dramática ayuda a transmitir el mensaje a un público, mientras Cohen-Cruz
(1998:5) habla del propósito de hacerles testigos de una situación a los
espectadores: un ejemplo era el “espectáculo” que crearon las abuelas de la Plaza
de Mayo para visibilizar a sus hijos desaparecidos (Taylor 1998). Otro aspecto
importante de la protesta es la simbología de los actos y el sitio escogido;
Delgado asegura que la protesta desde los 1990 ha insistido en lo simbólico más
que antes, atacando los edificios emblemáticos del sistema contra el que
luchaban y limpiando así la ciudad del mal percibido (2003:323-39).
Delgado (2003:338) y Graeber (2009:392) también hacen referencia a los
Situacionistas como inspiración de tal protesta: además de su aspecto teatral, este
grupo reintegró lo sagrado, de acuerdo con Graeber, a través de la transformación
del espacio urbano en un sitio de placer. Tal actividad contenía elementos de rito
así como de mucha protesta. Los teóricos que exploran los aspectos rituales de la
protesta comparan los momentos de emoción e identificación colectiva,
inspiradas en la unión de personas en una situación lejos del cotidiano y nutrida
por gritos, música, danza, canto e indignación, con la fase liminal de rituales en
sociedades no-occidentales que describieron Van Gennep (1909, en Segalen
2005: 40-49) y Turner (1995: 94-130).27 Turner describió la fase de liminaridad
de ritos de paso, en que un grupo de iguales, normalmente homogeneizados por
ropa emblemática o la desnudez, pasan por una intensa experiencia compartida
que suele incluir pruebas peligrosas, danza y música, todo lo cual marca y facilita
su paso a otra etapa de vida (1995,op.cit.). Para describir la emoción colectiva
que puede producir momentos parecidos en la acción colectiva, algunos autores
han referido a la “efervescencia colectiva” que percibió Durkheim (2007) en los
26 Cohen-Cruz 1998; Graeber 2009; Lai 2010; O’Neill 2004. 27 Auyeri 2002:173-5; Delgado 2003:323-5; Graeber 2009: 361, 381-2; Jasper 1998:183-209;
Taussig 2012:84.
15
ritos “salvajes” de aborígenes.28 Otros han citado la “comunitas”, en que esa
unión es producida por la relación de los miembros del grupo de forma igualitaria
y directa, en un estado de liminaridad en que se han disuelto las estructuras
sociales normales (Turner 1995: 97-128).29
3. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
3.1 Objetivos
Este trabajo pretende investigar como este colectivo, que se fundó después
de las ocupaciones del 15-M, Occupy y otros movimientos sociales en 2011y
cita el 15-M como inspiración, se ha desarrollado después de que el auge de ese
“ciclo de protesta” (Tarrow 1998) haya pasado. Propone explorar la relación
entre el empleo del modelo “no-ideológico” de 15-M por los iaioflautas con la
existencia de varios participantes cuyas biografías parecen marcadas por las
ideologías e instituciones rechazadas por el 15-M, prestando atención a las
diferencias entre el discurso a nivel colectivo y el discurso y praxis a nivel
individual.
Ya que los iaioflautas es uno de los pocos colectivos de activistas
mayores, la investigación examinará hasta qué punto factores relacionados con la
edad influyeron en la decisión de actuar aparte de otros colectivos en un grupo de
edad. Explorará las maneras en que el activismo del colectivo cuestiona
concepciones sociales de la vejez, y qué alternativas ofrece, si hay algunas, a las
posibilidades convencionales para las personas jubiladas, en el contexto de una
28 P. ej., Crossley 2002: 23-7; Jasper 1998: 192. 29 Lai 2010: 508; Santino 1999: 525.
16
creciente población jubilada. Con referencia a su declarada afiliación con el 15-
M y su objetivo de conseguir “una vida mejor para nuestras hijas e hijos”[1], la
investigación indagará en las relaciones intergeneracionales, y las concepciones
que los participantes tienen sobre personas más jóvenes.
Finalmente, el estudio interrogará la hipótesis de que influyen las formas
de protesta moderna más teatrales y rituales en las acciones de los iaioflautas, y
explorará cuales son las implicaciones de tal protesta, particularmente en relación
con las concepciones de la edad.
3.2 Preguntas de investigación
1.¿Qué ideas existen sobre la ideología colectiva e individual en el
colectivo, y cómo se las concibe en relación con el 15-M?
a. ¿Cómo conciben losiaioflautas su posición ideológica colectiva?
b. ¿Qué diferencias hay a nivel colectivo e individual?
c. ¿Qué contrastes y similitudes percibidas hay con la posición del 15-M?
d. ¿Cómo han cambiado estas posiciones desde que empezaron a actuar?
2. ¿Qué grado de coherencia hay entre la posición ideológica y el
proyecto-social del colectivo?
a. ¿Qué características se puede atribuir al proyecto-político, basado en
las acciones y el discurso del colectivo?
b. ¿Hasta qué punto difiere ese programa de los objetivos de los
entrevistados?
3. ¿Cómo su edad afecta a su activismo, y qué implicaciones podría tener
su activismo en relación con la edad?
17
a. ¿Hasta qué punto y en qué grado figura la edad en sus razones
para actuar juntos?
b. ¿Cómo conciben las categorías de edad?
c. ¿Cómo conciben sus relaciones con personas más jóvenes u otras
generaciones?
d. ¿Hasta qué punto se podría considerar su actividad un reto para las
concepciones de los mayores?
4. ¿Qué ideas tienen los iaioflautas sobre su relación con personas más
jóvenes?
5. ¿Hasta qué punto influyen aspectos teatrales, simbólicos y rituales en
su protesta y cuáles son los efectos de tales aspectos?
3.3. Tipo de investigación
La investigación se centra en un estudio de caso: el colectivo más grande
de iaioflautas en Barcelona (con unos 900 afiliados), y he limitado la
investigación a los participantes y actividades basados en Barcelona. El trabajo
abarca el estudio de ideas sobre la ideología, la edad, las relaciones
intergeneracionales y las formas de protesta de los participantes y el colectivo. La
investigación ha sido transversal, con un trabajo de campo entre marzo y junio de
2013, pero he podido ver cambios sutiles en la posición ideológica del colectivo
y ha tenido un elemento longitudinal, en que he contextualizado las ideas de los
entrevistados mediante sus historias de vida. Necesariamente, esta investigación
ha sido exploratoria: ha destacado algunos temas de interés pero hace falta más
investigación para responder a las preguntas de investigación y enfrentarme con
áreas que no he podido abarcar (Díaz 2009: 83). También la investigación ha
tenido un carácter etnográfica, ya que he intentado hacer una recolección
profunda de datos, con una perspectiva holística e interpretativa. Realicé una
“thick description” para llegar a esta síntesis, para dar una perspectiva
contextualizada (Geertz 1973:5-6).
18
3.4 Sujetos de estudio
El universo del estudio eran todos los participantes que han participado en
algún momento en el colectivo de los iaioflautas de Barcelona. Incluí a los que
habían asistido a por lo menos una reunión y una acción de protesta pública del
colectivo. Dado el tamaño limitado del muestreo (10 entrevistados) no pretendo
que los resultados sean generalizables a todo el colectivo de Barcelona, sino que
forman una base para una futura investigación en la que pueda buscar resultados
más representativos. Este colectivo fue el primero establecido, así que ha
ofrecido la posibilidad de explorar las motivaciones por fundarlo y los cambios
en sus ideas y actividades; además, en Barcelona tengo un conocimiento de los
movimientos sociales y algunos contactos en otros colectivos que ha facilitado
algo de contextualización, además de ayudar a contactar el colectivo.
Explicito que los datos que presento son mis interpretaciones de las ideas
y actividades de los sujetos. He estudiado los discursos de los sujetos en las diez
entrevistas; y he analizado su discurso y su praxis en las asambleas y en sus
acciones de protesta, para contrastar sus discursos y prácticas en ámbitos más o
menos públicos; no he pedido ir a las reuniones de la coordinadora, por la
información confidencial sobre sus acciones que tratan. Los iaioflautas asisten a
acciones de otros colectivos a veces, pero me he centrado en sus ‘travesuras’, que
son propias del colectivo y a las que asisten más participantes; para ver cómo
actúan cuando están con otros colectivos he asistido a varias manifestaciones con
ellos.
3.5 Muestreo
Durante el periodo de trabajo de campo hice observación-participativa en
las cuatro asambleas que hubo entre marzo y junio, en las ‘travesuras’ del
22/04/2013 (La Ciutat de la Justicia) y el 13/05/2013 (L’Institut Català de
Salut); y en las manifestaciones del 08/03/2013 (el Día de la Mujer), el
12/05/2013 (el segundo aniversario del 15-M) y el 01/06/2013 (“Pueblos Unidos
19
en contra de la Troika”), en Barcelona. Antes de ese periodo asistí a una
‘travesura’ en la sede del banco BBVA en Passeig de Gracia que habían
anunciado públicamente, en el día de la huelga general del 14/11/2012; estuve
cerca al grupo en la manifestación de la huelga también. En estas ocasiones el
universo eran todos aquellos que asistieron y representaban a las personas que
participaban activamente en esa instancia, aunque en las asambleas he podido
establecer una idea de cómo funcionan en general, ya que el formato es bastante
fijo. Sin embargo, mi descripción se aplica a sus prácticas en este periodo de
tiempo, no puedo generalizar sobre las prácticas futuras o pasadas.
Aparte del primer entrevistado, cuyo contacto me había facilitado mi
supervisor, realicé el primer contacto con el grupo en que me presenté como
investigadora a través de Martín, a quien me había presentado un contacto de
otro colectivo. Martín me invitó a una asamblea, el contexto en que conocí a
varios de las personas que entrevisté, y más tarde me pasó los datos de contacto
de más personas. Aunque me ofreció poner en contacto con todos, solo llegué a
la mitad del muestreo a través de Martín y los demás seleccioné de las personas
que conocí en las acciones y reuniones, para incluir a personas quizás menos
conectadas con la coordinadora. Hice entrevistas con 10 personas: un número
factible en este periodo, dado que eran entrevistas largas que incluían historias de
vida. Seleccioné los entrevistados en función de los siguientes criterios, además
de disponibilidad. Escogí a cinco hombres y cinco mujeres para hacer un
equilibro de género e intenté representar el rango de edades en el colectivo:
Cristina y Rafael son de entre los participantes más jóvenes y mayores,
respectivamente; entre ellos hay bastante variedad, pero no he podido hacer una
selección totalmente equilibrada, ya que es un aspecto difícil de juzgar y
demasiado sensible para preguntar. Intenté seleccionar a una variedad de
personas en términos de nivel y duración de participación con el colectivo y con
el activismo; y también escogí cinco miembros de la coordinadora y cinco
participantes de la asamblea normal, para intentar llegar a una variedad de
experiencias y grados de conformidad con la posición ‘oficial’ del colectivo. La
clase social es algo que no he podido analizar de manera adecuada en esta
20
primera fase: es un factor que sería interesante investigar en el futuro. En
sumario, he usado la táctica de bola de nieve, pero con cuidado de equilibrar en
cuanto a los factores que he mencionado.
Para el análisis de documentos, analicé todo el contenido producido en el
blog de www.iaioflautas.org, y una selección de los textos interpretados como
más relevantes de los emitidos por el grupo en Facebook.
Me detendré un momento en el papel de Martín, porque he hecho algo
más de referencia a su discurso en las secciones de posición ideológica pública
porque era evidente que tenía algo de papel de líder, y su discurso sobre el
posicionamiento era muy elaborado y obviamente influyente, aunque esta
posición no era oficial y ha negado ser portavoz o representante del colectivo.
3.6 Posición política de la investigadora
Es necesario reconocer que comparto una posición crítica del capitalismo
neoliberal y una ideología de izquierdas con la mayoría de los participantes.
También soy activista: ayudé con una campaña sobre la renta básica universal
durante el segundo aniversario del 15-M y una de las manifestaciones en que
estaba haciendo observación participante (véase sección 3.4.2), asistí a las otras
manifestaciones no solo de investigadora sino también como ciudadana
reclamando cambios y participo en otras acciones parecidas en la ciudad. No he
intentado esconder esta posición en mi interacción con los iaioflautas porque
reflexioné que no podía acercarme a su realidad si no era honesta sobre la mía.
Sin embargo, intenté mantener una posición que era honesta pero que no influía
demasiado en lo que decían. Que esto pueda haber causado sesgos es un riesgo
que he tomado en serio, pero también es posible que esta posición ayudara a que
los sujetos confiaran en mí y quizás me haya dejado empatizar con ellos algo
más; al otro lado, es posible que haya proyectado mis experiencias del activismo
a las de ellos. No sostengo que mi interpretación sea mejor o peor que alguien
menos identificado con el grupo: es diferente. Concuerdo con Haraway (1988) en
que todo conocimiento es situado y creo que lo importante es explicitar mi
21
perspectiva para que el/la lector/a pueda tomarlo en cuenta. Mi posición está
cerca a la de Tsing (2005, en Hale 2006:103-4), de haber sentido una solidaridad
profunda con estas personas que están intentando conseguir objetivos que me
resultan importantes, además de desear analizar su actividad de una forma crítica,
con el objetivo último de entender mejor la realidad social de movimientos
sociales y este grupo social.
3.7 Técnicas de recogida de información
Entrevistas semi-estructuradas/ historias de vida
Realicé entrevistas semi-estructuradas que incluían preguntas sobre la biografía,
así que también funcionaban como historias de vida, aunque no en tanto detalle
como si sólo me hubiera centrado en este tema. Así podía recoger datos sobre sus
ideas, metas, motivaciones de participar, concepciones y otros temas relevantes.
Escogí hacer las entrevistas semi-estructuradas para poder abarcar ciertos temas
importantes relacionados con las preguntas de investigación pero dejé mucha
flexibilidad para que también hablaran sobre lo que les parecía importante, ya
que sus propios intereses debían emerger. Así, acabé utilizando una lista de unos
5 o 6 temas que quería abarcar y tuve que dejar de lado temas interesantes, como
el género, porque muchos de mis sujetos tenían muchas ganas de hablar y, dada
la necesidad de narrar las historias de vida, nos encontrábamos sin marcar un
tiempo. Las entrevistas han sido complementarias a la observación participante,
porque me acercaron de forma más intensa al discurso. El elemento de historia de
vida tenía el objetivo de no sólo de responder a las preguntas de investigación,
sino de poder recrear una perspectiva de la biografía de los sujetos durante todas
22
etapas de su vida que posibilitaba contextualizar su discurso sobre su activismo
actual.
Observación participante
He utilizado la observación participante en las asambleas, acciones y
manifestaciones; y también he adoptado una posición observante en las
entrevistas, para poder capturar la información que no sale en el discurso. He
prestado atención a cómo los participantes se relacionan, el posicionamiento de
las personas, el lenguaje corporal, la ropa y símbolos que llevaban, y muchos
otros factores contextuales. Esta técnica me ha dejado triangular la información
de las entrevistas. Cómo explico en la sección 3.3.4, he sido explícita sobre mi
posición de activista, y en la manifestación del 12/05/2013 estaba realizando los
dos papeles: repartiendo material sobre la renta básica mientras observaba los
iaioflautas, así que en ese momento el énfasis era más en la participación. Otro
factor que puede influir es que a veces en estos contextos han pensado que soy
periodista, que he intentado corregir pero no siempre ha sido posible: tendía a
haber tres o cuatro periodistas y/u otros estudiantes en estos contextos, así que
me confundían a veces. Es posible que hubiera sido mejor presentarme en la
asamblea antes de todos la primera vez que asistí, para clarificar mi papel, pero
prefería incorporarme sin atraer demasiada atención. El hecho de que había
varios otros observadores puede haber tenido efectos positivos; quizás, nuestra
presencia no distorsionaba tanto porque ya estaban acostumbrados; y negativos,
porque me fijé que algunos tenían una narrativa preparada que parecían haber
dicho varias veces antes.
Conversaciones informales
Otra manera de triangular la información recogida en las entrevistas eran las
conversaciones informales que he tenido con iaioflautas durante las acciones y
manifestaciones. Ello me ha permitido hablar con las personas sin la presencia de
una grabadora y de forma más relajada, de manera que muchos me han hecho
23
bromas o he entrado a un grupo charlando de una forma diferente a cómo
hablaban conmigo sola. También posibilitó ampliar el rango de opiniones
representadas y, a través de conversaciones con activistas de otros colectivos,
conseguir información contextual sobre los movimientos sociales en Barcelona.
Fuentes documentales
Analicé el blog, el cómic y algunas comunicaciones de Facebook, para investigar
la posición ideológica, proyecto social, ideas sobre la edad metas, y simbología
que transmiten al público mediante el discurso más formalizado.
3.8 Técnicas de análisis de información
Seguí el procedimiento sistematizado de análisis descrito por Cresswell
(2003:190-5). Al principio transcribí las entrevistas enteras pero por su duración
pasé a parafrasearlas y volví a los audios cuando analizaba para encontrar las
frases exactas. No tomé apuntes durante la observación participante para no
influir en cómo se relacionaban conmigo, pero pasé mis observaciones al
ordenador en seguida. Empecé a analizar las entrevistas y el diario de campo,
además de las entradas del blog y Facebook durante el trabajo de campo, de
forma informal, y revisaba el enfoque de la investigación un poco de acuerdo con
este análisis: no había planeado centrarme en la simbología y la protesta, pero me
surgió como uno de los factores más interesantes.
En la siguiente fase de análisis hice una lectura general y holística de
todas las transcripciones de las entrevistas, los apuntes del diario de campo y la
información relevante documental. Presté particular atención a la coherencia
entre el discurso encontrado en las entrevistas, el material del diario de campo, y
el de los documentos escritos. Luego hice un proceso de codificación de la
24
información: hice una lista de temas encontrados, adscribí códigos asociados con
los temas a cada parte de las transcripciones, apuntes y documentos. Después
organicé los temas en categorías y analicé la información categorizada para
buscar interconexiones.
Pasé directamente a escribir una narrativa etnográfica interpretativa, ya
que creía que una narrativa descriptiva también tendría mis interpretaciones.
Luego revisé esa narrativa con los datos codificados y más reflexión analítica
durante el proceso de escribir.
4. RESULTADOS
4.1. La ideología en los iaioflautas
Un grupo de 17 personas mayores realizaron su primera acción como
iaioflautas el 27 de octubre de 2011, cuando ocuparon la sede central del Banco
Santander en Barcelona y lanzaron un manifiesto que declaró su apoyo a:
“la respuesta social [de]…las nuevas generaciones en la lucha por una
democracia digna de este nombre y por la justicia social, contra los
banqueros y los políticos cómplices.”
Desde entonces, han realizado 30 acciones (después llamadas “travesuras”),
apoyando estos objetivos generales. En esta sección investigaré el modelo
organizativo; las ideas del grupo sobre su falta de ideología colectiva y
presentaré una interpretación de su proyecto político-social: las ideas y objetivos
que, en cambio, se podrían considerar una ideología.
25
4.1.1. El modelo organizativo
Martín, uno de los iaioflautas más visibles, ha afirmado que “aquí no es
tracta de dirigir, sinó de convèncer”. Sin embargo, la estructura es algo más
vertical que el modelo del 15-M, debido al empleo de la táctica aprendida
durante el franquismo de secretismo sobre las acciones, para evitar que se entere
la policía: hay una coordinadora de 11 personas que son responsables de
organizar las ‘travesuras’, las asambleas y, hasta ahora, la estrategia. Poco antes
de la ‘travesura’ comunican un punto de encuentro y en el momento de reunión
el sitio exacto. Los demás iaioflautas asisten a asambleas facilitadas por la
coordinadora, que se suelen sentar por delante, y hay un turno de palabras abierto
al final. En los últimos meses han respondido a peticiones para más
participación, invitándoles a todos a apuntarse a comisiones que desarrollan
estrategias sobre temas específicos. Martín comunicó al grupo en junio que la
asamblea era el órgano más importante del colectivo.
4.1.2. La posición ideológica pública: El modelo 15-M de pluralidad
La primera vez que hablé con Martín me afirmó que la pluralidad
ideológica era una pauta definitiva del colectivo; él y Julia hasta aseguraban que
había un participante votante del partido de derechas, el Partido Popular (PP).
Esta posición de pluralidad ideológica es la que se ha mantenido en el discurso
público: en un vídeo en el sitio web, un iaioflauta dice que “no somos un grupo
ideológico”, reflejando la posición “post-ideológico” del 15-M,el movimiento de
que los iaioflautas afirman ser “hijos”, y que Martín describe como “ni de
derechas ni de izquierdas”. Antes de seguir, quiero clarificar que al nombrar el
15-M me refiero a su forma actual en Barcelona: las asambleas de barrio a que
devolvió la ocupación de 2011, que tienen su punto de comunicación central en
el ‘#acampadabcn’.30 El 15-M negaba identificarse con sindicatos, partidos o con
ideologías establecidas como el socialismo o el comunismo, e igualmente no se
30 http://www.acampadadebarcelona.org/
26
encuentran identificaciones con estas ideologías en la simbología visual o el
discurso público de los iaioflautas. Además de Martín, esta posición plural fue
mencionada por Julia, Iris, Albert y Javier; Albert dijo que si el colectivo no
hubiera estado abierto a todos no hubiera participado, y celebró que ahora las
manifestaciones parecen más unidas porque “cada uno no viene con su
consigna”. Martín afirmó que esas ideologías tradicionales eran dominantes antes
del 1990, cuando había “una sociedad determinada, […] unos problemas,
entonces estaban los de izquierda, los de derecha, los socialistas, los comunistas,
cada uno de ellos buscaban alternativas soluciones”.
En contraste, me dijo que en el periodo post-soviético los grupos que buscan
cambio social están formados de personas de diversas ideologías que se unen
sobre la base de que encuentran una serie de fenómenos sociales problemáticos y
buscan resolverlos: “sin que necesariamente nadie tenga que ser lo que es, si nos
planteamos con solidaridad abordar los problemas que tenemos, los resolvemos”.
Los movimientos de Occupy y 15-M expresaban esta idea con: “somos el
99%”, una lema que surgió en Occupy Wall Street para hacer contraste con el 1%
de la población de Estados Unidos que poseía el 20% de los recursos (Graeber
2013:47-9; Maurer 2012:455). Esta dicotomía ha sido central en el discurso
público del colectivo desde su principio. Martín explicó la racionalidad en
términos de la popularidad del 15-M: citó un sondeo sociológico en que 70%de
la población nacional lo apoyaba y dejaba entender que los iaioflautas también
pretendían llegar a un público muy amplio. 31 El “[negarse] a enmarcarse en un
gueto ideológico radical” (Castells 2012:146) se ha de entender en este contexto
de intentar llegar a una mayoría de la población que parece ser lo que une los
iaioflautas y los movimientos asamblearios de 2011. Martín explicó que el 99%
es un ejemplo del “lenguaje nuevo” que llega a más personas que el “lenguaje
clásico” que describiría el mismo concepto como “una frente de izquierdas [o]
una frente popular”. Destacó el “Plan de Rescate Ciudadano (PRC)” y un
“proceso constituyente” como otras frases no contaminadas por connotaciones
31 Las cifras se parecen a las del sondeo ‘Metroscopia’ (Castells 2012:121-3).
27
antiguas: el PRC es una serie de reclamaciones que salieron de asambleas del
primer aniversario del 15-M en 2012; el segundo aniversario del 15-M se
centraron seis ejes que representaban una iteración del PRC; el proceso
constituyente es un programa para crear una nueva constitución desde abajo.
Dejaba entender que los iaioflautas apoyaban estas reclamaciones, como
explicaré en la sección 4.1.4.
4.1.3 Otras ideas sobre la posición ideológica colectiva, e ideologías
individuales
Los entrevistados eran unánimes en que no se posicionaban con ninguna
ideología fija o partido a nivel colectivo, aunque había algunos que describían, de
facto, ala mayoría como “de izquierdas” o comunistas a nivel individual. Cristina
dijo que la mayoría eran del sindicato comunista, Comisiones Obreras (CC.OO.),
mientras Albert identificó una alta afiliación al Partido Comunista; Diana
expresó una percepción parecida, aunque dijo que por haberse involucrado
recientemente no estaba segura. Martín aseguró que los 17 participantes
originales eran comunistas pero que ya no eran mayoría. No he podido confirmar
las proporciones, pero he percibido que algunos tienen una percepción desde
fuera de que hay una corriente comunista: dos conocidos anarquistas me
comentaron, de buen humor, que el hecho de reunirse en el Ateneu Roig les
marcaba como comunistas, aunque la asociación tampoco tiene una ideología
oficial.
Clara, Iris y Cristina generalizaron que son “de izquierdas”. Mientras que
Martín y Julia han referido a un votante del Partido Popular como prueba de
diversidad ideológica total, cuando Martín dijo esto en una asamblea, algunos
murmullaban su desacuerdo. Cristina me dijo “se supone que somos apolíticos” y
luego clarificó:
“No somos apolíticos, a nivel muy particular de cada uno, seguramente no
estamos en la misma honda: habrá gente nacionalista y gente que no, pero
28
eso no entra en la asamblea. Es lógico que el 99%, bueno no, el 100% son de
izquierdas, y la mayoría de Comisiones Obreras”.
Martín dio otra perspectiva personal, explicando que no hubiera sido ‘de
izquierdas’ en la Revolución Francesa, en que los de la izquierda de la cámara
eran capitalistas que se oponían a los aristócratas a la derecha, sino que se
identificaba con la ‘Comuna de París’, opuesta a ambos; de aquí quizás la
afirmación de Simón de que no son de derechas o de izquierdas sino
generalmente ‘anticapitalistas’. Mi percepción es que estar de acuerdo con las
reclamaciones del grupo (véase sección 4.1.4) supone una política que se
entendería en el lenguaje popular como ‘de izquierdas’. “Izquierda/ derecha” es
una dicotomía básica en muchas culturas (Needham 1973). Su uso en la cultura
política española es muy establecido; entonces es posible que muchos se
identifiquen con esta categoría casi de ‘doxa’ (como conocimiento dado por
descontado)a pesar de queno salga mucho en su discurso, que enfatizaba más sus
reclamaciones específicas.
Un término “clásico” a que sí que se hacía referencia era “la clase
trabajadora” u “obrera”. No pregunté sobre la clase social en las entrevistas, ya
que quería ver si salía espontáneamente: los que hicieron referencia a estos
términos eran Rafael, Cristina, David y Albert, lo que no quiere decir que no sea
importante para los demás. Solo Rafael narró su vida alrededor de desarrollar una
consciencia de clase; y atribuyó el éxito de los iaioflautas a tener esa
consciencia. Cristina describió haber sido socia de un bar y: “por muy empresaria
que podría llegar a ser, siempre pensaría como trabajadora”. David mencionó que
no era independentista porque creía que “la clase trabajadora tiene que estar
unida a nivel mundial”, y Albert opinaba que “los sindicatos han traicionado la
clase obrera”.
Varios entrevistados se mostraban cómodos con la coexistencia de la
pluralidad ideológica como posicionamiento colectivo y el hecho de que sus
biografías estaban marcadas por una fuerte identificación comunista. Martín ha
afirmado repetidas veces en entrevistas que está muy cómodo identificándose
29
como comunista, ex diputado del Partido Comunista de Catalunya y sindicalista
de CC.OO. Julia y Rafael también parecían orgullosos de que ser comunistas
haya sido definitivo en sus biografías. Julia entró a la cárcel con su madre con
dos meses porque su familia había luchado como comunistas en la Guerra Civil;
su adolescencia estuvo marcada por la lucha en contra de Franco hasta tal punto
que renunció a tener amigos íntimos o novios durante su juventud para ayudar a
mantener escondido al líder exiliado del Partido Socialista Unido de Catalunya
(el PSUC), Gregorio López Raimundo, en su casa familiar. Rafael me relató su
biografía en relación con su entrada en “la lucha” comunista y su papel
importante en fundar CC.OO. Había algunos que se consideraban referentes
comunistas del colectivo, conocidos por sus papeles en el partido y sindicato,
incluyendo a Rafael. Algunos con que he tenido conversaciones informales han
referido a la Unión Soviética, a Cuba y al Marxismo. Me llamó la atención
particularmente cuando un señor hizo una intervención muy apasionada a favor
de la política de Hugo Chávez, que se había muerto poco antes, y la asamblea
respondió con un aplauso fuerte, mientras algunos de la coordinadora hacían los
gestos de aprobación con las manos del 15-M.
Sin embargo, solo tres de mi muestreo se declaraban comunistas y había
posiciones variadas. Diana se identificaba como una persona más espiritual que
política y tentativamente relacionó su participación en el 15-M con un
sentimiento asociado con la muerte de su padre socialista, pero daba importancia
a concienciar al público sobre defender los servicios públicos. David se
concienció de adolescente en una fábrica donde le enseñaban curas obreros y se
involucró con la Juventud Obrera Católica; por eso discutió con sus padres
franquistas, quienes le habían mandado a la Falange Juvenil; ahora se
consideraba activista independiente en defensa de su ambulatorio local, además
de iaioflauta y dio un indicio que simpatizaba algo más con corrientes
anarquistas. Clara tenía a su abuelo anarquista de referente pero no estaba segura
sobre el anarquismo; dijo que “siempre había sido rebelde”, a través de sus
luchas como enlace sindical y afiliada a CC.OO. Albert nunca se había
identificado con ninguna ideología; le habían concienciado curas de los Hombres
30
Obreros Acción Católica cuando estaba en el seminario; fue con otros curas a
Chile de “revolucionarios…no nos decía nadie cura”. Finalmente, Javier me dijo
que nunca había sido sindicalista ni político pero colaboró en una cooperativa de
vivienda y en su asociación de vecinos; trabajó en un banco de joven y más tarde
abrió una gestoría; se metió en el activismo con el 15-M en 2011, e identificó ser
iaioflauta con el indignarse frente a la inmoralidad de una serie de fenómenos no
limitados a la crisis nacional, como los ejércitos de niños.
4.1.4. El proyecto político-social público
El manifiesto que emitieron con la primera ‘travesura’ estableció que
“somos la generación que luchó y consiguió una vida mejor para sus hijos e
hijas”: varios entrevistados acordaron que un principio central es actuar para que
sus hijos y nietos no tengan que vivir peor que ellos.32 Este manifiesto es el
primero de varios en el blog, que lanzan junto con sus acciones y describen las
reclamaciones específicas de cada una: hasta ahora no ha habido un documento
que junte todas, de acuerdo con el principio explicado por Cristina, de que es un
colectivo más de acción que palabras. También esto ha conformado con la
posición ideológica fluida descrita arriba: teóricamente se podía apuntar a una
acción sin acordarse con todas las reclamaciones. Todavía, analizando el
conjunto de acciones y manifiestos era posible reconstruir un programa
congruente con el PRC,33 lo que se hizo más claro cuando colgaron un discurso
en el blog, en que elaboraron los seis objetivos de los iaioflautas, que coincidían
con las establecidas en el segundo aniversario del 15-M, aparte de una
variación34:
1. Ni un euro más para rescates bancarios
2. Educación y sanidad públicas y de calidad
32 http://www.iaioflautas.org/el-nostre-manifest/ 33 http://planderescateciudadano.net/ 34 http://12m15m.acampadadebarcelona.org/es/programa-2013-2/; punto 6 es diferente: “Dret al
propi cos; drets i llibertats ciudadanes garantides”.
31
3. No a la precariedad laboral
4. Por una vivienda digna y garantizada
5. Renta básica universal
6. Las cuestiones de género
El hecho de que se haya dicho que el colectivo no es ideológico en el mismo
discurso que comunicaron estas pautas sugiere que hay una concepción de la
ideología como esos sistemas establecidos del ‘comunismo’ o ‘liberalismo’, no
como un sistema de ideas y objetivos coherentes. A través del análisis citado
arriba, junto con estas pautas, se puede mantener que los iaioflautas sí que tienen
una ideología, según la última definición, pero no de acuerdo con la primera.
Cuando les pregunté sobre las metas del colectivo, la mayoría nombraron
reclamaciones que correspondían con estas pautas, aunque nadie mencionó todas.
El “proceso constituyente” también se mencionó varias veces en el blog, en el
discurso de Martín, David, Cristina y en dos debates asamblearios. En la
asamblea de junio Martín abrió un proceso para elaborar juntos un documento de
“principios básicos”: se tendrá que ver si al dejar el proyecto político-social y la
posición ideológica escritos se harán más fijos en el futuro.
4.1.5 Otras ideas sobre el proyecto político-social
En respuesta a la pregunta sobre las metas del colectivo, seis entrevistados
hablaron del objetivo más general de movilizar a las personas; hacerles
“levantarse del sofá”, o en referencia a las personas mayores, inspirarles para
dejar de “jugar a las cartas” o a la petanca y salir a la calle.
Mientras que todas las demás metas mencionadas se referían a un cambio a
nivel colectivo, tres dieron importancia a cambiar las personas individualmente.
Diana y Clara, que simpatizaban con creencias o prácticas espirituales, afirmaron
que hacía falta cambiarse a uno mismo para conseguir cambio social, y Diana
explicitó que su posición se basaba en esa perspectiva. En un caso que demuestra
el peligro de trazar una relación sencilla entre la ideología personal y los
32
objetivos que relacionan con su activismo, Julia afirmaba durante la entrevista
que concebía los objetivos de los iaioflautas al nivel colectivo, pero hablando del
comunismo añadió que era primario cambiarse al nivel individual para realizar
ese proyecto.
4.1.6 Una exploración tentativa de las diferencias ideológicas entre los
iaioflautas y el 15-M
Como expliqué en la sección 4.1.2., los iaioflautas comparten a nivel
público la posición ideológica plural y el esfuerzo a comunicar con un público
muy amplio del 15-M. Sin embargo, mi impresión es que difieren de algunas
formas importantes.
Mientras que la mayoría de los entrevistados hablaron con emoción sobre
sus experiencias de la ocupación de Plaça Catalunya, varios sugirieron que había
elementos con que no estaban tan cómodos. Algunos percibían que no todos en el
15-M se conformaban con el pacifismo total (véase sección 4.2.2). Cristina dijo
de la asamblea de barrio: “la lucha que tenían era […] mucho de revindicar, yo
qué sé, casas okupas, no, yo quería algo más social.” A Julia le desilusionó
cuando le pidieron irse de una asamblea a una amiga que llevaba una consigna de
CC.OO., y por tanto les respondió que “por ese camino no vais a cambiar la
sociedad porque cambiáis una dictadura por otra”; Clara también identificó la
necesidad de trabajar con los sindicatos, y mencionó como su lucha como enlace
sindical en sus trabajos había marcado su vida laboral. Algunos entrevistados me
daban la impresión de que había más tolerancia en los iaioflautas hacia la
expresión de afiliación personal con partidos y sindicatos que en el 15-M.
Analizando el 15-M, Martín me dijo que había “la generación perdida desde un
punto de vista social, político […]” quienes se sentían traicionados por los
sindicatos y partidos más grandes. En contraste, tales sindicatos, partidos e
ideologías han jugado un papel importante en las vidas de varios iaioflautas,
aunque parecía haber un rechazo más general hacía los partidos.
33
Igual que el grupo combina el ‘secretismo’ del franquismo con nuevas
herramientas tecnológicas en las acciones, también buscan un equilibrio entre el
nuevo paradigma de “no-ideología” y la importancia de ideologías tradicionales
en sus identidades. Es algo en que todavía están trabajando: mientras que se ha
aceptado muestras de afiliación política personal, como la intervención sobre
Hugo Chávez, los debates repetidos sobre la posibilidad de interactuar con los
sindicatos sugiere que la frontera entre la política personal y colectiva todavía se
esté consolidando. Hay un proceso de socialización en el grupo para algunos,
mientras aprenden cuánto de su política personal pueden llevar a la asamblea: por
ejemplo, una entrevistada hizo una intervención sobre los sindicatos y recibió
una respuesta de que no era asunto para el colectivo; me contó que le había
sentado un poco mal. Quizás por tales dudas se ha decidido establecer el
documento de principios.
Otro factor clave en cómo se diferencian los iaioflautas del 15-M es la
forma de organizarse. La delegación de decisiones secretas sobre las ‘travesuras’
a la coordinadora es algo que afirman haber recuperado de sus experiencias del
activismo ‘clandestino’, mientras que el método asambleario de consenso ha sido
definitivo en el 15-M y Occupy: hasta se ha afirmado que ese proceso era el
objetivo político,35 lo que Martín, y teóricos, han explicado por una corriente
anarquista en esos movimientos.36 En contraste, varios iaioflautas me han
hablado del asamblearismo con respeto, pero Cristina y Rafael sugirieron que les
frustraba la falta de acción y organización, y otros han atribuido la separación de
los iaioflautas a la dificultad práctica de sentarse horas siendo mayor. En una
asamblea, hablando de las reuniones organizativas del segundo aniversario del
15-M, una mujer de la coordinadora comentó en buen humor que la información
que daba podría cambiar por la tendencia de “los jóvenes” a tardar en decidirse.
Entonces, mientras que una palabra muy corriente en el 15-M era la
35 Castells 2012:147; Graeber 2013:180-1. 36 Graeber 2013:88-90.
34
“horizontalidad”, varios iaioflautas han referido a la “confianza” que tienen en
las decisiones de la coordinadora.
Varias veces se han referido al 15-M como “los jóvenes” cuando han
hablado de las diferencias percibidas, lo que sugiere que algunos las relacionan
con factores generacionales. Que la lucha “clandestina” haya tenido un papel
importante en las narrativas de los que participaban en ella sugiere que esas
experiencias tienen alguna influencia sobre sus perspectivas actuales, aunque no
se puede confirmar esta suposición sin más investigación. Si se puede describir
los iaioflautas como una “generación política”,37 con una visión
fundamentalmente distinta a la de “los jóvenes”, no es seguro ya que a nivel
colectivo los iaioflautas han integrado rasgos paradigmáticos del 15-M y muchos
afirmaban identificarse con el movimiento. Los intentos de fomentar más
participación demuestran que el colectivo también tiene flexibilidad y capacidad
de responder a críticas. Que su activismo esté influido por las ideologías
personales parece probable, pero también es evidente que forman parte de la
comunidad de nuevos movimientos sociales, y así su organización e ideología
están en proceso de negociación entre lo "clásico” y lo “actual”.
4.2 Ideas sobre la edad en los iaioflautas
4.2.1 El rango de edades
Cuando fundaron los iaioflautas, no solo expresaron su solidaridad con los
llamados “perroflautas” del 15-M, sino que abrieron un espacio a los activistas
‘veteranos’. No hay edad mínima para ser “iaio” o “iaia”, en los iaioflautas igual
que en la sociedad. De los entrevistados Cristina era de la más jóven, con 58
años, y Rafael el más mayor, con 83 años. La categoría de “mayor” es flexible en
esta cultura, ya que influye no sólo la edad cronológica sino cambios en la
fisiología y el papel atribuido a la persona (San Román 1990:128).Las
jubilaciones anticipadas son más comunes actualmente pero todavía marca una
37 Mannheim 1952; Schnittker et al 2003; Tessler et al 2004; Whittier 1997.
35
transición hacia otra fase de vida para muchos (Shield & Aronson 2003:177-90).
Es importante reflexionar que tengo 31 años: las décadas pueden impedir que
empatice con la experiencia de edad de los iaioflautas, aunque he hecho un
esfuerzo en no considerarles como “otros” (op.cit.33).
Aunque los entrevistados no hayan hecho ninguna categorización como la
“young-old” y “old-old” de Neugarten(1996), era evidente que la mayoría que vi
en las acciones eran físicamente y psicológicamente activos, sin las limitaciones
más graves de los “old-old”, para quienes las actividades de los iaioflautas no
serían tan accesibles. Sin embargo, Rafael y unos dos señores más andaban con
bastón; Rafael me dijo que se sentía cansado a veces pero era de los más
involucrados con otros colectivos. La mayoría de los entrevistados habían dejado
de trabajar, con las excepciones de Cristina, que cuidaba a una señora mayor, y
Iris, que estaba a punto de jubilarse. Diana se había involucrado después de una
jubilación forzada pero más tarde me dijo que iba a volver al trabajo y no sé si
seguía participando. Clara y Diana habían esperado jubilarse para empezar a
participar, lo que sugiere que para algunos, incorporarse al colectivo podría
funcionar de una especie de rito de paso, que marca la transición a otra etapa de
vida, y les ayuda asumir un nuevo papel social (Segalen 2005:36).
4.2.2 La edad como razón para actuar juntos
El lema central del colectivo es “somos la generación que luchó y
consiguió una vida mejor para nuestros hijos e hijas”: se dice que tal trayectoria
de experiencia puede conllevar la sabiduría, que se atribuye a personas mayores
en muchas culturas (Woodward 2002). Varios entrevistados aludieron a la
capacidad de reflexión y de enfrentarse a situaciones de estrés con tranquilidad
como atributos propios de activistas mayores, aunque Martín dijo que llevar una
acción bien era una cuestión de experiencia más que edad. Julia y Albert
aludieron a un contraste con el 15-M, sugiriendo que había algo de percepción
general de que había más tolerancia para la violencia, aunque Albert decía que
36
puede ser resultado de distorsiones de la policía y que de todas formas serían
“casos de autodefensa legítima”.
Que la lucha a que se refiere el lema arriba haya sido en contra del
franquismo les da caché al colectivo, dado que el rechazo de Franco todavía une
a distintos sectores de izquierdas, y esa época todavía pesa en la historia de
España y Catalunya. Todos los participantes que habían sido activos durante la
dictadura me contaron algunas de sus experiencias; las primeras personascon
quienes hablé en una asamblea pronto me dijeron que muchos iaioflautas habían
estado en la cárcel franquista. David describió la pobreza que vivió de niño y el
contraste que percibía cuando los marineros americanos “bien comidos, limpios,
rubios” visitaron la ciudad para ilustrar el consuelo que da a los jóvenes de que
“hemos salido de peores”. Mientras Iris afirmó que tenía suerte de no haber
sufrido en ese periodo y por tanto: “nunca cuento mi vida porque ¿qué voy a
cantar a un señor que a lo mejor ha estado diez años en la cárcel puteado?!”
Aunque no lo hayan explicitado, intuía que haber vivido esa época les daba una
autoridad moral a que podían acceder en su activismo. Rafael y David contaron
experiencias en que habían podido conectar con policías a través de esta
experiencia. Julia, que llevaba muchos años en una asociación que promueve la
memoria histórica, era muy consciente de la importancia de comunicar los
recuerdos de ese periodo porque “un pueblo sin historia no tiene identidad”. En
los iaioflautas lideraba un coro que cantaba canciones de esa época con letras
adaptadas (véase sección 4.3.2). La centralidad de esta preocupación es evidente
en que los chalecos llevan estampados “Sí a la memoria històrica. Qui no té
passat no té identitat.” (Figura 2,p.45) y en el proyecto de publicar un libro de
biografías: que este libro sea también para recaudar fondos demuestra que son
conscientes del capital cultural que conllevan sus historias; Rafael también me
regaló su biografía y Julia estaba en el proceso de escribir la suya.
La responsabilidad que conlleva esta experiencia es otra razón a que
aludían. Han afirmado repetidas veces que no es un colectivo corporativo, sino
que actúan para todos, particularmente los jóvenes: cuyo futuro, y el deber de
asegurarlo, fue mencionado por siete entrevistados. Martín y Javier especificaron
37
que, en palabras de Javier: “sabe muy mal que a tu hijo le dejes no una herencia
sino una deuda”, con referencia a la situación social. Esta idea de dejar un legado
de “un mundo mejor” a la siguiente generación es algo que parece tener mucha
importancia para el colectivo en general. Javier, Diana y Julia también aludieron
a una responsabilidad pedagógica. Julia opinó que los iaioflautas estaban
consiguiendo influir a la nueva generación; en referencia a su percepción que
estaban empezando a aceptar más las personas afiliadas con los sindicatos: “creo
que algo hemos aportado, luego lo de la violencia también, algunos estaba muy
… y ahora cada vez menos”. Javier refirió a las charlas que hace en escuelas para
inspirarles a niños actuar en el futuro y Diana refería a la importancia de
transmitir el conocimiento de los mayores pero “sin ser una persona autoritaria
[…] simplemente decir ‘yo haría esto pero es tu vida’ […] la imposición nunca
es buena”.
Además de aspectos positivos de la edad, también aludieron a las
limitaciones como justificación por actuar juntos. Martín y Albert me explicaron
que la fundación del grupo tenía que ver con que algunos no podían estar muchas
horas en asambleas ni arriesgarse a asistir a acciones “fuertes”, y por eso
decidieron limitar la duración de sus asambleas y hacer sólo una o dos acciones
por mes. En algún momento de las acciones Martín suele hacer una llamada a
través del megáfono por “tranquilidad, tranquilidad”, en un tono de voz
calmante, aunque hay un cuidado evidente por no ser paternalistas. Una manera
en que las limitaciones físicas funcionan en su favor es un su trato con la policía.
En general se admite que la policía suelen evitar ser violentos con ellos por el
escándalo que causaría: aunque recibieron un trato más “fuerte” durante sus
acciones en la Generalitat y la Bolsa de Barcelona, han sido excepciones. Debido
a esta ventaja otros colectivos suelen pedirles actuar de mediadores con la
policía. A veces aluden a tales limitaciones para intentar conseguir sus metas: por
ejemplo, Simón les describió como “la vergüenza del 15-M”, utilizando la idea
de que los mayores se perciben socialmente como algo fuera de lugar protestando
en la calle; para apelar a la consciencia de las personas jóvenes, y animarles
asumir ese papel.
38
4.2.3 Los iaioflautas como desafío a ideas corrientes sobre la ancianidad
La percepción de que los mayores están traspasando una frontera social
cuando participan en la protesta es evidente por el propio nombre de ‘travesuras’,
por la cantidad de atención que recibían inicialmente en los medios de
comunicación, por las sonrisas que el público les suele ofrecer y por el
“paternalismo” que dijeron haber recibido de los gerentes del Institut Catalá de
la Salut. Javier comentó que en el primer año “mucha gente pensaba que éramos
freakies, estos viejos que van allí a hacer tonterías…”. En contraste con esta
percepción, la gran mayoría parecen totalmente cómodos en su papel de activista:
el lenguaje corporal y gestos que vi en las ‘travesuras’ se parecían a los que he
visto en acciones de movimientos sociales multi-generacionales. Muchos
agitaban los brazos con energía y emoción y se dirigían a los transeúntes con los
mismas cánticos que se usan en otras manifestaciones en Barcelona, como “a tú,
a tú, a tú també te roban”. No todos se expresaban así, y me fijé que había un
grupo de hombres que hacían estos gestos algo más que los demás. La señora que
animaba a todos con el megáfono hacía discursos y cánticos con mucha emoción,
además de moverse con energía.
Tales actitudes alegres o indignadas provocan reacciones del público
porque van en contra de la expectativa social de que la característica positiva
apropiada para una persona mayor sea la sabiduría, que está asociada con estar
tranquilo y quieto (Woodward 2002). Woodward afirma que esperamos cada vez
menos expresión de emociones y deseos con la edad: una expectativa
naturalizada por la teoría de desvinculación (disengagement), según la cual las
personas se alejan de la vida social mientras se acercan a la muerte (Cumming y
Henry 1961,en San Román 1990:42-3). El activismo y la expresión de emociones
fuertes cuestionan tales tópicos, aunque cuando algunos refieren a su capacidad
de ser tranquilos, también participan en estas concepciones corrientes. Se podría
argumentar que, al ser totalmente pacíficos y enfatizar la necesidad de
tranquilidad al mismo tiempo que expresan su enfado e indignación, los
39
iaioflautas están cuestionando algunas de las caracterizaciones de los mayores,
pero aceptan o utilizan otras. Sin embargo, lo que está claro es que los iaioflautas
suponen un reto al estereotipo positivo del anciano sabio, tranquilo e inactivo
que, según Woodward (op.cit.), impide que muchos mayores se involucren en la
protesta política.
Otra interpretación de estas actitudes de activistas es que resisten las
categorías de edad totalmente. Así se las podrían entender como una
demonstración del “yo sin edad”: una identidad construida continuamente
durante una vida, en este caso pleno de activismo, que se mantiene a pesar de que
el cuerpo cambie (Kaufman 1986,en Cohen 1994:152). Esta percepción es
evidente en que la edad no era central al discurso de ningún entrevistado. Incluso
Rafael, que tuvo que levantarse por el dolor en sus piernas durante la entrevista,
no enfocó en la edad en su narrativa sino que se centró en su biografía y sus
creencias sociales. Que Iris y Clara me pidieron no llamarles de ‘usted’ porque
les hacía sentir viejas también sugiere que su concepción de identidad chocaba
con la cultural, aunque su edad de 60 años ya está en una frontera mudable entre
joven y mayor (Shield & Aronson 2003:19). Iris enfatizó tener una mentalidad y
cuerpo joven, mostrándome como se sentía con las piernas cruzadas en el trabajo.
A la luz de esta perspectiva del yo sin edad, el uso de redes sociales en las
acciones y el poner el ‘@’ y ‘#’ al lado del nombre de iaioflautas (véase Figura
1) no necesariamente son incorporaciones de aspectos del mundo social de los
jóvenes, sino afirmaciones de que estas tecnologías forman parte de sus vidas. La
primera perspectiva depende de suponer que lo que se desarrolla en la sociedad
durante la fase ‘mayor’ de la vida ya no es propia de esa persona, y lo apropian o
aprenden desde fuera: un ejemplo de la perspectiva persistente de desvinculación
de los mayores de la sociedad.38 Mientras que algunos dijeron que necesitaban a
los jóvenes para aprender estos métodos tecnológicos, Iris afirmó que había
usado la informática durante toda su vida laboral y había enseñado a los demás.
38 Cumming y Henry 1961, op.cit.
40
Figura 1: El uso de símbolos de redes sociales en el nombre
Varios entrevistados mencionaron una meta de inspirar a otras personas
mayores a “dejar de jugar a las cartas”, o a la petanca y que se involucren en la
lucha. Martín me afirmó que una de sus motivaciones es querer “que no nos
jubilen”. La idea de que la jubilación puede crear un “estatus vacío de roles”
problemático todavía es corriente en la sociedad (San Román 1990:42-3; Shield
& Aronson 2003:28-9). Albert pensaba que “el problema de la jubilación es una
terminación de virilidad: como no produces, pues ya te quedas jubilado”. En este
sentido, la actividad de los iaioflautas, algunos de los cuales están muy
ocupados, conforma con los consejos de Havinghurst (1963, en Shield &
Aronson 2003:28) que la adquisición de nuevos papeles ayuda a mantener el
bienestar en culturas capitalistas. Los testimonios de los participantes parecen
afirmar esta teoría, ya que muchos me contaron haber visto mejoras de salud y de
ánimos en otros participantes. Rafael me dijo que “me siento mejor, físicamente
incluso”, lo que vinculaba con su relación con los demás: “es que me siento
cómodo, por la gente que hay”. Parte de este efecto positivo puede tener que ver
con que muchos expresaban una visión optimista del futuro. La esperanza es otra
emoción que no se suele considerar propia de las personas mayores en
sociedades occidentales mayoritariamente ateas (Woodward 2002). Los
iaioflautas también cuestionan esta suposición: su discurso está dirigido más al
futuro que buscan asegurar que al pasado. Rafael me repetía, “yo creo que el ser
41
humano salga adelante”, y Julia afirmó que “la lucha es lo mejor en contra de las
depresiones, porque vas con la esperanza de que algo aportas.” En el contexto de
una población jubilada creciente, los iaioflautas podrían ofrecer una “asociación
de edad” (Paulme 1971, en Bernardi 1996:231) para estar más activo físicamente
y políticamente durante esta fase de vida.
4.3 Los iaioflautas en la calle: performance, simbología y rito en la
protesta
Cristina, Martín y Simón han afirmadoque su discurso es secundario a su
acción: no solo querían cambiar las ideas de otros, sino de hacerles “salir a la
calle”. Rafael dijo que “la base fundamental es ir a los sitios claves, donde hay
los problemas más fuertes”. Graeber ha postulado que existe una tensión en
cualquier acto de protesta entre la función del performance, que pretende
transmitir un mensaje social a un público y la de ritual colectivo “meant to
educate, inspire, entertain and transform the sense of possibilities of the
participants themselves” (2009:381). Las acciones de los iaioflautas no se
limitan al propósito de transmitir sus reclamaciones a la institución problemática,
42
sino que hacen trabajo significativo, afectivo y motivacional. Esta sección está
particularmente centrada en mis interpretaciones: ningún entrevistado me ha
hecho tal análisis, y al hablar de sus acciones en términos performativos o
rituales, no quiero disminuir su seriedad. Al contrario, estos aspectos podrían
hacer que llegue su mensaje y que se involucren los participantes de una forma
más eficaz (op.cit.).Empezaré con una descripción de una de las ‘travesuras’, que
tiene una forma parecida a otras, antes de presentar dos análisis de la acción.
‘Travesura’ en el Institut Catalá de la Salut, Barcelona, 13/05/2013
Cuando llegué a Plaça Universitat ya estaban cruzando la Gran Vía un
grupo de unas 50 personas de entre los 50 y los 80 años de edad, vestidos
en ropa casual: parecían un grupo de personas mayores corrientes, aunque
se les acercaba un coche de la policía. Íbamos charlando, tranquilos; al
llegar a la esquina con Carrer Balmes, los de la coordinadora dijeron de
poner los chalecos; se sacaron las prendas amarillas fluorescentes y el
grupo de iaios y iaias se transformó en iaioflautas, sonando pitos y
gritando consignas. Mientras nos acercábamos al Institut Catalá de la
Salut (ICA) los guardas cerraron las puertas, pero el grupo de iaioflautas
negociadores habían entrado más temprano, disimulando ser miembros del
público, y ya estaban dentro buscando hablar con los directores sobre sus
reclamaciones. Los de fuera se pusieron en grupo mirando a la calle,
gritando y pitando con mucha energía, motivados por una señora con
megáfono, todos coreando “educació i sanitat, pública i de qualitat” y
otros canticos conocidos, los que sostenían la pancarta en primera fila,
motivando a los coches a pitary alguno agitando su bastón. Cuando no
coreaban, algunos charlaban, y después de un rato, unos cinco
descansaban sentados en las escaleras del edificio. Una mujer se apoyaba
contra la pared: me dijo que no podía con el ruido de los pitos. Unos
cuatro de la coordinadora iban por el grupo, organizando cosas; uno
parecía estar grabando la acción desde su móvil. Notaba que algunos
43
cuantos tenían lemas escritos en rotulador o chapas de 15-M y pegatinas
que personalizaban sus chalecos. Después de unos 40 minutos, salió el
grupo negociador; uno dio un salto y levantó el brazo al aire al bajar las
escaleras y el grupo les recibió con gritos y pitos. Dieron discursos breves
desde las escaleras en que explicaron que los directores les habían
recibido de forma paternalista, y por tanto se habían levantado e ido (más
aplausos), pero la acción había sido un éxito, ya que habían mostrado sus
reclamaciones al público. Justo después, hubo un momento de
confrontación con un señor que se acercó al grupo, insultándoles; una de
la coordinadora les mantuvo separados a los que querían responderle y les
animaba a que todos empezasen a manifestarse hacia Plaça Catalunya, lo
que empezaron a hacer, cortando el tráfico sin vacilar.
4.3.1 Simbología y performance en la protesta
Tomás contó en una entrevista que la directora de Bankia bajaba las
persianas de su oficina cuando entraban a entregarla el manifiesto de una
travesurayTomás le dijo “mira, lo que es importante no eres ni tú, ni yo, lo que es
importante es que la prensa esté captando este momento”. Explicó al periodista
que los iaioflautas saben que muchos manifiestos acaban en la papelera, pero que
la función principal de sus acciones es de llegar a un público: la gente que les ve
a través de las cámaras de televisión y de los teléfonos móviles. Sus ocupaciones
son reales en el sentido de que, por ejemplo, los iaioflautas que vi entrar en la
Ciutat de la Justicia plantearon su presencia física en un espacio normalmente
cerrado al público, en que expresar oposición a las políticas institucionales
resultó en una respuesta física real desde los guardas. Esta ocupación de un
espacio privado es un acto político en sí, por un momento transformándolo en
público (Castells 2012:28; Delgado 2003:287-8). No obstante, sus ocupaciones
son fundamentalmente simbólicas, de instituciones escogidas por unas
infracciones morales que el colectivo quiere visibilizar (op.cit.).
44
Además de la función práctica de hacerse ver en las acciones, también se
puede atribuir funciones simbólicas a los chalecos (véase Figura 2, p.45). El
chaleco amarillo fluorescente evoca un aviso, quizás de una situación de
emergencia social, y visibiliza a personas cuya edad les puede hacer invisibles;39
también es una prenda de trabajos manuales asociados con la clase obrera: como
me dijo Rafael, “me pongo mi chaleco y me siento más cómodo, es como si me
pusiera el mono del trabajo, porque es igual”. A mi parecer, es esta función
transformadora que hizo que se popularizaran cuando una iaiaflauta llegó a una
acción con su chaleco improvisado. Ponerlo supone identificarse como miembro
del grupo y asumir el papel de iaioflauta, en que se puede actuar de una forma
muy diferente a la permitida en la vida cotidiana. Iris me explicó que:
“yo cuando me pongo el chaleco me transformo, ¡de verdad me pasa! Me
pongo el chaleco, sabes, como Superman, cuando se ponía [riéndose]…
¡yo me pongo el chaleco y ya me meto en todas partes y no me da miedo
nada!”
Que el colectivo sea consciente de esta connotación graciosa es evidente en que
los personajes centrales del cómic que venden para promocionarse son abuelos
superhéroes, sus chalecos abiertos revelando un “99%” en triángulo (véase
Figura 3, p.45).
El impacto visual de las personas mayores en sus chalecos hacen de las
travesuras un espectáculo que, de forma parecida al que vio Taylor (1998) en las
procesiones de las Madres de la Plaza de Mayo, ayuda a atraer la atención del
público y hacerles testigos de las infracciones morales atribuidas a las
instituciones. De la misma manera que Delgado (2003:328-39)describió las
acciones del movimiento anti-globalización en contra de las sedes de
instituciones supranacionales como un esfuerzo por limpiar Barcelona de una
presencia malvada, se puede leer las ‘travesuras’como invasiones simbólicas de
39 Ginn y Arber 1993:60; Shield y Aronson 2003:190-2.
45
los fuentes percibidos de los males socio-políticos actuales. Un grupo de
iaioflautas penetran el sitio hostil, a veces a través de un enfrentamiento con los
agentes de seguridad, consiguen un encuentro con los representantes del poder, y
salen entre aplausos y algún gesto de victoria. Además, pueden motivar a otros
activistas al demostrarles que es posible invadir tales espacios prohibidos. La
incursión más dramática que han hecho fue la ocupación de la Bolsa de
Barcelona por unos 100 iaioflautas: una acción que impresionó a otros colectivos
de Barcelona, además de los entrevistados, la mitad de los cuales mencionaron el
impacto de esta ‘travesura’; Martín refirió el efecto motivador que tenía esa
ocupación sobre el imaginario de la comunidad activista. Me contó que los
iaioflautas que hacían de mediadores entre la policía y los participantes de “una
manifestación muy gorda” les dijeron a los que se acercaban a los Mossos que
guardaban la Bolsa “déjalo, que ya os enteraréisque ocupamos esto, aquí vamos a
entrar” y como conseguirlo cambió la percepción de los activistas, que ahora ven
el edificio imponente y lo ven posible de penetrar.
Es posible que el toque de buen humor, la atención a la estética y al drama
en los iaioflautas esté influido por la protesta teatral que empezó con los
Situacionistasdel mayo del 68 y llegó a ser ubicua en el movimiento anti-
globalización,40 cuya influencia se ha podido ver en el movimiento 15-M, por
ejemplo en los performance de los “Reflectantes” que luchaban “contra el Mal”
con sus utilerías brillantes en las manifestaciones.41 Postularé en el siguiente
apartado que esta influencia también se ve en los elementos festivos de la acción
de los iaioflautas, que ayuden a que su protesta tenga un aspecto de rito
conmovedor.
40 Cohen-Cruz 1998; Delgado 2003; Graeber 2009; Lai 2010; O’ Neill 2004. 41 http://reflectantes.wordpress.com/
46
Figura 2: El chaleco Figura 3: Los iaios superhéroes del cómic
4.3.2 Elementos del rito en la protesta
Varios entrevistados se refirieron a la emoción con que experimentaron
los días de ocupación de Plaça Catalunya del 15-M en 2011, y cómo les había
inspirado a volver a actuar. David y Albert hablaron de cuánto les ilusionó
compartir esa experiencia con los jóvenes durante un acontecimiento que Albert
calificó de “una especie de explosión, y aquello impensable que se sale”. Ellos,
además de Cristina, Martín y Rafael dijeron que fue el encuentro emocionante
con antiguos compañeros de lucha allí que les impulsó a volver a actuar juntos;
igual que Javier, que atribuyó al 15-M su impulsó a “hacer algo más”. De allí, la
afirmación repetida en el discurso del grupo de que son “los hijos del 15-M”.
Varios autores han escrito sobre los efectos afectivos, inspiradores y
transformacionales de la participación en la protesta: tanto entre los que sentían
“a warm harmony” y veían “a sea of hope” en las tiendas de Occupy Wall Street
(Taussig 2012), como en los “freedom highs” que experimentaban los
estudiantes cuya involucración en el proyecto “Freedom Summer” del
movimiento de derechos civiles estadounidense transformó sus vidas(McAdam
1986).Algunos autores han atribuido estos efectos a los aspectos rituales que
entran en la acción colectiva: comparan los momentos de emoción e
identificación que participantes experimentan cuando actúan, gritan y cantan
47
juntos, con el estado liminal de ritos de paso descritos por Turner (1995:94-
130).42 Los novatos de tales ritos tienen que superar pruebas juntos, muchas
veces acompañados por el canto y la danza, y pueden experimentar un estado de
comunitas en que se interactúan de maneras más directas e igualitarias (op.cit.;
Segalen 2005:40-9). Otros autores han referido al ambiente emocional e intenso
de alguna acción colectiva como una especie de “efervescencia colectiva”
(Durkheim 2007:202-6).43
Aunque sería una exageración atribuir una comunitas o efervescencia
colectivade tal intensidad a la protesta de los iaioflautas, sí que es posible
percibir un grado de emoción e identificación colectiva algo más alto que lo
habitual. Al ponerse sus chalecos entran a un contexto de activismo en que los
comportamientos normativos cambian, de forma parecida a la entrada al rito de
los novatos de Turner (1995). Iris y Rafael afirmaron que experimentaban un
cambio de ánimos al ponerse el chaleco (véase p. 43), y la mayoría empieza a
gritar, a corear canticos y a hacer gestos de indignación, pero también de alegría.
Se ve que muchos disfrutan el acto de expresar sus ideales y emociones juntos,
particularmente en los ambientes muchas veces festivos de las manifestaciones:
en un momento de la huelga general del 14/11/2012 muchos iaioflautas formaron
un círculo y empezaron a bailar en pareja a la música rebelde que sonaba de su
camioneta. En dos manifestaciones más recientes Julia ha liderado una serie de
sus versiones de canciones de protesta clásicas y “marchosas”, la gente alrededor
cantando con emoción visible. Graeber (2009:381) ha argumentado que parte
íntegra de lo ‘nuevo’ de formas de protesta festivas es que se considera este
elemento de placer, la función ritual, tan importante como el mensaje político: de
hecho, afirma que la alegría que se vive en la protesta es parte importante del
mensaje, una demonstración de otra forma de vivir (cf. Jasper 1998:189-91).
Aunque no creo que la mayoría de los entrevistados expresarían esta perspectiva,
dado lo mucho que insisten en la centralidad de lograr objetivos sociales
42 Auyeri 2002: 173-5; Delgado 2003: 323-5; Graeber 2009: 361, 381-2; Jasper 1998: 183-209;
Lai 2010: 508; Santino 1999: 525; Taussig 2012: 84. 43 Crossley 2002: 23-7; Graeber 2009: 485,532; Jasper 1998: 192.
48
sustantivos, muchos me han narrado sus historias del activismo a través de sus
experiencias de acción colectiva, cuyo efecto motivador es aparente.
Otro cambio de ánimo a que aludió Iris era su pérdida de miedo mientras
llevaba su chaleco; otros participantes han dicho que temen menos a la policía
por ser mayor, pero es posible que esté relacionado también con estar juntos en el
estado de excepción de la protesta. Igual que en los ritos de paso Turnerianos, el
grupo de iaioflautas que entra dentro de la institución pasa por varios obstáculos:
de entrar desapercibidos al edificio y de conseguir una reunión con los directivos,
siempre con una posibilidad de enfrentamientos con los guardas. Aunque en
realidad pocas veces están en peligro real, la experiencia de superar estos retos es
comparable a la de los novicios cuya experiencia de pasar por pruebas duras les
hace salir transformados de los ritos de paso (Turner 1995). Ningún iaioflauta
profesó haber experimentado una transformación igual que el participante de
Occupy Wall Street que afirmó haber muerto y nacido de nuevo en la acampada
(Taussig 2012: 84), pero Iris afirmó que, a pesar de nunca haber estado
involucrada con un colectivo político antes, ya estaba ansiosa de jubilarse para
“dedicarme a los iaioflautas, que me apasiona”. Como una persona menos
experienciada en la protesta, es posible que la experiencia de participar en las
travesuras haya tenido un impacto importante, particularmente cuando ha sido
parte del grupo que entra al edificio. Aunque probablemente no tuviera el mismo
impacto para Martín, un activista veterano, él explicitó que una función
importante de la acción del colectivo era mostrar que “nuestro miedo es su
fuerza” y posibilitar actos aparentemente temibles para los demás.
Varios autores que exploran lo ritual en la protesta destacan cómo esta
experiencia de superar retos y compartir emociones puede fomentar una
identidad colectiva,44 lo que luego consolida la pérdida de miedo (Castells
2012:27). La producción de identidad colectiva es visible desde que los
iaioflautas visten los chalecos que les dan la homogeneidad estética observada en
los iniciados por Turner (1995; cf. Segalen 2005:52-4), también se ve que entre
44 Delgado 2003:123; Jasper 1998: 183-209; Lai 2010: 508; McAdam 1986; Taussig 2012: 61.
49
algunos hay más gestos de compañerismo en los momentos de protesta. Por otro
lado, cuando conocí a Diana en su primera travesura todavía no tenía un chaleco,
así que llevaba su mochila amarilla por delante como sustituto, pero todavía me
resaltaba su apariencia visual diferente y me fijaba que se posicionaba un poco
apartada de los demás en algunos momentos, aunque esto puede tener que ver
con no conocerlos bien. La mayoría del grupo suele hacer una formación bastante
unida; en dos manifestaciones he visto que se han posicionado juntos cuando
otros colectivos pasaban, lo que ha producido momentos de aprecio mutuos que
parecían reforzar la identidad colectiva. Me impresionó particularmente cuando
llegamos al final de la manifestación del 12/05/2013, los iaioflautas se pusieron
en tres filas a un lado: simultáneamente los manifestantes que pasaban a su lado
y los iaioflautas empezaron a aplaudirse, a pitar y a agitar brazos y bastones;
percibí bastante emoción colectiva y un sentido de orgullo por pertenecerse a los
colectivos discretos además de al movimiento más amplio. Otro ejemplo de
prácticas en la acción que refuerzan este sentido de unión han sido los momentos
de defensa colectiva frente a las amenazas: cuando el señor les insultaba fuera del
Institut Catalá de Salut, o cuando todos se sentaron en el suelo y se negaron a
identificarse a la policía fuera de la Bolsa, antes de defender a la señora que
intentaron detener.
Durante los 70 y los 80 hubo un rechazo entre los teóricos de movimientos
sociales a hablar de la irracionalidad percibida en conceptos como la
efervescencia colectiva o la comunitas: autores como McCarthy y Zald (1977)
afirmaron que las personas se movilizaban sólo por motivaciones instrumentales.
Desde entonces se ha demostrado que los activistas no son actores racionales
bidimensionales sino agentes con motivaciones complejas en que las emociones
juegan un papel importante45 y se ha revisitado la función de la protesta como un
momento excepcional y socialmente productivo. Jasper ha afirmado que estos
momentos no solo pueden “reinforc[e] moral and cognitive beliefs through
heightened emotions […] keeping movements alive and well” sino que también
45 Castells 2012:13; Goodwin et al 2000; Jasper 1998:103-29; Trnka 2012.
50
fomentan la creatividad y la apreciación de significados simbólicos importantes
que no tienden a salir tanto en el discurso rutinario (1998:184). Esta observación
es paralela a la de Turner, que afirmó que la comunitas es “generative of symbols
and metaphors and comparisons; art and religion are their products rather than
legal and political structures” (1995:127-8). De esta forma, si los iaioflautas
redactan sus reclamaciones políticas en el mundo cotidiano, la protesta es el
espacio en que las ideas políticas se nutren de las emociones, la moralidad y la
simbología colectiva de una manera quizás inefable (Jasper 1998:184). Martín y
Julia describieron algo parecido en sus reflexiones sobre el 15-M, el evento de
protesta más masivo e impactante de los últimos años. Martín dijo que el 15-M
funcionaba de “imaginario colectivo” para los activistas: un espacio mental que
les proveía de ideas, inspiración y un sentimiento de unión; mientras que Julia lo
describió como un “espíritu” que compartían.
Quizás es posible demostrar algo de este trabajo significativo y emotivo
que hace la protesta en el momento en que Julia estaba liderando el canto de
“L’estaca” de Lluís Llach en la manifestación del 12/05/2013. Esta canción se
canta en muchas acciones en Barcelona y varios manifestantes me han explicado
lo evocadora que es de la resistencia catalana hacia Franco; en cualquier
manifestación cuando se canta “Segur que tomba, tomba, tomba” la emoción es
tangible. En esta ocasión percibí aún más ilusión, quizás debido a la centralidad
de personas que habían vivido la lucha para derribar ‘la estaca’ del franquismo;
en ese momento los iaioflautas me parecían una evocación real de la memoria
histórica, visibilizada por sus chalecos y sus voces. Insisto que es una
interpretación personal, pero son tales lecturas subjetivas y afectivas que el
ambiente de protesta puede ayudar a crear. No obstante, concuerdo con Jasper
(1998:112-4) en que es importante evitar sugerir que lo racional no es propio de
la acción colectiva: al afirmar que hay momentos de efervescencia y comunitas
no quiero decir que los iaioflautas no realicen sus acciones a través del
pensamiento y la estrategia lógicos. A mi parecer, la separación que hizo Turner
entre la comunitas y el mundo estructurado del pensamiento político racional es
demasiado exagerada para aplicar a la protesta política en este contexto. Sin
51
embargo, considerar la protesta en su función ritual nos obliga a enfrentar a la
afirmación de Turner de que la comunitas, como estado liminal, es solo una
inversión temporal del orden social, y tiene una función conservadora de válvula
de escape que asegura que la energía intensa de un pueblo no amenace la
estructura social establecida (1995:129).46 Es una cuestión importante que
preocupa tanto a autores que exploran por qué los auges de acción colectiva
suelen ser seguidos por periodos más tranquilos (Tarrow 1998), como a los
iaioflautas que debaten sobre las posibles maneras de llegar a realizar cambios
sociales reales. Si las formas de interacción más intensas que veían los
interaccionistas simbólicos en momentos de efervescencia colectiva pueden ser
sostenibles y, como sugiere Crossley (2002:23-7), generativos de transformación
social, es una cuestión que necesita más investigación y sobre la que los
participantes de los iaioflautas seguirán debatiendo.
5. DISCUSIONES
Al declararse “no-ideológicos” y adoptar la nueva oposición entre las
posibilidades del 99% con el 1%, los iaioflautas no solo evocan el espíritu y el
lenguaje del 15-M y Occupy, sino que se nutren de una tradiciónde colectivos
46 Cf. Balandier 1994:85, en Mateo Dieste 2012:18; Delgado 2003: 273-5.
52
políticos que desconfiaban de las “grandes narrativas”(Lyotard 1979) de los
comunistas, socialistas y otros sistemas ideológicos monolíticos, que tiene una
raíz en los “nuevos movimientos sociales (NSMs)” de los 1970 (Laclau y Mouffe
1985; Touraine 1988). El rechazo a la ‘ideología’ parece haber significado,
incluyendo los iaioflautas hasta recientemente, el negarse a establecer un
programa política fijo: en el 15-M y Occupy, se acordaban objetivos en
momentos de consenso de las asambleas, pero inicialmente no los llegaban a
hacer permanentes a través de documentos escritos (Castells 2012, Graeber
2013). Los iaioflautas, de forma parecida, se declaraban un grupo de acción más
de palabras y, a pesar de lanzar la racionalidad de cada acción en su blog, su
ideología global estaba igualmente “embedded in its practice” (Graeber 2009:
10-11). Así, de acuerdo con Martín, las personas podían escoger participar en
algunas acciones sin tener que adherirse al programa entero. Más que nada, no
tener ideología ha significado eliminar de su discurso público las categorías
“clásicas” de los partidos políticos, el comunismo, el socialismo y las otras
establecidas que quizás representan la idea popular del significado del concepto:
con el objetivo de evitar asociarse con el bagaje de decepciones que conllevan
para muchos en la sociedad actual. De esta forma, la “no-ideología” significaba
la mutabilidad y la no-globalidad, además de una sustitución de antiguas palabras
que han llegado a “cansarse y a enfermarse” (Cortázar 1981), con el objetivo de
llegar a un público más amplio y diverso: el 99%.
Esta posicionamiento no significa que los movimientos asamblearios de
2011 y los iaioflautas sean relativistas postmodernos: han seguido la tendencia al
centralizar el cuestionamiento del capitalismo neoliberal,47 y he demostrado que
los iaioflautas tienen una serie de ideas y objetivos socio-políticos coherentes: la
otra definición de ideología a que he referido en este trabajo. Algunos iaioflautas
han sugerido que su crítica ha sido más politizada que la de algunos otros
colectivos del 15-M, lo que puede tener que ver con la percibida admisión de más
expresiones individuales de esas ideologías “clásicas”, incluyendo referencias a
47 Calhoun 2013; Castells 2012:136-40; Graeber 2013:97-107; Nugent 2012; Razsa y Kurnik
2012.
53
‘la clase trabajadora’ u ‘obrera’; en contraste con dominancia de términos como
“consenso, “no-jefes”, y “no-identificación” en el 15-M (Serrano 2011, en
Castells 2012:130-1). El rechazo de la expresión de adherencias a partidos o
sindicatos en el 15-M que algunos describieron podría señalar que en ese
contexto la afiliación con estas políticas institucionalizadas había pasado casi
totalmente a la esfera privada, igual que la religión.
Esta división entre lo que puede entrar en el discurso público y la
expresión individual también estaba en negociación en los iaioflautas: había
ocasiones en que se rechazaron debates sobre los sindicatos en la asamblea, pero
entraban referencias a la clase trabajadora y algunos términos más propias de las
ideologías “clásicas”, quizás debido a la influencia mayoritaria del comunismo a
nivel individual que algunos percibían. El grupo ha descrito este balance entre lo
“nuevo” y lo “clásico” en sus acciones como una de sus ventajas. Se ve una
conversación parecida entre prácticas aprendidas en el pasado con los recientes
esfuerzos a horizontalizar su forma de organización, invitando a la asamblea a
participar en comisiones estratégicas. Al otro lado, su declaración de las seis
pautas y su apertura de un proceso de establecer un documento de principios
pactados podría señalizar un alejamiento del modelo de ideología fluida descrito
arriba. Estos cambios sugieren que existe un proceso de negociación entre las
ideas y tácticas aprendidas a través de sus vidas y las que aprenden de “los
jóvenes” asociados con el 15-M.
Es necesaria más investigación para confirmar el grado de intercambio
intergeneracional que existe, pero este trabajo sugiere que hay más aprendizaje
entre los iaioflautas y colectivos más jóvenes de lo que predecía el concepto de
“generaciones políticas”, cuyas perspectivas políticas difieren radicalmente a las
de otras generaciones.48 Por un lado, varios iaioflautas describieron diferencias
de perspectiva con “los jóvenes” del 15-M como el grado de pacifismo, las
formas de organización o la tolerancia por afiliaciones con los sindicatos y
partidos. Tessler et al. (2004) han sugerido que ciertos eventos históricos marcan
48 Mannheim 1952; Schittker et al 2003; Tessler et al 2004; Whitter 1997.
54
la perspectiva de cohortes de edad más que otros, y parece verdad que la
experiencia compartida de la lucha contra el franquismo funciona como un
referente importante para los que han “vuelto a luchar” y una justificación para
actuar en una “asociación de edad” (Paulme op.cit.). Por otro lado, su integración
del lenguaje “nuevo”, de la posición “no-ideológica” del 15-M, de las redes
sociales, y de aspectos de la protesta contemporánea más performativa y festiva,
indica que existe más intercambio y socialización entre generaciones políticas de
lo que sugería Mannheim (1952) y Whittier (1997). Si se puede interpretar la
iniciativa de fijar sus principios básicos como una vuelta a un modelo más propio
de su generación política es algo que sólo se puede confirmar con más
investigación.
A otro nivel, la adopción de aspectos considerados característicos de los
jóvenescuestiona las formas de ser aceptadas para personas mayores. La
expresión de indignación, placer y esperanza que han hecho a través de la
experiencia a veces ritual de la protesta, ha supuesto un reto a tópicos culturales
sobre el anciano sabio, tranquilo y no-emocional (Woodward 2002), cosificados
en la teoría de desvinculación de Cumming y Henry (op.cit.). Otra interpretación
que es que los iaioflautas que parecen cómodos coreando canticos y agitando sus
brazos refutan la categoría de mayor y mantienen su “yo sin edad” (Kaufman
op.cit.). No obstante, la frecuencia con que han utilizado las categorías de
“mayor” y “joven” indica que no las rechazan totalmente. Me parece que existe
más énfasis en el aprendizaje intergeneracional.
Las actitudes y actividades de los iaioflautas también desafían la
construcción de las personas mayores como un problema social con necesidad de
asistencia, atribuida a la industria médica geriátrica por Estes (op.cit.). Se ha
relacionado estas concepciones negativas con el desplazo de la producción fuera
de la familia en sociedades industriales y la pérdida de estatus que conlleva para
los jubilados no productivos.49 Los jubilados de un estudio estadounidense
reciente todavía veían la jubilación como un periodo incierto: de posibles
49 Cowgill & Holmes 1972, en Shield & Aronson 2003: 179.
55
libertades y debilidades, oportunidades y pérdidas (Savishinsky 2000, en Shield y
Aronson 2003:180-1). En este contexto se podría interpretar la actividad de los
iaioflautas como un esfuerzo por establecer una “asociación de edad” (Paulme
1971, op.cit.) para personas que quieren mantenerse políticamente activas
después de la jubilación, o para aquellos sin pasado activista, con el fin de
adoptar un papel nuevo. Varios participantes han aludido al deseo de movilizar a
más gente mayor; Castells (2012:14) ha afirmado que la indignación, alegría,
esperanza y pérdida de miedo son los sentimientos más necesarios para realizar
tal meta, todos los cuales he demostrado que se puede ver en la protesta y el
discurso del colectivo. En caso de que el éxito de iaioflautas continúe,
involucrarse en el activismo político con un grupo de iguales podría ser una
opción para más personas a la hora de jubilarse. En tales casos la participación en
la primera ‘travesura’ con el chaleco puesto podría funcionar como una especie
de rito de paso, no sólo para marcar la entrada al grupo sino a una fase de edad
distinta. El estudio de Savishinsky (op.cit.) sugirió que los ritos que marcaban la
salida del trabajo ayudaban a los jubilados a asimilar su nuevo estatus; de una
forma parecida, la participación en una primera ‘travesura’ podría facilitar el
paso a la jubilación y proveer un sentido de solidaridad con un grupo
intermediario entre el estado y el individuo: una función que podría ser
importante, dado el cambio en las relaciones intrafamiliares (Segalen 2005:
72-3).
Este esfuerzo por normalizar el activismo político para los mayores
también está enlazado con el intercambio intergeneracional. La idea de dejar un
legado para las siguientes generaciones parece una motivación importante en el
colectivo: varios mencionaron el deseo de dejar un mundo mejor para sus hijos y
nietos. La posibilidad de los mayores de la casa familiar de donar bienes a la
siguiente generación a través de la herencia les ha asegurado ser mantenidos por
sus hijos en sociedades rurales (Kennedy 1991). Aunque el sistema de bienestar
ha desplazado el deber de mantenimiento material en sociedades industriales,
todavía existe una expectación de liquidar la deuda de cuidado afectivo adquirido
durante la niñez (Haicault 2003). Puede parecer que lo que buscan los iaioflautas
56
sea contribuir con un “don puro” para sus hijos (Befu 1977:257), igual que la
limosna, o lo que las enfermeras en hospicios escogen ofrecer por encima del
mínimo exigido por la economía del cuidado mercantilizada (Russ 2005). Sin
embargo, a mi parecer los iaioflautas ofrecen su lucha con un sentido de deber
social quebusca un retorno. Al decir “somos la vergüenza del 15-M”, Simón
aludió a una percepción de que los mayores no deberían tener que actuar, y que
implicaría una respuesta de otras generaciones: si actuamos, vosotros tenéis que
actuar; o, si nosotros aseguramos un mundo mejor, vosotros también lo tenéis
que asegurar para vuestros hijos. Mi percepción es que la llamada que hacen los
iaioflautas a los jóvenes es así un intento de fortalecer las relaciones de
reciprocidad en nuestra sociedad, que Mauss (2011: 63-81) y Polanyi (2002 en
Hart y Ortiz 2008) vieron amenazadas por un sistema mercantil capitalista que
desvincula la obligación de recompensar del acto de recibir, sea un don material
o social (Hart y Ortiz 2008). Además de ofrecer logros sociales a coste de la
implicación de los jóvenes, también les ofrecen un intercambio pedagógico. Los
iaioflautas dan un ejemplo de cómo mantenerse políticamente activo y rebelde a
la siguiente generación de activistas, y esperan que esto les inspire a seguir un
camino parecido: esta idea está ilustrada en su sitio web en una viñeta que
muestra la aspiración de un niño por ser iaioflauta, y también contrasta los
iaioflautas vivaces y activos con la imagen estereotipada de una señora mayor
doblada y pintada de gris (véase Figura 4, p.56).
Figura 4: Viñeta de un niño que quiere ser iaioflauta cuando sea mayor50
50 http://www.vilaweb.cat/noticia/4051410/20121030/1er-aniversari-iaiflautes.html, publicada
en www.iaioflautas.org, entrada 03/12/2012.
57
Sin embargo, mi impresión es que no pretenden tanto restablecer la autoridad del
conocimiento de los ancianos que existe en muchas sociedades no
industrializadas (San Román 1990), sino que buscan un intercambio de
conocimiento más igualitario entre generaciones de activistas: parecen tener
orgullo de que “tenemos la idea de estar aprendiendo de los jóvenes”, y de que
los iaioflautas participen de forma activa en el 15-M, igual que algunos jóvenes
participan en sus acciones.Que hayan adoptado algunas características de los
nuevos movimientos sociales pueden facilitar este intercambio de conocimiento.
Aparte de vehicular un acercamiento entre diferentes generaciones de activistas,
el esfuerzo por mantener la norma de ideología fluida y plural a nivel colectivo
podría ayudar a que la siguiente generación aprenda de ellos. Aunque el nuevo
proyecto de establecer un documento de principios más permanentes podría
cambiar esta dinámica, hasta ahora su insistencia por no fijar un ideario, puede
ofrecer una solución a la problemática de cómo transmitir ideas rebeldes entre
generaciones si hay algo de verdad en la afirmación de que cada “unidad
generacional” rebelde tiende a querer actuar de forma diferente a sus
antecesores.51 Al insistir en la flexibilidad de su ideología, me parece que lo que
pretenden transmitir es más una actitud crítica y activa por delante de las
injusticias sociales, que cualquier programa específico cuyo relevancia podría
disminuir en un contexto futuro. Igual que ellos han aprendido del “espíritu” del
15-M, lo que ofrecen es el espíritu de seguir luchando hasta el final; de ser como
los que, en palabras de Albert:
51 Whittier 1997; Tessler et al 2004.
58
“tienen 80 años, 85, 86, y esta gente, la idea, es decir, todo lo que
teníamos, vamos a aprovechar los últimos años de la vida para seguir
luchando.”
Aunque no intenten transmitir un programa político, sí que hay un deseo
aparente de motivar a los jóvenes a descubrir y mantener la memoria histórica.
Esta intención está escrita en sus chalecos y está presente en el discurso de
muchos de los participantes con que hablé, que lamentaban cómo la sociedad
estaba regresando a una situación que habían esperado no volver a ver, y que
referían la vergüenza del olvido social de los crímenes del franquismo que, de
acuerdo con Morán, ha sido “el precio de la transición” (1991,en Rovira i
Martínez 2005:548). La publicación de varios biografías suyas en el libro que
lanzarán en octubre de 2013, además de las memorias escritas de Rafael y Julia
demuestran su preocupación por transmitir sus experiencias de esa época
traumática. Estos proyectos demuestran un esfuerzo para hacer oír las historias
de las personas “corrientes”, en palabras de Ronald Fraser (2007), quien publicó
las experiencias de la Guerra Civil de tal gente, que “hace la Historia y la sufre,
pero que no aparece en los libros de historia”.52 El hecho de que sean memorias
de la historia hace que la omisión y parcialidad sea una parte íntegra de estas
biografías pero también les da “una verdad reveladora de sentido” y pueden
hacer surgir detalles de más interés a los lectores que las cifras o fechas (Candau
2006:59). Al poner a la luz diferentes perspectivas sobre la resistencia al
franquismo, el acto de compartir las biografías de los iaioflautas ayuda a resistir
que una narrativa hegemónica sea impuesta desde un punto de vista ideológico
hostil, como Rovira i Martinez afirma que se ha hecho con la transición española
(op.cit.). Si estas narrativas representan la memoria en forma de “firsthand
recollections”, también su protesta tiene una función de transmitir la memoria
histórica en forma de “cultural representations, experiences, emotions, values,
52 Entrevista con Ronald Fraser: “Mi libro trata de restituir la historia al pueblo español”,
http://elpais.com/diario/1979/04/18/sociedad/293234412_850215.html
59
attitudes” (Berliner 2005:577). La memoria histórica transmitida en las
manifestaciones hace más evidente que este aspecto del legado de los iaioflautas
también es un intercambio intergeneracional, en que los manifestantes jóvenes
pueden “inherit and actively negotiate” sus historias colectivas (op.cit.). Las
canciones que recitan los iaioflautas, con su música evocadora de luchas pasadas
y las letras que elogian el activismo presente, invitan a otras generaciones a
interpretar y sentir su historia, igual que los jóvenes Bulongic de Guinea-
Conakry descifran información sobre sus pasados pre-islámicos mediante los
rituales practicadas por las mujeres (op.cit.).
A mi parecer estos son esfuerzos por democratizar la memoria histórica y
el capital cultural que conlleva, que vuelven al objetivo de inspirar a las
siguientes generaciones a luchar para que la historia no se repita, y así intentar
conseguir que la concentración de capitales en manos del “1%” de las élites
financieras y políticas no consiga reproducir un nivel de desigualdad social que
ya han vivido (Bourdieu 1996).El riesgo de que la protesta y acción colectiva tan
prometedoras de cambio social sirvan para la unificación de activistas pero que
no cumplan este objetivo final (Balandier op.cit.), es una preocupación de la que
el colectivo es muy consciente. Frente a esta posibilidad ofrecen una respuesta
pragmática: Martín asegura que la clave no es buscar revolución sino escoger
objetivos conseguibles, siempre atentos a que no lleguen a consolidar la situación
actual o hacerla retroceder. También ofrecen una respuesta alentadora, a través
de la persistencia y un activismo adaptativo y emotivo, resultado del aprendizaje
mutuo entre las generaciones, consciente de la historia y de aspectos de las
ideologías “clásicas” que bien les servían. En palabras de David: “lo superaremos
[…] A lo mejor no lo vemos nosotros, porque ya tenemos una edad, pero
pasará.”
6. CONCLUSIONES
60
Los iaioflautas han demostrado que forman una parte activa de la
comunidad de nuevos movimientos sociales “post-ideológicos” al asumir el
paradigma de pluralidad ideológica en un esfuerzo para llegar a un público más
amplio. He sugerido que su declaración de no tener ideología ha significado,
hasta ahora, la falta de un programa fijo y la eliminación de referencias a los
partidos, sindicatos e ideologías institucionalizadas de su discurso público:
palabras “clásicas” cuyas connotaciones negativas para la generación del 15-M
han resultado en su sustitución por las “nuevas” del 99%/1%. También he
propuesto que para los iaioflautas, la “no ideología” no ha significado no tener
una serie de ideas y objetivos coherentes, sino que al principio estaban
inmanentes enel conjunto de su praxis y su discurso: lo que coincidía con su
declaración de que es un colectivo más de acción que de palabras. Más
recientemente, que hayan comunicado las seis pautas y empezado un proceso
para establecer un documento de principios sugiere que el colectivo podría estar
cambiando hacía una posición ideológica más explícita y fija. La historia
compartida de los iaioflautas dice que empezaron a actuar juntos para combinar
su técnica del secretismo aprendido durante la clandestinidad con las
herramientas tecnológicas de los nuevos movimientos. Hay señales que, además
de esto, una percibida tolerancia más alta que el 15-M por la expresión de
afinidad personal con sindicatos e ideologías “clásicas” y una preferencia por
“más organización” también influyeron en su decisión. En interacción con otros
grupos, el colectivo ha desarrollado un equilibrio entre los “nuevos” elementos
de pluralidad ideológica, lenguaje y simbología, formas de protesta más teatrales
y festivas, esfuerzos por horizontalizar su organización con los más “clásicos” de
identificación con sindicatos, discursos sobre Chávez y sus tácticas todavía
distintas de organización. He propuesto que este es un equilibrio en que están
trabajando, mediante una negociación sobre qué elementos de su ideología
personal pueden entrar en el espacio público y cuáles pertenecen a la esfera
privada.
61
A través de esta incorporación de elementos del activismo ”nuevo” y
mediante su protesta indignada, ilusionada y festiva, también desafían las
maneras en que concebimos la edad. Ofrecen una imagen positiva del ser mayor,
alternativa al anciano sabio y tranquilo; y suponen un reto a las concepciones
persistentes de la vejez como un proceso de desvinculación de la sociedad que tal
imagen presuponía. Su actividad no solo puede cuestionar qué es ser mayor, sino
también hacernos preguntar sobre las categorías de edad en general: si sus usos
de redes sociales son integraciones de aspectos del mundo cultural de los
jóvenes, producto de un aprendizaje mutuo entre generaciones distintas, o si son
propios de un “yo sin edad”, que no tiene por qué estar menos conectado con el
mundo actual que los jóvenes. He sugerido que los iaioflautas parecen más
preocupados con el primer desafío: utilizan la dicotomía “mayor/joven” y a mi
parecer están enfocados en cambiar las posibilidades de ser mayor, a través de
abrir una “asociación de edad” para mayores políticamente activos. Participar en
el ambiente liminal de una ‘travesura’, con el chaleco puesto, podría funcionar
como un rito de paso para jubilados que les ayuda a asimilar una nueva fase de
vida y un nuevo papel de activista mayor. También los iaioflautas emplean a
veces concepciones más tópicas sobre los mayores: su declaración de ser “la
vergüenza del 15-M” aludió a la idea de estar socialmente fuera de lugar como
activistas, para implorar a los jóvenes salir a la calle.
Esta llamada a los jóvenes sugiere que su deseo de dejar “un mundo
mejor” para las siguientes generaciones no es un “don puro” (Befu 1977:257)
sino parte de la red de intercambios intergeneracionales que ya han establecido
entretejiendo lo “nuevo” y lo “clásico”. Al pedir el contradon de la acción
continua de las siguientes generaciones como retorno para la suya, he
argumentado que intentan restablecer las relaciones de reciprocidad social que
Mauss (2011) y Polanyi (2007) veían amenazadas por el sistema capitalista. Otro
intercambio que ofrecen es el de implicarse con la memoria histórica: su deseo de
evitar el olvido o la imposición de narrativas dominantes sobre el franquismo
está escrito en sus chalecos y evidente en su proyecto de publicar algunas
biografías. He sugerido que esto llega a ser un intercambio en los momentos de
62
su protesta que ofrecen a activistas jóvenes la posibilidad de interpretar y sentir la
memoria histórica de forma activa. Durante este trabajo he explorado ejemplos
de intercambio y apropiación intergeneracional y otros de diferenciación, que
cuestionan el modelo de “generaciones políticas” irreconciliables de Mannheim
(1952), todavía vigente en el análisis de acción política intergeneracional.53 Que
la experiencia de haber actuado en el franquismo marque de alguna forma a los
activistas veteranos parece probable: he demostrado las formas en que varios
iaioflautas se han diferenciado de algunas nuevas culturas activistas, y el hecho
de que el colectivo esté en proceso de fijar sus ideas y objetivos en un documento
se podría interpretar como una vuelta hacía un modelo ideológico más “clásico”.
Por otro lado, se han mostrado hábiles y entusiastas por muchos aspectos de lo
“nuevo”. Su ejemplo sugiere que el contexto histórico en que un grupo realizaba
sus primeras experiencias políticas puede tener cierta influencia sobre sus
preferencias; pero también indica que en su caso hay más interacción y
socialización intergeneracional de lo que sugiere el modelo de generaciones
políticas inconciliables. Sin embargo, ese modelo planteó la cuestión sobre
cómo se transmite la rebelión entre generaciones. Al aprender de los jóvenes y
adoptar, en parte, la nueva ideología fluida y plural, los iaioflautas podrían
ofrecer la posibilidad de superar este problema, transmitiendo su ejemplo de
cómo mantener una actitud crítica y activa durante la vida, en vez de intentar
imponer un programa fijo que tendería a perder relevancia. Ofrecer este modelo
de activismo intergeneracional y adaptativo que perdura durante la vida es quizás
la respuesta más prometedora que ofrecen los iaioflautas frente a las injusticias
contra las que siguen luchando.
Hay posibilidades interesantes para extender esta investigación. Este
estudio se ha centrado en la agencia de los sujetos: los retos que suponen sus
ideas y praxis; pero no ha sido posible abarcar el efecto de la clase social y el
género. Sería interesante examinar estos factores estructurales para poner la
investigación en un marco de habitus, más equilibrado entre los límites
53 Whittier 1997; Schnittker et al 2003; Tessler et al 2004.
63
estructurales y la agencia (Bourdieu 1977:72-3); y también sería importante
desarrollar una perspectiva del contrapoder que oponen los iaioflautas al poder
de las élites en contra de que luchan. Otra posibilidad prometedora sería hacer un
estudio comparativo de una asamblea local del 15-M para interrogar algunas de
las diferencias percibidas.
64
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