Ideario del Centro€¢ Madurez Afectiva: Visión positiva de sí mismo, capacidad de trabajo,...

Ideario del I.P. Cristo Rey de Valladolid

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Ideario del Centro

(Proyecto Educativo)

Vigente desde el 1 de Febrero de 2003


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1. PUNTOS DE PARTIDA 4

1.1. Tradición del Centro 4 1.1.1. Historia y Contexto del Centro 4 1.1.2. Identidad de los Centros de la Compañía de Jesús 4 1.1.3. Inspiración Cristiana e Ignaciana 5

1.1.3.1. Punto de Partida: Dios, Persona, Mundo 5 1.1.3.2. Clave de Interpretación de la Realidad y Guía para la Vida 5 1.1.3.3. Un Modo de Proceder 6

1.2. Modelo de persona / hombre que queremos 6 1.2.1. Concepto Humanista de Hombre 6 1.2.2. Madurez Global de la Persona 7

1.3. Patrimonio ético común 8

2. OBJETIVOS 9

2.1. Crecimiento Global: Madurez (Excelencia Humana) 9 2.1.1. Rasgos generales de la Madurez 10 2.1.2. Madurez Afectiva 11 2.1.3. Madurez Cristiana 12

2.2. Calidad Educativa (Excelencia Académica) 13

3. CONTENIDOS 13

3.1. Preparación profesional y social 13

3.2. Educación en Valores 13

3.3. Formación de actitudes 15

4. CRITERIOS PEDAGÓGICOS: ESTILO 15

4.1. Atención y valoración personal 15

4.2. Educar para aprender a pensar por sí mismos 15

4.3. Diálogo–Cooperación 15 4.3.1. Libertad de expresión e iniciativa 15 4.3.2. Cooperación y participación de los alumnos 16 4.3.3. Aspectos comunitarios 16

4.4. Exigencia y firmeza 16

4.5. Creatividad metodológica 16

5. MEDIOS O ESTRATEGIAS 17

5.1. Metodología Ignaciana 17 5.1.1. Contexto 18 5.1.2. Experiencia 18

5.1.2.1. Relación entre contenidos y objetivos de aprendizaje 18


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5.1.2.2. Proceso de Enseñanza / Aprendizaje 19 5.1.3. Reflexión humanizadora 21 5.1.4. Acción 21 5.1.5. Evaluación 21

5.2. Estructura: Recursos Humanos y Materiales 22 5.2.1. Dimensión Académica 22 5.2.2. Dimensión Humana y Cristiana 22 5.2.3. Dimensión Paraescolar 22

5.3. Otros 23

6. ANEXO: HISTORIA Y CONTEXTO 23

6.1. Historia del Colegio Cristo Rey 23

6.2. Contexto 23


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1. Puntos de Partida

1.1. Tradición del Centro El Instituto Politécnico Cristo Rey está marcado por su historia pasada y presente y por las características de identidad de los centros de la Compañía de Jesús que asume como propios. En este sentido podemos decir que nuestra identidad está vinculada a dos fuentes:

1.1.1. Historia y Contexto del Centro

Una historia pasada y presente: Es decir al origen y al contexto sociocultural del que provienen nuestros alumnos y a la sociedad a la que regresan (Ver anexo o nuestra web: http://www.cristoreyva.com).

1.1.2. Identidad de los Centros de la Compañía de Jesús

Dicha identidad se encuentra desarrollada en los siguientes documentos editados por la CONEDSI:

Características de la Educación de la Compañía de Jesús (20012). Carácter Propio de los Centros Educativos de la Compañía de Jesús

(19963). Pedagogía Ignaciana (1993). Retos y Fines de la Pastoral Juvenil (2002, Editado por la Provincia de

España de la Compañía de Jesús)

Y podemos señalar que dicha identidad se concreta1 en:

⎯ Inspiración general Cristiana y particular Ignaciana2 que aspira a formar hombres capaces de construir una sociedad más justa.

⎯ Apertura a todas las clases sociales. Sin renunciar a la calidad educativa ⎯ Participación. Desarrollo responsable de un sistema de participación entre

todos los miembros de la comunidad educativa como valor educativo y cristiano.

⎯ Atención a la evolución de la sociedad. ⎯ Posibilita una experiencia personal: Además de transmitir unos

conocimientos, educar es transmitir y posibilitar una experiencia personal, creando actitudes que generen acciones. Esto significa: Crecimiento personal,

1 Nº 3 y 4.1.2. del Carácter Propio de los centros Educativos de la Compañía de Jesús, Madrid, CONEDSI, 19933, p. 6-7; y Cfr. Nº 7 de Características de la educación de la Compañía de Jesús, Madrid, CONEDSI, 1986, p. 44. 2 Este punto se desarrolla en el epígrafe 1.1.3. Inspiración Cristiana e Ignaciana.


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ser para los demás, sensibilidad social, máximo desarrollo para el servicio, servir en libertad, inserción cultural.

⎯ Relación interpersonal. Educar sólo es posible en la relación interpersonal en la que el alumno es el núcleo de la comunidad educativa. Desde una integración y diálogo de la fe y la cultura y desde un respeto positivo a la libertad personal.

⎯ «Magis». La excelencia como núcleo de esa identidad, en tanto que ser capaz de dar y hacer lo mejor de nosotros mismos. Es la excelencia humana y académica.

⎯ Modelo de educación liberadora y humana.

1.1.3. Inspiración Cristiana e Ignaciana Un colegio de la Compañía de Jesús se caracteriza por una determinada tradición o legado fundamentado en la Espiritualidad Ignaciana, que permite un determinado modo de ver el mundo y de situarnos en él.

Nuestro Centro tiene el deber de ofrecer a sus alumnos su peculiar visión del mundo que ofrezca un modelo de vida fundamentado en Jesús. Tal modelo tiene los siguientes rasgos3:

1.1.3.1. Punto de Partida: Dios, Persona, Mundo

1. Dios: Ofrecer una visión de la persona y del mundo integradas en Dios. Unión de fe y vida (familia, economía, trabajo, opciones política,…). Se trata de tener un núcleo desde el que interpretar toda nuestra vida, frente a la cultura del fragmento actual.

2. Libertad Humana: Pedagogía del acto libre.

No predeterminar las acciones antes de saber hacia donde vamos. Nuestra tarea: “Liberar de” los condicionantes que nos atan.

3. Búsqueda de la Libertad

“Liberar para”. Capacidad de hacer frente al ambiente y de tomar decisiones personales.

1.1.3.2. Clave de Interpretación de la Realidad y Guía para la Vida 4. Cristo: Modelo de Persona: Fe entendida como estilo de vida.

3 Cfr: Características de la educación de la Compañía de Jesús, Madrid, CONEDSI, 1986. Síntesis del documento anterior realizado por J. Mª. Rambla en el X Curso de Formación de Dimensiones Educativas, Salamanca, 2001.


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Experiencia del Evangelio: Guiarse por los valores evangélicos en la interpretación del mundo; en un doble sentido: 1) Opción por los pobre; 2) Apertura a la Trascendencia. Cristo como modelo e inspiración para actuar en mis circunstancias, no como ejemplo a copiar (ser auténticos).

5. Acción: Cristo revela que Dios está con los hombres y para los hombres. Compromiso en el medio (profesión, ambiente social, política,…)

Cristo no murió por orar sino por sus acciones: Denuncia de la injusticia y lucha por la justicia. Esto es el núcleo de la visión cristiana: Acción transformadora. (Xmo = Acción).

6. Iglesia: Espacio humano donde Cristo toma cuerpo y a través del cual actúa.

Fidelidad crítica y creativa a la Iglesia.

1.1.3.3. Un Modo de Proceder

7. “Magis”: La actitud fundamental es la radicalidad (buscar la profundidad de las cosas) y el inconformismo (siempre se puede mejorar).

Nuestra tarea: Ir al fondo de las cosas y sacar lo mejor de cada uno.

8. Comunidad: Como un modo peculiar de acción.

Trabajar como una verdadera comunidad global, siendo solidarios con el próximo y con el lejano.

9. Discernimiento: Significa sentir (captar la realidad), descifrar (interpretar dicha realidad) y reaccionar (dar una respuesta, comprometerse con la realidad).

Necesitamos unos criterios y una determinada sensibilidad para el cambio en una sociedad pluralista y en mutación continua.

1.2. Modelo de persona / hombre que queremos

1.2.1. Concepto Humanista de Hombre

Partimos de un concepto humanista de hombre. Tener claro esto es fundamental porque es lo que pretendemos fomentar en cada uno de nuestros alumnos.

⎯ Concepto dinámico de persona: Creemos que la persona está en continuo desarrollo hacia su plena autorrealización.

⎯ Es un ser de posibilidades y valores: Que hemos de ser capaces de descubrir, orientar y desarrollar en nuestros alumnos.


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⎯ Tiene dignidad: Es decir tiene valor porque es una persona única e irrepetible y, por tanto, digna de respeto.

⎯ Abierto: Horizontalmente, ya que no es un ser cerrado que vive para sí, sino que vive en y con los demás, que puede dar o compartir lo que es y enriquecerse con lo que pueden aportarles los otros. Y verticalmente, abierto a la trascendencia.

⎯ Con necesidades: Que marcan el ritmo de su desarrollo. Necesidades básicas, de seguridad, de pertenencia, de auto/heteronomía y de autorrealización.

El humanismo que impulsamos caracteriza una determinada sensibilidad; se

valora al ser humano y se quiere promover su causa por encima de cualquier otra, asignándole un rango de privilegio en el conjunto de la realidad4.

1.2.2. Madurez Global de la Persona

También debe estar claro nuestro punto de llegada: La madurez global de la persona, lo que supone que la persona posea determinados valores: Autónoma, justa, tolerante y solidaria.

La madurez se concreta en una serie de rasgos generales y en un desarrollo de la

madurez intelectual, afectiva y cristiana: • Rasgos generales de la madurez: Autoestima, Sociabilidad, Solidaridad,

Libertad, Desarrollo Físico y Mental, Sentido de la Vida y Apertura a la Sociedad y a la Trascendencia.

• Madurez Intelectual: Desarrollo de la motricidad y de habilites físicas,

comprensión intelectual, asimilación y expresión intelectual, sensibilidad artística, habilidad técnico-profesional,…

• Madurez Afectiva: Visión positiva de sí mismo, capacidad de trabajo,

libertad responsable, convivencia social, solidaridad y servicio, sensibilidad ante los problemas socio-económicos, sentido ético de la vida,…

• Madurez Cristiana: Visión trascendente de los valores humanos,

maduración de la fe, vivencia y expresión de la fe, dialogo fe-cultura, unión de fe y justicia,…

4 Cfr. José Gómez Caffarena, Raíces culturales de la increencia, Madrid, Sal Terrae, Cuadernos Fe y Secularidad, Nº 1. Ver también: José Gómez Caffarena, La entraña humanista del Cristianismo, Estella, Verbo Divino, 1987.


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1.3. Patrimonio ético común Entendemos que, en tanto que formamos parte de una determinada sociedad,

también compartimos el patrimonio ético común de la sociedad española actual (presente en la LOGSE):

1. Principios y valores básicos del conocimiento y de la vida moral.

1.1. La dignidad de todo ser humano como valor fundamental. 1.2. La igualdad fundamental de todos los hombres (sea cual fuere su raza,

color, sexo...), ya que todos ellos poseen constitutivamente esa dignidad. 1.3. Los derechos humanos subsiguientes a la dignidad humana. 1.4. El entretejido de deberes individuales y sociales que crean los derechos

humanos. 1.5. La justicia (conmutativa, distributiva y social), motor de la vida moral.

2. Valores, actitudes y hábitos (virtudes) morales.

2.1. La autonomía moral, con lo que implica de: 2.1.1. Autorregulación (principios construidos personalmente o

adoptados críticamente, juicio y razonamiento moral). 2.1.2. Seguimiento de la conciencia moral, como norma inmediata para

la praxis moral. 2.1.3. Libertad interior (autodominio de determinaciones y

condicionamientos internos al sujeto). 2.1.4. Libertad social (capacitación crítica y autodominio frente a

determinaciones o condicionamientos externos). 2.2. La solidaridad (hábito de empatía y compromiso con quien no puede ejercer

por si solo sus derechos humanos). 3. Valores, actitudes y hábitos (virtudes) cívicos

3.1. La participación en la democracia, con lo que implica de reconocimiento de la igualdad y ejercicio de corresponsabilidad.

3.2. La tolerancia, con lo que implica de respeto, aceptación del hecho social de las diferencias, diálogo y colaboración.

3.3. Valores, actitudes y hábitos cívicos referentes a los temas de (formulados aquí como objetivos educativos):

3.3.1. Educación ambiental 3.3.2. Educación para la paz. 3.3.3. Educación del consumidor 3.3.4. Educación vial 3.3.5. Educación para la salud.


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2. Objetivos

El objetivo fundamental de nuestra educación ha de ser la Educación Integral de la persona, en otros términos la excelencia humano-cristiana y académica. Y eso se concreta de dos formas:

Excelencia Humana y Cristiana: Buscando un crecimiento global de la

persona, es decir, la madurez del alumno.

Excelencia Académica: Consiguiendo calidad educativa.

Estos son nuestros retos y nuestro magis, entendido como “sacar” de cada uno lo mejor que tiene, tanto del alumno como del educador, tanto en la competencia profesional como en lo personal.

El objetivo fundamental de nuestro centro ha de ser: Una formación integral

humanista; es decir, la educación y el crecimiento global de la persona, abierta a la trascendencia. Como dice el Carácter Propio (1996) y las Características de la Educación de la Compañía de Jesús (1986):

«El objetivo principal y la razón de ser de la educación de la Compañía de Jesús es el crecimiento global de la persona, que lleva a la opción y el compromiso con los valores, de acuerdo con los principios y visión humana y cristiana de la vida [...]»5.

«La finalidad de la educación de la Compañía no ha sido nunca únicamente la

adquisición de un conjunto de información y de técnica o la preparación para una carrera, aunque todas estas cosas sean en sí mismas importantes y útiles para futuros líderes cristianos. El fin último de la educación secundaria en la Compañía es más bien el crecimiento completo de la persona, que conduce a la acción, una acción empapada del Espíritu y la presencia de Jesucristo, el Hombre para los demás»6.

Los centros de la Compañía de Jesús no son unas Escuelas Pedagógicas

específicas. Su invento, si así se pudiera llamar, es la formación humanística integral e integradora. Integral: Desarrollar todas sus potencialidades, como nos enumera el Carácter Propio, (aspectos físicos, intelectuales, artísticos, técnicos, una madurez afectiva, una madurez cristiana). E Integradora: La armonía de esa formación en una personalidad sana y con sentido de la vida y capacidad de visión.

2.1. Crecimiento Global: Madurez (Excelencia Humana) La educación integral de la persona se traduce en «formar» personas maduras. La madurez global de una persona se desglosa en madurez afectiva, cristiana e intelectual. Siendo conscientes que la madurez es un proceso a largo plazo.

5 Nº 4.1.1. del Carácter Propio de los centros Educativos de la Compañía de Jesús, Madrid, CONEDSI, 19933, p. 7 6 Nº 167 de Características de la educación de la Compañía de Jesús, Madrid, CONEDSI, 1986, p. 44.


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2.1.1. Rasgos generales de la Madurez Entendemos que la madurez consiste en: • Autoestima (Asertividad, Seguridad afectiva): La persona madura se acepta a sí

mismo como es, con realismo, sin complejos extraños, con un sano deseo de mejorar lo posible sin enterrar sus cualidades. Por ello está fundamentalmente segura de sí misma y es capaz de afirmar sus creencias y opciones personales.

• Sociabilidad (Comunicación, Sinceridad): El ser humano crece y madura en

relación con los demás, se expresa y capta su imagen en el espejo de los otros. Por ello confía básicamente en los demás, se abre a sus puntos de vista y escucha con empatía poniéndose en el lugar del otro. Vive mejor la relación de amistad (ya que la amistad que no se expresa no existe) y practica el arte civilizado de resolver problemas, llegar a acuerdos constructivos, tomar decisiones responsables.

• Solidaridad (Altruismo, Respeto): Son las actitudes básicas de la madurez afectiva

profunda, la capacidad de «ser para los demás», de percibir y sentir interés por el bien del otro y del grupo, de lealtad a algo o a alguien. Al respetar profundamente a la persona rechaza toda clase de manipulación y marginación. Al interesarse a fondo por los demás desarrolla la capacidad de compromiso por el bien común (altruismo), que es la base de la dimensión cristiana y auténticamente religiosa de la vida.

• Libertad (Autonomía Personal): La persona madura no sólo tiene libertad para

escoger cosas, personas y actividades, sino que es libre interiormente de aquello que le ata y le impide discernir lo mejor para el bien total de sí misma. Por todo ello es capaz de desenvolverse con autonomía, sin excesivas dependencias, excepto las que libre y responsablemente le atan por compromiso social.

• Desarrollo Físico y Mental: No hay plena madurez personal sin suficiente madurez

física y metal. No sólo el desarrollo muscular, nervioso, etc., sino todos los aspectos del desarrollo mental, incluido el sentido crítico y objetivo de las cosas, todo lo cual prepara y acompaña la evolución afectiva, social y moral de la persona. Puede haber madurez humana con handicaps físicos o deficiencias intelectuales y culturales, pero lo físico y lo mental son muy importantes para el desarrollo total de la persona. De lo que se trata es de conseguir lo mejor que puede dar una persona dentro de sus posibilidades.

• Sentido de la Vida (Ético–Religioso): La persona madura actúa, piensa, vive y se

relaciona de acuerdo con una filosofía o mística de la vida, que constituye su propio marco de referencia desde el que interpreta y encuentra sentido a todo. Tiene un sistema propio de valores, jerarquizado e integrado, un contenido que justifica su existencia humana y le ilumina el sentido del trabajo, del dolor, del amor, de la vida y de la muerte. La fe religiosa auténtica y sincera cumple esta misión e integra serenamente todas las potencialidades, objetivos e intenciones de la persona.

• Apertura (A la Vida, Al Saber,...): La persona madura tiene una actitud o

disposición de apertura al cambio, a las nuevas tendencias y descubrimientos, a la


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evolución de la sociedad, sin anquilosamientos. Una actitud dinámica de no poner punto final al propio progreso, verdadero estilo de formación continua, que va aprendiendo a aprender durante toda la vida.

Relacionando estas características de la madurez con el Carácter Propio nos

saldría un cuadro como el siguiente:

Características Párrafos del Carácter Propio Autoestima 5.2.1. A 5.4.1. D Sociabilidad 5.2.1. D 5.4.1. B Solidaridad Altruismo

5.2.1. E 5.2.1. F 5.4.1. B 4.1.3. B

4.1.3. C

Libertad Autonomía 5.2.1. C 4.1.3. F

Desarrollo Físico 5.4.1. A 5.1.1. A

Desarrollo Mental 5.2.1. B 5.4.1. A 4.1.3. E

5.1.1. B 5.1.1. C 5.1.1. D 5.1.1. E 5.1.1. F

4.2.2. A 4.2.2. B 4.2.2. C 4.2.2. D

Sentido Humano–Cristiano de la Vida 5.2.1. G

4.1.3. A 4.1.3. H 4.1.3. I

5.3.1. A 5.3.1. B 5.3.1. C 5.3.1. D 5.3.1. E 5.3.1. F

Apertura a la evolución de la sociedad y al

diálogo 5.2.1. H 4.1.3. J

Todo ello respetando la libertad, preferencias, estilos, vocación, disponibilidad y evolución personal de cada uno de aquellos educadores que van a llevar a cabo esta labor. Pero sin tener que estar, por ello, atado el colegio a ello y pudiendo seleccionar entre ellos a quién más le convenga en cada momento para determinadas tareas, y no siendo este respeto a la libertad un escudo a la ineficacia.

Todos estos rasgos de madurez se desarrollan a través de diferentes aspectos

afectivos, cristianos e intelectuales:

2.1.2. Madurez Afectiva

• Visión positiva de sí mismo. La aceptación, dominio propio y visión positiva de sí mismos; la integración de la propia sexualidad en el proceso de madurez efectiva; y una sensibilidad equilibrada ante los problemas y situaciones humanas.


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• Capacidad de trabajo. La capacidad de trabajo, personal y en equipo, sin contentarse con niveles mínimos, superando dificultades; así como la disposición para emprender nuevas experiencias que realizan su personalidad y adquirir las aficiones culturales y deportivas que dan sentido a su tiempo libre.

• Libertad responsable. La capacidad de elegir libremente las amistades y relaciones humanas, las cosas y elementos de su actividad, etc., y la responsabilidad de comprometerse en acciones libres y de afrontar decisiones y problemas por sí mismos.

• Convivencia social. La capacidad de convivencia social, que entraña corrección y respeto en las relaciones humanas; así como la espontánea comunicación de opiniones y experiencias propias, y la acogida de las ideas, actitudes y disposiciones de los demás.

• Solidaridad y servicio. La actitud de solidaridad y responsabilidad por el bien común, ofreciendo a los demás el servicio de sus capacidades personales, y tomando iniciativas en favor de la comunidad escolar y extraescolar.

• Sensibilidad ante problemas socio – económicos. La sensibilidad ante las desigualdades, injusticias y discriminaciones sociales, económicas, culturales, etc., especialmente de las más próximas a su entorno; llegando a plantearse su orientación profesional desde esta actitud de servicio a la sociedad y a la comunidad política, motivados por las exigencias del Evangelio.

• Sentido ético de la vida. La búsqueda e integración de los valores humanos, la vocación personal y el sentido ético de su vida y de las relaciones sociales, así como la apertura a la evolución y cambio de la sociedad, y a los nuevos modelos de realización liberadora y humana.

2.1.3. Madurez Cristiana

• Dimensión trascendente de los valores humanos. La profundización progresiva en las razones y motivaciones de los valores y actitudes humanas anteriormente señaladas, que permite al alumno descubrir simultáneamente el sentido cristiano o dimensión trascendente de los mismos, y realizar la integración de la formación humana y cristiana.

• Maduración de la fe. El conocimiento del Jesús histórico y de su mensaje, que permita al alumno descubrir su relación personal y viva con el Cristo de la fe, y realizar gradualmente un proceso de maduración que les lleve hasta el compromiso cristiano. De este modo podrán colaborar con otros en la actividad de la iglesia local y diocesana, y realizar como creyentes un auténtico testimonio cristiano en el mundo.

• Bases culturales de la fe. La formación adecuada acerca de las bases filosóficas, teológicas y bíblicas de la fe, que hace posible una nueva lectura cristiana de la realidad y de la historia.

• Vivencia y expresión de la fe. La realización de una vivencia y expresión libre de la fe, a través de la oración, la Eucaristía, otras celebraciones sacramentales, y el culto renovado a la Virgen María, actualizando su original presencia pedagógica en los Centros de la Compañía; todo ello de una manera viva, personal y comunitaria, en el seno de la comunidad educativa y de la Iglesia como comunidad de fe.


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• Diálogo fe – cultura. Partiendo de la misma fe, la capacidad de responder a las preguntas que plantean las diversas disciplinas, de iluminar el progreso de la cultura con la luz del Evangelio y descubrir la dimensión cristiana de la realidad tratada por las ciencias y las letras.

• Fe y justicia. Desde la urgencia de la Iglesia y de la Compañía, la capacidad de valorar la justicia y la paz como actitudes que se derivan de la misma fe, y de comprometerse libremente con ellas.

2.2. Calidad Educativa (Excelencia Académica)

Es el ámbito de la madurez intelectual en sus aspectos: Físicos, Intelectuales, Artísticos y Técnicos.

• Motricidad y habilidades físicas. La motricidad y habilidades sensoriales del alumno, su capacidad de expresión corporal y los diversos aspectos de la cultura física y deportiva.

• Comprensión intelectual. La capacidad de comprensión lectora, oral y gráfica, utilizando los diversos tipos de procesos mentales, generales y específicos, y profundizando en su dimensión crítica.

• Asimilación y expresión intelectual. La asimilación y expresión coherente y precisa de los contenidos intelectuales; así como la búsqueda creativa de nuevas relaciones o soluciones en el área de las ciencias y de las letras.

• Sensibilidad artística. La sensibilidad artística para captar la belleza del mundo plástico, musical, etc.; así como la capacidad de expresarse personal y creativamente a través de estas artes, y de los medios de comunicación.

• Habilidad técnico – profesional. Los aspectos técnico–profesionales, para lograr no sólo el dominio de habilidades y especialidades técnicas generales o específicas, sino la utilización creativa de dichos elementos y especialidades.

3. Contenidos

3.1. Preparación profesional y social

Los conocimientos teóricos o prácticos y las experiencias de orden científico, cultural, artístico y técnico, exigidos por los programas oficiales y las necesidades del mundo moderno, que preparan al alumno para desenvolverse social y profesionalmente en la sociedad actual y futura; sin contentarse con niveles mínimos. Todo ello queda reflejado en los diversos proyectos curriculares de las distintas áreas, materias o módulos.

3.2. Educación en Valores

Los valores humanos y cristianos, exigidos por la dimensión ética y cristiana del mundo, que descubren al alumno el sentido de la vida. Creemos y fundamentamos nuestro modelo educativo en la educación en valores, concretándoles en:


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⎯ Autonomía: Capacitación profesional y humana desde el ejercicio de su libertad.

⎯ Justicia. ⎯ Tolerancia: Implica el respeto, la aceptación del hecho social de las

diferencia, el diálogo y la colaboración. ⎯ Solidaridad: Significa adquirir el hábito de la empatía y el compromiso con

quien no puede ejercer por sí solo sus derechos humanos.

Podríamos resumir dichos valores en «ser para los demás, con los demás». En términos del Carácter Propio se podría explicar del modo siguiente:

CARÁCTER PROPIO

«SER PARA LOS DEMÁS, CON LOS DEMÁS» (Síntesis de valores y objetivos)

1. SER

1.1. Vivir en libertad, respetarla siempre, reclamarla donde no existe. (4.1.3. F) 1.2. Crecer y formarse con una visión positiva de sí mismo y un desarrollo

equilibrado de todas las potencialidades humanas. (5.2.1. A) 1.3. Lograr un profundo y positivo arraigamiento en el lugar y cultura a la que

pertenece, sin dejar de ser universal de mente y corazón. (4.1.3. G) 1.4. Desarrollar una capacidad de trabajo personal y en equipo sin contentarse

con niveles mínimos, superando dificultades y con disposición para emprender nuevas experiencias. (5.2.1. B)

1.5. Crecer y valorarse por la fuerza y calidad de sus motivos, sus razones para vivir. (4.1.3. A)

1.6. Buscar el sentido ético de la vida y la vocación personal. (5.2.1. G) 1.7. Buscar el sentido profundo y trascendente de los valores humanos para

lograr motivos que den sentido a la vida. (5.3.1. A) 1.8. En su libre opción por la fe, ser capaz de buscar una maduración de la misma y

un compromiso cristiano, a través del descubrimiento del Cristo histórico y de la relación personal y viva con el Cristo de la fe. (5.3.1. B)

2. PARA LOS DEMÁS

2.1. Hacerse sensibles y activos ante toda forma de deshumanización, teniendo como objetivo el servicio de la fe y la promoción de la justicia. (4.1.3. F)

2.2. Vivir sensibles a la evolución de la sociedad, a las nuevas tecnologías y a los nuevos modelos de realización liberadora y humana. (5.2.1. H)

2.3. Estar abiertos sin exclusivismos a todas las clases sociales, así como al conocimiento y experiencia vital de otras situaciones socioeconómicas distintas de las propias. (7.2. B)

3. CON LOS DEMÁS

3.1. Ser capaz de pensar y comunicarse en grupo, de convivir y trabajar con los demás. (4.2.1. E)


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3.2. Ser capaz de apertura y comunicación con los demás, preparándose para participar en la vida democrática y política. (5.2.1. D)

3.3. Formación de actitudes

Las informaciones, experiencias y actividades humanas que, junto con los anteriores conocimientos y valores, preparan gradualmente a los alumnos para actuar como hombres y mujeres libres y responsables, caminar hacia la madurez efectiva, dar sentido social a la propia actividad, asumir los retos técnicos y humanos del mundo actual, y hacerles así capaces de cambiar y mejorar las estructuras y condiciones sociales o humanas.

4. Criterios Pedagógicos: Estilo

A continuación señalaremos las condiciones educativas que configuran lo que quiere ser nuestro estilo pedagógico:

4.1. Atención y valoración personal Atención y valoración personal: Un ambiente educativo de atención personal a

los alumnos, especialmente a los menos dotados, mediante la aceptación de su persona y situación, valorando no sólo el rendimiento académico, sino las cualidades humanas, necesidades e interés y el crecimiento personal.

4.2. Educar para aprender a pensar por sí mismos

Educar para aprender a pensar por sí mismos, para posibilitar personas autónomas capaces de hacer una crítica constructiva para sí y para los demás, posibilitando el aprender a aprender.

4.3. Diálogo–Cooperación

4.3.1. Libertad de expresión e iniciativa

Libertad de expresión e iniciativa: Un ambiente tolerante que acepta la libertad de expresión e iniciativa por parte de los alumnos, en las clases y en otras circunstancias de la vida escolar, supuesto el debido respeto a la dignidad de las personas dentro de la comunidad educativa.


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4.3.2. Cooperación y participación de los alumnos Cooperación y participación de los alumnos: Una creatividad educativa

dirigida a lograr la cooperación y participación de los alumnos en su propia formación, trabajo escolar, actividades paraescolares y recreativas, y en las responsabilidades de servicio o ayuda a los compañeros y a la comunidad escolar.

4.3.3. Aspectos comunitarios

Aspectos comunitarios: Asimismo, un ambiente educativo de atención e interés por los aspectos comunitarios de los alumnos, su capacidad de pensar y comunicarse en grupo, convivir y trabajar en equipo.

4.4. Exigencia y firmeza

Exigencia y firmeza: Un estilo de exigencia y firmeza seria y constante en el trabajo escolar y en las normas de convivencia, que ayude al alumno a fortalecer su personalidad y a dar lo mejor de sí mismo, según la capacidad de cada uno.

4.5. Creatividad metodológica

Creatividad metodológica: Una actitud de apertura y creatividad para incorporar nuevos métodos y técnicas al campo de la educación, según lo pide el progreso de la cultura y de la sociedad, y un estilo de austeridad y eficiencia en el uso, elaboración o adquisición de estos medios.

Estos criterios se deberán encauzar con una coherencia individual e institucional. Individual: El educador tratará de hacer que sus gestos, procedimientos, percepciones y relaciones con los alumnos sean coherentes con los valores humanos que se pretenden transmitir. Se educa con lo que se es. Institucional: El centro necesita evitar incoherencias entre, por un lado, su acción humanizadora y evangelizadora y, por otro, las normas, reglamentos, estilos de dirección, estructuras, modo de atención a la diversidad, etc. Es una mirada crítica al ser mismo de la escuela.


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5. Medios o estrategias

5.1. Metodología Ignaciana7

Hoy podemos formular con actualidad, una pedagogía ignaciana. Se acuña precisamente la expresión Pedagogía Ignaciana, considerando que se trata de una pedagogía inspirada en las tres obras culmen de Ignacio: Ejercicios Espirituales, Ratio Studiorum y Constituciones de la Compañía. El modo de proceder de Ignacio como educador y forjador de hombres, estaba ahí, explícita o implícitamente formulado en todos sus escritos e instrucciones. Pero ignaciana no es igual a jesuítica, y por lo tanto es aplicable no sólo a obras llevadas directamente por jesuitas, sino por seglares y jesuitas, o sólo seglares, pero en todo caso obras e instituciones cuyos objetivos e inspiración y metodología básica reflejan la raíz ignaciana, esa interacción de Experiencia–Reflexión–Acción. El esquema ignaciano o Paradigma Experiencia–Reflexión–Acción es muy claro: Para Ignacio la dinámica vital de crecimiento es el encuentro del individuo con el Espíritu de la Verdad. El que guía–dirige–educa es el que crea las condiciones y proporciona las oportunidades para que el alumno pueda llevar a cabo un proceso de EXPERIENCIA–REFLEXIÓN–ACCIÓN. A todo ello se debe añadir el CONTEXTO del aprendizaje y la EVALUACIÓN formativa, esenciales para cualquier proceso de aprendizaje. Con esto tendríamos completada la metodología ignaciana que resulta:

1. Contexto. Todo aprendizaje tiene que partir del alumno, su ambiente, conocimientos previos, motivaciones,... lo que se tratará de detectar a través de encuestas, presentaciones iniciales, preguntas,...

2. Experiencia. Pretende desarrollar el aprendizaje significativo, en tanto que habilidades de memorización, comprensión, síntesis y autoevaluación; se trata de aprehender los contenidos. En definitiva es todo modo de estructurar datos, hechos,...

3. Reflexión. Se trata de interiorizar y descubrir el sentido profundo, el significado, el valor y las implicaciones de lo que se está estudiando, y ponerlo en relación con los valores, creencias y actitudes del alumno. Se realiza a través de la atención y relación personal, el estudio es casa, la tutoría,...

4. Acción. Son las consecuencias que la experiencia y la reflexión tienen, son las actitudes que nos mueven. Una forma de realizarla es a través de los deberes, la aplicación de planes de trabajo, proyectos,...

5. Evaluación. Todo proceso de aprendizaje necesita una continua retroalimentación que se adapte al grupo, lo que se realizará a través de la confección de exámenes, tablas de observación, encuestas, trabajos, acciones,...

7 Sobre este tema señalamos el documento Pedagogía Ignaciana, Madrid, CONEDSI, 1993, 57 págs. Y la ponencia de Fernando de la Puente sj en las 22 jornadas educativas, CONEDSI, en Santiago de Compostela; con el título: El Documento Pedagogía Ignaciana, donde realiza una síntesis de dicho documento.


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5.1.1. Contexto

• Debe conocerse algo del ambiente socioeconómico de los alumnos. • Algo de los conocimientos previos que traen antes de llegar a este tema

(preparación anterior) y qué tanto por ciento aproximado de alumnos no tienen bien asimilados algún conocimiento básico necesario para la comprensión de este tema.

• También, algo del clima de la clase, si es una clase motivada para aprender, qué subgrupos hay, nivel de interacción de los alumnos, etc.

5.1.2. Experiencia

5.1.2.1. Relación entre contenidos y objetivos de aprendizaje

El «hacer del aula una experiencia» supone:

• Un orden bien pensado de como presentar las diversas planes de la materia (o contenidos) a los alumnos.

• Una claridad en los objetivos de aprendizaje que se pretenden, entre los cuales habrá objetivos mínimos y objetivos máximos (lo que es la base de la atención a la diversidad)

• Una metodología que ayude a “entender”, “aplicar”, y (para alumnos más dotados), “comparar”, “analizar”, “hacer síntesis” más o menos creativas; así como realizar una “valoración” humana o cultural.

Por lo tanto, en esta fase de Experiencia, debería constar: a) una formulación ordenada de las parcelas de contenidos del tema; y b) dentro de esas unidades de contenidos, los objetivos concretos de aprendizaje, de más fáciles a más difíciles. Como se sabe, un «objetivo de aprendizaje» es «una capacidad mental» aplicada a un «contenido», por ejemplo «memorizar» (capacidad) principios científicos, hechos históricos (contenidos). Las capacidades mentales de fáciles a difíciles son:

1. Memorizar: Reproducir o reconocer datos, hechos, términos.

2. Comprender: ⎯ Entender lo que se dice en un concepto, principio, definición,

descripción, narración,... ⎯ Traducir con otras palabras una definición, concepto, etc. ⎯ Interpretar, ordenar o combinar los datos informativos de otro modo,

dándoles un significado mas profundo. 3. Aplicar: Resolver problemas matemáticos, científicos, emplear en dilemas

éticos, humanos, sociales,... manejando los principios o teorías correspondientes a un problema o situación concreta.


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4. Analizar: Dividir, separar, descomponer los factores a tener en cuenta para distinguir o clarificar algo, encontrar las diferencias o relaciones existentes entre dos o más fenómenos, hechos, datos científicos o culturales.

5. Hacer Síntesis: Realización de una crítica personal basados en los datos,

hechos o teorías; o discutir ventajas e inconvenientes de una hipótesis cultural o científica; o redactar un pequeño ensayo, etc.

6. Valorar: Ponderando aspectos positivos o negativos, desde un punto de vista

social o ético o estético,... de una teoría, principio o hecho histórico, etc.

5.1.2.2. Proceso de Enseñanza / Aprendizaje Una vez expresadas y ordenadas las unidades parceladas de instrucción y los objetivos de aprendizaje, ahora es cuando comienza el proceso de enseñanza en la clase.

• Motivación: Indicar algunos recursos que pueden provocar en el alumno el interés por estudiar el tema; por ejemplo, preguntas–problema que motiven al alumno a resolver los interrogantes al ir estudiando la lección; o un comentario de los mismos objetivos de aprendizaje si son suficientemente interesantes. Muchos profesores entregan a los alumnos la lista de objetivos, comentados y motivados. Según las investigaciones, esto motiva positivamente a un número significativo de alumnos.

• Organizador previo: Antes de empezar la instrucción propiamente dicha, es

necesario activar en el alumno aquellos conocimientos previos necesarios para iniciar el proceso de aprendizaje. Aprender siempre es enganchar los conocimientos nuevos en los datos o esquemas ya conocidos (esta es la clave del “aprendizaje significativo”).

Algunas estrategias para activar conocimientos previos son:

⎯ Formular preguntas para que el alumno recuerde los aprendizajes anteriores pertinentes.

⎯ Hacer un resumen selectivo de los conocimientos previos, de manera un tanto informal o más formalizado en lo que se llama redes conceptuales Y en ambos casos de modo gráfico utilizando sencillamente el encerado.

⎯ Presentar un sumario global de la materia ya estudiada, con un claro esquema en el encerado.

• Actividades

⎯ Para Objetivos de Aprendizaje de Reconocimiento o Memorización:

Se debe empezar por formular la información (por ejemplo, una definición) de una manera breve y simple; y a continuación se deben proponer una serie de actividades que ayuden al alumno a memorizarla, por ejemplo, dar un tiempo breve para iniciar la


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memorización, o sugiriendo algunas reglas mnemotécnicas, o repetir ante otro compañero, etc.

⎯ Para Objetivos de Aprendizaje de Compresión (“traducción”):

Primero, proporcionar la información, tanto mas seleccionada, estructurada y elaborada, cuanto más compleja sea, por medio de diversas formas de explicación, con representaciones, comparaciones, ayudas gráficas, etc. Y una vez presentada así la información, deben proponerse las actividades adecuadas para que el alumno sea capaz de comprenderla “traduciéndola”, es decir, sea capaz de expresarla con palabras alternativas, con variados niveles de abstracción. Entre estas actividades se pueden citar las siguientes: Realizar esquemas, tablas, representaciones gráficas, mapas conceptuales, etc. Especial mención merece la confección de “organizadores o mapas conceptuales” unas veces completos, otras veces incompletos para que el alumno los rellene y termine realizándolos totalmente, etc. Cuando se entiende y se estructura mentalmente un esquema claro de algo, es muy fácil expresarlo con palabras propias sin tener que reproducir al pie de la letra un contenido.

⎯ Para Objetivos de Aprendizaje de Comprensión (“interpretación”):

Se procederá de manera parecida al caso anterior, pretendiendo que el alumno, no sólo exprese de otra manera la información recibida, sino también que reordene los datos informativos con el fin de llegar a su significado más profundo.

⎯ Para Objetivos de Aplicación o Resolución de Problemas: Hay que

presentarle claramente los enunciados de los problemas. Los primeros problemas hay que dárselos no solo totalmente resueltos, sino también: 1) Especificando los conocimientos previos que hay que manejar para resolverlos, 2) Subrayando los pasos y las estrategias para encontrar el planteamiento correcto del problema, 3) Explicitando los errores que suelen cometer los alumnos, etc. Es conveniente en este momento de aprendizaje dar las soluciones al menos el resultado final o todo el desarrollo del problema. Después, se da a los alumnos algunos problemas no totalmente resueltos, etc. Y finalmente problemas sin ninguna ayuda.

⎯ Para Objetivos de Aprendizaje de Análisis, Síntesis y Valoración: En

estos casos se seguirá un proceso similar al propuesto para la resolución de problemas. Los objetivos de síntesis creativa o crítica sobre un tema pueden favorecerse mediante informaciones relacionadas con el tema que pueden ser muy variadas, por ejemplo, investigaciones punta, aplicaciones sociales, noticias periodísticas, etc. Todo ello favorece el “pensamiento divergente”.


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⎯ Si se plantea un trabajo cooperativo o un aprendizaje por descubrimiento, conviene indicar el procedimiento que se va a utilizar de una manera completa y detallada.

5.1.3. Reflexión humanizadora

En esta Reflexión estarían los valores y objetivos actitudinales. Ahora bien, no basta formular estos objetivos actitudinales. Habría que indicar qué actividades se van a realizar en clase para que los alumnos logren entender, aceptar o asumir, en todo o en parte, dichos objetivos. Es decir, qué reflexiones habladas o escritas qué trabajo de grupo, qué lectura y reflexión, u otras actividades, se van a llevar a cabo para favorecer la libre aceptación o asunción de esos valores y actitudes.

5.1.4. Acción

No nos referimos aquí a la acción de estudiar, analizar, resolver, etc., u otros métodos activos de aprendizaje. Esto pertenece a la “Experiencia”. Más bien nos referimos a las opciones internas y las consecuentes acciones externas que pueden surgir de la experiencia y de la reflexión.

Las opciones internas son libres e invisibles, aunque a la larga e indirectamente podemos captar las posibles tomas de postura de los alumnos ante ciertos valores. Pero las acciones o compromisos externos son fácilmente detectables. Por eso, se deberían señalar las acciones culturales y humanitarias que podrían desarrollar los alumnos (si es viable) para favorecer sus opciones internas y sus compromisos en la acción. No se trata de fantasear sobre altos compromisos personales, sino algo que sea factible o realizable.

5.1.5. Evaluación

• En primer lugar, habría que indicar cómo se va a realizar la evaluación académica, de los conceptos, procedimientos y actitudes por parte del profesor. Se incluirá una serie de ítems con los que el profesor puede confeccionar el examen adecuado. El formato de estas evaluaciones debe ser variado, desde pruebas objetivas de verdadero–falso y de múltiple elección de respuesta hasta plantillas de observación estructurada, pasando por las preguntas clásicas de respuesta abierta o comentarios de texto.

• También habría que indicar algunas claves, procedimientos o cuestiones etc.,

para que los alumnos mismos sean capaces de realizar una autoevaluación o reflexión autoevaluadora.

• También habría que indicar, aunque sea más difícil, cómo se va a evaluar la

Reflexión Humanizadora (objetivos actitudinales), aunque nos limitemos a comprobar cómo los alumnos captan mentalmente estos objetivos. El compromiso real con la acción y la identificación afectiva, no deben ser calificados académicamente, pero deben ser valorados en orden a una


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evaluación global y a un seguimiento formativo a través de la pastoral, tutorías, etc.

5.2. Estructura: Recursos Humanos y Materiales

Toda la Comunidad Educativa tiene como misión fundamental el compartir y concretar, en la realidad específica, histórica y social del centro, los valores fundamentales que propone la Compañía de Jesús, desde su visión ignaciana de la educación y su experiencia histórica, y que los diversos miembros de la Comunidad, como auténticos corresponsables de la misión educadora, enriquecen o dinamizan desde su propia vocación humana y cristiana.

El último objetivo es la persona que pretendemos educar, es decir, un hombre con un modo de valorar, de actuar, de servir, según el modelo cristiano de la vida. A ello contribuyen de una manera significativa los valores fundamentales que se proponen. Para hacer posible el compartir y concretar estos valores y objetivos básicos, y la misión educadora, la Compañía de Jesús promueve en la Comunidad Educativa una determinada estructura organizativa.

5.2.1. Dimensión Académica

Organiza y estructura todo el ámbito académico, profundizando en las tareas escolares que guíen al alumnado en su aprender a pensar. Velará por el cumplimiento de las programaciones y sus evaluaciones, no sólo en conocimientos sino también en actitudes y valores. Su objetivo se encaminará a la búsqueda de la excelencia académica.

5.2.2. Dimensión Humana y Cristiana

Su objetivo primordial será impulsar y desarrollar una educación en valores encaminados al crecimiento global de la persona. La educación en valores a través de las programaciones sistemáticas (tutorías, currículo, departamentos,...) u ocasionales (campañas, colaboraciones, conferencias,...) será su modo de proceder más específico. El departamento de orientación participará con su trabajo de clarificación y orientación psico–pedagógica.

Promoverá, con una pedagogía dialogante y crítica, la fe y la cultura religiosa, una apertura a la trascendencia y al compromiso con la justicia y la solidaridad.

5.2.3. Dimensión Paraescolar

Fomentará y promoverá las aficiones culturales y deportivas que ayuden al enriquecimiento personal, la formación del carácter y el crecimiento con otros. Todo ello desde una apertura al entorno social del centro.


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5.3. Otros

• R.O.F.: Reglamento de Organización y Funcionamiento • Normas de Convivencia

6. ANEXO: Historia y Contexto

6.1. Historia del Colegio Cristo Rey

Cuando Cristo Rey nació fue una época en la que Valladolid como la mayoría de España estaba todavía con las secuelas de la guerra civil, la ciudad empezaba a crecer y a medida que iba creciendo se iban avanzando las tecnologías y gracias a ello empezaron a descubrirse nuevas empresas representativas en Valladolid, en las que se empleó mucha gente tanto de fuera como de dentro de la ciudad.

Estas empresas como Fasa-Renault, Michelín, fueron decisivas para el crecimiento de Valladolid. Dichas empresas pedían personal más o menos cualificados con los trabajos que iban a desarrollar y por estos adelantos empezó a ser conocido Cristo Rey como uno de los centros que mayor número de gente empleaba cuando finalizaban sus estudios.

En el año 1939, cuando la Guerra Civil española llegaba a su fin, etapa de convulsión social y de

enorme trascendencia para el posterior desarrollo histórico, la ciudad de Valladolid no estaba exenta de enfrentamientos entre los dos bandos beligerantes.

En el páramo de San Isidro, el bando nacional realizaba fusilamientos a miembros del bando republicano. Las víctimas de las ejecuciones sentían una gran angustia, habían asumido su futuro inmediato, pero no soportaban la idea de que sus hijos quedasen desamparados. Es aquí donde toman partido un jesuita (el Padre Antonio Fernández Cid, siendo Prefecto del Colegio San José de Valladolid y natural de Sanabria) y un médico (Juan Nuevo) encargado de certificar las defunciones.

En noviembre de 1944 se compran las ruinas y el atrio del antiguo templo parroquial de San Juan por 50.000 pesetas y se inscribió en el Registro de la Propiedad a nombre de la Compañía de Jesús.

En el verano de 1945 el Hermano Ricardo Merino al frente de un grupo de colaboradores, derribó los enormes muros de

duro tapial, las pilastras de ladrillo y desmontó la sencilla portada de piedra con arco de medio punto, que se llevó, numeradas las piedras, y se volvió a reconstruir por el Padre Cid en la nueva iglesia de las escuelas Cristo Rey, derruida posteriormente en los años 80.

Una vez cedidos los terrenos se empezó a edificar lo que en un principio se consideraron las primeras instalaciones de nuestro centro. Se comenzó construyendo una pequeña parte donde lo primero que se intentó subsanar era el lugar donde iban a convivir y a ser educados los primeros internos llegados desde todos los puntos de la región En las primeras instalaciones existían huertas, campos de cultivo, etc. Eran cuidadas por los propios jesuitas y en ocasiones por los estudiantes.

Se empezó a correr la voz por todo el territorio nacional y comenzaron a llegar al internado alumnos del norte de la península (Bilbao y Asturias). Estudiaban educación primaria y una vez acabada esta se dio la necesidad de que los chicos aprendieran un oficio. La primera especialidad que se puso en marcha fue la elaboración de alpargatas, con esta actividad "Cristo Rey" se erige como institución pionera en la enseñanza de la formación profesional en España.

Los alumnos además de estudiar y realizar las prácticas correspondientes a su especialidad también se divertían en sus ratos libres con diversas actividades y deportes. Cristo Rey disponía además de una discoteca móvil que montaban los internos los Sábados por la noche a la cual acudían todos los jóvenes de la zona.

En 1959 se amplían las instalaciones albergando nuevas especialidades: radio, imprenta y mecánica. En 1974 se llega a los 1.000 internos.

Del año 1968 al 1972 se construyen nuevas instalaciones, que albergan hoy casi todas las enseñanzas impartidas en el centro. La obra la realiza el arquitecto Feducci. Los talleres construidos por este arquitecto son un edificio protegido por su arquitectura singular.

De las 10 hectáreas se venden los terrenos, donde se encontraban 2 campos de fútbol, a una empresa constructora, quedando en la actualidad 8 hectáreas.

6.2. Contexto


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El Instituto Politécnico “Cristo Rey” está situado al noreste de la ciudad. En sus orígenes estaba fuera del casco urbano de Valladolid pero la expansión sufrida por ésta ha hecho que hoy quede integrado dentro de ella.

El contexto geográfico ha tenido una gran influencia a lo largo de la historia del Colegio. Muy cercano a éste se encuentra un barrio denominado “Cuesta de la Maruquesa”: un suburbio originado a partir de chabolas de construcción espontánea con ausencia de urbanización. En la actualidad se ha remodelado pero mantiene viviendas degradadas y bastante población marginal.

Mayor impacto tiene el “Barrio Girón” que rodea al Colegio por el oeste y sur, respectivamente. Este barrio, construido y planificado a partir de 1955, es muy original pues trató de integrar inmigrantes para su posterior acomodación urbana. Se podría decir que nació como un suburbio planificado. En la actualidad está compuesto por una mayoría de población envejecida: es el barrio con menor natalidad de Valladolid y los habitantes han pasado a ser propietarios, lo que ha permitido cierto cambio en su composición con alguna gente joven que ha comprado viviendas a los antiguos moradores.

En las cercanías del Centro se encuentra también el barrio de “La Victoria”, nacido como consecuencia del desarrollismo de la ciudad en el momento de su expansión industrial, con una población inicial eminentemente inmigrante y obrera y actualmente más cercana a una clase media.

Lo más novedoso en el contexto geográfico es la expansión del barrio “Huerta del Rey” (de reciente creación: últimos 25 años) que ha llegado al este del Colegio. Las viviendas, de nueva construcción, suelen ser bloques abiertos con buena urbanización de tipo residencial que albergan una población de clase media acomodada. Hay que reseñar, igualmente, la existencia en dicho barrio de casas de protección oficial, bastantes de cuyas familias envían a sus hijos a nuestro Colegio.

Aunque no tenemos un estudio minucioso del impacto de dicho contexto en el Centro Educativo, se pueden hacer una serie de precisiones:

• Hasta fechas recientes buena parte de los alumnos provenían del ámbito rural y del entorno, principalmente de los citados barrios de “Girón” y de “La Victoria”. En la actualidad, debido a la ya citada baja natalidad, “Girón” aporta pocos alumnos y los de ámbito rural han descendido mucho tras el cambio producido en la oferta educativa general y el consiguiente cierre del internado del Colegio.

• Hoy se puede decir que casi todo el alumnado de Infantil, Primaria y Secundaria proviene de los barrios de “Huerta

del Rey” y de “La Victoria”. • En Bachillerato, especialmente, y en los Ciclos Formativos, en bastante menor número, el alumnado se nutre de las

etapas anteriores del Colegio pero en los Ciclos Formativos, de manera mucho más notable, los alumnos proceden de otros Centros y no se tiene hecho un estudio de su origen académico ni de su contexto geográfico y social.

• También es creciente el número de alumnos procedentes del ámbito rural y de las nuevas urbanizaciones asentadas

en el mismo en el entorno cercano a la ciudad (localidades como Cigales, Mucientes, Fuensaldaña, Villanubla, La Cistérniga o Laguna de Duero) e, igualmente, de localidades bastante más alejadas (como Peñafiel o pueblos del Valle de Esgueva).

• También hay que señalar que parte de las incorporaciones del alumnado de los últimos años, reflejadas en las

fichas de Tutoría, muestran que el “status” social de las familias que envían sus hijos al Colegio ha subido respecto a décadas anteriores (dato que, por otra parte, debe considerarse equiparable a lo que ocurre en gran parte del territorio nacional).

En resumen: el contexto geográfico y social ha ido sufriendo cambios apreciables que han ido afectando a la composición

del alumnado del Colegio.

El propio Centro ha ido cambiando también su configuración, adaptándose a nuevas situaciones derivadas especialmente de la pérdida del internado y de ciertas condiciones surgidas de los conciertos, como la imposibilidad de seleccionar alumnos. Igualmente hay que hacer referencia a la variedad de etapas académicas con las que se cuenta en la actualidad que enriquecen la realidad pero que también hacen más compleja la gestión.

No se puede dejar de señalar tampoco la necesidad de captación de alumnos “ajenos” ya que nuestra base de alumnado es muy débil: con 2 unidades en 6º de Primaria no se pueden cubrir 3 en 1º de E.S.O. Situación que se repite en el siguiente Ciclo: 3

unidades de 4º de E.S.O. no permiten abastecer a 3 unidades de 1º de Bachillerato, 5 de Grado Medio y otras 5 de Garantía Social. Situación que se agudiza respecto de los Ciclos de Grado Superior (7 unidades).

Se puede decir que uno de los grandes retos en el momento actual del Colegio está en la captación de alumnos de otros Centros, en momentos de baja natalidad en los que “el alumno es un bien escaso”. Posiblemente una enseñanza de calidad, atención exquisita a las familias, educación personalizada a los alumnos, oferta extraescolar variada, formación profesional que posibilite el máximo de salidas laborales, éxito en los resultados de las pruebas LOGSE y una cuidada formación humano-cristiana sea lo que permita encarar el futuro con garantías.

Ideario del Centro€¢ Madurez Afectiva: Visión positiva de sí mismo, capacidad de trabajo,...

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