Madurez afectiva

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MADUREZ AFECTIVA Pbro. Guillermo Villarreal Verano 2014

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Una clase que propone ideas de como lograr la madurez afectiva necesaria para vivir el celibato Sacerdotal

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MADUREZ AFECTIVA

Pbro. Guillermo Villarreal Verano 2014

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Madurez Afectiva

1. Introducción2. Tradición y pensamiento cristiano sobre la

afectividad3. Riqueza afectiva y capacidad de Amar4. Educación de la afectividad camino a la madurez5. Amor a Dios y configuración de la afectividad6. El lenguaje del corazón7. Bibliografía

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Introducción

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Introducción

• Podemos decir que el ser humano está constituido por tres realidades –corporal, emocional y racional– cuya unidad guarda entre sí una estrecha relación e interdependencia.

• La afectividad está como en el lugar de “sutura”, “eslabón” entre cuerpo y alma. Por ser operación común de alma y cuerpo, la afectividad se encuentra en el centro de la persona humana.

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• En el hogar, nuestro ser es completado por un entorno afectivo y material, en el que empezamos a formar parte de una familia, y donde se realiza principalmente el proceso de formación de la personalidad humana.

• Sin un hogar, difícilmente se puede llegar a alcanzar una suficiente madurez afectiva y psicológica.

• Quien ha carecido de él dirá con razón que le ha faltado lo más importante.

Introducción

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• Los dramas humanos más vivos, y las mejores obras de la literatura y la creación, tienen casi siempre que ver con el hogar, con la casa, con su pérdida y su recuperación.

• Basta recordar tragedias antiguas, como La Odisea de Homero, o películas modernas, como Lo que el viento se llevó.

Introducción

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Introducción

• Es clara la importancia de la educación de los sentimientos. • Hace falta integrar los deseos en la

perspectiva del bien global. • Muchas veces, esto significa limitar

la satisfacción de las tendencias.

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Introducción

• Ello solamente se puede lograr mediante una educación de la afectividad o, como también le podemos llamar, formación del carácter. • En la naturaleza humana no hay otro

camino si se quiere perseverar en el bien.

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• La maduración humana, para el sacerdote, que deberá acompañar a otros en el camino de la vida y hasta el momento de la muerte, es importante.

• Tendrá que haber conseguido un equilibrio justo entre corazón y mente, entre razón y sentimiento, entre cuerpo y alma, y que además sea humanamente “íntegro”.

• Benedicto XVI Carta a los seminaristas, 18 de octubre 2010 n. 6

Introducción

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• La sexualidad es un don del Creador, pero también una tarea que tiene que ver con el desarrollo del ser humano. Cuando no se integra en la persona, la sexualidad se convierte en algo banal y destructivo

• Recientemente, hemos constatado con gran dolor que algunos sacerdotes han desfigurado su ministerio al abusar sexualmente de niños y jóvenes.

• Han provocado con sus abusos un daño que nos causa profundo dolor y disgusto.

• Benedicto XVI Carta a los seminaristas, 18 de octubre 2010 n. 6

Introducción

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• El Papa Francisco hablando de la formación en los seminarios ha dicho:

• No se pueden llenar los seminarios con cualquier tipo de motivaciones, y menos si éstas se relacionan con inseguridades afectivas, (…) Papa Francisco Evangelium Gaudii, n. 107

Introducción

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TRADICIÓN Y PENSAMIENTO CRISTIANOS SOBRE LA AFECTIVIDAD

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TRADICIÓN Y PENSAMIENTO CRISTIANOS SOBRE LA AFECTIVIDAD

• La moral kantiana separa la vida afectiva de la conducta moral: al afirmar que la ley moral está en contraposición con el impulso natural, se produce la escisión y se desarrolla una visión negativa de la dimensión sensible.

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• Tomás de Aquino mantiene que «la esencia de la virtud reside más en el bien, que en la dificultad»

• "No te digo que me quites los afectos, Señor, porque con ellos puedo servirte, sino que los acrisoles", escribió San Josemaría hace muchos años y se recogió en Forja n. 750

TRADICIÓN Y PENSAMIENTO CRISTIANOS SOBRE LA AFECTIVIDAD

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• Y el Catecismo de la Iglesia Católica hace referencia ala Escritura y dice que "la perfección moral consiste en que el hombre no sea movido al bien sólo por su voluntad, sino también por su apetito sensible".

• Sin pasiones, sin grandes pasiones, orientadas hacia el bien, es imposible ser santo

TRADICIÓN Y PENSAMIENTO CRISTIANOS SOBRE LA AFECTIVIDAD

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Riqueza afectiva y

capacidad de Amar

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• Para el sacerdote, haber recibido el don del celibato les convierte en representantes del amor desinteresado de Dios por todas las criaturas, hasta dar la vida.

• Por eso mismo, tendrán que ponerse en condiciones de no exigir nada a cambio.

• No admitir exclusiones ni acepciones, que impidan mostrar -con un corazón indiviso- ese amor universal, exclusivo, total y único de Cristo por la Iglesia, es decir, por cada uno y cada una.

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• Por tanto, es preciso agrandar el corazón y pedirle a Dios que lo haga.

• Porque es natural que haya preferencias, pero ese amor universal y exclusivo que hemos de encarnar pide, nivelar por arriba las preferencias y, después, seguir creciendo en la medida del amor de Cristo.

• Por todo eso, la formación de la afectividad es una tarea fundamental.

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• Recordar que una afectividad rica no es incompatible con la entrega exclusiva a Dios.

• Sería incompatible una afectividad caótica, indómita, independiente de todas las demás dimensiones humanas;

• Lo único que se precisa es que sea armónica, madura, capaz de respuestas adecuadas ante los estímulos recibidos; no sólo ante los estímulos materiales, sino también ante los del espíritu.

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• La riqueza de los afectos y de la emotividad de que todo hombre está dotado -por otra parte, cada uno de una forma distinta: de una forma el varón, de otra la mujer, a causa de la propia sensibilidad-, es necesario reconocer que no pueden alcanzar esta espontaneidad madura si no es por medio de una labor lenta y continuada sobre sí mismo y una particular ´vigilancia´ sobre toda su conducta. (San Juan Pablo II).

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• La persona humana no puede vivir sin amor, pues sería incapaz de entenderse a sí misma.

• Se ha pensado a veces que una persona célibe no puede tener una verdadera armonía afectiva, y que sería emocional y mentalmente más sano tener una pareja y una familia que vivir el celibato.

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• Califica inadvertidamente a todas las personas como incompletas si no se complementan con otra del sexo opuesto.• Se olvida, de entrada, de que cada

persona es completa en sí misma y por sí misma, y se realiza en relación con los demás

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• ¿La noción de sexualidad es sólo la de una capacidad que se ejerce en el matrimonio?

• Si fuese así, podría pensarse que no le correspondería ninguna función en la vida de las personas célibes, cuya castidad consistiría entonces en negar la sexualidad.

• La sexualidad es una propiedad constitutiva del hombre y de la mujer que afecta al núcleo de la personalidad. Es la "virilidad" y la "feminidad"

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• La castidad no se reduce al hábito que ordena la facultad generativa, sino que tiene un objeto más amplio:

• Es la limpieza de vida que lleva a poner la propia condición, con sus características masculinas o femeninas –también y particularmente las espirituales: el modo de pensar, de querer, de sentir y de obrar–, al servicio del amor a Dios y a los demás.

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• Todos pueden lograr una plenitud humana rica, o pueden no lograrla. El problema no radica en vivir el celibato.

• El quid de la cuestión radica en haber tomado una decisión y elegido algo, que afecta a toda su existencia y, sin embargo, seguir envidiando lo que no ha elegido, llenándose de una nostalgia cada vez más intensa.

• La añoranza permanente como estilo de vida sólo puede ser fuente malsana de inmadurez

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• Es preciso aprender a tomar decisiones y asumir que, con cada una, descartamos un montón de opciones; y asumirlo con la ilusión de quien empieza nuevos caminos llenos de sorpresas.

• Ahí es donde más se implica la persona en su totalidad y donde más se madura.

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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• Porque si se toma una decisión y el resto de la personalidad va por otro lado, inevitablemente se produce una situación de alto riesgo para la salud mental y la armonía personal.

RIQUEZA AFECTIVA Y CAPACIDAD DE AMAR

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Educación en la Afectividad: camino hacia la madurez

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La educación de la afectividad

• Desde el punto de la vida moral, lo que hay que subrayar es que, en el proceso de madurez de la persona y de su libertad, es decisiva la rectitud de intención, el querer el último fin.

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• Aceptar los puntos débiles de nuestro carácter, e incluso de nuestra corporeidad.

• Aceptar el pasado, ya que pueden existir todavía heridas del pasado no curadas –porque no se habló, o se habló de modo confuso– se puede hacer poco sobre lo pasado.

• Sí se puede rezar y de ese modo se consigue asimilarlo sin vivir frustrados.

La educación de la afectividad

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• El equilibrio entre inteligencia, voluntad y afectos: se llama unidad de vida. La Dirección espiritual y la lucha interior ayudan a esa unidad de vida.

• San Juan Pablo II decía en la Pastores dabo vobis: “Finalidad de la educación del cristiano es llegar, bajo el influjo del Espíritu, a la «plena madurez de Cristo» (Ef 4, 13). Esto se verifica cuando, imitando y compartiendo su caridad, se hace de toda la vida propia un servicio de amor (cf. Jn 13, 14-15)

La educación de la afectividad

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• Y agregaba: El servicio de amor es el sentido fundamental de toda vocación, que encuentra una realización específica en la vocación del sacerdote.”

• El Mismo San Juan Pablo II decía: Puesto que el carisma del celibato, aun cuando es auténtico y probado, deja intactas las inclinaciones de la afectividad y los impulsos del instinto, los candidatos al sacerdocio necesitan una madurez afectiva que capacite a la prudencia, a la renuncia a todo lo que pueda ponerla en peligro, a la vigilancia sobre el cuerpo y el espíritu, a la estima y respeto en las relaciones interpersonales con hombres y mujeres.

La educación de la afectividad

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• La misma exhortación da un norte muy claro: «La madurez humana del sacerdote —afirman los Padres sinodales— debe incluir especialmente la formación de su conciencia. En efecto, el candidato, para poder cumplir sus obligaciones con Dios y con la Iglesia y guiar con sabiduría las conciencias de los fieles, debe habituarse a escuchar la voz de Dios, que le habla en su corazón, y adherirse con amor y firmeza a su voluntad». Pastores dabo vobis n. 44

La educación de la afectividad

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• Por eso podemos decir que: No descuidar el corazón en ocasiones es luchar para no hacerse el simpático ante el sexo opuesto

• Evitar, también que, entre géneros iguales se den dependencias afectivas

La educación de la afectividad

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Educación de la Afectividad

• Los problemas de la educación de la afectividad en nuestros días no se deben sólo, ni principalmente, a que falten hábitos intelectuales y de la voluntad.

• Sin duda alguna influyen, pero con sólo la inteligencia y la voluntad, no es posible educar bien a una persona.

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• Definición Afectividad: Cualidad del ser psíquico de

experimentar las realidades exteriores y con ellas, de experimentarse a sí mismo

SANTIAGO FERNÁNDEZ, Psicología de la Afectividad

Educación de la Afectividad

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• El ser humano no es una cuadriga con muchos caballos -la dimensión sensible- a los que el conductor domina con las dos manos de la voluntad y la inteligencia.

• O todo está integrado y hay armonía, o los caballos se pueden desbocar y la cuadriga se vuelca.

Educación de la Afectividad

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• Por otro lado el Papa Francisco nos habla de la necesidad de tener paciencia en la formación de la madurez afectiva:

• «Para llegar a un punto de madurez, es decir, para que las personas sean capaces de decisiones verdaderamente libres y responsables, es preciso dar tiempo, con una inmensa paciencia.» Evangelii Gaudium n. 171

Educación de la Afectividad

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• El corazón y la voluntad tienen un papel insustituible en el proyecto de plenitud personal: hacernos capaces de amar cada vez más.

Educación de la Afectividad

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AMOR DE DIOS Y CONFIGURACIÓN DE LA AFECTIVIDAD

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AMOR DE DIOS Y CONFIGURACIÓN DE LA AFECTIVIDAD

• Por eso importa la rectitud del mundo afectivo: conseguir que nuestra afectividad sea acorde con el motivo que la provoca. Y eso forma parte de la talla humana y sobrenatural de las personas.

• La afectividad no puede ser sofocada ni suprimida, sino ordenada e integrada en el proceso del trato con Dios y con los demás, tanto en los casados como en los célibes.

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• Porque si no existe el cariño y no se pone el corazón en el trato y en el servicio a los demás, la vida cristiana es actuación, representación de un papel que no ha sido asumido por todo nuestro ser.

AMOR DE DIOS Y CONFIGURACIÓN DE LA AFECTIVIDAD

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• La caridad es la virtud que permite presentar -lo comprobamos en la encíclica de Benedicto XVI- el auténtico rostro del cristianismo, cálido, humano, cordial. Un camino fascinante -¡mirad como se aman!, decían de los primeros cristianos-, que nada tiene que ver con posturas ritualistas y de compromiso aisladas de ese Amor

AMOR DE DIOS Y CONFIGURACIÓN DE LA AFECTIVIDAD

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• Tenemos el atajo para alcanzar la riqueza afectiva del cristiano de manera adecuada a nuestra condición: la humanidad de Cristo, el amor a la Cruz.

AMOR DE DIOS Y CONFIGURACIÓN DE LA AFECTIVIDAD

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EL LENGUAJE DEL CORAZÓN

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EL LENGUAJE DEL CORAZÓN

• Estar dispuestos a hacer lo que Dios quiere no significa que tengamos que decir que eso no nos retuerce de alguna manera, poco o mucho. Sería raro lo contrario.

• La reacción adecuada del corazón es el dolor. • La respuesta adecuada al querer de Dios es

compatible con que nuestro corazón sufra

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• Silenciar el corazón en favor de la inteligencia y la voluntad es un error. No se puede reemplazar lo uno por lo otro• Tampoco cabe reducir la afectividad

aceptable al amor al prójimo en general.

EL LENGUAJE DEL CORAZÓN

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• Ningún amor humano verdadero es incompatible con la plena entrega a Cristo con tal de que se integre y se incorpore a esa entrega y esté impregnado por el espíritu de Cristo, de manera que no destruyan nuestros compromisos con Él.

EL LENGUAJE DEL CORAZÓN

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• Cuando la vida afectiva está enraizada en Cristo e impregnada por su amor, el peligro desaparece, porque para Cristo y para quien se empeña en identificarse con Él, la afectividad en cuanto tal nunca puede ser demasiado fuerte, demasiado intensa.

• Quien acepta la Cruz de Cristo ya no necesita temer que la plenitud de la afectividad pueda llevar al peligro de descarriarse; está libre del temor de dejarse arrebatar sin sentido ni control.

EL LENGUAJE DEL CORAZÓN

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BIBLIOGRAFÍA:

FUNDAMENTOS DE ANTROPOLOGÍA, UN IDEAL DE LA EXCELENCIA HUMANA, RICARDO YEPES STORK, EUNSA, PAMPLONA, 1996

AFECTIVIDAD HUMANA Y EL AMOR DEL CRISTIANO, POR JUAN RAMÓN GARCÍA-MORATO.

FORMACIÓN DEL CARÁCTER Y DE LA AFECTIVIDAD IDEAS TOMADAS DE UNA CLASE DE D. GUILLOME DERVILLE, ROMA, 2009

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Bibliografía:San Juan Pablo II, Ex. Pastoral Pastores dabo Vobis,, 25-III-92 n. 44

Benedicto XVI Carta a los seminaristas, 18 de octubre 2010 n. 6

Papa Francisco Evangelium Gaudii, nn. 107, 172Santiago FERNÁNDEZ, Psicología de la Afectividad.

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FIN