N° 94O c t u b r e

2015 Iniciamos el mes de octubre y resuenan en nuestros corazo-nes aquellas palabras de Pedro en la llamada crisis de Galilea. “Señor a quién iremos, si solo tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6,68).

Ante el discurso de Jesús sobre el pan de vida y su auto revela-ción como aquel que ha bajado de cielo, muchos de sus discí-pulos decidieron abandonarlo. “Este lenguaje es muy duro”. No comprendieron sus palabras, se escandalizaron.

Hoy Jesús sigue siendo para no-sotros PALABRA DE VIDA, aún cuando muchas veces no com-prendemos su mensaje.

Y es que seguir a Jesús supone descubrirle como el pan que

fortalece nuestra vida, pala-bra que guía e ilumina.

La palabra de Dios es viva y eficaz ( Hb 4,12 ), es cómo la lluvia que desciende sobre la tierra y no regresa hasta haber realizado su deber. (Is 55,10)

La palabra de Dios es Jesús mismo que se ha encarnado y ha querido hablar el lenguaje de la humanidad, de manera que la humanidad logre com-prender y hablar el lenguaje de Dios.

Las palabras de Pedro brotan de un corazón que ha descu-bierto a Jesús como el centro de su vida. Cómo aquel que solo puede saciar su sed, en quien ha puesto toda su con-fianza.

palabras de vida...

HERMANAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓNHoja informativa sobre la Espiritualidad de Santa María Rosa Molas y Vallvé

Pedro ha podido experimentar como la palabra de Jesús tiene fuerza y autoridad.

Ha sido testigo de una palabra de bendición que multiplica el pan y sacia el hambre.Una palabra de firmeza capaz de callar y calmar la tempestad.Una palabra de aliento que le-vanta a los enfermos y los sana.Una palabra de perdón para aquellos que le odian.Una palabra de esperanza para aquellos que la habían perdido.Una palabra de acogida para aquellos que eran excluidos.

Cómo Pedro, somos llamados a des-cubrir la fuerza de la palabra de Jesús. A contemplarle, a escucharle, a abrirle espacio en nuestros corazones.

Y cómo él, podamos proclamar: ¿a dónde iremos Señor? Tú sólo tienes palabras de vida eterna.

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En mi mente resurgen aquí y allá tantos recuerdos, los re-cuerdos de toda una vida y de mi segunda familia... Siempre me viene el aroma de las rosas con las que de niñas hacíamos coronas para ofrecer a la Virgen en el mes de mayo; a veces, me parece escuchar el maravilloso sonido del órgano al entrar en la capilla, seguido por el canto de nosotros los estudiantes. Tam-bién siento el olor del incienso durante la ceremonia religiosa o revivir la emoción de la primera confesión y primera Comunión y confirmación hecha en la capilla... Siento el olor del teatro donde vi mi primera película y las hermosas y envolventes co-medias, recitadas por estudiantes talentosos de nuestro querido colegio... Sí, aquel teatro donde con gran temor, yo tocaba en el escenario el piano.

Reveo la escalera que lleva a las salas de clase, subir y bajar infinidad de veces, desde el primer grado hasta que terminé el cuarto de Magisterio y como enseñante de los niños de la es-cuela primaria... Veo muchas caras de personas, allí conocidas, niños, adolescentes, jóvenes, en el hermoso tiempo que pasé allí, donde estudié, aprendí, crecí y donde he trabajado... Pienso a las largas horas de lecciones, a las interrogaciones, exámenes, a las ansiedades, a las risas, bromas, a los silencios, las hermo-sas excursiones... Pienso al profesorado que he tenido, laicos y monjitas, sí a las hermanas ellas eran, las artífices de todo, eran muchas y muy cercanas y atentas a todos los alumnos. Sus ros-tros quedaron grabados en mi mente... tantas caras, sonrientes, dulces, serias y si era necesario también firmes. Eran animosas, entusiastas, verdaderas hija de María Rosa... Recuerdo muy bien sus voces y los discursos entre ellas en su lengua madre que a mi tanto me gusta.

¿Qué más podría decir aún para sumergirme en el pasado en pocos minutos? Puedo decir que “Las llamas en el Ebro” se han extendido y han llegado a muchas partes del mundo. Puedo de-cir con gozo: ¡Gracias querida Madre María Rosa Molas por tu vida y tu ejemplo!

Anna Rita Abbondanza (Ex alumna – Roma)

Tengo todo el tiempo necesario para recorrer éste mi espa-cio de vida. He buscado muchísimo a las Hermanas. Mi escue-la, ya no está, el edificio amarillo de Vía Cervino es ahora una casa para peregrinos, pero el espíritu de la Madre María Rosa Molas está todavía allí, en la atmósfera que se respira, en los rostros y las actitudes de las pocas y nuevas hermanas que todavía están allí, en las que he encontrado el mismo pasado que buscaba y necesitaba.

En este edificio “Molas” se ha organizado un gran grupo de ex alumnos para celebrar el Bicentenario del nacimiento de la Madre María Rosa Molas. Sí, somos muchísimos y tuve la gran alegría de encontrarme con mis queridas compañeras de estudio, con mis ex alumnos y muchos, muchos otros ex alumnos.

Nos hemos encontrado y unido por los mismos recuerdos, experiencias, emociones, deseos y por el mismo amor que nos han transmitido, con su presencia y su acogida las hermanas de la Consolación y que llegó a ellas por el ejemplo de vida, fuerza, generosidad, amor y fe de la Madre María Rosa Molas. Ejemplo que llegó a nosotros a través de una enseñanza diri-gida, no sólo para el estudio sino también para formar per-sonas honestas, generosas, sinceras, serias, comprometidas con su trabajo y con sus vidas, amantes del prójimo y de las buenas cosas que el Señor nos da.

Las hijas de María Rosa, nos han hecho conocer y amar la naturaleza, el arte, la música, el deporte; dándonos tantas oportunidades y tomando con mucho amor el cuidado de nosotras, nos hicieron crecer como personas educadas ins-truidas, conscientes, generosas, dispuestas y preparadas para transmitir nosotras lo que nos han enseñado. En mi mesita de noche hay un cuadro pequeño con la imagen de la Virgen, Nuestra Señora de la Consolación, que se encuentra en la capilla de mi colegio, “María Rosa Molas”, de Roma. Muchas veces la tomo en mis manos, la acaricio, la beso y siempre me conmuevo…

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Estamos convencidos que la música es un medio propicio para la evangelización. Un espacio que permite el fluir de la creatividad, talento e intercambio de experiencias. Así nos comparten desde el Colegio de Barcelona en Venezuela, la experiencia festiva y de intercongregacionalidad

que tuvo como canal de expresión : LA MÚSICA.

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DOBLE BICENTENARIO….Hemos celebrado en el colegio Ntra. Sra. de la Consolación de Barcelona, (Venezue-la) en este año bicentenario, una edición especial del XVIII festival de la canción a Sta. María Rosa Molas y homenaje a Don Bosco, que también están de año bicen-tenario.

Participaron los colegios “Ntra. Sra. de la paz”, “María Auxiliadora”, “Salesiano Pio XII”, “María Rosa Molas” y “Ntra. Sra. de la Consolación”.

El opening fue muy diverso entre danzas, bailes, escenificación y cantos exaltando la imagen de estos dos santos. Entre el público la familia salesiana y consolación pasa-mos todos un momento agradable como familia cristiana.

El primer lugar categoría infantil ganó el Colegio María Auxiliadora.

El primer lugar categoría juvenil ganó el Colegio La Consolación.

Todos llevaron premios y reconocimientos por participación, mejor letra, música...

Contamos con la presentación del grupo amadis y “nueva generación” que con su talento nos ofrecieron un espacio de alabanza y animación.

Estamos convencidos que la música es un medio propicio para la evangelización. Un espacio que permite el fluir de la creatividad, talento e intercambio de experiencias. Así nos comparten desde el Colegio de Barcelona en Venezuela, la experiencia festiva y de intercongregacionalidad

que tuvo como canal de expresión : LA MÚSICA.

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Nuestra exalumna, la periodista Evy Bocaccini ha sido la presentado-ra y moderadora del evento.

Estamos convencidos que la música es un medio propicio para la evangelización. Un espacio que permite el fluir de la creatividad, ta-lento e intercambio de experiencias.

Por medio de nuestras voces, dones, y sonar de melodías, hacemos presente la santidad de nuestros fundadores. Hombre y mujer de Dios, cada uno respondiendo a la llamada de Dios, siendo servidor de los jóvenes, siendo instrumento de su consolación.

(Colegio La Consolacion - Barcelona - Venezuela)

Escuchar es más importante que hablar.

Si esto no fuera cierto, Dios no nos hubiera dado dos oídos y una boca.

Escuchar no es lo mismo que oír.

Escuchar es abrir nuestros oídos al lenguaje del otro que desea comuni-car algo.

Al cabo del día se oyen muchas co-sas, pero se escucha poco, apenas prestamos atención a lo que dicen los demás, olvidando que la atenta y amable escucha es la base del genui-no diálogo.

Sin capacidad de escucha, de aten-ción al otro, el diálogo queda bloquea-do. Si todos queremos hablar a la vez y nadie escucha las razones del otro, no hay diálogo, solamente «monólo-gos yuxtapuestos» estériles.

ESCUCHAR, ACOGER, VIVIR...

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Únicamente cuando uno es capaz de escuchar al otro, abre la puerta para que el interlocutor pueda comunicarse con él. Y precisamente esta intercomunicación, hecha de escucha respetuosa y de habla adecuada, es la esencia del diálogo.

Para que la palabra surta efecto, es ne-cesario que sea oída y escuchada. Saber escuchar no sólo es una práctica nece-saria, sino una necesidad en la familia, la escuela y en la propia sociedad.

Muchos conflictos se producen cuando no somos escuchados adecuadamente; se producen en la familia cuando los pa-dres no escuchan a los hijos y los hijos no escuchan a sus padres.

Saber escuchar requiere de una dis-

ciplina cotidiana, mostrar una actitud de confianza, de respeto a la persona que nos habla para que pueda expresar con propiedad sus mensajes.

ESCUCHAR, ACOGER, VIVIR...

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“Shema Israel” Escucha Israel...

Este es el primer mandamiento de la ley de Dios. Escuchar…

Abrir los oídos a la palabra de Dios y acoger-la en el corazón y vivirla a plenitud.

La Madre fue una mujer de gran capacidad de escucha.

Las hermanas encontraban gran contento en su presencia.

Y es que una persona que es capaz de es-cuchar, hace sentir importante a aquel que está hablando.

La Madre repetía a sus hermanas, “no escu-chemos la naturaleza, sino el Espíritu”…

Cómo quién va afinando el oído para saber distinguir cuál es el lenguaje de Dios.

La Madre, como todos los hombres y muje-res de Dios, aprendieron que solo en el silen-cio se puede escuchar a Dios, su murmullo, su voluntad.

Callar para escuchar. Escuchar para luego poder comunicar.

María Rosa, presente en todos los ambientes... La mú-

sica encuentra siempre en ti un motivo de inspiración...

@ HUELLASMaROSA

Que tu vida Madre, se imprima en nuestra hoja de vida,

y podamos ser como tú, testigo de la consolación de-Dios... @ HUELLASMaROSA

Su vida nos sigue impulsando a ser consolación para el

mundo....@HUELLASMaROSA

Te invitamos a compartir tu propio tweet de María Rosa Molas, y SEguiRnoS en nuestra cuenta. Com-parte la huella que la Madre va dejando en ti en un mensaje. Seleccionaremos algunos de los tweet para ser publicados en este espacio... @HUELLASMaROSA

HH. Ntra. sra. de la ConsolaciónSanta María Rosa Molas, 2 • 43590 Jesús-Tortosa (Tarragona)

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