Horacio Zúñiga. 3 poemas a la madre

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I!WP. GOMEZ Y DOUQIGUEZ - I9Í6

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‘Al las rDadres: Trasuntos de © ios sobre ia tierra, en el símbolo de la mía, la señora (Earmen “Anaga de

¿juiiíga.

‘J\ los maestros de la declama» cíón en IDéfíco:

Ju lie ta P a lav icin i « = A la r ía Lom elí C a rm en D . L óp ez á e C a n tú = G u a ­d alu p e G o n s á le ” C osío - - E m m a

Piñeyro e t c .

M a n u e l C . B erna! - - O c ta v io G a r ­cía = - L eo n a rd o O u tié rre c - - Fer­n a n d o R o m an o = = A lb e rto M icK el

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“£ a iDadre es un perfume de © ios"

T a g o r e

(En esta hora de la barbarie económica, el sai» Dajlsmo mecánico, el ateísmo estúpido o el rearme unlDersal; en esta Dictarla de la bestia que come sobre el espíritu que piensa, y del bruto que mata sobre el c o r a jó n que siente, la dignificación, la eraltacíón de la madre, más que un deber es una obligación, pues, ella es hoy por. hoy, la única criatura en cuyo pecho, pleno de Dirtudes y des­bordante de heroísmos, se refugia eso que constí» tuye la medula misma de ia especie humana; el centro arcan gélico del ser; el pipote diamantino del cosmos; la ra jó n suprema del fiogos; la esen» c ía de lo cre a d o y el nombre, ia fase o el asp e e* to más bello de la aioinidad: el amor; peto no el amor que erige, no el amor que espera recompen» s a o reclama gratitud; sino el otro, el amor puto y desinteresado; el amor oerdadero, que está en todas parles porque a todos se entrega; que tiene q todos porque a todos se d a , y que no es locura, sino éxtasis; delirio, sino holocausto, instinto, sino car id ad ! . . . .

¡S i ! Y a que todo lo perdimos, ya que todo lo estamos perdiendo, saleem os por lo menos a la madre, puesto que, sa in ándola a ella , habremos s a lo a d o lo que mejor tenemos, no como barro que se corrompe sino como espíritu que trasciende.

(En efecto, miles de años, cientos de siglos se han derrumbado p a ra siempre, arrastrando con ellos tumultos de generacion es y después de tan» tos milenios de traba jo , de lucha, de Inteligencia, de clDilijacíón y de cultura, hoy. como ayer, la humanidad no hace otra c o s a que d esp ed a jarse y prostituirse, a tal punto y de tal manera, que ur» ge ya substituir la definición cartes ian a : el hom» bre es un animal que piensa, por esta otra de y a b e ie o ich : el hombre es un animal que mata.

P á g i n a

n u t r e

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P e t o , mientras en el p a s a d o , sobre los trágicas llanuras de la muerte, l íoídas de osamentas, ro jas de sangre o corrompidas de cad áoere s , am anece ia autora de la belleza, abre sus a la s de lu¿ el pensamiento y el cíe io se perfuma de bondad; a h o ra , es el humo de las fábricas el nimbo de nuestras ciudades: el ja d e o de los motores el him* no de nuestra efis tencla; la glorificación del reba» ño. el erponente más alto de nuestra dignidad es» pecifica, y la negación de toda belleza y toda creencia , el más claro timbre de nuestro orgullo, demoniaco y grotesco, como el orgullo de un Cuj- bel que pretendiera diDlnijarse después de ha» berse mofado de la diDlnidad.

¡H asta las diferencias biológicas y fis iológicas, superadas! j f i a s t a lo que la n a tu ra le ja h i jo d is­tinto. Igualado por nosotros! . . . j f i a s t a la mu= íer, nuestro complemento, nuestra o t r a m i t a d , en cierto modo nuestra antítesis, conoertida en hombre . . . ! P o r eso. precisamente por eso. urge h acer un alto en esta desenfrenada ca trera h a c ia el abismo. P o r eso es indispensable e fa l= tar a e s a , que siendo la más mujer de todas, no ha necesitado renegar de si misma para ser la más útii, la más fuerte, la más noble, la más glo* riosa.

P o t eso, hay que insistir en que si es grande la mujer que tra b a ja , mucho más grande es la mujer que cre a , porque si en el t rab a jo no está im» plicita la creac ió n , en toda creación sí está im» plícito el trab a jo . Q u e si es dignísima 1a mujer que lucha, más aún lo es la mujer que lucha y am a a la o e j ; que el ideal femenino no debe set el taller sino el hogar: taller de pidas, laborato» rio de espíritus; que debe aspirar, no a tener ca » m a ta d a s sino hijos; que por encima de la mujer obrero, ia mujer c iu d adan o, la mujer lider, y la mujer político, está y debe estar la mujer mujer; y que más a lta aún que todas eilas, h ál lase aún y hab rá de hallarse , por Dentura nuestra, e sa sin» tesis de fortalezas y de Dlrtudes. de bondades y

P á g i n aB i c i

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sacrificios, d i holocau stos y de ternuras, que se llam a la IDujet ID adre.

f íe ah í la t a jó n de este opúsculo; de este po« bre folleto con el que el humilde escriior a quien inm erecidamente tantas generosas JUDenmdes han querido y estim ado, asp ira a d ar su m ejor cá te * dra, en estos precisos momentos en que la más in» fame co a rta d a , . . del destino, ha ob ligad o a trun* c a r su eleDado eoangelio , a quien com etió el gra* n e y sublime error de no haber anhelado otra co sa que ser m aestro, en esta absurda etap a humana que e ja l ta a S a n c h o P a n ja y e sca rn ece a D o n Q u ijo te , cu ando no absueloe a B a rra b á s y co n­dena a Jesucristo !

f l s i pues, no se ju jgue esie parDO hom enaje desde un punto de Dista ejclusíoam ente literario; sino desde un p lano m oral. (£ste folleto no es una obra de talento, es un acto de am or; por ello , ca» sí sin corregirlo, he incluido en esta mínima c o le c ­ción de poem as, uno: A A t l M A D R E » Que es ' críbi h a c e cerca de cuatro lustros, y que publiqué h ace quince años. (Este poem a, g lorificado por el arte de nuesiros m ejores d eclam ad ores, me ha sido so licitado con insistencia ; por ello , y por ser pro» fundamente sincero, intimamente mío, lo ofrezco enestas p ág inas, Junto con el C O R A Z O N P A R ** L E R O Que también ha sido honrado con las pre­feren cias del público y que figura en / M IR R A S, mis poemss orfébrlcos. (Cerrando el ciclo , entrego a la indulgencia de quienes me lea n , mí último poem a, escrito expresam ente p a ra esta o casió n , term inado en este minuto, inédito por lo tanto, en absoluto, que asp ira cond ensar, por la sinceridad , por 1a em oción, por la inteligencia , por la fu erja . hondura y ferpor que he pretendido poner en él. cuanto de menos m alo puede tener el h ijo y el poeta que en esta fech a , bellam ente sim bólica, a l entregar a su m adre e sta s p ág in as trémulas de suspiros y húm edas de besos, cree escu ch ar, a ttaoés de oeínte sig los de a fa n es , e s p e ra n ja s . an» gustlas triunfos y d esastres , la s p a la b ra s del blon* do R a b í bendiciendo el silencio con esta otra

P á g i n a

O nc e

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b ien ap eniu ran ja : ¡B ienapenturados los aue am an y honran a su m adre, poraue de ellos se rá el rei­no de los cielos-, . . .

Dota del (Editor

(Este opúsculo constituye só lo un am able párente» sis en la publicación de tas obras de f io ra c io ¿jú» ñifla, pues, según se h ab la an u n ciad o, la último nooela del ÍD aestro: R E A L I D A D Ua está listo p ara ser puesta en circu lación .

£ o s pedidos de éste g los dem ás libros de! au= tor. pueden h acerse al S r . ID arcelino R eg es P . ((Berente y co n cesio n a rio ), (Dalle de C o ren jan a núm. 11. ID é jico . I X Teléfonos (Ericsson b*17*7i> y

P á q i u aD e < t

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A la d re . mi cera só n can ta que canta., parece unniño loco, un arrovu elo de lírica virtud,o uno de esos s®rr' ones parlanchines que riegan trinos y que beben lu s! . . .

¿L o escuchas’’ ¿ N o io escuchas, m ad re mía- Si parece un Iru-frú d e a íita s melodiosas^ si es m uy su av e, m uy suave, com o plum a d e av estru z! . . .

¿Q u é bonito , v erd ad ? . . . A llá , en el iond o , m uy ad en tro , d ijérase un laú d que riñe a mis angustias porque lloran y bendice a mi ensueño por asu l!

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¿Q u e bonito , v erd ad ? . . . ¡Sí, que bonito!- ningúnconcierto es m ás herm oso ni m ás dulce: sim ula que, a ! trasluz de un vidrio d e colore?, se tam iz a el trém olo d e! a rp a de un querub!

¿Q u é bonito , v e rd a d -' . . . V ¿tú no sabespor qué es así esa m úsica de tu l,y d e g a s a , y de arru llo , y de caric ia ,que perfum a el capuzd e! silencio y que en mis decepcioneses un trino b e fa n d o un a ta ú d ;¿Por qué es así? . . . ¿N o sabes?¿N o lo sabes, mi lírico, mi santo V isap u r?— ¡Pues es asi por tí, por tus gorjeos,D oroue en mi corazó n h ab itas tú! . . .

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Inefab le a lm a nítida y beüa poem a d ivino de to d o lo b lan co , y de todo !o su ave y de to d o lo puro, y d e to d o ío bueno y de to d o !o santo .

D e mis Hondos dolores consuelo,de mis Hagas ard ientes el b á lsam o ,a o n d e quiera que v o y v as conm isocom o estrella , mi senda a lu m b ran d o ,y si estoy a b a tid o o sedientoa ! m irar que v acilo o me ab raso ,d e tus besos me d a s la frescuray me ofreces la som bra d e tus dulces cu idad os!

Siempre has sido mi guia y mi refugio,siempre has sido mi puerto y mi faro:cu an d o en v a n o lla m a b a a la puertade queridos am ores que ja m á s m e escucharoncu an d o triste y enferm o im p lorabamí lim osna de ensueño, con los oíos c la v a d o sen la a ltu ra im pasible y serenao en los p álid os ortos leíanos,sólo tú m e brindaste tu au x ilio ,sólo tú me tendiste los brazos,y cerraste mis frescas heridascon la suave p ied ad d e tus labios.

P á g i a *d i e c i n u e v e

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¡O h cria tu ra d iv in a , a b n e g a d a y sublim e, tu in fin ita b o n d a d me fia enseñad o, cu án to vale u n a m ad re en !a v id a

d o n d e n a d ie nos oye ni se p a ra a curarnos- d o n d e, ¡In fam e!, nos b u rla la nov ia y nos vende el am igo que llam am os herm ano y h asta e! m ism o saber no¿ tra icio n a a l rom pernos el fúlgido id e a ! que sonam os!

¡A y d e aq u el que no tenga am o r com o el tuyo!¡A y de aq u el que no sepa d e las n ítid as m anos que nos hacen los bucles cu an d o somos pequeños y después nos b end icen , cu an d o grand es, nos vam os a p robar a otras partes d e !es panes a jen o s que se a m a sa n , a veces, con la sal d e los llantos!

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¡A y d e aq u el que h a perdido p a ra siempre su m aare !¡A y de a q u e l que no cu enta con su am o r n i su am p a ro pues la v id a es ta n d u ra y el d olor es ta n hondo y el cam ino es ta n largo . . . es ta n largo . . . tan largo!

N f l i i i a

V e i n te

TRES

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EMAS

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U n libro m inúsculo:

esencia J e am o r,

Sotita J e un beso,

á to m o cié sol*

U n libro m uy breve,

M a d r e , porque así

p od rá entre tus m anos

c a n ta r y dorm ir . . .

P á g i n a

I i e i n t i u u a

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[¿Flor?¿Estrella?¿Sonrisa de A rreboles de la A u rora d oneella?¿Poem a de gorjeos d el b ard o ruiseñor?

Q u ien es? ¿Es diosa?Es h a d a ?El iris hecho am ores de na p iedra preciosa?

¿ L a lu s hecha ternuras d e u n a perla en ca n ta d a ? im

¿Q u ién es? ¿Q u ién es? !¡T an su av e , ta n lím pid a, ta n leve-to d a vellón d e espum a, to d a cop o d e nieve,- ¿carn e de cirio y a lm a d e a ro m a de alelíes!

¿A n fítrite d e n á c a r en piélagos d e sed a? #¿V en u s a c a so , L e d a ,D ia n a , Ju n o , la delcasco resplandeciente: la in com p arab le Palas? d k¿ O u n a picride olím p ica (¡m u jer y lira y a la s !) de m anos de rom ance y labios de rondel?

¿Será u n a reina lírica que v ien e del O rie n te 1ingrávid o, inasib le , rem oto, inm aterial?¿Será N u estra Señora la Belleza Sonriente?¿O será d e los cuentos, la Princesa D urm iente Ecu y a v id a es un ágil oy frágil m ad rigal?

¿ H a d a M a d r in a ? ¿M u sa ? ¿R eina á e un cuento? ¿D iosa?¡M ucho' m ás que eso! ¡Es todo! ¡Es todo! . . . ¡A la d re U

¡Plegaria d e lucero y égloga de rosa! (a l fin!¡En crines d e h u racan es j'oyel d e m ariposa!¡P a s d e vuelo d e cisne en noche borrascosa! . . . ^¡A l mismo tiem po n a rd o , p a lo m a y serafín!

APágina ^

Veiirtifiéi

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II

¡M a d re ! ¡C ria tu ra san ta

que ca n ta

y tiene lu ?,

y es leve com o esp um a

o p lum a

de avestruz;

y es de crista! fluyente,

fecu n d a y transparente

cu al a g u a de !a fuente

de besos de Jesú s!

P á g i n a Veinf icualiro

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III

¡M a d re ! ¡M a d re pura! !/Madrecita buena! ¡A lta r d e perfumes com o la azucena,- custod ia d e pétalos,- d e néctar copón!¡L o mismo que el lirio, m isa! de b lan cu ras; p árv u la cap illa d o n d e las ternuras m ás suaves, y dulces hacen oración!

¡Síntesis d e to d as las m ejores cosas; arcó n de portentos, son p iedras preciosas tus lásrim as; oro, oro es tu b o n d a d ; p la ta es la tristeza d e tu a lm a dolientc,- el sudor te ciñe perlas en la frente, y cu an d o te a b ra s a la an su stia inclem ente, eres c! m ás fino, tenue y cristalino, bello y peresrino v aso de p ied ad ! . . . .

Por tí la tin iebla en la lu s se resuelve- por tí el b arro efím ero, eterno se vuelve; tú an im as y alu m bras el h u m ano cieno porque es noble surco de v id as tu seno,- porque, d e tu vientre fecundo y b en d ito , m a n a la corriente que v a a l infinito: la v ita l corriente, m isteriosa y b e lla , que em pieza en el p olvo, prosisue en la estrella y v a to d a v ía , gozosa y v e lo s , entre rem olinos d e constelaciones, buscand o las v agas y etéreas regiones d o n d e late el hond o misterio d e D io s ! .............

P á g i n a

v e i n t i c i n c o

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¡Flor de fas criatu ras! ¡M ie l de las m ujeres! cu anto m ás sufrimos, mucho m ás nos quieres.Si ves que caem os, presto, nos lev a n ta s , y p a ra evitarnos rudezas y esp inas, an tes que nosotros, p iad o sa cam inas m an ch an d o y rom piendo tus d ivinas p lan tas. C u a n d o el infortunio salvaj'e nos hiere, cu a n d o , en torno nuestro, tod o p a sa y muere y v a solo el pobre corazón d esnu do, friolento, sangrante , fa tig ad o y m u d o, por el a b ra sa d o y obscuro sendero, sin flor y sin ca n to , ni am o r, ni lucero; cu an d o es noche ab a j'o y a rr ib a es abism o,¡oh A la d re ! ¡O h trasunto d e D ios!, con el mismoafecto de siem pre, con igual ternu ra ,vienes a ofrendarnos tu inm ensa dulzura,-p a ra protegernos el a lm a a te rid anos haces un m an to con tu propia v id a :nos brindas un ósculo por c a d a z a rp a z o ;com o antes d e niños, sobre tu regazopones nuestra frente, rugosa y to stac.a-con tu m elodiosa b o ca p erfum adael silencio aro m as d e arrullos y cantos?y en u n a locu ra de transportes santos,nos m eces, lo mismo que a y e r en la cu n a ,nos curas, nos besas, nos unges, nos m im as,y finges un ángel de gasas de lu n aque b a ja s e d e un ade las a lta s cim asde N uestro Señor,p a ra trasm itirnos su bello m ensaje . . .¡porque d e la gloria tú eres un cela je !¡porque tú eres to d a so n a ta d e am or! . . .

PáQinci

« e i n t i U i t

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¡Faro cíe los náufragos! ¡L u ? d e los caídos! ¡P a ra tí no h a y hijos ruines ni vencidos, pues sabe tu inm en sa, cristian a p ied ad , que un beso d e m ad re lim pia cualquier frente y que h a sta el estigm a del hierro cand en te lo borran los óleos d e tu sa n tid a d ! . . .

C o n ra só n , ¡O h A la d re !, p u ed e hundirse todo en m ares am argos o en sangriento lodo.D e la hum ilde gleba d o n d e el germen o ra , puede huir la gracia d el a g u a p asto ra , que v a prod igand o sus c laras fatigas p a ra que se truequen en oro d e espigas.Puede el torbellino del od io o d el d uelo,

barrer, com o aren as los astros del cielo, q uebrar las arqu illas d e miel d e las flores, rom per los laúdes d e los ruiseñores y a rra n ca r , a frondas o a vientos h ialinos, las rosas de m úsica de versos y trinos.

T o d o , todo pued e m orir si tú vives, porque tú de lo A lto mil dones recibes; porque eres com pendio de infinitos bienes,- porque cu an to es bello y es bueno, lo tienes,- porque en tí, resumen de la g racia sum a, to d o b rilla y c a n ta y re s a y perfum a:¡la au ro ra d espunta cu a n d o tú nos m iras; si h a b la s , en tus labios h a y sistros y liras y en tus m anos b lan cas re ra n los j'asm ines d e los b lan cos besos d e los serafines! . . .¡M u e ra n flor y astro , perla y colibrí!¿Q u é puede faltarnos teniéndote a tí?

P á g i n a

V e tn li t ie fe

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¡C a rn e cíe holocaustos! ¡Sangre cíc martirios!¡tú con cu yas lágrim as fecu nd as los lirios que nos em b alsam an con su ca rid a d ; y por d arn o s ta n to , tan to te consum es, que mientes un frágil pom o d e perfumes en e! áu reo estuche de la c la r id a d !. . .

¡O h m ad re d ulcísim a! ¡M a d re c ita san ta ! h o y que todo el od io lo rom pe y q u e b ra n ta , h o y que el fango ah o g a virtud y b e lleza y que nos in v a d e la enorm e tristeza d e ver, cóm o un b árb aro coro d e chacales q u ieb ra , con sus ásperos gritos, los cristales c u a ja d o s con m úsicas y luz d e tu voz, h o y que cu an to es noble muere o se d erru m b a, h o y que es nuestro infam e p lan eta la tum ba d e! Q u ijo te y C risto , ¡M a d re , ven en pos d e nuestras m iserias! . . . ¡Estam os a obscuras! ¡D án o s tus perdones, d án os tus blancuras!¡O h m ad re dulcísim a! ¡O h a u ro ra de D ios!

P á g i n a

V e i n t i o c h o

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O f r e n d a

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ZuÑ1GA

U n libro m inúsculo:

esencia de am or,

gotita d e un beso,

á to m o de so!;

U n libro m u y breve,

A la d re , porque así

p o d rá entre tus m anos

c a n ta r y dorm ir . . .

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P á g in a

I ie ín l íu n a

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I n d i c e

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D ed icato ria Pág. 5

P a la b ra s del A u to r // 9

E l C o ra z ó n Parlero a 15

A mi A la d re // 19

/Madre D ulcísim a // 23

O fre n d a // 31

P á g i n a I i e i n f ¡cinc»

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O B R A S D E L AUTOR

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