Hombres de a Pie y de a Caballo. Conquistadores, Cronistas, Misioneros en La America Colonial.

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Conquista América

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0_previas.indd 2 14/06/13 09:39HOMBRES DE A PIE Y DE A CABALLO: CONQUISTADORES, CRONISTAS, MISIONEROS EN LA AMRICA COLONIAL DE LOS SIGLOS XVI Y XVIIlvaro Baraibar, Bernat Castany, Bernat Hernndez y Mercedes Serna (eds.)0_previas.indd 3 14/06/13 09:39INSTITUTO DE ESTUDIOS AURISECULARES (IDEA)COLECCIN BATIHOJACONSEJO EDITOR:DIRECTOR:VICTORIANO RONCERO (STATE UNIVERSITY OF NEW YORK-SUNY AT STONY BROOK, ESTADOS UNIDOS)SUBDIRECTOR: ABRAHAM MADROAL (CSIC-CENTRO DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES, ESPAA)SECRETARIO: CARLOS MATA INDURIN (GRISO-UNIVERSIDAD DE NAVARRA, ESPAA)CONSEJO ASESOR:WOLFRAM AICHINGER (UNIVERSITT WIEN, AUSTRIA)TAPSIR BA (UNIVERSIT CHEIKH ANTA DIOP, SENEGAL)SHOJI BANDO (KYOTO UNIVERSITY OF FOREIGN STUDIES, JAPN)ENRICA CANCELLIERE (UNIVERSIT DEGLI STUDI DI PALERMO, ITALIA)PIERRE CIVIL (UNIVERSIT DE LE SORBONNE NOUVELLE-PARS III, FRANCIA)RUTH FINE (THE HEBREW UNIVERSITY-JERUSALEM, ISRAEL)LUCE LPEZ-BARALT (UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO, PUERTO RICO)ANTNIO APOLINRIO LOURENO (UNIVERSIDADE DE COIMBRA, PORTUGAL)VIBHA MAURYA (UNIVERSITY OF DELHI, INDIA)ROSA PERELMUTER (UNIVERSITY OF NORTH CAROLINA AT CHAPEL HILL, ESTADOS UNIDOS)GONZALO PONTN (UNIVERSIDAD AUTNOMA DE BARCELONA, ESPAA)FRANCISCO RICO (UNIVERSIDAD AUTNOMA DE BARCELONA, ESPAA / REAL ACADEMIA ESPAOLA, ESPAA)GUILLERMO SERS (UNIVERSIDAD AUTNOMA DE BARCELONA, ESPAA)CHRISTOPH STROSEZTKI (UNIVERSITT MNSTER, ALEMANIA)HLNE TROP (UNIVERSIT DE LE SORBONNE NOUVELLE-PARS III, FRANCIA)GERMN VEGA GARCA-LUENGOS (UNIVERSIDAD DE VALLADOLID, ESPAA)EDWIN WILLIAMSON (UNIVERSITY OF OXFORD, REINO UNIDO)Impresin: ONA. Industria grca S. A. De los autoresISBN: 978-1-938795-91-6New York, IDEA/IGAS, 20130_previas.indd 4 26/06/13 17:27HOMBRES DE A PIE Y DE A CABALLO: CONQUISTADORES, CRONISTAS, MISIONEROS EN LA AMRICA COLONIAL DE LOS SIGLOS XVI Y XVIIlvaro Baraibar, Bernat Castany, Bernat Hernndez y Mercedes Serna (eds.)0_previas.indd 5 14/06/13 09:390_previas.indd 6 14/06/13 09:39NDICEPreliminar ................................................................................. 9Baraibar, lvaroUna mirada interdisciplinar sobre las crnicas de Indias: a modo de presentacin ....................................................... 11Primera parte. Descubridores, conquistadores y cronistas: miradas sobre el proceso de la conquistangel DelgadoColn, autor literario del Diario del Primer Viaje ....................... 23Leonardo EspitiaDe carta de relacin a Historia, un transvase genrico: la Oceanea Decas Prima vista por Fernn Prez de Oliva ......... 39Carmen de MoraHernando de Soto en las crnicas sobre la conquista del Per .... 57Paul FirbasLas fronteras de La miscelnea antrtica: Miguel Cabello Balboaentre la tierra de Esmeraldas y los Chunchos ............................. 77Esteban Mira CaballosAculturacin a la inversa: la indianizacin de los conquistadores ... 97Bernat HernndezPor honrar toda la vida pasada con tan buen n. Los cargos de conciencia en la gura del anticonquistador ....................117Pedro Ruiz PrezLectura barroca de la conquista: los Varones ilustres del Nuevo Mundo de Pizarro y Orellana .....................................1330_previas.indd 7 14/06/13 09:39Ramn Troncoso PrezCronistas indgenas novohispanos de origen nahua. Siglo xvi y principios del xvii .............................................147Omar SanzBartolom Leonardo de Argensola, cronista de Indias: Conquista de las islas Malucas (I) ............................................161Segunda parte. Evangelizadores y evangelizacin: miradas sobre la cuestin del indgenaTrinidad BarreraLa Brevsima lascasiana, proceso de un texto ..............................179Antonio LorenteLa Historia de los indios de la Nueva Espaa o la apasionada historia de un serco descalzo ..........................195Mercedes SernaFray Toribio de Motolina y la poltica colonial espaola: los tributos y las Leyes Nuevas .............................................213Jos Mara Gonzlez OchoaFray Juan Ramrez de Arellano .................................................231Csar ChaparroEvangelizacin y persuasin de los nuevos pueblos: teora y praxis en Bartolom de las Casas, Jos de Acosta y Diego Valads ...................................................................249Miguel Anxo Pena GonzlezEntre la encomienda de los naturales y la esclavitud de los africanos: continuidad de las razones ...............................263Bernat CastanyCerdos en el paraso: la inuencia de la losofa epicrea en la construccin del mito del buen salvaje .......................279ndice analtico .....................................................................2930_previas.indd 8 25/06/13 17:53PRELIMINAREstelibrorecogelasaportacionesdevariosespecialistasenla Amrica colonial. Su publicacin ha sido posible gracias al Proyecto de Investigacin Crnicas y literaturas en Amrica Colonial. La Biblioteca indiana como testimonio y como controversia (FFI2011-25540), de la Universidad Autnoma de Barcelona, al Centro para la Edicin de los Clsicos Espaoles (CECE) y al Grupo de Investigacin Siglo de Oro (GRISO), de la Universidad de Navarra.Asimismo, agradecemos el apoyo del Ayuntamiento de Trujillo, de la Obra Pa de los Pizarro, de Juan Antonio Serrano y delprofesor Miguel ngel Garrido Gallardo.Guillermo SersUniversidad Autnoma de Barcelona0_previas.indd 9 14/06/13 09:390_previas.indd 10 14/06/13 09:39UNA MIRADA INTERDISCIPLINAR SOBRE LAS CRNICAS DE INDIAS: A MODO DE PRESENTACIN1lvaro Baraibar GRISO-Universidad de NavarraHacecasiunadcadaIgnacio Arellanosereferaalascrnicasde Indiascomounmundoanpordescubrir2. Aquellaspalabrasenca-bezabanelprlogodeunlibroquerecogalasintervencionesdeun congresointernacionalsobrelaedicinyanotacindetextosindia-noscelebradoen2002,unadcadadespusdelacelebracindelv Centenario. El inters de Arellano en aquel momento se centraba espe-cialmente en las grandes lagunas existentes en lo que a la edicin crtica de las crnicas se refera. Sin embargo, no era esta la nica razn que motiv aquellas palabras, ya que haba muchos aspectos an desconoci-dos en el vasto mundo de las crnicas de Indias.Con posterioridad a aquellos primeros aos del siglo xxi son mu-choslostrabajosquesehanacercadoalascrnicasdeIndiasdesde diferentesdisciplinas.Sonnumerosasymuyvariadaslasmiradasque historiadores,llogos,juristas,lsofos,antroplogos,telogos,etc. han lanzado sobre el mundo de las crnicas y sobre la Amrica colonial de los siglos xvi y xvii. La jacin textual de los testimonios de la con-quista, poblacin y evangelizacin de Amrica, el anlisis del proceso de escritura de aquellos textos, el estudio de la manera en que las crnicas 1 Este texto se enmarca en los trabajos del proyecto de investigacin Discurso y poder, lengua y autoridad en el mundo hispnico (siglos xvi-xvii), nanciado por el Ministerio de Economa y Competitividad (HAR2012-31536).2 Arellano, 2004, p. 9.02_Baraibar_presentacion.indd 11 14/06/13 09:4312LVARO BARAIBARconstruyeron la imagen de los personajes histricos que en ellas apare-cen o la relacin entre verdad y ccin, entre historia y literatura, son solo algunos de los mltiples enfoques desde los que distintos especia-listas se han preocupado por este corpus de la literatura colonial en las ltimas dcadas.A pesar de ello, o precisamente por ello, sigue siendo pertinente la edicindeunvolumencomoelqueaqusepresenta,untextoque renelasaportacionesdeespecialistasprocedentesdedistintasdisci-plinashumansticasydediferentespasesyuniversidadesdelmundo, con el nimo de profundizar en un mejor conocimiento de la Amrica colonial. Esa perspectiva interdisciplinar sigue siendo crucial a la hora de analizar y desentraar los discursos trazados por los protagonistas del proceso de descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo, un mbito en el que sigue habiendo todava mucho trabajo por acometer. Ordenar los distintos trabajos aqu reunidos y agruparlos por reas temticas no es una labor sencilla, pero hemos credo que el esfuerzo enriqueca el libro y le daba una mayor claridad. Probablemente podra haberse trazado un orden a partir de ejes analticos distintos, pero hemos optado por seguir un criterio temtico, ms all del cronolgico que hemos tenido en cuenta dentro de cada una de las dos partes del volu-men o del geogrco del que en esta ocasin hemos prescindido. Al hacerlo hemos podido comprobar que dos grandes bloques tomaban forma y que los trabajos eran perfectamente complementarios. La primera de las partes la hemos titulado Descubridores, conquis-tadores y cronistas: miradas sobre el proceso de la conquista. Bajo este epgrafeseagrupauntotaldenuevetrabajosquehemostratadode ordenar, como deca, cronolgicamente.El primero de los textos corresponde a ngel Delgado, que propone lahiptesisdeunaposiblereescrituradelDiariodelprimerviajede Cristbal Coln que habra llevado a cabo el propio Almirante como consecuencia del naufragio de la nave capitana en la Navidad de 1492. Delgado considera que a partir del 6 de diciembre de aquel ao hay un cambio en la perspectiva con la que Coln describe las islas del Caribe. Lo que hasta ese momento era descrito en el Diario como algo radical-mente diferente de todo lo conocido hasta entonces pasa a ser similar a los paisajes de Castilla o las Canarias. Esta idea lleva a Delgado a propo-ner la hiptesis de esa reescritura del Diario como modo de justicar la expedicin colombina ante la ausencia del oro y las especias prometidos. 02_Baraibar_presentacion.indd 12 14/06/13 09:43A MODO DE PRESENTACIN13As la Espaola habra pasado a ser el objeto de una elaborada construc-cin retrica con el objetivo de redenir el sentido de la expedicin de Coln que habra dejado de centrarse en la bsqueda de riquezas para convertirseenunaempresadecolonizacin.Desdeestaperspectiva, incluso la eleccin de los nombres (la Espaola, el Fuerte de Navidad, etc.) cobrara un nuevo sentido.EnelsegundodelostrabajosLeonardoEspitia(Universidad Autnoma de Barcelona, Espaa) aborda un estudio del proceso de re-elaboracin que Fernn Prez de Oliva llev a cabo a la hora de escribir su Historia de la invencin de las Yndias a partir de la Primera dcada de PedroMrtirde Anglera.Espitiaexplicacmoelcontextoideolgi-codelcordobsdiferanotablementedelpropiode Anglera.Espitia nos muestra las razones que explican la adaptacin llevada a cabo a lo largo de la obra por parte de Prez de Oliva, eliminando, por ejemplo, toda referencia a la Antigedad clsica. A ello no fueron ajenas, segn nosdiceelautor,nilastransformacionesquelahistoriografaestaba viviendo a nales del siglo xv y principios del xvi ni la apuesta por el castellano como lengua de escritura.Por su parte, Carmen de Mora (Universidad de Sevilla, Espaa) cen-tra su trabajo en un anlisis del personaje de Hernando de Soto ms all de la gura histrica, acercndose a la imagen que transmitieron de l diferentes cronistas de la conquista del Per. De Mora estudia algunos de los pasajes ms importantes en los que Soto tuvo un papel protago-nista y, en ocasiones, controvertido Cajas, encuentro con Atahualpa, muerte de este, toma de Cuzco, siempre con el objetivo de mostrar la imagen del conquistador que elaboraron y transmitieron los distintos cronistas que relataron estos episodios de su biografa. Al hacerlo, la au-tora tiene en cuenta, adems, el tipo de texto, distinguiendo en cada caso entre las crnicas soldadescas las escritas por testigos presenciales de los hechos, y las elaboradas por guras como Fernndez de Oviedo, Lpez de Gmara y otros, sin haber sido testigos de vista de lo ocurrido, desde una perspectiva y con unas pretensiones claramente diferentes.El cuarto texto corresponde a Paul Firbas (Stony Brook University, EstadosUnidos)yseocupadelaguradeMiguelCabelloBalboa, destacadomiembrodelaAcademiaantrtica,ungrupodeperso-nasquerepresentlavanguardiadelasletrascolonialesperuanas. Cabello, tras unos aos de vida en la corte, se hizo soldado en Flandes. Posteriormenteestudi,seguramenteenunauniversidadandaluzay, 02_Baraibar_presentacion.indd 13 14/06/13 09:4314LVARO BARAIBARtras recorrer buena parte de Europa, pas al Nuevo Mundo, donde se orden sacerdote. Firbas destaca de Cabello su voluntad de intervenir en las fronteras y de escribir sobre ello, y nos presenta su produccin escrita, perdida en buena medida, como el proceso de elaboracin de un proyecto intelectual para unir el Viejo y el Nuevo Mundo. La obra conocida de Cabello se inicia con la Verdadera relacin de Esmeraldas y la Miscelnea antrtica, y concluye con su Orden y traza para descubrir y poblar la tierra de Los Chunchos y otras provincias, un texto que habra tratado de proyectar hacia el futuro los valores ideales de los primeros conquista-dores.ElquintotrabajoeseldeEstebanMiraCaballos(Academia DominicanadelaHistoria,RepblicaDominicana),quiennospro-poneunamiradasobreelcontactoentreconquistadoreseindgenas americanos algo distinta de la acostumbrada. En el proceso de conquista de Amrica por parte de los espaoles, estos llevaron a cabo un acer-camiento a las culturas, lenguas y tradiciones indgenas como modo de conocer mejor sus realidades y acometer en las mejores condiciones po-sibles el proceso de evangelizacin y de aculturacin. Sin embargo, ese mismo conocimiento, as como la vida diaria, provocaron un proceso de aculturacin a la inversa y fueron los espaoles los que, en cierta medida, vivieron un proceso de indianizacin. Mira Caballos, en estas pginas, se detiene en algunos aspectos de esta aculturacin a la inversa y analiza la forma en que la cultura culinaria, el conocimiento de las plantas y sus propiedades y otros conocimientos indgenas fueron asimilados por los conquistadores.Pasadoslosprimerosmomentosdelaconquista,laimagendel conquistador se identic con los abusos cometidos con la poblacin indgena.BernatHernndez(UniversidadAutnomadeBarcelona, Espaa), desde una perspectiva histrica, analiza los casos que podemos encontrar de conquistadores y encomenderos que decidieron abando-nar su condicin y tomar los hbitos. Utiliza para ello como fuente un buen nmero de crnicas de Indias y una importante informacin de archivo. No son pocos los casos en que esto ocurre, segn ellos mismos explican, como consecuencia del cargo de conciencia que les produca supasadaparticipacinenlasguerrasdeconquistaolaactitudque haban tenido para con los indgenas. Hernndez estudia estos casos en el marco del clima social, ya generalizado para nales del siglo xvi, de crtica y rechazo de la gura del conquistador. De este modo, la imagen 02_Baraibar_presentacion.indd 14 14/06/13 09:43A MODO DE PRESENTACIN15delconquistadorarrepentido,elanticonquistador,sefueconstruyen-docomoanttesisdelconquistadorsanguinarioyviolento,tambin impulsada por la Corona como idea de la nueva realidad que se quera para las Indias.Otra reexin interesante sobre la gura del conquistador es la que nos propone Pedro Ruiz Prez (Universidad de Crdoba, Espaa). El autor plantea la importancia que tuvo el Descubrimiento en la cons-truccin narrativa de un nuevo modelo de caballero, el conquistador. Se trataba, sin embargo, de una imagen que no siempre tena fcil encaje en el ideal cortesano que iba tomando forma a lo largo del siglo xvi. En este caso, Pedro Ruiz dirige su mirada al libro Varones ilustres del Nuevo Mundo de Fernando Pizarro y Orellana, obra publicada en 1639 y que representa, segn nos dice el autor, un ejemplo perfecto de la adaptacin del discurso a la nueva realidad del Barroco y a una nueva perspectiva sobre las Indias Occidentales: desde la conquista a la consolidacin de la administracin virreinal. Esa lectura barroca de la conquista que hizo Fernando Pizarro y Orellana pretenda ser til al rey al poner a su ser-vicio las lecciones de la historia, las victorias de los hroes debidamente ilustradasymostradasporelautor. Armasyletrasquedabanunidasal servicio del rey en una obra que mostraba la forma en que los hombres de pluma podan convertir a los hombres de a caballo de la conquista en ejemplos con los que construir no solo relatos literarios, sino tambin polticos,demodoqueelcrepsculomatinaldelImperiopudiera servir como leccin y enseanza para su inminente ocaso, a la altura de 1640.El mundo de los estudios sobre las crnicas de Indias tiene en este apartado dos ejemplos ms de la pluralidad de enfoques posibles. Ramn Troncoso Prez (Universidad Autnoma de Barcelona, Espaa) muestra en su trabajo la importante produccin historiogrca en nhuatl que se produjo en la Nueva Espaa de nales del siglo xvi y principios del xvii. La perspectiva cambia en este trabajo y pasa de una mirada euro-peasobrelarealidadamericanaaundiscursoelaboradoporcronistas nacidos ya en tierras americanas y que contemplan su pasado prehisp-nico. Se trata, tal y como nos informa el autor, de unos testimonios del pasado indgena mesoamericano, unos textos pioneros de una literatura latinoamericanay,almismotiempo,evidenciasdelencuentrodelas culturas nativas con la europea. Estos textos son el reejo, adems, del esfuerzo de negociacin y fusin de los dos mundos llevado a cabo por 02_Baraibar_presentacion.indd 15 14/06/13 09:4316LVARO BARAIBARungrupodeautoresindgenas. Troncosorepasabrevemente,adems, la bibliografa existente sobre el tema tratado y aporta tambin breves referencias biogrcas sobre algunos de los autores indgenas de origen nahua como Fernando Alvarado Tezozmoc, Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, Gabriel de Ayala, Pedro Ponce de Len, Pablo Nazareno y Tadeo de Niza.El ltimo de los trabajos de esta primera parte corresponde a Omar Sanz (Universidad Autnoma de Barcelona, Espaa), un caso un tanto distinto fundamentalmente porque el mbito geogrco no es el de las Indias Occidentales, sino que el autor nos hace viajar a las islas Malucas3. Cuando en 1606 Castilla conquista las islas, el presidente del Consejo de Indias, el conde de Lemos, encarga a Bartolom Leonardo de Argensola la redaccin de una crnica que narrara lo ocurrido. La obra sera pu-blicada en 1609 bajo el ttulo Conquista de las islas Malucas. La Conquista es la obra de un cronista que no fue testigo de los acontecimientos, que narra lo ocurrido, pero que tambin adorna lo sucedido con referencias de carcter antropolgico, relativas a las maravillas del lugar y que, ade-ms, de manera tal vez un tanto sorprendente, da noticia de una historia de amor entre un alfrez portugus y una indgena de las islas. Una mi-rada distinta sobre el proceso de conquista castellano allende los mares.La segunda parte de este volumen lleva por ttulo Evangelizadores y evangelizacin: miradas sobre la cuestin del indgena y agrupa un totaldesietetrabajosconperspectivasigualmentepluralesycomple-mentarias.En cualquier trabajo que se acerque a la Amrica colonial y se ocu-pe de la realidad vivida por los indgenas en el proceso de la conquista no puede faltar un buen estudio sobre Bartolom de las Casas. As, la segunda parte de este libro se inica con un trabajo de Trinidad Barrera (UniversidaddeSevilla,Espaa)queanalizaelprocesodecreacin de la Brevsima relacin de la destruicin de las Indias de Bartolom de las Casas. Barrera dirige su atencin a la obra lascasiana desde una pers-pectiva cronolgica, teniendo en cuenta para ello las diferentes fechas mencionadas en el texto. As, 1541-1542 seran los aos de escritura del 3EsinteresanteenestesentidolapropuestaquerecientementehahechoRal Marrero-Fente en pro de una perspectiva ms global a la hora de analizar las genealogas del imperio espaol en el siglo xvi, una mirada que tenga en cuenta tambin la realidad de otros continentes a la hora de entender mejor la experiencia espaola en Amrica y la naturaleza mismo del imperio; ver Marrero-Fente, 2013 (la cita es de la p. 9).02_Baraibar_presentacion.indd 16 25/06/13 17:19A MODO DE PRESENTACIN17libro; 1546 la fecha en que el dominico habra hecho algunas modica-ciones incorporando algunos prrafos y 1552, la fecha de publicacin. Porotrolado,Barreraanalizaademslaestructuradelaobraensus diferentesapartadosArgumento,Prlogo,Brevsimarelacin y los treinta captulos de la obra en s misma, y estudia tambin la relacin de la obra con el apndice-carta conocido como Un pedazo de una carta, en el contexto de aparicin pblica de los tratados sevi-llanos que Las Casas mand publicar entre 1552 y 1553.Un segundo cronista, franciscano en este caso, de gran trascendencia fue, sin lugar a dudas, fray Toribio de Motolina. A l estn dedicados, desdediferentespuntosdevista,dosdelostrabajosdeestevolumen. AntonioLorenteMedina(UNED,Espaa)nosproponeunacerca-miento al pensamiento de Motolina a travs de su Historia de los indios de la Nueva Espaa. Lorente repasa la estructura de la obra y nos muestra el sentido de cada una de sus partes. Tal y como nos explica el autor, el franciscano se muestra realmente horrorizado por los rituales paganos, antropfagos, de los aztecas. Pero al mismo tiempo Motolina considera que el indio mexicano es el sujeto ideal para aceptar la verdadera fe. De este modo, la Historia, aun siendo un texto inacabado un borrador dirigido a un uso privado por parte del conde de Benavente, respon-dera a un plan de mayor alcance. Lorente nos conduce a lo largo de las pginas de la Historia mostrndonos cmo el providencialismo del papel de los espaoles en Amrica y el milenarismo franciscano se hacen pre-sentes a lo largo de toda la obra. ElsegundodelostrabajosdedicadosaMotolinacorrespondea Mercedes Serna (Universidad Autnoma de Barcelona, Espaa), quien aborda tambin un anlisis de la Historia de los indios de la Nueva Espaa, pero lo hace desde el contexto histrico de las Leyes Nuevas, tratando de ver la posicin que el franciscano adopt al respecto. Serna entra en dilogo para ello con Ronald E. Surtz, Georges Baudot y Lino Gmez Canedo y sostiene que, en coherencia con sus escritos, Motolina, en el momento de escritura de la Historia de los indios de la Nueva Espaa, fue favorable a las Leyes Nuevas. Ms adelante, visto el revuelo ocasionado tras la promulgacin de las Leyes y los problemas que se derivaron de ello, los franciscanos modicaran su postura al respecto y buscaran la forma de dar estabilidad a los espaoles y proteger a los naturales. Pero eso sera en un momento posterior a la redaccin de la Historia.02_Baraibar_presentacion.indd 17 14/06/13 09:4318LVARO BARAIBARSiguiendoconestaperspectiva,JosMaraGonzlezOchoa (InstitutodeEstudiosRiojanos,Espaa)recuperaensutrabajola-gura del dominico riojano fray Juan Ramrez de Arellano (1527-1609). Gonzlez Ochoa resalta de l la intensa labor llevada a cabo en defensa de una reforma legislativa que mejorase las condiciones de vida de los indgenas de la Nueva Espaa, en sintona con las ideas de Francisco de Vitoria sobre el derecho de gentes y la aplicabilidad o no del concepto de guerra justa a las Indias Occidentales. Gonzlez Ochoa quiere poner de maniesto la actualidad de algunas de las propuestas de Ramrez de Arellano que equipara a lo que hoy en da son los llamados derechos desegundageneracin,ydesgranaalgunosdelosplanteamientosdel dominico sobre el derecho de los indgenas al trabajo remunerado, a la propiedad, a la eleccin de empleo, etc.Tanto en el proceso de escritura de las propias crnicas como en la evangelizacin de la poblacin indgena, la retrica desempe un papel muy importante. Csar Chaparro (Universidad de Extremadura, Espaa)seacercaensucolaboracin,profundizandoenunalnea detrabajoenlaqueyallevaciertotiempoyquehadadoyanota-bles resultados, al estudio de la aplicacin de la retrica en el proceso de persuasin y evangelizacin de los habitantes del Nuevo Mundo. Chaparro se pregunta sobre la especial dicultad de persuadir a quien es tan diferente a uno mismo. De hecho, la retrica parte del conoci-miento del pblico receptor por parte del rtor, una circunstancia que tuvo dicultades aadidas en el caso del Nuevo Mundo. A la pregunta de cmo adaptar la retrica a las especiales y concretas necesidades de laevangelizacindeloshabitantesdelasIndiasOccidentaleshubo, como nos explica el autor, tres respuestas que tuvieron a su vez como representantesespecialmentesignicadosatresreligiosos:aplicarlos mismos mtodos que en la evangelizacin de los pueblos de Europa (BartolomdelasCasas);simplicarunaevangelizacincompletay desarrollada,adecuadaparaunpblicoeuropeo,parahacerlacom-prensible para los habitantes del Nuevo Mundo (Jos de Acosta); y, en tercer lugar, desarrollar una retrica ideada expresamente para la evan-gelizacin del Nuevo Mundo, con un nfasis especial en la memoria articial y en el uso de la imagen (Diego Valads).Otraperspectivainteresanteeimprescindibleenlacuestindel tratorecibidoporlosindgenasenla Amricacoloniales,qududa cabe,lajurdica.Miguel AnxoPenaGonzlez(UniversidadPonticia 02_Baraibar_presentacion.indd 18 14/06/13 09:43A MODO DE PRESENTACIN19de Salamanca, Espaa) analiza en su trabajo las instituciones de la enco-mienda y la esclavitud, su base jurdica, as como las opiniones contrarias que se fueron elevando desde distintas instancias. Una de estas voces fue la de Bartolom de las Casas, que denunci con vehemencia el carcter ilcito de la esclavitud de los indgenas, contraria al derecho natural y divino, y la obligacin de conquistadores y encomenderos de restituir losbienesyriquezasobtenidos.LasCasasdefendiencambioeluso deesclavosnegrosparasustituirlamanodeobraindgenaentierras americanas. La de Las Casas no fue, con todo, la nica voz que se hizo escuchar al respecto, sino que hubo otras, como la de Molina o Diego de Avendao, que fueron ms all y pusieron lmites a la esclavitud de los negros. Finalmente, Pena Gonzlez estudia la argumentacin que re-ligiosos capuchinos como Francisco Jos de Jaca o Epifanio de Moirans desarrollaron a favor de la abolicin de todo tipo de esclavitud.YelltimotrabajodeestasegundapartecorrespondeaBernat Castany (Universidad Autnoma de Barcelona, Espaa) con un estudio que analiza la forma en que el epicuresmo inuy en la construccin delaideadelbuensalvaje.Setratadeuntrabajoqueseinscribe dentro de una triloga de artculos que estudia tambin el escepticismo yelcinismo(deprontapublicacin).Elautormuestracmoapartir delaCartadeLuisdeSantngel,unodelostextosmsinuyentes en la conceptualizacin del indgena americano, casi todos los escritos sobre este tema estuvieron inuidos por autores que podramos cali-car como epicreos. Castany aborda en este trabajo el epicuresmo de guras como Michel de Montaigne o Vasco de Quiroga no tanto, como l mismo reconoce, con un afn de exhaustividad, sino con la intencin, sugerente y provocadora, de mostrar las posibilidades de un nuevo cam-po de investigacin.BibliografaArellano,Ignacio,Prlogo:crnicasdeIndias,unmundoanpordescu-brir,enLecturasyedicionesdecrnicasdeIndias.Unapropuestainterdiscipli-naria, ed. Ignacio Arellano y Fermn del Pino, Madrid/Frankfurt am Main, Iberoamericana/Vervuert, 2004, pp. 9-10.Marrero-Fente, Ral, Trayectorias globales: Estudios Coloniales en el mundo hispni-co, Madrid, Frankfut am Main, Iberoamericana/Vervuert, 2013.02_Baraibar_presentacion.indd 19 14/06/13 09:4302_Baraibar_presentacion.indd 20 14/06/13 09:43PRIMERA PARTE DESCUBRIDORES, CONQUISTADORESY CRONISTAS: MIRADAS SOBRE EL PROCESO DE LA CONQUISTA02b_portadilla_1Parte.indd 1 14/06/13 09:4302b_portadilla_1Parte.indd 2 14/06/13 09:43COLN,AUTOR LITERARIO DEL DIARIO DEL PRIMER VIAJEngel Delgado GmezEsteensayopartedelanlisisdeunaspectoparticulardelproceso dedescubrimientoyasimilacinquenohamerecidoapenasinters de la crtica: los nombres de esa nueva realidad fsica y sociopoltica del Nuevo Mundo. A partir de este anlisis, comparando las caractersticas del paisaje fsico y humano de lo que Coln describe en su Diario de a bordo en el primer viaje, constatamos un extrao y abrupto cambio en la perspectiva narrativa a partir de una fecha concreta, lo que altera sig-nicativamente el contenido y la intencionalidad de la obra a partir de entonces. Nuestra hiptesis es que este cambio solo puede explicarse a partir del sbito cambio de circunstancias que ocurri tras el naufragio de la nao capitana en la Navidad del ao 1492.El Nuevo Mundo, falto de referencias por los clsicos y hasta en la Biblia,esdeporsdiferentealoconocidoporlosespaolesyotros europeos. No ha de extraar entonces que una de las caractersticas de la crnica de Indias sea el recurso a lo inefable, ya que tanto el mundo natural como sus extraos habitantes son tan diferentes que desafan la capacidaddesudescripcinyanlisis.El Almirantecreeencontrarse en las inmediaciones de Cipango, tierra parcialmente conocida, aunque nunca visitada personalmente por un occidental y de la que por tanto nohaydescripcionesdetalladasnieles.Comohaestudiadooportu-namente Juan Gil, Cipango era en la imaginacin de Marco Polo, que nunca la vio, la culminacin de riquezas sin cuento, palacios de tejas de 03_Delgado.indd 23 14/06/13 09:4324NGEL DELGADO GMEZoro y donde se dan cita todas las maravillas del mundo1. Los animales que describe Coln del Nuevo Mundo no son tampoco los monstruos que esperaba de la India y que aparecen en los cartularios de la poca, no tanto en Marco Polo:grandes cuadrpedos; al revs, son pajaritos y serpientes. El chasco no puede ser mayor2. Tampoco hay rastro de los animales mticos de Or o de las rarezas extraas de toda suerte y condicin debidas a la pluma de John de Mandeville y otros autores ba-jomedievales de febril imaginacin (hombres con cola o cara de perro, sirenas, gigantes, amazonas o el Preste Juan). Lo que Coln ha ledo por desgraciapocoonadapareceajustarsealoquecontemplansusojos. Surge entonces un discurso marcado por la frustracin porque todo es nuevo,distinto,naturalezainescrutablederboles,plantasyores,as como de animales y peces como de humanos, todo es nico, novedoso y diferente. Pero curiosamente, como veremos a continuacin, encon-tramosasimismoenelDiariodelprimerviajedeColnunaactitud radicalmente diferente, de hecho exactamente la opuesta, que realza la similitudconloespaol,locastellanotantoensusaspectosnaturales comohumanos.Cmodebeentenderseestadualidadenapariencia tan contradictoria y falta de toda lgica? Un atento seguimiento y an-lisis de la evolucin de este proceso en su debido contexto nos dar sin duda las claves que resuelvan este aparente conicto que en realidad no existe.La primera descripcin atenta y con detalle del nuevo paisaje, referi-da a la isla Fernandina, se registra el 16 de octubre, y se atiene estricta-mente a la inefabilidad de lo nuevo y extrao. Todo es maravilloso, pala-bra clave y repetida, de una rareza enorme que raya en lo indescriptible:Ella es isla muy verde y llana y fertilssima, y no pongo en duda que todo el ao siembran panizo y cogen, y as todas otras cosas. Y vide muchos r-boles muy diformes de los nuestros, dellos muchos que tenan los ramos de muchas maneras y todo en un pie, y un ramito es de una manera y otro de otra, y tan disforme, que es la mayor maravilla del mundo cunta es la diversidad de la una manera a la otra. Verbigracia: un ramo tena las fojas de manera de caas, y otro de manera de lantisco y as en un solo rbol de 1 Gil, 1988, vol. I, p. 24.2 Gil, 1988, vol. I, p. 24. Probablemente era importante el mapa de Toscanelli, ya que ms adelante se obsesiona con encontrar la ciudad de Kin-See, que Coln denomina Quinsay (p. 78), descrita por Marco Polo y que Toscanelli haba incorporado a su mapa del Ocano Atlntico.03_Delgado.indd 24 14/06/13 09:43COLN, AUTOR LITERARIO DEL DIARIO DEL PRIMER VIAJE25cinco o seis destas maneras, y todos tan diversos Aqu son los pees tan disformes de los nuestros, ques maravilla. Ay algunos hechos como gallos, de las ms nas colores del mundo, azules, amarillos, colorados y de todas colores y todos pintados de mil maneras, y las colores son tan nas, que no ay hombre que no se maraville y no tome gran descanso a verlos; tambin ay vallenas. Bestias en tierra no vide ninguna de ninguna manera, sino pa-pagayos y lagartos. Un moo me dixo que vido una grande culebra. Ovejas ni cabras ni otra ninguna bestia vide, aunque yo he estado aqu medio da; mas si las oviese, no pudiera errar de ver alguna (pp. 70-71).Un da despus el Almirante insiste especcamente en la diferencia radical de este paisaje con lo conocido en Castilla, y ello a pesar de que por su enorme variedad bien podra haber hallado algn rasgo de simi-litud. Al mismo tiempo y ya que no se halla apenas rastro de riquezas naturales como oro y especias, se realza de modo superlativo la belleza sin lmites del paisaje. En cuanto a los habitantes, todos son como ya ha descrito a los de San Salvador, desnudos e inocentes, de bondad natural y de una generosidad sin lmite:anduve as por aquellos rboles, que eran la cosa ms fermosa de ver que otra que se haya visto, veyendo tanta verdura en tanto grado como en el mes de mayo en el Andaluza, y los rboles todos estn tan disformes de los nuestros como el da de la noche, y as las frutas y as las yerbas y las piedras y todas las cosas. Verdad es que algunos rboles eran de la naturaleza de otros que ay en Castilla; por ende ava muy gran diferencia, y los otros rboles de otras maneras eran tantos que no ay persona que lo pueda decir ni asemejar a otros de Castilla. La gente toda era una con los otros ya dichos, de las mis-mas condiciones, y as desnudos y de la misma estatura, y daban del o que tenan por cualquier cosa que les diesen (p. 72). Amedidaquepasanlosdasyelpaisajesiguesiendotanbelloy aromticocomoinaprensible,aumentasufrustracinpornohallarla posible utilidad o valor comercial que bien pudiera encerrar esa inaca-bable variedad de plantas, frutos, etc.:Vide este cabo de all tan verde y tan fermoso, as como todas las otras cosas y tierras destas islas que yo no s adnde me vaya primero, ni se me cansan los ojos de ver tan fermosas verduras y tan diversas de las nuestras, y aun creo que valen mucho en Espaa para tinturas y para medicinas de espeera, mas yo no los conozco, de que llevo grande pena. Y llegando yo 03_Delgado.indd 25 14/06/13 09:4326NGEL DELGADO GMEZaqu a este cabo, vino el olor tan bueno y suave de ores o rboles de la tierra, que era la cosa ms dulce del mundo (p. 75)3.Por desgracia esta bsqueda tan obsesiva como frustrante del oro, y en los das siguientes la de las perlas, la canela, el algodn, la almciga, ellentiscooellinloeytantasotrasespeciesymetalespreciosos,se asemeja al mito de Tntalo, cercano y en abundancia, segn indicios de todo tipo e indicaciones de los isleos, pero siempre nalmente fuera del alcance de sus buscadores. Apenas algunos zarcillos y pendientes de los nativos pero en cantidades ridculas (es tan poco que no es nada, p. 78), y sin rastro de las fabulosas minas orientales que se crean propias de los climas tropicales. Pero la conanza casi ansiosa en que la bsqueda incesante dar su fruto no disminuye, al contrario. Enterado de la proxi-midaddelaisladeCuba,porsutamaomuchomayorquelasotras, Colnnodudaquedebeseripango,segnlasseasquedanesta gente de la grandeza della y riqueza (p. 79). La exploracin de Cuba se atiene a su obsesin por encontrar trazas de su pertenencia a las tierras asiticas descritas por Marco Polo. As el jueves 1 de noviembre anota que sin duda se halla en tierra rme y ante Zait y Quinsay, cien leguas poco ms o menos (p. 87)4. Pero a medida que recorre la costa no apa-rece ninguna de las urbes o productos de valor, sino los acostumbrados pobladosdegentesencillaydesnuda,que,esos,prometenalmenos convertirse fcilmente en un futuro prximo en excelentes cristianos, habida cuenta de su inocencia y falta de complejos ritos paganos. Pero al no aparecer ningn signo inequvoco de pertenencia continental, de-nitivamenteColnidenticatodoloaquvisto,lasIndias,comoel espacioinsulardelextremosurdelOcanondico,porlocualaun 3 Esta frustrante bsqueda se convierte en obsesin al punto de que Coln se repite casi verbatim unos das despus. El continuo navegar no puede ni debe cesar: ir mucho caminocalarmuchatierrafastatoparentierramuyprovechosadeespeera,masyo lo cognozco, que levo la mayor pena del mundo, que veo mil maneras de rboles que tienen cada uno su manera de fruta y verde agora como en Espaa en el mes de mayo y junio y mil maneras de yervas, eso mismo con ores; y de todo no se cognosci salvo este linloe de que oy mand tambin traer a la nao para levar a Vuestras Altezas (p. 79). 4 Zaito o Zaitun era el nombre rabe de Quanzhou, importante ciudad comercial China que era considerada el principio de la Ruta de la seda. Marco Polo la conoci bien y la describe en su obra. Quinsay era la actual Tsingtao, asimismo un importante puerto comercial.03_Delgado.indd 26 14/06/13 09:43COLN, AUTOR LITERARIO DEL DIARIO DEL PRIMER VIAJE27no teniendo grandes riquezas ni pueblos desarrollados seran al menos lugares estratgicos por su proximidad a ellos. No hay ponderacin po-sible que haga justicia a su belleza, por lo que el recurso a lo inefable halla aqu su ms cumplida expresin en el Diario:MaravilloseengranmaneravertantasislasyerticaalosReyesque desde las montaas que desde antier ha visto por estas costas y las destas islas,quelepareequenolasaymsaltasenelmundonitanhermosas ni claras, sin niebla ni nieve, y al pie dellas grandssimo fondo; y dize que cree que estas islas son aquellas innumerables que en los mapamundos en n de Oriente se ponen. Y dixo que crea que ava grandssimas riquezas y espeera en ellas, y que duran muy mucho al Sur y se ensanchan a toda parte. Psoles nombre la mar de Nuestra Seora. Dize tantas y tales cosas de la fertilidad y hermosur a y altura destas islas que hall en este puerto, que dize a los Reyes no se maravillen dencareellas tanto, porque les ertica que cree que no dize la entssima parte (p. 98). En la ltima parte del recorrido por la isla de Cuba Coln enfati-zadoscosas:una,suconviccindeencontrarseentierrasprximasa India, como certican ciertos productos y animales que all encuentra (nuezes grandes de las de la India ratones grandes de los de la India tambin, p. 100); segundo, la rearmacin en la inefable belleza de los parajes que los hace nicos e insuperables en el mundo, con el aadido importante de que su riqueza forestal y buenos puertos naturales garan-tizan que podran suministrar futuros astilleros para armadas; y tercero, que los indgenas son gentes dispuestas a colaborar con los espaoles y convertirse a la Cristiandad. Hay por ello una incipiente aunque tmida ideadequeestoslugaressonaptosparacolonizar,yaqueademsde sus virtudes naturales en ellos no han conocido ni sufrido males pesti-lenciales como en frica (p. 110). Pero esto es apenas un esbozo de lo que viene a continuacin, que supone una ruptura radical del discurso colombino.Cualquiera que haya tenido la suerte y el privilegio de navegar por lasaguasazulesdelCaribe,comoesmicaso,habrcomprobadoque el paisaje de la costa oriental de Cuba se asemeja mucho al de la costa occidentaldeHait,ydehechotodoelentornocaribeotieneras-gos bsicamente uniformes dentro de la diversidad de lugares concretos particulares. Sorprender por ello que al leer el Diario la fecha del 6 de diciembremarcaunantesyundespus.Lasanotacionescorrespon-dientes a ese da ya desde un principio se caracterizan por un cambio 03_Delgado.indd 27 14/06/13 09:4328NGEL DELGADO GMEZinexplicable de perspectiva referencial: lo que antes era extrao, lejano y extico, siempre parecido o formando parte de Asia, la India o Cipango, ahora de repente se transforma en un entorno familiar europeo, de he-cho extraamente similar a Castilla o las Canarias. El Almirante apenas acabe de avistar en la lejana desde la nao cuando empiezan las novedo-sas comparaciones. La isla es grande y altsima, arma, aunque luego se contradice y dice que no est cerrada por montes sino que es llana. En todo caso lo que la hace singular es que a diferencia de Cuba y las otras islas donde predominaba lo salvaje y natural, aqu sus habitantes cultivan la tierra intensamente y de modo familiar: paree toda labrada o grande parte della, y parean las sementeras como trigo en el mes de mayo en la campia de Crdova (p.118). Al sondar el puerto natural comprueba que es amplio y hondo, en una palabra maravilloso (p. 119). Y al poner en tierra observa Coln que la similitud con lo espaol se acenta. Nada de diversas especies exticas como hasta aqu nos tiene acostumbrados, sino al contrario: los rboles ms pequeos y muchos dellos de la na-turaleza de Espaa, como carrascos y madroos y otros, y lo mismo de las yervas (p. 120). Aqu y en adelante sospecha adems (aunque no lo ve pero quiere verlo) que la isla est ms poblada, lo que es un ndice de riqueza y probablemente de desarrollo. Y no es de extraar que as sea, habida cuenta la semejanza que, insiste, tiene con el paisaje espaol: Toda aquella tierra era muy alta y no de rboles grandes, sino como carrascos y madroos, propia diz que tierra de CastillaY a cabo de seis leguas hall una grande angla, y vido por la tierra adentro muy grandes valles y campias y montaas altssimas, todo a semejanza de Castilla (p. 121). Para completar el cuadro de similitudes, el leitmotif se ampli-ca y refuerza aplicndose a todo lo observable, de modo que incluso lapescaylospjaros,hastaaquextraos,numerososydesconocidos, ahora resultan ser especies conocidas, y aun de las ms apreciadas por su belleza o utilidad comestible. El puerto recin bautizado como de la Concepcin, por ser esta de la Inmaculada, es un dechado de virtudes, como comprueba nada ms recorrerlo por primera vez: Ysaliatierraenunronomuygrandequestalcabodelpuerto, que viene por unas vegas y campias que era maravilla ver su hermosura. Llev redes para pescar, y antes que llegase a tierra salt una lia como las de Espaa propia en la barca, que hasta entonces no ava visto pese que pa-reiese a los de Castilla. Los marineros pescaron y mataron otras, y lengua-dos y otros pees como los de Castilla. Anduvo un poco por aquella tierra, 03_Delgado.indd 28 14/06/13 09:43COLN, AUTOR LITERARIO DEL DIARIO DEL PRIMER VIAJE29ques toda labrada, y oy cantar el ruiseor y otros paxaritos como los de Castilla Hall arrayn y otros rboles y yervas como las de Castilla, y as es la tierra y las montaas (p. 122)5.Esteprocesoculminaeldomingo9dediciembre,apenastresdas despusdeiniciadoelrecorridoporHait.Enestebrevsimotiempo el Almirante ha dado un vuelco en su percepcin del paisaje natural y hasta humano de las Indias, tanto as que en la entrada de esta fecha se produce un hecho de la mxima relevancia y que en nuestra opinin no ha recibido el inters crtico que merece. Nos referimos al bautizo toponmico de la isla que, segn Coln mismo seala ms adelante (p. 124), era conocida por los nativos como Caritaba, y a la que l se dispo-ne a renombrar de modo muy signicativo. Cercanas al puerto de Sant Nicols,arma,hayunasvegaslasmshermosasdelmundoycuasi semejables a las tierras de Castilla, antes estas tienen ventaja, por lo cual puso nombre a la dicha isla Espaola (p. 123). Por qu el cambio? Quiz en efecto por ser ya invierno y por tener montaas ms altas y verdosas crea Coln que el paisaje se asemeja a lo conocido, pero indudablemente hay una motivacin estratgica detrs detodoesto. Trascasidosmesesdeperegrinacinisleaeloroylas especies no aparecen, y por tanto se van a volver de vaco, lo que hara peligrar el valor y sentido de la empresa. Cipango y Catay se le escapan, y por tanto se sustituye esto con la idea de que son tierras colonizables por su riqueza natural, adems por supuesto de que la empresa evangeli-zadora tiene el xito asegurado por ser sus habitantes dciles y paccos. NtesequelaponderacinexageradadeColnnotienelmites.La Espaola es no solo comparable a Espaa sino incluso superior (tiene ventaja). Se insiste sobre esto tres das despus, 13 de diciembre, dicien-do que incluso: 1) las campias son aun mejores que las de Crdoba; y 2) que hombres y mujeres son ms blancos que los de las otras islas, e 5 La referencia a los ruiseores conlleva no pocas connotaciones. Segn L. Olschki, esto de los ruiseores y los verdores inefables huele a descripcin imaginaria y tpica del Paraso (Storia letteraria dell scoperte geographiche, Firenze, 1937, p. 13, cit. por Gil, 1988, vol. I, p. 26). El canto del ruiseor es tpico y tpico adems de los parajes idealizados enclavelocusamoenusqueabundanenlaliteraturarenacentista,especialmenteenla poesa buclica y novelas pastoriles. J. Gil arma tambin que Coln pondera mucho el pescado, que era ms parecido al de Espaa (p. 25), pero conviene matizar que se trata solo del pescado de la Espaola, ya que como hemos indicado, el anterior era destacado precisamente por su diferencia con las especies conocidas.03_Delgado.indd 29 14/06/13 09:4330NGEL DELGADO GMEZincluso dos de las mujeres tienen la tez tan blanca como las de Castilla (p.127),convenientematizacinalaideadelexticobuensalvaje. Y de la numerosa poblacin que la habita el encomio no es menor: que estima ya por mayor que Inglaterra (p. 146). De la tierra de las especies hemos pasado a una especie de Nuevas Islas Canarias que ofrecen un inmensopotencialinclusosinoaparecieraoro,loqueporciertoes probablementesolocuestindetiempo.Colndespliegasusamplios recursos literarios recreando un autntico locus amoenus de feliz perfec-cin buclica, digno de la mejor tradicin potica clsica y renacentista: Estavan todos los rboles verdes y llenos de fruta, y las yervas todas ori-das y muy altas, los caminos muy anchos y buenos; los aires eran como en AbrilenCastilla;cantavaelruiseoryotrospaxaritoscomoeneldicho mes en Espaa, que dizen que era la mayor dulura del mundo; las noches cantavan algunos paxaritos suavemente, los grillos y ranas se oan muchas; los pescados como en Espaa. Vieron muchos almgos y lignloe y algo-donales; oro no hallaron, y no es maravilla en tan poco tiempo no se halle (p. 127) LacomparacinconlasCanariasesexplcitaydehechoColn llevado por su entusiasmo llega a la inexacta exageracin de creer los montes de la Espaola incluso ms altos que el Teide (p. 138), Coln in-siste en esta comparacin ventajosa algo despus, con nfasis acentuado enlabondadelpuerto,condicinbsicayprincipaldetodoasenta-miento en ultramar.En toda esta comarca ay montaas altssimas, que parescen llegar al cielo, que la de la isla de Tenerife paree nada en comparacin dellas en altura y en hermosura, y todas son verdes, llenas de arboledas, que es una cossa de maravilla. Entre medias dellas ay unas vegas muy graiosas y al pie deste puerto al Sur ay una vega tan grande que los ojos no pueden llegar con la vista al cabo Este puerto es muy bueno para todos los vientos que pue-dan ventar, errado y hondo, y todo poblado de gente buena y mansa, y sin armas buenas ni malas es el mejor puerto del mundo. Psole por nombre el Puerto de la mar de Santo Thoms, porque era oy su da; dxole mar por su grandeza (pp. 142-143).Conscientedesurecursoaloinefableysuperioraloconocido, Coln se adelanta a la posible duda o incredulidad del lector, en ltima instancialosreyes,haciendoalardeconscientedesuvastsimaexpe-03_Delgado.indd 30 14/06/13 09:43COLN, AUTOR LITERARIO DEL DIARIO DEL PRIMER VIAJE31rienciamartimayponiendoportestigosasuscompaerosdeviaje. Esto arma del puerto an innombrado que acaba de descubrir en la Espaola:el cual vido ser tal que arm que ninguno se le iguala de cuantos aya ja-ms visto, y escsase diciendo qul trae consigo marineros antiguos, y stos dizen y dirn lo mismo, conviene a saber, todas las alabanas que a dicho de los puertos pasados ser verdad, y es este muy mejor que todos ser asimismo verdad. DIze ms desta manera: Yo e andado veinte y tres aos en la mar, sin salir della tiempo que se haya de contar, y vi todo el Levante y Poniente, que dize por ir al camino de Septentrin, que es Inglaterra, y e andado la Guinea, mas en todas estas partidas no se hallar la perfeccin de los puer-tos, fallados siempre lo mejor del otro; que yo con buen tiento mirava mi escrevir, y torno a decir y que afrmo aver bien escripto, y que agora este [puerto] es sobre todos, y cabran en l todas las naos del mundo, y errado que con una cuerda, la ms vieja de la nao, la tuviese amarrada (p. 139). Alnalesteprocesoculminaconunasuperacindetodaslasca-ractersticasenaparienciacontradictorias,graciasaunasntesisnica de lo bblico, lo extico y lo conocido del Viejo Mundo rerindose a un valle de la isla Espaola. El bautismo toponmico que une el Nuevo Mundo con el Viejo prosigue y se refuerza con el smil de un ro y un valle: Puso nombre al valle Valle del Paraso, y al ro Guadalquivir, por-que diz que as viene tan grande como Guadalquivir por Crdoba, y a las veras o riberas dl, playa de piedras muy hermosas y todo andable (p. 129)6. Por supuesto que el corolario de todo este cmulo de ventajas 6 Valle del Paraso era un valle portugus cercano a Lisboa, por lo que este curioso e inadito topnimo, llamado a tener gran descendencia, reeja una tendencia extica y familiar a la vez. Por eso a las mujeres de esa zona las considera ms blancas que las de las otras islas, casi tanto como las espaolas.Una vez decidido el regreso tras la fundacin del Fuerte de Navidad (ver ms ade-lante), la ltima toponimia es menor en cuanto que afecta asolo a algunos lugares de la costa norte de la isla Espaola. Aun as, junto a los habituales trminos descriptivos, como Cabo Tajado, del Francs, Coln astutamente insiste en el elemento religioso y de riquezas para rearmar la validez de la empresa colonizadora y evangelizadora que se avecina. Ro de Oro, Monte de Plata (p. 169), Ro de Gracias, Cabo del ngel (p. 169) y Puerto Sacro (p. 170) siempre con argumentos ms que discutibles ya que no se encuentran grandes cantidades de metal precioso, sino simplemente la eterna promesa y certidumbre de encontrarse las ricas minas de ellos muy cerca de esos parajes, aparte por supuesto de ser tierras fertilsimas y pobladas de indios virtuosos y paccos, como por ejemplo el paraje del Cibao que l nombra apropiadamente cabos del Enamorado 03_Delgado.indd 31 14/06/13 09:4332NGEL DELGADO GMEZcomparativaseslanecesidaddecolonizarlasnuevastierras. Tantola riqueza de sus tierras, agrcolas ya y en un futuro no lejano tambin de oro y especias, como la perfeccin de sus puertos y la buena disposicin desushabitantesaserbuenoscristianosyelesalaCorona,nosolo hacen conveniente sino que exigen de hecho que los espaoles hagan all un asentamiento denitivo. En el 16 de diciembre por ello Coln hace un fervoroso llamamiento en ese sentido a los reyes: son los ms hermosos hombres y mujeres que hasta all ovieron hallado: hartos blancos, que, si vestidos anduviesen y se guardasen del sol y del aire, seran cuasi tan blancos como en Espaa, porquesta tierra es harto fra y la mejor que lengua pueda decir. Es muy alta, y sobre el mayor monte podran ararbueyesentodaCastillanoaytierraquesepuedacompararaella en hermosura y bondad. Toda esta isla y la de la Tortuga son todas labradas como la campia de Crdova; tiene sembrado en ellas ajes, que son unos ramillosqueplantan,yalpiedellosnaenunasrazescomoanahorias, que sirven por pan y rayan y amassan y hacen pan dellas, y despus tornan a plantar el mismo ramillo en otra parte y torna a dar cuatro y cinco de aquellas razes que son muy sabrosas: propio gusto de castaas Era cosa de maravilla ver aquellos valles y los ros y buenas aguas y las tierras para pan, para ganado de toda suerte, de quellos no tienen alguna, para gertas y para todas las cosas del mundo quel hombre sepa pedir (pp. 130-132).Esta visin particular e idealizada de la isla Espaola se ratica en la Carta a Santngel, por supuesto acentuada la supuesta diferencia con la isla de Cuba, para subrayar la conveniencia de que el puerto y asenta-miento se ha de hacer all y no en otra parte: La Espaola es maravilla: las sierras y las montaas y las vegas i las cam-pias, y las tierras tan hermosas y gruesas para plantar y sembrar, para criar ganados de todas suertes, para edicios de villas e lugares. Los puertos de lamar,aqunohabracreenciasinvista,ydelosrosmuchosygrandes ybuenasaguas,losmsdeloscualestraenoro.Enlosrbolesyfrutosy (p. 170), del Buen tiempo y de Belprado, descrito en los mismos trminos que lo que acabamos de mostrar: golpho y tierras las mejores y ms lindas del mundo, todas cam-pias altas y hermosas, que van mucho la tierra adentro y una sierra muy grande y muy hermosa y un puerto muy bueno y este monte es muy alto y muy hermoso, y todo esto es poblado mucho. Y crea el Almirante deba aver muchos ros y mucho oro (p. 169, el subrayado es nuestro).03_Delgado.indd 32 14/06/13 09:43COLN, AUTOR LITERARIO DEL DIARIO DEL PRIMER VIAJE33hierbas hay grandes diferencias de aquellos de la Juana; en sta ay muchas especieras y grandes minas de oro y de otros metales7.Por lo que respecta a los indios, sern a no dudarlo siervos de sus ma-jestades y aun cristianos por su comportamiento dcil y cooperador, de hecho in pectore ya lo son incluso ms que los castellanos mismos: por-que los tiene ya por cristianos y por de los Reyes de Castilla ms que las gentes de Castilla, y dize que otra cosas no falta salvo saber la lengua y mandarles, porque todo lo que se les mandare harn sin contradiin alguna (p. 141). En el trgico suceso del naufragio de la nave capitana la vspera de Navidad halla Coln la prueba irrefutable de su alto nivel tico.ColnpideayudaalcaciqueGuacanagarqueacudesbitoal socorro con sus hombres y canoas, ofrece su colaboracin en el salva-mento de la carga y equipamiento de la nave capitana, y por si eso no bastara llora sinceramente con Coln por tan dolorosa prdida y aun le consuela en su pesar. Ese comportamiento ya ejemplarmente cristiano incluso antes de conocer la doctrina del Salvador, es refrendado por el Almirante con una referencia bblica: a la inocencia y la desnudez que caracterizanalosindiosaadeahoraotrafacetademayorvalor,pues aman al prjimo como a s mismos.Recapitulemos entonces lo ocurrido desde el 12 de octubre hasta la fatdica Nochebuena de 1492. Coln ha encontrado varias islas exticas que cree cercanas a la India, Catay o Cipango, ciertamente apacibles en climaperoquenocontienenningnelementoderiquezatangibley comercial, que era el objetivo central de la expedicin. Los das pasan ylasnaossufrendellargoviaje. Adems,el21denoviembreMartn Alonso Pinzn desapareci con la Pinta y de l nada se ha sabido desde entonces. La situacin ya era difcil, pero la noche del 24 de diciembre ocurre una verdadera tragedia. Coln, fatigado por la larga navegacin de los das anteriores, se retira a descansar algo antes de la medianoche dejando el mando de la nao capitana a Juan de la Cosa, quien a su vez delega en el timonel, un joven e inexperto grumete que en la oscuri-dadnoaciertaaverlosbajosrocososcercanosalacosta.Mientrasel Almiranteduerme,laSantaMaraencallayprontosehundeirrepa-rablemente.Lostripulanteslogranponerseasalvo,peroaunsalvando carga y matalotaje todo esto deja a Coln en una situacin lmite. Solo queda una pequea carabela, en la cual no podrn embarcar todos. Aun 7 Coln, Carta, p. 213.03_Delgado.indd 33 14/06/13 09:4334NGEL DELGADO GMEZsiColnescapazderegresarenlaNiaconpartedelatripulacin, deber responder ante los reyes por haber vuelto pobre y sin conseguir ni uno solo de sus objetivos, y aun se cierne sobre l una probable acusa-cin de crasa negligencia por ese incomprensible naufragio. Qu hacer anteestepanoramaverdaderamentedesolador? AquesdondeColn ha de hacer gala de todos sus recursos literarios, que no son pocos, para conseguir darle la vuelta a la situacin merced a una operacin retrica magistral. Aeseforzadoasentamientodondehandepermanecerun buenpuadodesushombreslollamaelFuertedeNavidad.Ntese que al ponerle ese nombre se subraya el carcter no solo misionero sino mesinicoyprovidencialdelaempresa.ElhundimientodelaSanta Mara ocurri en Navidad y lejos de representar una tragedia, para el Almirante debe quedar en la memoria como el hecho providencial que ocurri en esa fecha para facilitar la empresa colonizadora. Coln, quien era sin duda un creyente convencido de ser el medio de una empresa divina, es tambin un maestro de la retrica que ejerce la produccin toponmica con astucia y utilidad8. En la descripcin de la isla Espaola hay un proceso in crescendo que culmina as con la fundacin del Fuerte de Navidad, a n de que se cumplan unos nuevos objetivos de la expe-dicin, a saber: Poltico Imperial: una nueva base de poder ultramarino, superior a las Canarias en localizacin y riquezas pues es tierra fertilsima, cul-tivadayhabitadaporindiospaccosquequierensometersegustosa-mente a la Corona. Debe ser colonizada por espaoles que exploten su riqueza y guen a los indios Econmico y comercial. Servir de base de operaciones para bus-car el oro que sin duda se encuentra muy cerca. Produce adems alms-8 No se debe desdear, al contrario, todo lo relativo al providencialismo colombino, queaunsiendopartedesuestrategiaporotraparteformabapartedesuscreencias ms arraigadas. El elemento mesinico es muy importante en Coln quien sin duda se consideraba uncido por la divinidad para ser el protagonista de una empresa nalmente evangelizadora y que adems servira a la reconquista de Jerusaln. Todo esto ha sido estudiado en profundidad por las obras importantes de Juan Prez de Tudela (1956) y de A. Milhou (1983). El providencialismo constituye tambin un ingrediente principal de su tendencia a proponer asociaciones con el mundo de la fantasa, especialmente la vinculacin con el Paraso Terrenal y en todo caso con el Oriente Lejano y los reinos mticos de la Biblia o la mitologa clsica, tales como las Amazonas, Once mil Vrgenes, Isla de las Mujeres, etc. Arranz, 2006, pp. 165-170.03_Delgado.indd 34 14/06/13 09:43COLN, AUTOR LITERARIO DEL DIARIO DEL PRIMER VIAJE35tica y otras especias que an no han sido identicadas. Ser adems base de descubrimientos posteriores que den al n con las riquezas de Asia. Evangelizador. Los indios, que no tienen secta, quieren asimis-mo someterse a la fe de Cristo as que debe empezar pronto un masivo programa para convertir a los paganos, segn lo exige la fe de Cristo.Todo esto nos lleva a plantearnos una peliaguda cuestin. Fue esta idea de colonizar como se ha pensado, una sbita decisin del Almirante, resultado de hacerse una luz repentina en su cerebro?9 Por lo que aqu hemos expuesto obviamente pensamos que para justicar esa decisin, Coln ha empleado una estrategia textual que tiene su comienzo en el Diario todo lo anotado desde el 6 de diciembre. La isla Espaola es una cuidadosa y sistemtica construccin retrica que disfraza la realidad ca-ribea en lo relativo a la isla de Hait, ponderando sus ilimitadas virtudes y recubrindola con un ropaje de supuesto parecido con Espaa. Y de-cimos bien sistemtica, repetitiva y machaconamente descrita como una variante mejorada y aun paradisaca de lo mejor de Castilla y Canarias. Yporestomismonopodemossinopensarqueestaevidenciainter-na textual nos lleva ineludiblemente a pensar que Coln manipul su Diario,reescribiendolasentradasapartirdel6dediciembre.Node otra manera puede explicarse esta profunda y radical diferencia con lo expuesto hasta entonces ya que, insistimos, el paisaje y el paisanaje de Cuba y Hait son harto similares. Lo que Coln decidi entonces tras eldesastredeNochebuenafuereinventarlapercepcin,elsentidoy el objetivo de su expedicin, que de bsqueda de oro y especias en la India pasa a ser una empresa de colonizacin. El Fuerte de Navidad era una necesidad impuesta por las circunstancias, que adems de justicar el inminente viaje de regreso garantizaba la continuacin del proyecto. DehabervueltoColnconmenosbarcosylasmanosvacasesms que probable que ese hubiera sido el triste nal de su aventura allende los mares. Ahora en cambio, el Fuerte de Navidad constitua un seguro 9Gilspercibequeenel Almirantehayunaconversinsbitaalencallarlanao capitana en lo referente al Cibao: entiende ahora que Cibao es Cipango y por tanto ah es donde est el oro de las minas. Esto reforzara la idea de convertir la expedicin en asentamiento: no solo lo quiere Dios, sino que adems es la culminacin de la bsqueda del oro. Este nombre signicativo no cobr importancia sino dos o tres das despus, cuando, ya varada la Santa Mara, se hizo segn todas las trazas luz repentina en su ce-rebro (Gil, 1988, vol. I, p. 146). Gil cree que lo ocurrido fue una especie de revelacin repentina por la cual Coln crey que la zona montaosa que los indios le sealaban hacia el sur de la isla era sin duda Cipango. 03_Delgado.indd 35 14/06/13 09:4336NGEL DELGADO GMEZde continuidad, pues aunque solo fuera por motivos humanitarios los ReyesCatlicosnopodanmenosquemandarinmediatamenteuna nueva expedicin de rescate, como as fue. Solo con una reescritura a posteriori puede entenderse entonces esta monumental estrategia tex-tual. Por supuesto que nadie puede hallar pruebas concretas de tal ma-nipulacin.ElDiariomismodesapareciyloqueconocemosesuna copiacomentadadelpadreLasCasas.Peroaunqueconservramosel original colombino, nadie podra negar que ya fuera a bordo de la Nia, odurantesuescalaenlas Azores,oposteriormenteenLisboaoaun duranteellargoviajeportierrahastaBarcelonanotuvieraoportu-nidad el Almirante de una fcil y conveniente redaccin con el texto enmendado. No haba que faltar a la verdad de los hechos en lo que a cuaderno de bitcora se reere. Las fechas y peripecias de esas etapas, incluido las distancias de navegacin, corrientes y fuerza del viento se-guan siendo las mismas. No cambiaba as la realidad, sino la perspectiva de su percepcin y anlisis10. Con razn la crtica universal ha ensalzado el Diario como una obra nica, sin duda el mejor cuaderno de bitcora de la historia universal de la navegacin. Es relevante a este respecto la comparacinconlasCartasderelacindeHernnCorts.Setrataen amboscasosdedocumentosqueporlatrascendenciadeloshechos yporsersumximoprotagonistaquienlosnarraenamboscasos,ya son de por s muy importantes. Pero a eso hay que aadir la habilidad escritural de sus autores, quienes perciben, interpretan y actan sobre lo visto y vivido con una inteligencia y habilidad a la altura de sus gestas. Con razn se han convertido ambas obras en clsicos universales y obras imprescindibles de referencia y estudio11.10 Cierta crtica ms reciente de las crnicas de Indias ha tendido a considerar estos y otros textos coloniales como meros productos de ccin, sin diferenciarlos de mode-los como las novelas de caballeras. Pero conviene puntualizar: se trata de documentos con valor legal, en los que los autores cumplen con el deber de informar de los hechos, decisiones y actuaciones a modo de declaracin judicial y que por tanto pueden y van a ser contrastados con las declaraciones de otros testigos. Por supuesto que toda visin de los hechos es subjetiva, parcial e interesada, y estas lo son en modo superlativo, como en este ensayo mismo tratamos de mostrar. Pero con diferencias. Nada que ver con la ili-mitada irresponsabilidad creativa de un texto de ccin que no debe delidad a ningn tipo de precisin: hroes y lugares imaginarios o inconcretos de cuyo nombre el autor hasta se permite el lujo de no querer acordarse.11DicealrespectoL. Arranz:Susconocimientosynoticias,susobservacionesy deduccionespersonales,suscreencias,susproyectos,sustemores,miedosyangustias, sus obsesiones, esto y mucho ms est reejado en estas pginas escritas da a da y sin 03_Delgado.indd 36 14/06/13 09:43COLN, AUTOR LITERARIO DEL DIARIO DEL PRIMER VIAJE37 Digamos para concluir que, visto lo sucedido con perspectiva hist-rica, no puede dudarse que Coln tuvo un pleno xito en esa aventura como autor. No solo los reyes quedaron convencidos, sino la Historia. Hasta hoy la idea de que la isla Espaola era su favorita, la eterna nia de sus ojos en las Indias, pronto se convirti en moneda comn y ha resistido el paso del tiempo. Y sin embargo la evidencia de los hechos noparececorroboraresaacin.EnelsegundoviajeColndeleg inmediatamente en su hermano Bartolom para que dirigiera la recons-truccin del puerto y fuerte de Navidad, que haba sido destruido tras la masacre de todos los espaoles. A pesar de no haber supervivientes ni rastro del fuerte, y de sospecharse que ese puerto no reuna las condicio-nes adecuadas para al asentamiento, como as fue, Coln abandon a su suerte a los numerosos expedicionarios del segundo viaje para dedicarse a descubrir ms islas y el vnculo con tierra rme, una evidente dejacin de sus funciones que demuestra que la Espaola distaba de facto de ser elparasodescritoyponderadoenelDiariodelprimerviaje.Elme-jor puerto del mundo result un asco y ni siquiera intent habitarlo. Todo hace creer que la Espaola no era el objeto de sus atenciones ni de sus proyectos; antes bien, la obsesin por encontrar Catay, Cipango y la India segua un su pecho tan viva y ardiente como lo haba estado toda su vida, algo que por cierto no vari tampoco en sus dos ltimos viajes transocenicos. Coln era por temperamento, conviccin y ocio un navegante genial y ciertamente no un conquistador ni menos an un gobernante, razn por la que siempre deleg estas funciones en su hermano Bartolom primero y en su hijo Diego despus. Pero en nin-gn momento y frente a lo que escribe y promete en su primer viaje, muestra Coln que la Espaola ser el centro de sus atenciones y expec-tativas. Esa supuesta maravilla nica de la Espaola, rica y dotada con los mejores puertos del mundo, fue or de un da en su trayectoria vital. Las Indias, esas islas cercanas a la India, al nal de su vida y tras varios peno-sos viajes ultramarinos, seguan siendo por tanto para l poco ms que unas nuevas Azores o Canarias, mero puerto de escala til y necesario en la soada ruta a las ingentes riquezas del Oriente por va occidental. retocardespus.Esms,muchomsqueundiariocomn(2006,p.75).Nadaque objetar salvo lo referente a la certidumbre que expresa el crtico en que el Diario no fue retocado.03_Delgado.indd 37 14/06/13 09:4338NGEL DELGADO GMEZBibliografaArranzMrquez,Luis,CristbalColn.Misterioygrandeza,Madrid,Marcial Pons, 2006. Coln,Cristbal,Cartadel AlmiranteCristbalColn,escritaalEscribano de Racin de los seores Reyes Catlicos, en M. Fernndez de Navarrete, Coleccin de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los espaoles, desde nes del siglo XV, Madrid, 1825 (reimpresin: Vaduz, Klaus Reprint, 1964).Los cuatro viajes. Testamento, ed. Consuelo Varela, Madrid, Alianza, 1986.Diariodeabordo,ed.LuisArranzMrquez,LasRozas,Dastin,2000. (Reedicin,aunqueahnosehagaconstar,delaeditadaporMadrid, Crnicas de Amrica, Historia 16, 1991). Diariodeabordo,ed.yed.facsmilJess VarelayJosManuelFradejas. Valladolid,InstitutoInteruniversitariodeEstudiosdeIberoamricay Portugal, 2006. (Transcripcin del ms. de la Biblioteca Nacional el y con aparato crtico). Delgado Gmez, ngel, Baptizing the New World, Providence, The John Carter BrownLibrary,2010.Versinespaolaresumida:ElbautizodelNuevo Mundo.Haciaunatipologadelatempranatoponimiaamericana,enPilar Latasa (ed.), Discursos coloniales: texto y poder en la Amrica Hispana, Madrid, Iberoamericana, 2011, pp. 55-70. Gil,Juan,Mitosyutopasdeldescubrimiento,vol.I,Colnysutiempo,Madrid, Alianza Universidad, 1988.Granzotto, Gianni, Cristoforo Colombo, Miln, Mondadori, 1986.ManzanoyManzano,Juan,Colnysusecreto,Madrid,EdicionesdeCultura Hispnica, 1976.Milhou, Alain,Colnysumentalidadmesinicaenelambientefranciscanistaes-paol, Valladolid,CasaMuseodeColnySeminario Americanistadela Universidad, 1983. Prez de Tudela, Juan, Mirabilis in altis, Estudio crtico sobre el origen y signicado del proyecto descubierto de Cristbal Coln, Madrid, CSIC Instituto Gonzalo Fernndez de Oviedo, 1983.Varela, Consuelo, Cristbal Coln. Textos y documentos completos, Madrid, Alianza, 1982. 03_Delgado.indd 38 14/06/13 09:43DE CARTA DE RELACIN A HISTORIA, UN TRANSVA-SE GENRICO: LA OCEANEA DECAS PRIMA VISTA POR FERNN PREZ DE OLIVALeonardo Espitia Universidad Autnoma de BarcelonaPartamos de un hecho: en la Historia de la invencin de las Indias, esto es, en la primera de las dos obras americanas escritas por el humanista cordobs Fernn PrezdeOliva,nohayunacontribucinsignicativaalahistoriografa,no encontramos en ella un aporte documental distinto al utilizado por su fuente principal1. Sin embargo, podemos rastrear en esta obra una representacin de la realidad distinta a la de su fuente, una organizacin y una seleccin de la infor-macin en funcin de un criterio estilstico, un criterio que, a su vez, hace evi-dente la posicin ideolgica del autor respecto a los complejos acontecimientos del descubrimiento y la conquista. Quisiramos mostrar, entonces, un conjunto de problemas que subyacen al trabajo de adaptacin propuesto por Oliva. Para ello ubicaremos, en primer lugar, el tipo de crnica que escribi Oliva en el marco de los cambios que se estaban presentando en la historiografa espaola durante los ltimos aos del siglo xv y los primeros del siglo xvi. En segundo lugar, intentaremos demostrar que la traduccin que realiz el humanista cor-dobs de la dcada de Anglera se realiz con principios estticos similares a los utilizados durante la traduccin que realiz de la comedia plautina El Antrin.1 La Historia de la invencin de las Indias [redactada entre 1525 y 1528] es una traduccin-adaptacin de la Primera dcada de las De Orbe Novo Decades de Pedro Mrtir de Anglera [compuesta entre 1493 y 1510]. Junto con esta Historia, Oliva compuso tambin la Historia de la conquista de la Nueva Espaa [redactada entre 1524 y 1528], cuya fuente principal fue la segunda carta de relacin de Hernn Corts [rmada el 30 de octubre de 1520].04_Espitia.indd 39 14/06/13 09:4440LEONARDO ESPITIAILas narraciones sobre Amrica escritas por Oliva pueden inscribirse en un proceso de transformacin que experiment la historiografa espaola porestosaos;particularmente,porelcambioqueseprodujoentrela escritura de crnicas generales, que respondan al modelo instaurado por Alfonso X y su General estoria, y aquellas dedicadas a hechos particulares y, ante todo, a la gura de reyes o gobernantes; es lo que ha descrito Richard L.Kagancomoelpasodelahistoriapropatriaalahistoriapropersona2. Uno de los puntos de inexin en este proceso se dio justamente con los Reyes Catlicos, y ms especcamente, con el inters de estos monarcas por crear una sola y compleja narrativa histrica de sus actos, de conectar sus triunfos personales con la historia general de Espaa. El ejemplo que introduceKagansobreestacuestinesbastanteilustrativo. Armaque el personaje elegido para supervisar tal tarea, esto es, crear esta comple-janarrativa,fueelsecretariolatinodeFernandoelCatlico,Lorenzo Galndez de Carvajal, quien con cierta astucia y un inters propagands-tico para legitimar la sucesin de Isabel a la Corona de Castilla, corrigi y enmend muchas y a menudo contradictorias crnicas del reinado de Fernando.Carvajalpretendaescribirunacrnicageneral,construirun solo relato y, para ello, procuraba dejar de lado todo ese material que no estuviera escrito con el propsito de gloricar a las guras de los reyes. Ahora, en este proceso de creacin de una crnica dignicada, Carvajal fue crtico con lo que Pulgar denominaba retrica vana, trmino con el que apuntaba al hbito de los cronistas de rellenar sus narraciones con oraciones superuas razonamientos en palabras de Pulgar3.Si miramos la Historia desde esta perspectiva, veremos que uno de los primeroscambiosrelevantesquerealizOlivarespetoasufuentefue anular sistemticamente toda referencia a la Antigedad clsica, un poco a la manera como Carvajal limpi de razonamientos o arengas su propia crnica.Porsupuesto,elprocedimientoretricoalqueestacudiendo Oliva para su narracin es el de la abreviacin (brevitas), y seguramente utiliza dicho recurso con el objetivo de descartar todo aquello que para la historia que l est construyendo, es de carcter secundario. Que sirva de ejemplo la manera como Oliva reduce, casi que a un mximo sorpren-dente, la descripcin que hace Anglera de la fauna de La Espaola:2 Kagan, 2010, pp. 41-92.3 Kagan, 2010, p. 91.04_Espitia.indd 40 14/06/13 09:44DE CARTA DE RELACIN A HISTORIA41AngleraNullumanimalquadrupessevidis-sedicunt,praeterquamtriageneracuni-culorum.Serpentesinsulaenutriunt,sed minimenoxios;anseressilvestres,turtures, anates nostris grandiores et cigneo cando-re,capitepurpureorepererunt.Psittacos, quorumaliivirideserant,aliiavitoto corpore, alii similes Indicis, torquati minio, utiPliniusait,quadragintatulerunt,sed coloribus vivacissimis et laetis maximope-re: alas habent versicolores, viridibus enim et avis pennis quasdam habent ceruleas et purpureasmixtas,quaevarietasparitde-lectationem. Haec volui de psittacis, illus-trissime Princeps, recitasse quoniam, qua-mvishuiusChristophoriColoniopinio magnitudini sphaerae et opinioni veterum desubnavigabiliorbevideaturadversari, psittacitamen,indeasportati,atquealia multa, vel propinquitate vel natura, solum Indicumhasinsulassapereindicant,cum praecipue AristotelescircanemlibriDe coeloetmundo,Senecaetalii,nonignari cosmographiae,abHispaniaIndicalittora peroccidentemnonlongomaristractu distare attestentur4.OlivaEnlaislanohabaanimalesotros de tierra sino conejos de tres maneras y serpientessinponzoa,peroavesmuy diversas,yentreellasgranmultitudde papagayosymanerasmuchasdeellos. Haba nsares y trtolas, nades, palomas y otras muchas5.4 54 Martire dAnghiera, De Orbe Novo Decades, p. 48; Dicen que no vieron ningn ani-mal cuadrpedo, fuera de tres clases de conejos. Cran las islas serpientes, pero inofensivas; encontraron patos silvestres, tortugas y nades mayores que las nuestras, blancas como el cisne y con la cabeza encarnada. Cogieron cuarenta papagayos, de los cuales unos eran verdes, otros amarillos en todo el cuerpo, otros semejantes a los de la India, con su collar de bermelln, como dice Plinio, pero de colores vivsimos y sobremanera alegres. Las alas las tienen de diversos colores, pues las plumas verdes y amarillas tienen mezcladas algunas azules y purpreas, la cual variedad deleita muchsimo. He querido referir estas cosas de los papagayos, oh Prncipe ilustrsimo, aunque la opinin de este Cristbal Coln parezca estarenoposicinconlagrandezadelaesferaylaopinindelosantiguosacercadel mundo navegable; sin embargo, los mismos papagayos trados y otras muchas cosas indican que estas islas, o por cercana o por naturaleza, saben a suelo indio, principalmente siendo as que Aristteles, cerca del n del libro De coelo et mundo, Sneca y otro sabios cosm-grafos, atestiguan que las playas de la India no distan de Espaa mucho trecho de mar por Occidente, Mrtir de Anglera, Dcadas del Nuevo Mundo, pp. 13-14.5 Prez de Oliva, Historia de la invencin de las Indias, p. 48.04_Espitia.indd 41 14/06/13 09:4442LEONARDO ESPITIADebemos tener en cuenta que la extensa descripcin que hace aqu Anglera est mediada por un inters que reeja, en parte, el punto de vista que ha asumido frente al Descubrimiento. Por supuesto, este punto de vista ser modicado a medida que el cronista va conociendo nuevos datos sobre el acontecimiento. Ya desde la Primera dcada sabe que el propsitodelaaventurapatrocinadaporlosReyesCatlicoseraen-contrar, por va de occidente, algunas islas del archipilago que los cos-mgrafos de su tiempo situaban como adyacentes a las costas asiticas. Sin embargo, no comparte del todo esta idea, debido a que al hacerlo estara rechazando las opiniones de los antiguos acerca del mundo nave-gable y, por ello mismo, estara asumiendo unas dimensiones del globo terrqueo absurdas: tendra que aceptar que el crculo de la Tierra era ms pequeo de lo que habitualmente se vena estimando. La hiptesis quesugiere Anglera,entonces,yconelpropsitodenocontradecir ala Antigedadytampocoalosdatosdelosquehastaelmomento dispona, como el que acabamos de citar en relacin al origen asitico de los papagayos, es que Coln ha llegado al archipilago de las Antillas ese conjunto de islas que durante la Edad Media se encontraba en el ocano Atlntico.Nospareceimportantesealar,aesterespecto,queenlasntesis que hace Oliva, esto es, en la eliminacin de cualquier referencia a la Antigedad que hemos indicado, es muy probable que est intentando dejar al margen un conicto ideolgico y cartogrco del que Anglera no quiso prescindir. En ningn momento Oliva hace referencia alguna a esta cuestin e, incluso, cuando puede hacerlo, lo evita. En la descrip-cin correspondiente al momento en que Coln y sus hombres llegan a tierra, y en la que ambos cronistas hacen sus primeras descripciones sobreLaEspaolayJuana[Cuba],seencuentraunaclaradiferencia: Anglera comenta que Coln le ha referido que dentro de las islas a las quehallegadoseencuentralaisladeOr,pero,segnsuopinin,y teniendo en cuenta lo que hasta ahora han enseado los cosmgrafos, aquellas islas no pueden ser otra cosa que las Antillas y otras islas adya-centes. Oliva seala, por su parte, que aquellas islas pueden ser el n de Asia:04_Espitia.indd 42 14/06/13 09:44DE CARTA DE RELACIN A HISTORIA43AngleraIoannaelittoralambens,adocci-dentem a septemtrione, recto latere, non multo minus octingentis milibus passum percurrit,aiuntenimcentumetocto-gintalequas.Continentemarbitratus, quodnequeterminusnequetermini ulliussignumininsula,quantumoculis prospectusinserviebat,appareret,retro-cedereinstituit.Redireetiamillumpe-lagitumorescoegerunt:namIoannae littora,pervariosinexus,tantumiam ad septemtrionem se vertebant et curva-bantur, quod Boreales atus naves acrius infestarent,quoniamhyemsvigebat. Ad orientem igitur proras vertens, Ophiram insulam sese reperisse refert, sed, cosmo-graphorum tractu diligenter considerato, Antiliaeinsulaesuntillaeetadiacentes aliae.HancHispaniolamappellavit,in cuiusseptemtrionalilatere,tentarelo-corumnaturamcupiens,terraeappro-pinquabat,cuminplanamquondamet caecamrupemaquiscoopertamcari-nagrandiorisnavisincidensaperituret perstat6.OlivaY siguiendo la costa de Juana, no ha-llando n despus de ochenta leguas que andadas tenan, pensaron que fuese aqul el n de Asia. De ah vientos contrarios que los fatigaban hicieron que tornasen alaEspaola;ysiguiendosulado,que esalNorte,lanavehirienunapea cubierta, do pereci7.6 7AsquemientrasAngleranoaceptalapremisafundamentalde Coln que reduce enormemente el tamao de la esfera y por ello plan-6 Martire dAnghiera, De Orbe Novo Decades, pp. 42-44; Rodeando las costas de la Juana desde el Septentrin en derechura al Occidente, recorri no menos de ochocien-tos mil pasos (esto es, ciento ochenta leguas), y juzgando que era continente, porque ni pareca el n ni seal de trmino alguno de la isla, determin volverse atrs, a lo que le oblig tambin la furia del mar, porque las costas de la Juana, por varias curvas, vol-van y se inclinaban ya tanto al Septentrin, que los vientos boreales maltrataban ms cruelmente a las naves, pues haca tiempo de invierno. Volviendo, pues, la proa hacia el Oriente, cuenta que encontr la isla de Or. Pero, considerando diligentemente lo que ensean los cosmgrafos, aquellas son las islas Antillas y otras adyacentes. Llam a esta Espaola, en cuya costa septentrional, deseando examinar la naturaleza de los lugares, se aproximaban a tierra, cuando la quilla de la nave mayor, dando en cierta pea plana y oculta cubierta por las aguas, se abri y qued encallada, Mrtir de Anglera, Dcadas del Nuevo Mundo, p. 11.7 Prez de Oliva, Historia de la invencin de las Indias, p. 45. Ntese el error de las leguas: Anglera indica que son ciento ochenta leguas, mientras que Oliva arma que son ochenta.04_Espitia.indd 43 14/06/13 09:4444LEONARDO ESPITIAteaunahiptesiscomoladelas Antillas,Olivanoentraendetalles sobre esta problemtica y pasa directamente a la descripcin del nau-fragio de la Santa Mara. En este sentido, al humanista cordobs no le interesa cuestionar la informacin dada por Anglera y, ms an, no le parece relevante acudir a una serie de autoridades clsicas Aristteles, Sneca y otros para conrmar un asunto del que hasta el momento se tienen muy pocas noticias. Incluso podramos arriesgarnos a armar que a Oliva no le interesaba cuestionar la hiptesis de Coln, como en algunos momentos s lo hace Anglera. El motivo es que en la construc-cin de su Historia Oliva est dando un especial y particular protagonis-mo al Almirante, un poco a la manera como los cronistas de los Reyes Catlicos daban protagonismo a sus monarcas; a pesar de que construan crnicasgeneralesdeEspaa,centrabansuatencinenlasvirtudesy cualidades de sus reyes historia pro persona. Por otra parte, la eliminacin de referencias clsicas no solamente se debe a esta nica cuestin. El procedimiento de reduccin y de abre-viacin lo aplica el humanista cordobs teniendo en cuenta otros asun-tos que tienen gran relevancia. El primero de ellos tiene que ver con el hecho de que Pedro Mrtir acudiera a autoridades clsicas. As que cada vez que Oliva lee en la Primera dcada alguna de estas referencias decidedejarlasdelado;parecieracomosisupropsitodehaceruna narracin uida y sin digresiones le exigiera prescindir de esta bsque-da de veracidad. Sin embargo, esta abreviacin puede deberse, tambin, a otro motivo: es muy probable que se deba al inters que tiene Oliva por organizar cronolgica y temticamente la informacin que ha in-troducido Anglera en su dcada, casi a la manera de un historiador que necesariamentetienequeconstruirunacronologabsicaapartirde sus fuentes, para as comprender mejor el por qu y el cmo suceden los hechos. Que sirva de ejemplo el episodio en el que se describe el comienzo de la exploracin de Cuba durante la segunda navegacin de Cristbal Coln. Si leemos ambos relatos vamos a ver que en efecto los hechos que introducen los cronistas son los mismos, aunque la secuen-cia de la exposicin es distinta. La expuesta por Anglera est confor-mada por varios excursos. La resumo de la siguiente manera, utilizando para ello las descripciones introducidas por Juan Gil en su traduccin de esta dcada8:8 Gil, 1984, pp. 61-71.04_Espitia.indd 44 14/06/13 09:44DE CARTA DE RELACIN A HISTORIA451.Fundacin de la Isabela. 2.Muestras de rboles de La Espaola. 3.Situacin y bondad de La Espaola. 4.Exploracin de Cibao. 5.Expedicin de Coln a Cibao.6.Exploracin de Lujn y descripcin de Cibao. 7.Comienzo de la exploracin de Cuba.8.Cabo de Alfa et O. Jamaica. 9.Clculos sobre la longitud alcanzada por Coln. 10.Descripcin de la costa meridional de Cuba. Encuentro amisto-so con los indgenas. Ahora, de acuerdo a la secuencia dada por Oliva, los hechos pueden resumirse del siguiente modo:1.Con el propsito de construir un lugar para proteger a sus hom-bres de cualquier ataque, Coln funda la Isabela.2.Asentado en este lugar, enva a treinta hombres a reconocer la regin del Cibao, esa regin que, imaginndose que haba lle-gadoa Asia,considerqueseraCipango,elJapndelaEdad Media. Partiendo de la informacin que le traen sus hombres, quienes le hablaron de las riquezas que haba en aquellas tierras, decide partir de la Isabela en busca de la frtil Cibao. 3.Unavezmsel Almiranteedicaunafortalezaenmediodel CibaocastillodeSanto TomsyenvaaJuandeLujna que reconociese algo de aquella tierra. Cuando Lujn le informa de que las riquezas en aquella regin no tienen n, vuelve a la Isabela,nombragobernadordelaislaaBartolomColnya Pedro Margarita y parte a conquistar nuevas islas.4.La primera de estas nuevas islas es Cuba. 5.Finalmente, nos encontramos con uno de los primeros encuen-tros amistosos con los indgenas. Como se puede ver, en el caso de la narracin de Anglera se en-trecruzan datos y reexiones que poco tienen que ver con la relacin de los acontecimientos sobre la expedicin a Cibao y a Cuba. Ahora, esposiblequeelsegundoasuntoquepudotenerencuentaFernn Prez de Oliva en el momento de eliminar toda referencia clsica est relacionadoconlatendenciadevarioscronistasarecurrirafantasas literarias cada vez que tenan que explicar realidades nunca antes vistas. El ejemplo ms representativo se puede encontrar en la descripcin del 04_Espitia.indd 45 14/06/13 09:4446LEONARDO ESPITIAcomportamiento de hombres y mujeres en Matinino, aquella isla en la que solo habitan mujeres:AdeashaudsecusCanibales,certisannitemporibus,concedere creditum est atque ad Amazonas Lesbicas transfretasse Thraces rettu-lit antiquitas et, eodem modo, lios ad genitores mittere, ablactatos, foeminas autem apud se retinere. Has mulieres subterraneos grandes cuniculoshabereaiunt,adquos,sialioquamconstitutotempore quisque ad eas prociscatur, confugiant. Unde, si aut per vim aut per insidias tentare aditum sequentes audeant, sagittis sese tueantur quas certissimas iacere creduntur. Haec dant, haec accipito!9Aqu una vez ms Anglera acude a una comparacin sugestiva: pro-pone una similitud entre el comportamiento adoptado por los tracios al ver a las amazonas de Lesbos y el adoptado por los canbales al ver a las mujeres de la isla Matinino. Y es sugestiva por una razn que ya haba sido expuesta en los aos setenta por el historiador y economista Antonello Gerbi: en su argumentacin armaba que las reminiscencias y fantasas bblicas de Coln rerindose a la identicacin que ha-ba hecho el conquistador de la Espaola con Or no sedujeron del todo a Pedro Mrtir, ms bien crearon en l un escepticismo que se va modicando a medida que va conociendo nuevos datos sobre los des-cubrimientos; Pero cuando Coln se pone a hablar de las Amazonas, la cosa cambia, y el nico argumento que podra inducirlo a creer en las Amazonas americanas no es el testimonio de Cristbal Coln sino su verosimilitud, puesto que los antiguos certican su existencia10. As que la mayora de las veces la Antigedad no se convierte en criterio de verdad de la naturaleza americana, sino, por el contrario, la naturaleza americana se convierte en criterio de la verdad de las tradiciones anti-guas; es como si Amrica fuera una apostilla marginal en los textos 9 Martire dAnghiera, De Orbe Novo Decades, p. 58; Se ha credo que los canbales se acercan a aquellas mujeres en ciertos tiempos del ao, del mismo modo que los robustos tracios pasaban a ver a las amazonas de Lesbos, segn reeren los antiguos, y que de igual manera ellas le envan los hijos destetados a sus padres, reteniendo consigo a las hembras. Cuentanqueestasmujerestienengrandesminasdebajotierra,alascualeshuyensi alguno se acerca a ellas fuera del tiempo convenido; pero si se atreven a seguirlas por la violencia o con asechanzas y acercarse a ellas, se deenden con saetas, creyndose que las disparan con ojo muy certero. As me lo cuentan, as te lo digo, Mrtir de Anglera, Dcadas del Nuevo Mundo, p. 20.10 Gerbi, 1992, pp. 78-79.04_Espitia.indd 46 14/06/13 09:44DE CARTA DE RELACIN A HISTORIA47delaliteraturagrecolatina11.Enestesentido,elmtodocomparativo queutilizaba Angleraleservaparaquelosreceptoresdesusdca-das comprendieran a travs de noticias actuales los textos clsicos. Ahora, qu hizo Oliva con este tipo de comparaciones? Si observamos la Historia comprobaremos que el humanista cordobs ha anulado toda referencia a las amazonas y, en su lugar, hace una descripcin detallada del comportamiento de los hombres y mujeres en Matinino, una des-cripcin en la que utiliza un tono sencillo y natural alejado de cualquier referencia mitolgica:Y pasando por muchas otras islas vieron una de ellas en grandeza mayor que las otras, do los intrpretes les dijeron que moraban solas mujeres Y si antes o despus de hombres son acometidas, mtense en cavernas que para esto hacen en tierra, y dendense con saetas, que muy ciertas saben tirar. Los hijos cran hasta que convalecen, y despus los envan a sus padres, y las hijas retienen consigo12.Nos parece importante sealar, a este respecto, una cuestin que tal vez nos ayude a explicar las razones por las que Oliva no acudi a este tipo de comparaciones para la elaboracin de su relato. Nos referimos a que todo el trabajo realizado por Oliva puede estar enmarcado en ese ideal valdesiano propio del humanismo renacentista del intentar escribir como se habla; en ese ideal de naturalidad al que se reere Joseph Prez cuando aclara que quiz el aspecto ms revolucionario del humanismo y de la Historia consista en ver las cosas tal como son, sin uso de la retrica, sin alarde de erudicin falsa, sin dogmatismo13. Ahora, esta bsqueda de un lenguaje natural debe estar estrechamente ligada al intento que est haciendo el escritor cordobs por dar al castellano una dignidad similar a la que estaba intentando dar Nebrija con sus traducciones al latn.IILo que Antonio de Nebrija despus escribi no fue como coronista sino como traducidor de romance en latn, de lo mismo que tena escrito 11 Gerbi, 1992, pp. 79-80.12 Prez de Oliva, Historia de la invencin de las Indias, p. 53.13 Prez, 1981, p. 486.04_Espitia.indd 47 14/06/13 09:4448LEONARDO ESPITIAHernando de Pulgar, porque yo fui testigo que le di la cornica original para que la tradujere en latn14.LasDcadasescritasporNebrijapuedenconsiderarse,comobien lo indica aqu Galndez de Carvajal, una traduccin de la Crnica de los Reyes Catlicos de Fernando de Pulgar. Recordemos que la traduccin hecha por Nebrija buscaba, entre otras cosas, transformar el relato en lengua verncula de Pulgar sobre la conquista de Granada en una pica en latn comparable a la que ensalzaba la conquista de la Galia por Julio Csar15. Con otras palabras, lo que haca Nebrija era revisar y elaborar eltextoquelesirvidefuentenoconelpropsitodeaadirdatos adicionales a la informacin recibida, sino para reorientarlo hacia otro pblico que el previsto por Pulgar, un pblico mucho ms amplio, en ltimas,unpblicointernacional,comobienlosugiereR.B. Tate16. Ahora, la adaptacin que realiz Prez de Oliva de la Primera dcada se sustenta en una traduccin al castellano de un texto latino, y a este respecto es muy posible que tuviera un propsito similar al de Nebrija, perocontrario,enelsentidodequepretendedirigirsunarracina un pblico no restringido al conocimiento de la lengua latina, pero, a pesardeello,unpblicoculto.MientrasNebrijaqueradignicarsu crnica llevndola al latn, Oliva deseaba dignicar su relato llevndolo alalenguacastellana.Porsupuesto,esteplanteamientosoloadquiere todo su sentido si recordamos que Oliva hizo parte del enaltecimiento de las lenguas vulgares y del inters por cultivarlas y enaltecerlas. Nada ms en cada uno de los proemios que introduce Ambrosio de Morales a las obras que componen la coleccin de los escritos de su to hay una referencia a la importancia que daba Oliva a la utilizacin del castellano. Incluso, en el Discurso sobre la lengua castellana publicado inicialmente en 14 Galndez de Carvajal, Anales breves del reinado de los Reyes Catlicos, pp. 536-537.15Kagan,2010,p.91.Enestemismosentido,lahiptesissugeridaporHinojo Andrs es que a pesar de que en efecto Nebrija tradujo y elabor la Crnica de Pulgar de acuerdo con los principios y preceptos de la teora renacentista de la Historia, es importantepreguntarporlasinterpretacionesqueseled