Cronicas y Cronistas

10
1

Transcript of Cronicas y Cronistas

Page 1: Cronicas y Cronistas

1

Page 2: Cronicas y Cronistas

La literatura hispanoamericana nace con los relatos de los cronistas de Indias que nos ofrecen una visión directa de testigos de la Conquista.

Empieza el trasplante de la cultura europea, la destrucción de las civilizaciones precolombinas y el nacimiento de una sociedad que habría que florecer en el periodo colonial.

2

Page 3: Cronicas y Cronistas

La crónica es un género utilizado en la época de la Conquista en el S. XV.

La crónica se usó para contar todo lo que se había conocido sobre el gran Imperio incaico, así como los sucesos durante el descubrimiento de América.

Los cronistas se agrupaban en: indios, mestizos y españoles.

La crónica contaba mezclando la historia con la ficción.

3

Page 4: Cronicas y Cronistas

Fueron conocidas como Crónicas de Indias.

Son una fuente para conocer no sólo la historia del descubrimiento y conquista de América, sino el desarrollo histórico de los virreinatos de ultramar así como del mundo prehispánico.

La primera fue Diario de a bordo de Cristóbal Colón.

4

Page 5: Cronicas y Cronistas

El contramaestre de la Pinta dijo que había hallado árboles de canela. Fue el Almirante luego allá y halló que no eran. Mostró el Almirante a unos indios de allí canela y pimienta -parece que de la que llevaba de Castilla para muestra- y conociéronla, dice que, y dijeron por señas que cerca de allí había mucho de aquello al camino del Sudeste. Mostróles oro y perlas, y respondieron ciertos viejos que en un lugar que llamaron Bohío había infinito y que lo traían al cuello y a las orejas y a los brazos y a las piernas, y también perlas. Entendió más: que decían que había naos grandes y mercaderías, y todo esto era al Sudeste. Entendió también que lejos de allí había hombres de un ojo y otros con hocicos de perros que comían los hombres y que en tomando uno lo degollaban y le bebían su sangre y le cortaban su natura. Determinó de volver a la nao el Almirante a esperar los dos hombres que había enviado para determinar de partirse a buscar aquellas tierras, si no trajesen aquéllos alguna buena nueva de lo que deseaban. Dice más el Almirante: «Esta gente es muy mansa y muy temerosa, desnuda como dicho tengo, sin armas y sin ley.

5

Page 6: Cronicas y Cronistas

Guamán Poma de Ayala, escribió una extensa carta dirigida al rey de España, contándole sobre el Imperio y manifestando sus reclamos.

Su obra de llamó NUEVA CRÓNICA Y BUEN GOBIERNO

6

Page 7: Cronicas y Cronistas

El más destacado fue el Inca Garcilaso de la Vega, hijo de una princesa india y un capitán español.

Escribió Los Comentarios reales de los incas en dos partes.

7

Page 8: Cronicas y Cronistas

Generalmente fueron sacerdotes que contaron, desde su punto de vista lo que encontraron en el Nuevo continente, al llegar a conquistarlo.

Cronistas españoles fueron :

Pedro Cieza de León

Bartolomé de las Casas

Francisco Ximenez8

Page 9: Cronicas y Cronistas

LOS ESTATUTOS Y EJERCICIOS DE LA VÍRGENES ESCOGIDAS

Vivían en perpetua clausura hasta acabar la vida con

guarda de perpetua virginidad; no tenían locutorio ni torno, ni otra parte alguna por donde pudiesen hablar ni ver hombres ni mujer, sino eran ellas mismas unas con otras; porque decían que las mujeres del Sol no habían de ser tan comunes que las viese nadie; y esta clausura era tan grande, que aun el propio Inca no quería gozar del privilegio que como rey podía tener de las ver y hablar, porque nadie se atreviese a pedir semejante privilegio. Sola la Coya, que es la reina y sus hijas, tenían licencia de entrar en la casa y hablar con las encerradas así mozas como viejas.

De Comentarios reales. Garcilaso de la Vega Parte XII

9

Page 10: Cronicas y Cronistas

De aquí comenzaron los indios a buscar maneras para echar los cristianos de sus tierras: pusiéronse en armas, que son harto flacas y de poca ofensión e resistencia y menos defensa (por lo cual todas sus guerras son poco más que acá juegos de cañas e aun de niños); los cristianos con sus caballos y espadas e lanzas comienzan a hacer matanzas e crueldades extrañas en ellos. Entraban en los pueblos, ni dejaban niños y viejos, ni mujeres preñadas ni paridas que no desbarrigaban e hacían pedazos, como si dieran en unos corderos metidos en sus apriscos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría el hombre por medio, o le cortaba la cabeza de un piquete o le descubría las entrañas. Tomaban las criaturas de las tetas de las madres, por las piernas, y daban de cabeza con ellas en las peñas. Otros, daban con ellas en ríos por las espaldas, riendo e burlando, e cayendo en el agua decían: bullís, cuerpo de tal; otras criaturas metían a espada con las madres juntamente, e todos cuantos delante de sí hallaban. Hacían unas horcas largas, que juntasen casi los pies a la tierra, e de trece en trece, a honor y reverencia de Nuestro Redemptor e de los doce apóstoles, poniéndoles leña e fuego, los quemaban vivos. Otros, ataban o liaban todo el cuerpo de paja seca pegándoles fuego, así los quemaban. Otros, y todos los que querían tomar a vida, cortábanles ambas manos y dellas llevaban colgando, y decíanles: "Andad con cartas." Conviene a saber, lleva las nuevas a las gentes que estaban huídas por los montes. Comúnmente mataban a los señores y nobles desta manera: que hacían unas parrillas de varas sobre horquetas y atábanlos en ellas y poníanles por debajo fuego manso, para que poco a poco, dando alaridos en aquellos tormentos, desesperados, se les salían las ánimas.

10