Historia Sud Paraguay

7/17/2019 Historia Sud Paraguay

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HISTORIA DE LOS SANTOS DE

LOS ÚLTIMOS DÍAS ENPARAGUAY

Relatos de Pioneros

Néstor Curbelo



Foto de tapa:Los misioneros constructores frente

a la capilla de Moroni (1964)

Agradecimiento: Al hermano Gordon Irving, del Departamento de Historia Familiar e Historia de la Iglesia, por sucolaboración con fuentes de información para esta obra.

Nota al lector:Esta obra no es una publicación de La Iglesia deJesucristo de los Santos de los Últimos Días. Contiene el

testimonio y los comentarios de hermanos y hermanasque han sido parte de la historia así como opiniones yobservaciones del autor. Todo el contenido esresponsabilidad del mismo.

Historia de los Santos de los Últimos Días en ParaguayPrimera Edición: 2003Reservados todos los derechos: Néstor Curbelo.ISBN 987 98293-2-8Diseño de tapa e interior: [email protected]



ÍNDICE

PRIMERA PARTE: EN LA MISIÓN URUGUAYA1. Se establece un legado.2. La Iglesia llega a Paraguay.3. Los primeros pasos.4. Una época de preparación.5. La Iglesia se expande.6. Los Presidentes de misión.

7. Pioneros.

SEGUNDA PARTE: LA MISIÓN PARAGUAYASUNCIÓN8. Se organiza la misión.9. Las estacas.10. La Iglesia en el interior.

11. La predicación a los lamanitas.12. Los nivaclé.

TERCERA PARTE: LA CASA DEL SEÑOR 13. La era de los templos.14. La preparación para el templo.15. La dedicación del templo.

16. La plenitud del Evangelio.Bibliografía.Historias Orales.

11731416181

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CRONOLOGÍA

PRIMERA PARTE: En la Misión Uruguaya

1939 El Presidente Frederick S. Williams, dela Misión Argentina, visita Paraguay.

Heber J. Grant preside la Iglesia.

1944 Se organiza la rama de Montevideobajo la dirección de la Misión Argentina.

1945 Finaliza la Segunda Guerra Mundial.George Albert Smith preside la Iglesia.

1947 Se organiza la Misión Uruguaya con Frederick S. Williams como presidente.

1948 26 de julio Se organiza la rama de Asunción, presidida por Samuel Skousen.

21 de agosto Se bautiza en Asunción Carlos Alberto Rodríguez.

1949 15 de enero Se bautiza Mafalda Rodríguez.

23 de febrero El Presidente Frederick S. Williamsvisita Asunción.

11 de octubre El Presidente Frederick S. Williamsrecibe una carta de la Primera Presidencia aprobando la apertura dela obra en Paraguay.

24 de diciembre Se anuncian los nombres de losmisioneros que viajarán a Paraguay.

1950 11 de enero Llegan a Asunción el Presidente

Frederick S. Williams, su esposaCorraine y el élder Wilford M. Farnsworth.



Llegan los élderes Morris, Jesperson y Anderson.

22 de marzo El élder Wayne R. Cardon reemplazaal élder Farnsworth en Asunción.

1951 David O. McKay preside la Iglesia.

13 de enero Se bautiza Clara Ana VictoriaGigglberger de Krisch.

julio Lyman S. Shreeve preside la Misión

Uruguaya.

1952 El Ministro del Interior, Dr. Pacífico Montero, concede la autorización parael establecimiento de la Iglesia en Paraguay.

1954 enero El Presidente David O. McKay visita Montevideo.

13 de diciembre El élder Mark E. Petersen visita

Paraguay.

1955 abril La Iglesia adquiere una casa para larama Moroni en la calle Juan deSalazar 1294.

Se organiza la rama Amambay.

septiembre Preside la Misión Uruguaya Frank

Delbert Parry.

1956 14 de junio El élder Henry D. Moyle y su esposavisitan Paraguay.

16 de julio Se inaugura el local de la rama Amambay en la calle Tacuarí 454.

1957 El élder Pedro Lapicirella inicia su

misión regular.

1958 28 de febrero Preside la Misión Uruguaya Arthur M. Jensen.

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vii

1959 febrero Los misioneros visitan laciudad de Encarnación.

21 de marzo El élder Spencer W. Kimball visita Asunción.

El élder Spencer W. Kimball apartacomo presidente de la rama Moroni a Robert E. Wells.

29 de septiembre El élder Harold B. Lee visita Asunción.

25 de noviembre Osvaldo Decoud es llamado a servircomo misionero en Uruguay.

1960 Preside la Misión Uruguaya J. Thomas Fyans.

1961 El élder A. Theodore Tuttle esasignado como director de las Misiones Sudamericanas y se radicaen Montevideo.

1962 23 de junio Palada Inicial de la capilla de la rama Moroni.

1963 Se convierten a la Iglesia la familia Ramírez, Carlos Espínola y Victor Aquino.

9 de marzo Los misioneros comienzan la obra en Encarnación.

1965 Preside la Misión Uruguaya James R. Barton.

1966 Se organizan las primeras estacas deSudamérica en San Pablo y Buenos Aires.

1967 Se organiza la estaca Montevideo.William Jones preside la MisiónUruguaya.



1970 julio La misión pasa a llamarse Uruguay- Paraguay.

Joseph Fielding Smith preside la Iglesia.

Preside la Misión Uruguaya Gardner H. Russell.

1972 Harold B. Lee preside la Iglesia.

Se inicia el programa de Seminario e Instituto.

1973 julio Robert Lincoln Marchant preside la Misión Uruguaya.

1975 marzo Conferencia General de Área en Buenos Aires.

El Presidente Kimball anuncia laconstrucción del Templo de San Pablo.

1976 30 de marzo Palada Inicial del Templo de San Pablo.

1º de julio El élder Gene E. Cook, AutoridadGeneral, preside la MisiónUruguay-Paraguay.

1977 1º de julio Se organiza la Misión Paraguay Asunción con Mearl K. Bair como presidente.

SÍNTESIS HISTÓRICA DE PARAGUAY

1939 José Félix Estigarribia reemplaza a Paiva en el gobierno.

1940 18 de febrero Estigarribia asume la plenitud de los poderes. Entra en vigor una nuevaConstitución mediante decreto, luego formalmente plebiscitado.

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ix

1940 7 de septiembre En un accidente de aviación fallece Estigarribia, le sucede Higinio Morínigo.

1943 Se dicta el régimen MonetarioOrgánico. La nueva unidad: el guaraní.

1947 Guerra civil entre las fuerzas leales a Morínigo y tropas rebeldes con apoyode partidos políticos.

1954 Alfredo Stroessner asume la presidencia de la República.

1955 27 de marzo Se inaugura el Puente de la Amistad,ubicado sobre el Río Paraná, que uneCiudad del Este (Paraguay) y Foz de Iguazú (Brasil).

1965 Se sanciona una nueva Constitución

Nacional.

1973 Se firma con el Brasil el tratado de Itaipú y con la Argentina el deYacyretá.



Capítulo Uno

SE ESTABLECE UN LEGADO

Ha transcurrido más de medio siglo desde la llegada delos misioneros y la conversión de los primeros Santos de losÚltimos Días en Paraguay. En la actualidad, al comienzo delsiglo XXI, es te hermoso y querido país, ubicado en el corazónde América del Sur, es el hogar de 45.000 miem bros de la Igle-sia.

En muchas ocasiones se menciona en las Escrituras elmandato de conocer y preservar el pasado, a fin de aprender deél y así poder trazar más claramente el futuro. Este mandato nosólo está destinado a los pro fetas, quienes son los res ponsa blesde registrar y transmitir las revelaciones de Dios, sino tam biénal pue blo de la Iglesia.

En La Perla de Gran Precio encontramos que en elcomienzo de los tiempos, aquellos que “invoca ban el nom bredel Señor” lleva ban “un li bro de memorias, en el cual se escri- bía en el lengua je de Adán”.1

Abraham di jo: “...y trataré de escri bir algunas de estascosas en este relato para el beneficio de mi pos teridad que ven-

drá des pués de mí.” 2

En el Li bro de Mormón Alma le in dica a su hi jo Hela-mán: “y tam bién te mando que lleves una historia de este pueblo... y que conserves sagradas todas estas cosas.” 3



Al Profeta José Smith le fue revelada la im portancia de losregistros: “Y tam bién que él continúe escri biendo y reco pilandouna historia de todas las cosas im portantes que él observe y se paconcerniente a mi iglesia”... “para el bien de la Iglesia, y para lasgeneraciones futuras que crecerán en la tierra de Sión.” 4

El mandato de registrar y transmitir la historia cobrahoy un gran significado, teniendo en cuenta que los Santos delos Últimos Días viven en diferentes países, ha blan diferentesidiomas, pertenecen a diversas culturas; esto requiere un mayor

cuidado en transmitir el legado o herencia es piritual y culturalque contri buirá grandemente a la creación de una identidad yunidad como “conciudadanos de los Santos y miem bros de lafamilia de Dios, edificados so bre el fundamento de los apósto-les y profetas, siendo la princi pal piedra del ángulo Jesucristomismo” 5

Los pro pósitos de esta historia se relacionan con la pre-servación de ese legado. La Iglesia en Paraguay ha crecido, sehan organizado estacas, muchas familias están criando a susegunda, tercera o cuarta generación a la luz del Evangelio, yun tem plo ha sido erigido y dedicado al Señor. Este es unmomento pro picio para que las nuevas generaciones y los nue-vos conversos conozcan y se pan de los pioneros Santos de los

Últimos Días en Paraguay, se edifiquen sa biendo de su fe, sacri-ficios, bondad y perseverancia. Encontraremos entre estos pio-neros primeramente a los misioneros y los presidentes deMisión, quienes fueron los portadores del mensa je del Evange-lio Res taurado, y luego a los conversos locales. Am bos gru poshicieron su parte para el esta blecimiento de la Iglesia de Jesu-cristo de los Santos de los Últimos Días en la tierra de Paraguay.

2



Se establece un legado 3

El Profeta José Smith. Pintura utilizada durante los años sesenta en elfolleto “Historia de José Smith”.



Las fuentes de información

De la primera época de la Iglesia en Paraguay tenemostres fuentes princi pales de información: los Libros Históricosde la Misión Uruguaya, los excelentes comentarios del Presi-dente Frederick S. Williams en su li bro “From Acorn To OakTree” (“De Bellota a Ro ble”) y luego las historias orales logra-das en entrevistas con miem bros y misioneros de la época.

El marco histórico

Para conocer las condiciones y circunstancias en que laIglesia se esta bleció en Paraguay primeramente de bemos dar

una mirada a la historia general de la Iglesia y su llegada aAmérica del Sur.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos

4

Transcripción en el Libro Histórico de la Misión Uruguaya de la carta de la

Primera Presidencia al Presidente Williams autorizando la apertura de laIglesia en Asunción, 11 de octubre de 1949.




Días se organizó el 6 de abril de 1830 en el Estado de NuevaYork, en los Estados Unidos. Durante los primeros veinte años,de bido a la persecución y a un mandato del Señor, los santos setrasladaron a Ohio, Misouri, Illinois y finalmente a Utah. Allí seesta bleció la ca becera de la Iglesia, donde permanece hasta el presente.

Para alcanzar las condiciones necesarias e introducir elEvangelio Restaurado en Paraguay sucedieron una serie deacontecimientos que guar dan una relación entre sí y abarcan un

período de casi cien años, comenzando en 1851 con la visita delÉlder Parley P. Pratt a Chile hasta 1950 en que llegan los misio-neros a Asunción.

Algunos estudiosos y comentaristas del Li bro de Mor-món le atri buyen a la tierra de Sudamérica un significado es pe-cial, al señalar la posi bilidad de que Lehi y su familia hayan

desem barcado en la costa del Pacífico. Sin em bargo, esta afir-mación no tiene una declaración corro borativa de los apóstoleso profetas y por lo tanto de beríamos mantenerla como una teo-ría u opinión no verificada.

Es evidente que la tierra de Sudamérica esta ba en lamira de los Profetas José Smith y Brig ham Young y los prime-

ros líderes de la Iglesia.

El Profeta José Smith fue muy claro al referirse a la tie-rra de Amé rica del Sur; él afirmó: “Todas las Américas sonSión, de norte a sur, y los pro fetas la descri ben, declarando quees la Sión donde se hallará el monte del Señor, y que estará enel centro del país.” 6

En la primera época de la Iglesia, cuando aún no ha bíallegado a Sudamérica, casi todos los profetas hicieron declara-ciones señalando que esta tierra es parte de Sión. En 1963 elélder A. Theodore Tuttle reiteró el concepto en estas pala bras:



“Pero quizás el hecho más im portante, princi palmente para los miem bros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos delos Últimos Días, consiste en que Sudamérica es parte de la tie-rra de Sión, una tierra de historia exquisita y futuro profético.Tam bién ella es parte de la Tierra Prometida a la que Lehi y sucolonia llegaron orientados por el Se ñor. Aquí viven más decuarenta millones de descendientes literales o parciales deaquel gran Patriarca.” 7

El élder Tuttle poseía una visión am plia de los pro pósi-

tos del Señor hacia la tierra y la gente sudamericana. Él afirmó:“En la historia moderna de América del Sur, se manifiestainconfundi blemente la mano del Señor. Cuando Cristó balColón descu brió primero las Islas del Cari be y más tardedesem barcó en la costa norte de lo que hoy es Venezuela, creyóha ber llegado a las Indias Orientales. Y con esta ilusión perma-neció hasta el día de su muerte, sin darse cuenta de que en rea-

lidad ha bía sido divinamente orientado hacia una joya de valormucho más grande, una tierra definida por el Señor como ‘esco-gida so bre todas las demás’. Más de trescientos años des pués,el mismo es píritu que ha bía guiado a Colón ins piró a estos jóve-nes países sudamericanos a luchar por su inde pendencia y aesta blecer go biernos democráticos pro pios, pese a sus desven-ta jas casi abrumadoras.”

“Del mismo modo, los valerosos patriotas de varios deestos países desafiaron la profundamente arraigada tradición ylograron se parar la iglesia predominante del estado, proveyendoasí una atmósfera de li bertad y tolerancia religiosa en la quemás tarde el Evangelio pudiera ser eficazmente predicado. Todoesto fue necesario como una pre paración para el cum plimiento

de profecías aún más grandes en los años venideros.” 8

6




El élder Theodore Tuttle, Autoridad General residente en Montevideo entre1961 y 1964, fue asignado como director de las misiones de Sudamérica.



El élder Parley P. Pratt en Chile

El primer hecho im portante de la Iglesia en Sudaméricafue el via je misional del élder Parley P. Pratt en 1851 a Chi le.Acom pañado por su es posa Phoe be Sopher y el él der RufusChester Allen llegaron a Val paraíso en noviem bre de 1851, lue-go se trasladaron a Quillota y regresaron a California en marzode 1852.

El gran esfuerzo y sacrificio de estos primeros misione-

ros aparentemente no dieron frutos permanentes. El élder Prattle escri bió al Presidente Brigham Young lo siguiente:

“Las guerras civiles y mi pro pia situación financiera, pero más particularmente la necesidad de la lengua me ha im pe-dido via jar por el país o aun visitar a los araucanos. El día 2 demarzo nos em barcamos en esta nave hacia San Francisco, sin

tener el suficiente conocimiento del idioma para dar vuelta lallave del Evangelio a estas naciones.” 9

8

El Élder Parley P. Pratt, primer misionero que llegó a Sudamérica, orandosobre la cumbre de un cerro en la ciudad de Quillota, Chile, 1852.

(Interpretación del pintor argentino Jorge Cocco)




Sin em bargo, detrás de esta aparente misión frustrada, alno lograr la conversión de personas y el esta blecimiento defini-tivo de la Iglesia, podemos señalar algunos resultados de unatrascendencia inconmensurable.

El Élder Pratt informó al Presidente Brigham Youngacerca de las condiciones generales de los países sudamerica-nos. Recomendó la traducción del Li bro de Mormón y otrosmateriales al es pañol para así poder iniciar la predicación delEvangelio. En su auto biografía se perci be un es píritu de sacri-

ficio y dedicación que le llevaron a derramar su alma en oraciónal Padre para poder esta blecer la Iglesia en Sudamérica. En esteaspecto no podemos medir los resultados del poder de las ora-ciones de un apóstol. Estos hechos fueron factores determinan-tes, en un largo plazo, para que el Evangelio llegara a Sudamé-rica y por consiguiente al país de Paraguay.

La Iglesia en México

El siguiente acontecimiento im portante lo constituye elcomienzo de la Iglesia en México. En 1876 los primeros misio-neros enviados desde Salt Lake City comenzaron la obra lle-vando con ellos la pu blicación “Trozos Selectos del Li bro de

Mormón”. En 1886 Melitón González Tre jo y James Z. Stewartcom pletaron la traducción del Li bro de Mormón al es pañol.

“Porque acontecerá que en aquel día todo hombre oirá la plenitud del evangelio en su propia lengua y en su propioidioma...” 10

La dedicación de Sudamérica

El siguiente hecho histórico significativo sucedió el 25



de diciem bre de 1925 en el Parque Tres de Fe brero de la ciudadde Buenos Aires, Argentina. Asignado por el Presidente He berJ. Grant, el élder Melvin J. Ballard, del Quórum de los DoceApóstoles, ofreció la oración dedicatoria de toda la tierra deSudamérica para la predicación del Evangelio de Jesucristo.

Paraguay es una nación con profundas raíces en los pueblos del Libro de Mormón; en la oración dedicatoria el élderBallard di jo lo siguiente:

“Y tam bién rogamos que podamos ver el comienzo delcum plimiento de Tus promesas contenidas en El Li bro de Mor-món al indígena de estas tierras, quien es un descendiente deLehi, millones de los cuales residen en este país, quienes hansido oprimidos por mucho tiem po, y han so brellevado muchasaflicciones y sufrido por causa de pecado y transgresión, auncomo los profetas del Li bro de Mormón lo predi jeron.”

10

Los élderes Melvin J. Ballard y Rulon S. Wells en el sitio de dedicación deSudamérica en el Parque Tres de Febrero el 25 de diciembre de 1925.




“Pero Tú ins piraste a estos profetas que prometieron asus descendientes que Tú sacarías a luz, en los últimos días, losregistros de sus padres; y que cuando estos registros fueran pre-sentados a sus hi jos, ellos comenzarían a creer, y cuando hicie-ran esto, Tu favor volverá a ellos, y entonces Tú recordarías las promesas hechas a sus padres, que si sus descendientes se arre- pintieran y reci bieran el Evangelio, comenzarían a ser pros pe-rados y bendecidos so bre la tierra, y nuevamente se volveríanuna gente pura y deleita ble. Oh Padre, que Tu es píritu obreso bre ellos y manifieste la verdad de estas cosas a ellos, como

nosotros y Tus siervos que nos seguirán, darán testimonio deTus preciosas promesas a esta rama de la Casa de Israel.” 11

En la época de la dedicación de Sudamérica por el élderBallard los países ha bían desarrollado una tolerancia o li bertadreligiosa y la Iglesia ha bía traducido los li bros canónicos al es pa-ñol así como otros materiales. Estas eran condiciones anheladas

por el élder Pratt tres cuartos de siglo antes. Ahora el caminoha bía sido pre parado y el Evangelio se introdu jo en América delSur.

La Misión Sudamericana

En 1925 se esta bleció la Misión Sudamericana con sedeen Buenos Aires, Argentina; en 1928 la obra se extendió a Bra-sil. En 1935 la Misión Sudamericana se dividió en dos misio-nes, la Argentina y la Brasileña.

En 1947 se organizó la Misión Uruguaya con la presi-dencia de Frederick S. Williams, quien inmediatamente comen-

zó a dar los pasos para abrir la obra en Paraguay.Un país asolado por la guerra

Para com prender me jor al pue blo paraguayo de hoy,de bemos conocer algo de su formación y la historia de la nación.



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ANTECEDENTES DEL COMIENZO DE LA

IGLESIA EN PARAGUAY

1820 PalmyraPrimera Visión

1830 FayetteOrganización de la Iglesia

1839 NauvooExodo en 1846

1831 KirtlandEstablecimiento

1831 MissouriEstablecimiento

1847Salt Lake CityÉxodo y establecimiento

1876 MéxicoPrimeros misioneros

1851 Valparaíso, ChileViaje del Élder Parley P. Pratt

1950 ParaguayComienza la obra

1925 Buenos AiresDedicación de Sudamérica

1947 Uruguay Apertura de laMisión Uruguaya

1935 ArgentinaBrasil

Dos misiones



El primer hecho a destacar en su historia es la creaciónde las reducciones indígenas de los Padres Jesuitas. A fines delsiglo XVIII ha bía 150.000 indígenas re partidos en 22 reduccio-nes. Los Jesuitas esta blecieron una sociedad productiva, pro-movieron el idioma guaraní, enseñaron oficios, arte, pintura,escultura y música. Esta blecieron una organización socialhumanística en contra partida a la conquista, dominación ycrueldad que caracterizó el accionar de las monarquías euro- peas en América. Sin em bargo, el extraordinario desarrollo delas misiones jesuitas hizo que la Corona, por razones políticas,

decretara la ex pulsión de los Jesuitas en 1767 y el consiguientefin de su desarrollo cultural y pros peridad.

A princi pios del siglo XIX Paraguay, al igual que lasotras naciones su damericanas, luchó por la inde pendencia delyugo es pañol. Surgieron hom bres que lideraron la causa de lali bertad, algunos de ellos fueron Fulgencio Yegros, Pedro Juan

Ca ballero, José Ignacio Itur be, Fernando de la Mora y otros.

Mientras aún Paraguay brega ba por obtener la acepta-ción y apoyo internacional de su autonomía llegó al poder JoséGas par Rodríguez de Francia. Éste go bernó como dictador des-de 1814 a 1840. Sin em bargo, su go bierno no tenía las caracte-rísticas de una tiranía y fue meritoria la consolidación de la

inde pendencia que logró. El dictador Rodríguez de Franciamurió en 1840 estando aún en el poder y se transformó enleyenda al de jar como únicas posesiones, des pués de 26 años dego bierno, una colección de li bros y un sueldo por co brar.

El país continuó su evolución y así llegamos a losgo biernos de Carlos Antonio Ló pez y posteriormente su hi jo

Francisco Solano Ló pez. Este último condu jo entre 1864 y1870 la Guerra de la Tri ple Alianza en contra de Argentina, Bra-sil y Uruguay. Es considerado el héroe máximo del Paraguay,




murió en forma heróica en la trágica batalla de Cerro Corá, últi-ma acción de la Guerra de la Tri ple Alianza.

Más tarde, desde 1932 hasta 1936, tuvo lugar la cruentaGuerra del Chaco con Bolivia, de bido a una dis puta territorial.

Además de estas guerras contra otras naciones, la histo-

ria paraguaya está sal picada de guerras civiles y confrontacio-nes internas que tam bién sem braron muerte y desolación.

Estas luchas y los grandes males que vinieron con ellasmarcaron profundamente a la sociedad paraguaya y moldearonmuchas de las características que hoy tiene.

14

Francisco Solano López,presidente de Paraguay y héroede la Guerra de la Triple Alianza.

El Panteón de los Héroes, en elcentro de Asunción.




La Paraguaya. Obra del pintor Juan Manuel Blanes, simboliza la terribledesolación que la Guerra de la Triple Alianza dejó en la nación paraguaya.Fueron unas cien mil sufridas mujeres y unos pocos hombres, en su

mayoría ancianos y niños, quienes sobrevivieron para luego padecer losaños de humillación que trajo la derrota y sus lacras.



Referencias:

1- Moi sés 6:4-6

2- Abraham 1:31

3- Alma 37:2

4- Doctrina y Convenios 69:3-8

5- Efe sios 2:19-20

6- En señan zas del Pro feta Jo sé Smith, pá gs. 449-450.

7- “Sudamérica, tierra de promi sión y pro fecía” élder A. Theodore Tuttle,

Liahona agosto de 1963, pá g. 180.

8- “Sudamérica, tierra de promi sión y pro fecía”, élder A. Theodore Tuttle,






11- Élder Melvin J. Ballard, oración dedicatoria, Libro Histórico de la

Mi sión Sudamericana, 25 de diciembre de 1925, traducción libre por el

élder Carlos E. Agüero.

16



vez Paraguay en noviem bre de 1939, y hasta donde tengoconocimiento fui el primer miem bro de la Iglesia en hacerlo.Mi pro pósito era visitar las tri bus de indios to bas en la Go ber-nación de Formosa, Argentina. El Élder Edgar B. Mitchel nosacom pañó en el largo via je de un día desde Encarnación, des- pués de ha ber cruzado el Río Paraná desde Posadas, Argenti-na.”

“La visita a Asunción en esa época fue como ver unaciudad de un si glo atrás. Un sólo edificio pú blico ha bía sido

construido desde el tiem po del Presidente Carlos AntonioLó pez, quien ejerció el mando desde 1844 hasta 1862.Durante la presidencia de su hi jo, Francisco Solano Ló pez,quien lo sucedió des pués de su muerte, se hicieron mayoresesfuerzos en los ob jetivos militares y la pre paración de ladefensa que en la construcción de edificios pú blicos.”

“Más interesante que la ciudad colonial fue la gente paraguaya. Nunca en mi vida ha bía visto antes gente másfeliz y com placida. No nos sentíamos extran jeros en Asun-ción. Todos les ha bla ban a los demás aunque los hu biesenconocido en la calle, aún a nosotros que nos veíamos comoextran jeros, dos norteamericanos ru bios vestidos en ro pastí picas de gaucho, con bom bachas y botas.”

“Aunque las casas eran antiguas, esta ban hermosa-mente adornadas con jardines con flores rodeándolas. Losrosales cu brían muchas de las paredes. Des pués del relativofrío de Buenos Aires, Asunción fue una delicia para mi alma.Me enamoré de la gente guaraní y me pregunta ba cuántotiem po pasaría hasta que les fuera permitido reci bir el Evan-

gelio. Anhela ba que los límites de la Misión Argentina pudie-sen ser extendidos a esta gente feliz, nunca pensé que mesería permitido poner mis manos para presentarles la IglesiaRestaurada.” 1

18



La Iglesia llega a Paraguay 19

El Palacio de López. Edificio histórico y sede del gobierno.

Estación Central. En 1861 comenzó a funcionar el ferrocarril en Paraguay,

el primero de Sudamérica.



20

Los primeros conversos

Las primeras actividades misionales en Asun ción provi-nieron de familias Santos de los Últimos Días de los EstadosUnidos que residieron tem poralmente en Asunción.

Frederick S. Williams hizo el siguiente relato de estas primeras actividades: “Samuel J. Skousen sirvió como misione-ro devoto y exitoso en Argentina, primeramente con el Presi-dente W. Ernest Young y luego ba jo mi dirección. Des pués de

ser relevado fue piloto de los bom barderos B-17 en la FuerzaAérea de los Estados Unidos. Él y su avión se hicieron famososen el sector del Le jano Oriente de la guerra; diarios y revistasha blaron de él. Des pués de la guerra fue asignado como Agre-gado de la Fuerza Aérea en la Em ba jada de Estados Unidos enRío de Janeiro, Brasil. Cuando el General Dwight D. Eisenho-wer realizó una gira por Sudamérica, Sam fue su piloto.”

“En Brasil, Sam siem pre partici pa ba en actividadesmisionales. La Misión Brasileña recién se esta ba recu perandode los efectos de la Guerra y necesita ba toda la ayuda que pudiese obtener. Tres ex-misioneros de la Mi sión Argentina,Samuel J. Skou sen, Rolf L. Larson y L. Pierce Brady, tra ba ja- ban en Río para diferentes organismos del Go bierno de los

Estados Unidos. Como miem bros fieles y tra ba jadores dieronuna gran contri bución a la Iglesia.”

El hermano Skousen tuvo contacto con un paraguayo denom bre Carlos Al berto Rodríguez y su novia, una joven cantan-te de nom bre Mafalda Figueira. Previamente Carlos ha bíaconocido en Asunción en el año 1943 a un ex-misionero de la

Misión Argentina llamado Elred C. Olsen.” 2

En Río de Janeiro, Mafalda y Carlos Al berto se hicieronmuy buenos amigos con los Skousen y comenzaron a asistir a




El Coronel Samuel J. Skousen, precursor de la Iglesia en Paraguay.



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las reuniones de la Iglesia. En 1946 se casaron y se mudaron aAsunción. Al mismo tiem po Samuel Skousen fue trasladado aAsunción donde continuó la relación con los Rodríguez. En unaocasión voló a Buenos Aires con los Rodríguez para que parti-ci paran de una con ferencia de la misión; en esa oportunidadsolicitaron ser bautizados. El Presidente Young escri bió a la Pri-mera Presidencia solicitando permiso para que el hermano Skou-sen bautizara a los Rodríguez en Asunción. El Presidente Frede-rick S. Williams, de la Misión Uruguaya, reci bió la autorizaciónel 18 de julio de 1948 con la indicación de guardar los registros

y su pervisar las actividades en Asunción. El hermano CarlosAl berto Rodríguez fue bautizado por Samuel Skousen el 21 deagosto de 1948 en la pileta bautismal de la Iglesia de Cristo enAsunción, transformándose en el primer converso de la MisiónUruguaya.

La hermana Mafalda Rodríguez esta ba em barazada y

por tanto no se bau tizó junto con su es poso sino que lo hizo mástarde, des pués del nacimiento del be bé, el 15 de enero de 1949,y el hermano Skousen realizó la ordenanza.

Des pués de diez años de su primera visita a Asuncióncomo Presidente de la Misión Argentina, el Presidente Williams,ahora de la Misión Uruguaya, regresó. Éste es su relato: “El 23

de fe brero de 1949, des pués de un via je de cinco horas enhidroavión desde Buenos Aires, fui reci bido por los Skousen ylos Rodríguez. Esa noche Sam y yo asistimos a una cena en elRotary Club. A la noche siguiente fuimos invitados de honor enla residencia de un oficial de go bierno brasileño; allí conocimosal Coronel Claudio Luis Gutiérrez, Jefe del Ejército Paraguayoy a otros oficiales.”

“El domingo 27 de fe brero la ‘colonia mormona’ fue invi-tada a una cena con el Em ba jador de los Estados Unidos, el hono-ra ble Fletcher Warren y su es posa en la residencia oficial.” 3




Samuel J. Skousen. Beth Skousen.

Los Skousen en Brasil.



24

Des pués de este acontecimiento las familias se reunie-ron en la casa de la familia Skousen y cele braron una ReuniónSacramental, en la cual el Presidente Williams fue el princi palorador. Tam bién estuvieron presentes Frank Gil pin y su es posa.

El 1º de marzo el Presidente Williams regresó a Monte-video; en ese mis mo mes el hermano Skousen fue trasladado ycon su familia partieron de Asunción.

Los preparativos para establecer la Iglesia

El Presidente Williams reci bió una carta del Élder Spen-cer W. Kim ball con fecha del 17 de agosto de 1949, donde le pre-gunta ba cuántos misioneros esta ban tra ba jando con los descen-dientes de Lehi y cuántos conversos indios ha bía en la misión. ElPresidente Williams le res pondió que en Uruguay no ha bía des-

cendientes indios e inmediatamente le escri bió a la Primera Presi-dencia solicitando autorización para abrir la predicación del Evan-gelio en Paraguay y de esta manera llegar a los descendientes deLehi. En uno de los párrafos de la carta leemos lo siguiente:

Fotografía de la Primera Presidencia publicada en el Mensajero Deseret de

la Misión Argentina, mayo de 1951. De izquierda a derecha: J. Reuben

Clark, George Albert Smith y David O. McKay.




“Al abrir la obra en Paraguay la Iglesia tendrá su prime-ra misión lamanita en Sudamérica. Teniendo una po blación deaproximadamente 1.500.000 con una mezcla de sangre his pana, portuguesa, italiana e india. Hay 50.000 indios no civilizadosque viven princi palmente en el Gran Chaco. Existe un balanceen la mezcla de la sangre india con la gen te euro pea. Los pa ra-guayos son felices, amiga bles, des piertos e inteligentes.” 4

El 11 de octu bre de 1949 la Primera Presidencia le res- pondió al Presidente Williams. Algunos de los párrafos de la

carta son estos: “Su carta del 29 de agosto en la que sugiere la aperturade la obra misional en Paraguay fue reci bida y cursada. Ustedseñala el carácter de los paraguayos y el hecho de que en sumayoría son indios de la raza guaraní, la cual forma la base dela po blación india de Sudamérica desde el norte de Brasil hasta

Argentina.”

“Su carta fue presentada al Quórum de los Doce y ellosal Comité Misional y el 6 de octu bre de 1949 fue traída ante laPrimera Presidencia y el Quórum de los Doce. Des pués de dis-cutirlo fue decidido unánimemente que usted prosiga con laapertura de la misión en Asunción, Paraguay; la obra luego

podrá ex pandirse des pués de ha ber ganado ex periencia y cuan-do sea prudente extenderla.”

“Los hermanos, que con entusiasmo apro baron elcomienzo de la obra misional allí, decidieron que no será nece-sario esta blecer una misión en Paraguay sino que será parte dela Misión Uruguaya.” 5

Esta carta esta ba firmada por los miem bros de la Prime-ra Presidencia, George Al bert Smith, J. Reu ben Clark hijo yDavid O. McKay.



26

Transcripción de la carta de la Primera Presidencia dirigida al hermano

Samuel Skousen en Asunción autorizándolo a bautizar a Carlos Alberto

Rodríguez. Libro Histórico de la Misión Uruguaya, 18 de julio de 1948.

El Libro Histórico de la Misión Uruguaya.



Los primeros misioneros

Ha biendo reci bido la autorización de la Primera Presi-dencia para comenzar la obra en Asunción, el PresidenteWilliams realizó las gestiones para obtener los permisos corres- pondientes del go bierno paraguayo e inició los pre parativos para enviar los misioneros.

En la Nochebuena de 1949 se efectuó una reunión es pe-

cial en la Casa de la Misión Uruguaya donde fueron anunciadoslos nom bres de los primeros misioneros que irían a Asunción.Ellos fueron: élder Keith J. Morris, de Arizona; élder WilfordM. Farnsworth, de Colonia Du blan, Chihuahua, México; élder Norval Craig Jes person, de Salt Lake City y élder Daryl LaMarAnderson de Sacramento, California.

“El élder Morris escri bió en su diario: ‘¡Mis oraciones yes peranzas fueron res pondidas hoy! Fui llamado para ayudar en elcomienzo de la obra en Paraguay. Aún desde antes que el Presiden-te ha blara por primera vez de pedir permiso para abrir esa parte dela viña del Señor he orado fervientemente para que pudiese reci birel llamamiento y ahora sé que mis sú plicas fueron oídas’.” 6

Acom pañado por su es posa Corraine y el élder Farns-worth el Presidente Williams partió hacia Asunción vía BuenosAires el 15 de ene ro de 1950. Los otros tres misioneros via jaronmás tarde navegando por el Paraná y luego el Río Paraguay has-ta llegar a Asunción.

“Con una carta de presentación del Coronel Samuel

Skousen en ma no, el élder Farnsworth y yo llamamos al Jefedel Ejército Paraguayo, el General Alfredo Stroess ner. Él nosreci bió cordialmente y nos dio una nota de presentación para elDr. Pacífico Montero de Vargas, de la Secretaría de Estado de




Relaciones Exteriores ba jo la cual se regula ban los asuntos reli-giosos. Observé la oficina del General Stroessner y noté laim presión que el hermano Skousen ha bía de jado en él. Teníasólo tres fotos en las paredes de su oficina: el General Dwight D.Eisenhower, el Presidente de Paraguay y Samuel Skousen.” 7

Los Williams de jaron al élder Farnsworth con la familiaGil pin y regresaron a Montevideo el 27 de enero de 1950. Unlocal ha bía sido alquilado para residencia de los misioneros ylugar de reunión; esta ba ubicado en la calle Mayor Bullo 157.

El permiso oficial

En una in vestigación so bre el comienzo de la Iglesia enParaguay el periodista Pedro Servín Fa bio escri bió:

28

El Presidente Frederick S. Williams, precursor de la Iglesia en Paraguay

junto a su familia. De izquierda a derecha: Corraine S. con Mary Corraine,

Presidente Williams, Frederick G., Nancy Lou, Argina y Barbara Lynn.



“El siguiente paso fue llegar hasta las autoridades gu ber-namentales paraguayas y para ese efecto, el vicecónsul del Uru-guay le extendió una carta de presentación dirigida a un funcio-nario del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Éste lareci bió e hizo los arreglos para una entrevista con el Dr. PacíficoMontero de Vargas, Subsecretario de Relaciones Exteriores.”

“El Dr. Montero de Vargas los reci bió y tras una largaconversación, los orientó so bre los caminos a seguir para obte-ner el reconocimiento oficial. El 24 de enero de 1950, el Presi-

dente Frederick S. Williams, como presidente del Distrito Para-guayo, presentó formalmente su solicitud al go bierno paragua-yo. El 27 de fe brero del mismo año, el Po der Ejecutivo porResolución Nº 527, autorizó a La Iglesia de Jesucristo de losSantos de los Últimos Días, para ha bilitar locales y predicar nosólo en Asunción sino en todo el territorio nacional.” 8

Referencias:1- Frederick S. Williams, “From Acorn to Oak Tree”, pá g. 282.

2- Frederick S. Williams “From Acorn to Oak Tree”, pá g. 282.

3- Frederick S. Williams, “From Acorn To Oak Tree”, pá g. 283.

4- Frederick S. Williams, “From Acorn To Oak Tree”, pá g. 284.

5- Libro Histórico de la Misión Uruguaya, octubre de 1949.

6- Diario de Keith Morris, diciembre de 1949.

7- Frederick S. Williams, “From Acorn To Oak Tree”, pá g. 285.8- Pedro Servín Fabio, Noticias Locales, Liahona, junio de 1988.




30

El Decreto 527 autorizando la actividad de la Iglesia en Paraguay.



Capítulo Tres

LOS PRIMEROS PASOS

El día 28 de fe brero de 1950 los otros tres misioneros,Morris, Jes person y Anderson llegaron a Asunción acom paña-dos por el hermano Os car Nieves, un con verso de Montevideo.Fueron reci bidos en el puerto por el élder Farnsworth y el her-mano Carlos Rodríguez.

El día 29 de febrero tuvieron la primera reunión de la

Iglesia de la rama de Asunción. En esa ocasión esta ban presen-tes los cuatro misioneros, Carlos y Mafalda Rodríguez y su hi jo pequeño Samuel, los es posos Gil pin y el hermano Oscar Nie-ves. 1

Carlos Alberto y Mafalda Rodríguez

Poco se sa be hoy acerca de los Rodríguez, los primerosconversos. De bemos destacar que tuvieron un pa pel im portanteen los pasos iniciales de la Iglesia en Paraguay. Cum plieron lla-mamientos, discursaron y es pecialmente dieron apoyo a la la borde los misioneros utilizando la influencia y relaciones que tenían.

Keith Morris di jo: “Siem pre admiré a Car los, tenía la personalidad suave, calma y quieta de un parguayo. Él pre dica- ba bien en la rama. La personalidad de Mafalda era aún más



32

Carlos Alberto y Mafalda Rodriguez con su pequeño hijo Samuel (1950).

Una actividad de la Iglesia en la casa de Mafalda y Carlos AlbertoRodríguez.



calma, un poco más temerosa, ha bía venido de Brasil, esta ba enun país extran jero para ella”. 2

El Presidente Williams escri bió lo siguiente: “La casade los Rodriguez ha bía pertenecido a la familia por varias gene-raciones y en ella se alo jaron invitados muy es peciales comoJosé Gervasio Artigas, el padre de la inde pendencia uruguaya.Carlos Al berto me dió varios recuerdos que ha bían sido preser-vados en la casa desde la muerte de ese gran hom bre”. 3

En una entrevista en el año 1989 con el padre de CarlosAl berto, siendo ya muy anciano di jo: “Recuerdo que mi abueloera íntimo con Artigas, era su bar bero.”

Los Rodríguez no continuaron activos en la Iglesiadurante mucho tiem po, tuvieron varios hi jos, él ocu pó posicio-nes pú blicas y falleció el 26 de agosto de 1983. Mafalda regresó

a Brasil.

El local de la calle Mayor Bullo

El local de la calle Mayor Bullo fue el primero de laIglesia en Asun ción, esta ba ubicado en una zona residencial.

Keith Morris lo descri bió así: “Tenía una sala al frente bastantegrande con suficiente es pacio para las reuniones. Atrás teníados dormitorios y baño, y se parada la cocina, pues se utiliza baleña o car bón para cocinar.” 4

El local esta ba ubicado en la esquina, a una cuadra dedistancia de la Av. Mariscal Ló pez, donde frecuentemente pasa-

ban las procesiones de la Iglesia Católica. Des pués que losmisioneros comenzaron a realizar reuniones, las procesiones sedesvia ban de la avenida pasando frente al local de la Iglesia.

Los primeros pasos 33



Esto provoca ba dificultades en el desarrollo de las reunionesde bido a los cánticos y murmullo de afuera. Tam bién muchosinvestigadores tenían temor de ser vistos en la rama ya que enesa época era común que perdiesen su tra ba jo si partici pa ban deotra iglesia que no fuese la dominante.

Clara Ana Victoria Gigglberger de Krisch

La hermana Krisch fue la primera mu jer conversa enParaguay des pués del esta blecimiento oficial de la Iglesia. Se bautizó el 13 de enero de 1951 en Asunción. Ha bía nacido en lalocalidad de San Bernardino junto al romántico lago de Ipacaraí

el 24 de agosto de 1894. Sus padres eran inmigrantes alemanes.Se casó el 16 de julio de 1921 con Gustav Krisch y tuvieron doshi jos y una hi ja que falleció a muy corta edad.

34

Primer local de la Iglesia en Asunción, calle Mayor Bullo 157(foto tomada en 1989).




El rol que tuvo la hermana Krisch en los comienzos dela Iglesia en Paraguay está ex presado en las pala bras del herma-no Keith Morris: “Aún recuerdo el día que entró el élder Jes per-son y anunció que ha bía conocido a la hermana Krisch, era la primera persona en Paraguay que manifesta ba interés puro en laIglesia. Se bautizó, todos se enteraron de eso y ella siem preda ba su testimonio. Era muy ama ble, tenía un es píritu es pecial,ama ba al Señor desde el comienzo, aún antes de co nocernos anosotros y la Iglesia.”

“Tenía más de cincuenta años, descu brió muy pronto elvalor de la Iglesia y ex presó su deseo de que el Evangelio fuese parte de su vida. Pertenecía a la clase media; aunque al comien-zo tenía temor de dirigir, aprendió muy rá pidamente. Ella pro-gresó de bido a su formación y personalidad y fue una granayuda para enseñar en la rama a la gente paraguaya.” 5

La hermana Krisch de jó una herencia en la Iglesia enParaguay, pero su mayor influencia o legado fue transmitido através de sus so brinas a quienes ella ayudó a convertirse, Ofelia, Nery y Edith Giggl berger.

Nery relató: “Mi tía Clara era muy tierna con todos,ama ba a los niños y presta ba es pecial atención a los animales.

Su casa era am plia y cómoda, se llena ba del bullicio que gene-ra ba la visita de parientes y amigos con quienes com partíacomidas deliciosas muy bien pre paradas. Era de ha blar suave yse ex presa ba tanto en es pañol como en alemán.”

“Mi hermana Ofelia era la que esta ba en contacto per-manente con ella. A comienzos de la década del cincuenta yo

era niña y Ofelia me ha bló por primera vez de la nueva religiónque abrazó la tía Clara. Ella solía contarnos que los primerosconversos se reunían en una casa alquilada en el barrio LasMercedes de Asunción. Ella vivía ale jada de ese lugar por lo



36

Ana Clara Gigglberger de Krisch, pionera de la Iglesia en Asunción.

La familia Krisch, Clara fue la única que se convirtió a la Iglesia. Clara,Gustavo Krisch y los hijos Herald y Jorge.



que varias veces a la semana, de acuerdo con el programa dereuniones, asistía caminando ba jo el fuerte sol o en medio de lalluvia.”

“La tía Clara tenía un testimonio fuerte de Jesucristo yde la restauración del Evangelio. Con humildad nos relata baque en las reuniones de la Igle sia, en aquellos años pio neros,disfruta ba mucho de la com pañía de las hermanas.”

“Fue presidenta de la Sociedad de Socorro, ejecuta ba el

piano, pre para ba las clases, organiza ba actividades en la rama ba jo la dirección de los élderes. Como agradecimiento porha ber conocido la Iglesia ponía es pecial atención en el cuidadode los misioneros, lavando su ro pa y com partiendo los alimen-tos.”

“Me siento agradecida por la tía Clara que un día le abrió

la puerta de su casa a dos jóvenes vestidos con camisas blancasy cor bata portando una pu blicación denominada El Li bro deMormón. Mi hermana Ofelia y yo no hu biéramos conocido laIglesia y no hu biésemos sido testigos del crecimiento de la obradel Señor en el Paraguay de no ser por ella.” 6

El hermano Morris concluyó sus recuerdos de la

hermana Krisch diciendo: “Para los primeros misioneros deParaguay era como tener a nuestra madre con nosotros. Nosasesoraba acerca de las tradiciones, historia y carácter de lagente paraguaya. Se enfocaba muy bien en aquellos quenecesitábamos conocer para presentar el Evangelio en unaforma atractiva.”

“La hermana Krisch tenía cuatro hi jos, eran los cuatromisioneros de Asun ción, y los hi jos necesita ban conse jo ydirección; creo que el Señor la envió para ayudarnos con todala información y ayuda necesaria para dar comienzo a la obraen Paraguay.” 7




38

Élder Keith Morris (1950). El hermano Morris con su diariode misión (Arizona, 2002)

Los primeros misioneros.



Referencias:

1- Diario de Keith Morris, enero de 1950.

2- Keith Morris, Historias Orales, Ari zona 2001.

3- Frederick S. Williams, “From Acorn to Oak Tree”, pá g. 282.



6- Nery Gigglber ger, entrevista por Pedro Servín Fabio, Asunción, año

2000.

7- Keith Morris, Historias Orales, Ari zona, año 2001.




Capítulo Cuatro

UNA ÉPOCA DE PREPARACIÓN

En la primera época de la Iglesia en Asunción toda laactividad y liderazgo la ejercían lo misioneros. Las fiestas y losde portes tenían una gran im portancia para acercarse a la gente,eliminando la barrera de los pre juicios. Tam bién, de bido a lainfluencia del hermano Samuel Skousen, la Iglesia goza ba deun buen prestigio y sim patía entre los oficiales del go bierno.

Antagonismo religioso

En la historia de la Misión Uruguaya, en la fecha 27 deenero de 1950 encontramos la transcripción de una carta delPresidente Williams de la Primera Presidencia. En ella relatauna entrevista con el em ba jador norteamericano, Fletcher

Warren, donde ha blaron extensamente acerca de la obra de laIglesia en Paraguay; citamos los párrafos siguientes: “Nos reci- bió muy cordialmente y dedicó un tiem po considera ble paraatendernos. Nos di jo que éramos bienvenidos y que nos desea- ba mucho éxito y ex presó que no conocía otro país que necesi-tara tanto la Iglesia mormona como Paraguay. Él di jo, sinem bargo, que quizás éste era el momento menos pro picio en los

últimos veinticinco años para comenzar. Parece que de bido alAño Santo, la iglesia católica está des pertando a sus miem brosy por eso hay una pequeña cam paña anti-protestante en todoParaguay. Él di jo que no es sólo en contra de los pro testantes,



sino tam bién en contra de algunos sacerdotes norteamericanosredemptionist que tra ba jaron en Paraguay. Los sacerdotes loca-les afirman que no son católicos, sino que son seme jantes a los protestantes.”

Estos comentarios del Em ba jador Warren refle jan unaépoca de antagonismo religioso en las sociedades su damerica-nas. La iglesia católica era dominante y estrechamente ligada alos go biernos y estados; el avance o la presencia de otros gru posreligiosos eran inter pretados como un desafío o amenaza a la

pro pia iglesia. Esto produ jo un am biente no cordial en las rela-ciones intercredos. Sin em bargo, la gente común y algunoslíderes de go bierno y religiosos mantuvieron una posiciónam plia y tolerante que permitió el desarrollo com pleto del pro-grama misional de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de losÚltimos Días, así como varios otros gru pos religiosos.

En esa primera época los sacerdotes católicos les predi-ca ban desde el púl pito a sus miem bros, previniéndolos acercade las actividades de los misioneros. Uno de ellos escribió lasiguiente nota: “Malas noticias, apenas antes de comenzar lasreuniones esta noche reci bimos noticias que una guerra ha bíacomenzado, aunque todo está bien. La señorita Taranto y suamigo pasaron por acá cinco minutos antes de co menzar la reu-

nión para decirnos que en la misa de la mañana los sacerdotesle prohi bieron a los católicos 1) aceptar nuestros folletos, 2)ha blar con nosotros y 3) asis tir a nuestro local o aún pasar cami-nando por la vereda. Ellos sólo pasaron por acá para decirnosque lo lamenta ban y que ya no partici parían de ninguna de lasactividades.” 1

No inter pretamos la situación existente durante los pri-meros años como una forma de persecución religiosa hacia losmiem bros de la Iglesia, sino un antagonismo que se exterioriza- ba en pequeños incidentes y situaciones. La sociedad paraguaya

42



evolucionó, los mismos sacerdotes católicos, con el transcurso

del tiem po, tomaron una posición abierta. Definitivamente podemos afirmar que no ha ha bido ningún impedimento paraque La Iglesia de Je sucristo de los Santos de los Últimos Díasactúe y progrese li bremente en todo el territorio del Paraguay.

De puerta en puerta

El método misional más frecuente en épocas pasadasera que los misioneros visitaran cada casa presentándose, ofre-ciendo el testimonio de la Iglesia e invitando a ser reci bidos para enseñar a toda la familia. Esta actividad trae a la memoriael prefacio del li bro de Doctrina y Convenios:

“Porque, en verdad, la voz del Señor se dirige a todo hom bre yno hay quien esca pe, ni ha brá ojo que no vea, ni oído que nooiga, ni corazón que no sea penetrado.” 2

Una época de preparación 43

El Presidente Frederick S.Williams (1950).

Primeros misioneros en Asunción.



En esos primeros días, los misioneros de Asunción gol- pearon dos puertas que posteriormente tendrían un gran signi-ficado en la his toria de la Iglesia. Esas puertas fueron la deClara Krisch y la de Rafael Viñas.

El primer contacto con la familia Viñas

El hermano Morris ex presó: “La bendición más grandede mi misión fue conocer a los Viñas; mi com pañero y yo gol-

peamos su puerta y nos permitieron entrar. Nos anunciaron queeran católicos pero igualmente en una visita posterior comenza-mos a darles las lecciones.”

“En una de estas lecciones, Mamá Sasa, la abuela, selevanta y me mira a los ojos y me dice: ‘El cura nos informó queno de bemos creer en nada de ustedes, de su religión, ni leer sus

folletos. Queremos ser amigos y nada más’. Miré a Rafael, el padre de la familia, y sentí instantáneamente que él esta ba deacuerdo con esto. Des pués continuamos visitándolos durantemuchos meses, procuramos una o dos veces seguir enseñándo-les, pero en cada ocasión ella, con cuidado, me calló. No se eno- jó, no nos gritó, pero nos hizo entender que no íbamos a poderhacerlo. Nos invitaban a todos los acontecimientos de la fami-

lia.” “El hermano Rafael Viñas padre, de vez en cuando asis-

tía a las reuniones igualmente. Cuando yo esta ba saliendo deAsunción, dí un discurso en la Reunión Sacramental y él esta baahí. Durante el discurso noté que él llora ba y sentí que su es pí-ritu ha bía cam biado.”

“Cuando ví las lá grimas en los ojos del hermano RafaelViñas sentí con se guridad que se iba a bautizar. Des pués de lareunión, sa biendo que yo me iba, él quiso ha blar conmigo, fui-

44




La hermana Sacramento Viñas y sus tres hijos, Asunción, 1950.



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Misioneros de la primera época. De izquierda a derecha: élderes Skinner,Nixon, W. Smith, K. Alford, al frente Tylor y Homer.

Picnic en Asunción. A la izquierda Rafael y Sacramento Viñas, mamá Sasa,niños Faito y Paco.




mos a otro cuarto y entonces me di jo: ‘Hermano Morris, ¿por-qué no ha insistido en dar las lecciones en mi casa?’. Le recordélo que nos ha bían dicho en cuanto a ésto y él res pondió, ‘Sí, pero usted es misionero y de be insistir’. Yo le res pondí que elEs píritu me di jo que no lo hiciera y le pedí que abriera Doctrinay Convenios en la sección 121; él comenzó a leer el versículo41 y comenzó a llorar, los dos lloramos mucho.”

“Ningún poder o influencia se puede ni se de be mante-ner en virtud del sacerdocio, sino por persuación, por longani-

midad, benignidad, mansedum bre, por amor sincero; por bon-dad y por conocimiento puro, lo cual enno blecerá grandementeel alma sin hi pocresía y sin malicia.” 3

“Luego me di jo: ‘Hermano, algún día voy a es tar bauti-zado, pero no va a ser ahora y usted no va a estar aquí’.”

“Yo ha bía sentido el Es píritu tan fuerte en la primeravisita. Al gol pear la puerta me di jo: ‘Si has venido a Paraguaysólo para encontrar a los Viñas vale la pena’.” 4

La familia Viñas ha bía emigrado de Es paña a Paraguayde bido a la situación política derivada del go bierno del GeneralFrancisco Franco y la guerra civil es pañola. Se radicaron en

Paraguay y poco des pués se mu daron a Montevideo dondefinalmente se bautizaron. La familia tuvo su rol so bresalienteentre los pioneros de la Iglesia en Uruguay. Francisco Viñas,uno de los hi jos, fue llamado a muchas posiciones de liderazgoen Uruguay y en la actualidad es Autoridad General, miem brodel Primer Quórum de Setenta.

Más misioneros

Casi inmediatamente des pués de que los primeros cua-tro misioneros se es ta blecieran en Asunción, el élder Farns-



48

worth regresó a Montevideo y fue llamado en su lugar el élderWayne R. Cardon. Luego más misioneros fueron enviados parafortalecer y hacer crecer la obra. En el informe histórico de laMisión Uruguay los nom bres de los primeros veinte misionerosde Paraguay son los siguientes:

Wilford M. Farnsworth C. Wayne SmithKeith J. Morris Roy H. Maugham Norval Craig Jes person G. Sterling NixonDaryl La Mar Anderson Emerson West

Wayne R. Cardon George G. Ro binsonReed Ellsworth Teo baldo CrovettoKenneth W. Taylor Gerald A. HaleJohn Homer Val Kent ParkeRulon D. Skinner Edward M. Silver Kenneth Al ford Richard O. Christensen

La última visita de los Williams

En mayo de 1951 el Presidente Frederick S. Williams ysu es posa Corraine realizaron la última visita a Asunción. En elmes de junio escri bió una extensa carta a todos los misionerosdescri biendo el progreso de la obra en Paraguay; en el último

párrafo ex presó: “Deseo decirles que los élderes en Asunciónson algunos de los más tra ba jadores que tenemos, y a pesar delos muchas dificultades ba jo las cuales tra ba jan han tenidologros extraordinarios en la la bor misional. La obra marchamuy lentamente allá, pero definitivamente estamos teniendo progreso y llegará el tiem po en que tendremos dos o más ramasfuertes en una ciudad. Yo tengo una gran es peranza en la nación

paraguaya, estoy seguro que el día no está tan le jos cuandomuchos descu bran el Evangelio aún más de lo que lo estánhaciendo ahora. Aunque, a pesar de las tradiciones y la militan-cia e influencia que ejerce la iglesia católica so bre la gente,muchos de ellos están deseosos de ser bautizados en el presente,




Élder Wilford M. Farnsworth. Élder Norval C. Jesperson.

Élder Daryl La Mar Anderson. Élder Rulon D. Skinner.



50

cuando descu bren su significado. Muchos de nuestros amigos einvestigadores han sido excomulgados por la iglesia católica por tener asociación con nosotros.”

“La iglesia católica utiliza todas sus in fluencias y todaoportunidad que se presenta para intimidar y atemorizar a nues-tros investigadores, pero llegará el día cuando se detendrán yentonces nuestra obra pros perará”. 5

Las ramas de Asunción en 1955 En el mes de abril de 1955 se produ jo en Asunción elnacimiento de dos ramas y en octu bre una tercera. En marzo fueenviado desde Uruguay el élder Seymour K. Liechty y su es po-sa para presidir la rama de Moroni. La primera reunión se rea-lizó el 3 de abril en la pro piedad que recién ha bía sido com pra-

da por la Iglesia en Paraguay, ubicada en la calle Juan de Sala-zar 1294.

El día 5 de junio de 1955 el Presidente Lyman S. Shree-ve dedicó el edificio durante la conferencia de distrito, dondehu bo una asistencia de 70 personas. Algunos de los nom bresque integra ban la rama de Moroni fueron: Luciana Ayala, Dora

Franco Bertozza, Ani bal Zarza, Arsenio Zarza y Natalia Zarza.En agosto de 1955 fue llamado como presidente de la Rama deMoroni el élder Eugene Tenney.

El 14 de abril de 1955 es señalado como el comienzo dela rama de Amam bay. Fue llamado presidente el élder RaumondPagan, siendo su com pañero el élder Paul R. Gardner. La rama

comenzó a funcionar en un local que ha bía sido utilizado ante-riormente. Pero des pués fue relevado el élder Pagan y fue lla-mado como presidente el élder Donald D. Borrego. En losregistros se menciona la organización de la Sociedad de Soco-



rro con la hermana Luciana Ayala como presidenta, AdrianaBeriozzo como primera conse jera y Porfiria Paes como segundaconse jera, siendo ésta investigadora.

En octu bre de 1955, coincidiendo con la visita del Pre-sidente Frank D. Parry se organiza la rama de Sa jonia. Es latercera de Asunción y fue llamado como primer presidente elélder Donald D. Borrego, siendo su com pañero el élder JosephJ. Edmunds.

Con la mira en Sudamérica

En la década del 50 los ojos de las Autoridades Gene-rales se dirigieron a Sudamérica, donde ha bía tres misiones:Argentina, Brasileña y Uruguaya.

En 1950 los misioneros fueron enviados desde Monte-video para abrir la obra en Asunción, Paraguay y más tarde, en1956, a Lima, Perú. En 1956 tam bién fueron enviados misione-ros a Santiago de Chile desde la Misión Argentina.

Durante esa década varias Autoridades Generales via ja-ron a las mi siones de Sudamérica. En fe brero de 1954 el Presi-

dente David O. McKay visitó la Misión Uruguaya. En diciembre de 1954 el él der Mark E. Petersen, del Quórum de los DoceApóstoles, visitó la Misión y llegó hasta Asunción. Más tarde,en 1956, el élder Henry D. Moyle realizó una extensa gira queincluyó las ramas de Asunción. Durante 1959 dos im portantesvisitas llegaron a Paraguay: en fe brero el élder Spencer W.Kim ball y en septiem bre el élder Harold B. Lee, am bos del

Quórum de los Doce Após toles.

La presencia del Profeta y luego los Apóstoles tuvieronun gran significado. Permitió que obtuvieran una visión “de pri-




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La antigua casa de la Rama Moroni (1957).

La casa de la Rama Sajonia (1957).




mera mano” de la rea lidad y los desafíos de las misiones suda-mericanas. Ayudó a la ela boración de los planes para el futuroque llevaría a una verdadera ex pansión misional y el comienzodel programa de construcción de capillas.

Los miem bros locales reci bieron a través de las reunio-nes y actividades con hermanos un gran caudal de instruccióne ins piración que les permitió am pliar la visión del futuro de laIglesia, así como obtener una mayor com prensión de los prin-ci pios y doctrinas del Evangelio. Sin duda que estas visitas

fueron pre paratorias para el gran crecimiento de la Iglesiadurante los años sesenta en que el Evangelio de Jesucristo llegóa todos los países de Sudamérica y esta bleció la base del pro-greso y fortaleza actual.

La visita del élder Petersen

El 13 de diciem bre de 1954 el élder Mark E. Petersenvia jó a Asunción, lo acom paña ba su es posa Emma Petersen, elPresidente Shreeve y su es posa y la hermana Sherma Hansen.

El élder Petersen visitó la rama de Ciudad Nueva yvarias pro piedades y terrenos que esta ban siendo considerados

para la com pra y el esta blecimiento de una nueva rama en Asun-ción.

La visita del élder Moyle

En junio de 1956 el élder Henry D. Moyle via jó a Asun-

ción acom pañado por un gru po de misioneros que forma ban ungru po musical. En esos días el Presidente Parry, de la MisiónUruguaya, ha bía via jado a los Estados Unidos para realizar elfuneral de su es posa que ha bía fallecido días antes en Montevi-deo.



54

El élder Moy le fue reci bido en el aero puerto de Asun-ción por aproximadamente 45 miem bros e investigadores. Lue-go partici pó de una recepción realizada por el em ba jador nor-teamericano Arthur A. Aheton. Fue entrevistado por la RadioExcelsior donde tam bién actuó el gru po musical. El día 15 de junio, acom pañado por el Presidente del Distrito, el élder Dex-ter Davis, visitó al Presidente de Paraguay, Sr. Alfredo Stroess-ner. Luego hu bo una reunión de misioneros y visitó nuevamen-te al em ba jador norteamericano. Al día siguiente, el 16 de junio,via jaron a las afueras de Asunción para conocer a un gru po indí-

gena. Luego se realizó una recepción en la rama de Amam bay.La visita concluyó con la última sesión de la conferencia delDistrito Paraguayo en la rama de Moroni con una asistencia de40 personas.

En el Li bro Histórico de la Misión fue registrada lasiguiente ex periencia de la visita del élder Moyle: “En Para-

guay hay varios jóvenes que desean bautizarse en la Iglesia perono tienen el permiso de sus padres. Una de ellas es la hermana Narvais, su padre asistió a la sesión de la conferencia del sá ba-do por la tarde. El élder Henry O. Moyle le dirigió algunas pala bras a este hom bre y des pués de la reunión le di jo a la her-mana Narvais que ayunara y orara y entonces podría bautizar-se. Des pués, los élderes Dexter Davis y Ro bert Nelson visitaron

la casa y ha blaron con el padre. Él derramó lágrimas y aceptóreci bir la primera lección y pidió que su hi ja no se bautizarahasta que él estuviese pre parado y se puediesen bautizar juntos.El ha bía sido muy anti-mormón, rehusando aún estrechar lamano de los élderes.” 6

Al concluir el año 1956, el Presidente Frank D. Parry

describió la obra en Paraguay con este comentario: “Duranteeste año ha ha bido algo de progreso en Paraguay. La oposiciónha sido fuerte, no obstante tenemos confianza que en un tiem pofuturo y con tra ba jo alcanzaremos los corazones de este exce-




Élder Mark E. Petersen, delConsejo de los Doce Apóstoles.

Élder Henry D. Moyle.

El Presidente Frank Delbert Parry y su familia (1955).



56

lente pue blo lamanita. Hu bo 16 bautismos de conversos enAsunción, Paraguay, do blando casi la cantidad de todos los bau-tismos ha bidos desde que comenzó la obra en esta ciudad.” 7

El primer misionero

Entre los miembros de la Iglesia parece existir unespecial interés en determinar quién fue el primero: el primerconverso, la primera capilla, el primer presidente. Sin embargo,

la importancia y valor de un hecho histórico determina susignificado e influencia más que su ubicación cronológica. Enlos países sudamericanos, donde no hay registros organizadosfidedignos de la primera época de la Iglesia, es muy difícilestablecer con total certeza la sucesión de los acontecimientos.Muchos de ellos son conocidos por tradición oral. Es estatradición oral la que señala a Osvaldo Decoud como el primer

misionero paraguayo. Osvaldo fue llamado a servir en Uruguayen noviembre de 1959 y fue relevado en noviembre de 1961.

En el Libro Histórico de la Misión Uruguaya fueregistrado el llamamiento de otro joven anterior a Osvaldo,Pedro Lapicirella, llamado al Uruguay en 1957.

Pedro Lapicirella

El hermano Leroy T. Stickel, un ex-misionero que sirviócomo presidente de rama y distrito en Asunción, conoció ytrabajó con Pedro Lapicirella. Él escribió lo siguiente:

“Pedro emigró de Italia a Brasil, allí conoció elEvangelio y fue bautizado. Poco después se mudó a Asuncióny muy pronto comenzó a tener una gran influencia en la Iglesia,




Jóvenes en un baile de la A.M.M., en el centro se encuentra PedroLapicirella (traje oscuro).

Grupo de jóvenes. En la fila de atrás, el primero de la derecha es PedroLapicirella.



58

especialmente con la juventud. Además de su entusiasmo conel Evangelio, él tenía un gran interés y talento en drama ymúsica.” 8

De esta manera se confirma la tradición oral que señalaa Osvaldo como el primer misionero paraguayo. El élderLapicirella salió antes pero era italiano y había estado enAsunción sólo un corto tiempo.

Lo verdaderamente significativo fue que a menos de

diez años de la llegada de los misioneros a Asunción, dos jóvenes estaban preparados para ser llamados. Aceptaron eldesafío y sirvieron con ánimo y entusiasmo.




Élder Osvaldo Decoud, misionero en Uruguay.



Referencias:

1- Libro Histórico de la Mi sión Uru gua ya, 16 de abril de 1950.

2- Doctrina y Convenios 1:2.

3- Doctrina y Convenios 121:41-42.


5- Libro Histórico de la Mi sión Uru gua ya, 6 de junio de 1951.

6- Libro Histórico de la Mi sión Uru gua ya, 17 de junio de 1956.

7- Libro Histórico de la Mi sión Uru gua ya, re porte anual del Pre sidente de

Mi sión, 31 de diciembre de 1956.

8- Leroy T. Stickel, carta al autor, octubre de 2002.

60



Ca pítulo Cinco

LA IGLESIA SE EXPANDE

Con la llegada de la década del 60 la Iglesia ex perimen-ta una ex pansión en todo el mundo. Los efectos de la SegundaGuerra Mundial y luego de la guerra de Corea queda ban atrás.En la es fera de las relaciones internacionales se vivía lo que fuellamado la “guerra fría”, una confrontación en todos los planosde los países occidentales enca bezados por los Estados Unidoscon los países comunistas liderados por la Unión Soviética.

Fue durante esta década que se agudizó la guerra deVietnam, acarreando serias consecuencias so bre los involucra-dos. Esta guerra tuvo incidencia directa so bre los miem bros dela Iglesia en Estados Unidos, ya que muchos jóvenes fueronllamados al servicio militar y enviados a Vietnam.

En Paraguay el régimen militar enca bezado por elGeneral Alfredo Stroessner go berna ba el país y no permitía elesta blecimiento de un go bierno democrático con eleccionesli bres.

En medio de esta agitación mundial la Iglesia continuósu obra y crecimiento en forma inde pendiente, tal como fue

anunciado por el Señor en los primeros días de la restauración:

“Y la voz de amonestación irá a to do el pue blo por bocade mis discí pulos, a quienes he escogido en estos últimos días.



62

Ofelia Gigglberger, pionera de la Iglesia en Paraguay y sobrina de ClaraKrisch.

El programa de una conferencia del Distrito Paraguayo.



E irán y no ha brá quién los detenga, porque yo, el Señor, lo hemandado.” 1

Los años sesenta

La Iglesia ya tenía más de diez años de ex periencia en el país, el distrito paraguayo ha bía desarrollado sus raíces, ahoraera necesario madurar y varias cosas contri buyeron a este paso.En 1958 se esta bleció en Asun ción Ro bert E. Wells y su familia,

él era el gerente de First National City Bank, un hom bre promi-nente con una familia fiel y tí pica de la Iglesia. Muy pronto fuellamado como presidente del distrito. Otro as pecto que contri- buyó a dar este paso de maduración fue el llamamiento y ca pa-citación de hermanos paraguayos para ocu par las posiciones deliderazgo bajo la dirección del presidente J. Thomas Fyans.Otro hecho destacado durante los sesenta fue la construcción de

la ca pilla de Moroni que se transformó en un verdadero estan-darte y referencia de la presencia y fuerza de la Iglesia en Para-guay. Fue durante los años sesenta que comenzaron a abrirseramas en ciudades del interior del país.

Robert E. Wells

Para reconocer la im portancia y rol que tuvo Ro bert E.Wells en la Iglesia durante los siete años que residió en Para-guay de bemos descri bir una escena muy común. Él era la ca be-za, en Asunción, de uno de los bancos más grandes del mundo.Su posición lo relaciona ba en forma directa con las princi pales personalidades del go bierno y los negocios; eran sus clientes y

por tanto tenía un trato permanente y estrecho. En una calurosatarde de Asunción, des pués del mediodía, cuando la vida comer-cial de la ciudad se detiene por unas horas, encontramos aRo bert E. Wells, en pantalones vaqueros, con una pala en sus

La Iglesia se expande 63



64

El Élder Robert E. Wells y su primera esposa Meryl Leavitt, quien fallecióen Paraguay en un accidente aéreo.

Élder Robert E. Wells, Autoridad Generalde la Iglesia.



manos cavando las zan jas para los cimientos de la ca pilla deMoroni junto a hermanos y hermanas locales. El terreno seencuentra en un lugar elevado frente a la Avenida Es paña, unode los puntos destacados de Asunción. Muchos de sus clientesdel banco pasan, lo ven y lo saludan con sor presa y admiración. Ningún discurso o artículo pu blicado en un diario local podríatener más fuerza o descri bir me jor la esencia del mormonismoque ver a Ro bert E. Wells, el banquero prominente, tra ba jandocon sus manos en el terreno de la ca pilla de Moroni en Asunción.

Los Wells no sólo eran una tí pica familia Santo de losÚltimos Días de los Estados Unidos, con una situación prós pe-ra y prominente, sino que tam bién fueron extraordinariamentesensi bles a la cultura y al pue blo paraguayo.

Vivían en una hermosa residencia donde en todomomento eran bienvenidos los sen cillos miem bros de la Iglesia

de aquella época.

En el año 2002, cuarenta años más tarde, el élder Ro bertE. Wells recordó sus días en Paraguay con es pecial sentimiento,algunos de sus comentarios fueron los siguientes: “Paraguayera un país, en aquel entonces, lleno de riquezas naturales,riquezas folklóricas. Recuerdo la música, la primera cosa era el

ar pa, la guitarra, las guarañas eran fa bulosas. Recuerdo los burros en las calles em pedradas. Ha bía tranvías por todos lados,los rieles eran un poco más altos que el em pedrado rústico.Recuerdo las mu jeres vendedoras am bulantes, vestidas elegan-temente con sus blusas de ñandutí, de colores, con sus produc-tos en una ban de ja que lleva ban so bre sus ca bezas y ellas so breun burro.”

“Yo quedé asom brado por la cultura de la gente deAsunción, aunque tenían una apariencia atrasada, los comer-ciantes, los ejecutivos de go bierno con quienes tratá bamos




ha bían via jado mucho, muchos ha bla ban inglés, tenían muchoconocimiento de música clásica, arte y teatro. Sus conversacio-

nes eran interesantes, esta ban al día con la economía y la polí-tica de los países del mundo.”

“Anteriormente tra ba jé en Argentina y Uruguay dondeha bía pocos miem bros y era presidente de rama o distrito, estaba acostum brado a ese am biente. En Paraguay la gente de laIglesia era de circunstancias modestas. Sin em bargo, los invitá- bamos a nuestra casa, hacíamos fiestas para los miem bros de laIglesia en nuestra casa. Procurá bamos encontrarles em pleo yayudarles. Tra ba jando como presidente de rama y distrito notuve pro blemas, yo ama ba a la gente y sentía que ellos me res- peta ban y ama ban tam bién.”

“Mi posición con res pecto a Paraguay es muy emocio-nal, dos de mis siete hi jos nacieron allí. Mi primera es posafalleció cuando vivíamos en Paraguay. Dos años más tar de vol-ví a casarme y tra je a mi nueva es posa a vivir a Paraguay, nues-tra primera hi ja Sharleen nació en Paraguay.”

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Con sus hijos en Asunción.




La hermana Helen Wells, esposa de Robert E. Wells.

Robert E. Wells (izquierda) en una reunión con el Presidente AlfredoStroessner (derecha).



“He visto todo Paraguay desde el aire, he aterrizado casien cada lugar donde es posi ble, con un clima caluroso, ¡cuántolo amo! Aprecio a los paraguayos, a su país, a sus tradiciones ysu no bleza es piritual y la influencia que la Iglesia ha tenido. Nuestro amor por el pue blo paraguayo es muy es pecial, noso-tros, la fa milia Wells, tenemos muchas de nuestras raíces ahí,siem pre está en nuestro recuerdo. Pero más que todo, más quetodas las aventuras, más que las cacerías de yacaré, tigres, car- pinchos y ja balíes, ski acuático en ríos con pi rañas o situaciones peligrosas siendo obligado a punta de pistola a llevar una carga

de contra bando a Brasil, o perder clientes del banco en tiroteoscon cuatreros, la parte es piritual ha sido lo más profundo. Ha ber partici pado en el crecimiento de la iglesia y verla ahora florecer,desde cavar las zan jas para la ca pilla de Moroni hasta hoy díaen que es pero volver para ver el tem plo. Esto fue para mí me jorque cualquier aventura, la ex periencia es piritual en Paraguayme ins pira y me motiva y doy gracias por esa influencia en mi

familia.”2

La capilla de Moroni

La construcción de la ca pilla de Moroni tuvo un signifi-cado extraordinario para el avance y crecimiento de la Iglesia.

Con excepción del Tem plo, que fue dedicado en el año 2002, nohay otro hecho más trascendente en la historia de la Iglesia enParaguay que la cons trucción de Moroni. El élder Ro bert E.Wells ex presó: “El salto más grande en el crecimiento de laIglesia en Paraguay fue la construcción de la ca pilla de Moroni,en la calle Es paña y Ku bitschek. Esta ba en un sector muy reco-nocido de la ciudad, muy visi ble, de muy buena ubicación. El

modelo de ca pilla tam bién era muy lindo. Era el tema de conver-saciones donde yo iba, en el banco, con los comerciantes, clien-tes y la gente del go bierno, los di plomáticos, todos ha bla ban dela ca pilla mormona como una construcción muy im presionante.

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El terreno de la capilla de Moroni en la Av. España esquina Kubitschek, Asunción.

Capilla Moroni en construcción.



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Miguel Franco, misionero constructor, trabajando en el frente de lacapilla Moroni.

El salón sacramental de la antigua capilla Moroni.



Tam bién llama ba mucho la atención que en lugar de tener unaem presa de construcción teníamos misioneros constructores ba jo la dirección de un su pervisor, el hermano Wall.”

“A la gente le llama ba la atención mi presencia en laobra; yo iba todos los días a la hora de la siesta con mis panta-lones Levi’s, me ponía a excavar o a colocar ladrillos o anda-mios. Tam bién los otros miem bros venían a tra ba jar y la gentecomenta ba mucho esto.”

“Tam bién yo le pedía favores a mis clientes del banco para la construcción de la ca pilla; si necesitá bamos nivelar algoyo pedía un tractor Cater pillar a uno de mis clientes, si necesi-tá bamos hacer mezcla de cemento tam bién pedía un equi po para hacerlo. Yo no tenía vergüenza de pedir estos favores puessa bía que traería bendiciones so bre ellos mismos.”

“Los miem bros locales tenían que proveer jóvenesmisioneros constructores, proveerles de comida y ro pa y, ade-más, de bían venir al proyecto y donar horas de tra ba jo cadasemana. Realmente era algo muy divertido; al mediodía hace uncalor infernal en Paraguay, así que la gente bromea ba diciendoque a esa hora sólo ‘ingleses y perros andan en la calle’.”

“Los miem bros locales hacían contri buciones de dineroal fondo pro-ca pilla y tam bién partici pa ban del ‘programa delkilo’, en el cual cada semana traían un kilo de alimentos paralos misioneros”. 3

El sá bado 23 de junio de 1962 se realizó en Asunción laceremonia de iniciación de la ca pilla de Moroni. La reunión fue

presidida por el Presidente J.Thomas Fyans, dirigió el presiden-te de distrito, Federico Decoud, discursaron los hermanosOsvaldo Decoud, Ro bert E. Wells, Clyde L. Wall, SamuelBoren y el Presidente Fyans. Las oraciones las ofrecieron Fla-vio Guerrero y José Grau.




Los misioneros locales tuvieron un rol so bresaliente enla construcción, fueron admira bles los resultados obtenidosteniendo presente que ellos no tenían la mínima ex periencia enel tra ba jo de la construcción. Estos misioneros no sólo constru-yeron la ca pilla, tam bién construyeron sus vidas, muchos deellos formaron familias fieles a la Iglesia y dieron un verdaderolegado es piritual a la Iglesia en Paraguay.

Aunque hoy día no es fácil encontrar registros de esaépoca, utilizando la memoria de algunos de los misioneros

constructores hemos hecho una lista de aquellos que partici pa-ron de la construcción, ellos son: Clyde L. Wall, Ramón Duarte,Cristó bal Ojeda, Carlos Es pínola, Martín Prieto, Pa blo Floren-tín, Celestino Díaz, Cecilio Leiva, Juan Ramírez, EduardoLatourrette, Carlos Paredes, Miguel Franco, Reynaldo Cola,Ani bal Zarza y Ludovico Flores.

En la construcción no só lo partici paron los miem bros dela rama de Moroni, sino tam bién los de las ramas de Sa jonia yAmam bay. El sentimiento era que la ca pilla era para todos y portanto todos tomaron parte con entusiasmo y sacrificio.

“Moroni” es un punto de re ferencia en la historia de laIglesia en Paraguay; la influencia de esta ca pilla en la vida de

miem bros y no miem bros es inconmensurable. Fue dedicada en1964 por el Presidente Fyans y sirvió a la Iglesia hasta el año2000 en que fue demolida para construir allí el Tem plo deAsunción Paraguay. Aquel terreno seleccionado con ins piración por el élder Ro bert E. Wells a princi pios del año sesenta fue unlugar de enseñanza y adoración durante más de cuarenta años yen el año 2002 se transformó en el sitio de la sagrada Casa del

Señor en Paraguay.

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Una nueva capilla

Con la construcción del Tem plo la Iglesia com pró todoslos terrenos de la manzana, incluyendo una antigua y hermosamansión existente. Allí se construyó una nueva ca pilla y seadaptó e incor poró la mansión como parte de la misma.

En ocasión de la dedicación del Tem plo, el Pre sidenteHinckley, acom pañado por el Presidente Faust y otros líderes,recorrió integramente la nueva ca pilla. El élder Jay E. Jensen,

que conducía el gru po, descri bió la visita con este comenta-rio: “En el recorrido por la ca pilla de Moroni, el PresidenteHinckley se sintió conmovido por la belleza de la ca pilla y lacalidad de su construcción. Él tiene ojos que perci ben los deta-lles y es pecialmente de la madera. Fue un momento es pecial para todos nosotros cuando se sentó en el estrado con el Presi-dente Faust y elegió la belleza de la madera en el salón sacra-

mental, es pecialmente el rostrum y los bancos. Solicitó infor-mación so bre la madera, de dónde provino y cómo la ha bían pulido y lustrado. Le informamos que era ro ble paraguayo y lovimos deslizar sus manos varias veces so bre el barandal y el púl pito ex presando elogios por su belleza.”

“Tam bién quedó muy im presionado por la manera en que

reformaron la antigua casa, preservando su esencia y la forma enque la capilla com plementa la belleza del Tem plo en lugar derivalizar con él. El Presidente Faust tam bién ex presó comentariossimilares.” 4

La Iglesia y el gobierno

En diferentes épocas han habido líderes de la Iglesia concierta prominencia que facilitaron las relaciones con el gobierno;en los primeros años fue el Coronel Samuel Skousen, a



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La capilla Moroni.

La nueva capilla de Moroni (2002).




comienzos de los sesenta el hermano Robert E. Wells y a partirde 1963 el hermano Luis A. Ramírez. Estos hombres hicieronmuy conocida la Iglesia con su influencia y buena conducta;fueron una carta de presentación ante líderes de gobierno y lasaltas esferas de la sociedad paraguaya.

En los más de cincuenta años que La Iglesia deJesucristo de los Santos de los Últimos Días ha estado enParaguay, durante 35 años la Presidencia de la Nación estuvo enmanos del General Alfredo Stroessner. No es parte de los

propósitos de esta obra analizar y exponer con amplitud losdiferentes aspectos de la vida política del país. La Iglesia nointerviene en asuntos políticos, sin embargo, esto merecealguna consideración ya que la vida pública tiene incidenciasobre los miembros y las actividades y desarrollo de la Iglesia.

Debemos señalar que la Iglesia sostiene y apoya el

sistema de gobierno democrático, donde el pueblo puedeexpresarse y elegir a sus gobernantes. El gobierno del GeneralAlfredo Stroessner no fue democrático. Era un gobiernounipersonal donde no se permitía, en la práctica, la oposición yla posibilidad de que otra persona o partido llegase al gobierno.

No obstante estas consideraciones, hu bo as pectos posi-

tivos en el go bierno del General Stroessner. La vida política deParaguay en la primera parte del siglo XX fue muy inesta ble.Esta ba caracterizada por los gol pes militares, levantamientos yconfrontaciones entre gru pos. Esto contri buyó a mantener al país en un estado de po breza y falta de desarrollo. El go biernodel General Stroessner produ jo un largo período de es ta bilidad política y un progreso económico im portante.

Durante ese período existía li bertad de culto; esto per-mitió a la Iglesia, así como a otros gru pos religiosos no católi-cos, desarrollar sus actividades li bremente, sin im pedimentoalguno de parte del go bierno.



76

El Presidente Gordon B. Hinckley, el Presidente James Faust, el élder JayE. Jensen y el élder Carlos E. Agüero en el recorrido por la capilla de

Moroni.

La casa readaptada e integrada a lanueva capilla Moroni.



Referencias:


2- Élder Robert E. Wells, Historias Orales, Utah, abril de 2002.

3- Élder Robert E. Wells, Historias Orales, Utah, 2002.

4- Élder Jay E. Jen sen, carta al autor, Buenos Aires, febrero de 2003.


El General Alfredo Stroessner.



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Tranvía en las calles de Asunción (1957).

Un servicio bautismal en Asunción, a la derecha el élder Leroy T. Stickel.




MAPA POLITICO DE PARAGUAY



Ca pítulo Seis

LOS PRESIDENTES DE MISIÓN

Las res ponsa bilidades de los presidentes de misión en la

actualidad difieren en parte con los de la primera época de laIglesia en Paraguay. Esta diferencia está marcada por la organi-zación de estacas. Antes de las estacas los presidentes dirigíantodos los asuntos de la Iglesia localmente. Al organizarse unaestaca, la mayoría de las res ponsa bilidades pasan a la presiden-cia de estaca, quedando con el presidente de misión lo referen-te a la predicación del evangelio, dirigiendo y cordinando la

la bor de los misioneros.

Entre 1950 y 1977 los Presidentes de Misión para Para-guay residían en Montevideo, donde esta ba la Casa de laMisión. Tres o cuatro veces en el año estos presidentes via ja ban para atender todos los asuntos de la Iglesia en el país. Delega- ban sus res ponsa bilidades en los líderes misioneros y en los

presidentes de los distritos que se fueron organizando.

En 1977 comenzó la Misión Paraguay Asunción con elPresidente Mearl Kay Bair residiendo en Asunción. Este fue un paso so bresaliente en el progreso de la obra, pero apenas dosaños más tarde, en 1979, se organizó la primera estaca de Para-guay. Durante los años ochenta se organizaron otras, disminu-

yendo sensi blemente la carga de res ponsa bilidad de los presi-dentes de misión.



Los nom bres de los presidentes de Misión que sirvieronen Paraguay son los siguientes:

Misión Uruguaya (con re sidencia en Montevideo)

Frederick Salem Williams agosto de 1947 a junio de 1951

Lyman Sidney Shreeve junio de 1951 a agosto de 1955

Frank Del bert Parry agosto de 1955 a diciem bre de 1957

Arthur Martin Jensen diciembre de 1957 a noviembre de 1960

John Thomas Fyans noviem bre de 1960 a junio de 1964

James Richards Barton junio de 1964 a junio de 1967

William Nathaniel Jones junio de 1967 a junio de 1970

Misión Uruguay-Paraguay (con re sidencia en Montevideo)

Gardner Russell junio de 1970 a junio de 1973

Misión Uruguay-Montevideo (con re sidencia en Montevideo)

Ro bert L. Marchant junio de 1973 a julio de 1976

Gene R. Cook julio de 1976 a julio de 1977

Misión Paraguay-Asunción (con re sidencia en Asunción)

Mearl Kay Bair julio de 1977 a julio de 1980

Gerald B. Quinn julio de 1980 a julio de 1981

Luis A. Ramírez julio de 1981 a julio de 1984

Carleton Anderson julio de 1984 a julio de 1986

John J. Whetten julio de 1986 a julio de 1989Richard J. Russell julio de 1989 a julio de 1992

Jeffrey A. Allred julio de 1992 a julio de 1996

82



Los presidentes de Misión 83

Ro bert Jay Whetten julio de 1996 a julio de 1998

Craig Seamons Cheney julio de 1998 a julio de 2001

Thomas John Summers julio de 2001

Misión Paraguay Asunción Norte (con re sidencia en Asunción)

Lavorn Greer Spark julio de1998 a julio de 2001

Vaughn Roy Anderson julio de 2001

Los presidentes de misión re presentan una figura centralen el esta blecimiento de la Iglesia en Paraguay. Todos ellos die-ron lo me jor de sí mismos para realizar la obra de Dios. Sirvie-ron como modelo y ejem plo de una familia Santo de los Últi-mos Días a los nuevos conversos. Los miem bros locales los

aman y res petan mucho, aún con el paso de los años. En la historia de la Iglesia en Paraguay podríamos mar-car cuatro períodos diferentes en que los presidentes de misiónque servían en ese momento tuvieron un rol destacado. Esaseta pas son las siguientes:

1. El comienzo, en los años cincuenta, con losPresidentes Frederick S. Williams y Lyman S.Shreeve.

2. La formación del liderazgo local, a principiosde los años sesenta con el Presidente J. Thomas Fyans.

3. La creación de la Misión ParaguayAsunción, en 1977 con el Presidente MearlKay Bair.

4. El despertar misional, en 1992 a 1996 conel Presidente Jeffrey Allred.



84

El Presidente J. Thomas Fyans. El Presidente Gene R. Cook.

La familia Shreeve.



Presidente Frederick S. Williams

El Presidente Williams fue uno de los hombres que mástrabajó para el establecimiento del Evangelio en los países deSudamérica y quien condujo la apertura de la obra en Paraguay.Para conocer más de él y su familia seguidamente citamos las palabras del Presidente Harold Brown, de la Misión Argentina, publicadas en el Mensajero Deseret de agosto de 1951.

“Las pala bras del Señor bastan para calificarle al Presi-

dente Frederick S. Williams y a su familia que ahora de jan laMisión Uruguaya, como verdaderos discí pulos del Maestro:‘En esto conocerán todos que sois mis discí pulos, si tuviereisamor los unos con los otros’ 1. El amor del hermano Williams

para con sus hermanos de Sudamérica es un hecho incontrover-ti ble. Ya van tres veces que Frederick S. Williams ha de jadoatrás sus pro pios intereses para res ponder al llamado: ‘Id y pre-

dicad el Evangelio’, cum pliendo al mismo tiem po la condiciónesta blecida por el Maestro: ‘Dícele Jesús: Si quieres ser perfec-to, anda, vende lo que tienes, y dalo a los po bres, y tendrástesoro en el cielo; y ven, sígueme’ 2.”

“Fue en el año 1927 que el flamante élder por primeravez dijera: ‘Iré do mandes iré Señor’. En aquel entonces no

había aún Misión Argentina, sino una Misión Sudamericanacon sede central en Buenos Aires. Esa misión, todavía en suinfancia, dio la bienvenida a su décimo segundo misionero el 2de marzo de 1927. Tal era de joven la misión, así también elélder Frederick S. Williams, pues tenía en aquel entonces 18años. A la conclusión de esa primera misión el presidente de lamisión, élder Reinhold Stoof, asentó el siguiente comentario en

el registro de misioneros: ‘Un excelente misionero; el alma dela Misión Sudamericana; relevado un po co antes de tiem po porser delicado de salud’. Con toda seguridad el Presidente Stoof




no se da ba plena cuenta de las am plias bendiciones de salud queel Señor derramaría so bre Su siervo Frederick S. Williams paraque pudiera seguir siendo re petidas veces y constantemente ‘elalma de la misión (y las misiones) sudamericanas’.”

“El se gundo via je a Sudamérica fue en el año 1938 y esavez junto con su com pañera Corraine Smith de Williams y lasdos hi jas Bár bara y Argina. Ha bía venido a la Argentina para presidir una de las misiones sudamericanas, o sea, la MisiónArgentina. Por primera vez volvía un misionero argentino a sus

‘pagos’. Más de uno derramó lágrimas de gozo ese 31 de agos-to de 1938, al ver de nuevo a Frederick S. Williams ba jándosedel barco, acom pañado de su joven y talentosa es posa que ha bíade ser su primer apoyo en la orientación de la ya im portanteMisión Argentina.”

“Parece que para ser ‘alma de la Misión Sudamericana’

es necesario estar en Sudamérica, porque al poco tiem po de vol-ver a Norteamérica el imán sudamericano le tira al hermanoWilliams hacia el sur. Pasó un tiem po con su familia en Vene-zuela, re presentando a su go bierno en una misión de buenavoluntad y buena salud. Poco des pués estuvo cerca de sus her-manos en la Argentina, porque su tra ba jo le tra jo al Uruguay.Parece que el Señor quiso ensanchar ‘la Misión Sudamericana’

y no ha bía me jor comienzo que la llegada de la familia Williamsal Uruguay. Al poco tiem po de de jar la Re pú blica Oriental, el presidente Williams fue mandado de vuelta con su familia paraabrir una nueva misión.” 3

Todo este trabajo no fue suficiente para los Williams.Poco después, en 1956, lo encontramos residiendo en Lima.

Allí impulsó la organización de la primera rama y el comienzode la obra misional.

86




Lyman S. Shreeve

El Presidente Shreeve es uno de los grandes pioneros dela Iglesia en Paraguay. Sucedió al Presidente Williams en laMisión Uruguaya y fue quien condu jo los pasos de afianza-miento y crecimiento en Asunción. El Presidente Samuel Borenescri bió los siguientes comentarios a su llegada a la misión:

“Los cuatro costados de las misiones del Plata se hanestremecido de gozo al tener conocimiento de que uno de sus

vie jos conocidos y amados misioneros vuelve a estas playasres pondiendo al llamamiento de servir nuevamente en la obradel Señor, para ofrendar su fuente inagota ble de sim patía yamor.”

“Quienes han conocido al Presidente Lyman S. Shreevey su es posa tra ba jando en la Misión Argentina han aprendido a

recordarlos y amarlos; quienes tuvieron la suerte de com partircon ellos las res ponsa bilidades de su tra ba jo misionero, losmúlti ples momentos de sana alegría, quienes conocieron susinquietudes para que otros tam bién conozcan la verdad, sa bensin duda lo bendecida que ha sido la Misión Uruguaya con sudesignación.”

“Personalidades como las que poseen los hermanosShreeve no son de las que se olvidan fácilmente. Realmente lavida del Presidente Shreeve ha transcurrido ba jo el influ jo de suinquieto es píritu misionero; toda su actividad quedó siem presu bordinada al gozo de predicar el Evangelio de Jesucristo aconocidos y extraños, aún sus preocu paciones materiales fueronsiem pre su peradas por ese es píritu misionero.”

“Bien dotado en talentos su po siem pre usarlos al servi-cio de su llamamiento. Músico nato, pudo so bresalir en susdistintas manifestaciones, ya sea dirigiendo con juntos orquesta-les, coros, etc. o aún como ejecutante. Céle bres se hicieron en



88

El Presidente Jeffrey Allred y su

esposa Silvia.

El Presidente Craig Cheney

y su familia.

El Presidente Richard J. Russell y su esposa con la hermana María Gloria

Maidana, misionera de Pedro Juan Caballero.



la Argentina sus contri buciones al frente del famoso con juntode los ‘Hill Billy Boys’, donde ejecutante en la batería era de por sí un es pectáculo y los argentinos no olvidarán fácilmenteal Presidente Shreeve vestido de gaucho con su guitarra en lamano.”

“Su esposa supo siempre acompañarle en su trabajomisionero luciendo igual dedicación y espíritu, formando portanto una hermosa pareja.” 4

Una oportunidad para los hermanos locales

El Presidente J. Thomas Fyans tuvo la ins pirada visiónde abrir aportunidades de liderazgo a hermanos locales. Desde1950 en que comenzó la Iglesia en Paraguay hasta princi pios dela década del sesenta los misioneros lidera ban el distrito, las

ramas y aún las organizaciones auxiliares. El Presidente Fyans puso es pecial cuidado en seleccionar hermanos para presidir lasunidades, enseñándoles y entrenándolos en sus funciones y lue-go darles plena confianza para actuar en sus posiciones. Estefue un paso im portante en el progreso de la Iglesia en Paraguay.La mayoría de los hermanos llamados cum plieron con sus lla-mamientos fielmente. El siguiente relato de Ro bert E. Wells

ejem plifica lo sucedido en este momento histórico.

“El Presidente Fyans decidió que era el tiem po de rele-var a los misioneros y los norteamericanos de las presidenciasde rama y llamar a hermanos paraguayos. Yo no esta ba deacuerdo, le ex pliqué que yo no tenía ningún pro blema en serrelevado como presidente del distrito pero que era necesario

de jar a un misionero en ese cargo pues entendía que los herma-nos aún no esta ban pre parados. Le di je que aún no tenían laex periencia necesaria ni la visión. En aquella época las reunio-




90

El Presidente J. Thomas Fyans y su familia.

El Presidente Barton y su familia.



nes eran muy sencillas, los misioneros presidentes de ramahacían todo ellos mismos, aún yo tenía conse jeros locales perono les da ba mucha partici pación. Le ex puse al Presidente Fyansque pensa ba que no era prudente hacer el cam bio aún. Igual-mente el me pidió que lo acom pañara en las entrevistas, eligiólos me jores hom bres, me parece recordar que el Pre sidente deldistrito llamado fue Federico Decoud y uno de sus conse jerosJosé Grau. Esto sucedió durante la conferencia del distrito el díasá bado y yo aún tenía mis dudas. A la mañana siguiente sehicieron los sostenimientos y se les pidió a los hermanos llama-dos dar su testimonio y en el proceso de un día al otro yo ví unmilagro de crecimiento es piritual. En lugar de ser faltos deex presión o energía ellos su bieron al púl pito y ha blaron y die-ron testimonio como si tuvieran treinta años en la Iglesia.”

“Esto fue una transformación y una lec ción para mi,recuerdo que esta ba en el estrado y me dí vuelta hacia el Presi-dente Fyans y le di je ‘Presidente Fyans, ¡este es un milagro,estos no son los mismos hom bres de ayer!’ ”


Luis A. Ramírez, César Guerra, Ariel Nieves y José Grau

(aproximadamente 1970).



“Dios bendice a los que llama a ocu par cargos. De ahíen adelante yo he tenido confianza absoluta en ellos y el poderde Dios para magnificar a cualquier persona que llama.” 5

Una explosión de conversos

Es frecuente en la Iglesia que un período de gran creci-miento en el número de conversos esté seguido por otro másmoderado, donde se enfatiza la enseñanza, la retención de los

nuevos miem bros y el fortalecimiento de las familias y unidades. Entre 1992 y 1996 la misión fue presidida por el herma-nos Jeffrey Allred y él condu jo un esfuerzo misional con unnúmero de conversos y apertura de nuevas unidades históricasen Paraguay.

El Presidente Allred dió es pecial im pulso al crecimientoen las ramas y distritos del interior, los cuales eran muy dé bilesen relación con las unidades de Asunción.

El Presidente Allred hizo la siguiente observación: “Conel incremento del número de misioneros ha sido posi ble alcan-zar áreas de la po blación que en el pasado no era posi ble. En

nuestra misión contamos con misioneros Paraguayos que predi-can en guaraní y esto ha hecho maravillas. Además de losmisioneros norteamericanos tenemos uruguayos y brasileñosque ha blan portugués y de esta manera podemos llegar a toda la po blación.” “Sin em bargo, el factor decisivo en el crecimiento hasido la dedicación y dis posición de los líderes paraguayos, quie-

nes unen y coordinan sus esfuerzos con los misioneros y esto hatraído un gran número de conversos que permanecen en la acti-vidad de la Iglesia.”

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“Este esfuerzo mancomunado ha hecho que el númerode unidades en Paraguay se du plique en un corto plazo. Todaslas unidades son presididas por líderes locales, se formaron dosnuevas estacas y varios distritos están en pre parativos paraorganizarse como estacas a la brevedad.” 6

Res pecto a la creación de unidades el Presidente Ernes-to Da Silva de la Estaca Fernando de la Mora ex presó: “Al crearnuevas unidades en nuestra estaca nos aseguramos que todoslos miem bros reci ban oportunidades de servir en un llamamien-

to o res ponsa bilidad. Esto elevó extraordinariamente el nivel deactividad generando una gran motivación al sentirse útiles ynecesarios en el programa de la Iglesia.” 7

Quizás el mayor logro del Presidente Allred no es medi- ble en cifra, pero en esa época muchos líderes y miem bros loca-les descu brieron que era posi ble crecer y ex pandir la Iglesia.

Luego llegó el Presidente Ro bert J. Whetten y le dio solidez ala ex pansión de los años anteriores y los presidentes subsi-guientes continuaron esa tarea en las estacas y distritos. Este proceso de crecimiento fortaleció suficientemente a la Iglesiaen Paragauy para que apenas cuatro años más tarde el Presiden-te Gordon B. Hinckley anunciara la construcción del Tem plo deAsunción.

Dos misiones

En 1998 ha bía en Paraguay seis estacas organizadas ydiez distritos de pendientes de la Misión. Esta situación no per-mitía que la Presidencia de la Misión pudiese atender adecua-

damente las necesidades de los miem bros de los distritos y a suvez realizar la de bida coordinación misional con los líderes delas estacas. Así fue que el 1º de julio de 1998 se organizó lasegunda misión en Paraguay.



Se llamó Misión Paraguay Asunción Norte y fue presi-dida por Lavorn Greer Spark. La nueva Misión tenía dentro desus límites 2.6 millones de ha bitantes y 16.000 miem bros de laIglesia y com prendía las Estacas Asunción Norte, Ciudad delEste y San Lorenzo y los Distritos Caacu pé, Concepción, LaPaloma, Nivaclé, Pedro Juan Ca ballero, más tres ramas de pen-dientes.

La Misión Paraguay Asunción conservó el nom bre y fue presidida por Craig Seamons Cheney y abarca ba 2.6 millones

de ha bitantes, 13.500 miem bros de la Iglesia y las EstacasAsunción, Fernando de la Mora y Fernando de la Mora Sur ylos distritos Caaguazú, Coronel Oviedo, Encarnación, Paragua-rí y Pilar.

En ocasión de organizarse la nueva misión el élder Car-los Amado de los Setenta y Presidente del Area Sudamérica Sur

di jo: “Al princi pio la Iglesia creció muy lentamente en Paraguay.En los últimos cinco o seis años el tra ba jo en la Iglesia se incre-mentó enormemente. En 1996, el número de personas bautiza-das fue el do ble que en los años anteriores. Fue difícil para el presidente de misión seguir este paso y mantener a todos losconversos activos como lo ha requerido el Presidente Hinckley.”

“La creación de una nueva misión es una bendición por-que esto dará a los presidentes de misión la oportunidad de tra- ba jar más estrechamente con los miem bros y cuidar más deellos.”

“Yo creo que gran parte del progreso se hará en los pró-

ximos años a causa de la visita del Presidente Hinckley.” 8

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LAS DOS MISIONES DE PARAGUAY



Referencias:

1- Juan 13:35.

2- Mateo 19:21.

3- Men sa jero De seret, agosto de 1951.

4- Mensajero Deseret, octubre de 1951.

5- Élder Robert E. Wells, Historias Orales, Utah, abril de 2002.

6- Pre sidente Jef frey Allred, Liahona, Pá ginas Locales, octubre de 1995.

7- Ernesto Da Silva, Liahona, Pá ginas locales, octubre de 1996.

8- Liahona, Noticias Locales, mar zo de 1998.

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Ca pítulo Siete

PIONEROS

En los comienzos de la Iglesia, cuando los primeros obre-ros de ésta, la dis pensación del cum plimiento de los tiem pos,eran llamados a servir, el Señor dio a conocer estos princi pios:

“Por tanto, no os canséis de hacer lo bueno, porqueestáis poniendo los cimientos de una gran obra. Y de las cosas pequeñas proceden las grandes”.

“He aquí, el Señor requiere el corazón y una mente biendis puesta; y los de buena voluntad y los obedientes comerán dela abundancia de la tierra de Sión en estos postreros días”. 1

Este es el desafío de los pioneros, tener en la mente y elcorazón la visión de aquello que desean lograr, pero tra ba jar y

vivir sin ha berlo logrado aún. Así fue con los pioneros de laIglesia en Paraguay, tra ba jaron y lucharon para “promover lacausa de Sión” y los logros y bendiciones llegaron en genera-ciones siguientes.

Al princi pio los misioneros “eran la Iglesia”, sólo con-ta ban con algunos locales alquilados donde funciona ban las

ramas. La Casa de Misión esta ba en Montevideo y era inalcan-za ble para líderes y miem bros. Los recursos mayores en aque-llos días eran el testimonio y fuerza de los misioneros y ladevoción de los primeros miem bros conversos.



El es píritu pionero de los santos paraguayos se puso demanifiesto en diferentes momentos y circunstancias; entre ellosencontramos los que partici paron de la construcción de la ca pi-lla de Moroni. Más tarde los que pre pararon la organización dela primera estaca y con ellos los que tra ba jaron para ex pandir laIglesia al interior del país.

La familia Grau

De los conversos de la primera época de la Iglesia enParaguay, los Grau constituyen una de las familias más extensasy firmes de la Iglesia. El periodista Pedro Servín Fa bio escri bióla siguiente historia de la familia:

“Con sus 25 años de edad, de bido a las consecuenciasde la trágica guerra civil es pañola, el hermano José Grau Pas-

cual decidió buscar me jores oportunidades de vida en Américadonde nuestro Padre Celestial tenía pre parado algo es pecial para él y sus descendientes”.

“El hermano Grau Pas cual, nacido el 31 de octu bre de1926 en la isla Menorca, llegó a Paraguay en el año 1951 de jan-do atrás en su tierra natal a sus padres, hermanas, costum bres y

tam bién a una jovencita a quien le ha bía prometido matrimo-nio”.

“Dos años des pués de su llegada a Paraguay las condi-ciones de tra ba jo y vida fueron alentadoras, entonces, decidiócontraer matrimonio a la distancia con su prometida, María delCarmen Rázola, tam bién es pañola. Ella arri bó al Paraguay para

unirse a su es poso”.

“En 1955, a dos años de ha ber formado su hogar, tocanla puerta dos misioneros para predicarles el evangelio restaura-

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Pioneros 99

José y Carmen Grau, un matrimonio joven de

conversos de la primera época.

El matrimonio Grau, un símbolo de permanencia en la Iglesia (1989).



do de Jesucristo. Desde ese tiem po transcurrieron dos años másde constantes visitas de los misioneros, pero la familia Grau no podía en todo ese tiem po sentir que el evangelio que esos jóve-nes les predica ban era verdadero, en parte, porque no iba deacuerdo con sus propias tradiciones.”

“Cuando su primera hi ja, de un año y pocos meses devida, enfermó gravemente de parálisis, los misioneros se ofre-cieron a darle una bendición de salud. Inmediatamente des puésde la bendición la niñita comenzó a mover las piernas. Este

milagro les mos tró el poder del Sacerdocio de Jesucristo queestos jóvenes poseían. Inmediatamente decidieron bautizarse.El hermano José y su es posa se sumergieron en las aguas delromántico lago Ypacarai, el 17 de enero de 1957, siendo el élderCharles H. Redd el encargado de bautizarlos.”

“Paraguay, por entonces, no conta ba aún con ca pillas

pro pias ni piletas bautismales. Las reuniones dominicales sedesarrolla ban en casas alquiladas. Pero antes de su bautismo, elhermano Grau ya ha bía sido llamado como Su perintendente dela Escuela Dominical.”

“Dos años más tarde, fue ordenado al oficio de diácono,otros dos años más adelante maestro, y luego élder y primer

presidente de la rama Amam bay.”

“El hermano Grau y su es posa sirvieron desde entoncesen distintos llamamientos en forma constante y, además, fuerontestigos del lento pero sostenido crecimiento de la Iglesia enesos primeros años, criando a sus seis hi jos, enseñándoles a lle-var a la práctica el Evangelio de Jesucristo.”

“El matrimonio fue sellado inmediatamente des pués deha berse dedicado el tem plo de San Pa blo – Brasil, en 1979.”

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Pioneros 101

“Los Grau formaron una familia de mucha fe, perseve-rando en el evangelio y tra ba jando en distintos llamamientos.Sus 23 nietos son un testimonio firme de amor y fidelidad aCristo.”

“A 45 años de su conversión al evangelio de Jesucristo,uno de sus hi jos, Jesús Grau, actual miem bro de la Presidenciade la Estaca Fernando de la Mora ex presó: ‘Sé sin duda que mis padres fueron guiados a esta parte de la tierra para que se pudie-ra realizar la obra vicaria por los ante pasados; estoy muy agra-

decido por ello’.” Pamela, una de las nietas de 18 años de edad expresó:“Estoy muy agradecida por la vida de constante ejem plo deobediencia al Señor que ellos han sido. Esto hace que sigamosnuestro pro pio camino iluminado por la fe de mis abuelos.” 2

La familia Decoud

La familia Decoud es una parte im portante del pasado pionero de la Iglesia en Paraguay. El Élder Ro bert E. Wells des-cri bió al hermano Federico Decoud Cañete con estas pala bras:“Era un hom bre muy bueno y muy es piritual, totalmente dedi-

cado. Creo que en la primera época, des pués de su conversión,sufrió algo de persecución. Los Decoud hacían su parte, eranmuy no bles.” 3

El hermano Decoud nació el 6 de abril de 1907 enLuque y se bautizó el 11 de octu bre de 1960. Estaba casado conAdelina Pietrafesa Petrone con quien tuvieron un hi jo, Osvaldo,

que nació en 1937 y se bautizó el 17 de agosto de 1957. El her-mano Decoud fue secretario de la Asociación Ferroviaria y envarios períodos sirvió como secretario general; fue tam biénRe presentante Obrero en la Ca ja de Ju bilaciones del Ferrocarril.



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La familia de Osvaldo Decoud (1989).

Osvaldo y Federico Decoud.La familia Decoud: Federico, Eva

Beatriz Rodriguez, Osvaldo y

Adelina Pietrafesa de Decoud

(1972)



Osvaldo, su hi jo, lo descri bió como una persona “siem pre dedi-cada al servicio al pró jimo.”

El Presidente Fyans llamó al hermano Federico Decoudcomo presidente de la ra ma de Moroni el 30 de abril de 1961, posteriormente fue conse jero y presidente del distrito.

Osvaldo Decoud es uno de los primeros misioneros lla-mado en Paraguay; sirvió en Uruguay desde el 25 de noviem brede 1959 al 27 de noviem bre de 1961. Tam bién Osvaldo y su

familia han servido a la Iglesia partici pando en el crecimientodel Reino en todas las épocas.

Delio Cosme Sánchez

El hermano Sánchez fue uno de los primeros obis pos

cuando se organizó la primera estaca en Paraguay. Es recordadocon cariño por familiares y miem bros de aquella época.

El élder Ernesto Da Silva ex presó: “Tengo un senti-miento muy es pecial hacia el abuelo de mi es posa, Delio CosmeSánchez. Fue uno de los pioneros de la Iglesia en Paraguay yaunque no lo conocí, tengo referencias de sus enseñanzas.”

“Era un hom bre de Dios por su res ponsa bilidad, pacien-cia y fidelidad en sus llamamientos. Esa actitud de amor haciaJesucristo refle jada en sus descendientes sirvió para fortalecer-me.” 4

Conversos del año 63

El año 1963 fue un año es pecial para la Iglesia en Para-guay. Tres familias que tendrían un im portante rol en el futuro

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fueron enseñadas por los misioneros y bautizadas. Ellas fueronlos Espínola, Ramírez y Aquino. Estas familias establecieron unlegado y realizaron una obra imperecedera.

Luis Arsenio Ramírez y Hortencia Udrizar

Luis A. Ramírez es el Santo de los Últimos Días másreconocido y res petado en la so ciedad paraguaya. Con su es po-sa Hor tencia han servido a la Iglesia siem pre, así han desarro-llado la confianza y el res peto de los miem bros en todo el país.

Lo que ha distinguido al hermano Ramírez, además desu condición de fiel miem bro de la Iglesia, ha sido su carrera

militar de alto rango en el Ejército de Paraguay.

El élder Ro bert E. Wells expresó lo siguiente: “El her-mano Luis A. Ramírez ha sido un instrumento en las manos delSeñor, casi invisi ble al mundo, pero yo conozco lo que él ha

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Las hermanas Margarita Riveros, Ana Nuñez, Miriam Vitale y

América E. de Canellas.



Pioneros 105

Hortencia y Luis Ramírez (2002)

Luis Arsenio Ramírez (primero de la izquierda) abanderado durante un

desfile militar en Asunción.



hecho y lo admiro y res peto por eso. El ha ayudado mucho a laMisión, a los misioneros, en la construcción de ca pillas. El prestigio que él posee ha tenido un gran efecto en la obra misio-nal.” 5

Luis A. Ramírez nació en Pire be buy el 22 de mayo de1923, su niñez transcurrió allí, donde cursó el colegio primarioy parte del secundario. Más tarde se mudó a Asunción e ingresóal Colegio Militar donde alcanzó el grado de Subteniente delEjército. Durante su carrera militar viajó a Brasil donde realizó

estudios y luego hizo los cursos del Estado Mayor en Paraguay.Como Mayor del Ejército Paraguayo fue enviado a integrar unafuerza de paz internacional en Santo Domingo en 1966.

Se casó con Hortencia Udrizar; tuvieron tres hi jos, JoséLuis, Diana y Lizet. Se bautizaron el 23 de junio de 1963 en Asun-ción y desde entonces han servido a la Iglesia en múlti ples cargos

y res ponsa bilidades. En julio de 1981 fue llamado, con su esposa,a presidir la Misión Paraguay Asunción hasta julio de 1984.

La conversión a la Iglesia

El hermano Ramírez relató su conversión: “Más o

menos tres meses antes de conocer la Iglesia yo me sentíavacío, me faltaba algo, sentía la necesidad de acercarme más aDios. Comencé a orar, no repetía las oraciones, sino queconversaba con Dios. Le pedía estar más cerca de Él y esto lohacía de acuerdo con lo que mi madre me había enseñado, queÉl podía ayudarme.”

“Yo pedía fervorosamente, así fue que poco más tarde,un sábado al mediodía llegué a mi casa y so bre la mesa delcomedor encontré un li bro que comencé a ho jear inmediata-

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Integrando una fuerza militar en

Santo Domingo, República

Dominicana.

El hermano Ramírez recibe una medalla de honor de parte del Presidente

de la Nación, Juan Carlos Wasmosy.

El élder Robert E. Wells en la

capilla Moroni junto a los

hermanos Varela y Ramírez.



mente. Una de las primeras frases que ví decía: ‘Esta es la pala- bra de Dios’ y por consiguiente me interesé extraordinariamen-te en el li bro. Era El Li bro de Mormón, nunca más en mis variaslecturas posteriores pude encontrar esa frase y luego descubríque esa frase no existe en el Libro de Mormón. Ahora creo queel Señor la puso en mi mente y a medida que iba leyendo sentía profundamente que era la pala bra de Dios.”

“Des pués hice llamar a los misioneros por medio de micuñado de catorce años, quien ha bía traído El Li bro de Mormón

a casa. Reci bimos las charlas con mi es posa y tres semanas des- pués nos bautizamos y desde ese mo mento fuimos los más feli-ces de la tierra.”

“Fue en uno de los días más fríos del año, en la antiguacasa alquilada de la rama de Moroni y la pileta esta ba al aireli bre. Al salir del agua con mi es posa sentimos un calor muy

agrada ble. Era la primera vez que sentimos la influencia delEs píritu del Señor. Al día siguiente, domingo, en la ReuniónSacramental fuimos confirmados por el presidente del distrito,el hermano Delio Cosme Sánchez. Durante la confirmaciónsentí más fuerte la influencia del Es píritu Santo; parecía que yoesta ba flotando en el aire con un gozo extraordinario.” 6

Al recordar su vida en el Ejército des pués de su conver-sión a la Iglesia señaló que no tuvo mayores im pedimentos.Algunos miem bros del clero católico trataron de que se le dierala ba ja del Ejército, pero la iniciativa no avanzó, aunque lointentaron en varias ocasiones, de bido a que el General Stroess-ner era de un criterio am plio en lo que se refería a la religión.El hermano Ramírez ex presó: “Aunque yo no era miem bro de

la Iglesia, observa ba una forma de vida muy seme jante. Muchagente me res peta ba y aprecia ba y nunca tuve pro blemas. Des- pués de mi bautismo no tuve ningún im pedimento y podía uti-lizar mi li bre al bedrío sin dificultades.” 7

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Pioneros 109

Presidente de Misión

Presidir una misión es un llamamiento de mucha res- ponsa bilidad que requiere una sólida formación en la Iglesia yha bilidades de dirección y liderazgo. La Misión ParaguayAsunción ha bía tenido dos presidentes desde 1977, Mearl K.Bair y Gerald B. Quinn, quien sirvió sólo por un año y luegofue trasladado a una misión en Estados Unidos.

En 1981 fue llamado a presidir la Misión Luis A. Ramí-

rez. Esto re presenta ba un gran desafío, es pecialmente para losmisioneros, miem bros y líderes locales quienes esta ban acos-tum brados al liderazgo de hermanos norteamericanos de largaex periencia en la Iglesia.

Sin em bargo, el Presidente Luis A. Ramírez fue unagran bendición para la Iglesia en Paraguay. Esa fue una época

muy difícil en el país, ha bía sido asesinado Anastasio Somoza,el ejército realiza ba controles y rastrilla jes muy estrictos y porcualquier razón las personas eran detenidas. Revisa ban uno poruno, muchas veces los misioneros eran detenidos y luego elPresidente Ramírez llama ba a los jefes militares, quienes eransus conocidos, y los ponían en li bertad muy rá pidamente. El prestigio y re putación de hom bre recto y sin engaño del herma-

no Ramírez facilita ba muchas cosas de la Iglesia.

Un misionero quería volver a casa

Entre las memorias de su misión recuerda a un misione-ro uruguayo que se que ja ba mucho del poco dinero que reci bía,

la mala comida y otras incomodidades de la vida misionera y por tanto desea ba regresar a casa. En la entrevista el PresidenteRamírez le di jo: “ Él der, yo viví varios años en los Estados Uni-dos, a veces salía a correr a las 5:30 o 6:00 de la mañana y veía



salir para el tra ba jo a mis vecinos. Regresa ban des pués de lasseis de la tarde, con apariencia de estar muy cansados, estaseran personas de manos callosas. Ellos contri buían para soste-ner misioneros; el dinero no viene del cielo, lo consiguen consu tra ba jo. Pero, no obstante, si usted quiere volver a su casa yolo envío, si no continúe tra ba jando; tome la decisión”. Entoncesel misionero resolvió continuar tra ba jando en la misión. 8

Víctor Emilio Aqui no y Graciela Berdoy

La familia Aquino ha esta blecido un verdadero legado yherencia es piritual de la Iglesia en Paraguay. Víctor nacío el 10de Marzo de 1945 en Asunción en una familia que tenía raicesen Argentina.

Ellos se considera ban de una condición económica

modesta, dedicados con esfuerzo al tra ba jo en la construcción.En el año 1963 vivían en el barrio Chaco Boreal. Entre los ami-gos y vecinos esta ba Carlos Es pínola y la familia Ramírez. Enesa época en los barrios de Asunción los vecinos desarrolla banamistad, todos se conocían y com partían intereses comunes adiario.

En una ocasión todo el barrio fue sor prendido por lanoticia que el res petado Mayor Ramírez y su familia se ha bían bautizado en la Iglesia Mormona.

El hermano Víctor Aquino relató lo siguiente: “En esaépoca yo tenía 18 años, tra ba ja ba a la mañana, a la tarde cum- plía con el servicio militar obligatorio y a la no che asistía al

Colegio Nacional de la Ca pital. Su pe, y varias veces los ví, quelos misioneros visita ban el barrio y que esta ban enseñando ados de mis amigos, Carlos Es pínola y Julio César Udrizar.”

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Pioneros 111

“Durante la semana del 28 de julio de 1963 Carlos se meacercó y me di jo: “¡Te invito a mi bautismo este domingo a lascuatro de la tarde, nos bautizamos Julio César y yo!” Quedémuy sor prendido, pero yo ya ha bía tenido una primera im pre-sión al leer el folleto “Cristo en América”. Ese fue el primer brote del testimonio que más tarde obtuve.”

“El día del bautismo vinieron a mi ca sa a buscarme. Seacercó un coche verde, muy lindo, dentro esta ban Carlos y JulioCésar y un señor que mane ja ba quien su pe des pués se llama ba

Ro bert E. Wells y era Conse jero en la Presidencia del DistritoParaguayo. Llegamos al lugar de reunión en la ca lle Juan deSalazar. Era una casa grande que tenía al fondo un patio grandey una pequeña pileta de natación que servía para realizar los bautismos.”

“Recuerdo vívidamente que cuando vi venir a los misio-

neros y a mis amigos vestidos en ro pas blancas algo me tocóinteriormente. Entonces, durante el ac to del bautismo no aguan-té más y le di je al élder Cardón: ‘élder, ¡yo quiero bautizarmetam bién!’ El élder Cardon quedó fuertemente im presionado,sólo me ha bían saludado una vez y no ha bían tenido oportuni-dad de ha blarme de la Iglesia. Yo insistí ‘quiero bautizarme,¿qué hace falta?’ El misionero me ex plicó que de bía reci bir las

charlas, pero yo continué insistiendo.

“Fue y ha bló con el Presidente Wells y regresó y meinvitó a reunirnos para tener una charla. Lo hicimos y finalmen-te me preguntó ‘¿Usted cree que José Smith es un profeta deDios?’ y yo res pondí que sí. ‘¿Quiere realmente bautizarse,siente el es píritu?’. Res pondí nuevamente que sí y entonces me

pre pararon para el bautismo. Algunos momentos des pués quemis amigos, yo tam bién fui bautizado ese día. Reconozco queesta ba un poco nervioso, pero al salir del agua tenía una tran-quilidad enorme.” 9



Inmediatamente del bautismo Víctor tuvo dos ex perien-cias diferentes, primeramente comenzó a descu brir la herman-dad de la Iglesia y muy a su pesar tam bién descu brió la oposi-ción férrea de su familia a la decisión que ha bía tomado.

Des pués de la emocional ex periencia de su bautismo yel de sus amigos Víctor se dio cuenta que ha bía pasado la horaen que de bía tomar la guardia en el cuartel. Rápidamente partióhacia allí sa biendo que sería sancionado por sus su periores. Nuevamente se sor prendió cuando al llegar fue muy bien reci-

bido por sus su periores quienes le informaron que el MayorRamírez ha bía dado aviso de su retraso.

Así Víctor Aquino comenzó su vida en la Iglesia, pocosaños des pués conoció y se ca só con Graciela Mendaro Berdoycon quien tuvieron cuatro hi jos, Gladys Graciela, Emilio José,Victor Daniel y María Laura. Toda la familia ha dado servicio a

la Iglesia en innumera bles posiciones y cargos a lo largo de cua-tro décadas.

Las circunstancias en que los Aquino se conocieron yformaron una familia son particularmente interesantes. Cuandoera niña, Graciela Mendaro Berdoy vivía en el pue blo de Sala-zar, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Con sus padres

conoció a un miem bro de la Iglesia egipcio llamado Al bertoPier Nader quien les predicó el Evangelio. De bido al interés quela familia tenía el hermano Nader pidió a los misioneros quevia jaran en tren desde La Plata hasta la estación de Salazar yluego a ca ballo hasta la estancia donde él vivía. La hermanaAquino recordó: “El servicio bautismal se realizó en la mañanadel domingo 6 de mayo de 1961 en la casa del her mano Nader.

Nos bautizamos mi padre, Ernesto Este ban Mendaro, mi madreGladys Berdoy Mendaro, yo, la es posa del hermano Nader y sucuñada viuda con dos hi jos. Luego del bautismo partici pamos

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Pioneros 113

Víctor y Graciela Aquino (2003).

La familia Aquino en la actualidad (2003).

Los Aquino poco tiempo después

de casarse.



de la Escuela Dominical y durante la Reunión Sacramental, esemismo día, fuimos confirmados miem bros de la Iglesia por losélderes Mc Farlane y Buckwalter”. 10

En 1963 la familia se mudó a Paraguay y comenzaron aasistir a la Rama Moroni. En 1969 Gra ciela y Víctor se casarony fueron a vivir a Fernando de la Mora. Recordando esa épocaGraciela relató:

“La rama funciona ba en una casa alquilada. Luego tuvi-

mos la construcción de la ca pilla. Fue una época inolvida ble.Partici pá bamos donando mano de obra, excavá bamos zan jas para los cimientos, hacíamos bloques, cociná bamos para losmisioneros constructores, recolectá bamos ro pas y alimentos para ellos. Casi todas las noches nos reuníamos con los miembros, los misioneros proselitistas y los investigadores parafa bricar los bloques; mientras los hermanos realiza ban los tra-

ba jos más pesados nosotras, las hermanas, servíamos el refrige-rio, les llevá bamos agua fres ca contínuamente, barríamos, regá- bamos los materiales y el terreno de tra ba jo. Todas estas activi-dades nos ayuda ban mucho en el hermanamiento y apreciá ba-mos la bendición de tener una ca pilla.” 11

Jóvenes conversos

A princi pios de los sesenta la Iglesia ha bía dado pasosfirmes hacia el crecimiento al ser llamados miem bros locales a posiciones de liderazgo. Durante el año 1966 se bautizaron dos jóvenes que mástarde formaron sus familias y es ta blecieron una tradición de fe

y servicio a la Iglesia, ellos fueron Jorge Villal ba y GregorioFigueredo. Al siguiente año, en 1967 se convirtió otro jovendestacado, Pa blino Nuñez.

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Pioneros 115

Las historias de conversión de estos jóvenes son re pre-sentativas de muchos otros que se bautizaron y con el correr delos años se transformaron en los cimientos familiares de la for-taleza y crecimiento de la Iglesia en Paraguay.

Jorge M. Villalba y Ana María Torrelio

El hermano Jorge Villal ba desem peñó un rol im portanteen el liderazgo de la Iglesia en Paraguay durante la década de

los noventa. Sirvió como presidente de estaca y actualmente sedesem peña como conse jero de misión.

Fue misionero en Argentina, cursó estudios en la Uni-versidad de Brigham Young, y posteriormente se em pleó en lacom pañía internacional “For Ever Living”.

El hermano Villal ba relató su propia experiencia:

“A fines del año 1966, al pasar por una plaza céntrica deAsunción, atra jo mi atención una música casi angelical. Lacuriosidad me llevó a visitar lo que más tarde entendí fue unaex posición misional de La Iglesia de Jesucristo de los San tos delos Últimos Días. Recorrí todas las mesas, pancartas y franeló-

grafos donde miem bros y misioneros ex plica ban la doctrina y princi pios de la Iglesia; teniendo como tema central El Li bro deMormón y la restauración del evangelio”.

“Las nuevas verdades reci bidas en esta ocasión parecíanllenar mi es píritu por lo cual decidí reci bir a los misioneros encasa. Des pués de conlcuir las charlas, mi madre y tres de los

hi jos nos bautizamos y fui mos confirmados miem bros de laIglesia, en enero de 1966. Des pués de esta maravillosa ex pe-riencia es piritual reci bimos junto con mi familia el constanteapoyo de los miem bros de nuestra pequeña rama de Amam bay,donde pude captar más claramente el es píritu de esta obra.



Es pecialmente, el partici par en la predicación del evangelio con

los misioneros regulares, des pertó en mí un deseo fuerte decom partir las enseñanzas del Salvador con mis seme jantes.”

“Durante el período 1973-1975, serví como misioneroregular en la Argentina, tiem po durante el cual mi testimonio ysentimiento de lealtad por el Salvador y Su obra, se fortaleciótrayendo mucha dicha en mi vida y en la de mi familia. Másadelante, tres otros hermanos míos sirvieron misiones regulares para la Iglesia.”

“Luego, tuve el privilegio de casarme en el tem plo yreci bir en nuestro hogar a dos hi jas y dos hi jos, uno de los cua-les ya sirvió una misión regular y otro se pre para a hacer lomismo. Estoy muy agradecido por la guía amorosa del PadreCelestial, por la hermandad en la Iglesia y por tener el sacerdo-cio para bendecir a mi familia. Tam bién estoy agradecido por laconfianza que el Señor y Sus Siervos de positan en mí al exten-derme llamamientos en la Iglesia.” 12

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La familia Villalba (2003).



La hermana Ana María Torrelio de Villal ba narró su

conversión con estas pala bras:

“A los 19 años de edad llegó el Evangelio a mi vida.Desde muy pequeña sentía deseos de servir al Salvador. Un añoy medio des pués de bautizarme en la Iglesia salí a servir en laMisión La Paz-Bolivia. Fue una hermosa ex periencia, mi testi-monio aumentó y desarrollé un amor muy es pecial por mis her-

manos bolivianos.” “El evangelio llegó a mi vida en una eta pa muy im por-tante para una mu jer. Realmente llenó ese vacío donde tenía‘algo’ que falta ba. Desde que reci bí el Es píritu Santo, me aferréa él, lo hice parte de mi vida, fue mi com pañero constante, lode jé guiar mis pasos de acuerdo a la voluntad del Señor. ElEs píritu Santo estuvo ahí cuando de bía tomar decisiones im por-

tantes, siem pre traté de mantener mi oído es piritual sensi ble aSu susurro. Eso me llenó de gozo.”

Pioneros 117

Gregorio Figueredo. Jorge Villalba, misionero en

Argentina.



“Des pués de servir la misión salí de mi casa para conti-nuar mis estudios y la organización de la Sociedad de Socorrofue mi maestra; mi segunda madre, mi conse jera. Testifico quees una organización de Dios. En ella crecí como mu jer, me mol-deó, enseñó a desarrollar mis talentos y a descu brir otros quetenía escondidos. Asimismo, me dio la oportunidad de com par-tir con otras hermanas mis talentos, ex periencias y enseñanzas.Me pre paró para ser una me jor hi ja, es posa y madre.” 13

Gregorio Figueredo Servián y Yenny SamaniegoEl hermano Figueredo sirvió como presidente de la esta-

ca Fernando de la Mora desde 1989 a 1992 y luego continuócomo presidente de la estaca Asunción Norte hasta noviem brede 1999. Anteriormente ha bía servido como obis po del barrioMoroni y más tarde como conse jero de la Misión Paraguay

Asunción. Es uno de los pioneros de la Iglesia, se bautizó el 26de septiem bre de 1966, cuando tenía dieciséis años. Se casó conYenny Z. Samaniego con quien tuvieron cuatro hi jos, VivianaRaquel, Fernando David, Carlos Rodrigo y Rosana Beatriz.

Pablino Ramón Núñez González y Ana Afonso

Es un pionero; desde 1967 en que se bautizó hasta el presente, Pa blino ha sido una parte im portante del esta bleci-miento de la Iglesia de Jesucristo en la tierra de Paraguay. Se bautizó en la rama de Amam bay. Fue ordenado al Sacerdocio de

Melquisedec en 1968 y sirvió como misionero en Chile desdefe brero de 1969 a fe brero de 1971. Des pués de la misión ocu pódiferentes llamamientos en Asunción. Fue maestro voluntariode seminario en los comienzos del programa y luego tra ba jó pro-

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Pioneros 119

Pablino Ramón Núñez en la época en que se

preparaba para la misión.

Francisco Javier Vitale y Pablino R. Núñez el día que salieron a la misión.



fesionalmente para el Sistema Educativo durante muchos años.En 1975 se casó con Ana Gladys Afonso, de la ciudad de Rivera,Uruguay y tienen dos hi jas: Marta Cecilia y Laura Eliza.

La la bor de Pa blino en la Iglesia es múlti ple, quizás lomás significativo es ha ber sido llamado por el élder Ezra TaftBenson como Patriarca de la primera estaca del Paraguay sien-do aún muy joven. Tam bién su liderazgo en el Sistema Educa-tivo es re marca ble. Fue él quien condu jo el desarrollo de este programa vital para la juventud y futuro de la Iglesia.

La historia de la conversión y salida a la misión dePa blino es re presentativa de muchos jóvenes de esa época. Eranmuy pocas las familias com pletas que se bautiza ban, en sumayoría eran individuos solos o familias parciales. La presiónsocial y la oposición familiar a veces detenían o dificulta ban el bautismo de los conversos.

Con res pecto a servir como misioneros, los líderes loca-les no ha bla ban mucho del tema, existía la idea que la misiónera para los jó venes norteamericanos y que los locales no teníanla pre paración suficiente. Los jóvenes des perta ban sus deseosde ser misioneros por la influencia y el ejem plo de los misione-ros norteamericanos. Estos eran modelo y ejem plo para la

juventud, no sólo como misioneros sino en varios otros as pec-tos como lo son la cultura, modales y manera de ser de un San-to de los Últimos Días.

Cuando Pa blino comenzó a reci bir las charlas muy pron-to sintió la veracidad de la Iglesia; era lo que esta ba buscando para su vida. Aceptó inmediatamente la invitación de bautismo.

Esta ba com pletamente seguro de lo que haría y aunque eramayor de edad, los misioneros le pidieron que obtuviera el apo-yo de su familia antes del bautismo. Temiendo un rechazo

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Pioneros 121

La familia del patriarca Pablino Ramón Núñez González (2002).

Pablino R. Núñez con el élder A. Theodore Tuttle (1984).



Pablino le pidió a los misioneros que ha blaran con su madre.Ella se opuso firmemente al bautismo, aunque más tarde consin-tió sin dar un apoyo pleno, al ver la determinación que Pa blinotenía.

El día del bautismo, un domingo a la tarde, Pa blino pre- paró su ro pa y se dis puso a partir hacia la rama donde se lleva-ría a ca bo el servicio. Al verlo su madre lo acom pañó hasta la parada del bus ha blándole y re pro bando su decisión. Ella leex presó su gran temor que al bautizarse él se ale jaría de ella y

su familia. Ejerciendo el máximo de presión le pidió que ledevolviera la toalla que él lleva ba. Pa blino se desanimó yentristeció aún más y por primera vez ex presó su testimonio dela Iglesia con todo su corazón, cruzó la calle y ascendió al busy por la ventanilla vio a su madre quedarse sola en la vereda,con el sentimiento de que perdería el afecto e interés de su hi jo.Él marcha ba hacia la ca pilla con el pensamiento de que quizás

perdería el aprecio y el res peto de su madre. Esta ba en caminohacia el bautismo, hecho que cam biaría por com pleto su rum boy destino en la vida. Iba solo, sin ningún apoyo familiar peroconfiado y seguro de lo que esta ba haciendo. Des pués de másde 35 años como miem bro de la Iglesia la relación con su madreno se perdió, sino que se fortaleció a causa del Evangelio. Aúnhoy Pa blino recuerda con emoción las únicas pala bras de apoyo

que escuchó en esos días, fue de su abuela, quien solía llevarloa catecismo en su niñez. Se acercó en pri vado y le di jo: “Lo queestás haciendo es muy bueno.”

Junto con la determinación de bautizarse nació en Pa bli-no el deseo de ser misionero. Antes del bautismo ha bía acom pa-ñado a los misioneros a la ciudad argentina de Posadas donde

partici pó de actividades proselitistas en la plaza principal. Allícom pró su primer tra je y su primera cor bata. Al verlo los misio-neros le di jeron que aquel tra je azul era para un misionero.

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Pioneros 123

En esos días el presidente de la Misión, William Jonesvisitó Asunción y mantuvo una breve conversación con Pa blinoacerca de servir como misionero. Cuando comentó en su casalos planes de ser misionero “se los echaron por tierra”. Pocotiem po des pués, otra vez solo, ba jo su pro pia iniciativa y sinrecursos resolvió via jar a Montevideo para ha blar con el Presi-dente Jones acerca de su misión.

Via jando por tierra llegó a Encarnación, de allí en lan-cha hasta Posadas, luego tomó un tren hasta Concordia, cruzó

el río Uruguay y llegó a la ciudad de Salto, desde allí tomó unómni bus de Onda hasta Montevideo. Sin conocer la ciudad ysin muchos recursos, encontró que la ciu dad esta ba de huelgaese día. No ha bía electricidad ni trans porte pú blico, así quedecidió caminar desde el centro hasta el Cerro, donde esta banlos misioneros que él conocía de Asunción. Al otro día lo lleva-ron hasta la Casa de Misión en Carrasco, donde se entrevistó

con el Presidente Jones para ha blar de sus planes de ser misio-nero. 14

Así comenzó Pa blino su vida en la Iglesia, solo, con untestimonio y una determinación, de esta misma manera constru-yó su vida en torno al Evangelio. Con su es posa Ana formaronuna familia y juntos han sido partíci pes com pletos del esta ble-

cimiento de la Iglesia en Paraguay. Referencias:


2- Pedro Servín Fabio, Liahona, Noticias de la Igle sia, mar zo de 2003.

3- Élder Robert E. Wells, Historias Orales, Utah, 2002.

4- Élder Ernesto Da Silva, Liahona, Noticias Locales, junio de 2002, pág. 7.

5- Robert E. Wells, Historias Orales, Utah, 2002.

6- Luis A. Ramírez, Historia manuscrita, Asunción, julio de 1997.7- Luis A. Ramírez, Historias Orales, Asunción, julio de 2000.

8- Luis A. Ramírez, Historias Orales, Asunción, julio de 2000.



9- Victor Emilio Aquino, Historias Orales, Asunción 2003.

10- Graciela Mendaro Berdoy de Aquino, relato manuscrito, Asunción,

febrero de 2003.

11- Graciela Mendaro Berdoy de Aquino, relato manuscrito, Asunción,

febrero de 2003.

12- Jor ge M. Villalba, Historia Manuscrita, Asunción, febrero de 2003.

13- Ana María Torrelio de Villalba, relato manuscrito, Asunción, febrero de

2003.

14- Sínte sis del relato de Pablino Núñez, Historias Orales, Asunción, 2002.

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Pioneros 125

CRONOLOGÍA

SEGUNDA PARTE: La Misión Paraguay Asunción

1978 El élder Kimball dedica la capilla de Amambay.

30 de octubre Se dedica el Templo de San Pablo.

1979 25 de febrero El élder Ezra Taft Benson organiza laestaca Asunción.

Oración dedicatoria de la tierra de

Paraguay por el élder Benson.

1980 Comienza la predicación del Evangelioa los indios nivaclé.

2 de abril Se anuncia la construcción de losTemplos de Santiago y Buenos Aires.

1º de junio Se organiza la estaca Fernando de la

Mora. 1º de julio Gerald B. Quinn preside la Misión

Paraguay Asunción.

1981 El hermano Luis Arsenio Ramírez esllamado a presidir la Misión.

30 de mayo Ceremonia de la Palada Inicial del

Templo de Santiago, Chile.

1983 20 de abril Ceremonia de la Primera Palada delTemplo de Buenos Aires.

15 de septiembre El Presidente Gordon B. Hinckleydedica el Templo de Santiago.

1984 1º de julio Es llamado a presidir la Misión

Carleton Anderson. Se organiza el Área Sudamérica Sur

presidida por el élder A. TheodoreTuttle.



1985 El élder J. Thomas Fyans preside el Área Sudamérica Sur.

Fallece el Presidente Spencer W. Kimball y lo sucede Ezra Taft Benson.

1986 17 de enero El Presidente Thomas S. Monsondedica el Templo de Buenos Aires.

abril El élder Waldo P. Call es llamado a presidir el área.

1º de julio John J. Whetten preside la misión.

4 de octubre Se discontinúan los Quórumes deSetenta en las estacas.

1988 1º de julio Carlos Espínola es llamado a presidirla Misión Chile Antofagasta.

Richard J. Russell es el nuevo presidente de misión en Paraguay.

1990 1º de octubre El élder Jacob de Jager preside el Área Sudamérica Sur.

1992 15 de agosto El élder Lynn A. Mickelsen es llamadoa presidir el Área.

22 de noviembre Se organiza la estaca Paraguay Asunción Norte presidida porGregorio Figueredo Servian.

1994 30 de marzo Es llamado a presidir la Iglesia Howard W. Hunter.

20 de noviembre Se organiza la estaca Paraguay San Lorenzo presidida por Jorge DanielColina.

1995 30 de marzo Gordon B. Hinckley preside la Iglesia.

abril Se anuncia el llamamiento de Autoridades de Área y cesan los Representantes Regionales.

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Pioneros 127

15 de agosto John B. Dickson es llamado a presidirel área.

1995 12 de septiembre El élder Russell M. Nelson dedica eledificio de “Beehive Clothing

Paraguay.”

1996 16 de marzo Fallece en Asunción la hermana ClaraGigglberger de Krisch.

2 de junio Se organiza la estaca Ciudad del Estecon Juan Ramón Ocampo Gonzálezcomo presidente.

1997 abril Se organizan los Quórumes de Setenta:Tercero, Cuarto y Quinto.

15 de junio Se crea la estaca Fernando de la MoraSur.

10 de agosto El Presidente Gordon B. Hinckleyvisita Paraguay.

septiembre El Élder Carlos H. Amado preside el

Área Sudamérica Sur.

1998 1º de julio Se organiza la Misión Paraguay Asunción Norte.


1989 3 de febrero Un movimiento militar destituye al Presidente Alfredo Stroessner.

15 de mayo Como resultado de las elecciones generales del 1º de mayo, asume la presidencia de la República el Gral. Andrés Rodríguez para completar el período 1988-1993.

1990 2 de marzo Se sanciona la nueva Ley electoral yestatutos de los partidos políticos por Ley Nº 01/90 Código Electoral.



2 de abril Se inaugura el Puente San RoqueGonzález de Santa Cruz, situado sobreel Río Paraná, que une las ciudades de Encarnación de Paraguay y Posadas

de Argentina. 22 de mayo Se prueba con éxito la esclusa de

navegación de la central hidroeléctricaYacyretá, ubicada en rincón Santa María, lado argentino.

1991 Entra en funcionamiento la turbina Nº18 de Itaipú, con la que se completa la

potencia programada: 12.600 M.W. Se reúnen en Asunción los Presidentes

y Ministros de Relaciones Exterioresde Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay donde se firma el acuerdoque crea el Mercado Común del Sur,más conocido como MERCOSUR.

1992 Se aprueba la nueva Constitución Nacional. Se crean nuevas figuras:Vicepresidente de la República,Gobernadores Departamentales,Consejo de la Magistratura, Defensoría del Pueblo, Hábeas Data,entre otros.

Se sanciona la nueva división Políticaen la Región Occidental al suprimirselos Departamentales: Chaco y Nueva Asunción; quedan: Presidente Hayes, Alto Paraguay y Boquerón.

1993 Asumen la Presidencia de la Repúblicael Ingeniero Juan Carlos Wasmosy y laVicepresidencia el Dr. Angel Robero

Seifart, como resultado de laselecciones generales del 9 de mayo de1993. También asumen los miembroselectos del Parlamento, losGobernadores y los de las Juntas Departamentales.

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Pioneros 129

1994 2 de septiembre Se pone en marcha la primera turbinahidroeléctrica Yacyretá.

1998 Asumen la Presidencia de la República

el Ingeniero Raúl Cubas Grau y laVicepresidencia el Dr. Luis María Argaña, como resultado de laselecciones generales del 10 de mayo de1998. Asumen también los miembroselectos del Parlamento, losGobernadores y los de las Juntas Departamentales.

1999 23 de marzo Víctima de un atentado en Asunción, fallece el Vicepresidente de la República Dr. Luis María Argaña. Aconsecuencia de este episodio se produce un levantamiento de sectores populares exigiendo la renuncia del Presidente de la República Ingeniero Raúl Cubas Grau, quien dimite al

cargo el 28 de marzo, asumiendo la Presidencia de la República el Presidente del Congreso Nacional Dr. Luis Angel González Macchi,encabezando un gobierno de coalición,quedando vacante el cargo deVicepresidente de la República.



Ca pítulo Ocho

SE ORGANIZA LA MISIÓN

Uno de los pasos más grandes y firmes dados en el establecimiento de la Iglesia en Paraguay fue la creación de laMisión Paraguay Asunción. Desde 1950 hasta 1977 la Casa deMisión se encontra ba en Montevideo, Uruguay. Esto esta blecíamuchas limitaciones a las posi bilidades de crecimiento. Las dis-tancias y la falta de trans porte rá pido y adecuado no permitíanun liderazgo y dirección de acuerdo a los requerimientos de las

diferentes ramas o distritos. El inci piente liderazgo local de losaños cincuenta y sesenta aún no descu bría su pro pia fuerza y su potencial.

En 1956 el número de miem bros alcanza ba apenas a100, divididos en las tres ramas de Asunción. Más tarde, de bidoa cierto progreso, se construyó la primera ca pilla del país. Esto

fortaleció y unió a los miem bros, es pecialmente im pulsó el pro-grama misional, muchos se interesaron en la Iglesia y algunosse bautizaron. Jóvenes que ya tenían varios años como miembros comenzaron a tomar posiciones de liderazgo en las ramas.

Cierto grado de oposición de parte del clero católico, asícomo de otras denominaciones cristianas, hacían pensar a los

miem bros de la Iglesia que el crecimiento sería muy limitado.En 1970 los misioneros lograron cam biar algo la actitud de lagente paraguaya. Se organizaron nuevas ramas y el único distri-



to existente se dividió. En 1977 ha bía 19 ramas y 2.000 miembros, 20 jóvenes paraguayos servían en el cam po misional,dentro y fuera del país. Estos jóvenes tenían testimonios firmesy una determinación de aprender a tra ba jar en la Iglesia. A prin-ci pios de los setenta dio comienzo el Sis tema Educativo de laIglesia, que se trans formó en una influencia clave en la forma-ción de la juventud. Se esta blecieron los programas de Semina-rios e Institutos, alfa betización, y durante algunos años funcio-nó en la ca pilla de Moroni una escuela primaria que reci bióaproximadamente 140 niños, y donde los docentes eran Santos

de los Últimos Días.

La memoria de un misionero uruguayo

Eduardo Risso fue uno de los muchos misioneros uru-guayos que han servido en Paraguay. Fue llamado mientras

presidía la Misión Ro bert L. Marchant. Veinticinco años des- pués de su misión recordó aquella ex periencia con este relato:

“Serví mi misión en la rama de Sajonia, desde el 4 deabril hasta el 27 de agosto de 1975. Vivíamos en un pequeñolocal ubicado en la calle Isabel la Católica 1150, a pocascuadras de la capilla. Eramos seis misioneros, cuatro élderes y

dos hermanas para servir en la hermosa rama de Sajonia. Suasistencia promediaba los 80 hermanos.”

“En Asunción solamente había tres ramas: Sajonia,Moroni y Amambay, a las que enseguida se les agregó Lambaré.Los misioneros no éramos más de treinta en todo Paraguay.”

“Recuerdo dos conferencias de misioneros con el ÉlderRichard Scott, en ese entonces Representante Regional, quiennos enseñó sabiamente: ‘Estos dos años no son de ustedes, sondel Señor’ y que ‘el verdadero éxito de un misionero es

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Se organiza la misión 133

Los élderes Risso y Halmberg, rama Sajonia, 1975.

Las hermanas y los élderes frente a la capilla Sajonia, 1975.



éste: orar al Padre cada noche y decirle que hicieron todo lo posible’. Fue en la capilla de Amambay, el 14 de agosto de1975.”

“El presidente de la rama era Francisco Sotomayor y el presidente del distrito era Pablino Nuñez, nuestro líder misionalera Nelson Mousques, y los hermanos que nos ayudaban erantantos...Pedro Bueno, Marilyn Ayala, la familia Suárez, losBernal, los Aranda, Carlos Martínez, los Mousques y lamaravillosa hermana Benítez que nos cocinaba y nos cuidaba

como si fuéramos sus hijos.” “Caminábamos muchísimo, golpeábamos muchas puertas, pero también disponíamos de muchas referencias, lagente era muy buena y nos escuchaba. Mi compañero enseñabaclases de inglés y eso también ayudaba mucho. Recuerdo varioshechos muy significativos para mí: un festival musical

desarrollado en el Centro Cultural Paraguayo-Americano, yCasas Abiertas efecutadas en las tres capillas de Asunción,actividades que fueron preparadas por los misioneros conmucha dedicación y antelación, que resultaron en experienciasinvalorables para todos y muchas referencias.” 1

Pensamientos del élder Gene R. Cook

El élder Cook ha bía sido misionero en Uruguay en1961, en 1975 fue llamado al Primer Quórum de los Setenta.Entre 1976 y 1977 fue llamado a presidir la Misión Uruguay/Paraguay. Durante su administración la Iglesia ex perimentó uncrecimiento extraordinario y él tuvo partici pación en la crea-

ción de la Misión Paraguay Asunción. Recordó esa época conestas pala bras: “Teníamos cuatro hi jos y nos nació una quintahi ja, una uruguaya. Visitamos varias veces Asunción, Pedro

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Juan Ca ballero y varias otras ciudades de Paraguay para ver elcrecimiento de la Iglesia. Hu bo muchos milagros en ese tiem poen Paraguay causados por la fe de los miem bros y misionerosdel Señor Jesucristo.”

“Siem pre encontré a los paraguayos como muy humil-des y deseosos de seguir la pala bra del Señor. Tanto los líderescomo los miem bros presta ban atención a nuestras enseñanzas yera muy positiva la manera en que res pondían a ellas. Duranteesa época el Señor nos bendi jo du plicando y tri plicando el

número de bautismos de conversos. Esto produ jo un gran creci-miento de las ramas de Paraguay. De hecho, al concluir mi añoen la presidencia pro pusimos a las Autoridades Generales de laIglesia que Paraguay tuviera su pro pia misión. Las Autoridadesapro baron la misión en el verano de 1977, lo cual tra jo mayorcrecimiento en el país.”

“Uno de los milagros, además de los bautismos, fue elaumento del número de jóvenes paraguayos llamados a servircomo misioneros de regla. Con la ayuda de los maravillosos presidentes de rama y distrito, pudimos visitar a muchos jóve-nes en sus casas para llamarlos y firmar sus pa peles de recomen-dación como misioneros. Al regresar años des pués, pude verque estos jóvenes aportaron en gran medida al fortalecimiento

de la Iglesia, lo cual causó un mayor crecimiento. Con el tiem pose creó la primera estaca y la Iglesia continuó creciendo hasta el presente en que cuenta con siete estacas y el tem plo.”

“Doy mi testimonio de que el Señor tra ba jó con los Pre-sidentes de Misión durante estos años y nos bendi jo mucho enese año en que estuvimos sir viendo en Paraguay. Ruego que el

Señor siga bendiciendo a los paraguayos por la gran gente queson y por su incesante fe en el Señor.” 2



El Presidente Mearl K. Bair

El 1º de julio de 1977 es señalado como el día decomienzo de la nueva Misión Paraguay Asunción. Mearl K.Bair fue llamado a presidir y lo acom paña ba su es posa La PrielSorenson Bair y su hi jo menor Jeffrey Brent Bair de 17 años.Provenían de Logan, Utah y fueron sor prendidos al llegar alaero puerto de Asunción con una bienvenida de más de trescien-tas personas entre miem bros y misioneros.

La familia Bair se alo jó en el Hotel Itá Enramada frenteal río Paraguay y poco des pués se instalaron en la Casa deMisión en la calle Boquerón y Mariscal Estigarri bia.

La oficina de la misión se esta bleció en una ca sa alqui-lada en la calle Dr. Zanotti Cavazzoni 220, en un vecindariolindo y pacífico de Asunción.

En el comienzo la Misión tenía ochenta misioneros detiem po com pleto. El Presidente Bair llamó como conse jeros enla presidencia de la mi sión a Carlos Es pínola y Henry Miles, ycomo misioneros asistentes a los Élderes Chandler y Fox.

Los primeros seis meses fueron de pre paración y orga-

nización, el Presidente Bair comenzó a visitar todas las ramasde los dos distritos existentes que cu brían todo el país.

La visita del Patriarca Cardozo

El esta blecimiento pleno de la Iglesia significa que

todas las bendiciones, programas y oportunidades que brinda elEvangelio de Jesucristo estén al alcance de los miem bros. Unade estas bendiciones son los pa triarcas, quienes declaran por

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El Presidente Mearl Kay Bair y su esposa La Priel S. Bair (1977).

La bienvenida de los miembros de la Iglesia en Asunción al Presidente y lahermana Bair.



revelación el lina je y las bendiciones prometidas individual-mente a los santos fieles. Estos patriarcas son llamados general-mente cuando se organiza una estaca, sin em bargo; en ciertascircunstancias y ba jo la dirección del Sacerdocio pueden ben-decir a miem bros que no pertenecen a la jurisdicción de su esta-ca.

En 1978 se hicieron arreglos para que el Patriarca Car-melo Enrique Cardozo, de Montevideo, via jase a Paraguay paraim partir bendiciones patriarcales. En la historia de la misión

Paraguay Asunción encontramos los siguientes comenta-rios: “La llegada del hermano Carmelo Enrique Cardozo aParaguay ha marcado una época de grandes acontecimientos para su gente y para el Evangelio verdadero de Jesucristo. Eldía 15 de julio de 1978, a las 10 de la mañana, en la ca pillaCentro, en México 829, se abrieron las puertas de los cielos para bendecir a jóvenes y mayores con sus bendiciones patriar-

cales, las cuales serán de gran ayuda e ins piración para ellos ysus vidas futuras. Esta mañana reci bieron sus bendiciones cinco

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El Patriarca Carmelo EnriqueCardozo (2001).



jovencitas y tres jovencitos. Cada uno salía con los ojos mo ja-dos por lágrimas de alegría y llenos de felicidad por sa ber loque de bían realizar y cómo de bían hacerlo. Sus deseos de salira la misión, casarse por las eternidades y hacer su obra genea-lógica y su lina je fueron escuchados, y cada uno manifesta ba sualegría, es pecialmente aquellos que tra ba jarían en un tem plo delSeñor. Reinó un es píritu muy dulce y es pecial.” 3

Entre el 15 y el 21 de junio de 1978 el Patriarca Cardo-zo pronunció 124 bendiciones patriarcales a fieles santos para-

guayos. Cada día fue físicamente agotador para el Patriarca pero tam bién fueron días de gozo y es piritualidad so bresaliente para todos los partici pantes. Los santos paraguayos manifesta-ron es pecial agradecimiento y hermandad hacia el Pa triarcaCardozo por su amor y servicio.

Las conferencias de área

En la década del setenta se cele bra ban en la Iglesia Con-ferencias Generales de Área. En Inglaterra, México o Australiase reunieron miles de miem bros para escuchar la pala bra de lasAutoridades Generales.

El Profeta presidía las conferencias y lo acom paña banuno de sus con se jeros, algunos de los Doce Apóstoles y otrasAutoridades Generales.

En marzo de 1975 los santos paraguayos fueron invita-dos a partici par de la Conferencia General de Área en BuenosAires. Asistió el Presidente Spencer W. Kim ball y concurrieron

miem bros de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Más de9.000 personas se reunieron en el estadio Luna Park de la ciu-dad de Buenos Aires.




Más tarde, en 1978, los santos de Paraguay partici paronde la Conferencia General de Área realizada en Montevideo. Enla historia de la Misión Paraguay Asunción leemos lo siguiente:

“El 26, 27 y 28 de octu bre de 1978 fueron los días deuna Conferencia de Área en Montevideo, Uruguay. El Presiden-te Spencer W. Kim ball presidió. El Presidente y la hermanaBair, acom pañados por muchos líderes y miem bros locales,salieron de Asunción en tres coches pullman en ruta a la confe-rencia. Hicieron más de 1.500 kilómetros, con lluvia, 33 horas

de via je, y aunque tuvieron muchas dificultades para llegar porla rotura de uno de los para brisas y el mal estado de los cami-nos, el es píritu del Señor reinó siem pre en todo momento. Unhermano que no pertenece a la Iglesia ex presó: ‘Es im presio-nante el es píritu del Profeta y la fuerza y seguridad con queha bla’. Todos volvieron con un es píritu fortalecido y un granagradecimiento por ha ber estado partici pando en la presencia

de un Profeta verdadero de Dios.”4

Los via jes al templo

El tem plo era algo le jano para los miem bros paragua-yos, para asistir ha bía que via jar a los Estados Unidos, cosa que

económicamente era inalcanza ble para la mayoría.

En 1975, en la Conferencia de Área de Buenos Aires elPresidente Kim ball anunció la construcción del Tem plo de SanPa blo, Brasil. Este fue llamado el tem plo de Sudamérica, puesallí asistieron miem bros y familias de todos los países para reali-zar por primera vez las sagradas ordenanzas de la Casa del Señor.

El Tem plo de San Pa blo se dedicó en 1978, a partir deese momento los santos paraguayos comenzaron a asistir regu-

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larmente. En la historia de la misión encontramos el siguienteregistro:

“El año 1979 comenzó con la primera excursión dealgunos miem bros de la Iglesia en Paraguay al tem plo de SanPa blo. Treinta y cuatro miem bros asistieron la semana del 21 al27 de enero para hacer la obra del tem plo y para reci bir susinvestiduras. Los asistentes fueron los siguientes: Ci prianoRamón Ayala González, Ramón Inocencio Aranda Tiverola,Flora Blanca C. Notorio de Aranda, Gloria Aidée Aranda Noto-

rio, Justo Nelson Aranda Notorio, América Esco bar de Cane-llas, Enrique Arturo Díaz, Carlos Ramón Es pínola Ca jes, NellyMargarita Mu jica de Es pínola, Ale jandra Anahí Es pínola Mu ji-ca, Alvaro Alfredo Es pínola Mu jica, Lucía Otolia Mora, Pa bli-no Ramón Núñez González, Ana Gladys Afonso, Marta Cecilia Núñez Afonso, Ramón Osorio Figueredo, Marta Petrona Ramí-rez de Osorio, Beatriz Osorio Ramírez, Marta Susana Osorio

Ramírez, Justo Pastor Pintos, Diosnel Optaciano Villamayor S.,Francisco Javier Vitale Ganchi, Miriam Ramona Canellas deVitale, Jorge Javier Vitale Canellas, Irineo Osvaldo SuárezBonelli, María Julia Catania Toledo, Gustavo Erich ThielkeKlose, Herencia Ramírez de Thielke, Ana Cecilia ThielkeRamírez, Félix Erich Thielke Ramírez. 5

La Iglesia a fines de los años setenta

Al concluir su misión el presidente Bair hizo diferentesobservaciones referentes al progreso de la obra en Paraguay,algunas fueron éstas:

Muchas unidades fueron divididas y ubicadas en áreasdonde vivían los miem bros reduciendo así el tiem po y costo devia jes.



Se dieron instrucciones en los procedimientos de disci- plina de la Iglesia de manera de poder fortalecer a los miem brosy reducir los errores y ofensas.

Fue autorizada la visita de un patriarca para que otorga-ra bendiciones antes de tener una estaca organizada.

Si bien no ha bía tem plos dis poni bles, se hacían entrevis-tas del tem plo a fin de que los miem bros estuvieran pre parados para reci bir la recomendación.

Con la organización de la primera estaca los líderescomenzaron a asistir a las Conferencias Generales en Salt LakeCity, los Re presentantes Regionales atendían los asuntos im por-tantes y el programa de bienestar creció.

Las relaciones con el go bierno y la comunidad se forta-

lecieron, el vice ministro Ramírez Russo, encargado de losasuntos religiosos, le di jo al Presidente Bair que la Iglesia ha bíacrecido de jando de ser relativamente desconocida para transfor-marse en la segunda más grande entre las no católicas. Fre-cuentes co berturas periodísticas con información correcta acer-ca de la Iglesia aumentaron sustancialmente la percepción de lacomunidad. Tam bién el Presidente Bair tuvo contactos con el

Ministro de Educación de la Nación, lo que permitió una buenatransmisión de información acerca de las actividades y pro pósi-tos de la Iglesia.

Antes de las estacas

El período de 1977 a 1980 fue de gran progreso para laIglesia, tanto en el número de conversos como en la creación deunidades y la construcción de capillas. Antes de formarse lasestacas Asunción y Fernando de la Mora todo el país estabadividido en dos grandes distritos, ellos eran:

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Distrito Paraguay Oriental Distrito Paraguay Asunción

(Ramas) (Ramas)

• Capiatá • Amambay

• Carapegua • Fernando de la Mora

• Caaguazú • Lambaré

• Coronel Oviedo • Luque

• Concepción • Mburucuyá

• Encarnación • Moroni

• Paraguarí • Pinozá

• Pedro Juan Caballero • Sajonia

• Presidente Stroessner

• San Lorenzo

• Villarica

En 1977, al organizarse la Misión Paraguay Asunciónha bía sólo cuatro ca pillas construidas. En 1980 se ha bía com- pletado o construido un total de trece, diez en la zona de Asun-

ción y tres en el interior.

Capillas construidas en Paraguay hasta 1980

Zona de Asunción Interior• Moroni • Caaguazú

• Amambay • Concepción

• Sajonia • Pedro Juan Caballero

• Pinozá

• Lambaré

• Fernando de la Mora

• Mburucuyá

• Herrera

• San Lorenzo

• Luque



Una base firme

Con la década del setenta concluye un período o eta paim portante en el progreso de la Iglesia en Paraguay. Se ha bíaorganizado la Misión Paraguay Asunción. Un buen número dehermanos y hermanas esta ban bien pre parados para ocu par

posiciones de liderazgo y res ponsa bilidad. Se ha bía construidoca pillas según las necesidades en Asunción y en el interior. Unaestaca de Sión se ha bía organizado y las familias fieles fueroninvestidas y selladas por la eternidad en el Tem plo de San Pa blo.El élder Ezra Taft Benson, de los Doce Apóstoles, dedicó y ben-di jo la tierra de Paraguay. La base o fundamento de la Iglesiaesta ba colocada en posición para iniciar un crecimiento sosteni-

do.

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Élder Eduardo Risso, deMontevideo, Uruguay, presidente

de la rama Paraguarí (1975).




La capilla de Pedro Juan Caballero al término de la construcción.

La capilla del barrio Herrera, Asunción.



Referencias:

1- Eduardo Risso, Montevideo, carta al autor, 2002.

2- Gene R. Cook, carta al autor, Atlanta, Geor gia, 13 de septiembre de 2002.

3- History of Para guay Asunción Mis sion, Mearl K. Bair, 1977-1980.

4- History of Para guay Asunción Mis sion, Mearl K. Bair, 1977-1980.

5- History of Para guay Asunción Mis sion, 1978.

146



Ca pítulo Nueve

LAS ESTACAS

La organización de una estaca es un paso fundamentalen el progreso de la Iglesia. La estaca provee los programas ylos medios físicos, administra las ordenanzas y es un lugar derefugio y congregación, de enseñanza y hermandad.

La creación de estacas en los países de Sudamérica estaba en la mente de los líderes desde princi pios de los años sesen-

ta. El Élder Spencer W. Kim ball del Conse jo de los Doce, elÉlder A. Theodore Tuttle de los Setenta y el Presidente J. Tho-mas Fyans de la Misión Uruguaya tra ba jaron e im pulsaron la pre paración del liderazgo y otros requerimientos para tenerestacas. En 1966 se organizaron las primeras estacas en Argen-tina y Brasil y en 1967 en Uruguay.

La Iglesia en Paraguay tenía dos retos, primeramenteorganizar la misión y luego organizar estacas. En 1977 se creóla Misión Paraguay Asunción y dos años más tarde, en 1979, seorganizó la primera estaca.

Los hermanos y hermanas llamados a tra ba jar en la pre-sidencia y en las organizaciones auxiliares y del Sacerdocio de

la misión pudieron aprender y desarrollar su ca pacidad de lide-razgo. Esta fue una base de ex periencia extraordinaria almomento de organizarse la estaca. Los Presidentes de Misión



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El élder Ezra Taft Benson durante una conferencia de prensa en su visita a Asunción. De izquierda a derecha: Hermanas Bair y Benson, élder Benson,

élder Wells, Presidente Bair y el hermano Núñez.

El Élder Benson en la reunión de dedicación de Paraguay en el JardínBotánico de Asunción.



Las estacas 149

fueron verdaderos maestros y modelos de liderazgo para las pri-meras estacas.

La estaca Asunción

El Presidente Mearl K. Bair fue quien pre paró la orga-nización de la estaca Asunción Paraguay. En fe brero de 1979 elélder Ezra Taft Benson, del Conse jo de los Doce Após toles via- jó a Paraguay acom pañado por el élder Ro bert E. Wells de los

Setenta, para organizar la estaca. Fue llamado como presidenteCarlos Ramón Es pínola con Francisco Javier Vitale y Ani balSolís como sus conse jeros.

El hermano Pa blino Ramón Núñez González fue llama-do como Patriarca a la edad de 34 años. La estaca AsunciónParaguay quedó formada de la siguiente manera:

Barrios Obispos Miembros

Moroni Jorge Walter Ferrari 450

Amam bay Silvio Díaz Nuñez 321

Sa jonia Carlos Benitez Molas 383

Fernando de la Mora Delio Cosme Sánchez 361

Mburucuyá M. Guillermo Riveros 261

Pinozá Félix Al berto Gómez 255

Ramas Presidentes Miembros

Luque Anastasio Ca bral 130

Herrera Gustavo Thielke 167

Centro Justo Pastor Pintos 150

Lam baré Ro berto Villal ba 160



Carlos Ramón Espínola

Fue el primer presidente de estaca, se ha bía destacado por su constancia y entrega a la obra de Dios. Nació en Asun-ción el 4 de noviem bre de 1945 y se bautizó en la Iglesia el 28de julio de 1963 en la rama de Moroni. Muy pronto fue llamadocomo misionero constructor; partici pó de la construcción de laca pilla de Moroni y luego tra ba jó en Uruguay.

Se casó con Nelly Margarita Mu jica, de la ciudad de

Santa Lucía, Uruguay. Tuvieron cuatro hi jos, Ale jandra Anahí,Alvaro Alfredo, Ariel Al berto y Andrés Arturo.

En 1988 el hermano Carlos R. Es pínola fue llamado,con su familia, a presidir la Misión Chile Antofagasta. Tam biéntuvo la oportunidad de servir como Re presentante Regional enParaguay.

Carlos y Nelly han sido pioneros y tuvieron un rolsobresaliente en el establecimiento de la Iglesia en Paraguay.

El progreso continúa

Con la organización de la primera estaca la Iglesia sefortaleció. En abril de 1979 el Presidente Carlos Es pínola, suconse jero F. Javier Vitale, el Patriarca Núñez y algunos obis posvia jaron a Estados Unidos para partici par de la ConferenciaGeneral de la Iglesia. Esta fue una ex periencia fortalecedora ymotivadora para el liderazgo princi piante de la estaca.

La presidencia de la misión se reorganizó, fueron llama-dos como conse jeros del Presidente Bair los hermanos Pa blinoRamón Nuñez y Eddi Falcón. En marzo de 1979 la misiónalcanzó la cantidad de 109 conversos, lo que significó su récord

150



Las estacas 151

El Presidente Carlos Ramón Espínola de la Estaca Asunción y su esposaNelly Margarita Mujica.

El Presidente Guillermo Riveros Alas de la Estaca Fernando de la Mora ysu esposa Margarita Florentín.



más alto. Ha bía un total de 80 misioneros. En septiem bre sedividió el Barrio Moroni y se formó la rama Ze ballos Cué. Alnorte de Paraguay, cercana a la frontera con Brasil se abrió larama de La Paloma. Tam bién fue abierta la ciudad de Euse bioAyala en diciem bre de 1979 y en marzo de 1980 la ciudad deSan Ignacio. En abril se hicieron planes para construir ca pillasen el interior en Caaguazú, Concepción y Pedro Juan Ca ballero.

La estaca Fernando de la Mora

El 1º de junio de 1980 otro paso im portante fue dado enel crecimiento de la Iglesia. Se dividió la estaca Asunción y secreó la estaca Fernando de la Mora. El élder Ro bert E. Wells delos Setenta y Administrador Ejecutivo para los países del ConoSur fue asignado para realizar esta tarea. El presidente de lanueva estaca fue Guillermo Riveros con los hermanos Vitale y

Hermosilla como conse jeros.

Guillermo y Margarita Riveros

Guillermo Riveros Alas y Margarita Florentín de Rive-ros se bautizaron el 15 de julio de 1975 en la ca pilla de Moroni.

Desde esa época han sido partícipes del crecimiento y progresode la Iglesia. Tuvieron tres hi jos, Guillermo Ariel, David Jesúsy Susana Beatriz.

El hermano Riveros es abogado y profesor universitario,su es posa Margarita es escribana, cuando conocieron la Iglesiarecién comenza ban a realizar sus actividades profesionales y

aún no tenían hi jos.

Guillermo relató lo siguiente: “Una tarde yo esta ba estu-diando en casa y mi es posa en la oficina y los misioneros gol-

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Las estacas 153

pearon las manos. Les permití que entraran y me ha blaron delLi bro de Mormón. Yo no entendía muy claramente lo que meenseña ban, pero el li bro me atraía pues ha bla ba del evangelioacá en América. Los misioneros me di jeron que si yo tenía ver-dadero interés en el li bro de bía arrodillarme y orar para sa ber.Me enseñaron cómo de bía orar y nos arrodillamos y yo oré alPadre, invoqué y pedí que me hiciera sa ber si era o no verdad.Lo hice con mucha devoción. Pasaron los días y continué leyen-do.”

“El Li bro de Mormón me ayudó más que cualquier otroli bro. Me parece que conozco al Salvador más de cerca. Aunqueha bía leído la Bi blia, el relato de la visita del Salvador a lasAméricas me llegó muy directamente.”

“Parece que aquellos misioneros se iban del barrio, asíque luego nos visitaron las misioneras. Yo sentía un es píritu

muy no ble en ellas. Cuando enseña ban no ha bía ninguna dudaen sus ojos, no ha bía ningún interés mezquino en ellas sino queha bía verdad. Nos ha blaron del li bro y de Jesucristo y esto meim pactó muchísimo.”

“Nos bautizamos con mi amada es posa Margarita eldomingo 15 de junio de 1975. Recuerdo muy bien aquel día, me

sentía muy gustoso, sentía un gozo muy grande, parecía comosi yo estuviese flotando, li bre. Me sentía muy feliz, todas lascosas me agrada ban, era algo indescripti ble.”

“Des pués del bautismo la vida no fue fácil. Mis amigosse reían y des pectivamente me decían ‘¡Ahí viene el mormón!’.Yo me acerqué a ellos y traté de ex plicarles mi situación y que

me aceptaran tal como era pues yo no ha bía cam biado en nadacon ellos. Poco a poco de jaron de hacerme bromas y me acep-taron y ya no pudieron cam biar mi carácter y mis ideas.” 1



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Guillermo y Margarita Riveros frente a su casa, donde recibieron a losmisioneros 27 años atrás (foto tomada en 2002).

Presidentes de estaca de Asunción: Jorge Villalba, Gregorio Figueredo,Jorge D. Colinas, Humberto Cañete y Ernesto Da Silva (1997).



Los Riveros fueron bendecidos con hi jos a quienes cria-ron a la luz del Evangelio. Los varones sirvieron misiones y hoytienen sus pro pias familias. Margarita y Guillermo han esta bleci-do un legado de fe para su familia y para la Iglesia en Paraguay.

Gregorio Figueredo Servián

El hermano Figueredo sirvió como presidente de la esta-ca Fernando de la Mora desde 1989 a 1992 y luego continuó

como presidente de la estaca Asunción Norte hasta noviem brede 1999. Anteriormente ha bía servido como obis po del barrioMoroni y más tarde como conse jero de la Misión ParaguayAsunción. Es uno de los pioneros de la Iglesia, se bautizó el 26de septiem bre de 1966, cuando tenía dieciséis años. Se casó conYenny Z. Samaniego con quien tuvieron cuatro hi jos, VivianaRaquel, Fernando David, Carlos Rodrigo y Rosana Beatriz.

Estacas organizadas en Paraguay 2

Nombre Fecha Primer Presidente

Asunción Paraguay 25 de fe brero de 1979 Carlos RamónEs pínola

Fernando de la Mora 1º de junio de 1980 Guillermo M. Riveros

ParaguayAsunción Paraguay 22 de noviembre Gregorio Figueredo

Norte de 1992 ServianSan Lorenzo Paraguay 20 de noviembre Jorge Daniel de 1994 ColinaCiudad del Este 2 de junio de 1996 Juan Ramón OcampoParaguay González

Fernando de la Mora 15 de junio de 1997 Humberto CañeteSur CastorinoLuque Paraguay 11 de febrero de 2001 Jorge Daniel Colina

Las estacas 155



El élder Ernesto Da Silva

En la Conferencia General de abril de 2002 fueron sos-tenidos tres nuevos Setenta Autoridades de Área en Su daméricaSur. Ellos fueron los Élderes Da Silva de Asunción, Paraguay,Carlos Fernández de Resistencia, Argentina y Carlos Pérez deMontevideo, Uruguay.

Ernesto Da Silva fue presidente de la estaca Fernandode la Mo ra durante diez años, antes ha bía sido obis po del barrio

Ettiene. El Élder Da Silva es ingeniero electromecánico; nació el12 de junio de 1962 en Bella Vista Sur, Itaipúa. Se casó conMercedes Adriana Ojeda León, con la cual tienen treshijos: Karen Johana, Christian y William.

Cuando fue llamado como Setenta Autoridad de Área,su esposa Mercedes Adriana “Fanny” expresó:

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El Élder Ernesto Da Silva y su familia. De izquierda a derecha: Christian,Mercedes Adriana de Da Silva, William y Karen Johana.



Las estacas 157

“Amo y apoyo a mi esposo por su devoción hacia losasuntos de la Iglesia, porque es un compañero respetuoso y un padre cariñoso, admiro sobre todo su paciencia y tolerancia. Nos sentimos seguros y protegidos por él.” 3

Reorganización y creación de estacas

En febrero de 2001 se reorganizaron las estacas Asunción y SanLorenzo y se formó la estaca Luque Paraguay. El liderazgo de

estas estacas quedó organizado de la siguiente manera:Estaca Presidente Consejeros

Asunción Ramón Rubén Damiano Juan Carlos Cella

Celso Villalba Fior

San Lorenzo Carlino Ríos Romero Antero Daniel Monzón

Kunio Sasanuma

Luque Jorge Daniel Colina César Ramón

Hermosilla

Porfirio Carlos Ortiz

El élder Keith Crockett de la Presidencia del Área Suda-mérica Sur acom pañado por el élder Antonio Cap pi efectuó la

organización de la estaca Luque y la reorganización de las pre-sidencias de estaca.

La Iglesia en San Lorenzo

La primera rama en San Lorenzo se organizó alrededor

de 1970 y esta ba a cargo de los misioneros y forma ba parte delDistrito Fernando de la Mora. En esa época el Presidente del Dis-trito era el hermano Víctor Aquino y el Presidente de la MisiónRo bert L. Marchant. El primer Presidente de Rama que los



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Élder Ernesto Da Silva, Setenta Autoridad de Área y miembro del CuartoQuórum de Setenta.



miem bros locales recuerdan es Joaquín Villal ba llamado en 1977,más tarde fue llamado a presidir su hermano Ro berto Villal ba.

Al crearse la Estaca Asunción en 1979 San Lorenzo pasó a ser un barrio de dicha estaca. Fue llamado como obis poCayetano Jiménez.

Los primeros misioneros de la zona fueron BenancioGonzález que sirvió en Uruguay y Luis Galeano que sirvió enParaguay. Otros misioneros recordados son Ever Bordón, Víc-

tor Darío Benitez, Mariela Paredes, Gregorio Ramírez y VíctorGayozo.

El 20 de noviem bre de 1994 se organizó la Estaca SanLorenzo con Jorge Daniel Colina como presidente. El rá pidocrecimiento de la estaca hizo que apenas cinco años más tardese dividiera y se creara la Estaca Luque. El Presidente Colina

quedó dentro de los límites de la nueva estaca y fue llamado a presidirla. Como Presidente de la Estaca San Lorenzo fue lla-mado Carlino Ríos. 4

Las estacas 159



160

Capilla de San Lorenzo.

La hermana Marlene Morales,una de las pioneras de San

Lorenzo.

El Presidente Carlino Ríos.



Las estacas 161

Referencias:

1- Historias Orales, M. Guillermo Riveros Alas, Asunción, 2002.

2- Church Almanac, 2001-2002, pág. 379.

3- Liahona, Noticias de la Iglesia, junio de 2002, pág. 7.

4- Re sumen de la investi gación reali zada por El sie Almeida y Héctor

Turitich, 2002.



Ca pítulo Diez

LA IGLESIA EN EL INTERIOR

Durante muchos años la Iglesia esta ba sólo en Asun-ción, en las dos últimas décadas se extendió a ciu dades del inte-rior. Las estacas se organizaron en Asunción y en lugares cerca-nos. Ciudad del Este fue el primer lugar ale jado de la ca pitaldonde se organizó una estaca. Los distritos de Paraguay y suslíderes en la actualidad son los siguientes:

Misión Paraguay Asunción(Presidente Thomas John Summers)

Caaguazú Edgard Duarte MartínezCoronel Oviedo Justo R. Ayala CaballeroEncarnación Víctor Hugo RotelaParaguarí Pánfilo Ramón Alvarez Esquivel

Pilar Edgardo RivasMisión Paraguay Asunción Norte

(Presidente Vaughn Roy Anderson)Caacupé Héctor Rodas CabreraConcepción César Gabriel DuarteLa Paloma –

Nivaclé Crecencio López GómezPedro Juan Caballero Alfredo González Acuña



La rama de Paraguarí

En la actualidad Paraguarí es un distrito de la Mi siónParaguay Asunción. El hermano Eduardo Risso, que sirviócomo misionero allí, tra jo a la memoria la primera época conestas pala bras:

“Fueron sólo cinco semanas, desde el 28 de agosto has-ta el 2 de octu bre de 1975, pero las recuerdo como si fuera ayer,y las guardo para siem pre en mi corazón.”

“Fui llamado como com pañero mayor, por primera vez,y además, como presidente de la pequeña rama de Paraguarí. Yoesta ba asom brado, sin sa ber lo que de bía hacer, pero el Señornos bendi jo abundantemente. La asistencia a la Reunión Sacra-mental ronda ba las 20 personas, pero la gente era maravillosa.”

“Vivíamos con mi com pañero, el Élder Fred Essig, en lacasa ubicada en la esquina de las calles Asunción y Gral. Aqui-no, funciona ba como ca pilla y local de los misioneros. La her-mana Ves pa nos cocina ba deliciosas comidas. La familiaUliam bre era nuestro princi pal sostén, la hermana Carlota, lafamilia Es pínola, la familia Vera son a quienes más recuerdo.”

“De bíamos estar presentes en todas las reuniones:Sociedad de Socorro los jueves, la Primaria y la Mutual lossá bados, el Sacerdocio y la Escuela Dominical los domingos demañana y por la tarde la Reunión Sacramental. Las entrevistas,los informes de la rama, las planillas financieras, todo nosdemanda ba mucho tiem po, pero lo hacíamos con mucho cariño porque amá bamos la misión y la gente que conocíamos a través

de ella. Teníamos muchos investigadores pues la gente era muy buena. A veces via já bamos a Yaguarón, pues allí tam bién tenía-mos charlas.”

164



La Iglesia en el interior 165

Miembros de la rama Paraguarí, la familia Vera, hermana Espínola, familia

Uliambre y al fondo la antigua capilla (1975).

Misioneras en Pedro Juan Caballero, hermanas Franco y

Salas (2002).



“Casas vie jas, calles en su mayoría de tierra, muchocalor y muchas lluvias, apagones, animales sueltos por lascalles, hermosos cerros que rodea ban la ciudad, todos nos co no-cían, todos sa bían por dónde anda ban los mormones... Diezhoras diarias con esa maravillosa gente, en ese hermoso lugar,eso es lo que recuerdo.”

“Cuando vino mi cam bio para volver a Uruguay, mi tris-teza era profunda, además casi no ha bía podido des pedirme porla premura del via je. La misión abarca ba los dos países y los

misioneros sólo esta ban seis meses en Paraguay, y yo ha bíaestado cinco meses en la rama de Sa jonia. Al su bir al avión, micorazón quedó en Paraguay.” 1

Pedro Juan Caballero

Pedro Juan Ca ballero es una ciudad fronteriza ubicadaal noroeste de Paraguay, en el límite con Brasil. En la actualidadhay allí un distrito bien desarrollado y se han construido cuatroca pillas.

La Iglesia comenzó primeramente en la ciudad brasileñalimítrofe de Punta Porá y luego se esta bleció una pequeña rama

en Pedro Juan Caballero. Los misioneros de Brasil abrieron larama de Punta Porá y algunas familias paraguayas se interesa-ron y comenzaron a asistir a las reuniones, esto sucedió alrede-dor del año 1975.

Poco des pués fueron enviando misioneros desde Asun-ción para abrir la rama de Pedro Juan Caballero. Entre las pri-

meras familias que asistían a Punta Porá esta ba Rogelia PenayoSandoval y sus dos hi jas, quienes fueron las primeras conversas paraguayas de esa zona. La hermana Penayo relató lo siguien-te: “Su pe de la Iglesia a través de mi hermana Yolanda que en

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La hermana Rogelia Penayo

Sandoval (1960).

La hermana Penayo hoy es una pionera de la

Iglesia en Pedro Juan Caballero (2002).

El primer misionero en Pedro

Juan Caballero (Misión Brasileña

Sur).



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La familia Maidana de Pedro Juan Caballero.

La familia Maidana el día de su sellamiento en el Templo de

San Pablo. María Gloria, Francisco, Florencia y Nancy.



esa época vivía en San Pa blo. Conocimos a los misioneros dePunta Porá y comenzamos a asistir a las reuniones allí.”

“La rama de Pedro Juan Caballero co menzó con mis doshi jas y yo. El presidente de la rama era el élder Ale jandro Torresy su com pañero era el élder Waine. En la primera época tenía-mos casas alquiladas como lugar para las reuniones, pero en1982 se construyó la primera ca pilla.”

“A pocos meses de mi bautismo tuve ex periencias que

me dieron un testimonio de la visita del Pa dre y el Hi jo al Pro-feta José Smith. Estoy muy feliz de ha ber conocido la Iglesia,esto ha cam biado mi vida, cada día aprendo más de mi PadreCelestial y cómo Él nos ama.” 2

Otra de las familias pioneras en Pedro Juan Ca balleroson los Maidana. La hermana Florencia Martínez de Maidana

recordó: “Conocí la Iglesia por medio de la hermana Rosa Alca-raz y asistíamos a Punta Porá. Nos bautizamos con mi es poso el11 de diciem bre de 1977, el élder Castro nos bautizó y el ÉlderIbarra nos confirmó. En esa época sólo ha bía tres familias en laIglesia y con nosotros fuimos cuatro.” 3

La Paloma

La Paloma es un pequeño pue blo al noreste de Asun-ción, a pocos kilómetros de la frontera con Brasil. Es una zonade bosques, de ex plotación maderera y agrícola. Se ha blan allítres idiomas: es pañol, guaraní y portugués.

La primera rama se organizó en 1979 y al igual que enotros lugares donde llega el Evangelio, La Paloma tiene sus pio-neros, que con sus ex periencias e historias fortalecen nuestra fey la hermandad de la Iglesia.




Estela E. Ayala se bautizó el 22 de abril de 1972 enCoronel Oviedo, Paraguay, a la edad de 20 años. Poco des puésde su bautismo el misionero que presidía su rama la invitó asalir a una misión. Meditó aquel desafío y nació entonces unfuerte deseo que culminó con su llamamiento al Uruguay.

Poco antes de salir a la misión, Estela conoció a un joven recién bautizado llamado Oscar Isidro Zalema. Corte ja-ron, pero Estela mantuvo la decisión de servir como misionera.Ella salió hacia el Uruguay y él se quedó en Coronel Oviedo.

Oscar recuerda aquella época con estas pala bras: “Fue una épo-ca difícil, ella era mi apoyo en la Iglesia. El testimonio que yaha bía obtenido me mantuvo fiel. Cuando falta ban seis meses para su regreso los misioneros de Coronel Oviedo me desafia-ron a salir a la misión. Estela me envió una cinta gra bada dondeme di jo que tomara la decisión que sintiera fuera la me jor. Oréy medité acerca del llamamiento a la misión y sentí que de bía

salir.”

Cuando Estela regresó de la misión en Uruguay, Oscarhacía ya seis meses que ha bía sido enviado como misionerotam bién a Uruguay. Ella se radicó en Asunción para seguir uncurso de enfermería, Estela recordó:

“En fe brero de 1977 me trasladé a La Paloma, nuncaha bía estado aquí antes, no sa bía que existía, no ha bía escucha-do el nom bre ni la podía ubicar en el ma pa. Mientras esta ba enAsunción una amiga me informó que un médico que tra ba ja baen la zona necesita ba una asistente. Llegué a este lugar hace 19años, no ha bía electricidad ni carreteras asfaltadas, sólo unas pocas viviendas.”

“Ahora amo La Paloma, acá nacieron mis hi jos, pasa-mos momentos difíciles pero tam bién muchos felices. Viendotantos miem bros y familias fieles al Evangelio siento que valió

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la pena venir acá. Ahora miramos el día en que tengamos unaestaca. Diecinueve años atrás pensar en tener una ca pilla era unsueño le jano, ahora la tenemos, así nos sentimos hoy res pectode la futura estaca.”

Oscar sirvió su misión y regresó a Coronel Oviedo,Estela fue allí a verlo y poco tiem po des pués se casaron y seesta blecieron en La Paloma. Oscar recordó lo siguiente:

“A los 14 años pasé una vez cerca de La Paloma, al ter-

minar la misión sólo sa bía que Estela vivía y tra ba ja ba en estele jano lugar.”

“Ahora me siento agradecido por las ex periencias quehemos vivido acá. La Iglesia continuará progresando, muchosaún no conocen el Evangelio, hay mucho por realizar, estamoshaciendo nues tra parte. Me siento agradecido por mi fa milia y

el apoyo que ella me da. Somos un distrito joven aún, pero lle-garemos a la madurez.”

Estela agregó: “En los años 1979 y 80 no hu bo cose-chas, fue una época de miseria, la mayoría se muda ba a otroslugares y los miem bros de la Iglesia tam bién. Con mi es posomuchas veces nos preguntamos si seríamos nosotros la causa

de que tam bién los miem bros de la Iglesia se fueran. Permane-cimos en La Paloma, fue duro pero teníamos tra ba jo y hoyestamos felices por el progreso de esta zona y de la Iglesia.”

Durante 19 años los Zalema su peraron momentos difí-ciles, criaron sus hi jos y hoy son conocidos y res petados en lacomunidad. Miran hacia adelante con el anhelo de que llegue el

día en que se organice la Estaca de La Paloma.” 4



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La familia Zalema en la capilla de La Paloma.

Estela E. Ayala de Zalema

(1995).

Oscar Zalema en la época en

que era misionero en Uruguay.




La Iglesia en Ciudad del Este

Ciudad del Este anteriormente se llama ba PuertoStroessner y se en cuentra ubicada en el Al to Paraná. Es una ciu-dad que se destaca por su gran actividad comercial.

Los miem bros locales señalan que las primeras reunio-nes de la Iglesia se realizaron en julio de 1977 y mencionancomo los primeros miem bros a Gregorio Sosa Duarte, su es po-

sa Angélica Totrales de Sosa y sus hi jos Quintín Ramón y Gre-gorio Celestino. Los primeros misioneros fueron los élderesScott y Haysenf y las reuniones se efectuaron en un salón alqui-lado que esta ba ubicado en las calles Jara y Curu payty.

El 2 de junio de 1996, casi veinte años des pués delcomienzo el élder Melvin Hammond de la Presidencia del Área

Sudamérica Sur organizó la Estaca Ciudad del Este. Fue llama-do como presidente el hermano Juan Ramón Ocam po Gonzálezy como conse jeros Ga briel Cella y Juan Carlos Miño.

Estela y Oscar Zalema en la primera época en La Paloma.



Liderazgo de la estaca Ciudad del Este

Barrios/Ramas Obispos/Presidentes de Rama

Ciudad del Este I Vijay Karra

Ciudad del Este II Bernardino Inzaurralde

Ciudad del Este III * Gumercindo González

Ciudad del Este IV Gilberto Villasanti Nuñez

Presidente Franco Octavio López Duarte

Hernandarias Armando Benitez

Ciudad del Este V * Isabelino Gimenez

Hernandarias II * Blas Martínez

Minga Guazú * Jorge Escobar

* Ramas y presidentes

El Presidente Juan Ramón Ocampo es originario de la ciudadde Encarnación, se bautizó el 10 de enero de 1987 a la edad de23 años. Sirvió como misionero en Paraguay en 1990. En 1992

se casó con Teresa de Jesús Torrales Cabral.

Referencias:

1- Eduardo Ris so, Montevideo, carta al autor, 2002.

2- Ro gelia Pena yo Sandoval, relato manuscrito, Pedro Juan Caballero,

2002.

3- Florencia Martínez de Maidana, relato manuscrito, Pedro Juan Caballe-

ro, 2002.

4- Liahona, Noticias Locales, agosto de 1996, pá ginas 1 y 2.

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Ca pítulo Once

LA PREDICACIÓN A LOS LAMANITAS

Desde los primeros días de la Iglesia en 1830 se ha reco-nocido a los indios americanos como un resto de la Casa deIsrael a quienes se les ha hecho grandes promesas en el Li brode Mormón.

Apenas seis meses des pués de la organización de laIglesia, el 6 de abril de 1830, Oliverio Cowdery fue llamado a

una misión entre los lamanitas para predicarles el evangelio. 1Más tarde otros misioneros fueron llamados para ir “[a] lasfronteras cerca de los lamanitas.” 2

La oración dedicatoria para la predicación del Evange-lio pronunciada por el élder Melvin J. Ballard en 1925 hacereferencia clara y directa al pue blo lamanita de Sudamérica.

“…Y tam bién rogamos que podamos ver el comienzodel cum plimiento de tus promesas contenidas en El Li bro deMormón al indígena de estas tierras, quien es un descendientede Lehi, millones de los cuales residen en este país, quienes hansido oprimidos por mucho tiem po, y han so brellevado muchasaflicciones y su frido por causa de pecado y transgresión, aún

como los profetas del Li bro de Mormón lo predi jeron...”



“…Pero Tú ins piraste a estos profetas que prometierana sus descendientes que Tú sacarías a luz, en los últimos días,los registros de sus padres; y que cuando estos registros fueran presentados a sus hi jos, ellos comenzarían a creer, y cuandohicieran esto, Tu favor volverá a ellos, y entonces Tú recorda-rías las promesas hechas a sus padres, que si sus descendientesse arre pentieran y reci bieran el evangelio, comenzarían a ser pros perados y bendecidos so bre la tierra, y nuevamente se vol-verían una gente pura y deleita ble. Oh, Padre, que Tu es pírituobre so bre ellos y manifieste la verdad de estas cosas a ellos,

como nosotros y Tus siervos que nos seguirán, darán testimoniode Tus preciosas promesas a esta rama de la casa de Israel...” 3

En 1926, el Presidente Rehinhold Stoof, de la MisiónSudamérica con sede en Buenos Aires, envió misioneros alChaco y a Ju juy -en Argentina- para ex plorar las condiciones delos indígenas y las posi bilidades de predicarles el Evangelio.

Todo esto demuestra el es pecial interés de la Iglesia por ladescendencia de los pue blos del Li bro de Mormón. 4

Qué significa ser lamanita y cuál es el lugar y el rol deeste pue blo en la restauración de la Iglesia en éstos, los últimosdías, no es siem pre com prendido correctamente. En el Mensa- jero Deseret de septiem bre de 1949 se publicó un artículo de

Sidney B. Sperry, director de instrucción religiosa en la Univer-sidad de Brigham Young. En él encontramos una excelenteexplicación de los lamanitas del Li bro de Mormón:

“Se de be dar énfasis al hecho de que el indio de nuestrosdías es remanente de una mezcla de gente que esca pó de lasterri bles destrucciones que sucedieron en este continente des-

pués de la muerte del Salvador. El lector del Li bro de Mormónrecordará que solamente la porción más virtuosa de los lamani-tas y nefitas se salvó.”

176



La predicación a los lamanitas 177

Aborígenes del Chaco.

Aborígenes del Chaco.



“Y fue la parte más justa del pue blo la que se salvó, yfueron los que reci bieron a los profetas y no los apedrearon; yfueron los que no ha bían vertido la sangre de los santos, los queno murieron. (3 Ne fi 10:12)”

“En 3 Nefi 10:18, Mormón hace otra afirmación quecom prue ba que tanto lamanitas como nefitas fueron preserva-dos: ‘Y sucedió que a la con clusión del año treinta y cuatro, heaquí, os mostraré que a los del pue blo de Nefi que fueron pre-servados, y tam bién a aquellos que ha bían sido llamados lama-

nitas, que ha bían sido preservados, les fueron manifestadosgrandes favores, y se derramaron grandes bendiciones so bre suca beza, al grado que poco des pués de la ascensión de Cristo alcielo, él verdaderamente se manifestó a ellos...’ ”

“Posterior al glorioso ministerio de Cristo resucitadoentre estas gentes, se reunieron en un solo pue blo, como cuenta

el 4 Nefi: ‘Y ocurrió que en el año treinta y seis se convirtió alSeñor toda la gente sobre la faz de la tierra, tanto nefitas comolamanitas; y no había contenciones ni disputas entre ellos, yobra ban rectamente unos con otros.’ ”

“No ha bía ladrones, ni asesinos, ni lamanitas, ni ningu-na es pecie de –itas, sino que eran uno, hi jos de Cristo y herede-

ros del reino de Dios.”

“Estas aclaraciones las ha hecho para que recordemos elhecho de que los indios actuales son descendientes de la genteque fue unida durante la Era Dorada de la historia nefita, en vezde ser descendientes directos de Lamán y Lemuel y los que lesiguieron. La decisión de la iglesia nefita que produ jo los

antecedentes de los indios de las Américas sucedió unos 195años des pués de Cristo. Mormón nos lo ex plica al escri bir deAmós, el guardián de los registros: ‘Y la llevó ochenta y cuatroaños, y todavía continua ba la paz en el país, con excepción de

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una pequeña parte del pue blo que se ha bía re belado contra laiglesia y tomado so bre sí el nom bre de lamanitas; así que otravez em pezó a ha ber lamanitas en la tierra.’ (4 Nefi 1:20)”

“Los miem bros de la Iglesia han deducido muy presta-mente que los lamanitas son descendientes directos de Lamán yLemuel. Realmente corre mucha sangre nefita por sus venas,sin mencionar la sangre de los mulekitas. En cuanto a estos últi-mos, se de be recordar que en los días de Mosíah la mayoría desu gente era mulekitas, más que nefitas. Fí jense en lo siguiente:

‘Entonces el rey Mosíah hizo que se congregase todo el pue blo.Ahora bien, no ha bía tantos de los hi jos de Nefi, o sea, tantosde aquellos que eran descendientes de Nefi, como de los del pue blo de Zarahemla, el cual era descendiente de Mulek, y deaquellos que salieron con él al desierto.’ (Mo siah 25:1-2)”

“Quizás sea de provecho señalar que los lamanitas

puros del Li bro de Mormón, si así los po demos denominar, sontratados en el registro nefita entre el quinto ca pítulo de 2 Nefi yOmni 1:2. El ca pítulo mencionado primero registra la granse paración entre los seguidores de Nefi por un lado y los deLamán y Lemuel por el otro. En él se nos dice que los lamanitasfueron ‘talados de la presencia del Se ñor’ porque no escucha- ban las pala bras de Nefi (2 Ne fi 5:20). Además fueron maldecidos

a causa de su iniquidad con una ‘maldición dolorosa’. Para queno atra jeran a los nefitas, el Se ñor hizo que cayera so bre ellosun cutis oscuro. (2 Ne fi 5:21) El relato sagrado prosigue: ‘Y mal-ditos serán los descendientes de aquel que se mezcle con la posteridad de ellos; porque serán maldecidos con la misma mal-dición. Y el Señor lo ha bló; y así fue.’ (2 Ne fi 5:23)”

“Nefi nos dice que los lamanitas luego se hicieron un‘pue blo ocioso, lleno de maldad y astucia, y caza ban animalessalva jes en el desierto’ (2 Ne fi 5:24) El Señor los utilizó para serun azote a los nefitas, que los animara a acordarse de Él.”



“Poco más se nos relata de los lamanitas hasta que lle-gamos al Li bro de Jacob. Él distingue entre los lamanitas ynefitas diciendo: ‘Mas yo, Jacob, no los distinguiré en adelante por estos nom bres, sino que llamaré lamanitas a los que bus-quen la destrucción del pue blo de Nefi, y a los que simpaticencon Nefi llamaré nefitas, o pue blo de Nefi, según los reinadosde los reyes.’ (Jacob 1:14)” 5

Estos comentarios del hermano Sperry nos permitencom prender me jor qué significa ser lamanita en la actualidad.

Hay suficientes razones para sentir honor de pertenecer a estelina je y considerar las muchas bendiciones y promesas conteni-das en las escrituras que tendrán cum plimiento en esta época.

Sin em bargo, los Santos de los Úl timos Días de berántener una cuidadosa e ins pirada inter pretación de este tema.

“He aquí, el Señor estima a toda carne igual; el que es justo es favorecido de Dios.” 6 “… y a nadie de los que a élvienen desecha, sean negros o blancos, esclavos o li bres, varo-nes o mu jeres; y se acuerda de los paganos; y todos son igualesante Dios, tanto los judíos como los gentiles.” 7

Las bendiciones prometidas por el Señor a pue blos y

personas vendrán como resultado del arre pentimiento y adhe-sión a los mandamientos. Cuando el Salvador le enseña ba a losque ha bían creído en Él “a permanecer en Su pala bra” para serli bres del pecado, res pondieron: “lina je de Abraham somos”,resaltando su lina je más que sus buenas obras. El Señor res pon-dió en forma clara y precisa: “Si fueseis hi jos de Abraham, lasobras de Abraham haríais” 8. El reci bir una no ble herencia,

como lo es descender de los pue blos del Li bro de Mormón, delos pioneros que llegaron a Salt Lake City o de los pioneroslocales nos trae el gran desafío de vivir al nivel de ese honora blelegado y aún magnificarlo y ex pandirlo con dignidad.

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El élder Spencer W. Kimball

El élder Kim ball fue uno de los líderes que más tra ba jóe im pulsó la obra de la Iglesia en Sudamérica. En 1959 hizo su primer via je por ciudades de la costa Atlántica, donde haymayor ascendencia euro pea. En 1964 fue asignado para su per-visar las misiones en Sudamérica, así pudo via jar más extensa-mente por los países andinos y encontrar me jores maneras dellevar el Evangelio a más gente.

En 1945 el Presidente George Al bert Smith lo llamó asu oficina y entre otras cosas le di jo: “Quiero que te preocu pesde los indios, nadie les presta atención. Ocú pate de ellos y vela por los indios de todo el mundo.” 9

El élder Kim ball tra ba jó muchos años con tri bus indiasen los Estados Unidos y en Sudamérica encontró un cam po

am plio para dar cum plimiento al mandato del Presidente Geor-ge Al bert Smith, más tarde reiterado por el Presidente David O.McKay.

Referencias:


2- Doctrina y Convenios 28:9.3- Publicado en la Im provement Era, tomo 24, abril de 1926, pá ginas 575,

576, 577. Traducido al es pañol por el élder Carlos E. Agüero, enero de

2000.

4- Historia de los mormones en Ar gentina ,Cap. 3. Págs. 48 y 49.

5- “Los lamanitas del Libro de Mormón”, Sidney B. Sperry, El Men sa jero

De seret, septiembre de 1949, págs. 4 y 5.

6- 1 Ne fi 17:35.7- 2 Ne fi 26:33.

8- Juan 8:31-39.

9- 2 Ne fi 26:33.



Ca pítulo Doce

LOS NIVACLÉ

Cuando el Presidente Frederick S. Williams pro puso laapertura de la obra en Paraguay señaló que sería la “primeramisión lamanita en América del Sur.”

Los descendientes de los pue blos del Li bro de Mormónen Paraguay se encuentran hoy entre la mayoría de la po bla-ción, son una extraordinaria mezcla india e his pana que ha con-

servado la lengua guaraní y otros dialectos ancestrales. Son parte de todos los niveles de la sociedad, con una identidad ycultura pro pias. Ha bitan en todo lugar, son el pue blo paraguayo.

Las bendiciones prometidas por los profetas del Li brode Mormón y los profetas modernos fluyeron hacia este pue bloa través de la predicación y aceptación del Evangelio de Jesu-

cristo que los misioneros iniciaron en 1950.

El desafío de llegar con el Evangelio a las comunidadesindígenas más remotas y marginales es muy grande. El pro gra-ma misional de la Iglesia en estos tiempos es esencialmenteur bano, no se ha alcanzado lo calmente una fortaleza y estructu-ra que permita atender todas las necesidades de estos gru pos de

manera que puedan ser “redimidos” es piritual y materialmente.



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Familias nivaclé reunidas.

Los niños de Mistolar.



Sin em bargo, el amor, ins piración y entrega de algunoslíderes de la Iglesia han con ducido a la predicación y conver-sión de cientos de lamanitas en áreas remotas. Una de esas his-torias es la del grupo étnico nivaclé, en el Chaco Paraguayo.

En 1980 cuatrocientos aborígenes nivaclé se bautizaronen La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.Vivían en una localidad junto al río Pilcomayo llamadaMistolar, en el Departamento de Boquerón. Es un paraje lejanoy escondido en el árido y silvestre Chaco Paraguayo. Desde

Asunción son aproximadamente 400 kilómetros de ruta pavimentada, luego 200 de un camino de tierra aplanada y losúltimos 200 kilómetros son huellas y senderos accidentados eimpredecibles. No existe ningún centro poblado cercano aMistolar.

En 1980 Mistolar no tenía corriente eléctrica, agua

potable, servicio médico, seguridad policial y ningún edificiode cemento u otro material convencional. Las chozas eran detroncos y ramas y la gente se encontraba en extrema pobreza eindigencia. La alimentación estaba basada en la pesca en el ríoPilcomayo, la cría de algunas cabras, recolección de frutas yraíces silvestres, miel y la caza. Los niños tenían acceso a laenseñanza primaria y algunos hombres obtenían trabajos de

muy bajos salarios en las colonias menonitas de la zona.

En la actualidad los miem bros de la Iglesia de esta etniao parcialidad se han dividido en dos gru pos, algunos permanecie-ron en Mistolar y otros se mudaron a una localidad más cercanaso bre la ruta, en Yalve Xanga. Han llamado a este nuevo asenta-miento “La Abundancia” y constituyen el Distrito Nivaclé

Boquerón. Tienen 450 miem bros, varias familias han reci bido lasordenanzas del tem plo y algunos jóvenes han servido comomisioneros. Cuentan con dos ca pillas, una en Abundancia y otra

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LOCALIDADES ALEJADAS DE ASUNCION DONDESE ESTABLECIÓ LA IGLESIA (1970-1980)



en Mistolar. Han desarrollado la mayoría de los programas de laIglesia, Seminarios e Institutos, Bienestar y Orientación Familiar.

La historia de la conversión de los nivaclé comienza enAsunción en junio de 1980 con el Presidente Bair, los ÉlderesBruce Blosil y Ricky Loynd, y el hermano Walter Flores. Paracom prender me jor el significado de esta historia de bemos cono-cer las circunstancias que la rodean.

La conversión de Walter Flores El Presidente Bair se esta ba pre parando para finalizar sumisión de tres años. Una no che conoció a Walter Flores portelevisión mientras mira ba un programa. Quedó muy im presio-nado con las pala bras de este hom bre indígena que defendía losderechos y la dignidad de los relegados aborígenes del Para-

guay. La im presión fue tan fuerte que el Presidente Bair decidióir a ha blar con él. Así comenzó la relación con el hermano Flo-res quien finalmente, des pués de la partida del Presidente Bair,aceptó el Evangelio y se bautizó.

En 1989 Walter Flores hizo el siguiente relato acerca desu familia y lo que conocía de sus antecesores:

“La historia de mis ante pasados, por la línea de mi padre, proviene del gru po étnico nivaclé, un gru po indígenamuy antiguo en el Chaco Paraguayo. Vivían totalmente li bres,sin trato social con el hom bre blanco. Eran bas tante numerososy no pertenecían a ninguna de las misiones, se regían sólo porsus pro pias tradiciones. Tenían el conocimiento de un ser todo-

poderoso, como actualmente o en la segunda era se le llama bael hom bre blanco o el dios blanco. En esa tradición se distingueque hay un hom bre poderoso en el firmamento y en todo lugar;este conocimiento existía des de tiem pos inmemoriales.”

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Los Nivaclé 189

“Por muchos años vivieron li bremente, le jos de todocontacto con otras personas. Su vida social era muy pura, muysagrada. Cada familia era considerada sa grada. En sus bailestradicionales no tenían oportunidad de tener contacto en ningúnmomento los hom bres con las jóvenes. Quien lo hacía era malnom brado y mal visto, y a veces ex pulsado de la comunidad.Para tener contacto personal de un joven con una joven teníanque seguir un proceso apro bado por los padres y madres deam bos. Si se da ba apro bación los jóvenes podían tener contactode comunicación, pero sólo esto. En la vida anterior todo era

muy sagrado.” “Pero llegó la época en que se hicieron contactos con lasociedad nacional y con los bolivianos y allí comenzaron lasdificultades, discriminación y matanzas. Los indígenas comen-zaron a defenderse y entonces fueron conocidos como personassalva jes. Pero los salva jes fueron los primeros hom bres de la

sociedad nacional que fueron a provocar la sagrada vida quetenían los primitivos aborígenes. Fueron forzados a cam biar susistema de vida lo que llevó a un estado de criminalidad al rea-lizar los aborígenes su pro pia defensa.”

“Mi padre fue uno de los indígenas más fuertes, nuncaquiso aceptar el liderazgo como cacique. Ha sido un hom bre de

un físico muy bueno, muy ágil, cazador. Para un hom bre com- pleto, él era el me jor hom bre, en pelea, en marisca, en caza, enrecolección de miel, era el primer hom bre.”

“Cuando se hicieron los primeros contactos, duranteguerras y matanzas de gentes diferentes*, ellos no tuvieron otracosa que hacer que correr por los montes escondiéndose. Luego

vinieron curas alemanes de la iglesia católica y los indígenas nolos aceptaron y querían matarlos. Mi padre fue uno de losdefensores de los sacerdotes y así pudieron comenzar a ense-ñarles.”* Se refiere a la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay



“La guerra entre Bolivia y Pa raguay em peoró y lossacerdotes católicos procuraron proteger a los indígenas mante-niendo contacto con am bos bandos. La iglesia católica comenzóa pros perar. Los primeros en bautizarse fueron mi padre y mimadre. Fueron enseñados y utilizados como traductores ya quelos aborígenes no ha bla ban castellano. Yo nací en 1935 y crecícon una educación re planteada, o sea modificada por los misio-neros católicos. Vivíamos bien, me enviaron a Asunción dondehice la escuela primaria y secundaria. Cuando llegó la revolu-ción volví a mis pa dres, pero ya te nía educación, otra mentali-

dad y otro ti po de conocimiento.”

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Los misioneros en Mistolar

El comienzo de la Iglesia en Mistolar está relacionadocon una ex periencia personal del hermano Walter Flores quien

la relató así:

“Semanas des pués de mi bautismo vino con insistenciaa mí el es píritu de que ha bía hermanos indígenas que necesita- ban el Evangelio. Luego recordé lo que mi padre me ha bíadicho mucho tiem po antes de bautizarme y conocer la Iglesia.Él tenía 110 años y antes de un via je fuí a des pedirme de él y

me di jo: ‘Esta será una des pedida total, pero de ti de pende misalvación y la de un pue blo que te es pera. No te resistas, hay personas que te es peran. Tú te vas y yo tam bién me voy. Cuan-do vuelvas no me vas a encontrar’. Y así pasó. Durante mi per-manencia de un mes en Chile, él falleció”. 2

Este recuerdo se avivó en la mente de Walter y comenzó a

tra ba jar con los misioneros y el Presidente Gerald B. Quinn para llevar el Evangelio restaurado a los aborígenes nivaclé deMistolar.

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Capilla precaria en Mistolar (1989).

Jorge Arenas y su familia (1989).



Varios años atrás los nivaclé ha bían llegado a las colo-nias menonitas en busca de tra ba jo, salieron del monte cercanoal Pilcomayo buscando me jorar su condición de vida. Algunosse bautizaron en es ta religión protestante alemana. En 1980sucedieron fricciones de los indígenas con los menonitas quecondu jeron a que la mayoría de ellos regresara a sus casas jun-to al río.

Estando aislados y ha biendo obtenido una base de cono-cimiento de la Bi blia con los menonitas, varias familias desea-

ban continuar teniendo instrucción religiosa. Ciriaco Pérezdirigió un gru po que buscaría misioneros que les enseñaran elEvangelio en Mistolar.

Ciriaco Pérez y Walter Flores eran amigos, pronto hicie-ron arreglos para que fueran enviados los dos primeros misio-neros: Bruce Blosil y Ricky Loynd, acom pañados por Walter.

El primer via je ex ploratorio lo realizaron el 4 de sep-tiem bre de 1980 y fueron bien reci bidos por los ni vaclé. El 14de octu bre se realizó el segundo via je y comenzaron a enseñara la gente, Walter Flores relató su conversión y dio su testimo-nio en idioma Nivaclé. Este testimonio causó fuerte im pactoentre la gente.

El 24 de octu bre realizaron el tercer via je a Mistolar,durante dos noches más de cien personas escucharon las charlasde los misioneros en es pañol y traducidas al nivaclé por unmiem bro de la tri bu. Todos esta ban muy agradecidos al escu-char por primera vez acerca del Li bro de Mormón.

El 15 de noviem bre los misioneros regresaron solos aMistolar, comenzaron a enseñar individualmente y a ponerénfasis en el bautismo y la formación de una rama.

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Las reuniones al aire libre en el Chaco.

El élder Bruce Blosil, uno de losque inició la obra en Mistolar.

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Teofilo Cafiero, ex-misioneronivaclé (1989).



El 30 de noviem bre los élderes nuevamente llegaron aMistolar y durante dos días realizaron entrevistas personalescon la ayuda de un intér prete. Los nivaclé cavaron la pileta bau-tismal, la cu brieron con un plástico y la llenaron con agua derío. El Presidente Quinn llegó la noche anterior al día fi jado para los bautismos, el jueves 4 de diciem bre de 1980. 3

Quizás quienes estamos integrados a una vida ur bana, yasistimos a una ca pilla con todas las comodidades de la vidamoderna, no podamos com prender totalmente las ex periencias

vividas durante la predicación y bautismos de los nivaclé.Allí sólo ha bía un bosque, el río Pilcomayo, el verano

de 1980, dos misioneros y cientos de bautismos, confirmacio-nes, testimonios, himnos y ala banzas. No había ca pilla, ni cen-tro de reuniones, ni micrófonos, ni bancos, ni baños; sólo habíatestimonio, fe, escrituras, sacerdocio y ordenanzas.

Las visita del élder Ted E. Brewerton

En 1990, diez años después del comienzo de la Iglesiaen Mistolar, el élder Ted E. Brewerton de los Setenta, mientrasservía como consejero en la Presidencia del Área Sudamérica

Sur, escribió lo siguiente después de una visita:

“Para la reunión de la noche le pedimos al presidente dela rama que asignara a algunos de los miembros para queofrecieran las oraciones. Una hermana se dirigió al Señor, deuna manera un tanto personal, diciendo: ‘Padre, hemos perdidonuestra hermosa ca pilla, hemos perdido nuestra ro pa; ya no

tenemos casas donde vivir, no tenemos alimentos, no tenemosmateriales para construir nada; de bemos caminar diez kilóme-tros para ir a buscar agua sucia del río y no tenemos ni un bal-

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de*. Pero aun así, deseamos ex presarte nuestra gratitud por la buena salud que tenemos, por ser felices y por ser miem bros deTu Iglesia. Padre, queremos que se pas que, pase lo que pase,continuaremos siendo dignos, fuertes y fieles a los conveniosque hicimos contigo cuando nos bautizamos’.”

“El ejem plo de fe de estos hermanos de la Iglesia me haconmovido mucho y todavía me causa admiración. ¡Son unaverdadera luz al mundo! Esa clase de fe en el Salvador provienede un testimonio firme y ferviente del evangelio restaurado. Por

la fe en el Salvador y el amor que han demostrado por el Evan-gelio, no me ca be la menor duda de que nuestro Padre Celestialcontinuará bendiciendo a los santos de Mistolar.” 4

Un viaje al Templo

A mediados de 1989 varias familias de Mistolar viajaronal Templo de Buenos Aires por primera vez. Entre ellos estabala familia de Julio Yegros, uno de los primeros misionerosnivaclé y el presidente del distrito en ese entonces, JorgeArenas. Después de un largo viaje llegaron a la Terminal deRetiro en Buenos Aires donde esperaron muchas horas hasta poder trasladarse al templo en una fría mañana de julio.

Finalmente llegaron al templo y realizaron las ordenanzas y sesellaron como familias eternas. Poco después emprendieron elviaje de regreso y los niños se enfermaron gravemente debidoal intenso frío que habían sufrido. La hija menor de la familiaArenas y los dos hijos pequeños de la familia Yegros fallecierony fueron sepultados en el camino de regreso. El hermano Julio Yegros había sido el primer misionero

de Mistolar, partió con su esposa y sus dos hijos hacia la Casadel Señor para sellarse como familia por tiempo y por toda laeternidad. Regresó a su casa en la soledad del monte chaqueño

* Los nivaclé habían sufrido tres inundaciones consecutivas.



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Reuniones de la Rama Mistolar (1989).

Coro Nivaclé, Mistolar.



solo con su esposa, después de haber sepultado a sus pequeñosen un lugar del camino de regreso. Algunos meses después deesta triste experiencia expresó sus sentimientos con la paz yserenidad que transmite el Espíritu Santo. Él dijo:

“El tem plo es la Casa del Señor, sentí el Es píritu allí, fueuna gran ex periencia para mí en esta vida. Sé que pue do regre-sar a la presencia de nuestro Padre Celestial, Él vive. Aunqueen ocasiones nuestras vidas son difíciles, si aplicamos Sus ense-ñanzas podremos lograr la vida eterna. Al regresar del tem plo

he pensado que el Señor me ha pro bado al perder a mis doshi jos, pero mi meta es lograr la vida eterna. Sé que los pequeñosregresarán a la presencia del Padre, pero con mi es posa tendre-mos que tra ba jar mucho para llegar allí tam bién.” 5

Estas ex periencias que manifiestan la es piritualidad de

las familias, la fidelidad de muchos nivaclé. Los más de veinte

años de perseverancia en la fe, los progresos en la educación yuna mejora en su industriosidad han permitido que este pue bloextienda sus raíces en el evangelio. El progreso ha sido muylento y difícil pero hoy podemos reconocer muchos de suslogros. Al comienzo de la Iglesia en Paraguay no existían losrecursos humanos o materiales y la ex periencia para poder res-catar o redimir tem poralmente y en forma completa a es te gru po

olvidado y le jano. Sin em bargo, el amor y la entereza de algu-nos líderes lo hizo posi ble y las pala bras del élder Melvin J.Ballard en la oración dedicatoria de Sudamérica en 1925resuenan: “Vendrá el día en que los lamanitas de esta tierra ten-drán su oportunidad.” 6

“Usted tuvo una nación en su regazo”

Quizás recordar el relato del élder Boyd K. Packer en laConferencia General de abril de 2002 nos permita valorar aún

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Julio Yegros y su familia en Mistolar (2002).



más la conversión y fidelidad de estos Santos de los ÚltimosDías del monte.

“Hace muchos años, en Cuzco, en lo alto de los Andesdel Perú, el élder A. Theodore Tuttle y yo cele bramos una Reu-nión Sacramental en un cuarto largo y estrecho con una puertaque da ba a la calle. Era de noche y hacía mucho frío.”

“Mientras el élder Tuttle dirigía la pala bra, un pequeño,de unos seis años qui zás, apareció por la puerta. Esta ba desnu-

do, a excepción de la camiseta hecha jirones que le llega ba has-ta las rodillas.”

“A nuestra izquierda se hallaba una mesa pequeña conun plato de pan para la Santa Cena. Este huérfano de la calle vioel pan y avanzó lentamente a lo largo de la pared hacia él.Estaba casi en la mesa cuando una mujer sentada junto al

pasillo lo vio. Con un adusto movimiento de la cabeza le indicóque se desvaneciera en la noche; yo gemí en mi interior.”

“El niño volvió más tarde; avanzó lentamente a lo largode la pared mirando el pan y mirándome a mí. Estaba cerca del punto donde la mujer iba a volver a verlo, así que extendí los brazos, se vino corriendo hacia mí y lo senté en mi regazo.”

“Entonces, con cierto aire simbólico, lo senté en la silladel élder Tuttle. Después de la última oración, y muy a mi pesar,el pequeño se perdió rápidamente en la noche.”

“Cuando volví a casa le hablé al Presidente Kimballsobre el muchacho, relato que le conmovió profundamente y

habló de ello en un discurso de una conferencia. Se lo comentóa otras personas y me dijo más de una vez: ‘Esa experienciatiene un significado mucho más amplio del que usted creeconocer’.”

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“Nunca he olvidado a aquel huerfanito de la calle. Enmuchas ocasiones lo he buscado entre los rostros de la gente deSudamérica, y cuando me acuerdo de él, también me acuerdode otros.”

“Con el paso de los años, he meditado lo que elPresidente Kimball quería decir cuando me recordaba a aquelhuérfano de la calle de Cuzco, y repetía: ‘Esa experiencia tieneun significado mucho más amplio del que usted cree conocer’.Un día añadió: ‘Usted tuvo a una nación en su regazo’.” 7

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Este hermoso niño nivaclé, preparado para asistir a la escuela en sucomunidad, en la profundidad del Chaco paraguayo, es quizás el rostro

que al Élder Packer le gustaría ver hoy.



Referencias:

1- Walter Flores, Historias Orales, Asunción 1989.

2- Élder Ted E. Brewerton, Liahona, septiembre de 1990, pá g. 11.

3- In formación sinteti zada de la Historia de la Mi sión Para guay Asunción,

pá ginas 23 y 24.

4- Élder Ted E. Brewerton, Liahona, septiembre de 1990, pág. 14.

5- Julio Yegros, Historias Orales, Mistolar, 1989.

6- Melvin J. Ballard, Oración Dedicatoria de Sudamérica, 25 de diciembre

de 1925, Historia de la Misión Sudamericana.

7- Élder Boyd K. Packer, Liahona de julio de 2002, pág. 7.

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CRONOLOGÍA

TERCERA PARTE: La Casa del Señor

2000 2 de abril El Presidente Gordon B. Hinckleyanuncia la construcción del Templo de Asunción, Paraguay al finalizar laConferencia General de la Iglesia.

Es llamado como Setenta Autoridad de Área el élder Jorge Abad de Argentina.

15 de agosto El élder Jay E. Jensen es llamado a

presidir el Área Sudamérica Sur conlos élderes Keith Crockett y Claudio Zivic como consejeros.

10 de diciembre Es el último domingo en que serealizan reuniones en la capilla de Moroni de Asunción, al día siguientecomienza su demolición para luegoconstruir el templo.

25 de diciembre Se cumple el 75 aniversario de ladedicación de Sudamérica para la predicación del Evangelio.

2001 3 de febrero Se lleva a cabo la ceremonia de la Palada Inicial del Templo de Asunción,

Paraguay.

11 de febrero Se organiza la Estaca Luque con Jorge Daniel Colinas como presidente.

18 de marzo El Presidente Gordon B. Hinckleydedica el Templo de Montevideo,Uruguay.

31 de marzo Es llamado como Setenta Autoridad de Área el élder Daniel Alvarez de

Argentina. 22 de abril Se efectúa en Asunción una

conferencia regional presidida por elélder Jeffrey Holland del Quórum delos Doce Apóstoles.



11 de septiembre Ataque a las Torres Gemelas de NuevaYork.

18 de noviembre Se reorganiza la Presidencia de la Estaca Fernando de la Mora y es

llamado a presidir Emilio José Aquino.

2002 abril Ernesto Da Silva es llamado Setenta Autoridad de Área en la ConferenciaGeneral.

2 de mayo Comienza el programa de Casa Abierta del Templo de Asunción, Paraguay.

19 de mayo El Presidente Gordon B. Hinckleydedica el Templo de Asunción, Paraguay.

27 de junio Se dedica el Templo de Nauvoo.

15 de agosto Se reorganiza la Presidencia del ÁreaSudamérica Sur con dos nuevos

consejeros, élder L. Whitney Clayton yélder Carlos E. Agüero.


2000 Crisis en la “unidad popular” a raízde la retirada del PLRA.

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Ca pítulo Trece

LA ERA DE LOS TEMPLOS

En los primeros tiem pos de la Iglesia, en los días delProfeta José Smith, los santos ex perimentaron un peregrina jeque los llevó desde el estado de Nueva York a Ohio y Misouri,luego a Illinois y finalmente a Utah. Este período alcanzó casiveinte años, desde 1830 a 1847, en que se es ta blecieron en SaltLake City. En cada lugar les fue mandado construir tem plos: enKirtland, Inde pendence, Adan-ondi-Ahman, en Nauvoo y final-

mente en Salt Lake City. Estos eran tiem pos de po breza y per-secución y por tanto los únicos tem plos erigidos en los primerosaños fueron el de Kirtland, donde se res tauraron las llaves delsacerdocio y se reveló particularmente la in vestidura y el de Nauvoo, donde se introdu jeron las sagradas ordenanzas en for-ma com pleta.

“Además, de cierto os digo, de nuevo os mando a cons-truir una casa a mi nom bre en este lugar, para que pro béis antemí que sois fieles en todas las cosas que os he mandado, paraque yo os ben diga y os corone con honra, inmortalidad y vidaeterna.” 1

Este mandato de construir un tem plo con la promesa de

inmortalidad y vida eterna se refería al Tem plo de Nauvoo. La promesa contenida se aplica a todos los santos fieles en todaslas épocas y en todo lugar.



Des pués que la Iglesia se esta bleció en Utah se constru-yeron los tem plos de Saint George, Manti, Logan y Salt LakeCity. Luego se erigieron tem plos en otros estados; ya en el sigloXX se construyeron en otros países como los de Londres, Suizay Nueva Zelanda.

El crecimiento y fortaleza de la Iglesia en Sudaméricacondu jo a la construcción de tem plos, a partir de 1978 se erigie-ron y dedicaron los siguientes:

Ciudad País Fecha de dedicaciónSan Pa blo Brasil 30 de octu bre de 1978Santiago Chile 15 de septiem bre de 1983Lima Perú 10 de enero de 1986Buenos Aires Argentina 17 de enero de 1986Bogotá Colom bia 24 de abril de 1999Guayaquil Ecuador 1º de agosto de 1999

Cocha bam ba Bolivia 30 de abril de 2000Caracas Venezuela 20 de agosto de 2000Recife Brasil 15 de diciembre de 2000Porto Alegre Brasil 17 de diciembre de 2000Montevideo Uruguay 18 de marzo de 2001Cam pinhas Brasil 17 de mayo de 2002Asunción Paraguay 19 de mayo de 2002

Para los miem bros de la Iglesia en Paraguay la era de lostem plos comienza en 1978 con el Tem plo de San Pa blo. Antesde esa época se realizaban investigaciones genealógicas y luegose envia ban los nom bres a tem plos en los Estados Unidos don-de se realiza ban las ordenanzas vicarias. La gran mayoría de losmiem bros descu brieron la im portancia de la obra del tem plo al

pre pararse y asistir al Tem plo de San Pa blo. Este era el Tem plode Sudamérica, en él miem bros y familias provenientes detodos los países fue ron investidos y sellados. Fue una obra es pi-ritual grandiosa, la Iglesia ha bía comenzado en Argentina y

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La era de los templos 207

Brasil en la década de los veinte, Uruguay en los cuarenta,Paraguay, Chile y Perú en los cincuenta y los otros países en lossesenta. Todos los santos fieles de estos países llegaron a SanPa blo para reci bir sus ordenanzas pro pias y tam bién tra ba jar enfavor de sus ante pasados. El tem plo de San Pa blo está en elcorazón de los Santos de los Últimos Días de Sudamérica, por-que allí reci bieron las grandes bendiciones y promesas conteni-das en las ordenanzas.

El Templo de San Pablo

Todas las estacas y misiones de Sudamérica contri buye-ron con fondos para la construcción del Tem plo de San Pa blo.Muchos miem bros hicieron sacrificios para llevar adelante estaobra, donaron dinero y algunos vendieron joyas y ob jetos valio-sos para poder contri buir para el tem plo.

El Tem plo de San Pa blo está ubicado en la Av. Prof.Francisco Morato 2390. Fue diseñado por el arquitecto Emil B.Fetzer, quien combinó la arquitectura tradicional de la Iglesiacon un estilo his pano en su apariencia exterior. Los su perviso-res de construcción fueron Ross Jensen y James Magleby.

La palada inicial y dedicación del terreno se efectuó el20 de marzo de 1976 y la ceremonia fue presidida por el ÉlderJames E. Faust, en ese entonces Asistente a los Doce Apóstoles.Se reunieron en la dedicación del terreno del tem plo 2.000 per-sonas. La dedicación fue rea lizada por el Presidente Spencer W.Kim ball, el 30 de octu bre al 2 de noviem bre de 1978 en diezsesiones.

El primer presidente del Tem plo de San Pa blo fue FinnB. Paulsen, su es posa Sara sirvió como matrona o directora. ElPresidente Paulsen poseía el conocimiento y la ex periencia para



El Templo de San Pablo.

El Templo de Buenos Aires.

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dirigir las sagradas ordenanzas de la Casa del Señor en un lugary una época donde muy pocos miem bros locales ha bían tenidoex periencia previa. Los conse jeros fueron José B. Puertas, deBrasil y Ángel Fernández, de Argentina.

El Templo de Buenos Aires

En 1980 se anunció la construcción del Tem plo de Bue-nos Aires. Tres años más tarde, el 20 de abril de 1983, el élder

Bruce R. McConkie condu jo la ceremonia de la Palada Inicialy dedicación del terreno. El 17 de ene ro de 1986 el PresidenteThomas S. Monson, de la Primera Presidencia, dirigió los ser-vicios dedicatorios, convirtiéndose en el cuarto tem plo en entraren funciones en Sudamérica.

El Profeta en Paraguay

Desde el día 7 al 14 de agosto de 1997 el PresidenteGordon B. Hinckley efectuó una gira por Sudamérica realizan-do reuniones en Uru guay, Paraguay, Ecuador y Venezuela. Fueacom pañado por su es posa Mar jorie, su hi ja Jane Duddley y elélder Russell M. Nelson del Conse jo de los Doce con su es posa

Dantzel.

El domingo 10 de agosto el Profeta voló desde Monte-video para reunirse con 7120 miem bros de la Iglesia en el Club“Sol de América” de Asunción. Esta fue la primera vez que elPresidente de la Iglesia llega ba a Paraguay para realizar unagran conferencia.

Los miem bros de la Igle sia de Paraguay partici paron delas Conferencias Generales de Área que se rea lizaron en 1975y 1978 en Buenos Aires y Montevideo res pectivamente con la presencia del Presidente Spencer W. Kim ball.



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El Presidente Gordon B. Hinckley acompañado por el élder Carlos Amado

saluda a los líderes y sus familias en Asunción.

Discurso del Presidente Gordon B. Hinckley en la sesión general

de la conferencia.




La hermana y el Presidente Hinckley con el élder Amado y su esposa en el

estrado.

Vista de los asistentes a la conferencia en el club Sol de América.



La visita del Presidente Hinckley tuvo un fuerte im pac-to en los Santos paraguayos, sucedió en el momento en que seha bía formado la segunda misión y tres años antes del anunciode la construcción del Tem plo.

De bido a lo ajustado en su agenda, el Presidente Hinc-kley no pudo reunirse con los misioneros en Asunción. En laSesión General se dirigió a ellos y di jo: “En el futuro ustedesvan a mirar hacia esta época como una de las ex periencias másricas de sus vidas. Sigan adelante con fe. Jamás olviden que

aquellos que están en casa oran por ustedes, que la Iglesia ente-ra ora por ustedes. Mantengan la fe, amen al Señor, difundan la pala bra. Que Dios les bendiga mis amados com pañeros, gra-cias.”

Luego dirigiéndose a todos los presentes el PresidenteHinckley ex presó: “Ustedes son maravillosos, solamente miro

sus rostros y los amo. Me gustaría caminar entre esta congrega-ción, abrazarlos y decirles cuánto los amo, qué buenas personasson.”

“Ustedes de ben ser la me jor gente del mundo, y creoque lo son, ustedes oran, ustedes se arrodillan y ha blan connuestro Padre Celestial. Ya no hay muchas personas en Para-

guay que oren de esa manera, ustedes se arrodillan y ha blan conDios, nuestro Padre Eterno. Qué hermoso es eso, ustedes le piden que perdone vues tros pecados. Ustedes se ponen de pie ytratan de ser me jores, eso es algo maravilloso.”

En su mensa je instó a los Santos a asis tir al tem plodiciendo: “Buenos Aires está muy le jos de aquí, es un largo via-

je al tem plo, pero Brigham Young una vez di jo ha blando en elValle de Lago Salado: ‘Si nuestros jóvenes su pieran acerca delsignificado del matrimonio en el tem plo, caminarían todo elcamino desde aquí hasta Inglaterra para casarse en la Casa del

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Señor’. Esa es una bendición por la que vale la pena tra ba jar.”

Refiriéndose al de ber de los padres de enseñar a sushi jos ex presó:

“Enséñenles a amar a su tierra natal, a honrar y sostenerlas leyes de la tierra, a mantenerse ale jados de los pro blemas,reci bir toda la educación que puedan y continuar con sus vidas para alcanzar algo nuevo. Todos sus hi jos serán enseñados acer-ca del Señor y grande será la paz de nuestros hi jos.” 2

Al terminar la Sesión General de la Conferencia 1.040líderes del Sacerdocio se reunieron en la ca pilla de Moroni, enel centro de Asunción.

Con vigor el Presidente Hinckley reiteró la invitación alos poseedores del Sacerdocio a velar y cuidar los nuevos con-

versos de la Iglesia, señalando que era lo más im portante quetenía para decirles en esta oportunidad.

Referencia:


2- Liahona, Noticias Locales, octubre de 1997.



Ca pítulo Catorce

LA PREPARACIÓN PARA EL TEMPLO

La Conferencia General de abril del año 2000 fue es pe-cialmente significativa; en ella se inaugura ba el nuevo Centro deConferencias de la Iglesia en Salt Lake City y tam bién se anun-cia ban seis nuevos tem plos, entre ellos el de Asunción Paraguay.

El Presidente Gordon B. Hinckley di jo: “Esta es unamaravillosa ‘era de la historia’ para vivir. Los Santos de los

Últimos Días son un pue blo ricamente bendecido. Mi primerrecuerdo es piritual es de cuando yo era niño muy pequeño.Tenía un dolor de oído, y 85 años atrás no ha bía píldoras paracalmar el dolor. Mi padre me dió una ben dición, y mi madrecalentó una bol sa de sal de mesa para mi oído. El dolor dismi-nuyó hasta que desa pareció. Yo me quedé dormido en el regazoseguro de mi padre. Mientras me queda ba dormido, las pala bras

de su bendición flota ban en mi mente. Este es el recuerdo mástem prano que tengo del ejercicio de la autoridad del sacerdocioen el nom bre del Señor.”

“Desde entonces mi fe ha crecido mucho más. Me hetransformado en Su apóstol, llamado para hacer Su voluntad yenseñar Su pala bra. Yo re pito este testimonio de fe para ustedes

y para todos los que escuchen mi voz en esta mañana de domin-go. Jesús es mi amigo, mi ejem plo, mi maestro, mi sanador, milíder, mi salvador y redentor, mi Dios y mi Rey.”



Los miles de asistentes a la conferencia y los que laseguían por televisión y vía satélite fueron conmovidos por eltestimonio del Profeta viviente. El es píritu de unidad y herman-dad entre los santos se hizo palpable.

Se anuncia el Templo de Asunción

Al concluir el mensa je final, el Presidente Hinckleyanunció los seis nuevos tem plos que serían construídos: Abuja,

Nigeria; Asunción, Paraguay; Helsinski, Finlandia; Lub bock,Texas; Snowflake, Arizona y en el área de tres ciudades en Was-hington Central.

En Paraguay los santos se ha bían reunido por primera vezen los centros de estaca para partici par de la Conferencia Generalvía satélite. Des pués de ha ber escuchado el testimonio del Presi-

dente Hinckley en la sesión de la mañana, todos fueron nueva-mente conmovidos por el anuncio del Tem plo de Asunción.

Las escenas y sentimientos que siguieron podrían serdescriptas con un pasa je del Li bro de Mormón. “Y ahora bien,cuando los del pue blo hu bieron oído estas pala bras, batieron susmanos de gozo y exclamaron: Ese es el deseo de nuestros cora-

zones.”1

Se multi plicaron las ex presiones de jú bilo, gozo, lágri-mas y agradecimiento. Los miem bros paraguayos sintieron elamor y reconocimiento del Señor des pués de cincuenta años deesfuerzo para esta blecer la Iglesia. Ahora la obra de tantos pione-ros sería coronada, una Casa del Señor se levantaría en Asunción.

El Presidente La Vorn Spark de la Misión ParaguayAsunción Norte expresó:

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La preparación para el templo 217

“Cuando yo serví como misionero en Asunción en 1962no tenía la visión de lo que estoy viendo hoy. Jamás hubiese pensado, con el entendimiento que tenía en ese entonces, quellegaríamos a crecer y desarrollarnos tanto como lo hemoshecho. El Señor ha hecho un milagro en estos cuarenta años.”

“La gente de Paraguay está preparada para recibir elEvangelio, los misioneros no tienen el tiempo suficiente paraenseñar a todos los que quieren saber más. Ellos me relatan ensus cartas y entrevistas verdaderos milagros de conversión.”

“He podido percibir, aun antes del anuncio de laconstrucción del templo, que los miembros han aumentado suinterés en tener una recomendación para el templo y en prepararse para asistir. Especialmente están tomando con granseriedad el principio de familias eternas.”

“Varios hermanos y hermanas, durante mucho tiempono han podido gozar de bendiciones espirituales ni temporales.Con el templo su fe y confianza están creciendo.”

“Ha sido una gran bendición para nosotros participar deeste momento en que un templo será construido en Paraguay para la bendición de toda la gente, aun eternamente.”

El Presidente Craig S. Cheney de la Misión ParaguayAsunción expresó lo siguiente:

“Con el anuncio del Templo de Asunción la reacción delos miembros de la Iglesia fue tremenda. Miles de miembrosestaban escuchando en vivo, por primera vez, la Conferencia

General. Sin querer hacerlo, muchos gritaron ‘a una voz’, otrosse pusieron de pie, otros se abrazaron y muchísimos lloraron. Alterminar la reunión no se iban a sus casas, pues deseabancompartir sus sentimientos y su júbilo con los demás.”



“Me sorprende no haber escuchado ningún caso de personas que tuvieran planes cercanos para asistir al Templo deBuenos Aires que los hayan cancelado, igualmente harán elsacrificio durante este año para asistir a la Casa del Señor.”

“El templo tendrá una influencia tremenda sobre la obramisional. Ahora los misioneros podrán predicar a susinvestigadores acerca del templo, mostrarles la foto y hablarlesde su sellamiento como familias eternas.”

“No puedo pensar en una bendición mayor para la genteen Paraguay que la construcción de un templo en su tierra.” 2

La Iglesia en Paraguay ha bía crecido muy lentamente;en la primera época era un distrito de la Misión Uruguaya, lue-go la Misión Paraguaya tam bién, pero generalmente los miembros y líderes pensa ban de sí mismos que aún ha bía mucho por

aprender y crecer. El Tem plo les permitió reconocer que la Igle-sia en Paraguay tenía fuerza y madurez. Aún hay mucho porhacer, pero el Señor ha dado a este pue blo un reconocimientoesta bleciendo su Santa Casa.

El sitio del templo

Con la construcción de tem plos pequeños en todo elmundo, generalmente se sigue la norma de ubicarlos junto a uncentro de estaca ya existente. En Asunción el sitio elegido fueel de la ca pilla de Moroni en la Av. Es paña y Brasilia. Moronifue la primera ca pilla de Paraguay, era un sím bolo res petado por todos los miem bros. Fue una sor presa para muchos saber

que sería demolida para construir el tem plo. En poco tiem pofueron com pradas todas las pro piedades que integra ban la man-zana , menos la casa y el terreno de la esquina. Se hicieron los

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planos para construir el tem plo y un nuevo centro de estaca y laobra echó a andar.

Muy pronto los miem bros antiguos com prendieron quela querida ca pilla de Moroni quedaría como un dulce recuerdo para dar lugar a la obra mayor de un tem plo y una nueva ca pilla.Todo acomodado a las necesidades del crecimiento de la obrade Dios en Paraguay.

La Palada Inicial El sá bado 3 de fe brero de 2001, ba jo la dirección delélder Jay E. Jensen de los Setenta y Presidente del Área Su da-mérica Sur se realizó la ceremonia de la Palada Inicial del Tem- plo de Asunción.

El obis po Pedro Servín Fa bio escri bió el siguiente relatodel evento:

“En un día de intensa lluvia y a cielo abierto, los santos paraguayos se reunieron para realizar la ceremonia de la paladainicial del tem plo.”

“A medida que arrecia ba la intensa preci pitación, loshermanos y hermanas del coro multiestaca, en forma estoica eim pertérrita ante el mal tiem po, cantaron con mayor fuerza sin-tiéndose la presencia del Es píritu.”

“El élder Jensen, durante su ins pirada oración dedicato-ria, di jo: ‘Nuestro Padre Celestial, Te agradecemos por estar

aquí reunidos, Te decimos en forma muy es pecial que Te ama-mos y te agradecemos por la sangre ex piatoria de Tu Hi jo Jesu-cristo; mediante este Santo Tem plo podremos reci bir la plenitud



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Coro de la ceremonia de la Palada Inicial.

Los líderes de la Iglesia conducidos por el élder Jay E. Jensen se aprestan

a dar la Palada Inicial del Templo de Asunción, Paraguay.



del Sacerdocio, la plenitud del Es píritu Santo, para que Tushi jos escogidos que aho ra no conocen estas verdades puedanconocerlas’.”

“ ‘Te rogamos Padre que bendigas a estas familias aquí presentes, y a todos los santos del Paraguay, que tengan fe para pagar sus diezmos, para que puedan demostrar su fe teniendosus recomendaciones para ingresar al tem plo; su plicamos pro-tección para esta tierra santa y para todo lo que de ahora en másse hará aquí para la construcción del tem plo’.”

“Antes, el hermano Carlos Roig, presidente del Comitéde Construcción del Tem plo y el hermano Luis Arsenio Ramí-rez, patriarca de la Estaca Asunción Norte y uno de los pionerosde la Iglesia en Paraguay, pronunciaron breves pero ins piradosmensa jes.”

“El Patriarca Ramírez tocó las fi bras más profundas delos presentes al relatar su condición de testigo del enorme cre-cimiento de la Iglesia en el país, recordando que, precisamenteen el terreno donde se dio la palada inicial, él mismo ha bía par-tici pado en una ceremonia similar en los años 60 para la cons-trucción de la primera ca pilla de la Iglesia en Paraguay, la deMoroni, hoy demolida totalmente.”

“Tras secar un par de lágrimas que corrieron por sume jilla, por de ba jo de sus anteo jos, reveló unas líneas de su bendición patriarcal: ‘En 1965 reci bí en Utah mi bendición,anunciándome que yo viviría cerca de un tem plo; pensé que yase ha bía cum plido porque durante muchos años estuve residien-do al lado del Tem plo de Provo, pero esa bendición era para este

tiem po y se refería al Tem plo de Asunción, ya que con mi es po-sa vivimos a tan sólo siete cuadras de este lugar’.”




“Luego de que el élder Jensen junto a los seis presiden-tes de estaca dieran la palada inicial, en medio de la alegría delos invitados a la ceremonia, el hermano Carlos Gómez, otro delos pioneros en Paraguay, exteriorizó su sentimiento diciendo:‘Me siento muy agradecido a nuestro Padre Celestial por laoportunidad que me dio de conocer el evangelio de Su Hi jo. Meuní a la Iglesia en 1958 y tam bién fui uno de los misioneros deconstrucción de la pri mera ca pilla en el país. Hoy me sien tomuy humilde al ver que tendremos un tem plo para que todos los paraguayos podamos hacer las ordenanzas sagradas y gozar de

sus bendiciones’.” “La hermana Eulalia de Garay, de la Rama Ben jamínAceval, Chaco Boreal, tam poco pudo ocultar su felicidad seña-lando: ‘Quiero agradecerle al Presidente Hinckley por ha ber permitido que tengamos un tem plo en donde realizar las orde-nanzas. El Paraguay necesita de muchas bendiciones para pro-

gresar, no sólo es piritualmente, sino tam bién materialmente.Los Santos de los Últimos Días serán cada día me jores comomiem bros de la Iglesia y de la sociedad gozando de las bendi-ciones del tem plo; mi es poso es presidente de la rama y juntossomos testigos de la fe de los hermanos en Jesucristo’.” 3

La construcción

Los tiem pos han cam biado, la obra de Dios se ace lera ySu mano está presente en todas las cosas. Poco des pués deha ber llegado a Salt Lake City los pioneros comenzaron a cons-truir el Tem plo, tomó más de cuarenta años concluir aquellaobra monumental. Hoy, con las facilidades con que el Señor ha

bendecido a los santos en todo el mundo, es posi ble construirun tem plo en poco más de un año. El Tem plo de Asunción fueanunciado en abril del año 2000, la palada inicial se efectuó el3 de fe brero de 2001 y la dedicación el 19 de mayo de 2002.

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El templo en construcción.

Vista de la entrada del templo durante la construcción.



Referente a la celeridad en la construcción de tem plosleemos lo siguiente:

“El asom broso período de cons trucción de tem plos seinició con el anuncio hecho por el Presidente Gordon B. Hinc-kley de que la Iglesia construiría tem plos más pe queños y enmayor cantidad. El primero de estos tem plos se construyó enMonticello, Utah, en 1998, y llegó a ser el tem plo número 53 dela Iglesia en funcionamiento.”

“En los siguientes dos años y medio, muchos templosque sólo existían como una visión profética se hicieron realidadcon increíble rapidez. En el transcurso de un período de 35semanas, se dedicaron 30 templos. En los Estados Unidos, laconstrucción de los templos pequeños tardaba un promedio denueve meses y medio, mientras que fuera de los Estados Unidosse edificaban en once meses y medio.”

“Lo que hace destacar el proyecto es la calidad de laconstrucción de cada uno de los templos. Aún se sigue elmodelo establecido por Salomón en el Antiguo Testamento. Él juntaba los materiales más refinados de las cercanías y delextranjero y contrataba a los mejores constructores y artesanos para el proyecto.”

“Para los templos nuevos, los constructores hanimportado vitrales de Alemania e Inglaterra y lámparas deBélgica y de Nueva York. Han seleccionado alfombrasconfeccionadas a mano, mientras los comités revisaban piezasde arte local para encontrar obras apropiadas para el templo.Sólo se ha seleccionado lo mejor, ya que iba a formar parte de

algo grande que sería considerado como una casa del Señor.” 4

El Arquitecto Hum berto Cañete ex plicó lo siguiente:“Hemos tenido un apoyo muy bueno de los profesionales de

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Asunción, ha si do muy gratificante tra ba jar con personas alta-mente calificadas en el medio. Todos ellos se sor prenden de los parámetros de seguridad que se mane jan para construir este edi-ficio.”

“Todos los as pectos técnicos, artísticos, estéticos con-vergen en una armonía que hace interesante conocer el edificio.Los arquitectos, ingenieros y constructores que han visitado el proyecto se han sentido motivados y sienten que es un privile-gio aprender cosas nuevas.”

“El tem plo, desde sus cimientos, su estructura y su co ber-tura, es un edificio de máxima seguridad que garantiza todas lasfunciones que requerirá su funcionamiento, es antisísmico, es unamasa homogénea de hormigón armado, es monolítico, es como sifuera una roca, con un encastre perfecto de todo el edificio.”

“Los materiales utilizados para la construcción sonseleccionados, el granito de revestimiento viene ya cortado pie-za por pieza de Brasil, hay un técnico es pecializado que verificalos cortes y se asegura la calidad.” 5

La Casa Abierta

Para organizar todos los eventos de la apertura se orga-nizó el Comité del Tem plo presidido por el élder Jay E. Jenseny dirigido localmente por el hermano Carlos Al berto Roig. Paracoordinar la información y comunicación con la comunidad fuellamada la hermana Myriam Sa maniego de Maluff.

El jueves 2 de mayo dio comienzo el programa de laCasa Abierta extendiéndose hasta el día 11, visitaron el tem plo22.483 personas.



Los princi pales medios de difusión de Pa raguay asistie-ron a la conferencia de prensa y recorrido por el interior delTem plo. Tam bién asistieron invitados los obreros y em presariosque partici paron de la construcción y líderes de go bierno, des-tacándose la presencia de la Primera Dama de Paraguay, laseñora Susana Galli de González Macchi, quien gentilmenteex presó este comentario al concluir su vi sita:

“Deseo agradecer la oportunidad de conocer este her-moso lugar que adorna hoy nuestra ciudad. Más que ver la

belleza por fuera hemos podido tam bién pal par algo de la be lle-za que ustedes llevan por dentro.”

“El élder Jensen decía ‘ésta es nuestra Iglesia’ y yo creoque la podemos considerar así, puesto que los miem bros y lagente que asiste es gente paraguaya. En este sentido me sientomuy contenta, muy orgullosa y acom paño esta magnífica obra

que se está inaugurando en Asunción.”

“Creo que los valores y los sentimientos que ustedesmane jan son universales; son valores que todos los seres huma-nos de biéramos practicar y vivir en esta vida, mirando siem preque hay un des pués...”

El periodismo siguió con mucho interés los aconteci-mientos del tem plo, el élder Jensen, élder Da Silva y la herma-na Myriam Maluff, directora de Asuntos Pú blicos, dieron res- puesta a preguntas y entrevistas. Al concluir su recorrido por elinterior del tem plo la periodista María Díaz de Vivar del sema-nario Tiem pos del Mundo comentó lo siguiente:

“Esta invitación ha sido una oportunidad periodística pues esa es mi actividad, pero tam bién ha satisfecho una curio-sidad personal, la de escuchar de los pro pios miem bros de laIglesia de Jesucristo qué es y cómo funciona, cómo es una ca pi-lla y qué es un tem plo.”

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“En el recorrido he visto luz y claridad, me sentí como siestuviese en mi pro pia casa con una sensación de recogimiento.”

“Este tem plo es im ponente, está ubicado en un barriohermoso y tradicional de Asunción y transmite una invitaciónde acudir, quizás a princi pios familiares fuertes, los cuales son

el sím bolo o resumen de lo que yo perci bí en el interior. Acá sedestaca la unidad familiar, sin la cual no podemos construir unasociedad y menos un país.”

El élder Jay E. Jensen, des pués de iniciada la CasaAbierta, ex presó:

“El 3 de fe brero del año pasado la Primera Presidenciame asignó realizar la palada inicial e inaugurar los pre parativos para el Tem plo de Asunción Paraguay. Ese día hu bo una grantormenta pero igualmente procedimos. En la oración dedicato-

El élder Jensen con el embajador norteamericano.



ria vino la im presión de mencionar que ese lugar sería conocidocomo ‘la manzana del tem plo’ aunque aún no ha bíamos com- prado la casa y el terreno en la esquina. El Señor puede hacer laobra a Su manera y hemos visto Su mano abriendo el camino para com prar la casa y el terreno que com pleta toda la manzanadel tem plo.”

“Hemos visto el excelente tra ba jo de los obreros, artesa-nos y profesionales, hemos visto sacrificios y ahora culmina-mos con la Casa Abierta y dos semanas des pués la dedicación

del tem plo en sí.” “Deseo recordar dos ex periencias que tuve ayer, al rea-

lizar un recorrido por el interior acom pañando a un gru po deinvitados se me acercó una hermana que no pertenece a la Igle-sia y me di jo: ‘Qué hermoso es nuestro tem plo’. Este es el sen-timiento que hemos escuchado de mu chas personas que no

pertenecen a la Iglesia, ‘nuestro tem plo’. Este sentimiento esaún más fuerte entre los miem bros de la Iglesia. El tem plo es laCasa del Señor y este sentimiento viene pues ahí sentimos pazy serenidad.”

“La otra ex periencia hermosa fue realizar el recorridocon la Primera Dama de la Nación. Ella es una excelente perso-

na, deseosa de ser una buena madre, una buena es posa y cuidar bien a sus hi jos. Ella captó muy bien el es píritu del tem plo aldecir que lo exterior es hermoso, pero lo interior es lo queim pacta.”

“Al realizar los recorridos vimos cam bios en el corazónde los que vienen, una persona no puede entrar al tem plo y no

ser tocada por lo que allí se hace. Todo refle ja el amor de Dios para con Sus hi jos, que Él nos ama y desea que seamos felicescomo individuos y como familias. Sa bemos que esta casa seráun tri buto, un edificio consagrado a Sus pro pósitos de llevarnos

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de vuelta a Su presencia mediante las ordenanzas, ceremoniasy convenios.” 6

Referencias:

1- Mo síah 18:11.

2- Noticias de la Iglesia, Liahona, agosto de 2000.

3- Noticias de la Igle sia, Pedro Servín Fabio, Liahona, mar zo de 2001.

4- Church News, 30 de septiembre de 2000.

5- Noticias de la Igle sia, Liahona, febrero de 2001.

6- Entrevista por Dardo López, 2001.



Ca pítulo Quince

LA DEDICACIÓN DEL TEMPLO

El domingo 19 de mayo el Presidente Gordon B. Hinckleydedicó el Tem plo de Asunción Paraguay, el número 112 en laIglesia. El Pre sidente Hinckley estuvo acom pañado por el Pre-sidente James E. Faust de la Primera Presidencia y el élder JayE. Jensen de los Setenta y Presidente del Área Sudamérica Sur.

Se realizaron cuatro sesiones de dedicación a la que

asistieron miles de miem bros desde los más remotos lugares deParaguay y tam bién de las provincias limítrofes de Argentina.

El élder Carlos E. Agüero, Setenta Autoridad de Áreaque ofició como traductor relató lo siguiente: “Durante cuatrosesiones dedicatorias plenas de emoción, disfrutamos de laabundancia del Es píritu Santo confirmando y dando testimonio

de las verdades ahí ex presadas por nuestros líderes.”

“El élder Jensen hizo referencia a algunos hechos histó-ricos relacionados con esta Obra y los santos paraguayos. Fue particularmente emocionante escuchar el relato de algunasfamilias de la etnia nivaclé, quienes realizaron una excursión alTem plo de Buenos Aires, Argentina para reci bir sus ordenanzas

personales y ser sellados como familias eternas. Se tra tó de unaocasión en que el clima estuvo particularmente frío y, no ha bi-tuados a tem peraturas extremas, los hermanos no ha bían lleva-



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El Presidente Gordon B. Hinckley en la dedicación del Templo de Asunción.



ser sellados como es poso y es posa por tiem po y por toda la eter-nidad. No tiene ninguna im portancia quién de los dos parta primero de esta vida, di jo, porque están unidos por el poder delSacerdocio como matrimonio eterno. Su enseñanza resonó alex presarnos que de eso se trata el tem plo, y la obra que en él serealiza, de unir familias por la eternidad. Luego de agradecerlea su es posa e invitarla a regresar a su lugar, invitó a su hi ja a pararse a su lado, abrazándola tam bién, y ex presando susrecuerdos emocionados de transformarse en padre por primeravez cuando nacía esta hi ja, la mayor. Di jo que ahora ella es

abuela de 14 nietos, y que hacía poco más de un año, su es posoha bía fallecido re pentinamente de bido a un ataque cardíaco.Pero ella sa be que estarán juntos nuevamente, ex presó el Profe-ta, de bido a la unión eterna realizada en un Tem plo del Señor por el poder del Santo Sacerdocio.”

“Fue muy difícil para mí como traductor tratar de man-

tener mi com postura para seguir ha blando, ya que cada personaen el Salón Celestial esta ba visi blemente emocionada, muchoscon lágrimas surcando sus rostros, con pañuelos en sus manos,y viendo tam bién al Profeta del Señor, en jugarse sus lágrimasde es poso y padre de una familia eterna. Fueron un mensa je yejem plo poderosamente elocuentes acerca del pro pósito de lostem plos en la tierra. Fue un gran banquete es piritual.” 1

Ceremonia de la Piedra Angular

El domingo 19 de mayo, en la quietud de la mañana deAsunción, cientos de Santos de los Últimos Días comenzaron allegar al tem plo. Con rostros de regoci jo y reverencia se alinea-

ron para entrar a la Santa Casa y a la nueva ca pilla de Moronien el terreno contiguo. Era el momento ansiado desde que seanunció la construcción el 3 de abril de 2000 y tam bién el día

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La dedicación del templo 235

La Piedra Angular del Templo de Asunción, Paraguay.

El Presidente Hinckley coloca la

Piedra Angular.

El Presidente Hinckley saluda a

los niños que participan de la

ceremonia.



deseado por los miem bros y misioneros pioneros desde que laobra comenzara en 1950.

Inmediatamente de comenzada la primera sesión dededicación en el interior del tem plo, el Presidente Gordon B.Hinckley, acom pañado por las Au toridades Generales, suses posas y la Pre sidencia del Tem plo se trasladaron al exterior para realizar el sellamiento de la Piedra Angular. Afuera seencontra ba un gru po de unos 300 miem bros de la Iglesia y algu-nos re presentantes de la prensa.

El Presidente Hinckley procedió al sellamiento de laPiedra Angular, luego lo hizo su es posa Mar jorie y le siguieronlos demás líderes. Como ya se ha hecho tradición en las dedica-ciones de tem plos, el Presidente Hinckley invitó a dos niños dela congregación a partici par tam bién del sellamiento de la Pie-dra Angular. El coro de las estacas de Asunción con sus inter-

pretaciones aumentó la solemnidad y regoci jo de este es pecialmomento.

En el interior de la Piedra Angular fueron colocadosli bros y documentos históricos de la Iglesia y otros sucesos dela actualidad. Esto será un testimonio escrito para generacionesfuturas de los acontecimientos relacionados con la dedicación

del tem plo.

El sim bolismo de esta sencilla ceremonia es que elSeñor es la Piedra Angular que sostiene todo el edificio es piri-tual que forma la Iglesia.

Un día de regoci jo

La hermandad y es piritualidad que se desarrolló con loseventos de la dedicación del tem plo llevó los pensamientos de

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El Templo de Asunción.

Vista nocturna del templo.



los Santos a los antepasados por quienes se harán las ordenan-zas y tam bién a los pioneros de la Iglesia en Paraguay, misione-ros, presidentes de Misión y miem bros locales.

El élder Keith Morris, cincuenta años más tarde deha ber llegado como misionero a Asunción ex presó:

“Para mí es una maravilla que a pesar de nuestras limi-taciones e ineptitud para hacer crecer la Iglesia en aquella pri-mera época haya crecido tanto y hoy tengan un tem plo. Esto me

hace muy feliz al sa ber que el Señor ha hecho lo que ha bía pro-metido haciendo que el pue blo florezca y viva según sus man-damientos.”

“Yo pensé que un tem plo podía ser construido en Para-guay mucho tiem po des pués de mi muerte. Cuando fue anun-ciado sentí el reconocimiento del Señor al país y a su gente, ésto

es algo maravilloso. Estoy seguro que la gente aprenderá a amarla obra del tem plo de la misma manera que aprendió a amar elEvangelio de Jesucristo.”

El Presidente Mearl Kay Bair, quien fue llamado por elPresidente Hinckley a ofrecer su testimonio durante la dedica-

ción ex presó:

“Han pasado más de 25 años desde que estuvimos acá,la gente paraguaya siem pre ha estado en nuestro corazón.Sa bíamos que alguna vez ha bría un tem plo, no sa bíamos cuán-do. Ahora, al asistir a la dedicación no tengo pala bras para des-cri bir el es píritu maravilloso que hemos sentido. El tem plo

bendecirá a toda la nación paraguaya en una manera que no podemos entenderlo.”

El Presidente Richard Russell, quien sirviera entre 1989y 1992 recordó sus días misioneros en estas pala bras:

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“Con los misioneros procurá bamos tener una visión delos conversos con la ro pa blanca del bautismo y tam bién con laro pa blanca del tem plo. Ahora podrán entrar y ser selladoscomo familias eternas. La conversión no está com pleta hastaque no se entra al tem plo, ahora todos lo podrán hacer. Este esun sueño hecho realidad.”

Y el Presidente Craig Cheney, quien presidía la MisiónParaguay Asunción cuando fue dada la primera palada del templo di jo:

“Al recorrer con mi es posa por primera vez el Tem plode Asunción y ver el baptisterio vino a mi mente una visión delos jóvenes de Paraguay partici pando en la obra vicaria, losrecién bautizados realizando ordenanzas y las familias selladas.El tem plo es un sím bolo de la fuerza de la Iglesia en Paraguay.”

La presidencia del Templo

Fue llamado como Presidente del hermano John J.Whetten con Abilio I. Samaniego y Bruno Rodriguez Gayosocomo conse jeros.

El Presidente John J. Whetten tiene 67 años y ha sido profesor y agricultor, es originario de Chihuahua, México. Estácasado con Louise Jorgenson y tienen ocho hi jos y veintisietenietos. Ha servido como obis po, conse jero de estaca, selladoren el tem plo y Presidente de la Misión Paraguay (1986-1989).

El Presidente Abilio I. Samaniego nació en Concepción,

Paraguay el 22 de fe brero de 1928, se bautizó en la Iglesia el 3de fe brero de 1974. Su es posa es María Elena Martínez Jorggey han tenido siete hi jos. Ha sido presidente de rama, conse jerode estaca y patriarca. Es contador pú blico de profesión.



240

El Presidente John J. Whetten y su esposa Louise.

La presidencia del templo y sus esposas.



El segundo conse jero es Bruno Rodríguez Gayoso quenació el 6 de octu bre de 1932 en Itá, Paraguay. Se bautizó el 18de noviem bre de 1972. Su es posa es Faustina Romero y tienencuatro hi jos. Ha sido obis po, presidente de distrito, conse jero demisión y patriarca.

Referencias:

1- Élder Carlos H. Agüero, Liahona, Noticias de la Iglesia, agosto de 2002,

págs. 2 y 3.




Ca pítulo Dieciséis

LA PLENITUD DEL EVANGELIO

El esta blecimiento de misiones, estacas y el tem ploseñalan el camino para disponer de la plenitud del Evangelio de

Jesucristo. Este puede definirse como el plan de Dios para la

salvación del hom bre, hecho posi ble mediante la ex piación de

Jesucristo. Abarca las eternas verdades, o sea, las leyes, los con-

venios y las ordenanzas que son necesarias para que el género

humano regrese a la presencia de Dios.1 Este Evangelio fue

restaurado en la tierra mediante el Profeta José Smith. En 1820reci bió la visita del Padre y el Hi jo. Más tarde, en 1829, se res-

tauró el Sacerdocio y se pu blicó El Li bro de Mormón. El 6 de

Abril de 1830, en Fayette, estado de Nueva York se restauró la

Iglesia primitiva de Jesucristo. Como coronación de esta restau-

ración fueron reveladas las ordenanzas del tem plo y se constru-

yó el Tem plo de Nauvoo poco antes del martirio del Profeta

José, el 27 de junio de 1844. En esa época el Señor manifestólo siguiente:

“Y de cierto os digo, edifíquese esta casa a mi nom bre,

para que en ella pueda yo revelar mis ordenanzas a mi pue blo;

porque me pro pongo revelar a mi iglesia cosas que han estado

escondidas desde antes de la fundación del mundo, cosas que

pertenecen a la dis pensación del cum plimiento de los tiempos.” 2



Este Evangelio restaurado fue traído y predicado por los

misioneros en Paraguay desde 1950. El pue blo paraguayo hasido sensi ble a este mensa je es piritual y divino. La Iglesia de

Jesucristo se esta bleció y ex pandió muy lentamente en las pri-

meras décadas hasta que desarrolló raíces firmes. Entonces el

Señor dio su reconocimiento y bendi jo a la gente paraguaya, a

muchos de los descendientes de los pue blos del Li bro de Mor-

món, con la plenitud del Evangelio al alcance de todos, con

todos los pro gramas de la Iglesia para desarrollar familias uni-das y fuertes y con las ordenanzas de la Casa del Señor.

En la actualidad hay aproximadamente 45.000 miem-

bros de la Iglesia en Paraguay, dos misiones, siete estacas y un

tem plo. Es ins pirador sa ber que este presente fue prometido por

boca de un siervo del Señor en 1979, cuando el número de

miem bros no alcanza ba los 3.000.

El domingo 25 de Fe brero de 1979 el élder Ezra Taft

Benson, en ese entonces, Presidente del Quórum de los Doce

244

Presidencia de Área. élder L. Whitney Clayton, élder Jay E. Jensen y élderCarlos Agüero (2003).



La plenitud del evangelio 245

Apóstoles, se reunió con un gru po de santos a las 7 de la maña-

na en el Jardín Botánico de la ciudad de Asunción para ofrecer

la oración dedicatoria de la tierra del Paraguay para la predica-

ción del Evangelio. Ese mismo día se organiza ba la primera

estaca, marcando un gran paso para el progreso de la obra de

Dios.

Las ins piradas pala bras del élder Benson se refieren a

hechos y acontecimientos que hoy ya se han cum plido, sin

em bargo su ins piración ilumina aún hoy el futuro de la obra en

Paraguay. Muchas promesas y bendiciones que fueron pronun-ciadas por este siervo del Señor tendrán un pleno cum plimiento

en el futuro. Podríamos decir que la gran obra de Dios recién

comienza a florecer en Paraguay y que un verdadero crecimien-

to está por delante.

A continuación citamos algunos párrafos es pecialmente

significativos de la oración dedicatoria de Paraguay por el élderEzra Taft Benson.

“Y es así que hoy, estamos reunidos aquí como un gru po

de Tus humildes hi jos en este hermoso país de Paraguay. Y

Padre Celestial, oramos por este país, oramos por el pue blo, ora-

mos por los líderes de esta nación. Te pedimos, Padre Santo, que

Tú abras las ventanas de los cielos y derrames bendiciones so breéstos, Tus hi jos. Ellos son buenas personas, Padre, tienen una

herencia rica, son humildes y necesitan el Evangelio. Muchos de

ellos ya han aceptado el Evangelio y son leales y fieles a sus

convenios. Bendícelos, bendice al liderazgo de esta misión, y

bendice a los líderes y a aquellos que serán sostenidos como

líderes en la primera estaca a ser organizada en este gran país.”

“Padre Celestial, vemos en visión la gran ex pansión de

Tu obra que de be llevarse a ca bo aquí, que muchas estacas

serán organizadas y que muchos serán traídos al conocimiento



de la verdad. Te rogamos que Tú bendigas a Tus líderes, a aque-

llos que te sirven: el Presidente de Misión, la nueva presidencia

de esta primera estaca, y todos aquellos que serán llamados en

los años por venir como líderes en Tu gran Iglesia y reino. Y

Padre, bendice por favor a los líderes de esta Nación. Que ellos

siem pre sean hom bres de fe y hom bres con amor hacia Ti y a

Tu gran causa. Sentimos Padre Santo que hay un re conocimien-

to entre los líderes de esta Nación de Tu gran poder y de la

im portancia de humillarnos ante Ti como pue blo. Bendice a

esta Nación, para que la es piritualidad pueda crecer, que la fe

en Ti pueda crecer, y que el pue blo de esta gran tierra puedavivir para ser digno de ricas bendiciones que vengan de Ti,

materiales y es pirituales.”

“...Padre, y ahora dedicamos esta tierra a Ti cum pliendo

con la autoridad extendida por el presidente de Tu gran Iglesia

y Reino y profeta, vidente y revelador.”

“Por lo tanto, mediante la autoridad del Santo Sacerdo-

cio de Dios, dedicamos esta tierra a Ti, Padre Santo, para la

ex pansión y crecimiento de Tu obra, y es pecialmente para la

predicación del Evangelio. Bendice a todos aquellos que sean

llamados para servir como misioneros, ya sea desde otros países

y localmente...”

“Padre Celestial, Te dedicamos esta tierra a Ti. Abrimos

la puerta, damos vuelta la llave, para que Tu Evangelio pueda

extenderse desde este punto hacia adelante a todos los puntos

de esta tierra, que miles, sí, cientos de miles, vengan a Tu Igle-

sia y Reino y acepten los frutos del Evangelio y las bendiciones

de los sagrados convenios asociados con él.”

“...re petimos que por medio de la autoridad del Santo

Sacerdocio de Dios que poseemos, dedicamos esta tierra, Para-

guay, a Ti y te rogamos que Tú ratifiques en los cielos la oración

246



La plenitud del evangelio 247

y el ruego que te hacemos en esta hermosa mañana del día de

re poso, de que esta tierra sea preservada, fortalecida y bendeci-

da, y que la puer ta pueda ser am pliamente abierta y el Evange-

lio diseminado a través de esta tierra de una punta a la otra, y

de que miles de Tus hi jos escuchen el Evangelio, acepten su

mensa je, y reci ban las bendiciones prometidas.” 3

Los profetas del Li bro de Mormón vieron y ha blaron de

esta época, la dis pensación del cum plimiento de los tiem pos,

recordamos los versículos siguientes:

“Y entonces se regoci jarán; porque sa brán que es una

bendición para ellos de la mano de Dios; y las escamas de tinie-

blas em pezarán a caer de sus ojos; y antes que pasen muchas

generaciones entre ellos, se convertirán en una gente pura y

deleita ble.” 4

“Y sucederá que el Señor Dios em pezará su obra entretodas las naciones, tri bus, lenguas y pue blos, para llevar a ca bo

la restauración de su pue blo so bre la tierra.” 5

Estas promesas dadas hace más de 2.500 años tienen

vigor y sentido hoy en la nación paraguaya. La Iglesia, el Reino

de Dios so bre la tierra, se ha esta blecido entre ellos y todo el

país es bendecido con el Evangelio puro de Jesucristo.

Referencias:

1-Guía para el estudio de las escrituras, evangelio.


3- Extractos de la oración dedicatoria de Paraguay, élder Ezra Taft

Benson, Jardín Botánico de Asunción , Paraguay. Registrada en la

Historia de la Misión por el Presidente Mearl K. Bair. Traducción libre por el élder Carlos Agüero, 2002

4- 2 Nefi 30:6.

5- 2 Nefi 30:8.



Bibliografía básica

Elementos de la Historia de la

Iglesia

La Historia de la Iglesia en la

Dispensación del Cumplimiento de

los Tiempos

From Acorn To Oak Tree

Church Almanac

Church News

Melvin J. Ballard, Crusader For

Righteousness.

El Deseret Oriental

El Mensajero Deseret

Improvement Era

Liahona

Los Mormones en México

Historia del Mormonismo en

México

Libros Históricos de la Misión

Uruguaya

La Verdad Restaurada

Nuestro Legado

Compendio de Historia Paraguaya

Historia Paraguaya

Joseph Fielding Smith

Manual del Alumno de Instituto

Frederick S. Williams

Deseret News

Deseret News

Melvin J. Ballard

Revista de la Misión Uruguaya

Revista de la Misión Argentina

Revista, publicación de la Iglesia

Revista, publicación de la Iglesia

Lamond Tullis

Agricol Lozano Herrera

Manuscrito

Publicación de la Iglesia

Publicación de la Iglesia

Julio César Chaves

Miguel Rigual

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249

1 Osvaldo Decoud Asunción

Entrevistas realizadas por Néstor Curbelo, grabadas en videocassette y

archivadas en la Oficina de la Iglesia en Buenos Aires y en el

Departamento Histórico de Salt Lake City.

Historias Orales

1989

Historia Sud Paraguay

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