HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO EN COLOMBIA · Pumarejo 1942 –1946 se expide el decreto ley 2350...

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HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO EN COLOMBIA La clase obrera es hacedora de su propia historia, sus formas organizativas, sus luchas, sus conquistas y el propio desarrollo que ha aportado al país hacen parte de ese historial. Si bien no se puede confundir el movimiento obrero con el movimiento sindical, este hace parte de una de sus formas organizativas y tiene estrecha relación con su desarrollo. Las luchas del pueblo Colombiano por su liberación se remontan a 1492 cuando fue invadido el país por los Españoles, pero la clase obrera como tal surge con la aparición de la industria.

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HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO EN COLOMBIA

La clase obrera es hacedora de su propia historia, sus formas

organizativas, sus luchas, sus conquistas y el propio desarrollo

que ha aportado al país hacen parte de ese historial.

Si bien no se puede confundir el movimiento obrero con el

movimiento sindical, este hace parte de una de sus formas

organizativas y tiene estrecha relación con su desarrollo.

Las luchas del pueblo Colombiano por su liberación se remontan a

1492 cuando fue invadido el país por los Españoles, pero la clase

obrera como tal surge con la aparición de la industria.

A medida que la explotación se iba acentuando, los

obreros igualmente se ingeniaban las formas

organizativas para oponerse a esos niveles de

explotación.

Es así como los artesanos en Bogotá que en 1847 eran

la parte industrial más desarrollada, conforman la

primera organización sindical de que se tenga noticia

en el país, pero desde ese entonces los partidos

tradicionales (liberal y conservador) que tanto mal le

han hecho al país, influenciaban sectores de la

población y es el partido liberal quien influencia esta

primera organización sindical creada por los artesanos.

En 1918 los sastres que le confeccionaban los

uniformes al ejercito, también crearon su organización

sindical, en Bogotá

Uno de los sectores de la industria más antiguos del

país es el transporte y precisamente los ferroviarios del

pacífico son los primeros en desarrollar una huelga en

Colombia, la cual inicia en Buenaventura el 2 de

noviembre de 1878.

Los trabajadores portuarios también eran un sector

importantísimo en el desarrollo del país y realizan en el

Atlántico una de las huelgas más importantes de la

época en 1910. Y los trabajadores ferroviarios repiten

su huelga en 1919.

Hasta este momento tanto los sindicatos como las huelgas

fueron organizadas y realizadas autónomamente por los

trabajadores, pues no existía ninguna regulación solo existía el

arrojo y beligerancia de los trabajadores para confrontar el

estado y los patronos y eso era suficiente para conquistar

mejores condiciones de vida y de trabajo.

Como los enemigos de la clase obrera no duermen y no estaban

nada contentos con las huelgas como se venían desarrollando,

el Gobierno se vio obligado a regularlas expidiendo el 18 de

noviembre de 1919 la ley 78, en la cual regula la huelga, la

contratación colectiva, sometiéndolas al pacifismo y

limitándolas única y exclusivamente a factores económicos

además se le prohíbe a los sindicatos hablar de política,

aunque los trabajadores si eran utilizados por la oligarquía para

que les dieran los votos en periodos electorales.

Como para el régimen la anterior ley no era suficiente,

en 1920 expide la ley 21 por la cual perfecciona el

régimen de la huelga, prohíbe la huelga en los servicios

públicos y crea el arbitraje obligatorio.

Estas medidas gubernamentales obedecían a que la clase

obrera además de que se organizaba, libraba luchas de

mucha importancia, la solidaridad era un verdadero

principio de la clase obrera, la cual no se limitaba a lo

económico, sino que en apoyo a una huelga, se desataban

en cadena las huelgas de solidaridad, lo que se constituía

sin lugar a dudas en una presión que no resistía ningún

patrón ni gobierno y por eso los conflictos tenían que ser

resueltos por los patronos.

Producto de este desarrollo y de la necesidad de

estrechar lazos de unión y hacer de las luchas tareas

más unificadas, surge la necesidad de agrupar los

sindicatos y el 20 de julio de 1925 se crea la primera

central obrera en el país denominada

CONFEDERACION OBRERA NACIONAL (C.O.N).

Entre octubre de 1924 y enero de 1927 se

desarrollaron un sin número de jornadas de lucha y

movilizaciones, en exigencia del descanso dominical

obligatorio y la jornada laboral de 8 horas, todas estas

jornadas rebasaron cualquier tipo de legalidad.

Es en este marco de confrontación de clases que

los obreros de la unión de trabajadores del

Magdalena en 1928 realizan una combativa

huelga a la United Fruit Company, la que es

reprimida violentamente por el ejercito

Colombiano que es fiel guardián de los intereses

extranjeros, asesinando una gran cantidad de

obreros y con ellos a los niños y las esposas que

los apoyaban en el Campamento huelguístico,

esta incursión del ejercito apoyada por el

gobierno es la que tradicionalmente conocemos

como la Masacre de las Bananeras.

Desde 1847 hasta 1931 fueron muchos los sindicatos

que se crearon, para que el gobierno expidiera la ley 83

de 1931 mediante la cual reconoce el libre derecho de

asociación, pero a la vez regula a los sindicatos

fijándoles los parámetros que deben contener los

estatutos, quitándoles de hecho la autonomía. Así

mismo los clasifican en sindicatos de base, gremio e

industria. De lo anterior se deduce que la legislación

laboral o código sustantivo del trabajo no contiene las

conquistas de los trabajadores, sino el recorte de las

conquistas, pues desde 1847 existían sindicatos, pero

casi un siglo después el Estado los reconoce.

Lo importante para la clase obrera no son los

reconocimientos de cualquier conquista ni de que

estén escritos, sino que existan de hecho, por ello las

acciones de hecho trascienden sobre el derecho.

Producto de innumerables jornadas de lucha que se

habían iniciado desde octubre de 1924 casi 10 años

después, el 26 de abril de 1934, el gobierno se ve

obligado a expedir un decreto ejecutivo, reconociendo

las cesantías, la jornada laboral de 8 horas, el descanso

dominical y el reconocimiento económico de las horas

extras.

Como para la burguesía no era fácil confrontar a los

trabajadores organizados, definió que lo mejor era

controlar sus organizaciones, por ello el partido liberal

influenciando algunos líderes sindicales crea en agosto

de 1936 la central obrera que se denominó,

CONFEDERACION SINDICAL DE COLOMBIA

(C.S.C), la que luego tomó el nombre de

CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES DE

COLOMBIA (C.T.C.) la cual es reconocida

jurídicamente mediante resolución 281 el 21 de

diciembre de 1937.

Con una central penetrada y en alguna medida

controlada por el partido liberal, en el gobierno de

Eduardo Santos 1938 – 1942, se lanza toda una

campaña de aniquilamiento el movimiento sindical, lo

cual lo adentra en una crisis de inmovilismo, e incluso

falta de conducción política.

En el período de gobierno siguiente, el de López

Pumarejo 1942 – 1946 se expide el decreto ley 2350 de

1944 y luego la ley 6 de 1946 donde se institucional el

sindicalismo de base por empresa, dándole vía libre al

paralelismo sindical y legitimando los pactos

colectivos.

Como se puede observar, cada gobierno bien sea liberal o

conservador, va legislando en detrimento de las conquistas

obreras con el fin de proteger sus propios intereses, pues

ellos han sido los dueños de la mayoría de las empresas y de

grandes extensiones de tierra.

Como el partido liberal controlaba la C.T.C. y además le era

útil en las campañas electorales el partido conservados no

podía dejar que su opositor controlara buena parte de los

trabajadores, y además como quien divide reina, en 1946 el

conservatismo crea con otro sector de dirigentes la central

obrera que se llamó ACCION CATOLICA (A.C.C), la que

en el gobierno de Alberto Lleras tomo el nombre de UNION

de TRABAJADORES de COLOMBIA (U.T.C), reconocida

jurídicamente el 26 de noviembre de 1949 por resolución

número 248.

El primer código laboral léase recorte de derechos de

los trabajadores lo expide Laureano Gómez mediante

el decreto ley 905 de 1951, que no era otra cosa que la

recopilación de una serie de leyes y decretos como el

2663 y 3743 de 1950 y las normas que estaban

condensadas en el libro luchas obreras y política

laboral en Colombia. Así mismo el decreto 904 de

1951 precisa que no puede existir más de una

convención colectiva por empresa.

Rojas Pinilla en su perspectiva corporacionista

propuso agrupar a los asalariados en una sola central

obrera que se llamaría CENTRAL NACIONAL del

TRABAJO (C.N.T), para afiliarla a la central latino

americana peronista ATLAS.

Ante el adormecimiento en que cayeron las centrales

obreras por el control bipartidista que de ellas había, en

la década de los años 60, comienzan a gestarse algunos

movimientos independientes de las centrales y al

interior de la C.T.C. se genera una discusión interna

protagonizada por el partido comunista de Colombia, lo

que concluye con una división que se materializa con la

creación de la CONFEDERACION SINDICAL de

TRABAJADORES de COLOMBIA (C.S.T.C) después

de un evento realizado en Bogotá el primero de mayo

de 1964 con representación de varios sindicatos y

federaciones de varias regiones del país. Esta central se

guía por la línea del partido comunista de Colombia.

En esa década del 60 las principales luchas obreras

fueron lideradas por la C.S.T.C y el SINDICALISMO

INDEPENDIENTE y CLASISTA (S.IC.) que era otra

expresión obrero sindical que se desarrollaba en el

país y que en lo fundamental la integraban en

Antioquia el BLOQUE SINDICAL

INDEPENDIENTE (B.S.I), EL COMITÉ de

ACCION CONJUNTA (COSACO).

El S.I.C poco a poco se fue constituyendo en una seria

amenaza para la oligarquía, el gobierno, los patronos y

el bipartidismo pues sus orientaciones políticas con

principios clasistas como los 5 antis a saber

(antipatronal – antiimperialista – antioligarquico –

antirevisionesta – antielectorero) y sus luchas

extrainstiucionales con unos niveles definidos en lo que

a la solidaridad de clase se refiere, férrea disciplina de

compromiso y liderando sindicatos de la talla de la

U.S.O hizo que el S.I.C fuera una muy buena

alternativa para la clase obrera Colombiana debido al

desprestigio que existía entre los trabajadores hacia

C.T.C y la U.T.C.

La crisis que ya había pasado la C.T.C se refleja en

1971 en la U.T.C cuando el sector liderado por la

SOCIAL DEMOCRACIA CRISTIANA. Se retira de

esa central y conforma la CONFEDERACION

GENERAL del TRABAJO (C.G.T).

Tanto la C.S.T.C como la C.G.T son reconocidas

jurídicamente en 1975, es decir que la C.S.T.C durante

11 años sin personería jurídica lidero muchas de las

luchas obreras que se realizaron en el país, lo que

reafirma que la lucha no puede estar sujeta a

reconocimientos jurídicos burgueses.

En el mandato de Guillermo León Valencia se

expide el decreto 2351 de 1965 conocido en esa

oportunidad como la gran reforma laboral, que

entre otras cosas contenia los artículos séptimo y

octavo por los cuales con justa o sin justa causa el

patrón podía despedir al trabajador y una serie de

normas más que como todos los otros decretos y

leyes lo único que contenían eran recortes y

recortes de las conquistas obreras.

Ante tantas medidas represivas de los gobiernos contra

el pueblo, las centrales obreras a través del recién

conformado Consejo Nacional Sindical convocan a la

preparación y realización de un paro nacional el cual se

materializa el 14 de septiembre de 1977, contando con

muy buen respaldo obrero y de otros sectores como los

campesinos, populares e incluso el estudiantado. Fue

una gran jornada de combatividad, hubo serios

enfrentamientos con la fuerza pública, no podían faltar

los muertos a manos de las balas asesinas del régimen y

las medidas gubernamentales como el toque de queda la

ley seca amparados en el estado de sitio que nos rigió

por más de 40 años consecutivos y que después de la

reforma constitucional de 1991 cambio de nombre por

el estado de excepción que son la misma cosa

Como se había expresado las centrales obreras amarillas

como eran conocidas, entran en crisis, el sindicalismo

independiente se constituye en una alternativa para los

trabajadores, lidera con la C.S.T.C las principales

luchas obreras.

Al interior del S.I.C se presentan diferencias que llevan

a su disolución como sindicalismo independiente y

clasista.

En la practica las direcciones han sido las causantes de

las divisiones y casi en todos los casos los trabajadores

que propugnan por una real unidad, no saben a que

obedece tanta división.

Así las cosas y ante la necesidad de aunar esfuerzos, en

febrero de 1981 se convoca un encuentro nacional de

solidaridad para realizarse en Zipaquira y de ese encuentro

sale la constitución de la COORDINADORA de

SOLIDARIDAD y PROTESTA (C.S.P), creando un

organismo coordinador de las diferentes tareas. Al evento

asistieron representantes de sindicatos que pertenecían a

centrales obreras y al S.I.

Como al referido encuentro de Zipaquira, por diversas

razones no asistieron algunas expresiones político

sindicales que estaban de acuerdo con ese proceso

unitario, se hizo necesario la convocatoria de otro evento

el cual se realizo en Bogotá en julio de 1981, creándose el

COMITÉ SINDICAL NACIONAL UNITARIO

(C.S.N.U).

Estos eventos del 81 fueron la base para que a nivel

nacional se generara una serie de discusiones y

propuestas sobre la creación de una nueva central.

Surgió la propuesta de central revolucionaria, la de

central única, central unitaria y todas las propuestas que

se puedan imaginar, pues cada sector hacia su propia

propuesta.

En ese orden de ideas los sectores acordaron discutir la

plataforma de lucha, la declaración de principios y los

estatutos, cuando hubo consenso en el contenido de

ellos, acordaron el nombre de CENTRAL UNITARIA

DE TRABAJADORES (CUT), citándose el congreso

constitutivo para los días 15-16-17 de noviembre de

1986 en la ciudad de Bogotá.

A la C.U.T se adhirió toda la C.S.T.C., la gran

mayoría del S.I., el P.S.T y un sector de la U.T.C

liderando por Jorge Carrillo, quien recientemente

había salido como Ministro de Trabajo.

La C.U.T creo muchas expectativas en todas las esferas del

país, es decir, en el gobierno, los partidos tradicionales, los

patronos, en las otras centrales y en los propios trabajadores

integrantes de la C.U.T. Con el tiempo, la U.S.O que no

había ingresado a la C.U.T aprueba su afiliación, debido a

que la CUT había liderado casi todas las luchas en esos

primeros años, incluso logro una gran coordinación con

otros sectores como el cívico que se había agrupado en la

COORDINADORA NACIONAL DE MOVIMIENTOS

CIVICOS (C.N.M.C), al igual que con la A.N.U.C y con las

formas organizativas de los estudiantes, pero la dicha no

duro mucho tiempo, pues los aliados del gobierno y el

bipartidismo al interior de la C.U.T formaron un bloque

denominado FRENTE UNITARIO DE TRABAJADORES

DEMOCRATAS (F.U.T.D).

quienes incluso violando los estatutos y los principios

de la central se afilian internacionalmente a la

C.I.O.L.S y de paso hacen acuerdos con sus jefes

políticos de impedir que prosperen en la central las

propuestas de confrontación al régimen y a los

patronos y por eso fracasaron los paros nacionales

convocados en 1987, 1989 y 1991, pues mientras

algunos sectores se dedicaban a prepararlos, el

presidente de la central y sus amigos dialogaban con el

gobierno para impedirlos desmovilizando a los

trabajadores.