Historia alta edad moderna universal parte iii

81
Historia Moderna Universal Curso 2011-2012 HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 140 9. LA MONARQUÍA FRANCESA. LAS GUERRAS DE RELIGIÓN. 1) LA FRANCIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XV. 2) LAS PRIMERAS REFORMAS: LUIS XI, CARLOS VIII Y LUIS XII. 3) LA CONSOLIDACIÓN DEL PODER REAL EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVI: FRANCISCO I Y ENRIQUE II. 4) LAS GUERRAS DE RELIGIÓN: CAUSAS. 5) LAS GUERRAS DE RELIGIÓN: FASES Y DESARROLLO. 6) ENRIQUE III, FELIPE II Y LA LIGA CATÓLICA 6) ENRIQUE IV Y EL EDICTO DE NANTES (1598). CALVINISMO POLÍTICO Y CRISIS DEL RÉGIMEN VALOIS? 1) LA FRANCIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XV. Las fuerzas de Carlos VII, dirigidas por el condestable Richemont, desalojaron a los ingleses de París en 1436. Poco a poco, a lo largo de dos décadas, las tropas de Carlos VII fueron ganando terreno. Algunos problemas internos, como la rebelión nobiliaria encabezada por el delfín Luis (la Praguerie) que hubo de ser sofocada por Carlos VII, demoraron las operaciones. En 1444, se acordaron las treguas de Tours y los ingleses sólo poseían Normandía y Gascuña (Guyena), que eran reconquistadas en 1453 tras las batallas de Formigny y Castillon, respectivamente. Así, acababa la presencia inglesa en Francia (excepto Calais, que conservarían durante un siglo más) y acababa también un enfrentamiento iniciado en 1337 y que finalizaba con: - Una Francia de Carlos VII que se reconstruía políticamente. - Y la Inglaterra de Enrique VI que entraba en uno de los períodos más turbulentos de su historia. En ambos casos, sin embargo, la cuestión de fondo seguía siendo el hallar un equilibrio entre poder regio y hegemonía aristocrática. Carlos VII caminó hacia él lenta y dificultosamente, mediante una serie de actuaciones que confirmaban el poder regio. Al mismo tiempo, el rey tenía que vencer o anular diversas ligas y revueltas de altos nobles, que conservaban gran poder y autonomía cuando él murió. En 1437 fue la revuelta de los duques de Borbón y Alençon. En 1440 el heredero, Luis, encabezó otra conspiración, llamada de la praguerie y, desde 1441, la liga nobiliaria contó con el apoyo de Carlos de Orleans y de Felipe el Bueno. El delfín Luis más tarde se refugiaría en los estados del duque de Borgoña hasta su acceso al trono.

Transcript of Historia alta edad moderna universal parte iii

Page 1: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 140

9. LA MONARQUÍA FRANCESA. LAS GUERRAS DE RELIGIÓN.

1) LA FRANCIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XV.

2) LAS PRIMERAS REFORMAS: LUIS XI, CARLOS VIII Y LUIS XII.

3) LA CONSOLIDACIÓN DEL PODER REAL EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVI: FRANCISCO I Y ENRIQUE II.

4) LAS GUERRAS DE RELIGIÓN: CAUSAS.

5) LAS GUERRAS DE RELIGIÓN: FASES Y DESARROLLO.

6) ENRIQUE III, FELIPE II Y LA LIGA CATÓLICA

6) ENRIQUE IV Y EL EDICTO DE NANTES (1598).

CALVINISMO POLÍTICO Y CRISIS DEL RÉGIMEN VALOIS?

1) LA FRANCIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XV.

Las fuerzas de Carlos VII, dirigidas por el condestable Richemont, desalojaron a los ingleses de París en 1436. Poco a poco, a lo largo de dos décadas, las tropas de Carlos VII fueron ganando terreno. Algunos problemas internos, como la rebelión nobiliaria encabezada por el delfín Luis (la Praguerie) que hubo de ser sofocada por Carlos VII, demoraron las operaciones. En 1444, se acordaron las treguas de Tours y los ingleses sólo poseían Normandía y Gascuña (Guyena), que eran reconquistadas en 1453 tras las batallas de Formigny y Castillon, respectivamente. Así, acababa la presencia inglesa en Francia (excepto Calais, que conservarían durante un siglo más) y acababa también un enfrentamiento iniciado en 1337 y que finalizaba con:

- Una Francia de Carlos VII que se reconstruía políticamente. - Y la Inglaterra de Enrique VI que entraba en uno de los períodos más turbulentos de

su historia.

En ambos casos, sin embargo, la cuestión de fondo seguía siendo el hallar un equilibrio entre poder regio y hegemonía aristocrática. Carlos VII caminó hacia él lenta y dificultosamente, mediante una serie de actuaciones que confirmaban el poder regio. Al mismo tiempo, el rey tenía que vencer o anular diversas ligas y revueltas de altos nobles, que conservaban gran poder y autonomía cuando él murió. En 1437 fue la revuelta de los duques de Borbón y Alençon. En 1440 el heredero, Luis, encabezó otra conspiración, llamada de la praguerie y, desde 1441, la liga nobiliaria contó con el apoyo de Carlos de Orleans y de Felipe el Bueno. El delfín Luis más tarde se refugiaría en los estados del duque de Borgoña hasta su acceso al trono.

Page 2: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 141

Por otra parte, los actos de bandolerismo disperso eran por aquellos años algo endémico, de modo que no puede afirmarse que Carlos VII, a pesar de sus éxitos y esfuerzos, culminara la obra de reconstrucción de la grande monarchie de France, ya que aquello fue obra de su hijo y rebelde heredero, Luis XI.

2) LAS PRIMERAS REFORMAS: LUIS XI, CARLOS VIII Y LUIS XII.

El verdadero vencedor del largo conflicto fue el monarca francés, cuya posición salió fortalecida, al ser considerado como el libertador frente a la ocupación extranjera. Carlos VII, y, sobre todo su hijo, Luis XI (1461-1483), fueron los artífices que pusieron las bases necesarias para convertir a Francia en la potencia territorial más grande, más rica y mejor estructurada de Europa al final de la Edad Media. La anexión de Borgoña, Aquitania y Provenza, con Luis XI, y de Bretaña, con Carlos VIII (1483-1498), convirtieron a los monarcas franceses en los más fuertes y prestigiosos de Europa. Carlos VII inició el proceso de consolidación de la monarquía francesa que culminaría su hijo Luis XI., quien se rebeló dos veces contra su padre apoyado por la alta nobleza, pero al llegar al trono se enfrentó pronto a ésta. El principal peligro para la monarquía francesa seguía siendo la alta nobleza, incluyendo al duque de Borgoña. Luis XI, antes favorable a las conjuras nobiliarias, cambió de actitud al iniciar su reinado. Fruto de este cambio fue la compra forzosa de las ciudades del Somme al duque de Borgoña en 1463, que le obligó a hacer frente a la “Liga del Bien Público”, alianza de nobles que reunió en 1465 a los duques de Orleans, Berry, Borbón y Bretaña, con Carlos, heredero del ducado de Borgoña. En julio de 1465 los dos bandos se enfrentaron en Montlery; y el hecho de que París se mantuviese fiel al monarca obligó a abrir negociaciones y la disolución de la liga ante las promesas regias de otorgar concesiones. Ante el peligro de intervención inglesa, Luis IX tuvo que ceder a las pretensiones de la nobleza. Borgoña recuperó las ciudades del Somme y Carlos recibió del ducado de Normandía lo que, unido a la alianza del duque de Bretaña, suponía la formación de una plataforma en la costa atlántica muy peligrosa si se producía un acercamiento a Inglaterra. El enfrentamiento entre la monarquía francesa y el ducado de Borgoña se reavivó cuando accedió al trono borgoñón Carlos el Temerario, tras Felipe el Bueno. El nuevo duque heredaba una serie de territorios entre Francia y el Imperio, al oeste del Rin, lo que le convertía, en el vasallo más importante del rey de Francia. Su matrimonio con Margarita de York, hermana del rey Eduardo IV de Inglaterra, le hacía el más peligroso. El enfrentamiento entre Luis XI y Carlos el Temerario se inició con una humillación para el soberano francés que, hecho prisionero en Peronne (1468), tuvo que darle plenas seguridades. Pero a partir de 1470, aprovechando la crisis interna inglesa, Luis IX pasó a la acción: primero actuó contra la nobleza francesa, derrotando al conde de Armagnac y neutralizando al resto de los grandes nobles. Luis XI tuvo la habilidad de ir aislando a su rival. Actuó contra los grandes aristócratas franceses (Armagnac, Alençon, Bretaña y Borbón). Alejó toda ayuda inglesa en 1475 mediante el acuerdo de Amiens (tratado de Piquigny), por el cual, a cambio de

Page 3: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 142

una indemnización, el monarca inglés renunciaba a sus derechos sobre la corona de Francia, y se enfrentó directamente con Carlos el Temerario. La política de Carlos el Temerario (Borgoña) en los años anteriores había acelerado la concentración de poder llevada a cabo por su padre y había granjeado al duque, por lo tanto, numerosos enemigos y enfrentamientos, al margen de los que le suscitaba su intervención en los asuntos de Francia. Siguió una política de expansión territorial orientada hacia el área alemana y apoyada por amplios movimientos de alianza exterior con Inglaterra, Saboya, Venecia y Milán. En 1475 ocupó el ducado de Lorena como protector de los intereses ducales, pero aquello produjo un enfrentamiento con las ciudades suabas y con la Confederación Helvética que sería fatal. Tras aislar a Borgoña, Luis XI apoyó a Lorena y a Suiza contra Carlos el Temerario. En 1476, la infantería suiza derrotó a las tropas de caballería ducales en las batallas de Grandson y Morat. Al año siguiente, Carlos murió cuando intentaba conquistar Nancy y se permitió a Francia ocupar la Borgoña ducal, el Artois y la Picardía. Los restantes territorios patrimoniales borgoñones (Países Bajos, Luxemburgo y Franco Condado) quedaron en poder de María, hija de Carlos y esposa de Maximiliano de Austria. Con Carlos el Temerario terminaba un experimento peculiar en la política europea del siglo XV, que intentaba combinar el poder señorial del príncipe con el de las ciudades: los Valois lo consiguieron con dificultad en los Países Bajos, pero Carlos fracasó en su política renana precisamente ante la coalición entre poderes ciudadanos suabos y otra fuerza antiseñorial tan destacada como Suiza. Francia había iniciado su expansión definitiva:

- Al morir el rey Renato sin heredero, Luis XI recuperó la herencia de los Anjou, lo que le permitió salir al Mediterráneo por la Provenza (1480).

- Anteriormente (1462) había ocupado temporalmente el Rosellón y la Cerdaña como pago por la ayuda prestada a Juan II de Aragón.

- Por acuerdos matrimoniales, fue incorporando los principados feudales del Orleanesado y el Borbonesado.

- En 1475 reintegra los dominios de los Anjou al patrimonio real. - El caso de Bretaña se solucionó por el matrimonio de Carlos VIII, con Ana

de Bretaña, heredera de dicho ducado en 1491 (ya muerto Luis XI). Desde 1435 el poder monárquico se había incrementado y consolidado a partir de bases y tradiciones ya existentes. Aun respetando la diversidad de regiones y tierras surgidas del mundo feudal, la autoridad del rey se ejercía de forma más homogénea y completa en todas partes. La fijación doctrinal de su poder, a partir de fundamentos teocráticos, feudales y romanistas estaba lograda, como en otros países occidentales. Lo mismo sucedía con la fiscalidad, el gobierno y el ejercicio de justicia a través del Consejo Real, y el Parlamento, que comienza a fragmentarse desde 1443. La relación con el “país político” se canalizaba a través de asambleas regionales, distintas para Languedoil y Languedoc, pues la reunión de Estados Generales fue rara. Había también asambleas propias de algunos pays d’états como Provenza, Borgoña, Guyena, el Delfinado o Normandía. La estabilidad de relaciones con la nobleza quedó bastante asegurada después de las turbaciones de aquel siglo, y las tendencias galicanas, puestas de manifiesto en la pragmática sanción de Bourges (1438) aseguraban de modo suficiente las buenas relaciones políticas entre la monarquía y el alto clero.

Page 4: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 143

Francia acabó el siglo XV convertida en el estado más extenso y compacto de la Europa occidental, gracias, a la política del Pedro de Beaujeu, consejero de Luis XI y casado con Juana, hija de éste, que consolidó una nueva monarquía autoritaria en la que reinaba un orden más dependiente de los jueces que de los soldados. Ese orden se extendió hasta los rincones más apartados del reino, haciendo retroceder las jurisdicciones privadas. Todo ello fue posible merced a la abundancia de unos recursos seguros, lo que hizo de la fiscalidad real una de las bases esenciales del nuevo estado. Al morir Luis XI en 1483 su hijo Carlos VIII era todavía un muchacho. Durante nueve años gobernó Ana de Beaujeau con gran energía, sabiendo mantener la autoridad real frente a la presión de los Estados Generales. En 1492 inició Carlos VIII su reinado personal. Contrahecho y mediocre, de escasa inteligencia, se rodeó de consejeros que excitaron sus ilusiones caballerescas. Casó en 1491 con Ana, duquesa de Bretaña, asegurando el poder en este territorio. Luis XII (1498-1515) sucedió a su sobrino Carlos VIII muerto sin hijos. A pesar de su mediocre personalidad, supo mantener la situación hasta su muerte en 1510, gracias al apoyo de su ministro Lorge de Amboise. Luis, que desde 1476 estaba casado con Juana de Valois, mujer poco femenina y deforme, hija de Luis XI, consiguió del Papa la anulación de este matrimonio para casarse con Ana de Bretaña, viuda de su antecesor Carlos VIII. De este matrimonio nació Claudia, esposa del presunto heredero del reino, Francisco de Valois, conde de Angulema, primo de Luis XI, que inauguraba la dinastía Valois-Angulema.

3) LA CONSOLIDACIÓN DEL PODER REAL EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVI: FRANCISCO I Y ENRIQUE II.

Francisco I (1515-1547) y Enrique II (1547-1559) consiguen afianzar el sistema de gobierno y llevar a Francia a una época de plenitud. La nación se aproxima al rey y consiguen imponer y reforzar la administración real. Francisco I incrementa el papel de los secretarios reales a los que encargó los asuntos de cierto número de provincias, denominándose más tarde “secretarios de estado”, siendo el origen de la función ministerial. Se limitó la autoridad de los gobernadores provinciales. La organización de la justicia realizó grandes progresos, limitándose las atribuciones de los tribunales eclesiásticos e instituyéndose tribunales de primera instancia. Se reformó el sistema financiero a partir de 1513, centralizando los ingresos del Estado en el Tesoro. La firma del Concordato con la Iglesia aseguró a Francia grandes ventajas al poner a disposición del monarca numerosos beneficios La historia interna careció de querellas dinásticas, dirigiendo los esfuerzos a combatir el Imperio de Carlos V. Francia era un reino fuerte y unido, con una administración sólida. La Francia de Francisco I (1515-1547) se convirtió en una gran potencia occidental, con un Estado bien organizado, un poderoso ejército y unas finanzas suficientes para soportar los costes del aparato de poder

Page 5: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 144

centralizado y la política exterior de grandeza que éste quiso llevar a cabo y que se verá reflejado en Italia. Francisco I ya manifestó en la sesión real del Parlamento de París en 1515 su intención de gobernar él solo, sin tener en cuenta los órganos colegiados del reino. Registró el Concordato de Bolonia, firmado por León X en 1516, atribuyendo a la figura del rey ala elección de obispos, abades y priores, dejando al papa la investidura canónica. El Parlamento de París no lo registró hasta 1518. En 1527, tras su cautiverio en Madrid después de la batalla de Pavía, reafirmó su autoridad. El presidente del parlamento, Carlos Guillart, reconoció el poder absoluto del monarca, no ligado a leyes, aunque se le exigía someter su poder absoluto al de la razón. Controló a la nobleza antigua o moderna, por medio de cargos honoríficos, dones y pensiones. El favor real se convierte en un elemento esencial. En cualquier caso, su poder sigue siendo importante por las bastas posesiones de los nobles. El control sobre el clero se afianza con la firma de Concordato de Bolonia. Utilizó a la burguesía, favoreciendo su ascensión social por la venta de cargos u oficios que permiten pasar del ejercicio del comercio al servicio del rey y se pasa por alto la compra de feudos y de señoríos por parte burguesa. La imagen del rey en pinturas y esculturas cambia, interpretado tradicionalmente según dos registros:

• El Cristiano: como el Buen Pastor, asimilándolo a Cristo, recalcando el sufrimiento y el sacrificio

• El profano: inmersa en la tradición de los Francos (bajo Carlomagno), de soberanía imperial y cultura antigua, como herederos de los césares, aunque transformadas por el reconocimiento de la única realeza de Cristo.

Los juristas de la época que se mostraban favorables al poder absoluto del rey comenzaron a diseñar los derechos reales: regalías o privilegios del rey. Estos derechos comenzaron a ser llamados de “soberanía” TRANSFORMACIONES EN LAS INSTITUCIONES DE LA MONARQUÍA Los cambios vienen dados como fruto de las circunstancias e intereses políticos, no con afán “centralizador”. Se trataba de articular la sociedad sobre unas bases institucionales perdurables en el tiempo más allá de las puras relaciones personales. Se desarrolla un complejo aparato de poder, fortaleciendo el Gobierno central y delimitando competencias entre los organismos estatales, dirigido todo ello desde la Monarquía, titular de la soberanía y con poder absoluto. Se pone especial atención en cuestiones financieras, militares y de justicia. Instituciones:

- Consejo real: máximo organismo del gobierno central (consejo de estado), asesor del monarca y compuesto por los principales personajes del reino.

Page 6: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 145

- Conseil étroit, Conseil des affaires o Conseil secret: consejo reducido integrado por un pequeño grupo elegido directamente por el rey. Sus competencias fueron principalmente políticas.

- Conseil des paties o conseil privé: sesiones consagradas a procesos de justicia civil fueron denominados:

o Canciller: vicario y lugarteniente general del rey. Disponía para desarrollar sus funciones de gobierno del amplio y selecto personal de la chancillería: notarios y secretarios reales. De entre estos últimos destacan:

o Cuatro Secretarios de Finanzas: aumentando sus atribuciones con el tiempo. Ejercían de enlace entre el rey y sus consejos. Recaudaban los impuestos y gestionaban los bienes patrimoniales de la corona. Administraban las cuatro partes en que se dividía el Reino, con poder de representación del rey en sus jurisdicciones.

- Gobernadores de provincias: grandes señores, nombrados por el rey para hacer valer su autoridad en las distintas circunscripciones, tenían competencias militares, de policía y de supervisión política.

- Oficiales del rey: altos funcionarios que ejercían por todo el territorio funciones administrativas y judiciales. Este colectivo, más numeroso y con menor rango social, tendió al funcionamiento autónomo. Era frecuente la adquisición del puesto mediante la compra, lo que fue una fuente continua de problemas.

- Condestable: máxima autoridad militar Dirigía el Ejército en ausencia o por delegación del rey, por debajo estaban:

o dos mariscales de campo o el almirante de la flota

- Los gobernadores y lugartenientes generales también tenían atribuciones militares en sus ámbitos de actuación.

El aparato judicial tenía varios niveles:

o “Prévotès royales”, veguerías o vizcondados (de primera instancia) o ”Bailías” y “senescalatos”: También tenían funciones administrativas y militares. o Ocho Parlamentos Tribunales superiores, compuesto de varias cámaras cada uno de

ellos. El más importante es el de París, de jurisdicción extensa, mayor antigüedad, considerado por muchos como la representación del reino. Gran Consejo: tribunal de última instancia, con intervención de la Corona El fisco se sustentaba sobre los impuestos pagados por la población no privilegiada:

- Directos: Taille: impuesto personal pagado por los campesinos en el marco de las parroquias.

- Indirectos o Aides: impuesto sobre intercambios de mercancías o Gabela: sobre el consumo de la sal y causa de incidentes de protesta social

Page 7: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 146

Las manifestaciones de la renovación cultural y espiritual en Francia. A lo largo del s.

XV, el movimiento de retorno a la estricta observancia religiosa, es decir, a la aplicación rigurosa de las reglas monásticas, ganó terreno en la mayor parte de las órdenes. El efecto de este impulso renovador se extendió a los laicos. Un ejemplo de esta difusión fue la devotio moderna, que se extendió a partir de los Países Bajos. El ideal que proponía era el de un desprendimiento progresivo de las tentaciones del mundo por la humilde imitación de la vida de Cristo, la práctica del examen de conciencia y sobre todo la oración mental solitaria frente a la oración colectiva ritualizada. Esta espiritualidad se extendió en Francia a finales del s. XV gracias a predicadores y educadores, el más conocido fue Juan Standonck […], que llegó al colegio de Montaigu de París en 1483. Los dos principales difusores de esta corriente fueron Jacques Lefèvre d’Etaples y Erasmo, quienes además defendían la lectura de las Sagradas Escrituras.

Este movimiento hacia la lectura más atenta del Evangelio y reforma de la Iglesia produjo en Francia una experiencia original, el movimiento que el obispo Guillermo Briçonnet estableció en Meaux. Briçonnet […] tomó en serio la imposición de la disciplina eclesiástica en su abadía de San Germán y después en la diócesis de Meaux. En esta última, primeramente restauró su autoridad, reformó a los clérigos e introdujo el francés en la liturgia; pero chocó con la resistencia de los franciscanos[, que se quejaron a Roma,] y del clero secular[, que se quejó al Parlamento] […]. Fue entonces cuando decidió hacer un equipo de predicadores [encabezado por Jacques Lefèvre d’Etaples, que fue nombrado vicario general] […]. Todos tenían el mismo propósito: conocer el Evangelio y hacerlo conocer a los fieles.

No obstante, desde el verano de 1521, la Facultad de Teología de París comenzó a alarmarse por ciertos aspectos de la predicación de Lefèvre d’Etaples y de Masurier; condenó los libros de Lutero en abril y su síndico, Noel Beda, acusó al grupo de Meaux de difundir el luteranismo. Briçonnet, preocupado de manifestar su ortodoxia, expulsó a los predicadores (abril de 1523) para comprometerse de nuevo con todos excepto con Farel, que se fue a Basilea y se orientó hacia Zwinglio. Aunque la ortodoxia de Briçonnet era manifiesta, tenía ideas muy parecidas a las de Lutero en cuanto a la preeminencia de las Escrituras, la superioridad de la fe sobre las obras, etc., y dispuso de armas eficaces para difundirlas y detener el oleaje que se levantó contra él: la propia familia real […]. No obstante, la derrota de Pavía y la prisión de Francisco I privaron al obispo de la protección real; en agosto de 1525, la Facultad, seguida por el Parlamento, suprimió todas las traducciones (totales o parciales) de la Biblia al francés. La protección de Margarita de Navarra y su marido, Enrique Albret, impidió que fueran condenados al fuego la mayor parte del grupo de Meaux, pero no pudo evitar que sus miembros tuvieran que dispersarse definitivamente. Ahora bien, la dispersión del grupo de Meaux no marcó el fin del movimiento evangélico en Francia.

De 1526 a 1540, el “contagio luterano” se extendió rápidamente, primero en las ciudades y de allí a los ámbitos rurales. Si bien es verdad que el movimiento se propagó sobre todo en las clases populares, no es menos cierto que muy raramente fue unido a movimientos sociales, excepto en Meaux y en Lyon donde, en 1529, se vivió una agitación obrera conocida con el nombre de “Grande Rebeine”. La influencia de las ideas luteranas se dejó sentir en los ambientes dominados por el reformismo fabrista o erasmiano; lo que no quiere decir que ambos movimientos fueran continuación uno del otro. Con todo, después de 1525, la acción luterana se camufló, no manifestándose más que en la difusión de libros prohibidos, destrucción de estatuas y ataques aislados contra el ayuno. El movimiento se enardeció a partir de 1533 […]. El nuevo rector de la universidad, Nicolás Cop, pronunció ante las cuatro facultades un discurso que escandalizó a la concurrencia[: utilizando muchas citas de Lutero y Erasmo, oponía el espíritu de la Ley al espíritu del Evangelio]. Cop y Calvino huyeron de París para evitar represalias. No obstante, mucho más grave fue el asunto de los cartelones (placards) que se

Page 8: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 147

fijaron en determinadas ciudades […] durante la noche del 17 al 18 de octubre contra el sacrificio de la misa católica, claramente protestante; pero para esta fecha resultaba imposible que se implantase en Francia al carecer de jefes de gran relieve: Guillermo Farel y Calvino. Ahora bien, hacia finales del reinado de Enrique II, la Reforma se organizó y se constituyó en partido político. Las clases superiores se sintieron atraídas por el prestigio de Calvino y, buena parte de la burguesía, por causas de orden económico y social […]. Esta ascensión del calvinismo en la escala social quedó confirmada hacia 1558 por la adhesión de varios grandes del reino: Antonio de Borbón, el príncipe de Condé y el almirante Coligny. En las provincias, los nobles que se pasaron al calvinismo se consideraron protectores de la iglesia y de sus fieles. Aprovechando el debilitamiento de la autoridad real, que tuvo lugar en estos años, toda esta jerarquía de gentileshombres se constituyeron no sólo en los cuadros de una iglesia, sino también de una facción política. Política exterior Se caracterizó por la rivalidad con el emperador Carlos V, con enfrentamientos frecuentes (los franceses se sentían cercados por los inmensos dominios imperiales). Después del Tratado de Noyon en 1516 se reconocía a Carlos V el trono de Nápoles y a Francisco I el ducado de Milán. En 1519 fue uno de los candidatos al trono del Sacro Imperio pero perdió frente a Carlos V por la decisión de los electores imperiales. Tras la expulsión de los franceses del ducado de Milán por las tropas de Carlos V (apoyado por el papa León X y Enrique VIII), Francisco I comenzó otra guerra contra Carlos V en Italia, pero fue derrotado, capturado en Pavía (1525) y encarcelado en España. En 1526 se firmó el Tratado de Madrid, que supuso la renuncia de Francia al Milanesado, Nápoles, Génova, Navarra y Borgoña. Fue rescatado y regresó a Francia en 1527. Después de una nueva serie de enfrentamientos, los dos monarcas firmaron la paz con el Tratado de Cambrai en 1529, Entre 1536-1538 y entre 1542-1544 tuvieron lugar otra serie de guerras contra Carlos V, que finalizaron con la Paz de Crepy en 1544 por la que Francisco I abandonaba Nápoles y Sicilia y renunciando a Flandes y Artois. Política religiosa. Al principio de su reinado por influencia de su hermana, simpatizó con el protestantismo de corte humanista. A partir de 1530 se convirtió en perseguidor de los protestantes franceses, influenciado por el Concordato de Bolonia, por el que el Francisco I obtenía un mayor control sobre la iglesia católica francesa. En la segunda mitad de siglo, el poder del monarca no era discutido e incluso era preferido al del magnate local. Hasta mediados de siglo las monarquías no pudieron consolidar el triunfo que habían conseguido. Teóricamente no había nada nuevo en los poderes que reclamaban: poder real absoluto y jurisdicción suprema sobre todo el territorio nacional. Los problemas con los que se enfrentaban eran de carácter práctico. � La necesidad de liberarse de influencias extranjeras. � Fortalecer militarmente a la monarquía. � Organizar una administración eficiente.

Page 9: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 148

El primer problema era esencialmente las relaciones Iglesia-Estado. En el caso de Francia se había firmado el Concordato de Bolonia en 1516, que otorgaba el derecho al rey de elegir los 600 puestos más importantes de la Iglesia en Francia. En esta segunda mitad los papas intentarán recuperar el espacio perdido, que les hará enfrentarse con las monarquías francesa y española, pero su poder ya no es el que era y no recuperan el control de la iglesia galicana. � El Patronato Regio asegura a la monarquía la fidelidad del clero, con su influencia moral

y educativa. � La fidelidad de la nobleza, que tiene que mirar a la Iglesia para dar carrera a los

segundones. El segundo problema es el poder militar, que dependía del dinero. Hace que las finanzas se conviertan en la principal preocupación de los gobiernos europeos. En 1500 los antiguos derechos militares no servían para sufragar la guerra. La Revolución de los Precios no dejaba de incrementar los costos, que no las rentas de la corona. Las nuevas fuentes de ingreso: Venta de propiedades, Confiscación de tierras de la Iglesia. aspecto fiscal de las relaciones feudales y nuevos impuestos. La administración francesa se reforzó. La figura del Canciller se hizo esencial. Preside el Consejo en ausencia del rey y es el administrador de la Chancillería y de la Justicia. El Condestable manda el ejército en ausencia del rey. 4 Secretarios Generales de Finanzas, que dirigen cada una de las zonas fiscales y arrendaban los derechos de percepción de impuestos extraordinarios. En 1559 se les llamará Secretarios de Estado. Gobernadores de Provincia que serán el antecedente de los intendentes. Eran doce y tenían atribuciones muy amplias.

4) LAS GUERRAS DE RELIGIÓN: CAUSAS.

La muerte de Enrique II colocó en el trono al joven Francisco II de sólo quince años. La regencia recayó en el cardenal de Lorena, de la católica familia de los Guisa. Comenzaba a plantearse con toda su crudeza el problema del avance del calvinismo, en el que estaban implicadas las rivalidades de las grandes familias francesas. En los primeros meses de 1560 la situación político-religiosa de Francia ya era crítica. El sínodo calvinista reunido en 1559 fue duramente reprimido, por lo que los nobles calvinistas articularon una conspiración para derribar a los Guisa. La súbita muerte de Francisco II modificó la situación. Le sucedió su hermano de diez años Carlos IX. La cuestión de la regencia, que correspondía a la casa de Borbón, fue asumida por la madre del monarca, Catalina de Médicis, cuyo único objetivo era conservar la paz y el trono de Francia para sus hijos. Pero su política religiosa provocó la oposición de los más significativos personajes católicos, que constituyeron el llamado “Triunvirato Católico”. En enero de 1562, Catalina rodeada ya de consejeros calvinistas, publicó el “edicto de la tolerancia” que garantizaba a los protestantes la libertad de culto. Este edicto desagradó enormemente a Roma y a España, que estimularon a los católicos a la acción, lo que provocó altercados que hicieron al católico Guisa entrar triunfante en París y poner bajo su protección al rey y a la regente. Esto hizo que los protestantes se levantaran el armas, ocuparon Orleans y se dedicaran a destruir iglesias católicas.

Page 10: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 149

Francia atraviesa un momento difícil en política interior. A partir de 1540 la coyuntura económica se vuelve desfavorable y se declara en 1558 la Bancarrota del Estado. La herejía se extiende y se recrudece en esta mitad de siglo. La violenta persecución desatada por Enrique II en los últimos días de su reinado señala el comienzo de las Guerras de Religión (1562-1598). Se trata de una auténtica guerra civil donde los protestantes pedían libertad de culto y los católicos querían mantener la unidad de fe del reino. Los aliados esporádicos de los protestantes son el Palatinado e Inglaterra, del lado católico estará constante Felipe II. Se desarrollan a lo largo de 8 guerras, con confusas operaciones militares que desembocan en paces de compromiso. Hacen patente el debilitamiento del poder monárquico, que se manifiesta primero en la sucesión de los tres hijos de Enrique II (Francisco II, Carlos IX y Enrique III). En las divisiones en el propio seno de la familia real (celos entre hermanos y aspiraciones de los Borbones). En la crisis financieras y en retroceso de la influencia real (impotencia para hacer prevalecer las ordenanzas reales), acentuado por la venalidad y hereditariedad de los oficios. Para Livet, las guerras son un conflicto entre dos ideologías, pero no hemos de perder de vista el contexto económico-social (demografía catastrófica hasta 1580, estancamiento de la producción, el peso de la guerra, paso de los ejércitos, asedios, saqueos, etc) la inflación generada por la guerra, desorden monetario, descenso de la actividad artesanal. La masa popular tiene por tanto sus propias reivindicaciones sociales (el diezmo, disminución de la Taille) y otros políticos (convocatoria de los Estados Generales cada tres años...) La tendencia general (Bennassar) es el despertar de las autonomías y los privilegios frente a las tendencias centralizadoras del estado monárquico. La crisis del poder, el descrédito o el rechazo de la autoridad legítima y el desorden que aísla al gobierno y a las provincias conducen a una dislocación de la unidad nacional. En 1594 Enrique IV pudo entrar en París tras la conversión real, la suspensión del parlamento de París y la abjuración de Saint-Denis. Una vez conseguida la unidad nacional, la guerra con España prosiguió hasta 1598, fecha del Tratado de Vervins. Se establece la paz interior y exterior, pero aún era necesario asegurar las posiciones y la estabilidad. Para ello se otorga el Edicto de Nantes en 1598 que establecerá una política de tolerancia que durará hasta 1685. Se establece el culto católico en todo el reino y se da libertad de conciencia a los reformados y regula su culto. A continuación Enrique IV se dedicará a reconstruir de nuevo su reino.

5) LAS GUERRAS DE RELIGIÓN: FASES Y DESARROLLO.

Esta primera guerra adquirió dimensión internacional: los calvinistas recibieron ayuda de Ginebra, del elector Federico y de Isabel de Inglaterra; los católicos fueron apoyados por Felipe II. La guerra se cobró la vida de algunos de los más destacados actores el bando católico, por lo que Catalina se apresuró a firmar la paz y a ampliar el decreto de libertad de conciencia a todos sus súbditos. Inmediatamente inició la tarea de la reconciliación nacional, lo que la llevó a una entrevista en Bayona con el español duque de Alba que le ofreció su apoyo para acabar con los protestantes. El temor de estos les llevó a volver a tomar las armas e intentar capturar a Catalina y al rey, para lo que se apoyaron en un fuerte contingente de protestantes alemanes. La segunda guerra fue breve ante los recelos de Catalina de una intervención española, se forzó un acuerdo que establecía el “statu quo” y aproximó a la regente al sector católico.

Page 11: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 150

Así se inició en septiembre de 1568 la tercera guerra en la que el duque de Anjou, hermano del rey, derrotó a los hugonotes refugiados en La Rochela. Pero hábiles movimientos de las tropas protestantes durante 1569, unidos a la escasa eficacia del ejército real y a las nuevas conversaciones de paz de Catalina, llevaron a la firma de una nueva paz en el verano de 1570 muy favorable a los protestantes. Este acercamiento de Catalina estaba justificado por la actitud del duque de Alba en Flandes que irritaba a los calvinistas franceses, por lo que la regente inició el acercamiento por razones de estado, y realizó una nueva política matrimonial. Los temores de Catalina a quedar fuera del poder la llevaron a organizar en agosto de 1572 una terrible matanza de hugonotes, la “Matanza de la noche de San Bartolomé”. Estos asesinatos provocaron el exilio de numerosos protestantes a Ginebra y Estrasburgo. Los hugonotes endurecieron sus posturas y se rebelaron contra un rey que había ordenado su exterminio, tomaron las armas en todas partes e iniciaron la cuarta guerra, ahora contra el poder real. A ellos se aproximaron alguno nobles, incluso católicos, deseosos de acabar de una vez con las luchas religiosas.

6) ENRIQUE III, FELIPE II Y LA LIGA CATÓLICA Carlos IX murió en el verano de 1574 y le sucedió su hermano el duque de Anjou, con el nombre de Enrique III. Astuto y perspicaz, carecía de vigor físico y de tenacidad para ejecutar sus propósitos. En su ausencia, Catalina enemistada con alguno nobles, había provocado la existencia en el sur y sureste de Francia de un virtual estado hugonote independiente, con sus propias instituciones, su estructura financiera y un acuerdo para vivir una plena libertad de conciencia. Enrique III, sin medios para combatirlos, tuvo que aceptar la humillante paz de Monsieur muy favorable a los hugonotes. Parecía que Francia estaba dividida en dos religiones, pero numéricamente los católicos representaban un gran volumen de la población. Los católicos se reunieron en una Liga y forzaron a Enrique III a iniciar la sexta guerra (1576-1577) que acabó con una tregua menos favorable a los protestantes. Siguieron unos años confusos, que sumieron a Francia en el caos. La Liga católica revivió en 1584 para imponer sus candidatos a la sucesión al trono de Francia. Contaba con el importante apoyo de Felipe II que necesitaba mantener una dinastía católica que no apoyara a los protestantes flamencos. Presionado por la Liga, Enrique III revocó todos los edictos de tolerancia religiosa y declaró proscrita la herejía protestante. Así en septiembre de 1585 surgía la octava guerra, la más larga y encarnizada. Se jugaba la supervivencia protestante y la sucesión a Enrique III. París se sublevó contra el monarca y le declaró tirano y asesino, implantando un régimen revolucionario. Enrique III no tuvo más remedio que apoyarse en los protestantes. El 1 de agosto de 1589 fue asesinado ante los muros de París. Antes de morir declaró sucesor a Enrique de Navarra jefe del partido hugonote. La Liga apoyada por Felipe II proclamó en París a Carlos X, el cardenal de Borbón

Page 12: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 151

ya muy anciano. La prosecución de la lucha era inevitable. Los hugonotes arreciaron en sus campañas y asediaron París, que resistió gracias al apoyo de Alejandro Farnesio. La situación de “empate” provocaba una indefinición del conflicto.

7) ENRIQUE IV Y EL EDICTO DE NANTES (1598).

Era evidente que la mayoría católica de Francia no quería un rey calvinista, y también que el triunfo de la Liga católica provocaría la desmembración de Francia o su sumisión a España. Se necesitaba una solución de compromiso que terminara con un conflicto que duraba ya dos generaciones. Se buscó la unidad de Francia bajo un trono católico y una política de moderación religiosa. El último obstáculo lo constituía la fe calvinista del pretendiente al trono, Enrique de Navarra. Este abjuró, por segunda vez, del calvinismo. En la basílica de Saint Denis se reconcilió con la Iglesia. Francia necesitaba una conversión completa y adecuada a la realidad religiosa. Enrique IV fue entonces aceptado por el pueblo de París como su legítimo monarca el 22 de marzo de 1594. El nuevo rey comenzó de inmediato la tarea de la reconquista nacional, encontrando oposición en Borgoña. La absolución otorgada por el papa Clemente VIII en 1595 a Enrique IV, facilitó en grado sumo la política del rey, así en octubre de 1595 terminaron las guerras religiosas en Francia. Reconocido por todos los franceses, Enrique IV fundó el dominio de la Casa de Borbón en Francia. A los que habían sido hasta entonces sus correligionarios les concedió en el edicto de Nantes de 1598, una amplia libertad religiosa. Enrique IV, rey en teoría desde 1589, y dueño de la capital desde 1595., tiene que superar en primer lugar las secuelas de las guerras civiles, antes de ocuparse del restablecimiento de la autoridad monárquica y de la reconstrucción material del país. EL RESTABECIMIENTO DE LA PAZ. La paz exterior cos España se consigue con el Tratado de Vervins, tras dos años de guerra (1595-1597) y agotamiento mutuo. A este tratado no le sigue ninguna alianza matrimonial contrariamente a lo acostumbrado en la época. Igualmente se establecen tratados con Carlos Manuel de Saboya en Lyon (1595). La paz interior es más difícil de re-establecer. Se trataba, en primer lugar y después de la rendición de las últimas ciudades y provincias de la Liga, (Bretaña, 1598), de instaurar la seguridad, reprimiendo el bandolerismo, reduciendo a los soldados a la obediencia y prohibiendo la tenencia de armas. Respecto al problema de asegurar la coexistencia de las dos religiones, el edicto de Nantes restablece la tradición de los edictos de tolerancia, pero durará hasta 1685. Comprende tres elementos:

- el acta oficial restablece el culto católico en todo el reino, incluida Navarra (pero esto es “olvidado” por Enrique IV).

- Otorga la libertad de conciencia a los protestantes. - Y regula la libertad de culto.

El Edicto establece también el estatuto civil de los reformados: libre acceso a los empleos y a los cargos y subsistencia del “derecho regalista”. El Edicto de Pacificación se aceptó con

Page 13: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 152

reticencias, pero prevaleció la resignación y se impuso la tolerancia, sino de corazón, si de hecho. EL RESTABLECIMIENTO DEL ORDEN MONÁRQUICO. La obra política del rey Enrique IV aparece en todos sus aspectos como la recuperación de la tradición de los Valois. Su éxito atestigua la habilidad del soberano, el cansancio de os espíritus y la aspiración al orden, así como la persistencia a lo largo de todos los conflictos de una mentalidad favorable a la autoridad soberana y a la organización del Estado.

a) En primer lugar se impone el restablecimiento del centro de gobierno. Usa el tacto, prefiere la clemencia a la represión, pero sin olvidar la dignidad real. Se siente plenamente sucesor de los Valois. Llena su Consejo de adictos, tomados de todos os sectores. Los Grandes son nuevamente alejados del poder político y ceden paso a los hombres de leyes. Se reorganizan los servicios del Consejo y la Cancillería. Por encima de todos ellos se encuentra la voluntad real, que resuelve en última instancia. El rey instaura igualmente los instrumentos de su poder en las provincias. Los gobernadores, procedentes por lo general de la alta nobleza, son reducidos a la obediencia y sus poderes limitados a los asuntos militares. En cambio se reanudan las inspecciones de los mâitres de requetês., que permanecen años en sus competencias y su ponen un precedente de los intendentes permanentes.

b) Sin duda su obra de restauración más completa es la que se realiza en el sector financiero. Enrique es secundando por su fiel Duque de Sully. Sin trastocar el sistema tradicional, el superintendente, por medio de numerosas disposiciones, persecución de exenciones abusivas y por un mayor control de los administradores, obtuvo resultados satisfactorios. El fin de la guerra permitió levantar la presión fiscal, con gran alivio de las masas campesinas.

c) Este restablecimiento de la acción del soberano chocó con numerosas resistencias. Enrique IV emprendió la política de sumisión de los cuerpos constituidos inaugurada por los Valois. Los Estados Generales no se volvieron a convocar y los Estados Provinciales se espaciaron o redujeron de acuerdo a las exigencias reales. Los grupos sociales que podían comprometer a la monarquía fueron vigilados, especialmente la nobleza, al igual que el clero, que si bien vieron confirmados sus privilegios, fueron invitados a la obediencia. No obstante los Grandes fueron fuente de algunos problemas, así como los rentistas y los oficiales de finanzas, estrechamente vigilados por Sully.

LA RESTAURACIÓN MATERIAL. Una parte de la acción de Enrique IV fue además la recuperación material del país, que condicionaba la paz interior y los medios de gobierno. La restauración de la economía fue rápida, lo que evidencia la vitalidad del reino.

a) La vuelta de la paz fue suficiente para colocar a la agricultura en condiciones favorables. La puesta en explotación del suelo fue obra de los propios campesinos, ayudados materialmente por los propietarios terratenientes.

b) Otro importante factor fue el interés de Enrique IV por las manufacturas. Apoyó la creación de nuevas factorías pañeras así como el desarrollo técnico y una política mercantilista y de divisas adecuada.

c) Se reanuda la corriente de intercambios tanto en el interior como en el exterior, favorecida por la devaluación de la moneda efectuada por Sully y por la reparación

Page 14: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 153

de la red viaria. Marsella intenta recuperar en Oriente un sitio ocupado por ingleses y holandeses.

Bibliografía: BENNASSAR, B. LA EDAD MODERNA. Ed. AKal RIBOT, L- HISTORIA DEL MUNDO MODERNO. Ed. ACTAS, Madrid, 2006. TENENTI, A. LA EDAD MODERNA SIGLOS XVI-XVIII. Editorial Crítica. Barcelona. 2003. FLORISTAN, A. (Coord.) y otros. HISTORIA MODERNA UNIVERSAL. Ariel Historia. Barcelona. 2000. LAS GUERRAS DE RELIGION EN FRANCIA

Se conoce como Guerras de religión de Francia a una serie de ocho conflictos que se desarrollaron en Francia durante la segunda mitad del Siglo XVI y en el que se enfrentaron católicos y protestantes calvinistas, conocidos como hugonotes.

El desarrollo del humanismo durante el Renacimiento provocó el nacimiento de una corriente reformista que cuestionó los tradicionales principios de la religión católica, tal y como la enseñaba la Iglesia de Roma. Al catolicismo tradicional, pues, se opondrá el protestantismo y ello desencadenará una terrible guerra civil.

Las discordias empiezan en los años 1540 y 1550 debido a destrucciones iconoclastas cometidas por protestantes de objetos del ritual romano que los católicos consideraban sagrados; reliquias, Custodias y estatuas de santos. A finales del reinado de Enrique II, el conflicto se politiza y al morir el rey en 1559, los partidos religiosos se organizan para preparar sus estructuras militares. Las guerras de religión empiezan en 1562 y prosiguen, con intervalos de paz hasta 1598, con la promulgación del Edicto de Nantes.

Estos disturbios religiosos resultan especialmente difíciles de estudiar por su complejidad. A las diferencias religiosas se superponen enfrentamientos políticos, luchas sociales, divergencias culturales y por último, un contexto europeo tenso.

Masacre de San Bartolomé

Page 15: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 154

Tabla de contenidos

1 Causas del conflicto 1.1 Debilitamiento del poder real 1.2 La lucha por el poder y por el favor del rey 1.3 La implicación de los países vecinos

2 Los orígenes del conflicto 3 El conflicto

3.1 Primera Guerra de Religión (1562–1563) 3.2 Segunda Guerra de Religión (1567–1568) 3.3 Tercera Guerra de Religión (1568-1569) 3.4 Cuarta Guerra de Religión (1572–1573) 3.5 Quinta Guerra de Religión (1574–1576) 3.6 Sexta Guerra de Religión (1576–1577) 3.7 Séptima Guerra de Religión (1579–1580) o Guerra de los Enamorados 3.8 Octava Guerra de Religión (1585–1598) o Guerra de los tres Enriques 3.9 Bibliografía

1. Causas del conflicto

Debilitamiento del poder real La familia real

Estos disturbios coinciden con un debilitamiento de la autoridad real. Los reyes Francisco I y Enrique II no habían tolerado ninguna oposición a su poder. Al morir este último en un accidente el 10 de julio de 1559, los reyes Francisco II y Carlos IX son demasiado jóvenes para poder imponer su autoridad. No pueden impedir que los franceses se enzarcen en esta guerra. Entre ambos contendientes, la reina madre Catalina de Médicis y su canciller Michel de l'Hospital tratan sin éxito de mantener la continuidad del Estado por medio de la tolerancia religiosa.

La insubordinación de los franceses toma como modelo el comportamiento de príncipes y grandes señores, que toman las armas sin permiso del monarca. El feudalismo que aún se vive en Francia queda de manifiesto con la progresiva autonomía de los señores y de sus partidarios. La convocatoria de los Estados Generales, que se lleva a cabo tres veces durante estas guerras de religión es el testimonio patente del debilitamiento de la autoridad real. El rey necesita el apoyo de sus súbditos para poder adoptar decisiones que se respeten. Pero ahora se cuestiona incluso el poder real por aquellos que también desean que el rey se pliegue ante estos órganos consultivos.

La lucha por el poder y por el favor del rey

Al ser los reyes demasiado jóvenes para reinar, distintos campos políticos tratan de imponerse para controlar el poder real. Tres son los grandes clanes familiares que se enfrentarán:

Page 16: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 155

• los Montmorency: se trata de una de las familias con más abolengo y más poderosas de Francia. Ello se debe a la gran fortuna del condestable Jeanne de Montmorency que ejercía una gran influencia sobre el rey Enrique II. En esta familia se encuentran Francisco de Montmorency y los hermanos Châtillon (el cardenal de Châtillon, François d'Andelot y Gaspar II de Coligny). Divididos entre católicos y protestantes, los Montmorency se unen contra la creciente influencia de los Guisa, sus rivales. Su pelea por alcanzar el poder hace que las guerras de religión sean una especie de guerra privada entre ambas familias. Los Montmorency son los grandes perdedores del conflicto (sus miembros mueren en combate, asesinados, encarcelados y exiliados). Resurgen junto a Enrique IV con Montmorency-Damville.

• los Guisa: son los seguidores del partido católico. Primos del duque de Lorena, ascienden políticamente gracias a Claudio de Lorena y Francisco de Lorena, los dos primeros duques de Guisa y gracias también a María Estuardo que se convierte en reina de Francia entre 1559 y 1560. Son también de esta familia el cardenal de Lorena, Enrique de Guisa y Carlos de Mayena. Con frecuencia menoscabado por la reina madre, a causa de su intransigencia los Guisa regresan de modo triunfal a primera fila política gracias a su popularidad. Son los grandes vencedores de las guerras de religión. En 1588, consiguen expulsar al rey Enrique III de la capital y a deponerlo al año siguiente. A pesar de su derrota y de su sometimiento a Enrique IV, tienen el suficiente poder para que el rey no pueda atacarlos.

• los Borbón: al ser descendientes directos del rey San Luis, son príncipes de la casa de Francia. Es una familia en la que algunos de sus miembros pertenecen al partido protestante, entre ellos Luis de Condé y su hijo Enrique de Condé y Antonio de Borbón y su hijo Enrique IV. Se trata de una familia dividida con dificultades para tener un verdadero jefe. Frente a sus primos y a su tío, el cardenal de Borbón, Enrique IV consigue imponerse con dificultades. La muerte del último Valois le lleva a asumir la corona de Francia.

La implicación de los países vecinos

Las guerras de religión en Francia son también la consecuencia de la intervención de países vecinos que tratan de debilitarla. Al perder Francia la Batalla de San Quintín en 1557 y firmar el Tratado de Cateau-Cambresis, ve perder su hegemonía en beneficio del reino de España, vencedor en dicha batalla. Sin embargo, y a pesar de su declive durante la segunda mitad del Siglo XVI, Francia continuará siendo una gran potencia europea. La reina de Inglaterra Isabel I interviene en apoyo de los protestantes y el rey de España, Felipe II apoyará al clan de los Guisa, católicos intransigentes. Durante las guerras de religión pues, Francia estará dividida en dos facciones apoyadas financiera y militarmente por potencias extranjeras. Durante los años 1580, Inglaterra y España se enfrentarán utilizando Francia como escenario.

Page 17: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 156

Pero hay también reivindicaciones territoriales. Inglaterra desea recuperar Calais, perdida en 1558 y España desea recuperar la parte septentrional de Navarra. Por su parte, Saboya, aliada a España quiere recuperar las ciudades italianas ocupadas por Francia tras las Guerras de Italia.

Las guerras de religión en Francia dependen mucho del contexto europeo. Esto es especialmente significativo en el caso de los Países Bajos españoles en los que los disturbios políticos y religiosos se acentúan a partir de 1566. La guerra en Flandes repercute automáticamente en los conflictos franceses y viceversa. También el rey de Francia recurre a ejércitos extranjeros para restablecer su autoridad. Recurre a tropas suizas e italianas, enviadas por el Papa. Ambos bandos recurren a los reiters alemanes. Los españoles también utilizan tropas flamencas.

Jefes de Estado durante las guerras de religión

Reyes de Francia

Gobernadores de los Países Bajos españoles

Reyes de España

Reyes de Inglaterra

Enrique II Manuel Filiberto de Saboya

Felipe II

Isabel I

Francisco II

Margarita de Parma

Carlos IX El duque de Alba

Enrique III

Luis de Requesens

Don Juan de Austria

Alejandro

Farnesio

Enrique IV

Peter Ernst von Mansfeld

El archiduque Ernesto

El conde de Fuentes

Los archiduques

Felipe III

Page 18: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 157

2. Los orígenes del conflicto

Los primeros problemas religiosos aparecen bajo el reinado de Francisco I (1515-1547). El rey de Francia cree que la doctrina protestante es nefasta para su autoridad. Se opone categóricamente a éstos cuando se producen las primeras agresiones iconoclastas a imágenes y reliquias religiosas. A partir del affaire des Placards (el "asunto de los pasquines" que consistió en que los protestantes pusieron pasquines propagandísticos por todo el país llegando incluso al dormitorio del rey), el 18 de octubre de 1534 el rey empieza a perseguir a los protestantes, publicando edictos condenatorios.

Pero es durante el reinado de su hijo Enrique II (1547-1559), cuando las tensiones religiosas aumentan peligrosamente. Más intolerante aún que su padre, Enrique II acosa sin tregua a los "herejes". Multiplica los edictos y crea las cortes ardientes para condenarlos a la hoguera. A pesar de esa persecución es también éste el momento de mayor auge del protestantismo. Bajo la dirección de inteligentes líderes (como Juan Calvino), el protestantismo cada vez convence a más gente. Los entornos urbanos (artesanos y burgueses), y la nobleza son el terreno más propicio para su crecimiento. Su dinamismo y su éxito provocan un odio feroz entre los católicos más intransigentes. Los dos partidos se creen en posesión de la verdad acerca de la fe. El país está al borde de una crisis religiosa, y sólo la fuerte autoridad del rey hace que Francia permanezca unida durante sus guerras contra España. La brutal muerte de Enrique II en 1559 abre un período de incertidumbre.

En 1560, los diferentes partidos se enfrentan para controlar el poder real, en manos de un joven adolescente inexperto Francisco II. El joven rey confía el gobierno a los tíos de su esposa, el duque de Guisa y el cardenal de Lorena miembros intransigentes del partido católico. Los protestantes, encabezados por el príncipe de Condé cuestionan la legitimidad de los Guisa e intentan forzar su relevo. Esto desembocará en el primer episodio violento de las guerras de religión, el tumulto de Amboise.

La violenta muerte de Francisco II a finales de 1560 tranquiliza los ánimos momentáneamente. La reina Catalina de Médicis que ejerce la regencia en nombre del jovencísimo Carlos IX busca una aproximación entre las posturas de católicos y protestantes. Junto al canciller Michel de l'Hospital, multiplica los encuentros entre los dos partidos e intenta incluso por medio del coloquio de Poissy de mantener la unidad de los cristianos. Sin embargo, la política de la reina fracasa debido a los fuertes antagonismos entre católicos y protestantes. La aparición de un partido moderado en la corte lleva a una menor presión sobre los reformadores. Los protestantes se sienten libres y los más violentos tratan de imponerse a la fuerza lo que lleva a diversos enfrentamientos en distintas partes de Francia. Al final, Catalina de Médicis no es capaz de controlar la situación.

El año 1561 representa el apogeo del protestantismo en Francia. Hay unos dos millones de protestantes en France. Los católicos están cada vez más irritados. Se multiplican los actos violentos en todo el país. Los dos partidos se arman. A principios de 1562, la catástrofe se presagia. El 17 de enero de 1562, Catalina de Medicis promulga el edicto de enero que es una auténtica revolución, ya que consagra la libertad de conciencia y la libertad de culto para

Page 19: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 158

los protestantes, siempre que éstos restituyan los lugares de culto de los que se habían apoderado. La tolerancia civil instaurada por la reina producirá el efecto contrario al que se buscaba.

3. El conflicto

Podemos distinguir tres fases en el desarrollo de las Guerras de Religión en Francia:

• la ofensiva protestante de 1560 a 1570, periodo en el que el protestantismo va creciendo (entre la nobleza y en las ciudades). El creciente aumento del número de adeptos desencadena en los protestantes un impulso entusiasta que les lleva a creer en la posibilidad de convertir a todo el país. Tras varios enfrentamientos, la Masacre de San Bartolomé en 1572 corta drásticamente el desarrollo del movimiento y pone fin definitivamente a las ilusiones de los protestantes.

• la ofensiva de los descontentos desde 1572 hasta los años 1580, periodo durante el que las Guerras de Religión parecen más un conflicto político llevado por un partido católico moderado descontento por el reforzamiento del poder real. En cabeza de este movimiento se sitúa el propio hermano del rey Francisco de Alençon junto a la alta nobleza católica.

• la ofensiva católica de los años 1580 a 1599, periodo en el que aparecen las premisas de la Contrarreforma. Los católicos pretenden expulsar a los protestantes del reino. Su intransigencia les lleva a dejarse arrastrar por el oscurantismo religioso y desencadena una de las Guerras de Religión más violentas.

Primera Guerra de Religión (1562–1563) Francisco de Guisa

La ruptura se desencadena el 18 de marzo de 1562, cuando el duque Francisco de Guisa, que regresaba de unas negociaciones en Alsacia, se enfrenta y mata en Wassy, y en circunstancias poco claras, a 37 protestantes reunidos en una granja para celebrar el culto. A su regreso a París, Guisa es recibido como un héroe y el pueblo pide una cruzada contra los hugonotes. Por su parte, los protestantes se arman al mando del príncipe Luis de Condé, que se apodera de la ciudad de Orleans. La reina Catalina de Médicis, pillada a contrapié por estos acontecimientos, lleva a cabo un último intento para mantener la paz, pero el duque de Guisa presiona a la regente apareciendo con sus tropas en Fontainebleau donde se encuentra la familia real. Fuerza al joven rey y a su madre a seguirlo a París con la excusa de protegerlos de los protestantes, obligándolos de ese modo a tomar partido por los católicos. Es el principio de la primera Guerra de Religión.

Los primeros en pasar a la ofensiva son los protestantes. La lucha se organiza por el control del espacio urbano. El ataque protestante es fulgurante. Al cabo de un mes, los protestantes consiguen apoderarse de una gran cantidad de ciudades, algunas muy importantes como Lyon, Orleans o incluso Ruán la segunda ciudad del país en aquella época. En cada conquista, los protestantes saquean y destruyen las iglesias. Los católicos sufren enormes pérdidas, pero los protestantes no consiguen conquistar Toulouse ni Burdeos. Para el ejército católico empieza una larga campaña de asedios para tratar de recuperar las ciudades perdidas. Luis de Condé

Page 20: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 159

Hay varios escenarios en esta guerra. El más importante es el que se desarrolla sobre el Loira y en Normandía, donde el ejército católico trata de recuperar Ruán. La segunda zona de combate se sitúa en el sureste, en especial en la parte de Languedoc, y la tercera zona de combate se desarrolla en el suroeste donde Blas de Montluc lleva una guerra y una represión implacable contra los protestantes a los que derrota en la batalla de Vergt.

El ejército protestante está formado esencialmente por comerciantes y artesanos. Sus mandos son nobles experimentados y recurre a mercenarios alemanes. Tras el Tratado de Hampton Court, consigue el importante apoyo de la reina de Inglaterra.

La batalla de Dreux (19 de diciembre de 1562) da ventaja al ejército real. El príncipe de Condé es hecho prisionero, pero el bando católico también sufre cuantiosas pérdidas; el mariscal de Saint-André es muerto y el condestable Anne de Montmorency hecho prisionero por los protestantes.

Los dos líderes católicos más importantes Antonio de Borbón y Francisco de Guisa también mueren pronto, el primero en el sitio de Ruán y el segundo en el de Orleans durante una emboscada en Saint Mesmin.

La muerte de los principales líderes de esta guerra permite a Catalina de Médicis restablecer la paz. Propone negociaciones con el príncipe de Condé que finalizan el 19 de marzo de 1563 con el edicto de Amboise. Autoriza el culto protestante en determinados lugares reservados y abre un periodo de tolerancia civil. Las ciudades de Ruán, Orleans y Lyon vuelven al control de los católicos.

Esta guerra tuvo duras consecuencias.

• Las iglesias y catedrales tomadas por los protestantes sufrieron grandes daños. • A causa de la violencia sufrida en esta guerra, ciudades como Ruán, Orleans y Lyon

pasarán a ser la sede del catolicismo más intransigente. • El final de la guerra conduce a muchos católicos a vengarse de los protestantes.

Durante 1563 se entablan muchos pleitos para tratar de condenar a los protestantes que saquearon las iglesias. Al final, la paz impuesta por la reina madre resulta ser muy precaria. Los católicos alimentan rencores hacia los protestantes por la destrucción que éstos habían causado. La primera Guerra de Religión fue la más destructiva. En cuanto a los protestantes, siguen convencidos de que deben convertir el reino a su religión y determinados a hacerlo.

• Segunda Guerra de Religión (1567–1568)

Tras cuatro años de paz, el reino se encuentra otra vez al borde del conflicto armado. El reinicio de las hostilidades en 1567 tiene tres razones:

• el fracaso del edicto de Amboise en las provincias, • el tenso contexto internacional • y la rivalidad cortesana entre el príncipe de Condé y el joven hermano del rey,

Enrique, duque de Anjou, que apenas tiene dieciséis años.

Page 21: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 160

La ascensión del joven príncipe despertó los recelos del ambicioso Condé, quién dejó la corte para hacer patente su disconformidad.

En el resto de Europa, la situación también se agrava. En 1566, una violenta ola iconoclasta cae sobre iglesias y conventos de los territorios españoles en Flandes. Esta rebelión es sofocada con rapidez por parte de los españoles, pero la nobleza local aprovecha para solicitar al rey de España una mayor autonomía. A pesar de que se restablezca la calma en 1567, Felipe II envía un ejército para castigar a los revoltosos. El ejército español enviado desde el Milanesado se dirige a los Países Bajos a lo largo de la frontera con Francia. La cercanía de este ejército católico reaviva los temores de los hugonotes, pero también los del propio rey de Francia, quién para protegerse ante un posible ataque español recluta varios batallones suizos.

La segunda guerra estalla justamente el 28 de septiembre de 1567 al intentar el príncipe de Condé apoderarse de la familia real (Sorpresa de Meaux). Esta ruptura con la política de concordia es una sorpresa y el ataque de Condé, en quien Catalina de Médicis había depositado sus esperanzas de conciliación, una traición. Tras este hecho la regente decide utilizar la violencia para mantener la paz. Los dos ejércitos se vuelven a enfrentar y otra vez los protestantes son derrotados el 10 de noviembre de 1567. El debilitamiento de los dos bandos lleva a la firma de un nuevo tratado de paz en Longjumeau el 22 de marzo de 1568.

• Tercera Guerra de Religión (1568-1569)

La paz de Longumeau es frágil ya que el poder real ya no confía en el príncipe de Condé. Pocos meses después de esta nueva tregua, los católicos son los que tratan de anticiparse al enemigo y tratan de capturar al príncipe de Condé, en el castillo de Noyers, el 29 de jullio de 1568. Las tropas protestantes vuelven a ser derrotadas y sufren grandes pérdidas en la batalla de Jarnac, el 15 de marzo de 1569. El príncipe de Condé es ejecutado y emerge un nuevo dirigente entre los calvinistas, el almirante de Coligny. Este recupera los restos del ejército, se dirige al sur para reclutar más tropas y vuelve a dirigirse hacia París. Con la amenaza de las tropas de Coligny sobre París se firma una nueva tregua, el edicto de Saint-Germain, el 8 de agosto de 1570. Este tratado aseguraba cuatro plazas de seguridad para los protestantes.

• Cuarta Guerra de Religión (1572–1573)

La Cuarta Guerra se inicia con la terrible masacre de San Bartolomé, el 24 de agosto de 1572. El fracaso del sitio de la Rochelle, por parte del ejército real hace que esta guerra termine relativamente pronto. En julio de 1573 se firma el edicto de pacificación de Bolonia .

• Quinta Guerra de Religión (1574–1576)

La Quinta Guerra de Religión se inicia con la evasión de los líderes protestantes (Condé y Enrique de Navarra) de la Corte en la que se hallaban en libertad vigilada después de San Bartolomé. La Quinta Guerra termina el 6 de mayo de 1576 con el edicto de Beaulieu, que concede mayor libertad de culto a los protestantes.

• Sexta Guerra de Religión (1576–1577)

Page 22: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 161

La Liga inicia la Sexta Guerra, que concluye con la Paz de Bergerac del 17 de septiembre de 1577 y con el edicto de Poitiers del 8 de octubre, que confirma la Paz de Bergerac y restringe las condiciones del culto protestante.

• Séptima Guerra de Religión (1579–1580) o Guerra de los Enamorados

Esta Guerra, declarada por una minoría protestante, fue una de las más breves y menos seguidas. Terminó entre la indiferencia general con la toma de Cahors por parte de Enrique de Navarra y la paz de Fleix (cerca de Bergerac), el 26 de noviembre de 1580 que prorrogaba seis años los privilegios de las plazas de seguridad protestantes. Esta guerra también se llamó de los Enamorados por las intrigas galantes que se produjeron. El protestante Enrique de Navarra (futuro Enrique IV) y su esposa Margarita de Valois (la reina Margot) llevaron una alegre vida en Nérac en medio de una corte frívola.

• Octava Guerra de Religión (1585–1598) o Guerra de los tres Enriques

Los enfrentamientos entre católicos y protestantes se endurecen con la alianza entre los protestantes y los rebeldes neerlandeses alzados contra España, y la de los católicos de la Liga con Felipe II de España. Despreciado por los de la Liga, Enrique III es incapaz de mantener su autoridad y debe huir de París tras la "Jornada de las Barricadas", el 12 de mayo de 1588. Trata de acabar con la Santa Liga asesinando a sus jefes, el duque de Guisa (que también llevaba el nombre de Enrique) y su hermano el cardenal de Lorena en Blois el 23 de diciembre de 1588. Pero un monje fanático lo asesinará a él el 1 de agosto del año siguiente, convirtiendo así al jefe de los protestantes, Enrique de Navarra, en rey de Francia con el nombre de Enrique IV. Éste tendrá que luchar para reconquistar su reino, en manos de la Liga, que se niega a reconocer a un rey protestante; pero su alianza con fieles a la corona y sobre todo su conversión al catolicismo en 1593 le abren las puertas de París. Enrique IV mantiene aún una guerra contra Felipe II de España que termina el 2 de mayo de 1598 con la paz de Vervins. El problema religioso se zanja con un edicto que declara la tolerancia, el edicto de Nantes, el 13 de abril de 1598.

Bibliografía

• Jean-Marie Constant, Les Français pendant les guerres de Religion, Hachette Littératures, 2002 (ISBN 2012353118) ;

• Denis Crouzet: o Les Guerriers de Dieu. La violence au temps des troubles de religion (v. 1525–v. 1610), Champ

Vallon, colección « Époques », 2005 (1ª edición 1990) (ISBN 2876734303) o La Genèse de la Réforme française 1520-1562, SEDES, col. "Histoire moderne" n° 109,

Paris, 1999 (1ª edición 1996) (ISBN 271819281X) ; • Arlette Jouanna (dir.), Histoire et dictionnaire des guerres de religion, 1559–1598, Robert Laffont,

col. "Bouquins", 1998 (ISBN 2221074254)

Page 23: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 162

TEMA 10. INGLATERRA. CENTRALIZACIÓN POLÍTICA Y REFORMA.

1) LA GUERRA DE LAS DOS ROSAS (1455-1485).

2) LAS REFORMAS DE ENRIQUE VII (1485-1509).

3) ENRIQUE VIII Y LA RUPTURA CON ROMA.

4) EDUARDO VI Y MARÍA TUDOR.

5) EL REINADO DE ISABEL I (1558-1603).

6) ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA INGLATERRA DE LA PRIMERA EDAD MODERNA.

1) LA GUERRA DE LAS DOS ROSAS (1455-1485).

Respecto a la Guerra de los 100 Años, Inglaterra fue la gran perdedora de este secular conflicto pese a que, durante gran parte del mismo, sus ejércitos se habían impuesto con contundencia sobre sus rivales. Este reino va a terminar los últimos años de la Edad Media sumido en el caos interno generado por la rivalidad de dos grandes familias de origen real, los Lancaster y los York; que lucharon entre sí por el poder, dando lugar a la llamada Guerra de las Dos Rosas, roja de Lancaster y blanca de los York. El resultado final fue una solución de compromiso, entre las dos familias, que facilitó al ascenso al trono de Enrique VII Tudor (1485-1509) que unió, con su matrimonio, las dos ramas. Con esta nueva dinastía la monarquía volvió a adquirir en el interior, el prestigio perdido, gracias al apoyo que le prestó la nobleza y la burguesía de las ciudades, cansadas de una larga y estéril lucha dinástica que frenaba la prosperidad del reino. Tras la Guerra de los Cien Años, Inglaterra se vio abocada a una lucha civil que retrasaría la consolidación de la monarquía. El conflicto se desató entre las dos ramas de la familia real, la de los Lancaster, herederos del trono, y la de los York, descendientes no coronados de Eduardo III. La Guerra de las dos rosas (blanca de York y roja de Lancaster) duró 30 años. Los grandes príncipes autónomos eran pocos, en su mayoría marqueses palatinos de regiones fronterizas, como los Neville y los Percy frente a Escocia, y los Tudor y los Lancaster en Gales. Cuando muere Enrique V, la regencia corresponde a su hermano Juan, duque de Bedford, residente en Francia. Pero en Inglaterra una lucha implacable enfrenta a las dos ramas de la familia Lancaster:

- Los Beaufort abanderados por Enrique, obispo de Winchester. - Y Humphrey, duque de Gloucester, tío de Enrique VI.

Al ocupar el trono en su mayoría de edad, Enrique VI fue un hombre inteligente y piadoso, pero débil y desequilibrado. Ello supuso la ruptura del precario equilibrio existente entre las dos facciones. El duque de Gloucester murió en circunstancias extrañas. Ricardo, duque de York, que mandaba un ejército en Francia, fue enviado a Irlanda. El matrimonio de Enrique VI con Margarita de Anjou, sobrina del rey de Francia, coincidió con un levantamiento en

Page 24: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 163

Kent provocado por un aventurero llamado Jack Cade y con el regreso de Irlanda de Ricardo de York, que se consideraba heredero del trono. El nacimiento de un príncipe heredero coincidió con la primera gran crisis de locura de Enrique VI y con la posibilidad de que el poder pasara a manos de la reina Margarita de Anjou, hechos que decidieron a Ricardo de York a tomar el poder por la fuerza de las armas. La guerra civil se había iniciado en 1453 y no finalizó hasta 1485. Ricardo de York se hizo nombrar protector del reino y presidente del Consejo Real, y encerró a sus enemigos en la Torre de Londres. La recuperación de la razón por parte del rey cambió la situación, Ricardo de York tuvo que buscar refugio entre los Neville, comenzando la guerra civil. En Saint Albans, los lancasterianos sufrieron una primera derrota, que devolvió el poder a Ricardo. La reina Margarita de Anjou hizo aprobar por el Parlamento de Coventry, la proscripción de los principales partidarios de los York. La victoria de éstos en Northampton (1460) permitió a Ricardo de York reclamar no ya la regencia, sino el trono. Ricardo murió en la batalla de Wakefield, lo cual no impidió a su hijo Eduardo obtener una completa victoria en Towton sobre el ejército real y se hizo coronar con el nombre de Eduardo IV (1461-1483). El triunfo yorkista no era completo, pues Margarita de Anjou, refugiada en Francia, junto con el rey depuesto, contaba con el apoyo de grandes familias de la aristocracia situadas en zonas fronterizas. La situación de Eduardo IV fue firme mientras contó con el apoyo de los Neville, pero su matrimonio con Elisabeth Woodville (Lady Grey) conllevó el auge cortesano de la familia de la reina, el apartamiento del conde de Warwick y la alianza de éste con Margarita de Anjou en 1469. Es entonces cuando tienen lugar los golpes del duque de Warwick, mientras Enrique VI permanecía encerrado en la Torre de Londres. Enrique fue liberado y reinstaurado en el trono en 1470. Ante el despertar de los lancasterianos, Eduardo IV de York buscó refugio en los dominios de su cuñado, Carlos el Temerario de Borgoña, hasta que, con la ayuda de la Hansa y de Borgoña, volvió a Inglaterra y derrotó al duque de Warwick en Barnet (1471) y en Tewkesbury, a Eduardo, príncipe de Gales, que murió al igual que el propio Enrique VI (1471). Los pocos lancasterianos supervivientes se refugian en Bretaña: entre ellos Enrique Tudor, conde de Richmond. La derrota de los partidarios de la rosa roja (Lancaster) fue total y abrió una época de terribles represalias. Casi con toda seguridad, una de sus primeras víctimas fue el cautivo Enrique VI.

Lo que sucedía en Inglaterra era, aparte del peso de la derrota en el continente, resultado del auge aristocrático y de su dominio de las instituciones regias. La formación de clientelas de pequeños nobles en torno a grandes aristócratas por medio del régimen de endenture, o bastard feudalism, llega a su culminación en la primera mitad del siglo, así como la ocupación de rentas y derechos pertenecientes a la hacienda real, en medio de la decadencia del Parlamento como poder autónomo y capaz de proteger los intereses regios. El poder pertenecía a los grandes aristócratas que dominaban el Consejo Real, puesto que la práctica de gobierno a través de Casa y Hôtel del rey ya no existía. De ahí la importancia de los enfrentamientos de partidos en el seno del Consejo, entre 1422 y 1447. La salida de aquella situación después de la guerra sería, como en Francia o en Castilla, la construcción de un poder regio más fuerte y respetado. La Guerra de las Dos Rosas retrasó en Inglaterra la solución monárquica de la crisis y produjo en el país luchas y enfrentamientos similares, en cierto modo, a los que había padecido Francia.

Page 25: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 164

La nueva dinastía no arraigó sólidamente, ya que a su muerte, Eduardo IV dejó como herederos a dos niños de 12 y 10 años de edad, planteando un grave problema de la regencia. El nuevo regente, Ricardo, duque de Gloucester, hermano del difunto Eduardo IV, fue un siniestro personaje que conspiró para usurpar el trono. Acusó falsamente de bastardos a los hijos de su hermano y los encerró en la Torre de Londres, donde fueron asesinados. Posteriormente fue coronado rey con el nombre de Ricardo III en 1483. Su reinado fue breve, ya que los familiares de las víctimas, entre ellos el propio duque de Buckingham y los antiguos yorkistas, pusieron sus esperanzas en Enrique Tudor, heredero de los Lancaster, y cuyo futuro matrimonio con Isabel de York, hija de Eduardo IV, podía poner fin a la disputa familiar. Enrique Tudor, sostenido por Francia y por legitimistas de ambos bandos, desembarcó en Gales y derrotó a Ricardo III en Bosworth, 1485, iniciándose de pleno derecho la construcción de un estado moderno.

2) LAS REFORMAS DE ENRIQUE VII (1485-1509).

La nueva monarquía, encarnada por Enrique VII (1485-1509), poseía unos ingentes dominios territoriales. A él se debe la plena organización del poder monárquico en una Inglaterra por fin pacificada. Al conseguir el poder como triunfador de una contienda civil pudo llevar a cabo cambios más rápidos y radicales, incluyendo en ellos el rápido aplastamiento de algunas revueltas locales. La nueva dinastía contó con el apoyo de la pequeña aristocracia, la llamada gentry, que de simples escuderos o burgueses enriquecidos se convirtieron en sires, llegando a controlar la administración de las ciudades y de los condados, y formando mayoritariamente la representación de los Comunes en el Parlamento. Este grupo se dispuso a servir al monarca, que había restablecido la paz.

- El Parlamento se reducía a una sombra de lo que había sido, suplido por el Consejo Privado, formado por fieles ejecutores de modesto origen o por miembros de una nueva aristocracia a las órdenes del rey.

- Otro grupo de consejeros constituían la Star Chamber o “Cámara Estrellada” de Westminster, verdadero tribunal supremo sometido a la voluntad real, cuya misión consistía en desestimar las enmiendas o reclamaciones sobre la legitimidad de los derechos de la feudalidad bastarda.

- Completa el perfil de la política enriqueña una gran prudencia en sus relaciones exteriores, incluso durante la crisis con Francia por causa de Bretaña y de la alianza con los Reyes Católicos y Maximiliano: Enrique VII prefirió la paz (Étapies, 1492), aunque sentará, más adelante, relaciones dinásticas con la monarquía hispánica.

3) ENRIQUE VIII Y LA RUPTURA CON ROMA

3.1. Aspectos generales de la política de Enrique VIII. Enrique VIII (1509-1547) asumió el trono con diecisiete años, como un típico príncipe renacentista y de forma indiscutida. La primera fase de su reinado, hasta 1528, prolongó el anterior, manteniendo una política exterior de equilibrio y de arbitraje. Procuró mantener sometida a la nobleza del norte y evitar la convocatoria del Parlamento. Impulsó la cultura y tuvo un papel destacado en esta fase el cardenal Wolsey. Enrique VIII instauró la monarquía autoritaria y un nuevo Estado, su labor se vio facilitada por el debilitamiento de la nobleza durante la guerra civil y por la indiferencia de los supervivientes, así como por el deseo popular de ver consolidados un gobierno fuerte y en paz. Además contó con la preexistencia

Page 26: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 165

de los medios por los que ejercía la autoridad la Corona, con las instituciones consultivas, judiciales y financieras ya consolidadas.

• Se apoya en su Consejo Privado, formado por el Canciller, el Tesorero, el Ministro de Justicia y cualquier persona llamada por el rey con un puesto a desempeñar. En 1535 el País de Gales es anexionado a la corona.

• La administración de los condados pasa a manos de los sheriffs, que tienen además una competencia judicial y están controlados por un lord-lugarteniente. El gobierno central radicaba en el Consejo Privado, pero el monarca no disponía propiamente de un cuerpo de funcionarios, los altos cargos rurales eran desempeñados por nobles.

o El juez del condado (sheriff) era el encargado del orden y de la justicia, muchas de sus responsabilidades se trasladan al juez de paz o a los gentilhombres locales que gozaban de gran influencia. Las ciudades y los burgos se administran autónomamente, la vida local estaba descentralizada, lo cual no implicaba ningún obstáculo al poder real.

• La Justicia se rige por la Common Law y se aplica a través de tres Cámaras que se dividen por asuntos a tratar: la Court of Common Pleas (civil), la King´s Bench (criminal) y la Exchequer (para las finanzas). Existe otra ley más sencilla en la corte del Canciller (Equity).

o Existían tres grandes tribunales: el Tribunal de Audiencias Comunes para asuntos civiles, el Tribunal del Rey para asuntos criminales, y la Tesorería para asuntos financieros. Existía también un Alto Tribunal encargado de sofocar la indisciplina de los nobles.

• La administración se completa con un sistema parlamentario bicameral (de los Lores y de los Comunes). Era un mecanismo de control real, se hacía aconsejable su convocatoria para el establecimiento de leyes y era imprescindible para la imposición fiscal y el pedido de subsidios. Los reyes procuraban no convocarlo porque interfería en su poder absoluto.

o El Parlamento estaba siempre dominado por el monarca, pero tenía dos prerrogativas importantes: no podían crearse nuevos impuestos sin su consentimiento y las leyes que votaban eran superiores a las demás.

• El Sistema fiscal: a principios del reinado, los fondos del Tesoro estaban repletos gracias a la tranquilidad del reinado de Enrique. El dominio real había aumentado mucho con las confiscaciones, multas e incautaciones de feudos por traición o ausencia de heredero. Un 20% del suelo era de propiedad real. La segunda fuente de ingresos eran los derechos de aduana, que fueron fijados en el primer parlamento del reinado y que ofrecían ingresos regulares.

o Enrique VIII fortaleció la Hacienda real recurriendo a los impuestos ordinarios, proporcionados por las rentas del dominio real, los impuestos aduaneros y los que grababan el volumen y el peso de las mercancías. La sólida administración financiera le permitió no tener que convocar el Parlamento en demasiadas ocasiones, por lo que la Cámara de los Lores adquirió mayor importancia.

• En cuestiones militares procuró hacerse con una flota y con un ejército permanente (reclutado por los sheriffs), para asegurar las fronteras, sobre todo por las incursiones escocesas en el norte. Para las llegadas al continente se hacía necesaria la contratación de mercenarios extranjeros.

Page 27: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 166

3.2. La ruptura con Roma. El anglicanismo se suele asociar a la voluntad el rey Enrique VIII en realidad, Inglaterra evolucionó desde el Cisma de 1534, a través de problemas sucesorios y alianzas con el apoyo del Parlamento, hasta la afirmación plena en 1559 de una particular iglesia protestante. Enrique VIII, necesitaba un heredero varón indiscutible, ya que la Casa Tudor había ascendido al trono recientemente, tras la Guerra Civil de las Dos Rosas. Ante la imposibilidad de tener descendencia masculina con su esposa, Catalina de Aragón, en 1525 intentó anular su matrimonio para casarse de nuevo. El proceso de nulidad fue solicitado a Roma y ralentizado por los intereses diplomáticos de Carlos V, sobrino de Catalina, por lo que Enrique VIII decidió romper con Roma. En 1533 el primado de Canterbury (Thomas Cranmer) declaró nulo este matrimonio y validó el contraído con Ana Bolena, ya embarazada. En 1534 el Parlamento aprobó entre otras leyes, el “Acta de Supremacía” (el rey era la única y suprema cabeza de la Iglesia de Inglaterra). Esta ruptura fue política, no religiosa, provocando:

- Persecuciones y ejecuciones (entre ellas, el proceso y muerte del humanista Tomás Moro).

- Supresión de monasterios, conventos, cofradías, poniendo en manos del rey enormes propiedades, lo que generó la adhesión de nobles y clérigos.

- Revuelta del campesinado, descontento al perder derechos de uso colectivo por el cerramiento de las tierras.

Enrique VIII, apoyado por el Parlamento reguló la doctrina y la liturgia con calculada ambigüedad: aunque rebelde a Roma, seguía siendo anti-protestante. Las primeras normas (la Confesión de los Diez Artículos, 1536 y el Libro de los Obispos, 1537) establecían: supremacía de la escritura, liturgia en inglés, celibato sacerdotal voluntario y prohibición de indulgencias y reliquias. Normas posteriores (Acta de los Seis Artículos, 1539 y Libro del Rey, 1543), volvieron a ritos católicos tradicionales, entre ellas el celibato obligatorio y la transustanciación eucarística. La Reforma en Inglaterra, cuyo origen político es muy claro, tuvo consecuencias transcendentales en todos los órdenes. Reforzó la autoridad del Parlamento, al que Enrique VIII tuvo que acudir para que refrendaran sus decisiones. Además el rey contó con instrumentos como la Secretaría de Estado desempeñada por Cromwell, y la Cámara Estrellada. La confiscación de los bienes de los monasterios convirtió a la Corona inglesa en una gran propietaria. Con estas tierras Enrique VIII creó una nueva aristocracia cliente de la Corona, que desempeño los cargos más importantes y fue el soporte de la monarquía. Por otra parte su victoria contra los nobles católicos del norte en la sublevación popular de 1536, le liberó de un problema en esta región. Esa nueva aristocracia menos rural, junto a gentilhombres y caballeros, se interesaba por la industria pañera y por el comercio exterior.

Page 28: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 167

4) EDUARDO VI Y MARÍA TUDOR.

4.1. Eduardo VI. El breve reinado de Eduardo VI, menor de edad, permitió a los claramente protestantes, encabezados por Cranmer, avanzar hacia la auténtica Reforma, combinando ideas luteranas y zwinglianas con elementos católicos, concretado en los Cuarenta y Dos Artículos de la Fe (1553):

- La misa dejó de contener la presencia de Cristo, - cobró más importancia la Palabra (predicación, rezo, salmos), - desaparecen altares y vasos litúrgicos, - obispos y presbíteros podían volver a casarse, - sólo se reconocen los sacramentos del Bautismo y la Cena.

Estos cambios fueron de cumplimiento obligatorio para todos, mediante “Acta de Uniformidad” y “Libro de Preces”, aprobados por el Parlamento.

• Guerra en Escocia, 1547-1549. se producen asimismo revueltas en diversas partes de Inglaterra a causa del comienzo del sistema de cerramiento de campos. John Dudley dirige la represión y termina violentamente con la revuelta.

• Bajo la influencia del Conde de Somerset, tío de Eduardo y partidario de la reforma moderada, y del arzobispo de Canterbury, se acusa una orientación calvinista muy clara, subrayada por el Acta de Uniformidad de 1549, que aprueba el Prayer Book (libro de doctrina para todo el reino), y la publicación de los 42 Artículos en 1553, donde se fija el dogma anglicano.

4.2. María Tudor. María Tudor, hija de Catalina de Aragón y casada con Felipe II de España, pretendió restaurar el catolicismo, ayudada por el nuevo obispo de Canterbury (Reginald Pole), que había sido impulsor de la Reforma Católica de Trento. El Parlamento disolvió la legislación anterior y el papa Paulo III les absolvió del cisma. Con deseos purificadores, quemó 273 herejes (con lo que ganó el calificativo de “Bloody Mary”). Tras esta acción, el pueblo inglés apoyó el anglicanismo como un modelo de resistencia nacional frente a la tiranía papista.

Gracias a un Parlamento seleccionado, la reina consigue la abolición de la legislación anterior. En enero de 1554, el anuncio de boda con Felipe II provoca una sublevación en el ducado de Kent, que quería destronar a María y poner en su lugar a Isabel. El nacionalismo inglés no quiere estar bajo la espiral de la Monarquía Hispánica. En 1558 la religión católica es restaurada en todo el reino y los herejes perseguidos, juzgados y ejecutados (María la Sanguinaria), pero en noviembre de ese mismo año la reina muere y asciende al trono Isabel

Page 29: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 168

5) EL REINADO DE ISABEL I (1558-1603).

5.1. El refuerzo de la autoridad real. Isabel, hija de Enrique VIII y de Ana Bolena, subió al trono inglés a la muerte de su hermanastra María en 1558, cuando tenía 25 años. La situación estaba marcada por una crisis múltiple: religiosa, dinástica, bélica. Después del cisma anglicano provocado por Enrique VIII, los cortos reinados de sus hijos se habían caracterizado por virajes religiosos radicales. Durante el de Eduardo VI (1547-1553) se impuso el protestantismo mientras que María (1553-1558) restauró el catolicismo. Se planteaba ahora cuál sería la orientación religiosa de la nueva Reina. Tampoco era sencilla la situación dinástica: Isabel estaba soltera y de inmediato se planteó el problema del matrimonio real y de la sucesión. Además, María, reina de Escocia, reclamaba el trono como descendiente de Enrique VII. La cuestión religiosa y dinástica se complicaba con el enfrentamiento con Francia, heredado de reinados anteriores, dadas las estrechas relaciones entre la reina de Escocia y la Corte francesa. María era sobrina de los Guisa y estaba casada con Francisco II de Valois. La amenaza católica, francesa y escocesa, se dejaba sentir. Era difícil predecir que se iniciaba un largo y estable reinado. Esta estabilidad fue el resultado de la habilidad de Isabel y del deseo de paz de la mayoría de la clase dirigente inglesa. Sólo una minoría de exaltados religiosos, tanto católicos como protestantes, se opondrán abiertamente a la política isabelina, caracterizada por el conservadurismo y el autoritarismo. Su lema, Semper Eadem, quería destacar su resistencia al cambio y a las novedades. No obstante, en los comienzos del reinado era imprescindible establecer cuáles iban a ser las nuevas directrices religiosas, sucesorias y políticas. Otro problema grave para una monarquía era asegurar la sucesión. El matrimonio de Isabel se convirtió en una cuestión de estado que provocó tensiones entre la Reina y sus consejeros y parlamentos. Isabel consideró que la decisión formaba parte de la prerrogativa regia y no debía estar sometida a la discusión parlamentaria. Isabel gobernó de forma autoritaria ayudada por un consejo privado seleccionado por ella y donde cada vez más figuraron burócratas profesionales. Entre sus consejeros destacó el secretario de estado, William Cecil. El consejo proponía las líneas de acción política pero era la Reina la que tenía la decisión final, que no siempre coincidía con la deseada por sus consejeros. La Corte isabelina se caracterizó por un alto grado de consenso y por un bajo nivel de conflicto entre las facciones. Las causas son múltiples:

• por una parte incidió la homogeneidad protestante de los cortesanos a partir de 1570 y el deseo de evitar las terribles tensiones del reinado de Enrique VIII.

• La estabilidad provino también de la continuidad en el control de los cargos por las mismas familias, a lo que contribuyó la separación entre la casa real y la Corte.

• Ni las damas de la Reina ni sus favoritos tuvieron un papel político relevante, al menos hasta el final del reinado.

• Esto no quiere decir que no hubiera rivalidades personales y familiares, sino que éstas, a diferencia de la Corte francesa, no implicaron diferencias confesionales y estuvieron controladas por la Reina.

Page 30: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 169

El Parlamento, con sus dos cámaras, la de los Comunes y la de los Lores, era una pieza clave de la política inglesa. En la época isabelina se consideraba que la soberanía residía en la unión del rey y el Parlamento. Las tensiones entre ambos poderes no eran, por tanto, una lucha por la soberanía, sino que se centraban en enfoques distintos de la política. El consenso que caracterizó el periodo no excluye momentos de tensión. Otra de las razones de la tranquilidad del reinado está en la evolución de la política internacional. Isabel no tenía aspiraciones expansivas en el exterior y manejó con prudencia la intervención inglesa en los conflictos de la época. La principal amenaza a comienzos del reinado provenía de los vínculos familiares entre Francia y Escocia, pero el mutuo temor a la hegemonía francesa aproximó inicialmente los intereses de Isabel y de Felipe II, lo que unido a la crisis de la monarquía Valois otorgó a la Reina un tiempo precioso para consolidar su poder. Una hábil propaganda la presentó como una heroica y virtuosa defensora de la verdadera fe frente al papismo. 5.2. La decadencia de la aristocracia. Teniendo en cuenta las luchas de facciones que tuvieron lugar tras la muerte de Enrique VIII y con la ambición que habían mostrado señores feudatarios como el Duque de Somerset o el de Northumberland, que habían llevado la política tras el nombre de Eduardo VI, la nueva reina no se preocupó de frenar la decadencia económica en la que la nobleza había entrado con la subida de precios y la pérdida de ganancias. Si no hizo nada por ellos aquí, tampoco favoreció la aparición de nuevos pares, limitándose a reemplazar a las familias extinguidas. En todo su reinado sólo dos familias alcanzaron tal dignidad de nuevas. Los nobles se empobrecían en un país que se enriquecía por momentos. Para mantener a raya a la aristocracia sólo tuvo que dejar fluir el curso de la economía y reducir sus favores. Por otra parte reaccionó muy duramente contra la rebelión nobiliar. Sólo tuvo lugar una de importancia, entre 1569 y 1570, la del Norte, donde las familias nobles eran todas católicas y antiguas, a las que los campesinos consideraban sus señores naturales. Es la llamada “rebelión de los condes”, con inspiración eminentemente religiosa. Los señores de Durham, Northumberland, Westmorland y Cumberland idearon un plan para sacar a María Estuardo de su prisión inglesa y colocarla como sucesora de Isabel, que no tenía hijos y reestablecer en el futuro el catolicismo y recuperar las posiciones de poder que ocupaban hasta el reinado de Enrique VIII. Al ser descubiertos fueron llamados por la justicia y rehusaron su presencia, levantándose en armas. La rebelión fue aplastada con más de 700 ejecuciones y las tierras de estos nobles confiscadas y repartidas por la reina, que nunca subió a pares a familias del norte. Para terminar el dominio de la nobleza, los reyes sin corona de Lancashire terminaron por desaparecer en su línea masculina en 1594 y sus terrenos en manos de la corona. Y ya en 1601 el favorito de la reina cae en desgracia y procura una revuelta en Londres contra la reina, fue ejecutado en la Torre. 5.3. El gobierno central y el local. La reina innovó poco en cuestiones administrativas y siguió gobernando con el Consejo Privado (los Cecil, los Bacon, Robert Dudley, Francis Walsinghan y el conde de Essex), disminuyendo el poder del Canciller y del Guardián del sello. El Tesorero mantuvo su poder gracias a la longeva y competente trayectoria que desarrolló el titular. La última palabra era de la reina siempre.

Page 31: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 170

Para gobernar mejor el Norte y el país de Gales la reina envió dos cortes vice-regias (una con sede en York y otra en Ludlow Castle), para acercar la monarquía a estas lejanas regiones. En ellas se reunían los hombres de leyes para sus sesiones y estaban al mando de un gran señor local cuya audiencia estaba formada por la gentry local. En York el representante de la reina era vilipendiado y en Gales éste se llevaba bien festivamente con los representantes locales. Esta proyección del poder real se hacía necesaria ante la poca movilidad que llevó la reina, saliendo dos veces del entorno de Londres. Fue precisamente aquí donde ella tuvo un contacto importante con el pueblo, dejándose ver por él en sus desplazamientos y atendiendo sus peticiones, lo que hizo que los dos estuvieran muy unidos hasta casi el final de su reinado. El papel de los sheriffs en los condados ya había venido decreciendo en los reinados anteriores, siendo sustituidos por los justice of peace, que eran elegidos por la reina entre la gentry local, donde ella delegaba sus poderes. A partir de 1563 se encargaron de fijar los salarios en función de la situación económica, de hacer valer las regulación artesanal y de aplicar las leyes de pobres. Para imponerse contaban con los constables o agentes de policía.

5.4. La Justicia y las Finanzas En esta época subsistían islotes de jurisdicción independiente (tribunal manorial), controlados por grandes terratenientes y presididos por los mayordomos o stewards, que se asistían de un jurado formado por los principales tenentes del dominio. Este tribunal arbitraba disputas entre vasallos, escuchaba los informes de los constables, reprimía los abusos del apacentamiento del ganado o de la apertura de tabernas sin licencia, controlaba el juego y ponía multas. Atendía, pues, causas menores y sólo de un determinado espacio del reino. En lo importante, la justicia era llevada por los expertos del derecho, contratados por los tribunales de la Common Law (que venía de la edad media), que era consuetudinaria y juzgaba sobre precedentes. Los Tudor impusieron otras cortes, las prerogative courts, con magistrados nombrados por el Canciller, que atendía causas no previstas y que juzgaban según el sentido común. Estos funcionaron bien hasta 1590. Como instituciones mayores estaban los tribunales reales. El King´s Bench para lo criminal, el Exchequer para lo financiero y la Court of Common pleas para los asuntos civiles. En época Tudor no existía diferencia entre Corte y Estado, por tanto la monarquía se alimentaba de los impuestos en sus dominios, tasas de carácter feudal, también con las aduanas al comercio y con las confiscaciones nobiliarias y eclesiásticas. También se aprovechó la venta de monopolios comerciales. Aún así la reina gastó mucho en empresas militares, lo que dejó una deuda muy grande a su muerte que en parte fue mitigada por los subsidios del parlamento.

5.4. El Parlamento.

Con la aristocracia terrenal en franco retroceso y la espiritual, los obispos, adictos a la corona desde al menos 1563-70, el control del absolutismo quedaba en manos de los Comunes. Estos estaban mejor preparados para ejercer sus cargos, con estudios universitarios o tras pasar por la escuela de Derecho. Hasta el final del reinado no se puede hablar de una oposición contundente a la política real. Además la reina no estaba obligada a convocar el Parlamento y no le era necesario para la creación de leyes. Por eso fue convocado en 13 ocasiones durante todo el reinado. Las protestas no existieron porque los integrantes de los Comunes eran parte de la gentry, en posición ascendente y contentos con la política regia.

Page 32: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 171

5.5. El conflicto religioso La cuestión más importante y urgente era fijar la orientación religiosa del estado. Como no se consideraba conveniente el pluralismo religioso, debía proponerse una fórmula de fe y un modelo de Iglesia que fuera aceptable a la mayoría de los ingleses. Muy posiblemente el sentimiento mayoritario del pueblo inglés en 1558 estuviera en la línea dogmática y eclesial fijada por Enrique VIII, es decir, lo que se ha denominado «catolicismo enriciano»: mantenimiento del dogma y de la liturgia católica pero separación de la Iglesia anglicana de la obediencia a Roma. Sin embargo, la postura de la Reina era claramente protestante. El problema era, entonces, cómo establecer el protestantismo sin provocar conflictos civiles graves. Hay que señalar que uno de los postulados básicos de su política religiosa fue «no hacer ventanas en los corazones y las mentes»; exigiría la conformidad exterior con la Iglesia oficial, pero no indagaría en la conciencia de sus súbditos. El norte y oeste del país, y la mayoría de los lores, eran de orientación católica, pero los comunes, el resto del país e incluso la reina, eran de orientación protestante. Bajo su mandato se llegará a una nueva religión de mediación entre el catolicismo y el calvinismo. En 1559 logró que el Parlamento aceptara las Actas de Supremacía y Uniformidad, no sin una notable resistencia de los lores, entre los que se encontraban obispos católicos designados en la época de María.

• Isabel era declarada «gobernadora suprema» de la Iglesia de Inglaterra, introduciendo un sutil matiz con relación a su padre que fue «cabeza suprema», y debía ser expresamente reconocida como tal por todos los clérigos, oficiales reales y graduados universitarios.

• Era obligatorio, bajo pena de multa, asistir a la iglesia los festivos.

• La mayor dificultad estuvo en fijar el marco litúrgico y eclesial de la nueva Iglesia,

ya que Isabel era una protestante muy moderada que en su capilla privada mantenía cirios y crucifijo. Se vio, no obstante, obligada a aceptar la postura litúrgica algo más radical de sus consejeros.

• No se introdujeron, en cambio, modificaciones en el modelo eclesial que siguió siendo

jerárquico y contando con obispos. Isabel tuvo éxito en conseguir una transición relativamente tranquila de un Estado católico a otro protestante, aunque el proceso pasó por momentos difíciles. En los primeros años del reinado la mayoría era católica y bajo la protección de la gentry conservadora muchos clérigos católicos siguieron ejerciendo su ministerio, pero debieron ser pocos los recusantes que se negaron a aceptar el Acta de Supremacía y acudir a las iglesias anglicanas. Los nuevos obispos se pusieron a redactar una nueva Biblia y los 39 Artículos, que debían ser adoptados en 1563. La liturgia quedaba muy ligada al catolicismo (aún sin latín y sin imágenes) y de influencia calvinista (escrituras como fuente de fe, dos sacramentos bautismo y eucaristía sin sacrificio en la misa). La reina no ratificó inmediatamente los artículos, y el Papado aprovechó la ocasión para esperar un cambio del ideario regio o la caída del monarca. Para ello azuzó la rebelión del Norte en 1569 y, al no tener éxito, excomulga a la reina en 1570.

Page 33: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 172

Ante esto Isabel no sólo ratifica los artículos sino que inicia una persecución católica. Mata o detiene a nobles católicos, a las expediciones jesuitas que entraban clandestinamente en el reino así como a los que les albergaban, para terminar ejecutando en 1587 a María Estuardo, esperanza católica en Inglaterra. La Reina prefirió no perseguir a los recusantes y confiar en que el tiempo iría disolviendo los residuos del catolicismo. Un paso importante en el proceso fue la sustitución de los antiguos obispos católicos por otros protestantes. Significaba que a medio plazo, al ir desapareciendo los antiguos sacerdotes, ya no habría clero católico. En 1568, para hacer frente a esta carencia, William Allen estableció un seminario en Douai, en los Países Bajos españoles, donde se formaban sacerdotes destinados a mantener la fe entre los ingleses. En la práctica, sólo se podía ser católico de forma oculta y practicando exteriormente el anglicanismo. Las conspiraciones de un pequeño grupo de católicos exaltados continuaron tejiéndose en torno a María Estuardo y contando con apoyo español, hasta que, en 1587, Isabel tuvo que aceptar la ejecución de la reina de Escocia. Su desaparición, junto con el fracaso de la Armada española, hizo disminuir la presión del desafío católico; sólo perduró lo que se conoce como «catolicismo señorial» en el entorno de la gentry católica, pero su importancia decayó mucho y no se consideró un peligro político. Respecto al auge del puritanismo, el presbiterianismo promulgaba la desaparición de los obispos como intermediarios de Dios y acercaban el pueblo a la Iglesia, con clérigos elegidos por el pueblo, más democrática que la Iglesia de Ginebra. Los puritanos surgen en 1565 y pretenden depurar la Iglesia anglicana de la maldad de los obispos, además de modificar dogmas como la predestinación. Isabel endurece las medidas y exige la rigurosidad de atenerse a los 39 Artículos y al Prayer Book bajo pena de persecución. A partir de 1590 la persecución se les hace insoportable a los puritanos y esta se considera una causa de malestar entre el pueblo hacia la reina. 5.6. La cuestión escocesa. Otro desafío peligroso lo protagonizó la presencia en Inglaterra de María Estuardo, reina de Escocia, que había sido obligada a abandonar su trono. En torno a ella se van a centrar una serie de conspiraciones que aúnan las esperanzas de restauración católica con un cambio dinástico. En 1569 se produjo la rebelión de los señores del norte, como consecuencia de un complejo y descoordinado plan encabezado por el protestante duque de Norfolk que pretendía casarse con María, recuperar Escocia y después esperar la sucesión de Isabel. En él participaban diversas facciones cortesanas descontentas con el poder que tenía el secretario William Cecil. El plan fue descubierto y Norfolk y otros conspiradores arrestados, pero los señores católicos de Northumberland y Westmorland se sublevaron en sus dominios del norte en defensa del catolicismo. La rebelión fue rápidamente sometida y sus líderes se refugiaron en Escocia. La tensión religiosa se incrementó, en especial, como consecuencia de la excomunión de Isabel por Pío V en 1570, decretada en contra de la opinión de Felipe II. En su bula, el papa la deponía del trono por hereje y ordenaba a los católicos negarle obediencia. La Cámara de los Comunes quiso endurecer las penas contra los recusantes, pero la Reina se resistió. Aceptó, en

Page 34: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 173

cambio, que se condenara como traidores a los que la llamaran hereje, negaran su derecho al trono, o tuvieran en su poder la bula papal o cualquier objeto de devoción católico, como el rosario. En definitiva, la bula de excomunión empeoró la situación de los católicos ingleses, sin lograr el objetivo de provocar una sublevación generalizada contra la Reina. Sí se produjo de inmediato un nuevo complot para reinstaurar el catolicismo, instigado por el banquero florentino Ridolfi con apoyo español, en el que estaban implicados María de Escocia y el conde de Norfolk. Este último fue condenado a muerte por traición y María encarcelada. LOS ÚLTIMOS AÑOS DE REINADO Los últimos años del reinado se caracterizaron por la lucha de facciones en la Corte, la oposición del Parlamento y el malestar económico del Reino. El crecimiento demográfico y las malas cosechas habían provocado un aumento del desempleo y del número de pobres y vagabundos. Se adoptaron diversas medidas para hacer frente al problema, entre las que destacan las Leyes de Pobres de 1597, que organizaron un sistema nacional de atención a los pobres. Los fondos necesarios provendrían de una tasa obligatoria establecida con carácter general. Por otra parte, entre 1597 y 1601 el Parlamento desarrolló una política contraria a los monopolios comerciales con que la Reina favorecía a sus servidores, que la forzó a cancelar la mayoría de las concesiones. Pero el problema mayor fue la lucha de las facciones, que culminó con la rebelión de Essex en 1601. El joven conde de Essex, Robert Devereux, se convirtió en el favorito de la Reina en un momento en que se había producido una especie de vacío político por la muerte de los dirigentes más ancianos del régimen isabelino. Essex quiso convertirse en la cabeza indiscutible del gobierno. Extendió sus redes que llegaron a incluir al mismo William Shakespeare. Essex era partidario de una activa política de intervención en Europa en contra de España, y participó en expediciones militares en Francia y en el asalto a Cádiz de 1596. Posteriormente fue nombrado lugarteniente de Irlanda. Temeroso de que el alejamiento de la Corte facilitara el triunfo de su rival Cecil, regresó y se presentó de improviso ante la Reina, lo que le costó caer en desgracia y, sobre todo, perder la concesión del monopolio de importación del vino dulce. Agobiado por las deudas, a su ambición política se sumaron sus necesidades económicas y las de sus amigos, y planearon un levantamiento en Londres para hacerse con la Corte (febrero de 1601). Descubierto el complot y fracasado el levantamiento, Essex fue ejecutado a la edad de 34 años. Robert Cecil logró entonces el control casi absoluto de la Corte, anunciando la situación que se produciría bajo los primeros Estuardos. Isabel murió el 24 de marzo de 1603, a la edad de 69 años, y le sucedió Jacobo Estuardo, hijo de María, rey de Escocia.

Page 35: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 174

6) ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA INGLATERRA DE LA PRIMERA EDAD MODERNA.

Gracias a la paz interior desde fines del siglo XV, Inglaterra alcanzó un notable desarrollo económico, creciendo el comercio y la industria, sobre todo la lanera. La compañía comercial de los “Mercaderes Aventureros” obtuvo notables privilegios desde 1504, contribuyendo al desarrollo y exportación de los paños ingleses. El gobierno favoreció a los armadores ingleses con las primeras Actas de Navegación de 1485 y 1489. El desarrollo de la industria lanera provocó el movimiento de los “enclosures” o cercados de tierras destinados al pasto para la cría de rebaños, lo que suponía sustraer tierras al uso común. Los nuevos métodos económicos, industriales y religiosos, crearon no pocos problemas sociales que el Estado procuró resolver promulgando las llamadas “leyes de pobres”. Bajo Enrique VIII los dominios reales aumentaron muchísimo gracias a la confiscación de tierras eclesiásticas, cuyas dos terceras partes vendió o regaló, creando con ello una nueva aristocracia fiel que se hará cargo del favor real y de tareas administrativas y que no dudará en llevar a cabo empresas capitalistas de explotación de esos terrenos. La gentry, nobleza rural, asciende en poder al comprar a bajo precio, estas tierras. La agricultura se orienta hacia la cría de ganado lanar para satisfacer la demanda de la industria textil. Los artesanos de la ciudad ven así limitados sus beneficios y un cierto número de campesinos es despojado de su trabajo por la evolución de los enclosures. Las clases bajas no tenían derechos políticos por lo que la beneficencia se hace necesaria, para completar los salarios si se quería evitar que las clases populares se vieran empujadas a la revuelta por hambre. En 1536 se firma la primera Poor Law, que reprime duramente la mendicidad. Respecto al reinado de Isabel I, varias razones se dan para el incremento notable de las bases económicas:

• El bandidaje, que aún siendo a pequeña escala elitista, favoreció el impulso de la

economía inglesa gracias al tesoro americano. Esta práctica comienza a decaer tras las medidas tomadas por Felipe II en 1593.

• Los enclosures, que, sin ser mayoritarios, procuraron grandes ganancias a sus

promotores y que también produjo muchas disputas entre campesinos. Dedicados a la explotación lanera, incrementaron los beneficios de la industria textil.

• Los openfields. Grandes concentraciones de tierras en arriendo que benefició tanto a

los propietarios como a los arrendados, que podían sacar beneficio de los altos precios.

• La existencia de una gentry acomodada, cuyos primogénitos se dedicaban a

explotar de forma capitalista sus terrenos y cuyos segundones desviaban su atención a la industria, aunque bien de carácter local y elitista, fabricando hulla, comercio de paños... estos hijos también desviaban su actividad hacia la educación, preparándose para la vida política o administrativa.

Page 36: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 175

• Los campesinos propietarios, copyholders, que se dedicaban a sacar beneficio de sus tierras, comprando tierras vendidas por la corona y muchas veces concentrando grandes propiedades.

• El desarrollo urbano que sufrió sobre todo y de manera espectacular Londres,

centro administrativo que dobla su población en el reinado y cuyo crecimiento queda prohibido, haciendo proliferar las chabolas y la división de las casas, en definitiva, el hacinamiento. Se mejoran instalaciones civiles como la canalización y en su casco se asientan médicos, abogados, juristas y procuradores. Además de todo ello se asientan doce compañías comerciales.

Por supuesto, el auge demográfico atrae a los pobres, que son tratados desde la caridad y desde la represión, creándose leyes de pobres y gente que les vigila, haciéndoles trabajar por los sueldos establecidos o encerrándoles. Bibliografía: BENNASSAR, B. LA EDAD MODERNA. Ed. AKal RIBOT, L- HISTORIA DEL MUNDO MODERNO. Ed. ACTAS, Madrid, 2006. TENENTI, A. LA EDAD MODERNA SIGLOS XVI-XVIII. Editorial Crítica. Barcelona. 2003. FLORISTAN, A. (Coord.) y otros. HISTORIA MODERNA UNIVERSAL. Ariel Historia. Barcelona. 2000.

Page 37: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 176

TEMA 11. OTROS ESTADOS EUROPEOS

1) El Portugal de los Avis 2) El acta de Abjuración y la génesis de la república holandesa 3) Los Estados de Italia 4) El Imperio, Austria, Hungría y Bohemia 5) Las monarquías nórdicas: el fin de la Unión de Kalmar (1470-1523) y la lucha por la

hegemonía. 6) El engrandecimiento de Polonia con los Jaguellon. (1444-1572). 7) La formación de Rusia.

1) EL PORTUGAL DE LOS AVIS.

En Portugal, la vacilante política de Alfonso V (1438-1481) empeñado en quiméricas empresas marroquíes y en las guerras civiles castellanas, dio pábulo al resurgimiento del poder de la aristocracia. A este problema hubo de enfrentarse Juan II (1481-1495), el fundador del Estado moderno portugués. Desde Alfarrobeira, la nobleza había usurpado preeminencias y territorios de la Corona, que el nuevo monarca se propuso recuperar, acudiendo a los más violentos recursos si fuera necesario. En las cortes de Evora de 1481-1482 humilló a la aristocracia y demostró su voluntad de prescindir de ella llamando a sus consejos a la burguesía. Cuando los nobles pasaron a la conjura para oponerse al nuevo régimen, Juan II mandó ajusticiar al duque de Braganza (1483) y al duque de Viseu (1484) con su propio cuchillo. De este modo quedó libre el camino para organizar el Estado moderno portugués y empeñarse de nuevo en las exploraciones oceánicas olvidadas desde tiempos de Alfonso V. El sucesor de Juan II fue Manuel el Afortunado (1469-1521) al que reemplazó en el trono en 1495. Fue el responsable de la expulsión de los judíos y de los musulmanes de Portugal. Fomentó la exploración marítima y durante su reinado se llevaron a cabo los viajes de Vasco de Gama y Alburquerque. 1.400.000 millones de habitantes en 89.000 km2 a primeros del XVI no parecían destinar un gran papel a Portugal. Y, sin embargo, hasta 1530, su poder económico basado en una notable fuerza naval es, sin duda, superior a España y hasta 1550 o 1570, al de Inglaterra. El poder del estado, las tensiones económicas y el progreso técnico, sobre todo en la navegación, van a ser las principales bazas lusitanas. 1.1. El primer imperio. La expansión portuguesa, bien preparada en la Edad Media, construyó un primer imperio ya hacia el siglo XV; se trata de la expansión cuatrocentista hacia Marruecos, E el Atlántico Oriental y los archipiélagos. En 1488 han llegado a las costas de Natal, después de haber doblado el Cabo de Buena Esperanza. Todos estos viajes tenián intenciones especulativas, De 1490 a 1510-1514 la trata de negros, el tráfico de oro, la malagueta y el marfil sudanés lo dominaron en su totalidad las carabelas portuguesas. Se abren factorías en Senegal y Gambia. En el siglo XVI, la Mina proporciono

Page 38: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 177

anualmente a Lisboa 410 kilos de oro. Lo mismo sucedió con los esclavos (en competencia con los musulmanes, la malagueta o pimienta (Gambia-Níger) y el marfil (Benín). 1.2. El Gran Imperio. La gran aventura lusitana del siglo XVI siguió siendo la asiática donde no tuvieron ninguna dificultad en asumir el control del océano Índico, tanto desde el punto de vista náutico como comercial, los intereses lusitanos y los de los comerciantes árabes entraron en abierto conflicto. Se debe tener en cuenta las dimensiones geográfica de Portugal, en torno a 1500 eran menos de un millón y medio, y lo mares que surcaban que se encontraban con adversarios más aguerridos que los encontrados por los españoles. El tiempo que se tardaba entre Goa y Lisboa equivalía al que se tardaba entre Lima y Sevilla, a fines del siglo XVI con el sistema en su máxima perfección, se tardaba en el trayecto dieciocho meses para un viaje de ida y vuelta. Uno de ida y vuelta de Goa a Japón duraba tres años.

La creación del Estado de la India, con capitalidad en Goa (1503) indicaba el deseo de no limitar la acción portuguesa al campo comercial; se extendería también al dominio político, aunque solo en la medida necesaria para asegurar las rutas comerciales. De esta manera se formó un Estado colonial portugués basado en el agua más que en la tierra. Era una red de puntos de apoyo para sostener una ruta marítima. En ningún momento se intento la conquista de vastas extensiones. Fue una empresa donde la grandeza y la fragilidad iban juntas. Grandeza por haber relacionado dos mundos, occidente y el extremo oriente, que antes solo tenían raros y precarios contactos; fragilidad porque aquellos puntos de apoyo, muy distantes entre si, habitados por un corto numero de portugueses, dependían del dominio del mar; cuando ingleses y holandeses tuvieron superioridad marítima solo sobrevivieron algunos eslabones de aquella cadena: Goa, Macao, Timor... Portugal estaba demasiado poco poblado para planear una conquista territorial y una colonización amplia. Así pues, el Imperio Portugués fue esencialmente comercial. El carácter discontinuo de la ocupación y de los establecimientos portugueses permite acuñar la expresión de Imperio Insular, al vivir cada factoría como islas, unidas al exterior por medio de flotas. Esto explica que al supremacía marít¡ma portuguesa dependía de su supremacía marítima en el Atlántico Sur y en el Océano Índico.

• Al apropiarse de la Ruta de Indias, los portugueses conquistaron, al menos parcialmente, el servicio de importación a Europa de la seda, piedras preciosas y sobre todo de las especias asiáticas (jengibre, canela, clavo, nuez moscada y especialmente la pimienta de Malabar y Sumatra, cuyo comercio era masivo y sobrepasaba al de las demás especias.

• A cambio, los portugueses exportaban los productos manufacturados de Europa,, como armas y objetos de oro y plata.

• Además reemplazaron a los árabes al comercio de India en India (servían de intermediarios entre chinos, malayos e indio).

Por estas razones el imperio portugués alcanzó su cénit hacia 1550. El caso de Brasil era aparte en el Imperio. Descubierta al azar e inicialmente despreciada por su aparente falta de riquezas, iba a convertirse en una gran isla dentro de las posesiones españolas. Su inmensidad y la debilidad e la población indígena, así como al ausencia de civilizaciones desarrolladas hicieron de ella una verdadera colonia de población portuguesa. Por lo demás, en 1534 Juan III entregó el Brasil a empresas privadas repartiéndolo entre varios

Page 39: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 178

de sus capitanes. Hacia finales del siglo aumentó su importancia, por las plantaciones de caña de azúcar y sus molinos. 1.3. El apogeo portugués. Los beneficios anteriores explican el mismo, que corresponde a los reinados de Manuel el Afortunado (1495-1521) y de Juan III (1521-1557). Es la época del estado portugués moderno, imperial, mercantilista y emprendedor. El soberano puede dedicarse al mecenazgo, actividad de la que procede la expresión “estilo manuelino” El comercio con la India impulsa numerosas industrias portuguesas: astilleros navales, bizcochos, pesca de atún, viñedos y olivos. Con sus beneficios se desarrollan industrias textiles (Covilha, Guimaraes), alfarerías, marmolerías, conserveras, industrias de cuero… El apogeo portugués está además marcado por otros rasgos.

• El impulso religioso había jugado un papel relativamente débil en los inicios del descubrimiento y la conquista. Pasado el primer tercio de siglo, los jesuitas portugueses desempeñan un papel importante en la civilización, especialmente en las Indias y en China.

• Los nuevos mundos ocupan un amplio espacio en la

literatura del país, la más brillante de su historia ( Os Luisiadas de Camoens, que pasó mucho tiempo en Goa y Macao).

Pero cuando los rivales de Portugal recuperaron su atraso en materia de navegación y en armamento, la escasez de población no le permitió mantener a Portugal la extraordinaria posición que había conquistado. 1.4. Felipe I de Portugal y II de España o el Imperio más vasto de todos los tiempos

La larga e intensa política matrimonial, seguida sin desmayo desde el comienzo de los tiempos

modernos por los últimos Trastámara y sus sucesores los Habsburgo con la casa portuguesa de Avís, dio su fruto con Felipe II. Un hecho fortuito, como la muerte del rey don Sebastián de Portugal en la batalla de Alcazarquivir (1578), inició la crisis sucesoria, clausurada con el reconocimiento en las Cortes de Thomar (abril de 1581) del rey de España como Felipe I de Portugal.

Entre ambas fechas se inscribe, además del corto reinado del cardenal Enrique [I (1578 – 1580)], una intensa actividad diplomática y una breve pero contundente intervención militar [contra don Antonio, prior de Crato, candidato al trono como descendiente por línea bastarda de Manuel I,] que acabarían doblegando la resistencia de los opositores al soberano español […].

Aunque el soberano español se ganó el favor del cardenal – rey y de otros muchos notables de Portugal, gracias a la labor diplomática, dirigida con notable acierto por el portugués al servicio de España Cristóbal de Moura, la opinión pública portuguesa se mostraba muy dividida. En líneas generales, los sectores sociales más relevantes del país apoyaban la candidatura de Felipe II[: nobleza y clero, deseosos de un poder fuerte; la burguesía mercantil, necesitada un gobierno que acabase con las continuas agresiones que recibía el comercio ultramarino] […]. Las clases populares, en cambio, de larga tradición anticastellana, depositaron su confianza en la solución “nacional” representada por el prior de Crato.

Page 40: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 179

El hecho es que el cardenal Enrique murió sin haber despejado la cuestión sucesoria, que Felipe II se encargaría de resolver por las armas […]. Pero las Cortes de Thomar de 1581 zanjaban en principio el conflicto con la proclamación del nuevo rey, quien lograba de esta forma la tan ansiada unión peninsular y el enorme imperio colonial portugués […]. Aunque se trataba de una unión personal, similar a la que había presidido la formación de la monarquía hispánica con los Reyes Católicos, en la que cada territorio mantenía su organización político – administrativa, Felipe II logró reunir bajo su soberanía la mayor cantidad de territorios que ha conseguido monarca alguno. Portugal le proporcionaba, además, una amplia fachada atlántica en un momento en el que el desplazamiento del grueso de la actividad internacional al Atlántico era un hecho. Felipe II desaprovechó, sin embargo, la gran oportunidad de dirigir desde el litoral portugués […] la política internacional y también la de consolidar su posición en su nuevo reino […].

2) EL ACTA DE ABJURACIÓN Y LA GÉNESIS DE LA REPÚBLICA

HOLANDESA

El Acta de abjuración del 26 de julio de 1581 es la declaración de independencia formal de las provincias del norte de los Países Bajos de su obediencia al rey Felipe II. Tras el estallido de la rebelión de los Países Bajos en 1564 y el inicio de la guerra de los Ochenta Años, el Acta de abjuración representa el punto de no retorno en la rebelión, tras el cual ya no hay acuerdo posible entre los rebeldes holandeses y la corona española. El 26 de julio de 1581, las provincias de Brabante, Güeldres, Zutphen, Holanda, Zelanda, Frisia, Malinas y Utrech,1 anularon en los Estados Generales de los Países Bajos, su vinculación con el Rey de España Felipe II, por el Acta de abjuración, y eligieron como soberano a Francisco de Anjou. La asamblea determinó que el rey debía servir a sus súbditos y respetar sus leyes y tradiciones, y en caso contrario, el pueblo tenía derecho a elegir a otro gobernante. Pero Felipe II no renunció a esos territorios, y el gobernador de los Países Bajos Alejandro Farnesio, inició la contraofensiva y recuperó a la obediencia del rey de España Felipe II de gran parte del territorio,2 especialmente tras el asedio de Amberes, pero parte de ellos se volvieron a perder tras la campaña de Mauricio de Nassau. LA REPÚBLICA HOLANDESA Guillermo I de Orange, el fundador de la familia real neerlandesa, lideró a los holandeses durante la primera parte de la guerra. Los primeros años fueron un éxito para las tropas españolas. Sin embargo, los asedios siguientes en Holanda fueron contrarrestados. El rey de España perdió el control de los Países Bajos después de que soldados de las tropas de Felipe II amotinados saqueasen Amberes y matasen a un número considerable de sus habitantes. Los católicos conservadores del sur y el este apoyaron a los españoles, que reconquistaron Amberes y otras ciudades flamencas y holandesas. Si bien finalmente la mayor parte del territorio en los Países Bajos se sustraería al dominio de la rama española de los Habsburgo, no sucedió lo mismo en Flandes, teniendo como resultado la separación histórica entre los Países Bajos y Flandes). Muchos flamencos huyeron a Holanda, entre ellos, la mitad de la población de Amberes, 3/4 de Brujas y Gante y toda la población de Nieuwpoort, Dunkerque y el campo. La guerra continuó ininterrumpidamente durante 60 años más, pero el enfrentamiento principal había terminado. La Paz de Westfalia, firmada el 30 de enero de 1648, confirmó la independencia de las Provincias Unidas de España y Alemania. Los holandeses ya no se consideraban a sí mismos como alemanes desde el siglo XV, pero permanecieron oficialmente como parte de Alemania hasta 1648. La identidad nacional se formó principalmente por la provincia de la que procedía la mayoría

Page 41: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 180

de la población. Puesto que Holanda era con diferencia la provincia más importante, la República de las Siete Provincias llegó a ser conocida como Holanda en los países extranjeros. Los barcos holandeses cazaban ballenas en la costa de Svalbard, comerciaban con especias en la India e Indonesia y fundaron colonias en Nueva Ámsterdam (hoy Nueva York), Sudáfrica y las Indias Orientales Neerlandesas. El mayor asentamiento neerlandés en el extranjero fue la Colonia del Cabo. Se estableció por Jan van Riebeeck, en nombre de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, en Ciudad del Caboen 1652. El Príncipe de Orange adquirió el control de la Colonia del Cabo en 1788. Además, algunas colonias portuguesas fueron conquistadas, principalmente en el nordeste de Brasil, Angola, Indonesia y Ceilán. Debido a estos desarrollos el siglo XVII lleva el sobrenombre de la Edad de Oro de los Países Bajos. Como eran una república estaban gobernados más por una aristocracia de comerciantes urbanos, llamados los regentes, que por un rey. Los Estados Generales, con sus representantes de todas las provincias, decidían aquellas cuestiones importantes para toda la República. Sin embargo, a la cabeza de cada provincia estaba el estatúder de esa provincia, un puesto ocupado por un descendiente de la Casa de Orange. En 1650 el estatúder Guillermo II de Orange-Nassau murió repentinamente de viruela; su hijo, el último estatúder y rey de Inglaterra, Guillermo III, nació sólo 8 días después, por tanto, dejó a la nación sin un sucesor obvio. Los Príncipes de Orange se convirtieron en estatúder y en gobernantes casi hereditarios en 1672 y 1748. La República Holandesa de las Provincias Unidas fue una auténtica república solamente desde 1650 a 1672 y desde 1702 a 1748. A estos períodos se les llama la Primera y Segunda Era sin estatúder.

3) LOS ESTADOS DE ITALIA

Después de los Países Bajos, es el país proporcionalmente más poblado. El índice de población urbana es el más alto de Europa, además de tener el mayor número de ciudades grandes (más de 50.000 habitantes). De ellas Nápoles, Venecia o Milán superan ampliamente los 100.000, caso único en Europa, que alcanzará estas cifras a finales del siglo (Sevilla, Londres o Paría). La economía es también superior a la media europea. El hambre se previene almacenando grano de las buenas cosechas y el crédito popular empieza a funcionar gracias a los Montes de Piedad. Se da el regadío en zonas como Venecia y la Lombardía y se obtienen grandes cosechas, además de variadas (como en el caso de la huerta de Pavía). Pero no sólo el Norte es fructífero, porque Sicilia es el almacén de grano del Mediterráneo, se cultiva vid, olivo y se cría gusano de seda. El progreso industrial es menos general. Si bien en metalurgia y armas Alemania es más pujante, domina los textiles junto con los flamencos. Las ciudades lombardas han organizado la producción de forma capitalista, utilizando mano de obra campesina. Sin embargo es en el comercio y en las finanzas donde destacan más espectacularmente. Venecia se puede considerar como puerto de Europa y la puerta al mercado oriental, también son importantes Génova y Pisa (aunque ya en decadencia). La banca de Médicis fue una de las más importantes, y los bancos nacionales, como la Casa de San Giorgio. Los bancos romanos administran el papado. Su poder se extiende por toda Europa, los bancos italianos dan seguridad y tienen sucursales en las principales ciudades de todo Europa. Por último, ni que decir tiene la importancia intelectual, con el nacimiento del Renacimiento y la importancia de Florencia, Venecia y Roma.

Page 42: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 181

2.1. La Italia de las señorías y las repúblicas. Debilidad política de Italia. Las invasiones.

En el transcurso del siglo XIV la fragmentación de Italia había llegado a un cantonalismo extremo. Durante la centuria siguiente, paralelamente a la formación y auge del Renacimiento, se produce la reducción de las infinitas soberanías italianas a unos cuantos Estados. Éstos, con ligeras modificaciones, compondrán el panorama territorial de la Península en la Edad Moderna.

En el norte de la península o Italia ístmica, los principales Estados son: el ducado de Saboya, que se extiende desde el Ródano al mar, englobando Saboya, Piamonte y Niza; la república de Génova, con Córcega como dependencia; el ducado de Milán; constituido por los Visconti y mantenido por los Sforza, a pesar de la pérdida de los territorios al sur del Po (futuro ducado de Parma y Plasencia); la república de Venecia, con sus posesiones de Terra Ferma, Istria, Dalmacia y Cattaro. Los ducados de Módena, Mantua y Ferrara constituyen la transición a la Italia central.

En la Italia central resaltan las repúblicas de Florencia y Siena y los Estados Pontificios. Florencia se desarrolla bajo los Médicis, amenazando la independencia de Siena. En cuanto al Pontificiado, su poder había sufrido serias mermas por el desarrollo del feudalismo en las Marcas y la Romaña; pero en el último decenio del siglo XV y primero del siglo XVI, la labor de Alejandro VI y Julio II impuso la unidad en los Estados papales.

En el sur de la Península, sobreviene un gran cambio. El reino de Nápoles pasa a una dinastía de la casa de Aragón, instituida por Alfonso el Magnánimo. Así se dispone, con los dominios aragoneses en Sicilia y Cerdeña, el centro de gravedad político que prepara la hegemonía de España en Italia.

Políticamente son las regiones más débiles y fragmentadas de Europa, lo que les hará ponerse en el punto de mira de los estados modernos que están eclosionando a su alrededor. La afición italiana a pedir la ayuda precisamente al extranjero será su definitiva perdición. Italia comprende en la época una región con unos 20 estados soberanos que han roto sus vínculos de dependencia con el Sacro Imperio. Los estatutos son muy variados. Repúblicas (Florencia, Siena, Génova, Venecia), ducados (Saboya, Mantua o Ferrara), marquesados (Massa Saluzzo...)... El poder de la mayoría de estos estados solía recaer en el Príncipe, que solía ser a su vez el heredero de los antiguos condottiere (encargados de reclutar mercenarios para la defensa), que cuando terminaban su función reclutadora se quedaban en el poder, es el caso de los Sforza en Milán. Cuando surgía un problema entre estados se acudía a los mercenarios para su solución. Los aragoneses vieron claramente esta debilidad y se lanzaron al dominio de Italia en contra de la casa reinante en Francia. Al final se hacen con el reino de Nápoles, alcanzan derechos sobre el Milanesado, llegan a pactos con Génova y son la fuerza predominante en la zona. Además hay

Page 43: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 182

que contar con el perfeccionamiento del arte de la guerra que los españoles alcanzaron en Italia, con la aparición de los temibles tercios mandados por el Gran Capitán Gonzalo de Córdoba, el conquistador de Nápoles. También cuenta mucho la evolución defensiva de los bastiones en ángulo, que llevó consigo la evolución de la artillería, dejando de lado la caballería. Italia constituye un caso particular en la Europa del siglo XVI. A pesar de ser, sin duda, junto a los Países Bajos, la región más rica y más evolucionada de Europa, no se produce el proceso de unificación y centralización que se estaba dando en las principales Monarquías occidentales. Se produce, durante este siglo, lo que se ha dado en denominarse el mosaico italiano, formado por múltiples organizaciones políticas cuyos regímenes tenían variadas formas y se basaban en constituciones bien diferenciadas. Así tendríamos una veintena de Estados soberanos que habían roto sus vínculos de dependencia respecto al Sacro Imperio romano-germánico. Estos estados se agrupaban en:

• Repúblicas: como Florencia, Siena, Luca, Génova, Venecia. • Ducados: Saboya, Mantua, Ferrara, Mirándola, Milán. • Marquesados: como Massa, Saluzzo ....

Únicamente cinco estados tenían una verdadera importancia territorial y política: Nápoles, Milán, Florencia, Venecia y el Estado Pontificio. Las rivalidades entre estados, su riqueza y prestigio, convirtieron a Italia en una presa codiciada por Carlos V y Francisco I. La primera mitad del siglo, se caracteriza por los enfrentamientos bélicos, mezclándose las luchas entre los Estados italianos con las que provocó allí la rivalidad hispano-gala, generándose así un largo período de inestabilidad política, de caídas constantes de gobernantes, de cambios constitucionales y de alteraciones territoriales. La segunda mitad del siglo se caracteriza por la ausencia de guerras, por la relativa tranquilidad, por la permanencia e incluso fortalecimiento de los principales poderes estatales, en definitiva, por una importante estabilidad política. No existe un paralelismo entre el desarrollo demográfico, económico y cultural de Italia con su fuerza política. 2.2. Los Estados Pontificios Se extendían a ambos lados de los Apeninos centrales. El papa era uno de los soberanos más débiles. Su poder como príncipe secular en algunas ciudades sólo era nominal. La zona más sometida al poder del papa era el Lacio. Sus instituciones tenían que gobernar y administrar un estado territorial, pero también tenían que asegurar el gobierno de la Iglesia en el mundo. La Curia se ocupaba del gobierno secular. Los negocios exteriores los gestionaba un cardenal secretario y la hacienda era controlada por el camarlengo. El régimen pontificio fue un nepotista. El siglo XVI fue clave para el Papado por los graves acontecimientos que tuvieron que afrontar: los motivados por la ruptura protestante, las rivalidades entre la monarquía francesa y la Monarquía Universal Católica y el asedio de los turcos. En este siglo se sucedieron 18 Papas, sin embargo y a pesar de esta gran movilidad, el personal dedicado a las tareas de gobierno tuvo continuidad en la gestión, aunque la figura del Secretario de Estado, daba un carácter particular a cada administración o Pontificado. Los papas más destacados fueron Alejandro VI y Julio II.

Page 44: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 183

2.3. La república de Venecia. Era la república más poderosa de la península italiana. Se extendía por la llanura del Po. Entre sus ciudades destacaba Verona, Vicenza, Padua y Brescia. Llegó a construir in imperio colonial en la costa oriental del Adriático (Dalmacia e Istria) y las islas del Jónico y el Egeo, entre otras Chipre y Creta. Contaba con una constitución que fijaba los derechos naturales y unas instituciones prestigiosas. El dux o dogo era el jefe del estado. El gobierno lo desempeñaba el Gran Consejo, con funciones legislativas y de nombramiento de cargos. Elegía al Senado (unos 300 miembros) para ejercer la política exterior. Todos los cargos estaban en manos de la nobleza, grupo muy abierto ya que los puestos tenían una duración muy corta. Contaba con un fuerte ejército y una gran flota. Su imperio chocó frontalmente con el turco. No pudo evitar la pérdida de sus colonias en la costa Adriática, aunque mantuvo lo presencia económica en la zona gracias a los pactos. Su economía acusó la entrada en el ámbito comercial de las Indias Orientales y el control del mercado de especias por los portugueses y holandeses. 2.3. E ducado de Milán Fue el estado más disputado en las guerras de Italia. En 1535, a la muerte de Francisco Sforza, (desaparecidos los Visconti auténticos creadores del principado), fue ocupado por Carlos V y heredado después por Felipe II. Las instituciones del principado, fijadas sólidamente desde tiempos de los Sforza, continuaron existiendo. Durante la dominación francesa, Luis XII creó un senado de 15 miembros con funciones judiciales. En 1541, Carlos V le otorgó una nueva constitución, creando la figura del gobernador y del archicanciller que era designado por la administración central. En 1543 los poderes del gobernador fueron limitados debido a la protesta de las ciudades por un nuevo tributo. 2.4. La república de Florencia. Desde la muerte de Lorenzo el Magnífico en 1492, se sucedieron una serie de acontecimientos que provocaron gran inestabilidad social: invasión francesa, caída de los Médici, etapa de Savonarola, tutela de Francia, vuelta de los Médici, vinculación con el Papado, levantamiento de 1527, presión española, etc. Con la vuelta los Médici, que dotaron al gobierno de fuerza y continuidad, Florencia se convirtió en una república poderosa. Éstos modificaron algunos puntos de la constitución. La elección por sorteo fue sustituida por una junta, que permitía que la Signoria estuviera siempre dominada por amigos de los Médici. Fue una época de prosperidad económica y artística. 2.5. El Ducado de Saboya.

Page 45: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 184

Se extendía al oeste de los Alpes, entre Francia e Alemania, considerado incluso como una entidad no estrictamente italiana. Con el duque Carlos III sufrió una dura crisis. La expansión de la Reforma provocó un período de inestabilidad y pérdida de algunos territorios a manos de Francisco I de Francia. Esta ocupación francesa se prolongó hasta la firma del tratado de Cateau-Cambrésis. Destaca en la labor de modernizar el Ducado la figura de Manuel Filiberto, quien definió y consolido el territorio. Con un gobierno de corte absolutista alcanzó un prestigio desconocido hasta entonces, lo que junto a su situación estratégica le valió para ser cada vez en mayor medida ser tenido en cuenta en el plano internacional. Su labor fue continuada por Carlos Manuel. 2.6. El Reino de Nápoles. A comienzos del siglo XVI (y después de las disputas con Francia por la posesión del suelo italiano), el reino de Nápoles quedó definitivamente bajo el control de España. El rey español era representado por medio de virreyes, con el asesoramiento de un consejo. La administración provincial estaba en manos de gobernadores y tribunales (llamados Audiencias, como en España). La nobleza tenía un fuerte peso, con tintes feudales 2.7. La República de Génova. Existía un profundo vínculo entre la Génova y la Monarquía Español, como consecuencia de las buenas relaciones comerciales, sociales y políticas, que se acrecentaron con la llegada al poder en Génova de la familia de los Doria. Mantuvo por tanto sus instituciones de gobierno y su independencia pero bajo el ámbito del Imperio Español.

3) EL IMPERIO, AUSTRIA, HUNGRÍA Y BOHEMIA El Sacro Imperio era en 1500 un heterogéneo agregado de territorios con lazos tan tenues que resulta difícil definir sus límites geográficos. Los historiadores distinguen entre un Imperio real, que tendría su centro en Alemania, y otro virtual o teórico, que integraría también a aquellos territorios que tienen algún tipo de vinculación con el resto de territorio.

• El Imperio real era un puzzle de piezas dispares. Daba cabida a unos treinta principados –de los que cabe destacar como más importantes el Palatinado, Alta y Baja Baviera, Würtemberg, Sajonia, Mecklenburgo y Brandemburgo-, unos cincuenta dominios eclesiásticos, en torno a cien condados y sesenta ciudades libres, que eran muy abundantes en Renania y Suabia. Por lo demás, era un mundo rico y bien poblado, aunque turbado por los problemas sociales y por la vida poco ejemplar de amplios sectores del clero.

• El Imperio teórico comprendía los Países Bajos, Suiza, Bohemia y el norte y centro

de Italia, pero en unos casos la pertenencia no era más que recuerdo del pasado y en otros los poderes del emperador se limitaban al nombramiento de ciertos cargos que apenas superaban la condición de honoríficos.

El Imperio continuaba rigiéndose por la Bula de Oro de 1356. El Emperador, llamado rey de romanos, era elegido por los siete electores:

• tres eclesiásticos (los arzobispos de Maguncia, Tréveris y Colonia)

Page 46: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 185

• y cuatro seglares (el rey de Bohemia, el duque de Sajonia-Wittemberg, el margrave de Brandemburgo y el conde palatino del Rin).

Una Cancillería áulica presidida por el arzobispo de Maguncia- un Tribunal Imperial y la Dieta –constituida por los 7 electores, la segunda nobleza y por representantes de las ciudades más importantes- configuraban todo el aparato institucional. No había ejército permanente, ni impuestos fijos, ni funcionarios que hicieran cumplir las órdenes. El título de emperador era, ante todo, prestigio. La debilidad del Imperio frente a la fortaleza de los estados explica los avatares de Carlos V con los príncipes alemanes en la cuestión de la Reforma. El progresivo fortalecimiento de los poderes regionales hizo más acusada la fragilidad del césar. Los príncipes practicaron una política de afirmación de su autoridad, centralización administrativa y articulación del territorio. Desde 1438 hasta la desaparición del Imperio, el emperador fue siempre un miembro de la familia de los Habsburgo. Sus estados patrimoniales estaban constituidos por los cinco condados que se extendían desde Viena hasta el Adriático: Austria, Estiria, Carintia, Carniola y el Tirol. Se les conocerá como Habsburgo o Austria por ser este el condado más importante. El primer emperador de la Edad Moderna, Maximiliano I, se casó en 1477 en Gante con María de Borgoña, hija de Carlos el Temerario, que aportó a su matrimonio los Países Bajos, Borgoña y el Franco Condado: es decir, la herencia de la casa de Borgoña. A finales del siglo XV la situación social del Imperio preocupaba tanto a los príncipes como al propio emperador. Había inquietud por acabar con ciertas pervivencias medievales, que permitían guerras privadas, y con el bandidaje de los caballeros. Los cambios económicos habían ido dejando una masa cada vez mayor de proletarios y de pobres que se veían desplazados de sus oficios y de las tierras comunales. También inquietaba en determinados ambientes la vida disipada del clero. La fragmentación territorial era asimismo motivo de preocupación. Los primeros planes de reforma fueron esbozados ya a mediados del siglo XV por el cardenal Nicolás de Cusa. Después, Maximiliano continuó con la misma política reformadora. Como cualquier soberano del momento pretendía fortalecer su autoridad imperial y la integración del territorio. Con este propósito propuso la creación de una Cancillería, que se ocuparía de sus estados patrimoniales y del Imperio, un Consejo y una Cámara. Pero nada cuajó. Los príncipes reclamaban medidas que aseguraban la paz y el orden. Las dos partes protagonizaron encendidos debates. A favor de los príncipes jugó la política exterior de Maximiliano. Esta política y sus fracasos exteriores fueron bien utilizadas por los príncipes para afirmarse sobre el emperador. Así, tras la derrota de Dormach en 1499 ante los suizos se vio obligado a aceptar en la Dieta de Augsburgo de 1500 la formación de un Consejo de Estado integrado por veinte miembros. De él dependerían las decisiones supremas. El emperador, que era reconocido como presidente, quedaba reducido a un cargo honorífico. La herencia de Maximiliano quedó reducida a la división de Alemania en circunscripciones y a la creación de una Cámara Imperial de Justicia que extendería los principios del Derecho romano a ámbitos cada vez más extensos.

Page 47: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 186

En sus estados patrimoniales, los resultados son bien distintos. Llevó a cabo una política de integración territorial y centralización que ha llevado a algunos historiadores a considerarle, junto con su nieto Fernando –hermano de Carlos V-, fundador de lo que se convertirá en el Imperio Austríaco.

El Occidente de Europa, que desde el siglo XIII había carecido de cohesión política, se halla sometido en la primera mitad del siglo XVI a dos fuerzas de signo contrario: la imperial encarnada en Carlos V de Alemania y I de España, y la particularista, de carácter nacional en Francisco I de Francia y religioso en los principales alemanes. En el gráfico se expresan las bases territoriales de la política del emperador.

Carlos V, en efecto, recibió una cuádruple herencia: de su abuelo paterno, Maximiliano, las posesiones de la casa de Austria en Alemania (Austria, Estiria, Carintia, Carniola, Tirol y Sundgau, aparte de otros territorios menores y derechos sobre el ducado de Milán); de su abuela paterna, María, los territorios de Borgoña, a saber: Holanda, Flandes, Artois, Brabante, Luxemburgo, el Franco Condado, y el ducado de Borgoña (éste con litigio con Francia); de su abuelo materno, Fernando de Aragón, Aragón, Valencia, Cataluña, Baleares, Cerdeña, Sicilia, y Nápoles, más algunas plazas africanas; y de su abuela materna, Isabel, Castilla, Navarra, Granada, varias plazas del litoral marroquí, Canarias y los nuevos territorios americanos.

CARLOS V A la muerte de Maximiliano, fue elegido emperador en 1519 su nieto Carlos (Carlos V). Pero fue preciso comprar el voto de los electores, lo que gravaría las finanzas castellanas en los decenios siguientes. Además, en política exterior y de justicia se vio obligado a contar con los electores de la Dieta. Como su abuelo, Carlos intentó sin éxito encontrar una fórmula capaz de conciliar el gobierno del Imperio con el de sus estados austríacos. Para hacer frente a su absentismo, creó un Consejo de Regencia en la Dieta de Worms en 1521. Nombró a su hermano Fernando representante permanente en el Imperio, y le cedió por el tratado de Bruselas de 1522 los territorios austríacos de los Habsburgo. Poco después Fernando sería nombrado rey de Bohemia y Hungría. La estabilidad social y el orden político se vieron convulsionados por la doctrina de Lutero. Con sus escritos sobre los campesinos de 1525 se ganó definitivamente a un sector de los príncipes, que vieron además en su doctrina sobre la autoridad del príncipe un medio de acentuar su poder. Los intentos de Carlos V por frenar o erradicar la doctrina luterana terminaron en un rotundo fracaso. La paz de Augsburgo de 1555 sancionó la existencia de las dos religiones –luterana y católica- y admitió la secularización de los bienes eclesiásticos anterior a 1552.

Page 48: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 187

En 1555-1556, cuando Carlos V decide retirarse del mundo, dejó sus estados patrimoniales a su hijo Felipe II y los asuntos del Imperio a su hermano Fernando, a quien en 1558 cedió la corona imperial. Durante los reinados de Fernando I (1558-1564) y de Maximiliano II (1564- 1576), el Imperio todavía mantuvo cierta entidad para quedar reducido después a un término sin apenas contenido. LA DESINTEGRACIÓN DE LA EUROPA BALCÁNICA. A fines del siglo XV, los reinos de Hungría y Bohemia, que habían tenido su propia historia, quedaban unidos bajo la corona de un único monarca: Ladislao Jagellón. En Hungría la elección no fue igual de fácil que Bohemia. La corona húngara tenía varios pretendientes. Finalmente, fue impuesto el preferido de los grandes magnates. Ladislao era un hombre débil, y ésta fue precisamente la condición que le convirtió en el candidato de la nobleza después del gobierno autoritario de su predecesor. Desde 1515 Hungría fue un satélite de los Habsburgo y a partir de 1526, tras las derrota de Mohacs, el territorio que dejaron los turcos pasó a formar parte de la corona austríaca. Bajo la rama primogénita de los Jagellón quedaban el reino de Bohemia, al que se unieron en 1490 Moravia, Silesia y Lusacia, y Hungría –que comprendía, además del territorio húngaro, Serbia y Bosnia-. Un territorio relativamente amplio, amenazado por el avance de los turcos y víctima de una aristocracia que había dejado al monarca sin poder y al reino sin recursos para hacer frente a los otomanos. El poder real quedaba profundamente limitado por ley. La debilidad de Ladislao lo redujo a la nada. Sin un poder central fuerte, Hungría quedó a merced de la nobleza, que plasmó su posición hegemónica en las instituciones. En Bohemia, la evolución fue semejante. La nobleza se aprovechó de la debilidad del nuevo rey para adueñarse del poder. Hungría y Bohemia eran en realidad repúblicas aristocráticas como Polonia. Los nobles se autoproclamaron depositarios del poder político. Se atribuyeron la condición de que sólo ellos eran libres y el resto de la población eran siervos. Pronto los campesinos fueron sometidos a servidumbre. La muerte de Ladislao dejó el trono en la persona de Luis, un niño de 10 años. La anarquía dominó en ambos territorios durante año. En estas circunstancias, poco se podía hacer frente al avance de los poderosos otomanos. En 1490, cuando Ladislao es elegido rey de Hungría, el Imperio turco ha llevado sus límites hasta Serbia. El reinado de Ladislao fue relativamente tranquilo. Desde sus enclaves de Serbia y Bosnia, los otomanos lanzaron distintas incursiones sobre territorio húngaro, pero fueron contenidos por los defensores de las fronteras.

4) LAS MONARQUÍAS NÓRDICAS: EL FIN DE LA UNIÓN DE KALMAR (1470-1523) Y LA LUCHA POR LA HEGEMONÍA EN EL BÁLTICO.

Hasta comienzos del siglo XVI, las coronas de Dinamarca, Noruega y Suecia formaban la Unión de Kalmar, aunque cada país tenía plena autonomía. Esta unión terminó violentamente en 1521. El rey Cristián II pretendió romper las condiciones de Kalmar, lo que provocó una sublevación general y el fin de la unión. A partir de este momento se sucede una etapa de inestabilidad. DINAMARCA

Page 49: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 188

Durante este tiempo, Dinamarca conoció un notable desarrollo. El triunfo del luteranismo a partir de 1536 permitió el reparto de las tierras de la Iglesia. La corona danesa disponía de muchos más recursos económicos lo que le daba un mayor poder. La nobleza formaba una sociedad cerrada. Monopolizaba los cargos administrativos y utilizaba su hegemónica posición para someter al campesino. Dinamarca y especialmente su monarquía contará con otro recurso económico excepcional: el peaje del Sund, que proporcionaba ingresos cuantiosos. Todo ello permite a la monarquía disponer de un potencial excepcional que utilizará en crear una administración central y su funcionariado, en organizar la navegación creando un código marítimo y en engrandecer sus ciudades. Federico II pudo con sus barones controlar Noruega, cuya autonomía fue respetada. En 1593, cuando Cristián IV empieza su reinado, Dinamarca se ha convertido en la primera potencia del norte. SUECIA Suecia había protagonizado varias revueltas con el propósito de romper la Unión de Kalmar. De los tres socios, los suecos nunca se habían sentido identificados con la unión. La torpe política de Cristián II favoreció sus propósitos de romper con un statu quo con el que nunca habían estado de acuerdo. En 1523, la Dieta de Sneugnäss reconoció rey de Suecia a Gustavo Vasa, aunque no pudo consolidarse en el poder hasta 1527. Pero aun entonces no lo tuvo fácil. Durante unos años debió hacer frente a los partidarios de Cristián II y a otra serie de rebeliones protagonizadas por la aristocracia, el campesinado y el clero. Sólo después de 1532 pudo empezar a desarrollar su plan de gobierno. Creó una administración central mientras hacía sentir la presencia real en las provincias a través de representantes enviados desde la corte. Entre sus mayores éxitos debe apuntarse el haber conseguido que la Dieta de Orebro otorgase en 1544 la condición de hereditaria a su monarquía. Impulsó la Reforma protestante, que le permitió quedarse con las tierras de la Iglesia. La importancia de la nobleza era, como en el resto de Europa, incuestionable, pero la burguesía desempeñaba su papel y los campesinos se habían mostrado agresivos en la defensa de sus derechos. Durante el siglo XVI Suecia experimentó un notable crecimiento económico y tuvo una presencia cada vez mayor en el comercio exterior con la exportación de hierro, cobre, mantequilla y pieles. Los descendientes de Gustavo Vasa practicaron una política exterior tan ambiciosa que hipotecaron durante años el futuro de la monarquía y de la propia Suecia. La lucha por la hegemonía en el Báltico y el avance ruso A finales del siglo XV, la irrupción del Gran Ducado de Moscú en Novgorod había contribuido a deteriorar el comercio hanseático en el Báltico, ya en decadencia por la descomposición de los vínculos que unían a las ciudades alemanas y la marcha de los grandes bancos de arenques del Báltico a las costas flamencas del mar del Norte. Hasta entonces la Hansa-con la ciudad de Lübeck a la cabeza-había gozado en el espacio báltico de la misma hegemonía que la República d Venecia en el Mediterráneo. A lo largo del XVI su posición se iría degradando irremediablemente y el centro de gravedad de las operaciones mercantiles tendería a desplazarse hacia el oeste, en beneficio de Hamburgo-el puerto más occidental de la autoridad hanseática- y, desde luego, en beneficio de sus principales competidores: holandeses e ingleses. Ya Christián II (1513-1522) de Dinamarca había intentado sacudirse la tutela hanseática favoreciendo la entrada de los holandeses en los circuitos comerciales bálticos. Los hanseáticos habían respondido apoyando la rebelión sueca que pondría fin a la vieja Unión de Kalmar (1397): con el apoyo de Lübeck, Suecia se sacudiría la tutela danesa en 1523 nombrando rey a Gustav Vaasa. Pero Federico I (1523-1533) seguiría la misma política que su antecesor: mantener en su poder los estrechos del Sund que abrían las puertas del Báltico y favorecer el comercio de las ciudades de los países Bajos en contraposición a los intereses hanseáticos. Este hecho explica la nueva intervención de Lübeck en la llamada Guerra de los Condes, suscitada a raíz de la muerte de Federico

Page 50: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 189

I y de la sucesión danesa, siendo derrotada en Svendborg (5-VI-1535), esta vez por las fuerzas reunidas de Dinamarca y Suecia. Pero la hegemonía danesa difícilmente podía mantenerse, puesto que a ella se oponían;

• Suecia, para la que la libertad en el Báltico suponía una r garantía indispensable para su independencia • Polonia, para la que la libertad en el Báltico suponía facilitar la exportación de los cereales y arremeter

contra Rusia en el Ducado de Livonia

• y Rusia, para poder abrirse paso a Europa y su comercio. Cuando en 1558 Iván IV toma las armas busca el gran objetivo de Rusia; avanzar hacia el oeste, ya que sólo Estonia le separaba del mar. Toma Narva, principal puerto de entrada de las mercancías occidentales. Las tierras amenazadas se ponen bajo la protección de Suecia, mientras que la mayor parte de Estonia ofrece su vasallaje a Polonia. Al mismo tiempo estalla la denominada Guerra de los 7 Años (1563-1570) entre suecos y daneses, tanto por el permanente conflicto de la libertad de tránsito por el Sund como por la nueva cuestión de Estonia. Este conflicto perturbará enormemente el comercio báltico, perjudicando a todas las naciones. Los tratados firmados en Stettin garantizan la libertad de navegación por las aguas del Báltico, proclamando un principio fundamental para el derecho público internacional. Por otro lado Polonia y Lituania estrechan lazos ante la amenaza de Moscú. Por el Tratado de Lublin (1569), que perdurará dos siglos, ambas corona formarán un mismo cuerpo con un único soberano y una misma Dieta. Suecia se une a Polonia, recuperan gran parte de los territorios ocupados por Polonia en Lituania y en 1578 derrotan totalmente a las tropas de Iván IV en venden. Iván IV reconoce su derrota y renuncia a sus proyectos sobre Estonia y Livonia, firmando armisticios con Polonia (1582, Yam Zapolski) y Suecia (Narva, 1583). Esto supone para Rusia la renuncia durante más de un siglo a la estrecha ventana que había conseguido abrir sobre el Báltico. LA DINAMARCA ABSOLUTISTA Desde 1397 existía la Unión de Kalmar que englobaba a los Reinos de Dinamarca, Suecia y Noruega, aunque cada país mantenía su autonomía. Se trataba de un contrato de asociación entre la monarquía y las noblezas de los tres países, siendo la monarquía danesa la cabeza dirigente de la asociación. El dominio danés no se aceptaba con agrado en Noruega. En Suecia, el descontento era mayor. A comienzos del siglo XVI, con la llegada al poder de Cristián II (1513-1523), cuñado del emperador Carlos V intentó fortalecer su autoridad y formar un Estado centralizado y con tendencia absolutista, de características similares al que se estaba formando por las grandes potencias occidentales. En 1521 se rompió definitivamente está unión cuando el rey Cristián II invadió Suecia proclamándose allí también rey. La “Matanza de Estocolmo” o el “Baño de sangre de Estocolmo” provocó una sublevación general y el fin de la unión, siendo finalmente destronado Cristián II por la nobleza danesa, desligándose Suecia de Dinamarca y Noruega. La protesta se extendió igualmente a Dinamarca, aprovechando la nobleza danesa para destronarlo, eligiendo rey a su tío Federico I (1523-1533). También fue reconocido rey de Noruega, renunciando a reinar sobre Suecia. Gobernó de acuerdo con la nobleza. A su muerte se produjo un enfrentamiento entre el rey destronado Cristián II, y el hijo de Federico I, el futuro Cristián III, con el apoyo de suecos, nobleza danesa y fuerzas de los ducados de Holstein y

Page 51: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 190

Schleswig, de burgueses conectados con el comercio internacional y campesinos de Jutlandia en rebelión contra sus señores

• Cristián III (1537-1559) impuso el luteranismo en Dinamarca (1536), lo que aparejo la secularización de los bienes eclesiásticos, repartiéndose entre el rey y los nobles.

• Durante su reinado y el de su sucesor Federico II (1559-1595) Dinamarca conoció un

notable desarrollo convirtiéndose en una de las potencias de la Europa septentrional. La nobleza formaba un grupo cerrado, monopolizando cargos administrativos y sometiendo al campesinado, cuya situación jurídica y económica empeoró. También se produjo un auge importante en el comercio marítimo en el Báltico, el peaje del Sund, proporcionaba ingresos cuantiosos, que en época de Federico II suponían dos tercios de las ingresos del Estado. Ello permitió no sólo organizar la navegación mediante la promulgación de un código marítimo, sino fundar y embellecer sus ciudades y crear una administración central bien dotada de funcionarios. Además, por medio de sus barones pudo controlar el reino de Noruega, diezmada por la peste y desprovista de nobleza. A finales del siglo XVI, Cristián IV comienza su reinado (1593), Dinamarca se ha convertido en la primera potencia del Norte. LA SUECIA DE GUSTAVO VASA Los Suecos nunca se habían sentido identificados con la Unión de Kalmar. Entre 1520- 1521, las torpezas y la crueldad de Cristián II provocaron la ruptura definitiva de la Unión y la subida al trono de Gustavo Vasa (1523-1560), miembro de una poderosa familia. Hasta 1527 no pudo consolidar su soberanía frente a sus opositores. Durante unos años tuvo que hacer frente a los partidarios de Cristian II y a las rebeliones de la aristocracia, el campesinado el clero. Creó una administración central, situando representantes burgueses para controlar las provincias. En 1544 se otorgó condición hereditaria a su monarquía. Fue el introductor de la reforma luterana en Suecia, medida más política que religiosa lo que le permitió quedarse con el patrimonio de la Iglesia (aproximadamente un 20% de la fortuna del país), con cuyas las rentas garantizaba la fortaleza del poder real. Durante su reinado, la nacionalidad sueca se vio favorecida por la emancipación de la lengua, que se diferenció más claramente del danés. La sociedad sueca era más abierta que la danesa gracias al papel de los burgueses y a la resistencia del campesinado libre. Los problemas vendrían de nuevo para la corona Sueca por la política demasiado ambiciosa de Erik IV (1560-1569), involucrado en la Guerra de los Siete Años (1563-1570) contra Dinamarca y Polonia, que le dejó en manos de la nobleza, que le destronó a favor de su hermano Juan III (1569-1592).

• Juan III tuvo que recompensar a la nobleza. Firma la paz de Sttetin con los daneses e inicia una confrontación con los rusos por las posesiones de Ingria y Carelia. Pero, las mayores dificultades vendrían por el apoyo del monarca a la contrarreforma (casado con la polaca Catalina Jagellon), intentando conciliar luteranismo y catolicismo, lo que provocó la división del país entre los sus seguidores y los de su hermano Carlos, quien acabó venciendo. Tras su muerte, Carlos se proclamó regente de Suecia.

Page 52: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 191

• Se produjo la momentánea unión dinástica de Suecia y Polonia, al recaer el trono en

el hijo de Juan III, Segismundo III (1592-1604) y de Catalina Jaguellón, católico ferviente-conocido como el “rey de los jesuitas”-el cual ya ostentaba la corona polaca desde 1587. Segismundo continuó la contrarreforma iniciada por su padre, lo que le llevaría a su caída después del levantamiento de los protestantes, llevando al poder a su tío Carlos, hijo menor de Gustavo Vasa, que reinó con el nombre de Carlos IX (1604-1611).

A pesar de las dificultades casi incesantes a lo largo del siglo XVI, Suecia se beneficia del impulso económico; exporta cada vez más hierro, cobre, mantequilla y pieles. Pero sus debilidades internas le impedirán desempeñar un papel importante durante todo el siglo XVI.

5) EL ENGRANDECIMIENTO DE POLONIA CON LOS JAGUELLON. (1444-1572)

Desde finales del siglo XIV la familia de los Jagellones, que eran duques de Lituania, ocuparán el trono polaco hasta 1572. Sin otro motivo que el estrictamente cronológico, se puede fijar el inicio de la Edad Moderna de Polonia en 1492, cuando moría Casimiro IV (1444-1492). Previa elección, le sucedieron en el trono sus hijos Alberto (1492-1501) y Alejandro (1501-1506), su nieto Segismundo (1506-1548) –hijo de Alejandro- y su bisnieto Segismundo II Augusto (1548-1572) –hijo de Segismundo-. Con este último se extinguió la dinastía de los Jagellones. Los polacos buscaron un sucesor que, después de numerosas intrigas, encontraron en Enrique de Anjou. Pero éste apenas había aceptado y tomado posesión del trono cuando lo abandonó por el de París. De nuevo se abría paso un interregno, pero ahora fue elegido Esteban Bathory (1576-1586). Polonia, Lituania y las tierras de la Orden Teutónica, que se extendían entre Polonia y el Báltico, apenas tenían otro lazo en común que la monarquía. Por el contrario, sus diferencias eran notables y se extendían al mundo de las culturas e, incluso, de algo tan importante para la época como la religión. Polonia era cristiano-romana, tenía universidades y el latín era manejado por las gentes cultas. Lituania era ortodoxa sin apenas influencia occidental y con una presencia urbana mínima. Con la fidelidad como único nexo, los dominios de la monarquía polaca eran impresionantes. A principios del siglo XVI limitaba al oeste-sudoeste con el Sacro Imperio, Hungría-Bohemia y Moldavia; al sur, con el Imperio turco; y al este, llegaba más allá del Dniéper por el sureste y el Duna por el noreste hasta encontrar sus fronteras con Moscovia y Estonia. La sociedad polaca estaba dominada por una abrumadora presencia de la nobleza. El carácter electivo de la monarquía y el peso de la aristocracia debilitaron el poder real hasta convertir al monarca en una mera figura decorativa. Limitada política y económicamente, el poder y la autoridad de la monarquía dependía del prestigio de sus titulares, como ocurrió con los Jagellones, quienes pudieron hacer frente con relativo éxito a los desafíos exteriores representados por los rusos y turcos. Una vez que desaparecieron los Jagellones emergió en toda su intensidad la debilidad constitutiva de la monarquía. Los nuevos monarcas fueron

Page 53: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 192

incapaces de frenar el progresivo desmembramiento de sus dominios a manos de sus poderosos vecinos. La dinastía de los Jagellones conoció su máximo esplendor a la muerte de Casimiro, cuando dos de sus hijos ocuparon los tronos magiar y polaco. En 1490 Ladislao, su primogénito, fue elegido rey de Hungría-Bohemia. Poco después, en 1492, Alberto ocupaba el trono de Polonia y Alejandro el de Lituania. La escisión acabará en 1501 cuando, con la muerte de Alberto, Alejandro se convierta en rey de Polonia. A partir de este momento, una serie de pactos fijarán las condiciones de la unión hasta hacerla políticamente estéril. En 1501, por la Unión Perpetua, cada territorio mantenía su peculiaridad político-administrativa independiente. Todo el aparato institucional estaba monopolizado por la nobleza. El monarca contaba en un principio con un consejo formado por los principales cargos y por los más importantes de los grandes señores. Este consejo dio paso al Senado, constituido por los grandes señores. Paralelamente, la pequeña nobleza fue incrementando su presencia en la vida política polaca hasta convertirse en una pieza fundamental en el futuro de Polonia y de su monarquía. Sus delegados formaban la Cámara de Nuncios, Senado y Cámara constituían la Dieta, que se ocupaba de discutir y aprobar los proyectos que el monarca pretendía poner en práctica. El poder real estaba tan fuertemente limitado y dependía tan estrechamente de la aristocracia que ni siquiera podía contar con un ejército permanente al estilo de las monarquías occidentales. Se produce un proceso de afirmación de la nobleza frente a la corona. El privilegio de Mielnik (1501) acrecentó los poderes del Senado. En 1505 Alejandro concedía el estatuto Nihil Novi por el que “nada nuevo podrá ser decretado por no ni por nuestros sucesores, en materia de derecho privado y de libertad pública, sin el consentimiento común de senadores y de los nuncios del país”. La constitución Laessae Maiestatis aseguraba el inviolabilidad de los senadores y de los diputados de la Dieta. En 1573, los Pacta conventa imponen a Enrique de Valois la condición de contar con el Senado para declarar la guerra y firmar la paz y con la Dieta para disponer levas en masa. Bajo tales condiciones el futuro de la monarquía y de Polonia dependía de la capacidad del monarca y de su buen entendimiento con la nobleza. Esto ocurrió durante el mandato de los Jagellones debido al peso de la monarquía y al prestigio de sus miembros, pero también por la prosperidad que el comercio de los cereales proporcionaba a los señores. Pero ni la paz ni la prosperidad fueron duraderas. Paralelamente, desde fines del siglo XV, la aristocracia utilizó su poder político para eliminar a una emergente burguesía y erigirse así en dueña de Polonia. El mercado de cereales quedó monopolizado por los señores, mientras que una serie de leyes, desde 1496 a 1532, sometían a la servidumbre de la gleba a los campesinos que, hasta entonces, favorecidos por la colonización del territorio y por la crisis bajomedieval, habían conseguido eludir el vasallaje. Movida por razones económicas o atraída por la doctrina, la nobleza abrazó la Reforma, mientras la anarquía dominaba Polonia. Frente al desorden existente reaccionó Segismundo II Augusto, quien frenó la expansión del protestantismo mientras los jesuitas levantaban colegios en distinta ciudades polacas. También rompió con la Unión Perpetua. Por la paz de Lublin de 1569 obligó a Lituania a aceptar un régimen unitario con Polonia, unas mismas leyes y una misma capital en Cracovia. Desde 1577 el ducado de Prusia se ve obligado a aceptar una intervención más activa de Polonia.

Page 54: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 193

Esta labor terminó con la muerte de Segismundo II Augusto. Con ella se extinguieron los Jagellones y, tras el efímero reinado del Valois Enrique de Anjou, fue elegido rey el vaivoda de Transilvania. Esteban Bathory (1574-1586) un hombre excepcional que parece seguir los pasos del último Jagellón. Con él triunfó definitivamente la Reforma Católica, persiguió enérgicamente a los sediciosos y buscó decididamente el fortalecimiento del poder real. Todo esto terminó a su muerte, con la nueva dinastía sueca de los Vasa.

6) LA FORMACIÓN DE RUSIA. Durante la Edad Media, el espacio inmenso que más tarde será conocido como Rusia estaba constituido políticamente por varios principados sometidos a los khanes tártaros. Sobre esta realidad fue emergiendo lentamente Moscovia. A mediados del siglo XV la autoridad de los grandes duques de Moscú quedó asentada definitivamente. Iván III el Grande (1462-1505) llevó a cabo una fecunda política que le ha valido la consideración de fundador del estado ruso y unificador de la tierra rusa. Su agresiva política exterior le permitió ampliar considerablemente sus dominios por medio de compras, anexiones y conquistas. En 1480 se liberó definitivamente del yugo tártaro, y en 1503 reclamaba para sí todas las tierras que habían formado el antiguo territorio ruso, que ahora estaban en poder de Polonia-Lituania. La expansión territorial fue acompañada por una consciente política de afirmación de su autoridad. Iván III acentuó las tendencias autocráticas de los duque de Moscú. En este afirmación de la autocracia influyeron los éxitos anteriores, pero quizás más el propio Iván que se comportó como un autócrata, cuando para evitar problemas de desmembración, eliminó a sus cuatro hermanos e incorporó sus principados a sus estados. Tampoco tuvo ningún escrúpulo en permitir que, una vez elegido a Basilio como sucesor, su nieto Demetrio –que como hijo de su primer hijo, ya desaparecido, podía reclamar para sí el trono- muriese en el calabozo. La doctrina bizantina de la teocracia, que otorga al emperador el poder supremo del Estado y de la Iglesia, penetró en Rusia con los misioneros procedentes de Bizancio. En un principio se mantuvo el pensamiento primitivo de la relación de equilibrio entre el poder secular y el religioso, pero la inseguridad de los tiempos llevó a los metropolitanos a defender el fortalecimiento de la posición del gran duque. Esta opinión se tradujo en un apoyo incondicional a la casa moscovita y a su dinastía. Fue precisamente la Iglesia ortodoxa rusa quien apostó decididamente por hacer de los príncipes de Moscú los legítimos herederos de Bizancio, traspasando títulos, boato y justificaciones de los emperadores bizantinos a los portadores del nuevo imperio. Iván III recibió el título de autócrata a petición de la Iglesia. Toda la teorización sobre el poder y la herencia bizantina tardó en calar entre los grandes duques. El primer zar que se mostró convencido de que todo este discurso bizantino y eclesiástico y se sirvió del mismo fue Iván IV. La propia realidad de Moscovia fue otro factor que favoreció la afirmación sin límites del príncipe: economía poco monetarizada, población escasa, muy dispersa y apegada a la agricultura, y una nobleza incondicional que había puesto sus armas al servicio de los grandes duques en busca de gloria y mercedes. Los extranjeros, que dependían de la gracia del gran duque, mostraron sin reparos su apoyo. La política expansiva de Iván III y Basilio III exigía un ejército poderoso que no podía ser mercenario porque el retraso económico no permitía mantener un régimen fiscal que alimentase la hacienda del príncipe. Los duques acudieron a su único y gran recurso, la tierra, que convirtieron en sustento de su ejército. A tal objeto no escatimaron esfuerzos hasta conseguir que toda la tierra quedara sometida a este sistema. Toda la sociedad está ligada al servicio.

Page 55: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 194

La expansión territorial y los contactos con el exterior dejaron obsoleto al viejo sistema de gobernar por delegación personal. Por eso, a finales del siglo XV se crearon los fundamentos de lo que debía ser la administración del Imperio. En 1497 el gran duque elaboró para todo el territorio un código de justicia que recopilaba el derecho consuetudinario. Basilio III (1505-1533) mantuvo una política exterior menos agresiva. Se limitó a terminar algunas de las empresas que su padre había dejado sin concluir. También en política interior continuó la labor de su predecesor, que terminaría su hijo, Iván IV. A la muerte de su padre, Iván IV el Terrible tenía tres años. Su minoría fue utilizada por la nobleza para recuperar viejos poderes. El zar fue objeto de grandes humillaciones que dejaron honda huella en su patológica personalidad. A partir de 1542, Macario, metropolitano de Moscú, se ocupó de su educación. Por él fue coronado en 1547 y a él se debe que, además de tomar el título de zar, se identificara con las ideas que sobre la herencia de Bizancio y la autocracia había sido vertidas desde fines del siglo XV: Moscú como tercera Roma, y el zar elegido por Dios y sucesor del emperador bizantino. Tras su coronación, el nuevo y primer zar llevó a cabo una reforma profunda del Estado. Impuso orden, reformó la justicia, reglamentó la disciplina eclesiástica y reorganizó el ejército contando con técnicos extranjeros. Continuó la tarea de centralización y racionalización de la administración. Con este propósito creó los ministerios de Hacienda, de Asuntos Exteriores y del Ejército. Se hizo acreedor del sobrenombre de Terrible por las sangrientas represiones con que castigó las rebeliones de los boyardos, sobre todo después de 1560. Empezó su reinado bajo el signo aparente de la reconciliación con la alta nobleza, pero esta política terminó cuando, en medio de una grave enfermedad, sufrida en 1573, presintió de nuevo la traición. Cuando unos años después murieron su esposa Anastasia y Macario, que ejercía un influjo positivo sobre él, ya nada pudo frenarle. A partir de aquí, tras dominar la asamblea de representantes, arremetió ya sin medida contra la alta aristocracia. Con el propósito de prevenir toda conspiración, creó la oprichnina –policía política-, que impuso un verdadero terror. Liquidó de esta manera a la oposición pero dejó al imperio y a sus sucesores un negro futuro. En el exterior practicó una política que ha sido calificada de “imperial”. Conquistó a los tártaros toda la cuenca del Volga con la toma de Kazán (1552) y Astrakán (1556), que aseguraba el acceso al Caspio. Dejó abierto el camino hacia Siberia. Buscó una salida al Mar Báltico. Pero este frente no fue tan fácil. Iván IV tuvo que pelear durante años (1558-1581) contra Suecia y Polonia. Con la muerte de Iván en 1584, sus descendientes fueron de nuevo víctimas de las familias aristocráticas. Cuando en 1598 se extinguió la dinastía de los Rurik con la muerte de Fedor, Rusia entró en un período de total anarquía que se mezcló con epidemias, hambres, rebeliones y guerras civiles. Esta etapa de la historia rusa, que terminó con la elección de Miguel Romanov en 1613, es conocida como la época de las perturbaciones, o la smuta. Fuentes: BENNASSAR, B. LA EDAD MODERNA. Ed. AKal RIBOT, L- HISTORIA DEL MUNDO MODERNO. Ed. ACTAS, Madrid, 2006. TENENTI, A. LA EDAD MODERNA SIGLOS XVI-XVIII. Editorial Crítica. Barcelona. 2003. FLORISTAN, A. (Coord.) y otros. HISTORIA MODERNA UNIVERSAL. Ariel Historia. Barcelona. 2000.

Page 56: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 195

TEMA12. LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS (1618-1648) LAS RELACIONES INTERNACIONALES. DE LA GENERACIÓN PACIFISTA A LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS 1) LA PAZ POR AGOTAMIENTO. EL PACIFISMO TENSO DE COMIENZOS DEL SIGLO XVII. 2) LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS: CAUSAS Y PARTICIPANTES. 3) LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS: FASES Y DESARROLLO. 4) LAS TRANSFORMACIONES MILITARES. 5) LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA. 6) EL SISTEMA DE WESTFALIA.

LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS ( TENENTI)

El proceso de progresiva interdependencia entre los estados se intensificó en el siglo XVI, los intereses religiosos hicieron más fuerte el engranaje y más densa la cadena de acciones y reacciones en el XVII. La política exterior europea se impuso como un auténtico sistema autónomo, los soberanos actuaron cada vez menos por motivos personales y más a los intereses nacionales. Las guerras de religión en Francia y la insurrección antiespañola en los Países Bajos habían proporcionado largas décadas de paz al área alemana y a la italiana que ahora volvían a ser los tradicionales campos de batalla que fueron en la primera mitad del siglo XVI. Se reanudó la política de potencias, que ya no se detendría hasta mediados del siglo XX.

La reemprendió Enrique IV, promoviendo entre 1600 y 1601 una rápida campaña contra el estado saboyano. Apuñalado por Ravaillac el 14 de mayo de 1610, el rey francés no pudo levar a cabo, en el plano internacional, la obra de reconstrucción estatal que había proyectado con la ayuda de Sully y Laffemas. Con un príncipe de apenas nueve años, el reino fue puesto bajo regencia de María de Médicis. Entretanto tras haber corrido el riesgo de estallar en 1613 por la sucesión de Francisco Gonzaga, el conflicto se reanudó en Italia al año siguiente entre el nuevo duque de Mantua y el duque de Saboya, Carlos Manuel I. Esto bastó para que Francia y España, en óptimas relaciones, se inmiscuyeran en el asunto para enfrentarse entre 1616 y 1618. Francia corrió en ayuda del príncipe saboyano y España se declaró protectora de Gonzaga. La paz se restableció en septiembre de 1618.

Antes de suceder en 1619 al emperador Matías de Habsburgo, Fernando II de Habsburgo se había convertido en rey de Bohemia en 1617 y se había manifestado como contrarreformista, los luteranos bohemios, más numerosos que los católicos, no habían visto que se aplicaran las prescripciones de la Paz de Augsburgo de 1555 a 1609, cuando Rodolfo II, hermano de Matías y emperador hasta 1612, les había reconocido los mismos derechos que a los demás protestantes del Imperio. La acción de Fernando II, ferozmente antiprotestante, envenenó rápidamente la atmósfera: el 23 de mayo de 1618 dos de sus consejeros fueron arrojados al vacío desde una ventana del palacio imperial (defenestración de Praga). Siguió un revuelta, la constitución de un gobierno provisional en lugar del Consejo real y antes de terminar el año las tropas protestantes ocuparon el país. Para asegurar su triunfo los bohemios eligieron como su rey al calvinista Federico V del Palatinado (agosto se 1619).

Page 57: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 196

Entró en acción el espíritu de solidaridad dinástica y católica. Felipe III de España envió tropas desde Italia y el duque Maximiliano de Baviera puso a disposición de Fernando II todos los efectivos de la liga católica alemana. A su lado intervinieron además el rey de Polonia e incluso el protestante Elector de Sajonia, que buscaba para sí provechos territoriales. El 8 de noviembre de 1620, el aguerrido ejército católico se enfrentó al inexperto adversario que en brevísimo espacio de tiempo fue arroyado (batalla de la Montaña Blanca). Nadia pudo repeler la feroz represión imperial que trató a Bohemia como una provincia sometida, ajusticiando a los rebeldes, confiscando sus bienes y promulgando una amnistía subordinada al pago de multas que se saldaban con propiedades de tierras, pasando así dos terceras partes a manos de los católicos. Desde 1627 solo fue reconocida la confesión católica y todos los nobles no convertidos tenían que abandonar el país. Los protestantes eran privados de los cargos municipales y del reconocimiento legal de sus matrimonios (hijos quedaban como bastardos). Los jesuitas tomaron posesión de la universidad, Praga perdió la prerrogativa de residencia imperial y la corona bohemia era declarada hereditaria a favor de la casa de Habsburgo.

A cambio de su apoyo, el duque de Baviera, Maximiliano, había obtenido la investidura de Elector Palatino en detrimento de Federico V, que veía además sus tierras ocupadas por los bávaros y los españoles.

Mientras, la guerra se había extendido hasta la Tierra Firme ventea oriental y hasta el Adriático, entre venecianos por un lado y los Habsburgo y españoles por otro. Estos últimos habían entrado en conflicto con Francia por la cuestión de la Valtelina, ocupada por el gobernador español de Milán en 1620.

La política francesa, tras la paz de Montpelier (octubre de 1622) que puso fin al resurgimiento de la sedición interna hugonota, mostró la intención de intervenir en Europa primero con apoyo financiero al condottiero protestante Ernst von Mansfeld, después ayudó a las Provincias Unidas contra España impulsada por el cardenal Richelieu, que en 1624 envió tropas en socorro de los grisones para recuperar la Valtelina católica. En 1626, el tratado de Monzón obliga a los españoles a reconocer la independencia del valle y pagar un tributo al cantón protestante de que formaba parte. Siguieron interviniendo en 1629 hasta 1631 cuando el tratado de Cherasco garantizó su posesión de Pinerolo.

La guerra no había cesado en Alemania, el rey de Dinamarca Cristián IV, había atraído hasta las cercanías del Báltico a las tropas imperiales que habían ido a atacarlo (1626-1627). La presencia imperial y las maniobras españolas en Polonia no fueron soportadas por el rey luterano de Suecia, Gustavo Adolfo, desde 1628, daneses y suecos fueron en socorro de Stralsund, sitiada por el ejército imperial mandado por Wallenstein y contribuyeron a liberarla. Al año siguiente se estableció en Lübeck un tratado de paz entre Cristián IV y el emperador Fernando II, quien creyó que podría realizar una etapa ulterior de su programa contrarreformista: con el edicto de marzo de 1629, llamado de Restitución que anulaba las secularizaciones de bienes eclesiásticos católicos intervenidos en Alemania después de 1555. mientras Gustavo Adolfo desembarcaba en Pomerania con diez mil hombres y se apoderaba de su capital Stettn, logrando reunir a su alrededor a los príncipes protestantes alemanes. El 16 de septiembre de 1631 sus tropas infligían en Breitenfeld una severa derrota a las tropas imperiales mandadas por Tilly. Después de invadir Baviera, presento de nuevo batalla el 16 de noviembre de 1632 en Lützen: volviendo a salir vencedor aunque herido de muerte.

Page 58: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 197

La segunda fase de la guerra

Aunque Gustavo Adolfo había dejado como heredera a una niña de seis años, Cristina, los suecos continuaron la contienda, ayudados financieramente y reforzados militarmente por los protestantes alemanes se dirigieron al valle del Danubio y ocuparon Ratisbona. Ante el peligro, Fernando II, prescindió de Wallenstein (al que hizo asesinar en febrero de 1634), lanzó a todas sus tropas a la lucha, reforzadas con las tropas españolas de Italia, derrotando al enemigo en Nördlingen (6 septiembre de 1634), la causa protestante se resintió, se disolvió la confederación de príncipes alemanes reformados y emperador impuso al Elector de Sajonia el tratado de Praga (30 mayo de 1635). El Edicto de Restitución fue confirmado.

La Francia católica de Richelieu, interesada en impedir que la potencia de los Habsburgo se instaurase demasiado fuertemente en Alemania, estipuló con el canciller sueco Oxenstierna el tratado de Compiègne (28 de abril de 1635) comprometiéndose a restituir en el Imperio la situación anterior a 1618. En mayo un heraldo proclamaba en Bruselas una declaración de guerra francesa contra los españoles, siempre en armas en los Países Bajos contra las Provincias Unidas.

La intervención de Francia hizo más extenso y evidente su alcance europeo. Tropas francesas fueron enviadas a Valtelina para impedir el paso desde el Milanesado hacia el norte. Las fuerzas protestantes sostenidas por Francia se apoderaron de la plaza alsaciana de Brisach (7 diciembre de 1638) haciendo muy difícil el paso de los refuerzos españoles provenientes de Italia en dirección a los Países Bajos. En otoño de 1639 un cuerpo de más de diez mil hombres tuvo que acudir por vía marítima y el almirante holandés Tromp obligó a las naves a refugiarse en Dover donde las atacó y aniquiló. Los imperiales habían realizado penetraciones en Francia y los suecos incursiones en territorio alemán. En el frente de los Pirineos, los franceses habían conquistado el Rosellón y dos revueltas, sostenidas por Francia, se habían producido en Cataluña y Portugal, en ésta el duque de Braganza, Juan IV, fue rápidamente reconocido por todas las potencia europeas sustrayéndose al dominio español. Todo esto produjo la desgracia del hombre fuerte de la monarquía española, el conde-duque de Olivares (enero de 1643).

En Francia, muerto Richelieu en 1642, fue sustituido por Mazarino quien aprovechando la flota creada por su antecesor atacó a España en dirección a la Toscana, al Elba y a Nápoles, entre 1646 y 1647, con resultados decepcionantes. Los mayores éxitos franceses fueron en el frente septentrional. En 1643 la infantería española había sido derrotada en Rocroi por el príncipe de Condé, sucesivamente habían sido conquistadas Thionville, Gravelines, Courtrai y en octubre de 1646 Dunkerque. Estas victorias fueron de tal envergadura que las Provincias Unidas se plantearon el preferir la almohadilla española entre ellas y Francia. A pesar de las fuertes presiones ejercidas por los franceses para disuadirlas, las Provincias Unidas urdieron acuerdos de paz y los firmaron en La Haya el 30 de enero de 1648, así obtenían el solemne juramento de su independencia y los territorios que habían ocupado en Bravante, en Flandes y en Limburgo.

En Alemania también se estaba llegando al cese de las hostilidades, tras la paz de Praga, los Electores de Sajonia y de Brandeburgo habían secundado a los Habsburgo frente a los suecos. En 1640 Federico Guillermo de Brandeburgo concertó con los suecos una tregua, seguido en 1645 por Juan Jorge de Sajonia. El emperador adoptó una posición más conciliadora en la conferencia de paz de Münster, en mayo de 1644 y Maximiliano de Baviera consintió en 1645 en negociar con los suecos con los que concertó la tregua de Ulm (14 de marzo de 1647). España, decidida a no aceptar las exigencias francesas, fue la única —junto con los ingleses—

Page 59: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 198

que no firmó en Münster la paz de Westfalia el 24 de octubre de 1648. Las consecuencias del tratado fueron bastante importantes, Francia logró hacer admitir que tenía que ser recompensada por los sacrificios sufridos por la causa alemana y los imperiales aceptaron ceder Alsacia y la plaza de Brisach, en la orilla derecha del Rin, que pasaba a soberanía francesa. A los suecos se les reconoció la posesión de la mejor parte de la Pomerania, con Stralsund y el estuario del Oder con el puerto de Wismar y los arzobispados de Bremen y de Verden. El rey de Suecia conseguía el derecho de tener un representante en la Dieta del Imperio. El emperador fue el que sufrió las mayores pérdidas puesto que todo territorio logró el derecho de establecer relaciones diplomáticas sin consultarlo. Los artículos de la Paz de Augsburgo de 1555 fueron puestos nuevamente en vigor y extendidos a los calvinistas. Tanto Francia como Suecia veían abierto su camino a la intervención en Alemania.

LAS RELACIONES INTERNACIONALES. DE LA GENMERACIÓN PACIFISTA A LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS

1) La paz por agotamiento. El pacifismo tenso de comienzos del siglo XVII. Las guerras emprendidas por Felipe II (1555-1598) durante la segunda mitad del siglo XVI habían producido, no solo en la Monarquía Hispánica, sino también en otras potencias beligerantes, como Inglaterra o Francia, un gran desgaste material, financiero y humano. La política de su heredero Felipe III (1598 – 1621), dirigida por el duque de Lerma, cuyos objetivos principales son la conservación y defensa de la Monarquía, el mantenimiento de la “quietud” en Italia y la pacificación de Europa, supone la apertura de un período de restauración y relativa estabilidad, alcanzada mediante treguas largas o acuerdos de paz. En primer lugar, se pone fin a la intervención española en las guerras de religión francesas, firmando el Tratado de Vervins en 1598. Se estrechan las relaciones con los Austrias Menores mediante uniones matrimoniales, iniciando así, para mantener la hegemonía en Europa, una política de mutuo apoyo entre las dos ramas de los Habsburgo (Correspondencia Dinástica). Con respecto a la contienda con Inglaterra se perfilan argumentos para la paz: los sectores mercantiles ingleses se veían afectados por la política española de embargos y por el corso flamenco, los beneficios de la piratería habían experimentado un descenso y se buscaba abrir un mercado en la Península Ibérica. La subida al trono en 1603 de Jacobo I Estuardo, de talante pacificador, contribuye a firmar la Paz de Londres (1604), que permite una mejora de las comunicaciones navales de España con los Países Bajos y supone el fin del apoyo militar y financiero directo de Inglaterra a las Provincias Unidas. La rebelión de estas provincias del norte de Flandes exigiendo su independencia no se había solucionado mediante las Conferencias de Paz de Bologne en 1600, continuando la guerra contra la Monarquía Hispánica. Entre 1601 y 1604 los españoles recuperan posiciones tomando la Ciudad de Ostende y ofrecen a los “rebeldes”, que sufren crisis internas, la negociación de una tregua larga: la Tregua de los Doce Años (1609 – 1621)*. No obstante estos intentos de restablecer la paz, la lucha por el mantenimiento de la hegemonía española en el mundo se lleva a cabo en forma de una auténtica guerra encubierta contra los intereses económicos de las potencias rivales: embargos comerciales, guerra de corso en las costas flamencas, aumento de aranceles y presencia armada en el Estrecho de Gibraltar con el fin

Page 60: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 199

de cobrar impuestos sobre el tráfico marítimo (especialmente sobre el comercio entre holandeses y berberiscos). Son medidas que también repercuten negativamente sobre la economía española.

Al mismo tiempo, se emprenden acciones “de prestigio” contra plazas norteafricanas. En Italia, la Monarquía Hispánica lleva a cabo una política de “quietud” en la que los gobernantes españoles de Milán juegan un importante papel, desbaratando las intrigas de Francia y los principados italianos filofranceses y garantizando la seguridad de las comunicaciones terrestres con Flandes (Camino Español). La situación de relativa estabilidad en Italia se quiebra en 1616 cuando la Monarquía Hispánica apoya política y militarmente a Fernando de Estiria en su contienda con Venecia. En 1617, Felipe III renuncia a Bohemia en favor de Fernando de Estiria, que es proclamado rey de este territorio.

En 1618, año de la rebelión de Bohemia, el primer ministro Lerma, artífice de la política española hasta el momento y partidario de la no intervención en los conflictos del Imperio, es destituido. Felipe III se apoya entonces en otros consejeros que abogan por la implicación directa en los asuntos del Imperio y son enviadas tropas en auxilio del ejército imperial. La Monarquía Hispánica entra en la Guerra de los Treinta Años.

A pesar de que la Tregua de los Doce Años es respetada en Europa, los enfrentamientos entre holandeses y españoles continúan en América, Asia y África.

La situación en el Imperio al inicio del siglo XVII –

A) EL ESPACIO El Sacro Imperio Germánico engloba la actual Alemania, Austria, Bohemia y la antigua Lotaringia. Comprende los dominios personales de los Habsburgo de Viena (Alta y Baja Austria, Estiria, Carintia y Carniola, el Tirol, Moravia, Silesia y la Alta Alsacia) y centenares de estados cuyos príncipes se consideran a si mismos soberanos. B) INSTITUCIONES Los estados de Imperio se constituyen en tres cuerpos:

1.) Príncipes Electores,que eligen al emperador. Está constituido por tres príncipes eclesiásticos católicos, tres príncipes protestantes y el rey de Bohemia (estado católico), que posee título imperial. La mayoría católica hace posible que los miembros de los Habsburgo (defensores de la fe católica) sean elegidos emperadores.

2.) Príncipes del Imperio. Suelen inclinarse por el bando católico. 3.) 51 Ciudades Imperiales Libres. Mayoría protestante.

Estos tres colegios constituyen la Dieta Imperial (Reichstag), que solo tiene potestad para tomar decisiones relativas al conjunto del Imperio. La burocracia imperial pierde efectividad a finales del siglo XVI. Con motivo de la Guerra de los Treinta Años, la Dieta no volvió a funcionar al completo hasta después de la contienda. C) COYUNTURA ECONÓMICA

Page 61: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 200

Tras las guerras de religión de la primera mitad del s.XVI y la guerra del Imperio contra los turcos (1593 – 1606) Alemania queda marginada del comercio mundial, muchas ciudades se encuentran en decadencia y la industria sufre un retroceso.

Tras la Paz de Augsburgo (1555) el Imperio había sido dividido entre luteranismo y catolicismo de acuerdo con el credo adoptado por cada príncipe (cuius regio, eius religio). El acuerdo de paz legitimó la secularización de propiedades eclesiásticas que habían pasado a formar parte de los territorios luteranos en 1552. Por otra parte, el edicto de la Reserva Eclesiástica, incluido en las condiciones del tratado de paz, exigía que si un gobernante de un territorio eclesiástico se convirtiese al luteranismo perdería todos sus beneficios y privilegios. Los protestantes están en desacuerdo con este edicto. Además, la Paz de Augsburgo no reconoce oficialmente el calvinismo, que gana adeptos en los territorios alemanes. En 1576 es elegido emperador Rodolfo II (1576-1612), de actitud intransigente con el protestantismo. Apoyado por la dinastía católica de Baviera adopta medidas contra el culto protestante que, junto con la actividad de “recatolización” desarrollada por jesuitas y capuchinos, provoca una serie de revueltas que son duramente reprimidas. Así, importantes príncipes luteranos se alinean en torno al elector Federico V del Palatinado (calvinista) constituyendo la Unión Evangélica en 1608, unión militar por la cual los firmantes se comprometían a prestarse ayuda mutua en caso de agresión. Los príncipes eclesiásticos constituyen en 1609 la Liga Católica, liderada por el duque de Baviera, lo cual produce nuevos ingresos en la Unión Protestante. En 1608 Matías de Habsburgo es elegido rey de Hungría, Moravia y Austria, dejando solo al emperador Rodolfo el dominio directo sobre Bohemia, Silesia y Lusacia. Esta situación de crisis y la mente perturbada del emperador permiten aprobar en 1609 la Carta de Majestad, por la cual se otorgan importantes concesiones políticas y religiosas a los protestantes en los territorios de los Habsburgo. En 1612 Matías es elegido emperador. Ante la lentitud de la burocracia imperial, el emperador recurre ante el propio Consejo Aúlico en muchos asuntos. Los protestantes se niegan a este reforzamiento de la dignidad imperial frente a las instituciones comunes del imperio. Mientras tanto, las ligas armadas (protestante y católica) se enfrentan en un conflicto sucesorio interno que está a punto de implicar a potencias extranjeras, aunque finalmente se resuelve en el Tratado de Xanten 1614.

2) La guerra de los Treinta Años: causas y participantes. Móviles complejos - intereses económicos y políticos, dinásticos, religiosos:

• Tensiones generadas por la implantación del absolutismo. En el Imperio, los príncipes alemanes reaccionan contra el creciente centralismo de los Habsburgo; en la Monarquía Hispánica se producen revueltas de carácter secesionista: declaración de independencia de las Provincias Unidas, revueltas en Cataluña, Portugal, Nápoles y Sicilia.

• Monarquía Hispánica, motivaciones para entrar en la guerra: interés por conservar el Camino Español, por mantener la hegemonía de la Casa de Austria en Europa y aspiración de controlar el comercio en el Mar del Norte y el Báltico.

• Francia: intención de detener la preponderancia de la Casa de Austria en Europa y por asegurar sus fronteras.

• Coronas del Norte: Suecia y Dinamarca. Intervienen en la guerra para detener el reforzamiento de la autoridad imperial en el norte de Alemania. Como estados protestantes, auxilian a sus correligionarios alemanes.

• Las ambiciones personales de ciertos jefes militares (Mansfeld, Wallenstein), al mando de ejércitos de mercenarios contratados por las potencias beligerantes, complican el conflicto.

Page 62: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 201

La mayor parte de las unidades de los ejércitos son tropas inexpertas. Los tercios españoles y ciertas unidades de veteranos suecos son una escepción. Contratar ejércitos mercenarios supone un gasto enorme para el estado, que aumenta la presión fiscal, generándose tensiones sociales internas. Además, la práctica de los ejércitos de exigir contribuciones en los territorios donde se asentaban (así como el ejercicio del pillaje) provocaba que los jefes del ejército a menudo dirigiesen las estrategias bélicas con la finalidad de obtener mayores tributos.

• Interdependencia entre las acciones militares y la diplomacia. • Las diferencias confesionales se supeditan en muchos casos a los intereses políticos (Francia,

estado católico, se alía con enemigos protestantes de los Habsburgo). • La situación económica de los beligerantes, ya en crisis antes del conflicto, se ve empeorada por

el gran desembolso que supone la guerra.

INTERPRETACIÓN DE LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS: EUROPA EN GUERRA Actualmente, se considera esta conflagración como una serie de conflictos armados que implican a toda Europa y cuyas repercusiones se hacen sentir en los demás continentes. Con la firma de los tratados de Münster y Ösnabruck (1648) no cesan los conflictos. Por eso se debe entender la Guerra de los Treinta Años como parte de una serie de conflictos europeos iniciados antes de 1618, que terminan con la firma de las paces de los Pirineos (1659) y del Norte (1660/61).

3) La guerra de los Treinta Años: fases y desarrollo. La rebelión de Bohemia y el triunfo católico en Alemania (1618-1628) El Reino de Bohemia (católico y de importantes recursos financieros) garantiza que el emperador sea elegido entre los miembros de la Casa de Austria y es una pieza clave para la supremacía del bando católico y la seguridad de las fronteras con el Imperio Otomano. En 1617 Felipe III renuncia a la sucesión de Bohemia y Hungría, siendo elegido el archiduque Fernando de Estiria para estas dos coronas. Fernando es un firme partidario de la Contrarreforma católica y lleva a cabo una política de centralismo monárquico en Bohemia. La censura, el cierre de iglesias protestantes, las violaciones de la Carta de Majestad y la amenaza de la pérdida de los privilegios locales provocan una fuerte oposición a Fernando, principalmente entre los sectores de la pequeña nobleza, la burguesía y los nobles protestantes del reino. Se convoca entonces una asamblea de protestantes en Praga que, al ser declarada ilegal por Matías, acude al palacio de los lugartenientes del emperador y los tira por la ventana, suceso simbólico conocido como Segunda Defenestración de Praga (23 de mayo de 1618).

PERÍODO BOHEMIO- PALATINO (1618 –1623) [mapa 4] Rompiendo con la rey Fernando, todos los territorios de la corona bohemia, liderados por Mathias von Thurn, se unen en una confederación con el compromiso de garantizar la tolerancia religiosa (escepto con los jesuitas), crean un directorio para el gobierno y organizan su defensa con un ejército comandado por Thurn. Son apoyados por la Alta y Baja Austria, por Bethlen Gabor (príncipe de Transilvania) y por Mansfeld (capitán de los mercenarios del duque de Saboya). En 1619, tras la muerte del emperador Matías, la confederación elige a Federico V del Palatinado como jefe de la Unión Evangélica y como rey de Bohemia, a pesar de su falta de liderazgo. En Agosto del mismo año la Dieta Imperial, con el apoyo de la Monarquía Hispánica, de Baviera, y de Juan Jorge de Sajonia, proclama emperador a Fernando de Estiria (Fernando II). La falta de cohesión y apoyos exteriores de la Unión Evangélica, el apoyo militar y financiero de los españoles a la Liga Católica (ocupación del Bajo Palatinado por Spínola) permiten al este ejército, liderado por Tilly, vencer a los protestantes en la batalla de la Montaña Blanca (1620). Las tropas imperiales invaden Bohemia, Federico V es declarado proscrito, a Maximiliano de Baviera se le concede el título de elector (1623) y Fernando implanta en los territorios bohemios un absolutismo católico.

Page 63: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 202

En Bohemia se llevan a cabo confiscaciones de tierras a los protestantes, que hacen que muchos se exilien. Los pillajes y abusos de las tropas instaladas en Alemania provocan una fuerte inflación, elevándose la presión fiscal. Se inicia una política de erradicación del calvinismo y el luteranismo. Todo esto provoca numerosas revueltas que son duramente reprimidas. Son los Años de Recortes y Excesos. PERÍODO DANÉS (1625 – 1628) La Liga Católica había ocupado Westfalia y la Baja Sajonia. El rey Cristián IV de Dinamarca, como luterano y como duque de Holstein (jefe de la intervenir circunscripción de la Baja Sajonia) decide en la guerra contra el emperador Fernando II en 1625. Su motivación principal para entrar en el conflicto (a pesar de la oposición de su Consejo Aristocrático) es la pretensión de controlar el comercio de Alemania del Norte, contrarrestando la expansión de Suecia en el Báltico. Sus apoyos son Inglaterra, las Provincias Unidas y Richelieu (Francia; cuyos objetivo inmediato es evitar la supremacía de las dos ramas habsbúrguicas en el Báltico y el Mar del Norte). Fernando II había reclutado a un gran ejército de mercenarios liderado por Wallenstein. En 1626, Wallenstein derrota a Mansfeld y Tilly (apoyado por Wallenstein) derrota a los daneses en la batalla de Lutter, obligando a Cristián IV a retroceder hasta Jutlandia. A la superioridad del ejército de Wallenstein se une la etapa de éxitos que atraviesa la Monarquía Hispánica (lo que permite un mayor apoyo al emperador) y la falta de grandes apoyos financieros y militares a Dinamarca por parte de ingleses y holandeses. Dinamarca firma la Paz de Lubeck en 1629, renunciando a intervenir de nuevo en el conflicto, aunque conservando sus posesiones. Las consecuencias para Dinamarca fueron nefastas en el terreno económico, cediendo su hegemonía sobre el tráfico y las costas del Báltico a favor de holandeses, suecos y rusos. La Baja Sajonia sufre importantes pérdidas económicas y materiales. Wallenstein somete la mayor parte de Alemania septentrional, es nombrado “generalísimo del Océano y del Mar Báltico” y recibe el título de duque de Mecklenburgo. La victoria del bando católico e imperial recrudece la política absolutista y de eliminación del protestantismo dirigida por Fernando II.

� EL CONFLICTO SE INTERNACIONALIZA

- La intervención de Suecia y la crisis del bando católico (1628 – 1634) – En 1629, un reforzado Fernando II promulga por influencia de su confesor jesuita el Edicto de Restitución, mediante el cual se pretende el restablecimiento de todas las tierras secularizadas desde 1552. A este edicto se oponen numerosos príncipes alemanes, incluido el aliado del emperador, Juan Jorge de Sajonia, y el propio Wallenstein (duque de Mecklemburgo). La oposición internacional a los Habsburgo se afianza debido a la amenaza de un dominio de la Casa de Austria sobre el Báltico, pretensión específica de Olivares. En este contexto, Suecia, interesada en su expansión por el Mar del Norte, instigada por Richelieu, entra en la guerra alemana en 1630. Gustavo Adolfo II de Suecia cuenta con un ejército medianamente adiestrado compuesto esencialmente por mercenarios. Se autosuministra de armamento gracias a la próspera industria y suple la incapacidad de su país para mantener el ejército nacional mediante el incremento de derechos aduaneros en el Báltico (medida contra intereses holandeses e ingleses ) e instalando en las tierras que van siendo ocupadas un sistema de contribuciones de guerra (“que la guerra se pague a sí misma”) . Gustavo Adolfo es apoyado por Francia, que con la firma del Tratado de Bärwalde en 1631 se compromete a entregar un subsidio anual al ejército sueco mientras se mantenga instalado en tierras alemanas. La mayoría de príncipes protestantes alemanes (incluído Juan Jorge de Sajonia) se unen al rey sueco, no sin reticencias y recelos. Las fuerzas católicas atraviesan un momento de debilidad: el ejército mercenario de Wallenstein reduce su capacidad operativa (bancarrota de Jan de Witte) y pasa al mando de Tilly, siendo

Page 64: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 203

Wallenstein destituido de su cargo; la Monarquía Hispánica interviene en la Guerra de Mantua, lo que limita la capacidad de apoyo militar español al emperador. Así, los suecos consiguen importantes victorias como la de la batalla de Breinstenfeld (1631), siendo ocupadas amplias zonas del oeste de Alemania, exigiendo a las ciudades imperiales rescates, préstamos y dinero a cambio de protección. En 1632 Gustavo Adolfo controla desde sus cuarteles generales de Maguncia y Franckfurt más de la mitad del Sacro Imperio. Este gran poderío militar crea oposición entre los príncipes alemanes protestantes. El emperador restituye a Wallenstein como jefe del ejército. La batalla de Lützen (1632), a pesar de la victoria sueca sobre las fuerzas imperiales, supone un éxito para los Habsburgo ya que en ella muere Gustavo Adolfo, debilitándose la coalición de los protestantes alemanes bajo el mandato de Suecia. Wallenstein es destituido por traición y posteriormente asesinado. El grueso de las tropas suecas instaladas en Alemania son obligadas a replegarse al norte debido a la guerra entre Rusia y Polonia. En 1634 tiene lugar la batalla de Nördlingen, en la cual las tropas imperiales, con ayuda de refuerzos españoles (tercios), vencen a suecos y aliados, lo que supone el fin de la amenaza sueca en el sur de Alemania. Comienza una nueva fase más destructiva y compleja de la guerra.

- Entrada de Francia: fase final de la guerra (1635-1648) - La victoria imperial favorece la negociación de la Paz de Praga en 1635 entre Juan Jorge de Sajonia y el emperador, acuerdo aceptado también por la mayoría de los príncipes del norte y respetado por los protestantes del sur y las principales ciudades imperiales. Entre otras disposiciones, se suspendió el Edicto de Restitución y fueron prohibidos los ejércitos privados. El éxito de los Habsburgo en Alemania y la pretensión de Olivares de fortalecer las posiciones españolas en Renania, conduce a Richelieu a declarar formalmente la guerra a la Monarquía Hispánica en 1635. Previamente, Richelieu había trazado una red de alianzas contra intereses habsbúrguicos: alianzas con las Provincias Unidas, con Saboya, Mantua y Parma, con príncipes protestantes alemanes y con Suecia. Así, la guerra alemana se convierte en una guerra total en la que está en juego la hegemonía de los Habsburgo en Europa. Las principales potencias, Francia y la Monarquía Hispánica, parten de situaciones de crisis económica que la guerra no hará más que agravar. Además, la Monarquía tendrá que hacer frente a dos conflictos exteriores: la guerra contra Francia y la Guerra de independencia de las Provincias Unidas. La primera ofensiva de Francia contra los Países Bajos fracasa, sin embargo los suecos avanzan en el norte de Alemania. En 1637, es coronado emperador Fernando III (hijo de Fernando II). El avance franco-sueco continúa en Alemania con la toma de Breisach por Bernardo de Weimar (aliado de Francia). Tras su muerte, los franceses conquistan Alsacia. En el Mar del Norte el almirante holandés Trump derrota a una escuadra española, lo que pone fin a las pretensiones de Olivares de controlar el comercio en este mar. En 1640 la Monarquía Hispánica debe hacer frente a las revueltas de Cataluña, Nápoles y Sicilia y a los intentos secesionistas de Portugal, conflictos en los que Richelieu interviene apoyando a los rebeldes. En 1642 muere Richelieu, con lo cual Felipe IV prepara una ofensiva sobre París y el gobernador de los Paises Bajos asedia Rocroi. Sin embargo, los tercios españoles son derrotados por Francia en la batalla de Rocroi (19 – 5 – 1643), lo que provoca la caída de Olivares y una profunda crisis militar en la Monarquía. En este mismo año comienzan en Westfalia las conversaciones para alcanzar la paz. Mazarino, sucesor de Richelieu, continúa en la línea política de éste. Las tropas suecas y francesas asolan Baviera (1647 –1648), invadiendo también Bohemia y atacando Praga, y pretenden una ofensiva sobre Viena, hecho que obliga a negociar un armisticio: la Paz de Osnabrück.

Page 65: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 204

La derrota imperial en Alemania y el estallido de la Fronda en Francia en 1648 aceleran las negociaciones de Westfalia.

4) LAS TRANSFORMACIONES MILITARES. Ver directamente por RIBOT

5) LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA POLÍTICAS: • Fin de la preponderancia de los Habsburgo en Europa. Separación de las dos ramas de la Casa de

Austria. (Pese a las pérdidas territoriales y al afianzamiento del poder de os príncipes, los Habsburgo austríacos ven reforzada su autoridad en Bohemia.)

• Francia: refuerzo de su posición en Europa mediante la adqusición de territorios y alianzas con casi todos los países europeos.

• Suecia: reforzada como potencia hegemónica en el Báltico. Fin de la Hansa. • Monarquía Hispánica: pérdida de su hegemonía. Desaparición del Camino Español. • Provincias Unidas: potencia de primer orden. • Idea de Estado Secularizado, que reconoce el principio de tolerancia religiosa. • Conciencia de la necesidad de ejércitos estatales, acabando con el privilegio de los nobles de

mantener ejércitos privados.

ECONÓMICAS:

• Profundo desgaste económico de todos los participantes en la guerra.

• Territorios alemanes: Los ejércitos allí instalados (que no se desmovilizaron hasta 1650) asolaban las tierras y esquilmaban los recursos. Las cosechas escasearon y brotaron epidemias, provocando una importante pérdida de población, especialmente acuciante en las zonas rurales, también resentidas por la emigración a los núcleos urbanos.

SOCIALES:

• Población alemana: horror ante los excesos de la guerra. • Última fase de la guerra: conciencia de que el conflicto se alarga por la intervención extranjera. • Potencias beligerantes: revueltas sociales internas ante los problemas económicos agravados por el

esfuerzo de la guerra. • Nueva idea del estado.

GUERRA FRANCO – ESPAÑOLA (1635 – 1659) - La guerra entre franceses y españoles, enfrentados por la hegemonía europea, continúa tras la firma del Tratado de Westfalia. La Monarquía soluciona la rebelión catalana y recupera posiciones frente a Francia en la batalla de Rocroi (1654). Ese mismo año Inglaterra declara la guerra a la Monarquía.El avance español continúa con las batallas Pavía (1655) y Valenciennes (1656). Sin embargo, las victorias anglo-francesas se suceden tras 1657: captura de la flota de Indias (1657-58), batalla de Dumas (1658), toma de Dunquerque, Menin e Ypres. En 1659 comienza la negociación de la Paz de los Pirineos.

PAZ DE LOS PIRINEOS Y PAZ DEL NORTE La Paz de los Pirineos reconoció para Francia la posesión del Rosellón, Conflent y la Cerdaña (condados catalanes), provincias de los Paises Bajos (Artois, Hainaut, Luxemburgo) y estratégicas plazas flamencas, quedando Dunquerque bajo dominio inglés. A cambio, los franceses no prestarían apoyo a los rebeldes portugueses. Cataluña experimenta a partir de entonces un nuevo dinamismo económico, facilitado por la libertad de comercio establecida en el tratado.

Page 66: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 205

En la Europa Báltica se reanudan los conflictos. En 1654 Suecia invade Dinamarca, cerrando los pasos del Sund, y ocupa Polonia, que mediante apoyos exteriores consigue la firma de la primera Paz del Norte (Tratados de la Oliva y Copenhague en 1660 / Tratado de Kardis en 1661). Dinamarca pierde el control exclusivo de los derechos arancelarios del Sund, quedando relegada a potencia secundaria en el Báltico. Suecia obtiene territorios de Dinamarca y en Alemania. Los rusos conservan sus conquistas.

6) LAS PACES DE WESTFALIA Los acuerdos de paz se alcanzan en dos ciudades de Westfalia: Münster y Osnabrück. En Münster se reúnen representantes del Imperio, de los príncipes, de las ciudades imperiales, de la Monarquía Hispánica, de Francia, de las Provincias Unidas, de los cantones suizos y de estados italianos. En Ösnabruck se reúnen representantes del Imperio y Suecia. Los acuerdos de Westfalia suponen la aparición de un nuevo sistema para la resolución de los conflictos internacionales, a través de conferencias entre las distintas potencias basándose en los principios de soberanía, igualdad y equilibrio entre los estados.

Tratados de Münster y Osnabrück: disposiciones. Religiosas: Confirmación de la Paz de Augsburgo (1555), reconociendo formalmente a los calvinistas como reformadores. / La autoridad mostrará tolerancia frente a los cambios de confesión de sus súbditos (no respetado en los territorios patrimoniales de los Habsburgo). Jurídico-Constitucionales: • Cambio de la estructura del Sacro Imperio –

� Dieta Imperial: árbitro de la autoridad del emperador � Soberanía territorial (Ländeshoheit) de cada príncipe – Ius foederationis: derecho a la libre alianza (excepto contra el emperador y el Imperio). � Príncipes Electores: 8 (5 católicos, 3 protestantes)

• Anulación del Edicto de Restitución. / Se restaura en sus dominios a aquellos príncipes excluídos durante la Paz de Praga.

• Reserva Eclesiástica: aplicada sobre señoríos eclesiásticos católicos y protestantes. Políticas: • Francia: Soberanía sobre Metz, Toul, Verdún y territorios en Alsacia y Lorena. /Garantiza la

neutralidad del emperador en la guerra contra España. • Suecia: Compensación económica. / Obtiene parte de Pomeramia, Verden, Bremen e isla de Rügen. /

Control de las desembocaduras del Oder, Elba y Weser, con intención de favorecer el libre comercio. / Rey de Suecia: derecho a participar en la Dieta Imperial como príncipe alemán.

• Baviera: Obtiene el Palatinado Superior. • Sajonia: Obtiene Lusacia. • Mecklemburgo y Brandenmburgo: Compensaciones territoriales • Independencia de la República de las Provincias Unidas y de la Confederación Helvética.

Page 67: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 206

LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS

Por Wikipedia, la Enciclopedia libre

La Guerra de los Treinta Años fue una guerra europea librada principalmente en la Europa central entre los años 1618 y 1648. Aunque inicialmente se trató de un conflicto religioso entre católicos y protestantes, el motivo central de la misma fue la disputa entre las potencias europeas por conseguir una situación de equilibrio o bien, en el caso de otras, por conseguir una situación de hegemonía (en este caso la casa de los Habsburgo en España y la Casa de Austria, que eran católicos). La guerra de los Treinta Años acabó con la paz de Westfalia y la paz de los Pirineos.

Sin embargo, también puede describírsela no como una sola guerra, sino de una larga serie de conflictos desarrollados principalmente en Europa central.

Esta guerra se puede dividir en 4 etapas:

• La revuelta de Bohemia. • La intervención danesa. • La intervención sueca. • La intervención francesa.

Tabla de contenidos

[ocultar]

• 1 Orígenes de la guerra • 2 La revuelta de Bohemia (1618-1625) • 3 La intervención danesa (1625-1629) • 4 La intervención sueca (1630-1635) • 5 La intervención francesa (1636-1648) • 6 La Paz de Westfalia • 7 Consecuencias • 8 Cronología

o 8.1 Interior • 9 Enlaces externos • 10 Bibliografía

Orígenes de la guerra

A mediados del siglo XVI, la frágil Paz de Augsburgo, un acuerdo firmado por Carlos I de España y los príncipes luteranos en 1555, había confirmado el resultado de la primera Dieta de Espira y en realidad había hecho acrecentar con el tiempo los odios entre católicos y luteranos. En dicha paz se había establecido que:

• Los príncipes alemanes (alrededor de 360 de ellos), podían elegir la religión (luteranismo o catolicismo) en sus reinos de acuerdo con su conciencia. Era el principio de cuius regio eius religio.

• Los luteranos que viviesen en un estado eclesiástico (bajo el control de un obispo), podían continuar siendo luteranos.

Page 68: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 207

• Los luteranos podían mantener el territorio que habían tomado a la Iglesia Católica desde la Paz de Passau (1552).

• Los obispos de la Iglesia Católica, que se convirtiesen al luteranismo tenían que entregar su diócesis.

En los inicios del siglo XVI se incrementaron las tensiones entre las naciones de Europa. España estaba interesada en los principados alemanes, debido a que Felipe II de España era un Habsburgo y tenía territorios alrededor de la frontera oeste de los estados alemanes (Flandes, el Franco Condado). Francia también estaba interesada en los estados alemanes porque deseaba sofocar el creciente poder de los Habsburgo que rodeaban su frontera este. Suecia y Dinamarca estaban interesadas en los estados germánicos del norte que rodeaban al Mar Báltico, por razones económicas. Durante la segunda mitad del siglo XVI las tensiones religiosas también se habían hecho más intensas. La paz de Augsburgo tuvo sus consecuencias a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI, ya que los obispos se negaban a abandonar sus obispados. De hecho, los términos del tratado de Augsburgo fueron utilizados para un resurgimiento del poder católico. Las tensiones y resentimientos entre católicos y protestantes no habían hecho sino crecer desde el tratado, y en muchos lugares de Alemania se destruían iglesias protestantes y había limitaciones y obstáculos al culto protestante. A disminuir estas tensiones no ayudó nada el calvinismo que se extendía por toda Alemania, lo que añadió otra religión a la región; los católicos de Europa central (los Habsburgo de Austria o los reyes de Polonia) estaban tratando de restaurar el poder del catolicismo.

Rodolfo II

Los Habsburgo estaban principalmente interesados en extender su poder, así que estaban a veces dispuestos a transigir y permitir el protestantismo. A la larga esto hizo mayores aún las tensiones. Rodolfo II (a la derecha), emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico y su sucesor, Matías, no practicaban una política catolicista agresiva, ya que estaban más interesados en incrementar el poder y las posesiones de los Habsburgo. Eran también muy tolerantes, lo que permitió que diferentes religiones se extendieran a su aire y que chocasen entre sí libremente. Suecia y Dinamarca (que querían controlar los estados alemanes del Mar Báltico) estaban mayoritariamente compuestas por luteranos. Estas tensiones estallaron con violencia en la ciudad alemana de Donauwörth en 1606. La mayoría luterana obstaculizó los intentos de los residentes católicos de hacer una procesión causando una revuelta violenta. Los católicos de la ciudad solicitaron la intervención del duque Maximiliano de Baviera en respaldo de los católicos. Fernando II, Emperador del Sacro Imperio, cuyas acciones provocaron la 2ª defenestración de Praga al enviar delegados a dicha ciudad Una vez hubo cesado la violencia, en Alemania los calvinistas, cuya religión estaba todavía en su infancia y constituían una minoría, se sintieron amenazados, y se agruparon en la Liga de la Unión Evangélica (también conocida como Liga Protestante), creada en 1608, bajo el liderazgo de Federico IV, el Príncipe elector del Palatinado. Este príncipe tenía en su poder el Palatinado de Renania, uno de los estados que España deseaba para sí a fin de proteger el camino español. Esto provocó que los católicos también se agrupasen en la Liga Católica, bajo el liderazgo del duque Maximiliano. El emperador del Sacro Imperio y rey de Bohemia, Matías, murió sin dejar heredero en 1617, pero habiendo testado a favor de su sobrino, Fernando de Estiria. Fernando, que al convertirse en rey de Bohemia y emperador del Sacro Imperio pasó a llamarse Fernando II, era un católico convencido que había sido educado por los jesuitas y quería restaurar el catolicismo. Por ello era impopular en Bohemia, la cual era predominantemente calvinista. El rechazo de Bohemia a Fernando fue el detonante de la Guerra de los 30 años

La revuelta de Bohemia (1618-1625)

Page 69: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 208

La ciudad de Praga en la actualidad con el castillo al fondo. Desde una ventana de esta fortaleza fueron arrojados los dignatarios católicos, dando comienzo a la Guerra de los 30 años La elección del católico Fernando II como emperador había puesto a la nobleza de Bohemia, de mayoría protestante, en una situación prácticamente de rebelión. Además, dado que la dignidad de rey de Bohemia se confería por elección, los bohemios eligieron como su líder a Federico V, Elector Palatino, (sucesor de Federico IV, que había sido creador de la Liga de la Unión Evangélica). Cuando Fernando II envió a dos concejales católicos, (Martinitz y Slavata) y sus representantes al castillo de Hradcany en Praga en Mayo de 1618, para preparar el camino a su llegada, los calvinistas de Bohemia los secuestraron y los arrojaron por una ventana del palacio.

Defenestración de Praga

Los dos dignatarios y el escriba que fueron arrojados cayeron sobre un montón de estiércol y no sufrieron lesiones importantes (al contrario que en la primera defenestración, acontecida 200 años antes y en la que murieron siete concejales). Este evento, conocido como la segunda Defenestración de Praga se toma como punto de referencia del comienzo de la rebelión bohemia, aunque la rebelión ya estaba gestándose mucho tiempo antes. Pronto el conflicto bohemio se extendió a la totalidad de los Países Checos, (Bohemia, Silesia, Lusacia y Moravia), que ya estaban divididos por enfrentamientos entre católicos y protestantes. Esta confrontación iba a encontrar muchos ecos en todo el continente europeo, viéndose afectada Francia y Suecia, inter alias. Si la rebelión bohemia hubiese permanecido limitada a un asunto puramente de la Europa central, la Guerra de los Treinta años podía haberse concluido en sólo 30 meses. Sin embargo, la debilidad tanto de Fernando como de los propios bohemios llevó a la extensión de la guerra al oeste de Alemania. Fernando se vio obligado a reclamar la ayuda de su sobrino, el rey Felipe IV de España. Los bohemios, desesparados por encontrar aliados frente al emperador, solicitaron ser admitidos en la Unión Protestante, liderada por el calvinista Federico V, Elector Palatino. Los bohemios acordaron que el Elector Palatino podría convertirse en rey de Bohemia si les permitía adherirse a la Unión y así quedar bajo su protección - sin embargo, otros miembros de los estados bohemios hicieron ofertas similares al duque de Saboya, al Elector de Sajonia y a Gabriel Bethlen de Transilvania. Los austríacos, que parecían haber interceptado todas las cartas que abandonaban Praga, hicieron públicas estas duplicidades y desentrañaron gran parte de este apoyo a los bohemios, particularmente en la corte de Sajonia. La rebelión fue inicialmente favorable a los bohemios. Gran parte de Austria septentrional, cuya nobleza era luterana y calvinista, se les unió (sin embargo, las simpatías religiosas de esta zona cambiarían en los siguientes años). La zona meridional de Austria se rebeló durante el año 1610. El conde Thurn llegó a llevar un ejército hasta los mismos muros de Viena. En el este, el príncipe protestante de Transilvania, Gabriel Bethlen, condujo una inspirada campaña en el interior de Hungría con las bendiciones del sultán turco. El emperador, que estaba ocupado en la Guerra Uzkok, se apresuró a formar un ejército para detener a los bohemios y sus aliados, que anegaban completamente su país. El conde Bucquoy, el comandante del ejército austríaco, derrotó a las fuerzas de la Unión Protestante lideradas por el conde Mansfeld en la Batalla de Sablat, el 10 de junio de 1619. Esto cortó las comunicaciones del conde Thurn con Praga, el cual abandonó el sitio de Viena inmediatamente. La derrota de los protestantes bohemios en Sablat también costó a los protestantes un importante aliado -Saboya-, que había sido durante mucho tiempo un oponente a la expansión de los Habsburgo y había enviado ya considerables sumas de dinero y tropas irregulares a las guarniciones de las fortalezas de Renania. La captura de la cancillería de campo de Mansfeld desenmascaró el complot de los saboyanos y forzó al avergonzado duque a abandonar la guerra. A pesar de la derrota de Sablat, el ejército del conde Thurn continuó existiendo como fuerza efectiva, y Mansfeld consiguió reformar su ejército más al norte, en Bohemia. Los estados de Austria septentrional y meridional, todavía en rebelión, firmaron una alianza con los bohemios a comienzos de agosto, y el día 22 Fernando fue depuesto oficialmente como rey de Bohemia, y sustituido por el Elector Palatino Federico V. En Hungría, incluso a pesar de que los bohemios habían renegado de la oferta de su corona, los transilvanos continuaron haciendo progresos sorprendentes, obligando a los ejércitos del emperador a retirarse de ese país en 1620.

Page 70: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 209

Los españoles enviaron un ejército desde Bruselas bajo las órdenes de Ambrosio Spinola para dar apoyo al emperador, y el embajador español en Viena, don Íñigo Oñate, convenció a la Sajonia protestante para intervenir contra Bohemia a cambio de ofrecerles el control sobre Lusacia. Los sajones invadieron, y el ejército español en el oeste evitó que las fuerzas de la Unión Protestante pudieran prestar auxilio. Oñate conspiró para transferir el título electoral del Palatinado al duque de Baviera a cambio de su apoyo a la Liga Católica. Johan Tzerclaes, Conde de Tilly, general de los ejércitos imperial y bávaro Bajo el mando del General Tilly, el ejército de la Liga Católica (que incluía a René Descartes en sus filas) pacificó el Austria septentrional, mientras que las fuerzas del emperador pacificaban el Austria meridional. Una vez unidos los dos ejércitos, se desplazaron hacia el norte, dentro de Bohemia. Fernando II derrotó decisivamente a Federico V en la batalla de la Montaña Blanca (en checo: Bílá Hora) cerca de Praga, en 1629. Bohemia permanecería en manos de los Habsburgo durante 300 años. Esta derrota provocó la disolución de la Liga de la Unión Evangélica y la confiscación de las posesiones de Federico V. El Palatinado renano fue entregado a nobles católicos, mientras que el título de Elector Palatino fue dado a su primo lejano el duque Maximiliano de Baviera. Federico V, aunque ya sin territorios, se convirtió en un exiliado prominente en el extranjero, granjeándose simpatías y apoyo a su causa en Provincias Unidas, Dinamarca y Suecia. Se trató de un golpe serio a las ambiciones protestantes en la región. La rebelión literalmente se hundió, y las amplias confiscaciones patrimoniales y supresiones de títulos nobiliarios bohemios preexistentes aseguraron que el país regresaría a la fe católica después de más de dos siglos de disidencias religiosas, que habían comenzado con la guerra husita. Los españoles, tratando de flanquear a los holandeses, en preparación para la inminente guerra provocada por la no renovación de la Tregua de los Doce Años, tomaron las tierras de Federico, el Palatinado de Renania. La primera fase de la guerra terminó completamente cuando Gabriel Bethlen de Transilvania firmó un tratado de paz con el emperador en junio de 1622, ganando algunos territorios en Hungría oriental. Algunos historiadores consideran el periodo entre 1621-1625 como una fase separada de la Guerra de los Treinta años, denominándola la fase del Palatinado. La catastrófica derrota del ejército protestante en la Montaña Blanca y la partida de Gabriel Bethlen significaron la pacificación de la Alemania oriental. La guerra en el oeste, concentrada en la ocupación del Palatinado, consistió en batallas mucho más pequeñas que las que vieron las campañas bohemia y húngara y con un uso mucho mayor del asedio. Mannheim y Heidelberg cayeron en 1622, y Frankenthal en 1623. Con ello el Palatinado estaba en manos del emperador. El resto del ejército protestante, guiado por Mansfeld, hizo un intento de alcanzar la frontera holandesa. Tilly los flanqueó en Stadtlohn el 6 de agosto de 1623, y sólo un tercio del ejército de Mansfeld de 21.000 hombres consiguió escapar a la batalla. Agotado de suministros, recursos humanos y financiación, el ejército de Mansfeld se dispersó en 1624. Cabe resaltar que este hecho fue practicamente decisivo para el transcurso de la guerra.

La intervención danesa (1625-1629)

El Periodo Danés comenzó cuando el rey Cristian IV de Dinamarca (1577-1648), un luterano convencido, temiendo que la soberanía de Dinamarca como nación protestante fuese amenazada, ayudó a los alemanes guiando un ejército contra el Sacro Imperio. Cristian IV había sacado abundante provecho de sus políticas en el norte de Alemania (Hamburgo había sido forzada a aceptar el protectorado danés en 1621, y en 1623 el heredero de Dinamarca fue nombrado obispo de Bremen-Verden). Cristian IV se había desempeñado francamente bien como administrador, y había conseguido para su reino un nivel de estabilidad y riqueza que no había sido igualado en ninguna parte de Europa y que se había beneficiado también de las aportaciones

Page 71: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 210

económicas de las aduanas en el Skaggerak y de las extensas reparaciones de guerra por Suecia. El único país en Europa con una posición financiera comparablemente fuerte fue, irónicamente, Baviera. También ayudó a ello el que el regente francés, el Cardenal Richelieu, estaba deseando pagar por una incursión danesa en Alemania. Cristian invadió al frente de una tropa mercenaria de 20.000 hombres, pagada casi completamente con su fortuna personal. Albrecht von Wallenstein, general bohemio al servicio de Fernando II

Para enfrentarse a esta fuerza, Fernando II empleó la ayuda militar de Albrecht von Wallenstein, un noble bohemio. Wallenstein prometió a Fernando II un ejército de entre 30.000 y 100.000 soldados a cambio del derecho a saquear los territorios capturados. Cristian, que no conocía nada sobe la existencia de Wallenstein cuando efectuó la invasión, fue forzado a retirarse antes de que su ejército fuese aniquilado por el ejército de Wallenstein y el de Tilly. La suerte de Cristian empeoró aún más cuando todos los aliados con los que pensaba que contaba se vieron forzados a abandonarle. Tanto Inglaterra como Francia pasaban por sendas guerras civiles. Suecia estaba en guerra con Polonia, y ni Brandemburgo ni Sajonia parecían tener intenciones de hacer nada que alterase la tenue paz en Alemania oriental. Wallenstein derrotó al ejército de Mansfeld en la batalla del Puente de Dessau (1626), y el general Tilly derrotó a los daneses en la batalla de Lutter (1626).

Mansfeld murió unos meses después de enfermedad, exhausto y avergonzado por la batalla que le había costado la mitad de su ejército. El ejército de Wallenstein entonces marchó hacia el norte, ocupando Mecklemburgo, Pomerania y finalmente la propia Jutlandia. Sin embargo fue incapaz de tomar la capital danesa en la isla de Seeland sin una flota, y ni los puertos hanseáticos ni los polacos permitieron que se construyese una flota imperial en el Báltico. Entonces optó por sitiar Stralsund, el único puerto beligerante del Báltico con instalaciones para construir una flota que pudiese tomar las islas danesas. Sin embargo, el costo del sostenimiento de las operaciones de Wallenstein era desorbitado, particularmente si se comparaba con lo que pudiera haberse ganado en la guerra con Dinamarca. Por esto se llegó finalmente al tratado de Lübeck (1629), por el que Cristian IV renunció a su apoyo a los protestantes alemanes para poder mantener su control sobre Dinamarca. En los siguientes dos años se subyugaron más tierras a los poderes católicos. La Guerra de los Treinta Años podría haber terminado con el periodo danés, pero la Liga Católica persuadió a Fernando II de que intentase recuperar las posesiones luteranas que, en aplicación de los acuerdos de la Paz de Augsburgo, pertenecían por ley a las iglesias católicas. Estas posesiones estaban descritas en el Edicto de Restitución de 1629, e incluían dos arzobispados, dieciséis obispados y cientos de monasterios. Los nobles y campesinos preferían abandonar sus tierras en Bohemia y Austria antes que convertirse. Mansfeld y Gabriel Bethlen, los primeros oficiales de la causa protestante, murieron en el mismo año. Sólo el puerto de Stralsund, abandonado por todos sus aliados, se mantenía frente a Wallenstein y el emperador.

La intervención sueca (1630-1635)

Algunas personas en la corte de Fernando II creían que Wallenstein deseaba tomar control de los príncipes alemanes y restaurar el poder del emperador sobre Alemania bajo su control. Fernando II destituyó a Wallenstein en 1630. Más tarde lo volvería a llamar después de que los suecos, bajo el mando del rey Gustavo II Adolfo, atacasen el imperio y prevaleciesen en unas cuantas batallas significativas. Gustavo II Adolfo, como previamente había hecho Cristián IV, acudió en ayuda de los luteranos alemanes para prevenir una posible agresión católica a su país y para obtener influencia económica en los estados alemanes situados alrededor del mar Báltico. También, como Cristián IV, Gustavo II Adolfo fue subvencionado por Richelieu, el primer ministro del rey Luis XIII de Francia, y por las Provincias Unidas. Desde 1630 hasta 1634

Page 72: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 211

hizo retroceder a las fuerzas católicas y recuperó una gran parte de las tierras protestantes ocupadas, tomando Pomerania e invadiendo Magdeburgo. Victoria de Gustavo Adolfo de Suecia en la Batalla de Breitenfeld Fernando II dependía de la Liga Católica, ya que había cesado a Albrecht von Wallenstein. En la Batalla de Breitenfeld (1631), Gustavo II Adolfo derrotó a la Liga Católica comandada por el general Tilly. Un año después se encontraron de nuevo, y esta vez el general Tilly resultó muerto en el río Lech (1632) mientras ofrecía resistencia a la invasión sueca del Palatinado. Esto obligó a Fernando II a volver a llamar a Wallenstein. Muerte del rey Gustavo Adolfo en la Batalla de Lutzen Wallenstein y Gustavo II Adolfo de Suecia chocaron en la batalla de Lützen, en 1632, donde los suecos prevalecieron, pero con la pérdida del rey en Leipzig. Finalmente, en 1634 los suecos fueron derrotados en la Batalla de Nördlingen por el cardenal-infante don Fernando de Habsburgo, al mando de tropas españolas que acudieron en ayuda de los católicos desde la posesión española de Milán. Las sospechas de Fernando II sobre Wallenstein volvieron a aparecer en 1633, cuando Wallenstein intentó arbitrar en las diferencias entre los bandos católico y protestante. Es posible que Fernando II temiese que Wallenstein cambiase de lado, y dispuso las cosas para arrestarlo tras retirarle de nuevo el mando. Uno de los soldados de Wallenstein, el capitán Devereux, lo asesinó cuando intentaba contactar con los suecos en la casa consistorial de Cheb (Eger en alemán), el 25 de febrero de 1634. Después de aquello, ambos lados se encontraron para entablar negociaciones, y el periodo sueco terminó por medio de la Paz de Praga (1635), según la cual:

• Se restableció la fecha, 1552, que la Paz de Augsburgo había establecido como aquélla a partir de la cual las posesiones en tierras de los protestantes y católicos permanecerían sin cambios, lo cual anuló a todos los efectos el Edicto de Restitución.

• El ejército del emperador y los ejércitos de los estados alemanes quedaron unidos como único ejército del Sacro Imperio Romano.

• Prohibió que los príncipes alemanes estableciesen alianzas entre ellos. • Se legalizó el calvinismo. • Resolvió las cuestiones religiosas de la Guerra de los Treinta años.

Este tratado, sin embargo, no satisfizo a los franceses, ya que los Habsburgos continuaban siendo muy poderosos. Los franceses entonces desencadenaron el último periodo de la Guerra de los Treinta Años, llamado el Periodo Francés.

La intervención francesa (1636-1648)

Francia, aunque era un país católico, rivalizaba con el Sacro Imperio Romano y España, y ahora entró en la guerra en el bando protestante. El Cardenal Richelieu, primer ministro de Luis XIII de Francia, pensó que los Habsburgos todavía eran demasiado poderosos, ya que mantenían en su poder varios territorios en la frontera este de Francia y tenían influencia en las Provincias Unidas. Por lo tanto, Francia se alió con los holandeses y con Suecia. España, en represalia, destruyó las provincias francesas de Champaña y Borgoña, e incluso amenazó París en 1636 en la campaña de Francia de 1636. El general imperial Johan von Werth y el comandante español, el cardenal-infante don Fernando, llevaron a cabo

Page 73: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 212

campañas exitosas. Finalmente Bernhard de Weimar-Sajonia derrotó a los imperiales y llegó a amenazar su permanencia en suelo francés en la batalla de Compiegne. Siguieron muchas batallas, pero ningún bando obtuvo en ellas ventajas claras. En 1642, el Cardenal Richelieu murió. Un año después lo siguió Luis XIII. Luis XIV subió al trono a la edad de 5 años. Su regente, el Cardenal Mazarino comenzó a trabajar para restaurar la paz. En 1643 las tropas de Felipe IV -quien hacía frente en la península a la rebelión de Cataluña- eran derrotadas en la fortaleza de Rocroi. El 1645, el mariscal sueco Lennart Torstensson derrotó a un ejército imperial en la batalla de Jankau, cerca de Praga, y Luis II de Borbón, Príncipe de Condé, derrotó al ejército bávaro en la batalla de Nördlingen (1645). El último comandante con talento de los católicos, el conde Franc von Mercy, murió en la batalla. Batalla de Lens, 1648 En 1647 Francia y Suecia invadieron Baviera y forzaron a Maximiliano I, duque de Baviera, a firmar el 14 de marzo de 1647 la Tregua de Ulm y renunciar a su alianza con el Sacro Imperio Romano. En otoño rompió la tregua y volvió con los imperiales. En 1648 los suecos y los franceses derrotaron al ejército imperial en las batallas de Zusmarhausen y Lens. Únicamente los territorios de la propia Austria permanecieron seguros en manos de los Habsburgos.

La Paz de Westfalia

El ejército francés del Príncipe de Condé derrotó a los españoles en la Batalla de Lens en 1648, la cual fue seguida de negociaciones. En estas negociaciones estuvieron Fernando III, emperador del Sacro Imperio Romano, Francia, España, Provincias Unidas, Suiza, Suecia, Portugal y representantes del Papa. La paz de Westfalia en 1648 fue el resultado de estas negociaciones. Las ideas centrales de la paz de Westfalia fueron:

• La Paz de Praga fue incorporada en la Paz de Westfalia (la cual incorporaba también la Paz de Augsburgo, aunque las fechas de las posesiones de tierra que habían sido establecidas por medio de la Paz de Praga fueron de nuevo establecidas de 1627 a 1624, lo cual favoreció a los protestantes). Los calvinistas fueron, de esta forma, reconocidos internacionalmente, y el Edicto de Restitución fue de nuevo rescindido. La primera Dieta de Speyer fue aceptada internacionalmente.

• Redistribuciones territoriales: o Francia obtuvo el arzobispado de Metz, Tourdum y toda la Alsacia excepto Estrasburgo y

Mulhouse. También adquirió voto en la Dieta Imperial Germánica. o Suecia obtuvo la Pomerania occidental y los arzobispados de Bremen y Stettin. También

obtuvo el control sobre la desembocadura del Oder, Elba y Weser. Al igual que Francia, obtuvo voto en la Dieta Imperial Germánica.

o Baviera adquirió voto en el Consejo Imperial de Electores. o Brandemburgo (Prusia) obtuvo la Pomerania oriental y el arzobispado de Magdeburgo. o Suiza fue reconocida como nación completamente independiente. o Provincias Unidas fue reconocida como nación independiente (antes de su rebelión, cien años

antes, había sido parte de la monarquía Habsburgo). o A los estados alemanes (alrededor de 360), se les dio el derecho de ejercer su propia política

exterior, pero no podían emprender guerras contra el emperador del Sacro Imperio Romano. El imperio, como totalidad, todavía podía emprender guerras y firmar tratados.

o Se abolió la posibilidad de elección del emperador romano vivente imperatore (en vida del emperador reinante).

o Los Palatinados fueron divididos entre el restablecido Elector Palatino Carlos Luis (hijo y heredero de Federico V) y el Elector-Duque Maximiliano de Baviera (lo que significaba la

Page 74: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 213

división entre protestantes y católicos). Carlos Luis obtuvo el Bajo Palatinado (Palatinado renano) y Maximiliano mantuvo el Alto Palatinado.

La historiografía ha señalado La paz de Westfalia como la paz en la que se creó el primer sistema internacional, se abogó por la secularización de la política -acabando así con las guerras de religión-, y edificando el primer paso hacia la destrucción de la sociedad corporativa en beneficio del ideario individualista esbozado en El Leviatán (Hobbes), donde las personas ceden libremente su capacidad de actuar violentamente y así como su voluntad en beneficio del príncipe, quien pasa a centralizar la violencia.

Consecuencias

La devastación causada por la guerra ha sido durante mucho tiempo objeto de controversia entre los historiadores. Las estimaciones de pérdidas civiles entre la población de Alemania de hasta el treinta por ciento son tratadas ahora con cautela. Es casi completamente cierto que la guerra causó un trastorno serio a la economía de la Europa Central, pero es posible que no haya hecho más que exacerbar los cambios en términos de comercio, causados por otros factores. El resultado inmediato de la guerra, y que sin embargo iba a perdurar durante cerca de dos siglos, fue la consagración de una Alemania dividida entre muchos territorios, todos los cuales, a pesar de su continuidad en la pertenencia al imperio hasta la formal disolución de éste en 1806, tenían soberanía de facto. Se ha especulado que esta debilidad fue una de las causas subyacentes al posterior militarismo alemán. La Guerra de los Treinta Años reestructuró la distribución de poder previa. La decadencia de España se hizo claramente visible. Mientras España estuvo ocupada con Francia durante el periodo francés, Portugal declaró su independencia (había permanecido bajo dominio español desde que Felipe II tomó el control del país después de que el rey portugués muriese sin dejar herederos). La familia Braganza se convirtió en la casa gobernante de Portugal. Francia fue vista a partir de entonces como el poder dominante en Europa. Durante los últimos años de la Guerra de los Treinta Años, Suecia se vio envuelta en un conflicto con Dinamarca, entre 1643 y 1645, denominado la Guerra Torstenson. El resultado favorable de este conflicto y la conclusión de la guerra en Europa por medio de la Paz de Westfalia ayudaron a establecer a la Suecia post-bélica como un gran poder en Europa. Los edictos acordados durante la firma del Tratado de Westfalia fueron instrumentos para sentar los fundamentos de lo que todavía hoy son consideradas como las ideas centrales de la nación-estado soberana. Se acordó que los ciudadanos de las respectivas naciones debían atenerse primera y con más importancia a las leyes y designios de sus respectivos gobiernos en lugar de a las leyes y designios de los poderes vecinos, ya fuesen religiosos o seculares. Esta certidumbre contrastaba mucho con los tiempos precedentes, en los que el solapamiento de lealtades políticas y religiosas era un acontecimiento común.

Guerra de los Treinta años (Versión 3) Inicio: Año 1500 Fin: Año 1660

Antecedentes

Europa en guerra: 1600-1660 Siguientes

Causas del conflicto La revuelta bohemia

Extensión del conflicto Generalización de la guerra

Page 75: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 214

Paz de Westfalia Guerra franco-española

Paz del Norte

Antecedentes Al iniciarse el siglo XVII, las relaciones internacionales seguirán manteniendo las mismas coordenadas que en el Quinientos. La Casa de Habsburgo, aunque separada en dos ramas, mantendrá una presencia hegemónica en todo el Continente, en cada uno de cuyos frentes tendrá intereses que defender. En el imperio continuaba la discusión sobre si el camino hacia un Estado fuerte y centralizado se realizaría en el marco imperial, con el emperador como soberano absoluto, o en el seno de cada uno de los Estados alemanes, quedando el emperador como mero título simbólico. Francia no perderá de vista el principal objetivo de su política exterior, la ruptura del cerco de los territorios de los Habsburgo, que le llevará a una serie de enfrentamientos directos o indirectos contra sus rivales. Las Provincias Unidas continuarán la búsqueda de su independencia, tanto de España como del Imperio. Inglaterra perseguirá convertirse en una gran potencia económica y comercial. En el área nórdica, Dinamarca y Suecia se disputarán la hegemonía en la zona con éxito para la segunda, sin que ni Brandeburgo ni Rusia puedan optar a una presencia relevante. En la Europa oriental, Polonia-Lituania mantendrá una presencia dominante, pese a todos los síntomas de decadencia, del mismo modo que el Imperio otomano, en plena crisis interior, continuará siendo el gran peligro por el Sur.

Causas del conflicto

En un conflicto largo y complejo, en el que intervinieron muy variados contendientes, se entrecruzaron un haz de causas de carácter religioso, político y económico. La guerra de los Treinta Años es una guerra religiosa, en la que estaba en juego la coexistencia de las tres religiones -católica, luterana y calvinista- con importante presencia en el Imperio y en Europa. A comienzos del siglo XVII, la situación interior del Imperio, aquietada tras la Dieta de Augsburgo de 1555, estaba de nuevo en ebullición. A pesar de la política religiosa conciliadora de Maximiliano II, el contrarreformismo se había extendido profusamente por los territorios Habsburgo desde que en 1550 el jesuita Pedro Canisio hubiese llegado por primera vez a Austria. El sucesor de Maximiliano, Rodolfo II, educado en España bajo la mirada de su tío Felipe II, alentó el contrarreformismo con un empeño que soliviantó los ánimos, tanto más cuanto que, abstraído en su propio mundo de alquimia y arte, no le acompañaban las mejores dotes del buen gobernante. En las tierras que, siguiendo la costumbre de los Habsburgo, los hermanos de Maximiliano II habían heredado de su padre -Fernando, el Tirol y el Austria anterior, y Carlos, Estiria, Carintia, Carniola y Gorizia- también habían desarrollado una activa política contrarreformista, al igual que otros Estados del Imperio, sobre todo Baviera. A la vez que ganaba posiciones el catolicismo militante, lo hacía la Reforma. En Austria, los protestantes habían alcanzado un sólido papel en las dietas territoriales y las finanzas y habían entrado en contacto con los reformados de Bohemia y Hungría, y aun de Alemania. Pero, en general, se hallaban debilitados por las disputas entre calvinistas y luteranos. Esta tensa situación religiosa ponía a prueba la paz conseguida en Augsburgo en cada sucesión de un principado eclesiástico: las guerras de Aquisgrán (1593-1598), de Colonia (1600) y de Estrasburgo (1592-1604) enfrentan a católicos y protestantes. El resultado es la formación de la Unión Evangélica, en 1608, por los príncipes alemanes protestantes, dirigida por el elector palatino, que cuenta con la ayuda de Francia, Inglaterra y Provincias Unidas. Como respuesta, en 1609, los católicos se unen en una Liga, por la iniciativa de Maximiliano de Baviera. Junto a las tensiones religiosas coexistían las derivadas del enfrentamiento entre fuerzas centrípetas y centrífugas en el imperio, reproducidas en el seno de los Estados patrimoniales de los Habsburgo. Los sucesores de Maximiliano II no sólo no tenían la habilidad requerida para tratar los deseos autonomistas de sus súbditos, sino que demostraron una especial torpeza para tratar temas tan delicados. De este modo provocó Rodolfo II la sublevación húngara de 1604-1606, al decidir que las Dietas locales no tenían atribuciones sobre asuntos religiosos e imponer fuertes medidas represivas contra la herejía, medida imprudente teniendo en cuenta que en Hungría sólo restaba una pequeña minoría fiel a Roma. La misma intransigencia manifestó Matías I al incumplir las promesas de autonomía religiosa a los bohemios, reflejadas en la ratificación de la Carta de

Page 76: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 215

Majestad, otorgada en 1609 por su antecesor Rodolfo II. La debilidad manifestada por los Habsburgo contribuyó a la extensión europea del conflicto. Por un lado se encontraba España, inquieta por el desfallecimiento progresivo de la rama austriaca, cuya alianza necesitaba para mantener la comunicación entre los eslabones de la cadena interrumpida que formaban sus territorios de Milán a los Países Bajos. Con la Tregua de los Doce Años a punto de expirar, la necesidad de asegurar el camino de sus tropas se hacía perentorio. La política francesa se encontraba en permanente alerta para crear dificultades a sus enemigos Habsburgo. La regencia de María de Médicis, tras el asesinato de Enrique IV en 1609, obligó a un acercamiento a la España católica. Sin embargo, a pesar de las diferencias religiosas, el apoyo de Richelieu, artífice de la política francesa desde 1624, a los príncipes protestantes era el fin natural de una política exterior que tendía siempre a herir a su principal enemigo, España. El control que, de forma directa o indirecta, ésta ejercía sobre la mayor parte de Italia, va a convertir a la península italiana en el escenario favorito de los enfrentamientos franco-españoles, sobre todo el Norte, dada la situación geográfica del ducado de Milán, clave para las comunicaciones entre las diversas partes de la Monarquía española. Tampoco los problemas en el área báltica resultaban ajenos al Imperio, algunos de cuyos Estados eran ribereños y mantenían estrechas relaciones, sobre todo económicas, con los países escandinavos. Los intentos españoles de estrangulamiento del comercio holandés en el Báltico acabarán involucrando a Suecia y Dinamarca, ya que los holandeses eran los principales abastecedores de sus respectivas Cortes y aportaban la mayor parte de los derechos aduaneros que cobraba el rey danés. Por otra parte, la extensión de la Reforma luterana será un nuevo factor de unión entre ambas orillas.

La revuelta bohemia En Bohemia los no católicos (luteranos, calvinistas y Hermanos Bohemios, herederos de los hussitas del siglo XV) constituían la mayor parte de la población, pese a los intentos contrarreformistas de la religión romana. En su capital, Praga, había fijado su residencia el emperador Rodolfo II (1576-1612), que en 1609 otorgó la Carta de Majestad, por la que prometía a sus súbditos bohemios el derecho a la libre elección de religión. Su hermano y sucesor Matías I ratificó este privilegio a cambio de ser reconocido rey, acuerdo que incumplió convirtiéndose en abanderado del catolicismo. Siendo viejo y sin sucesión, consiguió la renuncia de sus hermanos los archiduques Maximiliano y Alberto, en las mismas circunstancias, y eligió como sucesor a su sobrino Fernando de Estiria, que había demostrado gran decisión en la imposición de la Contrarreforma. En marzo de 1618, se convocó la Dieta de Bohemia para tratar de la defensa de la Carta de Majestad y solicitar al emperador que depusiese su política procatólica. En lugar de ceder, Matías la conminó a disolverse. Reunida otra vez en mayo, se le ordenó de nuevo la disolución, ante lo cual los parlamentarios se dirigieron a la Cámara del Consejo de Regentes y arrojaron por la ventana a dos de los regentes más destacados por su catolicismo y a un secretario (23 de mayo). Tras la "Defenestración de Praga", los rebeldes constituyeron un gobierno provisional y reclutaron un ejército para hacer frente al poder imperial. En estos momentos murió Matías, y los sublevados no aceptaron a Fernando como rey de Bohemia. Eligieron en su lugar a Federico V del Palatinado, líder de la Unión Evangélica (26-27 de agosto). El 28 de agosto de 1619 Fernando de Estiria fue elegido emperador, con la esperanza de terminar con la crisis del Imperio. De este modo, el incidente checo se convirtió en un problema imperial, que pronto derivará en problema de toda Europa. Desde el inicio de la rebelión ambas partes habían establecido contactos para afirmar sus posiciones. El emperador encontró aliados con mayor facilidad, y su pariente Maximiliano de Baviera, los príncipes de la Liga Católica y Felipe III de España le prometieron su colaboración activa. Por el contrario, Federico tropezó con la reticencia de Jacobo I, pese a su parentesco con el príncipe palatino, el rechazo de Luis XIII, que acababa de sufrir un intento de rebelión de sus propios protestantes, y la abstención de la Unión Evangélica, minada por rivalidades internas. El ejército imperial, formado por tercios españoles provenientes de Flandes y por tropas bávaras, controló la situación en Austria, invadió Bohemia y consiguió la victoria decisiva de la Montaña Blanca (noviembre de 1620). A partir de entonces fueron sometidos los bohemios y su Corona dejó de ser electiva para adscribirse a la dinastía Habsburgo, que impondrá una progresiva germanización del territorio y la reacción religiosa católica. La última resistencia de Federico V, apoyada por ciertos príncipes de la Unión Evangélica, fue aplastada en 1621-1622. La Dieta de Ratisbona de 1623 privó al conde palatino de la dignidad electoral, que fue entregada a Maximiliano de Baviera, recompensado además con el Alto Palatinado. Además de la Valtelina, ocupada en 1620, España consiguió el Bajo Palatinado, conexión entre sus posesiones italianas y los Países Bajos.

Page 77: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 216

Extensión del conflicto

Varios factores explican la continuación de la guerra y la ampliación del marco de operaciones y del número de participantes. Por un lado, Fernando extremó su política represora en Bohemia, el Palatinado y la propia Austria, y sus modos decididamente a favor de incrementar el poder imperial no sólo molestaron a la Unión, sino a los propios príncipes católicos, críticos también ante la entrega por el emperador del mando de sus tropas a Wallenstein, noble bohemio católico. Por otro, en 1621 terminó la Tregua de los Doce Años entre España y las Provincias Unidas, y poco después, en 1623, Olivares accedió al poder mostrándose partidario de una política decididamente favorable a la reafirmación del poder real en todos sus territorios. Por tanto, la guerra entre los antiguos contendientes se reanudará, tanto más cuanto que los holandeses habían aprovechado la paz para atacar al Imperio portugués, envenenando las relaciones entre España y Portugal, y para financiar la subversión contra el poder español y la religión católica. Así, la guerra difícilmente iba a ser más costosa que la tregua. En este ambiente, la Liga Católica planteó el problema de los bienes eclesiásticos secularizados desde 1552, cuya restitución proyectaba exigir. No sólo se opondrán a la posible restitución los príncipes protestantes, sino Cristian IV de Dinamarca, que como duque de Holstein era príncipe del Imperio y que pretendía para su hijo los obispados de Verden y Bremen, lo que facilitaría el control danés sobre el comercio del norte de Alemania. Luterano, el rey danés se mostraba dispuesto a apoyar a los príncipes de esta misma confesión, preocupado además por la posibilidad de que Suecia adoptase el papel de protectora de los protestantes alemanes, con la consiguiente influencia sobre ellos. De cualquier forma, su intervención fue decepcionante por cuanto fue vencido en Lutter (1626) por las tropas de la Liga Católica, dirigida por Tilly, y obligado a retroceder a su país. Los imperiales ocuparon los ducados de Schleswig y Holstein y la misma Jutlandia (1627), y más tarde Mecklemburgo y la Pomerania (1628). Por la paz de Lübeck (1629) Dinamarca renunció a su participación en la guerra y a los obispados de Sajonia, pero se le restituyeron las tierras conquistadas por la Liga. Poco antes, el emperador Fernando II había promulgado el Edicto de Restitución, no sólo haciendo forzosa la devolución de las tierras secularizadas desde 1552, sino deponiendo de sus cargos a los calvinistas, medida que suponía una recatolización del norte de Alemania y que inmediatamente provocó la respuesta de los Estados protestantes. Francia no había participado hasta estos momentos en la guerra más que colateralmente, incitando a la intervención a los príncipes de la Unión o al rey danés, sembrando discordia entre la Liga y el emperador y provocando la insurrección de territorios dependientes de los Habsburgo. En dos ocasiones se había decidido a una intervención militar para frenar algún intento expansionista de la Monarquía española. Cuando en 1621 España consiguió la Valtelina, el paso más seguro entre Milán y el Tirol, Francia decidió restaurar la situación inicial mediante el envío de tropas, que consiguieron el objetivo. Así, Richelieu a su llegada al poder, en 1624, encontró una política decididamente anti-Habsburgo e intervencionista, que, facilitada por la rendición de la Rochelle en 1629, continuó con ocasión de la sucesión del ducado de Mantua y Monferrato, para los que España y Francia tenían distintos candidatos de la familia Gonzaga. Tras la guerra (1628-1630), Francia impuso, por la paz de Cherasco (1631), al francés Carlos Gonzaga, duque de Nevers, consiguiendo además Pinerolo y Perosa, plazas de acceso a la Lombardía. Sin embargo, Francia no estaba aún preparada para una intervención directa en el Imperio, por lo que se decidió a apoyar a un nuevo contendiente que se enfrentase a los Habsburgo: Suecia. La hegemonía católica en la costa báltica de Alemania que podía resultar del Edicto de Restitución, decidió la intervención de Gustavo Adolfo de Suecia. El descrédito conseguido por Dinamarca facilitaba sus posibilidades de lograr el dominio del mar Báltico, y la guerra contra el emperador podía facilitarle el camino. Su sincero luteranismo, por otra parte, no se resignaba a dejar que las tropas católicas impusiesen el Edicto en los Estados reformados. Para facilitar su intervención, Richelieu decidió prestarle ayuda económica, estipulada por el Tratado de Bärwalde de 1631 en un subsidio anual de un 1.000.000 de libras, a cambio de su intervención contra los Habsburgo, siempre que respetase la religión católica en las tierras conquistadas. Todos los príncipes protestantes, incluso los que como el duque de Sajonia habían permanecido fieles al emperador, se alinearon al lado de Gustavo Adolfo ante las acciones brutales del ejército imperial en su política de restauración. El bando católico, por el contrario, se encontraba debilitado por las actitudes dominantes de Fernando III. La Dieta de Ratisbona de 1630, instigada por la diplomacia francesa, se negó a reconocer al príncipe Fernando como rey de romanos y obtuvo la destitución de Wallenstein y la disolución de su ejército. Gustavo Adolfo, ya vencedor sobre Dinamarca, Polonia y Rusia, se introdujo fácilmente en Alemania, consiguiendo una resonante victoria en Breitenfeld (1631). A partir de ahí, incumpliendo el pacto con Francia, implantó el luteranismo en los países que atravesó en el norte de Alemania, Renania, Franconia y el valle del Main, hasta llegar a Baviera, donde tomó Munich. Ante la necesidad, la Liga se reconcilió con el emperador, y el ejército

Page 78: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 217

de Wallenstein logró hacer retroceder a Gustavo Adolfo, que sin embargo fue capaz de imponerse en la batalla de Lützen (1632), donde perdió la vida. El desconcierto que este hecho supuso para el ejército sueco fue superado por el canciller Axel de Oxenstierna, que logró reagrupar a los aliados en la Liga de Heilbronn (1633). En el bando católico la desorientación por la derrota fue aún mayor y Wallenstein fue destituido, bajo la sospecha de alta traición por haberse extralimitado en sus funciones e intentado mediar entre ambas partes, antes de ser asesinado en 1634 por orden imperial. Sin embargo, las tropas españolas del cardenal infante infligieron a los suecos la derrota de Nördlingen (1634), última acción victoriosa española en la arena internacional, que invirtió la situación y obligó a los protestantes a firmar la paz de Praga (1635), que mantenía la paz de 1555, suspendía por cuarenta años la aplicación del Edicto de Restitución de 1629 y decretaba la disolución de ambas Ligas. Generalización de la guerra

La situación favorable obtenida por la Casa de Habsburgo tras la paz de Praga decidió a Richelieu a la actuación directa, ofreciendo su alianza a Holanda y Suecia en 1635. Más tarde Saboya y Sajonia-Weimar se unirán a la guerra en el bando protestante y por su parte el voivoda de Transilvania atacará Hungría. La guerra multiplica así sus frentes, abiertos en los Alpes y en la llanura del Po, en el Rosellón y en los Países Bajos, en el Atlántico, el Báltico y el Mediterráneo. Pese a que en los primeros años el ejército español y el imperial obtuvieron los mayores triunfos, en los Países Bajos y en Borgoña, desde 1637 la guerra se vuelve claramente en su contra, complicada con los levantamientos independentistas, en 1640, de Cataluña y Portugal, alentados por Francia. El ejército francés, dirigido por el joven Condé, consiguió detener a los tercios españoles en Rocroi, derrota de la que ya no volvieron a recuperarse. El ejército sueco, mientras, derrotó a Dinamarca, que en esta ocasión apoyaba a los imperiales y que tras la paz de Brömsebro (1645) es eliminada definitivamente de la lucha por la hegemonía báltica. Las rebeliones de Nápoles y Sicilia contra España (1647) y la derrota de Baviera en Züsmarshausen (1648) dejaron muy debilitados a los aliados del emperador Fernando III. Las conversaciones de paz que se venían intentando desde comienzos de los años cuarenta se precipitaron, y en 1648 se firmó la paz de Westfalia.

Paz de Westfalia

Los acuerdos de Westfalia se llevaron a cabo en dos congresos, el de Münster, donde se reunieron los príncipes y Estados católicos, y el de Osnabrück, donde negociaron los protestantes con representantes imperiales. Entre los dos se repartieron unos 200 representantes de países que en muchos casos llevaban años negociando acuerdos parciales. Todo ello da idea de la complejidad de los temas a tratar, sobre los que sin embargo consiguieron ponerse básicamente de acuerdo entre todos, con el resultado de un nuevo ordenamiento imperial y europeo. Algunas cuestiones quedaron, sin embargo, pendientes. España y Francia continuaron en guerra hasta la Paz de los Pirineos de 1659, en la que se reguló asimismo el contencioso existente entre Francia y el ducado de Lorena, que había unido su causa a la española. Aparte de la resolución de los problemas de orden internacional, en Westfalia nació un nuevo orden imperial y sus acuerdos fueron considerados ley del Imperio; de ahí que los juristas alemanes llamen a esta paz Constitución (Constitutio Westphalica), que sirvió de base al Imperio mientras existió. El nuevo estatuto jurídico-político imperial, en respuesta a la reivindicación de las libertades germánicas por parte de los príncipes, consagró una Alemania parcelada y desunida, que derivó hacia una atomización absolutamente inoperante. El emperador renunció definitivamente a sus aspiraciones centralizadoras, mientras que se reforzó la autonomía de los 350 Estados (ius territoriale), que tendrán derecho decisorio sobre asuntos como la paz, la guerra, las alianzas y las relaciones diplomáticas (ius belli et pacis), es decir, a su propia política exterior (ius foederis). La Dieta tendrá atribuciones legislativas, económicas y militares, pero continuará dependiendo del emperador para su convocatoria y para convertir en leyes sus decisiones, mientras que aquél no podrá imponerle una deliberación ni hacerle revisar un tema sobre el que ya se haya pronunciado. La Dieta Imperial se convertirá, desde 1663, en un congreso permanente con sede en Ratisbona, formado por el Colegio de los príncipes electores, el de los príncipes del Imperio y el de 51 ciudades imperiales. En el orden religioso, Westfalia supuso para Alemania el fin de todas las disputas habidas desde el inicio de la Reforma. Así, se amplió la paz de Augsburgo de 1555, fuente de problemas desde el momento de su nacimiento, extendiéndose a los calvinistas las ventajas de la paz, con el mismo rango que los luteranos. 1624, fecha situada entre el inicio de la guerra y la promulgación del Edicto de Restitución, fue considerado año de referencia para encontrar un punto medio tanto para la situación

Page 79: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 218

confesional como para el destino de las propiedades eclesiásticas. Aunque se mantenía el derecho del príncipe a cambiar de confesión religiosa (ius reformandi), ello no implicaba la imposición forzosa de la nueva religión a sus súbditos. La paridad entre protestantes y católicos se hizo norma para el reparto de cargos imperiales, con objeto de evitar la formación de mayorías. Se separó a los Estados imperiales en cuerpos, el "corpus evangelicorum" y el "corpus catholicorum", para la decisión sobre los asuntos religiosos, en vez de la mayoría de votos. No significaron estas decisiones la libertad religiosa total ni la tolerancia, puesto que la intransigencia de las tres confesiones oficiales obligará a exiliarse a los que no acepten la de su príncipe y hará difícil la vida de los que practicaban otras, que quedaron fuera de la ley. Por lo demás, la desaparición del confesionalismo único hizo desaparecer la autoridad papal en temas internacionales, como había sido norma hasta estos momentos. Durante siglos habrá un vacío de autoridad superior sobre los Estados. La paz de Westfalia reguló tanto la situación imperial como la europea. De hecho fue la primera paz de alcance europeo, la primera que se preocupó de establecer un régimen de equilibrio entre las potencias que evitase el predominio de una de ellas. Para ello se realizó un reparto territorial menos encaminado a premiar a vencedores y castigar a vencidos que a hacer posible el mantenimiento del equilibrio y el fortalecimiento de ciertos Estados medios que dificultasen las veleidades expansionistas. Para ello, el primer requisito era la desaparición de la hegemonía de la Casa Habsburgo, en sus dos ramas, la de Viena y la de Madrid. La pérdida de poder efectivo del emperador en el Imperio convirtió a los Habsburgo de Viena en poco más que en soberanos de sus Estados patrimoniales, por otra parte mermados. La Monarquía española, a su vez, saldrá de esta paz, de la de los Pirineos y del reconocimiento de la independencia de Portugal convertida en un Estado de segundo orden, perdiendo la hegemonía gozada hasta entonces. Francia fue la gran ganadora de Westfalia. Redondeó su perímetro por el reconocimiento de su soberanía sobre los obispados de Metz, Toul y Verdún, que poseía desde hacía un siglo; la Alta y Baja Alsacia, que fueron separadas del Imperio por el emperador antes que dejar que un representante del rey francés asistiese a la Dieta, con el Sundgau y la prefectura de la Decápolis (diez ciudades imperiales alsacianas); y las plazas renanas de Philippsburg y Breisach. Además, conseguía su vieja aspiración de romper el cerco de los territorios Habsburgo y destruir la hegemonía española. En el Báltico, Suecia se convirtió en la potencia hegemónica durante los setenta años siguientes. Obtuvo una fuerte indemnización económica y la posesión de las islas de Rügen y Wollin, la Pomerania occidental, los obispados de Verden y Bremen y los puertos de Stettin y Wismar, por todo lo cual se convirtió en miembro del Imperio, y por tanto con derecho a intervenir en sus asuntos internos. Brandeburgo y Mecklemburgo, que habían perdido los antedichos territorios, fueron indemnizados con otros en el norte de Alemania pertenecientes a obispados secularizados. Mecklemburgo recibió Schwerin y Ratseburg. Brandeburgo, la Pomerania oriental, más Minden, Kammin, Hakberstadt y los derechos sobre el arzobispado de Magdeburgo. Baviera vio reconocida su soberanía sobre el Alto Palatinado. El resto del Palatinado se reconstituyó y se le dio una nueva dignidad electoral, toda vez que la que anteriormente poseían los príncipes palatinos había pasado a Baviera. El ducado de Sajonia se vio ampliado por la Lusacia, región de Bohemia. Suiza y las Provincias Unidas vieron oficialmente reconocida su exclusión de hecho del Imperio. Guerra franco- española

Uno de los acuerdos de Westfalia que tendrá mayor importancia en el futuro europeo será que todos los firmantes de los tratados serán garantes de ellos, por lo que Francia y Suecia tendrán derecho a intervenir en los asuntos internos del Imperio, so pretexto de salvaguardar su cumplimiento. Por otra parte, Francia también se había asegurado en Westfalia de que el emperador no pudiese ayudar a España en la guerra que quedaba pendiente entre ambas potencias, aun cuando los Países Bajos y el Franco Condado formaban parte del imperio. Sin embargo, ambos contendientes estaban sumidos en graves problemas internos que les impidieron dar una rápida solución al conflicto, alargado por diez años. España había aprovechado la Fronda para recuperar algunas plazas, pero sus mismas fuerzas se encontraban desde 1640 divididas entre los Países Bajos, Portugal y Cataluña. Y aún empeoró la situación al romperse las negociaciones para un tratado de amistad con Inglaterra, que le exigía a cambio el derecho a comerciar libremente con las Indias. La negativa española llevó a la apertura de hostilidades, en las que perdió Jamaica en 1655, y a la alianza militar franco-inglesa del mismo año. Tanto por mar como por tierra, ambos aliados pusieron en una situación difícil a España, a la que no pudo ayudar el emperador Leopoldo III ante el veto de la Dieta, varios de cuyos miembros habían formado una Liga por la Paz, a la que se unió Francia en 1658 para aislar a su contrincante. La victoria francesa de las Dunas (1658) y su avance hacia Bruselas llevaron a

Page 80: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 219

España a acelerar las negociaciones de paz, que tuvieron lugar en la isla de los Faisanes del Bidasoa, en 1659. El Tratado de los Pirineos es absolutamente lesivo para España, que ha de ceder a Francia el Rosellón y parte de la Cerdaña, el Artois y una serie de plazas en Flandes (Gravelinas), Henao (Mariemburgo) y Luxemburgo (Montmédy, Thionville), a cambio de que Francia dejase de prestar apoyo a los sublevados de Cataluña y Portugal. El matrimonio de la infanta María Teresa con Luis XIV completó el tratado, aunque con la renuncia de aquélla a sus derechos hereditarios a la Corona española, siempre que se pagase la dote de 500.000 escudos de oro, condición no cumplida que en el futuro permitiría a Francia reclamar el trono. La Paz de los Pirineos supuso el hundimiento de España, que quedó relegada ante el ascenso de Francia, que dominará las relaciones internacionales del occidente europeo durante el resto del siglo.

Paz del norte

Westfalia no resolvió tampoco el contencioso abierto en el mundo báltico, que hubo de dirimirse en la llamada guerra del Norte. Carlos X Gustavo de Suecia decidió la invasión de Polonia-Lituania, debilitada por los conflictos religiosos, por la diversidad de los pueblos dentro de sus fronteras, por una Dieta inoperante debido al "liberum veto" y por la Monarquía electiva. En 1655 tomó Varsovia y Cracovia y sus fáciles éxitos en los siguientes años provocaron la constitución de un frente antisueco formado por Polonia, Dinamarca, las Provincias Unidas, Brandeburzo, Austria y Rusia. Por la paz de Roskilde (1658) Dinamarca tuvo que entregar a Suecia el extremo meridional de la península escandinava (Escania, Halland y Blekinga), más la isla noruega de Bornholm y la región noruega de Trondheim, con lo que se le arrebataba el control sobre los estrechos del Sund. La nueva situación decidió a Holanda y a Viena a intervenir en serio, y sólo la muerte de Cromwell impidió que lo hiciese Inglaterra. La guerra, ya europea, terminó en 1660 con una doble paz. Por un lado, en Oliwa se unieron representantes suecos, polacos y brandeburgueses, con Francia de mediadora, los cuales imponen a Polonia la cesión a Suecia de la Livonia interior hasta el Dvina y la rescisión del reconocimiento de vasallaje que le debía el ducado de Prusia. Por otro, en Copenhague se firma la paz entre Dinamarca y Suecia, que confirmaba el dominio sueco sobre la Escania, Halland y Blekinga, aunque había de devolver los restantes territorios conquistados a Dinamarca. Así, Suecia dio un paso más en su dominio del Báltico, donde ya no existía ninguna otra potencia capaz de hacerle sombra, aunque no podía controlar el acceso al Báltico, por lo que la libertad de paso por el Sund quedó asegurada, con gran contento de los holandeses. Finalmente, por la paz de Kardis (1661), Rusia abandonó sus pretensiones sobre Ingria, Carelia y Estonia.

Especialmente delicada era la situación en el Imperio, donde, además de los problemas internos, debido a su situación geográfica confluían los intereses del resto de Europa. Así, la guerra de los Treinta Años se entrecruzará con la guerra de los Ochenta Años entre los Países Bajos y España; la rivalidad entre ésta y Francia, que no terminará hasta 1659; la guerra de independencia portuguesa, clausurada en 1668; la inestabilidad endémica de la frontera danubiana; el permanente problema báltico, salpicado de conflictos recurrentes. De ahí la facilidad con que el conflicto abierto en 1618 pasará de guerra imperial a guerra europea, que no terminará hasta 1660.

Page 81: Historia alta edad moderna universal parte iii

Historia Moderna Universal Curso 2011-2012

HISTORIA DE LA ALTA EDAD MODERNA PARTE III 220