Hine, Christine - Etnografia Virtual Uoc

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ColeccnNuevas Tecnologasy SociedadEtnografa vi rtualChristine HineEDITORIALUOCConla colaboracin dela Ctedra en ComunidadesVirtuales de Telcfnica/lN-UrX'Coleccin Nuevas Tecnologas y SociedadComiteditorial:MartnMoraMartinez (Universidad deGuadalajara. Mxico)Francisco J. TiradoSerrano (Untversitat Autnoma de Barcelona)AgnesVayredai Duran(Ctedra en ComunidadesVirtuales deTelefnicaJlN3. Universirar Oberta de Catalunya tJosepVivasi Elias(Umversitar Obcrta de Catalunya)Comit asesor:EduardAibarPuentes (Universitat Oberta de Catalunyaj. Elisenda Ardevol i Picra tUnivcrsitat Obcrta de Catalunya).SvenskaArenshurg (UnivercidadAcaderrucadeseminarivmo cristiano deSantiago de Chile). Ruben Blanco Merlo(Universidad Complutcnse de Madrid), Pablo Couet (Univervidadde Chile). Jos Manuel de Czar EscalantetUniversnad de La Laguna). Miquel Domeoecf i Argemi (Univervirat Autnoma de Barcelona). Jean FusrcrSobrepere (Universitat Oberta de Catalunya]. AnnaGlvcz Mozo(Llnivervitat Oberta de Caralunya). EvaPatricia GilRodrfguez(Univervitat Oberta deCatatunyaj, LuciaGmezSnchevcUnivcrsidad deValenciaAngelJuan GordoLpez(UniverxidadComplutenscdeMadrid), Enrique GraciaPuster (Univervitat Valencia), FranciscoHernndezLomelf (Univerxidad de Guadalajara, Mxico), Juan Herrero Olaizola (Univervdad de Ovicdm, Toms IbezGracia (Univervitat Autnoma de Barcelona). Lupicinio liguez Rucde (Univcrvitar Autonuma de Barcelona).Alfonso lslas Rodrguez(UnivercidaddeGuadalajara, Mxico), Daniel Lpez Gomez(Universirat AurnornadeBarcelona). Ignacio Mendiula (Unversidad dcl Pas Vasco), Maritza Montcro Rivas (Univervidad Central deVenezuela), Sayani Moska Estrada t Untvervidad de Guadalajara, Mxico). Juan Munoz Jusncia (UnivcrsitatAutnoma de Barcelona). Francesc Nuez Mostco (Lmvcrsuat Obcrta de Catalunya). Carlos Enrique Orozco(Instituto Tecnolgicoy de EstdiosSuperiores deOccderue. Mxico). Jorge RegaladoSarnilln(LniversrdaddeGuadalajara. Mxico), Israel RodrtguczGiralt (Univercirar hertade Catalunya), Jos AntonioRomnBrugnoli(Unversidad Albenu Hurtado de Santiago de Chile)Ttulooriginal: Virtual etlmographvDiseo dellibro. dela cubiena y de la coleccin: Manel AndreuTraduccin de Crtsuen P. Hormazabalcultura LibrePrimera cdcon:2000,por la editorial SagePublicntionx. Inc. Thousand Oaks. (Cal.r USA.200 Christine Hine, dei texto 2000SAGEPublications. Inc. Thousund Oaks (Cal), London(UKJ. NewDclhirlndiat, dela edicin origina! 2004 Editorial UOe. de estaedicinArag I R2,08011 Barcelonawww.eduorialuoc.cornMaterial Realizado porEureca Media, SLImpresin: Grficas Rey. SLISBN: 84-9788-019-6Depsito legal:B-20.486-2004Ninguna pane de estapublicacon, nciuido et dist'/10 general y la cnberta. puede sercopiada. rcproducida.almacenada o transmitida denngunaforma:ni pornngnmedo. seu s/f elcctrico. qumico. mecnico. ptico.grabacion. fotocopia. o cuaiquier otro.siri la previa escritade10.\ ri/li/ares dd copyright,IndiceReconocimlentosI. IntroduccinFuturos extremos y usoscotidianosProblemas prefiguradosHacia una perspectiva etnogrfica de Internet11.Internet como cultura y artefado culturalInternet como artefacto culturalEn buscade conexiones complejas11I.Los objetos vlrtuales de la etnografaLa crisis en la etnografaLa etnografa y la interaccin cara a caraTexto, tecnologa y reflexividadLa constitucin deI objetoetnogrficoLosprincipios de la etnografa virtualIV. La produccin de una etnografa virtualEl caso de LouiseWoodwardEI proceso etnogrficoV. Tlempo, espacio y tecnologaLas interaccionesy su estructura en InternetPginas web, autores y audienciasE] collage temporalEspacio de flujosTiempo, espada y tecnologa7991417254053555558657480858589105105108119]29]426EtnografiaI'rlUn/VI. Autentlcidad eIdentidad enentornos virtualesInternet, discurso y autenticidadLosdesacuerdos en los gruposde noticiasPerformatividad y desvanecimiento de la identidad co InternetVirtualidad, autenticidad y cierreVII.Reflexionesi,Por qu lo hacen?La flexibilidad interpretativa de InternetEtnografa adaptativaGlosario de trminos de InternetReferencias Bibliogrficas147147155168176181181185189193199ReconocimientosYa que estelibro trata las formas a travs de las cuales Internet adquiere sen-tidoen contextos locales, esconveniente y necesario comenzar por reconocer eIentornoque lohahechoposible. Desde 1991hesido miembrodei CentrodeInvestigacin parala lnnovacin, la Cultura y la Tecnologia (Centre of Researchinto Innovalion, Culture and Technology, CRICT). EI ambiente intelectual de esaorganizacin, las personas que he conocido y las ideas que all he encontradohansidocentrales para eI desarrollo de la perspectiva que exploraremosen este tra-bajo. Estos anosde estudio me dejanen deuda conSteve Woolgar, Myke Lynch,AlanIrwin, GeoffCooper, Eric Hirsch, Janet RacheI, Stuart Shapiro, Janet Vaux,DavidOsweJl, JulianPetley, ChrisCarne, Clare Fisher, Liz Ackroyd, DebbieChagouri y Donna Page. La experiencia de supervisar a estudiantes de doctoradocontribuyenormementeaI trabajo y hasidofuente deinspiracinyreflexin;doy las gracias aLindaHitchin, AndreaBuchhloz, Tilly BJuth, NathanBlau,Robert Paioy Dan Neyland. Ser docente deI cursosobre"Dinmicassoei alesytecnologasde la comunicacin"me ha ayudadoa fonnular yaclarar rnis ideas,por lo cual expreso mi gratitud haciala ctedra de "Estudios en comunicacionesymedios"yalos estudiantesdeTecnologiaquehanseguidoel cursoduranteestos afos, contribuyendo a hacerlo muy estimulante. Asimismo, cnscfiar a desa-rrollarpginasweba losestudiantesdeMaestriamehadadola oportunidad decombinarteoria y prctica participandoen el proceso de aprendizajea travs deicual stas se hacen comprensibles. Ms ampliamente. me he beneficiadoenbuena medida de losespacios para presentar y discutir fragmentos deI libra, par-ticularmente de conferencias y talleresen la Sociedad para losEstudios Socialesy laCiencia. laAsociacinEuropea paraEstudios enCienciayTecnologfa,InvestigacineInforrnacinenInternet paraInvestigadoresSociales(IRJSS'98),as comodel encuentro sobre "Velocidad e Infonnacin"organizado por losantro-plogos de Cambridge.La Universidad de Brunel me concedi un premio que me permiti contratar aun asistente deinvestigacin, Allegra Catolfi Salvoni, para un proyecto quenos8virtual----haconducidoaestelibro. Allegracontribuyinmensamenteenla compilacintantode la bibliografa comode los datasparaestetrabajo. Trabajar conellaliasidounencanto. ElDepartamentodeCienciasHumanas deBrunel tarnbinmeagraci con un semestrelibre de cnsefianza para dedicanne enteramentea la ela-boracindelmanuscrito. Tengo queagradecer tambina ChrisRojek, deSAGE,por habermemotivadoa convertir la investigacin cn una edicin publicable. Lafisioterapeuta Ano McLaughlin merecerui gratitudpor habermeayudado a reco-brarymantener la capacidad parasentarmefrenteai tecladodurantelasltimasetapas denavegacinenlawebylapreparacindeimanuscrito. Por 5Uapoyo,tolerancia y motivacin, tengo que agradecer a Simon Manze, a la familia Manze-Hine, asf comoa muchos amigos. Finalmente, estoy en francadeudacon los pro-ductores depginas web y conlos colaboradores en losgruposdenoticiasestu-diados por dedicar parte de su tiempo a ayudarme en la investigacin y acompartir conmigo5US interpretaciones locales de Internet.Captulo IIntroducdnLa raia humana, a la quepertenecen fUntos de mislectares, haestado ocupada en juegosdeninas desde ef principio y. probablemente, sigaCO" elashastae jnal, lo cual puede serterrible para lospOCOS quemaduran. Uno de tos juegos trUs populares se lamo"Mantnescuro el maiiana ", o tamhin"Engana aI profeta" (por [os rsticos enShropsnire. sin duda).Losjugadores handeescuchar cuidadosa v respetuosamerue a todapersona. conunpOCOdesahidura. quelenga algoque decir sobre lo que le acurrr a la prxima generacon. Luego seespera a queesas persOlUls mueran, selas enterra decorosamente.v se hacealgototalmente distintoa lo quehananunciado.Si bienes deunaenorme smple:a, para unarezadegustos tan anodinos, parece tremendamente divertido.(Chesterton. 1904, pg. 1)Cuestionamos la ofirmaconimplcita de queatguna propiedadcaracterstica inherente de la teconologiapuede darcuenta desu impacto en nuestras vidas. Proponemos. ms bicn. quehav incontables aspectos denuestra retaconconta tecnologia. quedehen ser tomados en cuaua si queremos lograr unacomorensionen torno a sus consecuencias. Entreestosaspectos seincluven: nuestras aatudes hacia la tecnologia,nuestras concepcones delo queeta puede y 110 puede hacer; nuestras expectativas Y asuncones sabre lasposibilidadesdecambio tecnolgico, y el resto deformas entos queserepresemo la tecnologia. tanto cnlosmedias como enlas organiraciones. Intentamos hacer unaexptoracin crticapara afirmar queestasltimos aspectos de la tecnologia son fundamentaimente consecuencia de losmodos enlos queorganizamos el trabajo, lasnsttuciones. e tempo lihre .v lasactividades de aprenduaje.Desde estaperspectiva serequerida comprender diversos modos de pensar .v representarla tecnologia; al menos lan diversos como tecnologias hava. De hecho. lo que haremos serargumentar la necesdad detratar la deamisma de"tecnologia por si misma" cem considerah!e cautela.(Grintand woolgar. 1997, pg. 6)Futuros extremos y usos cotidianosEn1904, Chesterton public un relato para prevenir a quienes tratan de predecirel futuro. Conlaincrebleabundancia, diversidadyoriginalidaddepredicciones10Etnografia vinuatquehaba para aquella poca, eraprcticamenteimposible quealguna no acer-tasey,sinembargo, ningunase ha cumplido. Elerrar quelosfuturistashabancometido fue tomar eventos aislados, que ocurran en sus tiempos, para extrapo-larias hacia futuros inconmensurables. Lo que jams se predijo fue que eI futuropudiese ser bastante similar a aquel presente. Tal vezms aburrido.A pesar delas crticas deChesterton, elnegocio de la futurologa sigue msquevivoennuestrosdas, ysusrasgosapremiantesnobancambiado. Dofor-mato particularmentepersuasivo, encabezadopor Negroponte(1995) yGates(996)entrelosmsdestacadosdeunalegindefuturlogos, consiste enpre-decir nuevos futuros, porvenires extrafios, basados en el advenimiento y laexpansindelas comunicacionespor ordenador. Hastaahora, sehadedicadomucho ms esfuerzo a predecir un futuro revolucionario de Internet que ainvestigar, endetalle, cmoseutilizaydequ modos seincorporaalavidacotidiana delaspersonas. Frentea cllo, estetrabajointenta favorecereldebateactual sobreel significado de losdesarrollosmsrecientes entecnologas delacomunicacin. Concretamente. en este libro explorar una metodologa deinvestigacinsobre Internet parael estudioempricosobre sus usos actuales.Nuestro inters reside en descubrir quharn estavez los jugadores de "Enganaai profeta": unatareaque encajaperfectamentedentrodelaetnografaysusmtodos.En su nivel elemental. Internet es una formade trasmitir datoso bits de infor-macin de un ordenador a otrou otros. La arquitectura de Internet provee formasde dirigir la informacin quese envia. de modoquepuedadividirse en paquetes,enviarsealolargodelaRedycombinarseconotros recipientes. Asf toda lainformacines, en teora, igual: biensea un texto, un archivo deaudio, una ima-genounvdeo, los bitssetrasmitensiempredeI mismomodo. Sussignificadosprovienen de los patrones que expresan, del software que se emplea para interpre-tarlosy, por supuesto, dequienes losenvany reciben. La capacidad paraenviarinformacin de uo ordenador aotro puede, por tanto, ser utilizada en diversas for-masdecomunicacincomo, porejemplo, sincrnica o asincrnica, enmensajesprivados entre personas conocidas oendiscusiones entre grandes pblicos enforosrelativamente abiertos, textual. en formade audioo visual. Hablar de Inter-net engloba referencias aI correo electrnico (e-mail), el World Wide Web(WWW), gruposde noticias de usuarios, tabIonesde boletines, tablones de anun-cias, chats (Internet Relay Chat o IRe), dominios multi-usuario (MUD)y muchasotrasaplicaciones(Kollock ySrnith, 1999). Perutodose fundamentay dependedelacapacidaddeInternet para trasmitir infonnacinentre ordenadores. Estaimagende Internet comosistemade distribucin de informacin ha sido profusa-mente empleadaparapredecirsuimpactoenel futuroyesel puntodepartidapara hablar de su impactorevolucionario. Tratar de mostrar cmose manifiestanlas proyecciones futuras de cambio radicale ilustraralgunos de los trucos y omi-sionesque acarrean.Infrodllctn11Unodelosefectospredichosdelaformadescrita anteriormente, esel findeilibra como tal. Loslibros aparecen ahora como formas supuestamente anticuadasde diseminacin de la informacin, especialmentecuandoson vistos desde elprismade los avanceseninformacinytecnologtasde las comunicaciones. Esinncgable queseamuchsimoms rpidosalvar electrnicamentela informacinytrasferirlainstantneamenteaalgnpuntopara usarla, independientementedesunmerodepginas. enel momento preciso enque hacefalta. Lafuerzabrutadelalgica, quesehaceyaincontrovertible, dietaquelonico que necesitamosesquelas tecnologasy los sistemashaganposibleunarealidad, quelosinvolu-cradosnos pongamosde acuerdopara recibirnuestrasdebidas retribuciones, ylisto. Valibre. Negroponte est radicalmente seguro de ellocuando afirma que:EI movimiento metdico de la msica grabada en piezas de plstico, tal como eI lentomanejo humano de la mayorade informacin almacenada en los libras. revistas. peri-dicos y videocasetes, se convertir en una transferencia instantnea y gratuita de datoselectrnicos que se desplazan la vclocidad de la luz [... ] la transicin de los tomos alos bits es irrevocable e imparab1e. (1995, pg. 4)Cabrapreguntarse si el mismoautor ha sentidola necesidadde discul-parse pblicamente por haber escrito sus libras.Mitchell (1996)tambinestu-di las consecuencias de las nuevas tecnologas de la informacin para lapublicacinde libras, as comoparalas empresas distribuidoras ylas libre-ras, en su investigacin sobre el rol de la comunicacin electronica en laredefinicin de espacios urbanos. Este autor describe posiblcs escenariosfuturosparalatransferenciadepaquetesdedatasdesdeunpuntodeorigenacada distribuidor, y deah alos usurios. cnunsistema enel quelainforma-cinestaria centralizada y podra ser descargadaa una librera, e incluso enelhogar, quedandosuimpresin para el final del proceso. Loquesedisrribuiria.entonces, sera informacin, datos, notextosirnpresos, locual ademsabrirala posibilidad de personalizar los productos basndose en las preferenciasindividualesde los usuarios. Estees unargumentoqueserepiteen inconta-bles campos ycuya recetaes sencilla: se toma algode forma material, seafirmaquesufuncionahdadpuedetraducirseaunlenguajevirtual, seasumeque esa formavirtual (a cuenta desumismalgica) reproducelaformamate-rial, seconsigna una amenaza directaa laindustria queproduce el material, ysepredicen cambias radicales para sus anticuadosy futurosusuarios. EItrucoconsiste endesprenderlaformamaterial desusignificadosocial ydotarIadecualidades puramente tcnicaspara luego hacer la equivalencia entre sumate-rialidad y su virtualidad. Es de ah de donde se obtienen los recursos parahacer toda clase depredicciones revolucionarias.12EniogrujiavirtualDesde estalgica, el desarrollo de Internet traera el fioinevitable dellibro.Ironicamente, loslibros se encuentranentrelosbienesdemayor comerciocolared, coel afio2000. Si bico es debatibleque las libreras virtualesestnhaciendo un grannegocio con5USventas, lo cierto es quela ventade librasesuna delas formasms exitosas de comercio virtual entrminos devolumen deventas. Envezde desplazar aloslibras, Internet hacontribui doenormementecon 5Udistribucin: si algoha revolucionado, es el mododegestionar pedidosy ordenesdecompra. Yhay algunasrazonesobviasparaque el comerciodelibraspor Internet haya alcanzadotanta popularidad: sibicolaslibrerasvir-tuales hantratado de atraer a susclientes coninteresantesincentivosfinancie-ros, es difcil pensar quelas ventajas de Internet lleguen a ser slo econmicas.Est tambinlaconvenienciade poder pedir libros yrecibirlos encasa porcorreoconvencional, puestoqueas noesnecesarioverunmaterial antes decomprarlo. Larazn porIa queloslibros resultanatractivosparalaspersonasserelaciona, probablemente, conunciertosentidodeconfianza. El comercioelectrnicohatenidoundesarrollolento por los niveles de inseguridadquetrasmiten lossistemas electrnicos en cuanto ai manejo deI dinero. adems deidesconocirniento quese tienede losproveedoresa quienesse "visita"porpri-meravez. Encircunstanciasdepocaconfianzapareceplausiblesostenerqueun producto empaquetado, como un libroo un CD.seauna cosaaceptable parala compra electrnica, puesessiempreel mismoproducto, indistintamentedequin10 venda. Unlibratradicionalmentesepercibecomo algoseparadodequien 10comercia:el autor es su marca (Lash y Urry, 1994). De ah que, por sunaturaleza "empaquetada" y su forma material, sea un bien ideal para elcomercioa travsdeInternet. Estaviertedudassobre lalgicaincontroverti-blcsegnlacual lainforrnacindigital ibaadespi azar lasformas rnateriales.Estasformas materialescuentanconunalarga historiaqueavalala confianzaensuinformaciny. porende, animanalosusuarios adotarIasdesentidoyutilizarlas demanerasdeterminadas (1ohns, 1998).Notodaslasformas virtua-lesdeinforrnacin tienenlosmismos presupuestos culturales quelas apoyen.La ecuacin que hace de Internet la causa de la desaparicin dellibro no es tandirecta comola pintanlasprediccionesrevolucionarias. Enel futuro, esposibleque los sistemas electrnicos de distribucin de la informacin sean una amenazaparalaeconomadelaslibrerias yeditorialesconvencionales. Pruebade estaincertidumbre, posiblemente, seael apremioconel que laindustriaeditorialse viene apoyandocadavez ms enel mundovirtual. Las manifestacionesmaterialesdelainformacintambin cstna merceddei cambioy esposiblequehayaconsecuencias enlascircunstancias espaciales, temporalesy econ-micas desudistribucin. Sinembargo, si todoestasucede, serpor muchoms queporun cambio en la lgica de distribucin de la inforrnaciny tendrquever en granmedida conunatransformacin enla experiencia cotidiana deadquirir. tener einterpretar lainformacin. Puede que los creyentes de laslntroduccin13predicciones compulsivas deI futuro que ilustran sociedades radicalmentediferentes, juzguenaquienes empleanlas tecnologias cotidianayordinaria-mentecomo pocoimaginativos, inconscientesdelo quese avecina. En1978,Hiltz y Turoff predijeron que"paramediados de los90, [Ias teleconferencias]sern tan utilizadas como el telfono hoy" (1993, pg. xxv), Durante esadcada, reflexionaron acerca de suoptimismoannosatisfecho, y ofrecieronuna explicacin:haban soslayado la importancia de la "inercia social" (1993,pg. xxix). Conesto, retuvieronlacapacidaddelatecnologaparaproducir"revolucin",dilatando suposibilidad un pocomshacia el futuro. EI trabajodeestaspginas trataprecisamentedeloque estosdos autoreshanllamadoinercia social: lasprcticasa travs delas cuales la tecnologa se ernplea y seentiendeencontextoscotidianos. Esas experienciastendrnque cambiarsies quelasradicales predicciones dei futurose hocenrealidad.Nuestro argumentosugiere queeI agentede cambio no esla tecnologa ens rnisma, sinolosusosy la construccin desentidoalrededor de ella. Esteesel punto que Grint yWoolgar (1997) han rescatado en la cita que hay aicomienzodeestaintroduccin: existeunespaciodeestudiosobrelasprcti-cascotidianas entornoa Internet, como medi o paracuestionar lasasuncionesinherentes a las predicciones de futurosradicalmente diferentes. La etnografaesunametodologaideal parainiciaresta clasedeestudios, enlamedidaenque puede servirparaexplorarlascomplejasinterrelacionesexistentesentrelas ascrcioncs quese vaticinansobrelas nuevas tecnologas en diferentes con-textos:en eI hogar, en los espacios de trabajo, enlosmedios decornunicacinmasiva, y en las revistas y publicaciones acadmicas. Unaetnografa de Inter-netpuedeobservar condetalle las formasen quese experimenta el uso deunatecnologa. Ensu formabsica, la etnografa consisteenqueuninvestigadorsesumerjaeneI mundoque estudiapor untiernpo determinadoytomeencuenta lasrelaciones, actividades y significaciones quese forjanentre quienesparticipan en losprocesos saci alesde esemundo. EI objetivo cs hacer explci-tasciertas formas de construir sentido delas personas, quesuelcnsertcitas oquesedanpor supuestas. EI etngrafohabitaenunasuertedemundointer-medio, siendosimultaneamenteunextraoyunnativo. Hadeaccrcarsesufi-cientementealaculturaque estudiacomopara entendercmofunciona, sindejar dernantener la distancianecesaria para darcuenta deel!a. Eneste libroexploraremos las formas a travs de las cualcs la perspectiva etnogrficapuedeadaptarseparalacomprensinsobrecrnose constituye Interneta tra-vsdesuuso. Esta metodologanospermitecentramosenlo queKnorr-Cet-tina (1983) llamen"el carctcr ocasionado, localmentesituado"deI uso deInternet. Nuestro objetivo, portanto, ser estudiar cmosenegocia el estatusde la Red en eI contexto cnquese emplea.14Problemas prefiguradosHtnografia virtualParalosetngrafos resulta siempre deutilidad considerar y tratar de articularlas asuncionescoulas cualeslleganaIcampo. LacrecientefamiliaridadCOII elentorno puede, o bico reforzar losproblemas prcfigurados (Hammersley y Attin-500,1995, pg. 24), o bicoprovocar su totalrefutacin y rechazo. Examinar coes-tantemcntelas asunciones de partidaes, precisamente, una[anuadeapteuderacerca deI contexto deinvestigacin demodorelevantepara losdebates tericos.La etnografa quetrazaremosaqui tomacomo punto departida losantecedeolesde las predicciones revolucionarias acercadei impactode Internet que hemosmencionadoms arriba cooabierto escepticisrno. Unaactitud que, por cierto, havenido fonnndose gracias a las problematizaciones de otros analistas de Internetodei lIamadocberespaco. Kitchin(1998), por ejemplo, resumeuna seriedeefectos deI ciberespacio en tres categoras: cambias en el rol dei tiempo y el espa-cio; cambiasenlascomunicacionesyenel rol delosmediasdecomunicacinsocial; y uncuestionamiento delosdualismoscomo real/virtual, verdad/ficcin.autntico/fabricado, tecnologa/naturaleza, representacin/realidad. Estas predic-ciones hansidoelaboradas comorespuestaadebates ms ampliasenlateoriasocial que secentraenel significadode los cambias tcnicos y socialesmsrecientes.EI estudio breveyselectivo queveremos en estas pginas, deberia ser-vir para rastrear el territorio intelectual habitado por Internet, aunque no haga jus-ticia a lacomplejidad delosdebates. Lateorizacinsobre Internet ocurre enuoplano dedesacuerdosacerca delosmodos msadecuadosparacaracterizar for-masactuales de organizacin social. Intervenir en estas disyuntivas estfueradeialcance de estelibra, queconstituye un textoetnogrfico y que, por ende, simpa-tizaenteramente conlosmicro-niveles deanlisisyno conlosmacro-niveles deestas discusiones. Trabajos como el quese reflejar a continuacin, se confonnanentendiendoel presente sin diseccionar sus parmetros de cambiosocial. Losdebates sobre la periodizacinse emplean msbiencomo proveedoresde decla-racioneshechassobre las implicacionesdeInternet ysusprecursores, as comopara indicar caminos parainterpretarIas.Lacaracterizacin dominantedistingue entre condiciones premodemas o tra-dicionales. modernas y posmodernas deorganizacinsocial. Para algunos, lasnuevas tecnologas de las comunicaciones son consecuencia lgica de las preocu-paciones de la sociedad moderna acerca de la racionalidad y el control. Para otros.lasnuevastecnologascomunicacionales se diferencianporel nfasis queponenenlaincertidumbre. conlucual seconviertenenlasmanifestacionesdemodosposmodernosde(dcs)organizacin, caracterizadospor lafragmentacindecon-ceptos tales como ciencia. religin, cultura, sociedad yelSmismo (Sem. Final-mente, para algunos, las nuevas tecnologas de la informacin y de lacomunicacinsonagentesdecambiosocial. tanradicalesquemerecenunlargoperodo de tiempo para terminar de adquirir forma: la sociedad de la informacin.Thrift (l996b) hadescritoel "vrus deI pensamientoacercade la nueva era",lntroduccin15como una enfermedad cuyo sntoma principal es concebir los desarrollos tecnol-gicos como algo revolucionario, sin atender en modo alguno a la historia que pre-cede a esa clase de afinnaciones. Webster (1995) tambin se ha mostradoescptico ante argumentos que afirmanque el rol de la infonnacin en la sociedadexigeuna periodizacin distinta. Basndose en su estudiosobredefiniciones tec-nolgicas, econmicas, ocupacionales, espaciales yculturales de laera de lainformacin, este autor concluyeque ninguna es suficiente paraconstituirunadiscontinuidad radical. Segn Webster (1995), quienes creenen esta ruptura radi-cal -entre los cualesestnDaniel Bell, MarkPoster y Manuel Castells- cornpar-tenciertaconfianzaimplcita enlas capacidadesde la tecnologa parainducirelcambiosocial. As, esteautordejaclaroque simpatiza muchoms conlos teri-cos modernos, que creen en la continuidad y en la organizacin social.Y es quelos tericos modernos proporcionan unmarcoespecfico para com-prender el desarrollo de las tecnologasde la comunicacin. La modernidad, pararesumirIo crudarnente, se caracteriza por su nfasis en la racionalidad y el control,por la organizacina travsde mecanismos de vigilancia y por su hincapi en elEstado-nacincomo mediopara controlar lavida. Lamodernidadtambin secaracteriza por conceder importancia aI conocimiento experto. como la ciencia, yportenersus propiastecnologas clave: el reloj,eI calendario, eI mapa, los orde-nadores. ParaGiddens (1990), el reloj y el calendario contribuyeron ala forrna-cin de las dimensiones vacas deI tiempoy dei espacio. Su planteamiento es quecon la universalizacin dei concepto deI tiempose hace posiblela coordinacin apesarde las distancias. A laseparacin entretiernpoy espacio,junto a la conse-cuentetransfonnacinde factores de ordenamientosocial. se refierecomo"dis-tanciamiento entre tiernpo y espacio": un procesodesencadenado por dispositivosdisyuntivos tales como los sistemas de intercambio y conocimientos que nodependendesus condiciones temporaleso espacialesdeproduccin. Desdeestalgica,las nuevas tecnologas de la informacin y las comunicaciones son exten-siones deunprograma, yaexistente. quetienecomoobjetivo lograr unmayorcontrol por medio de un mayor conocimiento y organizacin a travs dei tiempoyel espacio. Lasnuevastecnologias, ademsde formar partedeunaya acentuadatendencia a la abstraccin, son prolongaciones de la capacidad de organizacin yproduccin de conocirnientos, rasgos heredados de la modemidad. Aunqueinves-tigadores comoGiddens (1990; 1991)YTbompson(1995) nosehandedicadoexplcitamente a reflexionar sobre Internet, proponenun marcogeneralquerela-ciona interacciones mediadas, organizaciones sociales y tiernpo-espacio, queresultatremendamente tentador. Existenestudios histricosquesugierenquelosdesarrollostecnolgicospuedentenerimplicacionesculturalesdeterminantesenla experiencia dei espacioy el tiernpo (Kern, 1983). En vez de constituir una ame-naza para las relaciones sociales, podra decirseque Internet aumenta sus posibili-dadesdereestructuracinentrminos tcmpo-espaciales, a pesar de operarcomoextensin de las preocupaciones modernaspor el control social. De ah queseria16Ernografavirtual----interesante producir estudios acercade losusos cotidianos de Internet y las rela-cionesespacio-temporales que se tejen con su uso.Lostericos posmodernossostienenquelosfundamentosdelamodemidadestnenunacrisis cadavezms profunda, quelasbasespara organizar la vidasocial estnsufriendo cambias radicales. La fragmentacinde conceptos moder-nos como eo S mismo, la sociedady la cultura, acompaa la prdida de fe en losgrandesrelatosde la ciencia y la religin(Lyotard, 1984). Las relaciones socialeseo el tiempoy el espada tambinson objeto de anlisis eo eI pensamiento posmo-demopcro. enestecaso, 10 queresultadesu progresiva compresinesla frag-mentacinynola potencial racionalizacinoiel control social (Harvey. 1989).Para el pensamiento posmoderno, las nuevastecnologas de la comunicacin sonparte de un proceso en el que la duda pesa sobrela autenticidad, la representaciny la realidad, elS mismounitrio y la distincin entreestey la sociedadquelorodea. Poster(1990; 1995), por ejemplo, identifica la provisinde nuevascondi-ciones paralaconformacindeunasubjetividaddispersaydescentradaenlosnuevosmedios de comunicacin rnasiva. Este autor tambinidentifica la borrosi-dadde los lmites entrehumanoy mquina, y entrerealidady virtualidad, comofenmenosposmodernos. La postmodernidad parece haber encontrado en Internetsu objeto. un mundoen el que"todovale", dondelas personasy las mquinas, laverdady la ficcin, el S mismoy el otro se diluyen enun gran ocanosin barre-ras ni distinciones. AIgunos postulan que el ciberespacioscriala el fio de lamodernidad(Nguyen yAlexander, 1996) yabre e1 contextoposmodernoporexcelencia parajugar con el S rnismo (Turkle, 1996). Esto introducira en el an-lisis dei uso cotidiano de Internetuna serie de cuestiones relativas a los modos deconstruccin de la autenticidad, de la identidad, y de como estasson gestionadas.Tambinnosayudaraarefiexionarsobrecmose experimentanyadministranlas barreras entrelo real y lo virtual. si es que quedaalgo en pie de lo que algunavez fue considerado "lo real" (Baudrillard, 1983).Webster (1995), por su lado, abogapor una teoria social que haga las veces deantdotopara la visinsimplista sobreel impactoque tienenlas nuevastecnolo-gas, principalmente provenientes de posturas deterministas que les adjudicanefectossociales ya establecidos. Webstercreequela teora social representa uncaminopara enriquecer lareflexinsobre lascornplejidades presentesenlasrelaciones entretecnologay sociedad. Aunque defiende eseuso, reconoce queel determinismo tecnolgicoestpresenteengranpartedelostericosqueharevisado (1995, pg. 215): losmismostericosqueasumen quelosdesarrollostecnolgicos "soportan". "facilitan" o "prornueven" eI desarrollo social cndeterminadasdirecciones. vacilanala horadeafirmar quela tecnologacausedesarrollos socialesdirectamente, As, nosencontramosfrente aunaserie deproblemasocultos pero crucialesquesurgendei desafoa lasversiones deter-ministas, rescatadoatravsdelasociologadelacienciaydelatecnologa.Para Grint y Woolgar (1997). el impacto de las tecnologas no obedecea sus cuali-dades intrnsecas,sino que es resultado de series contingentesde procesos sociales.---------Introduccin17Las Ilamadas cualidades inherentes de la tecnologa se construyenyadquierensuformaa travs deprocesostalescomolanegociacinacerca delanaturaleza delosusuarios.Elimpacto delatecnologa depende dequelosusuariosaprendanaemplearla de cierta manera, 10 cuaIseracontingente conel desarrollo derelacio-nes sociales entre los diseadores y los usuarios a travs (y alrededor de) lamquina. Entantoquealgocontingente, tal desarrolloseratambinindetermi-nado: enprincipio, la comprensin quedesarrollenlosusuarios dela tecnologiaeslibreypuede ser muydistintadela delosdisefiadores. Quizs la sntesisdeeste argumento se encuentre en la metfora de "la tecnologia como texto" (Woolgar,1991a;Grint y Woolgar, 1997), que desarrollaremos conmayor profundidad en elcaptulo11.Nosconformaremosporahora consugerir quesera valiosomantenercierto escepticismo frentea laideade quela tecnologa tiene cualidades inheren-tes y, enrelacinconel estudio etnogrfico deInternet, cuidamos especialmentedeaquellascualidadesquetenninanporasumir queestaposee ciertacapacidaddetransformacin social. A partir deesesano escepticismo, lograremos orientar-nosa examinar losusos cotidianos deInternetyprestaremos especial atencinala comprensin que losusuarios tienen sobre susverdaderas utilidades.Hacia una perspectiva etnogrfica de InternetSera analticamente contradictorio, como punto departida, tomar porsupues-tos algunosrasgosdelatecnologaparadecirque"as sonlascosas". Nuestrascreencias acerca deInternetysuspropiedadespuedensometerseainvestigacindeImismomodoenquesecuestionanlasideasdelosAzendesobrelabrujera(Evans-Pritchard, 1937)o. enInglaterra lasconvicciones sobre laherencia (Stra-thern, 1992), enEstadosUnidoslassuposicionessobre el sistema inmunolgico(Martin, 1994) o cualquier otrotpicoetnogrfico. Nuestrascreenciasacerca deInternetpuedentener consecuenciasimportantes sobre la relacinindividual quetengamoscon latecnologaysobrelas relacionessocialesque construyamos atravs de ella, La etnograffa, en este prden de cosas, puede servir paraalcanzar unsentidoenriquecidodelos significadosque vaadquiriendolatecnologaenlasculturasque laalojanoque seconformangraciasaella. As, nuestrotrabajoseinicia dialogando conlas proyecciones tericas acerca deisignificado deInternet,utilizndolus pararesolver los problemas queplanteara unaetnografa deiusodeInternet. Algunas de las preguntas concretas que pretendemos explorar, a partir denuestra revisin terica. son: (,Cmolos usuarioslleganacomprenderlascapacidadesy posibilidadesdeInternet? (,Qu implicaciones tiene suuso?i,Quinterpretandeellaentanto medio decomunicaciny a quin perciben como audiencia?18 EtnO/!,rtlfil1 virtual i,De qumodo afectaInternet a la organizacinde las relacionessaci alesenel tiempoyel espacio?i,Es distintaesaorganizacinalade"lavidareal"? Ysilarespuestaesafirmativa, l,cmolosusuarios reconcilian lovirtual y lo real? l,Culesson las consecuencias de Internet sobrelos sentidosde autentici-dadyautoria?l,Cmosedcscmpenanyexperimentanlasidentidades, ycmo se juzga la autenticidad?i,Es "lovirtual"experimentado comoalgoradicalmentediferenteysepa-rado de "10 real"? l,Hay una frontera divisaria entre la vida online yoftline?Me lanca explorarestascuestiones a travsdeun estudioetnogrfico sobreun caso particular en el que el uso de Internet resultcentral. Tales interroganteshan motivado la produccin etnogrfica y orientado la discusin de sus hallazgos.PasandoapresentarydescribirsomeramenteeIargumentocentral deestetrabajo, renemos que el libro sedivide endos bloques: loscaptulos 11 y IIIdesarroIlanun prembulometodolgicoy el argumentoa favordeuna perspec-tiva etnogrfica distintiva para abordar el estudiode Internet, lo cual, en el cap-tuloIV, se traduceenla descripcin deI disefo y la conduccinde la etnografabasadaen una serie de fundamentos analticos. Los captulos V, VI YVII brindaneI cuerpocentralde la etnografa como tal, dondese ponen en juego las preguntasrealizadas ms arriba.Dadoquelosproblemasprefiguradosdanalgunas guasacercade questu-diar, la cuestinpasa a ser en dnderealizar el estudio. Sabemosque eI objetodeestudioes Internet, peroencontrar un lugaradecuadoa nuestrospropsitos no esnadafcil. Tal es eI problema dei captulolI, y nuestroargumentoes que existendos manerasdiferentesde ver Internet, cada una con ventajasanalticas particula-res eideaspropiasacercade lo quesera un sitioadecuado. LaprimerasostienequeInternet representa un lugardondese gestauna cultura: eI ciberespacio. Losestudios pioneros sobre comunicacinmediadapor ordenador(originalmenteCMC: Computer-MediatedCommunicationsoCMa), realizadosconunfuerteacento experimental, concluan que este media empobreca la comunicacin.Segn estos estudios, cuando las personasven limitada su capacidad de expresinacomunicacionestextuales, y cuandola transmisindecdigos sociales vitalespara la comunicacin se restringe, se generanagresiones y malentendidos. Recor-demos tambinquelas posibilidadesdeunusoampliodelascomunicacionesmediadas por ordenadoroCMa, basadas entextos, enaquellapoca, estabanlimitadas por la poca amplitudde banda con que se contaba. En la medida que losprecursores de Internet fueron ganando fama fuera de los crculos experimentales,esa imagenfue desplazada. Rheingold (1993)se destacentre otrosporsostenerque las CMa eran capacesde proveer formasde interaccinmuy ricas, as comodeproporcionareI espacioidneoparalaconformacindecomunidades. Estu-lmroducrion19diosmssistemticos se basaron en la metodologa etnogrfica para establecer laseMOcomoespaciosdondesemantieneninteracciones relevantes. que puedenser entendidas comoconstitutiva'>de una culturaen s misma. Tales estudiossobre espacios onlnecontribuyeronampliamente conel establccimicntode laimagendeInternet comocultura. enlaque sepuedenestudiarlos usosquelaspersonasconfierenalatecnologa. Desdeestosenfoquesel ciberespacioes unlugar plausible para realizar el trabajo de campo.La segunda perspectiva, introducida en el captulo lI, defineInternet como unartefacto cultural (Woolgar, 1996). un producto de la cultura. en fin: una tecnolo-ga queha sidogenerada por personas concretas, con objetivos y prioridades con-textualmentesituadosy definidosy. tambin. conformada por losmodosenquehasidocomercializada, cnserada yutilizada. HablardeInternet comoartefactocultural implica asumir quenuestra realidad actual pudo haber sidootra, pueslasdefiniciones tantode lo que es como de lo quehace, son resultado de comprensio-nesculturalesquepudieronserdiferentes. Vemosquelaetnografa hadotadoaestapostura dealgunasclavessi tomamos encuenta investigacionesenel readela sociologa delacienciay latecnologia. y enlasociologa delosmedi os.en los quese ha sostenido quetantola tecnologia como los medias posccn flexibi-lidad interpretativa dadoquelasideasqueprovienendesu usoprcticose desa-rrollan siempre a partir deun contexto determinado. Asi, los contextos locales deinterpretacin y uso conformaran el campo de estudio etnogrfico. Hasta la fechalosestudios deInternetsehan centrado ensu estatus entantocultura. omitiendosu posibilidaddecornprensin como artefacto cultural. Lasdificultadesmetodo-lgicas que comportara unacornbinacin de ambas perspectivas devienen de tra-ducir una aproximacin tradicionalmente aplicada en contextos especficossocialmente delimitados. a unatecnologa de lascomunicacones queparece ds-grcgar la nocin de "limites". Porlo general, los etngrafos se han lanzado a estu-diar. biencontextosonline, obienoffline. Paradar cuentadeInternet enambasdimensiones: como cultura y como artefacto cultural es necesario repensar la rela-cin entre espacio y etnografa.La discusinmetodolgicacicrrael captuloII sientalas bases para el IH,dondese comentan losdesarrollosmsrecientessobrela relacinentre laexpe-riencia deI etngrafo y la etnografa como producto escrito. sobre la formareflexivadcl proyectoetnogrfico, ysobre laconstruccindesuobjetodeestu-dia. estableciendo aIgunas claves valiosas para encontrar formas creativas deapropiarse de estametodologa parael anlisis de Internet. Lasinteracciones caraa cara, as como las retricas sobreviajar a sitios remotos, han sidodeterminantesparadar autenticidada las descripciones etnogrficas. Es ciertoque unmedialimitado como las eMO podrahacer tambalear algunasasunciones centralesdela etnografa, rales como que el conocimiento se ha de evaluar a travsde la expe-rienciaylainteraccin: perael cuadrocambiadealgn modosi simplementercconocemosquecl etngrafopuedeconstruirseasmisrnocomounactor quenecesita tener experiencias similares a lasdesusinformantes. indistintamente de20cunmediadas estntalesexperiencias. Realizar unainvestigacinetnogrfica atravsdelaeMOabre laposibilidaddeenriquecerlasretlexionesacerca de 10que significaserparte deInternet. Tambin seganasimetracolaexploracin.pues el investigador emplea los mismos mediosque sus informantes. Los desarro-llos enetnografasmvilesymulti-situadastambinnosdan algunasguasparaexplorar la constitucin de objetos etnogrficos queatraviesan espacios geogrfi-cosjuntoasus informantes. Tales desarrollos permitenpensar enlaetnografacomo modode conocer a travsdela experiencia sinpretender producir un estu-diaque abarque la totalidad de una cultura determinada. Con ellose abren. simul-tneamente, las posibilidades de repensar la eonformacin de un objetoetnogrficoyreformular las bases deIcompromisodeesta metodologaeonelcampo yla pretica. EI captulo termina proponiendo algunosprincpios para lle-var a cabounaetnografa virtual, esdccir, unaetnografiasobreInternet y eons-truidaen Internet que puede ser parcialmente concebida como una respuestaadaptativayplenamente comprometidacon las relaciones yconcxioncs, ynotanto con la locacin, a la hora de definir su objeto.As pues, la primera parte deI libro, allana eI terreno para una particularaproximacin etnogrfica queno esigual ala dela vida"real" perosele parecemucho: la etnografa virtual. Enlos captulos IV, V y VIse ponenen prctica laspropuestasmetodolgicasdetalladasal principiodeItrabajo. EI casodeestdioelegido paraexplorarInternet comoculturay comoobjeto culturalesun eventomeditico: elcasodeLouiseWoodwardyel juicioaiqueruesometida. enunacortedeBoston, poreI asesinato deunninobajosucuidado. EstehechorecibiunagranatencinmediticayestimulunagranproduccindeactividadesenInternet. Quienes apoyabanaLouise yvieron eljuicioprodujeronsus propiaspginaswebparapedir suliberacinyhacer campana ensufavor. Comoresul-tado del juicio, los usuarios de Internet podan leer la sentencia, registrar suapoyo, hacer lobby alrededor deI juez y revisar la evidencia. Reportajes.vdeosyarchivos de sonido: estaba tododisponible onine, A travs de Internet, las perso-naspodanleer los resultadosdeunexamenpoligrficooescucharel llantodeLouise enel momentodeIveredictodeculpabilidad. Engruposdediscusinsedebatieronardientementelos aciertos y los fallosdei casoy las personasse posi-eionaban a favoro en contra de la acusada ernpleando una granvariedad de recur-sosparatratar de convencer a los de ms. Delcasose gener un material tanricocomo variadopara laetnografa; ai punto que sepuededecir que sucoberturamcditicaabre una nueva dirnensin paraesta metodologa. EIpapel quejugInternet alrededor de estasituacinrecibila atencin delos medi os de comuni-eaein. especialmentecuandoel juezanunciosudecisindedar suveredictoatravs deun sitio deInternet. 10cual ofrece la interesante posibilidad de observarelestatusdelaRedparaeseentonces. EI captuloIVpresenta elescenarioparadesarrollar una ctnografa dei caso de Louise\Voodward en Internet. Una etnogra-fa sustentada por un lado en la emcrgencia de una serie de actividades en el cibe-lntroduccirm21respacioy. por el otro, enel eompromisodeasumieronlosproductoresdetalesactividades tanto ensusrespectivos grupos denoticias como ensus sities web.Los captulosV, VI Y VlI contienenel gruesodel estudio, dondese intentaresolver las dificultades que devienende los problemas prefigurados anterior-mentediscutidos.EI V eomienza conla euestin dela capaeidad deInternet parareestructurarrelacionessoei ales eneltiempoy el espacio. Ladiscusinsobre lainterpretacinquetienendelatecnologalos discfadoresdepginaswebyloscolaboradores de grupos denoticias darpieparala exploracin delasrelacionestemporales yespaciales que emergierondurante nuestrocasode estudio. Losusuarios de Internet dansentido a susprcticas a travs deuna comprensin com-partida, que surgetanto delaproduccin deunapgi na webcomo dei usodeungrupo de noticias.y queconstituyen nada menos queformasdeaccin social. Enellohayunacomprensincompleja delarelacinentretecnologia enInternet ylasrelaciones sociales enel tiempo y el espacio. Losautoresdepginas wcb, porsuparte, dansentido a susdisefosbasndose principalmente ensu interpretacindelasvisitas quereciben; visitas quefuncionancomoforma dereconocimicnro.Sepreocupanporproducir pginas queduren en e] tiempoy queestnbicnenla-zadas paramaximizar su nmero devisitantes. Los grupos de noticias. porltimo,sonespacios sociales altamentediferenciados sostenidospor colaboracionesdeusuarios enformade notas ymensajestemporal ysituacionalmenterelevantespara el grupo. Ms quetrascender c1 tiempo y el espacio, Internet puede ser repre-sentada como una instancia de mltiples ordenes espaciales y temporales quecru-zanunay otra vez la frontera entre lo onlne ylo oJjline.En el captulo VI exploraremos e] "problema dela autenticidad", comnmenteasociadoa Internet. Confrecuenciu. Ia comunicacin mediada representaun pro-blema en la medida eo queno es posible determinar la fiabilidad de las afirmacio-nes ni la identidadde sus autores. Si bien el uso de Internet para juegos deidentidadhasidoextensamenteestudiado, estecaptulo exploraenprimer lugarhasta qupunto cl problema dela autenticidad es experimentado como tal porlosusuarios de Internet y, en segundo, las estrategias queemplean para manejarlo. Laautenticidadse construye como undesempeno discursivoqueorganiza las decla-racionesdemanera queprocurental percepcin. Ylas discusionesenlos gruposdenoticiaspresentanunterrenoparticularmentetentadorparaevaluareste pro-ceso, pues esde loms normal que unmensajerete alosanteriores. Las basespara ralesdesafospuedenser variadas dependiendodelosgrupospero. encual-quier caso, sernescasas lasdiscusionesquegirendirectamentealrededor de lacuestin dela autenticidad entre los grupos aquf estudiados. Estonos hacepensarque la autcnticidadde la identidad se mantiene ampliamente ineuestionada,salvoque afectedirectamentee] tpicode discusin. Tambinlaspginas webpuedenser entendidas como gestionesorientadasalapromocin dela autentiei-dad y,en ese sentido, se identificaron dos estrategias diferenciadas: un modoetnogrfico enel cual c! autor construye unaidentidad paradar a entender quesuconocimientoest basadoenlaexperiencia: yunmodocientficoenel cual la22Etnogmfiavrtualidentidad dei autor desaparecepara presentar el contenido dela pgina como linconocimiento objetivo. Las personas queutilizaron Internet para compartir puntosdevistasobreel caso de Louise Woodward, lejosdetrivializar. se mostraron confrecuencia comprometidas y preocupadas por sustentar la autenticidadde susposicionarnientos. asindosc para eIlo a una granvariedad de recursos.EI captulo VIIrevisa lasimplicaciones dela etnografa paralacomprensinde Internet. Llegado esepuntoel casodeLouise Woodward hasentado lasbasespara considerar su tlexibilidad interpretativa yla actividad online como unmediaquefacilita la comprensin sobreestatecnologa. Porotro lado, podemos ver queexisten formasaceptadas, estables y extensamente compartidas deusode la Red,tal como demuestran los espacios sociales colaborativos que prestan los grupos denoticias. Si bien es posibleque Internet muestre unbajo nvel de flexibilidadinterpretativa entre sususuarios enespacios particulares, la diversidad de gruposdenoticiassugierealtascuotasdelibertad para quesusinternautas dendistintasinterpretacionesa latecnologa. Losgruposdenoticiassonlocalmenteestables,perotarnbinmuydiversos. La percepcindelaspginas webcomoterritoriosindividuales alientan a losdisefiadores a experimentar conla tecnologa y permi-tirla creacin deuna grandiversidad depginas. Comoparte deI proceso, no obs-tante, los productores depginaswebmonitorizanretlexivamente el desempeno desus trabajos, cornparansus productoseon otros y. as, tiende a estabilizarse la WorldWideWeb alrededor deunasericdeusosrelativamentecompartidos. Laspginasweb, a la vez queson potencialmente diversas. tiendena estabilizarse localmente atravsde la consideracin delas interpretacionesde otros.Comnmente contrasta-mos nuestras interpretacioncs y usos de Internet con los de los dems. De este modo,la Red se constituyeenuna instanciade desempeno generaldondeusuariosy usua-rias vamosconstruyendoformas comunesydeterminadasdeactuar, haciendolasveces de estabilizadores de usos de Internet. Las relacionessociales que se forman enInternet tambin tiendena estabilizar la tecnologia, as como a fomentar la compren-sin comn de5US formasespecficasde ser y funcionar. Si bienla Red ha sidopre-sentada como una tecnologa traseendental en s misrna, capaz de superardualismoscomoS mismo/otro, real/virtual. naturaleza/culturayverdad/ficcin,lociertoes quetieneunarelacinmuchoms complejaconestas distinciones.ComoafirmaRobins: "tenemosque desmitificar laculturavirtual si queremosacceder a las irnplicaciones ms serias que ella tienesobrenuestras vidaspersona-les ycolectivas"(1995, pag, 153). Los usos cotidianosdeInternet noslosonmuchomsinteresantes, matizados. diferenciados, o en ocasiones aburridos de loquelosfuturlogosquisieranhacernoscreer. sinoqueadernas prometennuevosterrenos de investigacinene] futuro. En la scccinfinal de este captuloseexploran algunas omisiones cn estaetnografa. y se proponennuevos caminos deestudio en el futuro.Enciertonivel esteesunlibrasobre metodologa: su objetivoesdesarrollarunaperspectiva de estudio de lasintcracciones mediadas y mostrar a travs deunejemploconcreto los procedimientos, problemas y beneficios que implica tallntroduccion---23perspectiva. Sinembargo, nopuededecirseque seaunmanual ounaguade"hgaloustedrnismo". Esperoque estetrabajocontengaideas provocativasytilesparacualquieraque deseecomenzar unaetnografasobreuncampodeinteracciones mediadas; quedeje ver lasintrigantes posibilidadesquetraeestametodologa para el estudio de Internet.Parte demi argumento esquelaetnografa se fortalece, precisamente, porsufaltade recetas. Desdesuorigen, los etngrafosse hanresistido a producir guasqueprescriban su aplicacin pucs. a fin de cuentas, la etnografa cs un artefacto yno un protocolo que puededisociarse de su espacio de aplicacin ni de la personaque lo desarrolla (Rachel, 1996). La metodologa de una etnografa es inseparablede los contextos dondese desarrolla y por esola consideramos desdeuna perspec-tiva adaptativa que reflexionaprecisamente alrededor del mtodo. La posturaetnogrfica descrita en estelibrotratade hacer justicia a la riqueza y complejidaddeInternet, alavezqueabogapor la experimentacindentrodeun gneroqueresponde a situaciones enteramente novedosas.Si bien ste no es exactamente un textosobremetodologa ni un manual, tam-pocoes unaintroduccin ai uso de Internet o un manual tcnico parausuarios deInternet. Tantoenesta introduccincomo enel resto deI trabajo, he asumidoampliamente que quienes lean este libroestarn familiarizados con nociones talescomo "gruposdenoticias", "pgina web", "motoresde bsqueda". etc. Enotraspalabras, he partidode la presuposicin de que Internet es unobjetode usocomente para lectores y lectoras. De hecho, no se han incluido descripciones tc-nicasdetalladas o instrucciones en el cuerpo dei escrito para no aburrir a aquellosque conocen el reay no alejamos de nuestros principales argumentos. Espero, encualquier caso, procurar nuevas preguntas, intrigar a aquellos que se sientenextraos y desorientados con respecto aI mundode Internet. He preparado un glo-sariotcnicoaI final dei libro; susdescripciones, aunque insuficientesentantoinstrucciones de uso, pueden al menosexplicar los tiposde interaccin que discu-tiremos. Porltimo, confoenquelaslectorasylectoresencuentreninspiracinpara explorar los usos que les resulten novedosos de Internet yque traten dehacerlo con un espritu etnogrfico.Captulo11Internet como culturay artefacto culturalDecamos enel captulo anterior que Internet poda ser entendidade dosmaneras: comounaculturaens mismaycomo unartefactoculturaLEnestecaptulo, tomaremos ambas perspectivas como punto de partida para discutircmo desarrollar una aproximacin etnogrfica para la comprensin de la Red.Seha sugerido quelosavances en el ciberespacio facifitantodauna serie denuevoscampos para la etnografa (Escobar, 1996). Ambasvisiones. Ia de Inter-netcomocultura ycomoartefacto cultural, conforrnanperspectivasde anlisisetnogrfico y cadauna sugiere distintas aproximaciones metodolgicas, con5USrespectivosproblemasyventajas. Enla primerascccin, revisaremoslaspers-pectivasque abogan por interpretarInternet como unaculturaydiscutiremostanto algunosdilemasmetodolgicos comolasinnovaciones quetraenconsigo.En la segunda seccin. revisaremos los argumentos clavepara interpretar la Redcomounobjetocultural queadquieresentido socialmente. atravs desupro-duccinyuso. AI final, veremos las ventajaseinconvenientesquesupondraacercar ambasperspectivas.Internet como culturaLapreocupacin porlos efectos que puedantenerlas comunicaciones media-dasporordenador sobrelosprocesosdeinteraccines casi tanantiguacomolatecnologamisma. Enuninicio. lasposturas deestudiodelas eMOestuvieronlejos dereconocer que fuese unespadaricoparael intercambiocultural. Dehecho, en comparacin con otros medios de comunicacin. y particularmente conlas interacciones cara a cara, el correo electrnico pareca muy limitado. Recorde-26Emagmfial'iJ1ua{mostambin quelosordenadores notenanlacapacidadnipennitan lariquezacomunicacional de las relacionespresenciales (Bayrn, 1998). Muchos de losan-lisisms tempranos de las eMa consideramo que estasestaban destinadasmera-mente a contextos laborales y organizacionales; argumento que aparece confrecuenciacolapsicologasocial. Existentrabajos, empero, que hangeneradounacomprensinms amplia delascualidades delaseMO. Esta seccinestarextensamente basada en los estudios de Rudy(1994; 1996), quien traza y caracte-rizalainvestigacin de eM coentornos organizacionales. Ensuinvestigacin,Rudy examina el establecimiento de criterios deseleccin demedias de comuni-cacin paratareas determinada (seleccin demedio), y encuentra quelosinvesti-gadores discrepan sobrela cuestin de hasta qupuntolas decisiones se basanenatribuciones de cualidades inherentesai medio; caractersticas quecualquier per-sana pudieseimputarle parahacer unaeleccin racional.Lasideassobrelas cua-lidadesparticularesdelasCMasefueron extendiendohasta asentarseenotrocuerpo detrabajo, tarnbin en entornos organizacionales, quese centraba enlosefectos de losmedias. Para entender Internet como unacultura, es imprescindiblecomprender losfundamentosdelascornunicacionesmediadasporordenador, delo cualpasaremos inmediatamente a ocuparnos.Granpartede lasinvestigaciones sobrelos efectos de los medi os estuvo moti-vadainicialmentepor preocupacionesyproblemas gerenciales. Lacuestineraencontrar el mejor camino paradesarrollar sistemasde CMa enorganizaciones,sus posibles beneficios ydificultades. Estapreocupacingeneral setradujoencuestioncsms concretas tales comoqutipodetareas podralograrungrupoempleandolacomunicacinelectrnica, cmo podran compararse, ensuefectocornunicacional, losdistintosmedios, y quefectotendranlosdistintosmedi ossobrelos grupos de trabajo.EI tema dei trabajo en grupo pasa ser un centro par-ticulardeatencin, ylas cuestionesplanteadasdieronunimpulsoaIinters, yabienavanzado entre lospsiclogos sociales, sobrelosprocesos grupales. Fueascomo se emplearon mtodos experimentales para establecer consistentemente lascaractersticasquediferencianlacornunicacinatravsdeuomedio ydeotro.Los experimentos se disefaron sobreel supuesto de que las disparidades entre losgrupos detrabajo condistintosmedi os decomunicacin demostrara las diferen-ciasinherentes a esosmedios.Quizslams conocidaeintluyentedelasperspectivasdeestudiodeestastecnologas, seala comprensin delas eMa basada cn el modelo de "reduccinde signos sociales" 'reducedsocial cee.c"), I establecidoatravs de estudiosexperimentales sobretomade decisiones en grupo (porejemplo, Kiesler. Siegel yMcGuire, 1984; Sproull andKieslcr. 1986; 1991) dondesedaba unatarea aungrupodepersonaspor unsistemadevideoconferencia, para luego comparar losI. N.T. Aunquetambin se puedeencontrar como "teoria delas sefiales filtradas", hemoselegidounatraduccinmsamplia. Ciertamenteseresrringcn lasseales. pera lo determinanteesel cfectosocial que ttenela reduccin de signospresencialcs sobrelasinteracciones.internet como cultura y anefecto cultural----27resultados delatareaconotros grupos quehubiesen interactuadoenpresenciafsica. El anlisis del procesobuscaramedir la seleccin de variablesy comparar-Ias cnambosgrupos. Entrelas medidas, por lo general, se incluanigualdaddeparticipacinentre gneros oentre miembros de diferentes estatus, tiempo onmerode interacciones necesarias para culminar la tarea, y nivelesde agresin.Estasvariablescombinabanla evaluacin de contenidosde mensajes (porejem-pio, nivel deagresin) y contabilizacindirectadeaspectos dentrodei proceso(por ejemplo, nmerode contribuciones). Desde un enfoquesocio-psicolgico, elanlisis de los resultados sugera que las comunicaciones mediadaspor ordenadorcarecandesignos sociales atribuibles al contexto, locual tena unefecto dedesinhibicincnlosparticipantes: losmediosdecorreoelectrnico, limitadosatextos, dejan fuera los signos sociales decontexto(caractersticas de gnero,edad, raza, estatus social, expresinfacial yentonacin) empleados rutinaria-mente en las interacciones cara a cara.La faltade esos signos, concluyen, podraser la base para explicar tantola igualdadde participacin comolos altos nivelesdeagresinpercibidosengrupos mediadosporordenador. EI "flaming,,2olosinsultospuedenexplicarse comosefial de desinhibicin, productodela ausenciadesignos dei contextosocial, queIlevaalosparticipantesaconcentrarsemssobreellos mismosquesobresusinterlocutores. EI incrementodeigualdaddeparticipacinencuentraaqufsusrazonesenesadesinbibicinantelaausenciadefactoresvisuales o auditivos queevidencieneI estatusde otrosparticipantes,conlo cual,tambin, se dauna tendencia a concentrarse ms enunomismoqueen los dems (Sproull y Kiesler, 1986; 1991).En la comprensin de las eMO y sus efectos, el modelo de "reduccin de sig-nos sociales" ha sido cuestionado por otrosenfoquesms centrados en contextosdiferenciados. Unaseriedeautores bancentradosusestudios enlosdiferentesusosatribuidos a las eMOsegnel entorno. La alternativa propuestaa los estu-diasanteriores era cotejar los distintos usos entresfy no conrespectoa la inte-raccinpresencial. Spearset ai. (1990) Yde LeaySpears (1991), enefecto, sepropusieroncomparareIusodeunamismatecnologaendistintas condicionesexperimcntales, y encontraron que los efectosde las eMOsobrelos procesos detoma de decisiones grupales podan variar dependiendo del sentido de pertenenciade los participantes a sus grupos. A partir de sus datas, estasautoressugieren quelo que el modelo de "reduccin de signos sociales" atribuyea la tecnologa no essino el resultadodeI modo en que los gruposexperimentaleshabfan sido organi-zados. La propuesta que bacen es, por tanto, concentrarse ms en cl contexto en elcuaI se empleala tccnologa, e incluir cn el anlisisla influencia de la identidad2. N.T. Enalgunos lugares "flarmng"se traduce directamente como"Ilamear". Curiosamente,algunos glosarias bilngesdeInternet lo traduccncomodesatiogo (http://www.bilingualwebsites.com/),Se tratade cxpresiones caracterizadas por eltono hostilo agresivo cnc\contexto delas comunicacio-ncs electronicas.comunmentc escritas enmaysculas.28Etnografiavirtual---------social (la orientacin hacia eI grupo)yla des-individuacin (queopera enel ano-nimato visual delos participantes) delos procesos grupales.Mantovani (1994)tambincuestionel modelodominantede"reduccindesignos soei ales" ai compilar una revisin de casos basados en observacin y mos-trarque,envezde vencer lasbarreras espaciales o jerrquicas enlas organizacio-nes (comosugiereaquel modelo), las comunicaciones mediadas por ordenadortiendena reforzarlas. Segn esteautor, esdifcil sostener quelatecnologalengaefectos soei alesindependientemente dei contexto donde sea utilizada.Mantovani.para ernpezar, pone eoentredicho los fundamentos de algunas medidas cuantitati-vasempleadasparaestablecer igualdad departicipacin: puedequeunmiernbrode bajo estatus enel grupo tenga igualo mayor nmero de contribuciones quelosdems. pero de ellono se siguequesus intervenciones tengan la misma importan-ciaquelasdesussuperiores. Adiferencia delos arreglosexperimentales. enlosque los participantes normalmente no se conocenentre s (cuando menos. noantes delestudio) losusuarios de las CMa enorganizaeiones estnporlo generalampliamenteaI tantodesusdiferenciasdeestatus. Mantovani sugiereinvertir lacuestindelos efectos socialesdelasCMaparapreguntar. ms bien. cmoesqueel contexto social suscita eluso y los efectos de las comunicaciones mediadaspor ordenador, cuestin queveremos en detalle aI final deipresente captulo.Asumir las CMa como unatecnologa deefectossociales determinadostam-binha despertado controversias en otrosespacios, Seha observado, por ejemplo.quefuerade un entorno estrictamente experimental. las CMO hanfacilitado expe-riencias de relaciones soei alestanricas como complejas, contradiciendo todas lasconclusiones queapuntabanhacia unmediode comunicacin limitado y constre-ido. Rheingold(1993)hatenidounaparticularinfluencia enestesentido, mos-trandoa partir desus experiencias enWELL (WholeEarth'LcctronicLink) quelasCMson, enefecto, generadorasdecomunidades. Este autor muestra ensuinvestigacin a un grupo depersonas comprometidas enofrecerse apoyoy con-sejos entre s: personas que se adentranen relaciones personales ysostienenargumentoscongranintensidad. EI mismoRheingold seexpresa comoalguienpersonalmentecomprometido yplenamenteconvencido deIpotencial queofre-een las tecnologfusde lacomunicacinparaacercar alagente. reformularlasconexiones amenazadas por la vidamoderna, y mejorar la participacin democr-tica. Dehecho, eltrmino "comunidad virtual" fue empleado porlparadestacarlos niveles de compromiso y conexin que experimentan los usuarios queemplean las CMO paraconformar relaciones permanentes:Las comunidadesvirtuales son agregacionessociales que cmergcn deInternet cuandosuficientes personasse mantienenen una discusin pblica, durantesuficiente tiempo.consuficientesentimicnto humanocomopara establecer redes de relaciones persona-lcs en el ciberespacto. ( 1993, pg. 5)IlIternel como cuttnra.1' artefacto ndtuml29Algunos delosprimeroscreadoresdedominiosmultusuario(DMU). comoCurtis (1992) yBruckman(1992), hanescritosobrelasestructurassocialesqueemergenen estaclasede contextos. Susobscrvaciones se sumarona las eviden-cias. cadavezmsclaras. dequelascomunicaciones mediadaspor ordenadorpodan tener mucho quevercon la conformacin de relaciones sociales (ParksyFloyd, 1996). Etectivamente. a partirdelos desarrollos inicialesdeWELL y losdomnios multiusuario, se ha venido sostcnicndo. cada vez conmayor fuerza, queloscntomosonlne soncapacesdeformar comunidades virtuales, ygrupos denoticiasotablones de anuncies, as comoIRC(chats) y entomos para juegos derol tales corno los DMU. hoy por hoy se describen naturalmente como comunida-des. Estacontracorrienre, quedestaca lasposibilidades comunicativas envezdelaslimitacionesinherentesalas CMa,comenzdesde los90ysuresultadohatenidounagraninfluencia en el desarrollo de agendas de investigacin, hoymsdirigidashacia los usosreales delatecnologiaqueasuhipotticopotencial oefectosobtenidosenentornosexperimentales. Hayinvestigadoresque. incluso.han ido ms ali de observar cmolas CMa se perciben comocomunidades parasusparticipantes. paraprestarunaatencindetalladaalacuestindecmosecreay sesustenta tal percepcin eneltiempo (Jones. 1995; McLaughlinet al.,1995; Kollocky Smith, 1999). En general, la relacin entrelas CMOy las cien-cias sociales se ha reconceptualizado de pleno: aI ver que en Internet se producanrelaciones sociales significativas. los investigadores intentaron comprenderlacomounentornoderelaciones socialesens misrno, msquecomounsimplemediodeefectospositivos onegativos sobreotroscontextos. Fueas comosedescubri un espacio de intersen el interstcio entreun mensajepublicado en ungrupo de noticiasy el autor de su siguiente respuesta. Un espacio abierto, un con-texto cultural.En laintroduccin de la innovadora compilacin cvbersocietv. se destacaba lanecesidad denuevasformasde hacer investigacin para poder dar cuentasdelas"formacionessocialesno-tradicionales" que ocurrenonlne(Jones, 1995. pg. ] 1).El contexto de las CMa fue, enronces, colonizado por una seriede metodologasy aproximaciones de las ciencias sociales. Unavez que las CMa fueronasumidascomocultura, se convirtieron cn territorio de la antropologia, de los estudios cul-turales, la ciencia poltica, la comunicacinsocial. lapsicologay lasociologa.Losinvestigadoresentrabanaiciberespacio paraesrudiar lasformacionessoeia-les. culturales y polticas que encontraban all, en una dinmica que ha conducido,segnStonc, a una sobrepoblacin de "investigadores quese lanzansobrepaisa-jesvirtuales, escudrinando a nativosvirtualcs. y tomando extensas notasvirtualesdecampo"(1995, pg.243). Cadadisciplina lia empleado SliSpropios mtodos,adaptndoloslo mejor posiblea losentornes dei ciberespacio. EI anlisiscuanti-tativo, por ejemplo, senalabauncaminoparaexplorarlos usosquesedabanaInternet contabilizando y correlacionando la ocurrcncia de algunos de los mensa-jesall publicados. EI ambiciosoProyectH (Rafaeli etai. 1994) cuentaentrelasiniciativas ms liamativas de rastreode estructuras socialesemergentes en grupos30Etnogrofa \'irtualdenoticias, a la vez quepenniti a losinvestigadores reflexionar sobre el uso delaseMO enlacoordinacindeIproyectodurantesupropiarealizacin(SudweeksyRafaeli, 1996). Este estudio a granescalatambinincluael anlisisde conteni-dosdeUfi extenso corpus demensajes enviados a grupos denoticias, lo cuaI permi-taestudiar lostemas queconformaban ciertos tipos degrupos. Mark Smith (1999)ha desarrollado mtodos para producir un mapeo sistemtico de la estructura socialdeUscnet,queinc1uyenivelesdeactividad yenlaces a travsdemensajes cruzadosentre grupos.Sibico losestudioscuantitativos han jugado unrol importante enla provisindeanlisis sistemticos y herramientas para comparardiferentes entornos, losestudioscualitativos e interpretativos han alcanzado un lugar privilegiadoalahoradeestudiar ensus propiostrminos uncontextocultural comoInternet. Elanlisiscualitativo hasido.definitivamente, laprincipal influencia enel estable-cimiento delosrasgos delas CM.Internet y lasotras redes similares proveen un campo deaccinnaturalpara elestudiodei comportamientodelas personas onlne. sintenerque ajustarsealasconstricciones de los diseos experimentales de investigacin. Los estudios deenfoquenaturalistadeentornasvirtualestomannota delariquezaycomplejidadpresentes enel usodelas comunicacionesmediadasporordenador comopunto departida para analizar comportamientos situados (Wynny Katz, 1997). cuestionandoexplcitamente los enfoques experimentales queanalizan estetipode comunicacincomo un medio limitado (Baym, 1995a; 1995b; 1998; Paccagnella, 1997). EI obje-tivodeestasperspectivashasidorescatar lariquezasocial einnovadora quehaydetrsdei usoasignadoalas eM, fueradelos disefosexperimentales, propo-nindose como alternativa de enfoque para losusose interpretaciones dela tecno-logaenaccin, Noresultarsorprendente quelasaproximacionescualitativas a lasCM se hayan fijadoen los recursos lingsticos que los participantes generan y usan.Desdeperspectivas de anlisis dei discurso(Bayrn, 1995a; McLaughlin ct al., 1995)hasta la etnometodologa (Correll, 1995;Thomsen et ai., 1998). losinvestigadoreshanabiertounespectrodeposibilidadesparael estudiodelasprcticas quedansentido a determinadoscontextos. a travsdelainteraccin entresusparticipan-tes. Laaparenteausencia deuna realidad pre-discursiva enlosentornos virtuales,invita a aplicar losmarcos constructivistas deanlisis.Un enfoque discursivo yorientadoa la prctica ofrece la posibilidaddeabordarunfenmenoonlinecomofuncional enel sentidosocial. Losestudiosexperimentales interpretaban, por ejernplo, eI uso demaysculas(caractersticodelos insultos)paratransmitiragresividad, comounfactordestructivo, conse-cuencia directa delaslimitaciones del medio de comunicacin. EI enfoque discur-sivo ofrece una alternativa queconsiste cn examinar losmodos en que el conflictoadquiere una funcin social determinada(Francoet ai.. 1995; Phillips. 1996).Biensetrate de laformacinde relacionesjerrquicasapartirdeestructuras depoder (Reid, 1999). o dela fijacin de estndares de comportamiento (McLaughlinet ai . 1995), la organizacin delosmensajesen contextos degrupos denoticiasInternet comoCU/fUro y arIefcro cultural--31puedeanalizarse por su funcionaIidadya quelostitulares delos"as untos", losarchivosde firmas, o los estilosde redaecin, contienen eI desarrollode las iden-tidades separadasy, por lo general, estables delosparticipantes(Bayrn, 1995b;Donath, 1999). Laprctica decitarfragmentosdeun mensajea la horaderes-ponderlo refuerza el sentido dei transcurrir de una discusin en tantoproceso deinteracciny nocomounasimpleacumulacindedeclaracionesaisladas. Losdispositivos lingsticos tales como los emoticones, los ehistes, los cdigoslocales y las abreviaturas contribuyen a la formacin de una eomunidad de prc-ticasdeconocimiento, lenguaje ybienes compartidos(KollockySmith, 1994;Baym, 1995c; Femback, 1997; Kollock, 1999). Igualmente, Reid(1995) sos-tienequelosdomniosmultiusuario(DMU) soncapaeesdegestar unaculturacomna travsdellenguaje compartido y, eon el empleo delosmedios textua-lesa disposicin, generar modos de participacin quellevena los involucradosa construir una presencia significativa para otraspersonas en el entorno. EI pasocrucial para todas estas observaciones esinterpretar lascaractersticasdelasinteraccionesenInternetcomofuncionalesenel sentidosocial, comofacilita-dorasdel desarrollo de una cultura distinta.Caracterizar losgrupos denoticias comocomunidadesdeplenoderechohasidode graninfluencia parala generacin deunaseriede estudioso Lasinvesti-gaciones sobre estos entornos virtuales han sido promotoras deuna nuevadefini-cinde"comunidad".quesesustentamsenlasprcticascompartidasqueenlascondicionesfsicas (Jones, 1995; Watson, 1997). Noobstante, haycrticasquesugierenque tales formaciones distan deconstituirunacomunidadensuacepcingeneral. El argumentogiraalrededordei nivel decompromisoyres-ponsabilidadqueuneaquienes participanenlasformaciones sociales online.queno puedenser consideradas "comunidades" cuandocualquiera puedefinali-zaruna sesin contan solo pulsar un botn. EI nivel de conexin e intimidad noes suficientepara que losparticipantespuedan considerarsemicmbrosdeunacomunidad, pormsquepuedanteneresapercepcin; y porestaprefierenlla-mariaspseudo-comunidades (Beginer, 1987). Defensores y crticos de la nocinde"comunidadvirtual"suelenterminar debatiendosobrela autenticidadde lasformaciones sociales online, recayendo con frecuencia en una visin romntica ytradicional delascomunidades(Wellman yGulia, 1999). Existe, noobstante,una dimensin ms amplia para este debate. Watson(1997)seala quehablardegrupos de noticias comocomunidadessuenabiena los odosde etngrafos y delos participantes, peroquetal trmino cuenta conun bagajeculturalmuchomsamplio. Segnl, argumentar queuna instancia sea o no "cornunidad" esun tra-bajo ms bien poltico, ydedicamos a discutir si las formaciones socialesgeneradas onlne se correspondcn o no conlosprocesossaci alesconvenciona-les, puededistraernosdeiestudio sobreaquelloqueaconteceen laRedensuspropios trminos.Adems del temadelascomunidadesvirtuales existeotracuestindegranrelevancia alrededor de los entornossocialesonline que tiene que ver con la iden-32Etnografiavirtualtidad. EI intersa esterespectoprovienedeobservacionesquesehanhechocointeracciones a travsde texto. segn las cualeslas personastiendena explotar eIpotencial quehay en representar una personalidad diferente a la de su vidaofiline.Esta tendencia parece particularmente evidente eo entornos de juegos de rol comolos dedomnios rnultusuaro(MUD) cnlos que los participantes seleccionanactivamente algn gnero para su personajey producen una descripcin general-mente bcneficiosa co trminos fsicos. sin quehayaforma deverificar si el gneroy la descripcin corresponden a la persona offlne. AI exaltar la fantasa, los domi-nios multiusuarioofrecenla oportunidadde experimentar interaccionessocialesde formas enteramente innovadoras y diferentes (Turkle, 1995; Bromberg, 1996).Estambininteresanteverlosmodosderepresentacinquese desplieganenloschats con el uso creativo de alias (Danet, 1998). Aunque estas prcticas suelen tenermenos presenciaen muchosgrupos denoticias y tablones de anuncios, los juegosdeidentidadhandestacadopor 5USnororios casosde engano(Van Gelder, 1991;Stone, 1996). La importancia que se da a la identidad en la Redpuedevariarsus-tancialmente: los juegos de rol puedenservistossencillamentecomoel aprove-chamientode lascondicionesdeunmedio paraexperimentarcosas nuevas. opuedenrepresentar unaseriaamenaza ala ideadeI Smismounificado(Poster,1995: Turkle, 1995), por ms que la cuestin de si existe o existialgunavez eseSi mismounificado sea an objetode debate(Wynn y Katz, 1997).Hay quienes, aI observar que las personas juegan con su identidad en entornasvirtuales. infieren que las tecnologaspor s solas son causa de transformacin enla concepcin de la identidad. Y vale la pena, en este sentido, revisar eI estatusdela tecnologia enlasdiscusionesactuales sobreidenridadycomunidadesonline,Si. antes la perspectiva experimental detenninaba que la tecnologa era un medioinherentementeempobrecedor delacomunicacin. ahorapareceriaque hemospasado aI extremo de adjudicarle. tambin de modo determinista, la generacin dericas fonnaciones sociales olafragmentacin delaidentidad. Recientemente.variesautoreshan hechoun loableesfuerzo por enfatizar queno tododesarrollode comunidad virtual es inevitable;que las comunidades pucdenfracasar(Kolkoy Reid, 1998) o fungircomo espacios de tensinyfragmentacin, yno de cohe-sin (Mitra, 1997). Lasidentidades puedenser mltiples. fragmentadaso jocosas(Turkle, 1995; Stone, 1991), pero tambinpuedenencontrar estabilidad y susten-tabilidad en el tiempo(Bayrn, 1995a;1995b; 1995c;1998). Existecuantiosa evi-dencia deque lascategorasconvencionalesquedefinen laidentidad, comoelgnero, la raza, la sexualidad, etc.. lejos de borrarse. son importantes fundamen-tos paralaorganizacindeIsentidodemuchos usuarios yusuarias deInternet(Savicki et ai., 1996; Dietrich, 1997; Shaw, 1997; Zickmund, 1997; Danet, 1998;Poster, 1998; Burkhalter, 1999; O'Brien, 1999). Esta observacin da an ms piea la intervencin dei anlisis crtico de los procesos y formaciones soeiales on/ineatravs deestudiosqueevitenpartir delapremisadequelascomunidadesseconformanautomticamente, o de quelasidentidadessean intrnsecamenteflui-das ycambiantes. Las propiedades de Internet seconstituyensocialmente, delmernetCOlIJO cu/rI/n/ _,- anefacto cII!lIIm!33manera particular, en los distintos entornos sociales que al1 se generan. Contextosindividuales como las comunicaciones mediadas por ordenador, por ejemplo,pueden alcanzar altosnivelesdeorganizacinsocial sin considerar jamsla dis-cusin sobrela tecnologa y, sin embargo, la tecnologa de las CMOsubyacea unamplio rangode formasde organizacin social: la "comunidad" no es sinomet-fora delasformaciones socialcs virtuales. Tomandoencuentadesarrollos msrecientes, si las narrativas puedenproveer un marcoalternativo para comprenderestos fenmenos, podemosdecir quela de"cornunidadvirtual"cs, apenas, unaentremuchasotrasnarrativas (Jones, 1998: Poster, 1995).Comosepuede ver, las perspectivas metodolgicas para el estudiodeloscontextos virtuales hanvariado extensamente. La etnografa mantiene un intersespecial por el estdio de "loque la gentehace' con la tecnologa y, una vez queinterpretamos elciberespacio como un lugarenel quese acta. podemos empe-zar a estudiar exactamente quse hace, por quy en qu trminos. Sin embargo,comoocurreconcualquier metodologa, trasladarla etnografaaestecontextode trabajo conlleva el esfuerzo de re-examinar diversas implicacones operativas.Enun contexto offline se supone que eletngrafo se trasladar a viviry trabajar,porun determinado perodo de tiernpo, ai campo deinvestigacin. Se espera queobserve, pregunte, entrevisteapersonas. quedibujc mapas otomefotografas,queadquieranuevas habilidadesy haga10 neccsarioparavivir lavidadesdelaperspectivade los participantes dei estudio. Trasladar estas expectativas a unentorno virtualplantea algunosproblemas interesantes, entre otros: (,cmo se viveonline?(,Hay quepermanecer conectadoalaRed24horas diariaso, msbien,durante intervalos peridicos? (,Puedenanalizarsearchivosdegruposde noticiassin participar y lIamar a esto una etnografa? Las instantneas breves (Mitra, 1996).lasmuestrasrestringidas(Phillips, 1996) ylos anlisis retrospectivos(AycockyBuchignani, 1995)hanlIegado a conclusionesmuysugerentes acerca deI fen-menovirtual. Lasinstantneasbreves permiten aI investigador un enfoquemsprecisosobre algnpuntoconcretodeinters ysuseguimientoderallado, sinverseatropelladopor laingentecantidaddecontcnidosqueproducenalgunosdeestas grupos. Lasmuestras cruzadas entregruposdenoticias (Mcl.aughlinetai .. 1995; Parks yFloyd, 1996) hancontribuidotambin al anlisis dealgntpicoenparticular a travsdemsdeuncontexto. Laorganizacintemporal ylos nfasis que se proponen sobrealgnaspectoconcreto contravienen el espritu"etnogrfico". un punto de prevencin queLindlof y Shatzer (1998) establecieronante la tentacin de generalizar excesivamcnte los procesos de cornunidad a partirdepequenasmuestras. La selectividaddeestasaproximaciones'laencontra delethosetnogrfico, basado enla implicacin con los eventos. tal comoocurren enel campo y en la atencin ai conjunto de prcticas que distinguen una cultura.Baym (1995a; 1995b; 1995c; 1998) y Correl! (1995) estn entre los investigado-rescuyos esrudiosencajanenel modelomsgeneral delaetnografa puestodemanifiesto a travs de sus inrncrsiones online, donde combinanuna serie de interac-cionesdedistintanaturaleza: intercambiodecorreoselectrnicosconlospartici-34l::tllograj(avirtualpautes, entrevistas electrnicas por vdeo-conferencia y planteamiento de preguntasgenerales a grupos amplias.Aqu, el espritu etnogrfico se distinguira por colo-car el objetivo dei investigador en las prcticas sustentadas eu el tiernpo. con sen-tido y percepcin de comunidad para los participantes. La aproximacinetnogrfica, euestesentido, abreel camino para estudiar la configuracindeuncontexto cultural significativo para losparticipantes manteniendo la pretensin deverlo queellos ven a travsde sus ajas, constituyendo uo enfoque enraizado quebusca unacomprensin profunda acerca dei sustrato culturaldeI grupo como tal.Laaplicacindediferentesmanerasdeobservarycomunicarseconlos partici-pantesofreceunasuertedetriangulacinatravsde lacual las observacionespuedenser comprobadas de modo cruzado. Aqu es particularmente relevanteacotar que, tantoBaymcomoCorrell, hanempleadointeraccionesdedoblevaquepermiten aI etngrafo hacer preguntas a losinformantes y explorar susideasen desarrollo. Desde estaaproximacin etnogrfica, la visinholstica pasara porunacomunicacin interactiva, multi-canal, tomando en cuenta relaciones prolon-gadas en el tiempo. Estoes lo que la distingue radicalmente de otras metodologasmsselectivas en el estudio de contextos virtuales.Esteapoyo eninteraccionesvirtualespuede, sinembargo, encontrar suspro-blemas en el anlisis etnogrfico. Tradicionalmente, la validez delas observacio-nes de un etngrafo ha reposado sobre el cmulo de descubrimientos quesustentanalgunaafirmacindesdelaparticipacin. Dado que lapresenciadeIinvestigador es sostenida y participativa, parecera inadecuado quelosinforman-testuviesenla opcin demantener unaidentidad falsa o artificiosa. Como soste-na Freeman (1996): si Margaret Mead fue enganada por sus informantes, fuepornohaberincursionadoconsuficienteprofundidadenel campo. Enel desplaza-mientodelas interaccionescara acara haciauncontactomediadoelectrnica-mente, se abrela probabilidad de quelosinformantes engafenai etngrafo: mscuando el juego de identidadesse reconoce casi como unanorma en ciertos con-textosonline, comolos domnios multiusuario. Desdeeste contexto. tomar lasdeclaraciones de losparticipantes como manifestaciones de susvidasoffline cier-tamente resulta problemtico, un problema que TurkJe (1995, pg. 324) discute en elmarcodesupropioestudiosobre larelacinentrelasexperienciasenentornosvirtualesylaconstruccindesignificadosdelavidareal. Ella termina optandopor no incorporar lasinteracciones virtuales conpersonas con quienes no hubieselogrado tener contacto caraa cara (unnivel deverificacin de las identidades vir-tuales determinantepara suestudio). Sibien tal"sesgo de lavidareal"resultabanecesarioparasuspropsitos, ellamismanotard enreconocer quenosiemprehadeserlo, pues ladecisindeprivilegiardeterminadosmodosde interaccindependedecadasituacin: si el objetivoes estudiarunescenariovirtual comocontexto de pleno derecho, la cuestin de la identidad offline no espertinente -unpunto querevisaremos eonmayor profundidad en el captulo111.La popularidad del enfoque etnogrfieo para comprender los fenmenosvirtua-les se debe, en parte, a la facilidad de aeeeso en estecampo de estudio por partedeInternet comocuherav artcocto I"u/tllm/35los acadmicos. cadavez ms sujetosa sus mesasde trabajo. En estosdias en queresultatandifcil encontrar el tiemponecesariopararealizar estanciasprolonga-das en lugaresfsicospara plasmar el trabajo de campo etnogrfico, Internet se havueltoasequibledesdeprcticamentecualquier oficina y encualquiermomento.Gradas a esto, los gruposde noticiaspueden archivarse confacilidad y las discu-siones puedenrecupcrarsc, desdeelprincipio. rnuchodespusdehabercomen-zado. Estaposibilidad de volver en el tiempoa revisar eventos dei pasado planteaoportunidadesmuyatractivaspara cl estudiocmografico. Las notas decampo,grabaciones y fotografastienenunalargahistoriaen tantoregistros deinforma-cinsobreeventos que penniten al investigador revisar. reconsiderar y afinar susobservacioncs. Tambin sirven al etngrafo parapresentar a su audiencia algunosaspectos deI campo de manera relativamentedirecta (nomediada). Dadoquelosmtodos pararecoger datossonineludiblcrncnte selectivos, es comnexperimen-tarcierta ansiedadporno escribir oregistrar "la situacion real". ensuconjunto,duranteuna etnografia. EI investigador, en estesentido, sabe quelo que escribc ograba en el calor de un momento determinado durante su trabajo de campo pucdeaJcanzarunamayor significacinmsadelante. sobretodocuandoscacotejadoconla experiencia generalde lavivenda enellugar. Grabar discusionesenterasde gruposde noticias en un archivo, por el contrario. podra parecer no-selectivo.Para Stone(1995,pg. 243), esta tcnica es "lo ms completo y avanzado que hayen registros de campo", puesse salva la totalidad de unainteraccin en e! tiempo.tal como transcurre, permitiendo revisar los eventossinlaslimitaciones tcnicasde antes. Sugiere estoqueelnivel de implicacin etnografica no nccesariarnentepasa por ser simultnea en el tiempo: eI investigador puede ver la totalidad de losdatas posteriormente. No obstante, nuevamente. que eI etngrafo y los participan-tes no tenganque compartir un marco de tiempo comn depende en bucna medidade cmo este concebidoeI proyectode investigacin: si el objetivoreside enreproducir la cxperiencia delos participantes. esteargumento noseraplausible,Seguir las interacciones de un grupo de noticias bien podra dar sentido a los rnen-sajes quevanllegandosinordenalguno, comotambinconsiderar eltiempodeespera de respuestas a los mensajes propios y de otros, o talvez experimentar losperodos de mayor o menor intensidad de las interacciones. Sin tiempo real, o conun marcocolapsado de tiernpo etnogrfico, lasexperiencias de losparticipantessonmenosaccesibles. Enestesentido, Reid (1995) est entrequienes sosticncnque lainterpretacion a posterior; de interaccioncs en domnios multiusuriono tie-nensentidoetnografico: si bienprcscrvunlasdeclaracionesdelosparticipantes.dejanfucrala experiencia de participacin.Unaimplicacinpersonal msactivarequierequeel investigadorinteracteconlosparticipantes, msquemerodearodescargar archivoscnInternet. Pasardeanalizarpasivamente discursosa vemos activamcnte implicados e implicadasensuproduccin esun cambio quesosticneunacornprensinmsprofunda delaconstruccin del sentido. El etngrafo que. cnlugarde permanecer aislado oausente. se hace visible yactivo enel contextodei trabajo decampo, puede36Ftnografiuvirtualencontrarse con preguntas y ver ernerger, probar o refinar nuevos conceptos ana-lticos lo cual, depaso, le permiteunaconstante reflexin acerca de lo quesig-nificaser usuariode las eMO. Enel escenariodeungrupo de noticias, estaimplicara leer, interpretar yresponder a los mcnsajes cuando estas se reciben, locual puedesermuy distinto segnla localizacin delos usuariosy losmecanis-mos dedistribucindenoticias decada grupo. Quizsel etngrafonupuedaestar ai tanto de cadatino deellos, oi descubrir todas las circunstancias de accesoaI grupodenoticias, pera al menospodr experimentar en carnepropia10queesserusuaro. Situamoscomo usuariosyampliar el tangodenuestraexperienciacomoautores deunaexploracintraeconsigoalgunas implicacionesreflexivasacercadeI medio. y no menos dificultades interpretativas (Markham, ]998). Yexa-minarcrticamente esta comprensinreflexiva de! medio puedeaportar ideasquevan ms ali dei anlisis de datoso archivos.lnvolucrarse activamente en un grupode noticias tambin plante a una serie dedesafos parael etngrafo. Porun lado. estla negociacin deI acceso y eI requi-sito de presentarse de manera aceptable parasus potenciales informantes (Lindlofy Shatzer, 1998: Thomsen et aI., 1998). Por otro, no revelar el rol de investigadoro investigadora, tal comodemandaranlos casos de etnografa encubierta. reprc-sentariaunproblematicoconsiderable. Aqu. si e!investigadorasume quelasinteracciones online sonsuficientementerealcscomopara darsustento a un con-textodeestudiocmogrfico, yescoherente, tieneque accptartambinque losparticipantespuedansentirse agredidos. enganados o invadidos ensu privacidad,por lopor suinvestigacin. Heah unaconsecuenciatica. Porotraparte, losmensajes enviados a un grupode noticias y los eventos en un domnio multusua-riotambintienen unestarus que generacontrovrsiasenunsentidoconcreto:(,son estas mensajes declaraciones pblicas y, por ende, de Iibre uso del investiga-dor. o son propiedad de sus autores y su uso sin previa autorizacin resulta impro-cedente? (King. 1996; Waskul y Douglass, 1996). En contextos reateses raro queeI investigador revelela identidad de algninformante por temora causarle algnperjuicio pblico. Extrapolando este principio aI contexto virtual, los investigado-res suelen cambiar los nombres de usurios. as comoalgunos rasgos que losidentifiquen, coneIobjetodeevitar consecuencias inesperadas. Estatraslacinrevela tin enfoque que tratalas interaccioncs onlne comosi fuesenrealesparalosparticipantes. No aplicarlo scraconsiderar irrelevantes lasidentidades en laRedcuando lo cierto es que. en muchos entomos. estas pueden ser fundamentales.Si bienel movimiento descrito anteriormenteesimportante. centrarsecnlosnombresdeusuariosespotencialmenteinsuficiente. Unapersona consuficientedeterminacinpuede rastrear prcticamente cualquierfuente en buscadores degruposdenoticiastalescomoeIDejancws(hrtpv/www.dejanews.conu. conunasimplebsqueda porpalabras. Si elcompromiso tico consisteen eliminar cual-quier pista quevinculeel texto ctnogrfico y su contexto de produccin, de modoque seaimposiblelocalizaralosparticipantes, entoncescambiarel nombre deiusuario no es suficiente. Adems, abstenerse de hacer citastextuales de palabras olntrrnet comocuhuruy arteuctocummt37frasesacarreara un serioproblema conrespecto a las convenciones tpicasdelasinvestigaciones discursivas. Concentrarse en el cambio de identificadores. por todoesto, no eslasolucintotalsinoun compromisopuntual ysituado. Losentornesvirtuales sonheterogneos, comolo sonlas disciplinaspara estudiarlos. yningncdigoticopor s solopuedehacer justicia a su complejidad (Herring, 1996). Latareadei etngrafo consiste en responder a aquello quese considera sensible en elmarco de suincursin: no comounatareaadicional, sino comopartedesu etno-grafia. Para ello, tendra que contar con ciertascnsibilidad etnogrfica a la hora dereconocer los problemas ticos potencialesy desarrollar las soluciones adecuadas(Reid. 1996). Es interesante destacar que estegiro abrems an la retlexin sobrela cuestin de hastaqupunto los participantes vensus intervenciones comorea-leso La negociacinde consentimientoaI investigador, por ejemplo, puede servista como un proceso dentro de la etnografa y no comoun evento aislado ai ini-ciode esta(Allen, 1996), porms queeuun entorno onlineestopuedadificultarlainteraccinconparticipantes deidentidades inestablesopresencias effrneras(Lindlof y Shatzer, 1998). Lasinteracciones envueltas en la negociacin deI con-sentimicntoquepuedenafectar el marcodelainvestigacinpresuponen. por ssolas, un temadeestdio(Jones. 1994)yno existe unremediomgicoparalosproblemasticos. porcuanto lasrespuestas de losinformantes enlasetnografasescritas, en ltimainstancia, son impredecibles (Brettell, 1993: Hine, 1995).Esposibletomarlaparticipacinactivaenungrupodenoticiascomo baseparalaautenticidaddelas observacioncsdeiinvestigador, enelsentidodeestarms cercano a la experiencia de los participantes. Sin embargo, sera ste un argu-mentovlidosloparalosmiembrosactivos. quepuedenser unaminoria enlatotalidad del grupo. EI estatus delos merodeadores. tambin llamadosmirones ofisgones, que lecn loscontenidosde los grupos de noticias sinenviar mensajealgunohasidodesdesicmpreproblemticoparalos estudiosetnogrficosdelascornunicacionesmediadasporordenador, sustentadasenrasgosvisibles deinte-raccin y actividad basada en la lectura. Incluso cuando se lIama a la totalidad deIgrupode noticias, los rnerodeadorcs dan poca respuesta pues. por definicin, ellos"rnerodean' o"fisgonean' ynorespondenalasinteracciones, nisiquieraenelcaso de quese tratede un etngrafo. Desde un punto de vista discursivo. su silen-cio es difcil de incorporar ai anlisis. Son conocidos por estarpresentes de formacomprobable a travsdeiregistro de acceso a los gruposde noticias, perapara elinvestigador no ofrecenningnrastroobservable. Paraquicneslegitimanestascomunidades. los mirones pasan a adquirir relevancia unavez queparticipan enel grupo(Correll, 1995) osonreconocidoscomoaudienciapor los miembrosactivos (Francoet a.. 1995). Tarnbines posibleque, simplernente. noseantomados encuenta como miembros de la comunidad:su falta de participacin,adems de sucarencia de "identidad". no tiene significado alguno paraelgrupo(McKinnon, 1995; 1997). Enpa1abrasdeJones (19973, pg. 13). ellos"nosonparte delo social", Ahora, si bienparaeletngrafo losfisgonesnotie-nenms importancia osignificacin quelaadvertcncia quegeneranen elresto38de los participantes activos sobre supresencia(Glaser yStrauss, 1964), nosepuedcasumir a la Iigera que esc sea el rol que ellosse adjudican.Enun grupodenoticias, dejar deladoalosmerodeadoresydedicarsealosparticipantes aetivosparalospropsitos de] esrudioetnogrfico hasidorelativa-mentefcil. Suinvisibilidadloshaceirrelevantesparalos investigadoresqueselimitan a verias deambular por el grupo. La ausencia de fisgonesco el textoetno-grfico, adems. mejora lapercepcindei grupocomo unaentidadcoherenteycerrada. Los enfoques etnogrficos se han dedicado a ver las eM como contex-tosdeplenoderecho, cotamos delimitados comodomniosmultiusuario, chats ygruposde noticias. La composicin d