Heráldica en el tránsito a la modernidad

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    UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

    FACULTAD DE GEOGRAFA E HISTORIA

    MANUSCRITOS Y HERLDICA EN EL TRNSITO A LAMODERNIDAD: EL LIBRO DE ARMERA DE DIEGO

    HERNNDEZ DE MENDOZA

    MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTORPRESENTADA POR

    Pedro Blas Valverde Ogallar

    Madrid, 2001

    ISBN: 84-669-1987-2

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    TOMO I

    MANUSCRITOS Y HERLDICA ENEL TRNSITO A LA MODERNIDAD.

    EL LIBRO DE ARMERA DE DIEGOHERNNDEZ DE MENDOZA

    por

    Pedro Blas Valverde Ogallar

    Tesis dirigida por la profesora D Elisa Ruiz Garca

    UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID DEPARTAMENTO DE HISTORIA MODERNA

    2002

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    Las hazaas y virtuosas obras de aquellosque las hicieron estn como sepultadas y puestas enel olvido, y ponerlas a la luz me parece ser honesto y provechoso trabajo, siquiera porque los hacedores

    de aquellas y los descendientes suyos sean acatadoscon la reverencia y el honor que les pertenece

    Diego de Valera, Memorial de diversas hazaas

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    AGRADECIMIENTOS

    En primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento al Departamento deHistoria Moderna de la Universidad Complutense de Madrid y, en especial, a los profesores Fernando Bouza, por sus orientaciones sobre la historia del libro y por los nimos dados en los comienzos de mi doctorado; y Magdalena de Pazzis PiCorrales, por su asesoramiento en materia de rdenes religiosas y por lasmolestias que se ha venido tomando estos aos a fin de facilitarme todos lostrmites administrativos.

    A mis colegas bibliotecarios y archiveros de modo general, por lasfacilidades que han puesto a mi servicio y, singularmente, a las siguientes personas: Consuelo Lpez y Juan Delgado de la Biblioteca Nacional de Espaa,Juan Antonio Yeves de la Fundacin Lzaro Galdeano; Teresa Reyna y Javier Rincn del Servicio de Bibliotecas de la Comunidad de Madrid; al equipo decatalogacin de manuscritos de la Real Biblioteca; a Arancha Lafuente y Christian

    Madsen, archiveros del ministerio de Cultura y de la Junta de Comunidades deCastilla-La Mancha.

    A los profesores Raquel Torres de la Universidad de Castilla-La Mancha, por sus orientaciones en materia de rdenes militares y religiosas, y Juan LuisCarriazo de la Universidad de Huelva, por sus aclaraciones y detalladasexplicaciones sobre diversos aspectos de los linajes de la nobleza andaluza.

    A Ricardo Valverde, Yolanda Vzquez, Carlos Garca Romeral, Mar

    Joga y Ana Hernndez por sus valiosas indicaciones y correcciones.A Raimond Melus del Ministerio de Asuntos Exteriores por su ayuda al

    facilitarme el acceso a documentos conservados en centros franceses.A Ana Hernndez y Rubn Coccolo por su inestimable colaboracin a la

    hora de resolver problemas informticos.

    Quiero expresar mi gratitud especial a la profesora Elisa Ruiz por los

    siguientes motivos: los conocimientos generales y sobre investigacin que de ella

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    he adquirido, el inters y amabilidad con que ha atendido todas las cuestionesreferentes a esta tesis y la paciencia inquebrantable que ha demostrado a lo largode todos estos aos, al verse obligada a realizar a la vez tareas de maestra, de

    amiga y tambin de correctora.Por ltimo, a mis padres, hermanos y, en especial, a Ana, a Paula y a la

    ltima incorporacin a la familia, Jaime, por los continuos nimos que me handado y los sacrificios que han realizado para hacer posible mi investigacin.

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    PREFACIO

    Cuando en los comienzos de la realizacin de mi programa de doctorado,la profesora Ruiz me plante la posibilidad de llevar a cabo mi trabajo deinvestigacin sobre los manuscritos herldico-genealgicos, consider que setrataba de un tema muy interesante, en primer lugar, por su relacin con el mundodel libro y, en segundo, por ser una cuestin escasamente investigada en nuestro pas.

    Al poco tiempo de comenzar los trabajos, pudimos constatar la escasez

    de literatura cientfica sobre este tema. Esta penuria se confirm, aun en mayor medida, a la hora de realizar mi tesis de grado, consistente en la edicin crtica deun manuscrito del Libro de armera. Pues, aparte de los trabajos realizados por Martn de Riquer, Faustino Menndez Pidal y algn otro investigador, no existaen nuestro pas una tradicin de edicin de estos textos y, lo que era msrelevante, se careca de una metodologa aplicable para ello.

    As pues, optamos por dedicar nuestra tesis doctoral a realizar un estudio

    en profundidad sobre este tipo de literatura y a establecer una metodologa que posibilitase su investigacin, para que este tipo de fuentes puedan ser unosauxiliares tiles al historiador. Por ltimo, nos propusimos poner en prctica estametodologa sobre la obra que ya haba sido objeto de un primer acercamiento por nuestra parte, el Libro de armerade Diego Hernndez de Mendoza.

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    SUMARIO

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    I. LA HERLDICA Y LA GENEALOGA: ESTADO DE

    LA CUESTION Y PERSPECTIVAS ACTUALES DEINVESTIGACINI.1.Evolucin histrica de los estudios herldicosI.2.Tendencias actuales de investigacin

    I.2.1. Los nuevos enfoques de la investigacin espaolaI.3.La edicin de fuentes

    I.3.1 Edicin de textos espaoles

    I.4.Obras de referenciaI.5.La genealoga

    1.5.1. Perspectivas actuales de la genealoga

    II. EL SISTEMA HERLDICO: CONCEPTO Y EVOLUCINII.1.Conceptos bsicos sobre emblemtica herldica

    II.2.Evolucin histrica de la herldica II.2.1. El hecho herldico : Teoras sobre su origenII.2.2. Primera etapa: la preherldica y el nacimiento de los emblemas

    herldicosII.2.3. Segunda etapa : la expansin II.2.4. Tercera etapa : la herldica caballerescaII.2.5. Cuarta etapa: el inicio de la Herldica Moderna

    II.3. Elementos paraherldicosII.4. Elementos herldicos

    II.4.1. Los esmaltesII.4.2. Los oficiales de armas

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    III. LA LITERATURA HERLDICA: CARACTERSTICAS GENERALES Y EVOLUCIN

    HISTRICA EN EL OCCIDENTE EUROPEOIII.1. La literatura de temtica herldica y genealgica en el marcode la literatura medieval

    III.2.Los orgenes de la literatura herldicaIII.3.Las obras de tipologa exclusivamente herldica

    III.3.1. Los ArmorialesConcepto de armorialTipologa de los armorialesOrientaciones para el estudio de los armoriales La figura del autor Filiacin del armorialEstudio formal Datacin de los contenidos.Edicin del texto Evolucin de los armoriales y obras ms representativas Los rolls of arms Los armoriales dentro de obras literarias

    III.3.2. Los tratados del blasn De insigniis et armisBrtolo y su influencia en la Castilla BajomedievalEvolucin de la tratadstica del blasn europea

    IV. LA LITERATURA HERLDICA EN LA ESPAAMEDIEVAL

    IV.1. Caractersticas generalesIV.2. La evolucin de la literatura herldica en CastillaIV.3. Clasificacin tipolgica de la literatura herldico-genealgica

    en la Edad Media castellana

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    IV.4 Principales tratados herldicos y libros de armeras espaolesIV.4.1. Tratados herldicos del siglo XIV. Don Juan ManuelIV.4.2. Los armoriales

    El Libro de la cofrada de Santiago Armorial ecuestre de la Cofrada de Nuestra Seora deGamonalEl Libro del conoscimiento. Un armorial universal del siglo XIV

    IV.4.3. La poca de esplendor de la literatura herldicaMosn Diego de ValeraEl Espejo de la verdadera nobleza

    El Tratado de las armas Las Preeminencias y cargos de los oficiales de armas Las epstolasJuan Rodrguez de la CmaraFerrn MexaJuan de LucenaPedro Gracia Dei

    Antonio de Barahona y Lope de BalloGarci Alonso de Torres Los blasones de armasEl Espejo de noblezaEl torneo de Valladolid Aportaciones sobre el texto titulado Recogimiento

    de noblezaOtros aspectos de la obra de Alonso de TorresLa obra herldica de Gonzalo Fernndez de Oviedo

    y Valds IV.4.4. La literatura herldica de Navarra y los reinos

    occidentalesEl Armorial de Steve Tamborino

    El Libro de armera del reino de Navarra El Armorial de Aragn

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    IV.5. La literatura de linajeIV.5.1. Caractersticas y evolucinIV.5.2. El Libro de linajes de Espaade Don Pedro,

    conde de BarcelosIV.5.3. Las Bienandanzas y fortunas IV.5.4. Los retratos

    Las Generaciones y semblanzasLos Claros varones de Castilla

    IV.5.5. Los nobiliariosLos nobiliarios locales

    IV.5.6. Genealogas de linajeIV.5.7. Otras obras de contenidos genealgicos

    Los Dilogos de las armas La genealoga como arma poltica: lostizones

    IV.6. El siglo XVII

    V. SOBRE NOBLEZA, LINAJE Y ARMAS: HERLDICA

    Y SOCIEDAD EN LA EDAD MEDIA V.1Evolucin social y usos emblemticos herldicos

    V.1.1. La herldica como solucin prcticaV.1.2. La popularizacin de los usos herldicosV.1.3. La reaccin nobiliaria

    Los agentes socialesEl resurgir caballeresco

    La idea de linaje como elemento diferenciador V.2. El uso de armas: el reflejo de la cuestin en la literatura herldica castellana

    V.2.1. Los defensores de la concesin por mritos V.2.2. Los defensores de las armas como testimonio de nobleza

    V.3.La limitacin de los usos herldicos: su incidencia en la sociedad

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    V.4. El concepto del uso de armas en la Edad ModernaV.2.1. Las armas patrimonio de la noblezaV.2.1. La concesin de armas como privilegio real

    V.2.3. Fernndez de Oviedo: exponente de las nuevas ideasV.5. El uso de las armas reales: evolucin y significacin social

    VI.LECTURA Y HERLDICAVI.1Fuentes para el estudio de la cuestin

    VI.1.1. Los inventariosVI.1.2. Las materias

    VI.2.Factores de influencia y grupos de lectoresVI.2.1. La representatividad de los propios lectores VI.2.2. Los intereses de cada grupo socialVI.2.3. La evolucin de la emblemtica herldica

    VI.3.Los oficiales de armasVI.4.La noblezaVI.5.Estamentos no nobiliarios VI.6.Las mujeresVI.7.La imprenta y la herldica

    VI.7.1. Manuscritos e impresos

    VII. EL LIBRO DE ARMERA DE DIEGO HERNNDEZDE MENDOZAVII.1.Consideraciones generalesVII.2.El autor

    VII.2.1. La figura del autor como objeto de estudioVII.2.2. Coordenadas histricasVII.2.3. Lugar de procedencia y trayectoria vitalVII.2.4. Sobre el oficio y condicin de Diego

    Hernndez de MendozaLa condicin social del autor El oficio de Diego Hernndez de Mendoza

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    VII.2.5. Otras obras. El Novenario Estorial VII.2.6. El estilo en la obra de Diego Hernndez de

    Mendoza

    Lenguaje literarioLenguaje herldico

    VII.3.Denominacin de la obraVII.4.Datacin del textoVII.5.Verificacin de contenidos

    VII.5.1. El problema de la autenticidad de noticiasVII.5.2. Historia del Madrid bajomedieval

    VII.5.3. Historia genealgica y familiar VII.5.4. Emblemtica herldica

    VII.6.Fuentes y originalidad de la obraVII.6.1. Fuentes secundariasVII.6.2. Fuentes primarias

    Crnicas generalesDiego de Valera

    Pedro del CorralCrnicas de reinadosOtras fuentes

    VII.6.3. Las leyendas en el Libro de armera VII.6.4. El nobiliario atribuido a Diego de Cervelln

    VII.7.El Libro de armeracomo fuente para otros escritosVII.7.1. Obras para las que el Libro de armeraes fuente bsica

    Garca Alonso de TorresEl Armorial Le BlancLope de Ballo y Pedro Gracia Dei Obras annimas cuya fuente es el Libro de armera

    VII.7.2. Obras en las que el Libro de armera es una fuente parcialGonzalo Fernndez de Oviedo

    VII.7.3. Presencia del Libro de armeraen textos modernos

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    VIII.EDICIN DEL TEXTOVIII.1.Evolucin textual del libro de armera

    VIII.1.1. Primera redaccinVIII.1.2. La versin de 1496VIII.1.3. La tercera versin o el texto de Juan Prez de Vargas

    VIII.2.Fuentes conservadasVIII.2.1. Testimonios pertenecientes a la versin AVIII.2.2. Ejemplares pertenecientes a la versin BVIII.2.3. Ejemplares pertenecientes a la versin de VargasVIII.2.4. Identificaciones errneas

    VIII.3.La fuente estudiadaVIII.4.Anlisis del ejemplar

    VIII. 4.1. DescripcinVIII.4.2. Criterios de transcripcin y presentacin

    VIII.4.3. Transcripcin del texto

    CONCLUSIONESGLOSARIOSANEXOS

    - Blasonamientos de linajes castellanos en fuentes de los siglos XV yXVI

    - Tablas herldicas- Nmina de participantes en el torneo de Valladolid de 1527

    APNDICES DOCUMENTALES- Captulos no incluidos en el ejemplar transcrito- ElProtocolo del torneo de Valladolid - Dos versiones bajomedievales del tratado De insigniis et armis - Certificacin de armas de Olivera de Garci Alonso de Torres- Apndice documental grfico

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    NDICESFUENTES Y BIBLIOGRAFA

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    SIGLAS

    - AGS: Archivo General de Simancas

    - AHN :Archivo Histrico Nacional- AHPM: Archivo Histrico de Protocolos de Madrid- ARCM: Archivo Regional de la Comunidad de Madrid- AVM : Archivo de Villa de Madrid- B Cat.: Biblioteca de Catalua- B Esc :Biblioteca del Monasterio de El Escorial- BN: Biblioteca Nacional de Espaa

    - BNF: Biblioteca Nacional de Francia- RAH: Real Academia de la Historia- RB: Real Biblioteca

    ABREVIATURAS

    - ca.: cerca - cit.: citado- f.: folio- f.i. : falta inicial- i.e.: id. est. - mm.: milmetros

    - Ms. / Mss.: manuscrito / manuscritos- n.: nmero- p. / pp.: pginas / pginas- r. : recto- S.l.: sine loco- s.n. : sine nomine - Sig.: signatura- Tit.: ttulo- U.p.: usado por

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    - v. : verso- V.: vase- V.a.: vase adems- vol.: volumen

    Notas a pie de pginaSe ha optado por llevar a cabo una secuencia nica en las notas de pie de

    pgina de todo el trabajo. No obstante, al reiniciarse cada captulo sevuelven a desarrollar de forma completa las referencias bibliogrficas afin de facilitar la localizacin de los textos citados.

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    I. LA HERLDICA Y LA GENEALOGA:ESTADO DE LA CUESTION Y

    PERSPECTIVAS ACTUALES DEINVESTIGACIN

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    Durante dcadas tanto la herldica como la genealoga han acusado cierto

    descrdito dentro de las disciplinas relacionadas con los estudios histricos. Estamala reputacin de la herldica, que se daba entre los cultivadores de disciplinascientficas y en la sociedad en su conjunto, se deba principalmente a dos factores:

    - La incapacidad de los propios heraldistas, que no afrontaban el estudioe interpretacin del sistema herldico como una ciencia auxiliar de lahistoria, del arte o de la sociologa, sino como un saber casi esotricocultivado por y para unos pocos iniciados, lo cual llev a la ausenciade una tratadstica cientfica rigurosa en este campo.

    - La consideracin de la herldica como algo falso y representativo deuna sociedad obsoleta, concepto ste surgido a raz de la RevolucinFrancesa1, consecuencia del encerramiento de la herldica en elmbito de lo nobiliario que se dio a lo largo de toda la Edad Moderna.Tanto que el pueblo y la burguesa triunfantes lo tomaron a lo largodel siglo XIX como algo propio del antiguo orden derrocado.

    Sin embargo, en estos ltimos tiempos ha surgido un movimiento que,reconociendo el camino errneo que haban llevado estas disciplinas, reclamaunas nuevas perspectivas para ellas, en este sentido sintetiza Michel Pastoureau:

    La richesse documentaire que rpresentent lesarmoiries mdivales reste mal connue de la plupart deshistoriens. A cela plusiers raisons. Tout dabord le manque derigueur avec lequel leur tude a t trop souvent mene. Ensuitelincapacit dont ont fait preuve les spcialistes pour faire sortir celle-ci du carcan de lhistoire gnalogique et nobiliaire2.

    La renovacin conceptual del estudio de los emblemas herldicos hasufrido tambin la desconfianza de algunos representantes de la historiografacientfica. Esta actitud se basaba en la pasada trayectoria de esta disciplina y en laformacin de sus cultivadores. El recelo inicial est siendo superado desde hace

    1 Pastoureau, Michel,Trait dhraldique,Pars, 1979, p. 11.2 Pastoureau, Michel, Les armoiries,Turnhout 1976, p. 9.

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    unas dcadas, debido a los frutos que esta nueva interpretacin de la herldica estofreciendo a las disciplinas cientficas y a la incorporacin a estos estudios de personal con una formacin y una metodologa acordes con nuestros tiempos. As

    dice Pardo de Guevara, firme defensor de la utilizacin de los estudiosemblemticos herldicos por parte de la historiografa actual:

    No es fcil todava adivinar en qu medida han sidosuperados los prejuicios historiogrficos. Tampoco cul es elgrado actual de aceptacin o inters hacia estos estudios en elseno de la comunidad cientfica. Es claro, sin embargo, quehay indicios suficientes para pensar que hoy estamos inmersos

    ya en ese cambio profundo o, cuando menos, en sus propiosumbrales3.

    Uno de los problemas principales de los estudios clsicos sobre herldicaera la utilizacin de una escasa gama de fuentes que sirvieran para su anlisis, lascuales se limitaban a los armoriales (relaciones ilustradas, textuales o mixtas dearmeras) y a los sellos (en sus diferentes variedades: ecuestres, fantsticos, en

    majestad, sedentes, en pie, hagiogrficos, topogrficos, navales y herldicos)4

    . Actualmente, se asume la existencia de una multiplicidad de testimonios

    tiles para el estudio del sistema herldico como una muestra de riqueza encontinuo crecimiento. Desde esta ptica las fuentes herldicas se puedenestructurar de la siguiente manera:

    3Pardo de Guevara y Valds, Eduardo, El estudio de los emblemas herldicos del medievo peninsular. Estado de la cuestin, Hispania, n. 175 (mayo-agosto 1990), p. 1010.4 Si bien, los sellos an son la fuente principal para estudiar la herldica, sobre todo en suscomienzos, de las 520 armeras conocidas anteriores a 1220 tres cuartas partes lo son por medio delos sellos (Pastoureau, Michel, La diffusion des armoiries et les dbuts de lhraldique, enFigures et couleurs,Pars, 1986, p. 89). En cuanto a Espaa, se conservan de 7000 a 8000improntas de sellos medievales y de 350 a 400 matrices, lo cual, a falta de la publicacin de uncatlogo de sntesis, constituye la principal fuente para la investigacin en nuestro pas (MenndezPidal de Navascus, Faustino, Apuntes de sigilografa espaola. Guadalajara, 1993, p. 160).

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    1. Arqueolgicas Decorativas: muestras presentes en monumentos efmeros (cimeras,

    arquitectura conmemorativa o de festejos, banderas, estandartes, pendones,

    etc.) Escultricas: labras herldicas de casas y otros edificios, estatuas y tumbas

    (las tumbas son el monumento ms antiguo donde se han representadoemblemas herldicos, desde tiempos de Felipe Augusto de Francia).

    Pictricas: frescos, retratos, miniaturas (desde el siglo XII ya serepresentan en los cdices guerreros con sus armas, aunque los primerosmanuscritos pintados con los emblemas de su posesor datan de 1200 a

    1210; si bien, no dejan de ser una rareza hasta mediados del siglo XIV5). Numismticas: las primeras monedas que cuentan con elementos

    preherldicos aparecen en el siglo XI, pero no se dan en ellas elementos puramente herldicos hasta el siglo XIII. A partir de entonces estasrepresentaciones se llevan a cabo de manera continuada.

    Sigilogrficas: los sellos han sido, casi hasta la actualidad, la principalfuente para el estudio de la emblemtica herldica. En palabras de Michel

    Pastoureau: Tant du point de vue quantitatif que du pont de vuequalitatif, le sceau constitue la source principale pour connatre et tudier les armoiries mdivales. Il est la fois un lment dterminant dans llaboration des premires armoiries et le principal agent de leur diffusion dans lespace gographique comme dans

    lespace social6

    . Etnogrficas: representaciones herldicas presentes en objetos de la vidacotidiana (cojines, cubiertos, vajillas, tapices, etc.)

    5 El estudio de la herldica en las miniaturas de los cdices fue abordado por Leman en su obra Lhraldique au service de la codicologie, Leyden, 1978.6 Pastoureau, Michel, Les sceaux.Turnhout, 1981, p. 69.

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    2. Fuentes escritas:

    Literarias (obras de creacin donde aparece la herldica). Documentos pblicos (testamentos, capitulaciones, etc.) Literatura de carcter puramente herldico y genealgico.

    I.1. EVOLUCIN HISTRICA DE LOS ESTUDIOSHERLDICOS

    El acercamiento a la disciplina de la emblemtica herldica se harealizado a partir de sus obras tericas, los llamados tratados del blasn, que hansido los exponentes de la concepcin de este saber durante siglos. Los contenidosde estos textos fueron pasando por las mismas fases que han marcado la evolucindel propio sistema emblemtico a partir de fines de la Edad Media, pues hastamediados del siglo XIV no se plantearon actitudes de reflexin que desembocaranen el estudio y reglamentacin de las armeras, ya que su uso, tanto militar comocivil, era algo vivo y en periodo de emergencia, no entrando su estudio terico enla mentalidad de esta poca inicial.

    La reglamentacin de la herldica en sus formas y usos comienza deforma efectiva con Bartolo de Sassoferrato7 y su tratado De insigniis et armis,donde el comentarista italiano evala los tipos de armas que existen, la capacidadde cada persona para adoptar emblemas y las formas en las que stos han de ser representados. A fines del XIV Iohannes de Bado Aureo compone elTractatus dearmis, cuyos contenidos ya comienzan a alejarse de los usos originales de laherldica, iniciando una tendencia idealista, la cual llega casi hasta nuestros das,caracterizada por inventar orgenes e interpretaciones fantsticas de los blasones,segn sintetiza Menndez Pidal de Navascus:

    7 Si bien el pequeo tratado titulado De heraudiees cronolgicamente anterior, aunque no tiene larepercusin ni la importancia del de Brtholo. Publicado por Jones, E. J., Medieval heraldry :some fourtheenth century heraldic works, Cardiff, 1943.

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    Los autores pretendan exponer como deba ser elsistema segn su particular criterio, no como realmente fue nimucho menos por qu fue as 8.

    En la centuria siguiente al nacimiento de estos primeros tratados, enEuropa comienza el renacer del ideal caballeresco, que va a durar hasta la primeramitad del siglo XVI. A su sombra surge una amplia tratadstica sobre herldica,caracterizada por la acentuacin de estas explicaciones mticas y del simbolismode los blasones. En el plano social se acenta la identificacin del sistemaherldico con la caballera y la nobleza; y en los aspectos formales se asiste al

    comienzo de una rigidez esclerotizante en la reglamentacin herldica. Los principales exponentes de esta concepcin fueron: el heraldo Sicilia, identificadocon Jean Courtois, autor del Blason des couleurs; Clement Prinsault con su Blason darmesy Honor de Bouvet (Bonet para los tratadistas castellanos) consu Arbre de batailles.

    Los autores de estos tratados, muchos de los cuales fueron heraldos, seinspiraron en la obra de Bartolo pero se apartaron de ella en cuestiones

    fundamentales, tales como en los criterios para la adopcin de armas y en lacapacidad de cada individuo para portarlas. En Espaa, durante el XV se abre paso una plyade de escritores herldicos, los cuales siguen en gran medida la pauta de la herldica caballeresca. Entre ellos debemos mencionar exponentes alos ms relevantes: Diego de Valera, Juan Rodrguez de la Cmara, Pedro GraciaDei, Garci Alonso de Torres, Ferrn Mexa, Gabriel Turell y Diego Hernndez deMendoza.

    A fines del siglo XVI y durante el XVII, con su origen en Francia, surgeuna serie de autores que representan el reglamentismo racional y el alejamientototal de la herldica de la sociedad real, aunque a su vez tambin abordan algunascuestiones con un tratamiento ms riguroso, desterrando las historias fabulosasque marcaban las interpretaciones de los tratados medievales. El principal

    8 Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Los emblemas herldicos: Una interpretacinhistrica, Madrid, 1993 , p. 22.

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    representante de esta corriente es el padre Mnestrier 9, quien realiza la msimportante divisin terica de la tipologa de las armas. sta, aunque basada en parte de las tesis de Bartolo, va a marcar una divisin de las armeras que ha

    perdurado hasta la tratadstica de nuestro siglo10. En la Francia Moderna tambindestacaron otros autores: Marc Vulson de la Colombire11, Claude Le Laboureur 12 y Pierre Palliot13. La Renaissance historiqueque se produce en este pas pocodespus vuelve a aproximar el estudio de la herldica a las fuentes histricas por medio de autores como Du Cange, Mabillon, Montfaucon o Chifflet14, los cualesson los precedentes de la corriente arqueolgica de los estudios herldicos.

    Sin embargo, en la Espaa de los siglos XVII y XVIII la tratadstica se

    mova bajo la perspectiva que proporcionaban dos enfoques bien definidos: el primero, caracterizado por una atencin desmedida hacia los aspectos puramenteformales o descriptivos que, a su vez, conllevaba un desinters hacia el anlisis dela herldica como fuente histrica; el segundo se aproximaba ms a los conceptosque llegaban de Europa. Esta interpretacin historiogrfica ya haba tenido ennuestro pas gloriosos exponentes en el uso de fuentes herldicas, en el siglo XVI:Jernimo Zurita, Jernimo de Aponte15 o Ambrosio de Morales, que en la centuria

    9 Sus obras ms notables son: Le veritable art du blason(Lyon, 1671). Lart du blason justifi (Lyon, 1662) , Origins des armoiries et du blason(Lyon, 1669) yLe mthode du blasn(Paris,1688). 10 Para este tratadista las armas quedan divididas en: armas de dominio, armas de dignidad, armasde comunidad, armas de concesin, armas de patronazgo y armas de familia, las cuales consideralas verdaderas armas herldicas (Menestrier, P, Le mthode du blason,Pars, 1688, pp. 12-14).11 La symbolique du blason(Paris, 1644), Recueil de plusieurs pices et figures darmoiriesblasones(Paris, 1639) yCarte mtodique et introduction succinte la cognoissance des premiresregles du blasn(Paris, 1645).12 Discours de lorigine des armes(Paris, 1684).Este autor mantuvo una polmica con el padreMnestrier que tuvo su origen en las crticas realizadas por el religioso a su obra, como respuestaLe Laboureur escribi supistre apologtique pour le discours, contre quelques lettres de Me. C.F. Menestrier ([s.l.], [16--]).13 Vraye et parfaite sciencie des armoiries(Paris, 1661). 14 Faustino Menndez Pidal sita el inicio de la investigacin herldica con un enfoquearqueolgico ya con estos autores de la Francia de fines del XVII, en los que ya se aprecia uninters por sus orgenes y un anlisis de fuentes, pero aun estn imbuidos de muchos caracteressimblicos y msticos de la etapa anterior. No obstante, esta corriente no se manifiesta con rigor hasta el siglo XIX (Menndez Pidal de Navascus, Faustino,Panorama Herldico... , p. 7).15 Muy significativa de esta forma de entender la historia es la reflexin de Aponte en suCorreccin a la genealoga de los reyes de Navarra,donde dice: Los autores antiguos noinquirieron mucho y sus obras lo testifican sumarias y contrarias a escripturas y privilegios, sitodo lo escrito por coronistas se hundiese y quemase sin quedar rastro y se mandase hacer denuevo, se hara por escripturas copiosa verdad y gran recopilacin de todos los reyes que a avidoen estos reynos, sus conquistas, sucessiones y hijos, porque los archivos estn llenos de privilegios y otras muchas escripturas y ay en todas ellas razn y mucha declaracin(f. 576).

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    siguiente tuvieron dignos continuadores en las figuras de Esteban de Garibay, Nicols Antonio y Luis de Salazar y Castro, entre otros. Pero, la obra de estosautores careci de continuidad efectiva, pues la literatura especializada se movi

    ms hacia la primera tendencia. Esta corriente formalista adquiere mayor fuerzadurante el siglo XVIII, siendo sus mejores representantes: el marqus Jos deAvils, Francisco Xavier de Garma y Jos de Aldazbal. Recurrimos nuevamentea Menndez Pidal de Navascus cuando afirma sobre estos autores:

    Todos mantienen la orientacin general didctica ynormativa, como sus antecesores del XV y principios del XVI;estn dirigidos ms a ensear un uso correcto del sistema

    herldico que a exponer cmo se haba formado ydesarrollado16.

    Aunque racionalistas en algunos aspectos, la idea de la herldica entreestos autores estaba concebida como algo heroico, fruto y exponente de lasgrandezas de los linajes nobiliarios. As, en sus tratados encontramos lassiguientes definiciones, bien expresivas de estos conceptos:

    Las que el vulgo llama armas y los heraldos armeras,que son seales de nobleza y de dignidad, representadas en losescudos con figuras, y esmaltes diferentes para distinguir las personas y las familias17.

    As las armeras son expresivos smbolos de gloriosashazaas, como el blasn, perceptible reflejo de positiva ciencia,

    se dirigen unnimes a demostrar en el abreviado campo delescudo con lneas, esmaltes y figuras como distintivo de Nobleza18.

    Los especialistas en la ciencia heroica o arte del blasn destinaron suracionalidad casi exclusivamente a la sistematizacin de las reglas artificiales del

    16 Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Los emblemas herldicos ..., p.23.17 Avils, Jos de,Ciencia heroica reducida a las leyes herldicas del blasn, Madrid , 1780, p.1.18 Garma y Durn, Francisco Xavier de , Arte Herldica: Adarga catalana,Ed. de Xavier Calic,Barcelona, 1967, p.19.

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    blasn, pero dejaron de lado el estudio histrico riguroso de la herldica comoelemento histrico y social, lo cual ser uno de los ingredientes que contribuirnal comienzo del descrdito cientfico de esta disciplina que ha llegado hasta

    nuestros das19. En nuestro pas situar la herldica desde una perspectiva rigurosaha sido una cuestin que, salvo los antecedentes puntuales citadossupra, tuvo queesperar a bien entrado el siglo XX.

    I.2. TENDENCIAS ACTUALES EN LAINVESTIGACIN

    La primera corriente contempornea que abord el estudio del sistemaherldico desde una perspectiva cientfica, como auxiliar de otras disciplinas, fueel llamado enfoque histrico-arqueolgico20, que presentaba a la herldica comouna fuente fiable relacionando individuos, monumentos y objetos con emblemasherldicos. Esta interpretacin comenz a cultivarse en el siglo XIX, y signific eldespertar de la herldica como disciplina cientfica. Desde ella se llevaron a caboestudios de las principales fuentes: armoriales y sellos. Hoy en da, sigue siendo latendencia ms tradicional en el estudio de los emblemas herldicos. Lostratadistas de esta corriente realizaron con fines arqueolgicos las primerasediciones crticas de las fuentes escritas, ensanchando adems el campo deinvestigacin con aportaciones a la arqueologa y a la historia del arte, entre otrasdisciplinas21. Su poca de mayor esplendor se dio a partir de los aos treinta delsiglo XX, con los siguientes investigadores: Prinet, Wagner, Galbreath y Adam-Even.

    19El caso de Joaqun de Osma que al tratar de hacer una aproximacin histrica a la cermica deManises a travs de los tratados de los siglos XVIII y XIX, ve como estos son totalmente intiles para los fines de datacin y lo suple con la autenticidad de las fuentes sigilogrficas ymonumentales (Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Los emblemas herldicos ..., p. 24)20 Esta terminologa es utilizada por Menndez Pidal de Navascus ( Ibidem, p. 32)21 A este tenor es un ejemplo muy interesante de estos primeros intentos de acercar la herldica ala historia del arte, la obra de Hueso Rolland, Francisco Herldica en el arte(Madrid, 1948). En lacual aparecen ejemplos grficos del uso de la herldica como motivo decorativo desde la EdadMedia hasta nuestros das

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    Esta interpretacin de la herldica ha sido un excelente auxiliar de otrasdisciplinas, caso de la historia, el arte y la sociologa, aportando datos ymetodologa para identificar personas, objetos, monumentos o textos. Hoy en da

    sigue siendo de gran utilidad en los siguientes campos de investigacin:

    - Datacin y localizacin geogrfica de objetos artsticos: libros22,sepulcros, pinturas, cermicas, etc.; en los que los emblemasherldicos significaron un signo de individualidad de la persona o dellinaje expuesto para este fin por parte de sus poseedores. Un caso patente es el de los manuscritos iluminados, en los que el emblema desu poseedor o patrocinador aparece a menudo en el principio del textoy se llega a repetir a lo largo de la obra23.

    - Localizacin de la identidad de personajes que puedan aparecer enrepresentaciones grficas o documentales (frescos, relieves, tablas,labras, etc.).

    A partir de los aos cincuenta aparece otra corriente investigadora que,

    partiendo del enfoque histrico y sin desdear sus aportaciones, va ms all. Estatendencia que se ha venido a llamar enfoque histrico-social o histrico-antropolgico, estudia la relacin del sistema emblemtico herldico con lasociedad en su conjunto mediante el anlisis de sus usos, sus formas y sustransmisiones24. En los aos setenta la tratadstica herldica comienza a introducir estos nuevos tratamientos en los manuales y obras de carcter general. En estesentido orientan sus trabajos los principales investigadores europeos: Seller con su

    Gestchichte der Heraldik,a travs de la cual se realiza una renovacin de losestudios herldicos con una atencin especial a la herldica centroeuropea;Galbreath y Jequier, en su ya clsico Manuel du blason, donde abordan el estudioherldico desde las perspectivas clsicas, pero introduciendo elementos de

    22 Un ejemplo es la averiguacin por medio de los testimonios herldicos de la fortuna de unmanuscrito, caso de Las Muy ricas horas del duque de Berry, en el que fueron representndose los blasones de los diferentes mecenas de la obra.23 Sobre este aspecto, las armas como elemento de personalizacin en la produccin literaria yartstica se puede consultar el artculo de D. A. Riesco Terrero Grabados, escudos y elementosherldicos y pictricos en libros y documentos,Hidalgua, n.262-263 (1997), pp. 305-340.24 Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Los emblemas herldicos ..., p. 34.

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    carcter social y cultural; Woodcock y Robinson enThe Bedford guide toheraldry hacen lo propio con la herldica inglesa. Sin duda, las dos obras decarcter general que recogen las aportaciones ms interesantes a la renovacin de

    esta disciplina son los manuales de Michel Pastoreau (Trait dhraldique)25 y deOttfried Neubecker ( Le grand livre de lhraldique), en los que estos autoresrealizan un enfoque amplio de la disciplina, tratando su historia, la tipologa desus fuentes, sus posibilidades y profundizando en las nuevas perspectivas queofrece como campo de investigacin social y cultural.

    A partir de estos postulados generales, diversos autores han idoabordando facetas de la herldica desde perspectivas de la historia social o la delas mentalidades, llevando a cabo estudios en los que esta materia puede realizar grandes aportaciones. Este enfoque se podra disociar a su vez en dos lneas principales de investigacin que hoy en da estn siendo utilizadas por losinvestigadores para sus trabajos monogrficos:

    a) La herldica en el estudio de las familias y los grupos sociales de cadapoca. El tratamiento de este campo puede permitir trabajar, entre otros, en lossiguientes aspectos:

    - Situar al individuo dentro de su grupo y seguir los cambios ocurridos enla familia, por ejemplo, las alianzas matrimoniales llevadas a cabo,estudiadas las modificaciones de sus emblemas y la realizacin derboles genealgicos emblemticos. Estas cuestiones llevan laaportacin de la herldica al campo de la historia familiar. Estosaspectos han sido abordados por autores como Duby y Klapisch-Zuber en sus trabajos sobre la historia familiar en Francia e Italia.

    - Ubicar a la familia dentro del tejido social de su poca, en cuestionescomo el estudio de la clientela poltica y la evolucin histrica de los parentescos (la historia de los linajes de la caballera ciudadana deBurgos, reflejados en los emblemas del Libro de la Cofrada deSantiago, estudiado por Menndez Pidal de Navascus).

    25 Pastoureau ya haba perfilado estas perspectivas renovadoras en su obra Les Armoires.

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    - Localizar los desplazamientos geogrficos de familias y grupos atravs de sus armeras.

    - Seguir la trayectoria poltica de las personas y familias, reflejada en latransmisin de las armeras: por herencia, jerarqua, jurisdiccin,relevancia dentro del grupo, etc. Por este cauce se puede conocer elgrado de proximidad de algunos linajes a la monarqua o a los grandesseores que se refleja en la adopcin total o parcial de sus armas (elcaso de las llamadas armas de concesin).

    b) La relacin de la herldica con la historia de las mentalidades, a partir de la cual se extiende una amplia casustica que posibilita la investigacin sobreasuntos tales como:

    - Los diversos modos de explicar la significacin de las armeras. No sedebe caer en el error que significa querer atribuir siempre un significadoa cada blasn dado que, un escudo normalmente no lo ide su primer posesor, pudo ser impuesto, ofertado o sugerido. El significado quesuele darsea posterioria un emblema herldico tambin es interesante,

    ya que permite investigar por qu convena enaltecer de unadeterminada manera a la persona o linaje posesor. Se aprecia cmo enel uso de los emblemas hay etapas de identificacin de las armas conhroes clsicos, personajes artricos, bblicos o carolingios.

    - La identificacin del simbolismo medieval o la relacin entre elsignificante y el significado, a travs de las tipologas de armasestablecidas:

    El estudio de las armas parlantes, que pueden coincidir con el propionombre del linaje26 o tener una relacin semntica27. Sobre estasinterpretaciones se puede analizar la evolucin de los nombres defamilia, ver como se han modificado armas parlantes por motivos mshonrosos de los indicados para el apellido (representar un jabal en las

    26 Es el caso de las armeras de los Luna o los Padilla. (Menndez Pidal de Navascus, Faustino.Tipos o categoras de armeras segn su origen, enEstudios a la Convencin del Instituto Internacional de Genealoga y Herldica con motivo de su XXV aniversario (1953-1978),Madrid,1979, p. 250).27 Es el caso de los Aguilar, Figueroa o Cardona.

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    armeras de un linaje apellidado Cerdo)28. Las armas alusivas, que pueden referir a una ocupacin, a una caracterstica real o mtica dellinaje o de su fundador 29. Se dan otros casos de relacin entre armeras

    y cuestiones sociales particulares: las alusiones polticas, la similitudde las armas de personas o lugares vinculados a un feudo o asociacin(las semejanzas de las armas de las ciudades de la Hansa o de lasvillas que fueran seoro de los Manrique en las dos Castillas). Lasarmeras conmemorativas de algn acontecimiento o hecho relevanteen particular que realizara el titular de stas30. Tambin resultainteresante la eleccin de armas, lemas y divisas, que por su propio

    simbolismo ya tocan al mundo de la emblemtica: la eleccin de losanimales bblicos (guila de San Juan o cordero) u otros simbolismos(el oso se identifica con la fuerza y el len une los smbolos de fuerzay de poder,leo fortis rex fortis)31. Los significados de los esmaltes presentes en la gama cromtica herldica, estudiados por Pastoureauen algunas de sus obras (Figures et couleursy Le gense desarmoires: emblmatique fodale ou emblmatique familiare).

    Tambin abord esta significacin Robert Viel en su obra Les originessymboliques du blason, sin embargo, salvo sus primeros enunciadossobre la simbologa de determinados animales y objetos, el resto deltrabajo deriva hacia unos cauces poco cientficos.

    28 Sobre esta cuestin en nuestro pas, cabe citar tambin el trabajo de Rafael Snchez Saus, Dearmeras, apellidos y estructuras de linaje,En La Espaa Medieval, n. 17 (1994), pp. 10-16, en elcual se analiza la adopcin de armas parlantes por los miembros de familias sevillanas desde laReconquista hasta el siglo XV.29 Real como las tijeras de los Sastre o mtico como el Len de las armeras de los Sans, o las delos Reynoso, cuya cruz cuenta la tradicin que fue vista por uno de este linaje en el cielo en la batalla de las Navas de Tolosa.30 Es un caso que se da a menudo en los conquistadores del Nuevo Mundo, tambin en la CastillaBajomedieval casos como el de Francisco Ramrez de Madrid, que es armado caballero tras latoma de Mlaga y el rey aade a las armas de su linaje el puente de Santo Domingo.31 Esta hiptesis que interpreta de modo simblico el origen de las armas de Len cuenta comoapoyo la misma identificacin de la figura del animal realizada por el Tudense, y reforzada por elcarcter simblico del color prpura, V. Vicente Cascante, Ignacio. ( Herldica y fuentes de lasarmas de Espaa, p. 339) y Menndez Pidal de Navascus, Faustino ( Herldica medievalespaola, p.26).

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    espaola, el diseo herldicoy su Tratado de herldica. Si bien, hemos de decir en honor a estos autores que, aunque no contemplen las nuevas perspectivas parael estudio de esta disciplina, sus obras resultan de gran ayuda para profundizar en

    la identificacin y descripcin de armeras.Un precursor de las nuevas tendencias en nuestro pas fue Ignacio

    Vicente Cascante, quien ya en la dcada de los cincuenta, public su Herldicageneral y fuentes de las armas de Espaa,donde sealaba las posiblesaportaciones de esta disciplina para el estudio de los sistemas emblemticosoccidentales y en la que se realiz una primera enumeracin de las principalesfuentes de la literatura herldica de nuestro pas.

    La renovacin de los estudios herldicos espaoles se debe principalmente al trabajo de dos investigadores: Faustino Menndez Pidal de Navascus y Martn de Riquer. El primero, desde sus estudios sobre fuentes,abord la profundizacin en el conocimiento de las armas castellanas en su Herldica medieval espaola, de la que, por desgracia, slo ha visto la luz el primer volumen, La casa real de Len y Castilla. Asimismo, ha realizado

    interesantes trabajos sobre las representaciones simblicas de los capiteles de laColegiata de Tudela y sobre sigilografa herldica35. Cabe destacar de entre susobras, su discurso de ingreso en la Real Academia de la Historia, tituladoLosemblemas herldicos: Una interpretacin histrica,donde adems de su valor como sntesis del desarrollo de los estudios histricos, realiza una detalladaaproximacin a la aplicacin de los nuevos campos de investigacin. Por ltimo,debemos citar su reciente trabajo dedicado a los emblemas herldicos reales de

    nuestro pas, recogida en la obra colectivaSmbolos de Espaa36

    , donde se lleva acabo una profundo anlisis de todas las fuentes de investigacin, tomando comoobjetivo la herldica real y territorial.

    Por su parte, Martn de Riquer supone el acercamiento a la herldicadesde el punto de vista de la literatura y el lenguaje medievales. Aunque sus primeros trabajos sobre esta disciplina se hicieron dentro del ms estrictoclasicismo, patente en su Manual de herldica espaola,posteriormente ha

    35 Sigiloherldica para archiverosy Apuntes de sigilografa espaola.36 Madrid, 2000.

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    realizado interesantes estudios sobre herldica caballeresca37 y fuentes, a los quems tarde nos referiremos.

    Hemos de resear la figura de otro investigador que ha seguido la estela

    de los dos anteriores, se trata de Eduardo Pardo de Guevara, autor de un Manualde herldica espaola, donde se recogen las ideas de Pastoureau y Neubecker,contemplando algunas de las particularidades de nuestro pas. Tambin se ledeben interesantes publicaciones sobre la herldica gallega desde las nuevas perspectivas de la historia familiar 38. A su esfuerzo se debe el nico trabajo derecopilacin bibliogrfica crtica del que disponamos hasta la actualidad paranuestro pas, tituladoEl estudio de los emblemas herldicos del medievo

    peninsular. Estado de la cuestin, al cual nos referiremos ms delante de manerams extensa. Por ltimo, debemos citar tambin la aplicacin de las nuevas perspectivas de investigacin en materias tan singulares como la concepcinmedieval de la geografa, cuestin abordada en los estudios de Riquer y Muntaner sobre la herldica en sus estudios del Libro del conocimiento; y el mundo de losoficiales de armas investigado por Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila.

    I.3. LA EDICION DE FUENTES

    Al comienzo de este captulo mencionbamos que una de las principalestrabas que ensombrecan el panorama de la investigacin herldica era la ausenciade ediciones de fuentes fiables. Este problema es en gran medida de carcter prctico, debido a las dificultades que plantean el estudio del lenguaje herldico,la reglamentacin propia del blasn y por la pobreza de la mayora de lasediciones existentes, elementos estos, que han desanimado o inducido ainterpretaciones errneas a algunos investigadores.

    La primera de estas cuestiones no representa un gran obstculo para elinvestigador actual que, teniendo claro un vocabulario bsico, se pude manejar sindemasiados problemas en la interpretacin de textos especializados. Segn

    37 Caballeros medievales y sus armasy Caballeros andantes espaoles. 38 El jaquelado de los Ulloa.

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    Pastoureau, con una treintena trminos se puede describir el ochenta por ciento delas armeras39. Adems, los diccionarios y glosarios como elementos auxiliares delas ediciones resultan de gran ayuda para interpretar trminos complicados. Sobre

    este asunto, una pieza fundamental es el trabajo de Brault,Early blazon,en el cualse analizan la evolucin y la terminologa herldica durante sus primeros siglos devida en los siglos XII y XIII a travs del estudio de relaciones de armeras en elmbito geogrfico de la zona del canal de la Mandha. Esta obra, ya con ms deveinte aos de antigedad, ha sido objeto de una reedicin en 1997 que actualizasus contenidos con las ltimas aportaciones.

    En cuanto a las normas herldicas o la dificultad que representa lainterpretacin de las llamadas reglas del blasn, el investigador slo debe dar importancia a la principal (nunca se representan metal sobre metal ni color sobrecolor) el resto no son ms que criterios convencionales posteriores, sin relevanciaa la hora de enfrentarse a un estudio histrico. Por tanto, las reglamentaciones presentes en algunos tratados y obras de referencia en cuestin de muebles, piezasy esmaltes resultan artificiosas y, por tanto, desechables desde el punto de vistacientfico.

    La edicin de fuentes ha sido, a nuestro juicio, el principal problemametodolgico con el que se ha encontrado la investigacin en el campo de laherldica. Pese a los nuevos aires renovadores, todava hoy se planteandificultades a los investigadores cuando se enfrentan a textos herldicos. Estedesconocimiento de las fuentes herldicas por parte de los arquelogos y loshistoriadores ha sido consecuencia de dos causas:

    - La incapacidad de los heraldistas para hacer salir sus disciplinas delcuadro estricto de la genealoga y la herldica.

    - La escasez de publicaciones de fuentes fiables realizadas con mtodoscientficos y reglas especficas para asegurar una crtica rigurosa.

    El primero de estos problemas est siendo solventado actualmente por losnuevos cultivadores de estas disciplinas, ms cercanos al mundo de lainvestigacin moderna que al de la herldica clsica. En cambio, para solucionar

    39 Pastoureau, Michel,Trait ..., p. 239.

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    bsquedas (con hipertexto, en texto libre y en lenguajes controlados), y ladigitalizacin de imgenes (su localizacin y lectura a travs de los ORC41).

    En cuanto a la edicin de armoriales antiguos, en algunos pases, caso deFrancia, Inglaterra y Alemania, existe una tradicin en la publicacin de fuentes, bsicamente de armoriales. Ya en el siglo XVII exista en Francia la concienciade que los armoriales medievales eran fuentes histricas, por ello se conservan sustextos gracias a las copias realizadas por autores como Jean Le Feron, Jerme deBara, Andr du Chesme, los Chifflet o Du Cange. En Inglaterra ocurri lo propiogracias a Robert Glover. A fines del siglo XIX, con el nacimiento de la corrientearqueolgica, se publican los armoriales clsicos y se realizan recopilaciones deemblemas a partir de ellos, de entre stas destacan la de Thodore de Renesse, Dictionaire des figures hraldiques,ordenado por muebles, y la famosarecopilacin de Jean Baptiste Riepstat, publicada en su Armorial general.

    Sin embargo, las ediciones crticas de fuentes no comienzan a realizarsehasta la segunda mitad del siglo XX, siendo las primeras las del mbito anglofrancs. Los pioneros en esta tarea fueron Louis Bouly de Lesdain y Max Prinet.Despus, aparecieron las ediciones de los principales armoriales medievales: ladel Armorial Wijnbergende Paul Adam-Even y Lon Jequier 42, la del mismoAdam-Even del Armorial del heraldo Gelre43 y la Jequier del Armorial Bellenville. En el mbito ingls destacan las obras de E. S. Jones, Medieval Heraldry, donde se recopilaron tratados y armoriales del siglo XIV (entre ellos el primer tratado herldico conocido, titulado De heraudie), y la de AnthonyWagner, Aspilogia: A Catalogue of English Medieval Rolls of Arms44, donde seedita una recopilacin de fuentes, que recoge desde Mateo Paris hasta el comienzode la Edad Moderna. Adems, en ella se presenta un modelo de descripcin principalmente adaptado al estudio de los armoriales en rollo de pergamino, lacual aun conserva gran parte de su vigencia como gua metodolgica. Entre las

    41 Los programas de reconocimiento ptico de caracteres tienen aun unas posibilidades limitadas, pero en un futuro no lejano podrn enfrentarse a textos y emblemas que actualmente no puedenreconocer.42 Un armorial franais du XIII sicle: larmorial Wijnbergen, Lausanne, 1951-1954.43 Larmorial universel du hraut Gelre: 1370-95. Claes Heinen, roi darmes des Ruyers, Neuchtel, 1971.44 London, 1950.

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    I.3.1 Edicin de textos espaoles

    En nuestro pas, el estudio de la literatura herldico-genealgica nunca ha

    tenido la misma relevancia que en otras naciones de nuestro entorno. Mientras queen Francia, Inglaterra o Alemania la publicacin de fuentes herldicas goza de unalarga y fructfera tradicin, en Espaa hasta la dcada de los setenta no aparecenlas primeras ediciones crticas de estas fuentes. Dicha cuestin resulta aun ms paradjica si sopesamos la importancia que tuvo este tipo de literatura en nuestrasociedad desde la Baja Edad Media hasta casi la Edad Contempornea.Testimonio de esto es el elevado nmero de ejemplares de textos de dichas

    materias que se conservan en nuestras bibliotecasLos primeros intentos de abordar el estudio de estas fuentes desde el

    punto de vista cientfico se deben a los mismos autores que citamos comorenovadores de los estudios herldicos. Sin embargo, en nuestro pas carecemosde obras en las que se ofrezcan directrices metodolgicas para la publicacin deestos textos, exceptuando algunas indicaciones realizadas en manuales generales,caso del escrito por Pardo de Guevara, o de los conceptos que puedan extraersedel estudio las ediciones existentes.

    En cuanto a las relaciones de armeras, se puede considerar la primeraedicin de un armorial espaol la del Libro del conoscimiento, que fue realizadaen 1877 por el erudito y editor de textos medievales, Marcos Jimnez de laEspada52. Aunque la edicin del texto de Jimnez de la Espada es de cuidadarealizacin, sus pretensiones no eran las de editar un armorial, sino un libro deviajes53. Su introduccin se enfoca en su mayor parte a defender su teora sobre laverosimilitud del contenido del texto frente a las afirmaciones de Morel Fatio. Sinembargo, la nueva edicin del tratado a partir del cdice de la Biblioteca deBaviera54, coordinada por M Jess Lacarra, supone un acercamiento desde un altogrado de rigor metodolgico. Sin despreciar los apartados dedicados a los estudios

    52 La edicin de Jimnez de la Espada, publicada originalmente en el Boletn de la SociedadGeogrfica, ha sido reimpresa con introduccin del profesor Francisco Lpez Estrada en 1977.53 Jimnez de la Espada realiz tambin, entre otras, la edicin del principal libro de viajes delsiglo XV espaol, las Andanas e viajes de Pero Tafur (Madrid , 1874).54 Libro del conosimiento de todos los rregnos et tierras et seoros que son por el mundo,Zaragoza, 1999.

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    codicolgicos, de crtica textual y de arte, merece una mencin especial eldedicado a la herldica, realizado por el profesor Alberto Muntaner, en el que serealiza un erudito trabajo de verificacin y de bsqueda de fuentes, aadiendo

    unos excelentes elementos auxiliares que permiten la utilizacin del texto desdelas ms diversas perspectivas de investigacin.

    Otro importante armorial objeto de estudio ha sido el Libro de armeradel reino de Navarra. A partir del ejemplar ms antiguo conservado se hanrealizado dos ediciones, una con ms incidencia en la emblemtica herldica yotra desde una perspectiva codicolgica.

    La primera y tambin la ms antigua, es la de Faustino Menndez Pidalde Navascus55, quien la abord en su da con la misma minuciosidad quecaracteriza sus ediciones y comentarios de textos herldicos. La edicin seacompaa de un estudio inicial que comienza ofreciendo una panormica sobre laherldica en Navarra desde sus inicios hasta la Edad Moderna. En ella dedica unapartado al estudio de los heraldos en dicho reino. Prosigue con la materia queconstituye propiamente el anlisis de la obra: su contenido, su historia y las copias

    conservadas actualmente. Finaliza con un comentario de los caracteres herldicosdel armorial. Acompaa al estudio, la reproduccin fotogrfica del manuscrito yotras del Armorial Reyneck y de los emblemas representados en el claustro de lacatedral de Pamplona. La edicin se completa con un ndice onomstico, otroherldico y dos apndices sobre emblemas navarros.

    La edicin de Menndez Pidal, una de las pioneras en la historiografaherldica espaola, ha sido continuada, pues a nuestro juicio ambas son

    complementarias, por la de Jos Martiniena56

    . Este estudio se inicia con unaintroduccin general sobre los diversos ejemplares en los que se conserva elarmorial. Contina con una historia del propio texto, en la cual se realiza unexhaustivo seguimiento de lo que pudo ser la fortuna del manuscrito (suformacin, la prdida ocurrida en 1557, las gestiones para su recuperacin y lacreacin del nuevo armorial). Seguidamente, se presenta el estudio del ejemplar:caractersticas externas, resumen de los contenidos, breve estudio herldico y

    55 Libro de armera del Reino de Navarra,Bilbao, 1974.56 Libro de armera del Reino de Navarra,Pamplona, 1982.

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    referencias a aspectos particulares (toponimia, sentencias de nobleza, linajes, etc.).La transcripcin de los textos, la reproduccin fotogrfica (de gran calidad) y losndices onomstico y topogrfico completan la totalidad de la edicin.

    El Libro de la Cofrada de Santiagorepresenta la mejor edicin de unarmorial realizada en Espaa hasta la actualidad. Este cdice que retrata a loscofrades adscritos a la agrupacin de la Edad Media burgalesa fue dado a conocer por el marqus de Laurencn en 1905. Faustino Menndez Pidal realiz el primer comentario del texto en 1968 dentro del IX Congreso Internacional de lasCiencias Genealgica y Herldica. Pero su edicin no sali a la luz hasta 1977.

    Actualmente disponemos de una nueva edicin, con prlogo de Eloy BenitoRuano e introduccin de Eduardo Pardo de Guevara57. La obra consta de uncompleto estudio preliminar donde se analiza el devenir de la propia cofrada, ladescripcin interna y externa del cdice, as como su fortuna, los personajesrepresentados en l y un estudio herldico de sus armeras. Contina con latranscripcin de los textos (las Reglas de la Cofrada y las listas de miembros).Despus, se incluye la edicin del armorial con la descripcin de los blasones de

    los personajes y la reproduccin del cdice. Finaliza con los ndices de linajes y personas, las tablas herldicas y los apndices.

    La publicacin de la Regla y la lista de cofrades de la Cofrada de Nuestra Seora de Gamonal de Burgosha permitido sacar a la luz el segundogran armorial corporativo de nuestro pas, en el que se refleja la historia de lacofrada y de sus componentes desde 1305 hasta 160558. La edicin abarca el

    contenido de los dos cdices conservados en la Biblioteca Nacional de Madrid. Enel primero estn la primitiva regla de la cofrada y las listas de cofrades; en elsegundo se encuentra lo que es propiamente el armorial, donde se representan losretratos de los personajes con sus emblemas herldicos. Varios estudios

    57 El Libro de la Cofrada de Santiago, Burgos: Cdiz, 1996.58 Regla de la Cofrada de Nuestra Seora de Gamonal, de Burgos. Y libro en que se pintan loscaballeros cofrades,Burgos, 1995.

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    acompaan a las reproducciones de los dos cdices59. No obstante, esta edicinsin dejar de ser un excelente instrumento para el acercamiento a la historia de lascofradas en la Castilla medieval, no realiza ninguna aproximacin a los

    emblemas herldicos, ni apunta las posibilidades que stos ofrecen para abordar lacuestin de las relaciones entre oligarquas urbanas a travs de la emblemtica.

    Recientemente han sido publicadas diversas relaciones de armas deterritorios espaoles no pertenecientes a la corona de Castilla de comienzos delsiglo XVI. Los dos ms destacables son: el Armorial de Steve Tamborinoy el Armorial de Aragn.El primero de ellos ha sido editado por Martn de Riquer en

    un trabajo muy completo que incluye una introduccin sobre el autor y la obra, unestudio del texto, su transcripcin y finaliza con los elementos auxiliares. Laedicin est acompaada de una reproduccin facsmil del manuscrito60. Encuanto al segundo armorial, en edicin de Antonio Herrera, el facsmil delmanuscrito conservado en Zaragoza solamente se acompaa de una brevsimaintroduccin61.

    Dentro del estudio de relaciones de armas espaolas merecen unamencin especial los trabajos de Martn de Riquer sobre fuentes de herldicacatalana y castellana en la poca de los Reyes Catlicos62. Estas obras no puedenconceptuase como ediciones, pues en especial la dedicada a Castilla, no incluyelos textos completos, ni respeta el orden de contenidos de las obras estudiadas. Sinembargo, son esenciales para comprender la evolucin de la literatura herldica ennuestro pas; en especial la obra dedicada a la herldica castellana, que tiene como

    eje losrecogimientos de armasde Garci Alonso de Torres. En este trabajo Riquer desarrolla un esquema expositivo original que aborda la materia de manera muycompleta, desde lo general a lo particular. El estudio se desarrolla de la siguientemanera: introduccin a la herldica medieval, una exposicin sobre la historia de

    59 Un primer estudio con orientaciones codicolgicas de Floriano Ballesteros, otro de la propiacofrada, obra de Hilario Casado, otro del libro de los caballeros original de Alberto Ibaez y unestudio desde el punto de vista de la historia del arte, obra de Calixto Escolar.60Barcelona, 1996.61Zaragoza, 1997.62 Herldica castellana en tiempos de los Reyes Catlicosy Herldica catalana: des lany 1150 al1550.

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    manuscrito e incide en los errores de transcripcin y en los datos histricosfallidos. Ofrece adems una nueva datacin de la obra a tenor de estascorrecciones

    El trabajo de Popoff relaciona los escudos de los reinos cristianos peninsulares recogidos en siete armoriales conservados en Francia (seis francesesy un annimo espaol), con una interesante resea de cada uno de ellos. Pero loverdaderamente destacable de este estudio es la metodologa seguida en laredaccin de elementos auxiliares: tablas herldicas e ndices onomsticos delinajes y personas.

    Sobre las armeras indianas del siglo XVI se han elaborado dosrecopilaciones, ambas facticias. La primera es el Nobiliario de conquistadores de Indias, del que solamente se public el primer volumen, por la Sociedad deBiblifilos Espaoles, acompaado de un estudio de Antonio Paz y Melia. En estaobra se daban a conocer los blasones de los conquistadores de Amrica, tomandocomo base la documentacin acreditativa de las peticiones y concesiones de stosque se encuentran en el Archivo de la casa de Alba. La segunda, es el Nobiliario

    Hispano-Americano del siglo XVI , recopilado por Santiago Montoto. El autor se bas en certificaciones de concesiones de armas conservadas en el Archivo deIndias. Est ordenado alfabticamente, contiene ciento noventa y un blasones conla transcripcin de las cdulas reales de concesin, algunas de ellas con sumotivacin. Incluye tambin la reproduccin grfica de algunos de los emblemasherldicos.

    Sobre obras de la Edad Moderna se han realizado algunos estudios, perola mayora adolecen de graves inconvenientes: primero, en esta poca la inclusinde la herldica dentro del gnero genealgico reduce la importancia de este tipo decontenidos; segundo, muchos de los trabajos no son ediciones, sino estudios, coninclusin total o parcial de las relaciones descriptivas de blasones. Entre ellos podemos destacar las siguientes:

    - Nobiliario de Galiciade Agustn de Rojas Villandrado, tituladoLinajesde Galicia, solares y casas conocidas, de que proceden muchas en Castilla, publicado por Enrique Fernndez-Prieto Domnguez, siendo parte de la obra del

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    propio Rojas,El buen repblico67 . El nobiliario viene a ocupar un amplio captulodel libro segundo68.

    - El Nobiliario vizcanode Diego de Soto y Aguilar, el cual formaba

    parte delTratado de los pobladores del seoro de Vizcaya que no fue vencida yttulos de los seores de ella y de algunas casas particular y sus armas,editado por Vicente de Cadenas y Vicent69 a partir del ejemplar de la biblioteca de Luis deSalazar y Castro, sin ningn tipo de estudio.

    - El Armorial versificadode Juan Garca Ruiz de Castro, referente a loshidalgos de la ciudad de Segovia, redactado a mediados del XVI, fue publicado parcialmente por Juan de Vera70, quien lo tom de la obra Apotegmas, sentencias

    del Papa, con otras ms.- El titulado La Ovandinade Pedro Mexa de Ovando, editado en 1611,

    estudiado por Narciso Binayn Carmona dentro de su trabajo La atormentadahistoria del primer libro de genealoga criolla71. No es propiamente una edicinde la obra, sino un estudio sobre los motivos que dieron lugar a su retirada por elSanto Oficio, aunque en l se incluyan transcripciones de diversos prrafos pertenecientes a distintos linajes.

    - El texto de Clotilde Olarain Mgica, ndice del manuscrito genalgiconobiliario atribuido a Jorge de Montemayor y titulado: La ynvestigacin delinajes y relacin de las treze merindades de Castilla la Vieja 72. Es uno de losmejores estudios sobre textos modernos. El trabajo est precedido de un asiento bibliogrfico resumido de la obra. Comienza con un prlogo donde se aborda lacuestin de la autora. Le sigue la explicacin de los criterios de publicacin (elorden de los apellidos y respeto a la ortografa), la relacin de linajes con

    67 Salamanca, 1611.68 La edicin del nobiliario consta de: introduccin sobre la vida y obra del autor, exposicin delos criterios de edicin (ordena los linajes en forma alfabtica y conserva la ortografa original),relacin de las armeras, transcripcin de la relacin de linajes, las armas del apstol Santiago,eplogo donde el autor apunta esta obra como modelo para la de Jos de Pellicer y Tovar tituladaLos pazos y linais de Galicia y caballeros de ella de 1646, Hidalgua, n. 172-173 (1982), pp.453-475.69 Hidalgua, n. 10-11 (1955) pp. 78-89.70 Hidalgua,n. 12 (1955) pp.113-128.71 El estudio consta de un acercamiento a la figura de Alonso Bravo de Sarabia y Sotomayor queen 1620 da el visto bueno a la obra; a continuacin se compara la obra con otras genealogas delinajes americanos, con el fin de demostrar que la Ovandina fue el primer libro de genealogacriolla, sigue con el relato de la prohibicin y sus motivos y a continuacin presenta unaestructuracin de los contenidos de la obra. Hidalgua, n.166-167 (1981) pp. 257-277.72 Hidalgua, n. 207 (1988) pp. 209-243.

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    distincin para los que se acompaan escudos y, por ltimo, incluye un ndicenico de los linajes, lugares, ttulos y personas

    - La publicacin tituladaEstudio del heraldario annimo del siglo XVIII

    Armas de algunos apellidos de Espaarealizado por Eduardo Pardo deGuevara y Valds. Consta de las siguientes partes: noticia sobre el origen delhallazgo, estructura del texto, descripcin alfabtica de armas seguida de dibujosde los blasones, teora sobre el origen de la obra, relacin de apellidos y notas.

    De modo casi anecdtico, citaremos la edicin de Les troves que escrivemosn Jaume Febrer Cavaller dels linajes dels Nobles de la Ciudat y reyno de

    Valencia ab dos escuts e divises de llos sues armes. Hoy en da la originalidad dela obra est descartada. Aunque datada en el siglo XVII, posiblemente su autor se bas en textos medievales, por lo que se puede tomar como una fuentehistoriogrfica de segundo orden. Tanto si sus fuentes fueron medievales como sino, a travs del texto se puede estudiar la mentalidad de la historiografa de laciudad de Valencia en una poca difcil para la corona de Aragn, cuando muchoslinajes defendan sustatuspor va de la legitimacin debida a su participacin en

    la conquista del reino por Jaime I. La edicin de la obra est formada por elestudio previo de Vicente L. Sim y el facsmil del manuscrito, acompaadaadems por material anexo de divulgacin para la realizacin por parte del lector una posible bsqueda genealgica.

    Si el volumen del estudio de fuentes herldicas en el campo de lasrelaciones de armas y linajes no es muy grande en nuestro pas, sobre la edicin

    de los manuales tericos del blasn no se ha realizado ningn trabajo quedesarrolle su personalidad y ponga de relieve su importancia, como dicePastoureau:

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    Lhistoire des manuels de blason reste faire. Elleserait pourtant riche dinformations de toutes sortes sur la faondont chaque poque, travers ses auteurs (de Bartole D.L.

    Galbreath), a envisag les armoiries: soucis de codificationtechnique ou juridique, proccupations rudites,dveloppements artistiques, considrations symboliques,raction nobiliaire ou snobisme mondain73

    En Espaa estas obras se han difundido principalmente desde una perspectiva ms biblioflica que cientfica. Ya desde el siglo pasado contamos conediciones de las primeras obras espaolas: el facsmil del Blasn generaldeGracia Dei, acompaado de un estudio de Pascual de Gayangos, el cual ha sidoobjeto de una reciente reedicin74; y el Nobiliario vero de Ferrn Mexa editado por Manuel Snchez Mariana. Tambin encontramos transcripciones de estasobras dentro de recopilaciones de diferentes autores medievales y modernos quetrataron estas materias (Valera, Rodrguez de la Cmara y don Juan Manuel, entreotros).

    Los tratados clsicos del blasn del siglo XVIII han sido objeto deediciones, unas veces con espritu de perspectiva histrica y, las ms, con inters biblioflico o de curiosidad nobiliaria. En esta lnea estn la edicin de Xavier Calic del Arte herldica: adarga catalanade Francisco Xavier de Garma yDurn, y las de las obras del marqus de Avils y de Aldazbal y Murgua.

    73 Pastoureau, MichelTrait , p.72.74 Gracia Dei, Pedro, Blasn General y Nobleza del Universo.Ed. facs. de la de: Coria 1489,Cceres, 1993.

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    encargadas de organizar este tipo de fondos y que no tengan una formacin biblioteconmica82.

    Ignacio Vicente Cascante en su Herldica General y fuentes de las armas

    de Espaa ofrece una panormica de bibliografa herldica comentada,comenzando por Espaa, desde Valera hasta 1954 y, a continuacin, relaciona las principales obras extranjeras desde el siglo XIII al XX. Tambin realiza reseasde revistas y asambleas.

    Existen adems otras bibliografas sobre esta disciplina, si bien, algunasson de carcter muy superficial. Entre estas se encuentran las presentes en lostratados genricos sobre herldica espaola de Pardo de Guevara y Messa de la

    Cerda, entre otros.

    CatlogosDentro de este tipo de obras de referencia, los catlogos publicados ms

    notables son los siguientes: De carcter nacional, el Index general des manuscrits hraldiques

    des bibliothques publiques de France83 , realizado bajo la

    direccin de Michel Popoff. De mbito institucional elCatalogue of manuscripts84 llevado a

    cabo bajo la direccin de Francis Steer, donde se recogen losfondos manuscritos del prestigiosoCollege of armsde Londres.

    De entre los catlogos publicados sobre esta materia en nuestro pasmerecen destacarse los siguientes:

    El Catlogo de los Cdices referentes a ciencia herldica, genealgica,nobiliarios y materias concomitantes que se conservan en el departamento demanuscritos de la biblioteca Nacional de Madrid de Jess de Madariga yMartnez de Pinillos, ledo en el Primer Congreso de Genealoga y Herldica(Barcelona,1929)85. El trabajo est dividido en dos partes: la primera de ordenada

    82 No obstante, aconsejamos que no se tome al pie de la letra pues desde la fecha de edicin de laobra la CDU ha sufrido varias revisiones, siendo la ltima edicin aprobada por la FID de 1995.83 Paris, 1993.84 London, 1988.85 Publicado con posterioridad en Hidalgua, n. 196-197 (1986), p. 529- 562.

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    alfabticamente por autores, consta de cuatrocientos veintids asientos, donde encada uno se incluye el autor, el ttulo y la signatura del ejemplar; la segunda, deobras de autor desconocido, consta de cuatrocientos cincuenta y nueve asientos,

    entre los cuales abundan las genealogas y las ejecutorias de hidalgua sin orden.Otras descripciones publicadas son: el ndice sumario de los manuscritos

    castellanos de genealoga, herldica y rdenes militares: que se custodian en la Real biblioteca de San Lorenzo de El Escorial,de Vicente Castaeda; los ndicesde la Coleccin Salazar y Castro de la Real Academia de la historia;y las Bibliografas herldico-genealgico-nobiliaria de la Biblioteca Nacionalsobreimpresos y manuscritos, de Luis Garca Cubero y Benito Municio.

    DiccionariosActualmente existe una abundancia de este tipo de obras, si bien, la

    mayora carece de inters, pues no son ms que relaciones de emblemas a las quese aaden unos glosarios terminolgicos. Sin embargo, como obras de referenciareseables podemos citar algunas. El diccionario de vocabulario internacionaldirigido por Stalins y tituladoVocabulaire-atlas hraldique en six langues,sigue

    siendo la mejor obra de carcter plurilinge, en la cual adems de la traduccin delos trminos se incluyen unas detalladas definiciones. Tambin es destacable el Deutsch und Franzosisch fur Heraldiker 86 realizado por Neubecker, donde apartede la terminologa bilinge se incluye un extenso apartado sobre teora herldica.De entre los diccionarios de nuestro pas se pueden destacar: el Diccionarioherldico y nobiliario de los reinos de Espaade Fernando Gonzlez Doria, quese estructura en tres apartados principales. El primero, titulado Libro de oro de la

    nobleza espaola,dedicado a estudios sobre la familia real, los ttulos nobiliariosespaoles y extranjeros usados en Espaa; el segundo, titulado La herldicaespaola,que contiene un breve tratado del blasn, con vocabulario y un armorialordenado alfabticamente por apellidos; el tercero, tituladoCorporacionesnobiliarias,con estudios sobre el origen de la nobleza, las rdenes militares y decaballera, maestranzas, etc. Sin embargo, el autor no profundiza demasiado en

    86 Mnchen, 1983.

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    ninguno de los aspectos que trata, estando ms cerca de ser una obra dedivulgacin que de referencia cientfica.

    Como diccionario exclusivamente terminolgico, el de mayor calidad

    sigue siendo el de Vicente de Cadenas y Vicent87, donde adems de lossignificados, se incluyen un glosario internacional y una relacin de ilustracionesde lo descrito en los artculos.

    Otro texto interesante es el de Armand de Fluvi titulado Diccionarigeneral de Herldica. La obra lleva glosarios en ingls, castellano, francs eitaliano, completa trminos de laEnciclopedia Catalanay se acompaa de unaextensa bibliografa.

    El ms actual es el realizado por Jos Mara Montells y Galn, Diccionario herldico de figuras quimricas y otros trminos relacionados con laciencia del blasn88, que resulta til en las interpretaciones emblemticas yactualiza algunos conceptos del anterior.

    RepertoriosLos repertorios de linajes y blasones son las obras de referencia que han

    sobrevivido con ms pujanza, desde los antiguos armoriales y nobiliarios hasta lasactuales relaciones de blasones y apellidos. En nuestro pas el ms destacable es lamonumental obra de los hermanos Garca Carrafa, sobradamente conocida, la cualqued desgraciadamente inconclusa89, pero que ha sido continuada en laactualidad por el equipo coordinado por Endika de Mogrobejo90. Otros repertoriosdignos de mencin son: el de Cadenas y Vicent, Repertorio de Blasones de lacomunidad Hispnica91 , que recoge 55.000 descripciones de armeras del mbito

    hispnico e incluye, al final del primer volumen, una relacin de fuentes, dondefiguran las obras del Conde don Pedro, de Argote de Molina y de Lpez de Haro,entre otras. El Diccionario de herldicade Jacques-A. Schnieper Campos, en elcual se recogen emblemas de toda Espaa acompaados de ilustraciones

    87 Su ltima edicin es de 1992.88 Zaragoza, 2000.89 Garca Carrafa, Alberto y Arturo, Diccionario herldico y genealgico de apellidos espaoles,Madrid, 1953 -90 Diccionario hispanoamericano de herldica, onomstica y genealoga, 1996.91 Madrid ,1969. A partir de sta edicin la obra se reimprime con periodicidad hasta la actualidad

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    ordenadas por el origen de los apellidos92, y el trabajo ya citado de GonzlezDoria. Si bien, estos dos ltimos se mueven ms en el terreno de la divulgacinque en el de la referencia cientfica.

    Publicaciones peridicasSobre este tipo de literatura existe un elenco tan variado que sera

    demasiado prolijo mencionar todas las publicaciones que dedican sus pginas, en parte o en su totalidad a la herldica. A modo de seleccin podemos citar algunasde las ms representativas del panorama internacional: Armas e Trofeus, Cahiers

    dhraldique o Archives Hraldiques Suisses. En nuestro pas la publicacin pionera fue la Nueva Academia Herldica, la cual tuvo una breve vida entre 1913y 1914. Pero sin duda, la ms famosa es la titulada Hidalgua que se viene publicando desde 1953 hasta nuestros das, en cuyas pginas han aparecidoalgunos de los trabajos ms meritorios de la investigacin espaola y extranjera.Durante estos ltimos aos han visto la luz otras publicaciones de contenidos prometedores, pero cuya pervivencia no nos atrevemos a pronosticar, caso del

    Boletn de la Academia Madrilea de Herldica y Genealoga,la Revistaiberoamericana de herldicay los Cuadernos de Ayala. Tambin debemosmencionar las revistas de otros campos que han dedicado parte de sus contenidosa la investigacin herldica como: Hispania,el Boletn de la Real Academia de la Historia o Emblemata,entre otras.

    Para finalizar esta breve relacin, no se puede dejar de mencionar la

    nica recapitulacin sobre el estado de la cuestin de la emblemtica herldica ennuestro pas. Se trata del trabajo de Eduardo Pardo de Guevara y Valds tituladoEl estudio de los emblemas herldicos del medievo peninsular. Estado de lacuestin93, en el que el autor realiza una breve y concisa valoracin de losdiversos enfoques que han tenido estos estudios a lo largo de la historia, ademsde las posibilidades y los obstculos que encuentran las nuevas perspectivas deestos estudios como auxiliares de la historia. La exposicin se completa con una

    92 Madrid, 2000.93 Hispania, n 175 (mayo-agosto, 1990), pp. 1003-1016.

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    bibliografa sobre la emblemtica herldica compuesta por ciento treinta y ochoreferencias, que abarcan desde las obras clsicas hasta un apartado dedicadoespecficamente a los ltimos avances.

    I.5 LA GENEALOGA

    Si bien la base y el objetivo principal de este estudio es la investigacin yel anlisis de las obras de temtica herldica, no podemos pasar por alto la

    genealoga. Tanto ms cuanto este trabajo est dedicado a las fuentes herldicas ystas, a menudo, son tambin genealgicas (sobre todo a partir de la Baja EdadMedia y durante toda la Edad Moderna).

    La genealoga fue una disciplina anterior en el tiempo a la herldica. Conraces en la cultura clsica y juda, Genicot sita el origen de estas obras en lacultura germnica y cltica94, siendo herederas de una antigua tradicin oral95. A

    fines del siglo XII este tipo de literatura comienza a tener auge debido a losintereses de las casas nobiliarias por fundamentar sus aspiraciones polticas. EnEspaa no se tienen noticias de textos genealgicos hasta el comienzos del sigloXIII con elChronicon Villarense, obra intermedia entre la genealoga regia y lacrnica universal96.

    En contra de la opinin clsica, la unin entre la genealoga y la herldica

    no nace originalmente de sus puntos de acuerdo, sino de la derivacin de ambashacia un campo estrictamente nobiliario. Tanto una como otra son, desde fines dela Edad Media, disciplinas orientadas al ensalzamiento de los linajes nobles,

    94 Segn Klapisch-Zuber, las antiguas genealogas de los reyes sajones servan para reivindicar lalegitimidad dinstica tras la cada del poder de Roma ( Lombre des anctres: essai sur limaginaire medieval de la parent , Paris, 2000, p. 86).95 Genicot, L., Les gnalogies,Turnhout, 1975, p. 12.96 Paredes, Juan, Las narraciones de los livros de linhagens, Granada, 1995, p. 8.

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    En ella se adentra en la cuestin de cmo en la Europa medieval, desde la pocacarolingia hasta el Renacimiento, se crea desde la genealoga una imageninteresada e ideal de los antepasados expuesta a travs de la realizacin de

    stemmasy rboles genealgicos, analizando adems, la recreacin simblica de laimagen del ancestro como ejemplo a seguir y su representacin tanto literariacomo artstica.

    En nuestro pas contamos con buenas recopilaciones genealgicas en elcampo de la nobiliaria, caso de la ya citada de los hermanos Garca Carrafa y laanterior de Bethancourth112. Pero, sin embargo, no se ha abordadoconvenientemente la renovacin de esta disciplina desde el punto de vistametodolgico, cuestin que se puede comprobar por la pervivencia de pticasdesfasadas en algunos aspectos. Tal es el caso de la de Vicente de Cadenastitulada Memorandum de la genealoga familiar.Dentro de las escasasexcepciones, hemos de citar un breve trabajo de Eduardo Pardo de Guevara sobrela proyeccin de esta disciplina113 y el estudio de Juan Paredes sobre loslibros delinhagens114. Pero, las posibilidades de esta nueva visin de las relaciones de parentesco s han sido aprovechadas por investigadores como Salvador de Mox

    en sus estudios sobre la nobleza castellana. Esta tendencia ha sido continuada por los actuales historiadores de la nobleza. Claro ejemplo de ello son los trabajosrealizados por: Miguel ngel Ladero, Concepcin Quintanilla, Isabel Beceiro,Marie Claude Gerbert, Mara Soterraa Martn y Rosa Mara Montero, entre otros.Es el propio profesor Ladero quien, como sealamos, recientemente se haadentrado en el estudio de este tipo de obras y su relacin con la herldica comovaliosa fuente para la investigacin de la historia de las mentalidades. En este

    sentido seala lo siguiente: Los historiadores actuales de la nobleza castellana han

    tardado en integrar este aspecto de la cuestin (los Libros dearmeras) entre sus intereses de estudio. En los orgenes de lasinvestigaciones, hace ahora ms de cuarenta aos,

    112 Fernndez de Bethancourth, Francisco. Historia Genealgica y Herldica de la monarquaespaola.Madrid, 1902.113 Hacia una nueva ciencia genealgica?, Medievalismo, n. 2 (1992).114 Las narraciones de los livros de linhagens, Jan, 1995.

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    predominaban las explicaciones sobre la expansin poltica ysocial de la nobleza en poca trastmara, y el auge gigantescode los seoros, cuyo anlisis ha sido objeto de muchas obras.

    En tiempos ms recientes, ha comenzado a crecer el inters por los aspectos culturales que identifican a la clase noble,utilizando a menudo como punto de partida el estudio de cmose organizaba y funcionaba el linaje noble, cuales eran loscomportamientos y actitudes de sus miembros, de qu maneradaban razn de ellas y manifestaban un manera de entender y justificar el orden social y poltico en el que vivan: estaban

    irrumpiendo, en pocas palabras, las preguntas propias de lahistoria social de las mentalidades.115

    En el panorama de la edicin de textos, los nobiliarios y otrasrecopilaciones de carcter genealgico no han sido tratadas con el detenimientoque merecen. Contamos con ediciones de nobiliarios sin estudios previos nimateriales auxiliares (ndices, rboles, cuadros, etc.). Aun as, hay que resear algunas obras clsicas, principalmente por el inters de los propios textos

    reeditados, caso de la Nobleza de Andaluzade Gonzalo Argote de Molina, dondeno se aportan ms que unos someros prembulos sobre el autor 116. Ms cuidada esla edicin que incluye reproduccin facsmil de las Bienandanzas y fortunas,deLope Garca de Salazar, de ngel Rodrguez Herrero. De la otra gran obra de estegnero las Batallas y quincuagenas,actualmente contamos con las ediciones parciales de Juan Bautista Avalle-Arce, que public la segundabatalla y la deJuan Prez de Tudela y Bueso, quien sac a la luz la primera117.

    En conclusin, conocer la genealoga no debe ser objeto de descuido parael historiador que trabaja sobre el sistema emblemtico herldico. No se debedesdear una disciplina que puede ofrecer muchos datos al conocimiento social eintelectual de unos linajes a los cuales se represent mediante emblemas

    115 Ladero Quesada, Miguel ngel, No curemos de linaje ni hazaas viejas ...,Boletn de la Real Academia de la Historia, , t. CXCVII, n.2 (2001), p. 207.116 Jos Antonio Bonilla Mir y la de Enrique Toral Pearanda.117 Cuyos segundo y tercer volmenes aparecieron recientemente en los aos 2000 y 2001

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    deban de ocuparse de todos los asuntos de los que se ocupaban los heraldos en elAntiguo Rgimen, tales como: conocimiento de los blasones, pruebas de nobleza,derecho nobiliario, genealoga, dignidades, protocolo, rdenes de caballera, etc.

    Estas concepciones que afectaron al propio trmino son fruto de latergiversacin de contenidos que ha sufrido la herldica desde fines de la EdadMedia, llegando a ocupar las cuestiones de nobleza y protocolo cerca de un terciodel texto de los manuales de herldica realizados durante los siglos XVIII, XIX y buena parte del XX, incluso actualmente algunas obras de carcter divulgativosiguen estos mismos principios.

    Lo ms acertado, terminolgicamente hablando, es volver a la esencia del

    vocablo, y utilizar una frmula inequvoca para designar cada parte de estadisciplina. As la propia representacin del escudo responde al trmino emblemaherldico, frente a otras expresiones caso de herldica, blasn o seal (utilizadoen la Edad Media en Castilla). En la Edad Moderna se usa la palabra armera paradesignar el conjunto completo de escudo, cimera, soportes y otros elementosaccesorios.

    Segn este mismo criterio la palabra herldica, en s misma, debiera ser

    considerada como complemento de algo, no como la materia propiamente dicha.Es decir, puede haber emblemas herldicos, literatura herldica, smbolosherldicos. Incluso lo ms propio sera hablar de estudios herldicos, en lugar deherldica como disciplina.

    No obstante, en beneficio de la claridad expositiva, estas apreciaciones basadas en los usos originales suelen ser obviadas en la mayora de los estudios ymanuales, en los cuales se utiliza directamente la palabra herldica como

    sustantivo, dado que su continua sustitucin dara lugar a unas formas deexpresin de los conceptos un tanto artificiosa que dificultara la comprensin delos textos.

    - En segundo lugar, el uso de los emblemas no es variable ni aleatorio,sino que est sujeto a unas reglas de disposicin y de transmisin propias.Pastoureau aporta una visin de las armas clarificadora en este sentido:

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