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y plantear como factibles, y en que su correspondencia conceptual es más adecuada que la de otros abordajes. Por ello, no concebimos, en este sentido, un criterio de verificación o confirmación directa, que pre- suponga que la función de la teoria sea "reflejar la realidad", como si en la abstracción científica ésta fuera independien te de los criterios concep- tuales empleados para conocerla. 3 Hacia una taxonomía funcional de la conducta Formular una taxonomía funcional de la conducta es central en cual- quier intento sistemático por identificar y analizar niveles jerárquica- mente organizados de interacción del organismo con su ambiente. La taxonomía así propuesta, debe delimitar formas cualitativas de función estímulo-respuesta, como categorizaciories de las diversas clases de me- diación que pueden darse en un campo de contingencias. Debe aclararse, por anticipado, que un esfuerzo sistematizador de esta naturaleza no tiene ninguna vinculación con el enfoque funcionalis- ta. El funcionalismo, cuando menos en psicología, se ha planteado la explicación del comportamiento - o de las actividades psicológicas en general, sean o no "rnen tales" - en términos de un propósito o finali- dad a los que es funcional. Esta intencionalidad, expresa en su función, obliga a describir el comportamiento con base en algún criterio determi- nado o regulado por la adaptación, el hedonismo, la costeabilidad y otros principios por el estilo. Nada hay más alejado de nuestro propósito que adoptar una aproximación teórica de esta naturaleza. El concepto de función se toma como equivalente.'! la estructura de una interacción más o menos compleja, en la que todos los elementos son in terdepen- dientes aun cuando sólo algunos de ellos desempeñen, en un momento particular, el papel crítico de mediar la estructuración de la interrelación. No hay ningún factor "sobreimpuesto" o "implícito" en la interacción que la determine. El objetivo de un análisis- experimental del comportamiento es preci- samente identificar las condiciones históricas, situacionales y pararné- tricas de los factores que participan en medios particulares de organiza- ción de las interacciones entre organismo y ambiente. Introduciremos varios conceptos adicionales para examinar la cues- 54 Cap.2. La conducto como campo de interacción ":.-' 55

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y plantear como factibles, y en que su correspondencia conceptual esmás adecuada que la de otros abordajes. Por ello, no concebimos, eneste sentido, un criterio de verificación o confirmación directa, que pre-suponga que la función de la teoria sea "reflejar la realidad", como si enla abstracción científica ésta fuera independien te de los criterios concep-tuales empleados para conocerla. 3

Hacia una taxonomíafuncional de la conducta

Formular una taxonomía funcional de la conducta es central en cual-quier intento sistemático por identificar y analizar niveles jerárquica-mente organizados de interacción del organismo con su ambiente. Lataxonomía así propuesta, debe delimitar formas cualitativas de funciónestímulo-respuesta, como categorizaciories de las diversas clases de me-diación que pueden darse en un campo de contingencias.

Debe aclararse, por anticipado, que un esfuerzo sistematizador deesta naturaleza no tiene ninguna vinculación con el enfoque funcionalis-ta. El funcionalismo, cuando menos en psicología, se ha planteado laexplicación del comportamiento - o de las actividades psicológicas engeneral, sean o no "rnen tales" - en términos de un propósito o finali-dad a los que es funcional. Esta intencionalidad, expresa en su función,obliga a describir el comportamiento con base en algún criterio determi-nado o regulado por la adaptación, el hedonismo, la costeabilidad y otrosprincipios por el estilo. Nada hay más alejado de nuestro propósito queadoptar una aproximación teórica de esta naturaleza. El concepto defunción se toma como equivalente.'! la estructura de una interacciónmás o menos compleja, en la que todos los elementos son in terdepen-dientes aun cuando sólo algunos de ellos desempeñen, en un momentoparticular, el papel crítico de mediar la estructuración de la interrelación.No hay ningún factor "sobreimpuesto" o "implícito" en la interacciónque la determine.

El objetivo de un análisis- experimental del comportamiento es preci-samente identificar las condiciones históricas, situacionales y pararné-tricas de los factores que participan en medios particulares de organiza-ción de las interacciones entre organismo y ambiente.

Introduciremos varios conceptos adicionales para examinar la cues-

54 Cap.2. La conducto como campo de interacción ":.-' 55

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l. la morfología de los elementos envueltos en una interacción or-ganismo- ambiente;

2. el desligamiento funcional, como proceso diferenciador de losdistintos niveles jerárquicos de in teracción conductual y

3. las transiciones y el desarrollo desigual de las competencias con-ductuales, como clases morfológico- funcionales específicas dein teracción.

otro. Esta distinción es importante, pues un organismo y su actividaden ocasiones sólo pueden tener propiedades de evento fisicoquímico. Elque la conducta de un organismo tenga propiedades de evento oroanis-. ~rrnco depende, hasta cierto grado, de los efectos que tenga sobre otroorganismo. Por eso también la propiedad como evento de una respues-ta no es necesariamente organ ísmica, y puede limitarse exclusivamentea su dimensionalidad Iisicoquírnica.

En lo que toca a la propiedad convencional de un even to sea de es-tímulo o de respuesta, ésta es asignada por la convención o acuerdo delgrupo social y, normalmente, es específica de las circunstancias socialesen que tiene lugar. Igual que en el caso de los event-os or2:anísmicosque un evento pOSc':'3.morfología convencional no asegura s~ propiedadconvencional desde un punto de vista funcional; puede afectar exclusi-vamente como evento organísmico o fisicoquímico. Depende, en ciertamedida, de la respuesta del organismo al que afecta.

Es convenient~ hacer dos observaciones sobre las propiedades mor-fológicas de los elementos que participan en una función estímulo-res-puesta. En primer término, el que un objeto de est írnulo posea unamorfología de tipo convencional, no excluye la acción de las demás pro-piedades contenidas (organí~icas y/o fisicoquímic~s), ~e modo tal que Jun rrusmo objeto, como est írnulo, puede afectar tuncicrialmente con ~base en las tres propiedades simultánea o sucesivamente a un individuo ¿:.)c.particular. Es fundamental, no obstante, no presuponer la funcioriali- Jdad de un evento en términos únicamente desu morfología. aun cuandoésta pueda constituir la condición necesaria de su funcionalidad. En se- Jgundo lugar, los eventos con las propiedades morfológicas señaladas, sedistinguen, en principio, en sus posibilidades de afectar funcionalrnerite -.la un organismo. Los eventos fisicoqu ímicos inciden directamente en labiología del organismo con base en sus propiedades energéticas y, según 1sus características particulares, pueden tener una influencia de mayor omenor duración. En cambio, los eventos organísmicosdependen direc- Jtamente de la historia de intercambio del organismo al que afectan y, enocasiones, de la posibilid~d de que ~:~istan susceptibilidades diferenciales Jde tipo filogené tico a ciertas torrnas de movimientos compartidas pororganismos eo,m0. comportamiento de la especie. En este sentido, -los 1eventos organisrrucos son evanescerites en tiempo, y su acción funcionalse limita a los momentos en que ocurre el intercambio. J

Por su parte, los eventos convencionales comparten estas mismaspropiedades de los eventos organ ísmicos, pero se distinguen de e llos endos aspectos fundamentales, como veremos más adelante, relativos al des-Iigarniento. Primero, que los eventos convencionales no guardan ningunarelación de correspondencia invariante con la bioioz ia del orzanismo nicon las propiedades fisiccqu írnicas de los objetos de- estímul¿-. Una res-puesta convencional a un even LO. fisicoqu írnico no es independiente de

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tión relativa a una taxonomía funcional del comportamiento. Estosconceptos se refieren a tres aspectos fundamentales:

LOS ELEMENTOS MORFOLÓGICOSDE LA FUNCIÓN·

Si bien ya hemos mencionado que los elementos queconstituyenun campo interconductual poseen propiedades rnorfológicas - y, porende, funcionales- diversas, no hemos hecho un recuento sistemáticode esta cuestión. En líneas generales, los elernen tos que constituyen mor-*,. fológicamente la ~ur:ción d.e ~stímulo-respuesta pueden cla~ifi~arse con

'~ base en tres propiedades distintivas: propiedades no organ isrrucas o fi-------)si~oquími~as (,0), propiedades organísmicas (O), y propiedades conven-0,. cionales (O). .v Por definición, los objetos' de estímulo con propiedades convencio-

nales, así como las respuestas, contienen a su vez propiedades organ ís-micas, en ocasiones, y propiedades.fisicoqu ímicas, siempre. Todo objetode estímulo y/o todo estímulo tienen,necesariamente, una dimensiónfisicoquímica de ocurrencia, aun cuando dicha dimensión no defina sufuncionalidad. De este modo es posible, e indispensable en ocasiones,especificar las propiedades organ ísmicas y convencionales de un evento,enumerando y describiendo sus características no organísmicas. EsTO nosignifica, obviamente, que las propiedades convencionales u organfsrnicasse reduzcan a las propiedades fisicoqu ímicas, pero sí establece la con-veniencia de incluirlas como punto de partida. Por propiedades fisico-químicas entendemos tOMS aquellas dimensiones energéticas que hacencontacto directo, o a distancia, con los diversos sistemas sensoriales derespuestas clel organismo: calor, color, sabor, olor, etc., o 'bien, laspropiedades dirnensionales de la actividad del organismo que tienen unefecto similar en otro(s) organismo(s). Por propiedades organísmicasentendemos todas aquellas dimensiones de estímulo producidas por unorganismo que afectan como conducta a otro organismo. En conse-cuencia, los eventos organ ísrnicos incluyen siempre alguna forma demovimiento o acción de un organismo que afecta, en tanto conducta, a

Los elementos mortoíócíccs de la función

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las propiedades que permiten identificarlo como tal, pero dichas propie-dades no producen ninguna respuesta inevitable como morfología con-vencional en' la biología re activa del organismo. Tampoco los eventosde estímulo convencionales guardan ninguna fonna especial de corres-pondencia, son morfolog ías convencionales o no convencionales derespuesta predeterminadas. Estas correspondencias se establecen a lolarz o del desarrollo interconductual del individuo. Segundo, en tanto laspropiedades convencionales de los eventos pueden ser producidas comozrafismos tienen la capacidad física de trascender el momento particularde la int~racción. En este sentido, las propiedades de los eventos con-vencionales no tienen que ser necesariamente evanescen tes, y en tantose objetizan como producto del comportamiento de otros individuos,pueden tener efectos permanen tes ya distancia en tiempo y espacio. Estaúltima propiedad, de traslación ternporoespacial de los efectos de es-tímulo de una acción conductual, es esencial para comprender las carac-terísticas distintivas del comportamiento humano, posibilitadas por sunaturaleza convencional, es decir, social específica.

EL DESLlGAMIENTO FUNCIONAL

Las diversas funciones de estímulo-respuesta describen formas dedesligamiento funcional del organismo respecto de las propiedades de loseventos del ambiente. El concepto de desligamiento significa funda-mentalmente la posibilidad funcional que tiene el organismo de responderen terma ampliada y relativamente autónoma respecto a las propiedadesfisicoquímicas concretas de los eventos, y de los parárne tros espacio tern-parajes que las definen si tuacionalmen te.

El desligamiento es esencial para definir la conducta psicológica ointerconducta, pues lo que la distingue del comportamiento biológico essu plasticidad interactiva con el ambiente. Esta diversificación, trans- .formación Y ampliación de la funcionalidad de la conducta del organi -<Y'ejerr.plifica el- desligamiento, dado que, como ya hemos si ado, laconducta biológica constituye la reactividad invariante del orgarusrnofrente a las características Y modalidades energéticas de los objetos delentorno. La conducta biológica se convierte en interconducta en el gra-do en que las respuestas particulares se desligan funcionalmente de sus'formas filogenéticamente determinadas, de reactividad biológica más omenos fija.

. De qué depende la posibilidad de desligamiento funcional de la ac-ción/' del organismo y en qué nivel se presenta dicho desligamiento? Po-demos adelantar algunas especulaciones al respecto, las cuales puedencobrar sentido al analizar el nivel de organización de la conducta que

._~D alcª-!!zado en sus particularidades funcionales ~<:s_.9iver~~~~~pec~es.

5S Cap.3. Hacia una taxonomía funcional El desiigamiento funcional 59

Consideramos que cuatro factores confluyen en el proceso de desli-gamiento de la conducta: a) la diferenciación sensorial, b) la diferencia-ción motriz, y en especial la capacidad de manipulación y de motricidadfina, c) la vida en grupo intraespecífico con formas interactivas de orza-nización social = aunque primitivas-, y d) la existencia de un ambientenormativo estructurado con base en convenciones, es decir, acuerdostácitos o expresos - construidos históricarnen te - que trascienden lascircunstancias inmediatas de la "naturaleza". La observación sistemáticade las diversas formas de conducta que se dan a lo largo de la escala fi-logeriética, indica que estos factores pueden ser claves del proceso dedesligabilidad funcional del comportamiento.

La difereocjacjÓ(l sensorial permite formas coordinadas y diversifi-cadas de reactiviJad a los even tos en el ambiente, que permiten las prime-ras formas del desligarnien to: responder a los eventos en términos de surelación con textual en el ambiente. La motricidad fina v la capacidad demanipular objetos permite alterar directamente las relaciones entre loseventos del ambiente y el organismo, en la medida en que el propio orga-nismo puede producir la presentación de los eventos o ponerlos en con-tacto funcional por medio de su desplazamiento. La conyjvencja en

.,grupo con miembros de la misma especie = siempre y cuando esta vidagrupal implique inreracciones eco lógicas reales- permite desarrollar for-mas de reactividad diferencial ante otros organismos como condicionesde estímulo, y por consiguiente, potencia a los eventos con morfologíasorgan ísrnicas desde un p un to de vista funcional. La aparición de inte-racciones preconvencionales sólo es posible en organismos que viven engrupo. como lo atestiguan las formas sociales relativamente complejas,pero todavía prehumanas, de algunos prirnates superiores. Finalmente,el ambiente normativo es fundamental como sistema de contingenciaspor "a tribución", es decir, con vencionales,

Debido al lenguaje - y no sólo al hablado, sino, de manera muy des-tacada. al lenguaje escrito=-, en la sociedad humana los individuos puedenresponder con morfolog ías y ante morfolog ías que carecen de las res-tricciones que impone la reactividad biológica frente a las característicasfisicoquímicas del medio. La convencionalidad de las respuestas y loseventos conduce también a la convencionalidad de las reglas que esta-blecen las relaciones de condicionalidad entre ellas, y a la posibilidad deresponder a dichas reglas transformándolas. El hombre es la única espe-cie que a partir de la naturaleza ha creado un mundo y lo ha modificado.no sólo en lo que toca a sus propiedades físicas y biológicas, sino tarn-bién en cuanto a las contingencias que determinan la significación dedichas propiedades en los objetos. El hombre crea contingencias que,a pesar de su circunstancialidad social, son más poderosas en lo funcio-nal que las contingencias derivadas de las necesidades físicas y biológi-cas. La normatividad tácita o expresa del ambiente social representa

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relaciones de contingencia que, de una manera u otra - y obviamentecon limitantes rnanifiestas->, subordinan funcionalmente las condiciona-lidades fisico qu írnicas y biológicas a su o peratividad. Este desligarnientodel ambiente que permiten la convencionalidad y los sistemas reactivosespecíficos del ser humano, son lo que, a la vez, libera al hombre de lascontingencias no sociales, y lo envuelve en otra red de circunstancias ycondicionalidades en ocasiones menos flexible, por depender, en granmedida, de la acción de los otros hombres. La historia de las formacio-nes sociales y la historia de la cultura ilustran este proceso de liberacióndel hombre respecto de la naturaleza, y su sometimiento a sus semejan-tes y a las reglas y normas por él creadas.

¿Qué formas de desligarnien to funcional son identificables en laorganización jerarquizada de la conducta? A continuación planteamoscinco formas de desligamiento que nos permiten, a la vez, describir cincoformas cualitativas de organización funcional de la conducta.

En la medida en que la reactividad estrictamen te biológica implicaformas invariantes de responder ·-específicas y/o inespecíficas- a mo-dalidades energéticas del ambiente .en la forma de objetos y estímulos(por ejemplo, salivar ante el aumento de salinidad de la cavidad bucalpor la introducción de alimen to, flexionar una ex tremidad 'an te una des-carga electromecánica, etc.), la primera manifestación del desligamiento,funcionalmente hablando, es que ciertas formas de reactividad se mani-fiesten sistemáticamente ante objetos y modalidades de estímulo queno las producen biológicamente.

La reactividad an te objetos y estímulos en forma compartida paruna situación máso menos específica constituye, sin lugar a dudas, unamanifestación primaria de desligamien to funcional. El organismo ya noresponde sólo con base en la biologicidad. que implica la relación de es-pecificidad funcional de parte de sus tejidos con modalidades energéti-cas estimulantes en el ambiente, sino que ahora la misma clase de acciónse expande como respuesta diferencial a relaciones sistemáticas de estí-mulos en situaciones determinadas. Cuando en los experimen tos clásicosde Pavlov, el perro comienza a salivar o a segregar jugos gástricos anteel sonido de una campana que condiciona la entrega de alimen to seco,se tiene un ejemplo de modulación plástica de la reactividad biológicaante nuevas formas de estimulación sistemáticamente in terrelacionadas.Por ello, la reactividad ampliada y diferenciada del organismo tambiénes sistemática. No importa que se den formas de respuesta biológica "almargen de su propósito" y contexto "natural" = comc en la conductavacua-, lo fundamental es que la reactividad biológica ocurra en formaconsistente ante circunstancias también consistentes, y que estas formasnuevas de relación de la biología reactiva del organismo con el entornono puedan atribuirse a una invariante funcional biológica autónoma dedicha circunstancialidad interactiva. El desligamiento se produce en la

medida en que la nueva ':elación reactividad-ambiente depende direc-tamente de la historia particular de interacción del organismo individu~L

De este modo, podemos caracterizar el primer nivel de desligamien-to con bas~ en el hecho de que la reactividad biológica específica anteti.na m?~ahdad de estimulación (fisicoquímica) se expande diferencial ysrsternáticamen te a. formas y modalidades de estimulación que no pro-d ucen dIcha reac tividad desde el pun to de vis ta exclusivamen te biológico(por ejemplo, salivar ante una campana).· Este desligamien to funcionalde la respuesta es consecuencia de la historia de interacción del orza-nismo indiv.idual con circunstancias situacionales que comprenden r~la-cienes consistentes entre eventos del ambiente.

La segunda forma de desligarniento se da en relación con la modi-ficac.ióÍ1 de las relaciones temporoespaciales que guardan los eventosambientales ante los que se responde diferencialmente. En tanto las re-laciones de contingen.cia entre los eventos ambientales a los que se res-pende son independientes del hacer del organismo, éste sólo puedelimitarse a modular su reactividad diferencialmente ante dichas consis-tencias ambien tales, pero no puede alterarlas. La posibilidad de alterardichas relaciones - acelerándolas, re tardándolas, incremen tándolas dis-minuyéndolas, haciéndolas cíclicas o variables, produciendo relacionesque no se dan sino mediante la participación activa y transformadora de laa.cción .del organismo -, permite que la reactividad se desligue de las con-sI~tencIas extrínsecas al propio hacer y que, por consiguiente el orga-rusmo module su comportamiento ya no sólo con base en las consistenciasexternas a las que puede responder, sino a las consistencias alteradasque por .defmición son acíclicas, irregulares, intermitentes y dependien~t~~, parcialmente al menos, de la conducta que reacciona a ellas prcdu-ciéndolas,

En este niveld.e desligamien to, el organismo ya no sólo se orienta ydesplaza en el ambien te para hacer con tacto diferencial con las relacionesentre eventos a las que se. extiende su reactividad biológica simple, sinoque ahora responde consistenternente a relaciones que en la medidaen que s.u propia acción las altera, parecen inconsistentes. Esta in terde-pen~encla.;;e manifiesta en. formas de orientación, desplazamiento ymanipulación que producen o son críticas para el contacto con relacio-nes de contingencia entre eventos ambientales. No se trata del perroque segrega saliva an te la presencia "señalizada" de comida sino delperro que se orienta frente a cajas particulares en un cuarto con señalesque se desplaza hacia la caja que contiene el alimento y opera sobre ellapara tomarlo. Los parámetros temporales y espaciales de esta relaciónentre eventos -presencia de la caja, "señal" y alimento en la boca- de-pen~en d~ !~s formas particulares en que el animal actúe. Aun cuandola dIsp~mbihdad se dé en ciclos, los tiempos reales dependen del corn-portarniento del organismo. El organismo, de este modo, modula su con-

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60 Cap.3. Hacia una taxonorn ía funcional El desligamiento fu ncional .,. 61

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ducta a la variabilidad producida en' tiempo y espacio, desligando su<"'"teactividad de las consistencias impuestas exclusivamente porel entorno'.'

Mientras mayor es la variabilidad a la que se pueda responder consisten-temente, mayor es la plasticidad funcional del cornportamien to fren te alos cambios del ambiente. Esta plasticidad adquirida, o desligamien to ,depende, en gran medida, de la posibilidad de que el organismo puedaalterar las circunstancias de presentación de los eventos y sus condicio-nalidades rec íprocas.

En los dos casos previos de desligarniento, el organismo responde ala ocurrencia de eventos concretos con propiedades particulares invarian-tes. En la primera forma de desligamiento , la reactividad se extiende aeventos concretos -que biológicamente no le corresponden de acuerdocon sus propiedades fisicoq u ímicas, pero al responder se da com oacción contex tualizada si tuacionalmen te an te even tos particulares conpropiedades fisicoqu írnicas particulares, y la relación de dichas propie-dades se da como una invariante. En la segunda forma de desligamientose man tiene la responsividad an te eventos particulares relacionados enuna situación determinada con base en propiedades invarian tes. Lo quecambia son los parárne tros espacio temporales en que ocurren dichaspropiedades particulares, lo que se debe a la participación de la conductadel organismo en la presentación misma de la relación entre los eventos.

La tercera forma de desligamien to identificada, es aquella en que lareactividad se torna autónoma con respecto a las propiedades particula-res de los eventos como invariantes, aun cuando siga contextualiz adapor la situacionalidad en que ocurren los eventos, ahora con propiedadesfisicoqu ímicas variables de momento a momento. La relación consisten-te entre dos eventos, o más, que era afectadapor el organismo en térmi-nos de los parámetros de su ocurrencia en tiempo y espacio, dependeahora de un tercer evento, previo o simultáneo, al que también respon-de el organismo, y de cuyas propiedades fisicoqu ímicas depende la fun-cionalidad de las propiedades de los otros eventos fisicoquímicos, enrelación con los cuales finalmente se responde. Tómese como ejemplola situación experimental en que se emplea el procedimiento de iguala-ción de la muestra. En este caso, utilizando la nomenclatura descriptivadel condicicnamiento operante, hay un estímulo de muestra y varios decomparación, La propiedad de estímulo discriminativo de los estímulosde comparación no depende de sus características fisicoqu ímicas par- ,ticulares (color, forma, posición, etc.), como en la operante discriminada,sino que es condicional a la propiedad fisicoquímica del estimulo mues-tra, la cual puede variar de ocurrencia a ocurrencia. La relación entre elestímulo de muestra y los estímulos de comparación determina que, enun momento dado, un estímulo de comparación particular tenga o nolas propiedades fisicoquímicas que son, en esas circunstancias, funcio-nalmente discrirninativas.

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62 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional

En este procedimien t~' el organismo tiene que .desligar su respuesta-respecto-de unapropiedad de est ímuio particular, y responder' en térmi-nos de la condicionalidadadicional que implica la relación entre elestím.ulo, de muestra y la situación de la operante discriminada, Estaposibilidad de desligarse funcionalmente de las propiedades fisicoquími-cas particulares en una situación determinada, a nuestro modo de verconstituye una transición conductual critica, que permite desarrolla;formas de in teracción convencionales. ' ,

, .. ~a cuarta forma de desligamierito se da como resultado de la dispo-nibilidad de SIstemas reactivos convencionales. En ella, y en la medidaen que su reactivid ad no guarda ninguna correspondencia biológica conla situacionalidad a la que responde, el individuo puede trascender par-cialme nte dicha situacionalidad en términos funcionales. El individuo-: ya n? hablamos en este caso de organismo - puede responder y produ-CIr est irnulos respecto a eventos que no están en la situación o a propie-dades no aparentes en los objetos presen tes. El individuo responde aeventos que ya ocurrieron, que en ese momento ocurren en otra situa-ción o que ocurrirán en el futuro. El individuo responde a propiedadesque no son fisicoqu írnicas y que poseen funcionalidad en términos decontingencias adoptadas por convención. En otras palabras, el individuodesliga su responder de las propiedades fisicoquímicas aparentes y de lasdimensiones espacio - temporales de la situacionalidad en- que in teractúaconcre tamen te. Permanece, sin embargo, vinculado al even to o' even tosparticulares a los que responde. Estos eventos, no obstante, dadas lascaracterísticas del desligarniento funcional de la respuesta que se da enellos, no son ya los eventos concretos fisicoqu ímicos del aquí y el ahoraaparen tes; son los even tos que se consti tuyen como tales en la medida enque poseen propiedades convencionales a las que se puede responder. Enel grado en que dic~a reactividad es convencional y siempre implica, pornecesidad a otro individuo -o en algunos casos al mismo individuodesplegando una funcionalidad múltiple -, éste puede responder enforma de in te rrelación social a dichos eventos, al margen de su situacio-nalidad concreta en el espacio y en el tiempo,

, . En la funcionalidad de los eventos no existen propiedades que con-diciorien la reactividad al momento 'J lugar particulares de su ocurrencia.En tanto este desligarniento se da en la dimensión de lo convencionalsólo puede ocurrir como relación entre individuos respecto a los eventosdel ambiente -sean éstos o no eventos convencionales o conductualesPor ello, el desligarniento respecto al tiempo, al espacio y a las propieda-des .apu:entes de los eventos, tiene lugar como reactivídad conjunta delos individuos en relación con su propio acuerdo interactivo sobre loseventos como circunstancias funcionales. Este proceso de desligamientose da como lenguaje entre individuos para referirse a los eventos de-larealidad. .

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El desligamiento funcional 63

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Finalmente, la quinta forma de desligamiento funcional se identifica, con una total autonomía de lareactívidád respectó-a-los eventos-bíoló-

~cos y fisicoquírnicos. En el cuarto caso de desligamiento se mantienetodavía una reactividad específica a un evento, aunque al margen desus propiedades fisicoqu ímicas en tanto tales y de las dimensiones situa-cionales de su ocurrencia, En la forma más amplia de desligamiento, nohay reactividad a eventos específicos, porque éstos son los productos ylas acciones convencionales de la reactividad propia o de la de otros in-dividuos. La interacción convencional entre los individuos se vuelveinnecesaria en la medida en que se responde a los eventos convencionalesde la propia conducta, o al producto de la de otros como eventos en élmismo.

Los productos de sistemas reactivos convencionales son eventos deestímulo irrespectivamente del individuo que los produce. En los casosen que estos productos de sistemas reactivos convencionales se dan en laforma de registros permanentes, como en todo sistema reactivo graficado 1(la escritura, el dibujo, etc.), los eventos convencionales se dan objetiva-mente y trascienden como objetos a la interacció n particular en la que sepresentan.

. .> ·E'S'fa forma de desligamiento posee dos características. La primera,es que, como lo ejemplifican la ciencia y el arte, en la medida en que sepuede trascender la situacionalidad de los objetos y eventos, se puedenestablecer formas interactivas más plásticas y ricas en consecuencias,que cuando la realización se restringe a los eventos en su situación de

:~.encia. La segunda es que, dado que los eventos convencionales: siempre son producto de los individuos, pueden constituirse en-Un siste-

ma de contingencias y relaciones que en lugar de enriquecer y diferenciarla realidad fisicoquímica y biológica, la sustituyan empobreciéndola.Los mitos, las supersticiones, los prejuicios, la magia y muchas otrascreaciones del hombre ilustran esta segunda posibilidad.

Como niveles cualitativos de mediación de contingencias, las funcio-nes estímulo-respuesta permiten identificar las formas más complejas.de organización de la conducta realizada por un organismo o individuopero de ninguna manera representan un nivel único de interacción o unmodo homogéneo, general, de interconducta. De hecho, como describí-r~:nos más adelante, se pueden delimitar niveles jerárquicos de organiza-cien de la conducta al interior de cada una de las funciones de estímulo-respuesta. Dichos niveles pueden coexistir en un mismo organismo oindividuo, así como pueden hacerlo diferentes funciones generales. Estacoexistencia de niveles distintivos de aptitud interactiva tiene lucrardebido al desarrollo desigual que caracteriza a las diversas c~mpetenciasconductuales, a través de las cuales se manifiesta la interconducta corno.r~rma más~specífica de relación con los eventos del medio.'

Las competencias conductuales son clases interactivas definidas entérminos de las propiedades morfológicas de los eventos de estímulo y \d~ respuesta. En este sentido, una misma competencia, entendida como .disponibi I a interactiva respecto a morfologías de conducta y eventospuede tener funcionalidad en diferentes niveles de organización cualita-tiva de la c~n~ucta. La aptitud de leer, .como competencia fono lógica y "de re.conOC1ffilento ante estímulos textuales mas o menos específicos,por ejemplo, puede darse en formas funcionales diferentes que van desdela simple identificación de los textos, su "texteo", la comprensión del ,.contenido, la posibilidad de captar diversos significados en un mismo ,"texto, la identificación de estructuras estilísticas o gramaticales en el tex- .to, e.tcétera. La.c~mpetencia particular, leer, es la misma desde un punto -e

d.e VIsta morfológico, pero la funcionalidad de dicha competencia es dis- .:;tm~a. Esta distinción entre competencia y función es fundamental por '-\varIas razones. ,

La evolución psicológica se da, como proceso, en la transición de los "niveles funcionales más simples a los más complejos. Los niveles funcío- (:nales están definidos por la mediación de las relaciones de contingencia "en un campo, y por el tipo de desligamiento de la reactividad frente a \las pro?iedades fisicoqu ímicas de los eventos de estímulo. Dado que la -...~evolución opera como un proceso en espiral, las formas de organización ~de la conducta más simples no desaparecen ni son excluidas por los ni- '\veles más complejos que surgen, sino que, por el contrario, son incluidas >..corno componentes de esas nuevas formas o niveles de organización. Así,' .se da por sentado que las funciones complejas incluyen, como compo-nentes, las formas de organización que caracterizan a las funcionesmenos complejas. Por ello, para interactuar en un nivel determinado defunc,iona~idad se requiere ~oseer aptitudes funci.onales en el nivel próxi-mo inferior dentro de la Jerarquía de los modos de mediación de lascontingencias. Esto no significa, sin embargo, que al pasar de una formade aptitud funcional a otra se transformen automáticamente todas las

LAS TRANSICIONES E~7J'REFUNCIONES Y EL DESARROLLODE LAS COMPETENCIAS

Corno ya hemos reiterado, las funciones de est ímulo-respuesta son'formas de mediación cualitativas'deéámpos de contingencia, querepre-Sentan ..ni~iieS:·di(erénciales de desligarniento de fa reactividad-frente aYas prioridades fisicoquímicas de los eventos del entorno.i.El proceso deevolución psicológica consiste en la transición de las formas de funciónestímulo-respuesta menos complejas a las más complejas, dadas las posi-bilidades re activas y ambientales de los individuos o miembros de una es-pede. ¿Qué características guarda, en lo general,.este proceso evolutivo?

64 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional Las transiciones entre funciones 65

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competencias disponibles en el nivel inferior. La adquisición de nuevasformas de funcionalidad puede ser específica a laS"competencias particu-lares involucradas, Y no es necesario que afecte a las' competencias ya '·'::>0/·;( < .r: ,

disponibles como morfologíasde interacción. En este sentido, no hay Las funciones estímulo-respuesta describen formas demei:Úacióy{decambios cualitativos globales, sino cambios cualitativos específicos. las contingencias en la interacción de un organismo con 'su ambiente.'

Por otra parte, tal autonomía de las morfologías de las interacciones Por razones de simplicidad, en la descripción empleada incluimos única-

r~~~~~~~~~~ro~n~~~O~Irli~a=-------~III~nWSd~Y~~~~~~~~miento, plantea la posibilidad de que, en algunos casos, se puedan estable- explícitamente la presencia de los demás factores estructurantes de uncer competencias fun~ionalme?te com~lej~, sin que exista ~l precedente campo interconduétual. En el caso de la esquematización de las formas

. de dichas competencias en niveles mas simples de orgamzacion de la de mediación representativas de cada nivel de función est írnulo-respues-conducta; Esto no descarta, sin embargo, que puedan darse cambios ta, prescindiremos de todos los elementos de respuesta y estímulo que no

. funcionales automáticos en algunas competencias al evolucionar en los sean esenciales para captar visualmente la relación implicada .. Dicha re-..•.modos 'de mediación de las contingencias y que, en esa medida, se esta- . lación está referida a la contingencia fundamental que subyace en la

~'< blezcan competencias transfuncionales, También se plantea la posibili- función. Por ello, las descripciones que ,acompañarán al texto serándad de que competencias particulares en un nivel se constituyan en sobresímplificaciones de las interdependencias que integran un campoantecedentes necesarios para competencias en otro nivel de funcionali- de contingencias.dad, y que, por consiguiente, se den' formas de influencia cruzada entre En Iosdiagrarnas de las mediaciones que constituyen la taxonomíafunciones y competencias. de funciones bajo análisis, los suscriptos x, y, n designan objetos, es-

Podemos resumir estas consideraciones estableciendo que la evolu- tímulos y respuestas particulares. Los símbolos 9'5, O Y O que siguen ación psicológica se da como un proceso de cornplejización inclusivo de E o R indican las propiedades rnorfológicas de los eventos. La O selas formas deinteracción; pero. desigual en lo que toca al desarrollo de las hace explícita para'señalar su funcionalidad en las dos formas de media-competencias específicas. No obstante, la aptitud funcional en un de- ción sustitutiva, lo cual no implica que las propiedades de O no se den·terminado nivel de organización de la conducta siempre consiste en al- también morfológicamente en funciones menos complejas, en las que seguna forma particular de competencia. En la evolución psicológica, las responde alas propiedades fisicoquímicasu organísmicas de la convención.transiciones no son lineales ni uniformes. En correspondencia con lo examinado respecto al desligarniento de

Finalmente, es pertinente separar el problema de las transiciones, la reactividad, se pueden identificar cinco formas de función estímulo-como proceso de desarrollo o evolución, del de las transiciones como respuesta como niveles cualitativos deinteracción. Las denominaremosajustes particulares de naturaleza funcional en un campo de contingert- en términos de la relación de contingencia que la mediación implica.cias que implique niveles múltiples de interacción. Las transiciones Estas son, a saber: la función contextual, la suplementaria, la selectora,evolutivas representan la adquisición de nuevas formas funcionales de la sustitutiva referencial, y la sustitutiva no referencial.interacción y, por ende, significan la ampliación cuali tativa y cuan ti ta tiva La' mediación con textual constituye la primera forma de función es-,de las aptitudes reactivas del organismo. Otro tipo de transiciones ocu- t ímulo-respuesta. En la mediación con textual se da una contingencia-rre cuando un organismo "pasa" de un nivel de mediación a otro al in- entre estímulos. En esta contingencia, la respuesta del organismo se li-teractuaren una situación: determinada. Estas transiciones no evolutivas mita al contacto diferencial con la relación consistente entre eventos "implican que el organismo puede transitar entre diversos niveles de orga- externos e independientes a él. Por ello, la:mediación se lleva a efectonización de la conducta en un campo sincrónico. Esta transición, no entre los eventos de estímulo, siendo la acción del organismo depen-obstante, no se da en la forma de interacciones funcionalmente autóno- diente de dicha interrelación. Los eventos de estimulo pueden distin-mas unas de las otras, sino que, suponemos, las competencias actuadas guirse en términos de dos propiedades fundamentales. La primera, queen los niveles funcionales inferiores manifiestan un comportamiento constituye el elemento crítico en la mediación contextual, es la propie-paramétrico alterado por la influencia de los niveles funcionales supra- dad fisicoquírnica de producir una forma específica de reactividad bio-ordinados. Un organismo V/o individuo que posee aptitudes funcionales lógica que tiene valor ecológico desde el punto de vista del individuo yde diversos niveles cualitativos, sin duda, siempre interactuará en los ni- la especie. La segunda, es que un evento, como ocurrencia, es la condi-veles próximos inferiores con base en la influencia paramétrica de los ción necesaria para la presentación del segundo (o más) evento(s).niveles superiores. El evento que tiene la capacidad de producir una forma específica

LAS FUNCIONES ESTh'\1ULO-RESPUESTA:SU TAXONOMÍA

ti6 Cap.3. Hacia una taxonom ía funcional Las funciones estímulo - respuesta 67

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de reactividad contextualiza funciona/mente las propiedades del eventoque lo acompaña consistentemente. En este sentido, el evento media, La mediación selectora incluye como segmento mediado a toda unapor contexto, las propiedades funcionales del otro evento. Este último contingencia suplementaria. En este caso; la propiedad Ey de un evento,es contextualizado, en la medida en que es condición, en tiempo y espa- que guarda una doble relación de contingencia con Ryy con E;{, escio, para qué ocurra aquel otro que produce o modula biológicarnente condicional o depende a su vez de una relación precedente que no re-la respuesta específica en cuestión. Sin embargo, en tanto es contextua- quiere de la participación necesaria de la respuesta como alteradora del

___ liz~·~a~d~o~,.depende funcionalrnen te del evento contextualízador.y.condíc.; ----'"eun.uto.urn..ll!D.-..Esi.a-I:elaciÓJ:l,que-denGta-FemO-s-G--Rs,4e-sea-nsa-fu-nrlamentar----ciona, a su vez, la ocurrencia de este último. La contingencia se da, de mente en el papel crítico que como mediador desempeñan las propieda-este modo, como una interdependencia entre dos eventos de estímulos. des de Es. La relación Rv, que media a Ex respecto de Ey, dependeLa inediación contextual representa el establecimiento de nuevas pro- ahora de Es, en la medida en que la propiedad Ey es condicional a lapiedades funcionales de un estímulo respecto a la reactividad biológica propiedad Es, la cual puede variar en sus dimensiones o, de momento aque altera, por la mediación de otro estímulo que ya las posee. El con- momento, en sus valores y formas particulares. Por ello, la relación se-texto que define las condiciones de la mediación-y de la contingen- lectora se puede describir como la mediación, por un estímulo (o una

tféia-: lo constituyen los parámetros de tiempo y espacio que describen interacción estímulo-respuesta), de una contingencia suplementaria. Lala relación como segmento consistente del entorno. Esta mediación se mediación selectora se puede diagramar de la siguiente manera:puede esquematizar de la siguiente manera:

Ex (Ey---_ Rx) Es(Rs) (Ey Ry ----.. Ex)

en donde Ex es el estimulo contextualizador de la propiedad funcionalde Ey, que es alterar a Rx. La dirección de las flechas indica la condi-cionalidad de la relación.

La mediación suplementaria implica la participación de la respuestadel organismo en la estructuración de la contingencia. En la coritingen-cia suplementaria, cuando menos uno de los eventos de estímulo de-pende en su presentación de la ocurrencia de una respuesta del organismoa la que es condicional. La respuesta, a su vez, sólo ocurre como conse-cuencia de otra condición prescrita en la fauna de un evento deestímu-lo. De este modo, el evento de estímulo "terminal" guarda una doblerelación de condicionalidad, primero, con la respuesta del organismo -ala que es contingente- y, segundo, con el estímulo al que es contingen-te la respuesta. La contingencia entre ambos eventos de est ímulo sólopuede cumplirse si ocurre la respuesta que media su relación. Por ello,la respuesta del organismo suplementa la relación entre eventos delambiente.PodríamosáefmirJa función.suplementaria como una rela-ción. contextual mediada por la respuesta del organismo. Si agregáramosla respuesta producida por el estímulo "terminal", quedaría claro que lacontingencia suplementaria incluye como componente a la contingen-cia con textual. La mediación suplementaria puede describirse de la si-guiente manera:

en donde Es(Rs) constituyen el evento mediador que define la propie-dad Ey, a la que es condicional tanto Ry como Ex. Como podraobser-varse, la contingencia suplementaria está incluida como un componentede la mediación selectora.

La mediación sustitutiva referencial implica la interrelación de dosorganismos o individuos respecto a eventos de estímulo. En la sustitu-ción referencial, la contingencia entre un individuo y los eventos delambiente es mediada por la conducta de otro individuo. La contingenciamediada es la relación selectora entre el individuo y las propiedadescon textuales suplementadas por-su -propia conducta, que depende delas condiciones de estímulo provistas por la respuesta de otro individuoen relación con dichas contingencias. Esto implica que el individuo me-diador responde a las mismas relaciones que él individuo mediado, peroque el individuo mediado responde a ellas en términos de las contingen-cias sustitutivas -creadas o 'introducidas por la conducta del individuomediador. En la inedidaen que el individuo mediador interactúacori elmediado, puede compartir la sustitución de contingencias selectoras.Por ello, se puede describir la función sustitutiva referencial como lamediación de una función selectora por la conducta convencional deotro individuo. Dicha mediación se puede diagramar de la siguientemanera:

J

Ry (Ev _.--_. Ex) RAyo RBy

en donde Ry es la respuesta ante Ey, que media la relación consistentede Ey y Ex. . en donde RA es el individuo mediador y RB el mediado respecto a las

relaciones con textuales Ey, E" sustituidas por el evento RAy-EAy res-68 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional

Las fu nciones est ím uIo . respu esta 69

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pecto de RB (A)y- ES:\:. La contingencia selectora está incluida comocomponente de larelación sustitutiva referencial.

La mediación sustitutiva no referencia! consti tuye una relación en treeventos purarnen te convencionales y, por ende, prescinde de las propie-dades organísmicas (O) y no orgarusrnicas (~) de los eventos, En la con-tingencia sustitutiva no referericial, una respuesta convencional producelas condiciones necesarias para relacionar eventos de estímulo conven-cionales independientes. De este modo, la mediación sustitutiva noreferericial crea una con tingencia en tre even tos convencionales indepen-dientes entre sí, pero involucrados en un sistema de contingencias autó-nomas de tipo convencional no referericial. Dos eventos de est írnuloconvencionales, referenciales o no, que guardan una relación de con-tingencias con sus respectivas respuestas convencionales, se vuelveninterdependientes en términos de una tercera respuesta convencional(referericial o no), que media esta nueva contingencia. Dado que serequiere cuando menos de un evento referencial en .a relación, la susti-tución no referencial puede ser descrita como la mediación de una rela-ción referencial por una respuesta y/o estímulo convencional. La

J' mediación sustitutiva no referencial se puede diagramar de la siguientemanera:

J

Jj

J

Ij

Jj

pertinencia funcional. Elcriterio último paravalidar la "corrección" dela lógica empleada en la formulación de esta taxonomía es el análisisexperimental de estos parárne tros. La inclusividad de cada uno de loscasos intrafunción y de las funciones plantea que los parárnetros así in-corporados en un nivel de complejidad mayor se subordinan a los para-metros más inclusivos de los casos o funciones supraordinadas en la me-dida en que pueden ser especificados operacionalrnente como talespero que funcionalmente ya no tienen el mismo estatuto de influencia:

J

IJ

J

Rno - Eno-- Kvo • i)

---~. Rxo~'

en donde Rn-En es el elemento mediador de la relación de contingen-cia entre Ev -Rv, E, -R" considerando a Ey, Ex condiciones funciona-les equivalentes de EAy, EBx y a Rv, Rx, equivalentes a RAy 1 RBy,RBx, RA, en la contingencia sustitutiva no ref erencial. Por ello, éstaJ incluye a las relaciones sustitutivas :~f;;;:cú..;idies como componentesfuncionales.

Para finalizar, es conveniente hacer dos observaciones generales. Pri-mero, que las funciones aquí descritas como esquemas simplificados demediación comprenden un mayor número de elementos que participanen las relaciones de interdependencia. Estas relaciones, así esquema tiza-das, constituyen paradigrnas funcionales a los que no se ajusta en loparticular ninguna de las formas específicas de contingencias contenidas,Por ello, al examinar más adelante cada una de las funciones con mayor-detenimiento y profundidad, las subdividiremos en casos generales deorganización, que guardan entre sí la misma relación de inclusividad 'que las funciones. En segundo lugar, de cada una de estas subdivisionesde las funciones, se pueden derivar, con base en la lógica de las relacio-nes que se estructuran, los parárnetros potenciales que pueden operar en

¡ ellas, lo cual no significa que todos tengan el mismo peso ni la misma~ ------_. __ .._---- ._------------

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