Guía de animación Resumen Presentación del Domingo Mundial de ...

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OBRA PONTIFICIA DE LA PROPAGACIÓN DE LA FE

CANADÁ FRANCÓFONO

Guía de animación

Resumen

Presentación del Domingo Mundial de las Misiones

Folleto 1

Tema del Domingo Mundial de las Misiones del 2014

Folleto 2 Mensaje del Santo Padre para el Domingo Mundial de las Misiones e intenciones

de oración para la Evangelización y la colaboración misionera

Folleto 3 Sugerencias para la Homilía

Folleto 4

Animación espiritual para adultos

Animación espiritual para jóvenes

Folleto 5 Hora de oración planetaria

Folleto 6

Novena misionera con s a n t a Teresa del Niño Jesús y san Francisco Javier

Folleto 7

Misa para la Evangelización de los Pueblos

Guía de animación para el Domingo Mundial de las Misiones del 2014, preparado por René

Mailloux, F.M.S., y el Pbro. André Gagnon, S.J.

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Presentación del Domingo Mundial de las Misiones

La Iglesia es esencialmente misionera, puesto que “toma su origen de la misión del Hijo y

del Espíritu Santo, según el designio de Dios Padre.”¹ El compromiso misionero por

medio de la “missio ad gentes” (misión hacia los pueblos) es esencial para la vida de las

comunidades. Al reconocer la urgencia y la actualidad de ese compromiso, el papa Juan

Pablo II mostraba en su encíclica Redemptoris Missio, los frutos de esa misión: “Veo

amanecer una nueva época misionera, que llegará a ser un día radiante y rica en frutos,

si todos los cristianos y, en particular, los misioneros y las jóvenes Iglesias, responden

con generosidad y santidad a las solicitaciones y desafíos de nuestro tiempo.”²

Cada año, la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe del Canadá francés propone una

animación para el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND). Este año, se llevara a

cabo el 19 de octubre y el lema que les proponemos para la animación espiritual de las

comunidades eclesiales es el siguiente: “Amarse para poder sembrar: ¡Siembren amor!”

Es el punto culminante del mes misionero; muchas veces, es la única ocasión en la cual

muchos cristianos y cristianas expresan su solidaridad espiritual y material con las

Iglesias más pobres del mundo.

La guía que les proponemos contiene folletos de animaciones espirituales como la hora

de oración planetaria, la novena misionera con santa Teresa del Niño Jesús y san

Francisco Javier, la misa misionera y las sugerencias para la homilía. Esta guía contiene

sugerencias que pueden ser adaptadas según sus necesidades para ayudarles durante las

animaciones de una hora, de un día, de una novena o de una semana, y durante el

Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND).

En 2013, la colecta para el Canadá francés fue de $ 631 558, 55. Todas las donaciones de

esta colecta forman parte del “Fondo Universal de Solidaridad” y son enviadas a las

diócesis más pobres de la Iglesia universal, con el fin de ayudarles a realizar proyectos de

salud, de educación y de pastoral. Ni las fábricas, ni los comités económicos, ni las

diócesis del Canadá francés, pueden disponer de esta colecta para los proyectos

parroquiales o humanitarios de una comunidad o de una parroquia. Toda la colecta

ordinaria, es decir la colecta del ofertorio, incluyendo los sobres repuesta (no es

suficiente poner una cesta para las misiones a la salida de la misa), debe ser enviada a la

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DOMUND 2014

Dirección Nacional de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, cuyas oficinas están

ubicadas en Montreal.

Año tras año, la generosidad de la Iglesia católica del Canadá francés no se desmiente, al

igual que la de miles de misioneros que evangelizaron los pueblos y que lo siguen

haciendo en Asia, en Oceanía, en África, en Europa del Este, en América del Sur y el

Caribe. Es cierto que la manera de vivir la misión ha cambiado, al igual que las realidades

culturales, económicas y sociales. Pero el Domingo Mundial de las Misiones sigue siendo

para varios cristianos y cristianas, la única ocasión de ser solidarios con esos hombres y

mujeres que viven la “missio ad gentes” y de participar a la vida de la Iglesia universal.

¡Que tengan un buen Domingo Mundial de las Misiones!

1 Vatican II, Ad Gentes, 2.

2 Redemptoris Missio, 92.

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Folleto 1

Tema del Domingo Mundial de las Misiones

Amarse para poder sembrar: ¡Siembren amor! (Mc 4, 1-20)

“Nuestra época ofrece nuevas oportunidades a la Iglesia: la caída de ideologías y

sistemas políticos opresores; la apertura de fronteras y la edificación de un mundo más

unido, gracias al incremento de los medios de comunicación; el afianzamiento entre los

pueblos de los valores evangélicos que Jesús encarnó en su vida (paz, justicia,

fraternidad, dedicación a los más necesitados); un tipo de desarrollo económico y

técnico sin alma que, no obstante, apremia en buscar la verdad sobre Dios, sobre el

hombre y sobre el sentido de la vida. Dios le abre a la Iglesia horizontes de una

humanidad más preparada para la siembra evangélica. Siento que ha llegado el

momento de dedicar todas las fuerzas eclesiales a la nueva evangelización y a la ‘missio

ad gentes’. Ningún creyente en Cristo, ninguna institución de la Iglesia puede eludir este

deber supremo: anunciar a Cristo a todos los pueblos.” (Redemptoris Missio, 3)

El Domingo Mundial de las Misiones, evento anual que se llevara a cabo el 19 de

octubre, es esencial para la vida de las diócesis más pobres de África, de Asia, de

Oceanía, de Europa del Este y de América del Sur. Este evento permite que la Iglesia

universal “renueve su compromiso misionero” (RM 2). Es sobre todo, la ocasión en que

todos los católicos vuelven a centrarse en el proyecto esencial que Cristo confió a sus

discípulos el día de Pentecostés: “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis

discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y

enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes

todos los días hasta el fin de la historia.” (Mt 28, 19-20)

No hay que ignorar las tenciones y tendencias negativas que se viven en las Iglesias de

tradición cristiana, como por ejemplo, la Iglesia de Canadá. Para muchos de nuestros

hermanos y hermanas, la “missio ad gentes”, ya no es una preocupación. “Ciertamente

ya no está en sintonía con las indicaciones del Concilio y del Magisterio posterior.

Dificultades internas y externas han debilitado el impulso misionero de la Iglesia hacia

los que no son cristianos, lo cual es un hecho que debe preocupar a todos los creyentes

en Cristo. En efecto, en la historia de la Iglesia, este impulso misionero ha sido siempre

signo de vitalidad, así como su disminución es signo de una crisis de la fe”. (RM 2)

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La Iglesia es esencialmente misionera

La Iglesia es una comunidad de personas arraigadas en una historia y en una cultura que

según su carisma particular, se comprometen a seguir a Cristo y proclaman su mensaje de

amor. El Concilio Vaticano II, presentó bien la identidad misionera de la Iglesia dentro

del misterio trinitario. Fundada a través del amor trinitario por la humanidad y a través de

la vida de Cristo, la Iglesia continúa a recorrer nuestros caminos. Ese misterio, hecho

visible por medio de Cristo, y el cual la Iglesia de los bautizados, es el signo y el

instrumento siempre visibles. La Iglesia, tanto universal como local, es por naturaleza

esencialmente misionera y debe permanecer fiel al mandato del Señor. Animada por el

Espíritu Santo, no solo debe ir “hacia” las fronteras, pero también debe habitar “dentro”

de las “periferias del mundo” y así poder vivir la misión de Cristo con los demás.

La “missio ad gentes”

Aún en un contexto de pobreza y de restructuración, la Iglesia local no puede cerrarle las

puertas al mandato del Señor, al igual que a la “misio ad gentes”. “Ensancha el espacio

de tu tienda…” (Is 54, 2) Ampliar sus horizontes y abandonar sus propias fronteras para

anunciar y sembrar la Palabra de Dios, sugiere un movimiento de apertura hacia los

demás. Un movimiento interno, “ad intra” y un movimiento externo, “ad extra” para

habitar un espacio, geográfico o social diferente. Hacer todo lo posible implica un

desplazamiento cultural que engendre una nueva manera de hacer las cosas y de vivir la

comunión.

La “missio ad gentes” remite al Señor que envía a sus discípulos: “Vayan, pues, y hagan

que todos los pueblos sean mis discípulos…” (Mt 28, 19) Nuestra misión: ser discípulos

misioneros en misión permanente; sembradores humildes de la Palabra de Dios para amar

como lo hiso Jesús, de manera pobre y humilde. Esta misión, es entablar una

conversación con los mundos, las culturas y las personas para acompañarlos en la

edificación de un mundo mejor. La “missio ad gentes” es principalmente la obra de un

sembrador que “salió a sembrar” y a anunciar la Buena nueva. En nuestro contexto de

indiferencia y de ateísmo, la “missio ad gentes” que requiere la contemplación del mundo

actual y la oración, pone en evidencia esa misión permanente en pleno mundo: discípulos

enviados hacia nuestros hermanos y hermanas más pobres para anunciar y vivir la palabra

de Dios.

“El sembrador salió a sembrar” (Mc 4, 1-20)

Esta parábola se dirige a las muchedumbres y sirve para la enseñanza de los discípulos.

Jesús es el maestro de las parábolas. La parábola del Sembrador está integrada entre dos

invitaciones: “Escuchen” (Mc 4, 3) y “El que tenga oídos para oír, ¡que escuche!”(Mc 4, 9)

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Esta historia está basada sobre la naturaleza y la vida cotidiana, y nos hace reflexionar

sobre el poder de la Palabra de Dios. Después de haber sido sembrada en tierras más o

menos fértiles, la Palabra nos muestra todo su poder, las semillas “brotaron, crecieron y

produjeron unas treinta, otras sesenta y otras cien.” (Mc 4, 8) El poder transformador de

la Palabra de Dios nos invita a tener fe y esperanza. Esta parábola nos hace poner el

interés en aquel que escucha y siente resonar la palabra en su corazón. Esta persona

representa la tierra que recibe las semillas. El Evangelio representa las semillas y hay que

preguntarse de que manera lo acogemos en nuestra vida. Esta parábola nos “hace ver” el

corazón de Dios. ¿Cuáles son los obstáculos que me impiden escuchar?

Una parábola que nos habla

Para poder anunciar el Evangelio, hay que salir como el sembrador y marchar sobre los

caminos del mundo. El acto de sembrar, abrirá nuevos caminos al Evangelio, vivificará

los dones de Dios que tenemos en nosotros y dará a aquel que “escucha”, la dicha de ser

testigo y discípulo, misionero de la Palabra de Dios, sin esperar nada a cambio,

simplemente la gracia del amor que da vida. Es así que Dios hace su obra. La palabra

echa raíces y da fruto, “unos el treinta por uno, otros el sesenta y otros el ciento.” Se

trata de una parábola de esperanza y de vida. Nos muestra la fe y la esperanza que hay en

el amor de Dios; un amor que actúa en silencio para hacer brotar una vida nueva. Es una

parábola que les habla a las personas más vulnerables de nuestro mundo. ¿Cómo escucho

la Palabra de Dios, con que oídos?

Aperturas

La gente tiene hambre y sed de una palabra que da consuelo, que alienta y que transforma

la vida. La Iglesia es cada vez más “católica”, es decir “universal”. Es bella debido a los

hombres y mujeres de todos los continentes y de todas las culturas que forman parte de

ella. Los primeros discípulos, Pedro, Lucas, Mateo, Juan y los demás, y las primeras

comunidades de creyentes, fueron enviados en el mundo entero durante el día de

Pentecostés y, a pesar de las persecuciones, las revueltas, los martirios, los ateísmos y

agnosticismos y todos los ataques político-mediáticos, la Palabra de Dios que fue

anunciada, dio fruto. Nunca antes, el mundo había sido tan religioso y estado en

búsqueda como en este momento. El Centro Bell y el Internet remplazaron el Templo y

los caminos de Palestina, pero Jesús es el mismo Señor. Siempre hay personas receptivas

y listas a recibir la Palabra que transforma la vida. ¡Este es el momento de sembrar! ¿Qué

tipo de tierra soy? ¿Qué frutos haré brotar y daré?

“El sembrador salió a sembrar y salió a amar.” Ayúdame Señor a ser una tierra fértil.

¡Siembren amor!

¡Que tengan un buen Domingo Mundial de las Misiones!

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Folleto 2

Mensaje del Santo Padre para el Domingo Mundial de las Misiones

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy en día todavía hay mucha gente que no conoce a Jesucristo. Por eso es tan urgente la

misión ad gentes, en la que todos los miembros de la iglesia están llamados a participar,

ya que la iglesia es misionera por naturaleza: la iglesia ha nacido “en salida”. El Domingo

Mundial de las Misiones es un momento privilegiado en el que los fieles de los diferentes

continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para ayudar

a las iglesias jóvenes en los territorios de misión. Se trata de una celebración de gracia y

de alegría. De gracia, porque el Espíritu Santo, mandado por el Padre, ofrece sabiduría y

fortaleza a aquellos que son dóciles a su acción. De alegría, porque Jesucristo, Hijo del

Padre, enviado para evangelizar al mundo, sostiene y acompaña nuestra obra misionera.

Precisamente sobre la alegría de Jesús y de los discípulos misioneros quisiera ofrecer una

imagen bíblica, que encontramos en el Evangelio de Lucas (cf.10, 21-23).

1. El evangelista cuenta que el Señor envió a los setenta discípulos, de dos en dos, a las

ciudades y pueblos, a proclamar que el Reino de Dios había llegado, y a preparar a los

hombres al encuentro con Jesús. Después de cumplir con esta misión de anuncio, los

discípulos volvieron llenos de alegría: la alegría es un tema dominante de esta primera e

inolvidable experiencia misionera. El Maestro Divino les dijo: “No estéis alegres porque

se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el

cielo. En aquella hora, Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo: “Te doy

gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra...” (…) Y volviéndose a sus discípulos, les

dijo aparte: “¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis!” (Lc 10,20-21.23).

Son tres las escenas que presenta san Lucas. Primero, Jesús habla a sus discípulos, y

luego se vuelve hacia el Padre, y de nuevo comienza a hablar con ellos. De esta forma

Jesús quiere hacer partícipes de su alegría a los discípulos, que es diferente y superior a la

que ellos habían experimentado.

2. Los discípulos estaban llenos de alegría, entusiasmados con el poder de liberar de los

demonios a las personas. Sin embargo, Jesús les advierte que no se alegren por el poder

que se les ha dado, sino por el amor recibido: “porque vuestros nombres están inscritos

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en el cielo” (Lc 10,20). A ellos se les ha concedido experimentar el amor de Dios, e

incluso la posibilidad de compartirlo. Y esta experiencia de los discípulos es motivo de

gozosa gratitud para el corazón de Jesús. Lucas entiende este júbilo en una perspectiva de

comunión trinitaria: “Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo”, dirigiéndose al Padre

y glorificándolo. Este momento de profunda alegría brota del amor profundo de Jesús en

cuanto Hijo hacia su Padre, Señor del cielo y de la tierra, el cual ha ocultado estas cosas a

sabios e inteligentes, y se las ha revelado a los pequeños (cf. Lc 10,21). Dios ha

escondido y ha revelado, y en esta oración de alabanza se destaca sobre todo el revelar.

¿Qué es lo que Dios ha revelado y ocultado? Los misterios de su Reino, el afirmarse del

señorío divino en Jesús y la victoria sobre Satanás.

Dios ha escondido todo a aquellos que están demasiado llenos de sí mismos y pretenden

saberlo ya todo. Están cegados por su propia presunción y no dejan espacio a Dios. Uno

puede pensar fácilmente en algunos de los contemporáneos de Jesús, que Él mismo

amonestó en varias ocasiones, pero se trata de un peligro que siempre ha existido, y que

nos afecta también a nosotros. En cambio, los “pequeños” son los humildes, los sencillos,

los pobres, los marginados, los sin voz, los que están cansados y oprimidos, a los que

Jesús ha llamado “benditos”. Se puede pensar fácilmente en María, en José, en los

pescadores de Galilea, y en los discípulos llamados a lo largo del camino, en el curso de

su predicación.

3. “Sí, Padre, porque así te ha parecido bien” (Lc 10,21). Las palabras de Jesús deben

entenderse con referencia a su júbilo interior, donde la benevolencia indica un plan

salvífico y benevolente del Padre hacia los hombres. En el contexto de esta bondad divina

Jesús se regocija, porque el Padre ha decidido amar a los hombres con el mismo amor que

Él tiene para el Hijo. Además, Lucas nos recuerda el júbilo similar de María: “Mi alma

glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador” (Lc 1,47). Se trata de la

Buena Noticia que conduce a la salvación. María, llevando en su vientre a Jesús, el

Evangelizador por excelencia, encuentra a Isabel y cantando el Magnificat exulta de gozo

en el Espíritu Santo. Jesús, al ver el éxito de la misión de sus discípulos y por tanto su

alegría, se regocija en el Espíritu Santo y se dirige a su Padre en oración. En ambos casos,

se trata de una alegría por la salvación que se realiza, porque el amor con el que el Padre

ama al Hijo llega hasta nosotros, y por obra del Espíritu Santo, nos envuelve, nos hace

entrar en la vida de la Trinidad. El Padre es la fuente de la alegría. El Hijo es su

manifestación, y el Espíritu Santo, el animador. Inmediatamente después de alabar al

Padre, como dice el evangelista Mateo, Jesús nos invita: “Venid a mí todos los que estáis

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cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo y aprended de mí, que soy manso

y humilde de corazón, y encontraréis descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga

ligera” (11,28-30). “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que

se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la

tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la

alegría” (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 1).

De este encuentro con Jesús, la Virgen María ha tenido una experiencia singular y se ha

convertido en “causa nostrae laetitiae”. Y los discípulos a su vez han recibido la llamada

a estar con Jesús y a ser enviados por Él para predicar el Evangelio (cf. Mc 3,14), y así se

ven colmados de alegría. ¿Por qué no entramos también nosotros en este torrente de

alegría?

4. “El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es

una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda

enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada” (Exhort. ap. Evangelii

gaudium, 2). Por lo tanto, la humanidad tiene una gran necesidad de aprovechar la

salvación que nos ha traído Cristo. Los discípulos son los que se dejan aferrar cada vez

más por el amor de Jesús y marcar por el fuego de la pasión por el Reino de Dios, para

ser portadores de la alegría del Evangelio. Todos los discípulos del Señor están llamados

a cultivar la alegría de la evangelización. Los obispos, como principales responsables del

anuncio, tienen la tarea de promover la unidad de la Iglesia local en el compromiso

misionero, teniendo en cuenta que la alegría de comunicar a Jesucristo se expresa tanto en

la preocupación de anunciarlo en los lugares más distantes, como en una salida constante

hacia las periferias del propio territorio, donde hay más personas pobres que esperan.

En muchas regiones escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. A

menudo esto se debe a que en las comunidades no hay un fervor apostólico contagioso,

por lo que les falta entusiasmo y no despiertan ningún atractivo. La alegría del Evangelio

nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres. Por tanto, animo a las

comunidades parroquiales, asociaciones y grupos a vivir una vida fraterna intensa, basada

en el amor a Jesús y atenta a las necesidades de los más desfavorecidos. Donde hay

alegría, fervor, deseo de llevar a Cristo a los demás, surgen las verdaderas vocaciones.

Entre éstas no deben olvidarse las vocaciones laicales a la misión. Hace tiempo que se ha

tomado conciencia de la identidad y de la misión de los fieles laicos en la Iglesia, así

http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html



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como del papel cada vez más importante que ellos están llamados a desempeñar en la

difusión del Evangelio. Por esta razón, es importante proporcionarles la formación

adecuada, con vistas a una acción apostólica eficaz.

5. “Dios ama al que da con alegría” (2 Co 9,7). El Domingo Mundial de las Misiones es

también un momento para reavivar el deseo y el deber moral de la participación gozosa

en la misión ad gentes. La contribución económica personal es el signo de una oblación

de sí mismos, en primer lugar al Señor y luego a los hermanos, porque la propia ofrenda

material se convierte en un instrumento de evangelización de la humanidad que se

construye sobre el amor.

Queridos hermanos y hermanas, en este Domingo Mundial de las Misiones mi

pensamiento se dirige a todas las Iglesias locales. ¡No dejemos que nos roben la alegría

de la evangelización! Os invito a sumergiros en la alegría del Evangelio y a nutrir un

amor que ilumine vuestra vocación y misión. Os exhorto a recordar, como en una

peregrinación interior, el “primer amor” con el que el Señor Jesucristo ha encendido los

corazones de cada uno, no por un sentimiento de nostalgia, sino para perseverar en la

alegría. El discípulo del Señor persevera con alegría cuando está con Él, cuando hace su

voluntad, cuando comparte la fe, la esperanza y la caridad evangélica.

Dirigimos nuestra oración a María, modelo de evangelización humilde y alegre, para que

la Iglesia sea el hogar de muchos, una madre para todos los pueblos y haga posible el

nacimiento de un nuevo mundo.

Vaticano, 8 de junio de 2014, Solemnidad de Pentecostés

FRANCISCO

© Copyright - Libreria Editrice Vaticana

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Intenciones misioneras del Santo Padre

Octubre 2014 a diciembre 2015

OCTUBRE 2014: Oremos por el Domingo Mundial de las Misiones

Para que el Domingo Mundial de las Misiones despierte en cada cristiano la pasión y

el celo necesarios para poder llevar el Evangelio a todo el mundo.

NOVIEMBRE 2014: Oremos por los instructores del clero y de religiosos

Para que los jóvenes seminaristas, religiosos y religiosas tengan instructores sabios

y bien preparados.

DICIEMBRE 2014: Oremos por los padres de familia

Para que los padres de familia sean auténticos evangelizadores, transmitiendo a sus hijos

el don precioso de la fe.

ENERO 2015: Oremos por la vida consagrada

Para que en este año dedicado a la vida consagrada, los religiosos y las religiosas vuelvan

a descubrir la alegría de seguir a Cristo y se dediquen con celo al servicio de los pobres.

FEBRERO 2015: Oremos por los cónyuges separados

Para que los cónyuges que se han separado encuentren acogida y apoyo en la comunidad

cristiana.

MARZO 2015: Oremos por la contribución de la mujer

Para que se reconozca cada vez más la contribución propia de la mujer a la vida de la

Iglesia.

ABRIL 2015: Oremos por los cristianos perseguidos

Para que los cristianos perseguidos sientan la presencia reconfortante del Señor

Resucitado y la solidaridad de toda la Iglesia.

MAYO 2015: Oremos por la disponibilidad a la misión

Para que la intercesión de María ayude a los cristianos que viven en contextos

secularizados a hacerse disponibles para anunciar a Jesús.

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JUNIO 2015: Oremos por las vocaciones

Para que el encuentro personal con Jesús suscite en muchos jóvenes el deseo de ofrecerle

la propia vida en el sacerdocio o en la vida consagrada.

JULIO 2015: Oremos por los pobres en América Latina

Para que, ante las desigualdades sociales, los cristianos de América Latina den testimonio

de amor a los pobres y contribuyan a una sociedad más fraterna.

AGOSTO 2015: Oremos para ir hacia los marginados

Para que, saliendo de nosotros mismos, sepamos hacernos prójimos de quienes se

encuentran en las periferias de las relaciones humanas y sociales.

SEPTIEMBRE 2015: Oremos por los catequistas

Para que la propia vida de los catequistas sea un testimonio coherente de la fe que

anuncian.

OCTUBRE 2015: Oremos por la misión en Asia

Para que con espíritu misionero, las comunidades cristianas del continente asiático

anuncien el Evangelio a todos aquellos que aún lo esperan.

NOVIEMBRE 2015: Oremos por los pastores de la Iglesia

Para que los pastores de la Iglesia, con profundo amor por su rebaño, acompañen su

camino y animen su esperanza.

DICIEMBRE 2015: Oremos por la familia

Para que las familias, particularmente aquellas que sufren, encuentren en el nacimiento de

Jesús un signo de esperanza segura.

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Folleto 3

Sugerencias para la homilía

12 de octubre 2014 Domingo 28º del tiempo ordinario

Mt 22, 1-14: El banquete de bodas

El Evangelio de este día nos enseña, por medio de una parábola, que muchos invitados no

responden a la invitación que se les hace. Esto es algo que entendemos fácilmente hoy si

tomamos en cuenta que nuestras iglesias están más vacías que llenas. No es solamente la

participación en los oficios religiosos que está disminuyendo. Hay una gran disminución

con respeto a todo lo que es religioso. Es difícil encontrar voluntarios que quieran dar

catequesis y también jóvenes que acepten recibirla. La parábola nos dice que el rey

mandó a sus servidores por todas partes, para invitar a otros comensales al banquete;

estos no correspondían con la descripción original de los primeros invitados a la boda de

su hijo. Finalmente, la sala del banquete se llenó de invitados y a pesar del comensal que

no tenía puesto traje de fiesta, la boda tuvo lugar y el banquete fue saboreado. Hubo una

gran fiesta.

El próximo domingo, será el Domingo Mundial de las Misiones. Somos como esos

servidores que el rey mandó en búsqueda de otros comensales. Extrañamente, las

respuestas que recibimos se parecen a las respuestas de la parábola. Unos están más

preocupados por sus campos y sus comercios; otros incluso van a ridiculizarnos y

burlarse del banquete que les ofrecemos en nombre del rey. Tenemos que encontrar

comensales diferentes. El nos dijo de hacer que todos los pueblos sean sus discípulos.

Hoy, tenemos que invitar a la gente a ser cristianos a partir de sus propias circunstancias;

ser cristianos de otra manera diferente a la que hemos sido. Tenemos que recordar, que lo

esencial del mensaje de Cristo, es el amor. Invitemos al banquete todas aquellas personas

que son capaces de amar y aquellas que necesitan amor. Este será el tema del Domingo

Mundial de las Misiones este año: Amarse para poder sembrar: ¡Siembren amor!

13 de octubre 2014 Lunes de la feria

Lc 11, 29-32: La señal de Jonás

Los oyentes de Jesús querían una señal, un tipo de número de prestidigitación a fin de

creer que Jesús era realmente el enviado por Dios. La fe no es el resultado de una acción

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llamativa, más bien proviene de un encuentro íntimo con Dios. Es por eso que Jesús

habló de la señal de Jonás. Así como Jonás pasó tres dias en el vientre del pez, así

también Jesús pasará tres dias en el sepulcro antes de resucitar. Es menos espectacular

que cualquier señal del cielo, pero el valor profundo es mucho más maravilloso. Jesús

dice que los habitantes de Nínive acusaran a la gente de hoy porque se convirtieron con la

predicación de Jonás aunque esta no era una maravilla homilética.

Jonás, en su larga discusión con Dios, contada en el cuarto y último capítulo del Libro de

Jonás, encontró el verdadero motivo de esa conversión; la verdadera señal que toda

persona que busca la verdad sobre Dios debe encontrar:

“A Jonás esto no le gustó nada, y se enojó. Se dirigió a Yavé y le dijo: ‘Ah, Yavé, es

exactamente lo que yo preveía cuando estaba todavía en mi tierra, y por esto traté de huir

a Tarsis. Yo sabía que tú eres un Dios clemente y misericordioso, paciente y lleno de

bondad, siempre dispuesto a perdonar.’” (Jon 4, 1-2)

A Jonás le hubiese gustado predicar un Dios severo, un Dios vengador, un Dios que

hubiese tenido todos los defectos humanos. Es mostrando a un Dios que es amor,

amándolo y amando con él a los demás humanos, que seremos los misioneros que la

Iglesia necesita hoy.

14 de octubre 2014 Martes de la feria

Lc 11, 37-41: Abluciones rituales

Los judíos se escandalizaban porque Jesús no había hecho las abluciones rituales

habituales antes de comer. Jesús les respondió haciéndoles entender que lo importante no

es el rito externo, sino lo que hay en el corazón. Algunas personas tienen el corazón lleno

de impurezas, pero cuidan demasiado su apariencia. Lo importante, es el corazón y el

amor. No hay que juzgar por las apariencias. Antiguamente se decía que no es el hábito

que hace al monje.

El próximo domingo, será el Domingo Mundial de las Misiones; estamos invitados a ser

misioneros y a anunciar la Buena Nueva, el Evangelio de amor. Cuando anunciamos el

Evangelio, quizás tenemos tendencia a insistir mucho sobre los detalles externos y no lo

suficiente sobre el amor que es lo esencial. Mismo los ritos seculares están llamados a

ceder su lugar a cosas más simples, cosas que reflejan realmente el amor que no tiene que

disimularse detrás del biombo ritual del tiempo y de la Historia. San Agustín decía: “Ama

y haz lo que quieras”.

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15 de octubre 2014 Miércoles, santa Teresa de Ávila

Lc 11, 42-46: La maldición de los fariseos

Jesús se muestra muy severo con aquellos que son legalistas (los fundamentalistas de

hoy). El misionero debe aculturarse; debe buscar lo que es bueno en la mentalidad de la

gente que va evangelizar. No debe tratar de imponer principios y ritos que no tienen

ninguna pertinencia para la gente a quien lleva el Evangelio.

En 1659, la Congregación para la propagación de la fe publicó esta directiva: “¡No hay

nada más absurdo que querer transferir en China a Francia, España, Italia o alguna otra

parte de Europa! No es ese tipo de cosas que deben aportar, sino la Fe que no rechaza ni

daña los ritos y costumbres de un pueblo cualquiera siempre y cuando estos no sean

depravados.”

Los misioneros de hoy y todo cristiano, deben ser misioneros. Tienen el deber de

presentar el Evangelio en su esencia y no deben oponerse a las costumbres y a las

diferentes formas que tienen ciertas personas de orar, de expresar su fe y mismo a veces,

de creer en Dios.

16 de octubre 2014 Jueves, santa Margarita de Youville

Mt 25, 31-46: Tuve hambre y ustedes me dieron de comer

Hoy celebramos la fiesta de la primera santa canadiense. La llamaban Madre de la

caridad universal. Ahora bien, el pasaje del evangelio que les proponemos este día, habla

precisamente sobre la caridad universal. Es durante ese discurso que Jesús nos hace

entender claramente que amando a los pobres y a las personas necesitadas, seremos

realmente sus servidores y amigos. Margarita es un excelente ejemplo de ese amor. Todo

sufrimiento y pobreza encontraban auxilio junto a ella. Sembraba amor a su alrededor.

Era el instrumento que Dios utilizaba para amar a los pobres. ¡Qué ejemplo maravilloso

recibimos de esta manera durante la semana que nos prepara al Domingo Mundial de las

Misiones! Amarse para poder sembrar, amar a los necesitados para amar a Dios, es toda

la vocación cristiana y misionera que son expuestas de esta manera delante de nosotros.

En el momento en que nuestro país era todavía considerado como un país de misión, esta

santa nos enseñó lo que teníamos que hacer en esas circunstancias. Hoy, estamos

conscientes que nuestro país vuelve a ser un país de misión. Sigamos el ejemplo de santa

16

DOMUND 2014

Margarita y encontremos, así como ella lo hiso, maneras de sembrar el amor de Dios a

nuestro alrededor y en todas partes del mundo.

Jueves del tiempo ordinario

Lc 11, 47-54: Construir los sepulcros de los profetas que matamos

Jesús continúa su diatriba contra los escribas y los fariseos. Proclama la verdad. Se atreve

a atacar aquellos que se presentan como personas de bien. Proclamar la verdad es

frecuentemente algo atrevido. Una vez que Cristo termina su discurso, tratan de encontrar

motivos para hacerlo desaparecer. En primer lugar, se decidió que había que deshacerse

de él porqué puso en duda a las grandes figuras de la sociedad. Luego, se le buscaron las

cosquillas para ver si una u otra de sus palabras podrían darles la razón. Finalmente,

lograran matarlo.

La Iglesia debe proclamar el Evangelio, a pesar de ser humana y pecadora. El Evangelio

se preocupa por lo que hay en el corazón. Los obstáculos vendrán frecuentemente de

aquellas personas que se dejan llevar por las apariencias y que olvidan las profecías para

admirar los sepulcros de los profetas. Así como el discípulo no está por encima del

maestro, el misionero debe esperarse a ser criticado con frecuencia, así como Jesús lo fue.

Sin embargo, eso no es un motivo para dejar de evangelizar a los pueblos.

17 de octubre 2014 Viernes, san Ignacio, obispo de Antioquía

Lc 12, 1-7: La levadura de los fariseos

Este texto del Evangelio nos habla sobre la verdad y la confianza. La levadura de los

fariseos, es el engaño, es lo que hace fermentar la masa, pero no es la verdad o el

verdadero amor de Dios, es lo que salva las apariencias, pero en realidad es falso. Todo

miedo y duda que podamos tener para dar testimonio de nuestra pertenencia al Señor y

nuestro uso de la verdadera levadura de amor, deben ser disipados por medio de la

confianza en Dios que sabe que valemos mucho más que cualquier pájaro.

Este Domingo de las Misiones que se avecina, nos invita precisamente a sembrar amor, a

usar la buena levadura para que la masa evangélica pueda fermentarse y llenar el mundo.

Para que el ázimo se vuelva pan, necesita solamente la levadura de amor. Para que la

Nueva Buena se propague, necesitamos interesarnos a su difusión, que tomemos

conciencia de nuestra responsabilidad planetaria. La nieve puede deshacerse solamente

17

DOMUND 2014

cuando es expuesta a los calurosos rayos del sol; el odio y el error pueden desaparecer

solamente cuando el amor inunda el mundo.

18 de octubre 2014 Sábado, san Lucas, evangelista

Lc 10, 1-9: El compromiso misionero de los discípulos

Hoy, pareciera que Jesús mandó a sus discípulos que hicieran una experiencia práctica

sobre el terreno. No les niega que lo que les pide es dificultoso: “como corderos en medio

de lobos.” La labor es inmensa: “la cosecha es abundante, pero los obreros son pocos.”

No define el lugar de su apostolado: “en cualquier casa…en una ciudad.” A pesar de los

problemas que pueden surgir y que sin duda van a suceder, sepan que “el Reino de Dios

ha venido a ustedes.”

Así como en su tiempo, hoy, Jesús envía misioneros para predicar la Buena Nueva. Nos

envía a cada uno de nosotros. Hay muchas maneras de predicar: ya sea por medio de la

palabra, o también por medio del ejemplo y el servicio. Es importante que nos demos

cuenta que todos somos enviados. Sea cual sea el lugar, la casa o la ciudad, la vecindad o

el país lejano, hacia el compatriota o el extranjero, es necesario aceptar que tenemos que

marcharnos, dejar nuestra comodidad e ir a evangelizar, cada uno según nuestras

posibilidades y nuestras situaciones. Lo que importa, es propagar el Evangelio.

19 de octubre 2014 Domingo Mundial de las Misiones

Mt 13, 3-9: La parábola del Sembrador

Habitualmente, esta parábola es utilizada para invitarnos a ser una tierra buena, para

exhortarnos a dejar crecer en nosotros, la palabra evangélica. Sin duda alguna, es una

excelente aplicación. Hoy, quisiéramos buscar otra lección en ese extracto del Evangelio.

El sembrador siembra por todos lados, no solo sobre la tierra buena. ¿Quién es ese

sembrador? Es Cristo, por supuesto, pero es también cada uno de nosotros que estamos

invitados a seguirle y estamos convidados a sembrar como Él. Todos deben recibir la

semilla, la Buena Nueva del Evangelio. ¿Cuál es esa semilla que hay que sembrar por

todos lados? Es el amor. Este año, el tema del Domingo Mundial de las Misiones es:

AMARSE PARA PODER SEMBRAR.

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DOMUND 2014

Hoy, hay personas derrotistas que piensan que ya no sirve de nada sembrar la Palabra,

porque dicen que la gente ya no escucha. Tenemos la impresión que predicamos en el

desierto. Es posible que el verdadero problema sea que sembramos palabras en vez de

actos. El amor no es solamente un buen poema sentimental, es también un acto de

abnegación; es olvidarse de uno mismo y ser atento con los demás. Hoy, en este Domingo

Mundial de las Misiones, estamos llamados a ser generosos, a sembrar amor dando una

donación en efectivo, según nuestras capacidades y nuestra generosidad, pero también

interesándonos en nuestros hermanos y hermanas de esos países lejanos que todavía

llamamos países de misión. La oración es un donativo que todos pueden hacer; es una

semilla gratuita que produce excelentes frutos cuándo se tiene fe.

Domingo 29º del tiempo ordinario (para los que quieran utilizar la misa del domingo

ordinario)

Mt 22, 15-21: El tributo a Cesar

“Devuelvan, pues, al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios.” En

la primera lectura, Isaías nos decía: “Yo soy Yavé, y no hay otro más.” San Pablo le

escribe a Timoteo y le pide que no se meta en discusiones que no sirven para la obra de

Dios. Está bien claro que hay que pagar sus impuestos si se desea que el Estado pueda

funcionar. Una vez hecho esto, es importante saber en qué consiste la obra de Dios. El

Estado tiene leyes y sistemas de control para asegurarse que se les pague lo que le

debemos. Dios no usa ningún poder de coerción sobre nosotros, Nos presenta su ley

universal que es el amor. Luego, nos da la libertad de escoger si aceptamos o ignoramos

su ley. De todas maneras, el amor no se impone; se presenta a nuestra puerta y espera que

le abramos.

Hoy, es el Domingo Mundial de las Misiones. Jesús, que es nuestro maestro en el amor,

nos pide que no olvidemos su último mandamiento; la última petición que hiso a sus

discípulos antes de su ascensión: “Hagan que todos los pueblos sean mis discípulos.”

Hoy, se nos pide que pensemos en nuestros hermanos que viven en los países más pobres,

que seamos generosos para poder ayudarlos al igual que todas aquellas personas que les

llevan la Buena Nueva. Ser generoso no significa que hay que dar dinero. Sería muy fácil

y pudiera ser una donación sin alma. Hay que amar a todos los pueblos, aceptar a los

extranjeros que vienen a vivir cerca de nosotros, manifestar nuestro amor en todo, sin

olvidar la oración.

19

DOMUND 2014

Folleto 4

Animación espiritual para adultos


El propósito de esta animación es de preparar el Domingo Mundial de las Misiones que

será celebrado el 19 de octubre 2014.

El tema que les proponemos para ese domingo es: Amarse para poder sembrar:

¡Siembren amor! (Mc 4, 1-20)

Introducción

1- Lectura del Evangelio y compartir según la sugerencias

Ahora, leamos un pasaje del Evangelio de Mateo

Después de cada factor externo, se puede tomar un minuto de reflexión y si alguno de

los participantes quiere compartir un pequeño comentario, lo puede hacer.

Sembrar para poder esperar.

Está bien claro que si no se siembra, no se puede esperar cosechar. Toda acción misionera

tiene el propósito de hacer crecer el Evangelio.

Jesús les habló de muchas cosas, usando comparaciones o parábolas. Les decía: “El

sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del

camino: vinieron las aves y se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, con

muy poca tierra, y brotaron en seguida, pues no había profundidad. Pero apenas salió el

sol, los quemó y, por falta de raíces, se secaron. Otros cayeron en medio de cardos: éstos

crecieron y los ahogaron. Otros granos, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron

cosecha, unos el ciento, otros el sesenta y otros el treinta por uno. El que tenga oídos,

que escuche.” (Mt 13, 3-9)

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DOMUND 2014

Juntos, consideremos cuales son los factores externos al Sembrador. Luego, pensemos en

lo que el Sembrador puede hacer.

La semilla: Es el Evangelio. Después de 2000 años, este mensaje sigue siendo nuevo y

muy bueno. Se dice todavía que es la Buena Nueva. Es muy difícil encontrar una semilla

de mejor calidad que esta. Si algún problema surge, no cabe duda que sea a causa de la

calidad de la semilla.

La tierra: Para que la semilla crezca y produzca fruto en abundancia, es necesario que la

tierra sea buena. En nuestro mundo de hoy, hay toda clase de terrenos; unos son

pedregosos, otros tienen zarzas y otros tienen toda clase de defectos que impiden el buen

crecimiento del fruto. Pero, también hay tierra buena. ¿Qué debemos hacer? Tenemos

que hacer como el maestro: sembrar por todos lados y dejar que crezca el fruto.

El tiempo: Una buena alternancia de lluvia y de sol son necesarios para que el fruto

crezca según lo esperado. Los ciclones y los huracanes pueden perjudicar el crecimiento

del fruto. El sembrador no tiene ningún control sobre el tiempo. Aún el riego artificial

solo puede corregir la falta de lluvia parcialmente.

2- ¿Qué puede hacer el sembrador para tener mejores posibilidades de que crezca

bien el fruto?

Hacer como el maestro:

Sembrar sin preocuparse de los granos que puedan caer sobre tierras que no son

propicias. Todos están llamados a sembrar. El Señor se ocupa de lo demás.

Esta vez, leamos un pasaje del Evangelio de Marcos.

Jesús dijo además: “Escuchen esta comparación del Reino de Dios. Un hombre

esparce la semilla en la tierra, y ya duerma o esté despierto, sea de noche o de día, la

semilla brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da fruto por sí misma: primero la

hierba, luego la espiga, y por último la espiga se llena de granos. Y cuando el grano

está maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha.” (Mc 4, 26-29)

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DOMUND 2014

El papa Francisco dice prácticamente lo mismo en sus propias palabras.

DOMUND 2014

Sembrar con amor:

Hay un proverbio común que dice: todo está en la manera. En la Biblia, el Libro de los

Proverbios dice:

“Es mejor un plato de legumbres con cariño que un buey gordo con discordia.” (Pr 15, 17)

Sembrar gestos de amor: He aquí algunos ejemplos de gestos de amor que podemos

sembrar.

-Sonreír y saludar calurosamente a una persona que encontramos.

-Visitar a una persona enferma y ofrecerle nuestras oraciones.

-Acompañar a una persona sola.

-Invitar a un desconocido a tomar una taza de café.

Encontremos otros ejemplos de gestos de amor que podemos propagar a nuestro

alrededor.

Por cada uno de los ejemplos dados, ya sea los que están inscritos en este papel y

aquellos encontrados por los participantes, que cada persona presente, busque en su

propia experiencia de vida, ocasiones en donde fue testigo o incluso beneficiario de

dichas acciones, y que la comparta con los demás.

Para mí, el valor apostólico consiste en sembrar. Sembrar la Palabra. Llevarla a

aquellas personas a quienes va dirigida. Darles la belleza del Evangelio, la maravilla

del encuentro con Jesús…y dejar que el Espíritu Santo haga lo demás. El Evangelio

dice que es el Señor que hace germinar y fructificar la semilla. (Gianni Valente, Des

Bidonvilles de Buenos Aires au Vatican, Bayard, p.37)

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DOMUND 2014

3- Oración final

Respondamos: Señor, haz de nosotros misioneros de tu amor.

Señor, sembraste tu mensaje de amor para que todos lo escuchen y puedan constatar

cómo eres un Dios de amor. R.

Quieres que los hombres y mujeres de hoy estén asociados a la proclamación de tu amor.

R.

Nos pides que sacrifiquemos todo lo que es innecesario y a veces, un poco más para

ayudar y amar a todas aquellas personas que están necesitadas. R.

Nos pides que sembremos tu amor de manera amorosa y nos pides que confiemos en el

Espíritu para lo demás. R.

Señor, quisiéramos estar disponibles para trabajar en tus sementeras; sabemos que

nuestras fuerzas son limitadas, pero sabemos también que puedes hacer mucho con lo

poco que somos. R.

Vayamos y hagamos que todos los pueblos sean discípulos, enseñándoles a cumplir todo

lo que el Señor nos ha encomendado. R.

Oración mariana

María, nuestra Buena Madre. Después de la Anunciación, te fuiste a toda prisa para llevar

la Buena Nueva a Isabel, te volviste en la primera misionera del Nuevo Testamento.

Toda tu vida, estuviste atenta con tu Hijo y con los demás. En Caná, tu amor hacia el

prójimo hiso que tu Hijo hiciera su primer milagro antes de su tiempo. Le distes la

oportunidad de mostrar su amor hacia los humanos.

Al pie de la Cruz, fuiste testigo de su último acto de amor. El día de Pentecostés,

estuviste presente para el nacimiento de su Iglesia.

Admiramos tu constante disponibilidad. Siempre has estado presente a lo largo del

camino del amor de Dios.

Quisiéramos hacer lo que tú hiciste. Intercede por nosotros.

Amén.

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Animación para jóvenes

Introducción

El Señor llama a todos para que siembren su amor. ¡Tú también estás llamado! Ya sean

niños, jóvenes y ancianos, todos están invitados a amar como él.

Lee el llamado de Jesús y las repuestas de nuestros amigos. Escribe tus comentarios en el

lugar indicado y comparte tus respuestas.

Pregunta: ¿Cómo puedes contestar el llamado de Jesús si tomas en cuenta las

circunstancias de tu vida y el ambiente donde vives?

Si hay varios jóvenes en el grupo, se les puede pedir que lean sucesivamente, los

siguientes globos: Jesús, un Personaje, y “Tú”.

Jesús

David

Ustedes son mis amigos y estoy seguro que quieren ayudarme a sembrar amor. Eso es

todo lo que le pido a mis servidores. Sólo contrato sembradores de amor. Quiero que el

amor reine sobre la tierra. El amor se parece un poco al mango. Hay cientos de

variedades y tienen pequeñas diferencias unas con otras, pero todas son sabrosas.

Todas son buenas para la salud y tienen muchas vitaminas y elementos nutritivos. En

Haití, el mango Francisque es el que más prefieren, en Vietnam, es el mango

Cambodiana y en Costa Rica, dicen que el mango Maya es el mejor de todos.

El amor también tiene muchas “variedades”. Nombren una y expliquen por qué es una

variedad del amor. Digan también como van a poner en práctica esa variedad, esa

manera de amar.

Creo que la ayuda mutua es una manera de amar. Cuando vemos que una persona

necesita ayuda, hacemos todo nuestro posible por ayudarla. Eso se llama amor. La

anciana que vive en la segunda planta de nuestro hogar, parece que no tiene muchos

amigos. Me he dado cuenta que tiene mucha dificultad para bajar sus bolsas de basura.

Cada semana, le ofreceré mi ayuda para bajarlas.

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DOMUND 2014

Tú

¿Qué piensas de la idea de David?

Evelyne

Tú

¿Qué piensas de la idea de Evelyne?

Tommy

Tú

¿Qué piensas de la idea de Tommy?

Yo diría que la compasión es una manera de amar. Si alguien está triste, hay que ser

bueno con él, hay que sonreírle, hay que decirle que entendemos su tristeza y que

queremos estar cerca de él. Tengo una compañera de clase que siempre está triste. Hace

poco, su madre murió en un accidente automovilístico. Es por esa razón que la invito a

mi casa. A veces, le pido a mi madre que la consienta, preparándole dulce de azúcar, así

como lo hacía su madre a menudo. Ella me ha dicho que no quiere llorar delante de los

demás, pero que conmigo, se sentía a gusto haciéndolo y que esto le ayudaba mucho.

La fraternidad es sin duda una manera de amar. Creo que deberíamos intentar de

considerar a todos como nuestros hermanos y hermanas. Esto es fácil cuando las

personas se parecen a nosotros. Hay inmigrantes que no hablan bien nuestro idioma,

que usan ropa diferente a la moda de aquí, que practican otra religión y que no se

atreven a implicarse con nosotros. Hay un muchacho en mi clase que se llama

Mohamed. Viene de Egipto. Muchos jóvenes no se atreven a acercársele. De vez en

cuando, lo invito a mi casa. He logrado que se interese un poco al baloncesto (debería

ser un buen jugador porque es bastante alto para su edad). Hasta la fecha, aún parece

un poco reservado, pero creo que muy pronto va cambiar.

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DOMUND 2014

Tú

¿Qué piensas de la idea de Tommy?

Anne

Tú

¿Qué piensas de la idea de Anne?

Antoine

Tú

¿Qué piensas de la idea de Antoine?

Según yo, para poder mostrar realmente el amor a todos, hay que sonreír. Los alumnos

de mi clase no quieren mucho a la profesora de historia. Al entrar en clase, la mayoría

de los alumnos ponen mala cara cuando la saludan. Le he propuesto a algunos

compañeros que la saludemos con una sonrisa. Me parece que desde que lo hacemos,

sus cursos parecen más interesantes.

Según yo, amamos realmente cuando estamos dispuestos a sacrificar lo que tenemos

para dárselo a aquellos que están necesitados. A veces, renuncio a una golosina o

incluso a ciertas canciones que no descargo en línea, a fin de utilizar el dinero para

ayudar a una obra de beneficencia o para dárselo a una persona pobre.

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DOMUND 2014

Debby

Tú

¿Qué piensas de la idea de Debby?

François

François

Tú

¿Qué piensas de la idea de François?

Tú

¿Conoces otras variedades de mangos u otras variedades de amor?

Amar es perdonar. Cuando podemos perdonar a aquellas personas que nos hicieron

una mala jugada, que nos insultaron delante de los demás, que nos ignoraron, entonces

podemos hacer como Jesús y amar a nuestros enemigos. Un muchacho en mi clase

escribió cosas malas sobre mí en Facebook y le conteste que no era bueno, pero que le

perdonaba. Luego, le dije que escribir cosas malas era malo, sobre todo si vienen de una

persona que tiene muchos valores como él.

Amar, es atribuir buenas intenciones a los demás. Muchas personas dicen que la

gente que hace buenas acciones y gestos generosos, tiene ideas en la cabeza. Cuando

nos reunimos en familia, el tío Tony toca el piano y nos hace cantar. Algunos dicen

que quiere llamar la atención, pero yo digo que quiere que todos estén contentos.

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DOMUND 2014

Jesús

Juntos, recitemos la siguiente oración:

Señor, Jesús, te amamos mucho, pero sabemos que nos amas aún más. Junto contigo

y siguiendo el ejemplo de María, tu madre, queremos sembrar amor en todo el

mundo. Danos entonces la fuerza y el valor para amarlo como tú lo amas. Nosotros,

que queremos amarte como María te amó. Amén.

Quisiera agradecerles a todos mis amigos. Me han demostrado que conocen mucho

más que las variedades de mangos, pero también diferentes maneras de sembrar

amor a su alrededor. Para hacer que todos los pueblos sean discípulos, hay que

sembrar el amor en todas sus formas ante todos. Si hacen todo lo que han dicho, mi

corazón estará alegre y el de ustedes también.

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DOMUND 2014

Folleto 5

Hora de oración planetaria

Cada año, en África, en Asia, en América del Sur, en Europa y en Oceanía, los cristianos

y cristianas, están invitados a unirse para la hora de oración planetaria por la misión de

evangelización. Les hacemos esta invitación para que planifiquen esa hora de oración

misionera y hagan de ella un lugar donde los niños, los jóvenes y ancianos pueden vivir

una profunda comunión entre los pueblos, las culturas y especialmente las personas más

vulnerables del mundo. En unión con todos los pueblos, oremos a fin de que la Palabra de

Dios, sembrada en nuestros corazones, nos abra a la fraternidad y a la solidaridad con las

Iglesias de Asia, de África, de Oceanía, de América del Sur y de Europa del Este.

Material

-Afiche para el Domingo Mundial de las Misiones 2014 (disponible solamente en francés

e inglés)

-Oración para el Domingo Mundial de las Misiones 2014 (disponible solamente en

francés e inglés. Puede obtenerla comunicándose con su parroquia o con la Obra

Pontificia de la Propagación de la Fe: Tel.: (514) 844-1929 / Correo electrónico:

[email protected])

-Pequeña carta en forma de grano y lápices

-Imágenes de santos y santas de los cinco continentes

Introducción

Juntos, pongámonos en presencia del Señor a fin de que descubramos en nuestra vida y

en nuestra Iglesia, los gérmenes de vida. En este momento de meditación, oremos y

pidámosle que nos conceda ser sembradores de la Buena Nueva.

Ahora, acojamos la Palabra de Dios. Escuchemos el texto de Marcos 4, 1-20.

“Otra vez Jesús se puso a enseñar a orillas del lago. Se le reunió tanta gente junto a él que

tuvo que subir a una barca y sentarse en ella a alguna distancia, mientras toda la gente

estaba en la orilla. Jesús les enseñó muchas cosas por medio de ejemplos o parábolas. Les

enseñaba en esta forma: “Escuchen esto: El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando,

mailto:[email protected]

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DOMUND 2014

una parte de la semilla cayó a lo largo del camino, vinieron los pájaros y se la comieron.

Otra parte cayó entre piedras, donde había poca tierra, y las semillas brotaron en seguida

por no estar muy honda la tierra. Pero cuando salió el sol, las quemó y, como no tenían

raíces, se secaron. Otras semillas cayeron entre espinos: los espinos crecieron y las

sofocaron, de manera que no dieron fruto. Otras semillas cayeron en tierra buena:

brotaron, crecieron y produjeron unas treinta, otras sesenta y otras cien. Y Jesús agregó:

El que tenga oídos para oír, que escuche.”

Cuando toda la gente se retiró, los que lo seguían se acercaron con los Doce y le

preguntaron qué significaban aquellas parábolas. El les contestó: “A ustedes se les ha

dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera no les llegan más que

parábolas. Y se verifican estas palabras: Por mucho que miran, no ven; por más que oyen

no entienden; de otro modo se convertirían y recibirían el perdón.”

Jesús les dijo: “¿No entienden esta parábola? Entonces, ¿cómo comprenderán las demás?

Lo que el sembrador siembra es la Palabra de Dios. Los que están a lo largo del camino

cuando se siembra, son aquellos que escuchan la Palabra, pero en cuanto la reciben, viene

Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Otros reciben la palabra como un terreno

lleno de piedras. Apenas reciben la palabra, la aceptan con alegría; pero no se arraiga en

ellos y no duran más que una temporada; en cuanto sobrevenga alguna prueba o

persecución por causa de la Palabra, al momento caen. Otros la reciben como entre

espinos; éstos han escuchado la Palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de

esta vida, las promesas engañosas de la riqueza y las demás pasiones, y juntas ahogan la

Palabra, que no da fruto. Para otros se ha sembrado en tierra buena. Estos han escuchado

la palabra, le han dado acogida y dan fruto: unos el treinta por uno, otros el sesenta y

otros el ciento.”

Contemplación

Meditando esta Palabra de Dios que acabamos de escuchar, tomemos algunos minutos, en

la fe, para abrir nuestros sentidos internos a fin de escuchar el resonar de las palabras, los

gestos y las actitudes de Jesús. Entremos en relación con Jesús aquí y ahora.

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DOMUND 2014

-Por medio de nuestra memoria y nuestra imaginación, imaginemos los lugares, los

personajes, los ruidos y las palabras intercambiadas. (Momento de silencio)

-Tomemos unos minutos para imaginar que estamos presentes en la escena, sentados con

los discípulos. (Momento de silencio)

-Dejémonos tocar interiormente por el clima, el ambiente y las emociones vividas por los

personajes. Despertemos nuestro corazón a la presencia de Dios y de Jesús.

-Reflexionemos a nuestro lugar con respeto al de Jesús, así como los sentimientos que

nos habitan cuando estamos frente a Él. (Momento de silencio)

-Tomemos unos minutos para “hablar con Dios”, de la misma manera que un amigo

habla con su amigo.

- ¿Que quisiera decirle a Dios o a Jesús o a algún otro personaje de la escena?

-Dios me invita a vivir una relación de amistad, y es con todo lo que soy, todo lo que

hace mi vida que puedo experimentar ese encuentro.

-Busquemos en que y como esta Palabra alumbra mi vida hoy y a que me invita.

- Ofrezcamos al Señor estos llamados.

Después de un momento de silencio

-Formar pequeños grupos de 3 o 4 personas para compartir los frutos de la oración (5

minutos);

-Invitar cada participante a escribir una palabra, una frase o una oración sobre la carta en

forma de grano de trigo;

Gesto comunitario

-Depositarlas frente al altar donde están puestas la Palabra de Dios y una vela.

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DOMUND 2014

Oración de los fieles

Oremos por África, por medio de la intercesión de santa Josefina Bakhita y los

santos Mártires de Uganda.

Señor, vemos que se buscan esfuerzos de paz y justicia, pero a menudo, somos testigos

impotentes de dramas, violencias y pobrezas vividas en África. Abre nuestros oídos,

nuestros ojos y nuestro corazón a las bellezas y riquezas humanas y espirituales del

continente africano. Que África sea para nosotros un testigo de esperanza para un mundo

nuevo. Oremos al Señor.

R/ Señor escúchanos y atiende nuestra suplica.

Oremos por Asia, por medio de la intercesión de Juan Yi Yun-il (campesino, padre

de familia, catequista y mártir de Corea) y de los santos Agustín Zhao Rong y los

119 compañeros.

Señor, los cristianos y cristianas de Asia están invitados a dialogar de una manera

respetuosa con las demás tradiciones religiosas y espirituales, y a transmitir la felicidad

que hay cuando se anuncia la Buena Nueva. En India, se ponen al servicio de los más

pobres; en China y en Birmania, trabajan para que los derechos y la dignidad de la

persona sean respetados. Que estos testigos de la fe, nos concedan descubrir nuevamente

la importancia de la espiritualidad en nuestra vida. Oremos al Señor.


Oremos por Europa, por medio de la intercesión de los santos Benito, Cirilo y

Metodio, y santa Catalina de Siena.

Señor, Europa es una y al mismo tiempo es plural, te pedimos para que no olvide ni

rechace la fe cristiana. Que por medio de la intercesión de sus santos patrones, sea signo

de unidad y de paz entre los pueblos del continente y del mundo. Oremos al Señor.


32

DOMUND 2014

Oremos por Oceanía, por medio de san Pedro Chanel.

Señor, te damos gracias por la obra de tu Espíritu que permitió que Oceanía fuera una

tierra donde la fe cristiana es el fundamento de la sociedad. Se bendito por la presencia de

misioneros que continúan a anunciar la Palabra de Dios, a pesar de los ataques en contra

de la fe y la Iglesia. Concédele a los cristianos y cristianas de esas tierras de misión, la fe

y la esperanza al servicio del dialogo y la paz. Oremos al Señor.


Oremos por América, por medio de Nuestra Señora de Guadalupe, san José y santa

Rosa de Lima.

En este momento de la nueva Evangelización y de la misión permanente, oremos por las

personas que habitan en el continente americano. Señor, apoya nuestros esfuerzos para

edificar por medio de la verdad, la justicia y el amor, un mundo de acogida y solidaridad.

Oremos al Señor.


Oración misionera

Dios Padre, te doy gracias por tu Palabra, sembrada en mi corazón.

Jesús, quisiera ser tu enviado.

Aumenta mi fe, a fin de que dirija mi mirada hacia mis hermanos y hermanas más pobres

y de esa manera, descubra tu presencia.

Enséñame tu esperanza para sembrar a mí alrededor, semillas de perdón y de alegría, de

felicidad y de paz, de amistad y de solidaridad.

Concédeme que ame como tú amas, de perdonar como tú perdonas y de vivir según tu

amor. Hoy y por siempre. Amén.

Padre Nuestro

Bendición Final

Canto

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DOMUND 2014

Folleto 6

Novena misionera con santa Teresa del Niño Jesús y san Francisco Javier


Para preparar el Domingo Mundial de las Misiones

Introducción

Jesús estableció la vocación misionera el día de la Asunción cuando les pidió a sus

discípulos que fueran misioneros.

La misma idea es retomada en el Libro de los Hechos de los Apóstoles.

La primera cosa que los discípulos hicieron después de conversar con Jesús, fue reunirse

en oración con María, la madre de Jesús, así como fue relatado en el primer capítulo de

los Hechos de los Apóstoles.

No fue sino más tarde, bajo el impulso del Espíritu, que Pedro y los demás comenzaron a

predicar y eventualmente, se marcharon para proclamar la Buena Nueva en cada parte del

mundo que se conocía en ese entonces.

Por su parte, los Once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había

indicado. Cuando vieron a Jesús, se postraron ante él, aunque algunos todavía

dudaban. Jesús se acercó y les habló así: “Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo

y en la tierra. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos.

Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a

cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los

días hasta el fin de la historia.” (Mt 28, 16-20)

Los que estaban presentes le preguntaron: “Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer

el Reino de Israel?” Les respondió: “No les corresponde a ustedes conocer los plazos

y los pasos que solamente el Padre tenía autoridad para decidir. Pero recibirán la

fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en

Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.” (Hch 1, 6-8)

34

DOMUND 2014

A fin de promover una mejor comprensión de esas partes de la vocación misionera, la

Iglesia (en 1927) nos dio dos santos patrones que son modelos extraordinarios en cada

uno de esos aspectos. Francisco Javier fue hasta los extremos de la tierra con el propósito

de hacer que todos los pueblos conozcan a Cristo mientras que Teresa del Niño Jesús, oró

en su monasterio afín de que el amor de Dios se propague en todo el mundo.

Durante esta novena, vamos a orar y a reflexionar sobre ese mismo impulso que incitó a

nuestros santos patrones a sembrar el amor de Dios.

Este año, el tema del Domingo Mundial de las Misiones es el AMOR. Si hubiese que

definir a Dios en una sola palabra, se debería decir que es AMOR. Teresa ya había

entendido que eso era lo esencial. He aquí un extracto de su biografía: “El nueve de junio

de 1895, durante la misa de la Trinidad, Teresa se siente inspirada para ofrecerse en

sacrificio al Amor Misericordioso del Buen Señor (y no a la justicia de Dios como era

en ese entonces) porque descubrió los abismos de la misericordia que descienden sobre el

pequeño, el pobre y el miserable. Es aquí que alcanza la cumbre de su vida espiritual.

Luego les propone este acto a sus hermanas y novicias. La Iglesia lo propone a todos los

bautizados.”

¡Que tengan una buena novena!

Primer día El llamado

Así como los primeros discípulos, Francisco y Teresa dejaron todo para seguir a Cristo.

Francisco se dejó entusiasmar por el proyecto de san Ignacio de Loyola y se

comprometió a dar a conocer a Cristo hasta donde las circunstancias de la vida pudiesen

llevarlo.

Mientras Jesús caminaba a orillas del mar de Galilea, vio a dos hermanos: uno era

Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores y estaban echando la red al

mar. Jesús los llamó: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.” Al instante

dejaron las redes y lo siguieron. Más adelante vio a otros dos hermanos: Santiago,

hijo de Zebedeo, con su hermano Juan; estaban con su padre en la barca arreglando

las redes. Jesús los llamó, y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre y lo

siguieron. (Mt 4, 18-22)

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Teresa entró en el Carmelo a los 15años; llevó una vida de oración y de sacrificio,

teniendo en su corazón, el deseo de hacer que Cristo fuera conocido en todo el mundo.

Cada día, oraba por los misioneros.

Y yo: Que esté comprometido en la acción pastoral o que me dedique a la oración, ya sea

como un deber o como un acto de contemplación, tengo que contestar el llamado y ser

misionero.

Oremos

Padre Nuestro/Avemaría

Jesús, llámanos a tu misión.

María, enséñanos como debemos responder al llamado de Cristo.

San Francisco Javier, ruega por nosotros

Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, ruega por nosotros.

Segundo día Responder al llamado debe ser nuestra prioridad

Para poder ser misionero, hay que considerar a Jesús como la persona más importante en

nuestra vida. Sin embargo, no hay que abandonar a los demás, pero hay que saber

apartarse de ellos para estar al servicio del Señor.

Teresa tenía 14 años cuando empezó los trámites para hacerse religiosa y entrar en el

monasterio del Carmelo. Ella decía que no podía esperar más. Entrará el 15 de abril de

1888, a los 15 años.

Francisco respondió a varios llamados en el transcurso de su vida. No solo se unió a

Ignacio y a los demás que fundaron la Compañía de Jesús, pero toda su vida, respondió a

llamados sucesivos que lo llevaron hasta India y Japón.

Pero Jesús dijo al que le daba el recado: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis

hermanos?” E indicando con la mano a sus discípulos, dijo: “Estos son mi madre y

mis hermanos. Tomen a cualquiera que cumpla la voluntad de mi Padre de los Cielos,

y ése es para mí un hermano, una hermana o una madre.” (Mt 12, 48-50)

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Y yo: ¿Dónde y cómo me llama Dios? ¿Qué tengo que hacer para seguir el llamado de

Cristo? ¿Qué son para mí la India y el Japón?

Oremos


Jesús, apresúrate en llamarnos a tu servicio.

María, enséñanos a marcharnos de prisa para responder al llamado de Cristo.



Tercer día Sacar de nuestra vida todo aquello que impide el crecimiento del

Evangelio en nosotros

Para poder ser una tierra buena, hay que alejarse de las zarzas y de todas las cosas que

pueden impedir que la semilla del Evangelio crezca en nosotros.

En 1549, Francisco Javier escribía a un colega desde Goa: “En primer lugar y ante todo,

sea atento a sí mismo, a sus relaciones con Dios y a su consciencia, puesto que es de ella

que depende su poder de ser útil al prójimo. (…) Preocúpese y ocúpese de su propia

conciencia más que la de quienquiera que sea, puesto que aquel que no desea ser bueno y

santo, así mismo, ¿Cómo puede hacer que los demás sean de esa manera?”

La madre de Teresa murió cuando esta tenía cuatros años. La niña se puso triste y se

apiadó de su suerte. Durante casi diez años, vivió en la tristeza, pero repentinamente,

recobró la alegría. Ella dijo: “La caridad entró en mi corazón; me olvidé de mi misma

para poder complacer y desde entonces, fui feliz.”

Yo: Busco en mi vida aquello que puede poner freno a mis actos de amor hacia Dios y el

prójimo. Me esfuerzo para retirar ese freno. Para poder ser una tierra buena, hay que

alejarse de las zarzas y de todas las cosas que pueden impedir que la semilla del

Evangelio crezca en nosotros.

“La semilla que cayó en tierra buena, es aquel que oye la Palabra y la comprende. Este

ciertamente dará fruto y producirá cien, sesenta o treinta veces más.” (Mt 13, 23)

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Oremos


Jesús, con tu ayuda, quiero despejar mi corazón de cualquier atadura que me impida

amarte plenamente.

María, enséñanos como desear solamente la voluntad de Dios.



Cuarto día Cultivar la generosidad, la compasión y la comprensión

Todo misionero debe ser generoso; debe saber encontrar su alegría y su felicidad en el

altruismo.

Teresa dijo que quería pasar su cielo haciendo el bien en la tierra. Para ella, amar a Dios

es amar a sus hermanos y hermanas en la tierra.

En el barco que lo llevaba hacia India, Francisco convirtió su camarote en una

enfermería donde cuidaba a los enfermos.

Y yo: ¿Cómo puedo mostrar compasión con las personas que sufren a mi alrededor?

Oremos


Jesús, con tu ayuda, queremos ser buenos con los demás

María, enséñanos como responder de la misma manera que le respondiste al ángel, afín

de que podamos estar siempre al servicio del Señor.



“Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes. No juzguen y no serán

juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y

se les dará; se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante.

Porque con la medida que ustedes midan, serán medidos ustedes.” (Lc 6, 36-38)

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Quinto día Hay que ser astuto y sencillo

El misionero debe aceptar una vida simple, y al mismo tiempo, debe ser capaz de evitar

las artimañas de las personas malvadas.

A pesar de todos los peligros que existen en los países donde va a predicar, Francisco se

ganó la simpatía de las poblaciones por su vida simple. Se decía de él: “Es ese hombre

que le reza a Dios con tanta fe e intensidad. Es ese hombre que comparte la vida de todos,

que duerme en el suelo, que se alimenta de pescado seco y de leche cuajada. Es ese

hombre que se entrega y se agota por su maestro.”

Teresa mantiene su sentido del humor hasta su último suspiro. Durante su última

enfermedad, padece de tuberculosis. Sus hermanas dicen: “La salud de Sor Teresa se está

deteriorando. Sufre mucho, pero se ríe de sí misma: ¡dice que tose tan fuerte como una

locomotora!”

Y yo: ¿Me tomo demasiado en serio? ¿Busco grandezas o soy capaz de considerarme

como una persona común y corriente?

Oremos


Jesús, fuiste considerado como un simple Nazareno. Danos la capacidad de aceptar vivir

una vida sencilla así como tú lo hiciste.

María, enséñanos como aceptar lo que es humilde y sencillo, así como lo hiciste al

aceptar dar a luz en un establo.



“Miren que los envío como ovejas en medio de lobos: sean, pues, precavidos como la

serpiente, pero sencillos como la paloma.” (Mt 10, 16)

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Sexto día Los cristianos y los misioneros deben ser páginas vivas del Evangelio

Por medio de su vida sencilla, Teresa fue un modelo que inspiró a varias personas. Los

ortodoxos y los luteranos, por ejemplo, gustan de su manera de ver el amor de Dios que

consideran como la fuente de nuestra salvación, en vez de pensar que son nuestros

meritos.

Francisco tuvo muchas dificultades en Goa (India) porque los cristianos que venían de

Europa vivían una vida de reyes y tenían esclavos. ¿Cómo podía invitar la población

local a abrazar la fe cristiana cuando los mismos cristianos europeos los explotaban

sinvergüenza?

Y yo: Cuando las personas me miran actuando, ¿tienen la impresión que ven una página

del Evangelio o tienen que ignorarme para entender el Evangelio?

Oremos


Jesús, queremos ser páginas vivas de tu Evangelio.

María, enséñanos como vivir el Evangelio a tu manera, con el fin de que al vernos, la

gente pueda ser atraída por tu Hijo.



Séptimo día Poner la mano en el arado y mirar hacia atrás

“Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Si amamos al que da la

vida, amamos también a quienes han nacido de él; y por eso, cuando amamos a Dios

y cumplimos sus mandatos, con toda certeza sabemos que amamos a los hijos de

Dios. Amar a Dios es guardar sus mandatos, y sus mandatos no son pesados. Todo lo

que ha nacido de Dios vence al mundo, y la victoria en que el mundo ha sido

vencido es nuestra fe.” (1 Jn 5, 1-4)

Jesús le contestó: “El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para

el Reino de Dios.” (Lc 9, 62)

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Es relativamente fácil de comprometerse en seguir al Señor en un impulso de

generosidad. A pesar de las dificultades que uno puede encontrar, es más difícil de ser

perseverante con frecuencia.

Testimonio del Cardenal Albino Luciani (quien más tarde sería el papa Juan Pablo

primero) sobre Teresa: “Tenia 17 años cuando leí tu autobiografía. Fue como si hubiese

recibido un trueno. La llamaste: “Historia Primaveral de una Florecita Blanca.” Me

pareció como una barra de acero, por la fuerza de voluntad, el valor y la decisión que

revelaba. Desde el momento en que escogiste el camino de la total consagración a Dios,

nada te detuvo: ni la enfermedad, ni las oposiciones externas, ni las nubes o las

oscuridades internas.”

En Térnate (Indonesia), Francisco predica en la corte del sultán y logra que algunas

personas eminentes se conviertan. Hasta el mismo sultán duda en hacerlo, puesto que hay

que renunciar a muchas cosas para poder ser cristiano.

Y yo: ¿Estoy dispuesto a dejar todo para seguir a Cristo? La comodidad, la seguridad y la

tranquilidad son cosas que frecuentemente hay que saber dejar para poder seguir a Cristo.

Son cosas que deben quedar atrás. No se puede siempre retroceder para ir a recuperarlas.

Oremos


Jesús, queremos seguirte hasta el final, sin mirar hacia atrás.

María, enséñanos a ser servidores y servidoras del Señor, así como lo fuiste desde la

Anunciación hasta tu Asunción.



Octavo día Perdón y generosidad

“Si alguien te hace un pleito por la camisa, entrégale también el manto. Si alguien te

obliga a llevarle la carga, llévasela el doble más lejos. Da al que te pida, y al que

espera de ti algo prestado, no le vuelvas la espalda.” (Mt 5, 40-42)

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Para poder ser misionero, hay que saber perdonar y ser generoso. El cristianismo

proclama el amor de los enemigos.

Don Álvaro, un capitán portugués, le ocasionó muchos problemas a Francisco. Antes de

marcharse de la ciudad de Malaca (Indonesia) para irse a China, se arrodilla sobre la

calle, cerca de la casa del capitán y, extendiendo los brazos en forma de cruz, ora por él.

En el Carmelo de Lisieux, había una hermana mayor que irritaba a Teresa en particular.

Tenía mal carácter. Teresa comprendió que amar a los demás, es el camino que lleva

hacia Jesús. Decidió entonces querer a esa hermana y ser buena con ella en particular.

“¡Haré por esa hermana lo que haría por la persona que quiero más!” Incluso, Teresa le

dirá que está contenta de verla.

Y yo: ¿Oro por aquellos y aquellas que me hacen daño o que son injustos conmigo?

¿Estoy esperando una oportunidad para vengarme o para reconciliarme?

Oremos


Jesús, perdonaste a las personas que te mataron, concédenos el valor para perdonar a las

que nos hacen daño.

María, al pie de la cruz, aceptaste ofrecer a tu Hijo, ayúdanos a aceptar todo lo que Dios

nos pide.



Noveno día Lo que importa, es el Amor

“Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor

sería como bronce que resuena o campana que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía y

descubriera todos los misterios, el saber más elevado, aunque tuviera tanta fe como para

trasladar montes, si me falta el amor nada soy. Aunque repartiera todo lo que poseo e

incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me

sirve.” (1 Co 13, 1-3)

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Este año, el tema del Domingo Mundial de las Misiones es: Amarse para poder

sembrar: ¡Siembren amor! (Mc 4, 1-20)

A Teresa le hubiese gustado ser a la vez sacerdote, profeta, doctor de la Iglesia,

misionera, mártir… Escribió en su “Historia de un Alma”: “Entendí que el amor abarca

todas las vocaciones, es todo, abraza todos los tiempos y los lugares. Entonces, exclame:

Encontré mi lugar dentro de la Iglesia, seré el Amor.”

La vida de Francisco no tiene ningún sentido humano. Sufre, vive de manera pobre,

rechaza las riquezas y varias veces, hasta desafía la misma muerte. Sin embargo, está

lejos de ser un loco. ¿Qué pudiera explicar ese tipo de vida si no el amor de Cristo y de

sus hermanos?

Y yo: ¿Hasta dónde estoy dispuesto a invertirme en el amor? ¿Es el amor de Dios y del

prójimo que dan sentido a mi vida?

Oremos


Jesús, haz que vivamos en tu amor junto a nuestros hermanos y hermanas en la tierra.

María, enséñanos como amar a Jesús de la misma manera que tú.



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Folleto 7: Misa para la Evangelización de los Pueblos

Canto de entrada: Elegir un canto adecuado para el evento

Oración:

Señor, enviaste la luz verdadera a este mundo al ofrecerle tu propio Hijo. No dejes de

comunicar tu Espíritu a los hombres. Que tu Espíritu, portador de las semillas de la

verdad, las esparce en el corazón de cada uno y suscite en ellos la fe: que todos,

renaciendo de un solo bautizo, formen un solo pueblo en Cristo. El, que…

1era lectura: Isaías 55, 10-11

“Como baja la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá sin haber empapado la

tierra, sin haberla fecundado y haberla hecho germinar, para que dé la simiente para

sembrar y el pan para comer, así será la palabra que salga de mi boca. No volverá a mí

con las manos vacías sino después de haber hecho lo que yo quería, y haber llevado a

cabo lo que le encargué.”

Salmo 95

R. / Cuenten a todas las naciones las maravillas del Señor

¡Canten al Señor un canto nuevo, canten al Señor toda la tierra!

Canten al Señor, bendigan su nombre. R. /

Su salvación anuncien día a día.

Cuenten su gloria a las naciones y a todos los pueblos sus maravillas. R. /

Ríndanle al Señor tribus y pueblos, ríndanle al Señor gloria y poder,

ríndanle al Señor la gloria de su nombre. R. /

Adoren al Señor en el atrio sagrado, tiemblen ante él, pueblos de toda la tierra.

"El Señor reina", anuncien a los pueblos. R. /

2nda lectura: Romanos 8, 18-23

“Estimo que los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la Gloria

que nos espera y que ha de manifestarse. Algo entretiene la inquietud del universo, y es la

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esperanza de que los hijos e hijas de Dios se muestren como son. Pues si la creación se ve

obligada a no lograr algo duradero, esto no viene de ella misma, sino de aquel que le

impuso este destino. Pero le queda la esperanza; porque el mundo creado también dejará

de trabajar para que sea destruido, y compartirá la libertad y la gloria de los hijos de Dios.

Vemos que la creación entera gime y sufre dolores de parto. Y también nosotros, aunque

ya tengamos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos en nuestro

interior mientras esperamos nuestros derechos de hijos y la redención de nuestro cuerpo.”

Aclamación del Evangelio

Aleluya, aleluya. ¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en

él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Evangelio según san Marcos (Mc 4, 1-20)

“Otra vez Jesús se puso a enseñar a orillas del lago. Se le reunió tanta gente junto a él que

tuvo que subir a una barca y sentarse en ella a alguna distancia, mientras toda la gente

estaba en la orilla. Jesús les enseñó muchas cosas por medio de ejemplos o parábolas. Les

enseñaba en esta forma: “Escuchen esto: El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando,

una parte de la semilla cayó a lo largo del camino, vinieron los pájaros y se la comieron.

Otra parte cayó entre piedras, donde había poca tierra, y las semillas brotaron en seguida

por no estar muy honda la tierra. Pero cuando salió el sol, las quemó y, como no tenían

raíces, se secaron. Otras semillas cayeron entre espinos: los espinos crecieron y las

sofocaron, de manera que no dieron fruto. Otras semillas cayeron en tierra buena:

brotaron, crecieron y produjeron unas treinta, otras sesenta y otras cien. Y Jesús agregó:

El que tenga oídos para oír, que escuche.”

Cuando toda la gente se retiró, los que lo seguían se acercaron con los Doce y le

preguntaron qué significaban aquellas parábolas. El les contestó: “A ustedes se les ha

dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera no les llegan más que

parábolas. Y se verifican estas palabras: Por mucho que miran, no ven; por más que oyen

no entienden; de otro modo se convertirían y recibirían el perdón.”

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Jesús les dijo: “¿No entienden esta parábola? Entonces, ¿cómo comprenderán las demás?

Lo que el sembrador siembra es la Palabra de Dios. Los que están a lo largo del camino

cuando se siembra, son aquellos que escuchan la Palabra, pero en cuanto la reciben, viene

Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Otros reciben la palabra como un terreno

lleno de piedras. Apenas reciben la palabra, la aceptan con alegría; pero no se arraiga en

ellos y no duran más que una temporada; en cuanto sobrevenga alguna prueba o

persecución por causa de la Palabra, al momento caen. Otros la reciben como entre

espinos; éstos han escuchado la Palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de

esta vida, las promesas engañosas de la riqueza y las demás pasiones, y juntas ahogan la

Palabra, que no da fruto. Para otros se ha sembrado en tierra buena. Estos han escuchado

la palabra, le han dado acogida y dan fruto: unos el treinta por uno, otros el sesenta y

otros el ciento.”

Homilía

Profesión de fe

Oración de los fieles

R. / Señor, envía sembradores de tu amor al mundo entero.

Señor, te pedimos por los pastores de la Iglesia, por nuestro papa Francisco y por todos

aquellos y aquellas que cuidan de tu rebaño; a fin de que tus ovejas sientan el amor que

emana de Ti, por medio de ellos. Oremos. R. /

Señor, concédenos ser sembradores de amor así como lo fuiste durante tu vida; a fin de

que todos los humanos reciban el mensaje de tu Evangelio. Oremos. R. /

Señor, mira a los cristianos que tienen que esconderse para poder practicar su religión a

fin de evitar las represalias. Que su testimonio de fe y amor hacia los demás sea una

piedra de cambio en sus países. Oremos. R. /

46 2014 © Œuvre pontificale de la propagation de la foi

Canada francophone

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Señor, envía tu Espíritu sobre nuestros jóvenes a fin de que se despierten a las grandes

necesidades de la Iglesia; que pongan el celo de su juventud a tu servicio para que sean

sembradores de amor. Oremos. R. /

Señor, concede a los Cristianos el deseo de entablar una conversación con aquellos que

practican otra religión a fin de que todos sepan que el Dios de los Cristianos es realmente

bueno. Oremos. R. /

Oración sobre las ofrendas

Mira, Señor, el rostro de tu Hijo y recuerda que dio su vida para la salvación de todos; En

el, que te glorificó hasta ofrecerte su vida, hazte reconocer como el Dios de amor, de un

extremo al otro del mundo: Que todos los pueblos de la tierra eleven hacia ti la acción de

gracia de Jesús, tu hijo, nuestro Salvador. El, que…

Antífona de la comunión

¡Alaben al Señor en todas las naciones, y festéjenlo todos los pueblos!

Pues su amor hacia nosotros es muy grande, y la lealtad del Señor es para siempre.

Oración después de la comunión

Que este sacramento, Dios muy bueno, haga de nosotros santos en una Iglesia siempre

más santa, para que todo hombre reciba por medio de ella la salvación que tu Hijo nos

ofreció sobre la cruz. El, que…

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