GUARDA TU CORAZON(Un medico prominente habla a las señoritas)

Estas son algunas de las razones que presentan las señoritas para permitirle a los jóvenes ciertas “libertades”.

La figura femenina es atractiva para el hombre. Sus formas elegantes, su suave perfil y su delicada dulzura se combinan para despertar en el su admiración y deseo de posesión.

La atracción natural que siente un joven por una señorita es el fundamento humano sobre el cual descansa la sagrada institución del matrimonio. “Por tanto, dejara el hombre a su padre o a su madre, se allegara a su mujer y serán una sola carne”(Génesis 2:24).

El privilegio de compartir la vida con su esposa, en forma intima y completa, proporciona al hombre el mayor placer humano. Este placer de una compañía personal es el incentivo que inspira a un hombre a cuidar de su esposa y de su familia. Es la recompensa dada por Dios el que gana el pan, cabeza de la familia y el protector de todo lo que tiene como centro del hogar.

Pero esta atracción por lo hermoso, y por la mujer en particular, se manifiesta en un periodo anterior a la vida adulta, cuando es apropiado que el escoja una esposa y establezca un hogar. El tiempo entre el despertar del interés en los jóvenes por las señoritas (en los primeros años de la adolescencia) y el tiempo ideal para el matrimonio constituye un intervalo durante el cual deberían lograrse las adaptaciones necesarias a sus nuevos intereses. Cuando estas adaptaciones sean completadas, preparan al joven para ser un esposo leal y considerado.

Aunque el deseo de posesión personal de los encantos de la femineidad es el mayor deseo humano que se presente en la vida de un hombre, es el propósito divino que el varón aprenda a ejercer pleno dominio sobre este deseo. La estabilidad masculina de carácter requiere la adquisición y el mantenimiento de este dominio. El hombre que lo pierde no es digno de ser esposo, porque solo el que tiene pleno control de este anhelo humano puede ser leal y fiel a su esposa que por derecho le pertenece a él.

- A los jóvenes les agradan las señoritas que son afectuosas.- Cuando me gusta un muchacho, me agrada mostrarle que me gusta- Si no permito a mi amigo algunas libertades, el encontrara a alguien que se las permita.- es correcto que le agradezca a un joven por el buen momento que me ha hecho pasar. Y a él le agrada que le agradezca con caricias.

El amor genuino consiste en mucho más que la expresión física de afecto entre un hombre y una mujer. Tiene que ver con todos los aspectos de la existencia humana, físicos, mentales y espirituales.

Ya sea que ella lo comprenda o no, el trato social de una señorita con un joven tiene relación, en una forma u otra, con su esperanza natural y normal de que ella llegara algún día a ser su esposa. Toda joven normal posee en lo íntimo de su corazón el deseo de ser esposa. Aun loas actividades sociales casuales, en las cuales participa una señorita, se relaciona con esta esperanza para su futuro.

Las señorita debe reconocer que toda amistad con un joven ejerce su influencia, en un sentido u otro, para determinar las circunstancias de su casamiento. Se reputación personal depende tanto de sus relaciones sociales casuales como de las palabras que le dirija a su amigo especial. Y mediante el conocimiento de la reputación de una señorita, un joven determina si ella es el tipo de mujer que desea para cortejar como a la amiga de su preferencia.

Las señoritas cristianas deben reconocer que sus encantos físicos han de ser mantenidos como un don sagrado, para entregarlos solo al joven que demuestre ser digno de ser su esposo. (1 corintios 3:19,20 y 1 corintios 3:17).

Cuando una señorita permite que un joven se tome familiaridades con ella, entrega parte de si misma. Entrega ciertos factores de su atractivo personal que nunca jamás podrán ser plenamente recuperados. Quita las barreras que guardan su inocencia y su pureza. No es esta, por cierto, una manera de guarda el corazón.

Por más que una señorita confié en que su conducta con un joven permanecerá en secreto, tal cosa es suplemente imposible. No pasa mucho tiempo antes de que la señorita sea “fichada” por sus amigos y asociados. Si su reputación indica que ella permite familiaridades, los jóvenes que estén interesados principalmente en los placeres físicos serán atraídos hacia ella.

Por otro lado, la joven que dedique atención al desarrollo del atractivo de su personalidad en lugar de permitir intimidades físicas, será buscada por jóvenes de normas elevadas. Harás bien en reservar tu amistad con un joven tal. Procediendo así podrás experimentar la verdadera satisfacción de un noviazgo sano que culminara con el establecimiento de un hogar feliz, en el cual tú y tu esposo participareis igualmente del placer genuino de la sociedad matrimonial