GIRARD

4
Pontificia Universidad Javeriana Facultad de filosofía Seminario énfasis: René Girard presentado por: Francisco Javier Urrego Lozano presentado a: Mario Roberto Solarte protocolo correspondiente a la sesión del 14 de mayo de 2013 21 de mayo de 2013. La presentación del protocolo está dividida en cinco pasos que, a mi juicio, logran dar cuenta de lo más importante que se dijo en la sesión correspondiente a la lectura del quinto capítulo del Clausewitz en los extremos. I La conversación inició con la presentación del artículo The drum, the bagpipe and the desert, del cual se leyó la última parte. Esto se hizo con el fin de introducir lo que en la sesión se reconoció como el eje central del capítulo: el silencio de Dios y el tomar distancia. Eje en el que el testimonio de Hölderlin es fundamental. El inicio del artículo abrió la discusión sobre las posibles formas de resistir a la violencia o de reducirla, nombrando entre ella las resistencias culturales y la confrontación amorosa; salidas que no son lo suficientemente fuertes como para hacer frente a la escalada a los extremos. II Al transcurso de la conversación se reconoció la convergencia de dos tradiciones que parecen presentarse en pugna: La tradición griega y la cristiana. Al respecto se hizo necesaria la referencia a Hölderlin, quien nos muestra que “No hay que optar por lo griego en contra de lo cristiano, sino mantenerlos juntos, aceptar la idea de que lo cristiano haya podido transformar lo griego.” (184) Frente a este tema se hizo un paralelo entre la situación de Nietzsche y la de Hölderlin en el cual se dijo que, mientras Nietzsche pasó su vida inmerso en un conjunto de conflictos miméticos, Hölderlin -pese

description

GIRARD

Transcript of GIRARD

Page 1: GIRARD

Pontificia Universidad JaverianaFacultad de filosofíaSeminario énfasis: René Girardpresentado por: Francisco Javier Urrego Lozanopresentado a: Mario Roberto Solarte

protocolo correspondiente a la sesión del 14 de mayo de 2013 21 de mayo de 2013.

La presentación del protocolo está dividida en cinco pasos que, a mi juicio, logran dar cuenta de lo más importante que se dijo en la sesión correspondiente a la lectura del quinto capítulo del Clausewitz en los extremos.

I

La conversación inició con la presentación del artículo The drum, the bagpipe and the desert, del cual se leyó la última parte. Esto se hizo con el fin de introducir lo que en la sesión se reconoció como el eje central del capítulo: el silencio de Dios y el tomar distancia. Eje en el que el testimonio de Hölderlin es fundamental.

El inicio del artículo abrió la discusión sobre las posibles formas de resistir a la violencia o de reducirla, nombrando entre ella las resistencias culturales y la confrontación amorosa; salidas que no son lo suficientemente fuertes como para hacer frente a la escalada a los extremos.

II

Al transcurso de la conversación se reconoció la convergencia de dos tradiciones que parecen presentarse en pugna: La tradición griega y la cristiana. Al respecto se hizo necesaria la referencia a Hölderlin, quien nos muestra que “No hay que optar por lo griego en contra de lo cristiano, sino mantenerlos juntos, aceptar la idea de que lo cristiano haya podido transformar lo griego.” (184)

Frente a este tema se hizo un paralelo entre la situación de Nietzsche y la de Hölderlin en el cual se dijo que, mientras Nietzsche pasó su vida inmerso en un conjunto de conflictos miméticos, Hölderlin -pese a haber sufrido lo mismo en algún momento- decide tomar distancia, con lo cual evita el conflicto mimético.

El sufrimiento de Nietzsche de verse identificado con Cristo está contrapuesto a la situación de Hölderlin: el primero no solo sufre sus conflictos de mediación interna, también sufre el fracaso de su apuesta por Dionisio como remplazo del vacío del cielo; en cambio, Hölderlin renuncia a imitar o a ser imitado y no pretende llenar el vacío del cielo, toma distancia para escuchar ese silencio de Dios.

III

Hölderlin se retirará durante cuarenta años a la torre de un carpintero de Tubinga […] Debemos saber estar a la altura de ese silencio (182)

Page 2: GIRARD

Como todo está derrumbado se tiende a volver a los dioses que ya se sabe que están muertos. En este denominado tercer paso se habló de la desacralización del mundo desde dos perspectivas: la de Hegel y la de Girard; en la primera, muertos los dioses, nos queda la trivialidad de la vida, mientras que en la segunda lo que hay en el mundo desacralizado es la violencia: a partir de la desacralización ya nada puede estar fundado por la violencia.

“B.C ¿Usted está diciendo que en la actualidad la violencia ya no es capaz de producir derecho?

RG Exactamente.

B.C ¿qué no está en condiciones de producir verdad? ¿De producir razón?

RG Ahí tiene, eso es todo. Ya no tiene fecundidad. Por tanto, la verdadera anarquía es eso. Basta tomar un ejemplo sencillo. Las personas que más de cerca vivieron esa realidad son, en el siglo XX, los comunistas. Porque fueron obligados a recurrir muy pronto a la violencia, y vieron y experimentaron la impotencia. Si lograron defenderse contra la agresión alemana, es gracias a la vieja Rusia zarista, que seguía estando allí. ¡El retrato del general Kutusov en el despacho de Stalin!” (176)

IV

Entre la trivialidad de la vida y la patente manifestación de la violencia no parece haber espacio para la esperanza en el mundo desacralizado, este aspecto se hizo notar en la sesión, y para su desarrollo fue necesario volver a la figura de Hölderlin:

Cercano está el dios

Y difícil es captarlo.

Pero donde hay peligro

Crece también lo que nos salva.

“La presencia de lo divino crece a medida que precisamente eso divino se retira: la retirada es lo que salva, no lo es la promiscuidad. Hölderlin comprende inmediatamente que esa promiscuidad divina no puede ser sino catastrófica, La retirada de Dios es, entonces, pasaje en Jesucristo de la reciprocidad a la relación, de la cercanía a la distancia. De este tenor es la intuición fundamental del poeta, lo que él ha descubierto en el momento mismo en que inicia su propio retiro”. (184)

Frente a un mundo desacralizado Hölderlin opta por el silencio, la retirada es lo que le salva. Dicha retirada es distinta a una huida en la que aquel que se retira cree que tiene la razón y espera a que el otro cobre conciencia para volver, el tomar distancia que quiere resaltar Girard es el escuchar el silencio de Dios, donde duele la pérdida del sentido de todas las cosas.

Dada la pregunta sobre cómo es posible tomar la decisión de guardar silencio, se dijo que esta decisión no suponía una autonomía, porque ésta es una ficción moderna, sino que supone libertad, una libertad en la que se está capacitado para tomar otra opción.

Page 3: GIRARD

V

No hay filosofía si no hay silencio para escribir. Esa frase permitió hacer la distinción entre el silencio en el sentido de escuchar la ausencia de Dios y entre un sentido instrumental, de manera que la pregunta acerca de la posibilidad de hacer filosofía en ese silencio que testimonia Hölderlin, no se responde por el silencio que es necesario para escribir sino por una distancia de uno y del otro en la que no hay un conflicto con quién se discute, en la que no se tiene rivalidad frente al otro; la filosofía consiste en llevar lo que el otro dice y desarrollarlo, pensar en eso.

Frente al mundo desacralizado Girar deja el modelo de filósofo poeta: aquel que está pensando asuntos fundamentales. El silencio sobre el cual se hace filosofía se supone productivo en el sentido de una cultura que no está fundada por la violencia. Es así como la filosofía se presenta como un ir a la realidad y pensarla, un escuchar lo que el otro dice respecto a esa realidad y no entrar en conflicto con ello sino, en cambio, desarrollar eso que el otro dice tomando distancia, sintiendo el duelo por la muerte de Dios, viviendo el silencio de aquella palabra que asesinamos.