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GENOCIDIOS EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX: LOS CASOS
DE CAMBOYA Y RUANDA
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UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Trabajo Fin de Grado
Alumno/a: Antonio Castillejo de la Torre Tutor/a: Gracia Moya García Dpto.: Antropología, Geografía e Historia
(Área de Historia Contemporánea)
Julio, 2016
2
A Gracia Moya, mi tutora, por su ayuda,
dedicación y cariño en todo lo que está
relacionado con los alumnos.
A mi familia, por su comprensión en los días
en los que ni yo mismo me comprendía.
A mis amigos, por entender la importancia
que para mí supone hacer las cosas bien.
A Carmen, por estar siempre conmigo
y demostrarme que es falso que la paciencia
no es infinita, tú has demostrado
que tu paciencia conmigo es infinita
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ÍNDICE Resumen .................................................................................................................................................................. 2
Abstract ................................................................................................................................................................... 4
1. Introducción .................................................................................................................................................... 5
2. Camboya ....................................................................................................................................................... 11
2.1. Antecedentes históricos ....................................................................................................................... 12
2.1.1. Camboya en la etapa precolonial ..................................................................................................... 12
2.1.2. Camboya en la etapa colonial ......................................................................................................... 13
2.1.3. Camboya en la etapa Post-colonial ................................................................................................ 14
2.2. Breve biografía de Pol Pot, su ideología y su papel en la solución del conflicto ................................ 19
2.2.1. ¿Quiénes eran los Jemeres Rojos? ¿Cómo pudieron llegar al poder? ............................................. 22
2.3. Camboya bajo Pol Pot y los Jemeres Rojos ......................................................................................... 25
2.4. Genocidio ............................................................................................................................................ 28
2.4.1. Causas ............................................................................................................................................. 29
2.4.2. Factores determinantes y desarrollo ................................................................................................ 29
2.4.3. Consecuencias ................................................................................................................................. 39
2.5. Reconocimiento Internacional ............................................................................................................. 40
2.5.1. El papel de la ONU en la constitución del tribunal especial para el juicio a los Jemeres Rojos ... 41
3. Ruanda .......................................................................................................................................................... 43
3.1. Evolución histórica de Ruanda ............................................................................................................ 44
3.1.1. Ruanda en la etapa precolonial ...................................................................................................... 44
3.1.2. Ruanda en la etapa colonial ............................................................................................................ 46
3.1.3. Ruanda en la etapa post-colonial. La revolución social hutu ......................................................... 48
3.2. Segunda República Ruandesa. República independiente. ................................................................... 52
3.2.1. El gobierno de Juvénal Habyarimana (1973-1994) ........................................................................ 52
3.2.2. El F.P.R (Frente Patriótico Ruandés) ............................................................................................. 53
3.2.3. Guerra Civil (1ª fase: 1-10-1990/4-08-1993. 2ª fase: 7-04-1994/ 18-07-1994) .............................. 54
3.3. Genocidio ............................................................................................................................................ 57
3.3.1. Causas ............................................................................................................................................. 57
3.3.2. Factores determinantes ................................................................................................................... 60
3.4. Reconocimiento internacional ............................................................................................................. 64
3.4.1. El papel de la ONU en la celebración de los juicios ....................................................................... 65
3.5. ¿Genocidio de Ruanda como producto de la modernidad?.................................................................. 66
3.6. ¿Cómo sigue presente el genocidio en la mente de los ruandeses? ..................................................... 67
4. Análisis comparado entre el genocidio camboyano y el genocidio ruandés ................................................. 69
5. Conclusiones ................................................................................................................................................. 71
6. Bibliografía ................................................................................................................................................... 74
7. Anexos .......................................................................................................................................................... 76
.
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Resumen
El presente trabajo aborda el estudio de dos de los principales genocidios acaecidos en
la segunda mitad del siglo XX, el genocidio de Camboya, llevado a cabo por los Jemeres
Rojos y el de Ruanda, puesto en marcha por una facción hutu. En ambos casos, el desarrollo
de estos procesos está íntimamente relacionado con los problemas internos que atraviesan los
dos países en ese momento. Los casos de Camboya y Ruanda no dejan, por tanto, de
reproducir los hechos que con el fin del nazismo parecían haberse olvidado: la persecución de
una etnia, grupo social o político concreto que representan un “peligro” para el estado. El
conocimiento de estos hechos es de vital importancia para comprender como, dos pequeños
países, localizados en continentes distintos y separados por 8.500 kilómetros
aproximadamente, fueron capaces de originar procesos tan similares, alejados veinte años en
el tiempo, con el mismo resultado: el exterminio de una parte de su población.
Palabras Clave: Genocidio, Camboya, Ruanda, Jemeres Rojos, Hutus, Etnia, Grupo
social, exterminio.
Abstract
This academic paper will consist on the study of two of the main genocides that took
place in the second half of the 20th century, the genocide of Cambodia, carried on by Khmer
Rouge and the one of Rwanda, leaded by Hutu. In both cases, the development of these
processes is closely related with the internal problems that these two countries were facing in
that moment. The cases of Cambodia and Rwanda reproduce the facts that seemed to be
forgotten with the end of the Nazism period: the persecution of an ethnic, social or political
group that represent a threat for the nation. The knowledge of these facts is absolutely crucial
to understand how two little countries located in different continents and separated by,
approximately, 8 500 kilometers were able to originate such similar processes, separated by
twenty years in time with the same result: the extermination of an important part of its
population.
Key words: Genocide, Cambodia, Rwanda, Khmer Rouge, Hutus, Ethnic Group,
Social Group, Extermination.
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1. Introducción
Quizás no haya mejor manera de empezar este trabajo que citando a quien ha vivido,
en primera persona, el horror de las limpiezas étnicas y los genocidios… Decía Primo Levy,
“Existe Auschwitz, por tanto no puede haber Dios”, y no hay mejor manera de expresar algo
de ese calibre con tan pocas palabras. Es algo indudable que, como especie, nuestra historia
lleva ligada una parte oscura, algo que saca lo peor de nosotros, pero quizás sea el Siglo XX
donde los limpiezas étnicas se han manifestado en todo su apogeo, con la radicalización de
discursos y posturas que han ocasionado genocidios en masa por todo el mundo.
Sí que hay claro un punto: los antecedentes, para la mayoría de estas políticas
genocidas en el Siglo XX, están íntimamente relacionados con algunos de los acontecimientos
que se desarrollan en el XIX. Así, el conflicto colonial de Alemania con los herero está
considerado para muchos como el antecedente directo de la SHOAH, el genocidio de los
armenios entre 1915-1919 que poseía ya antecedentes de matanzas hacía este sector por parte
de la población otomana desde finales del XIX, y un tercer caso aplicado a España, dónde el
estallido de la Guerra Civil hizo que salieran a la luz toda una serie de problemas sociales y
políticas que arrastraba el país desde el XIX y que para muchos eran los males de la patria
(intento de convertir en laico el estado, que llegará la democracia…) llevarían a que, en 1936,
al margen del conflicto civil, se produjera una feroz persecución, por uno y otro bando, con
miles de fusilados y desaparecidos.
Muchos han señalado una continuidad en los procesos genocidas del siglo XX, desde
la Primera Guerra Mundial hasta el fin de la Segunda. Pero esto tendría más sentido si, en
lugar de servirnos de este período de tiempo, nos retrotraemos en el tiempo, en concreto al
final del siglo XIX, momento en el que la radicalización de los discursos nacionales y la
aceleración del movimiento imperialista desde 1890 a 1945, en relación a la necesidad del
hombre europeo de demostrar su superioridad sobre el resto de razas. Sí que hay que matizar
una cuestión:
-La evolución y radicalización de las violencias de masas se dieron con más frecuencia
en las zonas que se encontraban construyendo su identidad nacional durante el siglo XIX, no
siendo un fenómeno tan recurrente en las democracias ya consolidadas, que también tendrían
estos procesos.
-El antisemitismo, que existía desde épocas anteriores, en estos momentos adquirirá
unos tintes mayores, siendo el Holocausto judío el paradigma de esta situación, quedando de
nuevo Alemania como el ejemplo más claro de lo dicho anteriormente.
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-La continuidad que se señalaba por algunos historiadores de los procesos genocidas
desde 1914 a 1945 no sería tal, sino que, la primera fecha, habría que retrotraerla hasta finales
del siglo XIX, ya que durante el XIX, hay muchos antecedentes, en especial en las políticas
coloniales de las potencias europeas, que marcarían la ruta a seguir por muchos de los
genocidios en el XX. Es indudable el impacto que la 1ª Guerra Mundial tendría sobre la
mentalidad y manera de hacer las cosas, tanto en la guerra convencional, como en el trato al
enemigo, lo que cambió la situación por completo: las sangrientas consecuencias del conflicto
iban a tener unas fuertes repercusiones, pues, desde ese momento, las guerras futuras no
serían con el propósito de derrotar al enemigo, sino que había que aniquilarlo, que no quedara
rastro de él. En esta nueva manera, de hacer la guerra y de acabar con el enemigo, Alemania
sería la que llevó a las máximas consecuencias esa política.
La derrota y el duro armisticio que le obligaron a firmar como única culpable del
conflicto, llevo a que su firme deseo desde ese momento, y en especial con el ascenso de
Hitler al poder, fuera el de acabar con los que él consideraba como culpables, dirigiendo las
peores consecuencias de su política a la persecución indiscriminada de los judíos.
-La modernización de los conflictos puede decirse que sería otro punto de inflexión.
Desde la Primera Guerra Mundial se va a producir una inversión en el número de víctimas,
pues ya no serán militares los principales damnificados en los conflictos sino la población
civil, presa de la acción de la guerra aérea, como una de las estrategias de uno y otro bando de
acabar con el enemigo como fuera. No sólo se llevarían a cabo por Alemania, también lo
realizarían soviéticos, británicos y norteamericanos durante el conflicto.
Sí creo, necesario, hacer una matización más antes de meternos de lleno en el
genocidio armenio como caso introductorio a lo que serán los procesos genocidas del siglo
XX. Los genocidios no son un fenómeno único de Europa Occidental en esos momentos, sino
que también se van a dar procesos de este tipo en Europa del Este, respondiendo a procesos
similares a los mencionados anteriormente: la guerra civil que asoló a la URSS al inicio de su
aparición, los planes quinquenales y las conocidas purgas de Stalin… a lo que habría que
sumar la persecución a determinados sectores en un contexto en el que ya se había conocido
el horror de la barbarie nazi.
Dentro del propio siglo XX, el siglo que va a ocupar el grueso de este trabajo, hay que
referirse a un hecho concreto: el genocidio de los armenios. Para la mayoría de historiadores,
las persecuciones y matanzas que el régimen de los Jóvenes Turcos llevaría a cabo, no se
habían iniciado en la Primera Guerra Mundial, sino que ya desde el XIX se habían venido
originando. El grueso de este proceso quedaría enmarcado, cronológicamente, a finales de la
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Primera Guerra Mundial, conformándose como el antecedente más directo de toda la serie de
limpiezas étnicas que se sucederían a lo largo de todo el siglo XX. El desarrollo de la Primera
Guerra Mundial pondría las condiciones más adecuadas para el desarrollo de dicho proceso.
Al igual que sucedería años después con el nazismo, los Jóvenes Turcos extrapolaron las
teorías darwinistas de evolución social a la construcción de su nación, eliminando a las
consideradas como “razas inferiores”.
Aunque durante toda su historia, el pueblo armenio había sido un pueblo muy
perseguido, la decisión de su exterminio se tomó entre el 20 y el 25 de marzo de 1915 y,
aunque en un principio, se pretendía llevar más a cabo un proceso de deportación que de
eliminación, la eliminación acabó triunfando tras la reunión de la CUP de febrero de 1915. El
resultado de esas políticas sería que, si a inicios de la Primera Guerra Mundial, la población
armenia con la que contaba el Imperio Turco era de 2.000.000 de personas, a fines del
conflicto únicamente quedaban 500.000 armenios. Entre 1.300.000 y 1.500.000 de armenios
fueron eliminadas mediante matanzas, deportaciones o políticas de asimilación radical. El
proceso, aún hoy día, sigue siendo un completo desconocido debido a la enorme complejidad
en su desarrollo, así como a la negativa de determinados países a reconocer que éste
genocidio se dio lugar.
Con todo lo anterior ya, sí se puede hacer referencia a la aparición del término
genocidio. Surgido por primera vez en el período de entreguerras con los estudios de Rafaël
Lemkin, jurista judeo polaco, que conocía de primera mano estos acontecimientos al huir de
la persecución nazi en 1939. En sus estudios, realiza una comparativa entre las políticas de
exterminio que se han llevado a cabo a lo largo de la historia, en la que el régimen de Adolf
Hitler es uno de los ejemplos más claros. Lemkin no designa un fenómeno de nueva aparición
en el Siglo XX, lo que hizo es dar nombre a una de las prácticas más recurrentes durante la
historia de la humanidad. Rafaël Lemkin definió el genocidio como: “La puesta en práctica
de acciones coordinadas, que tienen como objetivo la destrucción de los fundamentos
esenciales de la vida de grupos nacionales, con el objetivo de aniquilar a los mismos. Los
objetivos de dicho plan serían la desintegración de las instituciones políticas y sociales, la
cultura, el lenguaje, los sentimientos nacionales… El genocidio estaría dirigido en contra del
grupo nacional como entidad, y las acciones que van asociadas a los actos de genocidio,
están dirigidas en contra del individuo. No es a título personal, sino como miembros del
grupo nacional perseguido”.
(Lemkin. R, El poder del eje en la Europa ocupada, 1944: 79-95).
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En la conceptualización del término “genocidio”, el nazismo y sus actos iban a tener
una importancia vital, ya que cuando se conoce el alcance de la locura nazi y sus más
profundas consecuencias, las Naciones Unidas se veran obligadas a reformular este concepto,
con el fin de incluir a grupos que, en un principio no se habían incluido, pero que el nazismo
se habría encargado de que acabaran dentro.
Michael Mann daría otra definición. Para él, el genocidio es el grado más extremo de
las violencias intergrupales, así como el más extremo de todos los actos que conforman las
políticas de limpieza étnica: en sus estudios habla de que aproximadamente 70 millones de
personas perecieron bajo estos procesos de eliminación étnica, que iban asociados a una
extrema crueldad. Por tanto, su impacto en el siglo XX sería devastador.
Los casos de Camboya y Ruanda, que aquí se estudian, son dos ejemplos de procesos
genocidas en el último tercio del siglo XX, dónde se superponen una serie de problemas como
son: conflictos bélicos internos que radicalizan posturas, minorías que controlan el poder sin
beneficiar a la mayoría, facciones ideológicas que consiguen radicalizar a la mayoría social
contra un fin común como es la aniquilación de esas minorías… Tanto los Jemeres Rojos
como los hutus intentaron una modernización acelerada del país, sin tener en cuenta la
importancia de unas bases bien sólidas que pudieran resistir los problemas a los que se
enfrentaba cada país. El fracaso de estas modernizaciones fue visto como un ataque interno,
es decir, como el intento de desestabilizar los nuevos regímenes por parte de los que
anteriormente habían sustentado el poder. El resultado de esto está claro: Camboya perdió
casi 2.000.000 de personas en el período de Pol Pot en el poder y, en el caso de Ruanda,
800.000 personas en apenas unas semanas. Aunque desconocidos para una gran mayoría, para
muchos se han convertido, junto con la Shoah, en los grandes genocidios del siglo XX, y los
que mejor ejemplifican las tesis de Mann de que “la limpieza étnica es el auténtico lado
oscuro de la democracia, así como que los países que más rápida y tardíamente se han
democratizado son los que mayor posibilidades tienen de sufrir limpiezas étnicas”1.
Los principales objetivos, que persigue este trabajo, han sido: un breve acercamiento a
la evolución de las limpiezas étnicas a lo largo de la historia como introducción general a la
temática a tratar; el análisis de dos de los principales procesos genocidas de la segunda mitad
del siglo XX, en concreto los casos de Camboya y Ruanda. Estas limpiezas étnicas, en
muchos momentos, se han visto eclipsadas por el peso que Shoah sigue teniendo en la
mentalidad académica. Dentro de estos procesos, el análisis de la situación que vivía cada
1Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 12 (tesis 1), 14 (tesis 1.c).
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zona en el momento en que se desarrolla el genocidio resulta de vital importancia para su
comprensión. Otro de los puntos a tratar es la desmitificación de que los genocidios se
producen de manera aislada, sin relación con el contexto que en ese momento vive cada zona,
algo totalmente falso, ya que estos procesos están íntimamente relacionados con la situación
que cada país atravesaba. El papel de la ideología, a la hora de que se den estos procesos,
también es vital para comprenderlos. Por otro lado, se verá como el reconocimiento
internacional y el juicio de estos actos, a través de la constitución de Tribunales especiales por
la ONU, constituye un paso de vital importancia para la posterior reconciliación. Una cuestión
final sobre las que hay que llamar la atención: los genocidios de Camboya o Ruanda no
pueden ser reducidos únicamente a la influencia de una persona, sino que ésta se aprovecha de
la desesperación de un grupo mayor sobre una minoría, siendo éste el momento en que hay un
mayor peligro de que se origine el genocidio.
Por lo que se refiere a la metodología utilizada a la hora de elaborar el trabajo, la
principal fuente de información han sido manuales de carácter general sobre los genocidios en
general, así como determinadas obras específicas para cada uno de los temas: biografías,
relatos de supervivientes, discursos propagandísticos… suponen una valiosa fuente de
información para abordar esta temática.
La documentación audiovisual también ha jugado una gran importancia. Una imagen
vale más que mil palabras, y quizás, para un trabajo así, las imágenes que acompañan pueden
dar una idea del alcance y el horror que estas dos zonas vivieron con estos procesos. Uno de
los recursos más importantes a los que he tenido acceso lo constituyen las páginas web del
“Centro de Estudios del Genocidio Camboyano” así como el “Centro de Estudios de los
Genocidios” de la Universidad de Yale, dónde se detallan listas de asesinatos, intervención
exterior, etc. Por último, la cartografía tiene una importancia vital para comprender tanto el
grado de participación como las consecuencias del genocidio en función de cada zona.
La justificación a la hora de elegir este tema de trabajo se debe a que considero que es,
de vital importancia, el conocimiento pleno de esta parte de la historia de la humanidad, tan
olvidada en determinados momentos. Aunque cuando hablamos de genocidio,
irremediablemente nuestra mente lo asocia con la Shoah, no es el único caso de genocidio en
la historia. El conocimiento de estos casos, su análisis y comprensión no sólo ayuda a
entender por qué se originaron, también puede poner las bases para evitar llegar a situaciones
dónde estos vuelvan a originarse, oscureciendo aún más, la historia que está por llegar. Añadir
una última cuestión: a día de hoy siguen produciéndose genocidios a lo largo y ancho del
mundo, y estos están lejos de haber acabado. Pero, cada vez que se originan matanzas o
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persecuciones, también surgen personas que luchan contra esa opresión y que, a veces, dan su
vida por ello. Este trabajo no es sólo un análisis de los peores actos de la humanidad y de
porqué se dan, es también un homenaje a nombres como Vassili Grossman, David Rousset,
Germaine Tillon, Marek Edelman, Van Nath, Françoise Ponchaud, Romeo Dallaire… Son
sólo nombres, pero sin los que la resistencia de los judíos a los nazis no habría triunfado, ni
entenderíamos el horror de S-21 o los acontecimientos desatados en Ruanda, a raíz de la
muerte de Juvénal Habyarimana.
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2. Camboya
Junto con Europa, Asia se ha conformado como una de las zonas en las que,
históricamente, se han desarrollado, de manera continuada, procesos de eliminación racial o
étnica, de los que se tiene constancia desde la aparición de las fuentes escritas. El ejemplo
más claro de estos sería el caso del Imperio Asirio.
Las fuentes antiguas2 refieren a las persecuciones que se desarrollaron en época del
Imperio Asirio. Los judíos habrían sido uno de los principales pueblos en sufrirlas, dejando
constancia de estas en sus textos sagrados. Pero el comportamiento de este imperio no era
siempre así, ya que había estados que rendían juramento, y en los que no era necesario el uso
de la fuerza para someter, su gobierno y administración, a los estados conquistados,
sobreviviendo incluso su cultura3. Pero habría algunos casos dónde la resistencia fue tan
feroz, que el final de esos conflictos ocasionó durísimas represiones y, en algunos casos,
deportaciones. Un ejemplo de esto último sería la rebelión en Babilonia del 689 a.C.
De esta manera, el que, para muchos, habría sido el imperio antiguo más militarizado,
no fue un partidario radical de la eliminación étnica, sino que intentó evitarla siempre que
pudo. Para ello, recurriría más a la asimilación y, en algunos casos, a la deportación, que a la
eliminación de un sector de la población. Las sociedades antiguas no habrían sido, por tanto,
sociedades genocidas, puesto que la clase dominada, a menudo, acababa por asimilar la
cultura de los conquistadores.
“La actitud asiria con una persona se basaba, primero, y principalmente, en su
afiliación política y en el territorio en que vivía, y no en su identidad étnico-nacional, y esa
unidad territorial, en vez de la pureza nacional, determinaba la actitud de los reyes asirios
con las poblaciones conquistadas”.
(Oded, Deportaciones Masivas y deportados en el Imperio Neo-asirio, 1979: 86).
2 Estela de Naram Sin y estela de Bassetki. En ambas se relata la victoria de Naram-Sin sobre los sublevados en
el imperio acadio, sublevaciones que fueron aplastadas con solvencia. 3Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 54-55
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2.1.Antecedentes históricos
2.1.1. Camboya en la etapa precolonial
Camboya es un país del sudeste asiático que limita con Tailandia al noroeste, con Laos por el
noreste y con Vietnam por el este. Antes de la colonización europea, había vivido un período
de máxima expansión territorial y cultural con el dominio del denominado Imperio Jemer. Su
formación se sitúa, aproximadamente, en
el siglo I d.C. y, además del territorio de
Camboya, abarcaba toda la península de
Indochina, extendiéndose por el oeste
hasta la frontera con India y por el Norte
hasta la frontera sur de China (Imagen
nº1). No hay apenas datos que indiquen
cuál fue la evolución de este imperio,
únicamente se conoce la anexión de los
distintos territorios a su alrededor, en lo
que sería la edad dorada de este imperio.
Imagen nº1: Máxima extensión del Imperio Jemer.
Pero en el Siglo XII cambiaría la situación: el año 1177 supondría el fin de la década
dorada del imperio Jemer y de su capital, Angkor Wat. Ese año, la capital fue arrasada y la
familia real masacrada por una de las etnias que poblaban el territorio, la de los cham.
Únicamente sobreviviría un miembro de la familia real que, aunque venció a la etnia de los
cham, no fue capaz de poner freno a la decadencia que había iniciado el Imperio Jemer. La
escasez de datos sobre el período impide un conocimiento más exhaustivo de los hechos.
La invasión del ejército de Siam4 en 1296 capturaría y saquearía Angkor. Desde ese
momento y hasta 1432, los enfrentamientos entre el declinante Imperio Jemer y los
tailandeses se darían sin descanso. Además, Siam presentaba una enorme ventaja respecto al
Imperio Jemer: contaba con las riquezas que el saqueo de sus corsarios habían obtenido de la
capital, Angkor. De esta manera, el siglo XVI se inauguraba en Camboya con el fin del
Imperio Jemer y el inicio de una nueva etapa oscura para este territorio, donde el dominio de
la época anterior había terminado. No sería hasta la llegada de las potencias europeas, y en
4 Siam era el nombre con el que se conocía al territorio de Tailandia tras la invasión de los imperios mongol y
jemer. Este nombre seguiría siendo el oficial hasta 1939, momento en que, por primera vez, pasaría a nombrarse
oficialmente como Tailandia.
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especial, de la anexión de Indochina al Imperio Colonial Francés en el siglo XIX, que la
situación cambiaría.
2.1.2. Camboya en la etapa colonial
La expansión europea por los cinco continentes y el dominio europeo del mundo no es
un proceso contemporáneo, sino que tiene su inicio en un acontecimiento bélico de gran
importancia para Europa: la caída en 1453 de Constantinopla a manos de los turcos. Durante
siglos, el Imperio Bizantino había servido de paso para Europa en el tránsito comercial con la
India, pero esta conquista cerró esta ruta comercial, por lo que los europeos se vieron
obligados a buscar otras alternativas. Los primeros que darían el paso, en el siglo XV, serían
los portugueses, con su llegada al sur de la India en 1498, dejando a su paso toda una serie de
enclaves comerciales por África y Asia. Los españoles se unieron, unos años después, cuando
Fernando de Magallanes junto a Juan Sebastián el Cano llegaron a Filipinas en 1521 y
tomaron esta zona como colonia española. Poco después, se unirían a la conquista de Asia
Gran Bretaña y Francia, los grandes dominadores de la zona desde el siglo XVIII.
Por lo que se refiere a Camboya, el antiguo imperio Jemer había quedado bajo
dominio francés, siendo considerado como protectorado desde 1863, junto a los actuales
Vietnam y Laos. Además, está zona representaba gran importancia para Francia, por su
cercanía con el mercado chino. Pero, en 1867, la metrópoli firmaría un acuerdo con Siam
donde se comprometía a no anexionar la zona sur de Camboya, donde se incluían las
provincias de Battambang y Angkor, la antigua capital jemer5. Aunque “oficialmente”
Camboya continuaba siendo una monarquía, desde el punto de vista práctico Norodom I6 no
pudo hacer nada para poner freno al domino colonial que Francia ejercía sobre el territorio, ni
a la explotación económica que se estaba haciendo de su país. El dominio francés se
acrecentaría cuando, a la muerte del monarca, consiguió que Siam restituyera las provincias
de Battambang y Angkor a Camboya. Pero, desde el punto de vista social, Camboya estaba
viviendo una situación crítica.
Los franceses habían intentado dotar al país de determinadas vías de comunicación,
para que tuvieran un mínimo desarrollo. Pero no era más que un desarrollo encaminado a la
integración del territorio dentro de la península de Indochina, y no, a mejorar, la vida de estos.
5 Con los tratados firmados entre Francia y Tailandia, el sur de Camboya pasaba a formar parte del territorio
tailandés. 6 Norodom de Camboya (Febrero de 1834/ 24-04-1904) se convirtió en el primer monarca que consiguió
entorpecer la empresa colonialista francesa en Camboya, pero los continuos problemas internos durante su
reinado, le llevó a perder importancia en favor de su medio hermano Sisowath, más próximo a los deseos
franceses en la zona.
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Asimismo, la sociedad camboyana sentía que no tenía representación alguna, pues el sistema
político contaba con más vietnamitas que camboyanos. Las relaciones con la metrópoli no
eran, por tanto, las mejores. La situación llegó al punto de no retorno cuando, durante la
Segunda Guerra Mundial, los movimientos por la independencia de las colonias conocieran su
auge.
En pleno contexto de expansión japonesa por el Pacífico, Indochina fue ocupada por el
país Nipón, aprovechando su alianza con Alemania y la derrota de Francia en los inicios del
conflicto. La situación de abandono de las colonias por la metrópoli, les llevó a expulsar a los
invasores por su cuenta. De esta manera, en 1945, con el fin del conflicto mundial, Francia
volvería a asentarse en la zona, pero ya no contaría con los apoyos que había tenido con
anterioridad. Las colonias habían llevado a cabo un esfuerzo bélico igual o mayor que el de
las metrópolis, por lo que se habían puesto en una situación de igualdad. En ese plano de
igualdad exigieron derechos y, uno de ellos, sería el principio de todos los pueblos y naciones
a su autodeterminación e independencia del dominio colonial.
Fuera como fuera, la cuestión es que Francia se vio inmersa en una nueva guerra, esta
vez en el continente asiático, con el objetivo de continuar el domino que había mantenido en
la zona hasta la Segunda Guerra Mundial, otorgando a sus colonias toda una serie de
concesiones como fueron mayores libertades económicas. Pero Francia no pudo frenar el
proceso, en parte, alentado por Estados Unidos7.
2.1.3. Camboya en la etapa Post-colonial
A inicios de la década de los setenta, en plena Guerra Fría, Camboya empezaba a
conformarse como estado-nación. Había pasado una década desde que había obtenido su
independencia de Francia (1953). El país se conformaba como una sociedad totalmente rural
que empezaba a despegar económicamente, además de que era una sociedad dónde la mayor
parte de la población no tenía estudios. Su economía dependía por completo de la ayuda que
le brindaba Estados Unidos. Pero, la situación que se vivía en la capital, Pnom Penh, era muy
distinta. Localizada en el encuentro fluvial de los ríos Alto Mekong, Bajo Mekong, Bassac y
Tonlé Sap no poseía, a inicios de los años setenta, una potente industria, pero sí que ganó
7 En el nuevo contexto internacional, la presencia de los viejos imperios coloniales eran un serio perjuicio a los
intereses de Estados Unidos, debido a las políticas proteccionistas que existían en torno al comercio con las
colonias. Con la expulsión de Francia de Indochina, tras la Primera Guerra de Vietnam, Estados Unidos buscó
afianzar su poder en la zona, en un intento de ocupar el papel que había tenido Francia, y como freno a la
expansión del comunismo por el sudeste asiático.
15
importancia por la actividad comercial. La política y la economía del momento se regían por
lo que se ordenaba desde la monarquía, encabezada por el príncipe Sihanouk8.
Norodom Sihanouk nació en 1922, siendo nombrado rey por los franceses cuando
tenía diecinueve años. La razón de este nombramiento tan temprano fue que los franceses
pensaron que por su edad podría ser fácil de manipular. Doce años después, en 1954, se
convertiría en el héroe de Camboya, al conseguir la independencia definitiva de Francia. La
salida de los franceses dejó una monarquía que seguía manteniendo rasgos feudales, cargada
de misticismo y religiosidad. Los franceses no se habían molestado para nada en adaptar la
institución a la nueva situación a la que se enfrentaba el país, sino que se sirvieron de una
monarquía atrasada para ejercer el dominio colonial. Tras conseguir la independencia, el
príncipe abdicó en su padre en 1955.
Una vez se liberó de su cargo, procedió a formar un nuevo partido, el Sangkun9,
convocando, además, elecciones el mismo año. Ganaría las elecciones y sería nombrado como
primer ministro de Camboya, intentando, desde ese momento, que Camboya fuera
independiente, económica y políticamente, así como reafirmar una posición de neutralidad10.
Pero esta neutralidad le fue muy complicada mantenerla, pues Estados Unidos le presionaba
constantemente para que apoyaran su lucha contra el comunismo en Vietnam, por lo que tuvo
que apoyarse en China en su intento de mantener dicha neutralidad. Las presiones que
Estados Unidos ejercía, llevarían a Sihanouk a iniciar una violenta represión contra el
comunismo que llevó a que, este movimiento, pasara a la clandestinidad.
El crecimiento económico que Camboya presentaba en ese momento, estaba en
relación a la ayuda norteamericana. Pero sólo veía reflejo de esta inversión en las ciudades,
creando una clase social media en el país. Al mismo tiempo, en el campo, la situación se hacía
insostenible: los beneficios de las plantaciones iban a las ciudades, los campesinos se
quedaban sin tierras debido a que no podían hacer frente a las deudas que tenían, etc. La
situación económica empeora en ese momento, debido a que Sihanouk se aleja de la esfera de
Estados Unidos, intentando mantener así la neutralidad que había deseado desde un principio
para Camboya. Pero él sabía que esa neutralidad, tan deseada por otro lado, no iba a ser bien
8 Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2009:393. 9 El Sangkun se constituyó como partido, a partir de la unión de las familias más poderosas y los líderes de las
diferentes ideologías que veían a Sihanouk como su líder. Sus bases eran socialistas pero en la práctica apoyó
iniciativas empresariales de tipo capitalista, en especial las que contaban con capital francés. 10 Sihanouk participó en 1955 en la conferencia fundadora del Movimiento de Países No Alineados, que se
celebró en Bandung. En esta conferencia se firmó un acuerdo, por parte de la mayoría de países que habían
obtenido recientemente su independencia, de mantenerse neutrales de los problemas entre Estados Unidos y la
URSS. Al final, acabarían por convertirse en el escenario dónde se dirimirían estos conflictos de la Guerra Fría.
16
vista por Estados Unidos. Sihanouk veía que el desarrollo de la guerra de Vietnam sólo podría
dejar un resultado, la derrota de Estados Unidos. Pero para que esto no se interpretara como
un giro hacia el comunismo, iniciaría una caza de brujas contra el comunismo camboyano, a
imitación de lo que había pasado en Indonesia11.
El neutralismo político tuvo consecuencias políticas y económicas, pues aunque
Camboya pasó de tener como aliado a China, que ocupó el lugar de Estados Unidos, la ayuda
que recibió no podía llegar a ser la misma, por una serie de razones: no tenía el mismo peso
económico un país que otro, además, Camboya no tenía ningún interés en que la pudieran
considerar comunista, ya que, esto, habría significado, automáticamente, pasar a ser
considerado como país enemigo de Estados Unidos.
Pero la neutralidad que Camboya deseaba pronto se volvió en su contra: en 1969
Sihanouk veía cómo su posición de poder iba, poco a poco, debilitándose, debido al
empeoramiento económico del país. Camboya había sufrido en 1966, un descenso en sus
exportaciones comerciales, coincidiendo con el alejamiento de Camboya de las políticas
estadounidenses. Al acabar con la alianza que mantenía con Estados Unidos, pasaron a
establecer relaciones comerciales con Vietnam, con el fin de poner en mercado el producto
que más abundaba en su país, el arroz. Esta maniobra, de acercamiento comercial, no fue bien
vista en Washington, lo que marcaría el fin del régimen de Sihanouk.
En 1970, el general Lon Nol, con el apoyo de Estados Unidos, aprovechó la ausencia
del monarca para dar un golpe de estado y proclamar la República. El golpe de estado acabó
con las pretensiones de Sihanouk de conseguir el desarrollo de su nación. Pero el nuevo
gobierno, también, se mostró incapaz de dar solución a los acuciantes problemas de la nación:
el nuevo gobierno sólo contó con el apoyo de las zonas urbanas, ya que estas habían sido las
grandes perjudicadas de los intentos de modernización de Sihanouk. Las zonas rurales fueron
las más afectadas por el fin del régimen de Sihanouk: veían a la ciudad como la principal
causante del golpe de estado de Lon Nol.
Por su parte, Estados Unidos había ganado un aliado en su lucha contra el comunismo
en el sudeste asiático. La falta de apoyo, que en el período de Sihanouk había sido el elemento
11 Al margen del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) y del PCCh (Partido Comunista Chino), el
PKI era el nombre del partido comunista indonesio que, tras los de la URSS y China, era el partido comunista
con un mayor número de afiliados a nivel mundial, con aproximadamente 3.000.000 de personas afiliadas. El 30
de septiembre de 1965, el general Suharto organizó una feroz persecución contra el PKI, con la ayuda de Estados
Unidos, que ocasionó la muerte de 500.000 personas y la destitución de Sukarno como presidente de Indonesia.
17
dominante, había dado paso a una nueva situación, donde el país fue sometido a bombardeos,
iguales a los que se habían dado en Vietnam12.
2.1.3.1.Campaña de bombardeo de Estados Unidos
El golpe de estado de Lon Nol inició un conflicto militar interno en el propio país. Por
un lado, se estableció una alianza entre los principales líderes comunistas del momento, junto
con el Sihanouk, para acabar con la situación que vivía Camboya. Por otro lado, estaba la
alianza que Lon Nol mantenía con Estados Unidos, la que implicó, entre otras cosas,
bombardeos masivos de población inocente, en un contexto de persecución extrema contra el
comunismo vietnamita.
Camboya sería sometida a un intenso bombardeo por parte de Estados Unidos ya
desde el inicio del conflicto en Vietnam. El estudio de este acontecimiento ha revelado que el
inicio de los bombardeos no se produjo bajo el mandato de Nixon, sino con Lyndon B.
Johnson. El impacto, de esta campaña, es más que evidente hoy día. Las bajas civiles en
Camboya por estos bombardeos, llevaron a que la población, enfurecida, se lanzase a los
brazos de la ideología Jemer, en un intento de poner fin a la situación de guerra que vivía el
país desde el golpe de estado de Lon Nol13.
Richard Nixon telefoneó a su asesor de seguridad, Henry Kissinger, el 9 de diciembre
de 1972, con un objetivo: discutir la continuidad de los bombardeos en Camboya. Los ataques
de la USAF, en Camboya, se habían iniciado, como ya se ha dicho anteriormente, con
Johnson en el poder, y se habían arrojado 475.515 toneladas de bombas sobre este país. Pero
Nixon se enfrentaba a un problema muy serio: con respecto a este tema, la sociedad
norteamericana estaba totalmente en contra del conflicto en el sudeste asiático; además, el
Congreso de Estados Unidos se había opuesto a la política norteamericana en la península de
Indochina.
El giro de acontecimientos en la Guerra de Vietnam llevó a que el bombardeo de
Camboya y de Vietnam se realizara de manera secreta. La promesa de Nixon de mantener a la
USAF alejada de la frontera con Camboya no se cumplió y, Alexander Haig14, transmitió las
órdenes del presidente del bombardeo de Camboya.
12 La impopularidad de la que gozaba la Guerra de Vietnam en Estados Unidos había llegado a tales extremos
que la administración Nixon mantuvo en secreto los bombardeos sobre Camboya. 13 Kiernan. B y Owen.T,” Bombs over Cambodia”, 2006. 14 Ha sido uno de los principales generales de la historia de Estados Unidos. Participó en las guerras de Corea y
de Vietnam, hasta que en 1970 pasó a trabajar a Washington bajo las órdenes de Kissinger. Se convirtió en el
más firme defensor de la campaña de bombardeo masivo sobre Camboya. Se iniciaba, de esta manera, la
Operación Menu. (Powell. C, “Henry Kissinger y la Guerra Fría”, 2012)
18
“Él (en referencia a Nixon) quiere un bombardeo masivo de Camboya. Él no quiere
que se oiga nada. Es una orden. Tiene que ser cumplida. Cualquier cosa que vuele o
que se mueva. ¿Lo has entendido?”.
(Transcripción de las órdenes de Kissinger15 al General Alexander Haig, sobre la orden de
Nixon de bombardear Camboya).
La brutalidad de esta campaña ha hecho de Camboya el país más bombardeado de la
historia: si se pone en perspectiva, las potencias aliadas arrojaron, durante la Segunda Guerra
Mundial, 2.000.000 de toneladas de bombas durante todo el conflicto16. Camboya recibió
2.756.941 de toneladas. El brutal bombardeo se excusó dentro de la lucha que Estados Unidos
mantenía contra el comunismo a nivel internacional, donde, una de las principales luchas, se
mantenía en la península de Indochina. La desclasificación de documentos, durante la
administración Clinton, ha sido una de las principales bazas para el conocimiento de este
hecho.
La última fase de esta campaña de bombardeos se inició el 2 de agosto de 1973 y
respondía a un objetivo: frenar el avance de los Jemeres Rojos hacía Pnom Penh, por el temor
a que el comunismo se instalara en el gobierno en un nuevo país. Se intensificó así la
campaña de bombardeos de los B-52, que terminó afectando a todo el país, aunque en un
principio se preveía sólo para los alrededores de la capital (Imagen nº2).
Imagen nº2: mapa del bombardeo de Camboya entre 1965-1973
15 Por su forma de practicar política internacional, Kissinger no será recordado en la historia como es recordado
Bismarck, sino como un odioso chapucero, sin problemas en llevar acabo la guerra alegremente (Heller, Trampa
22). Debido a sus acciones en los conflictos que participó, Kissinger fue acusado de crímenes de guerra por
Seymour Hersh. 16 En los 2.000.000 de toneladas se incluyen los 15.000 y 20.000 toneladas que recibieron Hiroshima y Nagasaki,
respectivamente, en el final de la Segunda Guerra Mundial.
19
Los bombardeos seguían sin tener sentido para muchos, ya que no había indicios de
que los comunistas de Vietnam estuvieran manteniendo redes de abastecimiento, tal y cómo
Estados Unidos había denunciado. Lo que sí está claro es que Estados Unidos veía al Jemer
Rojo como una evolución del comunismo vietnamita y, por tanto, debía acabar con él. No
pareció darse cuenta del error que eso representaba, pues el Jemer Rojo nació como una
ideología totalmente aparte del resto del comunismo. No concebían la idea de que la Guerra
Civil camboyana no era una parte más de la Guerra de Vietnam, sino un conflicto propio
interno.
Hay otra cuestión referente a los bombardeos, ¿por qué no se les puso fin en 1973,
cuando Vietnam y Estados Unidos firmaron los acuerdos de París?; ¿qué razón podía tener
Vietnam para abandonar a Camboya a su suerte? Con respecto a la primera cuestión, el
encargado del departamento de defensa, Kissinger, no pareció darse cuenta de que el
comunismo, desarrollado en Camboya hacía mucho tiempo, no tenía nada que ver con el
comunismo practicado en Vietnam. Por lo que refiere a la segunda cuestión, parece que fue un
castigo por parte de Hanoi a los comunistas camboyanos, por alejarse de sus directrices
ideológicas (que más adelante serán explicadas detalladamente)17.
En un principio, los bombardeos respondían, por tanto, al objetivo de acabar con la
huida masiva de comunistas vietnamitas a Camboya, por lo que Camboya acababa, de esa
manera, por convertirse en protagonista de la Guerra de Vietnam. Pero el fin del conflicto no
puso fin a los bombardeos, por lo que el discurso de los Jemeres, y la posición de la mayoría
de la población se radicalizaron, no sólo contra Vietnam y Estados Unidos, sino contra
algunos sectores de su sociedad. Es en este momento, cuando Pol Pot y los Jemeres Rojos
llegan a adquirir la importancia que tuvieron. Pero ¿quiénes eran los Jemeres Rojos? Y sobre
todo ¿quién era Pol Pot?
2.2.Breve biografía de Pol Pot, su ideología y su papel en la solución del conflicto
Saloth Sar (1925-1998), era el nombre original de Pol Pot. Había nacido dentro de una
familia acomodada para lo que era la sociedad camboyana del momento, en un pueblo de la
provincia de Kompong Thom. Su padre, Phen Saloth, poseía una pequeña parcela de tierra
que trabajar, lo que lo convertía en un próspero hacendado. La hermana de Saloth Sar era una
consorte real en la capital y su hermano Suong se había convertido en oficial de protocolo en
17 Bruneteau. B, El Siglo de los Genocidios, 2004: 171.
Aguirre. M, Camboya El Legado de los Jemeres Rojos, 2009: 97,103, 101.
Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 393
20
palacio. De hecho, sería enviado a palacio con seis años para seguir el ejemplo de sus
hermanos. Las relaciones que la familia de Saloth Sar había establecido con la monarquía le
sirvieron para tener acceso a la mejor educación posible. Debido a su estancia en palacio, Sar
pronto se daría cuenta de los problemas que presentaba Camboya: el fuerte dominio colonial,
una capital habitada por minoría extranjera, dónde destacan comerciantes chinos y
vietnamitas. Esos mismos comerciantes serían los que tiempo después sufrirían el genocidio
camboyano.
A finales de los años cincuenta, cuando cuenta con 23 años, Saloth Sar recibiría una
beca por parte del gobierno francés para estudiar en París. Su estancia en la capital francesa
no se limitó solamente a los estudios, sino que allí entró en contacto con el nacionalismo
anticolonial, lo que iba a tener un enorme peso a la hora de conformar su pensamiento e
ideología. Conoció de primera mano el pensamiento revolucionario francés, donde se hacía un
llamamiento para poner fin a la burguesía y los residuos monárquicos18 que seguían presentes
en Camboya. Sar, conoció, desde Francia, el gobierno de Stalin19, el inicio de la Revolución
China, la guerra de Corea, etc. Acontecimientos que añadieron una fuerte carga
anticosmopolita y antioccidental a su ideología.
Es muy seguro que, además de ser testigo, participara de manera activa en las
revueltas de Paris de 1952 contra el general Ridgway, por lo que, en poco tiempo, habría
asimilado la ideología de izquierdas y, tomado, a Jacques Duclos, Charles Tillon20…, como
modelos a seguir. Pero hay un elemento más que diferenciaría la futura Kampuchea
Democrática del resto de movimientos comunistas del momento: la importancia que la
etnicidad adquirió en poco tiempo, a la que se hará alusión en el siguiente punto.
En 1953 regresó a Phnom Penh, donde trabajaría como profesor de bachillerato. En
1963 es nombrado secretario general del KPK, debido al asesinato del anterior líder del
partido comunista camboyano, Tou Samouth, dándole un nuevo rumbo al partido, ya que
implementó una nueva ideología basada en la idea de que el comunismo que había que seguir
en Camboya debía alejarse del rumbo que había tomado el de Vietnam, para acercarse más al
chino. Pero la posición adoptada por Sihanouk con respecto al comunismo, llevó a Pol Pot y
su camarilla a refugiarse en la selva de Tailandia hasta 1970.
18 Acabar con la burguesía y con los residuos monárquicos fueron los pasos a seguir durante la fase radical de la
Revolución Francesa, durante el período del terror, cuyo máximo exponente fue Maximilien de Robespierre. 19 Las fuertes purgas que Stalin llevó a cabo, en el seno del PCUS durante su estancia en el poder, servirían de
inspiración a Pol Pot sobre la idea de aplastar cualquier disidencia en el seno del partido. 20 Algunos de los principales dirigentes comunistas del PCF de ese momento.
21
A finales de 1969, el momento de máxima debilidad del gobierno de Sihanouk, los
Jemeres Rojos aún eran un grupo extremadamente minoritario por una serie de causas. El
alejamiento de la postura de Sihanouk con respecto a Estados Unidos, había dejado al país en
una posición muy complicada: había conseguido la tan ansiada neutralidad después de mucho
tiempo, pero la relación que había establecido con China parecía indicar un acercamiento
ideológico de Camboya con el otro gigante comunista del momento. El precio parecía ser
muy alto, convertirse en enemigo de la mayor potencia militar y económica del mundo,
Estados Unidos. China, en ese momento, no podía rivalizar ni económica ni militarmente con
el potencial norteamericano. Camboya quedaba, así, en una situación de desamparo y peligro.
Sihanouk, en un intento de remediar la situación y suavizar las relaciones con este país, inició
una persecución feroz contra el partido comunista, pasando a ser el asesinato de comunistas
una práctica común en ese momento. El proceso fue similar al que se dio en Indonesia a
finales de 1965 cuando, el 30 de Septiembre de ese año, se inició una feroz persecución contra
el PKI que se saldó con la muerte de medio millón de personas y el arresto y encarcelamiento
de otro millón más. En Camboya, el proceso ocasionó la muerte del dirigente del partido
comunista, Tou Samouth, y la llegada de Pol Pot a la dirección.
La política represiva de Sihanouk había conseguido los resultados esperados en poco
tiempo, pero tendría desastrosas consecuencias para Camboya: momentáneamente, se había
cerrado la puerta política al comunismo, cierto, pero se había abierto la de la lucha armada.
Esa exclusión de la política sería la que, para muchos, marca el inicio de la tragedia que
Camboya viviría años después. Sihanouk, asimismo, sumó, sin quererlo, adeptos a la causa
comunista. En 1968, el campesinado de la provincia de Battambang se alza en armas contra el
gobierno que los había desalojado de sus tierras, siendo reprimidos de manera brutal. La
represión de la seguridad monárquica la habían sufrido, de esa manera, los jemeres y los
campesinos, lo que los pondría en contacto y convertiría en aliados contra esa misma causa21.
Durante esos siete años de “exilio”, su principal dedicación iría encaminada a inculcar su
ideología a sus seguidores, hasta que, en marzo de 1970, volvieron a la escena política.
La diferencia que en los años sesenta había entre campo y ciudad era enorme. Para
muchos habitantes de la ciudad, los habitantes de las zonas rurales eran extranjeros: llevaban
un modo de vida distinto, su lengua era diferente, su religión también, etc. Además, los
estándares actuales que tenemos de lo que es rico o no, no podían ser aplicados a la Camboya
21 Pol Pot ganó, sin quererlo, adeptos a su causa cuando los campesinos se vieron abandonados y perseguidos por
el monarca, que sólo mantuvo su favor a las ciudades (Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 393-
406).
22
de ese momento: en las zonas rurales ser rico significaba tener objetos tan simples como un
reloj o una parcela de tierra propia, mientras que en las ciudades ser rico se equiparaba con
tener una vivienda y un coche. La política económica que la monarquía puso en marcha no
pudo acabar con esas enormes diferencias que acabaron por separar el país, y que, tras la
guerra civil, no harían sino aumentar. Es más, es este el momento en que más campesinos sin
tierra hay en Camboya. La consecuencia de esto fue el aumento del odio del campo hacia la
ciudad, pues se reforzaba la idea de que la ciudad se estaba enriqueciendo a costa del trabajo
rural22.
La independencia de Camboya en 1953 del control de Francia, no había traído la
independencia que el país aspiraba a conseguir, pues, esa posición, fue rápidamente ocupada
por Estados Unidos. Esto se debe al intento de éste de frenar la expansión del comunismo por
el sudeste asiático. El conflicto de Vietnam responde, básicamente, a ese objetivo. Pero
Camboya presentaba una situación totalmente opuesta a la de Vietnam. Era un país totalmente
atrasado en todos los aspectos de la vida diaria, que veía como la corrupción dominaba la vida
política de su país, y cómo el monarca, a pesar de su empeño, no dejaba de ser un títere de los
intereses oligárquicos camboyanos y de los intereses económicos occidentales. Este marco, de
corrupción y descontento generalizado, fue aprovechado por Pol Pot y los Jemeres Rojos para
hacerse con el poder y atraer a su causa a la mayoría social de Camboya. Pero, ¿quiénes eran
estos?
2.2.1. ¿Quiénes eran los Jemeres Rojos? ¿Cómo pudieron llegar al poder?
Jemeres Rojos fue la denominación que adoptaron los miembros de Kampuchea
Democrática seguidores de la ideología promulgada por Pol Pot. La adopción de su nombre
hacía referencia al pasado imperial de Camboya, cuando la etnia Jemer23 había dominado toda
la península de Indochina. Ese nombre sería con el que se conocerían a nivel internacional. La
mayor parte de sus líderes habían recibido formación académica en Francia, durante los años
50, integrándose en partidos políticos de afiliación comunista hacia 1951. Su ideología se
basaba en una interpretación propia y subjetiva de extrema izquierda de la ideología maoísta,
haciendo especial énfasis en:
-Agrarismo radical: la defensa del campesinado sobre las clases urbanas. El Jemer
Rojo abogaba por una sociedad comunista de tipo agraria, basada en el igualitarismo, por lo
que nadie podía tener más que el resto del país. Se prohibió, de esta manera, la propiedad
privada, así como la comida, ya que ésta era repartida por el Angkar.
22 Aguirre. M, Camboya El Legado de los Jemeres Rojos, 2009: 83, 89-92. 23 La etnia Jemer es la etnia mayoritaria en Camboya desde final del siglo V y principios del VI.
23
-Anticolonialismo basado en un fuerte discurso nacionalista: una ideología
anticolonialista con tintes nacionalistas que acabaría adoptando posturas extremadamente
racistas.
-Rencor a los vietnamitas, por el dominio que Vietnam había ejercido tiempo atrás
sobre Camboya. Un odio acrecentado cuando Kampuchea Democrática se sintió abandonada
por Vietnam en su lucha por establecerse en el poder.
-Anticonsumismo: en relación al anticolonialismo, se apostaba por un incremento del
mercado nacional, exportando lo estrictamente necesario. Con esta medida se perseguía poner
fin al dominio americano sobre los productos camboyanos.
Además, desde el punto de vista ideológico, el comunismo “practicado” en Camboya
no podía ser más diferente del que se estaba imponiendo en Vietnam. Camboya era más
partidaria de seguir la línea que se seguía en China, mientras que Vietnam era más partidaria
de las directrices que se promulgaban desde la URSS24. Para Vietnam, esto era algo terrible,
puesto que significaba que estaba rodeada de países enemigos, aunque fueran comunistas
como ellos. Además, Camboya, estaba sufriendo, cada vez más, las consecuencias de un
conflicto en Vietnam del que era participe sin quererlo, lo que convirtió al país en un títere de
la Guerra Fría.
A la altura de 1970, Vietnam, inmerso en su propia guerra contra Estados Unidos, se
encargó de proporcionar adiestramiento y armas a las milicias de Jemeres Rojos, que debían
de incordiar a Estados Unidos con el fin de retrasar sus ataques. El ejército Jemer había
pasado, de la mera propaganda, a la lucha armada25. Los antiguos enemigos ideológicos
dejaban de lado sus diferencias y se aliaban por luchar contra un enemigo común. La firma de
los Acuerdos de París en 1973 pondría fin al conflicto en Vietnam, pero no en Camboya. En
el tratado, no quedaba aclarada cuál debía de ser la posición de Hanoi o de Washington, pero
sí que se legitimaban los bombardeos para impedir el avance de los Jemeres Rojos y mantener
a Lon Nol en el poder: ninguna de las dos posturas veía con buenos ojos la victoria de Pol Pot
y su régimen26. Esto acabaría por separar por completo las ideologías de Camboya y la de
Vietnam; y, desde 1973, se inició un profundo odio entre los dos países. Seis años más tarde,
Camboya y Vietnam, estarían enfrentados en una guerra total. No hay ninguna duda de que la
campaña de bombardeo que Estados Unidos llevó a cabo sobre Camboya fue el estímulo
24 Uno de los principales problemas que el comunismo presentó, a nivel internacional, fue la escisión de la
doctrina del PCUS en otros partidos. Esto originó que el comunismo a nivel internacional estuviera muy
fragmentado, sin una unidad con la que hacer frente a los ataques del mundo occidental. 25 Ver imagen nº1 del anexo nº1. 26 Shawcross. W, Sideshow: Kissinger, Nixon and the destruction of Cambodia, 1979: 80-105.
24
necesario para que los Jemeres Rojos consiguieran la victoria en el país contra todo
pronóstico27.
Desde que los Jemeres Rojos fueron abandonados por Vietnam y tuvieron que librar el
conflicto por su cuenta, radicalizaron aún más su discurso, fundamentándolo en tres pilares:
-Odio a la clase dirigente: corrompida por la monarquía, era, a ojos de los Jemeres, la
causante de todos los males del país y de la sociedad camboyana.
-Odio a la ciudad: la ciudad, máxima expresión del desarrollo de un país, era para los
Jemeres Rojos el símbolo de la explotación que la clase dirigente había llevado a cabo sobre
el país. Además, las ciudades camboyanas eran vistas como las únicas beneficiarias de la
riqueza que se generaba en las zonas rurales.
-Odio a lo occidental: el dominio occidental que Camboya había sufrido durante los
siglos, era visto por Pol Pot como la principal causa de todos los males de la sociedad
camboyana. Sirviéndose, en parte, del estalinismo y su dura política contra los elementos
occidentales, así como de la desesperación de la población, Pol Pot perseguía despertar el
odio de la sociedad hacia Occidente.
Para muchos, sigue siendo un misterio cómo un movimiento comunista, tan reciente,
fue capaz de llegar al poder tan rápido, y, sobre todo, cómo pudo tener unas bases tan sólidas
en tan poco tiempo. La respuesta más adecuada es que supieron jugar con la situación que se
les presentaba. Los Jemeres Rojos se presentaron como la mejor salida a la frustración que
sufrían, desde hacía años, las clases sociales más bajas, un campesinado cansado de la
corrupción que vivía el país y en el que el poder lo dominaban extranjeros. Además, su cuerpo
militar estuvo dominado por la disciplina, mientras que el régimen de Lon Nol se
desmoronaba en muy poco tiempo. Kampuchea Democrática se presentaba como la defensora
de los valores de orden, moralidad y justicia, mientras que el régimen de Lon Nol, cada vez
más, transmitía una imagen de robo, destrucción y corrupción28. Es más, con la victoria del
Jemer Rojo en Camboya, la mayoría de la población buscaba vivienda en las zonas que
estaban controladas por los Jemeres, y no en las ciudades, dónde se reunían unas mejores
condiciones de vida.
Pol Pot y los Jemeres Rojos demostraron, en poco tiempo, no sólo ser capaces de
sobrevivir aislados de la esfera comunista internacional, sino de crecer y consolidarse sin
ayuda exterior. Únicamente con el apoyo del campesinado y las clases rurales, fueron capaces
de ganar el conflicto a Estados Unidos y al régimen de Lon Nol. La campaña de bombardeos
27 Kiernan. B, The Pol Pot Regime: Race, Power and Genocide under the Khmer Rouge, 1975-1979, 2008: 1-31. 28 Bruneuteau. B, El Siglo de los Genocidios, 2004: 186.
25
que Estados Unidos llevó a cabo sobre Camboya sirvió de ayuda a Pol Pot para establecerse
en el poder: Estados Unidos ya había sido advertido, en el caso de Vietnam, de que el uso de
los bombardeos, con el fin de evitar la imposición del comunismo en un país, no hacía sino
atraer a más adeptos a esa causa. La visita de Suharto29 a Estados Unidos, tras la victoria del
comunismo en Camboya en 1975, y la derrota de Estados Unidos en Vietnam, dejó entrever
el porqué de la derrota americana en la península de Indochina y el triunfo de sistemas
comunistas en esta zona. La conversación que Suharto mantuvo con Gerald Ford y Henry
Kissinger en julio de 1975 revela el porqué de la victoria Jemer.
“Los comunistas no han ganado la guerra por su fuerza militar, sino por su fanatismo
y la ideología, qué es el principal elemento de su fuerza. A pesar de que [Estados Unidos]
poseía una superioridad armamentística en la lucha contra el comunismo, el factor humano
no estaba allí. Esta zona carecía de una ideología nacional que fuera capaz de unir al pueblo
contra el comunismo”.
(Archivos desclasificados de la NSA de julio de 1975.
http://nsarchive.gwu.edu/NSAEBB/NSAEBB242/19750705.pdf).
2.3.Camboya bajo Pol Pot y los Jemeres Rojos
En 1970, Sihanouk hizo un llamamiento, desde China, a toda la población camboyana:
un llamamiento a la rebelión contra el golpe de estado que se acababa de producir. El monarca
había sido expulsado del poder por su antiguo general, Lon Nol, en un golpe de estado
apoyado por Estados Unidos. Pero Sihanouk no iba a volver al poder, ya que al apoyarse
sobre los Jemeres, éstos obtuvieron la legitimidad necesaria para acceder al poder. La victoria
del Jemer, en Camboya, volvía a tirar por tierra la Teoría de la Contención de Estados Unidos.
Una vez llegó al poder, una de las primeras medidas que Pol Pot y, quizás, la de mayor
importancia, fue la de vaciar de población las ciudades e iniciar el traslado masivo de
población del medio urbano al campo.
Las ciudades se habían convertido, en el final del conflicto, en las principales zonas,
no sólo de resistencia del gobierno de Lon Nol, sino en el lugar dónde la mayoría de
población se había refugiado, con el fin de evitar las consecuencias directas de los
bombardeos norteamericanos sobre el país. Vaciar las ciudades de población era, para Pol Pot,
29 Presidente de Indonesia, gracias al golpe de Estado apoyado por Estados Unidos en 1965, que supuso la
matanza de casi un millón de comunistas en el seno del PKI. Con la excepción del PCUS y PCCh, en ese
momento era el partido comunista con mayor número de afiliados.
26
el inicio de su revolución, ya que se acababa con uno de los principales símbolos de dominio
occidental sobre la nación. A éstos, se le sumarían otros problemas como fueron:
-La seguridad en la ciudad: Los jemeres rojos temían que elementos
contrarrevolucionarios pudieran desestabilizar las áreas urbanas, por lo que era mejor mover a
toda la población urbana al campo, que ellos conocían mejor.
-Problemas de sanidad.
-Programa político basado en las teorías de que abogaba por la construcción de una
sociedad estrictamente agraria y, Pol Pot, tenía en su programa el cumplimiento de dicho ideal
al pie de la letra.
-Divisiones internas en el Partido y la intención de Pol Pot de asentar definitivamente
su supremacía: sabía que la ciudad podía convertirse en un foco de resistencia hacia su
liderazgo, por lo que inició el traslado de población a zonas rurales, dónde contaba con todo el
apoyo.
-Temores de un bombardeo de la capital. Aunque hubiera acabado el conflicto, el
Jemer Rojo sabía que podían ser bombardeados por Estados Unidos en cualquier momento.
Así, una vez ganado el conflicto, se procedió al desalojo de las ciudades y al traslado masivo
de población a las zonas rurales.
Pol Pot sabía de los problemas que asolaban a Camboya en ese momento y culpó a
determinadas clases sociales, así como a los dirigentes, de estos problemas. Esto no era algo
nuevo, ya que en los movimientos comunistas culparon a determinados estratos sociales de
los problemas de toda la sociedad en general. Las minorías serían las que sufrirían estas
persecuciones: grupos religiosos, étnicos, etc. fueron los grupos sociales que más las
sufrieron.
Y, aunque no se dio por igual en todas las zonas, las persecuciones étnicas habían
empezado a adoptar rasgos de persecución racial. Los vietnamitas habían sido una de las
etnias que habían convivido, durante siglos, con los camboyanos, pero con el desarrollo del
conflicto en Vietnam, pasaron de aliados a enemigos irreconciliables, a ser considerados
como “enemigos hereditarios” de los jemeres, gérmenes, gusanos… en definitiva, como una
raza inferior que les había traicionado y de la que era necesario vengarse. Pol Pot no iba a
descansar hasta el “triunfo” de la etnia y lengua jemer, el resto de razas eran consideradas
menores. Las metáforas biológicas fueron tan recurrentes como lo habían sido, años atrás,
durante el gobierno nazi.
27
“Los asesinatos son para limpiar y purificar al pueblo de microbios enterrados que se
hallaban en el interior del partido y de Camboya, que estaban pudriendo la sociedad, el
ejército y el propio partido”.
(Chandler. K.D, Brother Number One: A Political Biography of Pol Pot, 1992: 136-
137).
Así, desde que el 17 de abril de 1975 el ejército jémer, encabezado por Pol Pot, entró
en la capital, se puso en marcha un sistema económico basado, principalmente, en la
explotación agraria del país30, así como una intensa campaña de persecuciones políticas con el
fin de acabar con las “disidencias internas” que podían llegar a producirse en el seno del
partido31. Pero no sería el único punto que destacó en el período de gobierno de Kampuchea
Democrática. Camboya había sobrevivido al conflicto de Vietnam, imponiéndose el
comunismo como ideología en el país, con sus rasgos y peculiaridades, pero sin olvidar la
traición que, a ojos de los Jemeres, había llevado a cabo Vietnam al abandonar a Camboya al
final del conflicto. Esto desencadenó un profundo odio tanto al país vecino, como a la
población vietnamita que vivía en algunas zonas del país. Pero el auténtico problema con
Vietnam se vivió a partir de las reclamaciones territoriales que Pol Pot realizó sobre zonas del
sur de Vietnam, y que el dirigente camboyano consideró como zonas “históricas” de
influencia de Camboya.
Su poder estuvo basado, principalmente, en la manipulación de masas, apoyando su
poder en la “legitimación” que Norodom Sihanouk le había dado en 1970 desde su estancia en
China, a partir del golpe de Estado de Lon Nol32. Un ejemplo de cómo usaron dicha
manipulación fue el uso propagandístico de las antiguas ruinas del Imperio Jemer, un acto que
fue visto por la mayor parte del estrato social como la demostración de que la guerrilla estaba
protegiendo, del ejército de Lon Nol, los antiguos símbolos del país. Esta manipulación se
extendía al ámbito religioso. En la constitución de Kampuchea Democrática estaba estipulada
la libertad de culto “teóricamente”, en la práctica se persiguió a las religiones consideradas
“reaccionarias”; Islam, Cristianismo y Budismo.
-Por lo que se refiere al Budismo, los centros de culto y fe pasaron a convertirse en
centros de adoctrinamiento de los Jemeres, con el fin de ganar nuevos adeptos.
30 Aunque presentaba algunos rasgos industriales a mediados de los 60, en especial por la inversión extranjera,
Camboya seguía siendo un país agrícola, en su gran mayoría, basado especialmente en el cultivo del arroz. 31 Ver imagen nº1 del anexo nº1. 32 Aunque odiaban la monarquía y lo que representaba para el país, los Jemeres Rojos se presentaron, ante el
campesinado como los máximos defensores de los valores del antiguo imperio jemer, pretendiendo devolver, a
Camboya, su antigua grandeza. Eran, por tanto, los únicos que podían restituir al monarca, aun cuando Sihanouk
renunció al título para poder presentarse a primer ministro del país.
28
-Dentro del Islam, la etnia de los cham fue la más perseguida, recurriendo, en parte, a
la tradición histórica.
-Finalmente, fue el catolicismo la religión más perseguida, debido a que los Jemeres la
habían asociado con las potencias colonizadoras. Además, una gran parte de la etnia
vietnamita, que continuaba viviendo en Camboya, era católica, por lo que los ataques contra
esta comunidad se multiplicaron aún más.
Pero, desde el principio, el crecimiento del régimen estuvo lastrado por el atraso que
sufría el país. A diferencia de otros países dónde el comunismo había triunfado, todo el
período de Kampuchea Democrática se caracterizó por un aislamiento total, con la excepción
de las pocas relaciones comerciales con China. Este aislamiento llevó a la jerarquía de los
Jemeres a pensar que podían poner en práctica una política de modernización. Habían obviado
los distintos estadios de evolución por los que el comunismo atravesaba a lo largo de su
historia. Únicamente se dedicaron a poner en marcha colectivizaciones forzosas que tuvieron
penosos resultados, así como deportaciones masivas de población urbana, con el fin de acabar
con el poblamiento en las ciudades. Además, el fracaso de estas políticas se asoció a la
presencia de “enemigos internos” en el seno del partido. Todo esto, unido a las desastrosas
condiciones de vida que el país vivía, no hizo sino marcar los antecedentes, desde 1970, para
el desarrollo del proceso genocida33.
2.4.Genocidio
La campaña de bombardeos por parte de Estados Unidos, el aislamiento al que fue
sometida Camboya cuando Vietnam le retira su ayuda y la victoria de Pol Pot en el conflicto
civil camboyano en 1975, contribuyeron a varias cosas. Los bombardeos ayudaron a sumar
adeptos a la causa de Pol Pot y a intensificar el odio hacia todo lo occidental; el aislamiento
de Camboya cuando Vietnam firma los Acuerdos de París en 1973 aumenta el odio hacia sus
vecinos, y acerca más la posición camboyana a la órbita china; finalmente, la victoria de Pol
Pot inició una serie de persecuciones políticas contra los que había dirigido el golpe de estado,
apoyados por Estados Unidos, pero no fue el único grupo que sufriría estas persecuciones.
Fueron perseguidos los grupos religiosos, que eran los que se encargaban de la formación
académica básica en ese momento; también sufrirían esa persecución las ciudades, que tras la
victoria de Pol Pot fueron vaciadas de población, siendo trasladada esta, de manera masiva,
33 Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 393-407.
29
hacia el campo. Estos pasos no hacían sino adelantar el genocidio que meses después se iba a
iniciar.
2.4.1. Causas
Desde su llegada al poder, Pol Pot había intentado llevar a cabo una rápida
modernización del país, en una situación de aislamiento internacional total. La única relación
que Camboya mantenía con el exterior se reducía a los escasos intercambios comerciales que
mantenía con China, mediante la exportación de arroz. Pero la situación no suponía ninguna
mejora para la situación del país, pues la sociedad seguía sumida en unas pésimas condiciones
de vida. El fracaso en las políticas de modernización de Camboya ocasiono una radicalización
en los discursos de Pol Pot y su camarilla, al considerar que su obra estaba siendo
interrumpida por la presencia de enemigos internos.
2.4.2. Factores determinantes y desarrollo
Cuando Phnom Penh es conquistada por el ejército Jemer, en 1975, la mayor parte de
la población lo vio con alegría. La ciudad era considerada la máxima expresión de todos los
males de la sociedad camboyana, por lo que cuando se inician las deportaciones, tras la
conquista de ésta, todos consideraron este acto como una nueva oportunidad para el país. Los
Jemeres lo denominaron año cero, pero, el año cero de los Jemeres34, no fue sino el inicio del
genocidio. El abandono de las ciudades respondía a un cúmulo de problemas y de factores
como eran:
-Escasez de arroz, que en ese momento era el sustento básico del país, por lo que el
hambre empezó a hacer aparición en toda la sociedad camboyana.
-Idea utópica de crear una nueva sociedad desde “cero”, basado, en la interpretación
del maoísmo.
-Miedo al bombardeo de las ciudades.
Camboya quedó, de esta manera, dividido, en 6 grandes zonas y 32 regiones. Las
deportaciones, bajo Kampuchea Democrática, no eran un fenómeno nuevo: desde 1973, los
Jemeres Rojos habían puesto en marcha estas deportaciones en las zonas conquistadas del
sudoeste del país hasta volverlo algo habitual. Estas deportaciones ocasionaron la
reasignación de la población en determinadas zonas. Pero Pol Pot y los Jemeres Rojos tenían
un problema en ese momento.
34 Año cero marca el inicio de las deportaciones desde las ciudades, así como las expulsiones de los extranjeros
del país. El inicio de este acto, tomo por sorpresa tanto a Camboya como a todo el mundo, siendo el primer aviso
del proceso que se iba a desarrollar (Ponchaud. F, Cambodgé Année Zero, 1977: 17).
30
Con un aparato administrativo muy débil, Kampuchea Democrática no podía hacer
una gestión adecuada del éxodo, por lo que muchos de los desplazados tuvieron que buscar
vivienda dónde podían. Esa debilidad marcó la radicalización del discurso Jemer. Pero en
poco tiempo, las deportaciones volvían a producirse, con un único propósito: acabar con los
posibles vínculos que amenazaban el poder del régimen sobre la sociedad. Aun así, las
muertes fueron escasas. A la altura de 1975, la población aún gozaba de buena salud y estaba
bien alimentada, pero no así la de los heridos, operados convalecientes, desnutridos… que
fueron forzados a abandonar los hospitales, convirtiéndose en las primeras víctimas. Los
muertos eran abandonados en el lugar dónde fallecían. De esta manera el número de muertes
empezó a aumentar el número de suicidios. En el caso de los suicidios, el mayor número de
víctimas pertenecía a las clases más acomodadas. Los que no acataron las normas fueron
fusilados inmediatamente: en Phnom Penh se calcula que las muertes oscilaron entre las
2.000-4.000 personas, en el todo el país la cifra oscila entre las 10.000-30.000 personas.
Las evacuaciones masivas de población afectaron, aproximadamente, a la mitad del
país, que tuvo que abandonar su hogar y pertenencias con un objetivo, salvar la vida. El
traslado masivo de población daba origen a un nuevo problema, la búsqueda de un nuevo
“hogar”. La desorganización con que se planificaron estos traslados repercutió en las familias
que, a veces, quedaban separadas para siempre. Los soldados, casi siempre adolescentes, bien
adoctrinados por los Jemeres, únicamente prestaban atención a una cuestión: detectar
cualquier indicio de buena vida en los refugiados. Cualquier comportamiento, acto o prenda
que representara poder, implicaba que una persona o un grupo determinado eran separados del
resto para ser interrogados en los puntos de control.
Todo el que admitía haber sido empresario, burócrata, en el antiguo régimen, etc. tenía
el mismo destino: su asesinato mediante fusilamientos masivos. Las persecuciones llevaban a
prohibiciones sin sentido: un ejemplo es la prohibición en el uso de gafas, pues se realizó una
asociación entre tener gafas y ser intelectual y, por tanto, crítico con el régimen. El círculo
académico fue uno de los más perseguidos, junto con el de los militares y el de los militares,
al considerar que, estos sectores, tenían mayores vínculos con el anterior régimen (Figura
nº1). Las persecuciones que se llevaron a cabo no fueron similares en todas las zonas: la
península de Kompeng Son era una zona portuaria dónde, por las actividades comerciales que
allí se realizaban, no sufrió tanto las persecuciones. Sin embargo, la provincia de Battambang,
dónde se localizaba Phnom Penh, fue una de las que más sufrió estas persecuciones.
31
La debilidad en el aparato administrativo de Kampuchea Democrática hacía imposible
una buena gestión de los traslados masivos de población, ocasionando que los desplazados se
instalaran dónde querían o podían, teniendo que paralizar estos traslados durante unos meses.
Esa debilidad es más que posible que fuera el origen de la paranoia y brutalidad del discurso y
comportamiento de Kampuchea Democrática. Pero a finales de 1975, las deportaciones
volvieron a retomarse, en especial del este y suroeste al noroeste. El objetivo de estas nuevas
deportaciones sería impedir los vínculos de larga duración entre los grupos de personas. En la
espiral de paranoia que había adquirido el régimen, las relaciones a medio y largo plazo
representaban una seria amenaza al poder del régimen entre campesinos y los recién llegados
al poder. Además, se hacía necesario controlar los flujos de población y eliminar todas lo que
Pol Pot y el régimen habían denominado “bocas inútiles35”.
Las desesperadas condiciones de vida que presentaba Camboya llevaron, a muchos, a
intentar escapar al extranjero, algo que llevaba a tener el doble de posibilidades de morir,
debido a varias causas:
-Las fugas se hacían sin contar con mapas o brújulas, además de no contar con víveres
para el proyecto, por lo que la ruta de escape acababa siendo otra manera de suicidarse.
35 Referente a la población que por edad o estado físico, no está en condiciones para trabajar y por tanto, no es
productiva para el país. Está expresión no es única de los jemeres rojos, ya que muchos de los principales
regímenes genocidas de la historia la han adoptado para referirse a ese grupo de personas: el caso más claro es
sin duda el del nazismo.
Figura nº1
Clase Social Profesión Porcentaje (sobre el total de la
población empleada en ese
sector, no sobre el total
poblacional)
Clase Alta Oficiales Militares 83%
Clase Media
Policías 67%
Oficios de la Salud 49%
Maestros 47%
Oficios menos
cualificados o clase
más baja
Soldados rasos 47%
Obreros industriales 33%
Campesinos 20%
32
-Los fracasos en las fugas planeadas ocasionaban, irremediablemente, su ejecución por
los soldados Jemeres.
La llegada de Pol Pot al poder estableció una división muy clara de la sociedad
camboyana: por un lado, estaba el “nuevo pueblo”, designación que recibió la población
urbana que cayó bajo la influencia del Angkar tras la conquista de Phnom Penh el 17 de abril
de 1975; el resto de la población era denominada como “viejo pueblo”, agrupando a la
mayoría de población, en especial la población rural, constituyendo su principal base de
apoyo. En el inicio del gobierno de Pol Pot, de estos dos grupos, el “viejo pueblo” contaba
con unos pocos derechos, dónde destacaba el acceso al cultivo de pequeñas parcelas privadas,
así como arroz duro en lugar del suero de arroz que recibía el nuevo pueblo.
Cuando Pol Pot y el régimen, vieron, que sus reformas no estaban ocasionando el
resultado esperado, la escasa clase obrera que poseía el país fue sustituida, progresivamente,
por los campesinos más pobres, que eran los que mayor fidelidad aseguraban a los Jemeres.
Las nuevas generaciones que surgieron tras la victoria del Hermano número 1, fueron las que
sufrieron las consecuencias directas de estas políticas. El “odio de clases” llevó a subdividir a
la sociedad en castas que, poco a poco, aumentó el recelo entre las distintas clases: los
analfabetos contra los intelectuales, los viejos “proletarios y patriotas” contra los nuevos
“capitalistas criados por imperialista”, etc.
El peligro que Pol Pot y los Jemeres Rojos sentían por las relaciones entre familiares y
grupos, en su creencia de que estos eran un peligro para su poder, condujo a:
-Evitar, a cualquier precio, las visitas clandestinas a familiares, lo que era un nuevo
peligro añadido a la precaria situación de la población, por una razón: en un país tan pequeño,
en todos los sentidos como Camboya, toda la población tenía vínculos familiares entre campo
y ciudad. De hecho, las primeras deportaciones habían unido a muchos debido a estos
vínculos, manteniendo buenas relaciones entre “viejo y nuevo pueblo”. Pero, en 1977,
Kampuchea Democrática había reducido la obtención de alimentos para los dos grupos, por lo
que había conseguido que el odio estallara entre ambos.
-Acabar, a cualquier precio, con la autoridad parental. Se separaban a las familias,
enviando a cada miembro a distintas zonas para trabajar en los campos de arroz, los niños
eran adoctrinados para olvidar la relación con sus padres, etc. la única voluntad del régimen
era tener controlados todos los aspectos de la vida de los camboyanos, asegurándose un
control total. El adoctrinamiento de los niños llevó a extremos de que los niños vieran como
un honor ser elegidos para estudiar con los Jemeres. Estás proclamas acabaron con los valores
familiares tradicionales, ocasionando un descenso en la natalidad.
33
“la escuela era dura… Teníamos que llevar uniformes de estudiantes y asistir a
sesiones de adoctrinamiento muy largas. Los soldados nos enseñaban cosas sobre el Angkar
y los defectos del capitalismo. El Angkar era fantástico. La revolución era fantástica.
Seríamos los ayudantes de Angkar en la guerra contra el mal”.
(Pran, D. Children of Cambodia’s Killing Fields: Memoirs by Survivors, 1997: 123-5).
-Prohibición de las relaciones sexuales: adulterio y procreación estaban castigados con
la muerte. A los acusados de estos cargos se les ejecutaba en público, obligando a mirar a los
parientes mientras eran sometidos al garrote vil o a la decapitación. En determinados casos,
las ejecuciones se realizaban sobre la familia al completo.
-El robo era uno de los delitos más graves, castigado con pena capital, en especial el
robo de alimentos. La obsesión del Angkar por el control de los alimentos llevó a intentar
monopolizar el acceso a éstos. Descubrir a cualquiera intentando mejorar la dieta personal,
mediante la ingesta de alimentos suplementarios, era castigado con la muerte directa. Muchos
camboyanos fallecerían al comer insectos o plantas venenosas, o alimentos mal cocidos que
portaban enfermedades. El mercado negro se convirtió en su única esperanza de conseguir un
aporte extra de alimentos.
Por tanto, las principales causas en el aumento de la mortalidad entre 1975-1979
estarían en relación, no sólo con las sucesivas hambrunas que se sucedieron en Camboya en
ese momento debido a que no se consiguieron los éxitos esperados en la agricultura, a las
epidemias, a la ausencia de medicinas para tratar determinadas enfermedades, y a los castigos
que el Angkar puso en práctica; también tendría mucha importancia:
-Torturas sistemáticas: se conocen estas prácticas, no sólo por los restos, también por
las fotografías que los captores tomaron de sus víctimas, así como por las confesiones de cada
una de las víctimas y las torturas a las que eran sometidas.
-Práctica, cada vez más extendida, de ejecuciones extra-judiciales.
-Persecución de determinados grupos en función de su creencia religiosa y por
cuestiones étnicas.
-Declive, cada vez mayor, de la población nacional.
Es de las torturas, del sistema carcelario y de los asesinatos en masa de los elementos
de los que se tiene una mayor información, lo que nos ayuda a conocer el horror que los
camboyanos atravesaron entre 1975 y 1979. Nombres como Tuol Sleng (S-21) o Choeung Ek
se convirtieron en los principales lugares dónde se llevaron a cabo estas prácticas. No fueron
los únicos, pero si en aquellos los que hay una mayor documentación de estos actos.
34
-Tuol Sleng (S-21): Localizado en el centro-sur de Phnom Penh, el antiguo colegio
dónde Duch36 había impartido clase, se convirtió en la prisión más grande de Kampuchea
Democrática37. Era el lugar dónde se llevaban a cabo el encarcelamiento, interrogatorio y
tortura de los camboyanos acusados de traidores o de espías, o de los que se tenía sospecha.
Dirigido por los antiguos profesores del mismo colegio, combinaron, seguramente, el
nacionalismo camboyano con la doctrina comunista, en un intento de conformar un ideal que
modernizara al país.
La plantilla que conformó lo que muchos han denominado “La máquina de matar de
los Jemeres Rojos”, estaba integrada en su mayoría por soldados Jemeres, casi todos solteros,
dónde más de la mitad eran jóvenes entre 18 y 22 años. Podían llegar a ser carceleros tanto
hombres como mujeres. Se iba reduciendo cada vez más la edad con la que llegaban a ser
guardianes de la prisión, por lo que su discurso estaba más radicalizado, ya que algunos de los
viejos guardias mantenían un poco de su antigua vida, pero los nuevos estaban totalmente
adoctrinados desde el principio. Además, la gran mayoría de estos militantes eran analfabetos
(como anteriormente se ha referido), al ser considerados por los Jemeres Rojos como menos
“corrompidos por la influencia del capitalismo y la educación”. Estuvieron atraídos por la
idea de la redistribución de la tierra y la ira a los bombardeos norteamericanos. Estos
guardianes demostraron una total indiferencia por la vida y la muerte de los prisioneros en S-
21. S-21 es, para muchos, el lugar dónde los Jemeres Rojos llevaron a cabo sus matanzas de
un modo indiscriminado, de manera más caprichosa. Con el tiempo, ni los propios guardias
estarían a salvo de las persecuciones, pues las posturas se radicalizaban cada días más38.
“Grande fue la consternación y el desconcierto de algunos militantes, cuya devoción
no tenía parangón, cuando se encontraron frente a sus torturadores de S-21 u otras prisiones,
y fueron obligados a confesar traiciones que nunca habían cometido. ¿Cómo era posible que,
el partido al que habían servido con toda su alma y corazón, por el cuál habían sacrificado
toda felicidad humana, se volviera contra ellos acusándolos de traición?”.
(Locard, H. Pol Pot’s Little Red Book, 2005: 108).
36 Kaing Gueak Eav: conocido por su sobrenombre “Duch”, hasta la llegada de Pol Pot al poder, fue profesor de
la universidad de Phnom Penh, pero en 1965, paso a ser un miembro activo de Kampuchea Democrática, desde
dónde escalo posiciones, hasta convertirse en el director del principal centro de interrogatorios del Khmer
Rouge, Tuol Sleng o S-21. 37 Ver imagen nº2 en el anexo nº1. 38 Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 399-401.
35
Los prisioneros debían permanecer en la misma posición, inmóviles, sin ropa de
abrigo, todas las noches y durante todo el tiempo que los guardianes juzgaran. Si deseaban
cambiar de postura o hacer sus necesidades, estaban obligados a pedir permiso y a que este se
lo concediera. Las necesidades eran realizadas en las cajas metálicas de las municiones, que
después, eran vertidas por los prisioneros en las huertas de las proximidades, para fertilizante.
Por lo que se refiere a las torturas, los prisioneros eran encadenados en el centro de las
aulas, dónde eran apaleados hasta que respondieran por los cargos de los que eran acusados.
Si no confesaban, eran sometidos a electrochoques, además de arrojarles agua con el fin de
intensificar estas descargas39.
-Choeung Ek: se convirtió en el lugar dónde eran trasladados los prisioneros
torturados en S-21, siendo el lugar dónde eran ejecutados y enterrados en fosas comunes que,
con anterioridad, ellos mismos habían excavado. Los primeros meses del régimen, los
fusilamientos eran más rudimentarios, siendo el método más utilizado el disparo por fusil. A
medida que Pol Pot fue asimilando y radicalizando las doctrinas maoístas, el asesinato era
llevado a cabo con picos, machetes o golpes en la nuca en el borde las fosas. Algunas veces
los soldados no acababan con éstos con ese golpe, por lo que su agonía de estas no había
acabado, viéndose rodeados de los cadáveres de sus compatriotas sin poder hacer nada40.
Una de las características del genocidio camboyano es que, se tienen testimonios de
las que fueron víctimas de esta tragedia. No sólo se puede analizar el genocidio por la
información, tan detallada, que recapitularon los verdugos, también puede observarse por el
testimonio de los que lo sufrieron y sobrevivieron a éste. Estas pruebas habría que
clasificarlas en 2 grupos:
1º) El testimonio de los supervivientes al proceso de limpieza étnica: hay que incluir
en este grupo a víctimas y verdugos. Los relatos de Vann Nath41 son el fiel reflejo del día a
día en S-21.
"Si hay alguien que sepa leer, que lea este reglamento en voz alta para que lo oigan
los demás", dijo el guardián, un chico de unos 15 años. Tras escuchar el reglamento interno,
me senté. "¡Quién te permite hacer eso!", gritó el guardián. "¡En pie! ¡Levántate! ¡Tú no eres
libre! ¡No puedes hacer lo que quieras!" "Quítate tu ropa negra", dijo. Desgraciadamente yo
39 Pounchaud. F, Cambodgé Année Zéro, 1977. 40 Imagen nº2 en el anexo nº2. 41 Vann Nath (7/01/1946-5/09/2011) fue un pintor camboyano conocido por ser uno de los pocos supervivientes
que salió de S-21. Su arte le permitió sobrevivir al quedar bajo la protección de Duch. En su obra aborda las
torturas y asesinatos en S-21.
36
no llevaba ropa interior. Dije a los guardianes, "Hermanos, no tengo ropa interior". "No
importa", dijo el guardián. "Quítate la ropa”.
(www.fotoaleph.com/Exposiciones/Camboya/Holocausto-texto2.html).
2º) El testimonio de los refugiados tras la invasión por Vietnam de gran parte de
Camboya en 1978. Los continuos ataques de Pol Pot sobre Tailandia, empezaban a mostrar la
verdadera cara del régimen Jemer. Pero serían los continuos ataques sobre la frontera sur
vietnamita, lo que inició la invasión de Camboya por el ejército de Hanoi, encabezado por
desertores del régimen de Pol Pot. Los refugiados que ocasionó el conflicto fueron los
primeros en hablar de la vida en el país bajo condiciones infrahumanas. En todos los
testimonios se puede encontrar un patrón común, ya que todos hablan de una serie de puntos
al relatar sus condiciones de vida: la evacuación de las ciudades fue sin previo aviso y de
manera muy desordenada; los desplazamientos de población se llevaron a cabo durante tres
meses por diferentes zonas del país; la colectivización que buscaba el régimen (para obtener
una mayor producción) llegó a todos los ámbitos de la vida y de manera forzosa; la moneda
desapareció de un día a otro; continuos ataques debido a religiones y culturas diferentes; las
ejecuciones eran una práctica diaria en centros destinados a ello; la muerte de ciudadanos
camboyanos se hacía de manera indiscriminada sin importar si eran niños o ancianos, etc.
El fin del gobierno jemer llegó con la invasión de Camboya por parte de Vietnam.
Camboya y Vietnam se habían mantenido como aliados durante el inicio del conflicto en
Vietnam pero, en 1973, los antiguos aliados pasaron a conformarse como enemigos sin
reconciliación posible. La razón reside en la firma de los Acuerdos de París de 1973.
Firmados por Vietnam y Estados Unidos, dejaron sin tratar el destino de Camboya, inmersa, a
su vez, en el conflicto civil. Camboya fue abandonada por Vietnam, lo que fue tomado como
una traición por Pol Pot y los Jemeres que, desde ese momento, pasaron a calificarlos como
sus enemigos de sangre, con los que tenían que acabar como diera lugar. Cuatro años después
de la victoria de Pol Pot, Vietnam lo desalojaba del poder, aún con la amenaza que sobre este
país se cernía, ya que China se había convertido en la defensora de Camboya.
La victoria de Hanoi sobre Pol Pot, desalojó a los Jemeres del poder, aunque no se
consiguió disolver el grupo, que huyó a la selva tailandesa, desde dónde recibía ayuda
constante por parte de China y de Estados Unidos. La situación que Vietnam encontró a su
llegada era tal, que no fue necesario la construcción de monumentos para recordar la memoria
de estas víctimas, o recrear las torturas42. Únicamente se limitaron a dejar las cosas tal y como
42 Ver imágenes nº1 y 2 del anexo nº3.
37
las encontraron, dejando que esos espacios hablaran por sí mismos. De manera paradójica43,
un país comunista fue el encargado de poner en marcha el mayor proyecto de ayuda
humanitaria de la historia hasta ese momento. El mundo, al fin, empezaba a comprender a
dónde habían conducido los delirios de grandeza de Pol Pot, al exterminio de un cuarto de la
población total de Camboya44.
La invasión de Vietnam del país vecino, confirmó las sospechas de la comunidad
internacional: los testimonios de lo que allí había sucedido no se habían exagerado. El
régimen de Pol Pot asesinó a sus ciudadanos en cantidades desmesuradas incluso en los
estándares del siglo XX (aproximadamente un 20% del total de la población) hasta que la
invasión vietnamita lo apartó del poder, restaurando, de nuevo, un gobierno humanitario en
1978. Tras esto (puede decirse que fue uno de los más lamentables episodios diplomáticos de
la historia reciente) tanto China como el bloque de los Estados Unidos, seguiría apoyando los
restos del régimen del Pol Pot, debido a su posición antisoviética y anti-vietnamita45.
2.4.2.1. Número de víctimas y categorización
El número total de víctimas que el genocidio de Camboya ocasionó no se conoce con
exactitud, debido a una razón: hasta los años 90 no pudo hacerse un recuento del número de
víctimas total, ya que no se disponía del censo oficial dónde figuraban las detenciones y las
ejecuciones. Pero, en base a las estimaciones que se realizaron, se calcula que entre el 20-25%
de la población camboyana, del período de 1970-1979, murió debido a trabajos forzosos,
detenciones y a las condiciones de vida infrahumanas46.
Cuando los Jemeres Rojos y Pol Pot llegaron a Phnom Penh el 17 de abril de 1975, los
censos de Camboya tenían registrada a una población de 7.500.000 habitantes, cuando
Vietnam entró en Camboya y desalojó a los Jemeres del poder la población había descendido,
en tres años, a 6.000.000 de habitantes. Las cifras que se barajan oscilan entre el 1.500.000 y
los 2.000.000 de muertos47. Pero, hasta bien entrada la década de los noventa, no se había
43 En el continuo enfrentamiento ideológico, de la Guerra Fría, el mundo capitalista había acusado al bloque
comunista de representar todo lo malo del mundo, mientras que el capitalismo representaba el progreso, la
libertad, la solidaridad entre naciones, etc. de la que Estados Unidos era su principal abanderado. En el conflicto
y desarrollo del genocidio de Camboya, la comunidad internacional abandono al pequeño país a su suerte, que
únicamente acabó por salir del horror que vivía con la intervención de un país comunista, Vietnam. 44 Bruneuteau. B, El Siglo de los Genocidios, 2004: 172 45 Hobsbawm. E, Historia del Siglo XX, 2000: 449 46 Ver anexo nº4. 47 Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 393.
Kiernan. B, The Pol Pot Regime: Race, Power and Genocide under the Khmer Rouge, 1975-1979, 2008: 313-
440.
38
realizado una primera diferenciación entre las víctimas propias del genocidio, y las de la
guerra civil camboyana: el genocidio empezó a ponerse en práctica desde el momento en que
los Jemeres Rojos llegan al poder al ganar la guerra civil.
Los asesinatos serían, por tanto, de naturaleza sociológica, con un objetivo: acabar con
los elementos occidentales presentes dentro de la sociedad camboyana. Esta sociedad
camboyana había dividido en tres categorías a la población con mayores posibilidades de
acabar, o en prisión o fusilada.
a) Pueblo Nuevo: conformado por las clases urbanas o rurales que habían vivido bajo
el gobierno de Lon Nol y se habían beneficiado de su gestión. Eran consideradas como clases
contaminadas y, en ese momento, conformaban aproximadamente la mitad de la población
camboyana.
b) Sub-pueblo: Intelectuales, comerciantes y clero, que compartían un mismo destino:
ser eliminados de manera gradual.
c) Traidores: militares y funcionarios totalmente vinculados con el régimen depuesto.
Con el tiempo, serían incluidos en esta categoría los enemigos internos del partido,
compartiendo estos tres grupos el mismo final: ser aplastados con el fin de evitar
levantamientos y disidencias48.
La población con un mayor nivel de formación académica fue la que más sufrió estas
persecuciones. Este sector de la población se asentaba en las áreas urbanas del país y eran
considerados como espías norteamericanos, al servicio de los intereses occidentales49 y en
contra del proyecto de Pol Pot. Estas persecuciones llevaron a situaciones sin sentido: Haing
Ngor50 recuerda que, debido a la feroz persecución que sufrían los intelectuales, los mejor
formados debían escoger entre abandonar su profesión y huir, o esconder sus orígenes y
formación para salvar la vida. La medicina sería, por tanto, uno de los campos más
perjudicados por estas persecuciones, teniendo que abandonarse hospitales y el tratamiento de
los enfermos. El abandono de los hospitales llevo a que el PKD considerara, a éstos, cómo los
mejores sitios para que la población desapareciera de forma “natural”. Los médicos se veían,
obligados, por las circunstancias, a dejar de lado el Juramento Hipocrático.
48 Bruneuteau. B, El Siglo de los Genocidios, 2004: 171-177. 49 La persecución a estos grupos, en parte, estuvo fomentada por la idea del Jemer Rojo de que el progreso de
determinados sectores de la sociedad estaba relacionado con el nivel de estudios y la influencia occidental que
recibía. 50 Haing Ngor (22/03/1940-22/02/1996) no pertenecía, por razones étnicas (era de etnia china), al grupo de los
Jemeres, pero vivió en Camboya durante la guerra civil, cuando cursaba estudios de medicina en Phnom Penh.
El triunfo de Pol Pot en la guerra civil y su llegada al poder, supuso su deportación a la región de Battambang.
Allí conoció, de primera mano, la aniquilación de los camboyanos por sus propios paisanos.
39
“No permitiré que, entre mi deber y mi enfermo, vengan a interponerse consideraciones de
religión, de sexo, de raza, de nacionalidad, de partido o de clase”51.
2.4.3. Consecuencias
Únicamente usando las cifras numéricas, podría ser más que suficiente para entender
el alcance de las políticas de Pol Pot y de las matanzas que llevó a cabo. Cuando Vietnam
invadió el país, como respuesta a las continuas provocaciones y ataques dirigidos desde
Phnom Penh, se encontraron con un horror difícil de imaginar. No les fue necesario modificar
nada de lo que encontraron, simplemente se limitaron a dejarlo tal cual. Sería más que
suficiente para que el mundo conociera los hechos que se habían desarrollado en el pequeño
país del sudeste asiático desde 1975 a 1979.
Camboya fue víctima, primero, de los intereses del imperialismo, después del propio
desarrollo de la Guerra Fría y, finalmente, de la llegada al poder de Pol Pot, que dejó, como
único legado, un reguero de muerte y dolor. Cuando, en 1975, los Jemeres obtuvieron una
victoria contra todo pronóstico, Camboya contaba con 7.000.000 de personas; cuando en 1979
Pol Pot es desalojado del poder, había acabado con un 20% de la población del país. En esta
masacre, la ideología jugó un papel clave: más inspirado en el maoísmo que en el modelo
soviético, Pol Pot intentó crear una sociedad agrícola idílica, sin influencia del exterior. Ese
fue el inicio del genocidio. A similitud de lo que había sucedido China o en la URSS, se
intentó poner en práctica la colectivización forzosa de la sociedad. El intento de crear una
sociedad agrícola idílica originó una purificación de tipo racial, social y político, que llevó a
que se intentara acabar con toda la población, que no entrará dentro del canon que ellos
habían establecido. Los cálculos de Ben Kiernan52 sitúan las muertes entre el 1.500.000-
2.000.000.
El régimen que Pol Pot intentó poner en marcha entre 1975 y 1979, no deja de ser una
imitación a menor escala del maoísmo, reproduciendo todos los errores que éste había tenido.
Cuando Mao Zedong llegó al poder, intentó llevar a cabo, con un poco de ayuda exterior, la
imposición del modelo comunista en China, mientras que Pol Pot imitó los aspectos más
radicales de la ingeniería social y los mayores fracasos del modelo comunista chino. El “salto
51 En la reformulación del Juramento Hipocrático, promulgado en Ginebra en 1948, se avisaba de la neutralidad
que la medicina debía de mantener, con el fin de que los médicos no volvieran a ser partícipes de actos (de
manera voluntaria o involuntaria) como los realizados por el nazismo. 52 Profesor de la Universidad de Yale, en su juventud visitó Camboya en los años de dominio Jemer, dónde,
cómo muchos extranjeros, fue expulsado del país. Tras conocer, a través de entrevistas a supervivientes, los
sucesos que acontecieron entre 1975-1979, se ha erigido en el principal estudioso del acontecimiento, fundando
para ello el Centro de Estudios del Genocidio de la Universidad de Yale.
40
adelante” chino se reprodujo en Camboya, con unas consecuencias tan desastrosas como en el
gigante asiático, incluso peores en determinados aspectos.
2.5.Reconocimiento Internacional
El primer aviso de los crímenes que Pol Pot y los Jemeres Rojos estaban cometiendo llegó
con los testimonios de la población que había conseguido huir del país. A su llegada a
Vietnam, hablaron de deportaciones masivas, torturas, asesinatos en masa… algo que
resultaba difícil de imaginar. La publicación de un artículo en el New York Times en abril de
1976, un año después de la caída de Phnom Penh, hablaba de 500.000 víctimas en el primer
año de gobierno de Pol Pot. El conocimiento de estos fue, en parte, facilitado por la presencia
de extranjeros en Camboya en los primeros meses de gobierno de Pol Pot. Un ejemplo de esto
fueron las declaraciones, en 1973, de Kenneth M. Quinn, un funcionario de la embajada de
Estados Unidos en Phnom Penh. En ellas, avisaba de las similitudes entre la ideología Jemer y
la radicalización nazi, lo que podría tener las mismas consecuencias para el pequeño país, en
términos de desaparición de población, que había ocasionado Alemania.
Françoise Ponchaud definió perfectamente el proceso, basándose en dos elementos:
-Su propio testimonio, al vivir en primera persona todo el proceso.
-El análisis de las proclamas de los jemeres.
En referencia al primer elemento, este sacerdote y misionero francés se encontraba en
Camboya en los años que duró la guerra civil, así como la victoria de Pol Pot, su llegada al
poder y el desalojo de las ciudades. Siendo uno de los pocos que consiguió huir de ese infiero,
su testimonio sirvió a los expertos internacionales, para hacerse una idea del alcance de las
matanzas que los Jemeres habían perpetrado.
Por lo que se refiere al segundo elemento, el conocido lema del Khmer Rouge “IL
SUFFIT DE 1 OU 2 MILLION DE JEUNES POUR FAIRE LE KAMPUCHEA NOUVEAU”
(son suficiente 1 o 2 millones de jóvenes para construir la nueva Kampuchea), no hacía
referencia, en palabras de Ponchaud, a la eliminación de un millón o dos de población, sino al
exterminio, totalmente planificado, de cinco y siete millones camboyanos, sirviéndose del
hambre y de los asesinatos, con un objetivo: la purificación de un país totalmente corrompido
por la intromisión del imperialismo y la inaptitud de sus antiguos gobernantes53.
53 Aguirre. M, Camboya El Legado de los Jemeres Rojos, 2009: 169-218.
41
2.5.1. El papel de la ONU en la constitución del tribunal especial para el juicio a los
Jemeres Rojos
El derrocamiento del Pol Pot en 1979 y la constitución de un nuevo gobierno, llevó asociada
la promulgación de una ley en la que se condenada, por actos de genocidio, al hermano
número 1 y número 2, Pol Pot e Ieng Sary, respectivamente. Pero la situación de Camboya
dificultó la constitución de un Tribunal para juzgar estos crímenes. El problema estaba en que,
los tribunales especiales para juzgar los casos de genocidio, a lo largo de la historia, habían
sido propuestos por las propias víctimas, con el fin de que sus captores pagaran por sus actos.
Camboya volvía a erigirse como la excepción dentro de la historia, la población del pequeño
país no quería volver a destapar el dolor que habían atravesado tiempo atrás. Cuando acabo el
proceso, intentaron seguir adelante, no culpando a los que habían acabado con el 20% de la
población. No se comportaban como lo haría cualquiera que hubiera vivido lo que ellos
vivieron.
La explicación a todo eso es, básicamente, el miedo. El miedo a que el país volviera a
desgarrarse en dos y, que los que habían llevado a cabo las matanzas, volvieran para acabar lo
que habían empezado. El miedo a conocer la verdad, la verdad de cómo los de su misma etnia
habían causado tanto dolor en ese corto período de tiempo. Aunque la ONU quiso, desde un
principio, llevar a juicio a los culpables de estos crímenes, tuvieron el problema de la negativa
por parte de la población a testificar. La tardanza en la constitución de este tribunal ocasionó
que el principal ideólogo del genocidio, Saloth Sar, alias “Pol Pot”, muriera en abril de 1998,
sin haber sido juzgado, y, no sólo eso, sino negando que el genocidio hubiera tenido lugar. Pol
Pot no sería el único en negar que este proceso se hubiera desarrollado. Noam Chomsky, el
conocido historiador, también se negó a aceptar que el mundo hubiera sufrido, de nuevo, un
horror similar al del nazismo. No dió credibilidad, en un principio, a lo descrito por Ponchaud
sobre los Jemeres y Camboya. Los estudios de Kiernan al respecto, demostraron la validez de
lo descrito por Ponchaud, así como de los testimonios de las víctimas54.
La sala especial para el juicio del genocidio camboyano, se conformó, en los años 90,
como un tribunal dónde se entremezclaban expertos internacionales, jueces camboyanos y
supervivientes al horror de Pol Pot. Uno de los miembros más destacados sería Françoise
Ponchaud, que aceptó la participación en el tribunal, con una condición: no se podría juzgar
sólo a los líderes jemeres, también había que llevar a juicio a Nixon, Kissinger y Johnson, ya
que los consideraba igual de culpables en los crímenes que se sucedieron en Camboya, debido
54 Aguirre. M, Camboya El Legado de los Jemeres Rojos, 2009: 27-50.
42
a los bombardeos que se llevaron a cabo en la zona. Era de los pocos que había comprendido
que el desarrollo del genocidio camboyano, estaba íntimamente relacionado con la campaña
de bombardeos de Estados Unidos en la región, y que contribuyeron a radicalizar posturas y a
un aumento considerable del número de víctimas.
El proceso, finalmente, pudo completarse en el año 2001, cuando la intervención de
países, como Japón, que no participaron en el proceso, de una manera u otra, puso en manos
de la ONU y del gobierno camboyano la financiación necesaria para celebrar el juicio:
300.000.000 de dólares americanos. Resultó que, al final, todo estaba reducido a una mera
cuestión monetaria, lo que no hizo sino aumentar el dolor y sufrimiento de los que querían
justicia para el país. El Tribunal no había conseguido llevar a juicio a Pol Pot o Son Sen, pero
sí a Kaing Guek Eav “Duch” y a Nuon Chea. La justicia está lejos de haber realizado por
completo su trabajo, el proceso está lejos de terminar su labor, pero sí que es un principio para
las víctimas, un principio para restituir el honor de esta sociedad y cerrar una página negra de
la historia del mundo del siglo XX55.
55 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/07/actualidad/1407395023_497080.html.
43
3. Ruanda
Cómo ya se ha mencionado con anterioridad, Europa y Asia han sido, históricamente,
zonas que han vivido, durante toda su historia, continuos procesos de eliminación racial o
étnica ya desde la Antigüedad. La limpieza étnica no sería, por tanto, un proceso exclusivo de
la contemporaneidad en estas áreas geográficas. Algunos ejemplos de ésto serían los
siguientes:
En la Edad Antigua, el Imperio Romano llevó a cabo procesos de este tipo, como por
ejemplo, las campañas de conquista de César en las Galias dónde, en la campaña de
expansión de Roma, se enfrentó a las tribus galas a las cuáles acabaría masacrando en
su victoria, o los judíos que habían sido perseguidos por Roma y que, en el año 70
d.C. iniciaron su exilio o “Diáspora”.
En la Edad Media, bajo la excusa de las Cruzadas, tanto en Europa como en Oriente
Medio, se dieron persecuciones contra judíos, cristianos ortodoxos, musulmanes,
cátaros, en Asia, se dieron sucesivas matanzas de musulmanes a cargo de las hordas
mongolas durante el reinado de Gengis Khan, etc.
Ya en la Edad Moderna, las guerras de religión en Francia casi exterminaron a los
hugonotes en el siglo XVI. Además, las guerras iniciadas por el fin de la dinastía Ming
y el inicio de la conquista Manchú en China, en el siglo XIV, ya habían ocasionado la
muerte a casi 20.000.000 de personas, la mayoría de las cuáles se oponían al proceso
de conquista56.
En el marco de esta situación general hay una excepción, y esta sería África. Al
contrario de lo descrito anteriormente, el continente africano no tuvo, a lo largo de su historia,
la eliminación racial como base principal de su politica. Esto no quiere decir que no se hayan
producido limpiezas étnicas en el continente57; pero, por lo general, no ha habido una
tendencia continuada en este tipo de políticas. La principal razón es que África está
56 Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 47-31; 89-130 57 La eliminación de los herero por los alemanes en el final del siglo XIX y principios del XX, constituye uno de
los casos más extremos de limpiezas étnicas coloniales, ya que el enfrentamiento con los alemanes acabó con
casi el 90% de la población herero Angola, Botsuana y Namibia. Pero quizás, el caso más claro de esto sea la
conquista y colonización del Congo belga, donde el feroz control por parte de Leopoldo II de Bélgica, privó de la
libertad a todo el territorio. Según los cálculos de Bertrand Russell, el empleo, en régimen esclavista, de
población nativa, con el fin de enriquecer al monarca gracias a los abundantes recursos naturales de la zona,
ocasionó la muerte de casi el 50% del total de población congoleña del momento, entre 8.000.000 y 10.000.000
de personas aproximadamente (Kempf, I., & Ridruejo, C, La prevención del genocidio y la lucha contra la
impunidad en la región de los Grandes Lagos en África: la necesidad de una respuesta colectiva. Papeles de
relaciones ecosociales y cambio global, 2010: 119-128.).
44
conformada por una multitud de etnias, por lo que los cimientos políticos se construyen, casi
en su mayoría, con esta base. Al no poseer un grupo étnico el suficiente poder, este tiene que
formar coalición con otras etnias con el fin de lograr el apoyo necesario. El problema es que
la etnicidad, al ser usada como medio para llegar al poder, acaba, de esta manera, por
conformarse como un objeto político que cualquiera puede manejar. Esto se traduce en la
discriminación de los grupos o etnias que no apoyan a los dirigentes; o que, simplemente, no
quiere participar en la vida política del país.
En el momento en que un grupo étnico o varios de estos cuentan con respaldo político
o apoyo ideológico para llevar a cabo sus planes y proyectos, sin que nada ni nadie lo impida,
la situación se vuelve peligrosa, por lo que la situación de convivencia pasa a ser de
discriminación. Esta discriminación puede llevarse a cabo por dos vías: la primera vía sería el
proceso de asimilación de manera forzosa de la etnia minoritaria bajo una sola identidad; la
segunda vía es una consecuencia directa de la primera, es decir, la negativa de las minorías
étnicas de ser asimiladas bajo un mismo grupo conduce, sin remedio, a la marginación y
exclusión de esas minorías por los grupos dominantes. Es, en ese momento, cuando la
enemistad colectiva entre las etnias que habitan un lugar da origen al genocidio.
3.1.Evolución histórica de Ruanda
3.1.1. Ruanda en la etapa precolonial
Ruanda es un país localizado dentro del conjunto de países que componen la región de
los Grandes Lagos, en la parte centro-oriental del continente africano. Pero Ruanda, no se
distinguía en el período precolonial solamente por su localización geográfica, sino que en su
interior existían estructuras jerarquizadas, que eran una consecuencia directa de las distintas
formas de organización del territorio, así como de una economía basada en el intercambio de
bienes entre las distintas etnias.
Ruanda estaba poblada por tres etnias: los twa, los hutus y los tutsi. Los twa fueron los
primeros pobladores de esta zona, pero no representaban más del 1% del total en ese
momento. Las etnias que tenían mayor importancia eran los hutus y los tutsis. De estas dos,
los hutus fueron los que llegaron antes a Ruanda y los que, también procedentes de la región
de los Grandes Lagos, acabarían por desplazar a los twa como dominadores de la zona e
imponiendo su modo de vida. Siglos después, fueron los tutsis, procedentes del territorio que
a día de hoy se identifica con Kenia, los que dominaron la zona; y, como había sucedido
anteriormente, impusieron su modo de vida a las dos etnias ya asentadas en el territorio.
Además, cada etnia quedó identificada con una actividad económica distinta: los twa se
45
caracterizaban por un modo de vida basado en la caza y recolección de vegetales silvestres
como setas; los hutus, por el contrario, se dedicaban a la agricultura; y, finalmente, los tutsis,
tendrían la ganadería como modo de vida.
Los distintos asentamientos en Ruanda serían consecuencia de los movimientos
migratorios de los hutu, en una primera etapa, y de los tutsi, en una segunda. Con el tiempo,
hutus y twa acabarían por ser asimilados por los tutsis. A todo esto hay que sumar la
diferencia en el grado de desarrollo que había en el interior del país, dónde los twa se
organizaban en comunidades, los hutus en sociedades tribales, y los tutsis en una sociedad
jerarquizada58.
Pero Ruanda no era un territorio donde las zonas fueran independientes en función a
su nivel de desarrollo, aunque sí se puede decir que había una relación entre el nivel de
desarrollo y la jerarquía que los tutsi habían establecido, ya que las estructuras sociales y
políticas se basaban en un sistema de clientelismo político. En este sistema, la élite tutsi
quedaba en las posiciones de bienestar y de influencia, ya que tenía en sus manos los dos
elementos para establecer su hegemonía: el dominio sobre el ejército, que le aseguraba el
control y el poder; y el control sobre el ganado y las tierras, elementos que aportaban poder y
prestigio. Ese sistema clientelar al que se ha aludido antes no hace sino plasmar las relaciones
discriminatorias entre hutus y tutsis, por la existencia de derechos y obligaciones entre unos y
otros. La única zona del territorio que disponía de una mayor libertad sería la parte
noroccidental59.
Aun así, el domino tutsi sobre el antiguo reino de Ruanda obligó a todas las etnias a
llevar una “coexistencia obligada”. Además, las relaciones que estos grupos mantenían con el
resto del territorio que ocupaban, estaban limitadas a su espacio geográfico y, en menor
medida, a los matrimonios mixtos entre etnias. Pero el servirse de la identificación étnica
como modo de integración social comenzó a venirse abajo cuando, en el siglo XIX, el
colonialismo llega a esta zona de África debido a la sed de expansión de los imperios
coloniales europeos. Su llegada precipitaría la centralización de esas relaciones socio-
económicas y políticas. La colonización consiguió que toda la zona de África central incluida
58 La auténtica diferencias entre estas tres etnias residía en que, en ese momento, solamente los tutsis tenían
conciencia propia de que conformaban una comunidad que compartían una serie de ritos, creencias y lenguaje,
así como que estaban dirigidas por un jefe. Las otras dos poseían un menor grado de desarrollo social, lo que
benefició el dominio tutsi. 59 En un principio, la zona noroccidental de Ruanda se conformó como la única en la que los hutus habían
conseguido cierta autonomía del gobierno tutsis. El territorio ruandés quedaría, más tarde, bajo el dominio tutsi
gracias, en parte a la ayuda primero de los alemanes, y después de los belgas, que ayudaron a ampliar el dominio
por la única zona que seguía fuera de su dominio, la noroccidental.
46
Ruanda, obtuviera la centralización política, pero ocasionó que los rencores discriminatorios
aparecieran60. Este era el entorno de Ruanda antes del inicio de la colonización.
3.1.2. Ruanda en la etapa colonial
La celebración de la Conferencia de Berlín entre 1884-1885 pondría solución a las
pretensiones de las potencias europeas de expandirse por África. De esta manera, las grandes
beneficiadas de este reparto serían Gran Bretaña y Francia. La celebración de dicha
conferencia estaría precipitada por un hecho: la apropiación como territorio personal de la
actual zona del Congo por Leopoldo II de Bélgica, que convenció al resto de potencias de que
se hacía necesario el reparto del territorio africano, con el fin de asegurar el libre comercio de
las principales potencias de ese momento. El territorio quedaba dividido de la manera en que
se indica en el mapa siguiente, y el territorio de Ruanda, Burundi… correspondería al II Reich
de Alemania (Imagen nº3).
Imagen nº3: el círculo amarillo señala la zona que correspondío al II Reich alemán en el
reparto colonial de África.
Pero mientras que con el reparto, algunas zonas vieron alteradas sus fronteras, en el
caso de Ruanda no se presentó ese problema, pues ya había un espacio territorial constituido
dónde gobernaba una minoría mediante una serie de relaciones clientelares61. Alemania a su
llegada unificaría toda esa zona, creando, de esa manera, el territorio conocido como África
Oriental Alemana. El poder que Alemania ejercería sobre el territorio se fundamentaría en un 60 (Lemarchand. R, Consociacionalismo y el reparto de poder en África: Ruanda, Burundi y la República
Democrática del Congo, 2007: 1-20). 61 Esto pudo ser una consecuencia no tanto de tipo político, como si un conjunto de condiciones geográficas de la
zona relacionadas con las fronteras naturales.
47
control sobre las estructuras de poder que existían en la zona: para ejercer el gobierno
adoptarían el modelo de gobierno indirecto puesto en marcha por el Imperio Británico.
Sirviéndose de esto, los jefes locales pasaron a ser representantes del gobierno local,
conservando, de esa manera, su autoridad en las zonas que representaban interés para la
potencia colonizadora. Así, Ruanda seguiría gobernada por la élite tutsi.
Alemania no tendría tiempo ni capacidad para asentar una política efectiva de
colonialismo, lo que le habría permitido un completo dominio de la zona. La llegada de la
Primera Guerra Mundial (1914-1918) tendría desastrosas consecuencias para la potencia
europea, que perdió la región tras la Paz de Versalles, quedando la zona dividida entre las
potencias vencedoras. La zona de Ruanda quedó desde ese momento bajo dirección belga.
La nueva potencia, desde el principio, llevó a cabo un estricto sistema de
identificación étnica, dónde se señalaba de manera especial la procedencia de cada persona.
Se volvía a señalar de esta manera a los tutsi como la élite y, por tanto, la etnia más capacitada
para ejercer el poder. Hutus y Twa volvían a verse, de nuevo, alejados de la esfera de poder.
Se reorganizaba, de nuevo, la sociedad ruandesa, siguiendo teorías racistas.
El mandado que Bélgica ejerció en la zona desde que la Sociedad de Naciones se la
entrega bajo la forma de mandato, tendría desastrosas consecuencias: se crearon complejos de
inferioridad en las étnicas hutu y twa, y, de superioridad, en los tutsi. Complejos, que la
mayoría de la población, interiorizó profundamente. Pero estos sentimientos no tenían sentido
alguno. Además, se procedió a prohibir los matrimonios mixtos y la movilidad étnica que
desde hacía siglos se había desarrollado en Ruanda.
La cuestión racial, anteriormente mencionada, sería el germen del proceso genocida
que se iniciaría después. El problema de Ruanda es que esa división étnica es más compleja:
tutsi, hutus y twa, aunque habían presentado diferencias de clase a lo largo de su historia, no
habían estado subyugadas como sucede en ese momento, a una potencia exterior. Las
potencias europeas las seguían considerando, en conjunto, razas inferiores, lo que iba a
agravar aún más la situación de discriminación racial que estaba atravesando el país.
Uno de los momentos álgidos de esto fue, la evolución que, entre 1929 y 1933, sufriría
la administración colonial, cuando se destituyó a las autoridades tradicionales. En 1931, el rey
Muyinga de Ruanda fue destituido y su puesto ocupado por su hijo, Rudahiwga, gracias a la
estrecha relación de colaboración que este mantenía con las autoridades coloniales. Cuando
un jefe dejaba de ser útil, en términos de interés para la metrópolis, era destituido y asilado de
la vida social. Los europeos habían intentado la implantación, de manera forzosa, no sólo de
la economía capitalista y del modo de vida europeos, también intentaron que las sociedades
48
indígenas aceptaran nuevas creencias religiosas, en parte debido a las múltiples misiones que
llegaban a estos territorios, con la tarea de ofrecerles una educación. Únicamente aceptaron
dicha condición los tutsis. La negativa de los jefes tradicionales a aceptar la autoridad
religiosa que Occidente le imponía marcó un punto de inflexión. Desde ese momento, las
autoridades religiosas vieron la situación de opresión de la mayoría hutu y twa por la minoría
elitista de los tutsi, surgiendo, de esa manera escuelas misioneras en zonas de mayoría hutu
con el fin de aliviar su situación. La Segunda Guerra Mundial cambiaría por completo la
situación de todo el territorio62.
3.1.3. Ruanda en la etapa post-colonial. La revolución social hutu
El final del conflicto mundial tuvo enormes repercusiones en las colonias, pero, la más
importante, sin ninguna duda, fue que las colonias vieron que su esfuerzo bélico se había
equiparado al de las metrópolis y, desde ese momento, estaban en una situación de igualdad
con respecto a estas. Se iniciaban, de esta manera, oleadas de repulsa contra el racismo y las
desigualdades sociales que imperaban en Ruanda. El fin de la Segunda Guerra Mundial
otorgó al país una nueva denominación, la de fideicomiso63. Hasta 1955, Bélgica pareció no
ser consciente de la situación que se estaba orquestando, además de que no poseía los medios
técnicos para poner freno al proceso.
Por primera vez las dos élites mayoritarias, se habían unido con un mismo fin:
conseguir su independencia. Pero el final del mandato de Bélgica dejaría una terrible
consecuencia y que sería, junto a las teorías raciales64, el germen del proceso genocida: la
inexistencia de una constitución dónde quedaran recogidos los derechos de las minorías. Así,
los tutsi, se veían, por primera vez, solos y aislados, en un proceso dominado por la mayoría
hutu. Los odios y diferencias existentes pasaban de ser meramente económicos, a ser
polarizados por aspectos étnicos y políticos.
Sería en 1957, con el consentimiento de las organizaciones políticas y algunos
cambios democratizadores, cuando Joseph Habyrimana Gitera fundara la “Asociación por la
Promoción Social de las Masas” (APROSOMA)65 y el periódico “La Voz del Pueblo
62 Mamdani, Ciudadano y súbdito: África contemporánea y el legado del colonialismo tardío, 1998: 66-105. 63 El fideicomiso es un término, empleado por Naciones Unidas, con el fin de designar a la gestión internacional
de un territorio. Este respondía a un propósito, prepararlo para su independencia con la creación de órganos
legislativos y ejecutivos de representación africana. 64 La teoría darwinista de la evolución animal volvió a ser usada, de manera errónea, por los belgas, ya que
implementaron, en la mentalidad de hutus y twa, un complejo de raza inferior, por lo que debían de ser
dominados por los tutsis. 65 APROSOMA hace referencia al movimiento Hutu activo entre 1957 y 1965 en Ruanda y Burundi. Creado por
Joseph Habyrimana Gitera se convirtió en el primer órgano representativo de esta etnia, y en el método que tenía
49
Común”, desde dónde comenzaron los ataques al sistema social existente, la monarquía y los
privilegios de los que los tutsi habían gozado durante siglos, y que les había llevado a
identificarlos con la élite. Surge al mismo tiempo el “Movimiento Social Hutu”66, con el
objetivo de combatir los abusos de los tutsis y demandar que las instituciones se abrieran a
todas las etnias.
Los tutsi por su lado, en 1959 formarían un único partido político, la “Unión Nacional
Rwandesa” (UNAR), mientras que los intelectuales tutsi crearon la llamada “Reunión
Democrática Rwandesa” (RADER). La oposición hutu a este movimiento vendría en 1959,
con la fundación del “Partido del Movimiento de la Emancipación Hutu” (PERMENHUTU),
heredero del movimiento social hutu. La formación de estos movimientos dio, a los grupos
sociales más marginados, la oportunidad de organizarse en partidos, desde dónde se podía
denunciar la desigualdad social. La aparición de estos primeros partidos tuvo una base étnica,
y sus reivindicaciones, a menudo, iban acompañadas de actos terroristas e incidentes
violentos.
El movimiento de la UNAR buscó, desde el principio, la conquista de la
independencia total, sin importar las consecuencias, lo que a la larga influyó negativamente en
las relaciones entre los europeos y los tutsi. El PARMEHUTU presentó, como principal
problema, la ausencia de un programa específico dónde quedará contemplado la obtención de
la independencia. Pero sí que contemplaba una solución a las desigualdades sociales que
aquejaban el país. De esta manera, el apoyo de los belgas pasa a la etnia hutu.
El cambio, en gran medida, de los apoyos belgas, supuso el inicio de los
enfrentamientos directos entre hutus y tutsis. Así, la situación del país llegó al límite entre
1959 y 1964. Ya en 1959, Bélgica había mostrado incapaz de dar una solución a los conflictos
sociales que estallaron en Ruanda. El estrato mayoritario ruandés se levantó contra las élites,
pidiendo mejoras, pero éstas no llegarían. Al contrario, la élite tutsi contestó con represión, lo
que volvería a remarcar una cuestión: el descontento de Ruanda ya no tenía que ver con la
economía, sino que estaba más en relación con aspectos étnicos y políticos. El favorecimiento
de Bélgica a los hutus en este momento, así como la oleada de asesinatos que se inició desde
1959, sería el inicio del flujo de refugiados, a los que más adelante se hará alusión.
para denunciar los abusos a los que estaban sometidos (Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2004: 499-
501). 66 El Movimiento Social Hutu surgió en 1959, en el momento de mayor flaqueza del mandato belga sobre
Ruanda. Los campesinos hutus, artos de la desigualdad, se echaron a la calle, en una feroz represión contra
cualquier elemento tutsi, aunque en un principio sólo iba destinada a los tutsi que gobernaban, lo que ocasionó la
muerte de, aproximadamente, 20.000 ciudadanos ruandeses, hutus y tutsis, y el exilió de 10.000 ruandeses de
etnia tutsi a Burundi.
50
La situación a inicios de los años 60 era tan tensa que la misma ONU se vio obligada a
intervenir en el país, pero eso no relajó la situación de tensión y nerviosismo entre ambas
etnias. Bélgica desoyó el mandato de la ONU de preparar poco a poco el territorio para su
independencia, desatendiendo los conflictos que estaban desarrollándose en el Congo.
Únicamente tuvo ojos para preparar la independencia del país. Aun así, la ONU consiguió que
se estableciera un acuerdo entre ambas etnias: en él, se comprometían a hacer respetar el
orden y la ley cooperando con las autoridades coloniales. Además, las dos renunciaban
formalmente a la violencia y la provocación en ambos sentidos. De esta manera, parecía que
la situación comenzaba a relajarse, llegando el momento en que era posible el escenario
electoral.
El fin, de manera pactada, de la violencia entre los dos principales partidos políticos
ruandeses llevó a la celebración de elecciones en junio-julio de 1960. Las elecciones dieron
un resultado que casi nadie esperaba, pero que por otro lado era lógico. El “Movimiento por la
Emancipación Hutu” (PARMEHUTU) consiguió el 70% de votos del electorado que había
participado. El Movimiento Social Hutu había obtenido la mayoría absoluta, los hutus al fin
podían acceder al poder legítimamente, el pueblo por fin tenía un gobierno que representara a
la mayor parte del estrato social ruandés, al haberse aprobado la consigna de “Un ciudadano,
un voto”. Pero no hay que olvidar un aspecto crucial: el cambio de dirección de la política
colonial, que favoreció enormemente la victoria de los hutus. La administración belga, debido
a las violentas manifestaciones que se habían producido en el país, así como a la presión que
la ONU ejercía, de manera cada vez mayor, para otorgar la independencia a Ruanda, y dar el
poder al pueblo, llevó a que Bélgica comenzara a favorecer más a las consignas hutus que
tutsis
Las elecciones a la Asamblea Legislativa fueron ganadas por el PARMEHUTU. Los
resultados de las elecciones ofrecerían un resultado en concreto, más allá del porcentaje de
votos: la negativa de la mayoría de Ruanda a que se diera una restauración de la monarquía.
Se abandonaba definitivamente la fuente de poder tradicional y, con eso, se apartaba a los
tutsi del poder. Se inauguraba la república presidencial.
En realidad, desde 1950, se veía que los hutus estaban llegando poco a poco al poder
en Ruanda, algo que eclosionaría cuando el PARMEHUTU ganara las elecciones. Pero los
enfrentamientos étnicos no acabaron. La llegada al poder de Gregoire Kayibanda inauguró el
gobierno de la Ruanda independiente. Este se basó en la Revolución Social Hutu que se había
iniciado en 1959. Inmediatamente, la antigua elite tutsi había llevado a cabo ataques contra el
51
gobierno, con el fin de derrocarlo y volver asentarse en el poder. Pero estos ataques no
tendrían resultados positivos, lo que incrementó las persecuciones contra los tutsi.
El fin de la elite tutsi se hizo en favor de la llegada al poder de una minoría hutu bien
formada. De esta manera, lo que podía haber sido una auténtica revolución social, que hubiera
cambiado todos los aspectos de la vida en Ruanda, no dejaría de ser un mero cambio en el
grupo que gobernaba. Se había cambiado el poder, sí, pero el nuevo estado seguía
presentando exactamente los mismos problemas. Esto se puede ver, por ejemplo, en que el
nuevo régimen de Kayibanda no aporto cambios sociales: la sociedad siguió organizándose en
función a la etnia. Las tensiones, de esta manera, no aflojaron, y comenzaron de nuevo las
persecuciones contra los tutsi entre final de 1963 y principios de 1964.
Pero no sólo los problemas sociales acuciaban a Ruanda, también los económicos67.
Ruanda seguía siendo un país básicamente agrícola, con una enorme dependencia de las
exportaciones de su cultivo estrella, el café. El intento de expandir este cultivo por todo el
país no resultó ser una solución, sino que agravó más aún el problema social. Se volvían a
abrir los viejos odios entre la clases sociales más rurales, al haberse favorecido las divisiones
de clases. En 1965 se volvieron a celebrar elecciones en Ruanda para Asamblea Nacional, con
el mismo resultado: la victoria del PARMEHUTU por mayoría y la reelección de Kayibanda
como presidente. La situación, por tanto, no varió en absoluto.
El miedo estaría presente, desde el principio, en la recién consagrada república. El
miedo de los tutsi, que se habían convertido en objeto de persecución, y el miedo de los hutus,
que vivían con el temor de que los tutsi volvieran al poder y se vengaran por las acciones que
se estaban llevando a cabo contra ellos. De esta manera, en Ruanda, los tutsi pasaron a ser la
clase social marginada. Ellos eran los que pagaban los problemas de la sociedad, cuando algo
no iba bien.
La oleada de violencia, provocada por los movimientos anti tutsi que estallaron por
toda Ruanda a fines de 1972, conduciría al general Juvènal Habyarimana a tomar el poder en
julio de 1973. La llegada de este al poder obligó a todos los ciudadanos a alistarse de por vida,
y, cómo manera de conservar sus vidas, en el partido del nuevo presidente, el Movimiento
Revolucionario Nacional para el Desarrollo (MRND). Los hutus serían expulsados del poder
12 años después de haber ganado, de manera consecutiva, unas elecciones democráticamente,
67 Aunque eran zonas políticamente “independientes”, Ruanda-Burundi eran administradas económicamente
como una misma región. La unión económica de ambas regiones acabaría en 1963, cuando Ruanda acusará a
Burundi de alentar los enfrentamientos étnicos. Pero en 1965, las relaciones volverían a la normalidad
(Bruneteau. B, El Siglo de los Genocidios, 2004: 230-235).
52
y el principal partido hutu, el PARMEHUTU de Gregoire Kayibanda declarado ilegal. La
actividad política democrática ruandesa quedaba, de esa manera, suspendida hasta 197568.
3.2.Segunda República Ruandesa. República independiente.
La oleada de violencia que en Ruanda se había desatado, obligó a la toma de
decisiones drásticas. La situación empezaba a hacerse insostenible a inicios de los 70, lo que
precipitó la llegada al poder del general Juvénal Habyarimana, del “Movimiento
Revolucionario Nacional para el Desarrollo” (MRND), ilegalizando el PARMEHUTU. El
objetivo que el general Habyarimana perseguía era la completa integración de las etnias
ruandesas en la sociedad, la participación activa de toda la población en el desarrollo del país
y convertir a Ruanda en una democracia.
3.2.1. El gobierno de Juvénal Habyarimana (1973-1994)
La aprobación en 1978 de una nueva Constitución confirmo que Ruanda se había
convertido en un país unipartidista, con Habyarimana como jefe de gobierno. Sería en 1981
cuando volvería a ser constituida la Asamblea Nacional, con sólo dos candidatos tutsi. El
general aseguraba su permanencia en el poder entre 1983 y 1988, al ser el MRND el partido
con mayor representación en el gobierno.
Desde el punto de vista político, aunque desde el gobierno se abogaba por una
colaboración entre los distintos grupos étnicos, lo cierto es que se seguía manteniendo el
sistema de identificación étnica que había dominado en el período colonial.
Desde el punto de vista económico, Ruanda presentaba un modelo liberal, dónde la
jerarquía (conformada por la elite hutu y tutsi) controlaba la tierra, la banca y el comercio. Las
reformas económicas que plantearon estaban destinadas a una apertura completa de cara al
exterior (con el fin de recibir inversiones): desde 1989, el MRND intenta controlar el gasto
público, controlar la evasión fiscal y limitar las importaciones, con el fin de acelerar el
crecimiento económico. Pero los escasos resultados que tienen, llevan al gobierno, en
noviembre de 1990, a llevar a cabo un programa de reajuste estructural bajo las directrices del
Banco Mundial.
Con todo, Ruanda había ganado una cierta estabilidad económica en los años 80. El
programa económico de Habyarimana y su gobierno parecía estar dando resultados. Pero a
finales de esta década, la caída del precio del café a nivel internacional, volvió a empeorar la
situación económica. Esto se traduciría en enormes dificultades en la balanza de pagos, a lo
68 Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2009: 500-504.
53
que si se suma que el país estaba experimentando un enorme boom demográfico y que las
cosechas empeoraron por un período de sequía que asoló el país, se ve que el poco
crecimiento económico que el país había experimentado se vio frenado drásticamente. La
situación de pobreza que se alcanzó en Ruanda, volvería, de nuevo, a agravar la situación
social. Pero en el ámbito internacional, se consideraba que Ruanda estaba llegando a alcanzar
un cierto nivel de democratización, aún con las graves deficiencias económicas que
presentaba. Pero lo cierto es que la situación era otra bien distinta69.
3.2.2. El F.P.R (Frente Patriótico Ruandés)
Antes se ha señalado la íntima relación que, durante su historia, han mantenido
Ruanda y Burundi, también Uganda ha tenido una gran importancia en la historia reciente de
Ruanda debido a una serie de factores: proximidad geográfica, étnica e histórica, etc. Las
persecuciones contra la etnia tutsi que se dieron en Ruanda, desde que alcanzó la
independencia, originó numerosos movimientos de refugiados, tuvieron como principal
destino Uganda70. El entonces presidente de Uganda, Yoweri Museveni, se sirvió de la elite
tutsi, que había llegado a su territorio, para obtener apoyos contra el gobierno de Milton
Obote. El apoyo de los tutsi llegó a cambio de su compromiso en apoyar a los refugiados con
el fin de que pudieran regresar a su país.
El apoyo que Uganda proporcionó a los refugiados ruandeses empezaba a ser un
problema para Habyarimana, que recibía, de manera constante, peticiones por parte del
gobierno de Uganda para que iniciara la repatriación de los refugiados. Pero Ruanda se
negaba, alegando que el país estaba sobrepoblado. Uganda optó en ese momento por la
desestabilización generalizada de Ruanda, proporcionando apoyo diplomático y militar al
“Frente Patriótico Ruandés”71. Este, mediante ataques militares directos y tácticas de
propaganda política iniciaron la lenta erosión del régimen de Habyarimana. Al mismo tiempo,
Kenia fue el lugar elegido por una minoría de refugiados para fundar la “Unión Nacional
Ruandesa”, que, muy pronto, pasaría a formar parte del F.P.R. El F.P.R. estaría conformado,
en este momento, por refugiados tutsis de distintos orígenes. Las concepciones e ideales
69 Bruneuteau. B, El Siglo de los Genocidios, 2006: 232-236. 70 Dentro de la región de los Grandes Lagos, Ruanda y Uganda eran los países dónde la etnia tutsi tenía una
mayor presencia. Pero, mientras que, en Ruanda había llegado al poder la facción hutu, en Uganda eran los tutsis
los que ostentaban el poder, por lo que está zona pasaría a convertirse en zona de asilo para los refugiados tutsis
ruandeses. 71 El Frente Patriótico Ruandés o FPR fue fundado, en Uganda, por refugiados ruandeses, de etnia tutsi. Con el
apoyo de Musevini, tenían como principal objetivo debilitar el poder de Habyarimana, con el fin de obligarlo a
negociar una repatriación segura y con garantías, de la población tutsi de Ruanda que estaba refugiada en
Uganda.
54
políticos de este frente eran muy diferentes, como la mayoría había nacido en el exilio, su
imagen de Ruanda estaba plagada de idealismo. Pero su pretensión era retomar el país para
reestablecer el poder tutsi, desplazado por los gobernantes hutu desde la independencia.
En sus inicios, el F.P.R estuvo dirigido por Fred Rwegyema, quien murió durante una
de las insurrecciones contra el régimen de Habyarimana, en 1990. Lo sucedió Paul Kagame,
quien regresó de Estados Unidos para asumir la dirección militar del Frente. Así, después de
tres décadas de exilio, los tutsis, con su organización político-militar y gracias a la
“apertura72” del régimen de Habyarimana, declararon la guerra al gobierno ruandés el 1 de
octubre de 1990, penetrando la frontera noreste de Ruanda. No estamos hablando de grupos
de resistencia tutsi como los que se organizaron anteriormente, este era un grupo militar
fuertemente armado conformado por alrededor de 2.500 refugiados.
3.2.3. Guerra Civil (1ª fase: 1-10-1990/4-08-1993. 2ª fase: 7-04-1994/ 18-07-1994)
Desde que se llevan a cabo los primeros ataques del FPR (imagen nº4), el gobierno de
Habyarimana puso en marcha una política represiva, de extremada dureza, contra todos los
disidentes y sospechosos. Las acciones del FPR, por un lado, y la respuesta del gobierno
ruandés, por otro, no harán sino aumentar las cifras de las matanzas. El inicio de la guerra
tuvo un gran impacto negativo en la economía del país. Todo lo producido por Ruanda iba
destinado a la maquinaria bélica. A medida que los ataques del “Frente Patriótico Ruandés”
aumentaban, la represión se hacía más dura y la situación interna más crítica e insostenible
desde el punto de vista económico y político. Aun así, se cumplió el objetivo de la represión:
acabar con las disidencias internas, que amenazaban el poder del MRND.
72 Debido a la importancia que el F.P.R estaba ganando, Habyarimana y el MRND estaban perdiendo fuerza, lo
que llevó al presidente a hacer determinadas concesiones. Una de ellas fue asegurar que se pondría fin a la
persecución de los tutsis, pero nunca se conseguiría tal propósito.
55
Imagen nº4: Mapa de las prefecturas de Ruanda y los ataques del F.P.R
El enfrentamiento que se mantenía en Ruanda precipitó la intervención de potencias
extranjeras en 1991. Francia y Bélgica fueron los países más implicados en este proceso,
debido a que eran los países que más ciudadanos tenían en Ruanda. Pero el apoyo de estas dos
potencias precipitó toda la situación, ya que el Consejo de Seguridad de la ONU se vio
obligado a realizar una intervención de carácter internacional.
Las razones de uno y otro país para esta intervención fueron:
-El interés que Francia mantenía en Ruanda residía en el intento de mantener la
estabilidad en esta región que tantos problemas presentaba: ese papel de estabilidad era
también necesario para Tanzania, Uganda y Zaire, que veían a Ruanda como pieza clave del
equilibrio de la zona.
-Para Bélgica, era necesario la protección de sus ciudadanos, lo que le obligaba a
plantear una solución, pero desde el principio se dejó ver que Bélgica no iba a intervenir de
lleno en el conflicto.
El inicio del conflicto civil en Ruanda no hizo sino dificultar el éxito de las reformas
que el gobierno de Habyarimana había planteado llevar a cabo, como eran la introducción del
cargo de primer ministro en el gobierno y el sistema multipartidista, en un intento de
mantener el régimen en pie. Pero la situación era cada vez más insostenible: los ataques del
F.P.R aumentaban cada vez más, lo que llevaría a un endurecimiento de las medidas de
seguridad y al rechazo de las políticas del gobierno. La presión internacional que se ejerció
56
para poner fin al conflicto, fue clave para que el gobierno de Habyarimana realizara
determinadas concesiones a los opositores: la más importante fue el permiso a los partidos de
la oposición para participar en la vida política.
En definitiva, el MRND vio que era incapaz de derrotar, desde el punto de vista
militar, al F.P.R, por lo que se produjo un giro de la política de Habyarimana, que facilitó la
participación de éste en la vida política de Ruanda. En poco tiempo pasaría a convertirse en el
principal partido político de la oposición. Se erigía así, en la principal alternativa democrática
con la que poner fin a la situación de crisis económica, social y política que Ruanda estaba
atravesando.
Pero Ruanda estaba, a inicios de la década de los 90, al borde del colapso social. Los
medios de comunicación seguían al servicio de los intereses estatales. Usando el miedo como
medio propagandístico, se reafirmó el odio, la venganza y el temor a los tutsis entre la
población hutu. Se había estereotipado a esta población, al punto de que pasaron a ser
alimañas, no personas. Pero esto no ocurrió solo por el lado hutu, los tutsi también se servían
de la intimidación a la población, como medio para conseguir sus objetivos. Los intentos de
reconciliación que se habían intentado llevar a cabo estaban fracasando.
La adopción del modelo democrático occidental parecía ser la solución para los
problemas de Ruanda, algo que no sucedió. El MRND no acababa con las diferencias étnicas
y sociales, sino que parecía incentivarlas. La guerra civil que Ruanda estaba viviendo parecía
que supondría el fin del régimen. Pero en agosto de 1993, el MRND y el FPR firmarían un
acuerdo de paz, el “Acuerdo de Arusha73”, con el que se ponía fin “definitivamente” a las
hostilidades. Pero el acuerdo seguía sin convencer a los líderes hutus: veían en este una
limitación de sus privilegios, así como la obligación de compartir el poder con el FPR. Era
algo sin sentido para ellos, que veían a los tutsis como sus enemigos naturales, por lo que la
violencia no decayó. Esto conduciría drásticamente a abril de 1994, el inicio real del
genocidio.
Aún con la firma de los Acuerdos de Arusha74 por Habyarimana, la situación en la
región de los Grandes Lagos africanos, en especial en Ruanda y Burundi, se estaba volviendo
crítica. Los enfrentamientos entre hutus y tutsis seguían produciéndose, incluso en costas
superiores a los que se habían desarrollado con anterioridad. La razón reside, en la negativa de
la facción hutu más radical, de aceptar los acuerdos que ponían fin a la guerra, ya que para
ellos, esta paz significaba volver al período de control y dominio tutsi. Los tutsis, veían que
73 Melvern, L. Un pueblo traicionado: el papel de Occidente en el genocidio de Ruanda, 2007: 83-93. 74 Ver anexo nº 5.
57
los acuerdos de Arusha no se estaban cumpliendo de manera plena, por lo que no
descendieron sus ataques al gobierno de Habyarimana, con el fin de obligarlo a cumplir la paz
que se había firmado. Estas tensiones tuvieron su culmen el 6 de abril de 1994, cuando dos
misiles tierra-aire SAM 16 destruyeron el avión dónde viajaban el presidente de Ruanda y su
homólogo de Burundi. Las acusaciones entre hutus y tutsis, de ambos países, sobre la autoría
del atentado, reforzó las posiciones hutus más radicales, que vieron legitimadas sus políticas
de represión contra los tutsis.
En conclusión, la situación tras el asesinato de Habyarimana se volvió crítica, pues las
persecuciones contra los tutsi volvieron a recrudecerse, así como la falta de oportunidades
para la población en general, en un sistema que estaba corrupto completamente. Los hutus
habían estado en el poder desde inicios de los 60, y continuaron así hasta la década de los 90,
cuando irrumpió en escena el Frente Patriótico Ruandés, encabezado por la facción tutsi, que
alteró, por completo, esa realidad75.
3.3. Genocidio
La firma de los acuerdos de Arusha en 1993 parecía que ponía fin a las hostilidades
entre el MRND y el FPR, pero no cerraba los problemas que presentaba Ruanda. A finales de
1993, el gobierno del MRND no sólo no había acabado con las diferencias sociales basadas en
la etnicidad, sino que las había acrecentado, en un intento por movilizar a la población hutu,
que tendría como consecuencia innumerables matanzas contra los tutsi. Esta espiral de
violencia conduce a abril de 1994.
3.3.1. Causas
Entre 1985 y 1993, Ruanda había vivido un aumento de la tensión social, debido a tres
factores relacionados con la política exterior: Burundi, la invasión tutsi y la presión, cada vez
mayor, de la comunidad internacional.
a) Burundi estaba gobernada por una elite tutsi que, viendo la situación que estos
atravesaban en Ruanda, se mostraba cada vez más intransigente con la población hutu en las
fronteras de su país. Los hutus no tenían muchas esperanzas de progresar en Burundi en estos
momentos, por lo que ambas etnias empezaron a tomar conciencia de la situación que estaban
atravesando. A diferencia de lo que pasaba en Ruanda, la élite tutsi no tenía la menor
intención en acabar con la población hutu, pero se sucedieron las matanzas debido a dos
factores:
75 Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2009: 502-508.
58
1) El primero es que las sangrientas sublevaciones de los hutus fueron respondidas de
manera más sangrienta por el aparato de seguridad estatal76.
2) La violencia desatada contra los hutus no estuvo orquestada desde el gobierno
central sino que estuvo dirigida por un pequeño grupo de militares y el movimiento juvenil
del principal partido tutsi, la “Unión para el Progreso Nacional” o UPRONA, las facciones
más radicales dentro de Burundi.
No fue, por tanto, un genocidio en sí, sino más bien una persecución política. Pero en
algunas zonas, el número de víctimas llegó a rondar el de los genocidios. El odio desatado
obligo a la población hutu a refugiarse en Ruanda hasta que la tensión social en Burundi se
relajó.
b) La invasión tutsi de 1990 fue el acto que más fuerza dio a la conciliación étnica.
Los invasores procedían de Uganda, dónde los tutsis se habían convertido en un problema
para el gobierno: los tutsi que habían emigrado allí se habían convertido en figuras clave del
ejército de Musuveni, que resultaría victorioso en la guerra civil que asoló al país entre finales
de los 70 y principio de los 80. Sus reivindicaciones de tierra estaban ocasionando
enfrentamientos con la población local, por lo que el gobierno ugandés sabía de la necesidad
de deshacerse de ellos. Les brindaron su ayuda para formar un ejército, el FPR, que invadiría
Ruanda en octubre de 1990. Esa incursión fue rápidamente reprimida, pero en 1992 y 1993 se
repetiría y tendría más éxito, por lo que el gobierno legítimo de Ruanda necesitó de ayuda
extranjera para expulsar al FPR. Esa ayuda le fue proporcionada por Francia.
Ese conflicto marca la radicalización de la ideología hutu más popular y racial, en
especial en la zona noroeste, la más amenazada por el FPR. Se volvía a ver a los tutsi como
extranjeros que venían a invadir; el conflicto había reabierto las viejas heridas entre hutus y
tutsis. En un contexto de conflicto, las facciones hutus más radicales, se vieron legitimadas a
la hora de perseguir y asesinar a tutsis y miembros del FPR77. La presión internacional cada
vez se hacía mayor, por lo que ambas facciones se tuvieron que sentar a negociar en 1992 (los
denominados acuerdos de Arusha, en Tanzania), firmando acuerdos provisionales sobre el
reparto de poder en 1993.
c) La presión internacional de tipo político en Ruanda comenzó con la caída del
comunismo a nivel mundial, pues las democracias occidentales (encabezadas por Estados
76 En la zona de Burundi, los hutus se localizaban lo más próximos a la frontera con Ruanda. Estas zonas, debido
al miedo de la población a los ataques, son las que se radicalizaron más sus posturas. 77 Aunque este era, de manera formal, multicultural, sólo Habyarimana seguía queriendo gobernar a los tutsi, e
integrarlos en la sociedad ruandesa.
59
Unidos) exigieron a los países del Tercer Mundo, que habían estado bajo la órbita comunista,
que adoptaran un modelo democrático al estilo occidental: Ruanda y Burundi no tardaron
demasiado en hacerlo, permitiendo, al resto de partidos políticos, su organización para
presentarse en las elecciones. La respuesta de Ruanda a la presión internacional y a la
situación económica, crítica llegó en 1991: se aprobó una constitución de tipo multipartidista.
El propio partido de Habyarimana, el MRND, era partidario desde un principio de elecciones.
Pero se encontraron con la negativa de los hutus más radicales.
Las desigualdades sociales que el país atravesaba seguían siendo el instrumento
preferido de los partidos con el fin de ganar seguidores: tanto el FPR como el MRND tenían
como principal objetivo reducir las diferencias sociales, atrayendo a esa población a su causa.
La caída del socialismo a nivel mundial frustraría esas expectativas en Ruanda. Esto originó
que la violencia pasara a ser concebida como la única solución viable. La derrota en el
conflicto civil ruandés de Habyarimana llevó a que éste realizara una serie de concesiones,
entre ellas, la de democratizar el gobierno, permitiendo la formación de un gobierno de
transición formado por hutus y tutsis. Aunque el gobierno de Habyarimana no puede ser
definido como democrático, la democratización que estaba sufriendo no hacía sino empeorar
las cosas. En Ruanda sucede como en muchos países de nuevo origen, y es que los regímenes
que más tarde inician su proceso de democratización son los que más posibilidades tienen de
desarrollar limpiezas étnicas.
Estos problemas desmembraron al gobierno ruandés en poco tiempo. Se llega al
momento de limpieza étnica cuando el estado ejerce soberanía sobre un territorio que durante
mucho tiempo ha estado en disputa dentro de un entorno geopolítico inestable, lo que lleva a
radicalizar los discursos. Es de crisis geopolíticas, como la que había vivido Ruanda, cuando
las violencias étnicas y los procesos genocidas son más propensos a desarrollarse78.
Las presiones que el gobierno de Ruanda estaba sufriendo iban erosionando, poco a
poco, el régimen de Habyarimana. Los continuos enfrentamientos entre el gobierno de
transición, formado por hutus y tutsis provocarían la caída de este en julio de 1992, los
acuerdos de Arusha los firmaría un gobierno provisional. Estos acuerdos fueron más de lo que
los hutus estaban dispuestos a permitir. Las facciones más radicales de estos se veían
excluidas del poder. Además, la supervivencia de los acuerdos dependía, en gran parte, de que
ambas facciones respetaran la parte que le incumbía, algo que no se sucedería. La razón es
que todos tenían mucho que perder y poco que ganar si estos salían adelante.
78Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2009: 12-21.
60
3.3.2. Factores determinantes
El punto de no retorno sería el 6 de abril de 1994. Esa noche, dos misiles tierra aire
SAM-16 hacían desaparecer el avión dónde viajaba Habyarimana, presidente de Ruanda,
junto con su homólogo de Burundi, Cyprien Natyarimana. Para muchos, los culpables de este
atentado fueron los extremistas hutus del ejército de Ruanda los causantes de esto, pero el
armamento utilizado no estaba disponible en el ejército ruandés. El ejército de Uganda, en
cambio, sí que disponía de él.
La sucesión de acontecimientos, entre el 6 y el 12 de abril, podría apuntar más al
aprovechamiento de una oportunidad inesperada, causada por el asesinato de Habyarimana,
que a un proceso genocida planeado durante años. Pero esto no es verdad. Es cierto que las
matanzas no comenzaron en el momento en que se supo del asesinato de Habyarimana, sino el
día 12. Ruanda, se había erigido como un régimen dónde su principal líder había sido el único
capaz de dirigir a todas las facciones de MRND, cuando éste estaba cada vez más dividido. La
Constitución de 1991 había establecido la sucesión del presidente en caso de fallecimiento. El
papel recaía, pues, sobre la primera ministra moderada y los líderes de la Asamblea Nacional,
los únicos con el suficiente poder para frenar a los radicales. Sin embargo, el que acabó en el
poder fue el general Théonoste Bagasora79.
Théonoste Bagasora llegó al poder gracias a los contactos que esté mantenía con los
dirigentes de la casita80. Había sido, además, uno de los miembros más destacados de la
delegación ruandesa en Arusha. Pero no estuvo jamás de acuerdo con la firma de estos
acuerdos, declarando que la aplicación de estos tendría como consecuencia el exterminio de la
población tutsi. Para este general, la aplicación de los acuerdos de Arusha supondría el
exterminio total de la población tutsi. Bagasora se había erigido en poco tiempo como la
principal figura hutu, así como el más firme defensor del exterminio total de los tutsi. Para él,
sólo con el exterminio final de los tutsi se podría conseguir que los hutus tuvieran auténticas
oportunidades.
Aun así, la radicalización de posturas pilló a todos por sorpresa, incluido Bagasora. En
un principio, ordenó la protección de la primera ministra, pero, al mismo tiempo, mantenía
conversaciones con las facciones más radicales con el fin de obtener apoyo en su golpe
militar. Obtuvo el apoyo el 7 de abril, un día después de la muerte de Habyarimana, cuando
79 Bruneteau. B, El Siglo de los Genocidios, 2006: 227-235. 80 Red de clientelismo políticos que apareció entorno a la esposa de Habyarimana. Conformada por profesores
del ámbito universitario, con el tiempo dieron legitimidad a la ideología más radical de las facciones hutus.
61
los moderados se vieron superados en número, por lo que no tendrían más remedio que ceder
a las exigencias de los radicales. Los grupos de mercenarios, que tanta importancia habían
tenido durante la guerra civil de Ruanda, volvían a servirse de las armas con el fin de obtener
sus objetivos. La noche del día 7 supuso el fin del gobierno legítimo ruandés, pues estos
grupos eliminaron a la primera ministra moderada y a los políticos moderados hutus. El
asesinato como instrumento político se había iniciado: el politicidio se convirtió en el paso
previo al genocidio81.
Durante tres días, el régimen golpista de Bagasora conformó un gobierno civil,
abandonando su plan de régimen militar. Pero el 12 de abril se llamó a todas las facciones
hutus a acabar con el enemigo tutsi: era la primera auténtica llamada al exterminio de los
tutsis. Pero no todos los grupos estaban de acuerdo con esta política. La resistencia fue muy
fuerte en el ejército. Los oficiales pidieron a Bagasora, de manera formal, que finalizaran las
matanzas, ya que veían como estos actos no hacían sino debilitar la moral de los soldados.
Esto los hacía más fáciles de derrotar. Pero Bagasora no sólo no rectificó, sino que, muy
pronto, eliminó a los sectores que le eran más reacios.
Cada zona llegó al culmen de estas matanzas en el momento en que los radicales se
dieron cuenta de que eran superiores, por el hecho de poseer armamento que podían usar
fácilmente. Las zonas dónde el control estaba bajo las facciones más radicales del MRND, no
presentaron apenas oposición en la ejecución de las matanzas. Por el contrario, en las zonas
que seguían controladas por las facciones moderadas o por la oposición, las matanzas no
sucedieron tan repentinamente, atrasando su aparición.
En las últimas zonas mencionadas, la importancia de los grupos mercenarios volvería
a ser clave para movilizar a la población: allí dónde los radicales eran menos numerosos, el
apoyo de estos grupos fue clave para perpetuar las matanzas. Un ejemplo de esta sería la
prefectura de Kibuye. Localizada a 136 kilómetros de la capital, fue el lugar elegido por la
interahamwe82 para empezar a realizar las listas de sospechosos. Pero es más que posible que
la gran mayoría de los que participaron en ello no tuvieran ni idea de lo que se iba a producir
a continuación. Es más que probable que el comportamiento del prefecto de Kibuye
respondiera al temor expandido que existía entre la facción hutu, de que la llegada al poder
del FPR acabaría con su posición de poder.
81 Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2009: 517-522. 82 Traducido, literalmente, como “Los que permanecen juntos”, era el nombre que recibió el grupo paramilitar
formado en Ruanda en 1991, durante su guerra civil, gracias a la ayuda del MRND. Estas fuerzas, junto con
algunos miembros de la Guardia Presidencial, fueron los encargados de causar, en 1994, la muerte de cerca de
800.000 tutsis y hutus moderados (Informe African Rights, 1994: 610-640).
62
La zona del sur de Ruanda fue la zona en la que el genocidio tardó más en imponerse,
por una razón: el trabajo conjunto entre hutus y tutsi había creado una serie de vínculos que
consiguieron frenar el avance de este proceso. Pero el asesinato del prefecto de la zona, Jean-
Batiste Habyalimana83, y su sustitución por Sylvain Nsabimana84, condicionó los asesinatos en
la zona poco a poco, pero seguían sin estar tan extendidos como en el resto de prefecturas.
Nsabimana vio con horror como la violencia estaba masacrando a la población a su cargo, por
lo que comenzó a proteger a los tutsis, hasta que los radicales hutus consiguieron destituirlo
de su cargo como prefecto el 16 de junio85.
Los diversos estudios realizados sobre el genocidio de Ruanda han demostrado que
esta matanza, fue, de todo, menos espontánea. Para la mayoría, el genocidio fue un proceso
muy premeditado y organizado por las élites más radicales de la facción hutu. Esta idea es la
que más ha predominado en los juicios del Tribunal de Crímenes de Guerra de la ONU. Lo
más probable fue que, según el gobierno perdía su unión e intentaba recuperarse del golpe de
Estado que habían dado los tutsi, la mayoría hutu sufrió una radicalización de sus
sentimientos. El genocidio no dejaría de ser, de esa manera, la respuesta que las elites hutus
dieron a una situación de crisis extrema.
Pero esto no es la opinión mayoritaria sino que, para casi todos, lo descrito
anteriormente fue el detonante que lo precipitó. La idea más generalizada es que, entre
septiembre de 1990 y julio de 1994, la élite más radical del MRND trazó un plan con el
objetivo de exterminar a la población civil tutsi y a los miembros de la oposición, para así
ostentar el poder absoluto. Pero no fueron sólo causas políticas o sociales las que instigaron
este proceso, también habría profundos intereses económicos86.
Por lo que se refiere a la ideología, ésta se radicalizó a partir de agosto de 1993. Los
acuerdos de Arusha habían dejado cómo claros beneficiarios al FPR y lo que estos
representaban, mientras que los hutus se veían en una posición de desventaja. Los principales
causantes e instigadores del genocidio fueron los mismos que realizaron las críticas más duras
83 Jean Batiste Habyalimana fue, en estos años, el único prefecto de etnia tutsi en Ruanda, en concreto en la
prefectura de Butare. Su estancia en el poder fue la principal causa por la que el genocidio tardó más tiempo en
instalarse en el sur. 84 Fue nombrado prefecto de Butare el 19 de abril de 1994, ocupando una posición que, en ese momento,
aglutinaba el poder ejecutivo y el poder jerárquico en cada prefectura. Desde esa posición de poder, dio libertad
de actuación a la interahamwe, además de fomentar discursos que incitaran a la violencia étnica, con el fin de
acabar con la etnia tutsi. 85 Ver imagen nº4 del anexo nº6. 86 Se sabe que, al menos una parte de las ayudas que el FMI había aportado a Ruanda, con el fin de acabar con la
situación de crisis social que vivía, serían destinadas a la compra de machetes y armas de todo tipo. Con estas
armas se armó a las milicias que en los primeros meses de 1994 perpetrarían el genocidio.
63
a estos acuerdos. Los discursos se iban radicalizando con los días, pero aún, la gran mayoría
hutu no se sentía seducida por éstos, ni los tutsis veían la situación demasiado preocupante,
para peligrar su existencia. Los lazos de convivencia que se habían establecido entre hutus y
tutsi seguían siendo muy fuertes. El discurso de Mugesera87, en septiembre de 1992, anuncia
la radicalización que iba a sufrir Ruanda:
“¿Qué hay de esos cómplices que envían a sus hijos a formar parte del FPR? [...]
tenemos que asumir la responsabilidad con nuestras propias manos […] ¿Qué estamos
esperando para aplicar las condenas? […] El mayor error que cometimos en 1959 fue
dejarles (a los tutsis) marchar […] Son etíopes y vamos a encontrar un atajo para que
lleguen allí cuanto antes, les vamos a lanzar al río Nyabarongo. Debemos actuar. Tenemos
que entrar en acción, tenemos que liquidarlos a todos ¡Exterminad a esta escoria!”
(Melvern, L, Un pueblo traicionado: el papel de occidente en el genocidio de Ruanda,
2007: 79).
Este discurso sería muy utilizado por la propaganda de las interahamwe88. A la
campaña propagandística ayudaría que los radicales estuvieran consiguiendo el control de los
medios de comunicación. El ejemplo más claro de esto fue la KTLM o “La Radio de las Mil
Colinas”, dónde la música popular y el humor se mezclaban con propaganda radical. En ella,
los hutus eran demócratas y conformaban el pueblo mayoritario, y se veían atacados por las
cucarachas (en referencia a los tutsis) del FPR, que contaban con la ayuda de traidores a la
patria y de los extranjeros. Aunque la propaganda publicitaria, en un principio, parecía no
haber tenido calado, la muerte de Habyarimana volvió a sacar a la luz esta propaganda étnico-
racial.
La economía también se vería afectada por la radicalización de posturas. El MRND,
desde 1992, había perdido gran parte del control sobre el proteccionismo estatal, en especial,
en el sur y el centro del país. La división del MRND en dos facciones no fue un hecho
aislado: casi todos los partidos se habían dividido en facciones de poder moderadas y de
poder hutu.
87 León Mugesera sería uno de los primeros, junto con el general Bagasora, en declararse partidario del
exterminio de los tutsis. Debido a estas declaraciones, fue acusado por Stanislas Mbonampeka, el ministro de
justicia ruandés del momento, de incitación al odio, amenazándolo con juzgarlo. Se vio obligado a huir al
extranjero. Actualmente continúa en Canadá, dónde es uno de los más críticos con el gobierno de Paul Kagame y
los tutsis en general. Sigue luchando por evitar la deportación a Ruanda para su juicio (Melvern. L, Un pueblo
traicionado: el papel del Occidente en el genocidio de Ruanda, 2007: 76-78) 88 Romero García, E.R, “El Papel de la ONU ante el Genocidio de Ruanda de 1990-1994”, 2009: 12.
64
Pero, en 1993, tuvieron que plantearse por primera vez un escenario totalmente nuevo
para ellos: la más que posible victoria del FPR en la guerra que asolaba al país. Acabaron por
observar a la vecina Burundi y la represión que los tutsis habían lanzado contra los hutus. Se
vio esto como un peligro, no sólo para los hutus, sino para todo el sistema económico que
habían implementado en el país. Esto llevó a la radicalización de la vida política en Ruanda.
Finalmente, los cambios también se dieron en la vida militar. La situación del
conflicto con el FPR estaba debilitando muchísimo la posición del partido y del ejército,
haciendo una profunda mella en la cohesión de este último. La radicalización llegó, de esta
manera, a mediados de 1992, cuando el ejército se divide en dos, al igual que había pasado en
la vida política. Hacía, de esta manera, aparición, la interahamwe. Se habían constituido como
una fuerza de choque para plantar cara al invasor pero, en verdad, estaba constituida por las
facciones más radicales del MRND y del ejército. Ganarían mucha importancia en poco
tiempo, en parte debido a que la guerra civil ruandesa obligó a la población a abandonar su
neutralidad, decantándose por uno u otro bando. Estas organizaciones mercenarias recibieron,
además, enormes fondos para llevar a cabo su lucha. La interahamwe intensificó su política de
violencia a partir de la invasión del FPR en 1990.
3.4. Reconocimiento internacional
Mientras tenía lugar el genocidio ruandés, la comunidad internacional pareció mirar
hacia otro lado, sin intervenir a fin de acabar con la barbarie que se estaba desarrollando. Los
casos de Francia, Bélgica y Alemania fueron los que más indignaron a la comunidad
internacional: eran los países que mayores lazos habían mantenido con Ruanda y la región de
los Grandes Lagos, y dieron su apoyo al gobierno de Habyarimana hasta 1993, cuando se
firmaron los tratados de Arusha; pero, desde ese momento, se desentendieron de la región.
Únicamente la intervención de la ONU al final del conflicto, los obligó a intervenir con el fin
de frenar la masacre.
Por lo que refiere a Estados Unidos, evitaron, en todo momento, definir lo que estaba
pasando en Ruanda como acto genocida. La razón es que, de haberlo admitido, su veto no
habría tenido sentido ante el Consejo de Seguridad de la ONU, siendo obligados a
intervenir89. No lo hicieron debido, en parte, a los intereses económicos que mantenían en la
zona. Además, pocos años antes, habían prestado apoyo a Uganda, formando a sus milicias:
entre los miembros de las milicias se encontraba Paul Kagame. Estados Unidos creía que
89 Romero García, E.R, “El Papel de la ONU ante el Genocidio de Ruanda de 1990-1994”, 2009: 29-30.
65
había que mantener un régimen militar fuerte en la región de los Grandes Lagos, con el fin de
salvaguardar sus intereses económicos90.
3.4.1. El papel de la ONU en la celebración de los juicios
Durante la década de los 90, el final de la Guerra Fría aumentó la influencia de la
ONU en la mediación de los conflictos internacionales. Pero aún presentaba un fuerte
problema: el veto que podía ejercer uno de los cinco miembros permanentes en el Consejo de
Seguridad de la ONU. En 2014, la ONU admitiría que gran parte de la responsabilidad en el
genocidio era suya, ya que no había previsto que algo así pudiera volver a llevarse a cabo.
Creían que era un proceso que con la liberación de los campos de concentración y los juicios
de Núremberg había sido eliminado de la historia, algo que no pudo fue así.
Con todo, la ONU procedió a la creación de un tribunal especial, con el objetivo de
juzgar los crímenes contra la humanidad, así como los actos genocidas que, en apenas cien
días, se dieron en Ruanda y que acabaron con la vida de casi 1.000.000 de personas. La
estructura de este tribunal es similar al del Tribunal Penal Internacional creado para la ex
Yugoslavia. Conformado por tres salas, presididas por tres jueces, cuenta, además, con una
fiscalía encargada de buscar evidencias para juzgar los casos individuales de los que se
encarga la Corte Penal. El caso de mayor éxito es el juicio a Jean-Paul Akayesu91.
Antiguo alcalde de Taba y general del ejército hutu, fue arrestado en 1995, y puesto a
disposición del Tribunal. Fue declarado culpable del cargo de omisión del deber, al no haber
detenido las violaciones que sus subalternos cometieron contra la población civil. El tribunal
llegó a la conclusión de que la violación se había adoptado como un método más para la
tortura: las violaciones en masa ocasionaron la transmisión de enfermedades de tipo sexual a
la población tutsi, enfermedades destinadas a evitar la pervivencia de los tutsis. Es un hito a
nivel mundial para este Tribunal, ya que supuso la primera condena por crimen de genocidio
y la primera dónde se reconocía que la violencia sexual también era acto de genocidio92.
90 Bruneuteau. B, El siglo de los Genocidios, 2006: 243-246. 91 Bruneuteau. B, El Siglo de los Genocidios, 2006: 241-246.
Mann. M, El Lado Oscuro de la Democracia, 2009: 519; 524. 92 El final del genocidio reveló que a las casi 800.000 muertes que había originado, había otro porcentaje muy
alto de víctimas que habían adquirido ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual), debido a las continuas
violaciones que habían sufrido a manos de los grupos mercenarios. Enfermedades que habían sido transmitidas,
en muchos casos, a conciencia.
(Gunawaradana, Contribuciones por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda a Desarrollo de la definición de
genocidio. En Actas de la Reunión Anual (Sociedad Americana de Derecho Internacional), 2.000: 277-279).
66
3.5.¿Genocidio de Ruanda como producto de la modernidad?
El genocidio de Ruanda tiene como principal origen la diferenciación étnica que se
estableció en el país a raíz de su colonización en 1884, tras la celebración de la Conferencia
de Berlín. Antes de la colonización, Ruanda no era un país sin ningún tipo de estructura
política o social, más bien, lo contrario. Pero la llegada de la colonización introdujo cambios,
cambios que las potencias europeas consideraban esenciales para poder llevar a cabo un
dominio completo del territorio. Se introdujeron, de esta manera: formas de organización de
los estados modernos, se suprimieron las redes de parentesco y pertenencia, se estratificó la
sociedad… se había tomado como modelo de creación de un nuevo estado la sociedad
europea, pero no se tenían en cuenta las diferencias e individualidades de cada territorio.
Toda esta situación generó, tras el proceso descolonizador, profundas situaciones de
odio, debido, en parte, a que los tutsis habían sido los más favorecidos por la dominación
europea del territorio. La descolonización, además, alentó las diferencias raciales.
En conclusión, podemos afirmar lo siguiente:
-Las diferencias étnicas, que se habían alentado desde el proceso de independencia, se
acabaron convirtiendo en la principal causa del proceso genocida. Hasta antes del proceso
colonial, hutus y tutsis habían convivido en paz, sin graves problemas a destacar. Pero la
colonización de África por las potencias europeas, y su idea de alentar las diferencias sociales,
pusieron las bases de profundos odios étnicos.
-El genocidio se originó por la combinación de factores políticos, económicos y
sociales. Los juicios contra los culpables de estos crímenes arrojaron una conclusión: el
proceso genocida había sido muy planeado en el tiempo, no era, por tanto, fruto de la
espontaneidad, cómo se había alegado anteriormente.
-El genocidio no fue secundado por todas las facciones del MRND, solamente por las
más radicales. Los grandes perjudicados de la derrota del régimen de Habyarimana, en la
firma de los Acuerdos de Arusha en 1992, fueron los primeros en secundar esas matanzas.
Además, la corrupción del sistema de gobierno jugo un papel clave en el proceso.
-El genocidio no llegó a tener las mismas motivaciones. Las clases más bajas, los
soldados y los dirigentes tuvieron motivos totalmente distintos para participar. Curiosamente,
las zonas que habían recibido más refugiados hutus, fueron las mismas en las que el proceso
se radicalizó aún más. Los heridos de la guerra civil, los paramilitares, y las facciones más
radicales del MRND fueron los que tuvieron la misma motivación: la ira por perder el
conflicto llevó a una sensación de miedo ante el poder que el FPR estaba consiguiendo. Lo
anterior derivó en la radicalización de los asesinatos. Por el contrario, el sur del país, la única
67
zona dónde una prefectura estaba ocupada por alguien de la etnia tutsi, se conformó como el
último lugar al que el genocidio afectó.
Hay que matizar una cuestión en general, en relación a la convivencia de ambas etnias:
ninguno de los dos pueblos se caracterizaban por tener el asesinato como principal
característica. El problema es que tendemos, por lo general, a asociar que los países pobres
son, por general, los que muestran tendencias más genocidas, debido a que son los que peores
condiciones de vida presentan. Serían, por tanto, el lugar idóneo para que se originaran
limpiezas étnicas, pero eso no es así93. Los 90 podían haber sido el inicio de la modernización
del país, pero la crisis del sistema dinamitó esa oportunidad. Fue la situación esperada por los
radicales hutus para radicalizar el discurso, lo que llevó a la guerra civil que asoló al país, y al
genocidio posterior. Ruanda, es, en este caso, el ejemplo más claro en la definición de los
procesos genocidas. Este es el auténtico lado oscuro de la Democracia94, además de uno de los
múltiples recordatorios que tenemos de que, la separación de los aspectos materiales de los
sociales y psicológicos, origina profundos problemas internos en el seno de esas sociedades.
3.6.¿Cómo sigue presente el genocidio en la mente de los ruandeses?
Aún, veintidós años después, el genocidio sigue demasiado presente en la sociedad
ruandesa. El colectivo que más lo sufre es, sin duda, el de los niños. La mayoría no vivieron el
infierno que afrontaron sus padres, y ven, como dependen de la caridad, para poder
sobrevivir. Todos los meses de abril recuerdan lo sucedido durante los cien días en los que se
desarrolló el genocidio. Uno de los problemas a los que tienen que enfrentarse es que el fin
del genocidio no fue el final de la Interahamwe. Aún, hoy día, siguen perviviendo restos de
las milicias que llevaron a cabo este proceso: la interahamwe es la más destacada en este caso,
sigue operativa en zonas del Zaire y del Congo, y sus dirigentes siguen esperando regresar,
para acabar con la labor iniciada en abril de 1994.
Actualmente, Ruanda es un país que intenta cerrar una página oscura de su pasado. El
final del conflicto civil y del genocidio, gracias a la llegada del FPR y de Paul Kagame, podía
haber supuesto el inicio de la venganza de los tutsis contra los hutus, por suerte esto no llegó a
darse. La razón es que los dirigentes se dieron cuenta de que era necesario cerrar esa parte de
93 La shoah, los asesinatos políticos durante la Rusia estalinista, las desapariciones en las dictaduras
sudamericanas… demuestran que los genocidios pueden desarrollarse en cualquier parte del mundo, desde el
momento en que este presente un grupo de personas, o un sector de la sociedad dispuesto a ello. 94 Las limpiezas étnicas son el resultado de la combinación de múltiples factores, siendo el proceso que agrupa
las 8 tesis que defiende Mann sobre el porqué de los procesos genocidas.
68
la historia de Ruanda pero no olvidarla, por lo que se hacía necesaria la cooperación entre
tutsis y hutus. En este caso, la figura de Paul Kagame tuvo una importancia vital.
Paul Kagame es, quizás, la metáfora perfecta de que, a Ruanda, los problemas le hacen
más fuerte. Nació en 1957, huiría junto a su familia en 1961, cuando los hutus llegaron al
poder y los tutsis empezaron a estar en peligro. Como la gran mayoría de los refugiados, el
lugar escogido para refugiarse sería Uganda. Allí, formó parte del ejército rebelde ugandés
que acabo derrocando a Milton Obote, y ocasionó qué, el líder del Movimiento de Resistencia
Nacional (ERN) Yoweri Museveni, llegara al poder.
La invasión y posterior guerra civil en Ruanda coincidió con una estancia en Estados
Unidos. A su vuelta, la muerte de Fred Rwigema lo llevó a convertirse en el líder indiscutible
del FPR. Sería el que llevará a este a la victoria en la guerra civil ruandesa, y el que expulsara
del poder al MRND, exiliando a la gran mayoría por su participación en el genocidio. Debido
a las dificultades que atravesó, se ganaría el apelativo de “el hombre más duro de África”.
Además, ha sido acusado por numerosos países y organizaciones de derechos humanos, de ser
participe en el proceso genocida y de atentar contra los derechos humanos de la población.
Kagame asumió el cargo en un país desolado por las matanzas, dónde entre 800.000 y
1.000.000 de personas fueron víctimas de estas matanzas. Los tutsis siguen siendo una
minoría en este momento en Ruanda: la proporción es de un tutsi por cada siete hutus. Ante el
miedo tutsi de que, los hutus se vuelvan a radicalizar, e intenten acabar lo que iniciaron en
1994, se hace necesaria la cooperación entre las dos etnias, para la supervivencia de los tutsi y
para que el país pueda tener un futuro. Esta situación, aún con las críticas que ha levantado
entre la comunidad internacional, parece que empieza a ver sus primeros resultados, dónde en
un país con mayoría hutu, el presidente es de etnia tutsi, gracias a las últimas elecciones, en
los que desde 1994, se volvía a contar con la participación de partidos hutus95.
95 Carlin. J, Heroica tierra cruel: crónicas africanas, 2004: 373-406.
69
4. Análisis comparado entre el genocidio camboyano y el genocidio ruandés
Resulta complejo establecer una comparación entre los hechos que se desarrollaron en
Camboya entre 1975-1979 y los que se desarrollaron en Ruanda en 1994. En principio,
ninguno de los dos genocidios partía de la misma base: los Jemeres Rojos intentaban
reconstruir el país desde cero; en Ruanda no se dio ese intento de reconstruir el país desde
cero, sólo se quería la eliminación por completo de lo que se consideraba como el mal del
país, la etnia tutsis por completo. Los hutus no hicieron una diferenciación dentro de los
tutsis, para ellos todos los de la etnia tutsi eran culpables de los males del país; en Camboya el
proceso no fue tan extremo, ya que los Jemeres Rojos sí que llegaron a diferenciar a los que
eran auténticos “traidores”, como ellos mismos los denominaban, de los que con su trabajo
podían conseguir un perdón por sus crímenes, así como del sector de la población que les
había apoyado. Uno de los puntos en los que los dos genocidios coinciden es en el uso de las
metáforas biológicas, tan usadas por los nazis en la Shoah. Tanto los Jemeres Rojos como los
hutus se referían, a lo que ellos denominaban como “inferiores”, con términos despectivos, ya
que ni los Jemeres Rojos ni los hutus los consideraban personas, sino seres inferiores que
corrompían a la nación y con los que había que terminar a como diera lugar.
Lo que sí está claro es que la sociedad internacional, con su indiferencia hacia los
crímenes que se habían cometido, primero en Camboya, después en Ruanda, contribuyó de
manera decisiva a la materialización de estos crímenes. La cuestión principal es que, tanto
Ruanda como Camboya partían, de base con una serie de deficiencias internas:
-En el caso de Camboya, el aislamiento al que estuvo sometida, desde el punto de vista
internacional, marcó el principio del genocidio. Desde el momento en que Pol Pot y los
Jemeres Rojos ganan el conflicto al régimen de Lon Nol, sin ayuda del comunismo, pensaron
que eran un nuevo estadio en la evolución de aquel sistema, por lo que no creyeron necesario
pasar por todos los estadios de evolución que había atravesado el comunismo. Además, la
interpretación propia que se hizo, por Pol Pot y su camarilla, de su principal influencia
ideológica, el maoísmo, llevó a intentar poner en marcha un programa de agrarismo radical,
que ocasionó desastrosas cosechas y la muerte de millones de personas. Pero no fue el único
modo de acabar con la población: las deportaciones masivas que se iniciaron en 1975 con el
vaciado de Phnom Penh, así como las ejecuciones en campos como S-21 fueron otros de los
métodos más empleados a la hora de acabar con los considerados traidores. En el final del
régimen Jemer, la radicalización llegó a su máximo, en un intento por ocultar las pruebas de
la barbarie, desde el momento en que Vietnam entra en Camboya para poner fin al régimen.
70
-En el caso de Ruanda, no fue tanto el aislamiento a nivel internacional, como sí
indiferencia lo que contribuyó, de manera decisiva, a que, en los primeros días de abril de
1994, casi un millón de tutsis fueron víctimas de persecuciones, asesinatos en masa, y de
continuas violaciones de los derechos humanos. La raíz de este conflicto es anterior a 1994,
ya que hutus y tutsis eran las etnias que habían dominado el territorio de Ruanda y siempre
habían presentado profundas diferencias. Pero estas diferencias, hasta el período de dominio
colonial, no habían adquirido tintes raciales. Es a partir del dominio colonial, cuando las
facciones más radicales hutus y tutsis comienzan a considerar que deben dominar a la otra
raza. Habyarimana, a su llegada al poder, había intentado poner en marcha un sistema que
garantizara los derechos de hutus y tutsis, con el fin de frenar dichos enfrentamientos. Pero
nunca tendría el resultado esperado, ya que Habyarimana se mostró incapaz de poner solución
a las diferencias sociales existentes, y a los conflictos que estás diferencias ocasionaron.
Finalmente, el asesinato de Habyarimana inició una oleada de violencia que partió del sector
más radical del ejército de Ruanda.
A diferencia de Camboya, Ruanda había experimentado un breve momento de
crecimiento económico en los años 70, pero no se había traducido en una mejora de la vida de
toda la sociedad. La mayoría hutu no veía a los tutsis como sus enemigos, pero el sector hutu
más radical hutu, el que contaba con el poder en ese momento, sí los veía así. Este sector ya
había decidido que Ruanda solo podría avanzar si se procedía a la eliminación tutsi. La
indiferencia, que a nivel internacional pareció imperar, debido en parte a la no intervención de
la ONU, contribuyó decisivamente a que sucedieran estos crímenes, mientras los cascos
azules observaban impunes, convirtiéndose en testigos mudos.
71
5. Conclusiones
Dos procesos similares, separados en el tiempo por 20 años aproximadamente, dejaron
un balance de 3.000.000 de muertos en total, dejando claro, de nuevo, porqué el siglo XX
recibe el sobrenombre de “Siglo de la Barbarie”. Los estudios que Mann, Kiernan, Chandler,
Bruneuteau… realizaron sobre los procesos genocidas de Camboya y Ruanda demuestran que
hay bastantes similitudes entre estos y el holocausto judío, al haberse recurrido, de nuevo, a la
distinción entre razas superiores e inferiores como manera de distinguir a la sociedad de cada
uno de estos países.
La Guerra Fría, fue, literalmente, la chispa que prendió el polvorín en el que, poco a
poco, había pasado a convertirse Camboya. Estados Unidos, la URSS y China habían
comenzado a dirimir sus diferencias en el sudeste asiático, y, cada vez más, buscaban nuevos
adeptos hacia su causa, la expansión del comunismo por parte de la URSS y China, o la
contención de este en las áreas dónde ya estaba consolidado, por parte de Estados Unidos. La
irrupción, en la vida pública de Pol Pot, dio a Estados Unidos la oportunidad de intervenir en
un nuevo país con el fin de intentar evitar el triunfo del comunismo, lo que, finalmente, no
ocurriría. La radicalización de posturas que Camboya sufrió, con el tiempo es, sin ninguna
duda, hija directa de las políticas de contención y eliminación del comunismo a nivel
internacional.
Por el contrario, el genocidio de Ruanda debe entenderse como un producto de la
modernidad. La llegada de los europeos a Ruanda con el proceso de colonización, eliminó la
mayor parte de la vida indígena, introduciendo en su lugar el individualismo tan propio del
sistema capitalista, así como formas sociales económicas nuevas. Las nuevas autoridades no
tuvieron especial interés en entender el valor que hutus, twa y tutsis habían dado a la
colectividad y a la propiedad comunitaria. La administración belga de la zona, tras la Primera
Guerra Mundial, se encargó de hacer, todavía más grandes, esas diferencias cuando se
comenzó a beneficiar a la minoría tutsi por encima de los hutus, lo que acabó por reabrir
viejos conflictos sobre el dominio de unos sobre otros. El inicio de la descolonización podría
haber sido una nueva oportunidad para Ruanda, una oportunidad para la reconciliación, para
enterrar viejas rencillas e iniciar la cooperación conjunta para el desarrollo del país. Aunque
en un principio, cuando Juvènal Habyarimana llega al poder, pareciera que se pretende eso, en
la mentalidad hutu ya estaba muy insertada la idea de que los tutsis eran los culpables de
todos los males del país, no distinguiendo entre los tutsis que habían gobernado y los que no
tenían nada que ver con el poder. La muerte de Habyarimana, la ineptitud del gobierno
ruandés de hacer frente a las sublevaciones hutus, y la incapacidad de reacción a nivel
72
internacional fueron las principales causas de que, en abril de 1994, entre 800.000 y
1.000.000 de personas, mayoritariamente tutsis, fueran asesinadas en una espiral de odio y
violencia.
El estudio de los dos hechos arroja un dato a la luz, que si bien puede ser calificado de
curioso, no deja de ser demoledor, y nos puede ayudar a comprender por qué se desarrollaron
las limpiezas étnicas en Camboya y Ruanda. En ambos genocidios, la comunidad
internacional permaneció indiferente, a la espera de cómo se desarrollarían, finalmente, los
acontecimientos. Adujo qué el brusco descenso de la población en Camboya y Ruanda venía
ocasionado por las guerras civiles que habían atravesado. No prestó atención a las políticas de
Pol Pot ni a las persecuciones de la facción hutu más radical, por lo que las consignas de la
Convención de Ginebra de 1948 no llegaron a aplicarse. Pero la culpa del resto de países va
mucho más allá de su no intervención, no puede reducirse únicamente a que el que no
intervinieran fue el causante de la muerte de millones de personas. Estados Unidos, por
ejemplo, no estaba especialmente preocupado en como Pol Pot podía radicalizar su postura
cuando observara los efectos directos que los bombardeos habían tenido sobre Camboya. De
igual modo, la pésima regulación y administración que Bélgica llevó a cabo, en la zona de
Ruanda, durante el proceso descolonizador no hizo sino empeorar una situación que ya de por
sí era complicada como mínimo. El abandono internacional se tradujo en la falta de ayuda o
apoyo a las facciones más perseguidas.
Respecto a la impronta dejada por estos genocidios en uno y otro país, habría que decir
lo siguiente, aparte de señalar como dos procesos, en esencia, tan similares, han acabado por
recibir un tratamiento tan distinto. En el caso de Ruanda, el conocimiento, a nivel
internacional, de los hechos, ocasionó la persecución de los principales criminales de guerra,
el cierre de las emisoras que habían contribuido a expandir el mensaje de odio, y la
constitución de un Tribunal específico para el juicio por crímenes contra la humanidad. Aun
así, para muchos de los que participaron en el proceso, éste no ha terminado, y hablan de que
tarde o temprano, acabaran por exterminar a los tutsis.
Por el contrario, en Camboya, la invasión por parte de Vietnam puso en marcha, de
manera paradójica96, el mayor aparato humanitario de la historia, encabezado por un régimen
comunista. Además, la constitución de un tribunal específico para juzgar los crímenes de los
96 El enfrentamiento capitalismo-comunismo, había llevado a Estados Unidos a erigirse como el abanderado de
los derechos y las libertades del mundo, poniendo al bloque de la URSS como la oposición a esos valores. Por
eso es paradójico que, tras todos los ataques que había sufrido el bloque comunista, acusándolo de no respetar las
libertades y los derechos, fuera Vietnam un país de la órbita comunista, que años antes había ganado el conflicto
a Estados Unidos, el que pusiera fin al sufrimiento de Camboya.
73
Jemeres Rojos no se llevó a cabo hasta 30 años después, cuando ya, muchos de los principales
ideólogos de este genocidio habían fallecido. Aún hoy día, aunque ha intentado dejar olvidada
esa página tan oscura de su historia, Camboya es un país que sigue teniendo el genocidio muy
presente, debido a la gran presencia de fosas comunes, así como a los enormes campos de
minas antipersona que siguen recubriendo el pequeño país, un regalo de los bombardeos
norteamericanos y de las políticas de represión de Pol Pot. Pero sí que hay una gran
diferencia, en lo que se refiere al tratamiento del genocidio por los camboyanos. Mientras que
el fin del proceso en Ruanda llevó, de inmediato, a una búsqueda de la mayoría social de los
culpables, en Camboya no sucedió lo mismo, debido al miedo que se les tenía a los Jemeres, y
que, aún hoy día, se les sigue teniendo. El miedo a conocer una verdad que puede cerrar
muchas heridas, pero que también puede pesar mucho sobre la mentalidad de la sociedad al
completo.
La puesta en marcha, veintiocho y casi cincuenta años después de la SHOAH, de los
genocidios de Camboya y Ruanda supone, en definitiva, un triunfo póstumo de las políticas
raciales de Hitler, que entre 1939 y1945 inauguraron, la costumbre de determinados sectores
de la sociedad, de presentarse como razas superiores que debían poner fin a la presencia de
“ratas”, “cucarachas”, “parásitos”… que contaminaban al resto de la sociedad y que lastraban
su evolución. El siglo XX, aparte de mostrarnos el auténtico lado oscuro de la democracia, de
ser el siglo de la barbarie y de los genocidios, así como el siglo de la deshumanización, ha
servido para que enseñarnos que François Marie Arouet, más conocido por Voltaire ha
terminado por tener razón, cuando se refería a la civilización:
“La civilización no ha suprimido la barbarie, la ha perfeccionado y la ha hecho más
cruel y bárbara”.
74
6. Bibliografía
Manuales de carácter general
-Bruneteau, B (2004). El Siglo de los Genocidios. Alianza. Madrid.
-Hobsbawm, E (2000). Historia del Siglo XX. Crítica. Barcelona.
-Lemkin, R (1944). El poder del eje en la Europa ocupada.
-Mann, M (2009). El Lado Oscuro de la Democracia. Universitat de Valencia, Servei de
Publicacions. Valencia.
-Rodrigo, J (2014). Políticas de la violencia: Europa, Siglo XX. Prensas de la Universidad de
Zaragoza. Zaragoza.
Manuales específicos
- Berry y Pott, C (1999). Genocide in Rwanda. A Collective Memory, Howard University
Press. Washington D.C.:
- Carlin, J (2004). Heroica tierra cruel: crónicas africanas. Seix Barral.-Aguirre, M (2009).
Camboya, El Legado de los Jemeres Rojos. El Viejo Topo. Editado en España.
-Chandler, K.D (1992). Brother Number One: A Political Biography of Pol Pot. Westview
Press.
-Kiernan, B (2008). The Pol Pot Regime: Race, Power and Genocide under the Khmer Rouge,
1975-1979. Yale University Press.
-Lemarchand, R (2007). Consociacionalismo y el reparto de poder en África: Ruanda,
Burundi y la República Democrática del Congo. Asociación de estudios africanos. New
Jersey.
-Locard, H. (2004). Pol Pot's little red book: The sayings of Angkar. Silkworm books. Paris
-Mandani, M (1998). Ciudadano y súbdito: África contemporánea y el legado del
colonialismo tardío. Siglo XXI. España.
75
-Melvern, L (2007). Un pueblo traicionado: El papel de Occidente en el genocidio de
Ruanda. (Vol 22). Intermón Oxfam Editorial.
-Ponchaud, F (1977). Cambodge, année zéro. Iulliard, Paris.
-Pran, D. (1997). Children of Cambodia's killing fields: Memoirs by survivors. Yale
University Press.
-Shawcross, W (1979). Sideshow: Kissinger, Nixon and the destruction of Cambodia. Simon
& Schuster. London.
Documentos pdf
- Romero García, E.R, “El Papel de la ONU ante el Genocidio de Ruanda de 1990-1994”,
2009. Universidad de Bogotá.-Contribuciones por el Tribunal Penal Internacional para
Ruanda a Desarrollo de la definición de genocidio.
-Kempf, I., & Ridruejo, C (2010).”La prevención del genocidio y la lucha contra la
impunidad en la región de los Grandes Lagos en África: la necesidad de una respuesta
colectiva”. Papeles de relaciones ecosociales y cambio global.
-Kiernan, B- Owen, T (2006). “Bombs over Cambodia”. Centro de Estudios del Genocidio.
-Powell, C (2012). “Henry Kissinger y la Guerra Fría” Universidad de Valladolid.
Páginas web
-Archivos del centro de documentación del genocidio de Camboya:
http://www.d.dccam.org/Archives/
-Universidad de Yale, Centro de Estudios del Genocidio:
http://gsp.yale.edu/
Recursos audiovisuales
-Hotel Ruanda. Terry George. Lions Gate, 2004.
-The Killing Fields. Roland Joffé. Enigma Productions, 1984.
76
7. Anexos Anexo nº1
Imagen nº1
Mapa referente a la situación de Camboya en 1972, cuando el Khmer Rouge empieza a tomar
fuerza
Fuente: http://www.d.dccam.org/Projects/Maps/Mapping1973.htm
Imagen nº2
Organigrama sobre la estructura de poder de los Jemeres Rojos, durante el período de
gobierno bajo el nombre de Kampuchea Democrática
Fuente: elaboración propia
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Anexo nº2
Imagen nº1
S-21 (fotograma tomado por las tropas vietnamitas a su llegada)
Fuente: http://gsp.yale.edu/sites/default/files/files/pixs21.gif
Imagen nº2
Exhumación de los restos en Choeung Ek
Fuente: http://gsp.yale.edu/sites/default/files/images/massgrav.gif
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Anexo nº3
Imagen nº1
Restos encontrados en la provincia de Kandal
Fuente: http://www.d.dccam.org/Archives/Photographs/Provincial_Photo-
Archive/Kandal/slides/Kok%20Kor3.html
Imagen nº2
Restos de la provincia de Svay Rieng
Fuente: http://www.d.dccam.org/Archives/Photographs/Provincial_Photo-
Archive/Svay%20Rieng/slides/Bone27.html.
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Anexo nº4
Tabla dónde se expone el análisis realizado por Ben Kiernan, sobre la mortalidad en Camboya
entre 1975-1979.
97 Kiernan, The Cambodian Genocide, 1975-1979, 2003: 348.
Análisis de las víctimas según Ben Kiernan97, en función a los “grupos sociales” que
crean los Jemeres Rojos (cada cifra es sobre el total de cada grupo)
Grupos sociales Población en 1975 Muertos Porcentaje
Nuevo Pueblo 3.050.000 879.000 29%
Jemeres Urbanos 2.000.000 500.000 25%
Jemeres Rurales 600.000 150.000 25%
Chinos 430.000 215.000 50%
Vietnamitas Urbanos 10.000 10.000 100%
Otros 10.000 4.000 40%
Viejo Pueblo 4.840.000 792.000 16%
Jemeres Rurales 4.500.000 675.000 15%
Jemeres Krom 5.000 2.000 40%
Cham 250.000 90.000 36%
Vietnamitas Rurales 10.000 10.000 100%
Otros 80.000 17.000 55%
Total 7.890.000 1.671.000 21%
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Anexo nº5
Evolución cronológica que tuvieron las negociaciones y que llevaron, finalmente, a la firma
de los Acuerdos de Arusha, con los que se ponía fin al conflicto civil en Ruanda en Agosto de
1993.
Fuente: Berry y Potter, Genocide in Rwanda. A Collective Memory, 1999: 19-21.
-Noviembre de 1990: se inician en la ciudad de Goma, en Zaire, las negociaciones para el
cese de las hostilidades. Ruanda además, permite en su territorio una fuerza de observación de
la Organización de la Unidad Africana (OUA).
-Marzo de 1991: El gobierno de Ruanda rechaza la propuesta de alto el fuego del FPR, dónde
estos exigían ser integrados en el gobierno de transición.
-Agosto de 1992: El 10 de Agosto de 1992 se abre, de manera formal, la Conferencia de Paz
en la ciudad de Arusha, Tanzania.
-Diciembre de 1992: Habyarimana rechaza, en Arusha, la firma del protocolo dónde se
establecía el nuevo gobierno de Ruanda como un sistema de poder compartido y un
parlamento de transición.
-Enero de 1993: Los Acuerdos de Paz de Arusha abogan por un gobierno de transición, dónde
se incluían a los partidos políticos ruandeses y al FPR. Habyarimana, de nuevo, rechazo la
firma de este acuerdo.
-Marzo de 1993: Se inician nuevas negociaciones en Dar-es-Salaam, entre el gobierno de
Ruanda y el Frente Patriótico Ruandés, para el alto el fuego. El Consejo de Seguridad de la
ONU, viendo que el conflicto parecía no tener fin debido a la falta de entendimiento por las
dos partes, se ve forzado a adoptar la resolución 81298, autorizando una fuerza de intervención
en Ruanda comandada por Romeo Dallaire.
-Mayo/Junio de 1993: Se consigue, finalmente, la firma de los Acuerdos de Arusha, así como
nuevos acuerdos concernientes a la repatriación de refugiados y a la unificación de las fuerzas
armadas del FPR con las del gobierno de Habyarimana.
-Agosto de 1993: El FPR y Habyarimana firman la versión definitiva del Acuerdo de Paz de
Arusha. En este acuerdo se incluía la instalación de un gobierno de transición dónde se incluía
representación del FPR, la unificación de las fuerzas armadas definitiva, la desmovilización
de las milicias y la llegada de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas a Ruanda
(UNAMIR).
98 En la resolución 812, el Consejo de Seguridad de la ONU intervenía, de manera activa, en la resolución del
conflicto en Ruanda, con el fin de forzar a las dos posiciones a sentarse a negociar, con el fin de llegar a un
acuerdo.
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Anexo nº6
Imagen nº1
Un hombre hutu es sometido a tortura y mutilación en abril de 1994, debido a la sospecha de
que sea simpatizante de la causa tutsi.
Fuente: https://es.pinterest.com/pin/53409945551114243/.
Imagen nº2
Niño víctima del horror del genocidio tutsi.
Fuente: http://noticias.lainformacion.com/mundo/se-cumplen-20-anos-del-genocidio-de-
ruanda-que-dejo-mas-de-800-000-muertos-entre-tutsis-y-
hutus_HoZuw8eInnZXk4rfpHQAW1/#slide9
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Imagen nº3
Una de las múltiples fosas comunes que acabaron por cubrir Ruanda al completo
Fuente:
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/06/album/1396787965_073319.html#13
96787965_073319_1396791093
Imagen nº4
Mapa con las prefecturas dónde el genocidio tuvo un mayor impacto. En rojo se señala la
zona dónde, entre abril y junio de 1994, se desarrolló el genocidio.
Fuente: http://gsp.yale.edu/case-studies/yugoslavia-former/maps-satellite-images/indications-
genocide-bisesero-hills
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Anexo nº7
Lista de los principales acontecimientos de finales del XIX y del XX, que condujeron al
genocidio de Ruanda.
Fuente: elaboración propia a partir del apartado concerniente a Ruanda.
-Años 80 del XIX: Alemania llega a la región de los grandes lagos africanos, dónde se
asienta Ruanda.
- 1923: La Sociedad de Naciones cede Ruanda al rey Leopoldo II de Bélgica.
- 1931: La Administración belga crea unas tarjetas de identificación personal basadas en la
raza 'hutu' o 'tutsi'.
- 1952: Se implanta un plan de desarrollo que favorece el predominio socioeconómico de los
tutsis.
- 1959: Muere el rey tutsi Mutara III Rudahigwa, quien había gobernado durante tres décadas.
- Noviembre-septiembre de 1959: estalla una revolución social en la que los campesinos
hutus atacan a los terratenientes tutsis provocando más de 20.000 muertos y 150.000
desplazados a países vecinos.
- Julio de 1962: Ruanda se independiza de Bélgica. Se forma el primer gobierno hutu
encabezado por Grégoire Kayibanda. Lo que provoca que 200.000 tutsis se marchen a otros
países.
- Julio 1962-julio 1973: La elite gobernante hutu niega el acceso al poder político a los tutsis
y no facilita el retorno de los refugiados.
- 1973: Juvenal Habyarimana toma el poder mediante un golpe de estado destituyendo al hutu
moderado Kayibanda.
- Diciembre 1978: Se instaura un sistema de partido único.
- 23 de enero de 1986: Y. Museveni, toma el poder en Uganda con la ayuda de los refugiados
de Ruanda.
- 1988: Miles de hutus huyen a Burundi para escapar de las masacres del ejército tutsi.
84
- 1989: La hambruna en el sur de Ruanda causa cientos de muertes y un éxodo de campesinos
pobres hacia los países vecinos.
- 1 de octubre de 1990: Los rebeldes tutsis del FPR con sede en Uganda atacan Ruanda
dando comienzo a una guerra civil.
- 10 de junio de 1991: El gobierno de Habyarimana legaliza los partidos de la oposición.
- Agosto 1991-agosto 1992: La insurgencia en el sur y en la capital para forzar la apertura del
gobierno a los partidos de la oposición da lugar a la violencia entre hutus.
- 16 de abril de 1992: Se crea un gobierno de coalición para favorecer la transición
democrática.
- 1 de agosto de 1992: Acuerdo de alto el fuego entre el FPR y el Gobierno.
- 4 de agosto de 1993: Se firma el acuerdo de Paz de Arusha que pone fin a la guerra civil.
- 21 de octubre de 1993: El presidente de Burundi, Melchior Ndadaye (hutu), es asesinado
por hombres del ejército tutsi del país.
- Abril de 1994: Los presidentes de Ruanda y Burundi mueren asesinados el 6 de abril,
al ser derribado el avión en el que viajaban con un misil. El día 7 se inicia, oficialmente, el
genocidio de los tutsis y se reanuda el conflicto civil entre hutus y tutsis. El día 9, Jean
Kambanda se convierte en primer ministro de un gobierno sin tutsis o hutus moderados. El día
21 la ONU retira a los cascos azules de Ruanda, con la excepción de 270 oficiales,
comandados por Romeo Dallaire, A fines de Abril, la ONU emite una resolución dónde no
califica los asesinatos que se están dando en Ruanda como actos de Genocidio
-Junio de 1994: El Consejo de Seguridad de la ONU emite una resolución dónde no califica
los asesinatos que se están produciendo en Ruanda como Genocidio. En Junio, un millón de
personas huyen a Zaire y 6.000 acceden a la zona de seguridad francesa, la mayoría hutus.
- 19 de julio de 1994: El FPR gana la guerra y toma el poder en Ruanda, más de 2 millones
de refugiados huyen a los países vecinos. Se crea un nuevo gobierno de unidad nacional y se
anuncia el final de las tarjetas de identificación personal.
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- 2 de septiembre de 1998: Primera condena del genocidio en un tribunal internacional: el
exalcalde de Taba, Jean-Paul Akayesu, es juzgado culpable del genocidio y crímenes contra la
humanidad.
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Anexo nº8
Fragmentos de la entrevista que se realizó, en el año 2004, a Romeo Dallaire,
Comandante de la Misión de las Naciones Unidas de Asistencia a Ruanda (UNAMIR) durante
el genocidio de 1994. En esta entrevista, Dallaire habla de la existencia de un plan de acción
dónde se solicitaban 4.000 soldados con el fin de parar las masacres, pero que esa petición fue
rechazada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
Fuente: ejemplar número 86 de la revista “Papeles de Cuestiones Internacionales”
Pregunta: Usted tuvo conocimiento desde meses antes del genocidio de que éste se estaba
preparando.
Respuesta: Sí, pero debido a que por mandato no podía tener una red de inteligencia y recibía
información de las dos partes, mucha de esa información no podía ser corroborada, pues los
informes venían sin pruebas… Pero hubo un informante que nos proporcionó pruebas… A
diferencia del resto, nos dio muchos más detalles de lo que estaba ocurriendo… Lo hayamos
extremadamente creíble…
P: ¿Qué fue lo que les comunicó el informante?
R: De forma resumida, que se estaban redactando listas de tutsis y de hutus moderados para
exterminarlos. Que había reclutamiento y entrenamientos masivos en la milicia extremista
interahamwe, y que su objetivo operacional era ser capaz de matar a 1.000 tutsis cada veinte
minutos. Nos dio información detallada sobre escondites de armas, cómo eran transportadas,
matrículas, nombres de importantes extremistas que poseían armas. También nos dijo que los
belgas (cascos azules, miembros de la fuerza de la ONU) iban a ser objetivo de acciones para
llevarles a un escenario en el que tuvieran que utilizar la fuerza en defensa propia y a
continuación serían asesinados. Con dichas víctimas, dado el precedente de Somalia, los
belgas retirarían su contingente, la misión entera se retiraría a continuación y ellos tendrían
vía libre.
P: El 11 de enero de 1994, usted informa de ese testimonio a sus superiores y pide permiso
para interceptar un escondite de armas. ¿Por qué no pudo actuar entonces?
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R: Recibí órdenes directas de no llevar a cabo esta operación… La ONU actuó de acuerdo a
las reglas impuestas por el Consejo de Seguridad…y me comunicó que me estaba saliendo de
mi mandato…
P: ¿Cuántas tropas pidieron?
R: En los primeros días 4.000. Pero hacia el 11 de abril se hizo evidente que nadie quería
apoyar nuestra misión ni reforzarla…Boutros Ghali, entonces Secretario General de la ONU,
ordenó que evacuáramos y yo me negué. …
P: ¿A quién más culpa?
R: Para empezar, a EEUU y Francia porque ambos tenían perfecto conocimiento de lo que
estaba pasando, no nos dieron la información para que pudiéramos reaccionar, dejaron muy
claro que no iban a intervenir en Ruanda y tampoco ayudaron a nadie para que interviniera,
todo puramente por razones de desinterés estratégico y completo desprecio por las vidas
humanas negras africanas… fue su predecesor (Bill Clinton) y toda su estructura quienes
minaron toda posibilidad de ayudar a los ruandeses…”