Fractura bilateral de pelvis por estrés
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Semergen. 2013;39(3):165---167
www.elsevier.es/semergen
SITUACIÓN CLÍNICA
Fractura bilateral de pelvis por estrés
S.M. Palenzuela Paniaguaa,∗, J. Maldonado Alconadab y R.J. Pérez Galána
a Unidad Docente de Medicina de Familia y Comunitaria de Ceuta, Centro de salud de Otero, Ceuta, Espanab Unidad Docente de Medicina de Familia y Comunitaria de Ceuta, Centro de salud de Tarajal, Ceuta, Espana
Recibido el 16 de agosto de 2010; aceptado el 19 de octubre de 2011Disponible en Internet el 22 de mayo de 2012
PALABRAS CLAVEFractura por estrés;Pelvis;Bilateral
Resumen Se define como fractura por estrés aquella que aparece en un hueso de resistenciaelástica normal como consecuencia de traumatismos repetidos de baja intensidad. Original-mente estas fueron descritas en los metatarsianos de los soldados, posteriormente en atletas yactualmente debemos considerarlas también en la población general sometida a un estrés exce-sivo. Estadísticamente las mujeres son más proclives a sufrirlas (sobre todo en la menopausia)y las localizaciones más frecuentes son los metatarsianos, la tibia y el peroné.
El interés del caso radica en la orientación diagnóstica por una doble presentación en unamujer sin factores de riesgo ni aumento de la actividad física y en una localización menosfrecuente como es la pelvis. Una anamnesis detallada, así como una exploración compatibleson la base para el diagnóstico de dicha entidad.© 2010 Elsevier España, S.L. y SEMERGEN. Todos los derechos reservados.
KEYWORDSStress facture;Pelvis;Bilateral
Bilateral pelvic stress fracture
Abstract A stress fracture is defined as that which occurs as a consequence of many lowintensity traumas. These were originally described in the metatarsals of soldiers, and lateron in athletes, and now we should consider them in general population subjected to excessivestress. Statistically, it generally occurs in women and in weight-bearing bones, such as the tibia,
fibula and metatarsals.This case is of interest due to the diagnosis a double fracture in a woman without risk factorsor increase in physical activity, and in an unusual location such as the pelvis. A detailed clinical
ess. and
history and examination are© 2010 Elsevier España, S.L
Las fracturas óseas son una patología relativamentefrecuente en las consultas de atención primaria pero
∗ Autor para correspondencia.Correo electrónico: [email protected]
(S.M. Palenzuela Paniagua).
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1138-3593/$ – see front matter © 2010 Elsevier España, S.L. y SEMERGENdoi:10.1016/j.semerg.2011.10.023
ential for the diagnosis. SEMERGEN. All rights reserved.
abitualmente encontramos un antecedente traumáticoue es objetivado a través de la anamnesis. En ocasiones,ste mecanismo lesional no es evidente y debemos pensar
n una fractura por estrés1.Se presenta el caso clínico de una senora de 48 anos sinntecedentes clínicos de interés. No menopáusica. No tomaármacos ni drogas de forma habitual. No realiza actividad
. Todos los derechos reservados.
1 S.M. Palenzuela Paniagua et al
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ísica. Es peluquera de profesión por lo que pasa muchasoras en bipedestación. La peluquería consta de dos salaseparadas por 3 escalones que sube y baja repetidamenteientras trabaja.Acude a la consulta caminando con dolor que comienza
e forma gradual en la región inguinal izquierda irradiadoor la cara anterior del muslo hasta la rodilla. Se acompanae impotencia funcional para la deambulación y la flexiónon rotación externa de la articulación coxofemoral. Al his-oriarla no recuerda ningún traumatismo previo excepto queabía estado más horas de lo habitual en su trabajo (pelu-uería). En la exploración la movilidad de la articulaciónoxofemoral era prácticamente normal, con dolor única-ente a la rotación interna y externa máximas, a la flexión
ctiva y contra-resistencia. Se trató con reposo relativo analgesia sospechando una tendinitis inguinal izquierda.nte la falta de mejoría con el tratamiento instaurado seolicita una radiografía en la que se aprecia línea de fracturan fase de consolidación de las ramas ilio e isquiopubianazquierda sin desplazamiento que fue tratada de maneraonservadora con reposo, analgesia y sesiones de acupun-ura semanales (fig. 1).
Después de 3 meses de iniciado el tratamiento percibena mejoría notable que se objetiva en la marcha, laxploración y la imagen radiológica por lo que se planteaa posibilidad de volver a trabajar. Sin embargo, comienzae forma progresiva con dolor inguinal derecho irradiado aara anterior del muslo que le provoca cojera. Aunque enn principio se sospecha que pueda deberse a una tendinitisor sobrecarga, se solicita una nueva radiografía donde seprecia una nueva fractura contralateral de las ramas ilio esquipubiana. Las típicas fracturas pélvicas suelen diagnos-icarse tras un traumatismo de gran intensidad (accidentee coche/caída en altura); ante la falta de un mecanismoraumático que pudiera justificar ambas lesiones se realizanterconsulta al servicio de traumatología para el estudio dena posible fractura patológica. Esta posibilidad se descarta
ras la realización de analítica sanguínea con marcadoresumorales y marcadores de reabsorción ósea, densitometríasea, tomografía axial computarizada y ganmagrafía ósea.odas las pruebas fueron normales por lo que se diagnosticóigura 1 Radiografía en la que se aprecia línea de fractura enase de consolidación de las ramas ilio e isquiopubiana izquierdain desplazamiento.
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igura 2 Radiografía donde se aprecia una nueva fracturaontralateral de las ramas ilio e isquipubiana.
omo fractura bilateral de pelvis por estrés y se postulóa bipedestación prolongada junto el continuo subir/bajarscalones como mecanismo lesional (fig. 2).
Las fracturas de estrés son una entidad relativamenterecuente y, aunque lo más común es encontrarlas en milita-es y atletas, debemos tenerlas presentes en todo individuoue desarrolle una actividad física importante1. En condi-iones normales una actividad repetitiva a baja intensidadarece actuar como estímulo para la remodelación ósea; lantegridad del hueso se mantiene por un equilibrio entrea acumulación de danos por fatiga y la actividad deemodelación. Sin embargo, un nivel alto de estrés en elueso puede dar lugar a un dano por sobrecarga2. Susocalizaciones más comunes son la tibia, el peroné y losetatarsianos1,3 aunque pueden aparecer en estructuras
sea superiores incluido fémur, pelvis y columna4,5. Lasracturas de estrés de la pelvis representan una patologíaue a menudo no se llegan a diagnosticar. Los sínto-as suelen ser crónicos y difusos, con dolor que, en
na primera fase, se alivia con el reposo y empeora cona actividad. El diagnóstico se basa en una historia clí-ica y exploración compatible apoyado por una pruebae imagen. La sensibilidad inicial de la radiografía sim-le es del 15% y se incrementa de forma proporcional aliempo desde el inicio de la lesión inicial6. Motivo porl cual estas fracturas se infradiagnostican. La resonan-ia nuclear magnética es altamente sensible y específica.a tomografía axial computarizada y la ganmagrafía permi-en el diagnóstico diferencial con osteomielitis, osteomas
infartos óseos7. Respecto al tratamiento, la mayoría soloequieren un periodo de descanso de la zona afectada de
a 8 semanas con retorno gradual a su actividad8,9.La no existencia de un mecanismo traumático claro
nadido al hecho de que todas las pruebas realizadas paraescartar una fractura patológica fueron negativas noseben de hacer pensar en que la sobrecarga para un huesoano puede ser diferente de un paciente a otro, así lo queara un paciente con una vida activa el estar más de 13 horas
e pie o subir/bajar escalones no conlleva ninguna patologían otros sí.En conclusión, destacamos la importancia de tenern cuenta que las fracturas por estrés pueden aparecer
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Fractura bilateral de pelvis por estrés
en cualquier paciente sometido a una sobrecarga mecánicarepetitiva y no solo en corredores o militares y, en localiza-ciones diferentes al los huesos del pie.
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