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"Era el subsuelo de la Patria sublevado...

Éramos briznas de multitud y el alma de todos nos redimía.

Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros y

nos acariciaba suavemente, como la brisa fresca del río. Lo

que yo había soñado e intuído durante muchos años estaba

allí presente, corpóreo, tenso, multifacetado, pero único en

el espíritu conjunto. Eran los hombres que están solos y es-

peran que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu

de la tierra estaba presente como nunca creí verlo".

Raúl Scalabrini Ortiz

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La heterogeneidad de las corrientesque confluyen en el golpe del 43, ex-

plican las contradicciones que incurrenlos distintos sectores que integran el Go-bierno militar y que se expresan en lasmedidas que adoptan en la primera épo-ca de su gestión. Por un lado, rebaja dealquileres, precios máximos, eliminaciónde aranceles hospitalarios, investigaciónde las concesiones a la CADE (CompañíaArgentina de Electricidad) y por otro, im-plantación de la enseñanza religiosa enlas escuelas, disolución de la CGT 2, deorientación comunista y la detención dedirigentes gremiales.

Estas diferencias internas se profundizancuando en enero de 1944 se declara laruptura de relaciones con Alemania yJapón, abandonando la tradicional políti-ca de neutralidad de nuestro país. Estamedida provoca descontento en la oficiali-dad y un recambio en el gobierno. Asumela presidencia el Gral. Edelmiro J. Farell yPerón se hace cargo de la Secretaría deGuerra, sin abandonar la Secretaría de Tra-bajo y Previsión. Estos cambios dejan en lavida interna del ejército una gran tensiónentre el grupo pronazi, liderado por

Prelinger y el grupo nacional-democráticoliderado por Perón. Ante la perplejidad ydesconfianza de sus camaradas de armas,Perón atiende desde la Secretaría de Tra-bajo y Previsión el reclamo de los traba-jadores en conflicto, conversa con delega-dos y gremialistas mediando y ganándosela confianza de los trabajadores. La acciónde la Secretaría era infatigable bajo laprédica de que “mejor que decir eshacer”. En ese camino va logrando re-solver numerosos conflictos y consolidar sufuerza aunando intereses de empresariosnacionales, trabajadores y oficiales afines.

“En los años 1943-1945 los gremiosobreros experimenteron los más no-tables cambios cuantitativos y cuali-tativos de su historia. El número deafiliados a la CGT pasó de ochentamil a medio millón. Decenas de sindi-catos se constituyeron en todo el te-rritorio nacional, inclusive en laszonas donde hasta entonces se des-conocía la organización obrera y seperseguía a muerte a quienes in-tentaban introducirla”.

Rodolfo Puiggrós

Por entonces Perón mantiene casi a diarioconversaciones con Arturo Jauretche,quien lo asesora especialmente en lo rela-tivo al mundo político de la Argentina ycolabora con él en el análisis de cuestionescoyunturales. La lucha de Perón contra elgrupo neonazi resulta generalmente ig-norada por quienes pretenden adjudicarleuna simpatía pronazi. Perón avanza en elcontrol del poder. La presión imperialistaanglosajona aumenta. En mayo de 1945presenta sus credenciales al Gobierno ar-gentino el embajador norteamericanoSpruille Braden. Ha llegado a la Argentinadispuesto a derrocar al Gobierno militar einmediatamente se vincula a los partidosde la oposición que se vigorizan con supresencia.

La vieja oligarquía agropecuaria ha lo-grado encolumnar tras ellos a amplios sec-tores de la clase media que por su índole“culta “ y “civilizada” están dispuestos aresistir a esa “barbarie fascista". Empiezana gestarse las bases de la Unión Democrá-tica. Braden trabajó fervorosamente paraorganizar grupos antiperonistas. Pronun-ció discursos públicos, negoció personal-mente uno a uno con oficiales del ejército,

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recelosos del poder de Perón, que leproveían información que él utilizaba. Enesa lucha los medios de comunicación ju-garon un papel importante.

Durante los primeros días de octubre seagrava la tensión política. Algunos altosoficiales, en Campo de Mayo, tomandocomo excusa las relaciones de Perón conla actriz Eva Duarte, descargan su animad-versión contra él. Perón no acepta imposi-ciones. Esa misma noche se produce unamotinamiento en Campo de Mayo: exi-gen al presidente Farrell la renuncia dePerón a todos sus cargos. Al día siguiente,en el Ministerio de Guerra Perón recibe lapropuesta de varios jefes adictos de re-primir a los amotinados, pero se niega.Farrell intenta disuadir en Campo deMayo a los jefes más exaltados pero no loconsigue y concluye por ceder. Perón en-trega la renuncia manuscrita al GeneralPistarini. En la noche, el Ministro del Inte-

rior anuncia la convocatoria a eleccionespara abril de 1946 y trata de disfrazar lascausas de la renuncia de Perón diciendoque lo hace porque se había compro-metido a dejar sus funciones a partir deque se produjese la convocatoria electoral.A esa misma hora se lleva a cabo una reu-nión de dirigentes y militantes sindicales.Son alrededor de setenta. Designan a va-rios gremialistas para que entrevisten aPerón a la mañana siguiente e informarsede lo ocurrido y trazar una táctica ade-cuada. En la entrevista se decide la reali-zación de una concentración frente a laspuertas de la Secretaría de Trabajo y Pre-visión para que Perón se dirija a los traba-jadores al abandonar su cargo. Lo con-vocan para ese mismo día, no dandotiempo al enemigo para armar una res-puesta y consiguen que sea transmitidopor la red oficial de radios, lo cual indicacierta complicidad de Farrell. En la tarde,alrededor de setenta mil trabajadores se

reúnen en torno a la Secretaría de Trabajoy Previsión. En su discurso, de hondo con-tenido democrático y antioligárquico,Perón anuncia que deja firmados dos de-cretos a favor de los trabajadores: uno deellos, establece un nuevo régimen de aso-ciaciones profesionales otorgándoles au-tonomía y el otro un aumento de sueldosy salarios, implantación del salario vital ymóvil y participación en las ganancias.

El discurso provoca fuerte irritación en al-gunos jefes militares. Perón es detenido ytrasladado a la Isla Martín García.

Al conocerse la noticia, suben las accionesde Londres y Nueva York. Por su parte, losopositores al Gobierno y especialmente aPerón, movilizan sus fuerzas frente al Cír-culo Militar esperando novedades y unpúblico selecto, según La Prensa, lo haceen la Plaza San Martín. Reclaman que seentregue el Gobierno a la Corte Suprema.

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Según la Embajada norteamericana Perónya está fuera de juego, sin apoyo en elejército y muy poco del sector gremial.Pero la diplomacia yanqui se equivoca. El15 de octubre se declara la huelga revolu-cionaria por tiempo indeterminado entodos los ingenios. Los trabajadores tu-cumanos del azúcar exigen la reunión delComité Central Confederal de la CGT. Asi-mismo, en Berisso al impulso de CiprianoReyes, los trabajadores de la carne co-mienzan a movilizarse y recorren las callesal grito de “¡Viva Perón!”. La cúpula de laCentral Obrera, presionada por las bases,solicita garantías para preservar las con-quistas sociales, que no sean derogadas ypiden una audiencia con el Presidente Fa-rrell mientras proponen al Comité CentralConfederal que declare la huelga generalen todo el país. Para calmar los ánimos elGobierno desmiente que Perón esté de-tenido, pero los manifestantes siguenrecorriendo la ciudad reclamando su liber-tad. La CGT declara un paro general por24 horas en todo el país para el día 18 deoctubre en defensa de las conquistasobtenidas.

El día 17, los acontecimientos se sucedenvertiginosamente. A las 6 de la mañana in-gresan a Perón al Hospital Militar. Desdelas primeras horas de ese día, la policía dis-persa las manifestaciones que van apare-ciendo sucesivamente en distintos puntos

de la ciudad. A media mañana unas diezmil personas se encuentran frente al Ria-chuelo donde los puentes están levanta-dos para evitar el paso. La radio informaque se está generalizando la huelga apesar de que la CGT la convocó para el díasiguiente. FORJA emite un comunicadoque expresa su decidido apoyo a las masastrabajadoras.

Ante el crecimiento de la concentraciónpopular, Farrell envía a personas de suconfianza a conversar con Perón para en-contrar una salida a la crisis.

En Plaza de Mayo los trabajadores claman: “¡Queremos a Perón!”

En la noche de Buenos Aires una inmensamuchedumbre -que muchos estimaron entrescientas mil personas, otros quinientasmil y según el diario La Época en un mi-llón-, vibró coreando el nombre de Peróncon los diarios encendidos al modo de an-torchas. “¡Es el subsuelo de la Patria suble-vado!” como dice Scalabrini.

Farrell intenta dirigirse a los manifestantespero el griterío no lo permite. Solamenteanuncia que el Gobierno no será entre-

gado a la Corte Suprema y habrá nuevasdesignaciones de ministros y le pasa el mi-crófono a Perón. Profundamente con-movido no encuentra palabras y pide queentonen el Himno para ordenar sus ideas.Finalmente dice: (...) Muchas veces he asis-tido a reuniones de trabajadores. Siemprehe sentido una enorme satisfacción, perodesde hoy sentiré un verdadero orgullo deargentino porque interpreto este movi-miento colectivo como el renancimientode una conciencia de los trabajadores, quees lo único que puede hacer grande e in-mortal a una Nación.” Y termina pidiendoal pueblo “que nos quedemos por lomenos quince minutos más reunidos aquí,porque quiero estar desde este sitio con-templando este espectáculo que me sacade la tristeza que he vivido en estos días".Instantes más tarde, la concentración sedispersa. Los trabajadores fabriles han i-rrumpido tumultuosamente en la HistoriaArgentina y han liberado al Coronel que-brando el poder de la oligarquía.

Después del 17 de Octubre las fuerzaspolíticas se preparan para hacer frente ala campaña electoral, con vistas a las elec-ciones generales convocadas para febrerode 1946.

Datos y aportes extraídos de:Galasso, Norberto (2003). “El 17 de Octubre de 1945”. Cuadernos para la otra historia. Buenos Aires: Centrocultural Enrique Santos Discepolo. En línea: http://www.discepolo.org.ar/files/17_10_1945.pdf.Puiggrós, Rodolfo. “Historia Crítica de los Partidos Políticos Argentinos III”, Capítulo 35.

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Arturo Jauretche lo interpreta de esta manera: “Siemprese trató de hacer una historia rectilínea del 17 de Octubrey es imposible porque es un encadenamiento de hechosdistintos, que se conjugan. Yo, la única explicación del 17de Octubre, la he encontrado en Lope de Vega, “todos auna Fuenteovejuna”. El 17 de Octubre fue una“fuenteovejuna; nadie y todos hicieron el 17 de Octubre.Lo hizo Evita, lo hizo Mercante que se movió con muchaintensidad; indiscutiblemente lo hizo Cipriano Reyes, queactuó con eficacia; lo hizo Colom apoderándose prácti-camente del balcón de la Casa de Gobierno y del audito-rio de la Plaza de Mayo; lo hicieron los cañeros deTucumán, que desde el día 15 estaban en movimiento.Fue una cosa surgida de la masa”

Jauretche, Arturo. Escritos Inéditos. 17 de octubre.

“El 17 de Octubre (y yo lo recuerdo porque hay gente quelo ha limitado a mera evocación sentimental, a efemérides,y no revalorizarlo en cuanto a hecho revolucionario irre-versible), el 17 de Octubre se produjo algo que fue funda-mental y que todavía crea una trayectoria de la cual el paísno ha de volver atrás: los hombres y mujeres que concu-rrieron a la Plaza de Mayo, recobraron su personalidad quehasta entonces estaba escindida en la artificiosa dicotomíaliberal, entre un hombre explotado en las horas de trabajoque se convertía en ciudadano libre en cuanto salía del tra-bajo y se iba a tomar mate al comité radical”.

Cooke, J. W.La brisa de la Historia Apuntes para la Mili-tancia. Capítulo III. Tomo V. Peronismo y Revolución.

“El proletariado que desencadenó la huelga revolu-

cionaria de los días 17 y 18 de octubre de 1945 actuó

movido por dos imperativos, aparentemente antagónicos

entre sí, provenientes de su propia naturaleza de clase, es

decir que no le fueron impuestos por ninguna fuerza ex-

terna a él mismo: la espontaneidad y la autoconciencia. Su

espontaneidad se reveló al no obedecer a ninguna orden

de arriba, ni siquiera de Perón, que se había despedido de

los obreros, recomendándoles: “De casa al trabajo y del

trabajo a casa” y al obligar a los dirigentes de la CGT y de

los sindicatos a plegarse al paro. Sin embargo, esa espon-

taneidad no era arbitraria, ni puramente instintiva, pues

si la ofensiva oligárquico-imperialista provocó el estallido

del “phatos” proletariado, también despertó en los huel-

guistas la autoconciencia de que ellos y solamente ellos,

podían evitar la pérdida de sus conquistas”.

Puiggrós, Rodolfo. Historia Crítica de los Partidos P

olíticos

Argentinos. Capítulo 38 Volumen III

”Ante la manifestación popular del 17 de octubre de 1945, alguien la definió torpemente como un 'aluvión zoológico'. Ciertamente, lo que allí se manifestaba era un aluvión, pero un 'aluvión étnico ...”

Leopoldo Marechal. Cuadernos de navegación

“Apuntes de la militancia”

"Ningún integrante de la Unión Democráticacreyó que pudiera triunfar el Coronel Perón.

El 17 de Octubre había sido "un misterio policial", el 24 de Febrero un misterio aritmético".

Cooke, John W. (1964). “Apuntes para la Militancia”. CapítuloIII. La brisa de la historia. Tomo V. Peronismo y Revolución.

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Un grupo de ciento cincuenta militantes sindicales que apo-yaron a Perón formaron el Comité Provisional del Partido La-

borista, que quedó oficialmente fundado el 24 de octubre de1945. También se organizó la Junta Renovadora Radical en la queparticipa el sector más popular del radicalismo y un Partido Inde-pendiente que aportan algunos nacionalistas, así como CentrosCívicos. FORJA, por su parte, se disuelve para dar libertad a sus integrantes.En estas agrupaciones Perón sustenta su campaña electoral.

En noviembre queda organizada la Unión Democrática, alianza de los par-tidos Radical, Socialista, Demócrata Progresista y Comunista que lleva unafórmula integrada por dos hombres del radicalismo y cuenta con el apoyode las fuerzas conservadoras.

El 24 de febrero se realiza el acto eleccionario con el siguiente resultado:

Perón - Quijano del Partido Laborista 52,40%

Tamborini - Mosca, de la Unión Popular 42,71%

El peronismo alcanza también una amplia mayoría en la Cámara de Diputados y en la de Senadores.

Elecciones de febrero de 1946

E l proyecto económico peronista marcóun cambio tanto en el signo de inter-

vención estatal como en las característicasy alcances del proceso de industrialización,que pasó a orientarse predominantemen-te hacia el mercado interno. Se produjouna transformación de la relación del Es-tado con la clase trabajadora. En esaépoca la clase obrera adquirió un papelcentral en la economía y en la sociedadpor su inserción en la producción y comoconsumidora de los productos industriales,así como el papel inédito en la vidapolítica.

Estos cambios incluyeron la expansiónde la sindicalización a niveles sin prece-dente, pasando de: 877.330 trabajadores sindicalizadosen 1946 a 2.256.580 en 1954.

Basados en una vaga cláusula del artí-culo 49 del Decreto-Ley de AsociacionesProfesionales de 1945 que garantizabaa los obreros el derecho a elegir sus re-presentantes. Las Comisiones Internasadquirieron una importancia clave.1

Con el Gobierno de Perón se institu-cionalizó el lugar de los obreros en el Es-tado. Se le dió entidad ministerial a la

Secretaria de Trabajo que pasó a ser elMinisterio de Trabajo y Previsión.

Durante este período se consolidó la or-ganización sindical, algunas de ellos son:

• Unión Tranviarios Automotor (UTA); • Unión Obrera Metalúrgica (UOM);• Unión Ferroviaria y la Fraternidad; • Unión Obrera de la Construcción de laRepública Argentina (UOCRA);

• Sociedad Obrera de la Industria Viti-vinícola;

• Sindicato de Obreros Fideeros de laCapital Federal;

• Sindicato Obreros del Papel;• Sindicato de Obreros Peleteros; • Sindicato de la Industria del Vidrio; • Federación Obrera Tucumana de la In-dustria Azucarera;

• Asociación Marítima Argentina.• y otros.

Además...

• Se realizaron las primeras NegociacionesColectivas Ley 14.250, del año 1953.

• Se creó la Agrupación de TrabajadoresLatinoamericanos Sindicalistas (ATLAS),noviembre de 1952.

Sólo en 1955 se realizaron:

• 319 Convenios y • 174 gestiones conciliatorias que benefi-ciaron a más de 2.580.000 trabajadores.

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1. Basualdo, Victoria (2010). Los delegados y lasComisiones Internas en la historia argentina. EnArceo, Nicolás; Socolosvsky, Yamile (Coords). “De-sarrollo económico, clase trabajadora y luchas so-ciales en la Argentina contemporánea”. Institutode Estudios y Capacitación Buenos Aires: CONADUCTA.

1943194619481954

61.17286.44081.937

151.828

72.002115.923114.969224.954

87.778135.484136.630166.980

756.282838.387917.265

1.055.496

AÑO Nº deEstablecimientos

Propietarios oDirectores

Personal OcupadoEmpleados Obreros

El Gobierno peronista 1946 / 1955

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Se establece el "Estatuto del Peón de Campo": • salarios mínimos, • descanso dominical, • vacaciones pagas, aguinaldo, • estabilidad, • condiciones de abrigo, • espacio e higiene en el alojamiento del trabajador.

“La salud no constituye un fin en sí mismo, para el individuo ni para la sociedad, sino una condición de vida plena, y no puede vivir plenamente si el trabajo es una carga, si la casa es una cueva, y si la salud es una prestación más del trabajador.

Ramón Carrillo. Primer Ministro de Saludde la Nación. 1946/1952

Desde fines de siglo XIX habían em-pezado a crearse en el país escuelas

industriales -como la Otto Krause- y cole-gios comerciales. Sin embargo, hasta ladécada del 40 no existía una enseñanzaligada más directamente a lo productivoen el nivel medio. Para el proyecto de in-dustrialización que el peronismo plan-teaba, la formación de obreros, técnicoscapacitados y con una conciencia na-cional era estratégica. Entre 1945 y 1947se crean, entre otras modalidades, las es-cuelas-fábrica. En 1948 se agregan las es-cuelas del ciclo técnico o superior. En1952 se pone en marcha la UniversidadObrera Nacional, entraban así, al sistemaeducativo sectores populares hasta esemomento excluidos de la educación.

(…) A medida que el movimiento obrerose fortalecía era necesaria la creación deescuelas primarias y técnicas. Con el pe-

ronismo cobra peso la clase trabajadoray se impulsa, desde el Estado, el desa-rrollo de modalidades de enseñanza confuerte vinculación con el trabajo produc-tivo. Las escuelas-fábrica eran un sistemade educación mixto, que combinaba es-tudio y producción; estaban acondicio-nadas con los elementos necesarios pararealizar el trabajo de taller y con espaciospara los estudios más teóricos. Depen-dían, en un principio, del Ministerio deTrabajo, luego se integraron en Edu-cación, como un circuito paralelo al de laenseñanza técnica tradicional. A media-dos de la década del 50 tenían unostreinta mil alumnos. Tras el derroca-miento del peronismo, la propuesta fuedesmembrada. Las escuelas-fábricas setraspasaron al CONET, creado en 1959 yla Universidad Obrera Nacional se trans-formó en la actual Universidad Tecnoló-gica Nacional.(*)

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Escuelas Industriales: 8.157Escuelas Técnicas de Oficios: 3.495 Escuelas de Artes y Oficios: 4.574

(*) Balduzzi, Juan (2006). Maestros organizándose, en revista La educación en nuestras manos. No75. Buenos Aires. Marzo 2006. SUTEBA

El proceso de industrialización fue acompañado porun fuerte crecimiento del SISTEMA EDUCATIVO

La Universidad Obrera Nacional

La UON tenía entre sus finalidades la formación integral de profesionalesde origen obrero destinados a satisfacerlas necesidades de la industria nacional.

Los saberes necesarios de la nueva Ar-gentina no eran ya los del país de las

vacas y la Pampa, sino los referentes ala industria y la producción. La Univer-sidad Obrera Nacional se proponía en-tonces, integrar a la clase trabajadora alos estudios superiores, confrontandocon el elitismo académico representadopor la Universidad de Ingeniería de laUBA (Universidad de Buenos Aires), deactivo posicionamiento antiperonista.

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La UON propició la articulación entre lopolítico, lo técnico/económico y lo peda-gógico; entre patrones y obreros. Éstaúltima articulación tuvo su expresión enla antinomia “ingenieros del hacer vs. in-genieros del decir”. Juan Domingo Perónen su discurso inaugural manifiesta:

“Si formáramos un nuevo grupo de in-telectualoides ignorantes, de los que te-nemos tantos, que simulan saber paraaprovechar a los que menos saben, nohabríamos hecho un gran progreso sobrelo que tenemos (…) Queremos técnicosde fábrica que no solamente sepan de-cirles a sus operarios: “Vea, amigo, estose hace así”, sino que tomen las he-rramientas y lo realicen ellos mejor quelo que hizo el operario; y queremos inge-nieros de fábrica que no sean los charla-tanes atildados que vienen una vez pordía a la mañana veinte minutos paradecir lo que hay que hacer y después sevan a su casa, al café o a la confitería.Queremos técnicos de fábrica que sepongan su “over-all” y compartan el tra-bajo con sus obreros; que sean ellos diri-gentes, pero que dirijan; no charlatanesque no sirven ni para un lavado ni paraun barrido”. 1

Esto supone una deslegitimación de“doctores” e “ingenieros” que tradi-cionalmente constituían la élite culturalargentina.

Por otra parte, cabe señalar las alocu-ciones cuestionadoras a la creación de laUON en el marco del debate parlamen-tario. En este sentido, Gabriel Del Mazo,perteneciente a la bancada radical, señala“¿Se ha tenido en cuenta que el ingenieroes el profesional que ha de ser hábil paraelegir y para tratar al mayor número dehombres, tal vez más que ningún otroprofesional, hombres de las más distintasclases sociales, de las más diferentes men-talidades? Pues eso tiene un nombre: Hu-manidades. ¿Qué es lo más importantepara un ingeniero? Es ser culto ¿Qué es serculto?¿Qué es tener cultura? Recordemosaquellas palabras del maestro españolCossio; “Cultura es lo que en el hombrequeda si todo conocimiento concretopudiera ser borrado”.2

Así se impugna un tipo de formación es-pecializada, que se presenta como exclu-sivamente técnica o instrumental. En estesentido, sectores universitarios vincula-dos con la izquierda definen a la UON entérminos de desvío de las clases popu-lares del acceso a la verdadera Universi-dad. Por su parte, el Diputado radicalDellepiane ponía en evidencia la dificul-tad por parte de las Universidades Na-cionales para incluir a los trabajadores,por lo cual el esfuerzo mayor no debíaconsistir “en crear nuevas instituciones,sino en integrarlos a las existentes”.

Cabe señalar, sin embargo, que su plande estudios incorporaba no sólo la prác-tica como fuente de aprendizaje, conclases activas (no conferenciales y/o me-morísticas), sino conocimientos de orga-nización de la producción, historia sindi-cal, legislación, higiene y seguridad la-boral, hasta el momento ausentes.

J.C. Di Gianni, Secretario Académico dela UON regional Bs.As. señala: “No setrata de que los alumnos aprendan unoficio, sino de que adquieran conoci-mientos técnicos superiores que los colo-quen a la cabeza del desarrollo industrialnacional”.3

1. Dussel, I; Pineau, P. De cuando la clase obrera entró al paraíso, en Puiggrós, A. (1994). “Discursospedagógicos e imaginario social en el peronismo”. Tomo VI. Buenos Aires: Editorial Galerna. 2. Dussel, I.- Pineau, P., Ob. Cit. 3. Di Gianni, J.C. Función Social y Técnica de la Universidad Obrera Nacional, en Dussel, I; Pineau P. Revistade la UON. 1954.

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La frase fue endilgada a sectores detrabajadores por parte de grupos

opositores al peronismo, en momentosde turbulencia política en los días de oc-tubre de 1945, preliminares al procesoelectoral de 1946. Sin embargo, no hapodido probarse que dicho slogansurgiese de las filas de los obreros. Esmás, hay quienes sostienen que fue pro-ducto de una operación política del libe-ralismo.1 Lo cierto es que dicha frasecondensa la tensión “civilización o bar-barie”, inscripta en la idea moderna queafirma que la “difusión de las luces” escondición de la “liberación”.

El Socialismo, a través de la figura deAmérico Ghioldi, se expresa en esa direc-ción:

“Las alpargatas y los libros nos conducenal tema del pueblo que con frecuenciaaparece en los textos de historia con losrosados colores de una ficción encanta-

dora. (…) Es aleccionadora, sin embargo,la imagen concreta del pueblo a travésde la historia, ya que uno de lo índicesbarométricos del progreso social estádado por el nivel de vida, cultura y ca-pacidad política de un pueblo. (...)Cuando el pueblo no tiene conciencia desu propio valor, ata su existencia y susreclamos al yugo de caudillos y de tira-nos…”.2

La equiparación y correlación entre“descamisados” / trabajadores, ignoran-cia, falta de instrucción y fascismo eselocuente e impide visualizar prácticaspropias de resistencia popular frente aprocesos de aculturización. De esta ma-nera, se apela a la necesidad de recurrira instancias “superiores” de la cultura.

"Alpargatas sí, libros no" es una metá-fora que no cuestiona la "inteligencia"en sí, sino a los intereses que se de-fendieron en su nombre. 3

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“Alpargatas Sí, Libros No”

1. Galasso, N. (2006). "Perón, Formación, ascenso y caída (1893-1955)". Tomo 1. Cap. XIX. Buenos. Aires: Editorial Colihue. 2. Caruso, M. El año que vivimos en peligro en Puiggrós (Dir) (1994), Carli ( Coord.). "Discursos Pedagógicose imaginario social en el Peronismo". Tomo VI. Buenos Aires: Editorial Galerna.3. Caruso, M, Op. Cit. (*) Ver: Entrevista en Tiempo Argentino (14.11.2011) a Flavia Fiorucci, doctora en Historia e investigadoradel Conicet, autora de “Intelectuales y Peronismo 1945-1955”.

“¡Qué veneno tendrán las letras, Señor, que aquel de nosotros que las aprende se

vuelve enseguida contra nosotros!”Cerro Bayo - Atahaulpa Yupanqui

“(…) El peronismo abrevó en misionestradicionales de la cultura. Hizo una di-visión muy tajante de lo que era cul-tura popular y alta cultura. El proyectode la Subsecretaría de Cultura quearma el peronismo consistía en masi-ficar el acceso, pero es muy claro quese trataba del acceso a dispositivos dela alta cultura.Los antiperonistas leye-ron esto como una vulgarización y nocomo una democratización de la cul-tura. Esto hizo que se construyeranmitos como “Alpargatas sí, libros no”que no tenían que ver con la políticacultural del peronismo, que apoyó lacirculación de los libros y triplicó laspartidas para la Comisión de Bibliote-cas Populares. Esto no parece ser unapolítica contra la civilización y la cul-tura. Pero fue leída como una vulga-rización”. *

Los docentes se reconocían mayoritaria-mente en el enfrentamiento de las clases me-dias con el gobierno de Perón. Las asocia-ciones docentes orientadas por socialistas,radicales y comunistas fueron declaradas ile-gales y muchos de sus dirigentes fueron ce-santeados. Las asociaciones que respondíanpartidariamente al gobierno fueron pro-movidas en las provincias de Santa Fe, LaRioja, Tucumán, Mendoza y Jujuy. En el año1953 se creó Unión de Docentes Argentinos(UDA).

Datos y aportes extraídos deVázquez, Silvia Andrea, “Luchas políticas educati-vas”, (2005). Sec. de Educación y Estadística - CTERA

Los docentes y el gobierno

“La Fundación Ayuda Social María EvaDuarte de Perón se conformó en Juniode 1948 y el 8 de Julio del mismo año,mediante un Decreto, se aprobó su Es-tatuto, obteniendo la Personería Ju-rídica.

Dicho Estatuto establecía que la Fun-dación tenía por objeto:

• Prestar ayuda pecuniaria o en es-pecie; facilitar elementos de trabajo;otorgar becas para estudios universi-tarios o especializados a toda per-sona carente de recursos que así losolicitara y que, a juicio de la Funda-dora, mereciera ser otorgado.

• Construir viviendas para su adjudi-cación a familias indigentes.

• Crear y/o construir establecimientoseducacionales, hospitalarios, recrea-tivos o de descanso y/o cualesquieraotros que permitan una mayor satis-facción a los elevados fines que per-siga la institución.

• Construir establecimientos benéficosde cualquier índole, los que podránser transferidos, con o sin cargo, al Es-tado Nacional, Provincial o Muni-cipal.

• Propender, contribuir o colaborar portodos los medios a su alcance, a larealización de obras de interés ge-neral y que tiendan a satisfacer lasnecesidades esenciales para unavida digna de las clases socialesmenos favorecidas.

(…) Más allá de la fría y jurídica des-cripción estatutaria, la importancia dela Fundación estuvo dada porquecumplió con creces, desde su origen,con aquel apotegma de Evita quedecía “Donde hay una necesidad hayun Derecho”.

Gracias a la voluntad inquebrantablede aquella mujer, en toda la Nación selevantaron Hogares Escuelas, la CiudadInfantil, la Ciudad Estudiantil, Hogarespara Ancianos, Hogares de Tránsito,Hogar de la Empleada, Barrios Obre-ros, Hospitales, Clínicas y Policlínicospara el común de la gente, Vacacionespagas, Turismo infantil, Colonia de Va-caciones, etc.

También la Fundación por aquellosaños, dato que pocos conocen, socorríócon víveres y ropas a los hijos deObreros franceses, a las clases socialesmás pobres de los EE.UU. y a casi todaLatinoamérica… Como broche, comocorolario de toda esta acción solidaria,Los Derechos Sociales de la Ancianidady de la Niñez, gestados por Evita,fueron incluidos con fuerza de Ley enla Constitución Nacional de 1949”. (*)

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“Donde hay una necesidad hay un Derecho”

“La mayoría de los fondos (60%) proveníade la donación anual de dos Jornales queefectuaban los trabajadores: el 1º de Mayo yel 17 de Octubre”. (**)

La Fundación

(*) Baschetti, Roberto. Los años delperonismo 1946-2006, en revistaCaras y Caretas N° 2203. BuenosAires. Octubre 2006.

(**) Pavón Pereyra, Enrique (1973).“Perón, el hombre del destino”.Tomo II, página 62. Buenos Aires:Abril Educativa y Cultura.

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Con estas palabras, Eva Duarte de Perón yJ. D. Perón celebraban junto a la CGT la san-ción de la Ley que diera el voto a todas lasmujeres del país el 9 de septiembre de1947. Como se señala, una larga lucha pre-cedió este momento. Diferentes agrupa-ciones feministas fueron conformándose apartir de fines del siglo XIX, adquiriendocierta relevancia en las primeras décadasdel siglo XX.

El primer proyecto de Ley para otorgar losderechos políticos a las mujeres fue presen-tado por Alfredo L. Palacios, Diputado so-cialista. En múltiples ocasiones se presen-taron proyectos en ambas cámaras legisla-tivas con resultados infructuosos. Entre lasargumentaciones a favor del tratamiento ysanción se encuentran, entre otras, aque-llas que intentan demostrar que la mujerera tan inteligente como el hombre y queno alteraba la estructura de la familia,señalando además que el feminismo norepresentaba ningún tipo de peligro. El so-cialismo por su parte ponía el énfasis en lamujer obrera como fuerza de trabajo.Quienes se oponían al voto, en cambio,sostenían que la inteligencia de la mujerFO

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Voto Femenino

Instituto Argentino de Promoción del Intercambio

“Mujeres de mi Patria, recibo en este ins-tante, en manos del Gobierno de la Nación,la Ley que consagra nuestros Derechos Cívi-cos. Y la recibo ante vosotras, con la certezade que lo que hago en nombre y repre-sentación de todas las mujeres argentinas.Sintiendo jubilosamente que me tiemblanlas manos al contacto del laurel queproclama la victoria. ”1

era dominada por las emociones. ElDiputado Francisco Uriburu sostenía:“¡Para qué diablos transformar los hoga-res en infiernos, donde la dueña de casaserá demócrata nacional, la cocinera so-cialista, la mucama socialista indepen-diente (risas), la lavandera radical an-tipersonalista… (risas) y la institutrizdemócrata progresista!”. 2

Cabe señalar que el grupo feminista másimportante de la década del 30, la Aso-ciación Argentina para el Sufragio,sostenía que el voto sólo debía ser con-signado a aquellas mujeres que supieranleer y escribir: “Creemos que el votodebe darse a los capaces y no a los inca-paces. Si hubo error al acordarlo a los in-capaces hombres, debe corregirse y noincurrir en otro nuevo… pedimos que aldictarse la Ley acordando el voto a lamujer, sea para la alfabeta mayor deedad y argentina nativa, porque paraextenderlo a los demás hay tiempo,mientras dándolo a las incapaces y ex-tranjeras significaría incurrir en un errorirreparable” 3.

Los prejuicios de clases resultaban evi-dentes. Las feministas socialistas, en-cabezadas por Alicia Moreau de Justo,rebatían dicho argumento y solicitabanel divorcio.

El proyecto de Ley presentado en el Con-greso Nacional no encontró casi oposi-ción. Sin embargo, en los discursos de laépoca se interpela a la mujer como artí-fice del proceso político, reivindicando suparticipación en la jornada del 17 de oc-tubre. Evita les hablaba a las “des-camisadas”:

“A todas las mujeres del país que traba-jan y luchan por su hogar. A las que lafortuna adversa o el humilde destino hanllevado allí, al pequeño refugio del tallerde la fábrica, de la oficina. Hablo de mishermanas del quebrachal y del ingenio”4.

Las mujeres que a puertas del Congresoy a instancias de la sanción de la Ley,cantaban “¡Uno, dos y tres que se aprue-be de una vez!, y enarbolaban banderasy fotos de Juan y Eva Perón. Además delos conflictos laborales, las mujeres de1945 encontraron abrigo en la Nueva Di-visión de Trabajo y Asistencia a la Mujer,creada por Perón.

Cabe destacar la figura de Evita comoportavoz y abanderada de la mujerespropiciando su participación en pos delnuevo Proyecto de País.

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1. Palabras pronunciadas en el acto con el cual la CGT celebró la promulgación de la Ley, el 23 de septiem-bre de 1947.2. Navarro, Marysa. (1994). “Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores del Congreso de la Nación”.Tomo II. (Buenos Aires: Imprenta del Congreso Nacional 1938). Editorial Planeta. 3. Navarro, Marysa. Ibid., Tomo V, Ob. Cit.4. Navarro, Marysa. Ibid. Democracia, 10 de octubre de 1946, Ob. Cit.

Capítulo III-

Derecho del Trabajador, de la Familia, de laAncianidad, de la Educación y la Cultura.Artículo 37- Declárase los siguientes Dere-chos especiales:

Del trabajador / 1. Derecho de trabajar.

El trabajo es el medio indispensable parasatisfacer las necesidades espirituales ymateriales del individuo y de la comuni-dad, la causa de todas las conquistas de lacivilización y el fundamento de la pros-peridad general; de ahí que el derecho detrabajar debe ser protegido por la socie-dad, considerándolo con la dignidad quemerece y proveyendo ocupación a quienlo necesite.

2. Derecho a una Retribución Justa.

Siendo la riqueza, la renta y el interés delcapital frutos exclusivos del trabajo hu-mano, la comunidad debe organizar y re-activar las fuentes de producción en formade posibilitar y garantizar al trabajadoruna retribución moral y material que sa-tisfaga sus necesidades vitales y sea com-pensatoria del rendimiento obtenido y delesfuerzo realizado. FO

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Constitución del año 1949

Esta Constitución, que no ha podidoser aplicada por más de seis años

(desde su sanción hasta el golpe de Es-tado de 1955) y que fuera derogada porel gobierno usurpador a cargo del dicta-dor Aramburu, fue reemplazada por suanterior de l853 y reformas ulteriores.Jamás podría ser válidamente derogadapor un acto de fuerza por un Gobiernode facto.

Esta manifiesta ilegalidad fue sucedidapor la inválida convocatoria del Gobier-no militar a una Convención Constitu-yente viciada de nulidad por no ser elParlamento el que efectuara el llamadoa la Asamblea Reformadora.

Tal Convención, con ausencia de los re-presentantes del partido político mayori-tario de la Argentina (el partido Pero-nista), proscripto por el régimen, sólollegó a redactar y sancionar un Artículoconocido como 14 nuevo o 14 bis, quepretende resumir en pocas líneas el ex-tenso y meduloso contenido de la Cons-titución Social del 49.

Creemos necesario recordar algunosartículos de dicha Constitución:

3. Derecho a la Capacitación.

El mejoramiento de la condición hu-mana y la preeminencia de los valoresdel espíritu imponen la necesidad depropiciar la elevación de la cultura y laaptitud profesional, procurando quetodas las inteligencias puedan orien-tarse hacia todas las direcciones delconocimiento, e incumbe a la sociedadestimular el esfuerzo individual pro-porcionando los medios para que, enigualdad de oportunidades, todo indi-viduo pueda ejercitar el derecho aaprender y perfeccionarse.

4. Derecho a CondicionesDignas de Trabajo.

La consideración debida al ser humano,la importancia que el trabajo revistecomo función social y el respeto recí-proco entre los factores concurrentesde la producción, consagran el derechode los individuos a exigir condicionesdignas y justas para el desarrollo de suactividad y la obligación de la sociedadde velar por la estricta observancia delos preceptos que las instituyen yreglamentan.

5. Derecho a la Preservación de la Salud.

El cuidado de la salud física y moral delos individuos debe ser una preocu-pación primordial y constante de la so-ciedad, a la que corresponde velar paraque el régimen de trabajo reúna requi-sitos adecuados de higiene y seguridad,no exceda las posibilidades normalesdel esfuerzo y posibilite la debida opor-tunidad de recuperación por el reposo.

6. Derecho al Bienestar.

7. Derecho a la Seguridad Social.

8. Derecho a la Protección de la Familia.

9. Derecho al Mejoramiento Económico.

10. Derecho a la Defensa de los intereses Profesionales.

Datos y aportes extraídos de: Di Gioia, Sergio. “La Enseñanza del Derecho y laConstitución de 1949”. Vendetta. Año Nº 3 - Publi-cación de CEPAC y Agrupación Facultad de DerechoUBA;

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Puede afirmarse que así como Alberdifue el mayor jurista político argentinodel siglo XIX, Sampay lo fue en el sigloXX.

La constitución de 1949. La sabiduría yel sentido nacional y popular de ArturoSampay se sintetizaron en la Constitu-ción de 1949, que institucionalizó lasconquistas del primer peronismo.

Se ratificó así “la irrevocable decisión deconstituir una Nación socialmente justa,económicamente libre y políticamentesoberana”.

En su discurso como miembro infor-mante de la mayoría, sostuvo que la re-forma económica propuesta tenía dosfines: primero, la supresión definitiva dela desocupación cíclica provocada por lassucesivas depresiones económicas; y se-gundo, brindar a todos los habitantes lascondiciones materiales necesarias parael completo desarrollo de su personali-dad. Al mismo tiempo, consideraba a lajusticia social como “el fiel que balanceael uso personal de la propiedad con lasexigencias del bien común”.

Eric y Alfredo Calcagno Diputado Nacional / Doctor en Ciencias Políticas. En http://sur.in-fonews.com/notas/homenaje-arturo-sampay

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El ascenso de las masas

“Los saldos acumulados a favor del país durante laguerra se emplearon para comprar soberanía y elevarlas condiciones de vida de un pueblo que, tras el mitode la Argentina productora de carneros, había vividosocialmente sumergido.

El mejoramiento general de los salarios y sueldosprovocó efectivamente una onda inflacionaria, peroal mismo tiempo un estímulo general en la producciónal aumentar la demanda de artículos de consumo, ali-mentarios e industriales. Ese pueblo, en los dosprimeros años del Gobierno de Perón, vaciaba los al-macenes, las carnicerías, las “rosticerías”. Ese pueblono ahorraba. La razón era sencilla. Tenía hambre. Bienpronto comenzaría a comprar la casita, el aparato deradio, la heladera.

Durante la “década infame”...Los mendigos pulula-ban en las calles de Buenos Aires. En las escalinatas delsubte, mujeres jóvenes y desarrapadas imploraban lacaridad pública con el tétrico muestrario de sus criatu-ras. En el interior se robaban de noche gallinas paracomer. Los empleados de comercio llegaban a la vejezsin jubilaciones, los obreros eran vejados o desatendi-dos por los organismos del trabajo. Los contratos labo-rales no se cumplían o no se firmaban. Los accidentesde trabajo no se pagaban… Millones de argentinostrabajaban en peligrosas condiciones de insalubridad.En Argentina sólo veraneaban las clases pudientes.Todo eso terminó en 1946. La vida de los argentinosse modificó. Semejante cambio trajo sus trastornos.

Los cines llenos, los estadios llenos, las confiteríasllenas. Los comercios hasta entonces vacíos no dabanabasto. Se desatendía al público y los empleados semostraban insolentes. Pero el público podía comprar.Se viajaba con dificultades, pero los lugares de vera-neo estaban abarrotados.

Las clases privilegiadas protestaban. Pero las clasesbajas de la población conocieron derechos a la vidaque les habían sido negados bajo el inexorable do-minio material y político de la oligarquía.

(...) La Argentina ofrecía el más alto nivel de vida deAmérica Latina y uno de los más elevados del mundo.El Estado financió espectáculos de cultura popular du-rante una década, como los mundialmente famososconciertos en la Facultad de Derecho con los mejoresdirectores del orbe y enteramente gratuitos.”

Hernández Arregui, Juan José. (1960). “La formación de la concien-cia nacional”. Fragmento extraído del capítulo V: Perón, el ascensode las masas. Buenos Aires: Peña Lillo.

“El Teatro Colón, tradicional lugar de la oligar-quía fue abierto a los sindicatos obreros. Esteefectivo elevamiento del nivel de vida materialy cultural de la población argentina tenía unabase real. A saber, una política nacional en granescala que por primera vez se ensayaba en laArgentina”.

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“¿Cómo he procedido yo, como justicialista para solucionar el pro-blema de la organización del agro? Para poder abarcar ese pro-blema, que es simple en su conjunto pero complejo en surealización, debemos retroceder y pensar como estaba el agro en1943. Los agricultores recibían una mísera paga por su producción(…) Estaba esa maravillosa organización de que he hablado: el mo-nopolio. Ellos eran los que acopiaban, es decir, los que comprabanal chacarero en la chacra y le pagaban seis, cinco o cuatro pesos.

Transportaban el cereal en los ferrocarriles y lo cargaban en lospuertos, lo llevaban a Europa y lo vendían al precio que querían,pero el pobre productor recibía seis pesos y este pulpo intermedia-rio treinta o cuarenta con lo que el otro había producido, a la parque el que lo comía pagaba cuarenta o cincuenta.”

Así Perón relataba como procedió el Gobierno justicialista para cam-biar la situación: la creación del IAPI significó la virtual nacionali-zación del comercio exterior; paralelamente, el fomento de coope-rativas permitió a los productores agrarios a empezar a organizarse.

“Un ejemplo -consigna- es la Provincia de Buenos Aires, con sus Coo-perativas Organizadas. El Gobierno de Buenos Aires no necesitó oirmehablar, porque lo hizo pensando como pienso yo. Se anticipó y orga-nizó un magnífico servicio cooperativo de producción. Cuando estoesté totalmente organizado, el chacarero va a producir, acopiar,vender, y el producto será exclusivamente para él y no para los “vivos”que constituyen el tumor que estaba colocado en el medio.”

Extraídos de: Pavón Pereyra, Enrique (1973). “Perón, el hombre del destino”. TomoII. Pág 48. Buenos Aires: Editorial Abril Educativa y Cultural.

“Creación del Instituto Argentino dePromoción del Intercambio

La manifestación de Corpus Christi, del11 de junio de 1955, integrada tam-

bién por militantes antiperonistas consti-tuye la antesala del golpe contra elGobierno constitucional de Perón. En losdías siguientes se completa la trama cons-pirativa para bombardear la Casa de Go-bierno, a cargo de la Aviación Naval, conel fin de asesinar a Perón y ocuparla conuna fuerza de choque de la Infantería deMarina.

El bombardeo se inicia el mediodía del 16de junio. La acción intensa se prolongapor varias horas dejando en la Plaza deMayo un escenario dantesco. Decenas deciviles que concurrían a sus trabajos sondestrozados por el fuego y las esquirlas.La CGT convoca a los trabajadores a de-fender el Gobierno popular y después delmediodía cientos de personas llegan paraayudar a los caídos, algunos armados,otros con palos dispuestos a pelear. A las15.30 hs. de esa tarde aparece otra escua-drilla que lanzó una seguidilla de bombasy barrió la Avenida de Mayo con sus ame-tralladoras. El golpe fue sofocado peroquedaron en la Plaza centenares de muer-tos y un millar de heridos.

Perón pide calma y no toma represaliascon los responsables con la intención defrenar una posible guerra civil. Pocos díasdespués en sus discursos de los días 5 y 15de julio convoca a la “pacificación”proclamándose Presidente de todos losargentinos, amigos o adversarios. Losopositores le contestan con discursosduros e intransigentes rechazando todointento de conciliación.

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El día 31 de agosto J. W. Cooke, promoviendo la adhe-sión al acto convocado para ese día por la CGT, expresaen un mensaje radial: “La voz del Presidente no fue es-cuchada ni su mensaje respetado. Y el sacrificio que hici-mos al contener nuestras ansias de salir, gritar laindignación y el dolor que nos provocaba la muerteimpiadosa de los hermanos segados por la metralla, sóloha servido para que núcleos reaccionarios, políticos su-perados por el tiempo y la historia y grupos añorantesde un pasado de explotación y coloniaje, se entregarana la despreciable tarea de crear un clima de perturbación,conducente a destruir las conquistas populares logradasen diez años de lucha, esfuerzos y holocaustos...”

Ataque a la población civil

El golpe... la desolación de un pueblo

Después de asumir como interventordel partido Cooke había diseñado

un plan de movilizaciones y actos públi-cos. El Partido Peronista saldría otra veza la calle. Pero los acontecimientos no ledieron tiempo suficiente para concre-tarlo. Las versiones de la inminencia delgolpe se propagan rápidamente y el 16de setiembre de 1955 se levanta en Cór-doba el General Lonardi.

Dos días después el destino del golpe estodavía incierto, pues algunos mandospermanecen leales aunque la flota, bajolas órdenes de Isaac Rojas -después decañonear Mar del Plata- se ubica frente aLa Plata amenazando con bombardear ladestilería de petróleo. Ante la amenazade este bombardeo a bienes de la Nación-con los antecedentes de lo ocurrido el 16de junio- el día 19 Perón reúne a unaJunta de Generales y entrega la renunciacomo Presidente de la Nación.

En los días posteriores son incesantes lasmanifestaciones obreras que son ametra-lladas desde vehículos blindados querecorren el centro de la Ciudad donde seregistran intensos combates callejeros.

El 23 de setiembre asume el General E-duardo Lonardi. Habla desde los balconesde Plaza de Mayo y -haciendo suya unafrase de Urquiza- afirma que "no hay nivencedores ni vencidos". Perón es derro-cado por un golpe cívico-militar que sedenomina "Revolución Libertadora";comienza su exilio que durará casi 18 años

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El dolor del pueblo no tiene límites, su sensibilidadles anticipaba lo que habría de ocurrir después,mientras que en algunos barrios se asomaban a losbalcones para brindar con champán. Súbitamentetodo cambió -relata César Marcos luchador populary compañero de militancia de J. W. Cooke- elmundo que conocíamos, la gente, los hechos, elaire, el sol, la vida se dieron vuelta. De repente en-tramos en un mundo de pesadilla en el que el pe-ronismo no existía.

Datos y aportes extraidos de:Baschetti, Roberto (2009). "La clase Obrera peronista". Tomo I. La Plata: Editorialde la Campana.Cooke, J.W. (2010). “Artículos periodísticos, reportajes, cartas y documentos(1947-1959)”. Tomo III y IV. Obras completas de John William Cooke. BuenosAires: Editorial Colihue.Galasso, Norberto (2010)."Cooke de Perón al Che". Buenos Aires: EdicionesNuevos Tiempos.

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1965

“(…) Pasado el momento del ciclo ascen-dente de postguerra, en el cual el in-greso nacional creciente permitía quejunto con la prosperidad industrial laclase obrera participase en esa creación

de riqueza, la lucha de clases se fueagudizando. La crisis del año 1950-51, donde

se perdieron las cosechas, normalmente hubiesesido solucionada a costa del hambre y la sed de losargentinos.

Técnicamente el gobierno dio soluciones correctas,sin hambrear al pueblo, sin bajar los niveles de con-sumo, sin deterioro general de la economía, fue re-cuperando sus nivelas, y al producirse el mitinseptembrino, ya estábamos en una economía quefuncionaba perfectamente. Pero la burguesía -quepese a sus protestas contra Perón, a quien conside-raban un usurpador desde el punto de vista de sumentalidad política, se ve beneficiada por supolítica industrialista- ya quería otro tipo de solu-ción: el arreglo con el imperialismo. Y a esta altura,a mi juicio, el peronismo no tenía más que doscaminos: o entregarse al imperialismo, cosa que noestaba, que era inconcebible en la esencia del im-perialismo y en el pensamiento y trayectoria dePerón, o de lo contrario, pegar un violento giro re-volucionario e ir a movilizar las riquezas que esta-ban acá, dentro del país, en el latifundio, en la zonaganadera, en los grandes conglomerados industria-les, que de una u otra manera tenían dependencia

imperialista.(…) Pero el peronismo seguía plante-ando el problema del país, como si todavía existieseel frente policlasista antiimperialista del año 1945,con Perón como General en Jefe, y ese frente ya es-taba desintegrado. La parte marginal de ciertos sec-tores de burguesía media y alta se fueron retirandorápidamente, de la pequeña burguesía, algunosmovilizados por el problema religioso, otros por di-versos factores coyunturales, abandonaron estefrente popular y entonces así se explica no sola-mente la caída del peronismo, sino la forma en quecayó, porque la única fuerza real con que contabaa esa altura de los acontecimientos era la clase o-brera (…). Pero la clase obrera no participó en lalucha, eso se resolvió en un pleito entre militares(…) Qué diablos tenía que depender la fuerza dela clase trabajadora de la palabra de honor deningún militar si la única fuerza real con que con-taba eran sus propios puños y su propia fuerza.

Y aunque el peronismo no era un régimen del pro-letariado, tampoco era la dictadura de la bur-guesía. (…) Es lógico que la prosperidad económica,la coparticipación en el gobierno, el sentirse respal-dado por el aparato estatal, no era propicio paraque en la clase trabajadora se fuese a desarrollaruna conciencia socialista, que se plantee un pasoadelante en cuanto a modificaciones profundas delrégimen social. Sin embargo, donde pudo haberseplanteado todo eso, era el partido, pero lo queocurre es que también el partido y la adminis-tración -y gran parte del sindicalismo- sufrieron unproceso de burocratización. Ahí donde debíahaber sido el campo de desarrollo ideológico se

¿Por qué cayó el peronismo?

transformó en una esclerotizada es-tructura burocrática donde cualquierrecomendado lo mismo podía ir degerente de una empresa como inter-ventor del partido.

(…) El salto cualitativo no podía sertomado como medida técnica, debíaser tomado desde el punto de vista dela medida política. Porque en defini-tiva, las grandes decisiones nunca sontécnicas, no son económicas, son de-cisiones políticas sobre lo técnico y enlo económico. Pero la falta de una es-tructura política determinó que en elmomento en que correspondía haberintentado algún ensayo nuevo, algúnalcance revolucionario, las solucionesque tenía el Presidente al alcance desu mano eran todas administrativas,técnicamente eficientes, lo que nopodían era dar una solución que ex-cediera el marco del pensamientoburgués, ( …) Quiero decir que elagotamiento de un régimen y lanecesidad de pasar hacia nuevas for-mas económicas y sociales, se sumó lafalta de un aparato político que seplanteara esa nueva marcha, ese saltocualitativo a que me he referido.”

Extraído de la conferencia “Situación nacionaly acción revolucionaria de las masas” que pro-nunció J. W. Cooke en el año 1965 en la CGT deBahía Blanca.

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1960

"Durante una década el Gobierno de Perón debió en-frentar el fuego concentrado de las derechas y las izquier-das representadas por los partidos argentinossobrevivientes de la Década Infame. La base de masas del

Gobierno soportó con éxito la ofensiva. Pero también elmovimiento se había gastado. Años de sin igual prosperidad,

luego del ascenso y participación en el poder del movimientosindical, habían traído - más que por la llamada burocracia peronista queefectivamente existió- el relajamiento gradual, típico de las épocas debonanza, de la combatividad revolucionaria de las masas y sus dirigentes.Hecho en el que, sin duda contribuyó la propia y dominante personalidadde Perón. A esto debe agregarse el afloramiento de una de las contradic-ciones radicales contenida en la composición pluriclasista originaria delmovimiento, a saber, la incomprensión de la clase media, aún dentro delmismo partido gobernante, ante esa política obrerista que hería sus pre-juicios. Este hecho se expresaba en la falsa creencia de que las mejorasde los trabajadores manuales no guardaban proporción con las propiasy que el orden social había sido desjerarquizado por esta participaciónen el poder político de las organizaciones de los trabajadores.

Fueron éstos, entre otros factores, los que aunque no respondían a causasde peso, facilitaron la campaña de los partidos políticos en descomposi-ción derrotados en 1946. Estas fuerzas martillaron sobre las contradic-ciones y limitaciones del movimiento, sobre sus accidentes y anécdotas,convirtiéndolas en escándalos morales que influían de un modo difuso ydeformante de la realidad, en una parte no despreciable de la opiniónpública, temerosa de la clase obrera.

A ello debe agregarse -como telón de fondo que encuadraba todo elproceso- la maquinación pausada, constante y malediciente de la oligar-quía, cuyo poderío económico se mantenía indemne siempre con miras

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2006

“El peronismo había sido fácilmente barrido delas estructuras del Estado que supo conservarpor más de diez años. El que era consideradocomo uno de los más importantes movimientos

de masas de América Latina no resistió el embatede una oposición organizada.

Cuando Perón partió hacia el exilio y la mayoría de los diri-gentes sindicales y políticos fue a dar a la cárcel, muchos diri-gentes comenzaron a plantearse seriamente qué habíasucedido. Entre las respuestas a esos interrogantes figuraba enprimer término el anquilosamiento de la estructura del Go-bierno y la del partido. Pero también el hecho de que a partirde 1952, de manera coincidente con la muerte de Eva Perón,el peronismo no había sabido mantener una relación defuerzas que le fuera favorable en la sociedad, volcando a mu-chos indecisos a la oposición, especialmente cuando el eje deésta comenzó a ser el tema religioso.

Así como los vencedores de 1955 consideraban que el pero-nismo era producto del uso demagógico de los recursos del Es-tado, una gran parte de los dirigentes peronistas habíanconfiado excesivamente en estos recursos, olvidando sus ver-dades bases de sustentación política”.

Salas, Ernesto (2006). “La Resistencia Peronista, la toma del frigorífico Lisandrode la Torre”, pág. 55

Ver en Secretaría de Formación Político Sindical el documental "Los Re-sistentes" (2009/10) con la dirección de Alejandro Fernández Mouján. Setrata de la historia de "miguelitos", cocinas y pintadas fugitivas, protago-nizada por el pueblo peronista.

a separar a las clases medias del movimiento na-cional de masas.

En este clima, tramado lentamente, había crecidoademás, dentro del propio partido gobernante, elvago y contradictorio sentimiento, fomentado porelementos vacilantes, de que aunque cayese Perón,no podía volverse a épocas anteriores, olvidadas pormuchos en las comodidades de las épocas fáciles.Época anterior desconocida por las generacionesmás jóvenes de la clase media, que se plegaron a laoposición, sobre todo, bajo influencias familiares. Aeste estado colectivo de las conciencias se unía elaflojamiento, en la propia masa obrera de su actitudde clase frente a aquella oligarquía, a la que ahorase la consideraba más bien inexistente o simple-mente vencida.

Finalmente, la Iglesia entró en la confabulación in-ternacional y, a último momento, influyó de unmodo decisivo la incomprensión del Ejército descon-tento con la gravitación de la CGT y minado psi-cológicamente por la propaganda sutil y deletéreade la oligarquía y el nacionalismo de derecha. Lafalta de un partido orgánico, a lo cual el propio jefedel movimiento había contribuido, aisló a Perón y ala clase obrera. En estas circunstancias se produjo elgolpe y como en 1930 la oligarquía volvió al poder.

Hernández Arregui, Juan José. (1960) “La formación de la con-ciencia nacional”. Balance de diez años de gobierno nacional.Capítulo V.

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Las coordenadas de la vidaUn Estado presente

Hilda CabreraProfesora de Educación Física

Avellaneda

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