Forja n. 13 - Los Navalmorales

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F orja F orja - HABLA FORJA - SOBRE EL DERRIBO DE LA ORUJERA - EL MAZAPÁN EN LOS NAVALMORALES - DESDE NUESTRO ESCAÑO - EL RETABLO 2ª PARTE - VERBA VOLANT - LA CORAL - COSAS DE AQUÍ E n el número ocho de Forja hablábamos del posible DERRIBO DE LA ORUJERA y sugeríamos diversas iniciativas para evi- tarlo. Nuestras palabras se las llevó el viento de la incomprensión o de la indiferencia y no encontraron eco en ninguna institución pública o pri- vada que asumiera alguna de las posibles soluciones sugeridas. Tal vez no sonaran con suficiente fuerza, pero quedaron impresas como testimonio de nuestro pensamiento y ahí están por si alguien tiene la curiosidad de releerlas. Son palabras que, unidas a las de hoy, traen consigo un senti- miento tirando a amargo, quizá un tanto descorazonador, por un hecho irreversible. La ignorancia, la desidia, u otras oscuras razones, hacen que ahora tengamos que lamentar la desaparición de un edificio importante para el patrimonio del pueblo, tanto por su construcción y por su arquitectura como por su significado en la industria del aceite. El hecho de derribar la orujera significa la destrucción de algo que nos ha acompañado durante largos años, influyendo en nuestro modo de producir y, por tanto, de vivir. Además nos acerca a la modernidad y al progreso. Con su derribo hemos derribado parte de nuestro pasado reciente y también hemos destruido parte de nuestro porvenir porque hemos borrado el testimonio de una época que canalizó las ansias de mejora y de progreso de nuestros mayores, sirviendo de ejemplo para generaciones futuras. Derribando la orujera se ha derribado un trozo de nuestra perso- nalidad y de nuestra historia, y ya sabemos que no es bueno para un pueblo vivir sin su pasado. Y es que no se ha sabido (o no se ha querido saber) que el progreso no consiste sólo en ir hacia nuevas formas que des- truyan lo viejo, sino en mejorar lo caduco, integrándolo en lo nuevo, amando y perfeccionando todo aquello que sea digno de ser conservado, valorando el trabajo de los que nos precedieron. Por ésta, y por otras razones semejantes, seguimos hablando del retablo de la parroquia. Comentamos la obra bien hecha. El excelente mazapán de nuestros obradores, la buena música de nuestra coral. Y nos alegramos con los triunfos de nuestra gente, los éxitos de Paco Torres, redivivo en Añasco el de Talavera, el que nos sedujo con sus pillerías en la huerta del convento, en el corral de las comedias o en la intimidad de nuestro cuarto de lectura. Pero lamentamos (es ya lo único que nos queda por hacer) la des- trucción de parte de nuestro patrimonio cultural e histórico, la destrucción de la orujera. R.I.P. Boletin de la Asociación Mesa de Trabajo por Los Navalmorales - Los Navalmorales (Toledo) Habla Forja Nº 13 otoño-invierno 2006 Dirección: Germán Pinto Recuero · Consejo Editorial: Junta Directiva · Fotografía: Forja y Paco Torres· Diseño y maquetación: Alberto Zamora

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- HABLA FORJA

- SOBRE EL DERRIBO DE LA ORUJERA

- EL MAZAPÁN EN LOS NAVALMORALES

- DESDE NUESTRO ESCAÑO

- EL RETABLO 2ª PARTE

- VERBA VOLANT

- LA CORAL

- COSAS DE AQUÍ

En el número ocho de Forja hablábamos del posible DERRIBODE LA ORUJERA y sugeríamos diversas iniciativas para evi-tarlo.

Nuestras palabras se las llevó el viento de la incomprensión o dela indiferencia y no encontraron eco en ninguna institución pública o pri-vada que asumiera alguna de las posibles soluciones sugeridas. Tal vez nosonaran con suficiente fuerza, pero quedaron impresas como testimoniode nuestro pensamiento y ahí están por si alguien tiene la curiosidad dereleerlas. Son palabras que, unidas a las de hoy, traen consigo un senti-miento tirando a amargo, quizá un tanto descorazonador, por un hechoirreversible.

La ignorancia, la desidia, u otras oscuras razones, hacen que ahoratengamos que lamentar la desaparición de un edificio importante para elpatrimonio del pueblo, tanto por su construcción y por su arquitecturacomo por su significado en la industria del aceite.

El hecho de derribar la orujera significa la destrucción de algo quenos ha acompañado durante largos años, influyendo en nuestro modo deproducir y, por tanto, de vivir. Además nos acerca a la modernidad y alprogreso. Con su derribo hemos derribado parte de nuestro pasadoreciente y también hemos destruido parte de nuestro porvenir porquehemos borrado el testimonio de una época que canalizó las ansias demejora y de progreso de nuestros mayores, sirviendo de ejemplo parageneraciones futuras.

Derribando la orujera se ha derribado un trozo de nuestra perso-nalidad y de nuestra historia, y ya sabemos que no es bueno para unpueblo vivir sin su pasado. Y es que no se ha sabido (o no se ha queridosaber) que el progreso no consiste sólo en ir hacia nuevas formas que des-truyan lo viejo, sino en mejorar lo caduco, integrándolo en lo nuevo,amando y perfeccionando todo aquello que sea digno de ser conservado,valorando el trabajo de los que nos precedieron.

Por ésta, y por otras razones semejantes, seguimos hablando delretablo de la parroquia. Comentamos la obra bien hecha. El excelentemazapán de nuestros obradores, la buena música de nuestra coral. Y nosalegramos con los triunfos de nuestra gente, los éxitos de Paco Torres,redivivo en Añasco el de Talavera, el que nos sedujo con sus pillerías enla huerta del convento, en el corral de las comedias o en la intimidad denuestro cuarto de lectura.

Pero lamentamos (es ya lo único que nos queda por hacer) la des-trucción de parte de nuestro patrimonio cultural e histórico, la destrucciónde la orujera.

R.I.P.

Boletin de la Asociación Mesa de Trabajo por Los Navalmorales - Los Navalmorales (Toledo)

H a b l a F o r j a

Nº 13 otoño-invierno 2006

Dirección: Germán Pinto Recuero · Consejo Editorial: Junta Directiva · Fotografía: Forja y Paco Torres· Diseño y maquetación: Alberto Zamora

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Derribar y construir son labores usuales dentro del curso natural de los acontecimientos en nuestras ciu-dades y pueblos.

También lo es el aferrarnos a construcciones, canciones y cosas para mantener la memoria, y con ella unvalor tan precioso como nuestra identidad.

Solemos elegir aquello que nos parece mas representativo para hacerlo permanecer en el tiempo, aquelloque nos recuerda quienes somos mientras decidimos hacia donde seguir camino.Nuestro pueblo y su identidad es la nuestra.

La conforman un conjunto de calles, fuentes, edificios, procesiones, canciones, días del calendario e imá-genes. Muchas veces sin darnos cuenta.

Pocos edificios han podido representar nuestra identidad arquitectónica con la plenitud con la que lo hacíala Orujera de la Cooperativa Virgen de la Antigua hasta su reciente derribo.

Un edificio completamente resuelto en ladrillo hecho allí mismo, con las arcillas de nuestro campo, con lasmaderas del Gredos que avistamos. Un edificio destinado a transformar parte del producto que también en nuestrocampo se genera, la aceituna.

En él se combinaban todos los volúmenes y elementos posibles resolubles con ladrillo; muros curvos ymuros planos, pilastras, bóvedas de escaleras, chimenea, bóvedas semiesféricas y arcos, suelos y alféizares de ven-tanas. Todo construido con el principal elemento de nuestro paisaje: la tierra roja. Máxima belleza con el mínimode recursos para un edificio industrial.

No hemos sabido encontrar el modo de conservarlo, quizá porque no somos aún conscientes de la gravedadque supone perder la identidad propia a la vuelta de no más de 15 años, si el curso natural de las cosas sigue siendoéste que planteamos.

En un pueblo en el que las viviendas no sólo han dejado de tener una forma propia y específica como antes,

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sino que se han visto envueltas en modas pobres en la mayoría de las ocasiones. En el que cambiamos el patio yla parra por el estrecho jardín delantero del que nunca disfrutamos, y “la parte trasera” de la parcela. En el quederribamos la orujera pero dejamos en pie el enorme, feo y maltrecho “bloque de los camineros”. Un pueblo en elque permitimos a múltiples antenas coronar sin respeto la “sierra” en cuyo regazo nos hemos desarrollado durantesiglos, en el que ni siquiera nos planteamos que un edificio deba permanecer en el futuro porque, aunque es pri-vado, tiene su importancia pública. ¿Podemos esperar que, por ejemplo, todos aquellos inmigrantes que en estemomento lo revitalizan con su presencia puedan llegar a entender, respetar y unirse a nuestra identidad? ¿Es posibleque puedan siquiera reconocerla? ¿Y nuestros hijos?

Poco a poco va desapareciendo nuestro patrimonio; nuestras trojes de madera se cubren de hormigón, nues-tras puertas falsas de madera se sustituyen por otras de metal y los patios de ladrillo o empedrados se cubren degres.

Y no nos damos cuenta.

La supuesta comodidad nos lleva a dejar que en nuestra vida entre la aparente belleza insulsa de lo que nosvenden como cómodo. Mientras dejamos atrás nuestra verdad con lo bueno y lo malo, pero la nuestra. Renunciamos a que sea nuestra verdad la que busque un camino de futuro propio, reconocible y enriquecedor.

Estas letras no pretenden más que dar golpes a la puerta de quien aún no se ha parado a pensar si se estádejando algo importante en el camino, ese algo a lo que pertenecemos.

Porque puede que, en su avance inconsciente, Los Navalmorales se esté dejando atrás a Los Navalmorales.

Y eso es una pena, una pena grande y profunda.

Y es evitable.

Cerradas las puertas y calladas las voces, seguimos conviviendo con nosotros mismos.

A d e l a i d a d e l P u e r t o G a r c í aO c t u b r e d e 2 0 0 6

* S i a l g u i e n e s t á i n t e r e s a d o e n u n a c o p i a d e l i n f o r m e s o b r e l a O r u j e r a q u e s e p r e s e n t ó a lA r e a d e Pa t r i m o n i o d e To l e d o, a l P r o d e r M o n t e s d e To l e d o, a l Ay u n t a m i e n t o , a L a M e s a d eTr a b a j o y a l a C o o p e r a t i v a N t r a . S r a . d e l a A n t i g u a e n e l a ñ o 2 0 0 3 , p u e d e v e n i r a c a s a a p o ru n a . V i v o j u n t o c o n m i f a m i l i a e n “ l a c a s a d e O l e g a r i o , e n l a p l a z a d e l t í o L u n e s ” o p l a z a d e S a nA n t o n i o n o . 7 , C a m i n o d e l c o l e g i o .

E l i n f o r m e c o n t i e n e f o t o s , p l a n t a s d e d i s t r i b u c i ó n , h i s t o r i a d e s u c o n s t r u c c i ó n y u n a e n t r e -v i s t a r e a l i z a d a a L u i s M e n c í a , q u e m u r i ó h a c e m e s e s , y f u e e n c a r g a d o d e l a O r u j e r a d u r a n t e s uf u n c i o n a m i e n t o .

N o m b r e s

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En esta mañana dediciembre templado yhúmedo, el vacío apa-

rente del pueblo, envuelto en laapacible rutina de sus quehaceres,invita a pasear y adentrarse en losviejos recuerdos que van saliendoal paso de sus calles y de susplazas. Por eso es un buen día parahablar del mazapán. Ese manjarque llega, como los Reyes Magos,desde la niebla de la historia,envuelto en villancicos, panderetasy alegría.

La alegría de diciembre cuando, demuchachos, sacábamos el corchode las viejas zambombas de latroje, les quitábamos el polvo, lastelarañas y el olvido de todo unaño, y se lo entregábamos al padre,que ya tenía preparada la piel deconejo y el carrizo, arrancados alcampo con ilusión de fiesta.Después de unos días colgada al

humo de la chimenea para secarse,la zambomba comenzaba a sonar.Y sus sonidos roncos, extendidosde casa en casa por el pueblo bulli-cioso y contento, se unían a laspandillas de mocosos y de pande-retas pidiendo el aguinaldo porpuertas, bares, bodegas y calles.

El aguinaldo llegaba en forma deperras chicas y de perras gordas, dealgunas pesetas rubias y, de vez encuando, convertido en la figuraretorcida, blanda, dulce y tostadade una pajarita de mazapán. Era unmazapán natural y sabroso, como elque comíamos en nuestras casas,sin saciarnos nunca, y que conocí-amos bien. Tan bien como la confi-tería de Olalla, al borde de la carre-tera, o la de Luis, unos metros másallá, en la plaza de los seis caños.Sus escaparates rezumaban vahos,tonos y brillos de aquel dulce sus-tento con patitas tostadas deconejo, con jamoncillos rellenos demermelada rubia, con ojos grandesde anguila y cuerpo de pez dorado.

Las anguilas y los peces sontodavía las piezas más grandes, lla-mativas, adornadas y golosas quepueblan la variopinta fauna delmazapán. Las anguilas y los peces

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nos miraban desde sus magníficascajas de colores, con su cararechoncha y el lomo recorrido porcenefas, grecas, sierras y espiralesblancas y promesas dulces. Y nosenseñaban sus colores de frutasescarchadas, muy rojas, y muyverdes, y muy pálidas, y muydoradas. En su mirada brillabanbolitas de anises plateados,escamas de escarcha navideña yoloroso diciembre recién hor-neado.

Hoy la confitería de Olalla estácerrada. Desde hace mucho

tiempo quizás. Al pasar por sulado los recuerdos también se cie-rran. Pero los ojos se abren al pre-sente al llegar a la pastelería deLuis Menor, tal vez el último arte-sano de una familia que hunde enesta profesión sus raíces y guardaen esta plaza de los seis cañostodo un rico pasado que ha endul-

zado durante generaciones impor-tantes momentos de este pueblo.Tal vez los más importantes y losmás alegres: los de la Navidad.

Para ver a Luis en estas fechas hayque buscarlo en el obrador nuevo.Una casa de construcción

reciente, como tantas otras delpueblo, al borde mismo de unacarretera moderna, bien señali-zada y asfaltada. La fachada es depiedra y ladrillo, al estilo tradi-cional de la comarca. Para llegarhasta allí hay que atravesar muchopueblo. Hay que pasar por la plazadel rollo, en la que existió unapicota, columna con escalinatas,fuste monolítico, rollo de granitocon argollas, ganchos y cadenas,diseñado para el tormento y lavergüenza pública de los reosjunto a la Casa Consistorial.

Ahora la plaza se muestra armóni-camente pavimentada, con losasescalones y bancos de piedra. Ensu centro, los pesadas muelas deuna almazara antigua sustituyen alviejo patíbulo y nos dan unaimagen más amable e industriosade nuestra villa, acorde con suactividad y con su historia, con eltrasiego comercial de las callespróximas por las que nos acer-camos a la Plaza de laConstitución, la popular plaza dela flores. Plaza ajardinada, conárboles, rosales y bancos, donde

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El aguinaldollegabaconvertido en lafigura retorcida,blanda, dulce ytostada de unapajarita demazapán.

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los mayores pasan largas horasretocando sus vivencias. Plazarodeada por un murete de mampos-tería en el que los jóvenes sesientan por la noche, disfrutando eimprovisando el presente y quiénsabe si ensoñando el porvenir. De esta plaza arranca la calleOlivares, una larga calle que nos

acerca hasta la carretera dondetiene Luis Menor el obrador. Peroantes (apenas hemos dejado atrás elencanto de la plaza de las flores)los ojos se encuentran con unrótulo en cerámica: "MAZA-PANES VALDEPUSA". Y unregusto a historia, a orígenes com-partidos, a señorío, a privilegio deVilla, a Felipe IV, a siglo XVIIrecorre de repente nuestras refle-xiones y nuestras vivencias.

Es un regusto que evoca manus-critos llenos de polvo, letras roídaspor el tiempo, antiguos códicesolvidados en algún desván, fuera delos límites de la memoria yhallados casualmente en el derribode alguna casa vieja... Y la imagi-nación comienza a elaborar sus

fantasías, a sospechar recetas quealguien copió de los sabios orien-tales venidos a nuestras tierras conlos conquistadores musulmanes...

Pero la realidad, más sabia quenuestra imaginación y que nuestrosdeseos, nos hace pulsar el timbrede esa puerta detrás de la quesabemos que está naciendo elmazapán. Como nace todos losaños en los meses cercanos a laNavidad. Desde mil novecientosnoventa y dos en que cinco amas decasa se asociaron en un esfuerzocapaz de testimoniar su capacidadde trabajo y su iniciativa personal yempresarial en el entorno desfavo-rable de un pueblo poco propenso aarriesgarse en empresas seme-jantes.

Con sencillez se nos explica que nohay recetas mágicas ni manuscritosantiguos que guarden fórmulas

magistrales, solamente el buenhacer y la sabiduría que la tradiciónha impuesto en la preparacióncasera del rico alimento y que,desde siempre, ha estado circuladode casa en casa, de cocina encocina, de boca en boca de lasgentes de este pueblo. Sin conser-vantes ni colorantes: almendra yazúcar en las debidas proporcionesy un tiempo justo de calor para quela masa quede dorada y a punto encada una de las formas que la cos-

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tumbre ha ido asignando a esteproducto.

Quizá por ello en el obrador haypocas máquinas. Sólo las impres-cindibles para amasar y moler, y elimpresionante y moderno hornoeléctrico donde se cuece elmazapán que sale de las manos deestas mujeres. Manos artesanasque, con soltura y precisión,adquirida en el manejo de losútiles de su propia cocina, vanmodelando la blanca masa del

mazapán, llenando las grandesbandejas con variados perfiles,con dulces ilusiones que han decolmar las mesas en la Navidadcercana.

Cuando abandonamos el obradorde Valdepusa dejamos, tras supuerta, una sensación de ilusión yde tarea bien hecha. Y la puerta,que se cierra sin prisa, encaminanuestros pasos hacia el obrador deLuis.

Cuando llegamos, lo vemos conuna gran pala de madera, de pana-dero. Con ella Luis maneja, unastras otra, grandes bandejas repletasde figuras de mazapán. Las intro-duce en el horno de ladrillos. Las

extrae ya cocidas. Doradas, a ladistancia justa, por un montón detroncos al rojo vivo que caldean elhorno con aromas de encina y jaraarrancados al monte y que ponenel toque bravío necesario para quela austeridad de la tierra y de lasgentes no se sienta menospreciadapor el deleite de estos bocados.A Luis lo ayuda algún hombre delpueblo y un grupo laborioso deamas de casa que aprovechan latemporada navideña para darimpulso a su economía familiar.

Nos reciben cordiales, entre plata-formas y estanterías llenas depequeñas delicias: pastas, empana-dillas, conejos, peces, trompetillasdulces... Figuritas blancas ydoradas, pequeños gozos reciénsalidos del horno, caliente y arte-sano, y de las manos femeninas.Ellas, con precisión y con soltura,preparan la masa blanca hecha dealmendra y de azúcar, moldean latextura suave, el fino paladar que,desde siempre, ha ido llenando lasgrandes bandejas antes de que el

fuego las termine de poner a puntopara la Navidad.

Al salir de nuevo a la carretera unasuave llovizna flota sobre las casasy pone sobre la lejanía de la sierrasanto un transparente y calmososilencio que chapotea sobre lastejas y sobre el pavimento.Lentamente los pasos y losrecuerdos se encaminan al interiordel pueblo, pensando que quizásno sea necesaria ninguna fórmulamagistral para mezclar las tradi-ciones viejas con un laborioso pre-sente en el que el progreso y la tra-dición se unan para aproximarnosa un futuro brillante que semuestra reacio a pisar por nuestrosespartales.

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...llenando las grandesbandejas con variadosperfiles, con dulcesilusiones que han decolmar las mesas enla Navidad cercana.

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Treinta de octubre de dosmil seis. Veinte horas,treinta y cuatro minutos

de la nueva noche que nos hainvadido una hora antes que ayer.Gracias a la gracia de los gra-ciosos que nos alteran dos veces alaño nuestro reloj físico y bioló-gico (y por ende nuestro des-canso) sin pedirnos permiso, conla excusa de ahorrar una energíaque nos cobran a precio de jamónde bellota, pero que tiene un mal-dito gusto a golpe de sable (léase"sablazo") en pleno centro denuestra súper-hipotecada eco-nomía familiar. En fin, todo estopara decir que el "Presi" Germánme llama al orden porque meretraso, para no variar, en laentrega de este pequeño artículode Forja que llamamos "desdenuestro escaño", por lo que no mequeda otro remedio que sentarmeun rato y escribir. No tengo nada

pensado, esa es la verdad, pero seme ocurre que, como lo delAyuntamiento está muy aburrido,me enviéis vuestras peticiones,reclamaciones, consultas, quejas,gritos, susurros, lágrimas, sus-piros, duelos, quebrantos, felicita-

ciones, colaboraciones, opiniones,¡¡¡BAAASTA!!!Basta con enviar un e-milio alcorreo electrónico de Forja([email protected]) yyo trataré de que aparezcan en lospróximos números, previa censuraoficial (es broma), de todo lo quequeráis decirle a nuestro ayunta-miento que para eso es nuestro.¡¡Animaos y escribid!!

Una lágrima seca recorreel interior de mi mejilla mientrasleo el estupendo artículo deAdelaida del Puerto sobre la yadifunta Orujera. ¡Que pena!. Noslamentamos después de no habermovido ni un solo pelo del bigotepara evitar ese inútil atentado alpatrimonio de Los Navalmorales.Lo han destruido porque sí, enningún caso por una imperiosanecesidad de espacio para la coo-perativa, tan solo por evitar "laintromisión de la gente y delayuntamiento", (recordemos queArturo intentó que se transfor-mara en un museo del aceite)negando de este modo un legadocultural a todos los descendientesdel siglo XXI en adelante.Quedarán las fotos. Bravo,señores.

Y por plaza del rollo, 1(que viene a ser como 10, dow-ning street) seguimos a vueltascon el polígono. Desde la Juntade comunidades de Castilla laMancha se hace lo posible y loimposible para que no salga ade-lante el proyecto, al menos antesde las próximas elecciones muni-cipales. Yo asistí personalmente,junto con el Sr. Alcalde y la Sra.Agente de empleo y desarrollolocal, a una reunión con elDelegado de Urbanismo, allá porprimeros de junio, en la que se nosdijo que en un par de meses comomáximo tendríamos el tema

resuelto… Ya van cinco meses yni palabra. Y, por lo explicado porel Sr. Secretario de nuestroAyuntamiento, en este caso novale aplicar el silencio administra-tivo como se ha hecho para eltema del tanatorio (otra que temeto, amigo Prieto). Tan sólo nosqueda esperar a que sus señoríasse dignen permitir, que no yaayudar a financiar, a este humildepueblecito que pueda construir supequeño polígono industrial paraintentar sacar un poquito la cabezadel charco, que nos vamos aahogar, coño, entre la poca inicia-tiva nuestra y la contra-ayuda ofi-cial que siempre nos coge con elpié cambiado: Cuando en Toledogobierna Perico, en el pueblogobierna Marica y viceversa. Asíno hay forma de progresar comoNavahermosa, con su flamanteAlcalde-Vicepresidente de laDiputación barriendo para casa(eso sí, sin darse cuenta) por sivienen tiempos peores. Dicen lasmalas lenguas que el magníficoteatro ha costado quinientosmillones de pesetas. Claro queDios da mocos a quien no tienepañuelo y los artistas tienen queimportarlos de aquí, porque LosNavalmorales es un pueblo deartistas aunque no tengamosteatro. Ahora que recuerdo, tení-amos uno muy majo y le pasó loque a la Orujera. Debe ser conta-gioso.

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Y voy a terminar con unconsejo para el Señor Alcalde:Ponga Usted los bemoles en lapartitura y comience las obras delpolígono con ó sin permiso, queen estos tiempos que corren debasura política por todas partes(corrupciones, pelotazos urbanís-ticos, onceemes, revanchismos,realidades nacionales, extrañosprocesos de paz con asesinos y unsin fin de finos detalles) nadie seatreverá a decir ni pío y, si dicenque digan, porque hacer, lo que eshacer, no harán nada comosiempre, que para eso lespagamos.

Queridos lectores deForja.nav, como dice la canción,"lo importante es seguirluchando". Saludos cordiales yhasta el próximo número.

RUEGOS Y PREGUNTASPARA LA SESIÓN DEL 6/07/06

1º.- A pesar de las labores reali-zadas, parece ser que aún existeun buen número de caminos enmal estado. ¿Puede informarsobre el plan de actuación parasubsanar el problema? ¿Acaso esfalta de conservación, una vezreparados?

2º.- Hace bastante tiempo que lamáquina barredora no se la ve porel pueblo y parece ser que estáaveriada. ¿Cómo está el tema?¿No tenía ningún tipo de garantía?

3º.- Hemos visto que se está arre-glando la famosa esquina deOnofre. ¿Cómo está prevista lareforma? ¿Qué pasará con laspequeñas habitaciones de queconstaba? ¿Se va a poner algúntipo de vegetación en el rincón?

4º.- Sigue sin aparecer en eltablón de anuncios el resumen deingresos y gastos delAyuntamiento. ¿Se hará algún díao lo dejamos para la próximalegislatura?

RUEGOS Y PREGUNTASSESIÓN DEL 5/10/06

1º.- ¿Cual es la situación actualdel polígono industrial, qué trá-mites faltan y cuando se prevéempezar su construcción?

2º.- Ante la próxima campaña derecogida de la aceituna, ¿Se hanprevisto las disposiciones necesa-rias ante la presumible llegada detemporeros, para garantizar lascondiciones mínimas de habitabi-lidad, salud e higiene y evitar lasacampadas ilegales?

3º.- ¿Se conoce ya el balance defi-nitivo de la pasada Feria deArtesanía?

4º.- ¿Cuál ha sido el presupuestototal de las Fiestas Patronales?

5º.- Los paneles de bienvenida aLos Navalmorales se han quedadopequeños, sucios y desfasados,por lo que proponemos que seactualicen y mejoren ó, en sudefecto, se quiten los actuales.

Antonio Martín del Río

Concejal por la Mesa de Trabajopor Los Navalmorales

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Los Navalmoraleses un pueblode artistasaunqueno tengamos teatro.

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(Continuación de lo publicado)

IEl retablo barroco de Santa Fe,que hoy se encuentra en la iglesiaparroquial de Los Navalmorales,tiene una altura de diez metros ycuarenta centímetros y mide unoscinco metros de ancho.

Adosado a la forma poligonal delábside y ocupando el lado centraly parte de los dos adyacentes, estáconstruido en tres calles y un

cuerpo, además de su doble bancoy el ático.

La calle central es más ancha,seguramente el doble de ancha quelas laterales, más alta que ellas,que se añaden ochavadas, másrecargada, más intensa de orna-mentación.

El ático cierra el retablo doblán-dose ligeramente hacia adelantecon el mismo vuelo de la cubiertadel ábside, que es de madera

oscura y trabajados dibujosarmados con maderas labradas enestrías, formando juegos de estre-llas y otros trazados de inspiraciónmudéjar.

Contrastan la oscuridad del made-ramen con el brillante fulgor de losoros y platas que enmarcan elcuadro del ático, la única pinturadel retablo; ésta sí guarda un fondooscuro consonante con la maderade la bóveda del ábside.Contrastan los estilos del retablode formas redondeadas, caraco-ladas y carnosas y los trazos line-ales y angulares del artesonado.

No estaba pensada la consonanciade una y otro, pues el retablo fueconstruido para otro ábside, perocomparando la primera bóveda yesta nuestra tan ricamente enma-derada, cuyo sobrio color síconecta con la base del retablo,con el banco del mismo, no le des-favorece este contraste, sino que loenmarca por la base y el cierre delábside con una originalidad nofácil de encontrar en otros marcos.

Para describir el retablo, trata-remos de reflejar el que tenemosdelante, no muy distinto del quefue colocado por primera vez en laiglesia de las Comendadoras deSantiago en Toledo, pero que, conel tiempo y las mudanzas, sí hasufrido algunos cambios que, pun-tualmente, trataremos de señalar.

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DESCRIPCIÓN DEL RETABLO

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Hemos descrito su estructura ver-tical: tres calles, pero, analizadohorizontalmente, presenta unaestructura de cuerpos típicamentebarroca: no se corresponden en lastres calles, como indicio de queestamos ante un barroco muyavanzado, sino que la centralrompe, desde la cornisa que cierrala predela, su distribución, al irelevándose, construyendo suascensión en puntos focales queiremos comentando.

IIEl banco de nuestro retablo constade dos pisos: el sotabanco, quesustenta, en cuatro robustos netos,las dos columnas salomónicascentrales y los dos estípites late-rales que elevan y dividen las trescalles del retablo. Le caracterizasu sobriedad decorativa en case-tones cuadrados y rectangulares yel oscuro color de su madera enconsonancia, como antes comen-tamos, con el color del artesonado.

El sotabanco es una de las partesdel retablo que más variaciones hasufrido. Hay que decir, en primerlugar, que no tenemos documentosgráficos que nos enseñen su primi-tivo diseño. Sólo las condicionesdel contrato nos hablan de losdetalles del altar que, adosado alsotabanco y adentrándose en laaltura de la predela sostenía elexpositor que hoy se ha queridoreproducir.

Sobre él se asienta la otra parte delbanco, la predela, de la mismaaltura y sentido basamental, peroya de madera dorada y labradosadornos en los netos o pilastras,más estilizados los dos del interior,mientras los externos, los de losestípites se convierten en mensu-lones ya muy barroquizados demotivos vegetales y enriquecidoscon sendas tarjetas en el centrobajo del adorno con la cruz deSantiago en relieve sobre fondoplateado; los otros dos netos tam-bién se adornan con pinjantes aplomo sobre el neto desde la cor-nisa, pero con una ornamentaciónmenos profusa, enseñando lasmolduras y rehundidos lisos ydorados y contrastando con la car-gazón barroca de las salomónicasque sostienen.

A estos cuatro netos se añadenotros dos más, ya dentro de la calleinterior, como soporte del entabla-mento de ésta.

Hay que destacar que el efecto demovimiento y profundidad vieneen este caso determinado por elretrancamiento que se produce enestos soportes comentados, pro-gresivo desde los extremos alinterior. Los tableros o cajas queunen los mensulones y los grandesnetos están adornados con cabezay alas de angelitos de los que caeuna profusión de adornos vege-tales, pinjantes colgando enángulos y un ramo más abultado,

también vegetal que se desprendea plomo de la cabeza del ángel.

Los seis soportes sustentarán, almismo nivel, la cornisa sobre laque se van a construir los cuerposdel retablo. Es la única cornisa querecorre todo el retablo. Desde aquícada calle distribuirá sus espacios,aunque las dos laterales sí queconcuerdan en esta distribución.

EL EXPOSITOR

En la calle central del banco estabasituado, todavía dentro del banco,el altar y el manifestador o expo-sitor, la custodia, como dice eldocumento de las condiciones delretablo. Con los cambios litúrgicosque se produjeron a partir delConcilio Vaticano II, desapare-cieron ambos. Ahora se ha deci-dido volver a colocar el expositor,donde antes sólo quedaba el

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sagrario. Con ello la perspectivaestética de este espacio podríahaberse revalorizado, no sólo poracercarse a sus orígenes, sino porcubrir un espacio que se había des-nudado y así poder realzar el sentidoteológico barroco heredero deTrento de esta primera parte delretablo que, como los retablosbarrocos, tenía un sentido eucarís-tico como centro y generador detoda su estructura que se eleva paraperderse en las alturas con la simbo-logía de las columnas salomónicascompletamente saturadas del sím-bolo eucarístico más genuino, lashojas de parra, sus pámpanos y losabundantes y granados racimos deuvas que las recubren, la vid euca-rística.

Se ha querido reproducir el manifes-tador, de acuerdo a los documentosque se conservan (medidas, fotogra-fías...) y el trabajo realizado por elcarpintero de Los Navalmorales alque se ha encargado dicho trabajo,Arturo Menor, se puede calificar denotable, pero, en la opinión de quienesto suscribe, quizá se ha rehundidoalgo en el tablero principal o se haperdido la conexión con la imagensuperior que antes estaba sobre élsustentada, pero parece una piezaajena a todo el conjunto, más pobre,menos barroca. El movimiento haciaatrás y hacia adelante, que, en otrosespacios del retablo está magnífica-mente resuelto y aquí se resolvía conel antiguo altar, se pierde en aras deuna racionalidad en la que no

podemos entrar, si obedece arazones pastorales del momento.Igual que el cerramiento del mismodemasiado frío en sus aristas, tal vezal perder, como decíamos, su fun-ción de basamento de la imagen quesustentaba.

III

LAS CALLES LATERALES

Las dos calles laterales guardan unaequivalencia de elementos com-pleta: ambas están enmarcadas verti-calmente entre el estípite exterior y

la columna salomónica interior,

siempre en composiciones simé-tricas, tienen un cuerpo cuyo foco omotivo central es una talla denotable valor, la de San Agustín enel lado izquierdo y la de SanFernando en la calle derecha; sondos tallas del último barroco denotable calidad.

Ambas figuras están sustentadassobre sendas peanas semicilíndricasde minuciosa ornamentaciónvegetal, enmarcadas, tanto la basecomo los laterales, en una larga cintade entretejidos y diminutos motivostambién vegetales de menor tamaño,coronando la parte superior de lafigura un falso entablamento curvo,similar al que cierra el cuerpo de lacalle central al que parece deberle suinspiración, pero, evidentemente demenor tamaño. Este motivo, másdisminuido aún, le encontraremos,ya como puro elemento ornamental,sosteniendo la cabeza del ángel quecorona la cúspide de las dos calleslaterales.

Este entablamento recubre unapequeña placa que adorna, en cadacaso, un espejo dorado y limpio ensu interior y está también festoneadopor una cinta de hojarasca vegetalsimilar a la que antes comentábamoscomo marco de las imágenes y otrahojarasca, ya más crecida, de tallosmás alargados, adornando el centrodel entablamento.

El marco que rodea a las imágenesestá adosado al entablamento con lo

Columna lateral izquierda

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que apenas contribuye al efecto deprofundidad que está conseguido,sin embargo, por la columna y elestípite que ahondan el espacio enque se sitúan ambos santos.

Se eleva todavía, sobre la composi-ción que rodea ambas tallas, un enta-blado desnudo de adornos que cierrael coronamiento de los estípites ycolumnas que enmarcan ambascalles laterales con algunas mol-duras sobresalientes y listeles queconstruyen un cornisamiento que serompe en la calle interior a la alturadel foco central del cuerpo que cons-tituye la imagen de Santiago.

Este cornisamiento de las calles late-rales está coronado en sus tres com-ponentes por ángeles: la cornisa delos estípites, con un acabamientosimilar al de las salomónicas, sos-tiene un pináculo adornado por unaguirnalda que se enreda helicoidalhasta desbordarse en un lecho dehinchada hojarasca sobre la que des-cansa con una sensación de barrocaingravidez, un ángel músico, poli-cromado, de cuerpo entero, como sila ornamentación le hiciera flotar enuna dorada nube.

Otros dos ángeles desnudos des-cansan peligrosamente sobre losribetes de las cornisas de lascolumnas y son sus brazos alzadosen actitud infantil y este confina-miento en los bordes, quizá justifi-cado porque, detrás de ellos, se sus-tentan otros estípites, que son la con-

tinuación de las columnas, los quealimentan esta misma sensaciónbarroca de ingravidez que apuntá-bamos en sus compañeros.

LAS TARJETAS

El acabamiento o coronación de lascalles laterales se cumple con lostarjetones, que, en otro tiempo,enseñaban la cruz de Santiago y,desde su última ubicación entre nos-otros, muestran el anagrama de laVirgen como motivo central y eltexto que rodea dicha enseña quenos habla, en la tarjeta de laizquierda, del motivo de la donacióna nuestra parroquia: la memoria delos padres de la compradora, cuyonombre se explicita en la tarjeta dellado derecho del retablo junto con lafecha de la adquisición: año 1941.

Ambas tarjetas están enmarcadas ensendas cartelas con la reiterada hoja-rasca vegetal, en este caso distri-buida simétricamente como un ramo

que se abre a los lados para cerrarsearriba con pencas de cardos y hojasde acanto que caracolean en volutastúmidas y carnosas. Una pequeñamoldura curva, antes comentada,sostiene la cabeza de un angelito conalgún apunte policromado en tornoal cuello que constituyen las cús-pides de las calles laterales.

Seguramente en estas calles son losestípites y las tallas de los dos santoslo más sobresaliente, aunque nodeberíamos olvidar los ángelesmúsicos.

LOS ESTÍPITESLos estípites, en este caso, no tienen,ni siquiera aparentemente, funciónde soporte y deben ser tratados aquícomo elementos decorativos; susdimensiones y belleza les hacensobresalir y merecer un comentario.

El estípite es un signo de identidaddel barroco, del último barroco; es elsucesor de la columna salomónicaque antes había marcado esta identi-ficación; en un tiempo convivenjuntos, como en el caso de nuestroretablo, en igualdad de importancia.

Así como la salomónica, diceMartín González, introduce la vistaen el sentido del escorzo, el estípitereclama la frontalidad. Esa es unadiferencia esencial, aunque no laúnica. Lo define como una torre decuerpos superpuestos sobre una basede cuerpo de pirámide invertido.

Lateral derecho detalle

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Germain Basain, hablando tambiéndel estípite, le llama paradójicosoporte, puesto que está invertido,en forma de repisa con múltiplesresaltes a la que se aplica toda clasede adornos y nos asegura que es unaherencia del plateresco.

Estas ideas que de dos autoridadesdel arte barroco traemos sobre elestípite nos ayudan a mirar los denuestro retablo: hay cuatro, peroahora nos interesan los más impor-tantes, que son los que se igualan enparalelo a las salomónicas, en alturay también en belleza.

Mirándolos de abajo hacia arriba,vemos cómo crece su volumen y sudecoración en los cuatro lados, lascolgaduras de hojarasca y frutos, loscarnosos pinjantes hasta ahogar, unavez salvada la pirámide, la superpo-sición de cuerpos con una desme-sura de ornamentación que terminaanulándolos, metamorfoseando sufunción basamental para volver acrecer hasta el cornisamiento que serompe con la calle central, pero queune y termina ambos soportes.

Con una sencilla basa clásica(plinto, boceles y troquilo) sobre lascornisas de los netos interiores de lapredela, arrancan las dos columnassalomónicas, seguramente el ele-mento más llamativo de todo elretablo.

Su función de basamento sirve paraelevar hacia la altura el entramado

que, desde su cornisamiento, sos-tiene sendos estípites, éstos menosespectaculares que los dos lateralespor su dimensión más pequeña, suelevación y su enfondamiento, per-diendo, además, visibilidad por losángeles que, en un primer plano,ocultan su arranque.

Tienen como función estos estípitesapoyar el llamativo entablamentocurvo que cierra el cuerpo de la callecentral, que guarda tres focos o dos,si no queremos conceptuar como talel escudo real y considerarlo unmero elemento decorativo, especta-cular sí, pero complementario delfoco principal que constituye la talladel apóstol.

Ni las columnas ni los anterioresestípites tienen un predominio fun-cional de basamento, pues su ornatohace neutralizar, si no olvidar, dichafunción.

LAS SALOMÓNICAS

Las columnas salomónicas, decuatro espiras, se hinchan de orna-mentación con el motivo eucarísticode la vid; varas retorcidas de sar-mientos, profusión de hojas que noquieren perdonar espacio vacío delfuste espiral y, en fin, una desmesurade racimos agrupados que des-bordan la columna en un grosormayor que su basa y que el com-puesto capitel que les corona y quese complican en molduras desti-

nadas a elevar y amplificar su cor-nisa.

Estamos lejos del mundo de loclásico, estamos en la selva delbarroco en el que importa menos laarmonía que la sensación, que laemoción, que el sentimiento.

Los estípites que las prolongan,más discretos por su emplaza-miento, a medida que ganan enaltura, ganan en ornamentaciónvegetal, donde sobresale y se reiterala flor del girasol, unos girasolesrecortados y henchidos como dimi-nutos rosetones.

Fr a n c i s c o d e l P u e r t o

A l m a z á n

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Si alguno de los pícaros,bufos, buscones ocómicos que frecuen-

taban las posadas, las puertas delas iglesias, los mentideros denuestras ciudades y los caminosde nuestra geografía en el sigloXVI o XVII levantara la cabezay se diera una vuelta por aque-llos lugares que frecuentó envida, poco o nada reconocería detodo aquello que entonces cons-tituyó su entorno. Tampoco lesería fácil identificarse con lasgentes que actualmente loocupan. Pero si por una de tantascircunstancias extrañas, de esasque suelen ocurrir en la imagi-nación de algún autor, sehubiera reencarnado en LosNavalmorales - léaseNavalmoral de Pusa oNavalmoral de Toledo - y su ins-tinto de truhán lo hubiese lle-vado a lo que en tiempos fue lahuerta del convento, ahoraparque municipal, no se hubierasentido tan extraño a pesar delos indudables cambios produ-cidos en este lugar.

Con las primeras sombrasde una noche templada del mesde agosto y bajo la luz radiante yasombrosa de unos faroles insó-litos, hubiera podido reconocerfácilmente la presencia de dosfiguras que, por su atuendo y porsus dichos, llamaban la atencióny se destacaban notablemente deentre el grupo de gente que sedesternillaba alrededor. Estasdos figuras le hubieran resultadoa nuestro pícaro redivivo tanfamiliares y tan normales comosu propio aliento o como elhambre y las calamidades queacompañaron su peregrinar poreste mundo, de un lugar a otrolugar, de una villa a otra,

haciendo del salto de mata sumodo y su medio habitual devivir.

Estas dos figuras, digo,muy semejantes por su aspectoexterior a nuestro personaje,eran las de Añasco de Talavera yla de Expósito del Henares,famosos en todas las tierras ylugares que conformaban losdominios de la corona española.

Tanta fue la fama del tal Añascoque, aunque no alcanzó la de unLázaro de Tormes o la de unGuzmán de Alfarache, dicen loseruditos que autores tan cele-brados como Don Francisco deQuevedo y Villegas o Don PedroCalderón de la Barca llegaron amencionarlo en sus escritos.

Nuestro pícaro reencar-nado, de astucia probada eingenio aguzado en los millances y ocasiones en los que lanecesidad acostumbraba aponerlo, era capaz de discurrirotros tantos trucos y picardíascon tal de dar gato por liebre almás celoso de los alguaciles,

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engatusar al más desconfiado delos mesoneros o dejar corrido almás engreído de los avaros yricos comerciantes que la graciade la fortuna interpusiera en sucamino.

Sin embargo, aúnsabiendo de sus habilidades,dudo que su sagacidad fuera talen aquellos momentos que lepermitiera distinguir la realidadde la ficción: la farsa que PacoTorres y su amigo AlfonsoAsenjo estaban desarrollando eneste rinconcillo de Castilla laMancha. Los decires, gestos yademanes de estos dos cómicoseran tales, y tan propios delmundo y de las gentes queencarnaban, que el pícaro resu-citado no podría afirmar si elgrupo de personas que los rodeaprocede de los siglos veniderosy ha sido traslada por algúnencantamiento hasta el presente,o ha sido su propio presente, y elde los pícaros que acaba deencontrar, el que, por la magiade algún mago guasón y sandun-guero, ha sido traspuesto a unaépoca futura llena de individuosde aspecto extraño y de edifica-ciones más raras aún.

Por esta causa el anónimopícaro, taimado y suspicaz, pri-mero calla, pero después, ani-mado por los dichos de loscomediantes y por su mismonatural, propenso a disfrutar dela chanza y del alboroto propiosde los acontecimientos festivos

de esta época del año en lasvillas de España, comienza asentir gusto por la verborrea deAñasco y de Expósito. Seducidopor sus gestos, por la habilidadde sus dichos y por la gracia desus versos, tarda poco en enta-blar conversación con ellos y enencontrarse como en su propiapiel rememorando andanzas ydesventuras de las muchas queles acaecieron a lo largo de suaccidentado existir.

De esta manera el truhánse descubre reencarnando elespíritu de ese mago burlón ydicharachero, amigo del verbo

fácil que merodea por los jar-dines y mentideros de esta rús-tica villa. Influido por la chispade Añasco y de Expósito, hatomado la decisión de resuci-tarlos también a ellos, resca-tando del viento, de la imagina-ción y de la memoria, de losanaqueles de los escribanos ydel desuso de los libros, loshechos y la presencia de estospersonajes poco famosos en lostextos, pero no menos impor-

tantes en la historia de loslugares y villas vecinas.

Y el genio, socarrón ydicharachero, pasa sus nochesen la tertulia de la plaza de losseis caños, curiosea los hábitosy los dichos de las gentes delpueblo en las tabernas y en lasposadas y se hace amigo de lapalabra y del verso burlón yrecitado en el que reside el espí-ritu de la comedia. Y el genio,con la socarronería de las gentesdel Pusa, comenzó a recordar y agarabatear en su escribaníatodas aquellas cosas que le lle-gaban sin dificultad a su plumay que, por tenerlas muy vivas ensu corazón y en su memoriadesde tiempos muy antiguos,fluyeron dócilmente y se convir-tieron en palabras y en versosescritos, en historias..., enjácaras.

Algunos de los recuerdosdel cómico venían de su niñez,de las hospederías y mesonesdonde su familia se habíaganado el pan. Otras procedíandel tiempo de su juventud, de lostablados y de los escenarios enlos que el mago tañía su laúd ycantaba para ganarse el derechoa la vida y conocer el mundo.Otras llegaban de su madurez enla que el genio traspasaba lasfronteras y las distancias, lapiedra y los ladrillos de lasparedes de las casas máshumildes y de las mansionesmás lujosas y se introducía en laintimidad de los sueños de sus

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moradores para entretener susaburrimientos y sus ocios yrevivir personajes e historias aveces reales, a veces tambiénimaginadas.

Una vez que el espíritudel cómico resucitado huboescrito todas sus ocurrencias vioque necesitaba el apoyo de algúnvivo, de ocupación y tempera-mento semejante al suyo, con elfin de dar nombre a un libro ydejar memoria en la tierra detodo lo que había sacado de esarara dimensión donde habitanlos espíritus de los cómicos.

No tuvo que buscar dema-siado. Le bastó con acordarse denuevo de los comediantes de lahuerta del convento cuyas pala-bras y gestos tanto le habíanagradado... En uno de loscómicos reconoció tal semejanzaa su persona que, a pesar de supícara osadía, jamás se lehubiera ocurrido soñar conencontrar un doble tan parecidoen ninguno de los lugares visi-tados durante su azarosa vida, nisiquiera cuando el vino acele-raba los pulsos de su pecho ydaba lucidez a su mollera.Parecía, en este caso, como siesa otra persona fuese él mismo,comediante y bufón empeder-nido, de trato alegre y de palabradócil, ahora vuelto a la vida enotra época pero en circunstan-cias y lugares semejantes a losya vividos. Por ello le fue fácilinsuflar al hijo de esta villa,vecino de los seis caños, sangrede su olvidada sangre, carne desu carne redimida, todo aquelloque tenía escrito y que su pensa-miento estaba deseoso de airearpor las plazas y por los menti-deros, pero, sobre todo, por loscorrales donde ahora se hacían

las comedias al uso de la épocaen la que su ingenio parlanchínrecorría tales escenarios encuerpo y alma para ganarse lapitanza y la fama.

Y para que el cómico, dela familia de los Calatas, PacoTorres, en quien el genioencarnó sus más íntimos deseos,encontrase motivo para noperder en el olvido todo aquelloque el espíritu de la comediahabía creado en el etéreo mundode la inspiración, una noche lesusurró al oído, mezclada con elmurmullo del agua de los seiscaños, aquella máxima que losviejos romanos tanto solíanrepetir a sus descendientes paraque sus hazañas fuesen recor-dadas: Verba volant, scriptamanent. (El viento se lleva las

palabras, lo escrito permanececon nosotros.)

Y las palabras, impul-sadas por la brisa del arroyo, serefugiaron en el rincón de lafuente de piedra que, con susseis chorros, comenzabarefrescar las historias antiguas ylos versos en la escribanía elec-trónica donde Paco Torres,Añasco el de Talavera, tecleabasus primeras historias.

G e r m á n P i n t o

Continuará...

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Cuando el compositor nose siente capaz deexpresar con toda la

fuerza necesaria su pensamiento,recurre muchas veces a la voz comoinstrumento musical, a la palabracantada como forma de expresióndefinitiva.

Desde el canto monótonoprimitivo, pasando por el misticismodel canto gregoriano, hasta llegar alos grandiosos coros de Beethoven,la voz humana ha tenido un papelmuy importante en la historia de lamúsica, sobre todo cuando ha can-tado en grupo, descubriendo lasmaravillas del contrapunto y de laarmonía. ¡Cuántos músicos han ini-ciado su andadura en una coral!.Robert Schuman aconsejaba a todossus alumnos que cantaran en ungrupo coral como la mejor forma deiniciarse en el mundo de la música ymuchos grandes compositores eintérpretes conocidos han sido can-tores de coro.

Después de esta introduc-ción, quiero continuar agradeciendoa Forja la oportunidad que mebrinda de hacer llegar, a todos losque aman la música tanto como yo,la importancia del canto coral y deexplicar cómo surgió la idea deformar una coral en nuestro pueblo ycómo ha ido evolucionando.

Comenzó la andadura de lacoral en el año 1993, tomando,como no podía ser de otra forma, elnombre de nuestro patrón: El Cristode las Maravillas.

Desde el año 1992, siendoyo entonces el director del coroparroquial y perteneciendo al coroMadrigal de Madrid, fui madurandola idea de formar una coral ennuestro pueblo, ya que la afición porla música ha sido muy importante.

Comencé a hablar con genteque tenía inquietudes musicales yque estaban dispuestos a trabajarduramente para sacar la idea ade-lante. Las voces femeninas fueron

más fáciles de encontrar, aunque,por el contrario, la falta de vocesmasculinas fue un problema que meobligaba a realizar innumerablesarreglos, porque los pocos hombresque había unas veces tenían quehacer de tenores y otras de bajos.

Los primeros ensayos se rea-lizaban los sábados y domingos enel salón parroquial o en la iglesia. Ypese al gran trabajo que suponíaaprender las canciones a base deensayos y más ensayos y paciencia ymás paciencia, la ilusión por conse-guir una buena coral era inmensa.

En la Navidad de 1993 se dioel primer concierto que estaba for-mado en su totalidad por villancicos,muchos de ellos tan conocidos comoNoche de Paz o el Adeste Fideles.Algunos villancicos suponían unadificultad añadida, por ser en latín ycantados a cuatro voces, pero cadavez que nos enfrentábamos a unaobra difícil, el afán de superaciónnos hacía a todos sentir la necesidadde incrementar el esfuerzo.

El apoyo de la gente tambiénfue muy importante ya que siempreacudían a los conciertos y sabíanapreciar el esfuerzo que suponía

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aprender las canciones a base deensayos, ya que la mayoría de loscomponentes no se dedicaban a lamúsica y tenían que sacar tiempo desus respectivos trabajos (cartero,amas de casa, peluquero, estudiantesy muchos más oficios) para poderaprenderse las canciones.

Al ver los resultados se fueincorporando más gente, sobre todohombres. A la vez el repertorio tam-bién se fue incrementando con obrasde distinta naturaleza: clásicas,como el Ave Verum de Mozart o elSanctus de Schubert, entre otras,canciones del siglo XVI, cancionespopulares, sin olvidar las dedicadasa nuestro pueblo como la Habanera (escrita por Mª Antonia Ricas y a laque yo puse música). Desde 1993hasta 1997 el repertorio de la coralera de ochenta obras aproximada-mente, la evolución de la coral tam-bién se manifestó en la aparienciaexterna, desde los primeros trajes,casi improvisados, al uniforme delos conciertos, puesto que ya no sóloactuábamos en el pueblo sino enotros lugares como Ajofrín o enalgunos encuentros con otrascorales.

Pero no todo eran alegrías y,poco a poco, surgieron discrepanciasy tensiones en el seno de la coral,hasta que en el año 1997,y antes deque la situación pudiera deteriorarsemás, la coral se disolvió.

Como el interés por lamúsica había calado hondo, despuésde varios años, en el 2003, personasque habían pertenecido a la etapaanterior y muchas otras que nunca

habían cantado, pero que teníanmucho interés por hacerlo, apoyadaspor el Ayuntamiento intentaron quela coral resurgiera con savia nueva yenergías renovadas.

En esta segunda etapa yotengo la misma ilusión de siemprepor compartir y divulgar la músicacoral. He vuelto a partir de cero. Losensayos se realizan dos días a lasemana en el Casino y se celebrantres conciertos anuales: en elCorpus, en el verano cultural y enNavidad. El trabajo sigue siendoduro pero a la vez resulta muy grati-ficante cuando se ven los resultados.La gente sigue apoyando nuestrasactuaciones con su presencia lo queindica la gran afición que el pueblosiente por la música. Aunque debodecir que muchas veces el lugardonde se celebran los conciertos noes muy adecuado y sería deseablecontar con unas instalaciones ade-cuadas para este tipo de eventos.

Como novedad, tenemos enperspectiva una actuación enCastilla la Mancha TV, donde inten-taremos dar a conocer nuestra coraly lo que se hace en nuestro pueblo.

Para terminar quisiera tenerun recuerdo para todos los que hanpasado por la coral desde el año1993 hasta la actualidad y que pordiversas circunstancias no hanpodido continuar, aunque sé que elinterés por la música les sigue acom-pañando.

R a f a e l C a b r e r a D i r e c t o r d e l a C o r a l

“ C r i s t o d e l a sM a r a v i l l a s ”

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Este año ha merecido nuestra atención y nuestraparticipación directa, tanto en su presentación como ensu venta, el libro, "JÁCARAS PARA CORRAL DECOMEDIAS CON AÑASCO EL DE TALAVERACOMPUESTAS POR PACO TORRES."

Estas páginas no pre-tenden ser un elogio de laobra, puesto que mucho mejorlo ha hecho ya ABC, la Voz deTalavera, la Tribuna deTalavera y otras publicacionesde ámbito regional. Tampocoquieren ser un comentario máso menos técnico sobre lo queeste texto puede representardentro de la picaresca y delteatro. Un gran especialista en

el tema, Abraham Madroñal, catedrático de Filología ymiembro del Consejo Superior de InvestigacionesCientíficas, ya dijo bastante en el momento de su pre-sentación. Por otro lado, nuestro criterio, lleno de buenavoluntad, puede carecer de los datos y de la objetividaddel estudioso y nuestras apreciaciones pueden estardeformadas, en gran medida por nuestra amistad haciael autor y por el cariño que profesamos a todo lo quelleve la firma de alguno de los nuestros..

Con estas líneas queremos agradecer a Paco elque haya acercado hasta nuestro pueblo la literatura delSiglo de Oro, resucitando un género y unos personajesque fueron parte fundamental de la misma. Y también,por supuesto, reflejando hitos importantes de nuestrahistoria local como fue la concesión del Privilegio deVilla a Los Navalmorales por el rey Felipe IV.

Le deseamos además que su periplo por la Villay Corte, donde ha presentado el libro en el Círculo deBellas Artes, y por el teatro Victoria de Talavera, dondeserá de nuevo presentado el próximo 26 de noviembre,obtenga tantos éxitos y reconocimientos como los hatenido aquí.

La concesión del privilegio de villa, a LosNavalmorales, hecho histórico, de suma importanciapara el pueblo, y al que debemos el prestigio y engran-decimiento que gozamos en un pasado todavía reciente,ya fue documentado por nuestro paisano, el historiadorDon Antonio Palomeque Torres en 1941 cuando publicóEL SEÑORIO DE VALDEPUSA Y LA

CONCESIÓN DE UN PRI-VILEGIO DE VILLAZGOA NAVALMORALES DEPUSA EN 1653, libro del queel Ayuntamiento, con la cola-boración de la Mesa deTrabajo, ha editado un fac-símil y ha puesto a la ventaeste verano durante la VIIFeria de Arte y Artesanía delos Montes de Toledo.

La Mesa de Trabajo, contando con la ayudaMunicipal y con el esfuerzo de sus profesores volunta-rios, Moisés y Amparo, y con el buen hacer y la expe-riencia en el torno y en la decoración de Raúl y Elena,artesanos del Puente del Arzobispo, ha celebrado ELQUINTO CURSO DE ALFARERÍA. Aunque la parti-cipación de adultos ha sido escasa, la asistencia ha col-mado las expectativas de los organizadores pues se hancubierto todas las plazas ofertadas.

Los alumnos han podido comprobar lo que esamasar el barro y moldear con sus propias manos unamateria con la que se pueden realizar todas las formasque su inspiración les dicte. Gracias a la técnica deltorno y de la decoración, en las que ya estaban iniciados,y también a la del modelado del barro, sobre la que hantomado sus primeras lecciones, han podido conocer unaactividad que las actuales circunstancias de desarrollo yemigración han dado por desaparecida en nuestropueblo.

La Mesa de Trabajo espera, si vosotros lo que-réis, continuar esos cursos que pueden ser importantespara nuestros muchachos y para el futuro.

Siguiendo con los cursos y la artesanía, hemosde comunicaros que dentro los planes de la MESA DETRABAJO está el celebrar el PRIMER CURSO DEENCUADERNACIÓN, que se iniciará el próximo 8 deenero, en horario de 16,30 a 18 horas, en los locales dela Asociación de la calle Caño. Se ha previsto una dura-ción de cuarenta y cinco días aproximadamente. Lasclases serán impartidas por Antonio Redondo. Una vezfinalizado este curso y, si vosotros lo deseáis, pensamoscontinuar con el SEGUNDO CURSO de lo que infor-maremos con puntualidad.

C o s a s d e a q u í

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Dentro de las actividades del curso 2006-2007, la MESA DE TRABAJO realizará CINCO VISITASCULTURALES GUIADAS, con el fin de acercarnos a los valores culturales que nos rodean y que desco-nocemos en profundidad, a pesar de su cercanía, visitando para ello los siguientes lugares y centros:

C o s a s d e a q u í

1º) Iglesia Parroquial de Los Navalmorales:-Retablo Mayor recién restaurado.-Explicaciones de Francisco de Puerto.-Vier.12 de enero de 2007. Hora 20,30. -Duración aproximada una hora.

2º) Iglesia de santa María de Melque en S.Martín de Montalbán:-Iglesia Mozárabe del siglo IX.-Explicaciones de Germán Pinto.-Dom.28 de enero de 2007.-Duración: Unas tres horas, incluido el desplaza-miento.

3º) Basílica de Nª Sª del Prado de Talavera de laReina:-Iglesia del siglo XVI-Capilla Sixtina de la cerámica talaverana.-Explicaciones de D. José María Gómez-Febrero 2007 ( fecha pendiente de fijar)-Duración: Unas tres horas, incluido el desplaza-miento.

4º) El Greco en los lugares más significativos desu obra en Toledo.-Iglesia de santo Tomé.-Museo de Victorio Macho.-Convento de santo Domingo el Antiguo.-Explicaciones de Francisco del Puerto.-Marzo 2007.Pendiente de fijar fecha que será undomingo por la mañana.

5º) Basílica de S. Lorenzo del Escorial.-Monasterio y Basílica del siglo XVI.-Explicaciones de Miguel Ángel Sierra.-Abril. Pendiente de fijar fecha que será undomingo completo.

El precio de las visitas se fijará exclusivamente deacuerdo con el precio del autobús y la entrada alos sitios visitados, salvo que contemos con algunaayuda institucional.

Quines deseen participar en cada actividaddeberán inscribirse con quince días de antelaciónpara gestionar el precio, por grupo, de lasentradas y del autobús, salvo la visita a nuestraparroquia.