Forja 21 - Sept. 1973

download Forja 21 - Sept. 1973

of 64

Transcript of Forja 21 - Sept. 1973

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    1/64

    ESCRITOS DE INTENCIN POLTICA

    FORJAUNA

    PATRIA

    UNESTADO

    UNDESTINO

    N 21 SEPTIEMBRE 1973

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    2/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    PRESENTACINFORJA vuelve a la vida doctrinaria y del pensamiento en esta nueva poca de la vida nacional:Fue en agosto de 1969 que apareci nuestro primer nmero y transcurridos cuatro aos de existencia hemostenido que protagonizar, a la luz del pensamiento nacionalista, los hechos nacionales:

    Ah estn nuestros ensayos sobre las Fuerzas Armadas, el nacionalismo, la universidad, los gremios, el municipio,la legitimidad y la legalidad, teoras del Estado, en fin, todo aquello que nosotros llamamos comunidades bsicas yal mismo tiempo nuestras semblanzas de hombres adscritos a nuestra escuela de pensamiento.

    El 11 de septiembre marc un hito importante en la historia nacional: El rescate de la Patria del marxismo-leninismo y la creacin de un orden que ha de definir un modo de vida para Chile y los chilenos.

    Nuestra actitud de reconocimiento a nuestras Fuerzas Armadas y Carabineros es el compromiso librementeadoptado de subordinacin a la Autoridad Militar y el proyectar desde esta tribuna la imagen exacta del ChileNuevo que aspiramos a forjar.

    Era falso el dilema marxismo-democracia y el partidismo se bate en retirada.Por lo dems esta tesis se ha planteado en nuestra Patria desde la poca de la Revista Estudios y de ella

    tomamos algunos trabajos. Sigue presente el tema de la universidad.Tambin hablamos de Estilo, nacionalismo y participacin.

    El tema de Espaa y los valores de la hispanidad y el cristianismo nos llevan a rendir postrer homenaje alAlmirante Carrero Blanco, aniquilado por el servil terrorismo.

    Nos referimos adems al pronunciamiento militar desde el punto de vista de los hechos histricos y de susignificacin conceptual.

    Con todo, queremos sealar la validez de nuestra tesis: Solo s las Fuerzas Armadas asumen el poder total de laNacin se evitar la Guerra Civil.

    Los marxistas y muchos escandalizados "demcratas" sostuvieron que si ello ocurra, nada ni nadie podra evitarla.

    Es hora de reconocer errores y dejar el paso a las Fuerzas Armadas y Carabineros, para que junto a las restantescomunidades de la Nacin logren la Reconstruccin Nacional.

    LA REDACCIN.

    FORJA

    DIRECTOR Y REPRESENTANTE LEGAL: Renato Carmona FloresDIRECCIONES: Oxford 26 Valparaso; A. Larran 5812 Santiago; Casilla 831 - Via del Mar

    En este nmero:- Documentos de Forja: A LA JUNTA DE GOBIERNO de las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile.- LA UNIVERSIDAD DEBE INTEGRARSE A LA TAREA DE CHILE.- Acerca del Estilo.- La Nacin Totalitaria.- Pronunciamiento Militar? Mini reflexiones sobre una palabra equvoca.- Qu es el Nacionalismo?- La muerte de un hidalgo: Don LUIS CARRERO BLANCO.- De las proposiciones A LAS COMUNIDADES DE LA NACIN.- Formas de Gobierno y Participacin. Participacin y Representacin.

    - Un mundo desorientado. ESTUDIO PRELIMINAR DE LA OBRA "EL MUNDO SIN PAZ" DE LUISMARIA ACUA. 1936.

    Patria - Estado - Destino

    ESCRITOS DE PROPOSICIONES E IDEAS

    AO IV N 21

    Ediciones Bandera Negra

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    3/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    La Revista FORJAfuefundada por el M.R.N.S. el 5 de agosto de 1969 en

    Valparaso, y se editaron 32 nmeros hasta el ao 1978.Fue un medio de

    expresin escrito que contribuy fuertemente al desarrollo del pensamientoNacional Sindicalista chileno de esa poca, as como tambin a que elpueblo chileno en general, y los nacionalistas en particular, tomasen claraconciencia del peligro que significaba un gobierno marxista en Chile. Fue la

    continuacin de otros medios escritos del M.R.N.S. tales como los diariosBandera Negra, Guerra Obrera y Aspas.

    Ahora presentamos a nuestros lectores a travs de Internet, la digitalizacin

    de FORJA, la revista doctrinaria de proposiciones e ideas con la cual el

    nacional sindicalismo revolucionario inici la sntesis del pensamiento

    fundacional y la proyeccin analtica del Estado de Comunidad Nacional. Elsentido misional y siempre actual del pensamiento nacionalsindicalista

    revolucionario cobra vida y es testimonio por si slo de nuestra vigenciacomo nica posibilidad de desarrollo de un Chile grande en unin y justiciapor sobre los sistemas cerrados y economicistas a ultranza del marxismo yel neoliberalismo.

    El M.R.N.S agradece a todos los camaradas que han colaborado en estaenorme tarea de recuperacin de material histrico, en especial al camaradade Valparaso, Rodrigo Maturana, por su excelente trabajo de digitalizacin

    de numerosas ediciones de FORJA.

    Enero de 2009

    M.R.N.S.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    4/64

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    5/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    Documentos de Forja:

    A LA JUNTA DE GOBIERNO

    de las Fuerzas Armadasy Carabineros de Chile.

    - La mantencin de Chile como Nacin es la tarea conjunta de toda la Comunidad Nacional y enespecial de sus Fuerzas Armadas.

    - La situacin de disolucin del Estado democrtico liberal, producto de la incapacidad del rgimenen s y de la accin destructiva de nuestra convivencia llevada a cabo por el gobierno marxista de

    Salvador Allende, dirigido por el comunismo internacional, signific una crtica situacin que hizopeligrar la Seguridad Nacional y nos puso en los inicios de una guerra civil.

    - La proclama por parte nuestra de la tesis "La Patria al Poder", era la expresin real de nuestraafirmacin de que slo la intervencin militar podra sealar una efectiva solucin a los problemasque afectaban nuestra Nacin.

    - Como chilenos y nacionalistas saludamos a la Junta Militar de Gobierno, reiteramos nuestraposicin de subordinacin a las Fuerzas Armadas de nuestra Patria y como organizacin eindividuos nos colocamos a sus rdenes.

    - Quiera Dios que en este reencuentro de Chile consigo mismo, la bsqueda del Bien Comn y de

    la grandeza nacional traducida en una visin de Justicia Social y tarea histrica, tenga pleno xito.

    Eugenio G. Cceres Contreras, Mando Nacional del M.R.N.S.Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista

    En Valparaso, a doce das del mes de Septiembre de 1973.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    6/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    LA UNIVERSIDAD DEBE INTEGRARSE A LATAREA DE CHILE.

    MISAELGALLEGUILLOSVSQUEZ.

    1.- TRES PROPOSICIONES Y CUATRO HECHOS

    La Junta de Gobierno crear un Nuevo Estado.

    El Estado es la institucionalizacin de la forma de convivencia de un pueblo.

    La expresin jurdica del Estado es la Constitucin Poltica. Sobre estas tres proposiciones sedesarrolla el presente trabajo. La tarea que ha de realizar la Junta de Gobierno, es a, nuestroentender, la creacin y definicin de la convivencia y no solo la dictacin de una nueva

    Constitucin. Por ello creemos que la educacin nacional es la piedra fundamental del rgimencvico-militar que nos gobierna.

    La educacin, entendida como el proceso de incorporacin de los chilenos a la comunidadnacional, comunidad forjada en lo histrico y expresin valorativa de lo que es la chilenidad en sutriple aspecto de pueblo - geografa y cultura.

    Cmo construir la convivencia?

    Creemos que en ello juegan un papel fundamental las comunidades bsicas de la nacin: lomilitar, lo universitaria, lo religioso, lo social y lo econmico.

    Lo militar es en nuestro pas lo no destruido por la obra disociadora del marxismo-leninismo.

    Todo lo otro fue lentamente minado y/o destruido.

    Cuatro hechos pueden explicar el momento poltico actual:

    a) La reforma universitaria,

    b) La toma de la Catedral de Santiago,

    c) El acuartelamiento del Regimiento Tacna, y

    d) El paro de Octubre.

    La primera, que de una definicin acadmico-cultural pas a un franco perodo de agitacin yproselitismo que posterg toda posibilidad de desarrollo universitario.

    Lo segundo, que vino a sealar la infiltracin de que fue objeto la Iglesia Catlica y que tuvo suexpresin poltica en los grupos cristianos, que se sumaron a la tarea poltica del marxismo-leninismo.

    Lo tercero, que abri un horizonte a nuevas posibilidades para Chile, pues fue un alerta dado pornuestros soldados al caos y ruina moral que se cerna sobre la patria.

    Lo cuarto, que mostr que los gremios eran ms fuertes que los conglomerados polticos.

    Con todo, los hechos estn para ser analizados con detencin y criterio cientfico-sociales.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    7/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    A nuestro entender lo militar y lo religioso son comunidades connaturales al hombre que imprimencarcter y determinan un estilo de vida.

    El nacionalismo siempre ha postulado a la vida como la ruta histrica del pueblo y la ha entendidocomo misin y tarea: la vida es una milicia y por tanto un acto cotidiano de servicio a lacomunidad.

    Lo educacional ha de tener la tarea de dar a nuestras juventudes un estilo de vida.

    Lo social y econmico han de surgir como poder social y generar desde s la institucionalizacindel convivir. Es indudable que de ella emana poder poltico y por lo tanto, ha de terminarse con laprdica de la consejera que ha de tener para con los polticos que se arrogan una universalidad ysapiencia que nunca han tenido ni demostrado. Para ello basta comparar a las Fuerzas Armadascon cualquiera de los partidos polticos demo-liberales que actuaron en Chile antes del 11 deSeptiembre.

    En materia de seguridad nacional los consejos a los polticos no dieron resultados y dejaron alpas en estado de indefensin permanente!

    Los hechos por lo dems, son el mejor argumento.

    2.- LO MILITAR Y LO UNIVERSITARIO

    Lo universitario ha de entenderse como una comunidad de estudio y creacin y de ella ha deemanar la posibilidad del desarrollo nacional y sobre todo la adecuada conduccin de lasactividades fundamentales del pas en el campo de la administracin del Estado, los serviciospblicos y el proceso productivo nacional.

    Un pueblo sin ciencia no tiene tecnologas y sin tecnologas no hay desarrollo ni independenciaposible.

    La Autoridad Militar ha designado Rectores-Delegados en todas las universidades chilenas y esde esperar que se tenga, para con ellas, las consideraciones acadmicas necesarias. Sinembargo, no se debe transar en cuanto a la tarea fundamental de construir un orden Nuevo paraChile.

    La declaracin de principios de la Sede de Valparaso de la Universidad de Chile, elaborado en unseminario interno para situarse en el momento actual es necesario sea conocida por todos losuniversitarios, pues a nuestro entender expresa lo que debiera definirse para toda la comunidad

    universitaria chilena.

    FORJA ha postulado a lo militar y lo universitario, como los pilares de la grandeza de la patria.Son la expresin de la fuerza espiritual de la nacin y junto al resto de las comunidades han deforjar el nuevo convivir, para esta etapa de la historia nacional.

    Por lo dems, las escuelas de especialidades y los Institutos de estudios superiores de nuestrasFuerzas Armadas y Carabineros, realizan tareas de carcter universitario y una adecuadacoordinacin y apoyo mutuos han de aumentar la eficiencia a niveles bastantes significativos,sobre todo en el campo de la investigacin y en la formacin tcnica de quienes han de cumplircon la delicada tarea de la defensa permanente de los valores de la nacionalidad.

    Antes hemos dicho que sin cultura no hay Revolucin Nacional. Reiteramos tal pensamiento yafirmamos que sin tarea educacional no habr generaciones capaces de continuar la obra Iniciada

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    8/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clpor la Junta de Gobierno, y que sin tarea universitaria no habr plena realizacin de lo planteadopor quienes rescataron la patria de los Imperialismos e impidieron la Guerra Civil.

    Volver al pasado sera un fracaso.

    Por ello decimos que no basta con dictar una Nueva Constitucin; primero debe definirse unanueva forma de convivencia.

    La Universidad, por ser una Comunidad Bsica, debe ser Integrada a la tarea de Chile.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    9/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    Acerca del Estilo.

    Un estilo se origina en el hacer, en el cmo hacer. El hacer y el cmo hacer estn en el campo dela tica en el campo del Arte.

    Ser, modo de ser. -Hacer, modo de hacer. Ambos, modo de vida. Enfrentarse al mundo y cmoenfrentarlo. Es un problema cultural, una forma de tensin y de juego. Desde el irreductible que esuno mismo, uno mismo con proyeccin divina, desde Dios, que es nuestro querer. Hacer segnquerer. As aprendemos libertad.

    Suelen entenderse dos potencialidades: lo religioso, lo militar. Ambas se expresan en maneras decomprender la vida, en un quehacer definido con exactitud, en etapas de tiempo totales en smismas y unitarias en su conjunto.

    Es la lucha permanente por vencerse espiritualmente, en el acercamiento a su medio comohombre autntico, total y uno, en Dios.

    Queremos establecer un modo de entendimiento del proceso vital ntegro. Constituye nuestroESTILO.

    QUEREMOS VER LA VIDA COMO UNA TAREA Y UNA MISION DE CREACION, comoproyeccin de la personalidad potica del individuo, con integridad, totalidad y plenitud.

    QUEREMOS VIVIR con la esperanza alegre de construir un modo social adecuado al valor propiode la existencia humana, donde sta se exprese con el sano orgullo del cumplimiento de unservicio, en ruta a la inmortalidad.

    QUEREMOS VIVIR CON HUMILDAD, como verdaderos hijos de Dios, con profundo sentidocristiano y con la moral cristiana por nica gua en continua superacin trascendente.

    QUEREMOS VIVIR CON PLENA CONCIENCIA de todo momento y de nuestro momento, con laresponsabilidad consciente de caminar por la ruta histrica del Pueblo, contribuyendopermanentemente a hacerla, en misin real propia y ajena.

    QUEREMOS VIVIR DE VERDAD y con nombre propio, uniendo la propia persona a las Personaspara entre todos formar la Nacin, y constituyndose sta como tal, complemente la personalidadde sus elementos componentes.

    QUEREMOS VIVIR POR ALGO Y PARA ALGO. Por Dios, por la Patria, por uno y los otros. ParaDios, para la Patria, para uno y los otros. El entender la vida as significa una verdad moral que esfuerza creadora, expresada en realidades que son estructura y poesa de un modo de convivencianuevo, colocado en el amanecer de Chile como Nacin, como Estado, como Destino.

    EUGENIOG.CCERESCONTRERAS.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    10/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    La Nacin Totalitaria.Por OSVALDOLIRA PREZ (SS.CC.)

    (DE LA REVISTA ESTUDIOS, Noviembre de 1938)

    "Al rey la hacienda y la vida se ha de dar, pero el honor es patrimonio del alma y el alma slo esde Dios".

    (Caldern: "El Alcalde de Zalamea").

    El Jefe actual del Gobierno italiano, Benito Mussolini, compuso y redact personalmente el artculocorrespondiente al Fascismo que figura en la hace pocos aos iniciada Enciclopedia Italiana. Enese estudio, quinta esencia evidente del pensamiento mussoliano y norma reguladora de susproyecciones en la vida de la nacin italiana, se leen las siguientes palabras "Para el fascista todo

    reside en el Estado, y nada de humano o de espiritual existe o puede tener valor fuera delEstado". Palabras reveladoras que junto con las pronunciadas por el mismo Mussolini en La Scalade Miln -"Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado"- recogen, condensany destilan el virus primario no slo del fascismo italiano en particular, sino, en general, de laestadolatra moderna.

    No se crea, sin embargo, que al adoptar como material de glosa y comentarios constitutivos deeste rpido ensayo las palabras del Duce y no las similares pronunciadas en innumerablesocasiones por el Reichsfhrer Adolf Hitler y dems potentados del Tercer Reich, se haya pensadoun instante siquiera en considerar al rgimen italiano como la realizacin ms cabal, y genuina deltotalitarismo moderno. Lejos de eso. Por estimrsele, al contrario, la puesta en prctica msbenigna de doctrinas cuya esencia se halla en pugna irremediable con la naturaleza humana, por

    juzgrsele el rgimen entre los totalitarios menos inapto en su realidad vivida para permitir el librejuego de los valores espirituales y sobrenaturales, por esa razn, se le ha adoptado como puntode partida de este anlisis. Lo que en l se descubriere de peligroso y condenable, eso mismohabr de hallarse, de seguro y con mayor razn, en regmenes que urgen con tenacidad yviolencia ms impetuosa la prctica de las doctrinas totalitarias. En cuanto al implacable secretariogeneral del partido comunista, no da pbulo, en su mutismo, a que se le recojan o analicendeclaraciones; su totalitarismo no es de doctrina, es slo de obra, y preside tenaz e inflexible unalabor gubernativa que viene ya prolongndose a travs de quince aos. Esta aclaracin, por lodems, se ver corroborada a todo lo largo de las lneas que siguen. En ellas se advertir que elconcepto de totalitarismo se emplea en toda su extensin, sin determinacin alguna de rgimen opas. Colocado uno sobre un punto de miras doctrinal, es difcil, por no decir imposible, establecerlmites de separaciones tericas all donde slo existen diferencias secundarias de conclusiones

    bien vecinas a las contingencias prudenciales, o de sola aplicacin ms o menos vehemente deuna misma doctrina fundamental.

    Las consideraciones que se desarrollan de aqu adelante contemplan al Estado, totalitario en susrelaciones con la sociedad civil. Maltratada la Nacin, vejada en sus derechos y casi aniquiladapor el Liberalismo que le fue amputando con hipcrita tenacidad todos aquellos rganos que lepermitieron en tiempos ms felices el llevar una vida autnoma lozana y opulenta, no ha vistomejorar su suerte con el nuevo tratamiento a que la vienen sometiendo los regmenes totalitarios.Estos prolongan simplemente, si bien con diversas apariencias, la actitud del comn progenitor.Sus esfuerzos se dirigen a hacer del Estado la fuente de vida colectiva con lo cual la Nacinmantiene su existencia ofendida y humillada. Urge, pues, entonces, sealar con claridad cul es larazn de haberse llegado en la prctica, por caminos opuestos, al mismo resultado que acarre laimplantacin del aparentemente antagnico Liberalismo. nica manera de sealar la va, de trazarorientaciones que han necesariamente de imprimirse a los esfuerzos en pro de una restauracinefectiva de la vida nacional.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    11/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    Sin entrar en averiguaciones acerca de las formas que habran revestido el Estado y la sociedadcivil, de haber perdurado el orden de justicia original que Dios cre al hombre, es evidente que, hicet nunc, hoy por hoy, la sociedad civil es una prolongacin forzosa, de la persona humana. Esimposible que el hombre ponga en ejercicio su personalidad, sin que se halle en el seno de unacolectividad que le someta a regulacin sus actividades materiales y exteriores, a fin de brindarlecon ello ambiente propicio al cultivo de su espritu. Profunda afirmacin de Aristteles al sostenerque slo los dioses y los brutos podrn vagar fuera de todo sistema social. Un cristiano podrasuscribirla casi sin restricciones, porque representa uno de los casos en que ms certero se hamostrado el genio humano entregado a sus solas fuerzas naturales. No habra sino quereemplazar el vocablo dioses, y an; porque el Espritu Santo nos recuerda por ministerio del reyDavid que somos dioses e hijos del Altsimo. El arraigo de la sociedad civil en lo ntimo de lanaturaleza humana es una de aquellas verdades en que, cuando ms lejos se crea estar de ella yms libre de sus Influjos, uno se encuentra ms de lleno dentro de sus mbitos y de su virtualidad.El mismo contrato social es un homenaje implcito rendido al carcter de esencial que poseen lasraigambres de la sociedad en la persona humana. La posicin de Rousseau aparecera an mspueril y mezquina al no suponer una verificacin colectiva de la Imposibilidad en que se habra

    hallado cada hombre de superar una vida coincidente casi con la vida animal. No es necesario,por ello, insistir con ms extensin en la tesis que se viene sosteniendo. Ni los lmites de esteensayo lo permitiran. Adems los hechos que se desarrollan ante nuestros ojos angustiados sonbien elocuentes para quien quiera fijarse honradamente en ellos. El giro que estn adquiriendodeja ver bien claro el desenlace a que se ve abocada la humanidad cuando desconoce a lasociedad civil el fundamento inconmovible que le brinda la inmortalidad substancial de la personahumana.

    Por eso la sociedad civil ha existido siempre sobre la tierra. Las formas tan diversas y variadasque ha ido revistiendo en el correr de los tiempos no tienen un nexo necesario con su esencia yslo son productos de las circunstancias histricas porque ha debido atravesar. Identificada ensus comienzos con la sociedad patriarcal, la familia, el clan, la tribu, confunde ms tarde su

    estructura con la organizacin municipal grecorromana, la ciudad antigua. Creciendo siempre encomplejidad, adquiere por primera vez en la Roma imperial las proporciones de nacin que elinflujo del cristianismo ha de consagrarle definitivamente en la Edad Media. Esta es la etapa quean atraviesa en nuestros das. Nada indica que su proceso evolutivo se detenga en la adquisicinde proporciones nacionales. La gravedad aguda y el carcter cada vez ms amenazador con quese presentan los problemas internacionales; un primer ensayo, desgraciado es cierto pero que seha podido mantener a travs de veinte aos, de una Liga de Naciones; estructuras internacionalesde facto como el Imperio Britnico; el carcter supranacional que manifiestan ya en formadeclarada las ideologas polticas ms vigorosas y vivaces hoy en da, todo ello son indicios deque la Nacin no ha de ser la forma ms perfecta de la sociedad civil. Nada aventurado es afirmarque estamos asistiendo a la estructuracin de sociedades supranacionales, de constelacionesraciales, para usar la expresin del Dr. Bardina, y que, transitorias ellas a su vez como sociedades

    perfectas, acaben por constituir la sociedad universal en un da ms o menos hipottico o lejano.Con qu medios ello habr de realizarse no es del caso discutirlo en estas lneas. Se entrara asen el campo teolgico, trascendente a la finalidad aqu propuesta.

    La estrecha relacin que siempre ha existido entre el crecer constante de los problemas sociales yel desarrollo progresivo de la sociedad civil est indicando que es ella y no otra la llamada aresolverlos, o a lo menos, a crear condiciones favorables para una solucin. Ms, que unasociedad determinada, parece ser, desde un punto de vista, una propiedad que ha ido afectando auna serie de organizaciones sociales cada vez ms complejas: la propiedad de ser el custodio dela civilizacin en determinado momento histrico, de corresponderle la creacin y mantenimientode ese ambiente espiritual en consonancia con las rectas aspiraciones del hombre a su desarrollointegral, que las sociedades subordinadas no pueden ya asegurar. En todo caso, ms queninguna otra, necesita la sociedad civil conservar estrecha la comunin de espritus en laaspiracin de los ideales que est llamada a conseguir. Lo multiforme de sus contingentesrealizaciones histricas la coloca en circunstancias peculiares de Inclinacin al relajamiento si no a

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    12/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clla disolucin, que debe neutralizar en lo posible con una mayor coherencia de sus vnculosespirituales. Con todo, esa unin es un ideal y, por consiguiente, es imposible su realizacinadecuada. El elemento cuerpo en el hombre es un factor de divisin. Y lo peor es que se trata deun elemento con el que, quirase o no se quiera, hay que contar. Con la divisin tenemosintroducida la multiplicidad, y con la multiplicidad, un margen de deficiencia en las realizacionesconcretas de un concepto determinado, sea que se las considere aisladamente o en conjunto.Porque la multiplicidad de individuos de una especie supone que uno cualquiera de esosindividuos no es capaz de atraer a s propio todas las perfecciones de esa especie. Ni la suma detodos ellos, porque la suma pertenece por fuerza a la misma condicin de los sumandos.

    La misin del Estado es precisamente la de colmar ese margen. El Estado. Es decir, la Autoridad.Es decir, el legitimo Poder. Y aqu cumple hacer una aclaracin. Comnmente se sealan comoelementos constitutivos de la sociedad civil, como de toda sociedad, a los seres humanos encalidad de materia o elemento determinable, y a la Autoridad como forma substancial, fuente desus perfecciones. Tal manera de expresarse no es correcta. Lo que constituye propiamente a unasociedad, lo que la hace diferenciarse de un simple pio o de un rebao cualquiera, es laconvergencia espiritual, consciente y libre, de sus miembros todos en pro de una finalidad comn.

    Esa convergencia ser entonces su forma; esa convergencia, lo que le da carcter de tal. LaAutoridad viene a ser entonces una pura consecuencia, necesaria es cierto, de ese margen quese seal ms arriba; de la imposibilidad, en suma, de llegar a la perfeccin en ste de la unidadde espritus; no un constitutivo de orden esencial. De all que se pueda establecer una relacin derazn inversa entre la coherencia espiritual de una sociedad y sus exigencias a una autoridadfuerte y poderosa, segn lo seal con su elocuencia soberana Donoso Corts en las Cortesespaolas en su famoso discurso sobre los dos termmetros. El error anarquista radica en laprofunda verdad que se acaba de enunciar, y consiste en creer posible una realizacin perfecta ycon medios puramente humanos de esa ideal coherencia espiritual.

    El Estado aparece as como una floracin de la sociedad civil. Vendra a ser respecto de ella loque la Inteligencia y la libertad son para el hombre, lo que los sentidos para el animal, las ramas y

    hojas para el rbol. Tomadas en cuenta, por supuesto, las diferencias que median entre estosseres dotados de unidad sustancial y un conglomerado que es una pura unin accidental, porquecomparaison n'est pas raison. Yendo a una clasificacin lgica habra que incluirlo dentro delcategorema propiedad y en la categora aristotlica de cualidad. Ms bien que inclusin habraque decir asimilacin. Y esta asimilacin nos lleva a afirmar que, as como los accidentes ycualidades son del sujeto en que residen y no el sujeto de sus accidentes y cualidades, las ramasdel rbol y no el rbol de las ramas, as tambin el Estado es de la Nacin y no la Nacin delEstado; el Estado es para la Nacin y no la Nacin para el Estado.

    Las actividades gubernativas han de hallar en esa subordinacin del Estado a la Nacin unanorma rigurosa, una valla infranqueable. Tocante a la propia esencia de la sociedad civil, elEstado no da leyes, las recibe; el Estado no es seor, es servidor. Todo cuanto l legisle, ordene,

    administre o realice ser para que la Nacin se desarrolle y crezca, en su lnea especfica deNacin, para que verifique ms su esencia. Esta permanece intangible de derecho, porque atravs del hombre, hunde sus races en una entidad infinitamente superior al Estado cual es la leynatural, participacin de la Ley eterna en la creatura racional.

    Hay, pues, todo un mundo que escapa a la tuicin del Estado. El mundo de lo que prxima oremotamente se refiere a la esencia de la sociedad civil. Y aqu hay que referirse aunque sea depaso para no invadir campos ajenos a las sociedades subordinadas, a los consorcios quecondicionan la vida nacional. Los gremios, corporaciones, municipios y universidades brotantambin del rbol nacional y le son necesarios para respirar los vientos del espritu. No pueden,por tanto, en su existencia quedar sometidas a la voluntad del Estado. Slo sus actividades, comopor otra parte las de la sociedad civil en cuanto tal puede reglamentarlas la Autoridad, con tal quecumpla la condicin de encaminar leyes y reglamentos, so pena de dejar de serlo, a realizar laperfeccin del complejo social.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    13/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clA la luz de estos principios la actitud totalitaria se nos aparece como esencialmente subversiva.

    En lo ntimo de su doctrina el totalitarismo usurpa los derechos de Dios. Se declara autor y tutorde una organizacin anterior a l y que le presta tal apoyo que sin l no habra Estado queresistiera en pie. As, una actitud que se dibujaba al comienzo como reaccin franca contra elIndividualismo pulverizador de los liberales ha venido a confirmar todos los males que pretendasuprimir. Lo curioso es que semejante fracaso no ha venido de ese factor tan comn en losregmenes democratistas de negar con los hechos lo que previamente se ha afirmado con lalengua, no. Partiendo decididos de sus posiciones fundamentales, los regmenes totalitarios vanavanzando con rectitud inflexible hacia el logro final de sus objetivos. Nada los detiene. Para ellos,ni la vida de los hombres, ni la familia, ni la propiedad privada o colectiva, ni la autonoma de lainteligencia han sido obstculos o motivo de rectificar rumbos. La sinceridad; una sinceridad muysui generis si se quiere, pero sinceridad, al fin; la sinceridad consigo mismos ha sido una normade la que casi nunca se han apartado. Los deseos violentos de combatir al liberalismo se hanconvertido en verdadera obsesin. Y sin embargo, los resultados estn a la vista. No a primeravista, sino a vista algo ms escrutadora y ms profunda. Como se afirmaba ms arriba, porcaminos completamente opuestos, el liberalismo y el totalitarismo han llegado a resultados

    completamente idnticos.

    La oposicin de las vas que han seguido es manifiesta. En nombre de los derechos sacrosantosdel individuo en general y de su libre albedro en especial, el liberalismo se empe en una luchadecisiva contra todo aquello que pudiera constituir un vnculo, un freno, una barrera para esalibertad, soberana, ilimitada e intangible. Se encaden a la Autoridad civil asegurndoleexclusivamente la modesta misin de gendarme encargado de conservar el orden, y qu orden!Se destruy la familia o se hizo lo posible por destruirla porque la perennidad del vnculomatrimonial implicaba un atentado a la libertad del amor. Los gremios y corporaciones se vierontambin aniquilados en nombre de la libertad de trabajo. La autonoma universitaria, en nombre dela libertad intelectual. No qued de la sociedad civil en el rgimen liberal ms que unconglomerado informe de individuos vagabundos frente a un gendarme gigantesco que es el

    Estado. La familia tan slo se haba preservado en parte de la general destruccin, tal vez por suurgencia ms inmediata en pro de la perduracin del gnero humano. De lo dems, ni luces, obien luces mezquinas, plido reflejo de los resplandores irradiados en otro tiempo por todasaquellas instituciones que el Liberalismo conden a muerte injusta y, en su propsito yesperanzas, definitiva.

    El totalitarismo se ha lanzado a la empresa de reconstruir lo que el Liberalismo haba aniquilado.Si vamos analizando punto por punto su labor, se ver bien claro lo audaz y resuelto de suoposicin. Al Estado reducido no ms que a guardar el orden callejero ha respondido con unEstado que se declara autor y dispensador de vidas y derechos. Los ataques liberales a la familiase han visto reemplazados por una proteccin decidida a la sociedad domstica, fomento de losmatrimonios y de la natalidad, ayuda pecuniaria y moral a las familias numerosas, etc. Una

    inmensa construccin corporativa, que todo lo engloba dentro de sus proporciones, ha venido aaniquilar el odio liberal contra los gremios. En torno de ella, el salario familiar y mil medios mspuestos en prctica para dignificar el trabajo humano reducido por los liberales a la categora demercadera pura y simple. La oposicin como se ve por esta rpida enumeracin, se extiende atodo. El liberalismo se ve atacado, y atacado con energa despiadada, hasta en sus ltimosreductos. No se le concede cuartel. Y al hacer, no obstante, el recuento de las ventajas obtenidas,nos encontramos con la inmensa decepcin: la Nacin no se ha visto restituida a su antigualozana; la Nacin sigue viviendo con vida de prestado, con la que le inyecta un poderhipertrofiado, malsana por antinatural, no con la que debiera beber por sus races y organismosespecficos. Estos permanecen inactivos y an esperan el momento de actuar.

    Por qu fracaso tan decisivo? Por qu una desautorizacin tan efectiva a la aplicacin de unsistema doctrinal?

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    14/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clEs que en el fondo de la doctrina totalitaria late vivo y vigoroso, pese a las apariencias, elindividualismo detestado de los liberales. Con todo su ardor combativo, o tal vez debido a eseardor, no han sabido penetrar los totalitarios en la causa verdadera del fracaso liberal. Losliberales democratistas no destruyeron porque s no ms todas las organizaciones sociales de lostiempos medios. Se lanzaron a fondo contra ellas porque en su candidez y aptitud para vivir en lasnubes las estimaban como una red inmensa, destinada a amortizar hasta la inercia todo impulsode libertad y de independencia. Era el fetichismo de la libertad. Para sostenerla y asegurarla notrepidaron en pulverizar los organismos nacionales, no trepidaron en desprender tambin alhombre de todo vnculo sobrenatural, estableciendo por ese medio un antropocentrismo que debadegenerar forzosamente en materialista. Porque si el yo debe ser el eje de las aspiraciones decada hombre, dbese cortar vnculos con todo lo circunstante porque cada yo es irreductible, esprecisamente la raz ltima de diferenciacin que todo ser posee respecto de los dems. Y lairreductibilidad del yo humano como de todo individuo material, el hecho de que la esenciaespecfica humana no se realice en su total perfeccin dentro de un solo Individuo, como acaeceen el orden puramente espiritual a cada una de las esencias anglicas, se debe a la materia, queintegra esencialmente en cuanto pensada el concepto de especie humana. Partiendo de un mismopunto, haban de encontrarse fatalmente liberales y totalitarios en su empresa de circundar el orbe

    de la nacin, precisamente por lo mismo que partieron hacia el oriente los unos, y los otros haciael ocaso.

    Mutilando al hombre, como el liberalismo, la doctrina totalitaria no poda resolverse en efectossociales verdaderamente humanos. La sociedad que ha conseguido estructurar es un puroremedo mecnico de la organizacin social de la Edad Media. Como la libertad de los liberales fuetambin puro remedo de la libertad autntica que nace cuando se observa con cierta fidelidad laley natural. Todo en el rgimen totalitario viene impuesto de arriba; todo en un rgimen humanobrota espontneo de adentro. Y este contraste entre lo impuesto y lo espontneo, entre lo naturaly lo postizo, es la sntesis de la oposicin entre la doctrina totalitaria y la ley natural. Querercomparar los regmenes totalitarios con un rgimen de ley natural, con un estado medievalverbigracia, sera lo mismo que equiparar un autmata a un ser viviente.

    Es esa semejanza externa lo que ha engaado las mentes de los cristianos acerca del verdaderoalcance de un tipo determinado de totalitarismo de los regmenes de tipo fascista; semejanza quees incomparablemente ms dbil, si es que la llega a haber, en los de tipo comunista. Para queaparezca bien claro lo peligroso que es detenerse en una pura analoga de estructura, tenemoscomo ejemplo de comparacin el rgimen italiano, por las razones expuestas al comienzo de estetrabajo, y la monarqua espaola tradicional, no la borbnica, ejemplar el ms perfecto y msgrandioso que ha existido de un estado conforme a las exigencias de la ley cristiana.

    El paralelismo de las instituciones es evidente. Duce, consejo fascista, cmaras corporativas, poruna parte; por la otra, monarca, consejos reales y corte., orgnicos de municipios y gremios. Conel agravante an de que las atribuciones en ambos casos son anlogas para cada institucin. Las

    diferencias, empero, surgen de inmediato cuando se entra a analizar el espritu propio de cadasistema. Vctor Pradera hace derivar con perfecta naturalidad los organismos administrativos de lamonarqua espaola de la definicin que de la ley da Santo Toms de Aquino, ordenacinracional, dirigida al bien comn y promulgada por quien cuida de la sociedad. La racionalidad de laley se ve, asegurada por los consejos reales de Castilla, de Indias, de Catalua, de Npoles, etc.,-compuestos de individuos nombrados por el rey, sin amarras de ninguna clase, sin poder jurdiconinguno, pero con enorme influencia moral debida a su prudencia y situacin independiente. Lascortes, remate y coronamiento de la organizacin municipal-corporativa, de lo que llama Vzquezde Mella la soberana social, exponan en sus peticiones las exigencias del bien comn. Por ltimoel monarca, depositario exclusivo de la soberana, promulgaba, dndole as carcter de ley, elproyecto redactado por sus consejos de acuerdo con las necesidades expresadas por las cortes.Sustancialmente anlogos, con las diferencias impuestas claro est por la complejidad mayor dela sociedad moderna, son las atribuciones que poseen los organismos del gobierno fascista quese acaban de citar. Pero el espritu que las informa es radicalmente diverso del otro. En la Espaatradicional es la vigencia de la Ley natural; en la Italia fascista es la omnipotencia del Estado. Por

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    15/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cleso la monarqua espaola supo realizar una sntesis paradojal, que no ha podido llevar a cabo laItalia fascista: supo conciliar la fuerza incontrastable del monarca con una independencia personaldesconocida en nuestras sociedades modernas. En Espaa primaba el hombre; en Italia, como enlas democracias (?) liberales prima el cargo. All, la naturaleza humana era lo sustantivo, losubsistente; el cargo, slo lo adjetivo, la modificacin. Ac la funcin es lo sustantivo, lo accesorio.Por eso en Espaa, el hombre-mendigo se diriga con libertad respetuosa al hombre-rey; laconveniencia en lo sustancial tenda un denso velo sobre las diferencias adjetivas. Por eso en lanacin moderna, liberal o totalitaria, no importa, no puede existir esa sntesis: cada extremotomar el aspecto que le convenga, con lo cual, por lado y lado, la sntesis quedar disuelta. Y conel concepto deficiente que tienen del hombre ambos extremos han de fundar necesariamenteregmenes deficientes. Mutilan el cuerpo social porque primero mutilaron al hombre.

    Carlos V y Felipe II son dos fenmenos histricos que demuestran con inusitada grandeza cmono es necesario recurrir al estatismo para mantener el prestigio de una monarqua, la cohesin deun gran imperio. Jams se ha dado un caso tan perfecto de unidad, pero de unidad interna yespiritual adems de la otra, la de estructura administrativa, como el del imperio espaol. Sufuerza expansiva llen todo un mundo sin que con la violencia del esfuerzo se resquebrajara o

    cediera su construccin, porque sta era produe to de una compenetracin admirable deintenciones del pueblo con su monarca. Las empresas nacionales las senta cada espaol comofruto de la propia voluntad. El fuego de los espritus dilataba el alma nacional sin que la atraccinmutua se perdiera que impeda la dispersin. Nunca fue dispersin el Imperio espaol; siemprefue sntesis. Porque en l, su fuerza de expansin inmensa se vea contrapesada, por unainmensa atraccin a un centro. El impulso mstico que todo espaol lleva, en mayor o menorgrado, dentro de su corazn, deba impedir una desintegracin imposible de combatir con elatractivo de ideales puramente humanos. Si los hombres llevan el germen de la divisin y de ladiscordia en algo que no depende de ellos, en el hecho de tener cuerpo, es preciso buscar elprincipio de unin y de armona en algo que tampoco dependa de la libre voluntad humana; enalgo trascendente al orden puramente terrenal.

    Ese es el germen Interno de debilidad que llevan los regmenes totalitarios. Instintivamente, hanbuscado en la cohesin externa, hija de la fuerza material, cmo suplir la carencia de suficientefuerza atractiva en su ideal. El hombre tiende siempre a lo sobrenatural, en virtud de esecristianismo de naturaleza de que nos habla Tertuliano, y por mucho que se exalte, no ve al fin decuenta en la raza, en el Estado, en la clase proletaria, ms que ideales puramente terrestres. Poreso el totalitarismo necesita, all donde haya logrado establecerse como rgimen poltico, pactaralianza con el xito. De otra manera su existencia ser precaria. Y s a pesar de fracasosrepetidos lograra mantenerse, lo que es bien difcil, ello se debera a circunstancias que nadatienen que ver con sus atractivos intrnsecos. De all que trate siempre de exaltar la imaginacin ylos apetitos, no la inteligencia, creando as un ambiente que guarda cierta analoga por susefectos externos con la exaltacin mstica. De all que sus caudillos profesen irritada desconfianzahacia la inteligencia, y erijan en axioma aquello de que el Jefe no se equivoca. De alli que, cosa

    muy natural, se lancen siempre a liquidar sus problemas con golpes rpidos de audacia queencuentran admirable ambiente frente a las naciones desintegradas por las democracias liberales.Cun diversa ha sido, en cambio, la actitud observada a lo largo de su historia por el pueblo y losmonarcas espaoles. Se lanzaron conscientes a sus empresas la Reconquista, la Contrarreforma-y tanto en los xitos de la primera como en los fracasos de la segunda, fracasos que habanprevisto y aceptado de antemano, se mantienen serenos, sin que en plena decadencia se resientala cohesin de su Imperio. All no haba, como ac, adhesiones ciegas; all haba convicciones.

    La solucin al problema planteado por la crisis del liberalismo no la han de dar doctrinas opuestasal democratismo liberal; la han de dar doctrinas trascendentes al democratismo liberal.

    Trascender al liberalismo y a su enemigo el totalitarismo significa librarse del virus individualistaque afecta a uno y a otro. Significa reconocer en el hombre no slo un individuo sino una persona.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    16/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clLas naciones de individuos y persona andan por ah confundidas en forma lamentable. En muchoscasos la confusin afecta slo al vocablo sin alcanzar al concepto; pero an entonces hay peligrode confusiones por la inevitable reaccin que el lenguaje produce en el pensamiento. La nocin depersona agrega a la de individuo la racionalidad, de manera que el hombre, adems de serindividuo es, asimismo persona. Su Individualidad es, pues, parte de su personalidad; parteconstitutiva, esencial, claro est; pero parte al fin; un animal o un vegetal si que es un puro,individuo. Considerar, pues, al hombre como un ser puramente individual es mutilarlo, esdesconocer en l aquello que precisamente lo constituye hombre, aquello que cava un abismoentre l y el mundo animal para colocarlo en un orden trascendente donde es capaz de conocer yamar a su creador. Lo mutila el liberalismo, explcitamente, cuando slo reconoce en l a unindividuo. Lo mutila el totalitarismo, Implcitamente, al afirmar que nada es ni nada puede fuera delEstado. El hombre por su espritu es trascendente al Estado, y ms, mucho ms, lo es por suelevacin a un orden sobrenatural. No es cierto que deba escapar por completo a la tuicin delEstado como quieran los liberales; ni es cierto que deba someterse sin reservas a la tuicin delEstado, como quieren los totalitarios.

    Sometido al Estado como individuo, le es superior como persona. Su situacin autntica podra

    expresarse en la siguiente desigualdad algebraica:

    Individuo - Estado - Persona.

    Y poticamente en las palabras epgrafe de este ensayo que con magnfica fiereza dirige. PeroCrespo a D. Lope de Figueroa calificado justamente por Salvador de Madariaga, como el tratadode poltica ms breve y ms sustancioso que se ha escrito en el mundo.

    El Estado totalitario no puede ser juzgado sino a las luces de la Moral cristiana y de la ley natural.Quien se manifiesta conforme con el rgimen en que hoy vive de jure la mayor parte de los pasescivilizados se arroga, juzgando al totalitarismo, un derecho que no posee ni puede poseer. Nodebe olvidarse que la coaccin totalitaria es una resultante directa de la anarqua liberal.

    Debilitadas las naciones por un sistema poltico, social que mata todo impulso, todo entusiasmo,todo deseo de superacin moral en nombre de una equivalencia absurda y suicida de todas lasdoctrinas, tenan que reaccionar en forma tanto ms violenta cuanto ms urgente era poner enprctica el instinto de conservacin. De modo que, histricamente, el totalitarismo es hijo legtimodel liberalismo. Doctrinariamente, puede observarse Idntica filiacin. Al liberalismo que coloca atodo el hombre, por sobre el Estado, respondi colocando al Estado por sobre todo el hombre. Locomn de las races de ambos movimientos har por siempre estriles los esfuerzos de los quecrean hallar en el uno el antdoto del otro. Y esa es la posicin de los secuaces de la democracialiberal que estiman suficientes las medidas policiales para impedir el establecimiento de nuevosmovimientos ideolgicos y de los caudillos totalitarios encarnizados en aniquilar a sus enemigoscon la persecucin violenta, y con la coaccin material de los espritus.

    El remedio no est en oponer; est en trascender. El remedio est en una doctrina que seatotalitaria, por cuanto se apodere de todo el hombre sin dejar uno solo de sus resquicios porinvadir, y que sea al mismo tiempo y en virtud de su totalitarismo liberal en el sentido de queliberte al hombre de s mismo enchufndolo en la Verdad la Verdad os har libre. Al totalitarismoateo que subordina todo el hombre al Estado no hay ms remedio que el totalitarismo cristianoque subordina todo el hombre a Dios. En este caso, como en todos los casos, la razn explicativadel hombre se encumbra fuera del hombre. Por eso quien no se pierde a s mismo no seencuentra. Por eso la libertad, el orden, la justicia, la solidaridad social no las han de encontrar loshombre sino cuando dejen de buscarlas por ellas mismas y en ellas mismas para no tender sino ala perfeccin infinita donde las encontrarn fundidas y superadas. Aqu, como siempre -y lagravedad del momento porque atraviesa el mundo lo proclama con elocuencia desconocida hastaahora, aqu como siempre se verifican aquellas palabras categricas de la Verdad absoluta: Quiensalvare su vida la perder; mas quien perdiere su vida por causa ma, la salvar.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    17/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    Pronunciamiento Militar?Mini reflexiones sobre una palabra equvoca.

    El idioma no es un cuerpo inerte, inmvil, definitivamente conformado, ni tampoco un mero caosvoluntarista. Es un ente vivo, gil, cambiante y, al mismo tiempo, lgico y orgnico. Las palabrasno significan necesariamente y siempre lo que Indican los diccionarios, as sean los de la RealAcademia, ni, a la inversa, pueden significar lo que desee un recin llegado, llmese ste unpoeta, un fillogo, un periodista... o una autoridad. Las palabras significan nada ms ni nadamenos que lo que el consenso general desea que signifiquen. El sacarlas de este sentidoconsensual constituye normalmente una torpeza, muchas veces una siutiquera y, slo algunasveces, una obra de arte.

    El idioma espaol, o ms propiamente el idioma castellano, ha dado al mundo pocas palabras deuso universal, de aquellas que se usan sin traducir en cualquier lugar por tener un sentido propio,

    intraducible, caracterstico de su lugar de origen y con un matiz perfectamente definido. Entreellas, "guerrillero" y "pronunciamiento". No necesitamos en esta ocasin referirnos a la primera. Suuso y abuso estn perfectamente claros para cualquier persona con mediana cultura o con algunainquietud frente a los hechos mundiales pasados y presentes. No sucede lo mismo, en cambio,respecto a la segunda. A ella s hay que referirse porque en estos das de la nueva primaverachilena, en forma reiterada y un s es no es oficiosa, se la ha utilizado equivocadamente,pretendiendo bautizar con ella al movimiento militar que nos liber del gobierno marxista que nosconduca hacia la esclavitud definitiva. Hay detrs de esta pretensin un claro lapsus cultural y unserio error poltico, como se tratar de verificar enseguida. Y hoy da, en que todo es poltico,aunque no lo parezca y aunque no se lo desee, bueno es recordar que en ese campo muchasveces un error produce ms dao que una falta concreta, como muy bien lo sintetiz en su pocaquien saba mucho de estos asuntos: "C'est plus q'un crime: c'est un rreur".

    En efecto, la palabra en cuestin lleva toda una carga tico-histrica de signo negativo tras de s,ms all de lo que pueda significar semnticamente. Ella represent y representa a cada uno deaquellos hechos poltico-militares (o quizs politiquero-militarotes de fuerte sabor folklrico), quese sucedieron en la infortunada Espaa del siglo XIX. Cada vez que los polticos no lograbanencontrar una salida a las caticas situaciones a que su irrefrenable decadencia arrastraba a laMadre Patria, un "espadn" se "pronunciaba" a la cabeza de cuatro o cinco oficiales y cien odoscientos hombres, cambiando violenta (y archi-provisionalmente) el rumbo del gobierno deturno. O, en palabras del historiador norteamericano Gabriel Jackson, estimable a pesar de suslimitaciones en otros sentidos, "el nico medio de cambiar el gobierno era el pronunciamiento, unarepentina sublevacin de un general, de comn acuerdo, relativamente poco sangrienta, y entorno al cual se agrupaban las fuerzas de la oposicin". Vamos, algo as como lo que sucedi

    algunas veces entre nosotros el poco ilustre ao 1931.

    El idioma francs acogi sin problemas la palabra espaola en su vocabulario, e incluso laincorpor a sus diccionarios: "Pronunciamiento: En Espagne, acte par lequel une autorit,generalmente un chef militaire, refuse d'obir a la loi". Los Ingleses, ms parcos en su expresin,pero igualmente pragmticos, hicieron lo propio: "Pronunciamiento: Revolucion, sedition,Insurrection". Y as todas las lenguas cultas.

    El desprestigio que los hechos envueltos en la palabra de marras trajo sobre las fuerzas armadasespaolas en general, y el propio sentido despectivo del trmino, quedan bien reflejados en doscitas provenientes de autores ubicados recprocamente en las antpodas polticas, los francesesproanarquistas Brou y Tmime y el espaol Ramiro Ledesma, fundador de las JONS,antecesoras de la Falange Espaola fundada por Jos Antonio Primo de Rivera: "(El ejrcitoespaol) regularmente derrotado a lo largo de todo un siglo en la defensa de las ltimasposesiones coloniales, se afirm al mismo tiempo como un cuerpo poltico autnomo. En pocas

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    18/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clpalabras, era un ejrcito de pronunciamientos; la palabra es bien espaola, y no por azar" ( ... )"La casta de los oficiales (era guardadora) celosa de sus privilegios, el principal de los cualessegua siendo el de "pronunciarse". (Brou y Tmime).

    "Como consecuencia de la incapacidad de unos y otros, la nica lnea permanente vino a ser laserie inacabable de pronunciamientos militares, resultando as el Ejrcito, ms que un organismopara hacer la guerra, un vivero de polticos..." (Ramiro Ledesma).

    En actuales obras sobre el Alzamiento espaol de 1936, con el cual tantas semejanzas guarda elmovimiento militar chileno, (como asimismo tantas diferencias a las que esperamos referirnos enestas mismas pginas), se refleja el mismo sentido peyorativo del trmino en cuestin: "Losreinos, las talfas, los cantonalismos producen algaras, pronunciamientos y guerras civiles" ( ... )Para ser plenamente objetivos, digamos que en Espaa han abundado los "espadones" loscoroneles con ideas propias y los sargentos propicios a la cuartelada. Un pronunciamiento militarera la erupcin cutnea de una crisis poltica". (Toms Salvador: "La Guerra de Espaa en susfotografas"). "Las fechas reflejan los aos de motines, cuartelazos, pronunciamientos yrevoluciones acaecidos en Espaa desde comienzos del pasado siglo" (Gil Mugarza: "Espaa en

    llamas").

    Los militares alzados contra el desgobierno republicano de 1936, tuvieron clara conciencia delproblema, y trataron -con xito, por lo dems- de evitar la identificacin de su movimiento conaquellos romnticos y decadentes pronunciamientos del siglo XIX. Un par de citas, no porsecundarias menos demostrativas de la clara intencin del bando nacional de evitar equvocos,servirn para ilustrar lo anterior: "La presencia de los voluntarios "di al Movimiento un alcancepopular y nacional que los aparta de los pronunciamientos del siglo XIX, famosos en el mundo.Ningn peridico de ningn pas emple, en 1936, la palabra Pronunciamiento para referirse a loshechos de nuestra Patria" (Jos Mara Valiente "La Guerra de Liberacin Nacional"). "Seequivocan profundamente los que creen que la guerra del 36 fue una sublevacin. "unpronunciamiento al estilo de los decimonnicos" (Toms Salvador).

    Es posible qua las citas anteriores tengan alguna novedad para los lectores no especialistas en elcaso espaol, pero en cambio no puede haberla en el significado mismo de la palabra"Pronunciamiento" el que slo se ha pretendido verificar ms all de toda duda razonable a pesarde suponrselo de comn conocimiento a partir de un determinado nivel cultural.

    Ahora bien, cmo se conjuga el clarsimo sentido despectivo del trmino -especialmente desde elpunto de vista extranjero- con su aplicacin al caso concreto chileno actual? La verdad es que noconjuga y que, quieras que no y ms all del conocimiento o de la intencin de sus promotores, suuso equvoco constituye de hecho un sabotaje tico, una capitis diminutio, un handicap en contrade la imagen pblica de lo que fue realmente el Alzamiento o Movimiento militar que se vieronobligados a efectuar nuestras FF.AA. en el momento preciso para evitar el suicidio de la nacin.

    No le hacen ningn favor los que, por limitaciones que no es del caso analizar aqu, lo confundencon aquellas situaciones de opereta que pasaron a la historia con el nombre despectivo de"Pronunciamientos". Bien valdra la pena corregir desde ya este lapsus, slo aparentementesecundario, entes que nos haga dao.

    JULIOH.FERNNDEZTERMINI

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    19/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    Qu es el Nacionalismo?

    Por RAMNCALLSARRIGORRIAGA.

    NOTA DE LA REDACCIN:

    FORJA se ha definido desde su creacin, el cinco de agosto de 1969, como la "tribuna abierta" delpensamiento Nacionalista.

    En tal carcter, damos acogida al presente trabajo, porque refleja el pensamiento de un hombreque ha marcado una poca en el desarrollo poltico y doctrinario del nacionalismo chileno.

    En efecto, Ramn Calls Arrigorriaga, fue fundador y Jefe Nacional de uno de los gruposnacionalistas ms preclaros y definidos, como es el M. R. N. S. durante toda su primera etapa.

    La verdad sea dicha, sobre el nacionalismo se ha escrito pocos los ltimos aos y nuestrapublicacin ha realizado una tarea que creemos ha enriquecido el pensamiento poltico chileno ysobretodo ha permitido la formacin doctrinaria de numerosos jvenes y profesionales de nuestrapatria.

    Es fcil la disposicin al actuar y a veces se traduce en acciones eficaces, ms el pensar yproponer es algo que no se da de continuo. Por ello no podemos en esta hora de resurgimientonacional, dejar de mencionar lo pensado, propuesto ,y obrado por hombres, como Juan AntonioWidow, Director de TIZONA; Eugenio Cceres Contreras, primer Director de nuestra publicacin;de Renato Carmona Flores, actual Director de FORJA; como tambin lo realizado por ErwinRobertson Rodrguez, ex Director de TACNA y hoy de ORDEN NUEVO. Es un reconocimiento

    que no se ha hecho.

    PRINCIPIO, NORMA Y DOCTRINA.

    El Nacionalismo es el "Principio" de las Naciones.

    Es la fuerza que, puesta en accin por la circunstancia histrica, provoca su nacimiento y sucrecimiento. Debilitado o desaparecido este empuje vital, las naciones enferman y mueren.

    El Nacionalismo no es en s una Doctrina. Es un fenmeno histrico connatural a ciertos perodos

    de los pueblos. Corresponde a la toma de conciencia de los pases o Estados que,autoliberndose de las ataduras forneas (polticas y econmicas). se organizan en unaComunidad (comn-unidad) y se dan un gobierno soberano.

    Corresponde al surgimiento de la Personalidad Consciente en los individuos.

    EN LA POCA CONTEMPORANEA, EL NACIONALISMO HA SIDO Y ES LA FUERZADOMINANTE DE LA HISTORIA.

    Cuando los Estados superdesarrollados devienen en Imperialismos, ellos tratan de neutralizar yaniquilar el Nacionalismo de los pueblos ms dbiles para as poder manejar sus mercados yeconomas -e incluso sus ideas y costumbres- en beneficio de los supermercados y monopolios.Nace as el INTERNACIONALISMO, doctrina exprea y egosta que persigue la explotacin de lospueblos. Desde el advenimiento del Marxismo, ste ha usado el Internacionalismo Proletario,

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    20/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clcomo caballo d Troya ideolgico para derrumbar el Nacionalismo de todas las naciones, inclusoel de las poderosas.

    El Nacionalismo -convertido en fuerza poltica organizada- RACIONALIZA Y ORDENA el "sentidode nacionalidad" que emerge potente, pero indefinido y catico, desde las races tnicas ytradicionales de los pueblos nuevos. Estas races condicionan -a travs de las convivenciascentenarias psicologa popular.

    El "sentido o sentimiento de nacionalidad" es incapaz por si solo de ponerse en accincongruente. NECESITA DE UN MOTOR MISIONAL, que lo conmueva y encuadre, amalgame ytrascienda, transformndolo en energa vital "dirigida", al proporcionarle ideas fuerzas y tareas porrealizar.

    El Nacionalismo resulta as la ORGANIZACION TECNICA que "moviliza", otorga direccin, sentidoy objetivos al "sentimiento" de nacionalidad de los pueblos. No es pues, en s mismo, elNacionalismo un sentimiento; si no el ORGANISMO VIVO que mueve y encauza ese sentimiento,preexistente en toda nacin.

    Siendo la Nacin un CUERPO VIVO, los sentimientos antes mencionados le son connaturales yemergen necesariamente con la fuerza de una ley vital en toda Nacin sana, El Nacionalismo,queda demostrado, no es una Doctrina ms -poltica, econmica, social o religiosa- sino elordenamiento lgico, racional y metdico de esa fuerza existencial que mueve la conciencia y lasubconciencia de los pueblos organizados.

    Es tan obvio y necesario el Nacionalismo, como principio y norma del Gobierno de las naciones,que, sin l, todo el Cuerpo Nacional se desintegra, cayendo en la divisin poltica, econmica ysocial, Los Pueblos sin un nacionalismo estatal y popular CONSCIENTE, podrn ser colonias,comercios, factoras o herramientas de los imperialismos de todo color y cariz, pero nuncaNaciones verdaderas y cabales, regidas por "Estados en forma", impersonales, apartidistas,

    donde la justicia sea un derecho y un deber de todos, sin distingos de clases o de posicionespolticas y sociales. Por estos motivos, por la profilaxis moral que el Nacionalismo produce en lospueblos, es combatido abierta o solapadamente por muchos sectores, especialmente por aquellosemparentados con los negocios y con los Imperialismos econmicos o ideolgicos. Tambin lasNaciones fronterizas, muchas veces fuertemente nacionalistas ellas mismas, procuran que elnacionalismo no cunda dentro de sus posibles rivales, para as tener el camino libre cuando se lespresente una oportunidad. Cada Nacin tiene su impronta, SU PERSONALIDAD, "suNacionalismo peculiar". Por eso resulta una triste ingenuidad, por no decir TRAICION, tratar detransplantar nacionalismos exitosos a una Nacin distinta para la que fue creado. All fracasara.

    La Nacin posee un cuerpo fsico: el territorio o "pas" poblado por seres conformados por eserededor o geografa.

    Tiene un Espritu: La Tradicin histrica. Una Psicologa: la Estirpe. Una memoria colectiva: loshechos histricos. Y una Mente: el Estado.

    El Nacionalismo es la nica fuerza que, transformada en gobierno, puede utilizar la "vida" latenteen ese "ser comunitario" organizndolo y transformndolo en una totalidad dinmica,proporcionndole ideas y metas capaces de unir a todos los individuos, clulas del cuerponacional, que pueblan el pas. Superando sus diferencias e intereses, los eleva. Trascendiendo elmero con vivir socio-econmico y superando las rencillas de clase, casta, riqueza religin ypoltica, que emergen necesariamente, como una enfermedad, en toda nacin que desprecia laley natural del Nacionalismo, transforma el pueblo antes catico, en Estado nacional, en "Estadoen forma". El Nacionalismo es el aglutinante imprescindible para que una Nacin sea tal y comotal viva. Sin Nacionalismo slo existe descomposicin, necrosis y anarqua en los rganos einstituciones de un pueblo. Tal como un ser humano sin cerebro y alma, sin glbulos blancos y sindefensas, es destruido por los microbios...

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    21/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    El Nacionalismo, es disciplina del alma y del cuerpo, que "pone en forma al Estado" elevndolo a"Mente Nacional".

    LA IDEOLOGIA, EL PARTIDO POLITICO Y LAS CLASES.

    A causa de estas caractersticas naturales, necesarias en s mismas para la vida del "sernacional", el Nacionalismo no es una ideologa. Estas, artificialmente construidas sobreentelequias y sofismas, tratan de amoldar el "ser nacional" a sus caprichos e invenciones. Las"ideologas" son construcciones de la mente humana, generalmente nacidas de egosmos,apetitos o utopas contranatura, que al ser impuestas por el "vendedor de ideas" y por lapropaganda masiva y la educacin partidista, destruyen justamente aquello que queranapropiarse y gobernar: la Nacin.

    Los partidos polticos, todos ellos construidos sobre artificios, son la negacin misma de lo natural.La Nacin es hija de la Naturaleza. Es el estadio moderno de la evolucin poltica. Slo sersuperado, por la universalizacin futura etapa- que tiende a transformar la tierra toda -ser

    inconsciente an- en una personalidad comunitaria, forjada justamente por la unidad de todas ycada una de las Naciones del planeta. Nada ms lejos del principio natural de la evolucin de lasComunidades, que el internacionalismo aptrida e ideolgico, propuesto por los cientficos delmaterialismo. El internacionalismo -como toda Ideologa de laboratorio- se impone a la fuerza,destruyendo a los pueblos, dispersndolos, eliminando a muchos hombres tiles so pretexto deuna inventada y malignamente aprovechada lucha de clases.

    La clase econmica es un subproducto de la "Ideologa" liberal. Es por tanto, consecuenciapatolgica de una aberracin antinatural surgida de la falacia de Rousseau. La nica clase quetolera una Nacin es la de la Nacin misma, porque todos sus hombres la forman como clulasvivas de su cuerpo comunitario. (Una sola clase: la chilena).

    El Nacionalismo es, adems, una fuerza dinmica en evolucin permanente. Las que hoyconsideramos "naciones" suelen ser slo "partes" de una gran y nica nacionalidad, oculta por lasfalacias histricas de las "'ideologas" partidistas. Ejemplo: la Nacin chilena, parte de una GranNacionalidad Iberoamericana.

    Pero, an quedara corta esa "nacionalidad restringida" si, olvidando sus orgenes, no reivindicara"cultura y estirpe" y, saltando por encima de lo meramente geogrfico y material, no incluyera aFilipinas, Espaa y Portugal, lmites orientales y occidentales de un solo mbito tnico, metafsicoy cultural.

    Es as como el Nacionalismo, "principio de las naciones, "entes existenciales e histricos", superasus propias limitaciones y aparentes contradicciones y salta, de unin en unin, a la Universalidad.

    El nacionalismo fronterizo 'les una sandez% segn expresin de Jos Antonio Primo de Rivera.Pero es indiscutible que sin empezar por el "nacionalismo" Piamonts, Prusiano o Castellano, nose habran hecho Italia, el Imperio Alemn, Espaa y por ende la Comunidad Iberoamericana deNaciones.

    El Nacionalismo es embrin de Imperio. El Imperialismo es enfermedad, soberbia, degeneracin,"ideolgica" de una actitud vivencial. Es la vejez, la arteriosclorosis de las nacionalidades, nunca"imperio", que es juventud y creacin espiritual.

    Dice Kohn que el Nacionalismo, como las religiones, "puede presentar muchas y diversas formas"y eso lo podemos probar contemporneamente.

    Gandhl e Hitler fueron nacionalistas Mussolini y Tito tambin lo fueron, y siendo enemigos"ideolgicos" y de guerra, no titube el ltimo en copiar los principios -del primero. Sukarno, Ho-

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    22/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clChi-Minh, Chiang Kai Chek, y Mao, fueron o son nacionalistas, a su modo. Aprovechando demanera diferente el enfrentamiento de los imperialismos japons, britnico, francs, holands,yanqui y ruso hicieron nacer o morir sus naciones, demostrando histricamente que elNacionalismo es mltiple y universal y que nada tiene que ver con las "ideologas partidistas".

    No menospreciemos el Nacionalismo llamndolo "estado de nimo", "sentimiento", cuando, atravs de los tiempos vemos que Dios mismo borda con smbolos matemticos, desde elhombreclan, pasando por el hombre-tribu y el hombre-pueblo, hasta el hombre-imperio, toda lahistoria con el hilo rojinegro de las nacionalidades.

    El nacionalismo es naturaleza, vida; y la vida; es ciencia, matemtica, sin dejar de ser poesa eintuicin.

    PUEBLO Y COMUNIDAD ARMADA

    Se me pregunta -en este contexto y respecto a Chile -qu son las Fuerzas Armadas y qu el

    Pueblo.

    El Pueblo es la Comunidad Nacional Viviente. Sobre su base -y slo sobre ella como totalidaddeben edificarse las comunidades bsicas, comunidad social, comunidad econmica, comunidadpoltica, comunidad armada, etc. El pueblo debe organizarse para ser Nacin.

    En cuanto a la Comunidad Armada -o Fuerzas Armadas- es aquella organizacin de vocacionesnacionales que ocupa la primera lnea -o lnea misional- en la defensa de la vida nacional integral.No est, como pretenden "doctrinas" o "ideologas" partidistas, al servicio de "la constitucin",cuerpo d leyes circunstanciales, emergidas de las "ideologas" de moda, dictadas por el caprichode tericos de oficina, y en el mejor de los casos, productos de la necesidad.

    La Comunidad Armada debe velar, sobre todo otro inters, por la vida de la Nacin. LaConstitucin, es solo una herramienta para construir el bien comn. Si se gasta o mella debe sercambiada. En la poca actual acabamos de vivir una paradoja. La Vida Nacional era divididanegada- desde la propia Constitucin pluralista. La tesis Nacionalista es clara y rotunda: lospartidos polticos y sus "ideologas" son una enfermedad mortal, un cncer -que conduce a laparlisis, al caos y a la muerte de la Nacin. Prueba de ello es la recin pasada polarizacinpoltica de Chile.

    CHILE ES UN TODO.... Y NO UNA REPARTIJA ENTRE PARTIDOS

    Y slo a ese "todo" es al que debe lealtad toda fuerza no contagiada con el carcinoma partidista.

    La comunidad armada no puede ser pluralista -so pena de mercenaria. Ella slo puede serintegralmente Nacional.

    EL ESTADO NACIONAL

    Definimos al Estado Nacionalista como Estado de Comunidad Nacional y agregamos que eseEstado ha de ser a la medida del hombre. Aqu emerge otra de las virtudes del Estado Nacional.Est constituida por los millones de clulas hombres que lo pueblan... y esas clulas poseen taldimensionalidad personal que, enraizndose cada una de ellas en lo misterioso-telrico, en lotradicional de la estirpe y en lo cultural de sus razas progenitoras, se elevan a la vez, con susmentes y espritus, a los campos de la cultura csmica y de la trascendencia infinita.

    El Estado Nacionalista, al dar cabida holgada y justa, precisa, a cada "clula-pueblo", cobradimensiones que superan y sublimizan todas las estrecheces del estado liberal o de su lgica

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    23/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clresultante, el estado marxista. Deja de ser crcel, cdigo, ley, imposicin, ideologa, paratransformarse en bajel que, proa al futuro, navega la vida en rutas de misin.

    El hombre ya no es un nmero, ya no un carnet y una tarjeta electoral esclavizada al partido; sinoun patriota, un constructor de la existencia nacional. La economa, la poltica, no se rigen ya porleyes inventadas por los doctrinarios, sino por principios de sano y til convivir. En cada caso seexamina el problema tal cual ste es y se le aplica la adecuada, justa y precisa solucin tcnica.

    El imperio de las doctrinas-falacias y deseos muere. Emerge el imperio de la verdad, aplicando larealidad.

    Hans Kohn sostiene que "el Nacionalismo es un Estado de nimo", en el cual el individuo sienteque debe su lealtad suprema al estado nacional". Agrega: "Como la Religin, el Nacionalismopuede presentar muchas y diversas formas". Y es verdad. Cuando el Nacionalismo se queda en lo"estatal" en esa fra construccin mercantil o marxista, en ese "Leviatan" o demonio devorador quees el Estado Totalitario Materialista, el Nacionalismo resulta como una "religin del Estado" comouna "sandez": se transforma en el "Estado vasco", o en la "Patria catalana", cuando es

    minusvalente; o en la "raza superior" del paganismo, cuando subiendo a tonos de epopeyadiablica se metamorfosea fasticamente en nacismo.

    Donde se equivoca Kohn es al confundir al Nacionalismo con el "sentimiento" latente en cadanacin. El Nacionalismo es el rgano director y disciplinador de ese sentido; es la tcnica que lotransforma en fuerza til. Por tanto no puede tal organismo motor ser "un simple estado denimo", menos que con este concepto manejado por el autor desde un punto de vista materialistay despectivo, se quiera referir a una mstica.

    Prueba todo lo anterior que el Nacionalismo es una fuerza viva. Y o igual que todas ellas plantas,animales, hombres, naciones, culturas - nace, crece, se expande, envejece y muere.

    Ha dicho Maurrs:

    "El Nacionalismo es la salvaguarda debida a todos aquellos tesoros que pueden estaramenazados, sin que un ejercito extranjero haya pasado la frontera; sin que el territorio estfsicamente invadido. Defiende a la Nacin contra el extranjero del interior". Y concordamos conello.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    24/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    La muerte de un hidalgo:Don LUIS CARRERO BLANCO

    Por JULIO FERNNDEZTERMINI.

    Poco antes de la reciente Navidad fue asesinado en la capital de la Madre Patria don Luis CarreroBlanco, 70 aos, casado, catlico, padre de tres oficiales de la Armada espaola y marino elmismo. Jefe del Gobierno espaol desde el 9 de junio recin pasado. Sus matadores fueron ungrupo de separatistas vascos encabezados (sarcsticamente) por un vasco terrorista de apellidotan poco vasco como el de Prez. Exquisita verificacin de la incoherencia de aquellosseparatistas que quieren independizarse por aquello de la "pureza de la raza", de que habl en sutiempo ese tan profundo como conocido pensador que se llam Sabino... ah, s, Sabino Arana.Sus seguidores, estos separatistas que pretenden llamarse a s mismos "nacionalistas"

    (prostituyendo de peso un vocablo tan caro a nuestros afectos), han optado hace ya bastantetiempo por el terrorismo, la forma ms cobarde de la violencia" como alguna vez hemos dicho enestas mismas pginas: inaceptable para los hombres enteros que saben, s, recurrir a la violenciacomo ltimo recurso para defender aquello cuya defensa es irrenunciable (Dios, Patria, Hogar,Honor), pero que saben tambin que ello es slo posible con la visera levantada, con nombre yapellido, "cara a cara y pecho al frente" como dice nuestra cancin como lo hizo nuestra juventudchilena durante estos ltimos dos aos, como lo hicieron nuestras Fuerzas Armadas el 11 deSeptiembre, como lo hicieron las juventudes espaolas y las fuerzas armadas de la Madre Patriaen ese terrible ao 1936.

    Mataron a un hombre importante, s, pero es muy improbable que la villana les sirva para algo,como no sea para desnudarse ticamente ante la faz del mundo. Hasta los componentes del

    fantasmal y sedicente "gobierno vasco en el exilio" encabezado por Leizoala Snchez (otroapellido castellano pesando sobre los hombros de un separatista vasco), han expresado surepulsa hacia el hecho abominable. Hasta la prensa marxista o filo-marxista de Europa haindicado que ese crimen "no es til" a la causa de la revolucin, estigmatizndolo as con la peorrepulsa desde el punto de vista de la moral comunista para la cual es nefasto aquello que no sirvea esa revolucin.

    Este fracaso era perfectamente previsible para cualquiera con una visin objetiva del campopoltico espaol. En ste no tienen realmente fuerza sino aquellos que, en una u otra forma,representan la continuacin de las ideas y sentimientos del 18 de julio del 36, entre los que no secuentan los democristianos, los marxistas, ni los progresistas, ni otros compaeros de ruta; lospropios anarquistas han desaparecido segn propia confesin de uno de sus hombres ms

    importantes. Dentro del gran consenso nacional que personifica Franco; las principales fuerzas otendencias en mutuo equilibrado dinmico son la oficialmente desaparecida, pero vitalmentevigente Falange, la alta tecnocracia del Opus Dei y las Fuerzas Armadas como cuerpo orgnico.Si el desaparecido Jefe del Gobierno hubiera estado adscrito a una de esas fuerzas, su asesinatopodra haber sido el fulminante de una explosin de violencia poltica de unas contra otras, peroes el caso que todas ellas le tenan especial consideracin como reflejo de su adhesin y lealtad aFranco. Todas ellas en conjunto, por lo tanto, se sienten heridas y agredidas desde afuera, y lonatural es que reaccionen ms bien unitariamente contra los que pretenden dividirlas a ellas y a lapropia nacin, que con su sangre o su esfuerzo han conservado Una: Grande y Libre.

    Complicar esta muerte la eventual sucesin del Caudillo? Dar esto por sentado equivaldra asuponer que el sistema poltico espaol no ha evolucionado desde 1936 y sigue siendo elesquema que hubo que improvisar ante las exigencias de la guerra civil; equivaldra a ignorar noslo su evolucin, sino tambin las muestras de fortaleza que ha dado en ocasiones ms difcilesque ahora: manteniendo su neutralidad durante la hecatombe de la II Guerra Mundial, soportando

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    25/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clluego el bloqueo diplomtico y econmico de las potencias triunfantes en esa carnicera;produciendo su milagro econmico sin Plan Marshall ni Mercado Comn Europeo. El rgimenespaol es hoy da un organismo sano que no da muestras de debilidad ni resquebrajamiento, nisenilidad, a pesar de los naturales alejamientos de instituciones que, como la Iglesia (dadas lafirmeza del rgimen y la tranquilidad social y poltica "consuetudinaria", desconocida en Espaadesde hace un par de siglos), pueden darse el lujo de soltar de a poco las amarras que alguna vezlos unieron por razones de mutua supervivencia.

    Los mejores analistas internacionales, pro o anti Franco, son bastante unnimes en considerarque nada importante resultar de la muerte del almirante Carrero y que las dificultades, msmenores que mayores, que sucedan a la muerte del Caudillo, no se vern aumentadas (nidisminuidas) por el desaparecimiento de quien fue durante algn tiempo su mano derecha, peroen ningn caso su heredero poltico.

    Por lo dems, hemos visto pocos das despus como Arias Navarro ha sucedido en la Jefatura delGobierno al asesinado almirante, sin una huella siquiera de solucin de continuidad, siendorecibido con beneplcito tanto por las distintas fuerzas polticas a que nos referamos lneas atrs,

    como por los crculos internacionales an alejados fsica y polticamente de la Espaa de Franco.Para bien o para mal (y personalmente creo que para bien), nada ha cambiado en Espaa con elasesinato de ese hombre honesto que fue don Luis Carrero Blanco y las reglas del Juego siguensiendo las mismas, que propuso Franco y que fueron multitudinariamente refrendadas por elpueblo espaol en las ocasiones en que aqul solicit este refrendo.

    El gravsimo error cometido por esos alienados terroristas vascos fue el de haberse inmovilizadoen la historia, creyendo que todava Espaa era ese caos de 1936, donde el asesinato de CalvoSotelo pudo ser el fulminante de la guerra civil. Error gravsimo y sin embargo comprensible, porcuanto los terroristas, como todos los asesinos, son a menudos hbiles y astutos, pero nuncainteligentes. No a la Diosa Razn, sino a su prima hermana, la imbecilidad, sacrificaron esosvalentones a un hombre bueno, de misa y comunin diarias, de moralidad probada a lo largo de

    numerosos aos de servicio pblico en las esferas del poder, sin que nunca la sombra de unaincorreccin le fuera achacada ni siquiera en los mentideros de esa gran urbe en que se hatransformado Madrid. Un hombre al que no odiaban ni los ms furibundos antifranquistasespaoles y, estoy seguro, ni tan siquiera esos terroristas cortos de sesos.

    El nico "mrito" que podra ostentar este acto terrorista sera el de haber sabido golpear en elpropio corazn humano del Caudillo, pues el muerto era un amigo viejo y entraable. Ya muertosla inmensa mayora de sus generales de la guerra civil (la mayora de ellos coroneles ycomandantes en 1936), Carrero Blanco, era uno de los pocos supervivientes de aquella pocaterrible y gloriosa: mantenedor de una antigua y continua amistad con el Generalsimo.

    El primer contacto de estos dos hombres se haba producido en marzo de 1925, a bordo del

    guardacosta Arcila, frente a la costa marroqu de Alczarseguer. Eran los tiempos de la guerracontra Abd-el-Krin, el magnfico caudillo moro que haba derrotado a Espaa en Annual el ao 21.Estaba en desarrollo la campaa que habra de culminar seis meses despus con el desembarcoen Alhucemas, y haba que practicar en vivo y demostrar la factibilidad de la maniobra dedesembarco frente a un enemigo bravo y bien armado, maniobra desacreditada entonces por elfracaso aliado en Gallpoli frente a los turcos en la I Guerra Mundial. El entonces coronel Francodiriga la vanguardia del desembarco en fuerza en Alczarseguer y el entonces alfrez de navo leofreci un desayuno marinero de sopa de migas. Hasta muchos aos despus, ambos recordabanque Franco haba respondido: "Siempre entro en combate en ayunas", buena precaucin paraquien, como Franco conoca personalmente la experiencia de recibir un balazo en el estmago.

    Luego de la actuacin de ambos hombres, encuadrados en la ms poderosa fuerza utilizada hastaentonces en una guerra colonial, en el desembarco y toma de Alhucemas en septiembre de 1925,sus rutas se separaron por algn tiempo. Carrero Blanco cursa la especialidad de submarinista y

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    26/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clasume la comandancia del B-5, luego de ascender a teniente de navo. Ms su espritu estudiosoy su alta capacidad intelectual lo llevan a optar por nuevos estudios, los que lleva a cabo en laEscuela Naval de Guerra de la repblica francesa, en Pars, a donde se traslada el ao 1932. Allse encuentra cuando, en 1933, Franco es nombrado comandante general de las Islas Baleares. Elestado defensivo de aquellas islas era calamitoso, como tantas cosas en la Espaa de esos das,y Franco decide emprender su reforzamiento y el estudio de un plan detallado de defensa. Comopaso previo necesitaba la asesora y apoyo de un experto en estos asuntos, por lo que solicit, elenvo o el contacto de alguien con las calificaciones necesarias. El nombre que se le di al yageneral Franco fue el del joven estudiante de la Escuela de Guerra Naval de Francia. Enrespuesta a las peticiones del comandante general de Baleares, el teniente Carrero le envi uninforme preparado personalmente por l, con un cmulo impresionante de informacin tcnica,mucha de ella reservada, que motiv la admiracin inmediata de Franco. Ya en su carta deagradecimiento, el general trata al joven teniente de "mi querido amigo y compaero", en seal deafecto y reconocimiento. Los planes desarrollados por Franco en base a este informe seran en sutiempo utilsimos a los nacionales alzados en Mallorca en 1936... y a los republicanosencastillados en Menorca, como que uno de sus puntos principales fue el artillado de la base deMahn que permanecera en manos del "gobierno" de Azaa hasta el fin, de la guerra.

    En 1936, nuevo encuentro entre los dos hombres. La escuadra espaola, que tan importantepapel tena destinado en los planes del Alzamiento, visita en mayo las Islas Canarias, donde sehalla ahora el ya general de divisin don Francisco Franco Bahamonde, como comandantegeneral en una especie de destierro honorfico decretado por el gobierno del Frente Popular. Entrelos oficiales que bajan a tierra y que casi secuestran a Franco para comenzar desde ya el ansiadolevantamiento, se encuentra el ya capitn de corbeta Carrero Blanco.

    De vuelta de la gira a Canarias, Carrero pasa a desempear en Madrid una ctedra de la EscuelaNaval, cargo y lugar en que lo sorprende el fracasado alzamiento en la capital de Espaa.Refugiado en la Embajada de Mxico, logra despus de algn tiempo pasar a Francia y de all a lazona nacional, donde se encuadra de inmediato entre las fuerzas que dirige su amigo Franco.

    Luego de un periodo en que desempea el papel de enlace naval del general Dvila, jefe delEjrcito del Norte, luego de la muerte de don Emilio Mola, pasa a la comandancia, primero, delflamante submarino General Sanjurjo (el ex Archimede cedido por Italia) y enseguida deldestructor Huesca, ex Poerio. El final de la guerra lo sorprende en un nuevo cargo, el de Jefe delEstado Mayor de la divisin de cruceros formada por el casi flamante Canarias, el antiguoCervera, y el renqueante Navarra ex Repblica ex Reina Mara Cristina. La vida guerrera deCarrero Blanco, iniciada a sus veintids aos frente a Alczarseguer, ha terminado; no as su vidamilitar por cuanto por algn tiempo contina como Jefe de Operaciones del E. M. de la Armada.

    Hasta que el ao 51, terminado el bloqueo diplomtico de Espaa ordenado, como recordbamospor los vencedores en la II Guerra Mundial (orden acatada humildemente por innumerables pasessoberanos, entre ellos el nuestro), Franco decide liberalizar su rgimen, llamando a colaborar con

    l, entre otros hombres jvenes y de mentalidad abierta, a su amigo el capitn de navo CarreroBlanco, en un cargo clave, aunque aparentemente administrativo: Subsecretario de la Presidenciadel Gobierno, es decir adjunto a las rdenes directas del Caudillo. Los aos se han sucedido yhemos podido, desde lejos, admirar el "milagro espaol". A lo largo de ellos, la mano serena y lealdel almirante Carrero ha sido la ejecutora callada de la inspiracin de Franco en todos y cada unode los gabinetes que se han ido sucediendo con pausa y seguridad bajo la Jefatura de Franco,elevando el nivel econmico, tecnolgico, administrativo e incluso intelectual de la Madre Patria.

    En septiembre del 67, el almirante Carrero sucede en el cargo de Vicepresidente del gobierno aaqul gran soldado espaol que se llam Agustn Muoz Grandes y finalmente, en junio delreciente ao 1973, corona su carrera de servicio poltico al ser nombrado Jefe del gobiernoespaol en reemplazo de Franco que conserva la Jefatura del Estado.

    Luego de los gestos excesivos (hizo muy pocos discursos, conocedor seguramente de la notablelimitacin de la retrica militar), desde su tumba debe ser el primer sorprendido por el ex abrupto

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    27/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.clde su asesinato. Dentro de su bonhoma le ser imposible, an a la vera del buen. Dios,comprender la imbecilidad de aquellos terroristas que creyeron destruir la nacin en su persona.

    Dios, que escribe derecho con letras torcidas, sabr conservar para Espaa. la paz y felicidad quepara ella soaron, conquistaron y conservaron hombres como Jos Antonio, Franco o,humildemente, Luis Carrero Blanco, desde ahora y por siempre "Presente' entre los luceros.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    28/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl

    De las proposiciones

    A LAS COMUNIDADES DE LA NACIN.

    Hemos credo necesario dar a conocer nuevamente el texto "De las Proposiciones a lasComunidades de la Nacin", elaborado y publicado el ao 1969 (Forja N 6).

    En l est lo medular de una doctrina que partiendo de la escuela corporativa propende a ladescentralizacin del Estado en Comunidades bsicas a travs de organismos connaturales alhombre. Ya hemos dicho desde estas pginas, cmo esta esencia supera a la liberal, de lo cual senutren diversos partidos polticos chilenos, como asimismo a la escuela socialista, a la cual estadscrito el marxismo

    Publicamos estas proposiciones, debido a las reiteradas consultas que se hacen a nuestraDireccin.

    ***

    * El hombre es un ser portador de valores trascendentes. De la trascendencia emanan laJerarqua, los derechos y los deberes de los hombres y las comunidades.

    * La trascendencia se expresa en la historia a travs de las manifestaciones de la cultura.

    * Jerarqua es un principio que operando en funcin de valores, posibilita la integracin,ordenacin y dinamizacin del proceso histrico de un pueblo.

    * Historia es el mbito de realizacin de las generaciones y los pueblos.

    * Generacin es un grupo de hombres hermanados por el espritu y el tiempo, que son Intrpretesde una poca. Toda generacin aporta un pensamiento o un matiz nuevo al pensamiento de lacomunidad.

    * Cultura es la expresin de la autenticidad de un pueblo en el enfrentamiento consigo mismo, lasociedad, la historia y el universo todo. La cultura se manifiesta fundamentalmente en lo tico, loreligioso, lo filosfico, lo cientfico y lo artstico.

    * Trascendencia y cultura proporcionan al hombre un mbito de vida e Impregnan todas lasmanifestaciones de los sistemas de convivencia en que se desarrollan.

    * Entendemos al Estado como la institucionalizacin de los sistemas de convivencia y a la teoradel Estado como proposiciones concretas de convivencia poltica.

    * Los sistemas le convivencia y el Estado para justificarse, deben posibilitar el proceso de creacinde la cultura, reconocer la jerarqua y permitir la realizacin del hombre.

    * Por ser el hombre un ser histrico, existe la posibilidad de que todo sistema de convivencia oEstado no cumpla con estas tareas fundamentales. En tal momento el sistema pierde sulegitimidad y en tal carencia de legitimidad radica el derecho a la rebelin de los pueblos.

    * Al proceso de creacin de una nueva cultura que sea base y fundamento de un nuevo sistemade convivencia y Estado, llamamos revolucin.

  • 7/27/2019 Forja 21 - Sept. 1973

    29/64

    evista FORJAEdicin digitalizada para www.mrns.cl* El autntico proceso revolucionario del pueblo comienza con la revolucin del hombre quesignifica un reencuentro del hombre con los valores que le son propios.

    * El hombre nuevo ha de ser esencialmente tico y creador. La norma de vida del hombre nuevono es una ideologa, sino un Estilo.

    Estilo, es va de realizacin en lo trascendente.

    * El Estado que nos rige ha devenido injusto en cuanto no ha permitido la realizacin del hombre,ha falseado la autoridad y la jerarqua y no ha logrado posibilitar una cultura.

    * El desajuste es de tal naturaleza que ni siquiera existe correlacin entre el sistema de vidaImperante y el Estado, el cual se ha reducido por tanto a una mera frmula jurdica: la democracialiberal.

    * Reformistas, son aqullos que pretenden ajustar el Estado al sistema de convivencia imperante.

    * Nosotros creemos en la creacin de una nueva cultura, en la jerarqua y en la realizacin delhombre.

    * Nuestra Proposicin concreta de convivencia para esta poca es la que emana de la Doctrina delas Comunidades.

    Esta forma de convivencia se institucionaliza en lo que llamamos Estado de Comunidad Nacional.

    * El hombre a partir de su esencia ha de participar orgnicamente en la definicin y creacin de laconvivencia. A travs del proceso del convivir se crea la comunidad.

    * El proceso del convivir determina funciones en la comunidad. Estas funciones deben posibilitar la

    realizacin individual y social del hombre.

    * Las funciones generan organismos que son expresin de actividades connaturales al hombre:

    La funcin social genera la F