FIESTAS DE LA CIUDAD MARINERA

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EL DÍA DIARIO INDEPENDIENTE DE LA MAÑANA Empresa: «Herederos de Leoncio Rodríguez» Editor: JOSÉ RODRÍGUEZ RAMÍREZ "~*~ Director: JOSÉ MANUEL DE PABLOS COELLO Dirección, Redacción, Relaciones Públicas, Administración, Talleres e Impresión Avenida Buenos Aires, 71, Santa Cruz de Tenerife. Número 14.238. Año XLVII Teléfonos: (922)21.10.00 (8 líneas) Apartado de Correos, 97. Télex: 92.184. Diao E. Depósito legal Tf 32 1958. Franqueo Concertado: 38 2. Delegación en el Puerto de la Cruz, Edificio Victoria Ventoso C, 501, Polígono El Tejar. Teléfono: (922)38.03.25. Delega ción en La Palma: Santa Cruz, Calle Real, 44 1°-7 a . Teléfono: 1922)41 26 00. Redacción en Las Palmas: Paseo Tomás Mo rales, 3 4". P 11, Edificio Cristal. Teléfono: (928)36.65.29. Téiex: 95.456 Diao E (Las Palmas) Servicios informativos: Efe, Colpisa, Off the Record, Recopress, Mencheta. EN PUNTA EL DÍA, Tenerife, domingo, 12 de mayo de 1985 Pentagrama social E N 1944 yo esta- ba en Vene- zuela con toda mi familia. Fui nombrado Comisario de Averías de una im- portante empresa de seguros marítimos, y en un merequetén en la isla griega Samos, en el mar Egeo, parte del Mediterráneo en- tre Grecia y Asia Me- nor, Dodecaneso, las Cicladas y patria de Teseo, me cayó en suerte ejercer mi pro- fesión. Teseo se mató arrojándose al mar por creer que su hijo había muerto en la lu- cha con el Minotauro, .monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre, fruto de la unión de un toro con Pansífae, esposa de Minos. Encerrado en un la- berinto construido por Minos, alimentábase de carne humana. He mencionado a Samos, patria del filósofo griego Epicuro (341 años a. de J.C.), y mu- rió en Atenas (271 años a. de J.C.). Fun- en el año 306 (a. de J.C. en Atenas,), una Escuela filosófica pro- pia llamada «El jardín de Epicuro». De sus escritos se han con- servado sólo frag- mentos. Epicureismo: siste- ma filosófico enseña- do por Epicuro de Ate- nas y seguido después por otros filósofos. Di- vidió la Filosofía en tres partes: canónica (lógica, la teoría del conocimiento), física y ética. Para él, la base de todo conocimiento es la evidencia de la percepción sensual; todas las percepciones son verdaderas e irre- futales. En Física, Epi- curo coincidía con De- mócrito, fundador de la teoría atómica; en Etica seguía a los cire- naicos, afirmando que el placer es el objetivo de la vida y la única felicidad; en el len- guaje moderno, «epi- cureismo» supone una entrega absoluta a los goces sensuales y más prácticamente los de la mesa. Refinado egoísmo que busca el placer exento de todo dolor, según doctrina de Epicuro. La nota más aguda del pentagrama social es la renglonadura formada por cinco rectas paralelas y equidistantes, sobre la cual se escribe la mú- sica. Miguel Borges Salas AmeriGanarias De los palos guanches a las claves cubanas (i) El grabado de Torriani sobre los aborígenes canarios L OTHAR SIEMENS, en su clasificación de instrumentos abo- rígenes canarios (apéndices a la «Historia General de las Is- las Canarias», Tomo I, de Agustín Millares Torres), cita en- tre los idiófonos directos de entrechoque los palos entre- chocados en las danzas de competición. El considera, partiendo del conocido grabado de Torriani, que el denominado juego del pa- lo, tal y como lo describe el cronista Sedeño, también cumplía una funcionalidad de danza, no estrictamente deportiva o competitiva. Se basa para esta deducción en «la excesiva separación de los con- tendientes» que enarbolan palos en el grabado de Torriani. También por testimonios de Abreu Galindo, en lo que se re- fiere a la isla palmera, está de- mostrada la existencia de los palos entrechocados como ins- trumentos de sonido en las danzas de nuestros aborígenes. Idiófonos que, como se sabe, fueron patrimonio de los pue- blos primitivos de los cinco continentes. Como ha señalado Montan- don, «Los bastoncitos entrecho- cantes son propios del segundo ciclo de culturas, el llamado ciclo del bumerang, posterior al ciclo primitivo o de los tasma- nios, donde no se sabe que exis- tieran instrumentos musicales de ninguna clase». El hallazgo de dos parejas de bumerangs en La Palma, que cita Siemens, vienen a confirmar el juicio de Montandon. El paso de la sonoridad de las manos (de la que también hablan los cronistas con res- pecto a nuestros aborígenes) a la propiamente instrumental, viene perfectamente explicado con lo que nos dicen autores co- mo Coeuroy y Schaeffher («El jazz»): «Los instrumentos de percusión, como las herramien- tas del obrero, no fueron sino la prolongación exterior de sus miembros corporales». En anti- guos grabados egipcios, corres- pondientes al Imperio Medio, pueden verse unos crótalos en forma de manos en los extre- mos, para ser percutidas en los aplausos o palmeos. La frase de Abreu Galindo, que también re- coge Marín y Cubas, es igual- mente reveladora en este senti- do: «que al mismo tiempo ha- cen el son y compás de pies y manos». Descendientes de estos palos de entrechoque son las claves cubanas, que también son de frecuente uso en Canarias, muy especialmente en La Palma. Y no porque vengan por línea di- recta, en uno y otro caso, de los palos o bastones primitivos, si- no más bien debido a creacio- nes y trasculturaciones recien- tes, como ha demostrado Fer- nando Ortiz en su indispensa- ble ensayo «La clave xilofónica de la música cubana». VENDEDORES Precisa firma distribuidora de automóviles con marcas de máxima venta. Dedicación plena o media jornada. Remuneración: Comisiones. Interesados dirigirse por escrito acompañando currí- Dice el maestro Ortiz que la clave de la música cubana na- ció en La Habana, en un re- cuerdo espontáneo de los pali- tos sonoros de los esclavos ne- gros de África y de las tejoletas de los galeotes blancos de An- dalucía, facilitado, sin duda, por la abundancia de claves en el arsenal, donde negros y blancos juntaban sus afanes, sus labores y sus penas, y por la parvedad de sus instrumen- tos, propia de sus vidas de mi- seria en la servidumbre. Para el gran etnógrafo y folklorista cubano, la clave no es otra cosa que los palitos o clavijas de ma- dera dura torneada que se usa- ban para el ensamblaje de los maderos de las naves, emplea- dos en estas tareas por su ca- rácter incorruptible en el agua y porque «se incorporaban» bien. Esta tesis del maestro Ortiz ha sido generalmente aceptada por Alejo Carpentier y otros es- tudiosos de la música cubana. Con relación a Canarias, está claro que las claves, en su con- figuración cubana, fueron traí- das a las islas por nuestros emi- grantes. Hoy son un instrumen- to de percusión inevitable en parrandas y agrupaciones fol- klóricas. Y además de La Pal- ma, donde suenan en puntos cubanos y décimas guajiras, las hemos visto tocar en Lanzaro- te, concretamente acompañan- do en contrapunto nada menos que las seguidillas conejeras, como nos mostrase reciente- mente Fefo García C orujo en el programa «Tenderete». Sin embargo, los datos que maneja Fernando Ortiz con res- pecto a Canarias no son autén- ticos. Y su error se debe a la mala información que tuvo G. Knosp en su capítulo dedicado a «Les Isles Canaries», de la «Histoire de la Musique» (Vol. V, p. 3.241). Este curioso y casi desconocido suceso lo vamos a analizar en un próximo artícu- lo, üoraue va el espacio se nos Temas isleños XV| Fiestas de la ciudad marinera H ASTA el próximo 1 de junio, Santa Cruz de Tenerife celebrará sus tradicionales Fiestas de Mayo. Hasta entonces, toda una serie de actos culturales y musicales, exposiciones y pre- sentación de libros, deportivos y de otras índoles, serán prólo- go del homenaje que, en la pla- za de España, se rendirá a la Bandera de España con motivo del bicentenario de su crea- ción. Como siempre, Santa Cruz de Tenerife tiene música en los árboles y, también como siem- pre, el aire está lleno de sonri- sas. Sobre las piedras llenas de siglos y de soles, campanas que repican alborozadas de gloria en lo que antes fue la santa so- ledad del campo. Santa Cruz es ciudad abierta a todas las emociones marine- ras, a la policromía de todas las banderas que cantan al aire de la mar. En años idos, los remos destrozaban el agua todavía dormida y, con cuchilladas de plata , la despertaban; enton- ces bien comprendimos que el alma embellece cuanto toca y, también, esa alegría de la mar de aurora —mar de plata— que, con la de la siesta y la tarde, siempre llegó, llega y llegará, a los hombres de corazón senci- llo. Don Francisco Martínez Vie- ra escribió en su «El antiguo Santa Cruz» que en 1854 co- menzaron los festejos de la Cruz, festejos «que consistieron ese año en luchas canarias, ce- lebradas en los bajos del excon- vento de San Francisco; en re- gatas de lanchas, carreras de burros, riñas de gallos, pandor- ga, elevación de globos, carre- ras de sortijas a caballo, baile y música. Ade más se llevó a ca- bo una interesante feria duran- te los próximos cinco días del mes de mayo y cuyas casetas se habían instalado en la plaza de la Constitución, que lucía magnífico decorado y espléndi- da iluminaciGn». Bajo los dardos del sol, la ciudad celebró su festividad de la Cruz y, ya en 1836, el Pen- dón de la Ciudad fue acompa- ñado en la procesión cívica por la Corporación Municipal en pleno, gobernador civil, banda de música y un piquete del ba- tallGn provincial. Las guitarras cantaban y encantaban en las calles marineras de la ciudad que, ya en mayo de 1867, ce- Iebr6 la primera procesión de la Cruz de la Conquista que, di- ce el señor Martínez Viera, sa- lió «por la tarde de la ermita de San Telmo, limitando su reco- rrido a las calles de aquel popu- loso barrio, que estaban enga- lanadas. Por la noche hubo pa- seo y música en la plaza de la ermita, quemándose diversos fuegos artificiales. La Cruz se hallaba depositada en el Hospi- tal Provincial de Nuestra Seño- ra de los Desamparados, siendo trasladada a la ermita de San Telmo, desde donde era lleva- da en procesión a la iglesia matriz». Con esta fiesta de la Cruz, otras —la del Pilar, del Cristo de los Dolores, verbenas de la Cruz de San Agustín por «La muralla», fiestas de la Virgen de Regla y la marinera de San Juan— se celebraron ante un horizonte pintado de velas y humos, en la ciudad que bebía todo el azul del cielo y el de to- da la mar. En aquellos años, dos torres —las de las iglesias de la Con- cepción y San Francisco— se elevaban para clavar el viento y la brisa de la mar. Hoy, otros edificios compiten con ellas pe- ro, como siempre, las dos to- rres nos traen evocaciones fe- cundas, de las que vienen en- vueltas en poesía viva, de las que nos sacan la niñez a flor de alma. Para siempre —esto es, para después de después— queda la buena historia de las fiestas de la ciudad marinera, la que tuvo en sus aguas veleros que tenían por sueño una victoria y, tras los vapores de negros y espesos penachos de humo, las motona- ves de leve y rítmico respirar. En las calles de marineros que dejan una promesa y no vuelven nunca —en la quietud de estas calles llenas de dulce añoranza— año tras año las fiestas que nos dejan preso el corazdn en su sueño inefable. Juan A. Padrón Albornoz Política y Territorio contradicciones L A reciente visita del pre- sidente Reagan a Espa- ña ha puesto de mani- fiesto diversos aspectos de nuestro mundo político na- cional que, realmente, resultan sorprendentes. Y entre estos as- pectos resaltan una serie de contradicciones que vale la pe- na comentar. Es bien evidente que los Es- tados Unidos representan hoy en política internacional uno de los principales polos de poder, alrededor del cual giran una serie de intereses y de deriva- ciones de todo tipo, cuya inci- dencia en otros países plantea en ocasiones problemas. No puede, por lo tanto, calificarse a la nación americana como un exclusivo exponente de las li- bertades democráticas, pero también está claro que no pue- de enjuiciársele objetivamente bajo el único prisma de sus de- bilidades imperialistas. Las reacciones que ha susci- tado el viaje, sin embargo, se enmarcan en este último enfo- que, y ello no solamente por el signo de las manifestaciones populares que se han produci- do, sino por el comportamiento del Ejecutivo español. Desde la actitud del alcalde de Madrid a la pobreza del recibimiento, pa- sando por la ambientación pre- via irradiada desde el Gobier- no. Uno de los más aspinosos te- mas de política de Estado que tenemos planteados los españo- les es el que se refiere a nues- tras relaciones con la OTAN. Los socialistas, que se opusie- ron en su campaña electoral, ahora se han declarado parti- Efe, entre los compradores de Upi Madrid.— La Agencia Efe ha presentado a la agencia nortea- mericana Upi una propuesta firme de adquisición de todos sus servicios y operaciones en español tanto en Estados Uni- dos como en el resto del mun- La propuesta fue formulada por escrito y en sucesivas reu- niones en Washington y Nueva York, al presidente de Upi, Luis A. Nogales, y a los principales accionistas de la agencia nor- toamoTir'ana \A7i1iam flaíanlo-í- TT darios de no salir, porque per- ciben desde la Administración la realidad de nuestros com- promisos con Estados Unidos, directamente y a través de Eu- ropa, en la que nos hemos inte- grado. La estela que ha dejado la visita de Reagan, por el mo- do como se ha planteado, no re- sulta dudoso que más bien ha empeorado las cosas en esta cuestión. Desde el punto de vista de los planteamientos económicos, el ingreso en el Mercado Co- mún nos sitúa en el campo de la liberalización, y las recientes medidas de nuestro ministro de Hacienda se apuntan, tímida- mente, al marco de plantea- mientos que postula Reagan —defensa de la libre iniciativa y de su capacidad de creación frente al intervencionismo es- tatal a ultranza y la burocrati- zación de la gestión pública—, y que expuso, con unánime reco- nocida brillantez y vitalidad, en su conferencia en la Funda- ción March. Un aspecto sobresale entre los que estos días se han evi- denciado, por más que no pue- da gustar reconocerlo: la segu- ridad en una línea de pensa- miento y la madurez en la ac- tuación de que hace gala el Eje- cutivo americano, frente a las contradicciones y la inmadurez

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "Temas isleños",1985/05/12

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EL DÍADIARIO INDEPENDIENTE DE LA MAÑANA

Empresa: «Herederos de Leoncio Rodríguez»

Editor: JOSÉ RODRÍGUEZ RAMÍREZ "~*~

Director: JOSÉ MANUEL DE PABLOS COELLO

Dirección, Redacción, Relaciones Públicas,Administración, Talleres e Impresión

Avenida Buenos Aires, 7 1 , Santa Cruz de Tenerife.

Número 14.238. Año XLVII

Teléfonos: ( 9 2 2 ) 2 1 . 1 0 . 0 0 (8 l íneas) Apartado de Correos, 97.Télex: 92.184. Diao E.Depósito legal Tf 32 1958. Franqueo Concertado: 38 2.

Delegación en el Puerto de la Cruz, Edificio Victoria VentosoC, 501, Polígono El Tejar . Teléfono: (922)38 .03 .25 . Delegación en La Palma: Santa Cruz, Calle Real, 44 1°-7 a . Teléfono:1 9 2 2 ) 4 1 26 00. Redacción en Las Palmas: Paseo Tomás Morales, 3 4". P 11, Edificio Cristal. Teléfono: (928)36 .65 .29 .Téiex: 95.456 Diao E (Las Palmas)

Servicios informativos: Efe, Colpisa, Off the Record, Recopress,Mencheta.

EN PUNTA EL DÍA, Tenerife, domingo, 12 de mayo de 1985

Pentagrama socialE

N 1944 yo esta-ba en Vene-zuela con todami familia. Fui

nombrado Comisariode Averías de una im-portante empresa deseguros marítimos, yen un merequetén enla isla griega Samos,en el mar Egeo, partedel Mediterráneo en-tre Grecia y Asia Me-nor, Dodecaneso, lasCicladas y patria deTeseo, me cayó ensuerte ejercer mi pro-fesión. Teseo se matóarrojándose al marpor creer que su hijohabía muerto en la lu-cha con el Minotauro,

.monstruo con cabeza

de toro y cuerpo dehombre, fruto de launión de un toro conPansífae, esposa deMinos.

Encerrado en un la-berinto construido porMinos, alimentábasede carne humana. Hemencionado a Samos,patria del filósofogriego Epicuro (341años a. de J.C.), y mu-rió en Atenas (271años a. de J.C.). Fun-dó en el año 306 (a. deJ.C. en Atenas,), unaEscuela filosófica pro-pia llamada «El jardínde Epicuro». De susescritos se han con-

servado sólo frag-mentos.

Epicureismo: siste-ma filosófico enseña-do por Epicuro de Ate-nas y seguido despuéspor otros filósofos. Di-vidió la Filosofía entres partes: canónica(lógica, la teoría delconocimiento), física yética. Para él, la basede todo conocimientoes la evidencia de lapercepción sensual;todas las percepcionesson verdaderas e irre-futales. En Física, Epi-curo coincidía con De-mócrito, fundador dela teoría atómica; enEtica seguía a los cire-naicos, afirmando que

el placer es el objetivode la vida y la únicafelicidad; en el len-guaje moderno, «epi-cureismo» supone unaentrega absoluta a losgoces sensuales y másprácticamente los dela mesa. Refinadoegoísmo que busca elplacer exento de tododolor, según doctrinade Epicuro.

La nota más agudadel pentagrama sociales la renglonaduraformada por cincorectas paralelas yequidistantes, sobre lacual se escribe la mú-sica.

Miguel Borges Salas

AmeriGanarias

De los palos guanches a las clavescubanas (i)

El grabado de Torriani sobre los aborígenes canarios

L OTHAR SIEMENS, en su clasificación de instrumentos abo-rígenes canarios (apéndices a la «Historia General de las Is-las Canarias», Tomo I, de Agustín Millares Torres), cita en-tre los idiófonos directos de entrechoque los palos entre-

chocados en las danzas de competición. El considera, partiendodel conocido grabado de Torriani, que el denominado juego del pa-lo, tal y como lo describe el cronista Sedeño, también cumplía unafuncionalidad de danza, no estrictamente deportiva o competitiva.Se basa para esta deducción en «la excesiva separación de los con-tendientes» que enarbolan palos en el grabado de Torriani.

También por testimonios deAbreu Galindo, en lo que se re-fiere a la isla palmera, está de-mostrada la existencia de lospalos entrechocados como ins-trumentos de sonido en lasdanzas de nuestros aborígenes.Idiófonos que, como se sabe,fueron patrimonio de los pue-blos primitivos de los cincocontinentes.

Como ha señalado Montan-don, «Los bastoncitos entrecho-cantes son propios del segundociclo de culturas, el llamadociclo del bumerang, posterior alciclo primitivo o de los tasma-nios, donde no se sabe que exis-tieran instrumentos musicalesde ninguna clase». El hallazgode dos parejas de bumerangsen La Palma, que cita Siemens,vienen a confirmar el juicio deMontandon.

El paso de la sonoridad delas manos (de la que tambiénhablan los cronistas con res-pecto a nuestros aborígenes) ala propiamente instrumental,viene perfectamente explicadocon lo que nos dicen autores co-

mo Coeuroy y Schaeffher («Eljazz»): «Los instrumentos depercusión, como las herramien-tas del obrero, no fueron sino laprolongación exterior de susmiembros corporales». En anti-guos grabados egipcios, corres-pondientes al Imperio Medio,pueden verse unos crótalos enforma de manos en los extre-mos, para ser percutidas en losaplausos o palmeos. La frase deAbreu Galindo, que también re-coge Marín y Cubas, es igual-mente reveladora en este senti-do: «que al mismo tiempo ha-cen el son y compás de pies ymanos».

Descendientes de estos palosde entrechoque son las clavescubanas, que también son defrecuente uso en Canarias, muyespecialmente en La Palma. Yno porque vengan por línea di-recta, en uno y otro caso, de lospalos o bastones primitivos, si-no más bien debido a creacio-nes y trasculturaciones recien-tes, como ha demostrado Fer-nando Ortiz en su indispensa-ble ensayo «La clave xilofónicade la música cubana».

VENDEDORESPrecisa firma distribuidora de

automóviles con marcas de máximaventa.

Dedicación plena o media jornada.Remuneración: Comisiones.

Interesados dirigirse por escrito acompañando currí-

Dice el maestro Ortiz que laclave de la música cubana na-ció en La Habana, en un re-cuerdo espontáneo de los pali-tos sonoros de los esclavos ne-gros de África y de las tejoletasde los galeotes blancos de An-dalucía, facilitado, sin duda,por la abundancia de claves enel arsenal, donde negros yblancos juntaban sus afanes,sus labores y sus penas, y porla parvedad de sus instrumen-tos, propia de sus vidas de mi-seria en la servidumbre. Parael gran etnógrafo y folkloristacubano, la clave no es otra cosaque los palitos o clavijas de ma-dera dura torneada que se usa-ban para el ensamblaje de losmaderos de las naves, emplea-dos en estas tareas por su ca-rácter incorruptible en el aguay porque «se incorporaban»bien.

Esta tesis del maestro Ortizha sido generalmente aceptadapor Alejo Carpentier y otros es-tudiosos de la música cubana.Con relación a Canarias, estáclaro que las claves, en su con-figuración cubana, fueron traí-das a las islas por nuestros emi-grantes. Hoy son un instrumen-to de percusión inevitable enparrandas y agrupaciones fol-klóricas. Y además de La Pal-ma, donde suenan en puntoscubanos y décimas guajiras, lashemos visto tocar en Lanzaro-te, concretamente acompañan-do en contrapunto nada menosque las seguidillas conejeras,como nos mostrase reciente-mente Fefo García C orujo en elprograma «Tenderete».

Sin embargo, los datos quemaneja Fernando Ortiz con res-pecto a Canarias no son autén-ticos. Y su error se debe a lamala información que tuvo G.Knosp en su capítulo dedicadoa «Les Isles Canaries», de la«Histoire de la Musique» (Vol.V, p. 3.241). Este curioso y casidesconocido suceso lo vamos aanalizar en un próximo artícu-lo, üoraue va el espacio se nos

Temas isleños XV|

Fiestas de la ciudad marineraH ASTA el próximo 1 de

junio, Santa Cruz deTenerife celebrará sustradicionales Fiestas

de Mayo. Hasta entonces, todauna serie de actos culturales ymusicales, exposiciones y pre-sentación de libros, deportivosy de otras índoles, serán prólo-go del homenaje que, en la pla-za de España, se rendirá a laBandera de España con motivodel bicentenario de su crea-ción.

Como siempre, Santa Cruzde Tenerife tiene música en losárboles y, también como siem-pre, el aire está lleno de sonri-sas. Sobre las piedras llenas desiglos y de soles, campanas querepican alborozadas de gloriaen lo que antes fue la santa so-ledad del campo.

Santa Cruz es ciudad abiertaa todas las emociones marine-ras, a la policromía de todas lasbanderas que cantan al aire dela mar. En años idos, los remosdestrozaban el agua todavíadormida y, con cuchilladas deplata , la despertaban; enton-ces bien comprendimos que elalma embellece cuanto toca y,también, esa alegría de la marde aurora —mar de plata— que,con la de la siesta y la tarde,siempre llegó, llega y llegará, alos hombres de corazón senci-llo.

Don Francisco Martínez Vie-ra escribió en su «El antiguoSanta Cruz» que en 1854 co-menzaron los festejos de laCruz, festejos «que consistieron

ese año en luchas canarias, ce-lebradas en los bajos del excon-vento de San Francisco; en re-gatas de lanchas, carreras deburros, riñas de gallos, pandor-ga, elevación de globos, carre-ras de sortijas a caballo, baile ymúsica. Ade más se llevó a ca-bo una interesante feria duran-te los próximos cinco días delmes de mayo y cuyas casetasse habían instalado en la plazade la Constitución, que lucíamagnífico decorado y espléndi-da iluminaciGn».

Bajo los dardos del sol, laciudad celebró su festividad dela Cruz y, ya en 1836, el Pen-dón de la Ciudad fue acompa-ñado en la procesión cívica porla Corporación Municipal enpleno, gobernador civil, bandade música y un piquete del ba-tallGn provincial. Las guitarrascantaban y encantaban en lascalles marineras de la ciudadque, ya en mayo de 1867, ce-Iebr6 la primera procesión dela Cruz de la Conquista que, di-ce el señor Martínez Viera, sa-lió «por la tarde de la ermita deSan Telmo, limitando su reco-rrido a las calles de aquel popu-loso barrio, que estaban enga-lanadas. Por la noche hubo pa-seo y música en la plaza de laermita, quemándose diversosfuegos artificiales. La Cruz sehallaba depositada en el Hospi-tal Provincial de Nuestra Seño-ra de los Desamparados, siendotrasladada a la ermita de SanTelmo, desde donde era lleva-da en procesión a la iglesiamatriz».

Con esta fiesta de la Cruz,otras —la del Pilar, del Cristo delos Dolores, verbenas de laCruz de San Agustín por «Lamuralla», fiestas de la Virgende Regla y la marinera de SanJuan— se celebraron ante unhorizonte pintado de velas yhumos, en la ciudad que bebíatodo el azul del cielo y el de to-da la mar.

En aquellos años, dos torres—las de las iglesias de la Con-cepción y San Francisco— seelevaban para clavar el vientoy la brisa de la mar. Hoy, otrosedificios compiten con ellas pe-ro, como siempre, las dos to-rres nos traen evocaciones fe-cundas, de las que vienen en-vueltas en poesía viva, de lasque nos sacan la niñez a flor dealma.

Para siempre —esto es, paradespués de después— queda labuena historia de las fiestas dela ciudad marinera, la que tuvoen sus aguas veleros que teníanpor sueño una victoria y, traslos vapores de negros y espesospenachos de humo, las motona-ves de leve y rítmico respirar.

En las calles de marinerosque dejan una promesa y novuelven nunca —en la quietudde estas calles llenas de dulceañoranza— año tras año lasfiestas que nos dejan preso elcorazdn en su sueño inefable.

Juan A. PadrónAlbornoz

Política y Territorio

contradiccionesL A reciente visita del pre-

sidente Reagan a Espa-ña ha puesto de mani-fiesto diversos aspectos

de nuestro mundo político na-cional que, realmente, resultansorprendentes. Y entre estos as-pectos resaltan una serie decontradicciones que vale la pe-na comentar.

Es bien evidente que los Es-tados Unidos representan hoyen política internacional uno delos principales polos de poder,alrededor del cual giran unaserie de intereses y de deriva-ciones de todo tipo, cuya inci-dencia en otros países planteaen ocasiones problemas. Nopuede, por lo tanto, calificarsea la nación americana como unexclusivo exponente de las li-bertades democráticas, perotambién está claro que no pue-

de enjuiciársele objetivamentebajo el único prisma de sus de-bilidades imperialistas.

Las reacciones que ha susci-tado el viaje, sin embargo, seenmarcan en este último enfo-que, y ello no solamente por elsigno de las manifestacionespopulares que se han produci-do, sino por el comportamientodel Ejecutivo español. Desde laactitud del alcalde de Madrid ala pobreza del recibimiento, pa-sando por la ambientación pre-via irradiada desde el Gobier-no.

Uno de los más aspinosos te-mas de política de Estado quetenemos planteados los españo-les es el que se refiere a nues-tras relaciones con la OTAN.Los socialistas, que se opusie-ron en su campaña electoral,ahora se han declarado parti-

Efe, entre loscompradores de Upi

Madrid.— La Agencia Efe hapresentado a la agencia nortea-mericana Upi una propuestafirme de adquisición de todossus servicios y operaciones enespañol tanto en Estados Uni-dos como en el resto del mun-

La propuesta fue formuladapor escrito y en sucesivas reu-niones en Washington y NuevaYork, al presidente de Upi, LuisA. Nogales, y a los principalesaccionistas de la agencia nor-toamoTir'ana \A7i1iam flaíanlo-í- TT

darios de no salir, porque per-ciben desde la Administraciónla realidad de nuestros com-promisos con Estados Unidos,directamente y a través de Eu-ropa, en la que nos hemos inte-grado. La estela que ha dejadola visita de Reagan, por el mo-do como se ha planteado, no re-sulta dudoso que más bien haempeorado las cosas en estacuestión.

Desde el punto de vista delos planteamientos económicos,el ingreso en el Mercado Co-mún nos sitúa en el campo dela liberalización, y las recientesmedidas de nuestro ministro deHacienda se apuntan, tímida-mente, al marco de plantea-mientos que postula Reagan—defensa de la libre iniciativa yde su capacidad de creaciónfrente al intervencionismo es-tatal a ultranza y la burocrati-zación de la gestión pública—, yque expuso, con unánime reco-nocida brillantez y vitalidad,en su conferencia en la Funda-ción March.

Un aspecto sobresale entrelos que estos días se han evi-denciado, por más que no pue-da gustar reconocerlo: la segu-ridad en una línea de pensa-miento y la madurez en la ac-tuación de que hace gala el Eje-cutivo americano, frente a lascontradicciones y la inmadurez