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    LAINSERCINDECOLOMBIAENELSISTEMAINTERNACIONALCAMBIANTE

    GRUPODROGAS

    BOGOT, COLOMBIAABRILDE2007

    RESUMEN

    El desafo que las drogas ilegales le ha hecho a la sociedad colombiana se ha

    respondido con polticas que no afectan sustancialmente la problemtica. En el

    mejor de los casos son paliativos que no eliminan la industria ilegal en la medida

    en que no atacan las causas profundas de su desarrollo. Este fenmeno se explica

    en cuanto que el sistema poltico y la cultura conciben el problema desde imagi-

    narios justificantes y exculpatorios que sealan al mundo exterior como culpable

    y que le exigen soluciones. La necesidad de auto examinarse y de establecer

    responsabilidades al interior ha sido un tema relegado. Abordar el problema de

    las drogas desde las deficiencias institucionales que experimenta Colombia tiene

    que dejar de ser un asunto incomodo para la cultura y el sistema poltico. El pas

    debe aprender a vivir en un mundo en el que hay bienes y servicios ilegales muy

    rentables, fciles de producir pero que no deben producirse o traficarse. Este apren-

    dizaje tiene que darse en el marco de una sociedad regida por el imperio de la ley

    y los controles sociales al comportamiento, y no solo acudiendo a la represin

    estatal.

    LASVERDADESINCMODASSOBRELAS

    DROGASYSUDESAFOPARACOLOMBIA

    LASVERDADESINCMODASSOBRELAS

    DROGASYSUDESAFOPARACOLOMBIA

    INTRODUCCIN

    Este ensayo resume los temas ms im-

    portantes tratados en el foro de dro

    gas patrocinado por Fescol durante

    parte de 2005 y 2006 y presenta los resulta-

    dos de los investigadores del CEODD que

    organizaron el foro. Estos resultados son

    controversiales pero posiblemente abren un

    nuevo enfoque para el anlisis de la temti-

    ca de las drogas ilegales.

    I. LADIFICULTADPARAOBTENERUN

    ACUERDO

    Dentro del foro no fue posible lograr con-

    sensos amplios. Las diversas posiciones quese asumen en Colombia en torno al proble-

    ma de las drogas ilcitas por parte de los en-

    cargados de formular e implementar las po-lticas de erradicacin, representantes de la

    ONUDD, estudiosos, consultores interesados,periodistas, y representantes de grupos ind-genas involucrados en cultivos de coca, re-

    sultan con frecuencia contradictorias y

    aparentemente irreconciliables. Estas diferen-

    cias tienen races profundas. Primero, hay di-

    ferencias fundamentales en la concepcin delproblema de las drogas, las cuales crean

    desacuerdos en la forma como es interpreta-

    da la evidencia. Segundo, la informacin

    sobre la industria de drogas ilegales es muyimperfecta. Las diferencias en la concepcin

    del problema se refieren a la definicin de loque se considera como droga, a las causas

    IEPRI

    Universidad Nacional

    Universidad Militar

    Nueva Granada

    Pontificia Universidad

    Javeriana

    Academia Diplomtica

    de la Cancillera

    Universidad

    Externado de Colombia

    Universidad del Rosario

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    GRUPODROGAS

    Una de lascaractersticas de lapoltica de desarrollo

    alternativo en los pasesdonde ha demostrado ser

    efectiva radica en sucarcter de poltica de

    Estado y su efectiva

    implementacin en el largoplazo. Esta poltica de

    Estado debe ser integral,multisectorial, coordinada

    entre las diferentesagencias responsables dediversos aspectos, y debe

    tener una fuerteparticipacin popular.

    del consumo, produccin y trfico, a la im-portancia de los factores econmicos como

    determinantes de la produccin, el trfico y

    el consumo, a las intenciones de los artficesde polticas, a la efectividad de las polticas

    contra las drogas, a la distribucin de costos

    y beneficios de la industria ilegal y a los efec-tos del desarrollo de la industria ilegal sobre

    la economa y la seguridad nacional. Las di-

    ferentes posiciones, hacen que el dilogo yel consenso sean los grandes ausentes del

    debate pblico.

    II. PRINCIPALESTEMASTRATADOS

    1) DESARROLLOALTERNATIVO

    La oficina de Naciones Unidas contra la Dro-

    ga y el Delito, una de las agencias con mayor

    experiencia en el campo deldesarrollo alternativo en el

    mundo, resalta el xito de sus

    polticas y proyectos de desa-rrollo alternativo en Tailandia

    e identifica las condiciones ne-

    cesarias para estos logros(UNDCP, 1997) Todos estos

    requerimientos tienen que ver

    con la capacidad del Estado

    para formular polticas sobre

    las que exista un acuerdo o

    consenso social. Una de lascaractersticas de la poltica de

    desarrollo alternativo en los

    pases donde ha demostradoser efectiva radica en su carc-

    ter de poltica de estado y en

    su efectiva implementacin enel largo plazo. Esta poltica de

    estado debe ser integral,

    multisectorial, coordinada entrelas diferentes agencias respon-

    sables de diversos aspectos, y

    debe tener una fuerte partici-pacin popular.

    Las experiencias de la ONU muestran que

    cuando las polticas de desarrollo alternati-vo han sido exitosas esto se ha debido no

    solamente al compromiso del establecimien-

    to poltico sino tambin a la fortaleza demuchas de sus instituciones sociales (clanes,

    tribus, comunidades), las cuales aparte de

    facilitar el proceso poltico, se han encarga-do de retroalimentarlo y fortalecerlo. El caso

    colombiano escapa a esta realidad y difiere

    en buena medida de las experiencias positi-vas, pues la estructura poltica, econmica y

    social con la que cuenta el Estado hace quela replica de los xitos de otros pases sea

    muy difcil y casi imposible.

    Sin duda alguna, en Colombia ha habido ca-

    sos en los que comunidades que tenan culti-

    vos ilcitos lograron eliminarlos y remplazarlospor actividades lcitas. Sin embargo, las co-

    munidades involucradas son pequeas y ex-

    cepcionales en el mbito nacional.

    Un problema comn a todos los programas

    de desarrollo alternativo en el mundo radica

    en que estos no evitan el desplazamiento decultivos a otras zonas del pas o al extranje-

    ro. En efecto, la produccin de drogas ilega-

    les de base vegetal no ha disminuido en elmundo durante las ltimas dos dcadas a

    pesar de que en algunos pases y regiones

    han sido eliminados los cultivos.

    En el caso colombiano los cultivos ilcitos se

    han concentrado en regiones que presentanlas mayores dificultades para el desarrollo

    alternativo debido a que se encuentran a

    gran distancia de los mercados legales y tie-nen dificultad de acceso a ellos. Adems,

    estn en territorios controlados por los Se-

    ores de la Guerra o las guerri llas. Lo ante-rior no significa que se deban abandonar

    los esfuerzos en materia de desarrollo alter-

    nativo, si no ms bien que se deben reducirlas expectativas sobre los resultados de esas

    polticas, y que estos programas deben es-

    tar acompaados de cambios instituciona-les importantes.

    2) LASCOMUNIDADESINDGENAS

    INVOLUCRADAS

    La comunidad Nasa (del departamento del

    Cauca) ha buscado industrializar lcitamente

    la hoja de coca en el pas lo que ofrece opor-tunidades para utilizar la coca legal como

    parte de programas de desarrollo alternati-vo en zonas en las que existan comunidadesfuertes con las que se puedan establecer con-

    troles para evitar las desviaciones de coca

    hacia usos ilegales. Al respecto es importanteevaluar la posibilidad de solicitar y apoyar las

    acciones conducentes a sacar la coca de la

    lista I de las convenciones de las Naciones

    Unidas, lo cual permitira usos diferentes a los

    mdicos y de investigacin cientfica. En este

    sentido, la ONUDD no expresa rechazo a unapropuesta en tal direccin, aunque insiste en

    diferenciar entre la variedad de coca usadatradicionalmente por los pueblos indgenas y

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    COLOMBIA:SITUACINACTUAL

    YPERSPECTIVASDECAMBIO

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    Respecto a los efectos

    del glifosato sobre la

    salud delcampesinado... existe un

    consenso respecto a quefumigar zonas en las

    que la poblacin tiene

    necesidades bsicas

    insatisfechas, entre lasque se encuentra unnivel bajo de nutricin

    y saneamiento bsico,

    pone a estas poblacionesen una situacin muy

    vulnerable ante las

    enfermedades endmicasde la zona.

    la que actualmente es comn en Colombia yes usada para producir cocana. De otra par-

    te, el representante de ONUDD en el foro con-

    sider que aunque sacar la coca de las listasde la Naciones Unidas es una idea respetable,

    las convenciones ya estn firmadas y sus mo-

    dificaciones en realidad son ilusorias.

    Sin embargo, Bolivia ha empezado el proce-

    so para solicitar esta reclasificacin el cualest siendo apoyado por organizaciones im-

    portantes de la sociedad civil europea. A

    pesar de que se puede alegar que en Colom-bia la Constitucin Poltica reconoce y pro-

    tege la diversidad tnica y cultural (Art. 7

    CP) lo cual se ha interpretado como una pro-teccin a los usos tradicionales de la coca

    por parte de las comunidades indgenas. Sin

    embargo, estos usos estn subordinados a loprevisto en las convenciones de las Nacio-

    nes Unidas, las cuales permiten usos tradi-

    cionales en lugares en los que haya evidenciahistrica de su uso. En ese sentido, sera con-

    veniente que Colombia apoyara la solicitud

    boliviana y que adems estableciera un sis-tema de control de los cultivos de coca lcita

    para evitar su desviacin al narcotrfico.

    3) ELDEBATEENTORNO

    ALAFUMIGACIN

    La fumigacin de cultivos ilcitos es sin duda

    el tema ms controversial en el campo de lasdrogas ilcitas en la actualidad. Dos de los prin-

    cipales actores del debate, son la Seccin de

    Asuntos Narcticos (NAS) de la Embajada delos Estados Unidos, y el Instituto de Estudios

    Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacio-

    nal, que en 2006 public un informe crtico alrespecto. Ambos hicieron presentaciones en

    el foro. En este campo se encuentra la mayor

    dificultad para obtener consensos.

    3.1 ELPROGRAMADEERRADICACINDE

    CULTIVOSILCITOSMEDIANTEASPERSINAREADEGLIFOSATO(PECIG)

    Segn NAS, satlites bastante certeros son

    utilizados para identificar las reas a ser fu-

    migadas. Los aviones fumigadores tienencomputadores que se programan para mini-

    mizar los posibles errores. NAS explica cual

    es la mezcla de herbicida y fijador usados,

    cules son los efectos sobre la salud estima-

    dos por agencias ambientales de los EstadosUnidos y porqu consideran que el efecto

    deriva es muy pequeo, menos de 10 me-

    tros, por lo cual es irrelevante. Algunos fun-cionarios de NAS exaltan el sistema de

    compensacin en caso de errores e insistenen la buena voluntad para efectuar pagos

    cuando los errores son verificados. Sin em-

    bargo, NAS insiste en que muchas de lasquejas de los campesinos (que se refieren a

    fumigaciones de cultivos de pancoger) no

    califican para recibir compensacin, pues losplantos segn sus verificaciones, estaban

    mezclados con coca o amapola. Adicional-

    mente se observa que la mayora de las que-jas de efectos nocivos sobre la salud son de

    infecciones y esto plantea un problema deli-

    cado en la medida que estas no pueden sercausadas por el glifosato. El herbicida puede

    intoxicar pero no infectar.

    3.2 LASCRITICASALESTUDIODELACICAD

    El grupo de investigacin del IDEA presenta

    una visin contraria a la de la NAS. El IDEAenfatiza la necesidad de analizar

    las fumigaciones no solamentedentro de un contexto toxicol-

    gico, sino tambin social, econ-

    mico y poltico. Esta crtica estdirigida al trabajo estudio de los

    efectos del Programa de Erradi-

    cacin de Cultivos Ilcitos me-diante la aspersin area con el

    herbicida Glifosato (PECIG) y de

    los cultivos ilcitos en la salud hu-

    mana y en el medio ambientepreparado para la Comisin In-teramericana para el Control

    del Abuso de Drogas (CICAD).

    Este informe ha sido usado porNAS para justificar sus posicio-

    nes, y en su ttulo pretende esti-

    mar efectos sobre el medioambiente. El IDEA alega que el

    trabajo considera solamente as-

    pectos toxicolgicos y deja delado un enfoque ecosistmico

    que permita llegar a conclusio-

    nes sobre los efectos de las fumigaciones so-bre el medio ambiente.

    Sin embargo, el IDEA no refuta de forma

    precisa las posiciones del informe de la

    CICAD respecto a los efectos del glifosatosobre la salud del campesinado. En este sen-

    tido existe un consenso respecto a que fumi-

    gar zonas en las que la poblacin tienenecesidades bsicas insatisfechas, entre las

    que se encuentra un nivel bajo de nutricin

    y saneamiento bsico, pone a estas pobla-

    ciones en una situacin muy vulnerable antelas enfermedades endmicas de la zona. Al

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    GRUPODROGAS

    Otros efectos de lasfumigaciones pueden

    ser mucho ms graves.En particular, la

    fumigacin generadesplazamientos de

    personas y de plantos,y tiende a aumentar la

    oferta de mano de obradisponible para los

    grupos armadosilegales.

    respecto NAS informa que estn llevando acabo estudios epidemiolgicos que sirvan

    como insumo de anlisis prospectivos sobre

    el impacto de las fumigaciones en la salud.

    3.3 ELRESULTADODELDEBATEENTORNO

    ALAFUMIGACIN

    Un problema grave de todos los estudios

    toxicolgicos en este campo, es la dificultadde aislar los efectos del glifosato de los de otros

    elementos txicos presentes en los cultivos

    ilcitos y en los laboratorios en los que se pro-cesan la coca y el opio. En efecto, en los culti-

    vos ilcitos se utilizan herbicidas y fertilizantes

    muy fuertes y que sin duda son mucho msnocivos para la salud que el glifosato,

    tanto as que algunos estn prohibi-

    dos en muchos pases por ser alta-

    mente carcingenos y por tener otrosefectos graves. Lo mismo ocurre con

    los productos qumicos usados en elprocesamiento de la coca y del opio.

    El debate sobre las fumigaciones haestado concentrado en sus efectos

    sobre la salud y el medio ambiente,

    lo cual deja de lado aspectos impor-tantes. Otros efectos de las fumiga-

    ciones pueden ser mucho ms

    graves. En particular, la fumigacingenera desplazamientos de personas

    y de plantos, y tiende a aumentar la

    oferta de mano de obra disponible

    para los grupos armados ilegales. Los

    efectos de la erradicacin manual son

    menos graves que los de la fumigacin encuanto tienden a generar una cantidad me-

    nor de desplazamientos y no afectan sustan-

    cialmente los cultivos de pan coger. Es claroque estas problemticas constituyen un cam-

    po de estudio en el cual se requiere avanzar.

    De otro lado, las fumigaciones no han sido

    discutidas desde el punto de vista de su sos-tenibilidad. La fumigacin con glifosato ha

    sido continua desde 1993 y se intensificdesde 1998, siendo extrema a partir del 2002.

    En los ltimos tres o cuatro aos, (depen-

    diendo de la fuente), se ha fumigado mshectreas de coca que las estimadas en culti-

    vos. En 2005 segn ONUDD, se fumig el

    doble. Las ltimas cifras disponibles indicanque en 2005 el rea cultivada aument en

    un 8%. Ante esta situacin cabe la pregunta

    si se ha llegado al lmite de lo que puede

    lograr el programa de erradicacin de culti-vos ilcitos con glifosato?

    4) ELSISTEMAINTEGRADODE

    MONITOREODECULTIVOSILCITOS

    (SIMCI)

    La medicin del xito de la fumigacin de-

    pende de las estimaciones de las reas con

    cultivos ilcitos. El Sistema Integrado de

    Monitoreo de Cultivos Ilcitos (SIMCI), pa-trocinado por las Naciones Unidas, present

    la metodologa utilizada para efectuar susestimaciones anuales. Esta se basa en im-

    genes de diferentes satlites con diversos gra-

    dos de resolucin y confianza. Los mscerteros proporcionan imgenes de alta re-

    solucin de reas relativamente pequeas, sin

    embargo, son muy costosos. La mayora delas imgenes obtenidas provienen de satli-

    tes ms baratos pero menos certeros. Las

    imgenes ms detalladas se utilizan para com-

    pararlas con las de los satlites ms econ-micos y hacer proyecciones de los cultivos

    en las zonas de las imgenes menos certeras.

    Estas imgenes se utilizan para localizar cul-

    tivos ilcitos lo cual se verifica con visitas de

    campo. A pesar de la alta tecnologa utiliza-da las estimaciones tienen un rango de error

    debido a varios factores. Cuando el follaje

    es poco no es posible identificar los cultivos.Cuando est muy nublado tambin se difi-

    culta esta identificacin. Esto hace que la tec-

    nologa satelital resulte poco til para

    identificar semilleros y cultivos de amapolaque son de poca duracin y follaje y estn

    localizados en zonas altas muy nubladas. Los

    cultivos a la sombra de rboles con bastante

    follaje presentan otras dificultades. Por con-

    siguiente, a pesar de tener imgenes sobretodo el territorio nacional las estimaciones

    pueden estar erradas. No sorprende enton-

    ces que la estimacin de las hectreas concultivos ilcitos en Colombia para 2005 efec-

    tuadas por el Departamento de Estado de

    los Estados Unidos sea un 67% mayor que

    la estimacin de la ONUDD.

    4.1 LASESTIMACIONESENMATERIADEDROGAS

    ILCITAS

    Las estimaciones de diversos elementos re-

    lacionados con las drogas ilegales presentan

    contradicciones importantes. Por un lado seha estimado que el rea cultivada con coca

    ha disminuido, especialmente en Colombia.

    Sin embargo, la magnitud de la disminucinvara dramticamente dependiendo de la

    fuente utilizada. Segn las Naciones Unidas

    y el gobierno colombiano los cultivos de cocacayeron de un mximo de 163.300 hect-

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    LAPOLTICAANTIDROGASEN

    COLOMBIA:SITUACINACTUAL

    YPERSPECTIVASDECAMBIO

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    El consumo enColombia es

    preocupante para

    los estudiosos aunqueno parece ser un

    problema consideradograve por la sociedad.

    Las ltimas

    estimaciones muestranuna tendencia

    significativa alaumento de consumo

    de marihuana y

    cocana en el pas.

    reas en 2000 a 86.000 en 2005; es decir,cayeron un 47,3%. Segn el gobierno de los

    Estados Unidos estos cultivos cayeron del

    mximo de 169.800 hectreas en 2001 a144.000 en 2005; es decir, 15,2%.

    De cualquier manera, estas cadas no se hanreflejado en alzas en los precios de cocana

    al detal en los mercados de los Estados Uni-

    dos y Europa. Es cierto que a mediados denoviembre de 2005 la Oficina Nacional de

    Polticas de Control de Drogas (ONDCP) de

    los Estados Unidos inform que el precio dela cocana al detal haba subido 19% y su

    pureza declinado. Sin embargo, las cifras pre-

    sentadas mostraban que los precios habanbajado durante 2003, 2004 y parte de 2005

    y estaban en niveles semejantes a los de enero

    de 2003. Aunque ONDCP consider estocomo un xito, en realidad no lo era. Estas

    cifras fueron criticadas en los Estados Uni-

    dos por varios analistas y hacia abril del 2006el informe respectivo haba desaparecido de

    la pgina web de la ONDCP.

    La ONUDD explica la falta de respuesta enlos precios de cocana al detal como resulta-

    do de un aumento sustancial en la producti-

    vidad de los plantos. Las sospechas de quela densidad de plantas por hectrea estaba

    en aumento y de que las plantas nuevas ten-dran mayor produccin de cocana, fueron

    corroboradas por la Direccin Nacional de

    Estupefacientes y ONUDD en junio de 2006.El monitoreo de cultivos ilcitos correspon-

    diente a 2005 arroj que los rendimientos

    de la hoja de coca fueron mayores de lo es-timado en aos anteriores con un rendimien-

    to de 6,300 Kg/ha/ao. Tambin se anota que

    el rendimiento del clorhidratode cocana alcanz 7,7 Kg/ha

    comparado con los 4,7 Kg/ha

    usados anteriormente.

    5) CONSIDERACIONES

    FRENTEALCONSUMO

    El tema de consumo es mucho

    menos controversial que el re-

    lacionado con los cultivosilcitos. Al tratarlo se encontr

    que el consumo de drogasilcitas en Colombia tiende a

    aumentar. Aunque no hay ci-

    fras muy robustas sobre el vo-lumen, stas indican cambios

    significativos en la demanda

    mundial de cocana. La de-manda en los Estados Unidos

    no ha crecido en los ltimos

    Fuentes: * Estas cifras se encuentran en varios Informe Mundial de Drogas de las Naciones Unidas que se encuen-tran en la pagina de Internet de la UNODC. ** Estas cifras se encuentran en varios ejemplares de la publicacinanual International Narcotics Control Strategy Report del Departamento de Estado del gobierno de los EstadosUnidos. Sin embargo, estas cifras en algunos casos no son iguales en los ejemplares de diversos aos pues los

    autores modifican la serie cuando consideran tener mejor informacin. *** UNODC (2005a) excepto la cifra para2005 que se obtuvo del anuncio pblico de la DIRAN en noviembre 2005.

    CUADRO1

    ESTIMACIONESDELTAMAODELOSCULTIVOSDECOCAYLASHECTREASFUMIGADAS

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    GRUPODROGAS

    Es interesante que enColombia polticos,

    periodistas eintelectuales de

    izquierda como dederecha, con

    argumentos muydistintos, concurren en

    responsabilizar almundo exterior y

    desarrollan una ampliagama de argumentos

    exculpatorios yjustificantes.

    10 aos y recientemente ha tenido algunasbajas posiblemente hasta en un 15%. A su

    vez, la demanda en Europa, Sur Amrica y

    la ex Unin Sovitica ha aumentado, tenden-cia que se prev contine.

    El consumo en Colombia es preocupantepara los estudiosos aunque no parece ser un

    problema considerado grave por la sociedad.

    Las ltimas estimaciones muestran una ten-dencia significativa al aumento de consumo

    de marihuana y cocana en el pas. En el

    debate sobre consumo se plante que la bajaedad en el momento en que se inicia el uso

    de drogas ilegales constituye un problema

    grave. En efecto, se afirm que el 45% delos usuarios actuales empezaron a usar dro-

    gas ilegales entre los 10 y 14

    aos de edad. Por otro lado lascifras sobre consumo de bazuco

    muestran una disminucin en

    los casos reportados en las cl-nicas.

    El aumento en el consumo de

    las mujeres es otra tendenciapreocupante. Hace 15 aos por

    cada 10 hombres que consu-

    man drogas ilegales solamentehaba una mujer que lo haca.

    Hoy por cada mujer usuaria hay

    solamente dos o tres hombresconsumidores. Las cifras sobre

    consumo son deficientes, entre

    otros, porque excluyen zonasurbanas marginales que aunque

    no representan un alto porcen-

    taje de la poblacin pueden te-ner ndices altos de consumo.

    Adems, en muchas localidades

    no hay anlisis de toxicologa oalcoholemia en los casos de vc-

    timas de violencia. A todo esto

    hay que agregar la tendencia esa negar el uso de sustancias ile-

    gales. En conclusin, el consu-

    mo de drogas en Colombia espreocupante aunque se sabe muy poco so-

    bre la situacin real actual.

    III. ELDEBATESOBRELASCAUSASDE

    LAPRODUCCIN

    1. PORQUSEPRODUCENLASDROGAS

    ILEGALES?

    Para comprender el origen del problema delas drogas y las dificultades encontradas por

    las polticas que buscan solucionarlo es cla-ve responder preguntas bsicas como: Por

    qu se producen las drogas ilegales? Por qu

    algunos pases concentran la produccin ytrfico de drogas ilegales? Por qu las polti-

    cas contra las drogas no logran su cometi-

    do? A pesar de la importancia de esaspreguntas, la literatura al respecto es muy li-

    mitada. En efecto, la mayora de los estudios

    sobre el desarrollo de la industria de drogasilegales en Colombia dan por sobreentendi-

    das las causas por las cuales se producen las

    drogas y cuando las mencionan, ests sonexogenas a la economa y sociedad colom-

    bianas.

    En estos trabajos frecuentemente se encuen-tran frases como cuando hay demanda, hay

    oferta que sugieren un fatalismo y una im-

    potencia muy grandes de la sociedad colom-biana. Estos discursos y anlisis culpan al

    mundo exterior, consideran que el proble-

    ma de las drogas es global, es decir de to-dos los pases, y exigen una solucin externa.

    Es interesante que en Colombia polticos,

    periodistas e intelectuales de izquierda como

    de derecha, con argumentos muy distintos,concurren en responsabilizar al mundo exte-

    rior y desarrollan una amplia gama de argu-

    mentos exculpatorios y justificantes.

    2. ALGUNOSDELOSPRINCIPALESARGUMENTOSJUSTIFICATIVOS

    YEXCULPATORIOSCOMUNES

    Muchos de estos argumentos presentan una

    visin de Colombia como vctima de las po-

    lticas estadounidenses que promueven el

    prohibicionismo como mecanismo de gene-

    racin de riqueza en ese pas y que bloqueanel desarrollo de industrias legales en Colom-

    bia. Aunque estos argumentos estn apoya-

    dos por la izquierda, estn bastantegeneralizados y muchos de ellos son lugares

    comunes en el pas. Esto se evidencia en aser-tos tales como: a) Las drogas dinamizan laeconoma de los Estados Unidos y esta de-

    pende de ellas. b) Los Estados Unidos

    prohben la cocana porque no pueden pro-ducir coca y quedarse con el negocio. c) El

    sector financiero mundial depende de los

    depsitos del narcotrfico. d.) Los EstadosUnidos (e implcitamente algunos pases eu-

    ropeos) no persigue a los capos que operan

    en su territorio. e) los Estados Unidos nohace mucho internamente en la lucha con-

    tra las drogas. f) En los Estados Unidos sediscrimina contra los traficantes colombianos

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    COLOMBIA:SITUACINACTUAL

    YPERSPECTIVASDECAMBIO

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    Para aceptar que lagran demanda por

    drogas ilegales es

    necesaria para mantener elsistema capitalista, habra

    que aceptar que los adictosy usuarios de drogas

    ahorraran el dinero que

    gastan en drogas si estasno existieran, de manera

    que su consumo de drogas

    fuera un aumento en lademanda agregada del

    pas.

    mientras que no se castiga o se castiga suave-mente a los estadounidenses. g) En los Es-

    tados Unidos no toleraron el prohibicionismo

    al alcohol entonces por qu nos imponen elprohibicionismo de la cocana?. Esto demues-

    tra la doble moral de ese pas y qu ellos se

    benefician del mercado de la cocana.

    Todas estas afirmaciones comunes simple-

    mente no tienen una base emprica sosteni-ble, aunque es posible que quienes as crean

    consideren como pruebas empricas algo dis-

    tinto a lo que se acepta hoy en economa yotras ciencias sociales.

    A) LASDROGASDINAMIZANLAECONOMADE

    LOSESTADOSUNIDOSYESTADEPENDEDE

    ELLAS.

    Consideremos las afirmaciones sobre los be-neficios econmicos del prohibicionismo en

    los Estados Unidos. Para que estos sean vli-

    dos, es necesario aceptar que es menos cos-toso para los Estados Unidos importar algo

    ilegal y que no paga impuestos a US$15.000

    el kilo, que hacerlo legalmente a US$500 pa-gando impuestos. Habra que aceptar tambin

    que a los Estados Unidos le conviene tener

    una industria ilegal en la que se enriquecenlos traficantes, que una legal en la que empre-

    sas como Park Davis o Phillip Morris aumen-

    ten sus utilidades. Hay que aceptar adems

    que el crimen organizado y los narcotrafican-tes tienen ms influencia en la formulacin

    de polticas que las grandes empresas que

    podran participar del negocio legal.

    Para aceptar que la gran demanda por dro-

    gas ilegales es necesaria para mantener el sis-

    tema capitalista, habra que aceptar que los

    adictos y usuarios de drogas ahorraran el di-

    nero que gastan en drogas si estas no existie-ran, de manera que su consumo de drogas

    fuera un aumento en la demanda agregada

    del pas. En realidad, al declararse algo ilegaly surgir un mercado negro lo que hay es un

    desplazamiento de la demanda del mercado

    legal al ilegal. Es decir, que cuando una per-sona se vuelve adicta a las drogas, disminuye

    su demanda por bienes legales. Adems, al

    avanzar la adiccin, muchos adictos no pue-den mantener sus empleos y su ingreso dismi-

    nuye, bajando la demanda agregada. En esos

    casos muchos de ellos tienen que recurrir alcrimen como fuente de ingresos para mante-

    ner su adiccin. El problema es mostrar por

    qu eso es bueno para la economa de losEstados Unidos, lo cual no es posible.

    Pareciera que quienes afirman que el gobier-no estadounidense necesita la industria ile-

    gal para mantener un nivel alto de actividad

    econmica vivieran en la poca anterior a laGran Depresin y a la Segunda Guerra Mun-

    dial en la que las polticas econmicas agra-

    vaban los ciclos econmicos. El hecho es quelos economistas han aprendido a manejar,

    aunque no perfectamente, los ciclos y las

    grandes crisis del pasado no se han reprodu-cido. Durante a lo menos los ltimos 15 aos

    los Estados Unidos ha sido la locomotora

    econmica del mundo, y durante los ltimoscinco ha tenido un dficit enorme en cuenta

    corriente lo que indica que ha consumido e

    invertido internamente mucho ms de lo queha producido. En estas circunstancias alegar

    que las drogas ilegales son necesarias por-

    que aumentan la demanda agregada simple-mente no tiene sentido.

    B) LOSESTADOSUNIDOSPROHBENLA

    COCANAPORQUENOPUEDENPRODUCIR

    COCAYQUEDARSECONELNEGOCIO.

    Esta afirmacin, como la ante-rior, implica que para los Esta-

    dos Unidos es mejor importar

    algo muy costoso ilegal que elmismo producto barato pero le-

    gal. Y como se anot en el apar-

    te anterior, que para ese pas esmejor tener una industria enmanos del crimen organizado que

    en manos del sector legal. Ade-

    ms, hay muchos productos agr-

    colas que no se pueden producir

    en los Estados Unidos y ese pasno los declara ilegales para que-

    darse con el negocio. Lo extra-

    o en todo esto es que en algunossitios de los Estados Unidos s se

    puede cultivar coca (Puerto Rico,

    las Islas Vrgenes, Guam) y que sila afirmacin fuera vlida estara-

    mos ante una muy innovadora

    teora de desarrollo econmicoque implicara que sera muy bueno para Co-

    lombia declarar ilegal el uso de artculos como

    los cigarrillos para que as subiera su precio, seimportaran de contrabando, las mafias se en-

    riquecieran y el pas se desarrollara.

    c) El sector financiero mundial depende de

    los depsitos del narcotrfico

    Esta afirmacin no es vlida por varias razo-nes. Primero, se afirma que los depsitos de

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    GRUPODROGAS

    los narcotraficantes en los bancos aumentanla capacidad de los mismos para hacer prs-

    tamos y por consecuencia sus ganancias. El

    problema con esta afirmacin es que comolos usuarios y adictos de drogas simplemen-

    te desvan su gasto del sector legal al ilegal,

    no hay evidencia que si gastaran en por ejem-plo, un supermercado, en lugar de hacerlo

    en drogas, los depsitos totales del sistema

    financiero aumentan. En otras palabras, eldinero gastado en un supermercado o en

    drogas termina depositado en el sistema fi-

    nanciero. Ms an, los traficantes grandes yel crimen organizado tienden a depositar en

    parasos fiscales en lugar de hacerlo en los

    Estados Unidos.

    Segundo, la banca central tiene

    mecanismos para controlar laexpansin de los depsitos. En

    otras palabras, si el aumento enel consumo ilegal llegase a au-

    mentar los depsitos y la canti-

    dad de dinero en circulacin,habra que suponer que la ban-

    ca central no hara nada para

    controlar la expansin. Es de-

    cir, se tendra un pas sin polti-

    ca monetaria.

    Tercero, aunque el mercado

    mundial de drogas es muy gran-de con relacin a, por ejemplo,

    el ingreso nacional colombiano,

    los flujos de capital que genera

    no son grandes dentro del con-texto financiero mundial. Las

    cifras sobre el monto de las ventas mundia-

    les en el mercado de drogas son muy dbilesy tienden a sobreestimar su valor como lo

    demuestran trabajos acadmicos indepen-

    dientes (Reuter y Greenfield, 2001, Thoumi,2005). Sin embargo, aceptando las estima-

    ciones de US$70.000 millones por ao deltamao del mercado de drogas ilegales delos Estados Unidos elaboradas por la ONDCP

    se llega a la conclusin de que los dineros

    del narcotrfico lavados en el sector finan-ciero no representan sumas muy importan-

    tes en los mercados financieros.

    Es aceptado que aproximadamente el 50 o

    60% del valor agregado en drogas ilegalesse genera en las ltimas transacciones. Los

    vendedores en esta etapa del negocio tien-

    den a gastar sus dineros en efectivo en cen-tros comerciales, supermercados, etc. o en

    las drogas mismas pues una proporcin deellos es adicta. El resto queda para ser depo-

    sitado por traficantes de diverso calado en el

    sector financiero. Esto dejara una suma deunos 30 o 35.000.000 millones de dlares

    por ao lo cual es comparable al valor de las

    acciones transadas en un da en una de lasbolsas importantes de los Estados Unidos

    (Wall Street o NASDAQ).

    Cuarto, la industria de drogas ilegales y el

    crimen organizado genera costos importan-

    tes al sector financiero. El crecimiento de laindustria ilegal ha hecho que los gobiernos

    establezcan una larga serie de medidas de

    control como auditorias internas y externas,requisitos de obtener informacin sobre los

    clientes, y otros que aumentan los costos al

    sector financiero. En el caso de los EstadosUnidos por ejemplo, el sector financiero debe

    llenar reportes sobre todos los depsitos en

    efectivo de ms de US$10.000. Cada ao sehacen unos siete u ocho millones de repor-

    tes a un costo de unos US$30 por reporte.

    Todo lo anterior no implica que en el sectorfinanciero no haya funcionarios corruptos

    que se beneficien del lavado de dinero o que

    haya bancos, especialmente en parasos fi-

    nancieros, que lo hagan. El punto simple esque no es cierto que el sector financiero

    mundial necesite del negocio ilegal para so-brevivir o que logre aumentar sus ganancias

    con ello. En economa las falacias de com-

    posicin son comunes y lo que pueda serbeneficioso para un individuo no lo es para

    el grupo o el todo.

    D) LOSESTADOSUNIDOS(EIMPLCITAMENTE

    ALGUNOSPASESEUROPEOS) NOPERSIGUE

    ALOSCAPOSQUEOPERANENSU

    TERRITORIO YLOSESTADOSUNIDOS

    INTERNAMENTENOHACEMUCHOENLA

    LUCHACONTRALASDROGAS

    Esta afirmacin es congruente con las creen-cias sobre los grandes beneficios que los

    Estados Unidos reciben de la industria ilegal,

    y con la creencia que la estructura de la in-dustria de drogas ilegales en los Estados Uni-

    dos es semejante a la que surgi en Colombia

    durante los aos ochenta en la que grandesgrupos criminales controlaban el negocio en

    este pas.

    Es importante aclarar algunos hechos sobre lasmafias estadounidenses. Las organizaciones

    mafiosas que surgieron durante el prohibicio-nismo al alcohol no participaron activamen-

    No es cierto que elsector financiero

    mundial necesite delnegocio ilegal para

    sobrevivir o que logreaumentar sus ganancias

    con ello. En economalas falacias de

    composicin soncomunes y lo que pueda

    ser beneficioso para unindividuo no lo es para

    el grupo o el todo.

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    YPERSPECTIVASDECAMBIO

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    te del negocio de las drogas ilegales. Estasmafias se concentraron en otras actividades

    ilegales que consideraron menos riesgosas

    como la prostitucin, los juegos de azar y elcontrol de algunos sindicatos y negocios

    como los basureros y los puertos. La reac-

    cin del gobierno estadounidense contra es-tos grupos ha sido fuerte y ha generado una

    legislacin muy punitiva. Por ejemplo, en 1970

    aprob una ley famosa contra el crimen orga-nizado la Racketeer Influenced and Corrupt

    Organization Act (Rico) que expandi los po-

    deres del gobierno federal para luchar contraorganizaciones dedicadas a obtener ingresos

    de juegos de azar ilegales, asesinatos, secues-

    tros, extorsiones, falsificacin de dinero y do-cumentos, trafico de drogas y otras sustancias

    controladas y otros crmenes comnmente

    practicados por organizaciones criminales.Como resultado la mayora de los grandes

    capos ha sido capturada y sentenciada y al-

    gunos de ellos han muerto en prisin.

    La industria de drogas ilegales est bastante

    segmentada y en ella participan muchos gru-pos de inmigrantes recientes y algunos margi-

    nados dentro de la sociedad estadounidense.

    Es cierto que algunos traficantes logran

    contrabandear grandes envos de cocana,

    pero dentro de los Estados Unidos no existealgo comparable a lo que fueron los car teles

    de Cali y Medelln. Adems, el nmero de

    presos por drogas es enorme y la carrera

    de un traficante dura en promedio unos cua-tro aos solamente.

    En muchos estados se aprob una legisla-

    cin que forz a los jueces a dictar senten-cias mnimas de muchos aos y que facilit

    la expropiacin de activos. Por ejemplo, al-

    gunas de estas leyes han llegado a situacio-nes extremas que han facilitado las

    expropiaciones de propiedades usadas para

    guardar o expender drogas sin conocimien-to de sus dueos. La cantidad de detenidos

    y presos por drogas y de los que han tenido

    exmenes positivos de uso de drogas es enor-me. Cada ao hay ms de 1.600.000 arres-

    tos por drogas. El nmero de presos por

    droga excede los 600.000.2El nmero de in-dividuos bajo libertad condicional es de la

    misma magnitud. Un resultado aparentemen-

    te no buscado de estas polticas es que lacuarta parte del cohorte etario de varones

    de raza negra est en crceles, prisiones o

    libertad condicional, la mayora de ellos pordogas. Los gastos del gobierno estadouniden-

    se en la lucha contra las drogas son muy al-tos y la mayora tienen lugar dentro de los

    Estados Unidos (80%).

    No hay duda que los Estados Unidos hacenmucho en la lucha contra las drogas y sus

    esfuerzos punitivos son enormes. Sin embar-

    go, es posible afirmar que estos no podrneliminar las drogas. La guerra

    contra las drogas en los Esta-

    dos Unidos desde hace tiem-po ha socavado derechos que

    muchos estadounidenses con-

    sideran fundamentales (Hyde,1995, Husak, 1992). Para

    triunfar en la lucha contra las

    drogas los Estados Unidos ten-drn que sacrificar ms dere-

    chos individuales lo cual no es

    viable dado el sistema polticode ese pas. Casi que podra

    afirmarse que para tener xito

    en la guerra contra las drogascon polticas punitivas, los Es-

    tados Unidos tendrn que de-

    jar de ser los Estados Unidos.

    En otras palabras, tendrn quecambiar de manera funda-

    mental lo cual sera intolera-

    ble para sus ciudadanos.

    E) ENLOSESTADOSUNIDOSSEDISCRIMINACONTRALOSTRAFICANTESCOLOMBIANOS

    MIENTRASQUENOSECASTIGAOSE

    CASTIGASUAVEMENTEALOS

    ESTADOUNIDENSES

    Esta es una creencia generalizada que pre-

    senta a los traficantes colombianos como vc-

    timas de un sistema legal y judicial injusto.Hasta ahora no ha habido estudios que com-

    paren de manera rigurosa las sentencias y

    procesos judiciales de colombianos y esta-dounidenses involucrados en el narcotrfico.

    Sin embargo, en Colombia se resaltan las

    largas sentencias recibidas por algunos co-lombianos pero no se sabe o no se da publi-

    cidad a los casos en que los colombianos han

    negociado exitosamente con las autoridadesestadounidenses. El problema de muchos co-

    lombianos con el sistema penal estadouni-

    dense es en parte resultado de la falta deconocimiento del mismo y de las posibilida-

    des que pueden tener para lograr resultados

    ms favorables.

    Los eventos de meses recientes que mues-

    tran que muchos traficantes buscan serextraditados y el resultado del jurado dividi-

    No hay duda de que

    los Estados Unidoshacen mucho en la

    lucha contra las drogas y

    sus esfuerzos punitivos sonenormes. Sin embargo, es

    posible afirmar que estos

    no podrn eliminar lasdrogas. La guerra contra

    las drogas en los EstadosUnidos desde hace tiempo

    ha socavado derechos que

    muchos estadounidensesconsideran fundamentales.

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    GRUPODROGAS

    do que no declar culpable a Simn Trini-dad indica que los colombianos han apren-

    dido a manejar el sistema penal

    estadounidense y que en estos casos no esposible hablar de discriminacin contra ellos.

    F) ENLOSESTADOSUNIDOSNOTOLERARONELPROHIBICIONISMOALALCOHOL

    ENTONCESPORQUNOSIMPONENEL

    PROHIBICIONISMODELACOCANA? ESTO

    DEMUESTRALADOBLEMORALDEESEPAS

    YQUELLOSSEBENEFICIANDELMERCADO

    DELACOCANA

    Es importante aclarar que comose ver ms adelante, el prohi-

    bicionismo es mundial y no una

    poltica impuesta al mundo porlos Estados Unidos. Un punto

    importante pero desconocido

    en Colombia es que los proce-sos polticos de los Estados Uni-

    dos que llevaron a prohibir el

    alcohol y las dems drogascomo la cocana, la morfina, la

    herona y la marihuana fueron

    muy diferentes (Musto, 1993:94-98). A lo largo y ancho del

    pas hubo apoyo a la prohibi-

    cin del alcohol. Este tena ra-ces religiosas fuertes y se

    extenda tanto a las zonas urba-

    nas como rurales. Sin embargo,no haba un consenso al respec-

    to y una proporcin importante

    de la poblacin consideraba que

    el uso moderado del alcohol

    deba ser tolerado. Un efecto de

    esta divisin dentro de la socie-dad fue el poco esfuerzo del

    gobierno federal para hacer

    cumplir las leyes contra el alco-hol.

    Es cierto que la prohibicin ge-ner violencia pero esta estuvo

    limitada a luchas entre mafias yentre estas y la polica de algu-

    nas ciudades. En efecto, la gran

    mayora del pas no la padeci. El hecho esque la cultura estadounidense en particular

    y la occidental en general han aceptado el

    uso del alcohol y han desarrollado formas yrituales para controlar los posibles efectos

    nocivos, aunque claramente estos an son

    graves. Por el contrario, las otras drogas han

    sido asociadas a amenazas externas al pas.La morfina y la herona han sido asociadas

    a los inmigrantes chinos, la marihuana a losmexicanos y la cocana a los negros. Los con-

    sumidores de esas drogas han sido vistos

    como antiamericanos o como personas concomportamientos desviados que deben ser

    reprimidos. Adems, en la actualidad estas

    drogas estn siendo asociadas al terrorismoque es tambin una amenaza externa.

    El apoyo a la prohibicin de estas drogas estgeneralizado en toda la corriente dominante

    de la sociedad estadounidense. Es notable

    que uno de los argumentos usados para ata-car la prohibicin al alcohol fue que esta

    aumentaba el peligro de que los usuarios uti-

    lizaran herona y cocana. El punto es quedentro de la sociedad estadounidense surgi

    una oposicin generalizada al prohibicionis-

    mo contra el alcohol pero no ha surgido yprobablemente no surgir algo semejante en

    el caso de las drogas ilegales.

    3. LOSARGUMENTOSDELADERECHA

    Desde la orilla derecha, trabajos analticos

    de prominentes economistas (Gaviria, 2000,

    Robinson, 2006) explican que Colombia en

    los aos sesenta era un pas con niveles decriminalidad aceptables y que el desarrollo

    de la industria de drogas ilegales surgi como

    respuesta a un choque externo que pade-ci la economa colombiana. Otros han pro-

    movido la corresponsabilidad internacional

    como propuesta para exigir transferencias delos pases principalmente consumidores a los

    principalmente productores..

    El argumento del choque externo consi-

    dera que Colombia en los aos sesenta era

    un pas tpico en trminos de criminalidadafectado por el surgimiento de una gran de-

    manda externa que hizo que Colombia pro-

    dujera drogas. Este desarrollo ha sido lacausa principal de los graves problemas que

    enfrenta el pas hoy. Dentro de este modelola razn por la cual el pas produce drogasradica en el exterior, y la nica solucin es

    la legalizacin para acabar el choque ex-

    terno (Gaviria, 2006: 8). Este enfoque nie-ga que caractersticas de la sociedad

    colombiana fueran un factor clave para que

    este choque externo afectara al pas demanera tan grave y no a otros pases como

    Ecuador, Per y Bolivia, que no desarrolla-

    ron grandes carteles de traficantes o, Malasia,

    Indonesia y Taiwn que a principios del siglo

    XX haban sido los principales exportadoresde coca.

    El argumento delchoque externo

    considera que Colombiaen los aos sesenta era

    un pas tpico entrminos de

    criminalidad afectadopor el surgimiento de

    una gran demandaexterna que hizo queColombia produjera

    drogas. Este desarrolloha sido la causa

    principal de los gravesproblemas que enfrenta

    el pas hoy. Dentro deeste modelo la razn

    por la cual el pasproduce drogas radica

    en el exterior, y la nicasolucin es la

    legalizacin paraacabar el choque

    externo

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    YPERSPECTIVASDECAMBIO

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    La idea que un aumento en la demanda in-ternacional de la cocana fuera un choque

    externo difiere de lo que en la literatura co-

    mnmente se considera un choque exter-no. En esta, un choque externo ocurre

    cuando el precio de las importaciones au-

    menta y el precio de las exportaciones cae, oen el caso de pases deudores, cuando las

    tasas de inters en los mercados mundiales

    aumentan. Cuando el precio de lo que seexporta aumenta, en la literatura se habla de

    una bonanza, no de un choque externo. Ade-

    ms, el caso de la cocana es interesante por-que Colombia padeci un choque externo

    causado por un aumento en la demanda de

    un producto que no importaba o exportabay que muchos otros pases haban produci-

    do anteriormente y podan producir.

    4. LAIMPORTANCIADELOSFACTORES

    INTERNOS

    Es notable que tanto la izquierda como la

    derecha presenten argumentos exculpatorios

    para justificar el desarrollo de la industria dedrogas ilegales y culpen al mundo exterior.

    Los argumentos de la izquierda llevan a cul-

    par al sistema capitalista y al imperialismo ylos de la derecha a clamar porque el mundo

    legalice las drogas. Esta ultima postura niega

    la necesidad de reformas estructurales y con-

    sidera que el problema de las drogas no escausado por serias deficiencias instituciona-

    les al interior de la sociedad y sus organiza-ciones pblicas y privadas.

    Es cierto que si no hubiera demanda no ha-

    bra oferta. Sin embargo la estructura de losmercados de coca, cocana, amapola-opio y

    herona no es consistente con la de un mer-

    cado en el que la localizacin de la produc-cin est determinada por la demanda. Si la

    rentabilidad determinara la localizacin de

    la produccin, todos los pases que pudieranproducir coca, amapola, cocana y herona

    lo estuvieran haciendo. La coca puede cre-

    cer en unos 30 pases, la amapola en unos120

    y la cocana y herona se pueden refinar en

    cualquier parte. Por consiguiente, si la renta-bilidad determinara la produccin, Colom-

    bia sera uno de muchos productores y no

    tendra un gran problema con las drogas ile-

    gales.

    La rentabilidad de la cocana es una condi-cin necesaria para que esta se produzca pero

    la gran mayora de pases que pueden culti-var coca y refinar cocana no lo hacen. La

    pregunta que se debe responder es enton-ces, por qu una condicin necesaria, en el

    caso colombiano se vuelve suficiente? El pun-

    to simple es que la gran demanda interna-cional es ilegal y que cuando un producto

    fcil de producir, que no requiere grandes

    destrezas o capital como la cocana o la he-rona es declarado ilegal a nivel mundial, su

    produccin y trfico tender a concentrarse

    en los pases en los que el imperio de la leysea ms dbil y la sociedad ms laxa hacia

    las actividades econmicas ilegales. En otras

    palabras, la produccin tender a concen-trarse en los lugares en los que el riesgo para

    las actividades ilegales sea menor. Es cierto

    que si la cocana no fuera rentable no se pro-ducira, pero Colombia no concentra la pro-

    duccin de cocana porque esta es rentable

    sino porque es ilegal.

    5. ELMAPADELAPRODUCCINYEL

    TRFICODEDROGASYLOSFACTORES

    INTERNOS

    El mapa de la produccin de drogas ilegales

    resalta la importancia de losfactores que hacen que una so-

    ciedad sea proclive a la ilega-

    lidad. La produccin de cocay amapola-opio ha estado con-

    centrada en pases o regiones

    con grupos tnicos marginadosde las corrientes dominantes en

    sus sociedades (Per, Bolivia,

    Myanmar, Laos, Paquistn), gru-

    pos aislados o marginados eco-nmicamente (Tailandia, la zona

    de los montes Apalaches espe-

    cialmente el Este de Kentucky),

    zonas en las que el estado cen-

    tral ha tenido poca presencia oen las que ha habido conflictos

    armados internos o guerras ex-

    ternas (Colombia, Afganistn).La produccin y el trfico de

    cocana y herona han estado

    controlados por grupos conpoca o ninguna lealtad al esta-

    do central o grupos en conflicto

    con l, o envueltos en guerras de liberacin:los Chechenios, los Chinos en Myanmar y

    Tailandia, los Crips, Bloods, Hells Angels e

    inmigrantes recientes en los Estados Unidosson ejemplos claros.

    La produccin de anfetaminas puede llevar-se a cabo en cualquier sitio. Sin embargo tam-

    E

    l punto simple es quela gran demandainternacional es

    ilegaly que cuando unproducto fcil de producir,que no requiere grandesdestrezas o capital comola cocana o la herona esdeclarado ilegal a nivelmundial, su producciny trfico tender aconcentrarse en los pasesen los que el imperio dela ley sea ms dbil y la

    sociedad ms laxa hacialas actividades econmicasilegales.

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    12

    GRUPODROGAS

    Las polticasrepresivas contra las

    drogas se basan enatacar la rentabilidad de

    las actividades ilegalesde dos formas:

    aumentando su riesgo ydisminuyendo sus

    ganancias. Algunas de

    las polticas tienenefectos opuestos a los

    buscados porque cuandose disminuye la

    rentabilidad en unaetapa de la cadena seaumenta en otra y en

    algunos casos seaumenta en la misma

    etapa de la cadena perolocalizada en otro lugar.

    bin est concentrada en sociedades toleran-tes o en pases con altos niveles de ilegalidad

    (Holanda, Polonia y Myanmar) o los grupos

    mencionados en los Estados Unidos.

    Los pases que terminan produciendo drogas

    o haciendo cosas ilegales a gran escala tienedificultades profundas de gobernabilidad, pro-

    blemas institucionales que facilitan estos pro-

    blemas y al final de cultura (valores, actitudesy creencias) porque la gente termina aceptan-

    do la ilegalidad como algo natural.

    6. PORQUCOLOMBIA?

    Para responder esta pregunta es necesario

    explicar por qu en Colombia se gener un

    clima propicio al desarrollo de la industriade drogas ilegales para lo cual

    es necesario responder pregun-tas como cmo se diferenciaColombia del resto de la Am-

    rica Latina y el Caribe? Y por

    qu estas diferencias han pro-

    ducido una sociedad cuyo ca-

    pital social ha generado menor

    solidaridad, confianza y recipro-cidad y una identidad nacional

    ms dbil?

    Varios autores han hecho es-fuerzos para analizar las dificul-

    tades para crear una identidadnacional y una sociedad confuerte capital social: Yunis

    (2003, 2006) Kalmanovitz

    (1989), Herrn (1987), Gmez-Buenda (Ed.) (1999), Thoumi,

    (2000, 2002). Estos trabajos,

    entre otros, resaltan el papel dela geografa, la naturaleza de los

    pueblos colonizadores, los cons-

    tantes enfrentamientos entre lascomunidades indgenas y la fal-

    ta de un concepto de estado cen-tral entre los indgenas yespaoles, para descifrar los or-

    genes de la problemtica nacio-

    nal. Estos factores produjeron, parafraseandoa Ortega y Gasset, una Colombia inverte-

    brada compuesta hasta mediados del siglo

    XX por una coleccin de regiones bastanteautnomas en las que el Estado central tena

    poca capacidad para hacer cumplir las leyes.

    La Violencia de los aos cuarenta y cincuen-

    ta agrav esta situacin al general fuertes des-

    plazamientos y desarraigo en la poblacinque destruyeron el tejido social.

    Estos y otros factores contribuyeron a queen Colombia surgiera un comportamiento

    ladino (Yunis, 2003, 2006) y un individualis-

    mo extremo inducidos por la existencia de unestado y unas instituciones sociales que im-

    ponen muy pocas restricciones al comporta-

    miento individual (Thoumi, 2003). En muchospases se est reproduciendo esta tendencia

    pero en Colombia empez antes y ha sido ms

    acentuada. Por eso, las drogas llegan a Co-lombia porque sus leyes, normas sociales, or-

    ganizaciones, organismos y cultura hacan al

    pas muy vulnerable. Una vez establecida laindustria ilegal en Colombia, esta acta como

    un catalizador que agrava enormemente los

    problemas sociales y dispara la violencia(Thoumi, 1994, Gaviria, 2000).

    IV. PORQULASPOLTICASNOOBTIENENLOSRESULTADOSDESEADOS

    Las polticas represivas contra las drogas sebasan en atacar la rentabilidad de las activida-

    des ilegales de dos formas: aumentando su ries-

    go y disminuyendo sus ganancias. Algunas delas polticas tienen efectos opuestos a los bus-

    cados porque cuando se disminuye la rentabi-

    lidad en una etapa de la cadena se aumentaen otra y en algunos casos se aumenta en la

    misma etapa de la cadena pero localizada en

    otro lugar. Por ejemplo, al fumigar en un sitio

    se hace ms atractiva la produccin en otros oal disminuir la oferta de coca se aumenta la

    rentabilidad en el trfico de cocana.

    Las polticas represivas pueden tener algu-nos logros en el corto plazo cuando logran

    disminuir la rentabilidad y aumentar el ries-

    go en algunos lugares. Infortunadamente, la

    produccin y el trfico se concentran en lassociedades ms proclives a la ilegalidad, y

    como las polticas mantienen la ilegalidad,

    no eliminan las causas de esa concentracin

    por lo que la produccin y el trfico conti-nan. Los que afirman que la nica solucinpara Colombia es la legalizacin (Gaviria,

    2006) apoyan lo anterior pues implcitamente

    conceden que Colombia concentra la pro-duccin y trfico de drogas porque estas son

    ilegales, y que el pas continuar producien-

    do mientras estas continen sindolo.

    V. PORQULASOLUCINPARA

    COLOMBIANOVENDRDELEXTERIOR

    A pesar de los deseos de muchos colombia-nos, el mundo es profundamente prohibicio-

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    LAPOLTICAANTIDROGASEN

    COLOMBIA:SITUACINACTUAL

    YPERSPECTIVASDECAMBIO

    13

    nista. Es cierto que los Estados Unidos sonprohibicionistas, pero tambin lo son Sue-

    cia, toda la antigua Unin Sovitica, el mun-

    do islmico, la China, Japn, Australia, lospases de la Europa Oriental, los africanos al

    sur del Sahara y la gran mayora de los lati-

    noamericanos. Adems, Colombia ha sidohistricamente prohibicionista (Bejarano,

    1943, 1952). Con frecuencia se afirma que

    Europa Occidental no lo es, lo cual no es cier-to: en pases como Holanda, Espaa, Portu-

    gal, Suiza, la Gran Bretaa y en el norte de

    Alemania se ve el problema del consumo dedrogas como uno de salud pblica y como

    reflejo de algunos problemas sociales pero

    en ningn caso se acepta la produccin y tr-fico legal de cocana, herona y otras drogas.

    El prohibicionismo mundial se expresa en tresconvenciones internacionales de las Naciones

    Unidas sobre produccin, trfico y consumo

    de drogas, y una sobre crimen organizado.3

    La legalizacin requerir que Colombia renun-

    cie a estas convenciones o que logre cambiosfundamentales en ellas, lo cual no es posible

    en el mbito mundial actual.

    Cuando se habla de legalizacin fuera deColombia, nadie propone un mercado libre

    de cocana y herona. Todas las propuestas se

    refieren a mercados altamente controlados.

    Por ejemplo, el Nobel de Economa GaryBecker propone establecer un impuesto alto

    al consumo y usar esos fondos para trataradictos. En ese caso, surgira un mercado ne-

    gro, menos rentable es cierto, pero algunos

    colombianos seguiran traficando con drogasde contrabando porque tienen todas las re-

    des para hacerlo y esas son sus destrezas.

    En Colombia frecuentemente se afirma que

    el problema de las drogas es global y que la

    solucin debe ser global. En realidad el pro-blema no es global pero s internacional. Las

    drogas no afectan a todos los pases de igualmanera y para muchos no es un problema

    grave y en ellos las drogas no tienen una prio-

    ridad alta en la agenda de polticas guberna-

    mentales. Por eso el problema no es globalsino internacional.

    En Colombia las recomendaciones de legali-

    zar son el clamor de una sociedad que sesiente abrumada y agobiada por las drogas

    ilegales, e incapaz de reaccionar contra ellas.

    Sin embargo, Colombia no puede esperar

    que el mundo cambie sus polticas argumen-tando que Colombia no puede dejar de pro-

    ducir drogas ilegales rentables. En otras pa-labras, si Colombia no puede cambiar por

    qu si puede esperar que el mundo lo haga?

    VI. LASOLUCINESINTERNAYEXISTE

    SLOENELLARGOPLAZO

    El problema de las drogas no es de polticas

    en el sentido tradicional sino de gobernabili-

    dad, instituciones y cultura, y su solucin re-quiere por tanto cambios profundos en el

    comportamiento de los colombianos. Las

    drogas son sintomticas de problemas msprofundos que viven las sociedades que las

    producen. En Colombia estos sntomas tras-

    cienden hoy a las drogas. El pas es el primerproductor de dlares falsos, el

    primer o segundo exportador la-

    tinoamericano de prostitutas, elprimer productor mundial de

    sicarios, primer o segundo pro-

    ductor de secuestros, el segun-do pas en nmero de nios

    guerreros y desplazados y un

    productor de pasaportes euro-peos de primera calidad.

    Infortunadamente, como sepronostic hace veinte aos

    (Thoumi, 1987), Colombia hacado en una trampa de la des-

    honestidad. Colombia debeaprender a vivir en un mundoen el que hay productos y ser-

    vicios ilegales que no requieren

    mucho capital, tecnologa y des-trezas, es decir, que son fciles

    de producir, y que son muy ren-

    tables pero que no se deben

    producir. El punto simple es queColombia tendr que vivir o

    morir con el prohibicionismo internacional

    por lo que la solucin tendr que surgir des-

    de adentro. Durante los ltimos 35 aos Co-lombia ha evadido enfrentar esta realidad.

    El desafo para lograr esta meta es enorme y

    requiere armonizar las leyes con las normassocialmente aceptadas. Esto implica acabar o

    al menos limitar la aceptacin del comporta-

    miento ladino que aprueba la violacin de lasnormas legales descrito por Yunis (2003 y

    2006). Para lograr esta meta es imperativo

    establecer un imperio de la ley consensuadoy no impuesto y donde surja un capital social

    que genere confianza, reciprocidad, solidari-dad y controles sociales al comportamiento.

    El prohibicionismomundial se expresa

    en tres convenciones

    internacionales de lasNaciones Unidas sobre

    produccin, trfico y

    consumo de drogas, y unasobre crimen organizado.

    La legalizacin requerirque Colombia renuncie a

    estas convencioneso que logre cambiosfundamentales en ellas,

    lo cual no es posibleen el mbito mundial

    actual.

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    GRUPODROGAS

    El primer paso para lograr la transformacinde la sociedad y enfrentar la produccin y

    trfico de drogas y establecer el imperio de

    la ley, es aceptar este diagnstico, de lo con-trario la sociedad seguir culpando al mun-

    do y continuar padeciendo los males del

    desarrollo de las economas ilegales. El pun-to es que aunque el mundo pueda ser injus-

    to, es imperativo establecer una sociedad

    razonable con mayores niveles de confian-za, solidaridad y reciprocidad.

    Lo que se vislumbra hacia el futuro es unalucha entre los colombianos que buscan pro-

    mover cambios en los compor-

    tamientos aceptados y los queinsisten en que los comporta-

    mientos de muchos colombianos

    como el atajismo, elavivatismo, y el oportunismo

    son naturales y comunes al res-

    to del mundo, y por consiguien-te justificados. No hay duda que

    el ser humano es egosta e indi-

    vidualista, pero precisamente, lafuncin de las instituciones so-

    ciales es poner lmites a esos

    instintos. El punto es que con o

    sin demanda internacional ile-

    gal de drogas, Colombia nopuede continuar aceptando que

    el onceavo mandamiento en el

    pas sea no dar papaya y el

    doceavo papaya dada, papa-ya partida. Infortunadamente

    el mundo le ha dado una papaya envenena-

    da a Colombia y la sociedad debe generarinstituciones y comportamientos que hagan

    que Colombia no la siga mordisqueando.

    Con referencia a las polticas contra las dro-gas es importante reconocer que en el mejor

    de los casos son paliativos que no elimina-

    ran la industria ilegal sin que haya cambiossustanciales en la sociedad. Esto no significa

    que el gobierno no deba implementar estas

    polticas. Lo que se debe hacer es avanzaren dos frentes. Primero identificar y

    consensuar los cambios y reformas necesa-

    rios para armonizar las leyes y las normassociales. Segundo promover dichos cambios.

    Tercero, al formular e implementar las polt i-

    cas contra las drogas es imperativo tener encuenta no solamente sus efectos de corto pla-

    zo sobre la oferta ilegal sino adems evitar

    los conflictos que puedan tener con la metade largo plazo de armonizar las leyes y las

    El mundo no va acambiar porque un pas

    no haya podidoestablecer el imperio de

    la ley en su territorio.Con o sin drogas

    Colombia debe buscaruna sociedad en la queprevalezca la ley y estono se logra solamente a

    punta de garrote.

    normas sociales. Por ejemplo, la fumigacinpuede ser efectiva en algunos casos en cuan-

    to podra disminuir la oferta. Sin embargo,

    puede agrandar la brecha entre los compor-tamientos socialmente aceptados y la ley y

    ser contraproducente respecto a la solucin

    de largo plazo.

    Es cierto que el sistema poltico y la cultura

    se oponen al enfoque sugerido. Sin embar-go, el mundo no va a cambiar porque un

    pas no haya podido establecer el imperio

    de la ley en su territorio. Con o sin drogasColombia debe buscar una sociedad en la

    que prevalezca la ley y esto no se logra sola-

    mente a punta de garrote.

    BIBLIOGRAFA

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    NOTAS

    1 Policy Paper del grupo de drogas de Fescol elaborado porFrancisco Thoumi y Santiago Gonzlez del Centro de Es-tudios y Observatorio de Drogas y Delito (CEODD) de laUniversidad del Rosario. Los autores agradecen los co-mentarios de Marcela Anzola, Martha Crdenas y HansBlumenthal. Las opiniones expresadas en este documen-to son solamente de sus autores. Febrero de 2007

    2 Anlisis detallados de las polticas estadounidenses con-tra las drogas se encuentran en MacCoun y Reuter (2001)y Boyum y Reuter (2005).

    3 La Convencin nica sobre Estupefacientes de 1961, laConvencin sobre Drogas Psicotrpicas de 1971, la Con-vencin contra el Trfico Ilcito en Estupefacientes y Sus-tancias Psicotrpicas de 1988 y el Convenio en contra delCrimen Organizado Transacional de 2000.

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    GRUPODROGAS

    El proyecto La insercin de Colombia en el sistema internacional cambiante se em-

    prendi en marzo de 2003; actualmente trabaja en consorcio con la Academia Diplo-

    mtica de la Cancillera; la Universidad Militar Nueva Granada; Centro de Estudios

    Polticos e Internacionales de la Universidad del Rosario; Facultad de Ciencias Polti-

    cas de la Universidad Javeriana; Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Interna-

    cionales de la Universidad Externado de Colombia; Friedrich Ebert Stiftung en Colombia

    -FESCOL-; y el Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales -IEPRI- de la

    Universidad Nacional, con la coordinacin de FESCOL.

    ESTEDOCUMENTOESELRESULTADODELGRUPODEDROGASELABORADO

    PORFRANCISCOTHOUMIYSANTIAGOGONZLEZ

    SITIOWEB: WWW. colombiainternacional.org

    LASIDEASEXPRESADASENESTEPOLICYPAPERNOCOMPROMETENALASINSTITUCIONESQUEHACENPARTEDEESTEPROYECTO.

    N 26 LAPARTICIPACIONDECOLOMBIAENLOS

    ACTUALESESCENARIOSDEINTEGRACION

    En los aos que lleva este proyecto sobre la inser-

    cin de Colombia en el sistema internacional cam-

    biante, no se haba presentado una situacin tan

    compleja como la que se le presenta actualmente al

    pas en sus relaciones internacionales con Amrica

    del Sur, en particular en los escenarios de los proce-

    sos de integracin. La condicin adquirida de veci-

    no problemtico, la soledad en que est quedando

    en su relacionamiento prioritario con Estados Uni-

    dos y el modelo econmico que ste representa, cuan-

    do en el resto de Suramrica se presentan nuevas

    orientaciones polticas dentro de matices de no con-

    frontacin como los regmenes de Chile y Brasil o de

    confrontacin como los de Venezuela y Bolivia. Toda

    esta problemtica est incidiendo peligrosamente enla posible desaparicin de 38 aos de esfuerzos

    andinos de integracin y en un entrabamiento de la

    construccin de la Comunidad Sudamericana de

    Naciones. Analizar las condiciones de la participa-

    cin de Colombia en dichos escenarios es el prop-

    sito del presentepolicy paper.

    N 25 LAUNINEUROPEAFRENTEALALEY

    DEJUSTICIAYPAZYLADESMOVILIZACINDE

    LASAUC: ENTRELASDUDASYEL

    PRAGMATISMO

    Las relaciones UE-Colombia han estado marcadas

    en los ltimos meses por la gestin diplomtica del

    gobierno colombiano para la consecucin de apo-yo a la poltica de seguridad y, en particular, al pro-

    ceso de desmovilizacin paramilitar y a la Ley de

    Justicia y Paz. En este sentido, la UE ha reafirmado

    su posicin tradicional de apoyo al gobierno de Co-

    lombia, cooperacin para el fortalecimiento institu-

    cional y ayuda humanitaria, basados en el pilar

    fundamental de una bsqueda negociada del con-

    flicto armado y el cumplimiento de las recomenda-

    ciones internacionales en materia de derechos

    humanos. En este contexto, la UE, haciendo gala

    de su pragmatismo en poltica exterior, ha decido

    apoyar la Ley de Justicia y Paz desde el punto de

    vista poltico. Pero de la evaluacin de sus progre-

    sos depender que su participacin, en el mediano

    plazo, sea ms directa en el proceso de desmovili-

    zacin y reinsercin de las AUC.

    N 24 QUPODEMOSHACERCUANDOCHINA

    DESPIERTE?

    China es el tercer pas ms extenso del planeta y el

    primero en poblacin. La tasa actual de crecimien-

    to productivo del 9% en promedio anual acelera su

    proceso de industrializacin y ampla su economa.

    Tan amplia base econmica, unida a su poder pol-

    tico y militar, hace de ese pas una potencia mun-

    dial de primer orden. El ejercicio de su influenciainternacional difiere de las formas rutinarias como

    Estados Unidos y las potencias europeas aplican

    medidas para salvaguardar sus intereses, en razn

    de las modalidades de expansin de su cultura

    milenaria y de la necesidad de hallar apoyos a su

    posicin de actor determinante en la solucin de

    los problemas globales. Para un pas en desarrollo,

    como lo es Colombia, es de suma importancia es-

    tablecer un diagnstico objetivo de las relaciones

    con China, sobre el cual advertir las oportunidades

    y los retos. Las relaciones colombo-chinas deben

    verse en el marco de la proyeccin del pas a Asia y

    el Pacfico, y deben fortalecer los nexos bilaterales,

    aumentar la presencia en los organismos regiona-

    les de cooperacin y establecer una agenda demutuo apoyo en los escenarios multilaterales. El for-

    talecimiento de la insercin ha de estructurarse so-

    bre un consenso amplio con los gremios y las

    instituciones acadmicas, bajo la batuta del ejecuti-

    vo. La experiencia de apertura multipolar que han

    desencadenado Brasil, Chile y Argentina da pistas

    sobre lo que los lderes polticos y gremiales colom-

    bianos deben tener en cuenta para aprovechar la

    emergencia de China en el sistema mundial con-

    temporneo.

    POLICYPAPERS

    LAINSERCINDECOLOMBIAENELSISTEMAINTERNACIONALCAMBIANTE