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EDICIÓNNo.185Febrero de 2019

Fernando GaitánCafé, con aroma de mujer / Betty “La fea”, Hasta que la plata nos separe...

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DIRECTOR: Raúl Fernández de Soto / CONSEJO EDITORIAL: Julián Domínguez Rivera, Mario Fernando Prado López, Mario Posada Mejía, Luis Guillermo Restrepo Satizábal / DIRECCIÓN COMERCIAL: Claudia Constanza Orozco / ASESOR COMERCIAL: Santiago Ruiz Fernández de Soto / DISEÑO

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Las opiniones de los cronistas y columnistas son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente la ideología de la Revista Épocas

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No. 185 • Febrero de 2019

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34 42 ¡La Ley de Desfinanciamiento! 6 Por: Mario Humberto Lopera Ospina

Maria Cristina Restrepo y los alemanes en Colombia 12 Por: Leonardo Medina Patiño

La ‘Resurrección’ del Cali 14 Por: Tobías Carvajal Crespo

Fernando Gaitán 20 Yo le metí un túnel a Pedernera 30 Por Alfredo Córdoba Desde cuba 32 Buena vista Social Club presenta la leyenda Eliades Ochoa

34 Dos miradas sobre Roma …la película Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal / Fernando Tocora

38 La Participación de la Mujer en la Política Colombiana Por: Alejandra Abadía Victoria

42 40 Años un viaje fascinante Por: Francisco Mejía-Azcárate

44 CALIWOOD Por: Hugo Suárez Fiat

49 Su Memoria Sobrevivirá a su Época

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Patricia Villegas de Concha y Carlos Alberto Concha Cobo.

De Épocas PasadasEn Estas Épocas

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Algunas veces te duele la patria y se revuelca la vida que has luchado día tras día, tratando de alcanzar “un futuro mejor frente a un presente imperfecto.”

Sí, así como suena; te duele el “importaculismo” de los go-bernantes cuando de gobernar bien se trata. Te duele que los programas para desarrollar de mejor manera el país, tro-piecen una y otra vez con la misma barrera de contención, que no es otra distinta de la corrupción que se tomó todo el país por asalto.

La Ley de Financiamiento lo dice todo; fue presentada por el hombre equivocado, con un nombre equivocado, buscando

¡La Leyde Desfinanciamiento!

Por: Mario Humberto Lopera Ospina.

pasarla en cualquier “noche tenebrosa y fría.” Una de aquellas en las cuales “el musculo duerme, la ambición descansa”, y ellos, los que tienen el poder recibido del pueblo, se apro-vechan para hacer y deshacer solo en su propio y exclusivo beneficio.

Razón que bien explica porque el retraso nacional en todos los ordenes. La educación no camina, ni va acaminar. La justi-cia se ha convertido en lo más injusto contra todo el pueblo. Un proceso de alimentos (por hablar de uno que involucra niños o ancianos impedidos), se puede demorar hasta que el necesitado, se muera.

Los impuestos que se le cobran al pueblo, son un atraco a mansalva. Los luchadores de la calle, representados en el 90% de la gente, están sometidos a una carga im-positiva sin paralelo en ninguna otra parte del planeta. Los gobiernos se inventan miles de tretas para lograr obtener el dinero que sirva para el pago de los contratos amañados que cada uno se inventa.

Ya saben ustedes que de los ingresos de los trabajadores sólo se puede llevar como gasto o deducción fiscal el 40%; el resto debe tributar el 30%. El IVA se aparece en el 95% de las compras, con su tarifa del 19%, ahora incluso para adquirir vivienda. El impuesto predial ha sido ajustado para 2019. Las oficinas de tránsito de cada municipio están dedicadas de tiempo completo a multar a todos los conductores, sea como sea. Multas que en muchos casos exceden de un salario mínimo. En fin; el horror! Ignoro cuántas multas es el número que cada agente debe aportar cada día, pero con el tránsito, algo no está funcionando bien.

En USA, para tener una comparación que nos sirva, las ren-tas están calificadas como ACTIVAS Y PASIVAS. Las ACTIVAS, pueden ser rentas de trabajo o las obtenidas por distintos profesionales, tributan entre el 20 y el 25 por ciento del valor recibido y listo!!! Si la renta es PASIVA, producto de dividen-dos, intereses o rendimientos financieros, la tarifa es del 20 por ciento y listo!!!

No existe renta presuntiva, ni impuesto al patrimonio, ni nada más. El IVA es del 6 por ciento en la mayoría de los es-tados y el impuesto predial una suma muy inferior a la que nos obligan a pagar aquí, donde lo hacemos incluyendo el saldo de la deuda hipotecaria, cuando ese valor debería ser cobrado al Banco que tiene la hipoteca y recibe los réditos.

En las condiciones descritas, se hace muy difícil “hacer camino al andar”, pues todas las puertas conducen a tributar mucho más de lo debido. En otras palabras, el Estado se ha empeñado en agotarle al pueblo la posi-bilidad de ahorrar, de luchar por encontrar la manera de poder comprar su vivienda, su carro, de hacer sus aportes al fondo de pensiones etc.

Mientras existan tasas de tributación directa del 30% sobre los ingresos obtenidos, más el efecto de un IVA del 19%, más el 4x1000, más el Impuesto Predial desbordado, más las contribuciones por valorización de cada municipio, más las altas multas del tránsito, más la gasolina subiendo y la gran mayoría de las estaciones con sus medidores adulterados, con el patrocinio de la “ovejita corrupta” que todo lo puede, más los cientos de Peajes impagables por todas las carreteras

no hechas o no terminadas o no bien mantenidas, que reco-rren la geografía de Colombia, los sueños de los colombianos serán irrealizables.

Y como para que no falte nada, se inventaron LA FACTURA ELECTRÓNICA, para la cual se creó un programa que a cada emprendedor le ha de costar 5 millones promedio, más el valor de las facturas, más la implementación en cada sistema. Esto sólo lo podrán hacer 67 compañías autorizadas por la DIAN, las cuales, en el primer año, han de recaudar la irrisoria suma de 7 billones por prestar un servicio a todas luces in-necesario y el cual, si recuerdan, lo venia prestando la DIAN, para cada usuario. Uffff.

La verdad que se siente en la calle, es que la Reforma Tri-butaria, es y será todo un desastre. Un asalto a mansalva al pueblo colombiano que, increíble!!, todo lo resiste. Que no sabe protestar y que todavía está preguntando qué son y para qué sirven, los chalecos amarillos de los franceses.

Que, como consecuencia de ello, se la ha hecho la vida más difícil a la gran mayoría. Que el recaudo de los ingresos públi-cos a través de los Impuestos, tiene que hacerse entendiendo que el primero que debe ser favorecido con ellos es quien los produce, quien se los gana, quien lucha por ellos. Que el Pueblo entiende sus obligaciones con la sociedad y con los menos favorecidos, pero que no puede ser que el 50 o 60% de sus ingresos deban ser entregados en pago de todas las prebendas que un estafo alcabalero, usurero y corrupto le imponga.

No, eso no está bien. Se requiere con urgencia, romper esa pasividad del pueblo; protestar de todas las maneras habidas y por haber; hacer, aunque sea, una CACEROLADA todas las noches que se haga necesario, por todas las ciudades y pueblos de esta amada Colombia y hasta que nos escuchen. ¡Seguro!

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El Cairo. Jorge Navia y Luz Stella Henao

En Estas Épocas

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En Estas Épocas

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Ya Juan Gabriel Vásquez en su novela “Los informantes” nos había relatado sobre la migración

alemana a Colombia, y su estadía en este país en tierras cercanas a Bogotá, durante la II guerra mundial. Es un rela-to con profundo tinte político, narrado al estilo de Vásquez.Viene ahora la novela “Al otro lado del mar” (Alfaguara, julio 2017) de María Cristina Restrepo, donde nos recrea la atmósfera cartagenera de los años previos al estallido de la ya menciona-da guerra mundial. Con una marcación de los tiempos en el transcurrir de la historia novelada, que inicia en el año 1937 en Cartagena y avanza bi-anual-mente, hasta concluir en Alemania en el año de 1944; la autora nos va condu-ciendo amenamente, con detalles de la vida de la época, de tal manera que nos involucramos en ese ambiente soporífero, pero agradable, del Caribe colombiano. Luego incluye un capítulo que enmarca en el año de 1989 donde culmina, con lujo de detalles, la historia que cautiva desde sus primeros renglones.Aborda la escritora una historia que para actuales generaciones es desconocida, y es la influencia que tuvieron los ale-manes en la economía colombiana, al haber creado industria y haber sido pro-piciadores del sector financiero. Cuenta ella en su novela – que catalogo como histórica- lo sucedido con el banco Ale-

Maria Cristina Restrepoy los alemanes en Colombia

Por: Leonardo Medina Patiño

mán antioqueño, que posteriormente fue el conocido banco comercial antio-queño y que luego se denominó banco Santander. Y allí involucra a uno de sus personajes principales como es Albert, el esposo de Honorine, a quién lo men-ciona como el gerente del banco. Dicha pareja (Albert y Honorine) es central en el desarrollo de la novela.

Aquí un aparte de la novela que relata sobre el banco Alemán antioqueño: “

La iniciativa de fundarlo hacía más de veinte años surgió de dos alemanes residentes en Colom-bia, Adolf Held y Adolf Hartman, junto con un grupo de comer-ciantes antioqueños. Durante las negociaciones en Bremen, Ale-jandro Echavarria, un legendario hombre de empresa fundador de textileras, hospitales y compañías de aviación, y Manuel Escobar, intervinieron con tan consumada habilidad enumerando las venta-jas que tendría el negocio en un país por hacer, que la idea, en un principio descabellada para los posibles socios alemanes, quie-nes tendrían el setenta y cinco por ciento de las acciones, se concretó.”

Y así nos lleva Margarita Restrepo en el discurrir de la historia de su novela, que

es también el fragmento de una época de la historia de Colombia. Nos habla del partido liberal y sus proclamas, como de los gobiernos de ese entonces y su relación con los Estados Unidos. Pone en sus líneas la historia del galeón San José, como una empresa que quie-re emprender uno de los personajes de la novela, quien quiere sumergirse en las aguas del Atlántico para rescatar el tesoro.Transporta muy bien en el tiempo a sus personajes, logra llevar al lector hasta la misma guerra en Alemania, luego de que el gobierno Colombiano de Eduar-do Santos decidió “expulsarlos” de estas tierras, dado el enfrentamiento con los países del eje y la postura política de Colombia apoyando a Estados Unidos.Narra los horrores de una guerra cita-dina. Muestra con precisas palabras lo que es vivir en un permanente estado de sitio. Exhibe, con precisión literaria, lo que una mujer (Honorine, su perso-naje, esposa de Albert) se ve obligada a hacer por conservar la vida de sus hijos en un momento histórico en el que todo está en su contra.En fin, la novela es bella y bien narrada. Pasa de un Caribe delicioso, con frutas, dulces exquisitos, bebidas alicoradas insuperables, a un estadio tortuoso donde todo es hostilidad y sus per-sonajes logran soportarlo, siempre evocando a su Colombia entrañable, donde fueron acogidos con calidez.

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A finales de enero de 1951, la So-ciedad Deportivo Cali S.A. afrontó su primera crisis financiera, como

consecuencia del concepto desfavora-ble emitido por la Superintendencia de Sociedades Anónimas, que no aceptó, como parte del capital verdiblanco, los dineros pagados a los jugadores de su registro en años anteriores por concep-to de contratos. Esa situación generó controversias al interior de la institución entre varios dirigentes, cuyos nombres no interesa citar ahora.

Ante la inminente disolución del equipo, una reunión celebrada el 31 de enero en la sede del Club de Tenis Cali a orillas del río del mismo nombre -donde hoy está el CAM- salvó provi-dencialmente la situación. El saldo rojo vigente en ese instante, que era del orden de $ 107.999 pesos, fue cubierto en buena parte por tres miembros de la familia Urdinola, además de Juan Manfredi y Germán Vélez. Por su parte el Presidente de la entidad, el industrial azucarero Carlos Sarmiento Lora, de-terminó invertir la suma de $300.000 pesos de hace 68 años -toda una for-tuna- para vigorizar las finanzas del equipo, fomentar el deporte aficionado e importar nuevo jugadores. Por ello el remoquete del ‘equipo azucarero’.

Pero Deportivo Cali, tres años más tarde dejó de correr con igual suerte:

La ‘Resurrección’ del CaliFebrero 22 de 1959

Por: Tobías Carvajal Crespo

fue penúltimo en el torneo de 1954 y último al año siguiente, con la dirección técnica del paraguayo Santiago Rivas, sub-campeón con el Boca de Cali en 1951 y 1952 en plena época de ‘eldo-rado’. Sobrevivió en tales años, cuando se sintieron terriblemente las conse-cuencias del Pacto de Lima, gracias a los aportes de la Lotería del Valle y de la Industria de Licores. Con todo y ello, terminó el torneo profesional de 1955, debiéndole algo más de $7.000 pesos a la Dimayor. Una ‘cuantía’ considerable por aquellos días.

Dando cumplimiento a una Reso-lución de la Dimayor, aprobada mayoritariamente en Asamblea Extraordinaria de tal entidad, el sábado 10 de marzo de 1956 De-portivo Cali quedó oficialmente liquidado del panorama futbolero profesional de Colombia, situa-ción que se prolongó a lo largo de 1957 y 1958. La capital del Valle quedó únicamente con Boca Ju-nior y América.

Luego de algún tiempo, la sede del po-pular Café Bemoka, en pleno centro de Cali fue, desde el punto de vista físico, donde se gestó la futura Asociación Deportivo Cali. Esas inquietudes de ‘re-surrección’, inicialmente en tertulia de amigos, se concretaron en el desapare-cido Club San Fernando, contando con

la presencia de viejos dirigentes como Luis Mercado, Ángel Castro, ’Pepe’ Piedrahíta, Álvaro Martínez (padre) Li-bardo Rivera, Aurelio Grimberg, Alberto Bitar, Paul Ziablof y Alex Gorayeb, entre otros. Tales dirigentes, comisionaron a Alberto Bitar y a Jorge González -otrora dirigente del Atlético Nacional- para procurar el reingreso del Deportivo Cali al seno de la Dimayor.

A la Asamblea de la rectora del fútbol profesional, a finales de 1958, también asistió el dirigente caldense Aníbal Aguirre Arias, dueño de la ficha del Boca Junior caleño, liquidado al terminar el torneo de 1957. El hombre de las 3A tenía voz y voto en tan impor-tante reunión, mientras el dúo de dirigentes verdiblancos no.

José Chalela y Chalela, presidente de la Dimayor, fue testigo en aquella Asamblea de la renuncia de Aguirre Arias, dueño de la ficha boquense (su equipo podía retornar al certamen de 1959) en beneficio de los intereses del Deportivo Cali. Un gesto deportivo que quizás la historia no ha valorado en su justa proporción. Saneada su situación legal y financiera, el Cali procedió a la contratación del técnico Julio Tócker, quien 12 años antes había llegado al Cali como jugador, a instancias del dirigente Abel Duplá.

El domingo 22 de febrero de 1959 (se conmemoran pues 60 años) Deportivo Cali de la mano del exjugador Manuel Spagnuolo, ejerciendo como entrena-dor momentáneo regresó a las canchas colombianas para enfrentarse -partido amistoso- al Independiente Medellín, equipo que retornaba de un obligado ‘año sabático’ luego de haberse coro-nado bi-campeón en 1957. Ganó el equipo ‘Azucarero’ por 1-0, anotación del paraguayo Francisco Solano Patiño, quien había llegado para el Boca el 11 de mayo de 1950.

Aquel juego de la ‘resurrección’ contó con el arbitraje del ‘Marqués’ Carlos Tulio Obonaga y fue presenciado por 11.274 personas que dejaron en las ar-cas caleñas un total de $ 24.586 pesos, recaudación que hacía mucho tiempo

no se lograba en el ‘Pascual Guerrero’. Los precios populares de ese día fueron: Sombra (la vieja tribuna derruida con motivo de los Panamericanos) $ 4,20; Oriental (ya de dos plantas) $ 2,10 y norte y sur (de una sola planta) $ 1,10.

Su primer partido lo protagonizó el Cali con los siguientes hombres: Ra-món García, portero cedido en prés-tamo para el juego por el Pereira; José Eduardo Castro, un hombre de la vieja guardia y Luis Alfonso ‘Cocina’ Tejada; César Díaz, Federico Rickens y Oscar ‘Severiano’ Ramos; Miguel Panesso, De-lio ‘Maravilla’ Gamboa (quien por única ocasión vistió la casaquilla verde en el estadio sanfernandino) Solano Patiño, Alberto ‘Cóndor’ Valencia y Roberto ‘Benitín’ Urruti.

1959: nace la AsociaciónUn total de 17 jugadores históricos, en la tarde de la reaparición: de pie, de izquierda a derecha: C. Díaz, L. A. Tejada, O. Ramos, R. Gar-cía -arquero a préstamo- F. Rickens, E. Avila, O. Saavedra, J. Edo. Castro, y G. Rojas. Inclinados en el mismo orden: M. Panesso, A. Bautis-ta, Fco. Solano Patiño, Delio “Maravilla” Gamboa, R. Minatti, A. Valencia y R.Urruti.

La noche del 10 de marzo se

protocolizó el regreso oficial

del Deportivo Cali al torneo de

la Dimayor. Oficiando de local,

el equipo verde superó al Atlé-

tico Bucaramanga por 3-1.

Allí se admiraron, además de los juga-dores ya citados, a Mario Mussi, portero argentino, Reno Minatti, Fernando Home, gestor del primer triunfo olím-pico de la historia frente a Brasil (2-0) en diciembre de ese mismo año y Camilo Cervino, autor de dos goles aquella noche. La otra conquista fue obra del criollo Miguel Panesso.

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Andrea Vélez Zuluaga, Fernando Trejos Madriñán, la Señorita Colombia Gabriela Tafur Náder, y Olga Liliana Náder Cardona.

En Estas Épocas En Estas Épocas

Mario Humberto Lopera Ospina y María Elena Fajardo de Lopera y su hija Isabella Lopera Fajardo.

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Jorge Pontón, Alex Gorayeb y Julián Sinisterra.

De Épocas PasadasDe Épocas Pasadas

Talleres de los antiguos Ferrocarriles Nacionales de Colombia de los que se conservó alguna parte de su estructura para construir en el mismo sitio, el Centro Comercial Chipichape.

De Épocas Pasadas

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Isabella y Andrés Restrepo Saavedra con su madre Anamaría Saavedra Barberena.

Michael McClemont, Carmen McClemont, Helena Angulo Montero, Lucía Montero de Angulo y Andrea Kloetsner Angulo.

El 29 de enero cuando se preparaba para la segunda temporada de teatro de Betty la Fea, falleció a los 58 años de un infarto fulminante al miocardio, el li-bretista, periodista, guionista y director de televisión, Fernando Gaitán Salom.

Nacido el 9 de noviembre de 1960 en Bogotá, desde muy temprano – en 1970 - y apenas terminando el ba-chillerato a los 19 años en el Colegio León de Greiff, comenzó su carrera como periodista cumpliendo labores de Reportero en el periódico El Tiempo, diario del que haría parte de su Unidad Investigativa y al que se refería diciendo que había sido su “escuela, su colegio, su universidad, su todo”

Casado muy joven a los 19 años con Esperanza González, madre de sus dos hijas mujeres y con quien tuvo un matrimonio de 20 años, su vida sen-timental transcurrió hasta su muerte al lado de María Landaburu, costeña vinculada con el teatro, quien había vivido en Francia y España, con quien tuvo su último hijo.

El tercero de 4 hermanos del matri-monio Gaitán Salom, a los 22 años se hizo notar e irrumpió en la televisión escribiendo libretos de telenovela para televisión como “Azúcar”, exitosa serie presentada a comienzos de la década del 80; pero alcanzó verdadero renombre al escribir “Café con aroma de mujer”, telenovela que lo lanzaría a la fama y de la que se han hecho varias adaptaciones en México.

Después de escribir “Carolina Barran-tes” la que según sus propias palabras constituiría su mayor desacierto, le esperaba el que constituyó el mayor de sus éxitos; que lo catapultó a la verdadera fama internacional y a ser reconocido mundialmente. Se trataba nada menos, que de su telenovela “Betty la fea”, que logró cifras sin pre-cedentes en Colombia y que ha sido adaptada y reproducida en infinidad de lenguas y países. Es quizás la no-vela que ha tenido más versiones en la televisión mundial y su éxito, ni él, ni nadie alcanzó a vislumbrar.

En Estas Épocas

Fernando Gaitán

Siempre manifestó agradecimiento por la suerte que tuvo con los elencos de sus telenovelas y guardó siempre un especial afecto por Margarita Rosa De Francisco, Ana María Orozco y Mar-cela Carvajal, protagonistas femeninas de tres de sus más grandes éxitos: “Café con aroma de mujer”, “Betty la fea” y “Hasta que la plata nos separe”

Recibió innumerables Premios y men-ciones como 4 India Catalina, Premio TV y Novelas y un Premio Simón Bolí-var. Fernando Gaitán fue nombrado vicepresidente de productos de RCN Televisión en el año 2009, y en el 2010, a solo un año de su nombramiento, llevó a RCN a convertirse en el ca-nal con más sintonía en el  prime-time, recuperando la punta en la que falli-damente había intentado posicionarse el canal desde 2008, cuando la perdió ante Caracol Televisión. La muerte lo sorprendió cuando esperaba el lan-zamiento el 6 de febrero de 2019, de “Betty en NY” producida por Telemun-do Global Studios

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En Estas Épocas En Estas Épocas

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Elizabeth Matejko y Marcela Serrano

Santiago Tafur Mejía, Gloria Inés Mazuera, Óscar Atilio, Jorge Einar y María Virginia Tafur González, Sara Mejía y Javier Tafur González.

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Humberto Ascione y María Paulina Díaz.

Ileana Aguirre, Gloria Patricia Mercado y Ángela María Tobón.

1980. El reconocido actor mejicano Andrés García y el fotógrafo aéreo Manuel Varona.

De Épocas PasadasDe Épocas Pasadas En Estas Épocas

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Antes y Ahora

Instituto Departamental de Bellas Artes, hoy institución universitaria, ubicado en el tradicional barrio Centenario y su radical transformación con el tiempo.La fotografía del pasado, corresponde posiblemente a la épocas de su fundación en 1933. Ana Patricia Espinosa y su padre Hugo Espinosa Rojas

En Estas Épocas

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Jorge Hernán Baena Cárdenas y su madre Margarita Cárdenas de Baena

Germán Andrés y Ximena Gómez González y su madre María Victoria González.

En Estas Épocas En Estas Épocas

Martha Lucía Torrente Villegas y sus hijos Marcela y Mauricio Villa Torrente.

Hermanos Juan Fernando y William Mejía Vélez

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En Estas Épocas

Liliana, Ana Jimena, Cristina y Gloria María Rivera Viana, acompañadas de su prima María Beatriz Viana F. (Al centro).

Yo le metí un túnela Pedernera

Por Alfredo Córdoba

Para las nuevas generaciones de aficionados al fútbol, es posible que el nombre del maestro Adolfo

Pedernera o no les diga nada, o sólo recuerden que a alguien se lo oyeron nombrar; sin embargo, fue un señor futbolista a la altura de cualquiera de los astros actuales. Hizo parte con Félix Loustau, Ángel Labruna, Juan Carlos Muñoz y el “Charro” Moreno, de la famosa “máquina de River” tal vez la mejor delantera que equipo alguno haya tenido.

Tenía yo unos quince años y nuestro equipo de Santa Isabel tenía como su rival al de Nueva Granada, barrios ubicados al sur de Cali separados por la calle 20 sur y cuyas casas estaban recientemente construidas y ocupadas por familias de clase media.

Los partidos se jugaban cada sábado en la polvorienta cancha del colegio Pío XII o Estadio de Pío “equis, palito, palito”, como lo pregonaba con voz impostada desde su cabina en la tapia norte del colegio, Harold Magaña Villa, quien llegó a ser locutor deportivo de una emisora radial local.

Nuestro equipo contaba con un back centro italiano, puede que no fuera Cannavaro, pero italiano al fin y al cabo y un grupo de jugadores: “Pigua”, Rebe-llón, Gabriel, “Gover”, “Garrincha” y otros

que no hacíamos marca a los costados, ni pressing, no había volantes de con-tención ni enganche, ni doble línea de cuatro y todos estos términos inventa-dos por unos calvos de Manizales que salen en televisión y que no debieron jugar ni bolas. Nosotros sabíamos lo que se necesitaba para jugar bien al fútbol: jugar bien al fútbol.

Una tarde de sábado los eternos rivales no se presentaron ya que el 70% del equipo eran los hermanos Díez y tenían un compromiso familiar. El menor de ellos, “Luji”, fue quien a inicios de los sesenta revolucionó el twist local con su conjunto Los Demonios y su inigua-lable versión de “La Gallinita Josefina”.

Cuando ya nos disponíamos a jugar un “seis a seis”, aparece un bus con un equipo aficionado; uniformado y todo, buscando con quien jugar. Verlos y cuadrar el “picao”, fue inmediato. El entrenador del equipo (no DT) era, sí señor, nadie menos que Don Adolfo Pedernera, quien por esa época cum-plía igual función en “La mecha”, el otro equipo profesional de la ciudad.

A los 15 minutos ganábamos 2 - 0 y los estábamos paseando, de allí que Pedernera entró a reforzar al cuadro donde jugaban sus hijos Adolfo Alfredo y Alfredo Adolfo, par gorditos, que la verdad sea dicha, no era que tocaran mucho “cuero”.

En mi función de nueve recibí perfilado una pelota de Pascuas, puntero izquier-do, sí se jugaba con punteros punteros; la gloria del fútbol argentino quedó a mi derecha y se me acercó rápidamen-te, así que con pierna derecha amagué el pase y efectué la jugada conocida como el yo-yo o jalada y apenas levantó la pierna diestra, con sutil toque del exterior del pié derecho la pasé por entre sus piernas consolidando lo que se conoce como galleta, sotana, túnel, caño, ordeñada y de varias formas más, salí por mi derecha y pasé por sus es-paldas y cuando me alejaba, frente en alto y pelota dominada, pude escuchar la risa del Maestro.

Maestro Adolfo Pedernera, gloria del fútbol argentino

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En Estas Épocas

Desde cuba

BUENA VISTA SOCIAL CLUBpresenta la leyenda

ELIADES OCHOA

El maestro Eliades Ochoa recordado vocalista y guita-rrista del Buena Vista Social Club regresa a Cali con sus grandes éxitos.

Eliades Ochoa ha escuchado aplausos en todas las esquinas del mundo; desde el famoso Carnegie Hall de Nueva York, pasando por las húmedas esquinas de La Habana hasta Theatrem de Amsterdam.

Además de haber prácticamente recorrido el mundo con su música, este músico cubano de humilde origen, también gra-bó un documental dirigido por el reconocido cineasta Wim Wenders y trabajó junto al productor Ry Cooder, colaborador

usual de Wenders. Hasta el momento, el maestro Ochoa tiene en su haber 14 discos entre trabajos en solitario, apariciones especiales y compilados. Sin embargo, fue su participación en el proyecto Buena Vista Social Club, junto a los recordados y desaparecidos Compay Segundo e Ibrahim Ferrer, el que lo llevó al reconocimiento mundial como uno de los últimos exponentes de la tradición musical cubana que todavía se da el lujo de recorrer el mundo con su guitarra al hombro.

En el año 1997 gana el Grammy gracias al disco Buena Vista Social Club.

En 1999 obtuvo junto al Buena Vista Social Club una nomi-nación a los premios Óscar, gracias al documental con el mismo nombre de la orquesta. Ambas producciones -disco y documental-, iniciativas del norteamericano Ry Cooder.

Hoy, el maestro Eliades Ochoa es el único miembro original de la exitosa orquesta cubana que brilló por el mundo y nos presentará en Cali sus grandes éxitos: Chan Chan, El Carretero, El cuarto de Tula, Candela, Pintate los labios María, entre otros.

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Cuarón decidió hacer ajustes con sus fantasmas de infancia con un película personal, autobiográfi-

ca; por eso nos muestra los hechos que lo marcaron, en su entorno inmediato o en el más periférico pero a su vez histórico. De aquel, la disfuncionalidad de una familia con un padre ausente, pero en cambio con una nana tierna y protectora. De lo segundo, la violencia, la natural de un terremoto o del oleaje marino, o la violencia humana como la de Tlatelolco de 1968 o la masacre de Corpus Christi en 1971

“Roma”, la película de Cuarón, es Mé-xico, la ciudad y el país. Es la ciudad, porque la colonia (barrio, comuna) Roma, de donde toma el nombre, es una de las más tradicionales de la capital mexicana y es el país, porque por sus secuencias se rememora una época, la de la infancia del cineasta, con su familia típica de clase media, con las fuertes diferencias sociales entre el México descendiente de europeos y el México nativo indígena.

No es tanto la película de Cleo, la oaxa-queña indígena, humilde, incansable, que trabaja de sol a sol ayudando a la familia Cuarón a levantar sus cuatro hi-jos, entre los que está el futuro cineasta director de la bien ponderada “Gravity”. Pero no siendo tanto la película de la empleada doméstica, es la del México humilde que se encuentra con el Méxi-co acomodado de la colonia “Roma”; y

Por: Fernando TocoraPublicada en Diario ADN, dic 21 2018

también es el México reprimido al que el Partido Revolucionario Institucional le tendrá la sorpresa de los “halcones”, grupos paramilitares extraídos de las mismas entrañas populares para ani-quilar cualquier protesta.

De México y sus gobiernos del PRI se decía entonces que se preocupaban mucho por los Derechos Humanos, pero los de los otros países. García Márquez solía contestar a la pregunta de porque no profería alguna palabra sobre esos hechos, que no le quedaba bien hablar mal del país que lo había alojado.

Está bien que esta trilogía de artistas cineastas (Del Toro, González Iñarritu y el propio Cuarón) acogidos magnífi-camente por el sistema de Hollywood, volteen sus ojos hacia la América mes-tiza e indígena. Cuarón lo hace con un mural, que puede revelarse con aquella toma del paisaje en el campo con nopa-les, cactus, agaves incluídos, o con las calles cargadas aún de avisos de neón y marquesinas de teatros art-deco de mediados de siglo pasado, o con los rostros indígenas ensombrerados, las manifestaciones estudiantiles y hasta los aviones que pasan por los bordes de la pantalla anunciando los nuevos tiempos de tecnología y entrelazamien-to del mundo. Es en este otro mural mexicano, de lenguaje formalmente diferente al de Siqueiros, Orozco o Rivera, -porque sus imágenes se su-

ceden y se mueven- que el ritmo de la película se hace más pausado y pueda disgustar a muchos que esperan una narrativa más fluida y un desenlace más convencional.

La película mexicana se encuentra entre las favoritas para un Oscar en la próxima entrega de la estatuilla norteamericana; allí se encontrará con la nuestra “Pájaros de verano” de Ciro Guerra y Cristina Gallego.

La tensión del relato de ésta última, la riqueza de las imágenes y la maestría de las actuaciones así como la destreza de la dirección de actuación y de la dirección en general nos inclina decidi-damente por la colombiana.

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En Estas Épocas

Tres generaciones. Javier Gómez Duque, Gladys Quintero de Gómez, su hija Juliana Gómez Quintero y su nieta Antonia De Francisco Gómez Juan Manuel Dávila Jimeno y Manuel Toledo Dávila

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La Participación de la Mujer en la Política Colombiana

Por: Alejandra Abadía Victoria

El talento, la voz, y los valores de la mujer, son virtudes que deben de coexistir en el desarrollo de

un país, pues no sólo son individuos sensibles y multifacéticos, sino que contribuyen a fortalecer la democracia de sociedades.

Es necesario iniciar éste contenido, re-cordando un poco de historia en la par-ticipación de la mujer Colombiana en

su país. En 1954, las mujeres tuvieron la oportunidad por primera vez de elegir y de ser elegidas; un año después Jose-fina Valencia en el Cauca, fue la primera Gobernadora, y Ministra de educación en el año 1956, para Colombia.

Los hombres en su existencia, han conquistado mayores oportunidades que el sexo opuesto, un ejemplo de ello, se refiere a que ellos, alcanzaban la

fortuna de ejercer voces políticas desde la Independencia de nuestro país. A diferencia de las mujeres que a penas el 1 de Diciembre de 1957, votaron por primera vez; poniendo a Colombia como uno de los países de América Latina que más prorrogó en reconocer el derecho de la mujer al sufragio.

Una vez implementado el derecho al voto de la mujer, se abre un innegable

camino de intereses de igualdad en-tre ambos sexos. Sin embargo, dicho tránsito no ha sido hacedero, dado que la Iglesia católica ha resultado in-fluyente, con unos valores de tradición con respecto al papel de la mujer en la sociedad, y con un sistema político delimitado y excluyente.

El rol femenino en la Política Colom-biana, se fue edificando paso por paso, enfrentando la situación de vio-lencia Política y Social que ha estado presente en el país durante extensos períodos.

Con el fin de aumentar la participación Política de las mujeres en Colombia, se establece un Marco Narrativo Inclusivo, que se trata de garantizar el derecho a la Igualdad entre hombres y mujeres, resaltando la Constitución de 1991, en el Artículo 13, que instaura una igualdad entre todas las personas, y también el Art. 40, que concibe en la participación de mujeres en todos los niveles de administración pública.

Gracias a las reformas constitucio-nales, según el Art. 109 del 2009, se implementa la equidad de género en partidos y movimientos políticos, que deberán contar con tres principios:

1. Paridad: Se refleja en como está compuesto la sociedad. Mitad hom-bres y mitad mujeres.

2. Alternancia: Se exige que en la lista que los partidos que se presentan a las elecciones, se debe intercalar hombres y mujeres.

3. Universalidad: Aplicación de los conceptos de Paridad y Alternancia.

El liderazgo y participación política de la mujer, son determinantes para for-talecer la democracia, la paz, y el desa-rrollo de una sociedad; Representan el 51 % de la población, pero conforman sólo un 17.5 % de cargos de elección popular, y aún así, existen grandes

Línea de tiempo de Participación de la Mujer en la Política Colombiana:

1958 1974 1991 2002

Se elige la Primera Candidata Mujer denominada Mujer Ministra Primera mujer Presidencia de a Ministra de relaciones de Defensa. Senadora. Colombia. Exteriores.

2002 2010 2018

Ministra de Defensa. Primera contralora Vicepresidenta de la nación. de la República.

desafíos para utilizar sus capacidades tanto físicas como emocionales.

Finalmente, es fundamental contar con la voz de la mujer en todos los sentidos, no sólo políticos, sino sociales, econó-micos, y laborales. Debido a que han demostrado durante décadas que son seres dispuestas a explotar su mayor potencial en todos los ámbitos en don-de se les abre la brecha para aportar.

Son individuos colmados de fortalezas a parte de su sexto sentido, su sensibili-dad, y su carácter en conducir la toma de decisiones de distintos espacios.

Además de ser un compromiso de de-rechos humanos, cerrar las fisuras de género es una cuestión de eficiencia y competitividad. La desigualdad entre hombres y mujeres, se puede disolver, y a su vez transformar.

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En Estas Épocas En Estas Épocas

Luisa Fernanda Rebolledo Borrero, Óscar Concha Aguirre y Mario Rojas Hurtado

Álvaro Paz Viedma y el reconocido director técnico Reinaldo Rueda.

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En 40 años de matrimonio hemos vivido de todo, alegrías, triste-zas, emprendimientos, fracasos,

bonanzas, quiebras, ganas de todo a toda hora y ganas de nada a ninguna hora, sin embargo, lo único que se ha mantenido siempre constante ha

40 Años de un viaje fascinante

Por: Francisco Mejía-Azcárate

sido nuestra determinación de no dejar que nada de esos avatares de la vida se interpusieran en nuestra relación. Siempre buscamos el espa-cio para nosotros dos, siempre hubo el momento para ir a bailar al Extasis o al Habanero, para ir a Buga a hacer

vueltas, visitar al ‘Milagroso’ y luego ir

a almorzar a ‘Rancho Luna’ o cuando

hay más tiempo ir hasta ‘María Mulata’,

para quedarnos en casa y cocinar o

para cambiar un masaje facial por una

rascada de espalda.

Siempre supimos que al final del día, los hijos se irían y nosotros estaríamos solos hasta que uno de los dos se adelante en el camino aquel, por eso procuramos educarlos lo mejor que pudimos, les dimos toda la atención, les dedicamos todo el tiempo que fue necesario (no solo a ellos sino también a sus amigos, de los cuales ayudamos a educar como a media docena) pero la idea era prepararlos para que tuvieran vidas propias y vidas exitosas y creo que lo hemos logrado, a pesar que nosotros arrancamos cuando teníamos 21 y 18, cuando el éxito estaba lejos y propio no teníamos sino un hijo.

Lo peor de ser padres a esa edad es que todo el mundo se sentía con el derecho de meterse en nuestra vida y opinar como es que se deben educar los hijos, y la ventaja es que como éramos tan jóvenes, todavía teníamos presente las penurias que pasamos por haber sido tan contemplados y decidimos evitarles eso a los ‘pelaos’, así que en esta familia, ‘la ley del menor esfuerzo’ nunca fue una opción.

Algo que entendí años después de haberme casado fue una frase de mi madre… “debes entender que cuando uno se casa, no solo se casa con el amor de su vida, sino con toda su familia”. ‘Oh my God’ era verdad. Me tomo unos años enterarme, pero es la purita verdad.

Alguna vez nos invitaron a Mencha y a mí a una charla en la Universidad Ja-veriana, para que explicáramos cuales creíamos nosotros que eran las claves para un matrimonio tan armonioso y longevo a pesar de habernos casado a edades tan tempranas… Mi respuesta fue: ‘buen humor y mala memoria’ y la respuesta de Mencha fue aún más contundente: ‘Ni idea’, a lo que todo el mundo estallo en risas y aplausos.

Mencha y yo somos absolutamente distintos, nuestros gustos no podrían

ser más distantes, a ella le gusta la vida a una velocidad reducida y a mí a exceso de velocidad, a ella le gusta la música y la poesía y a mí la historia y los autos antiguos, sin embargo, coincidimos en que a este mundo, ninguno de los dos, vino a pasarla mal, siempre he-mos tenido una actitud donde el buen humor es una parte tan importante de nuestra relación, como lo son el amor, el respeto y por supuesto el sexo. Mucha gente no nos cree, cuando les decimos que jamás peleamos y es que muy pronto entendimos que como éramos tan distintos no era necesario asistir a todas partes juntos. Por ejemplo, en esta familia es muy común no salir de paseo juntos. En ocasiones me invento paseos a ver autos antiguos y museos, y ella prefiere no acompañarme o ella decide armar paseo con sus hermanas y sobrinas y yo no voy… incluso, cuando estamos de viaje juntos, y alguien me

invita a ver una colección de carros o un museo, ella simplemente me dice… anda tú que yo me quedo en la playa o piscina… Mencha a este ‘tratado’ lo denominó “dibujo libre”, y a mis paseos les dice “hueso de mamut”.

Así entre nuestras infinitas diferen-cias, solo sabemos que hemos vivido espléndidamente, que tenemos unos hijos maravillosos, unas familias enor-mes, y un montón de amigos que nos aceptan y nos reciben tal y como somos auténticos, y poco sutiles, pero fieles a nuestras creencias y eso sí, consecuen-tes con lo que decimos y hacemos. Si tienes un perro serás feliz y si tienes dos, serás aún más feliz, pero si tienes una nieta que vive en Hong Kong, y que vez todas la mañanas cuando ella se va a acostar, es imposible no sonreírle a la vida y darle gracias a Dios por este paseo …….

María Antonia “Tuti” y Francisco “Kico” Mejía Uribe

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Museo de la Cinematografía

EL “POLIORAMA” DE LUCIANO RIVERA Y GARRIDO 

Gracias a los aportes de los abogados Ramiro Martínez y Laureano Delgado Rivera y al texto del libro “Impresiones y Recuerdos”, de Armando Romero Lozano, reeditado por Carvajal y CIA., en 1968, el Museo de la Cinemato-grafía logró establecer que corriendo los años de 1878 o de 1883 el legendario escritor y periodista Luciano Rivera y Garrido nacido en Buga (1846-1899), a su regreso de Europa, en uno de los años citados, trajo al Valle del Cau-ca un excepcional aparato denominado el “poliorama”, que era conocido en Europa,  como una “linterna mágica”, elemento construido en ma-dera y bronce, con el que se podían proyectar vistas fijas, pintadas a mano e impresas en vidrio. El dispositivo tenía la capacidad de proyectar una imagen tras otra, pues poseía dos lentes, uno debajo del otro, los cuales le permitían al proyeccionista la posibilidad de cambiar el primer vidrio tan pronto era exhibida la imagen del primero, dándole turno al segundo vidrio en el lente inferior. En el Museo de la Tecnolo-gía de Cataluña, con el número de registro 4958, se exhibe un “poliorama” idéntico al que importó Luciano (ver foto), lo cual

fue constatado confrontando la fotografía de la carátula de la Revista Occidental # 138 de los meses de Marzo y Abril de 1989, en la que mediando autorización de Laureano Delgado Rivera, legatario del archivo de Luis Alfonso Del-gado, se publicó una gráfica en la que aparece Luciano con su proyector de vistas. El “poliorama” era fabricado en Francia por la empresa Laver-ne & Compañía, en la segunda mitad del siglo XIX y tenía las siguientes dimensiones: 0.68 x 0.27 x 0.59 centímetros. Se trataba de una “linterna mági-ca” de dos pisos, de conside-rable calidad y protegida con una cubierta de bronce, que tenía dos lentes, habilitados con resortes, que facilitaban la apertura y el cierre de los objetivos de la linterna en forma simultánea. La lin-terna mágica fue el primer dispositivo óptico capaz de proyectar imágenes pintadas en colores transparentes en pequeños portaobjetos de

vidrio, tal como lo concibió Laverne & Compañía, pioneros en el área, indicando que el productor francés fue líder en la fabricación de tales linternas de proyección. El Museo CALI-WOOD exhibe cuatro “linternas mágicas”: dos alemanas, una francesa y una americana. Consulta www.caliwood.com.co

El torero español José Ortega Cano, María Roosmery de Ruiz y Huber Ruiz.

De Épocas Pasadas

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Hace unos días al-guien andaba pre-guntando quien

inventó el espejo y la ver-dad es que no hubo una respuesta valedera. Toda esa historia está perdida en el tiempo, desde que a alguno se le ocurrió pulir y brillar una superficie de bronce -era la era del bronce- y allí logró ver su imagen. ¿quien fue ese personaje ? Nadie lo sabe. Pero se me ocurre que quien inventó el es-pejo un poco atrás fue un mancebo muy bello de la antigua Grecia, tal vez el que más lo ha sido, cuyo nombre era Narciso. Él descubrió que el agua en reposo podía reflejarlo en todo el esplendor de su belleza y se enamoró de su propia imagen. Fundó luego el narcisismo, del cual también se enamoró el siquiatra Freud, para descubrir esa pasión por sí mismo en casi todos los hombres.

El espejo, sin duda alguna, no debe mentir. Es veraz aunque un poco cóm-plice con lo feos. Las mujeres, ordinaria-mente, nacen con él en sus manos. Pero los hombres también. Hoy el mundo no podría vivir sin él.

El suicidio de LarraPor: Armando Barona Mesa

Pero en mi historia de hoy ese espejo silencioso adquiere otras connotacio-nes, porque es el testigo de un suicidio estremecedor cometido ante él por uno de los más grandes escritores de la épo-ca romántica española y del mundo, en pleno siglo XIX, más exactamente el 13 de febrero de 1837, cuando solo tenía la edad de veintiséis años y era muy famoso ya. Era esta también la época

de las guerras carlistas y él era liberal.

Se trata de Mariano José Larra, columnista como pocos, ensayista y literato, novelista y autor de zar-zuelas. nacido en Madrid en marzo de 1809, con una copiosa obra escrita. Larra era orgulloso, dandy, muy bien parecido, con sus pa-tillas y bigotes de la época, vestía camisas finísimas de blanco lino, y trajes de lana ingleses. Sentimental, adusto y pasional. Casó temprano, pero esa unión no funcionó y volvió a la so-ledad. Hasta que conoció a una mujer casada ella. De belleza embrujadora y una especie de demonio salaz metido entre sus poros. Lúbrica y devoradora, ator-mentaba las noches con su ausencia o las inundaba de frenesí cuando estaba

presente. Se llamaba Dolores Armijo, pero se le decía simplemente Lola. Se separó un tiempo de su marido, pero después volvió a él. Estaba nombrado en un cargo en la colonia de Filipinas y se iban juntos.

Larra enloqueció de dolor y angustia. La veía en los espacios, la sentía al amane-cer y en la tarde declinante. Sentía sus

manos ardorosas pasar por su espalda y su boca derritiendo su hastío. Un día ella le mandó una boletita en la que le anunciaba que pasaría por su depar-tamento a recoger sus cartas. El pensó que era un regreso.

Fue donde el peluquero, se colocó su mejor camisa y vestido. El apartamento lo llenó de gardenias e hizo brillar todo, hasta el espejo. Encendió el fuego de la chimenea e hizo renovar los ajuares del lecho. La esperó saliéndosele el corazón. La amaba, sí, pero era mayor su pasión y el sexo. Ella llegó finalmente con una hermana del esposo. Fue ter-minante en su resolución. Nada la haría cambiar. Él, con lágrimas disimuladas le entregó las cartas y la sintió salir.

Cuando ella se fue, él aspiró el raro perfume en el ambiente. Entonces se retocó el atuendo y fue hasta el noche-ro donde tenía una pistola cargada. La tomó en sus manos y, con toda su indu-mentaria reluciente y su terno negro, se puso ante el espejo. Y luego, sintiendo los latidos acelerados de su corazón, se puso el arma al frente del mismo y con mano decidida haló el gatillo. Quería ver en el espejo cómo moría, pero no le fue posible. Cuando hubo la explosión quedó tendido en el cuarto hasta que al otro día su pequeña hija Baldomera lo encontró frío e inerte entre la sangre marchita y coagulada de su herida.

Como cosa curiosa, el marido de Lola, Manuel María Cambronero, un mes después tomó el barco con su pasaje hacia su destino final al otro lado del mundo: Filipinas, donde iría a trabajar. Él viajó primero y ella lo seguiría. Pero el barco naufragó y el esposo se fue. Ella, Dolores Armijo, había perdido el amor volcánico que la inmortalizó por su re-chazo y el amor sosegado del esposo, perdido en el tiempo y la distancia de un mar profundo.

Larra ya tenía un nombre trabajado y formado en los prematuros años de su talento. Todos los grandes literatos y es-critores fueron a sus textos a aprender el nuevo estilo y el espíritu de Fígaro, uno de sus seudónimos, como se lo co-nocía. Su cuerpo iba a ser sepultado en los alrededores del campo santo donde le estaba prohibido por el suicidio, pero la Iglesia cedió, y fue sepultado en el

cementerio de San Justo en Madrid, donde aun se encuentra.

En Día de difuntos, un poco antes del trágico final, había escrito, como un epitafio:

!Mis carnes se estremecieron! !Lo que va de ayer a hoy!¿Irá otro tanto de hoy a mañana?

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Su Memoria Sobrevivirá a Su Época

Paulina Salcedo de Gómez

Gloria IsabelÁlvarez Hernández

María Luisa Sanín de Zúñiga

Jaime Isaza Borrero

Robert Leipold

Diana de Daccach

Lucrecia Silva Escarpeta

Margarita Cárdenas de Baena

Mariela Muñoz De Franco

William Mejía Vélez

Fernando Gaitán Federico Giraldo Valencia Fernando Muñoz Córdoba

Clarita Ayalde de Collazos

Beatriz Cañón de Restrepo

Roberto Arturo Obonaga Cruz

De Épocas PasadasDe Épocas Pasadas

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En Estas Épocas

Carolina Martínez y su esposo el Chef Remi Hollier – Larousse, propietarios del Restaurante La Cocotte.

Luz Stella Gardeazábal, Soffy Arboleda y María Cecilia Arboleda.

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