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Castrotorafe (Zamora): conservación y ruina de la fortaleza santiaguista, 1494-1736 En el término zamorano de San Cebrián de Castro se encuentra el despoblado de Castrotorafe, villa medie- val con fortaleza por ]a que rivalizaron en la Edad Media monarcas y papado, siendo desde el siglo XII encomienda principal de la Orden Militar de San- tiago (figura 1). De 1494] son las referencias más an- tiguas sobre su arquitectura: «entramos en la villa dc Castrotorafe, en la qual cabrán bien sy poblada esto- viese quatro\;ientos vesynos poco mas o menos, aun- que a la sazón no ay más en ella de quinze vczinos, y con ellos y con los de la tierra con hidalgos y peche- ros somos ynformados que ay dozientos <;inquenta vasallos. Los muros de la villa están todos aportylla- dos, y segund fuemos ynformados nos dixeron quel señor Rey de Portogal los mandó derrocar, son los muros de piedra manpuesta e algunos petriles de ta- pia». El derrumbe del puente que cruzaba el Esla ocasionó su despoblación. La ubicación estratégica de ]a fortaleza sobre un emplazamiento irregular controlando el acceso al puente, determinó su planta trapezoidal' (figura 2), su doble recinto de murallas con CJbos en las esqui- nas y la torre del homenaje en un ángulo es una dis- posición típica del castillo señorial en la segunda mi- tad de] siglo XV.' El castillo de Valencia del Ventoso construído por la Orden de Santiago desde 1477,4 si bien no tiene la misma estructura guarda re- lación con su regularidad general. La fortaleza está «muy bien reparada y como debe» en 1494, conservándose el foso o cava que rodea los lados Sur y Este de la barrera o falsabraga (figura 4): «entramos en la barrera la qual ~erca toda la fortalesa Feo. Javier Ferreras Fincias hasya el río e hasya la villa, la qual es muy buena e harto anchos los muros, e harto ancha de muro de pie- dra manpuesta toda, e algunos petriles de tapia e otros "10"1' "~..J.. >a1'..( .00,' EJOureZ 'O.I:¡SE:J Jp ~uq":J UES 3:.il:VHü.LOH.LSY:) '0 Op.¡qod900 .,n' " .p O"o,d " DI ~/,,~L 6~\»-- _/l:f; ] 'o'.,Ko,d. +N """",..." , " o.w.,""n ... a.¡- '.,"" QI~ 01 .o.",.,,,~._.-. ~"_. T"" v~:~=:~:T~~= : O"Oqmo,oP'06'¡OQ(oq' ,. 06".¡oao .p ...~ .R ::JEE: ~ Figura l Actas del Primer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Madrid, 19-21 septiembre 1996, eds. A. de las Casas, S. Huerta, E. Rabasa, Madrid: I. Juan de Herrera, CEHOPU, 1996.

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Castrotorafe (Zamora): conservación y ruinade la fortaleza santiaguista, 1494-1736

En el término zamorano de San Cebrián de Castro seencuentra el despoblado de Castrotorafe, villa medie-val con fortaleza por ]a que rivalizaron en la EdadMedia monarcas y papado, siendo desde el siglo XIIencomienda principal de la Orden Militar de San-tiago (figura 1). De 1494] son las referencias más an-tiguas sobre su arquitectura: «entramos en la villa dcCastrotorafe, en la qual cabrán bien sy poblada esto-

viese quatro\;ientos vesynos poco mas o menos, aun-que a la sazón no ay más en ella de quinze vczinos, y

con ellos y con los de la tierra con hidalgos y peche-ros somos ynformados que ay dozientos <;inquentavasallos. Los muros de la villa están todos aportylla-dos, y segund fuemos ynformados nos dixeron quel

señor Rey de Portogal los mandó derrocar, son losmuros de piedra manpuesta e algunos petriles de ta-pia». El derrumbe del puente que cruzaba el Esla

ocasionó su despoblación.La ubicación estratégica de ]a fortaleza sobre un

emplazamiento irregular controlando el acceso alpuente, determinó su planta trapezoidal' (figura 2),

su doble recinto de murallas con CJbos en las esqui-nas y la torre del homenaje en un ángulo es una dis-posición típica del castillo señorial en la segunda mi-

tad de] siglo XV.' El castillo de Valencia delVentoso construído por la Orden de Santiago desde1477,4 si bien no tiene la misma estructura guarda re-

lación con su regularidad general.La fortaleza está «muy bien reparada y como debe»

en 1494, conservándose el foso o cava que rodea loslados Sur y Este de la barrera o falsabraga (figura 4):«entramos en la barrera la qual ~erca toda la fortalesa

Feo. Javier Ferreras Fincias

hasya el río e hasya la villa, la qual es muy buena eharto anchos los muros, e harto ancha de muro de pie-dra manpuesta toda, e algunos petriles de tapia e otros

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Actas del Primer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Madrid, 19-21 septiembre 1996, eds. A. de las Casas, S. Huerta, E. Rabasa, Madrid: I. Juan de Herrera, CEHOPU, 1996.

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1, 2, 3 y.4 Cubos~ Falsabraga

yadarves

6 Puerta del río7 Liza8 Murallas

yadarves

9 Acceso a los adarves10 Torre del Hornena je11 Torre de San Juan12 Borje o contrafuerte13

y14 Cubo-borje

15y

16 Accesos (11recinto17 Resto de muro

'p"a<i~.d.

~",,-o.

FORTALEZA de CASTROTORAFE

San Cebrián de Castro, Zamora

Jov',,'errer""oGi",

Figura 2

de piedra manpuesta e almenas, tyene a los travesesmuy buenos cubos los quales hasen menester, e sus

troneras en toda la dicha barrera». El cubo noroeste

de la falsabraga conserva una tronera de cantería consu cámara de tiro y parte de una tosca bóveda irregu-lar de horno labrada en cal y canto, dificre de los res-tos de bóveda de horno de los cubos noreste y suresteque también son de mampuesto, contrasta con las

Figura 3

--------

F. J. F erreras

tres, la excelente bóveda de ladrillo del cubo suroeste,que también mantiene labradas en cantería dos trone-

ras con cámara de tiro y la entrada (figuras 7 y 8). Lapuerta del río cs el acceso que mejor se mantiene (fi-gura 9), en una de sus jambas tiene un menchinal para

el alamud o viga que impedía el forzamiento y unarangua para el pernio del portón. Perdura al Norte de

la falsabraga una tronera y parte de los adarves5 comoen la muralla (figuras 3, 9 y 10). El descostre delmampuesto en uno de los cubos-borje por no estar los

materiales anclados al núcleo, indica ser la parte másantigua del recinto (figura 6).

La torre de] homenaje (figura 3) con escaleras des-montables de madera permitía controlar las puertas

del lado Este, la liza o espacio entre murallas y la es-calera de los adarves, en 1501 es descrita así: «a latorre del homenaje suben por una escalera de ma-dera, ticne una puente levadiza a la entrada de la to-rre, dentro della están dos bóvedas en 10 baxo, nosyrven dc cosa ninguna salvo que para en tiempo denesí;esydad son para thener provisyones; una cámarade madera bien adereí;ada para el alcayde en tienpode neí;esidad, más alto ay otra cámara de aposenta-miento para la gente», estructuras de madera que serepararán después de 1503. A la torre de San Juan(figura 5) también con sillares de refuerzo en las es-quinas, se accedía desde los adarves, «es toda maí;ií;a

fasta 10 alto, tiene su cámara de aposentamiento en loalto para en tiempo de neí;esidad, e tiene su defens-yón de saheteras e petril de almenas con su adereí;o»,

dominando la puerta del río y el exterior de la forta-leza que da al Esla.

Enrique Enríquez de Guzmán comendador de Cas-

trotorafe desde 1468, levantó su residencia en el lado

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Oeste del patio de annas, compuesta por una sala conchimenea y una ventana con reja de hierro que sale alrío, a su lado un retrete y una escalera para subir alpiso superior, toda en mampostería y cubierta con

madera y teja al igual que las cámaras de servicio de]lado Este. Lo que pennite fijar a la estructura militarde la fortaleza: murallas, cubos y torres, como obraanterior a 1468. Enrique Enríquez haría entre 1499 y

1501 otra sala de dos pisos con chimenea en el ladoSur. Casa de ]a encomienda que siendo comendadorde Castrotorafe Pedro Pimentel conde de Benavente,reconstruirá entre ]508, ]5]5 Y ]528: «en la dicha

fortaleza está una sala nueva e unos corredores junto

con la dicha sala hazia la parte del sol, todo de ma-dera bien labrada, en la qual dicha sala ay una chime-nea e una cámara e rrecámara de la misma obra, yenla otra parte de la dicha sala está otra cámara e unrretrete, debaxo de la dicha sala unas cavallerizas enque ay tres cubas, delante de las dichas cavallerizas

está a la mano derecha en la qual ay una casa grande

Figura S

Figura 6

e una despensa, a la entrada de la dicha fortaleza ayun portal bueno, a la mano derecha del dicho portalestá una sala baxa encalada, mas adelante está otrocuerpo de casa en que el dicho alcaide tiene bo-dega,... un quarto questa frontero de la entrada de la

dicha fortaJeza,... derribado por que desyan que sequería caer... andan los maestros... para tornalle a

edificar». Sólo una panera costó 7.620 maravedís en1515. En 1538 Pedro Pimentel pagaba una multa de80.000 maravedís por no haber residido en su enco-mienda, cantidad que se sumaba a los 45.000 mara-

vedís que pagó de la media annata a Carlos 1, lo queparalizaría las obras, quedando sin acabar otro corre-dor alto y bajo, los entresuelos y otras salas, cuyo re-mate se estimaba en 200 ducados. La construcción decorredores en torno a un patio, es una característica

de las casas de encomienda construídas o reformadaspor la Orden de Santiago en el siglo XVr.6 De la casa

del comendador queda el resto de un sólido muro ymenchinales para las vigas (figuras 2 y 3).

Pedro de Piedrahita vecino de Montamarta y «pe-rito en el arte» tasó en ]604 las últimas obras que seharían en la fortaJeza, valorando en I .250 reales elreparo de la tOITe del homenaje y la bodega. Osten-

taba entonces otro conde de Benavente, Pimentel yHerrera el cargo de comendador, que fue multadocon 500.000 maravedís por incumpJir durante treintaaños sus obligaciones.

FORTALEZA DE CASTROTORAFE, SÍMBOLO DE PODER

El acto solemne de la toma de posesión de una forta-

leza resultaba imprescindible en la transmisión de

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poderes, tras la incorporación del Maestrazgo de laOrden de Santiago a la Corona en 1493, miembrosde la Orden recorrieron los castillos y fortalezas san-tiaguistas para recibir por delegación real, e! impres-cindible pleito homenaje de todos sus alcaides, tal ycomo hicieran anteriormente con los Maestres,7 con-cediendo a los edificios fortificados un valor especialmás allá de la consideración estratégica y militar.«Como si yo mismo lo mandase o fiziese e dixese ydefendiese», así concluye la carta de poder que Car-los 1 dió a los visitadores santiaguistas en 1535,8 fa-cultándoles para visitar los bienes y miembros de laOrden y para que maestros juramentados vieran elestado de los edificios y tasaran los reparos necesa-rios para su conservación. Toda casa de encomiendao fortaleza de la Orden en último término perteneceal Maestre, no pudiendo alegar ningún alcaide o co-mendador posesión ante él.

Castillos y fortalezas fueron las primeras casas quehabitaron los comendadores, edificios prestigiososque tomaron como ejemplo en la construcción de re-sidencias de importancia. Después de la Reconquistael castillo perdió su función defensiva, ofreciendodos posibilidades como modelo, una de tipo funcio-nal y otra de tipo psicológico, los patios de armasofrecen una distribución muy apropiada para separarlas zonas nobles de los servicios, cualquier personajeimportante que pasase por la villa era acogido en lacasa de la encomienda, un amplio patio centra! es laforma idónea para recibir a éstos caballeros con suséquito, los patios son un espacio exterior respectode la vivienda, que es un espacio interior, por tantohabía que dotar al conjunto de otro espacio que hi-ciera de intermedio, esta función la cumple perfecta-

Figura 7

F. J. F erreras

Figura 8

mente el corredor. Las dos características fundamen-tales de la casa de la encomienda, su patio central ysu torre, son un traslado de dos elementos de los cas-tillos: sus patios de armas y sus torres de homenaje.La torre, psicológicamente símbolo de poder,9 consti-tuía un elemento fundamental en la arquitectura deapariencias, sus fines eran amedrentar y dominar, y

de fracasar en estos aspectos, defender e intimidar, latorre del homenaje era un escaparate, por ésta razón

el castillo suele concentrar su conjunto teatral másimpresionante en el costado que mira hacia la pobla-ción, 11)tal y como ocurre en la fortaleza de Castroto-rafe (figura 4).

El alcaide Francisco de Treslago efectuó el martes25 de Noviembre de 1494, y ante la ausencia de sucomendador Enrique Enríquez de Guzmán,1 \ la en-trega de la fortaleza de Castrotorafe a Francisco Mar-

tínez de Almaguer y a Alonso de Esquivel, visitado-

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Figura 9

res de la Orden de Santiago por mandato de los Re-yes Católicos. El acto protocolario comenzó con la

lectura del poder real por parte del escribano del reyy secretario de la visita Juan Quejada, documento re-

gio que el alcaide acató y colocó sobre su cabeza, sa-

liendo a continuación por ]a puerta de ]a barrera en-tregó las IJaves de ]a fortaleza a los visitadores a losque introdujo en la fortaleza de ]a mano para que to-

masen la posesión, propiedad que manifestabanabriendo y cerrando puertas y ventanas, mientrasFrancisco de Treslago saJía de] recinto y los esperabapara rendirles pleito homenaje, una, dos y tres vecessegún fuero y costumbre de España, declarando que

tenía ]a fortaleza por el Rey y ]a Reina, que acudiría

con ]a fortaleza en guerra y paz, y que recibiría eneIJa a sus reales personas airados o apaciguados en-tregándola a quien sus altezas mandaran, bajo ]a pena

en que incurren los hijosdalgo que no cumplen el

pleito homenaje; una vez concluídas las diligenciaslos visitadores devolvían las llaves al alcaide. Algesto de ofrenda solían asistir testigos como el ma-yordomo de] comendador, alca]des, jueces y otrosoficiales y homhres buenos de ]a encomienda, ade-más del escribano que lo certificaba.

En esta exaltación de la fortaleza los visitadorestambién recibían el armamento, e] 21 de Julio de1503 García de Alvarado y Francisco Pujol, recibíandel alcaide de Castrotorafe García de ColJantes y enausencia del comendador Enrique Enríquez de Guz-mán, «las armas que había traído de su casa, jurandoque no había recibido cosa alguna con la fortalezapor que se ]a dieron toda despojada a causa de las di-

ferencias que había en el reino». Durante la visita dePedro de Morales y Pedro Fernández de Busto el día23 de Junio de 1508 y siendo Pedro Pimentel comen-dador, su alcaide Alonso de Porras les abrió las puer-

tas negándose a entregarles las llaves y a rendirpleito homenaje, llaves que ]e fueron quitadas a la

fuerza en nombre de] rey el16 de Enero de 1515 porlos visitadores Alfonso Patiño y Francisco Martínez,echándole fuera de ]a fortaleza y obligándole a rendirpleitesía, comprobando además que no custodiaba ar-

mamento alguno, inexistencia de armas que se repe-tiría en visitas posteriores como en ]a de 1528.

Juan Pablo Galiano con título firmado por Fe-lipe V en Aranjuez el 10 de Mayo de 1736 sucedió

en e] cargo de comendador de Castrotorafe a] condede Bureta, ]a toma de posesión de ]a fortaleza la de-legó en su apoderado Isidoro Arias, vecino de San

Cebrián de Castro, e] cual e] ]3 de Julio y una vez

efectuada ]a descripción de ]a bienes y rentas de laencomienda por peritos acreditados, pasó a ]a despo-

Figura 10

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blada villa de Castrotorafe y paseándose por la forta-leza puso y quitó piedras de una parte a otra, echandofuera a algunas personas que estaban dentro tomó laposesión quieta y pacíficamente en nombre de su co-

mendador. Previamente al acto de tenencia y por or-den dada el IS de Mayo de 1736 en el Consejo de lasOrdenes, se describieron los bienes y rentas de la en-

comienda de Castrotorafe por los peritos Cayetanode Calzada y Manuel Cavero, vecinos de San Ce-brián de Castro, los cuales y segun el apeo general de1604 declararon que a pesar del abandono de la for-takza, contaba con tres castillos, cuatro muros y lacerca, y el palacio que estaba dentro arruinado de

mucho tiempo y que fue de calidad, con seis salaspaneras, cocinas, caballeriza, bodega y otras divisio-

nes. Ese mismo día BIas González vecino de laGranja de Moreruela y Juan Álvarez de Santamaría,

vecino de San Cebrián de Castro, maestros de carpin-tería y albañilería, acreditan el estado «arruinado demucho tiempo, necesitándose muchos caudales para

su reedificacion, los que en tan corto tiempo no pu-dieron tasaD>. Caudales que nunca llegaron.

La tendencia de los poderosos por identificarsecon la arquitectura condujo a la exaltación del em-plazamiento, referente abstracto que tardaría en di-

luirse en contraste con el desinterés por evitar la pér-dida del propio edificio. La imagen visual delcomendador santiaguista como poder está forjada enorigen en la conquista y posesión del castillo, refe-

rente que permanece unido al cargo de comendadorcon la misma intensidad aún cuando su dominación

era puramente económica, escala de valores prego-nada en la decadencia de un edificio construído conrazones bélicas por un comendador-conquistador, yarruinado con los criterios económicos de un comen-dador-administrador. La ostentación de la toma deposesión en ausencia de la mirada del pueblo y en

una fortificación arruinada, concibe a la fortaleza nocomo residencia o defensión sino como garante depoder, superando el significado dado a la fortaleza al

estado real y material de su arquitectura. Proclama laprocedencia del poder y la supremacía santiaguista,en el ámbito geográfico en que la fortaleza y el en-clave solar de toda la encomienda son reconocidos.La fortaleza perpetúa la consolidación de los podero-sos actuando sobre las mentalidades, la exhibición deritos mantenidos en el tiempo ce¡tifica la hegemoníade un grupo en la sociedad, rituales que se conviertenen condición previa para desempeñar las funciones

F. J. Ferreras

de benefactor con honor, dignidad y decoro, en lafortaleza se identifica la supremacía del poderoso. Laexteriorización del ritual es consustancial al nombra-miento, es una etiqueta indisolublemente unida alejercicio de la autoridad, ésta exaltada norma política

de la toma de posesión no sería entendida sin la ex-presión del gesto, no como un adorno superfluo sino

como una de las partes que lo forman, aportando cré-dito al acreedor del cargo, con el objetivo de perpe-tuar la influencia sobre los sometidos a través de susímbolo de poder, la fortaleza.

DOCUMENTACIÓN

Documentación de la Sección de Ordenes del Ar-chivo Histórico Nacional:

(año 1494) 1090-e, fl47v, fl4Sr-v(año 1499) 109l-C, f63r-v(año 1501) Ion-e, f99r-v(año 1503) 1093-C, f52v a f55r(año 150S) 1094-e, f96r(año 1515) 1097-C,fl04v a fl05r y fl3Sr(año 152S) 109S-C, fl04v y f29lv(año l53S) 1099-C, flr a f6r, fl73r a fl76r-v y

fl77r(año 1604) 25-C, libro desencuadernado y sin foliar.(año 1736) Carp. SS, vol. n, n.o 50, 43 folios r-v

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una leyenda» / Congreso de H.a de Zamora. 1989, vol. 3,pp. 209-222.

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Fernández Duro, C. Colección Bibliográfico-biográfica de

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Femández Prieto, E. «La encomienda de Castrotorafe fue la

primera sede de los Maestres de Santiago». Hidalguía n.o

150 (1978) pp. 877-880.Garnacho, T. M.' Breve noticia de all?unas antigüedades de

Zal11Ora. (Edic. orig. de 1878) Zamora, 1979. pp. 55-61.

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drid. 1927.

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1965.

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NOTAS

l. La documentación consultada está ordenada cronológi-

camente en correspondencia con los años citados en eltexto, la incluímos al final igual que la bibliografía.

2. Módulo de 33x33 m. Gutiérrez González, J.A. p. 52.

3. Cooper, E. vol. 1, p. 38.

4. Ruiz Mateos, A. pp. 20, I 17 Y ss, 159 y ss, 259 y ss.

5. Una barbacana y un puente de madera que da acceso a

la fortaleza con sentido diferenciado a como se describe

el acceso a la torre del homenaje, en 1538: «la fortaleza

.. .es de cal y canto de mampuesto bien labrada, tiene

ansi mismo una barrera de cal y canto e una barbacana,

e la pared de fuera tiene a la entrada una puente de ma-dera, dentro de la dicha fortaleza a la entrada, está un

azaguán...». Puede ser la subida a los adarves de la fal-

sabraga. Concepto que esperamos concretar a través de

nuestra Tesis Doctoral.

6. Ruiz Mateos, A. p. 279 Y ss.

7. AHN, Estado, leg. 3482', expediente sin numerar.

8. Ferreras Fincias, Fco. J. «Viajeros y Libro de Viajes de

la Orden Militar de Santiago en 1494», V Curso de Cul-

tura Medieval: Viajes y viajeros en la España medieval.

Fundación Sta. M' La Real, Aguilar de Campoo, Palen-

cia (1993). (Actas en prensa). Abordamos distintos as-pectos de las visitas de la Orden.

9. Ruiz Mateos, A. pp. 279 Y ss.

!O. Cooper, E. p. 35-37.

11. Los comendadores a veces descuidaban sus encomien-

das. Enrique Enríquez poseía otros cargos: Sánchez Ri-vera, M: L. pp. 35 1-358.