FELICES, DICHOSOS, BIENAVENTURADOS, SANTOS.

Queridos amigos: En este día de fiesta, nos unimos “a esa inmensa muchedumbre de personas, que fueron, son y serán dichosas” (Apo. 7, 2), porque trabajaron y trabajan para que desaparezca la pobreza, se alivie el dolor y se eliminen las carencias = los santos y las santas.

Nos unimos a ellos “porque su recompensa es grande en el cielo”. (Mt. 5, 1 – 12).

La gloria de los santos procede de Dios, cuya imagen reproduce cada uno de ellos de una manera singular.

“Ser santos no es un lujo, es necesario para la salvación del mundo” – dijo el Papa Francisco a los cardenales el 22 de Enero de 2014.

La santidad consiste en vivir “en actitud de bienaventuranza”. Esta actitud nos inducirá a la santidad, a la dicha y a la felicidad.

Vamos a pedir al Señor dicha actitud por mediación de Todos los Santos.

Santos y santas de Dios: interceded por nosotros para que nuestras palabras y acciones sean fuente de dicha y de esperanza, de consuelo y fortaleza, de amistad y cercanía, de bondad y de bendición.

Santos y santas de Dios: enseñadnos y ayudadnos a tener actitud de bienaventuranza, que es expresión del amor y de la misericordia de Dios.

Santos y santas de Dios: ayudadnos a entender, que la fuente de alegría, de dicha y de bien está en vivir en actitud de bendición.

Está en saber reconocer, que nos hace felices todo aquello que hacemos por los demás para que sean felices: la verdad, la justicia, el acompañamiento, la solidaridad, el amor y la paz.

Santos y santas de Dios: enseñadnos a descubrir, que es Cristo el autor de las bienaventuranzas, el mejor resumen del Evangelio y la mejor respuesta de felicidad.

Gabriel.

Madrid. 1 de Noviembre de 2014. (Fiesta de Todos los Santos)