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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLAS DE HIDALGO FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS Y BIOLÓGICAS “DR. IGNACIO CHÁVEZ” “SÍNDROME DE LISIS TUMORAL” TRABAJO PARA OBTENER EL TÍTULO DE MÉDICO CIRUJANO Y PARTERO ELABORADO POR: CAMPOS NÚÑEZ MARÍA GUADALUPE ASESOR: DR. JOSÉ ANTONIO ALANÍS UGARTE 31 DE AGOSTO DEL 2013.

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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN

NICOLAS DE HIDALGO

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS Y BIOLÓGICAS

“DR. IGNACIO CHÁVEZ”

“SÍNDROME DE LISIS TUMORAL”

TRABAJO PARA OBTENER EL TÍTULO DE

MÉDICO CIRUJANO Y PARTERO

ELABORADO POR:

CAMPOS NÚÑEZ MARÍA GUADALUPE

ASESOR:

DR. JOSÉ ANTONIO ALANÍS UGARTE

31 DE AGOSTO DEL 2013.

Facultad de Ciencias Médicas y Bilógicas “Dr. Ignacio Chávez”

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AGRADECIMIENTOS

Le agradezco a Dios por haberme acompañado y guiado durante mi formación

profesional, por ser mi fortaleza en los momentos de debilidad y por brindarme una vida

llena de aprendizajes, experiencias y gratos momentos de felicidad.

Le doy gracias a mis padres José Jesús y Esperanza por ser el motor que me ha

impulsado hasta donde hoy he llegado, por el apoyo incondicional que de ellos he recibido,

por los valores que me han inculcado y por brindarme la oportunidad de recibir una

excelente educación a lo largo de toda mi vida. Y sobre todo gracias por ser un modelo a

seguir.

A mis hermanos José Jesús e Irwing Alberto por ser parte importante de mi vida, por

representar la unidad familiar y por los momentos de felicidad.

A mi asesor, el Dr. Alanís, que es un verdadero ejemplo a seguir, no sólo en el ámbito

profesional, sino también por tener una excelente calidad humana, por las vastas

enseñanzas brindadas.

A todos mis profesores, compañeros y amigos que sin lugar a dudas fueron una pieza

clave en mi formación.

A mi escuela, la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas “Dr. Ignacio Chávez” y sobre

todo a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, cuna de sabios pensadores

a lo largo la historia; por abrirme sus aulas y brindarme los conocimientos y herramientas

que hoy me convierten en profesionista.

María Guadalupe Campos Núñez

Facultad de Ciencias Médicas y Bilógicas “Dr. Ignacio Chávez”

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ÍNDICE

Agradecimientos------------------------------------------------------------------------------------------------- I

Introducción------------------------------------------------------------------------------------------------------ 4

Definición y clasificación

Epidemiología-------------------------------------------------------------------------------------------------- 5

Etiología----------------------------------------------------------------------------------------------------------- 6

Fisiopatología

Manifestaciones clínicas-------------------------------------------------------------------------------------- 7

Diagnóstico------------------------------------------------------------------------------------------------------ 8

Diagnóstico diferencial---------------------------------------------------------------------------------------- 9

Tratamiento

Prevención de la insuficiencia renal aguda

Prevención de arritmias cardíacas e irritabilidad neuromuscular ------------------------10

Tratamiento de la insuficiencia renal aguda

Monitorización

Pronóstico------------------------------------------------------------------------------------------------------ 11

Referencias----------------------------------------------------------------------------------------------------- 12

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SÍNDROME DE LISIS TUMORAL

INTRODUCCIÓN

Los principales parámetros para el tratamiento consisten en identificar a los pacientes

con alto riesgo de desarrollar el síndrome, iniciando tratamiento profiláctico y el

reconocimiento temprano de las complicaciones metabólicas y renales para establecer la

terapia adecuada de soporte.

DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN

El síndrome de lisis tumoral se refiere a la constelación de alteraciones metabólicas

(hiperkalemia, hiperfosfatemia, hiperuricemia e hipocalcemia) causadas por la liberación

masiva y repentina de los componentes celulares al torrente sanguíneo, después de la

rápida destrucción de las células tumorales, debido principalmente al inicio del tratamiento

con quimioterapia, pero también puede ocurrir espontáneamente.

De acuerdo al sistema de clasificación actual del Síndrome de Lisis Tumoral del Cairo y

de Bishop se clasifica en base a criterios clínicos y de laboratorio (los cuales se enlistan en

la tabla de abajo), de éstos últimos, al menos dos alteraciones deben estar presentes al

momento del diagnóstico y durante un período de 24 horas, presentándose 3 días antes o

7 días después del inicio del tratamiento. Cabe señalar que el síndrome clínico se

presenta cuando las alteraciones de laboratorio se acompañan de un incremento de los

niveles de creatinina, convulsiones, arritmias cardíacas o la muerte.

Anormalidad metabólica

Criterio para Clasificación de Laboratorio del Síndrome de

Lisis Tumoral

Criterio para Clasificación Clínica del Síndrome de

Lisis Tumoral

Hiperuricemia

Ácido úrico: Adultos: >8mg/dl * Niños: Sobre el límite superior

del rango normal

-

Hiperfosfatemia Fósforo: Adultos: >4.5mg/dl * Niños: >6.5mg/dl *

-

Hiperkalemia

Potasio: > 6 mEq/l *

Arritmia cardiaca o muerte súbita probable o

definitivamente causada por hiperkalemia.

Hipocalcemia

Calcio corregido: < 7 mg/dl * o Calcio ionizado: < 1.12 mg/dl *

Arritmia cardiaca, muerte súbita, convulsiones,

irritabilidad neuromuscular (tetania, parestesias, temblor

muscular, espasmo carpopedal, signos de

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Trousseau y Chvostek, laringo o broncoespasmo)

hipotensión o falla cardiaca secundaria a hipocalcemia.

Insuficiencia Renal Aguda

No aplica

Aumento de la Creatinina sérica >0.3 mg/dl o la

presencia de oliguria, definida como un gasto urinario <0.5

ml/Kg/hr por 6 horas

*También se considera cuando hay un incremento del 25% de los valores basales.

EPIDEMIOLOGÍA

La incidencia del síndrome de lisis tumoral en adultos va desde el 5% hasta el 42%, sin

embargo sólo en una pequeña proporción de pacientes aparecen síntomas significativos o

que amenazan la vida del paciente (6%). Mientras que la incidencia descrita en niños con

leucemia aguda que reciben quimioterapia de inducción, las alteraciones de laboratorio

que definen el síndrome de lisis tumoral ocurren hasta en el 70% de los casos y son

clínicamente evidentes en el 3% de los casos. Sin embargo, mientras ocurran más

avances en el tratamiento del cáncer y los regímenes terapéuticos de altas dosis sean

más comunes, la incidencia del síndrome de lisis tumoral se incrementará.

La incidencia y la severidad del síndrome de lisis tumoral dependen de varios factores de

riesgo, como son la masa tumoral, el potencial de lisis de las células neoplásicas, así

como de las características del paciente y los cuidados de soporte.

-Masa tumoral: cuanto mayor es la masa tumoral o más alto el número de células

tumorales, mayor será la cantidad del contenido celular liberado después del tratamiento

antitumoral. También la infiltración a diferentes órganos que produce aumento del tamaño

de los mismos (hepatomegalia, esplenomegalia, etc.) conlleva un factor de riesgo para el

desarrollo del síndrome. Así como la mieloptisis (reemplazo de las células

hematopoyéticas en la médula ósea por células tumorales) y los cánceres que infiltran el

riñón produciendo obstrucción al flujo urinario.

-Potencial de lisis de las células neoplásicas: depende de 1) si la tasa de proliferación de

las células tumorales es elevada (el mejor marcador para evaluar este parámetro es la

determinación de deshidrogenasa láctica), 2) la sensibilidad de las células tumorales al

tratamiento y 3) la intensidad del tratamiento antitumoral.

-Características del paciente: la Insuficiencia Renal Crónica preexistente debida a

cualquier etiología confiere un alto riesgo para desarrollar el síndrome, así como la

deshidratación, la oliguria y la hipotensión (que disminuyen el volumen urinario

aumentando así la cantidad de solutos, con mayor probabilidad de cristalización);

exposición a fármacos nefrotóxicos (pueden contribuir a precipitar insuficiencia renal

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aguda) y la acidificación de la orina (hay menor solubilidad urinaria, la cual favorece la

cristalización).

-Cuidados de soporte: la probabilidad de aparición del síndrome de lisis tumoral es mayor

cuando no hay un adecuado balance hidroelectrolítico (tanto previo al inicio del tratamiento

antitumoral como durante la terapia) y cuando hay un retraso en el manejo farmacológico

de la hiperuricemia.

ETIOLOGÍA

El síndrome de lisis tumoral ocurre principalmente en tumores con alto potencial de lisis

celular, tales como linfomas de alto grado (Linfoma de Burkitt), las leucemias agudas y

otros tumores rápidamente proliferativos, incluso se ha visto en pacientes con carcinoma

metastásico de colon tratado con cetuximab (anticuerpo contra el receptor del factor de

crecimiento epidermoide); también ha sido reportado en pacientes con tumores que

previamente no se asociaban a esta complicación (cáncer endometrial, carcinoma

hepatocelular, leucemia linfocítica crónica y leucemia mieloide crónica).

El síndrome de lisis tumoral se ha encontrado en pacientes que reciben tratamiento con

radioterapia, corticoesteroides, agentes hormonales, terapia biológica blanco y anticuerpos

monoclonales. Incluyendo también los siguientes agentes quimioterapéuticos: paclitaxel,

fludarabina, etoposido, talidomina, ácido zolendrónico e hidroxiurea.

La aparición del síndrome de lisis tumoral no se limita únicamente a la administración de

agentes antitumorales por vía sistémica, sino que también puede aparecer con la

administración intratecal o mediante quimioembolización.

FISIOPATOLOGÍA

El síndrome de lisis tumoral ocurre cuando las células neoplásicas liberan su contenido al

torrente sanguíneo, ya sea de manera espontánea o secundaria al tratamiento citotóxico;

la lisis celular libera potasio, fosforo y ácidos nucleicos los cuales son metabolizados a

hipoxantina, luego a xantina y finalmente a ácido úrico, y si los mecanismos homeostáticos

renales para regular el exceso de estas sustancias son rebasados se produce el síndrome

como tal.

En condiciones normales el ácido úrico es eliminado a través de los riñones en un rango

de 500 mg al día. El ácido úrico tiene una baja solubilidad urinaria (15 mg/dl) debido a su

pKa (5.4-5.7) que le confiere una baja solubilidad en agua y al pH urinario en los túbulos

contorneado distal y colector (aproximadamente de 5), por lo que cuando hay un

incremento de la concentración del ácido úrico y una acidificación del pH urinario se

promueve la formación de cristales que originan daño renal.

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El nivel de fosforo en las células tumorales puede ser hasta 4 veces mayor que el de las

células normales, por lo que su libración rápida al torrente sanguíneo resulta en

hiperfosfatemia, la cual inicialmente es manejada por los riñones aumentando la excreción

urinaria de fosforo y disminuyendo su reabsorción, pero el transporte tubular se

sobrecarga eventualmente, llevando así al incremento sérico del fosforo. Esta

hiperfosfatemia puede producir una hipocalcemia secundaria.

La liberación rápida de potasio puede llevar a hiperkalemia, la cual puede exacerbarse

con la insuficiencia renal o con la administración exógena de potasio durante el

tratamiento hidroelectrolítico inicial

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

El cuadro clínico en el síndrome de lisis tumoral incluye una constelación de síntomas

que se pueden desarrollar antes del inicio del quimioterapia, o más frecuentemente, dentro

de las 72 horas después de iniciado el tratamiento citotóxico.

El ácido úrico puede inducir insuficiencia renal aguda no solo mediante cristalización

intrarrenal, sino también por vasoconstricción renal, falla de la autorregulación,

disminución del flujo sanguíneo renal, oxidación e inflamación tisular. El incremento sérico

de ácido úrico también produce fatiga, debilidad, malestar general, sabor metálico, hipo y

dificultad para concentrarse.

La hiperfosfatemia puede provocar náuseas, vómito y diarrea y puede producir

hipocalcemia secundaria, llevando así a irritabilidad neuromuscular (tetania, espasmo

carpopedal, signos de Chvostek y Trousseau), arritmias, convulsiones y también puede

precipitar como cristales de fosfato cálcico en varios órganos (cuando se deposita en los

túbulos renales incrementa el daño renal, creando de esta forma un círculo vicioso),

produciendo prurito, cambios cutáneos, iritis y artritis.

La hiperkalemia puede causar arritmias serias y fatales, como taquicardia y fibrilación

ventriculares o incluso asistolia. Así como alteraciones a nivel neuromuscular que incluyen

calambres musculares y parestesias.

En el síndrome de lisis tumoral también hay liberación de citocinas que pueden causar un

síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y falla orgánica múltiple, manifestándose con

náuseas, vómito, diarrea, anorexia, letargo, edema, sobrecarga de líquidos, hematuria,

insuficiencia cardíaca congestiva, síncope e incluso muerte súbita.

El grado del síndrome de lisis tumoral se define por el máximo grado de manifestaciones

clínicas, que también considera la necesidad de tratamiento, esta clasificación se resume

en la siguiente tabla y toma en cuenta la clasificación clínica y de laboratorio del Cairo y de

Bishop.

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Grado 0

Grado I Grado II Grado III Grado IV Grado V

Síndrome de lisis

tumoral de laboratorio

-

+

+

+

+

+

Creatinina 1.5 1.5 >1.5-3 >3-6 >6 Muerte

Arritmias cardíacas

Ninguna

Tratami-ento no indicado

Tratamiento

médico indicado no urgente

Sintomático, médicamente

incompletamente controlada o controlada con

dispositivo

Amenaza la vida (por ej.

Arritmia asociada con insuficiencia

cardíaca)

Muerte

Convulsiones

-

-

Una convulsión generalizada

breve, convulsiones bien controladas con anticomiciales, o

convulsiones motoras focales infrecuentes que no interfieren con las actividades de

la vida diarias

Alteración de la conciencia en

las crisis, pobre control de las

crisis con convulsiones

generalizadas a pesar de

tratamiento

Convulsiones prolongadas de cualquier

tipo, repetitivas o

de difícil control

Muerte

DIAGNÓSTICO

El reconocimiento temprano del cuadro clínico de los pacientes con riesgo de síndrome

de lisis tumoral, así como las alteraciones de los parámetros de laboratorio característicos

pueden llevar a la prevención exitosa de las complicaciones que ponen en peligro la vida

del paciente.

Por lo que se debe realizar una monitorización mediante pruebas de laboratorio que

incluyan biometría hemática completa, química sanguínea (valora los niveles de ácido

úrico), examen general de orina (permite la determinación del pH urinario), electrólitos

séricos (incluyendo fosforo, potasio y calcio), y determinación de lactato deshidrogenasa

sérica; que se deben determinar antes de iniciar el tratamiento y por lo menos 3 veces al

día una vez que se inició el tratamiento antitumoral.

Los estudios de imagenología como la radiografía de tórax, el ultrasonido abdominal, la

tomografía computarizada toraco-abdominal y pélvica son útiles no sólo por su valor para

la estadificación del cáncer, sino que también porque determinan el tamaño de la masa

tumoral y el número de metástasis presentes, ayudando de esta manera a predecir la

capacidad de lisis celular tumoral potencial al iniciar el tratamiento citóxico.

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El electrocardiograma (ECG) ayuda a monitorizar la presencia de cambios eléctricos

secundarios a alteraciones electrolíticas (aumento de potasio y depleción de calcio).

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Los pacientes con cáncer tienen riesgo de desarrollar insuficiencia renal de otras

etiologías diferentes al síndrome de lisis tumoral. Las cuales se dividen en:

-Pre-renales: aparece gracias a la depleción del volumen, la cual es secundaria a

anorexia, vómito, diarrea o sangrado.

-Renales: se deben principalmente a infiltración tumoral, al depósito de proteínas de

mieloma, a la nefrotoxicidad por fármacos o al desarrollo vasculitis.

-Post-renales: las masas tumorales retroperitoneales y pélvicas pueden ocasionar

insuficiencia renal por obstrucción secundaria a compresión directa.

TRATAMIENTO

El manejo óptimo del síndrome de lisis tumoral debe ir enfocado hacia la prevención del

daño renal, así como a evitar el desarrollo de arritmias y de irritabilidad neuromuscular.

Prevención de la Insuficiencia Renal Aguda

La prevención de la insuficiencia renal aguda se lleva a cabo mediante la hiperhidratación

con líquidos intravenosos (2-3 L/m2 SCT/día en pacientes en alto riesgo) que busca

incrementar el gasto urinario, sin embargo, si éste no alcanza 2 ml/Kg/h será necesario

emplear un diurético de asa, como el furosemide, para mantener el gasto urinario.

También se debe reducir el nivel de ácido úrico, lo cual se logra con el empleo de

alopurinol (300 mg/m2 SCT/día), que se debe iniciar 2 días antes del inicio del tratamiento

citotóxico para evitar el desarrollo de la nefropatía por deposito de cristales, aunque éste

tiene la desventaja de que permite la acumulación de xantina a nivel renal. Otro fármaco

muy efectivo para la reducción de ácido úrico y que además reduce la concentración de

xantina (también se ha visto que reduce los niveles de fosforo y creatinina séricos) y que

ha demostrado ser más efectivo que el alopurinol es la rasburicasa (urato oxidaasa, 0.15-

0.2 mg/Kg día en 50 ml de solución fisiológica para pasar en 30 minutos) que transforma el

ácido úrico en alantoína, la cual es eliminada más fácilmente por la orina. La alcalinización

de la orina incrementa la solubilidad del ácido úrico, sin embargo, disminuye la del fosfato

de calcio, razón por la cual se debe tener precaución, ya que la hiperfosfatemia es más

difícil de corregir.

Prevención de arritmias cardíacas e irritabilidad neuromuscular

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Debe iniciar con la restricción dietética del paciente, limitando los alimentos ricos en

potasio y fosforo, durante el período de riesgo de desarrollo de síndrome de lisis tumoral.

La hiperkalemia es el componente más peligroso del síndrome de lisis tumoral, por lo que

la medición de los niveles de potasio sérico se debe realizar cada 4-6 horas y la

monitorización cardiaca debe ser continua. Si aparece hiperkalemia se recomienda la

administración de sulfonato de poliestireno sódico (1 g/Kg con sorbitol al 50% por vía oral

o rectal) en pacientes con síndrome de lisis tumoral e insuficiencia renal aguda. También

se pueden emplear soluciones polarizantes y gluconato de calcio (100-200 mg/Kg/dosis)

como medidas temporales, pero la medida más eficaz para remover el potasio es la

hemodiálisis.

La hipocalcemia también puede llevar a la producción de arritmias cardiacas mortales e

irritabilidad neuromuscular, por lo que se debe buscar controlar los niveles séricos de

fosforo (utilizando hidróxido de aluminio o carbonato de calcio) que secundariamente

regularán los de calcio. Si la hipocalcemia no provoca manifestaciones clínicas no se debe

dar tratamiento alguno. Mientras que si es sintomática debe ser manejada con gluconato

de calcio (50-100 mg/Kg IV lentamente) con monitoreo electrocardiográfico.

Tratamiento de la Insuficiencia Renal Aguda

A pesar del cuidado óptimo se llega a presentar la falla renal aguda en algunos

pacientes, y es necesaria la terapia de sustitución renal, por lo que se debe instaurar

cuando la hiperkalemia y la hiperfosfatemia son persistentes a pesar del tratamiento.

Monitorización

La monitorización se debe realizar mediante la determinación del gasto urinario, la

medición sérica de electrólitos, creatinina y ácido úrico, acompañados de monitorización

de la función de la función cardíaca. En pacientes con alto riesgo para desarrollo de

síndrome de lisis tumoral, las mediciones de laboratorio se deben realizar cada 4-6 horas;

mientras que en pacientes con riesgo intermedio, la determinación sérica se debe realizar

cada 8-12 horas y para aquellos con bajo riesgo, las mediciones deben ser diariamente. El

tiempo de monitorización se debe continuar durante todo el período de tratamiento, el cual

depende del régimen terapéutico empleado.

PRONÓSTICO

Los pacientes se pueden estratificar en grupos de bajo, intermedio o alto riesgo, basados

en el tipo de tumor, la cantidad de células en la biometría hemática y el tipo de tratamiento,

como se ilustra en la siguiente tabla.

Riesgo

Tipo de cáncer Alto Intermedio Bajo

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Linfoma No Hodgkin

Linfoblástico de Burkitt, Leucemia

linfoblástica aguda de células B

Linfoma de células B difuso grande

Linfoma no Hodgkin indolente

Leucemia Linfoblástica

Aguda

Leucocitos: > 100,000

Leucocitos: 50-100,000

Leucocitos: <50,000

Leucemia Mieloide Aguda

Leucocitos: >50,000 Leucocitos: 10-50,000

Leucocitos: <10,000

Leucemia Linfocítica Crónica

- Leucocitos: 10-100,000

Leucocitos: <10,000

REFERENCIAS

1. Howard SC, Jones DP, Pui CH,The Tumor Lysis Syndrome. N Engl J Med 2011;

364:1844-54.

2. Coiffier B, Altman A, Pui CH, Younes A, Cairo MS. Guidelines for the management

of pediatric and adult tumor lysis syndrome: an evidence-based review. J Clin Oncol

2008; 26:2767-78.

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