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RSEPOSTGRADO IBEROAMERICANO

Fueron 24 días y 55 razones para estar cada uno de esos días en Toledo. Y estar me refiero a ESTAR, con mayúsculas, con los 6 sentidos, porque el solo inter-cambio de una palabra con un compañero o compañera del Postgrado Iberoamericano de RSE era abrirse a un mundo completamente nuevo lleno de descubrimien-tos, emociones, recuerdos… y a la posibilidad no solo de crear lazos de trabajo o estudio, sino a que germinara la semilla de una bella amistad a través de las fronteras. Y ya está. El Postgrado ya pasó. Mucho trabajo previo, mucho trabajo durante. Y un gran vacío después. Pero lo hemos dicho antes, se forjaron amistades, nacieron sinergias, lazos de trabajo, y nos quedó el recuerdo im-borrable de una experiencia rica en todos los aspectos. Hablando con los participantes nos dimos cuenta de que, como primer postgrado, ha cubierto, en general, las expectativas de todos y de todas. Por poner solo algunos ejemplos, citaremos al argentino Marcelo Testa, profe-sor en economía y buscador incansable de respuestas. Alberto era el que recitaba poemas cuando la clase ya se había terminado… porque Alberto también es poe-ta. Además de ser una persona, como siempre le gus-taba aclarar. Y... ¿qué fue Toledo para Alberto? “…una revelación en cuanto a estar, compartir conocimientos, conocer otras culturas y hacer nuevos amigos, aunque en otro sentido fue la constatación de la necesidad de un cambio profundo en las universidades: es necesario darnos cuenta de la importancia de la parte lúdica en el aprendizaje; el arte en el aula, totalmente ausente en una ciudad histórica; la carencia de reflexión sobre las pro-pias prácticas y he visto patente la necesidad de trabajar formando profesionales en áreas de responsabilidad so-cial universitaria”.Por su parte, Karina, una abogada que vino con su pe-queña de 4 años y su marido desde México, nos contó entusiasmada que el curso le ha resultado muy intere-sante “he tenido algunas dificultades con el lenguaje, la dicción, las distintas formas de expresarnos… pero, por suerte, al tener todo el material disponible en la platafor-ma online del curso, pude entender todo mucho mejor. Quise hacer este postgrado porque quería aprender más

de la RSE. Entre todo lo que he aprendido, he descu-bierto que mi empresa desarrolla acciones de RSE aun sin saberlo, con lo cual cuando vuelva podré ayudar a ver las cosas desde otra perspectiva. Además, después de esto seré más juiciosa en mis acciones, actuaré de mane-ra más responsable eligiendo muy bien donde poner mi dinero, y haré más cosas además de comprar artesanías”.Las redes sociales fueron un dinamizador muy valorado por todos en este Postgrado. Los participantes han po-dido compartir conocimientos a través de un grupo de Facebook y una cuenta de Twitter con la que pudieron seguir las clases, como la de María Elena Zarza y Ele-na Saura, que nos presentaron el trabajo de Telefónica y Fundación Telefónica. Hablamos con ellas y compartie-ron con nosotros la idea de que “…en un mundo cada vez más globalizado es una oportunidad contar con cursos que favorezcan el intercambio de aprendizajes, saberes y experiencias entre personas de distintas nacio-nalidades de manera presencial. Además, el que la Uni-versidad permita conectar desde el mundo académico personas interesadas en distintos temas emergentes en la arena pública le da relevancia y le posiciona en los dis-tintos espacios de toma de decisiones de la cooperación internacional”. Durante el postgrado, Iberoamérica se sentía, se respi-

EXPERIENCIA EN EL POSTGRADO IBEROAMERICANO EN RSE

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raba, se escuchaba. Lucho Molero, un representante de Perú, también abogado, nos trajo la calidez de la cuna de la civilización andina, con su ánimo y disponibilidad para todas las actividades que se organizaban. En cuanto al Postgrado, nos ha contado que “…si bien el esfuerzo detrás de la organización de este postgrado se ve y se in-tuye enorme, creo que se puede mejorar por ejemplo en la contextualización de los problemas latinoamericanos. Esperaba también aprender un poquito más de gestión de conflictos con las comunidades locales pero creo que de todas maneras ha estado bien, mi evaluación es posi-tiva, nos ha servido para poner muchas ideas en común”. Angelita Flores desembarcó en Toledo desde Costa Rica con una mochila cargada de experiencias listas para ser compartidas con quien deseara escucharla. En su país, Angelita trabaja tanto para el sector privado como para el público y la Universidad, y nos dijo que se fue satis-fecha: “estoy contenta por la cantidad de contactos que he hecho. Creo que la experiencia del postgrado ha sido tremendamente positiva pero, como punto a mejorar, destacaría el aspecto pedagógico de algunas clases y el mayor aprovechamiento de los cursos. Por lo demás, me voy emocionada porque el postgrado me abrió las puer-tas: ahora quiero pasarme al tercer sector”. Colombia, junto a Argentina, fueron los países que más representantes han enviado durante el mes de febrero a Toledo. Y el sector privado, en este caso los medios, es-taba muy bien representado por Erick Pichot, periodista colombiano con las ideas muy claras y con unas ganas contagiosas de emprender proyectos nuevos, de colabo-rar, de tirar para adelante… sus palabras lo demuestran: “este postgrado ha sido una gran decisión pese a las ac-tuales circunstancias, ha sido una gran apuesta por parte

de la Universidad. Obviamente hay que mejorar cosas, como el que haya una mejor articulación de las cátedras (hubo bastante disparidad entre los ponentes y los par-ticipantes), sería positivo potenciar el curso con las ex-periencias de los participantes y ampliar un poco más la visión global de la RSE”. Nos vamos. Mal que nos pese, el Postgrado llegó a su fin, pero renovamos las ganas de seguir adelante, de trabajar por una segunda edición y de seguir apostando por una responsabilidad social que no tiene otra opción que aflo-rar, romper moldes, tirar muros, traspasar fronteras… y nos vamos con dos participantes de lengua portugue-sa: Manuel, de nuestro vecino Portugal, y Vicente, del colorido Brasil. Ellos, al igual que el resto de compañe-ras brasileñas, hicieron un esfuerzo enorme por seguir las clases en español, lo cual tiene un gran mérito. Y a ellos, como a todos los que estuvieron en Toledo, que-remos dedicarles las palabras de agradecimiento por la enorme confianza depositada en el Postgrado, por haber participado activamente en todas las clases aportando ideas, puntos de vista, sugerencias… y por el estupendo ambiente de compañerismo, de amistad. Además de las horas de clase, de estudios, de talleres, del estudio acadé-mico-formal, no olvidaremos las enseñanzas informales, el aprendizaje de las personas, de las distintas identida-des culturales que nos han marcado y enriquecido (el mate, el ceviche…), pero sobre todo las promesas de seguir trabajando duro por la RSE, aquí y en Iberoamé-rica, juntos.

Maria Fernanda Bouza CabedaAlumna de la primera edición del Posgrado

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PROCEDENCIA DE LOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL POSTGRADO IBEROAMERICANO DE RSE