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Estudio y Lucha es la publicación física y virtual de la

Asamblea Estudiantil de la U.A.N.L.

No. 7 Septiembre 2013

Esta edición de E&L la editan:

Alan De Anda

Víctor Olivares

. . .

estudioyluchauanl@gmail.com

/Estudio y Lucha UANL

asambleaestudiantiluanl.org

EDITORIAL Por: Víctor (Medicina)

80 años de que se concretara el inicio del

sensato sueño con inclinación social, de

crear una universidad para los regiomon-

tanos –para los “reyes del monte” (por cierto con

la actividad de las pedreras desde hace tiempo

nos estamos quedando sin eso, sin montes) –,

cuatro generaciones han sido testigos y partícipes

de los rumbos de la Universidad de Nuevo León.

Universidad que de concebirse como un

centro libre al pensamiento y como espacio para

que el pueblo de Nuevo León se educara y aden-

trara en los saberes de la humanidad y la cultura

regional (esa cultura elemental, la que hacen los

pueblos, no la impuesta desde las élites); y de

luchar tenazmente por ello entre 1968-1971, ha

pasado a convertirse lenta y penosamente en un

baluarte del elitismo intelectual, en un sitio de

producción de profesionistas al servicio del capi-

tal, en un generador de grupos institucionales

“estudiantiles” estériles y absurdos. Donde sus

puertas han sido cerradas a l@s hij@s de la clase

obrera y se ha menospreciado o suprimido su

historia y luchas, para mantenernos así –sin mu-

cho esfuerzo– bajo la hegemonía cultural e ideo-

lógica del sistema.

El proceso de la llamada Reforma Universitaria

en América Latina, no terminó en el siglo XX.

Que mucho de lo que se aspiraba se encuentre

hoy escrito en forma de leyes, no significa que

sea operativo. Honestamente no lo es en nuestra

universidad. Y el fallo no es inherente a estas

pretensiones reformistas, se debe a que la direc-

ción de nuestra universidad se encuentra acapa-

rada por un grupo de administradores institucio-

nales a quienes terriblemente alumn@s y

maestr@s les hemos cedido ostentar tal respon-

sabilidad y poder.

Hay que retomar nuestra responsabilidad

histórica como grupo social. Si bien este abstrac-

to de lo que llamamos “sociedad” no es sencillo

de comprender, la inmediatez de lo cotidiano nos

dice que algo tenemos que hacer. La tarea es con-

siderable. Nosotras y nosotros, las y los estudian-

tes, en colaboración con el magisterio universita-

rio –entendiéndonos como iguales, no bajo la

histórica relación de verticalidad–tenemos no

sólo la posibilidad de cambiar nuestras vidas y la

de nuestros más entrañables allegados. Tenemos

el inminente potencial de cambiar el mundo.

Hay que retomar nuestra responsabilidad

histórica...

A

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¿Por qué Sí a la

Lucha Estudiantil? Por: Denisse (Filosofía y Letras)

ay una sensación imperante en el am-

biente, en el país, en el estado. Una sen-

sación de fragmentación que nos pre-

siona a decidir de qué formar parte sin permitir-

nos la posibilidad de reconocernos e identificar-

nos en la otredad. Este brevísimo escrito está

dirigido a las madres de familia (quien escribe

esto también lo es) que se preguntan: ¿Por qué

decir sí a la lucha estudiantil?

Para nadie es un secreto que en este país

cohabitamos con unos cuántos acaparadores del

capital. Para nadie es un misterio el porqué de

las cifras de desempleo tan alarmantes en nues-

tro estado, que se jacta de ser un “estado de pro-

greso”. Pocos son quienes siguen creyendo que la

educación universitaria es la principal garantía

de una subsistencia digna y un trabajo bien re-

munerado.

Ante los ojos de todos, el estado sigue eri-

giéndose como una institución que beneficia sólo

a unos cuantos. Y esta brecha social entre el

acumulador del capital y la fuerza de trabajo, es

claramente palpable en la “educación” que están

recibiendo millones de niños y jóvenes en toda

América Latina, quienes no están siendo educa-

dos, están siendo capacitados “en aras del pro-

greso” como mano de obra mal remunerada y sin

consciencia de la importancia de la clase trabaja-

dora para el desarrollo de una nación.

Las universidades existen por una razón

fundamental: los universitarios. La lucha estu-

diantil en la UANL, de manera contraria a los

argumentos débiles de sus detractores, se forta-

lece debido a la necesidad no atendida de reco-

nocer y dignificar a la clase trabajadora: apelan-

do al Artículo 3º de la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos, que afirma que

“Todo individuo tiene derecho a la educación… y

dicha educación tenderá a desarrollar armóni-

camente todas las facultades del ser humano…

fomentará la conciencia de la solidaridad y la

justicia…”, los estudiantes de la UANL están de-

fendiendo nuestro derecho. Es por ello que la

lucha estudiantil debe ser la lucha de todxs noso-

trxs.

La defensa de la educación no es deber só-

lo de los estudiantes. Tomemos la responsabili-

dad que la historia y el momento presente nos

demandan. No podemos mantenernos distantes,

inamovibles ante los abusos de los poderosos

hacia aquellos que buscamos una vida más digna.

Quienes ostentan el poder mienten al argumen-

tar que la crisis del país está solucionándose con

educación. En clara contradicción con sus afir-

maciones, alejan del pueblo la educación pública

y gratuita a la que tenemos derecho, interponen

la violencia económica e ideológica entre la fuer-

za de trabajo de este país y el aprendizaje digno.

Vuelcan su deseo de someter al pueblo agredién-

dolo con cuotas inalcanzables en las escuelas, con

represiones feroces hacia los jóvenes que en un

ejercicio saludable de pensamiento crítico cues-

tionan este sistema que no nos representa.

Madre, ¿has escuchado las noticias?, ¿has

leído algún diario que no mencione parcamente

que los estudiantes de nuestro país están siendo

asesinados, encarcelados por expresar su decep-

ción de este sistema? La adherencia a esta lucha

está enseñándonos a ser organizados, a ser soli-

darios. Está abriéndonos los ojos a la colectivi-

dad. La educación es una verdad que debe ser

otorgada a manos llenas al pueblo, para que el

H

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pueblo no pierda, jamás, su amor por la libertad.

En esta lucha, madre, están comprometidos mu-

chos jóvenes, como tus hijos. Tu solidaridad hace

fuerte este movimiento.

. . .

Sobre las Elecciones para

Director en la FCQ Por: Adrián (Químicas)

urante el semestre de enero-junio de

2013 se llevaron a cabo las elecciones

para el cambio de director en la Facultad

de Ciencias Químicas, después de seis años de

gestión de un director que si bien hizo cosas que

fueron en beneficio para los alumnos, como la

ampliación o remodelación de espacios que faci-

litan las horas de estudio, también estuvo acom-

pañada de au-

mentos excesi-

vos de la cuota

interna, princi-

palmente para

las nuevas gene-

raciones.

Lo que

pudo haber sido

un ejercicio de la

cultura demo-

crática universi-

taria, es decir, una oportunidad para abrir el de-

bate respecto al rumbo hacia donde se quiere

llevar a los alumnos de la facultad si es necesario

seguir con las mismas políticas y visiones o es

necesario dar un golpe de timón sobre el perfil de

los egresados; se convirtió en una simulación

más, pues como se ha vuelto costumbre en nues-

tra Universidad, para esta elección sólo hubo un

candidato, una sola opción que prometía seguir

por el mismo camino que su antecesor, que no es

otro sino el de conseguir más avales externos que

le den reconocimiento a la Facultad mediante la

estandarización desmedida de sus programas de

estudio, como es el caso del modelo por “compe-

tencias” o las certificaciones ISO, dejando de lado

que estas estrategias sólo se utilizan como panta-

lla que permiten ocultar lo que en verdad sucede

en el interior de las aulas y mucho menos sirven,

como dicen que es su propósito, de garantía de

calidad.

Como también se ha vuelto costumbre en

estos casos, la justificación moral que se dio para

la existencia de un candidato único fue que esto

hablaba muy bien de la comunidad de Ciencias

Químicas porque significaba que existía unidad

entre sus miembros, que era un reflejo de la ar-

monía y consenso de sus integrantes sobre lo que

es necesario hacer para elevar el prestigio de la

Facultad y que es producto de los grandes resul-

tados alcanzados hasta ahora, que gracias a estos

resultados in-

cuestionables,

toda la comuni-

dad estaba de

acuerdo en dar

continuidad al

modelo actual,

del cual en nin-

gún momento se

hizo una autocrí-

tica.

La prime-

ra pregunta que

se me viene a la mente es ¿siempre es la unidad

buena en sí misma?, ¿se puede considerar como

un valor más como lo es la honestidad o la justi-

cia como lo pretender hacer ver? Creo que antes

de elevar a esa categoría la unidad es necesario

preguntarse ¿unidad para qué propósito y con

quiénes? Evadir la primera de estas preguntas

me parece que no es más que suprimir cualquier

debate sobre si el camino que se está siguiendo

de la estandarización es el correcto o al menos

suficiente para mejorar la calidad de la educa-

ción. Y también la segunda es muy importante,

pues según contó un profesor, la elección de este

D

~ 4 ~

candidato se hizo en una reunión de profesores

con el director en turno.

En dicha junta, el director preguntó si al-

guien estaba interesad@ en postularse como

candidat@. Entonces se levantó quien se conver-

tiría en candidato y ahora director. Después pre-

guntó si alguien más estaba interesad@. Nadie

dijo nada. Luego pregunta si alguien se oponía a

la candidatura de la persona que se ofreció. Ni

una palabra. Y fue así, nada más ni nada menos,

como se nos impuso la única opción a la que ten-

dríamos acceso. Por eso es importante pregun-

tarse con quiénes nos estamos uniendo, porque

¿realmente es deseable unirse a un grupo de po-

der donde las supuestas elecciones más bien pa-

recen una carrera de relevos, donde los que tie-

nen la posibilidad de acceder al poder sólo que

tienen que esperar su turno?

Creo que también es válido preguntarse,

sobre todo después del relato de ese profesor, si

la unidad que tanto pregonan es genuina, porque

pensándolo bien ¿es posible que nadie más esté

interesado para ocupar el cargo o al menos que

piense diferente a la visión oficial? ¿No será más

bien que quienes no están de acuerdo o creen que

se pueden hacer las cosas de manera diferente,

simplemente no se atreven a expresarlo por te-

mor a represalias o porque lo consideran una

causa perdida ante semejante autoritarismo?

Otra cuestión que creo que es necesario

analizar es el supuesto consenso que existe en la

Facultad, pues ¿cómo puede decirse que hay con-

senso cuando ni siquiera hubo debate? No se

puede decir que todos estamos de acuerdo con lo

que se está proponiendo como plan de trabajo

del nuevo director cuando ni siquiera nos han

dado otra opción o punto de vista y mucho me-

nos se le preguntó a los alumnos cuáles eran sus

inquietudes, expectativas o puntos de vista; no se

les tomó en cuenta en lo absoluto a la hora de la

elaboración del plan de trabajo y se tiene un des-

conocimiento de las problemáticas de los estu-

diantes, para quienes se supone que están traba-

jando.

Es por esto que considero que no puede

decirse que las elecciones que se dieron en Cien-

cias Químicas hayan sido democráticas, pues no

existe la democracia de una sola opción, donde

no haya debate, donde se puedan contrastar pun-

tos de vista. Para que haya una verdadera demo-

cracia universitaria es necesario que se escuchen

todos los puntos de vista de manera equitativa,

donde los interesados en acceder a un cargo pue-

dan sentirse libres de postularse sin miedo a re-

presalias y sobre todo donde haya una participa-

ción activa y de peso de los estudiantes mediante

la libre expresión de sus ideas, expectativas, pro-

puestas e iniciativas y sean verdaderamente es-

cuchados por los candidatos centrando sus pla-

nes de trabajo en el alumno mediante la inclu-

sión de sus opiniones.

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El Costo de la Educación

en la UANL Por: Alan (Economía)

n los últimos años, estudiar en la Univer-

sidad Autónoma de Nuevo León se ha

convertido en un privilegio económico.

Las cuotas que exige nuestra Máxima Casa de

Estudios a cambio de sus servicios educativos

han crecido en relación a otras Universidades

públicas a tal grado de ser, por mucho, las más

altas de México.

En la UANL, el pago cotidiano por la edu-

cación se compone de una cuota de rectoría y

una cuota interna. Actualmente, la cuota de rec-

toría es un cargo general de $2,485 a todo estu-

diante de preparatoria o facultad. En cuanto a la

cuota interna, se exige al alumno realizar un pa-

go específico en su facultad, mismo que varía

precisamente según en la facultad en que estudie.

En este sentido, las cuotas internas son fijadas de

manera independiente por cada facultad y ac-

tualmente van desde 950 pesos en la Facultad de

Ciencias Políticas y Administración Pública, pa-

sando por 2,200 pesos en la FIME, hasta 3,500

pesos en la Facultad de Medicina.

Lo anterior considera únicamente los pa-

gos de reingreso. Durante el primer semestre

se exigen diversos pagos relacionados con el

particular proceso de inscripción e ingreso.

Asimismo, las cifras arriba mencionadas no

consideran gastos en libros, materiales, trá-

mites administrativos o cursos propedéuti-

cos, además, aplican solo para estudiantes

egresados de preparatorias de la UANL. Esto

se debe a que todo estudiante proveniente de

una institución ajena a la UANL es penaliza-

do con mayores cuotas de rectoría, cuota in-

terna y pagos de inscripción.

En todo México, la UANL es la más

costosa, a pesar de recibir una cantidad de

subsidios similar a los de otras universidades

públicas.

Según datos de la Dirección General de

Evaluación Institucional de la UNAM, en 2011 la

U de Nuevo León recibió 5,001.5 millones de pe-

sos por concepto de subsidios federales y estata-

les, lo que significa aproximadamente 69,420

pesos por estudiante, ubicándola en este rubro

en el sexto lugar entre las universidades mexica-

nas; no obstante, su buen financiamiento no se

refleja en un costo accesible. En cambio, la

UNAM es prácticamente gratuita y su recauda-

ción por concepto de cuotas escolares se limita a

aportaciones voluntarias o de alrededor de 1 pe-

so. Asimismo, otras universidades públicas exi-

gen a los estudiantes aproximadamente los si-

guientes pagos por semestre: IPN, 300 pesos;

UDEG, 550 pesos; UAM, 200 pesos; BUAP, 600

pesos; UVER, 400 pesos.

Aunado a esta situación, el poder adquisi-

tivo de la clase trabajadora en la localidad se ha

estancado, derivando en una menor capacidad

para solventar estudios universitarios. Datos del

INEGI, señalan que a partir de la caída en la acti-

vidad económica global en 2008-09, el creci-

miento de los salarios reales en Monterrey se ha

debilitado y hasta la fecha no ha rebasado su ni-

vel máximo de mayo de 2008. Paralelamente, las

E

Costo aproximado actual de la Educación por semestre

~ 6 ~

cuotas de la UANL han venido subiendo en casi

todos los semestres, de modo que cada vez es

más complicado para las familias nuevoleonesas

pagar una carrera en la Universidad Estatal.

Seguramente se dirá que existe una gran

cantidad de becas, ya sea por méritos académi-

cos, deportivos, por escasos recursos, etc. Y de

hecho, así es. Hace un año, el Rector Áncer decía

ante el Consejo Universitario: “…una fuerte polí-

tica institucional es que no se quede nadie sin

estudiar por falta de recursos económicos, esto

lo hemos logrado otorgando más de 150 mil be-

cas anualmente”. Dado que la UANL cuenta en la

actualidad con alrededor de 162 mil estudiantes,

el número mencionado por el Rector parecería

mentira; sin embargo, en un reciente discurso

ante graduados se refirió nuevamente a dicha

cifra, además hay que considerar que no todas

las becas se otorgan al 100%. Viéndolo superfi-

cialmente esta es una política que permite mayor

inclusión social en la U de Nuevo León, pero si lo

analizamos con calma nos daremos cuenta de su

motivación verdadera.

Es claro que las becas no surgen solamen-

te de plumazos del Rector, sino que son financia-

das por diversas instancias, ya sea por el mismo

gobierno o bien, por el sector privado aunque en

menor proporción. De manera que a fin de cuen-

tas es justamente el gobierno (nuestros impues-

tos) el que financia el vastísimo programa de be-

cas de la UANL.

Por otro lado, las cuotas por servicios esco-

lares apenas alcanzan un 7% del total de ingresos

de la UANL, esto revela que los pagos que hace-

mos los estudiantes semestralmente (incluyendo

exámenes extraordinarios) no tienen gran impor-

tancia relativa dentro de las finanzas de la insti-

tución.

– Entonces, ¿si la UANL puede dar mu-

chas becas, por qué no mejor baja las cuotas y así

no tiene que dar tantas?- La respuesta es que

mediante la forma actual de becado masivo se

manda una señal de un buen rectorado que

“ayuda al estudiante”, pero que en realidad es

una dádiva somnífera que mantiene poco cues-

tionado el costo de la educación en la UANL. Es-

tamos pues ante un clientelismo educativo a la

más pura usanza de los partidos políticos.

Por todo lo anterior, el manejo mezquino

que hacen las autoridades de la UANL con el

programa de becas, debe ser remplazado por una

reducción en la cantidad de becas a la par de me-

nores cuotas escolares que estén al alcance de la

clase trabajadora. De no ser así, la U de Nuevo

León seguirá su transformación hasta convertirse

en una mera Tienda de Títulos Universitarios,

traicionando los ideales de servicio del pueblo y

para el pueblo que fueron sus pilares fundamen-

$255

$267

$279

$291

$303

$315

2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

SALARIO PROMEDIO DIARIO DE COTIZACIÓN EN EL IMSS EN MONTERREY

(a pesos de agosto de 2013)

~ 7 ~

tales hace justamente 80 años.

. . .

Fundamento Constitucional de la

Gratuidad de la Educación Por: Héctor (Leyes)

l Artículo 3° de nuestra Constitución Fe-

deral en su fracción IV (cuarta) señala

expresamente:

“IV. Toda la educación que el estado imparta será

gratuita.”

El artículo es claro y dice “toda” la educa-

ción que el Estado imparta. En este sentido, no

hace limitaciones, no dice expresamente o hace

entender que solo la educación obligatoria debe

de ser gratuita (preescolar, primaria, secundaria

y medio superior), dice expresamente “TODA” la

educación; Y si llegase a existir lugar a duda con

esta fracción, el argumento se refuerza con la

fracción V (quinta) la cual establece que además

de la educación obligatoria (preescolar, primaria,

secundaria y medio superior), EL ESTADO

PROMOVERÁ Y ATENDERÁ TODOS LOS TI-

POS Y MODALIDADES EDUCATIVOS INCLU-

YENDO LA EDUCACIÓN SUPERIOR. Ahora

bien, la educación superior es un hecho en el Es-

tado de Nuevo León, prueba evidente de esto es

la existencia de la Institución pública que cono-

cemos como UANL, por lo tanto “la promoción y

atención” que establece la fracción V es una fun-

ción cumplida por el Estado/Gobierno,

Resumiendo:

1- El Estado/Gobierno promovió y puso

atención en la Educación Superior y el re-

sultado de esto fue la creación de la Insti-

tución conocida como UANL.

2- Ya creada la UANL como Institución, el

Estado/Gobierno imparte Educación a

través de ésta.

3- De modo que la Educación que la UANL

imparte es Educación que el Estado pro-

vee, y por lo tanto es lógico que esta Edu-

cación sea gratuita.

Por otra parte, la fracción VII , también

del artículo 3°, establece las facultades y respon-

sabilidades de las Universidades a las que la ley

les otorgo autonomía, siendo una de estas facul-

tades la administración de su patrimonio; esta

administración de patrimonio NUNCA debe de

entenderse como un derecho o facultad de las

Universidades Autónomas para cobrar cuotas

como contraprestación del servicio educativo que

brindan, esto se refiere a la administración de su

patrimonio, relativo de los recursos que recibe

del Estado y de algunos otros ingresos que pudie-

ren recibir las Universidades Autónomas por los

servicios que prestan, pero estos servicios no

pueden contener a la Educación.

Ahora bien, no cabe duda de que la UANL

puede ser demandada mediante juicio de ampa-

ro, ya que es un organismo descentralizado del

poder Ejecutivo del Estado de Nuevo León, y esto

significa que cuenta con autonomía en cuanto a

su régimen interior, esto es que puede auto-

gobernarse, pero no es autónoma del Estado

(Gobierno), como todos sabemos su función

principal es la de prestar un servicio público

(Educación), el cual es una obligación del Estado

(Gobierno), por tal motivo todo aquel acto de la

UANL que viole los derechos humanos de un

ciudadano, es un acto de autoridad, lo que puede

ser combatido mediante Juicio de Amparo.

Según los puntos expuestos y fundamen-

tados, se concluye que aun y cuando la UANL es

un organismo con personalidad y patrimonio

propios y puede auto gobernarse, NUNCA podrá

sobrepasar la esfera jurídica estatal o nacional,

ya que le debe su existencia misma a las Leyes y

al Estado. Por lo tanto, los actos de la UANL que

violen nuestros Derechos Humanos, son actos de

E

~ 8 ~

autoridad y tenemos el supremo derecho de am-

pararnos contra éstos.

. . .

La UANL, la Ciencia y

la Tecnología Por: “Chícharo” (FIME)

uando la Universidad Autónoma de Nuevo

León dice promover la ciencia y la tecno-

logía, yo como estudiante de ingeniería me

pregunto y les pregunto, ¿será que la U.A.N.L.

realmente apoya a sus estudiantes a desenvolver-

se científica y tecnológicamente?, o ¿será que

únicamente se brinda infraestructura para las

grandes empresas?

Me pregunto esto porque, al yo ser estu-

diante de 8vo semestre de la F.I.M.E. (es decir 4

años dentro de la U.A.N.L.) no he notado ningu-

na mejora o crecimiento en los laboratorios utili-

zados por los estudiantes de ingeniería, estos si-

guen viéndose descuidados y con equipos viejos,

quizás hasta obsoletos; sin embargo comúnmen-

te veo en las noticias al Rector y a directores de la

F.I.M.E. anunciando la inauguración de un nue-

vo centro de investigación o laboratorios de

pruebas y estos espacios sólo pueden ser utiliza-

dos por investigadores ya profesionales o por

estudiantes de maestría. Además, los proyectos e

investigaciones que ahí se llevan a cabo, casi

siempre (por no decir que siempre porque no

conozco todos los casos), son para beneficio de

las grandes empresas.

Mientras la U.A.N.L. a sus 80 años pre-

sume ser una universidad de clase mundial, acá

en la vida real, en las aulas, en los pasillos y en

los laboratorios seguimos careciendo de muchí-

simas cosas básicas, bancos, aulas de buen tama-

ño y en buen estado, papel de baño, bebederos,

contactos eléctricos, instrumentos de laboratorio

y ¿por qué no? muchas veces hasta de maestros,

maestros de verdad, maestros de calidad. No es

posible que un "maestro" me siga poniendo

ejemplos de "superación" diciéndome "tú vas a

ser un ingeniero y serás mejor que cualquier li-

cenciado", ejemplos que no sólo demuestran que

no existe tal "clase mundial" sino que carecemos

de valores. Somos educados como un producto o

un servicio, pero no servicio hacia la sociedad

(que es lo que creo yo que un estudiante un egre-

sado de la U.A.N.L. debería de ser), personas que

ayuden al desarrollo y crecimiento del pueblo,

del país y no al desarrollo y crecimiento de las

grandes empresas.

. . .

La Certificación Universitaria y la

Reforma Educativa Por: César (Comunicación)

on el objetivo de medir el nivel de eficien-

cia de los procesos que se llevan a cabo en

la UANL, esta casa de estudios está sujeta

a evaluaciones y acreditaciones en cada una de

las facultades y centros de investigación que la

constituyen, esto con el propósito de evaluar y

medir por medio de estándares internacionales

su competencia dentro del proceso que conoce-

mos como globalización.

Es en este punto donde surgen las siguien-

tes interrogantes: ¿Quién evalúa? ¿Por qué o más

bien, para qué? Y por último… ¿Cuál es el objeti-

vo de estas certificaciones?

C

C

~ 9 ~

Las certificaciones tienen como objetivo

estandarizar procesos educativos, la internacio-

nalización en el reconocimiento de validez de

estudios presupone que así se haya estudiado en

Chile, Colombia o España, se puede ejercer una

profesión en otro país, pero esto a su vez deman-

da ciertos criterios de evaluación a los cuales de-

ben ser sujetos los centros de estudios.

La globalización ha propugnado por las

certificaciones en todos los niveles del sistema

educativo y en nuestra región, la OCDE (Organi-

zación para la Cooperación y el Desarrollo Eco-

nómico) ha supervisado la implementación de

estos procesos a través de ciertos órganos e insti-

tuciones a las que auspicia, tal como sucede ac-

tualmente con la reforma educativa a la educa-

ción básica, que se ha llevado a efecto en otros

países de América (incluido Estados Unidos) y

España.

Estas reformas educativas en los niveles

más elementales, abogan por una educación más

técnica, es decir menos científica, menos huma-

nista, con orientación a la formación de capital

humano para el trabajo únicamente, de seres

humanos sin formación intelectual de alto nivel

ni postura crítica, que no se preocupen por su

entorno, ciudadanos sin participación ni cons-

ciencia social.

En consonancia con estas acciones, pre-

tenden a su vez, mediante un aumento paulatino

en el costo de las colegiaturas, hacer de las uni-

versidades auténticos centros de exclusión social,

donde cada vez menos personas tengan la opor-

tunidad de recibir formación y para estos fines

articulan además distintos mecanismos que les

permitan imponer sus preceptos.

Es nuestro deber como universitarios de-

fender el derecho constitucional que tenemos a

la educación, exigir una mejor calidad en el pro-

ceso educativo mas allá de evaluaciones y acredi-

taciones sesgadas, además de cuestionarnos si lo

que se paga es, en términos reales, un acuerdo

justo.

. . .

Pasillo Por: Josué (Filosofía y Letras)

levas 4 meses viviendo en este internado

del Reino Unido.

Construido en el campo, lejos de cualquier

pueblo y ciudad.

Es un castillo muy, muy antiguo. El musgo y las

enredaderas llevan siglos creciendo sobre las pa-

redes. Las enormes torres de mármol negro pue-

den verse desde kilómetros a la redonda.

Tu dormitorio está situado en una de esas torres.

La que da la cara hacia Oriente.

Para llegar ahí, tienes que cruzar por un largo

pasillo. La madera que lo cubre es vieja y húme-

da. Similar a la de un barco del siglo XVII.

Es un viaje que has hecho cientos de veces.

Todas las mañanas, cruzas el pasillo para llegar

al desayuno con tus amistades.

L

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En las tardes, cruzas el pasillo para descansar un

rato. Cerrar los ojos en las horas libres, luego de

muchas clases.

Ya a la noche, cruzas el pasillo junto a Elizabeth,

esa amiga a la que le gusta recomendarte obras

de ciencia ficción, por ella te sabes todo Ray-

Bradbury.

Siempre cruzas ese pasillo, y siempre sales de él.

Olvidaste tu libro de Literatura Inglesa en el sa-

lón. Es de noche, pero aún así decides salir para

recogerlo. Te falta terminar ese trabajo, y sabes

que pasar el semestre depende de que lo entre-

gues.

Por suerte no hay ningún prefecto. Entras tran-

quilamente al salón, recoges el libro, y sales.

La luz de la luna se cuela por los enormes vitrales

del castillo. No hay otra luz que puedas ver. Ya

han apagado todos los focos del lugar.

Caminas. Caminas, subes las escaleras de piedra,

doblas a la derecha, y llegas al gran pasillo.

Es el único lugar de todo el internado que no tie-

ne vitrales ni ventanas.

Tragas saliva apretando tus puños, sientes como

la sangre baja a tus piernas. Tus pupilas se dila-

tan, al tiempo que lentamente, se eriza cada vello

de tu cuerpo.

Piensas, -Bueno, peor sería encontrarme al im-

bécil de Charles y que me ponga un reporte por

estar fuera de la cama-.

Así que caminas hacia adelante.

Hacia la Torre Oscura.

Es un viaje que has hecho cientos de veces.

Escuchas como tus pasos resuenan. El eco tiene

algo de majestuoso, de terrorífico.

Tú decides reírte un poco, piensas que a fin de

cuentas, te hace falta mucho para caminar como

una supermodelo.

Como si estuvieras cargando algo muy pesado,

así suenan tus pasos.

Es fácil distinguirlos.

Es un viaje que has hecho cientos de veces, pero

nunca antes habías puesto atención a la acústica

del lugar.

Piensas que es porque siempre el pasillo estaba

lleno de gente.

Es la primera vez que lo recorres solo.

Escuchas también un sonidito, parecido a un

clang. Lo recuerdas de algún lugar, estás seguro

de eso.

El clang se repite, va junto al estruendo de tus

pasos.

¿Qué es, te preguntas, mis llaves, alguna cadena

que traigo?

Pero no llevas nada de eso. Y el sonido metálico

vuelve a escucharse.

Respiras tratando de calmarte. Te detienes. El

clang se sigue escuchando, es un ruido delgado,

casi fino.

Giras hacia atrás tu cabeza, sólo un poco, pero no

consigues ver nada. Muy lentamente, volteas tu

cuerpo entero, pero sigue sin haber nada.

Dices con una voz de pito, -¿hola?-, sabes que te

escuchaste como un idiota, así que aclaras la gar-

ganta y vuelves a decir -¿hola?-.

El clang se sigue escuchando. Y nadie contesta.

Ahora es más rápido, clangclangclangclang, el

corazón casi se te sale del pecho, sientes que de-

bes correr pero no puedes, tus piernas están an-

cladas a la madera del pasillo.

~ 11 ~

Clangclang.

De pronto, se detiene.

La noche es muy fría en esta parte de Gran Bre-

taña. El viento sopla como una espada gélida ha-

cia ti. Sabes que es imposible. Estás muy lejos de

cualquier ventana o puerta.

En ese momento, lo ves.

Se acerca del lado del que venía el clang.

La oscuridad no te deja verlo completo. Pero su

rostro, su rostro es...

Decides correr, el clang es mucho más rápido que

antes. Sientes que va a alcanzarte. Pero tienes

que escapar, tienes que, algo dentro de ti te lo

dice.

Pierdes el aliento, tus pulmones se congelan por

el aire. Las piernas te arden, es extraño, sabes

que ya debiste de pasar todo el pasillo, pero no, el

pasillo sigue y sigue.

Es entonces cuando te das cuenta de la horrible,

horrible verdad. Todas las partes del pasillo son

la misma parte, un tramo de no más de 3 metros

repetido eternamente bajo la ceguera nocturna.

Por esto, piensas que si continúas corriendo, lo

que está detrás tuyo no va a alcanzarte jamás.

Pero si te detienes por un segundo, como temes

que pase tarde o temprano...

No estás seguro de dónde estás, pero sea donde

sea, este no es el pasillo del internado, no es el

viaje que has hecho cientos de veces, y lo intuyes,

no quieres aceptarlo pero de alguna manera lo

sabes.

No vas a salir de él.

. . .

Constelación Espontánea Por: Míkel (Filosofía y Letras)

o somos los belicosos, ni el ardid, ni los

mequetrefes del estúpido escupitajo de

la modernidad o la posmodernidad. No

somos los dimes ni diretes de una batalla entre

muchos bandos terribles y solitarios. No somos

las etiquetas en serie que se asignan a las ropas

que por frío y no por vanidad vestimos. No so-

mos los herederos soberanos de trémulas pala-

bras que nos hieren. No somos la generación ol-

vidada; ni la 'x', ni la 'y', ni la 'p', ni la 's' de sub-

versión, ni el alfa ni el omega, ni la © de copy-

right o de refresco de cola.

Somos la generación espontánea, la autén-

tica e inatávica constelación, la generación que se

autorregula, la que se compadece de sí misma y

que se tiene que planchar su propia ropa porque

sus antecesoras quemaron en piras ideológicas la

poca tela que nos forjó la historia.

Nos queda el arte desvencijado, nos queda

el llanto o la música o el canto de las aves, nos

queda el calor incesante sobre las montañas, las

calles inundadas de sangre, nos queda el silbido

del viento fresco y el aliento crudo pululando vo-

ces adormecidas y haciendo florecer las mentes

de su sopor.

N

~ 12 ~

Somos los incesados, somos los procesa-

dos en un juicio incólume de abstinencias. Somos

los antisofistas jugando a refutar en debates en

los que más vale gritar porque los carteles le in-

dican al público y a los contendientes que guar-

den silencio en el hablar de los demás.

Somos los vetados de la XH-

NEOLIBERAL. Los que nos afilamos los dientes

con lijas de esperanza pues nos domesticaron

vendiéndonos carnes genéticamente procesadas

y verduras pintadas y exportadas de la jungla en

serie.

Somos los ojos llorosos de dioses caídos

del Olimpo; somos la madre tierra, somos el fru-

to que cayó de un árbol amedrentado por una

ventisca y cuya simiente se concibió así misma

regada con la sangre de guerreros de estas tie-

rras.

Tú y yo somos, te lo digo, tú y yo somos la

flor y el canto, la esencia inmarchita, el alma im-

perecedera de la lucha; no nos conformamos ni

nos conformaremos nunca, no recibiremos flage-

lazos o laureles si permanecemos con nuestras

metas y nuestras convicciones. Somos hombres y

mujeres, somos peripecias, somos hallazgos y

objetivos propios que cumpliremos allá en lo co-

lectivo.

A ti te digo, a ti te digo, frenético, que no

eres un código de barras, que no eres una oveja

acarreada o un saco de carne y hueso vendido al

mejor postor.

Tú no eres una matrícula, eres un ser que

vive, piensa y sueña.

Tú no eres lo que te dicen que eres, no eres

ni siquiera lo que un espejo manufacturado en

tierras hostiles te dicta; eres el reflejo del agua,

eres la lágrima del siglo, eres parte de la genera-

ción espontánea y edificante, formas parte de un

comienzo y no de un fin. De una batalla idílica,

de un verso que se crea a sí mismo.

Somos flor y canto, luz y sombra; somos

peces nadando a contracorriente en el riachuelo

del firmamento.

. . .

Imágenes de la Lucha por la

Autonomía de la UNL, 1969-71

Voto por la Universidad del Norte (fragmento final) Por: Alfonso Reyes Ochoa

“…es fuerza que nuestra morada no amanece a nadie con inútiles sobresaltos, y que, en el peor de los

casos, el morador esté preparado para afrontar tempestades, con los recursos que le proporcionen su

ética y su ciencia. Sólo la cultura política puede precavernos, hasta done ella admite ser objeto de

ciencia de estudio desinteresado: „cultura‟ he dicho y no „barbarie‟. Los timoratos han de convencerse

de que no les queda más salida que el ir cediendo a las novedades de que el tiempo viene cargado. La

cultura quiere alumbrar por igual a todos los hombres, y este todos los hombres, lleva en sí el postula-

do político. Oigan los que saben oír, hagan los que saben hacer: La cultura debe ser popular, y nadie

tuerza mis palabras ni piense que he dicho demagogia. He aquí, al abrir sus puertas la Universidad de

Nuevo León, el voto que ofrezco a mis paisanos, sin más títulos que el de ser el más modesto indus-

trial nacido a los pies del Cerro de la Silla: aquél que sólo produce elabora, en pequeña escala, unas

cuantas palabras. Eso sí: palabras sinceras”

Petrópolis, Brasil, 6 de enero de 1933

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