Estrategias de batallas antiguas

24
Fernando Alexis Fernández Fdz. G2 Estrategias de Comunicación a285368

Transcript of Estrategias de batallas antiguas

Page 1: Estrategias de batallas antiguas

Fernando Alexis Fernández Fdz.

G2

Estrategias de Comunicación

a285368

Page 2: Estrategias de batallas antiguas

BATALLA DE ZAMA

La batalla de Zama (19 de octubre del 202 a. C.) representó el desenlace

de la Segunda Guerra Púnica. En ella se enfrentaron el

general cartaginés Aníbal Barca y el joven Publio Cornelio Escipión, «el

Africano Mayor», en las llanuras de Zama Regia.

A pesar de que Aníbal estaba en superioridad numérica al comienzo de la

batalla, Escipión concibió una estrategia para confundir y derrotar a sus

elefantes de guerra. Las caballerías de Masinisa y Lelio atacaron y

provocaron la huida de la caballería numida de Tiqueo, mientras que los

veteranos de Aníbal comenzaban a ganar terreno. Sin embargo, luego de

perseguir a Tiqueo, tanto Masinisa como Lelio volvieron al campo de

batalla y atacaron a los veteranos de Aníbal por la retaguardia,

provocando su casi completa aniquilación y el final de la batalla. A pesar

de la humillante derrota, Aníbal logró huir a Cartago.

Page 3: Estrategias de batallas antiguas

PRELUDIO

Cruzando los Alpes, Aníbal llegó a la península italiana en el año 218 a. C. y logró varias victorias importantes contra los ejércitos

romanos. Al no haber podido derrotar a Aníbal o expulsarlo de

Italia, los romanos cambiaron de estrategia y decidieron atacar

directamente a Cartago, obligando a los cartagineses a llamar de

vuelta a Aníbal, el cual estaba todavía en Italia, aunque estaba

confinado al sur de la península. Escipion finalmente desembarcó

en África en el año 203 a. C.

Unos cuantos años antes de la invasión, la decisiva victoria de

Escipión en la batalla de Ilipa en España en el año 206 a. C. había asegurado a Roma el control de la península ibérica. En 205 a. C.,

Escipión regresó a Roma, donde fue elegido cónsul por voto

unánime. Escipión, que ahora era lo suficientemente poderoso,

propuso poner fin a la guerra al invadir directamente la tierra natal

del cartaginés.

Page 4: Estrategias de batallas antiguas

LA BATALLA

Aníbal regresó a África desde el sur de Italia en auxilio de Cartago,

que en aquellos momentos había perdido batalla tras batalla

contra el ejército romano que había desembarcado en 204 a.C.

bajo el mando de Publio Cornelio Escipión. El general cartaginés

consiguió unir a los hombres que pudo traer de Italia, los restos del

ejército cartaginés en África, los evacuados del ejército de su

hermano Magón en Liguria, los 4000 soldados macedonios enviados por Filipo V y nuevos contingentes de caballería númida

de jefes tribales que aún permanecían fieles a Cartago. Igualmente

añadió un importante contingente de elefantes hasta un número

cifrado en 80 paquidermos, quienes protagonizarían la carga inicial

de la batalla. Los romanos realizaron la estrategia de abrir pasillos entre sus filas para dejar pasar a las bestias, aprovechando la

ocasión para saetearlas. Los que no fueron alcanzados y muertos

huyeron despavoridos hacia el desierto.

Page 5: Estrategias de batallas antiguas

Neutralizado el ataque de los elefantes, la caballería romana y de

sus aliados númidas maesilios (Numidia Oriental) comenzaron a

perseguir a la caballería cartaginesa y de sus aliados númidas

masesilios (Numidia Occidental). Tras esto, se desarrolló una batalla

de infantería en tres fases, en la cual los infantes romanos fueron

destrozando cada una de las dos primeras líneas cartaginesas,

hasta que se produjo el encuentro con la tercera línea, formada

por los veteranos italianos de Aníbal. Este último combate permaneció igualado hasta que regresaron Cayo Lelio y Masinisa

al mando de la caballería y el ejército púnico sucumbió,

decidiéndose la batalla. Aníbal huyó con los restos de sus tropas.

Page 6: Estrategias de batallas antiguas

PRIMERA FASE Con ambos ejércitos frente a frente, los romanos soplaron los cuernos de

batalla. Cundió el nerviosismo entre algunos de los elefantes, pues habían sido capturados recientemente, que retrocedieron en estampida contra la propia caballería númida de Tiqueo, creando un gran desorden.

Escipión tomó dos medidas geniales para contrarrestar el ataque de los elefantes: ordenó a sus hombres bruñir corazas, cascos y cualquier cosa de metal, de tal modo que el sol se reflejara en ellos y deslumbrara a los animales, y se hizo acompañar por músicos y los llevó a vanguardia, donde sus cuernos y trompetas espantaron a los animales de la izquierda, de tal modo que retrocedieron y sembraron la confusión entre la caballería númida.

Masinisa ordenó cargar a su caballería númida contra la menos numerosa de Tiqueo. Los elefantes, lanzados a la carga contra la infantería romana, tuvieron un efecto limitado gracias a los pasillos que había dejado Escipión. Atacados desde los flancos por las lanzas de los legionarios, los elefantes murieron o retrocedieron hacia las líneas cartaginesas. La caballería italiana de Lelio atacó, persiguiendo a los jinetes cartagineses fuera del campo de batalla.

Page 7: Estrategias de batallas antiguas
Page 8: Estrategias de batallas antiguas

SEGUNDA FASE Los supervivientes del ejército de Magón se lanzaron contra los hastati,

acabando con gran número de ellos. Aníbal ordenó avanzar a la segunda unidad para apoyar el ataque; sin embargo, los legionarios romanos comenzaron el contraataque antes de que llegara el apoyo. Provistos de sus escudos corporales, consiguieron rechazarles. Esta falta de cooperación sembró la semilla del caos en las filas púnicas, que se vieron obligadas a retroceder. Mientras tanto, los legionarios de Escipión acosaron a sus enemigos en retirada hasta que recibieron la orden de repliegue.

Una vez establecidos los cartagineses en posiciones más retrasadas, los romanos lanzaron una nueva ofensiva. Aníbal, deduciendo que sería necesaria una defensa firme, dispuso a su infantería veterana al frente, formando una fila perfecta de lanzas. Los oficiales púnicos dieron órdenes a las tropas en retirada de bordear a la tercera unidad.

El campo se hallaba cubierto de sangre y cadáveres, de modo que los veteranos hubieron de mantenerse a la defensiva. La entrada en combate de los veteranos de la guerra en Italia, desgastadas las menos numerosas tropas de infantería romanas, inclinó la balanza del lado de Aníbal, cuyas tropas empezaron a ganar terreno.

Page 9: Estrategias de batallas antiguas

BATALLA DE CANNAS

La batalla de Cannas (o Cannæ) tuvo lugar el 2 de agosto del año 216 a. C., entre el ejército púnico, comandado por Aníbal

Barca, y las tropas romanas, dirigidas por los cónsules Cayo

Terencio Varrón y Lucio Emilio Paulo, en el marco de la Segunda

Guerra Púnica.

Desarrollada en la ciudad de Cannas, en Apulia, al sudeste

de Italia, la batalla terminó con la victoria del ejército cartaginés, a

pesar de la acusada inferioridad numérica de éstos. Tras la

misma, Capua y varias otras ciudades estado italianas

abandonaron el bando de la República romana.

Page 10: Estrategias de batallas antiguas

PRELUDIO En la primavera de 216 a. C., Aníbal tomó la iniciativa y asedió y tomó un

gran depósito de suministros ubicado en la ciudad de Cannas, en las llanuras de Apulia. Con ello se situó estratégicamente entre los romanos y una de sus principales fuentes de suministro. Polibio comenta que la captura de Cannas «causó una gran conmoción en el ejército romano; pues no sólo se trataba de la pérdida del lugar y de los almacenes, sino del hecho de que con ello se perdía todo el distrito». Los cónsules, decididos a enfrentarse a Aníbal, marcharon al sur en busca del cartaginés.

Tras dos días de marcha se encontraron con él en la ribera izquierda del río Aufidus, y acamparon a seis millas (unos 10 kilómetros) de distancia. Supuestamente, un oficial cartaginés llamado Gisgo hizo un comentario sobre el gran tamaño del ejército romano. Aníbal le contestó «Otra cosa que se te ha pasado, Gisgo, es todavía más sorprendente — que aunque haya tantos de ellos, no hay ninguno de entre todos ellos que se llame Gisgo». El comentario de Aníbal despertó la hilaridad de sus inquietos hombres.

Page 11: Estrategias de batallas antiguas

BATALLA

Las fuerzas combinadas de los dos cónsules sumaban un total

75 000 soldados de infantería, 2 400 de caballería romana y 4 000

de caballería aliada, contando únicamente a la porción de tropas

que se utilizó en la batalla campal. Además, en los dos campamentos fortificados había otros 2 600 hombres de infantería

pesada y 7 400 de infantería ligera (un total de unos 10 000), por lo

que la fuerza total que los romanos llevaron a la guerra equivalía a

unos 86 400 hombres. En el otro bando, el ejército cartaginés

estaba compuesto aproximadamente por 40 000 hombres de

infantería pesada, 6 000 de infantería ligera y 8 000 de caballería.

Page 12: Estrategias de batallas antiguas

El ejército cartaginés estaba compuesto por una amalgama de

soldados procedentes de distintas y numerosas regiones. No sabemos con certeza cuántos hombres había de cada

nacionalidad, aunque sí que existen algunas estimaciones sobre el

tamaño de los distintos contingentes. Contaba con unos 10 000

jinetes, entre los que se contaban unos 4000 galos al menos y varios

miles de hispanos. De las infantería, unos 40 000, parte eran

infantería ligera (8000 en la batalla de Trebia, puede que menos en

Cannas) y, del resto, la mayoría eran celtas, tropas que se habían

unido ya en Italia (Aníbal no había recibido nuevos refuerzos desde

Hispania o África desde el comienzo de la batalla). Es posible que hubiera entre 8000 y 10 000 libios y unos 4&000 hispanos.

Page 13: Estrategias de batallas antiguas

DESPLIEGUE TÁCTICO El despliegue convencional de los ejércitos en aquella época consistía en

situar a la infantería en el centro de la formación, colocando a la caballería

en las dos alas o flancos laterales. Los romanos siguieron con este sistema de

despliegue de forma muy fiel, aunque añadieron una mayor profundidad a

su formación mediante la colocación de muchas cohortes, en lugar de

optar por dar mayor espacio a su infantería. Posiblemente los comandantes

romanos esperaban que esta concentración de fuerzas permitiese romper

rápidamente el centro de la línea enemiga. Varrón sabía que la infantería

romana había logrado romper el centro de la formación cartaginesa en

la batalla del Trebia, y su intención era recrear esto a mayor escala.

Los princeps se colocaron inmediatamente detrás de los hastati, preparados

para empujar hacia adelante en cuanto comenzara el contacto con el

enemigo, y asegurando con ello que los romanos presentaran un frente sin

huecos. Polibio escribió que los manípulos estaban más cercanos los unos a

los otros, los intervalos eran más cortos, y los manípulos mostraban una mayor

profundidad que frente. A pesar de superar ampliamente a los cartagineses

en cuanto a número de tropas, este despliegue suponía en la práctica que

las líneas romanas tuvieran aproximadamente la misma longitud que la de

sus oponentes.

Page 14: Estrategias de batallas antiguas
Page 15: Estrategias de batallas antiguas

BATALLA DE RAMSES

La batalla de Qadesh (también Qadeš), librada a finales de mayo

del año 1274 a. C, fue un combate de infantería y carros en la que

se enfrentaron las fuerzas egipcias del faraón Ramsés II y

las hititas de Muwatalli. La batalla ocurrió en las inmediaciones de la ciudad de Qadesh, en lo que hoy es territorio sirio, y tras haber

comenzado con ventaja para sus enemigos, se saldó según sus

propias fuentes con un gran éxito egipcio, aunque con numerosas

pérdidas. Realmente a nivel estratégico quizá supuso un empate

técnico con, incluso, notables ventajas geoestratégicas para el bando hitita; puede argumentarse que resultaron ganadores si se

tiene en cuenta que la batalla supuso el fin de la campaña de

invasión de Ramsés II sobre el Imperio hitita.

Page 16: Estrategias de batallas antiguas

ORGANIZACIÓN TÁCTICA Al revés que el ejército egipcio, los hititas utilizaban a los carros como

arma ofensiva primaria. Esta actitud se evidencia desde el propio

diseño del carro en sí. Se la consideraba un arma de asalto básica,

creada para atravesar las filas de la infantería enemiga y abrir en ella

brechas que la propia infantería pudiese penetrar. Es por ello que,

aunque las tripulaciones estaban equipadas con potentes arcos

recurvados, el arma que utilizaban en toda ocasión era la lanza larga

arrojadiza.

El carro hitita, a diferencia del egipcio, tenía el eje ubicado en el

centro del chasis y era más pesado, puesto que su dotación era de

tres. Estas dos características lo hacían más lento y menos maniobrable

que el de su oponente, teniendo además una clara tendencia a

volcar si se pretendía que virase en ángulos cerrados. Por ello,

necesitaba amplísimos espacios vacíos para maniobrar. Su ventaja

consistía en su mayor masa e inercia, lo que lo hacía temible al

lanzarse en velocidad. Cuando el impulso y la inercia se disipaban (por

ejemplo, al atravesar lomadas u obstáculos), la ventaja del carro hitita

se diluía.

Page 17: Estrategias de batallas antiguas
Page 18: Estrategias de batallas antiguas

BATALLA DE TERMÓPILAS (LOS 300) Un ejército aliado formado por unos 7.000 hombres aproximadamente

marchó al norte para bloquear el paso en el verano de 480 a. C. El ejército

persa, que conforme a las estimaciones modernas estaría compuesto por

unos 250.000 hombres, llegó al paso a finales de agosto o a comienzos de

septiembre. Enormemente superados en número, los griegos detuvieron el

avance persa durante siete días en total (incluyendo tres de batalla),

antes de que la retaguardia fuera aniquilada. Durante dos días completos

de batalla, una pequeña fuerza comandada por el rey Leónidas I de

Esparta bloqueó el único camino que el inmenso ejército persa podía

utilizar para acceder a Grecia. Tras el segundo día de batalla, un residente

local llamado Efialtes traicionó a los griegos mostrando a los invasores un

pequeño camino que podían utilizar para acceder a la retaguardia de las

líneas griegas. Sabiendo que sus líneas iban a ser sobrepasadas, Leónidas

despidió a la mayoría del ejército griego, permaneciendo para proteger su

retirada junto con 300 espartanos, 700 tespios, 400 tebanos y posiblemente

algunos cientos de soldados más, la mayoría de los cuales murieron en la

batalla.

Page 19: Estrategias de batallas antiguas

PRELUDIO Parece ser que el ejército persa se desplazó a un ritmo algo lento a través de

Tracia y Macedonia y que sería finalmente en agosto cuando llegaron a

Grecia las noticias de la inminente llegada de los persas. En aquella época

los espartanos, líderes militares de facto de la alianza, estaban celebrando la

festividad religiosa de las Carneas. Durante ese festival la actividad militar

estaba prohibida por la ley espartana y, de hecho, los espartanos no llegaron

a tiempo a la batalla de Maratón por estar celebrando el festival. También se

estaban celebrando los Juegos Olímpicos, por lo que debido a la tregua

imperante durante su celebración habría sido doblemente sacrílego para los

espartanos si marchasen en su totalidad a la guerra. En esta ocasión, sin

embargo, los éforos decidieron que la urgencia era lo suficientemente

importante como para justificar el envío de una expedición avanzada para

bloquear el paso; expedición que estaría comandada por uno de los dos

reyes espartanos, Leónidas I. Leónidas llevó consigo a 300 hombres de la

guardia real, los Hippeis, así como a un número mayor de tropas de apoyo

procedentes de otros lugares de Lacedemonia (incluyendo hilotas). La

expedición debería intentar agrupar el mayor número posible de aliados

sobre la marcha y esperar a la llegada del ejército espartano principal.

Page 20: Estrategias de batallas antiguas

ESTRATEGIA

Desde un punto de vista estratégico, la defensa de las Termópilas

suponía para los aliados la mejor forma posible de emplear sus

fuerzas. Si lograban evitar que el ejército persa se internara dentro de Grecia, no tendrían necesidad de buscar una batalla decisiva,

y podrían simplemente permanecer a la defensiva. Además, y con

la defensa de dos pasos estrechos como las Termópilas y Artemisio,

la inferioridad numérica de los aliados era menos problemática. Por

su parte, los persas se enfrentaban al problema de

aprovisionamiento de un ejército tan grande, lo que significaba

que no podían permanecer en un mismo lugar durante mucho

tiempo. Los persas, por tanto, se veían obligados a retirarse o

avanzar, y avanzar implicaba atravesar las Termópilas por la fuerza.

Page 21: Estrategias de batallas antiguas

La batalla se libraría en un lugar conocido como el paso de

las Termópilas, un angosto desfiladero de unos 100 m de anchura

(actualmente más de un km debido a la erosión). Tácticamente, el

paso de las Termópilas era ideal para el tipo de lucha del ejército

griego: la estrechez del paso anulaba la diferencia numérica, y la

formación de falange hoplita de los helenos podría ser capaz de

bloquear el estrecho paso con facilidad y, al tener los flancos cubiertos, no se veía amenazada por la caballería enemiga. En

esas circunstancias la falange supondría un enemigo muy difícil de

superar para la infantería ligera persa, equipada con

una panoplia mucho más ligera y por tanto menos

protectora. Además, las largas dory de la falange (lanzas de

falange, no tan largas como las sarissas utilizadas por

el ejército de Alejandro Magno) podrían ensartar a los enemigos

antes incluso de que estos pudieran tocarlos, tal y como había

sucedido en la confrontación de la batalla de Maratón. Por consiguiente, la lucha no tenía inicialmente por qué ser suicida, dado que había posibilidades reales de aguantar la posición.

Page 22: Estrategias de batallas antiguas

CABALLO DE TROYA

El caballo de Troya fue un artilugio con forma de enorme caballo

de madera que se menciona en la historia de la guerra de Troya y

que según este relato fue usado por los griegos como una

estrategia para introducirse en la ciudad fortificada de Troya.

Tomado por los troyanos como un signo de su victoria, el caballo

fue llevado dentro de los gigantescos muros, sin saber que en su

interior se ocultaban varios soldados enemigos. Durante la noche,

los guerreros salieron del caballo, mataron a los centinelas y

abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada del

ejército griego, lo que provocó la caída definitiva de Troya. La fuente más antigua que menciona el caballo de Troya, aunque de

manera breve, es la Odisea de Homero. Posteriormente otros

autores ofrecieron relatos más amplios del mito, entre los que

destaca la narración que recoge la Eneida de Virgilio.

Page 23: Estrategias de batallas antiguas

ESTRATEGIA

El adivino Calcante observó una paloma perseguida por un

halcón. La paloma se refugió en una grieta y el halcón permanecía

cerca del hueco, pero sin poder atrapar a la paloma. El halcón

entonces decidió fingir retirarse y se escondió fuera de la mirada

de la paloma, quien poco a poco asomó la cabeza para

cerciorarse de que el cazador había desistido pero entonces el halcón salió del escondite y culminó la cacería. Después de narrar

esta visión, Calcante dedujo que no deberían seguir tratando de

asaltar las murallas de Troya por la fuerza, sino que tendrían que

idear una estratagema para tomar la ciudad. Después de ello,

Odiseo concibió el plan de construir un caballo y ocultar dentro a los mejores guerreros. En otras versiones, el plan fue instigado

por Atenea y también existe una tradición que señala que Prilis, un

adivino de la isla de Lesbos, hijo de Hermes, profetizó que Troya solo

podría ser tomada con ayuda de un caballo de madera.

Page 24: Estrategias de batallas antiguas

Bajo las instrucciones de Odiseo o de Atenea, el caballo fue

construido por Epeo el focidio, el mejor carpintero del

campamento. Tenía una escotilla escondida en el flanco derecho

y en el izquierdo tenía grabada la frase: Con la agradecida

esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a

Atenea. Los troyanos, grandes creyentes en los dioses, cayeron en

el engaño. Lo aceptaron para ofrendarlo a los dioses, ignorando

que era un ardid de los griegos para traspasar sus murallas puesto

que en su interior se escondía un selecto grupo de soldados. El caballo era de tal tamaño que los troyanos tuvieron que derribar

parte de los muros de su ciudad. Una vez introducido el caballo en

Troya, los soldados ocultos en él abrieron las puertas de la ciudad,

tras lo cual la fuerza invasora entró y la destruyó.