Ese día Congelardo y Hielena se despertaron · 2020-03-24 · Ese día Congelardo y Hielena se...

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Ese día Congelardo y Hielena se despertaron más temprano de lo normal. Estaban felices y ansiosos porque al fin comenzaban las tan anheladas vacaciones de invierno en el sur.

Mientras papá Rodolfrigerador y mamá Frioncisca cargaban el auto, el pequeño Congelardo esperaba jugando en su tablet.

Al medio día, la familia estuvo lista y partieron todos juntos en el auto hacia el sur. Llevaban 4 horas de viaje y Congelardo junto a su hermana Hielena, habían pasado todas las etapas del ICE CRUSH.

Era un viaje perfecto, hasta que una alerta desvaneció la sonrisa de los pequeños: ¡BATERíA BAJA! ¡5%! Apareció en los tablets de los chicos.

Cuando llegaron al destino de las vacaciones, los niños se dieron cuenta que era un camping al aire libre.

Eso significaba, sin internet y sin batería para cargar sus tablets durante todo el fin de semana. No lo podían creer y se ofuscaron bastante.

Papá Rodolfrigerador armó unas lindas carpas y mamá Frioncisca armó una linda mesa de camping para todos. Pero, se cansó de las caras largas de los niños, así que propuso una idea:

–Vamos a ir en búsqueda de un lugar para cargar sus tablets, pónganse ropa abrigada y zapatos cómodos.– Exclamó con energía.

Congelardo y Hielena se pusieron contentos.

Papá Rodolfrigerador sacó un mapa y vieron que el lugar más cercano para encontrar batería era el refugio del guardabosque. Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a caminar por el bosque.

Cuando iban atravesando el río, notaron que había muchas manchas de color rosado en el agua. Se acercaron y se sorprendieron al ver que era una familia de salmones, que nadaban felices por el río.

Siguieron caminando por un sendero, entremedio de altos Árboles, de pronto empezaron a escuchar un sonido como si alguien estuviera martillando un tronco muy rápido. ¡Toc, toc, toc, toc, toc!

La familia muy intrigada decidió buscar de donde venía ese curioso sonido, entonces ahí fue cuando Hielena gritó: –¡Miren allá arriba, son pájaros carpinteros!–

Todos estaban alucinados con el espectáculo sonoro. Congelardo estaba tan emocionado, que se armó de valor y escaló un árbol, para poder verlo más de cerca. Era realmente genial.

A mamá Frioncisca y a Hielena les dio un poco de hambre, entonces en el camino decidieron buscar algunas moras. Apartaron algunos helechos con espinas y encontraron una planta de moras gigantesca.

Sonrieron como si se encontraran frente a un inmenso tesoro, y la verdad que lo era. Comenzaron a comer moras felices y llamaron a Papá Rodolfrigerador y a Congelardo. Cuando llegaron se rieron mucho al ver que tenían sus bocas moradas.

El sol comenzaba a ponerse y aparecieron las primeras estrellas de la tarde. Ahí fue cuando Papá Rodolfrigerador, comenzó a enseñarle a su familia todas las formas que se podían encontrar en las estrellas.

Carritos de supermercado, flechas e incluso cangrejos, eran las figuras que toda la familia se deleitó encontrando en el inmenso cielo que estaba sobre ellos.

Justo cuando estaba anocheciendo, la familia divisó una pequeña luz entremedio de un lindo jardín de flores. Caminaron y llegaron a la casa del guardabosques. El guardabosque los recibió muy cordialmente y les ofreció una taza de té.

–¿De dónde vienen?– Preguntó el guardabosque. –¡Venimos de vivir las mejores aventuras!– Gritó Congelardo feliz.

–¡Ah que bueno! Pero todavía les falta ver lo más increíble de este bosque– Dijo el guardabosque confiado. Todos quedaron intrigados, y acompañaron al guardabosque a su terraza que quedaba en el segundo piso. Ahí él les apuntó una montaña y les dijo: –Escuchen con atención–.

En ese momento se escuchó una jauría de lobos aullar. –¡Auuuuu! – Era realmente impresionante.

Los niños impactados con el espectáculo de los lobos, quisieron sumarse y también empezar aullar. En eso su mamá les dijo: –¿Y ustedes no tenían que cargar algo?–

A lo que Congelardo respondió: –¡Nuestra nueva app favorita, es compartir aventuras con ustedes! –

Mamá sonrió, y todos empezaron a aullar como lobos felices en la mitad de la noche en el bosque.