Ernesto Zamudio
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ERNESTO ZAMUDIO -1
La intransigencia ética -
Ernesto Zamudio nació en Resistencia el 10 de noviembre de 1898 y murió en la
misma ciudad el 21 de marzo de 1958, con apenas 59 años, de una enfermedad que fue
minando sus bronquios y pulmones. Realizó sus estudios en la Escuela Nº1 "Benjamín
Zorrilla" y se recibió de maestro en la Escuela Normal Sarmiento en 1917. Ejerció la
docencia por poco tiempo, para dedicarse de lleno a la tarea periodística, que se inició en la
revista estudiantil Albores. Colaboró en los periódicos El Constitucional y El Censor, hasta
que finalmente comenzó como redactor de El Territorio. Al morir su director Ángel Polo en
1925, el comité local de la Unión Cívica Radical le propone a Zamudio la dirección del
periódico. Desvinculado más delante del partido, el director convertiría al diario en una
sociedad, a la que adhirió Luis Viola y Ernesto Bissón. Una gran parte de su historia no está
reflejada en ningún documento o fuente escrita.
Su esposa, Rosa Ponce, nos cuenta: "no recuerdo qué gobernador estaba en esa
época pero mi esposo lo criticaba mucho. Entonces prepararon un asalto al diario, y él y
unos amigos se apostaron armados en los balcones para esperar el enfrentamiento...
felizmente no ocurrió nada". [1]
El compromiso político del director de El Territorio lo llevó a correr serios riesgos
en reiteradas oportunidades. Rosa recuerda: "Después del derrocamiento de Yrigoyen él
redactó una proclama y se la hizo firmar a muchos dirigentes radicales. En esa proclama
instaba al pueblo a tomar las armas para hacer una contrarrevolución y volver a instalarlo
a Yrigoyen. Fue cuando la revolución de Pomar en el regimiento de Corrientes, a la cual
se adhirieron muchos de acá. Ése fue un momento muy difícil... Después se formó un
tribunal militar, no sé cómo se llama cuando hay ley marcial, pero lo defendió el mayor
Moreno, porque él tenía muchos amigos..."
No fue principalmente la actuación política de Zamudio lo que le valió la
popularidad entre los chaqueños, sino más bien su solidaridad y trabajo en beneficio de la
clase más perjudicada.
"Inició una campaña en el diario porque en el matadero no ponían el peso que
correspondía a las reses, sino que le quitaban unos kilos... Esto perjudicaba a los dueños
de las haciendas y se beneficiaban los abastecedores. Denunció esto mucho tiempo en el
diario, e iniciaron una causa en el juzgado. Después se robaron el expediente donde
contaban todas estas cosas y fue acusado de calumnias... El abogado que tenía no lo
defendió bien y él, para no caer preso, disparó y se metió en el campo de Flores Leyes que
quedaba lejos de acá... Casi dos años estuvo allí."
Ese tipo de acciones fueron muy comunes en su vida. Hacía suyas las banderas de
los necesitados. Era la voz de los que no tenían voz.
Su prédica opositora a los gobernadores de turno, aun de aquellos que representaban
a su propio partido - Unión Cívica Radical -, le depararía un sinnúmero de problemas. El
gobierno de Fernando Centeno - 1923/26 -, fue criticado por Zamudio y El Territorio en
forma despiadada. En el mes de junio de 1926, se publicó un número especial, titulado "El
Chaco, feudo de los gobernadores impuestos". Entre las acusaciones vertidas, podemos
mencionar: nepotismo, falta de libertad de trabajo, corrupción policial, contrabando, trata
de blancas y prostitución, y supresión de municipalidades electivas para tener el control de
las localidades del interior con personas adictas a su política.
Rosa Ponce de Zamudio nos dice: "...la gente de Centeno lo perseguía. Un día le
tendieron una emboscada en un lugar que no recuerdo qué lugar era, pero él logró
escapar por una ventana y se subió a un mateo de alquiler. Le tiraron, pero las balas no lo
alcanzaron..."
No fue más fácil para él durante la llamada Década Infame, cuando gobernaba los
destinos de la patria el General Agustín P. Justo. Los del Chaco eran guiados por el
socialista José Castells (1933-1939).
La dura crítica del periódico y la incisiva pero justa pluma de don Ernesto, le valió
el cierre temporario de su empresa y la consecuente persecución política.
"... en cierta oportunidad vino a buscarlo el Jefe de Policía, Lubary, con algunos agentes,
pero mi marido no estaba en casa. Cuando llegó se enteró de que lo buscaban y se
presentó solo a la policía porque no había hecho nada malo. Allí le dijeron que estaba el
país en estado de sitio y lo pusieron tres meses preso. Nunca supimos por qué...".
Su vida y el periódico
Zamudio sumó 27 años en la dirección de El Territorio. Se casó con una amiga de
su hermana María Eloisa - poetisa y maestra -, Rosa Ponce, en 1945, con quien tendría dos
hijos: Ernesto Ladislao y Carlos Alberto. A este último le tocaría la desgracia de ser uno de
los fusilados en la tristemente recordada "Masacre de Margarita Belén", durante la nefasta
etapa de la última dictadura militar en la Argentina.
"No estaba todo el día en el diario. A veces escribía en la casa un poco. Tenía su máquina
que todavía anda por ahí, una Olivetti... Pero se iba mucho al diario a estar con los
empleados."
La década del 40 no le depararía mejores tiempos a un yrigoyenista opositor al
peronismo. La estrategia coercitiva que se implementó entonces no doblegó la capacidad
crítica y el criterio democrático de quienes hacían El Territorio.
El Chaco dejó de ser Territorio Nacional y dejó de ser Chaco. Se convirtió en
provincia, Provincia Presidente Perón. El control de los medios de comunicación fue una
suerte de política de estado. La voz del Chaco ya había desaparecido y el pueblo sólo leía
El Territorio. La idea surgió: ¿por qué no convertirlo en un medio estatal, de divulgación de
acciones oficiales, de apoyo a las actividades del gobierno, de propagador de la ideología
imperante? La idea creció: el periódico podría expropiarse.
"Nunca nos dijo con claridad las razones de la venta, pero sabemos que había una presión
política enorme y que se lo estaban por expropiar."
"... no le convencía la justicia social que hacía Perón porque le parecía que era
demagógica, y además, como él era un gran cultor y defensor de la libertad por sobre
todas las cosas, le molestaba mucho esos mecanismos que tenía, tipo fascismo, donde entre
otras cosas, querían manejar la libertad de prensa y otras libertades, y entonces
esencialmente era eso, decía que había una castración de la libertad."
"Una vez lo citaron y se fue a la Secretaría de Prensa, creo que se llamaba. Había dicho
que tenían un mapa allí, donde estaban todos los diarios y estaban ahí todos los que eran
favorables al gobierno, los que eran indiferentes... y en eso se basaban para el reparto...
para proveer el papel de diario... Les daban el papel de acuerdo a la adhesión o no
adhesión hacia el gobierno. Había un monopolio en Buenos Aires en cuanto a la venta del
papel de diario. Entonces le daban un mínimo y muchas veces no tenían ni ese mínimo y
tenían que comprar en Paraguay a un precio mucho más caro."
"... en épocas anteriores se enfrentaban a los tiros de última. Que le clausuraban el diario,
que no se lo clausuraban, que se lo tomaban... pero después evolucionó el mecanismo de
control y directamente le cortaban el papel y se terminaba la historia. No podía salir más."
Rosa Ponce de Zamudio rememora con tristeza:
"Yo me acuerdo de una vez, no me acuerdo en el gobierno de quién era, pero llegaron al
diario, y era en la época en que se preparaba con los tipos a mano, se llamaba empastelar,
le hicieron un desparramo terrible con todo lo que estaba preparado para la edición, así
que no pudo salir. Pero el método de Perón fue más asfixiante, porque empezaba por lo
principal que era el papel, ¿no?. También es cierto que las relaciones con el socio no
andaban muy bien[2]."
Un diputado presentó el proyecto a la novel cámara legislativa del Chaco y tuvo un
unánime acuerdo partidario[3]. Zamudio comprendió entonces que debía venderlo antes
que soportar un expropiación que mostraba un neto corte político. El Territorio continuó
viendo la luz después de su venta a la Confederación General del Trabajo, que lo adquirió a
través de un subsidio del gobierno.
"Él vendió en el 54 y vivió cuatro años más y se murió. Estaba enfermo, con una
enfermedad que lo iba minando de a poco... los pulmones, los bronquios. Eso lo llevó
también a no enfrentarse más decididamente al gobierno de esa época, del 54. Él intuía o
presentía que se podía morir en cualquier momento y entonces prefirió venderlo barato a
que lo expropien directamente."
"Vino a verlo un diputado y le dijo 'me enteré que lo quieren vender a El Territorio... y la
cifra que piden es un millón seiscientos mil pesos, así que esa es la cifra que tenemos y
nada más'. Fijate que en esa época eso valía sólo el edificio y quizás más... había máquinas
que solas valían seiscientos mil pesos."
Los años que siguieron a la venta no fueron iguales para El Territorio.
"...a partir de esa compra que hacen los muchachos de la C.G.T. y compañía, ya no
funcionó más como correspondía funcionar. Primero que nada no era un órgano
representativo de la libertad de prensa, era totalmente, vamos a decir, tendencioso, y
después, bueno, podríamos decir la falta de capacidad... Quizás se puso a gente con ganas
de tener un diario pero sin ser experta[4]."
Luego de la revolución de 1955, se intervino el periódico que quedó en manos del
Ministerio de Trabajo de la Nación. Los sucesivos e inestables gobiernos designaron
directores afines a la ideología imperante en cada momento.
"En El Territorio había gente con mucha capacidad, pero a nivel de redacción, en la parte
deportiva... en fin. Así mantuvo su prestigio como diario, aún saliendo Norte... Muchos
años ya estando Norte la gente seguía inclinándose por El Territorio."
Además de la venta, el cierre del periódico también fue un duro golpe para la
familia Zamudio. Las persianas de la empresa bajaron definitivamente el 9 de julio de 1989,
el día en que asumía Carlos Menem la presidencia de la Nación.
Pero también se bajaba la persiana de una porción importante de la historia del Chaco. La promesa proselitista
del nuevo mandatario nacional de reactivar el periódico se desvanecía poco a poco con la instauración de un
modelo económico neoliberal. Los trabajadores quedaron en la calle, y una guardia permanente de la Policía
Federal no pudo impedir el saqueo y la depredación de las oficinas y talleres.
[1] La época que hace mención Rosa Ponce de Zamudio, el Chaco era Territorio Nacional. El
gobernador era designado por el Presidente de la Nación, y su nombramiento respondía a intereses políticos. Generalmente no era un hombre consustanciado con el Chaco y preocupado por sus
problemas, sino un político de alguna de las provincias limítrofes, a quien se debía favores
partidarios. No había entonces, una seguridad jurídica y una garantía de respeto a las leyes.
[2] Hace referencia a Luis Viola.
[3] En la Provincia Presidente Perón regía una constitución sancionada en 1951, que ensayaba un
estado corporativo. La legislatura estaba compuesta por 15 miembros, 8 de los cuales representaban
a los sindicatos.
[4] Se refiere en el cargo de Director.
Del libro “Periodistas del Chaco. Crónicas de vida”, de Fabio Javier Echarri.
Resistencia, Chaco, Subsecretaría de Cultura, 2003.
Fotos: facilitadas por la familia de Sixto Sotelo.
http://www.fabioecharri.com/index.php?option=com_content&view=article&id=46:ernesto-
zamudio-1&catid=4:periodistas-del-chaco&Itemid=4