ENVEJECIMIENTO DEMOGRÁFICO Sin soluciones la ... - UNAM

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El envejecimiento demográfico es el re- sultado del avance social y económico que incrementó la esperanza de vida y de una política de población que disminuyó la fe- cundidad. Las magnitudes y los tiempos en los que se lograron estos descensos impri- mieron incrementos en la participación por- centual y absoluta de la población en edades avanzadas, creando una inercia que caracte- rizará al siglo XXI. Es un proceso que será muy rápido, enmarcado dentro de un con- texto de desarrollo incompleto que requiere adecuar la política de población a nuevas circunstancias. La primera consideración es reconocer que todo parte de la vulnerabili- dad de la población en edades avanzadas, cuando el avance en la edad incrementa los riesgos en salud y disminuye capacidades fí- sicas y mentales, causando así pérdidas de autonomía, disminución de adaptabilidad, dependencia social y económica. Los temas urgentes son: i) la imposibilidad de cumplir con las promesas del sistema de pensiones, ii) la transición en salud hacia las enferme- dades crónicas y discapacitantes, y iii) la necesidad de cuidados a largo plazo. Como parte de la seguridad social, las pensiones de retiro deberían otorgar segu- ridad económica al total de la población en- vejecida, dentro de un sistema cuyo fun- damento sea la solidaridad equitativa entre generaciones y clases sociales, con sosteni- bilidad económica y social. Es notable per- catarse que ninguna de estas características se ha cumplido jamás, y que ha sido sólo hasta que el pago por pensiones entra en cri- sis que se discute como parte de las políti- cas públicas. Los diagnósticos, las explica- ENVEJECIMIENTO DEMOGRÁFICO 42 Sin soluciones la sobrevivencia decorosa de la población mayor Roberto Ham Chande* ciones y las propuestas de carácter demo- gráfico, actuarial y económico no escapan a diferencias ideológicas y de intereses crea- dos, pero se destacan dos elementos. Uno es que la principal razón del des- financiamiento se encuentra en la concesión de pensiones que no tomaron en cuenta el costo de los compromisos adquiridos y sí respondieron con imprudencia ante presio- nes políticas y sindicales. Incluso la insufi- ciente pensión que recibe un asegurado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es una ganga financiera. En promedio la ju- bilación es a los 65 años de edad, luego de aportar menos de 30 meses nominales de sueldo, con lo cual el asegurado y sus ben- eficiarios reciben más de 320 meses de una pensión equivalente al 50 % del último sueldo. Estas condiciones se exacerban en el caso de los empleados del IMSS, quienes aportan en promedio apenas 9 meses nomi- nales de sueldo, se retiran a los 53 años de edad y terminan cobrando 454 meses de una pensión igual a 130 % del último salario. Aunque mucho se ha comentado de esta di- ferencia por emblemática, no es el peor de los casos. Los sectores eléctrico, petrolero y de la banca de desarrollo conceden pensiones de más privilegios. Existen además las cuan- tiosas pensiones por encargos públicos de alto rango, que se conceden con muy pocos años de servicio, sin aportaciones ni requi- sitos de edad. De esta manera el costo de las pensiones es ahora el problema magno de las finanzas públicas. Cuando se calcula el valor presente de los pasivos por pensiones adquiridas bajo una muy optimista tasa de interés del 3.0 % por encima de inflación, los afiliados del IMSS cuestan 25 % del PIB de 2003, los empleados del IMSS 6 % y el resto de la administración pública requiere 70 %, para dar un total de 101 %. Esto con- trasta con el 44 % que representa la deuda pública consolidada, dentro de la cual hay * El Colegio de la Frontera Norte.

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El envejecimiento demográfico es el re-sultado del avance social y económico queincrementó la esperanza de vida y de unapolítica de población que disminuyó la fe-cundidad. Las magnitudes y los tiempos enlos que se lograron estos descensos impri-mieron incrementos en la participación por-centual y absoluta de la población en edadesavanzadas, creando una inercia que caracte-rizará al siglo XXI. Es un proceso que serámuy rápido, enmarcado dentro de un con-texto de desarrollo incompleto que requiereadecuar la política de población a nuevascircunstancias. La primera consideración esreconocer que todo parte de la vulnerabili-dad de la población en edades avanzadas,cuando el avance en la edad incrementa losriesgos en salud y disminuye capacidades fí-

sicas y mentales, causando así pérdidas deautonomía, disminución de adaptabilidad,dependencia social y económica. Los temasurgentes son: i) la imposibilidad de cumplircon las promesas del sistema de pensiones,ii) la transición en salud hacia las enferme-dades crónicas y discapacitantes, y iii) lanecesidad de cuidados a largo plazo.

Como parte de la seguridad social, laspensiones de retiro deberían otorgar segu-ridad económica al total de la población en-vejecida, dentro de un sistema cuyo fun-damento sea la solidaridad equitativa entregeneraciones y clases sociales, con sosteni-bilidad económica y social. Es notable per-catarse que ninguna de estas característicasse ha cumplido jamás, y que ha sido sólohasta que el pago por pensiones entra en cri-sis que se discute como parte de las políti-cas públicas. Los diagnósticos, las explica-

ENVEJECIMIENTO DEMOGRÁFICO

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Sin soluciones la sobrevivencia decorosa de la población mayor

Roberto Ham Chande*

ciones y las propuestas de carácter demo-gráfico, actuarial y económico no escapan adiferencias ideológicas y de intereses crea-dos, pero se destacan dos elementos.

Uno es que la principal razón del des-financiamiento se encuentra en la concesiónde pensiones que no tomaron en cuenta elcosto de los compromisos adquiridos y sírespondieron con imprudencia ante presio-nes políticas y sindicales. Incluso la insufi-ciente pensión que recibe un asegurado delInstituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)es una ganga financiera. En promedio la ju-bilación es a los 65 años de edad, luego deaportar menos de 30 meses nominales desueldo, con lo cual el asegurado y sus ben-eficiarios reciben más de 320 meses de unapensión equivalente al 50 % del últimosueldo. Estas condiciones se exacerban enel caso de los empleados del IMSS, quienesaportan en promedio apenas 9 meses nomi-nales de sueldo, se retiran a los 53 años deedad y terminan cobrando 454 meses de unapensión igual a 130 % del último salario.Aunque mucho se ha comentado de esta di-ferencia por emblemática, no es el peor de loscasos. Los sectores eléctrico, petrolero y dela banca de desarrollo conceden pensionesde más privilegios. Existen además las cuan-tiosas pensiones por encargos públicos dealto rango, que se conceden con muy pocosaños de servicio, sin aportaciones ni requi-sitos de edad. De esta manera el costo de laspensiones es ahora el problema magno delas finanzas públicas. Cuando se calcula elvalor presente de los pasivos por pensionesadquiridas bajo una muy optimista tasa deinterés del 3.0 % por encima de inflación,los afiliados del IMSS cuestan 25 % del PIB

de 2003, los empleados del IMSS 6 % y elresto de la administración pública requiere70 %, para dar un total de 101 %. Esto con-trasta con el 44 % que representa la deudapública consolidada, dentro de la cual hay

* El Colegio de la Frontera Norte.

Finalmente, ningún tratamiento de cual-quiera de los aspectos del envejecimiento esefectivo si se trata aisladamente. La segu-ridad social no es sólo finanzas, la salud vamás allá de lo médico y el bienestar incluyelo familiar y social, en un esquema en el quetodo se interrelaciona. De esta manera losenfoques y las políticas deben ser tratadasconsiderando todos sus aspectos de modointegral.

Ciertamente que en las actuales condi-ciones las medidas esbozadas son más unautopía que posibilidad real. Sin embargo, sino se logran esos ideales lo que se escoge esla catástrofe. No se está cumpliendo con he-redar una mejor sociedad a las generacio-nes que vienen, más bien se están creandoescollos. Resulta así que lo importante no eslo que podemos aportar, sino lo que esta-mos dispuestos a ceder. Como sociedad ynación el envejecimiento demográfico re-quiere una renovación de las relaciones entregeneraciones y clases sociales, en la cuál de-ben participar los sectores jóvenes de la po-blación. Después de todo, se está tratandocon el futuro y los jóvenes son los que en unfuturo cercano pagarán los altos costos delos errores presentes.

trascender el provecho individual, gremial opolítico, para mirar el bien colectivo en ellargo plazo. Será sólo a partir de esta baseque se pueda cumplir con planes, políticas yacciones esenciales que realmente sean solu-ción. 2) Es necesario aceptar que los siste-mas de pensiones están ya en quiebra yconsiderar explícitamente los costos de losbeneficios concedidos. 3) Existe así la nece-sidad de revisar el sentido de una pensión yque ésta se otorgue cuando verdaderamentese requiere y no como una prestación de va-caciones vitalicias sin justificación econó-mica o social. Se deduce así la necesidad decancelar privilegios desmedidos. 4) Los sis-temas privados de ahorro deben ser menoscostosos y sólo tienen sentido si se conviertenen verdaderas inversiones creadoras de em-pleo y producción. 5) En las condiciones deMéxico, si se arreglaran las condiciones po-líticas y sociales mencionadas, la aspira-ción es hacia un sistema multi-pilar. Esto es:a) una pensión universal y mínima emanadade recursos públicos; b) una pensión básicaligada a la actividad laboral, contributiva, ba-jo el sistema de reparto; c) el ahorro obligato-rio en cuentas individuales; d) las previsio-nes voluntarias para el retiro.

Por parte de la atención a la salud lasacciones a seguir tienen dos partes princi-pales, aunque interrelacionadas. Una se re-fiere a la transformación de los sistemas desalud, hacia atender cada vez más las enfer-medades crónicas y las incapacidades. Undato relevante es que en el país hay menosde 250 geriatras certificados. La adaptacióntoca la preparación de recursos, la adecua-ción de equipo e instalaciones, así como laadopción de otros tipos de programas de pre-vensión, terapias, materiales y medicinas.Cada vez más, se trata de controlar enferme-dades y condiciones de salud que serán per-manentes, en busca de que sus efectos seanmenos nocivos a la calidad de vida. Son pro-cedimientos y cuidados de gran costo, lo cualconstituye otro factor de gravedad. Se pro-yecta que más del 60 % de las pensionestendrán montos menores a tres salarios mí-nimos, mientras que el costo médico en lasedades avanzadas sobrepasa esa cantidad.Resulta entonces que para la mayor partede los jubilados el costo de la atención mé-dica es mayor que el monto de la pensión.No se trata sólo de terapias sino que tambiénson muy importantes las acciones preven-tivas. En este punto las variables sociales yculturales tienen un papel relevante, comose ejemplifica en la prevensión y manejo dela diabetes.

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11 % dedicado al muy conotado y criticadorescate bancario. Bajo la más realista tasa ce-ro de interés, el costo es de cinco veces el PIB.

El otro elemento a considerar viene conlas propuestas de capitalizar individualmen-te los planes de pensiones, para lo cual elprimer gran paso ya se ha dado al haber pri-vatizado las pensiones de los asegurados delIMSS. El intento ahora es extender esta mo-dalidad al resto de los sistemas. La observa-ción inmediata es la insuficiencia del ahorroa partir de lo poco que se puede acumularcon no más de 30 meses nominales de aho-rro, cuando además los fondos se mermancon altos costos de administración. Así lamayor parte de las pensiones no alcanzaránel mínimo que la ley garantiza, cuya dife-rencia será cubierta, otra vez, con recursospúblicos.

Se recalca que un sistema de pensioneses una promesa de conceder a los futurosjubilados parte de la producción económicatambién futura. Así lo conveniente no esuna acumulación de dinero sino la inversiónen salud, educación, empleos y productivi-dad que garantice satisfactores para los ac-tuales y futuros trabajadores y pensionados.Sin embargo, el actual sistema de ahorroprivado es un circuito financiero en el que83 % de la captación compra deuda públicapara financiar gastos corrientes de gobier-no, como son las pensiones en curso depago. Sin inversión productiva la reforma alas pensiones siguen siendo un sistema dereparto, pero más caro y en el cuál los cos-tos siguen recayendo sobre toda la pobla-ción, sea asegurada o no. Habrá que recor-dar que los sectores del trabajo rural einformal no están cubiertos por la seguridadsocial y que la mayor parte de la poblaciónenvejecida no tiene una pensión. La despro-tección a estas poblaciones incluye el esca-so acceso a servicios médicos.

Dadas estas condiciones la pregunta essobre las propuestas, para lo cual se parte deuna premisa fundamental. Luego de los diag-nósticos demográficos, sociales, económicosy actuariales que forman la base de planes ypolíticas frente al envejecimiento, la reali-dad es que todo está ahora en la arena polí-tica. Ante el imperativo de romper el pre-dicamento de las pensiones los actores en labúsqueda de soluciones son los sindicatos,empresas, la banca, gobernantes y legisla-dores, donde el gran problema a resolver esarmonizar los muchos intereses creados ycontrapuestos, desde la defensa de privile-gios, el afán de lucro y la imagen ante elec-ciones futuras. 1) La primera gran actitud es