Entrevista a Carolina Cerezuela

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28 CULTURA 29 REALIZACIÓN PERSONAL: cuestión de prioridades Entrevista a Carolina Cerezuela Carolina Cerezuela Gil nació en enero de 1980 en Elche, Alicante. Estudió Relaciones Laborales en la Universidad Miguel Hernández de Elche aunque su vocación fue siempre la interpretación. Ya en el instituto, donde era presidenta de la Asociación de Alumnos, hizo teatro y moda. A los dieciséis años inicia su trayectoria de actriz estrenándose en Cuatro corazones con freno y marcha atrás de Jardiel Poncela. A lo largo de cinco años se dedicará al teatro actuando en obras como Hombres de Sergi Bellbeli, Te odio, amor mío, Criaturas o El enfermo imaginario de Molière, entre otras. A los veintiún años ganó el premio de Belleza Linda de España; ese año empieza su paso por la televisión. De los muchos papeles representados en televisión, uno de sus personajes más recordado es seguramente el de Mónica Salazar en la serie televisiva Camera Café. Aunque también la hemos visto en otras series tan conocidas como Hospital Central , El Comisario o el programa La Azotea de Wyoming. La lista es larga: Arrayán, El Secreto, La verdad de Laura, Paraíso, Aquí no hay quien viva, Trío de Ases, Los Serrano, Amistades Peligrosas, Manolo y Benito Corporeision, Mis adorables vecinos, Paco y Veva, en y en la serie Capital de Telemadrid. En 2006 se estrena como presentadora con el programa Esto es increíble y presenta Especial Nochevieja de Telecinco de ese año. Ha trabajado como modelo de pasarela para diseñadores como Paco Teruel y como modelo fotográfica para catálogos o spots publicitarios. En 2007 conoce a su marido, Carlos Moyà, y fruto de la unión entre ambos nace su hija Carla en 2010. Junto a Carlos acostumbra a colaborar en funciones y eventos benéficos como el de la Fundación ‘Ayuda al Chat’, celebrado el pasado 28 de noviembre en el Club Social de Santo Domingo en Madrid y en el que ella misma fue la encargada de presentar el acto.

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Realización peRsonal: cuestión de prioridadesEntrevista a Carolina Cerezuela

Carolina Cerezuela Gil nació en enero de 1980 en Elche, Alicante.

Estudió Relaciones Laborales en la Universidad Miguel Hernández de Elche aunque su vocación fue siempre la interpretación. Ya en el instituto, donde era presidenta de la Asociación de Alumnos, hizo teatro y moda.

A los dieciséis años inicia su trayectoria de actriz estrenándose en Cuatro corazones con freno y marcha atrás de Jardiel Poncela. A lo largo de cinco años se dedicará al teatro actuando en obras como Hombres de Sergi Bellbeli, Te odio, amor mío, Criaturas o El enfermo imaginario de Molière, entre otras. A los veintiún años ganó el premio de Belleza Linda de España; ese año empieza su paso por la televisión.

De los muchos papeles representados en televisión, uno de sus personajes más recordado es seguramente el de Mónica Salazar en la serie televisiva Camera Café.

Aunque también la hemos visto en otras series tan conocidas como Hospital Central, El Comisario o el programa La Azotea de Wyoming.

La lista es larga: Arrayán, El Secreto, La verdad de Laura, Paraíso, Aquí no hay quien viva, Trío de Ases, Los Serrano, Amistades Peligrosas, Manolo y Benito Corporeision, Mis adorables vecinos, Paco y Veva, en y en la serie Capital de Telemadrid.

En 2006 se estrena como presentadora con el programa Esto es increíble y presenta Especial Nochevieja de Telecinco de ese año.

Ha trabajado como modelo de pasarela para diseñadores como Paco Teruel y como modelo fotográfica para catálogos o spots publicitarios.

En 2007 conoce a su marido, Carlos Moyà, y fruto de la unión entre ambos nace su hija Carla en 2010. Junto a Carlos acostumbra a colaborar en funciones y eventos benéficos como el de la Fundación ‘Ayuda al Chat’, celebrado el pasado 28 de noviembre en el Club Social de Santo Domingo en Madrid y en el que ella misma fue la encargada de presentar el acto.

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Redacción ENKI: Para que podamos diferenciarla cla-ramente de sus personajes, ¿cómo definiría a Carolina Cerezuela?

Carolina Cerezuela: La verdad es que definirse a uno mis-mo siempre me ha parecido algo complicado. Creo ser una persona que intenta amoldarse a todas las situaciones, in-tento ser positiva, alegre, algo cabezota (mi marido te diría que mucho...) y muy constante.

R.E: ¿Cómo es el día a día de una actriz?

C.C: Cuando estás metida en un rodaje la vida es bastante dura. Requiere mucho tiempo y dedicación; no siempre se pueden cumplir los horarios de trabajo y las jornadas se alargan.

Podemos hablar se salir de casa a las 6 o 6.30 de la maña-na y volver a las 8 de la tarde. Pero llegas para estudiar y preparar las secuencias del día siguiente, así que las horas que acabas dedicando al trabajo son prácticamente las de todo el día. Además, los rodajes son en exteriores (frío, ca-lor, etc.); hay que grabar al amanecer o al anochecer... La suerte es que luego cuando finalizas un rodaje sueles tener -y necesitar- merecidos periodos de descanso.

R.E: Combinar trabajo y maternidad no es fácil para la mayoría de mujeres, ¿le resulta a usted especialmente complicado por su profesión?

C.C: Adoro mi profesión y me encanta, pero por encima de todo lo que más me llena en la vida es mi familia. Así que en el momento que decido ser madre sé que estoy ante-poniendo mi hija a todo. Por suerte he conseguido mante-ner un equilibrio entre mi vida personal y profesional. Sólo acepto trabajos que sean compatibles con los horarios de mi hija y la agenda familiar. Rodajes de corta duración, tra-bajos de imagen, presentaciones...

R.E: ¿Cuál es la clave para poder combinar adecuada-mente varios roles y facetas en la vida: modelo, actriz, presentadora, esposa, madre… y además tener éxito como usted?

C.C: Creo que una condición indispensable es tener muy claras las prioridades. Es verdad que las mujeres en los úl-timos años nos hemos convertido en todoterrenos. Es fácil llegar a todo si tienes claro, como te decía antes, las prio-ridades y tus necesidades. Además de la maternidad, mi marido viaja de forma frecuente e intentamos ir siempre los tres juntos a todas partes así que no tengo que cuadrar solo mi agenda ¡sino la de 3!

Pero cuando realmente sientes que estás haciendo lo que quieres y eres feliz te sientes plena y en el camino correcto.

R.E: Tuvo una adolescencia poco corriente: a los 15 años ya andaba entre pasarelas, cámaras y, a continuación, sobre los escenarios. ¿De qué manera considera que le ayudó este recorrido a desarrollar su personalidad?

C.C: Bueno evidentemente todas esas experiencias llena-ron mi vida en ese momento y contribuyeron a mi forma-ción tanto personal como profesional, pero el hecho de que trabajara, estudiara, estuviera metida en el movimiento estudiantil y en dos compañías de teatro era un claro sínto-ma de una personalidad muy activa, exploradora y curiosa. No puedo negar que era muy inquieta; me gustaban tantas

cosas que no podía limitarme a hacer una sola. Fue una etapa preciosa de mi vida en la que conocí a grandes per-sonas y descubrí muchos valores de la vida.

R.E: Después de media vida dedicada al teatro y la televi-sión, ¿qué destacaría de su recorrido por ambos?

C.C: Me encanta el mundo de la tele, esa caja mágica en la que todo es posible, y el teatro, que es la adrenalina pura. Ambos te hacen entrar en un mundo completamente dis-tinto, te enseñan la capacidad de reacción, la improvisa-ción..., pero quizá, lo que más me hayan enseñado los dos ha sido saber valorar lo íntimo, lo familiar, lo cotidiano. Por mucha belleza que tengan esos dos mundos también tie-nen, sobretodo la televisión, una parte frívola y superficial.

R.E: Si su hija quisiera ser actriz, ¿cuál sería el mejor consejo que podría darle?

C.C: Que luche e intente ser lo que quiera ser; en esta vida no hay que poner límites, pero quizá sí condiciones. Si qui-siera ser actriz, que lo sea, pero lo primero es que estudie y se forme, que tenga una carrera. La vida del actor nunca sabes porque derroteros te va a llevar.

R.E: Cuéntenos algo sobre los proyectos benéficos que desarrolla junto a su marido Carlos Moyà.

C.C: Ambos proyectos están directamente relacionados con la infancia. En unos de ellos somos Embajadores de la Federación Española de padres de niños con cáncer. La palabra cáncer es muy dura en adultos y resulta terrorífica asociarla a los niños. Es una de esas injusticias de la vida.

El otro proyecto es “Ayuda al Chad”. En la región del Chad el nivel de hambruna y mortalidad infantil es altísimo. Además, por estar en el corazón de África, las ayudas de las ONG no llegan y es la parte más olvidada. Los niños mueren sin opción a hacerlo sin sufrimiento, por falta de medios y de medicamentos. Hemos organizado varias ac-ciones y eventos, y con el dinero recaudado hemos empe-zado a construir una nueva pediatría. Es maravilloso poder aportar un rayito de esperanza a sus vidas...

R.E: ¿A qué se debe este carácter altruista y solidario?

C.C: Bueno, cuando alguien te llama para pedirte ayuda no puedes negarte. Por lo menos tienes la obligación de escuchar. Y cuando descubres lo que sucede y lo ves de cerca es imposible quedarte de brazos cruzados. Además, al centrarme en mi familia y reducir de manera considera-ble el trabajo también tengo mucho más tiempo para in-volucrarme en acciones como esas y participar de forma activa.

R.E: ¿Por qué parecen estar ambos especialmente sen-sibilizados con los niños?

C.C: Es un poco lo que te comentaba en la pregunta an-terior, cuando te conviertes en padre te haces mucho más vulnerable a la infancia. Te duele ver llorar a un niño, verle sufrir te rompe el alma. Como te decía, no puedes quedar-te de brazos cruzados.

Los niños son nuestro futuro y en la medida de nuestras posibilidades queremos mostrarles que este es un mundo bueno en el que hay mucha gente para quererles y ayu-darles.

R.E: Muchas gracias por dedicarnos su tiempo.