Ensayo sobre la complejidad [b1]
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Transcript of Ensayo sobre la complejidad [b1]
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS
LLANOS CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Mediador: Susana de Leal Integrantes:
Adriana De Abreu Yamila Richani Karin Arreaza Luisa Gómez
José R. Sánchez Aracelis Belisario Eleazar Rangel
Sección B1
San Juan de los Morros, Junio 2010
En el marco del sistema educativo tradicional la formación humana se ha
asumido desde la simplicidad, modelos pedagógicos excluyentes, currículo
inflexible, heteronomía y unidisciplinariedad.
Desde el pensamiento complejo, la formación humana adquiere una nueva
dimensión; se convierte en un proceso dinámico y complejo de construcción del
sujeto donde interactúan factores personales y sociales. Eta nueva racionalidad
abre un espacio para asumir la formación en el ámbito escolar desde la
autonomía, participación democrática, transdiciplinariedad y tolerancia. Es por ello,
pertinente incluir dentro del currículo la formación del pensamiento complejo como
base para salir de la actual coyontura social. Ante esto la educación es el proceso
a través del cual el ser humano desarrolla todas sus potencialidades de
crecimiento y se integra a los sistemas sociales.
La formación del ser humano es un proceso complejo que representa un
desafío para las concepciones tradicionales. La formación compleja integra los
procesos sociales y contextuales que operan sobre el sujeto con los procesos
personales.
La educación, al igual que la sociedad es un asunto complejo que implica
multiciplicidad de factores en relación en relación y que la hacen un asunto
dinámico, variado y diverso. En la formación humana intervienen múltiples factores
enmarcados en diferentes relaciones sistémicas: cultura, sociedad, padres,
institución, comunidad, agentes educativos y estudiantes. La formación humana
no puede ser vista desde un solo aspecto, ni desde la reunión de un conjunto de
aspectos; debe ser vista desde la relación de factores articulados desde la
dimensión del sujeto: el individuo y lo social.
Es por ello, que si las concepciones educativas y las prácticas pedagógicas no
se anticipan o no evolucionan simultáneamente, pierden su sentido y su razón de
ser. El cambio es un proceso legítimo y necesario que hay que dinamizarlo acorde
a las circunstancias del país. No debemos esperar que el cambio venga de las
altas esferas, es necesario que captemos desde nuestra individualidad su
importancia. En el campo de la formación humana se requiere de una racionalidad
con la del pensamiento complejo que esté acorde al mundo que está
constantemente cambiante, y de esta manera se estaría llevando a cabo un
proceso formativo acorde a las actuales y futuras coyunturas. En el marco del
pensamiento complejo, los procesos se abordan desde estrategias y no desde
programas, tal como si sucede en el pensamiento simplificante. Un programa es
una secuencia de actos decididos a priori, mientras que las estrategias se diseñan
de acuerdo al proceso y se va ajustando a sus cambios. De acuerdo a esto, la
formación humana debe ser entonces asumida de estrategias susceptibles de
continuo cambio.
Ante todo lo mencionado, se puede decir que la formación humana, no es un
asunto exclusivo del sistema educativo formal, sino que se da en múltiples
contextos, está entrelazada a la formación que se da a sí mismo el propio sujeto
en su libre albedrío y libertad del desarrollo de su personalidad, se enmarca
también en los procesos de socialización dados al interior de la familia, en los
procesos sociales de relaciones con pares, en su participación sociopolítica, en el
ejercicio del trabajo y en su vivencia espiritual. El sistema educativo tiene el reto
de articular la formación dada en el ámbito institucional con estos otros tipos de
formación para que transiten por la misma vía. Siguiendo eta postura la calidad de
la educación debe abordarse teniendo la complejidad de todo el proceso
educativo. De esta manera se estarían creando las bases para la promoción de
una auténtica formación humana en tanto se tiene en cuenta la intervención sobre
todos los factores implicados. En este proceso y sus relaciones. La educación
debe aportar a los individuos elementos para construir nuevas formas de sentir,
pensar y actuar, alternativas a las dominantes, aportando a la ciudadanía
elementos para la construcción de un mundo más justo y más sostenible.
En este mismo orden de ideas, la coyuntura social que vive el país, se requiere
de sujetos que se adapten fácilmente a los cambios, con una actitud flexible, con
capacidad para establecer relaciones entre procesos y sistemas, con capacidad
para abordar nuevas posibilidades, etc. Tales cualidades están inmersas en el
pensamiento complejo. Por tanto, requiere de sujetos que aborden la realidad en
toda su complejidad y de esta forma puedan adaptarse mejor a ella para
transformarla.
EL pensamiento complejo es una racionalidad de alto orden que implica la
puesta en práctica de habilidades cognitivas superiores tales como los procesos
de metaconocimiento, categorización, abstracción y construcción de modelos
sistémicos de la realidad.
En la situación actual se hace necesario que la ciudadanía vea el sistema de
vida en el que está inmersa como un proceso, íntimamente ligado a ella, en el que
se puede intervenir para transformarlo, tanto a nivel individual como colectivo.
A continuación se describen los principios que guían el pensamiento complejo,
considerándolos complementarios e interdependientes, según Morin (2001):
· El principio sistémico o organizacional bajo el que se relaciona el conocimiento
de las partes con el conocimiento del todo.
· El principio hologramático que incide en que las partes están dentro del todo y el
todo está en cada parte.
· El principio retroactivo que refleja cómo una causa actúa sobre un efecto y, a su
vez, éste sobre la causa.
· El principio recursivo que supera la noción de regulación al incluir el de
autoproducción y auto-organización.
· El principio de autonomía y dependencia en el que expresa la autonomía de los
seres humanos pero, a la vez, su dependencia del medio.
· El principio dialógico que integra lo antagónico como complementario.
· El principio de la reintroducción del sujeto que introduce la incertidumbre en la
elaboración del conocimiento al poner de relieve que todo conocimiento es una
construcción de la mente.
Asimismo es conveniente en este ensayo hacer mención de la reforma de la
educación y los siete saberes de la educación del futuro de Edgar Morín (1999), el
cual el propone una profunda reforma educativa a partir de siete saberes
necesarios para la educación del futuro, los cuales son:
1. La ceguera del conocimiento: el error y la ilusión. No se enseña el riesgo del
error y la ilusión.
2. Los principios del conocimiento pertinente: separación de las disciplinas, del
objeto y el sujeto, lo natural y social, separación del contexto, etc.
3. Enseñar la condición humana. El significado de ser humano. No todas las
ciencias enseñan la condición humana. Enseñar la calidad poética de la vida,
desarrollar la sensibilidad. Necesidad de una convergencia de la condición
humana.
4. Enseñar la identidad terrenal. Conciencia de que se es ciudadano de la Tierra.
Se comparte un destino común y se confrontan problemas vitales. Identidad
terrenal, paz, globalización…
5. Enseñar a afrontar las incertidumbres. Las ciencias enseñan muchas certezas,
pero no los innumerables campos de incertidumbres.
6. Enseñar la comprensión. Enseñar a establecer un diálogo entre las culturas.
Enseñar y explicar cómo integrarnos al otro. Tolerancia. Empatía hacia el otro.
7. Enseñar la ética del género humano. Una ética basada en valores universales.
La humanidad debe convertirse en verdadera humanidad y encontrar su
realización en ella.
Finalmente podríamos decir que el pensamiento, desde la complejidad, se
encuentra en constante construcción a partir de la interacción permanente con su
entorno. Es un pensamiento que dialoga entre el todo y las partes, que entiende
los antagónicos como complementarios desde una perspectiva no reduccionista.
Integra la creatividad como dialogo entre imaginación y racionalidad. Permite ir de
aquello que es local a lo global sin perder de vista la vinculación entre los dos
elementos como partes de un todo. Un pensamiento que
analiza los fenómenos desde el principio sistémico entendiendo que los hechos se
explican desde la relación entre multitud de causas y efectos. El pensamiento
complejo aparece como una forma articuladora de organizar el propio
pensamiento y de elaborar respuestas a las preguntas y los retos que le presenta
el contexto. De igual manera es conveniente decir que el pensamiento complejo
es una estrategia de organización del conocimiento radicalmente diferente a la
concepción clásica fundada en el paradigma positivista.
Bibliografía
MORIN, Edgar (1994).Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa.
Morín, Edgar (1999): Los siete saberes necesarios a la educación del futuro, París:
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura.