Ensayo Maupassant 2

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En la piel de la locura: El Horla Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura. Edgar Allan Poe Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios. Carlo Dossi Guy de Maupassant, determinante escritor francés. El resultado de su obra es claro, denuncia una época y su literatura nos devela intereses significativos y bien establecidos: la guerra, el terror y la locura. Provenientes de una aristocracia venida a menos, los padres de Maupassant no contaban con grandes recursos económicos, sin embargo, en una suerte de Madame Bovary. Laure Le Poittevin, la madre de Guy, fantasea con una vida privilegiada y reclama que su hijo debe nacer entre muros altos e importantes, insistiendo en rentar el Castillo de Miromesnil para dar a luz al futuro escritor naturalista. El divorcio de sus padres cuando aún es un niño, marca profunda e importantemente la vida de Maupassant. Guy crece siendo muy cercano a su madre y al intimísimo amigo de ésta y futuro mentor, el trascendental novelista, Gustave Flaubert. En 1880, Maupassant de 30 años, publica su primera obra, Bola de sebo. Dicha publicación es licenciada por Gustave Flaubert, quien hasta entonces, siendo su tutor, no había permtídole publicar a Guy. Bola de sebo, es una pieza magistral que delata el sentir del autor acerca de la ocupación de Francia durante la guerra franco-prusiana, éste texto denuncia, además, importantes rasgos de su

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Ensayo en torno a El Horla

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En la piel de la locura: El Horla

Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura.

Edgar Allan Poe

Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.

Carlo Dossi

Guy de Maupassant, determinante escritor francés. El resultado de su obra

es claro, denuncia una época y su literatura nos devela intereses significativos y

bien establecidos: la guerra, el terror y la locura.

Provenientes de una aristocracia venida a menos, los padres de

Maupassant no contaban con grandes recursos económicos, sin embargo, en una

suerte de Madame Bovary. Laure Le Poittevin, la madre de Guy, fantasea con una

vida privilegiada y reclama que su hijo debe nacer entre muros altos e importantes,

insistiendo en rentar el Castillo de Miromesnil para dar a luz al futuro escritor

naturalista.

El divorcio de sus padres cuando aún es un niño, marca profunda e

importantemente la vida de Maupassant. Guy crece siendo muy cercano a su

madre y al intimísimo amigo de ésta y futuro mentor, el trascendental novelista,

Gustave Flaubert.

En 1880, Maupassant de 30 años, publica su primera obra, Bola de sebo.

Dicha publicación es licenciada por Gustave Flaubert, quien hasta entonces,

siendo su tutor, no había permtídole publicar a Guy. Bola de sebo, es una pieza

magistral que delata el sentir del autor acerca de la ocupación de Francia durante

la guerra franco-prusiana, éste texto denuncia, además, importantes rasgos de su

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escritura: Maupassant es fino, cínico e irónico. Este cuento es muy bien recibido

por la crítica de la época e impulsa fuertemente la carrera literaria de Guy, que

durante los próximos diez años gozará de enorme éxito, publicando seis novelas,

mismo número de obras de teatro, una antología de poesía, tres libros de viajes y

más de 300 cuentos.

Justamente será el cuento, y principalmente el cuento de terror, el que se

convertirá en su género predilecto y en el que muestre de mejor manera su

maestría con la pluma: Guy de Maupassant es uno de los mejores cuentistas de la

historia.

La historia literaria de Maupassant implica a otro de los más sobresalientes

maestros del género. En su ensayo El horror sobrenatural en la literatura, Howard

Phillips Lovecraft escribe:

Los cuentos de horror del poderoso y cínico Guy de Maupassant, escritos como si su locura final fuera apoderándose gradualmente de él, presentan individualidades curiosas; son más bien efusiones morbosas de una mente realista en estado patológico, y no el producto imaginativo de una visión naturalmente dispuesta hacia la fantasía y sensible a las ilusiones normales de lo desconocido. Sin embargo, sus cuentos son del más profundo interés, sugiriendo con maravillosa intensidad la inminencia de terrores innombrables y los padecimientos de un desgraciado individuo amenazado por entidades provenientes de las tinieblas exteriores.1

En esta cita, Lovecraft señala el estilo de escritura de Guy, revestido de

gestos, cuestionamientos y expresiones atrapadas en los laberintos de las

pasiones humanas. El dolor, la angustia, el miedo, la tristeza, la melancolía, el

asombro y la pregunta por el otro, sujetan al lector a una de las escrituras más

honestas sobre la condición humana.

Notables y eternos dentro de la literatura de terror se encuentran relatos

como ¿Quién sabe?, Un loco, Sobre el agua, El miedo y Lo horrible, sin embargo,

1 Howard Phillips Lovecraft. (1927). El horror sobrenatural en la literatura. Estados Unidos: The Recluse. (p. 38).

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considero que su mejor obra es El Horla. Apasionante, denunciante y

determinante cuento en la carrera de Maupassant. Sobre esta historia han escrito

autores tale como Jean-Paul Sartre, Rafael Llopis e incluso Hippolyte Taine,

empero, siendo otro de los grandes maestros de la literatura de terror, es la crítica

de Lovecraft la que atrapa poderosamente la atención. El escritor norteamericano

asevera, “Entre sus cuentos, El Horla es considerado como su obra maestra. En él

se nos habla del advenimiento de una criatura invisible que se alimenta de agua y

leche, subyuga las mentes, y que parece ser la vanguardia de una horda de

organismos extraterrestres llegados a la tierra para reemplazar al hombre. Esta

narración tensa y angustiante puede que sea única en su género”2.

Ante la cita de Lovecraft me permito dos puntuaciones. La lectura de

Lovecraft parece ubicar El Horla en el terreno fantástico y no en el real, desde el

cual se ubicaría en el terror psicológico. En este sentido, no es “único” en su

género, pues Edgar Allan Poe, ya ha trabajado este género. Además de que

tampoco es una vanguardia sobre una “horda de organismos extraterrestres”, en

todo caso El Horla es un texto mucho más cercano al campo antropológico e

histórico, que nos ofrece una lectura aguda sobre un hombre acechado y

devorado por la locura. Incluso, Maupassant podría responderle a Lovecraft con

las siguientes lineas, “Jamás conocerán esa sensación de antes, la noche, el

miedo al misterio, el miedo a lo sobrenatural. Apenas algunos cientos de personas

todavía se empeñan en creer en las visitas de los espíritus, en las influencias de

ciertos seres o ciertas cosas, en el sonambulismo lúcido, en toda la parafernalia

fantasmal. Se acabó.” 3

Podríamos preguntar quién es El Horla, pero quizá sea más pertinente

articular la pregunta de la siguiente forma: ¿qué es El Horla? Ante el

cuestionamiento sólo cabe una posible respuesta, es el nombre que Maupassant

otorga a la locura. Este título, “Le Horla”, es un neologismo inspirado en una

2 Ibíd. 3 Maupassant, ‘Lo fantástico’, en http://www.iesxunqueira1.com/maupassant/Cronicas/principal.htm

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palabra normanda, «horsain», el extranjero, proviene de la expresión «hors la loi»,

lo que está afuera, lo otro. Existen tres versiones del cuento, Carta de un loco,

texto de 1885, será el primer ensayo que realiza Guy sobre El Horla. En él, el

personaje dirige una carta a un médico denunciando la angustia que lo aqueja. La

segunda versión, texto de 1886 llamada ya El Horla, en el que Dr. Marrande,

presenta el caso extraordinario de un hombre que demanda ser internado

voluntariamente en un hospital. La versión definitiva, publicada en 1887, titulada

también, El Horla, está escrita en forma de diario y será en ésta versión en la que

el autor, profundice más sobre la historia del personaje, detallando el advenimiento

de su locura.

Maupassant nos muestra la operatividad de la locura liberada ya de

referentes fantásticos, El Horla no es el fantasma, no es el vampiro, no es el

espíritu, no es el duende, el hada, no es dios ni el diablo. Maupassant es parte de

un contexto en el que el discurso médico ha reemplazado al mito y a la religión

como pretendida verdad sobre las circunstancias humanas.

Ha venido aquel que inspiró los primeros terrores de los pueblos primitivos. Aquel que exorcizaban los sacerdotes inquietos y que invocaban los brujos en las noches oscuras, aunque sin verlo todavía. Aquel a quien los presentimientos de los transitorios dueños del mundo adjudicaban formas monstruosas o graciosas de gnomos, espíritus, genios, hadas y duendes. Después de las groseras concepciones del espanto primitivo, hombres más perspicaces han presentido con mayor claridad. Mesmer lo sospechaba, y hace ya diez años que los médicos han descubierto la naturaleza de su poder de manera precisa, antes de que él mismo pudiera ejercerlo.4

El tema de la locura se sitúa en el ambiente de la época de un modo

distinto. Desde su posición de escritor, Maupassant no encuentra respuestas en lo

orgánico, ni en lo anatómico y mucho menos en algún tipo de posesión fantástica.

En la versión del médico, Maupassant puntúa, “El doctor Marrande, el más ilustre

y más eminente de los alienistas” 5. Resulta muy interesante la ubicación que el

autor le da al médico al llamarle “alienista”, término que refiere a un médico

4 El Horla (segunda versión) 5 El Horla (primera versión)

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especialista en enfermedades mentales, ya lejos del “frenólogo” que para cuando

se publica éste cuento lleva un poco más de veinte años desacreditado.

Maupassant demuestra su preocupación por el origen, la ubicación y el

tratamiento de lo que al protagonista aqueja. En algunos de sus textos menciona a

personajes como Charcot, médico de la Salpêtrière, que utiliza la hipnosis y el

magnetismo como método. Recordemos que él, es uno de los personajes

capitales para la ruptura epistémica en torno a la locura. Tiempo después,

Sigmund Freud planterá un modo de abordarla a partir de la noción de lo

inconsciente.

¿Qué tipo de discurso generan los alienistas? En el cuento se menciona

que el Dr. Marrande […] había rogado a tres de sus colegas y a cuatro sabios que

se ocupaban de ciencias naturales, que fuesen a pasar una hora con él, a la casa

de salud que dirigía, para mostrarles a uno de sus enfermos.6

Con Maupassant la locura “rebasa” la razón del hombre y es incontrolable.

Ante la locura las pretensiones del discurso médico positivista revelan su carencia

y falta de respuestas. Maupassant sostiene una incógnita sobre qué es la locura,

bordeando sus efectos y el modo en cómo se manifiesta la exclusión a partir de

una categorización del sufrimiento humano propiciada por el contexto. En éste

sentido, la locura adquiere un tono trágico, pues al expulsar al ser humano de su

“humanidad” -entendiendo para efectos de éste ensayo- “humanidad” por

“racionalidad" (aquí podríamos inaugurar un debate sobre la naturaleza de la

“humanidad”, sin embargo, ese no es el espíritu de éste trabajo), marca su destino

como muerte.

Gran importancia para las letras, la antropología y la historia tiene El Horla,

Guy de Maupassant intenta acercarnos a la locura desde la locura, desde las

letras y desde su experiencia, no nos platica –a la manera de Foucault- una

historia de la locura desde la filosofía, Maupassant nos narra del devenir ésta con

un intimísimo diario lleno de dudas, miedos, dolores y angustias:

6 Ibíd.

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9 de agosto

Nada ha sucedido, pero tengo miedo.

10 de agosto

Nada: ¿qué sucederá mañana?

11 de agosto

Nada, siempre nada; no puedo quedarme aquí con este miedo y estos pensamientos que dominan mi mente; me voy.

12 de agosto, 10 de la noche

Durante todo el día he tratado de partir, pero no he podido. He intentado realizar ese acto tan fácil y sencillo —salir, subir en mi coche para dirigirme a Ruán— y no he podido. ¿Por qué?

Nos dice Mapuassant al final de la versión definitiva de El Horla:. “No…,

no… sin duda no ha muerto…, no habrá muerto… y en ese caso…, lo más

conveniente será que muera yo”. Manifiesto con el cual, Maupassant nos permite

acercarnos a la piel de lo locura.