año 2° Panamá, 15 de Diciembre de 1908 .No 41

+ Revista Quincenal ilustrada +

En la Arena

"Por usté que es mi gloria, y mi alegría,"

dice tirando la montera á unlado

y con paso resuelto, acostumbrado,las iras de la bestia desafía.

De garbo, arrojo y singular maestría

hace gala en la lid; ensangrentada

con el acero ',asta la cruz clavaba

rucha el bruto á sus piés, en agonía.

La delirante multitud aclama

al victorioso diestro y á la dama

que en el instante aquel su rangoolvida,

del alma cede á los impulsos bellos

y una rosa que adorna. sus cabellos

arroja al redondel agradecida.

I.Guillermo Batalla.enero: 1909 .

JJ

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Vida del General Tomás Herrera

Ofrecernos hoy á nuestros lectores el prólogo quepara el libro "Vida del General Tomás Herrera", "deldistinguido é ilustrado compatriota nuestro, señor donRicardo J . Alfaro, ha escrito don Guillermo Andreve.A la fecha dicho libro debe estar ya impreso, y como prontollegarán á esta ciudad ejemplares de él, queremos dar, conla reproducción de dicho prólogo, una idea á nuestroslectores de la obra, cuyo elogio hecho por Andreve esprenda segura de su importancia notable.

obra de tanto valor.A la verdad, pienso que los libros buenos como el de Alfaro no

han menester prólogo, pues ellos se recomiendan por sí solos des-de la primera página . Y menor aún es esta necesidad si, como en elcaso presente, el tal prólogo no reúne las excelencias deseadas y vieneá quedar debido á dicha causa muy por debajo de la obra que pre-senta, dando una pobre idea á los lectores acerca de ella.

Confieso sinceramente que para mí resulta costumbre pocorecomendable—y eso que no es por cierto cosa del otro jueves—esta délos prólogos, y que considero grave el peligro que corre el autor de unlibro al solicitar uno, pues si resulta deficiente, como es lo primeroque encontramos al abrir dicho libro, ya quedamos prevenidos contrael resto, y si por el contrario-es admirable—como ha pasado en mu-chos casos que yo no sé—no gana en opinión del lector el prologado,oscurecido por quien debió abrillantar sus méritos.

Pésele, pues, á mi amigo su mal deseo, y ya que no ha desuceder que pequen estas líneas por la segunda razón de las dos ex-puestas en el párrafo precedente, comprendidas como quedan en laprimera, trataré de ser breve y aun á mayor abundamiento vendré ensuplicar á los lectores poco benévolos que pasen estas líneas por alto y

Quiere mi buen amigo don Ricardo J . Alfaro que es-criba este prólogo para su hermoso libro "Vida del

General Tomás Herrera," primicia brillante de su in- telecto, y discurro que al proceder de esta manera ha

sido su intención, con sobra de generosidad, hacermey',~,ilwA t°t,'partícipe de la fama que justamente ha de reportarle

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empezando la lectura por donde ellas terminan, se deleiten con laamena y prolija narración del joven historiador, narración erudita,concienzuda y repleta de enseñanzas.

II

Ancho campo es la historia para toda clase de estudios ; fuentede sabiduría adonde van á beber inspiración los hombres y las nacio-nes, pues que en los sucesos pasados se halla generalmente la razónde los presentes, y los problemas que hoy plantea la filosofía casi to-dos han afectado ya á la humanidad en otras épocas.

Desde luego, necesario resulta, y de gran utilidad, establecercomparaciones, yen vista de ellas deducir lógicamente de unos he-chos los otros, pues todos se encadenan y con causas iguales ofrecenregularmente idénticas conclusiones ; que la vida de los pueblosestá sometida á leyes naturales igual que la vida humana y nada escapa al

cumplimiento de lo inmutable en nuestro globo en donde los aconteci-mientos más pequeños guardan siempre la relación de causa yefecto .

En este campo no es el menos fecundo de los estudios, sino an-tes bien el más provechoso por sus rendimientos, el de la vida de losgrandes hombres, ya que en éstos se condensa verdaderamente la delas naciones según la idea de un célebre pensador aceptada universal-mente como irrefutable . Pero para que este estudio sea provechosoha de ser propio y directo . prescindiendo el que lo emprenda de todosentimiento favorable 6 contrario y revistiéndose de la más severaimpar cialidad . Una vez asi dispuesto, debe beber en la fuente de lossucesos hasta donde sea posible, no dejándose guiar por ajenas suposiciones ni aceptando las deficiencias y exageraciones de los otroscomo verdades definitivas . Los documentos de la época, la narraciónde testigos oculares, las confesiones de los que tomaron participaciónsea principal 6 secundaria, en los hechos, son datos necesarios á todohistoriador 6 biógrafo para. poder estudiar una época 6 un individuoen sus diferentes aspectos y llegar en conclusión á poseer la verdadhistórica más completa 6 más aproximada, según los casos.

Así ha procedido Alfaro al escribir esta obra y á todo ello haunido un estilo ameno y gallardo, un juicio crítico mesurado, unaprofunda sagacidad para hallar la verdad histórica y lasconclusionescientíficas de los hechos estudiados, todo lo cual presta á su trabajoun gran mérito y coloca desde ahora á su autor en puesto apreciableal lado de los más distinguidos escritores hispano-americanos que con-sagran sus energías al estudio del pasado cercano de nuestras nacio-nalidades, ofreciendo á las generaciones venideras una obra admirable,muy merecedora de encomio .

III

Encerrar en el corto espacio que ofrece un libro los hechos to-dos de un hombre como Tomás .Herrera que ha sido en nuestro paísla figura más excelsa y que durante un período de treinta años, pe-ríodo de agitaciones y transformaciones . no dejó de llenar con algúnacto suyo una sola fecha, es empresa ardua, que reclama gran inte-ligencia, constancia plausible, sentido crítico notable y sobre todo untino digno de las mayores alabanzas . Y esa obra poderosa la acometióAlfaro lleno de fe en sus fuerzas y la ha llevado á cabo con acierto no-table, encuadrando en marco brillante la figura gloriosa del GeneralHerrera, prez y orgullo de nuestra querida tierra.

Preparado así el libro de Alfaro ofrece desde luego al lector unestudio detenido de todos los actos de Herrera, y una prolija pormeno-rización de ellos. Paso á paso sigue el escritor al gran hombre en to-dos sus movimientos, demostrando cuán posesionado está de la mi-sión del historiador y cómo ha investigado con éxito todo lo referen-

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te á la vida de su biografiado También ofrece el libro, como conse-cuencia legitima de todo lo que llevo dicho, datos variados é impor-tantes acerca de hombres y sucesos de Panamá antes no conocidos óimperfectamente comentados . Y todo esto lo presenta Alfaro en unlenguaje correcto, ameno y á veces admirable, como es el usado en el

famoso capítulo en que habla de Ayacucho, en el otro en que tratasobre los sucesos del año 1831 y en el iMtimo, en el cual hace un ligerocomentario sobre la personalidad histórica del General Herrera.

Mucho, indudablemente, ha contribuido para que Alfaro alcan-zase resultado tan satisfactorio la fascinación que en las inteligenciascultivadas y en los caracteres varoniles de nuestra tierra produce lafigura del bravo militar . Porque Herrera es el primero de nuestroshombres públicos . puesto que no logran arrebatarle ni los doctoresJusto Arosemena y José de Obaldia, ni el General José de Fábrega, considerado s junto con él como Iris más distinguidos hijos del Ist-mo. Su vida fue un continuo batallar por el t ion . Soldado presti-gioso nunca dejó de ser ciudadano amante del derecho y en susmanos la Libertad, á cuyo servicio consagró su vida, no fue jamásahogada ni su espada pesó nunca en la balanza de la justicia para in-clinarla del lado del abuso y del despotismo . Considerado como ti-po heroico nos resulta el caballero legendario de Ayacucho ; el sol-dado de la Albina de Bique ; el prócer del año 1840; el guerrero au-daz de la campaña de 1851 : el mandatario recto, celoso del deber másque de su vida, que escapó de Bogotá en 1854, para ir á encargarsedel Poder Ejecutivo y del Ejército y librar al frent e de las tropas re-dentoras cruda campaña, hasta sucumbir el 4 de Diciembre de eseaño en el asalto de la capital colombiana.

Las proezas de Herrera nos parecen fuera de humano molde ypertenecientes á lo fantástico, pues no-hallamos en su vida un solomomento de debilidad . De todos los héroes, de todos los genio s,llega hasta nosotros , entre la pompa de sus grandes acciones,noticia de sus debilidades . De él, no ; su fama es pura, limpia, brillante.Esto hace decir á Alfaro con sobra de razón que Herrera no fué ungenio sino simplemente un. grande hombre. Mas yo tengo para mí quees ya suficiente con ser lo último, siempre que de Herrera no se digaque fué un asesino como Alejandro, ni que manchó su dignidad mas-culina como César, ebrio, en casa de Nicomedes, ni que fue incestuosocomo Constantino y Luis XIV, ni impulsivo como Napoleón, ni diso-luto como Rousseau, en quienes los excelsos resplandores del geniologran apenas oscurecer la nota de infamia con que debe marcarlos lahistoria.

Herrera no podía tampoco ser un genio. Este, ya en acción, yaen potencia, es producto de la mayoría de edad de las naciones ó p ielos períodos de convulsión extra: rdivaria . i'ómo, pues, imaginarloen un país nuevo, en donde le hubiera faltado espacio para tender elvuelo prodigioso? Contentémonos con que nuestro Herrera haya sidoun gran hombre : valeroso en la guerra, laborioso en la paz, buen cm-dadano, mandatario justo, bondadoso cono particular, estricto comojuez, franco, noble, gallardo, generoso, sin una mancha en su carrerapública, sin que pesara sobre su . conciencia ningún acto indecoroso,amado de su pueblo, respetado de sus enemigos, sidambicioaes bas-tardas, tipo en fin el más notable del caballero que tanto abundó eulos tiemposmedioevales y de cuya generación perdida casi en nu s-tros días fué él brote generoso con que nos enorgullecemos los istmaños justamente .

IV

El largo y paciente trabajo que Alfaro ha debido vencer parahacerse á documentos de todas clases con el fin de poder establecer laverdad de los heeh -s de la vida del General Herrera . i s iucal .-iMable.Aqui donde no hay bibliotecas, ni se le da valor á cos t alg i qa que

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con el pasado, se roce ; donde casi no ha habido periódicos ni nadieha escrito sus memorias, y en donde quedan ya muy pocas personasque conocieran al bravo caudillo y niuguna de las que figuraron en suMempo, ese trabajo ha tenido qne ser titánico . Pero bien recompen-sado ha de quedar nuestro amigo, pues su libro será ensalzado de hoyen adelante como el primer estudio histórico, apreciable y serio, em-prendido entre nosotros, y tal vez sea aliciente para que otros inte-lectuales amigos de estudios semejantes, los emprendan con ardor yasí podamos en breve reconstituir nuestra historia nacional hoy entresombras, no sólo en lo que hace referencia á hechos de menor impor-tancia sino á sucesos de extraordinaria magnitud.

Tal estado producto es de la indiferencia que nos posee y queresulta nuestro capital enemigo, indiferencia de que ha sabido des-prenderse Alfaro, joven de méritos po-itivos y una de las más legíti-mas esperanzas de nuestra tierra . Laborioso en sumo grado, con urjaeducación exquisita debida más que á las aulas, que frecuentó con in-teré á- u propio esfuerzo, poseedor de una ilustración poco común yde una inteligencia notable, se ha dado á conocer ventajosamente, álos ventiseis arios de edad, bien en el desempeño de altos empleos ofi-ciales, bien en las tareas periodísticas 6 en el estudio de diferentesasuntos de interés general. Pero su mejor presea es, fuera de duda,este libro sobre el cual resulta pálida toda alabanza mía y que re-comiendo con interés á mis paisanos en general, y á las personas quede esta clase de obras gusten, especialmente, persuadido de que lasimple lectura de sus bien escritas páginas valdrá más para que seaapreciado por unos y por otras que todos mis calurosos elogios.

Panamá, 13 de Noviembre de 1908.

GUILLERMO ANDA h; VE

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PATtA. 110SAa,-.=---(Una blanca muñequita que me encanta).

Muñequitatan bonita,

que luciendo tus bellezas9' luciendo las ternezas

de la alnzita de cristal,vas con risasl' sonrisas

harmoniosas, in/antiles p sutilesprovocando en los /ensiles

los sonrojos de las rosasy hechizando las traviesasmariposascaprichosas,

y los lisos, y las floresque le brindan presurosa,sus oloresy colores

cual estrella que azul buseapor la senda florecida

de la vida.Tú, que riente recibiste con

suave besode los astros en tus ojos;Tú, de quien abriga celos

blanca Luna cuando asoma. flor- los ci e lossus alboresy colora la lagunade tus ojos:Tú que llenesen las sienes

la blancura de los ciriosy que llevas en el alteael per/ume de los lirios .

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Tú que curas mis dolorescon miradas de tus ojos;

Tía que abrojos vas pillandotiernamentede mi frente con lo níveo de tus besos

r que /lores vas alijando,cual ofrenda,por la senda

del Destino que ea?7LlYd0,Ok .' mi buena, dulce Rosa,

manca olvidesque ilusiones

son ardides de la Vidaque destruyen corazones.

/UAN 73. COA 'TE .

NUEVOS 11IT0ti . 9i(

aorillasbel RimacCrónicas impresionistas

DE PANAMA A LIMA.-=LA CIUDAD DE LOS VIRREYES

Accediendo á la solicitud de nuestro querido com-pañero Guillermo Andreve, el culto é inteligente Secre-tario de nuesrra Legación en el Perú señor don Juan J.Méndez ha vaciado en el molde de una corresponden-cia sus impresiones de viaje y las ee la gallarda ciudadde los virreyes. Agradecemos la Tina atención del señorMéndez por lo que nos toca y honra y aguardamos susfuturas correspondencias que siempre tendrán un luarpreferente en nuestra humilde revista . Otros amigostambién nos ofrecen su colaboración desde el eXtranjeroen la misma forma, Ricardo Miró eI fundador, y Directorhasta ayer : de "Nuevos Ritos" y Ricardo J . Alfaro, ces-de Barcelona ; Everardo Velarde, desde París y EnriqueL. Hurtado desde Marsella . Noticia es esta que nosapresuramos á comunicar á nuestros lectores seguros deque ha de ser por ellos recibida con agrado .

L . D.

Lima, 30 de Diciembre de 1908.

,Sei7ar don G' ,ril(ernao 4 /, ¿'e .

Panamá

Estimado amigo:

Cumplo con el deber inaplazable, ya que tú lo solicitas y yo telo ofrecí, de darte á conocer, á grandes rasgos, las impresiones de miviaje hacia el Sur, que he llevado á cabo con el propósito de venir áLima á hacerme cargo del puesto de Secretario de la Legación de Pa-namá en el Perú, para desempatar el cual fui designado poi el Excmo.señor Presidente de la República don José Domingo de Obaldía.

El dia 27 de Octubre de 1908, día lijado para la salida del vapor«Perú» de la Paciic Steam Navigation Company, me trasladé á laBoca, en tren que salió de Panamá á la 1 p . ni ., y hasta allí fui aiom

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parado por miembros de mi familia y algunos amigos míos entre loscuales te hallabas tú . Después de nuestra despedida hube de regresar enel tren de la tarde á la ciudad porque el vapor, á pesar de estar anun-ciado que daría principio á su viaje en esa fecha, no debía efectuarlosino el 28 . Es'o que parecería á primera vista una contrariedad, no lofué en calidad de verdad pues motivó mi permanencia por algunashoras más al lado de mi familia con lo que, proporcionándole á ellaplacer intenso, lograba yo disfrutar de la satisfucción íntima que pro-duce la' compañía de seres siempre queridos.

El 28 á la 1 p . m . tomé nuevamente el tren que me condujo ála Boca y de allí los pasajeros fuimos en el remolcador «Perico» á hordo del "Perú" anclado frente á la isla que lleva el mismo nombre deltuy en que efectuamos el transbordo . La partida no tuvo lugar hastalas doce de la noche, hora en que, por motivos mil que no se escondená la penetración más lerda, sentí pesar profundo que 'en mi almaha dejado huellas indelebles, imposibles de destruir . La separación delhogar querido ; el alejamiento de la Patria amada, los umigos que seque lau no son acaso fuente de corriente poderosa que arras-tra despiadada el corazón de quien sufre esas ausencias hasta sumer-girlo en inmenso y turbulento mar de penas y aflicción?

¡Qué impresión conmovió mi sér eu las horas de esa nochecuando de pies en la cubierta de la nave que me conducía, pude con-templar el panorama 'hermoso que ofrecía á mi vista nuestra ciudadradiante do luz despedida de elevados focos, los cuales parecían colo-lados allí para velar por la vida de los quo en el recinto de aquellaenvidiada villa se hallaban sumidos en el más profundo sueno!

Jamás, hasta aquel momento, pudo desarrollarse en mi almaese sentimiento de tristeza que produce el goce ajeno : la envidia.

¡Felices los que so quedan! exclamé ; y, como herido por golpemoral certero y rudo, caí sumido ea las más mortificantes y melaneó-

as meditaciones. Vino á sacarme de ése sopor, desconocido mía an-tes de ahora, el marcado y rápido doscouso de temperatura ea unamadrugada hermosa acariciada por vientos alisios de corte fino y filocortador.

Tres días largos empleamos en el trayecto do Panamá á Gua-yaquil, á donde llegamos el día 1 .° ale Noviembre á lus 11 .45 a. m.

Amigos residentes, ó mr ,jor dicho, compañeres antiguos míoevinieron á recibirme abordo en asocio del General Nicanor A . d -Obarrio, ad reditado como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciada do Panamá cerca del Gobierno del Perú, quien me preciédió en la partida do Panamá y aguardaba, en el mencionado puerto,mi llegada para einl lanar el viaje juntos á Lima lugar de nuestro des-tino. Debido á la fina atención de don Ernesto Stagg, en casa de quienestaba todo preparudo para recibirnos, pasamos horas deliciosas ame.nizadas por el trato afable de su distinguida familia, que hace tan fe-liz su hogar, y por las visitas de amigos de data antigua á quienes mefue placentero estrechar entre mis brazos . Ocasión hubo que me pro-porcionó elplacer de darme un apretón de munos con personas dis-tinguidas de la localidad á cuya amistad fui presentado.

El día 3 de Noviembre fecha de nuestra separación política de laRepública de Colombia, permanecimos á bordo donde recibimos lavisita de varios amigos que se nos presentaron con el objeto de feli-citarnos en esa fecha . ()frotárnoslos y apuramos todos varias e pasde la rubia sustancia que en agradable y simpática ebullición espumo-sa drshaee sus glóbulos ligeros, semejando sonrisa provocada por elentusiasmo de todo aquel que la hace su con-manera en horas de pla-cer y alegría . Al día siguiente seguimos viaje con rumbo ul Perúcuyo primer puerto, hucia el Norte, es 1 ayta . Antes de llegar á él me

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fue dable contemplar la naturaleza que en toda esa zona se manifiestaen caprichosa desnudez, porque en la extensión que reco rre la estaro se advierte una nula planta que indique la existencia de vegetaciónexhuberante como la nuestra, sin que por ello ese cuerpo desp .ijadode ropaje deja de ser también her .noso . ¿Son acaso menos bellos losmodelados contornos de Bruuequilda atada á la cola de fogoso corcelque las elegantes formas de sutil parisiense ataviada con las más ricas,galanas y hasta .sonoras vestiduras?

En Payta pasamos arte de una noche de pleailunio deliciosa yalli pudimos admirar la hermosura de ese cielo esplendoroso salpicasdo de estrellas fulgurantes que semejaban lágrimas arrebatadas a laluminosa reina condenada á seguir por siglos su triunfante curso en elespacio infinito,

Por rigurosa escala hizo la nave su entrada á los puertos deEreu, Pacasmayo y Salaverry sin que fuesen de notar cambios mayo-res eu el panorawd descrito . Eu el peniMtimo de e,os puertos recibí laagradables irpresa de encontrar allí establecido á un pauamr,'ñ i y con-discípulo, el señor Walter Me Cowen, fundador de uu plantel de edu-cación superior denominad, "Centro Técnico de Pacasmayo" y personaque por sus conocimientos y conducta irreprochable ha merecido elaprecio dolos habitantes del lugar . Nuestro Ministro en el Perú, en vis-ta de los méritos del seIIor Mc . Cowen gestionó ante el Gobierno de laRepública la expedición de Letras Patentes que lo aerediten como Vi-ce Cónsul ad--honoren en aquel lugar de su residencia . Esas credencia-les han sido ya remitidas y se ha solicitado del Excmo. señor Presi-dente del Estado Peruano la autorización correspondiente para que elnuevo nombrado pueda ejercer las funciones de su cargo.

Veinticuatro horas empleamos de Salaverry hasta el puerto denuestro destino y como á las dos de la tarde del día 9 de No, iembredel año que no tarda en expirar pudimos á lo lejos distiguir la isla deSan Lorenzo á cuyas plantas descansa el Callao . Aparecía á nuestravista, á medida que avanzábamos, como las redes do una inmensa te-laraña formada por los numerosos mástiles de las naves que recalanen el puerto . ¡Suntuoso golpe de vista ofrece la Dársena del Callaoque cuenta con espacio suficiente para brindar cabida á las enormes 6innumerables masas flotantes que hacen el comercio con la tierra pri-vilegiada de Manco Capac.

Cortés por temperamento y por educación como es el pueblo pe-ruano, sus leyes determinan claramente la clase de atenciones que de-ben prodigarse á los que, investidos con el carácter de Misión Diplo-mática, han sido designados para mantener con ellos las relaciones deamistad que la civilización aconseja . En cumplimiento de disposiciónvigente al respecto, fuimos recibidos á bordo por el Introductor deMinistros señor Germán Cisneros y Raygada, persona culta y de ex-quisita educación, adquirida en centros europeos y cuya amistad meesmero en cultivar . Acompañó al señor Cisneros el Encargado de Ne-gocios del Perú en Panamá señor Federico Alfonso Pezet, quien en laactualidad se halla en Lima en uso de licenesa.

Se nos condujo á tierra en lanchita á vapor perteneciente á unode los buques nacionales de guerra surtes en la Pabía . Una vez enel Callao tomamos un carro eléctrico preparado especialmente al efeo-to en el cual nos trasladamos á la capital que dista 10 kilómetros delpuerto principal y cuyo trayecto se hace en veinte minutos, ya sea enferrocarril, ya en tranvía eléctrico que cuenta con un servicio urbanobueno y está atendido con esmero por los encargados de la Empresa.Llegados á la estación ocupamos un carruaje del Gobierno Peruanoque aguardaba allí nuestra llegada y en el que recorrimos 1-i distanciaque media entre la estación y el Hotel Maury, que, dicho sea de paso,es el mejor de los establecimientos que se dedican á ese comercio enesta capital.

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Lima, esta tantas veces e )ronada villa, fundada por don erancisco Pizarro en 1535, cuenta con una población de 150,000 ho .bitaernsy guarda con esmero no obstante los reveses sufridos, grandes y uc-morosas reliquias que son para el viajero que las contempla motivode admiración y respeto, aumentados por el asombro que causa suexistencia á través de los tiempos y á pesar do los hombres

He tenido ocasión de contemplar la suntuosa catedral en su ex-tructura exterior é interior . Su arquitectura es del más refinado es-tilo de la Apoca en que fué construida Las columnas, arcadas y capite-les demuestran el estudio atento y cuidadoso de ese estilo, empleadopor los que llevaron á cabo la obra.

Al costado de uno de los catorce altares que existen en sus na-ves laterales se encuentran, en sarcófagos de cristal, los despojesmortales del que fué don Francisco Pizarro . Perfectamente momifica-do como se halla, es fácil adivinar su contextura atlética adquirida áfuerza de ejercicios y de hechos extraordinarios ejecutados en favorde la moderna civilización . La longitud del cadáver es de seis pies.He visto, además, la casulla y el calzado con que Santo Toribio, Ar-zobispo de Lima, oficiaba hu más de 300 años, según aseveracióc d~•lcicerone que me acompañó en la visita.

El coro de loa Canónigos es obra admirable, hecha de maderade caoba y sobre cada mo de sus asientos aparecen, ea altos relieve:magníficos, representudos los apóstoles, evangelistas y otros servido-res adictos á la causa del Cristo Redentor.

El tabernáculo 6 Sagrario del altar mayor así corno el de SanMarcos son de oro y plata. En la cripta que existe debajo del altarprincipal se encuentran las sepulturas de Obispos y Arzobisposde Lima, quienes descansarán tranquilos si no han de intervenir ma-nos aleves que nada respetan y que á la fuerza toca reprimir.

Santa Rosa de Lima cuenta con una iglesia en donde se conser-van todas las reliquias, algunas de las cuales tienen historia que noguarda relación con la creencia que existe allá segúp tradición, de queeran taboganos los padres de la niña que nor gratia divina fué SantaRosa, nacida en la travesía de nuestra isla de Taboga al Perú.

La Biblioteca Nacional, á cargo del ilustre hombre de letras donRicardo Palma, "personalidad conspicua en quien están sintetizadas,hoy por hoy, las glorias literarias del Perú," es digna de admiración.Cuenta con más de 50,000 volúmenes escogidos, clasificados y orde-nados por secciones con esmero que revela el interés que don Ricardotiene en presentar, magnífica, lo que él llama con orgullo su labor de25 años.

En vista de sus méritos el Cuerpo Legislativo del Perú ha dicta-do disposición por la cual la Nación cede de por vida á favor del autorde "Tradiciones," para residencia de él y su familia, todos los altos delinmenso edificio colonial en que se halla la Biblioteca mencionada.

Entre los monumentos públicos son dignos de mención especial:la estatua de Bolognesi, obra en bronce sobre columna artística, sali-da de las manos de Querol ; la estatua de Cristóbal Colón, en mármol;la ecuestre de Bolívar, en la Plaza de la Inquisición, admiruda por laposición singular del caballo sostenido únicamente sobre las patas tra-seras y la cola, y varios otros menos inmportuntes pero que sirven deadorno y embellecen con lujo oriental los sitios escogidos en que hansido colocados.

Como lugares de recreo se cuentan, entre otros, el "Paseo Co-lón" rendez-vous de d,'éhte peruana en las tardes de los jueves y domin-gos ; la "Alameda de los Descalzos" con sus mármoles y fuentes ; el"Jardín de la Exposición" que pudiéramos llamar «jardín zoológico» eu

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el cual be tenido oportunidad de ver el espécimen más hermoso de suraza : un león africano que allí se halla aprisionado con su consorte nomenos bella.

Edificios de primer orden existen varios siendo les principales eldel Panco del Per$ y Londres y el de la Administración de Correos,

-de construcción moderna ; la P r nitenci arfa digna de ser visitada ; el Pa-lacio Nacional ; el de los marqueses de Torre '1 -agle que comenzó á cons-trufso en 1710 y fue terminado en 1736 como lo indican los numerososazulejos que forman las paredes y pisos de los corred oree, y vara siglesias y convenios que paso por al ro debido á que, siendo el númeromayor de ciento, seria causado enumerar.

Hay una casa de moneda, un manicomio, un gabinete de fisiote-rapia montado enteramente á la modernu y un hospital que sirve declínica á los estudiantes de medicina que cursan en la Universidad.

D,efriMase en la capital de clima templado y suave por lo cualse ba dicho que sus 1 abitam,ti s gozan de las delicias de una primaveraperpetua . A ]gnuas de sus esIles principales se hallan pav mentadascon ladrillos sólidos, y en las demás existe todavía el empedrado espa-ñol antiguo, tan difícil de asear, hecho con la menuda .piedru del ríosemejante al que nosotros hemos tenido allá hasta hace poco y que l a.sido reemplazado per el ladrillo vitrificado unido con cemento . Estees el mejor puvimento del día y su aseo reportaría á la ciudad de Limaventajas positivas.

. Cuenta el Perú con un ejército disciplinado, con uniforme á lafrancesa, bien equipado y cuya instrucción está á cargo de una misiónfrancesa contratada por el Gobierno . El día 25 del mes actual tuvie-ron lugar . en el Campo de Chorril'os, maniobras bien dirigidas y eje-cutadas con maestría por los alumnos de la Escuela Militar á las cua-les asistí complacido mediante invitación que el señor Ministro deGuerra y Marina hizo al efecto.

La Palicía Nacional, trajeada también á la francesa, presta elservicio urbano á satisfacción general, y se distingue especialmentepor su trato afable para con el forastero .que solicita sus informes.

La primera sociedad de Lima está compuesta de miembros emi-nentemente cultos que han sabido conservar, con lujo de precisión,la galanura y exquisitez de sus antiguas cortes deVirreyes . Tiene fun-dados varios clubs esmeradamente atendidos para solaz y entreteni-miento de los socios.

La dama limeña une á su trato afable la correcta sencillez desus modales, enriquecidos con el garboso chic de su atavío que nadatiene que envidiar á lu parisiense cuyas modas son su guía en elvestir .

A todo aquel conjunto de formas y maneras se agrega la natu-ral belleza de la limeña que, a decir verdad, parece emana"a de mol-de mágico preparado especialmente para producirla . Es á mi juicio,acreedora á la Manzana de Oro que Paris entregó á Venus y que laDiscordia había destinado á la plata baile.

Hasta mi próxima, se despide tu amigo .JUAN J . M11NDEZ .

N KV0S Ft E'11 S .-`)iIi

tlay en la lluvia fúnebre del alaque afila cano ai,rájas sus ra .fléjos,una extraña y mor/al tnelaacolíade 11aa11os nuevos y recuerdos viejos.

Por los azules vidrios empañadosse ve la calle triste, J' las hilerasde balcones sombríos y cerradostras los cuzles hay almas prisioneras.

Todo dormita bajo el ala obscuradel inmerso murciélago del cielo,y ha) genle que interrumpe su lecturajura esconder el llanto en el pañuelo . . ..

Con un brillo inquietante en la )airaday las nujillas co)ao blancas flores,hor evoca la novia desdeñadasu radioso yfugoz reino de amores

.,.taé es lo que pasa e) la ciudad que oprin : ey arranca al corazón llanto pro/»ndo?En cada voz enternecida gimetoda la angustia y el dolor del )argado.

El sér tirita ante la muerte suavedel crepúsculo gris en que caemos,y la ciudad de sombra es una naveque avanza y boga sin mover los rencos.

En nuestra sala envejecida y ycrnuavibra Manón su risa cristalinacomo un sollozo de mujer enfermaen la desolación de una neblina

No me hables más y deja que al con,» u rodel extraño cansancio que goleo,persigan mis miradas sobre el murolas sombras indecisas de una idea

MANUEL UGA7? E.

NIT b1VOS Bu'os .-977

Cosas teatralesLA ULTIMA OBItA DE DICEN'1'A

NO'T'AS AL VUELO.

La iMtima obr a de Dicenta, el afamado autor de .hin, .h, .sé y de,1 aro] a, reposa aqui . sobre mi escritorio, editada por la sociedad de au-tores de Madrid, sin lujo, pero con limpieza.

Es una preciosa comedia de corte moderno, en un acto y en pro-sa, que desde la noche de su estreno en el Datoo Salón Rulo de la ca-pital de España, ba hecho furor, no sólo por el mérito de su factura,sino también por la sátira flia . que encierra contra los que haciendoalarde de creyentes, sólo practican la religión cuando no les imponeésta sacrificios.

Hé aqui en cuatro palabras el argumento.

Don Santiago, . poderoso banquero de la Corte, está agonizandovíctima de una afección cardiaca ) se niega por completo á confesar-se, lo cual llena de tristeza á su esposa . ['eliciana y á su h i ja Antonia,quienes sólo saben que la fortuna de ellos viene de una mina que donSantiago descubrió en el Africa y que aún poseen dando pingües ren-dimientos. Adela, beata de alto tono . va á visitarlos y, llena de sorpre-sa dice á las afligidas mujeree que á todo trance deben obligar almoribundo á que cumpla con sus obligaciones de cristiano, para evi-tar así el escándalo de que sea enterrado en el Cementerio civil ; queella tiene amistad con ua virtuoso sacerdote, el Padre Enrique, quienpodrá convencer al enfermo y se ofrece á traerlo á la casa . Aceptanmadre é hija la proposición y el Padre Enrique viene á verlas, pero seniega á 1 ablar con el mnribuudo- mientras ellas no lo conveaa in deque él debe llamarlo para confesarse porque "las almas no se fuer-zan, se ganan ." " La persuasión . el ruego, el convencimiento, la dulzu-ra, son los caminos de Jesús," dice el Padre Enrique. «Andémonos porellos.»

Entran Antonia y Feliciana al cuarto del enfermo á proponerleque se deje visitar por el sacer lote, pero él, lleno de coraje, se niega.Antonia le llora y le habla del rostigo eterno y de la expiación de lasculpas.

Don Santiago ante la voz de su hija, siente el despertar de suscreencias y le dice que no le hacen fálta sacerdotes ; que á él le sobracan la conciencia y á ambas les cuenta que siea-lo joven, ea el Africacometió un crimen, y relata el hecho asi:

"Eramos dos compañeros inseparables, dos hermanos . . .

NÜ C VOS R.1 TI'OS 978 .

El tenía familt ¡ en E tropa, hijos . . . mujer Trabajábamosjuntos en las minas de ot ros, uguardaudo la hora de tropezar con unfilón

El tropezó con el 61óa vino á de, írmelo lleno de couhau-za á ofrecerme Una parte ea él como hermanos que éra-mos. El Ii¡óu estaba muy lejos en el corazón de la sierraEra aquel fii6 a la fortuna suya la de su mujer y sus tres hijos;que desfallecían de miseria. en Europa . . . Era la fortuna mía tau-b.éu, puesto que él me daba una parte ¡Yo quise todo! tul esta-ba vuelto de espaldas. mosn•audu el cannao del oro Hundí micuchillo 1, su carne Hasta el mango entró . . . . Arrojé á undespeñadero el cadáver y la mina esa misma que nos haceser 00! a potcutes ¡la tema de él fué para mí solo 1 ¡Cómorebotó el cuerpo en las rocas!

¡No quiero llegar hasta Dilos con la conciencia chorreando san-gro! Hay que restituir!"

Feliciana espantada exclama:

"Restituir?"

Y duo Santiago dice:

Nada nos pertenece . Si no puedo devolver idmuerto su vida, devolveré su caudal á tus vivos

¡Hay que buscarlos! Hay que dárselo todo, !todo! ¡Es suyo! Nueatr o uo es nada ¡nada! 1 Pronto, hija mía,pronto! ¿Dices que un hombre de bien quiero hablarme& ¡Que entre!Porque yu muro! Sea quien eea sacerdote ó uu, cumplirá mi

última voluntad ¿Qué os uet ene? ¡Lla ajad lel ¡Llamad-le!

La esposa y la bija dejan solo eu el aposento al moribundo ysalen á la sala en donde agua : da el Padre Enrique quien al verlas lespregunta:

` —¿Qué'? „

Y la madre reapoude:

—"No hay manera de convencerle . La presencia de ustedinútil .''

x x

Así termina la obra que toda la prensa española con justiciaalaba. Les personajes todos perfeetameut e delineados se mueven enuna atmósfera do verdad Innegable . la fábula verosímil se desarrollasin precpdaeiones ui recursos forzudos y en todo el libreto domina unper!cc :1 o conocimiento de los verdaderos yesones teatrales, sin quepara buscar el aplauso, Diceuta eche mano de una situación falsa óun chiste rebuscado:

Los personajes son los necesarios y los caracteres todos se des-tacan smgularizáudose, como si fuesen tomillos de la vida leal . ¡Quémenos se puede eaperar de autor tan bueuo3l

Ahora bien ; acaso no sea tan grande la polvctrimla que entre nos-otros levante Li Uuvfésíón, como ha sido en Madrid, pero ello se expli-ca fácilmente con solo tener eu cuenta que por estos trigos, las cosasde religión no se toman tan dpecho, pero se aplaudirá la obra mucho,por sus grandes méritos y sobre todo por su originalidad

NUEVOS ÉtITOS--979

Dejo el libreto aqui en mi escritorio, porque me dicen que Faentes viene en tu seg•un•la quincena de Enero próximo, para actuar ennuestro Nacional_

Acaso el gran actor aún no úenga esta comodia en su archivo •yquiera estrenarla. Yo se la daré gustosa •y cuaudo ella suba á escenaveremos qué cara le pone ©l sonor Públio ; i ,y cómo recibe el géneroque forma el verdadero teatro moderno espaHol fino, no tan fuertea r mo las obras que firma Viérgol, ya se llamen Ruido de ('am¢~nras ó

Lao /3rilinraax, que llegan á . la América latina cou cierta fama adqui-rirla en la Península tan sólo porque son allí de actualidad, pero noP,rrque salgan del nivel ordinario ni sean tabla ole salvamento en píi.nlicos ajenos al clericalismo y á la política de España.

1908.

NUEVOS RITOS .-980

.11 alza ararleCruzaste de tu patria los desiertos,

y hoy cruzas de mi vida los eriales,á vienes á mis prados y á mis huertosy traerme perfumes orientales.

Como en felices tiempgs merlioevaleste vislumbró ini musa en los inciertosy vastos y callados arenales,donde quedaron tus ensueños muertos

Alah te dió cual fúlgidos.destellos,un rayo de la tarde, en las pupilasy un girón de la noche en los cabellos;

Donde descubre, el que te mira ansioso,el divino fulgor de las tranquilashoras de tu desierto silencioso

JUSTO PASTOR RÍOS,

Para el libro "Espigas M Sendero .

NUEVOS RITOS.-Uttl

ABIAN cesado los fuegos . La voz atronadora del caIIónÚ=U dejó escucharla vibración de la última estrofa de su trá-

gico poema . Ael rojo crepúsculo de la lucha habia sucedi.do la negra noche del desastre, en ese dia cuando los hu-manos odios depositaron hasta colmarlo, su terrible ofren-da en el altar de Marte.

Allá huían llenos de pavor los vencidos que hallabansu salvación en la derrota.

Acá los vencedores, sin pensar en los que . acababande desposarse con la novia insaciable del misterio, y yacían tendidosen el tálamo glacial de impenetrables tinieblas, daban continuados vi-vas, y vociferando, saltaban llenos de alegría olvidando las fatigas dela lucha.

Hasta los heridos sonreían

De pronto, apareció en medio del bullicio un joven prisionero.Una lágrima vacilaba entre sus párpados ; sin embargo, marchaba se.reao, con la frente erguida, en medio de cuatro soldados, quienes loentregaron á su Jefe diciéndole : "mi comandante, traemos , aquí uuprisionero : es un alférez abanderado." Y como si quisiera comprobarsus últimas palabras, uno de ellos entregó al Jefe una bandera que ha-bía arrebat,do de las manos al vencido.

El Jefe, alternativamente, miró durante breves segundos al pre-so y la bandera. Después, arrojando esta iMtima en un ribeón de lacasita de campaIIa donde se hallaba, sacó en actitud amenazante salespada oscurecida por la sangre ; pero arrepentido de su intento, dijoal joven desdeilosamente : "idos, estais libro ."

El joven permaneció inmóvil.

Lo ots? continuó con voz de trueno el Jefe, estáis en libertad 1

Dió entonces el joven un paso hacia atrás, miró altivamente ásu interlocutor y con voz en la que se traslucía la indignación, contes-tó : "No osaré marcharme sin la bandera que me fué confiada y que

NUEVOS RITOS.-982

manchais con vuestro contacto. Presentarme sin ella ante los míos sería mi deshonra ; ¡idevolvédmela o matadme!»

Una carcajada siniestra resoné en los ámbitos del campo ensan-grentado; se oyó una orden precursora de un drama terrible y los cua-tro soldados prepararon sus armas.

Bápidamente, el joven dió como la fiera que se lanza en protec-ción de su cría . un formidable salto sobre lo que él consideraba el sím-bolo de su ideal sagrado, en el instante mismo en qua el Jefe gritaba:¡fuego!

Sonó una descarga y envuelto por el humo de los fusilesapareció el joven alférez, tendido sobre un charco de sangre . Y allíen lag convulsiones de la agonía, estrechaba contra su pecho

agujereado por las balas la bandera, ensangrentada y agujereada por las ba-las también

En aquella misma tarde, unas manos femeniles y bellas, deblancura de hostia, colocaban sobre el pecho salpicado de sangre delJefe vendedor una medalla de oro en la que le leían estas palabras:«VALOR Y PATRIOTISMO» y también unas manos muy negrascomo una maldición, la manos del Dolor, colocaban una corona de es-pinas sobre las sienes-de una madre . . . .

Era la mueca sarcástica del Destino en su irreparable imbeci-lidad .

HORTENCIO DE YCAZA.

NUEVOS IOTOS .-lIKü

De "Posturas difíciles."1

Cielo azul, un pedazode cielo azul . El sol de la mañanatira en la calle un tratoprimaveral.

Me acodo en la ventanay miro la ancha víade la ciudad, que alegra la verduraviril de la arboleda en simetría,por donde pasa la cacofoníade un carromato lleno de basura . . ..

II

Se casaron ayery se marchan hoy,sin saberlo que dice Tolstoy.

III

Sol rubicundo que ardecomo en un crematorio . Y en la pazprofunda y sugestiva dula tarde,rema olímpicamente un alcatraz.

Nema con soberanodesprecio . . . . Y parodiando la altivezdel mamífero humano,baja y engulle un miserable pez.

IV

Nada pierdoygano pococon ser cuerdo.Mejor es volverse loco .

Nn ¡,,'VOS RITOS . 984

V

La emigración desbordasll miseria en la rica población,manchando el bulevar . Maldita hordala de la emigración,que no deja que pase un caballerode porte señorial,Inciendo alto sombreroy fragante gardenia on el ojal.

Cartagena eje Indias . 1909 .

Ufis C . Lóp mz .

NUf1VOS RITOS. 985

~tá~o9r~Pertenece al poema dramático " El anillo de

Policrates," el fino diálogo

egtre

Anacreon-te y Agamedes, que ahora publicamos .

Hayen este poema del celebrado autor de"Belkis,"cierta alada espiritualidad,

que

toca

en losdominios de una ironía áspera,

aquella sutilfatalidad que preside toda la moderna litera-tura lusitana, florida y fuerte . La

traducciónde que ya

hemos hecho mérito en otro nú-mero es obra del , joven literato ' antioqueñoSamuel López G ., y ha merecido aplausos su-cesivos por su belleza literaria y

suacuerciocompleto con el original portugués .

ANAC2PON TId

Pues bien, a comenzar, con juvenil ardor entrarás sin demoraen los combates del amor, en que, por ciorto, habrás de obtener milvictorias Yo te quiero ver al tin despierto de un sueIIo que es un crini, o . Un crimon, si . Pero antes, yo que basta hoy cuento ochenta ysiete amantes y que en cuestión de amor soy veterano como el quemás, voy á darte, caro amigo, algunos consejos.

( .Se sienta v), una yd 7rv) — Quien se dispone á amar remmcia á ancarácter. El amor, aunque sea una rápida chispa, que mnere al brillar,es muy exigente. -Sin embargo, como es fugaz, con las apru ienciasse basta . ¡No cambiéis! sé lo que eres en el fondo de tu espíritu, nvrspara alcanzar de tu amada la verde palma, ni) temas mostrarte e nnoeres sino como ella quiere que seas! ¿Es religiosa tu umada? Vfi altemplo, ofrece sacriW , ios á los dioses, sé ojemplar en el modo de segnirel antiguo ritual . ¿Tienes para los dioses del Olimpo un frío desdén?Sin vacilar, reniega . del Olimpo todo. ¿(insta acaso de flores? 1 Haztesn jardinero! Para ser feliz en el amor tan sólo existe esta receta:no mudar nunca de alrna,mnda, siempre de túnica, que lo que haceal mortal ilustre ó vil son las vestiduras . Para ganar el amor de Dá -n re, Leda, Autfope, Eunrpa, el o no preste Zeaa se e mvirrió ea llüvia de oro, en cisne, e 1 e„ipán y, fi•ralm ente, eu toro l Haz tú lo ~nismol Sin embargo, oye rma c„sa : si tuvieres que ser un animal, sé . . ..un zorro.

Fray un . medio eficaz para cautivar las vírgenes indiferentes:hacerles mil regalos . Aunque habite la persua, ión en tus labios, unanillo, un medallón de ágata ó d,• malaquita, unoszarcillos ó un rubímuy fino y transparente, conseguirán mucho más que la mayor elo-cuencia. Por lo tanto, Agamrdes, m, deber es decirte que este anti-guo procedimiento pervierte á las mujeres y arruina á los hombros.La mujer es un pozo de ambición : cuanto más tiene más quiere . ZTie-ne un anillo? Quiere dos anillos . ¿Tiene dos? Desea tres No va-yas á caer en la grotesca insensatez de acostumbrar así á tu en morada. Si así la acostumbras, ella ni tm solo beso, ni uno solo pondráen tu boca, sin que antes te exija nlgunacosa en cumbio . Preséntalesolamente tu amor con lindos pomos., miel, tersos y flores en profe-sión. Nada tilas . D~, lo cota rarib Ioh mazo de lleno de pasiónl bahrá%en breve tiempo, disipado la casa, la vira, la buerta y las propias he-rramientas

NUEVOS RITOS .-986

No ríes cabida en tí á los celos que vencen ea suda y autucia álas mis salvajes fieras, que son un monstruo, un jabalí rabioso, quelos puros corazones destrozan. ¡Evítatelos sin cesar como un funes-to peligro! Si llegares á ene mtrar á tu mejor amigo en coloquios contu amada eucantadora, no te dejes, llevar por la cólera espumante, hazcomo que nada hubieras visto, con discreción retírate, cierra la puertacon sosiego y dominando la ira encamínate á casa ele ta amigay vén-gate besando á la amante dlo tu amigo

La lengua se me abrasa ya de tanto hablar. Que venga, rebo-sante otro vaso más si no quieres qua la rana nos irrite coa sus can-eioaes guturales.

(Recite de muno ríe, dyaane,lex el meuo reliosante, Mece rí.virliencaateconto por la rfltinmt usa, e? vino dise, rr,,ta ligec'c c'ntririn al o•vntalarse, p,e lngarganta, y, 1ya tasór.nte erraLriaryarlo, contináu),.

Para eneaminarte al altar de Afrodita, tal vez te convinieseuna mujer ya formada, casada 6 nó [eso es indiferente), pero hechaá los misterios del amor y cuya experiencia guiase, maternalmente, tuciega inocencia . A veces en las ruinas se dan mejor las flores . Y usí,efebos hay que á las cándidas niHas—bellas como una Era de clavelesal fulgor de la luna, 6 insípidas, por lo tanto, como inodoro arbusto-prefiereu tina matrona ya madura pero enervante como los bálsa-mas del Asia . Mas una mujer así está llena de peligros, porgne encada mujer madura hay siempre una gofo¡a . Deja para má¡ Garlelas viejas . ' Porehora, procúrate el inmaculado encanto de alba, moz,L,inviolada y fresca, ¿Conoces á Anticlea?

AGAMEDES

Hace dias que la conozco.

ANACREONTE

¿Y cómo la encuentras, fea?

AGAMEDES

Por el contrario, amigo . Como alabo su astral blancara! Su pieloscurece los más finos alabastros de Lacmia y ¡p)r Zeusl su voz musi-cal ea un favonio que juega con nua lira celeste . . ¡Nunca vi don-cella tan linda!

ANACREONTE

Es Anticlea, amigo, la flor que te conviene!

AGAMEDES

Sin embargo

ANA(,'REONTE

Sin embargo, qué?

AGAMEDES

Anticlea es tan bella como estúpida

.

ANACREONTP

Eres más ingenuo que un ramo de coral, cabecita vacía. Si ex¡ges ála mujer la fuerza del talento, deberías exigir la hermosura álos .sabios . ¿Qu6 importa la estupidez si lo¡ labios son dulces? Lasmanzanas en las castos clava¡ con gala los dienten, dime ¿esas manza-nas tienen mucha inteligencia? L-t mayor distinción que tú puedes es-tablecer entra la moza y la manzana es. que la una tiene dos pies y laotra tiene uno solo . Anticlea es hormosa y j )ven . gQu6 más apete-teces? ¿Es tosta y silenciosa? i Mejor! Sin vacilar trata deconven-cerla. Hoy mismo, sin falta has de hablar con ella,.

EUGENIO DF. CASTRO .