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Semana del 27 de Jun al 03 de Jul 2016 [TESOROS DE LA BIBLIA] [SEAMOS MEJORES MAESTROS] [NUESTRA VIDA CRISTIANA] [Atalaya] Recuerda que haciendo clic en alguno de los anuncios donde descargaste este archivo, aportas al mantenimiento económico del servidor y hosting de la página y de futuros proyectos. www.ayudatj.com o www.epubteo.blogspot.com GRACIAS!! 27 de junio a 3 de julio SALMOS 52-59 Canción 38 y oración Palabras de introducción (3 mins. o menos) TESOROS DE LA BIBLIA “Arroja tu carga sobre Jehová” (10 mins.): Sl 55:2, 4, 5, 16-18. David pasó por momentos de mucha angustia en su vida (w06 1/6 pág. 11 párr. 3; w96 1/4 pág. 27 párr. 2). (Salmo 55:2) De veras préstame atención y respóndeme. Mi preocupación me impele a vagar con desasosiego, y no puedo menos que mostrar inquietud, (Salmo 55:4, 5) Mi corazón mismo está con dolor fuerte dentro de mí, y los terrores de la muerte misma han caído sobre mí. 5 Temor, sí, el temblor mismo entra en mí, y me cubre estremecimiento. (Salmo 55:16-18) En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová mismo me salvará. 17 Por la tarde y la mañana y el mediodía no puedo menos que mostrar preocupación, y lanzo quejidos, y él oye mi voz. 18 Él ciertamente redimirá [y pondrá] en paz mi alma de la pelea que se hace contra mí, porque en multitudes han venido a estar contra mí. La Atalaya 2006 Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos 55:4, 5, 12-14, 16-18. La conspiración de su propio hijo Absalón y la traición de Ahitofel, su consejero de confianza, le causaron un profundo dolor a David. Sin embargo, su confianza en Jehová no disminuyó. Nosotros tampoco debemos permitir que los sentimientos de dolor y angustia debiliten nuestra confianza en Dios. *** w96 1/4 pág. 27 Arroje siempre su carga sobre Jehová *** En cierta ocasión, el rey David de Israel se vio sometido a una presión casi insoportable. Según el Salmo 55, la ansiedad que le ocasionaban las presiones y la animosidad de sus enemigos lo habían aturdido. Sentía una gran congoja y mucho miedo. Solo podía gemir de desconsuelo. (Salmo 55:2, 5, 17.) Sin embargo, a pesar de toda su angustia, encontró la manera de sobrellevar su situación. ¿Qué hizo? Recurrió a su Dios en busca de apoyo. El consejo que David dio a todo aquel que se encontrara en la misma situación fue: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo”. (Salmo 55:22.) Sl 55:12-14. Un hijo y un amigo de confianza de David lo traicionaron (w96 1/4 pág. 30 párr. 1). (Salmo 55:12-14) Porque no fue un enemigo quien procedió a vituperarme; de otro modo yo podría soportarlo. No fue uno que me odiara intensamente quien se dio grandes ínfulas contra mí; de otro modo yo podría ocultarme de él. 13 Sino que fuiste tú, un hombre mortal que era como mi igual, uno que me era familiar y conocido mío, 14 porque disfrutábamos de dulce intimidad juntos; en la casa de Dios entrábamos andando con el gentío. *** w96 1/4 pág. 30 Arroje siempre su carga sobre Jehová *** Cómo afrontó la traición Esta cuestión nos conduce al episodio que motivó a David a escribir el Salmo 55. Estaba bajo una gran tensión emocional. “Mi corazón mismo está con dolor fuerte dentro de mí escribió, y los terrores de la muerte misma han caído sobre mí.” (Salmo 55:4.) ¿Qué le había ocasionado tanto dolor? Absalón, el hijo de David, había tramado usurpar el trono. (2 Samuel 15:1- 6.) Aunque la traición de su propio hijo ya era bastante dolorosa en sí, lo que agravó la situación fue que el consejero de más confianza de David, llamado Ahitofel, participó en la conspiración. Es precisamente a Ahitofel a quien David se refiere en Salmo 55:12-14. Como consecuencia de aquella conspiración y traición, David

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Semana del 27 de Jun al 03 de Jul 2016

[TESOROS DE LA BIBLIA] [SEAMOS MEJORES

MAESTROS] [NUESTRA VIDA CRISTIANA]

[Atalaya]

Recuerda que haciendo clic en alguno de los anuncios donde descargaste este archivo, aportas al mantenimiento económico del servidor y hosting de la página y de futuros proyectos.

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GRACIAS!!

27 de junio a 3 de julio

SALMOS 52-59

Canción 38 y oración

Palabras de introducción (3 mins. o menos)

TESOROS DE LA BIBLIA

“Arroja tu carga sobre Jehová” (10 mins.):

Sl 55:2, 4, 5, 16-18. David pasó por momentos de

mucha angustia en su vida (w06 1/6 pág. 11 párr.

3; w96 1/4 pág. 27 párr. 2).

(Salmo 55:2) De veras préstame atención y respóndeme. Mi preocupación me impele a vagar con desasosiego, y no puedo menos que mostrar inquietud,

(Salmo 55:4, 5) Mi corazón mismo está con dolor fuerte dentro de mí, y los terrores de la muerte misma han caído sobre mí.

5 Temor, sí, el temblor mismo entra en

mí, y me cubre estremecimiento.

(Salmo 55:16-18) En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová mismo me salvará.

17 Por la tarde y la mañana y

el mediodía no puedo menos que mostrar preocupación, y lanzo quejidos, y él oye mi voz.

18 Él ciertamente

redimirá [y pondrá] en paz mi alma de la pelea que se hace contra mí, porque en multitudes han venido a estar contra mí.

La Atalaya 2006

Puntos sobresalientes del libro segundo de los

Salmos

55:4, 5, 12-14, 16-18. La conspiración de su propio

hijo Absalón y la traición de Ahitofel, su consejero de

confianza, le causaron un profundo dolor a David. Sin

embargo, su confianza en Jehová no disminuyó.

Nosotros tampoco debemos permitir que los

sentimientos de dolor y angustia debiliten nuestra

confianza en Dios.

*** w96 1/4 pág. 27 Arroje siempre su carga sobre Jehová ***

En cierta ocasión, el rey David de Israel se vio sometido a una presión casi insoportable. Según el Salmo 55, la ansiedad que le ocasionaban las presiones y la animosidad de sus enemigos lo habían aturdido. Sentía una gran congoja y mucho miedo. Solo podía gemir de desconsuelo. (Salmo 55:2, 5, 17.) Sin embargo, a pesar de toda su angustia, encontró la manera de sobrellevar su situación. ¿Qué hizo? Recurrió a su Dios en busca de apoyo. El consejo que David dio a todo aquel que se encontrara en la misma situación fue: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo”. (Salmo 55:22.)

Sl 55:12-14. Un hijo y un amigo de confianza de

David lo traicionaron (w96 1/4 pág. 30 párr. 1).

(Salmo 55:12-14) Porque no fue un enemigo quien

procedió a vituperarme; de otro modo yo podría

soportarlo. No fue uno que me odiara intensamente

quien se dio grandes ínfulas contra mí; de otro modo yo

podría ocultarme de él. 13

Sino que fuiste tú, un hombre

mortal que era como mi igual, uno que me era familiar y

conocido mío, 14

porque disfrutábamos de dulce

intimidad juntos; en la casa de Dios entrábamos

andando con el gentío.

*** w96 1/4 pág. 30 Arroje siempre su carga sobre Jehová ***

Cómo afrontó la traición

Esta cuestión nos conduce al episodio que motivó a David a escribir el Salmo 55. Estaba bajo una gran tensión emocional. “Mi corazón mismo está con dolor fuerte dentro de mí —escribió—, y los terrores de la muerte misma han caído sobre mí.” (Salmo 55:4.) ¿Qué le había ocasionado tanto dolor? Absalón, el hijo de David, había tramado usurpar el trono. (2 Samuel 15:1-6.) Aunque la traición de su propio hijo ya era bastante dolorosa en sí, lo que agravó la situación fue que el consejero de más confianza de David, llamado Ahitofel, participó en la conspiración. Es precisamente a Ahitofel a quien David se refiere en Salmo 55:12-14. Como consecuencia de aquella conspiración y traición, David

tuvo que huir de Jerusalén. (2 Samuel 15:13, 14.) ¡Cuánta angustia debió provocarle aquello!

Sl 55:22. David estaba seguro de que podía contar

con la ayuda de Jehová (w06 1/6 pág. 11 párr. 4;

w99 15/3 págs. 22, 23).

(Salmo 55:22) Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él

mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el

justo.

La Atalaya 2006

Puntos sobresalientes del libro segundo de los

Salmos

55:22. ¿Cómo arrojamos nuestras cargas sobre

Jehová? Lo hacemos 1) diciéndole en oración qué es lo

que nos preocupa, 2) acudiendo a su Palabra y

organización en busca de guía y apoyo, y 3) haciendo lo

que razonablemente podamos para resolver la situación

(Proverbios 3:5, 6; 11:14; 15:22; Filipenses 4:6, 7).

*** w99 15/3 págs. 21-23 No permita que lo abrume la ansiedad ***

Moisés ante Faraón

Jehová Dios encargó a su profeta Moisés una difícil misión. En primer lugar, este tenía que presentarse ante los israelitas y convencerlos de que Jehová lo había comisionado para sacarlos de Egipto. Luego debía comparecer ante Faraón y pedirle que dejara marchar a los israelitas. Por último, tenía que dirigir a una muchedumbre de millones de personas a través del desierto e introducirla en una tierra ocupada por pueblos hostiles (Éxodo 3:1-10). Todo ello pudo haber parecido muy intimidante, pero ¿permitió Moisés que esa responsabilidad le causara indebida ansiedad?

Obviamente a Moisés le preocupaban varios asuntos. Preguntó a Jehová: “Supongamos que llego ahora a los hijos de Israel y de hecho les digo: „El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes‟, y ellos de hecho me dicen: „¿Cuál es su nombre?‟. ¿Qué les diré?”. Jehová le dio la respuesta (Éxodo 3:13, 14). También le preocupaba lo que podía suceder si Faraón no le hacía caso. Jehová contestó de nuevo al profeta. Un problema final: Moisés admitió que „no hablaba con fluidez‟. ¿Cómo podía remediarse este inconveniente? Jehová dispuso que Aarón fuera su portavoz (Éxodo 4:1-5, 10-16).

Preparado con las respuestas a sus preguntas, y con su fe en Dios, Moisés procedió a efectuar lo que se le había mandado. No se torturó a sí mismo con pensamientos inquietantes de lo que pudiera suceder cuando se enfrentara a Faraón, sino que „hizo precisamente así‟ (Éxodo 7:6). Si se hubiera dejado abrumar por la ansiedad, posiblemente esta habría

debilitado la fe y el denuedo que necesitaba para llevar a cabo su comisión.

El equilibrio con que Moisés emprendió su cometido es un ejemplo de lo que el apóstol Pablo llamó “buen juicio” (2 Timoteo 1:7; Tito 2:2-6). Si Moisés no hubiera manifestado buen juicio, tal vez no habría aceptado la misión, abrumado por su enorme complejidad.

Cómo controlar los pensamientos

¿Cómo reaccionamos en la vida diaria cuando nos enfrentamos a pruebas de la fe o a tribulaciones? ¿Nos asustamos solo de pensar en los obstáculos o desafíos que se avecinan? ¿O los vemos de manera equilibrada? Como reza un dicho inglés: “No cruces el puente antes de llegar a él”. Es posible que, al fin y al cabo, no haya necesidad de cruzar el puente imaginario. Así, ¿por qué atormentarnos por algo que quizá nunca suceda? La Biblia dice: “La solicitud ansiosa en el corazón de un hombre es lo que lo agobia” (Proverbios 12:25). El resultado suele ser el aplazamiento de las decisiones y la postergación de los asuntos hasta que es demasiado tarde.

Mucho más grave es el daño espiritual que puede ocasionar la ansiedad indebida. Jesucristo indicó que el poder engañoso de las riquezas y “la inquietud de este sistema de cosas” pueden ahogar por completo “la palabra del reino” (Mateo 13:19, 22). Tal como los espinos pueden impedir que la semilla alcance la madurez y produzca fruto, del mismo modo la ansiedad incontrolada puede impedir que progresemos espiritualmente y produzcamos fruto para la alabanza de Dios. La angustia autoinfligida y destructiva ha impedido incluso que algunas personas se dediquen a Jehová, pues se preguntan preocupadas: “¿Y si no puedo cumplir con mi dedicación?”.

El apóstol Pablo nos dijo que en nuestra guerra espiritual procuramos cautivar “todo pensamiento para hacerlo obediente al Cristo” (2 Corintios 10:5). A nuestro archienemigo, Satanás el Diablo, le satisfaría mucho aprovecharse de nuestras preocupaciones para desanimarnos y debilitarnos física, emocional y espiritualmente. Se vale con maestría de la duda para entrampar a los desprevenidos. Por esta razón Pablo también advirtió a los cristianos que no “[dejaran] lugar para el Diablo” (Efesios 4:27). Como “dios de este sistema de cosas”, Satanás ha conseguido “[cegar] las mentes de los incrédulos” (2 Corintios 4:4). Nunca permitamos que controle también nuestra mente.

Podemos conseguir ayuda

Cuando un niño se enfrenta a un problema, puede acudir a su padre amoroso para que lo guíe y consuele. De igual modo, nosotros podemos acudir a nuestro Padre celestial, Jehová, con nuestros problemas. De hecho, nos invita a arrojar nuestras cargas y ansiedades sobre él (Salmo 55:22). Como el niño a quien ya no le preocupa su problema después de que el padre lo ha tranquilizado, nosotros no solo debemos arrojar nuestras cargas sobre Jehová, sino también dejarlas con él (Santiago 1:6).

¿Cómo arrojamos nuestras ansiedades sobre Jehová? Filipenses 4:6, 7 contesta: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús”. Efectivamente, en respuesta a nuestras oraciones y súplicas persistentes, Jehová puede darnos una paz interior que nos proteja la mente de la perturbación que causan las ansiedades innecesarias (Jeremías 17:7, 8; Mateo 6:25-34).

Ahora bien, para obrar en armonía con nuestras oraciones, no debemos aislarnos, ni física ni espiritualmente (Proverbios 18:1). Más bien, conviene que analicemos principios bíblicos y directrices que tengan que ver con nuestro problema para que no confiemos en nuestro propio entendimiento (Proverbios 3:5, 6). Tanto los jóvenes como los adultos pueden dirigirse a la Biblia y a las publicaciones Watch Tower, donde encontrarán abundante información sobre cómo tomar decisiones y afrontar ciertos problemas. Además, en la congregación cristiana se nos ha bendecido con ancianos sabios y experimentados así como otros cristianos maduros que siempre están dispuestos a hablar con nosotros (Proverbios 11:14; 15:22). Aquellos que no están implicados emocionalmente en nuestros problemas y que tienen la mente de Dios sobre un determinado asunto, pueden ayudarnos a ver nuestras dificultades desde una perspectiva diferente. Y aunque no decidan por nosotros, pueden ser una importante fuente de ánimo y apoyo.

“Espera a Dios”

Nadie puede negar que los problemas reales de cada día producen suficiente estrés como para que tengamos que preocuparnos por los imaginarios. Si la ansiedad por lo que pueda suceder nos causa aprensión e incomodidad, entonces dirijámonos a Jehová en oración y súplica. Busquemos la guía, la sabiduría y el buen juicio en su Palabra y su organización. Veremos que, sin importar las circunstancias que se presenten, podemos conseguir ayuda para afrontar la ansiedad.

Cuando se sintió cargado y agitado, el salmista cantó: “¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona y como Dios mío” (Salmo 42:11). Que estos sean nuestros sentimientos.

Así, pues, prevea lo que razonablemente pueda esperarse, y deje lo inesperado en manos de Jehová. “[Echen] sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.” (1 Pedro 5:7.)

Busquemos perlas escondidas (8 mins.):

Sl 56:8. ¿Qué quiso decir David con las palabras

“pon mis lágrimas, sí, en tu odre”? (w09 1/6 pág.

29 párr. 1; w08 1/10 pág. 26 párr. 3).

(Salmo 56:8) Tú mismo has dado informe de que yo soy

fugitivo. Pon mis lágrimas, sí, en tu odre. ¿No están en

tu libro?

La Atalaya 2009

“¿De veras le importo a alguien?”

El libro de los Salmos también resalta el amor e interés

que Dios siente por sus siervos. En Salmo 56:8, David

—que llegó a ser rey del antiguo Israel— le suplicó a

Dios: “Pon mis lágrimas, sí, en tu odre. ¿No están en tu

libro?”. Como vemos, David estaba convencido de que

Jehová comprendía lo mucho que él sufría y que tenía

muy presentes todas y cada una de las lágrimas que él

había derramado. Está claro, por tanto, que nuestro

Creador se interesa por todos los que se esfuerzan por

obedecerle, “aquellos cuyo corazón es completo para

con él”.

La Atalaya 2008

Nuestras lágrimas están guardadas en un odre

La conmovedora referencia de David a los odres

significa mucho para todos nosotros. ¿En qué

sentido? Pues bien, la Biblia indica que Satanás

controla este mundo y que tiene “gran cólera”.

Debido a eso, en todas partes suceden grandes

desgracias (Revelación [Apocalipsis] 12:12). Es

común que las personas, al igual que David, sufran en

sentido emocional, mental o físico, sobre todo si están

tratando de agradar a Dios. Puede que hasta algunos

de nosotros nos sintamos como David. Tal vez

estemos afligidos, “aun llorando”, pero seguimos

esforzándonos por conservar el ánimo y seguir

siendo fieles (Salmo 126:6). Podemos confiar en que

nuestro Padre celestial no solo ve las pruebas que

afrontamos, sino que también comprende cómo nos

afectan emocionalmente. Él entiende a la perfección

nuestro sufrimiento y, movido por la compasión,

guarda en un odre simbólico todas las lágrimas que

derramamos, pues no desea olvidar ninguna de ellas.

Sl 59:1, 2. ¿Qué nos enseña sobre la oración lo que

hizo David? (w08 15/3 pág. 14 párr. 13).

(Salmo 59:1, 2) Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; contra los que se levantan contra mí quieras

protegerme. 2 Líbrame de los practicantes de lo que es

perjudicial, y de hombres culpables de sangre sálvame.

La Atalaya 2008

Jehová escucha nuestras súplicas

13. Además de orar, ¿qué debemos hacer?

13 ¿Quiere decir eso que es suficiente con darle a

conocer nuestros problemas a Jehová? No; debemos

hacer algo más. Después de orar, tenemos que actuar

en conformidad con lo que pedimos. Cuando el rey

Saúl envió hombres a la casa de David para matarlo,

este oró así: “Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;

contra los que se levantan contra mí quieras

protegerme. Líbrame de los practicantes de lo que es

perjudicial, y de hombres culpables de sangre

sálvame” (Sal. 59:1, 2). Pero además de orar, David

escuchó a su esposa y huyó (1 Sam. 19:11, 12).

Nosotros también podemos pedir que se nos dé

sabiduría para comprender cómo podemos afrontar

nuestra situación e incluso hacer que mejore (Sant.

1:5).

¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de

esta semana?

¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana

pueden servirme en la predicación?

Lectura de la Biblia (4 mins. o menos): Sl 52:1-

53:6

(Salmos 52:1-53:6) ¿Por qué te jactas de lo que es malo, oh poderoso? La bondad amorosa de Dios continúa todo el día.

2 Adversidades trama tu lengua,

afilada como una navaja, y obra engañosamente. 3 Has

amado lo malo más que lo bueno; la falsedad, más que el hablar justicia. Sélah.

4 Has amado todas las

palabras devoradoras, oh lengua engañosa. 5 Dios

mismo también te demolerá para siempre; te tumbará de un golpe y te arrancará de [tu] tienda, y ciertamente te desarraigará de la tierra de los vivientes. Sélah.

6 Y los

justos [lo] verán y tendrán miedo, y de él se reirán.

7 Aquí está el hombre físicamente capacitado

que no pone a Dios por su plaza fuerte, sino que confía en la abundancia de sus riquezas, que se abriga en las adversidades [causadas] por él.

8 Pero yo seré como

olivo frondoso en la casa de Dios; yo sí confío en la bondad amorosa de Dios hasta tiempo indefinido, aun para siempre.

9 Ciertamente te elogiaré hasta tiempo

indefinido, porque has actuado; y esperaré en tu

nombre, porque es bueno, enfrente de los que te son leales.

Al director sobre Mahalat. Maskil. De David. 53 El insensato ha dicho en su corazón: “No hay Jehová”. Han obrado ruinosamente y han obrado detestablemente en injusticia; no hay quien haga el bien.

2 En cuanto a Dios,

él ha mirado desde el cielo mismo a los hijos de los hombres, para ver si existe alguien que tenga perspicacia, alguien que busque a Jehová.

3 Todos

ellos se han vuelto atrás, [todos] son igualmente corruptos; no hay quien haga el bien, ni siquiera uno.

4 ¿Acaso ninguno de los practicantes de lo que es

perjudicial tiene conocimiento, que se comen a mi pueblo como se han comido el pan? Ni siquiera a Jehová han invocado.

5 Allí se llenaron de gran pavor,

donde no había resultado que hubiera pavor; porque Dios mismo ciertamente esparcirá los huesos de cualquiera que acampe contra ti. Ciertamente [los] avergonzarás, porque Jehová mismo los ha rechazado.

6 ¡Oh que desde Sión procediera la

magnífica salvación de Israel! Cuando Jehová recoja de vuelta a los cautivos de su pueblo, esté gozoso Jacob, regocíjese Israel.

SEAMOS MEJORES MAESTROS

Primera conversación (2 mins. o menos): Presente

un tratado. Vaya a la parte de atrás y muestre el

código.

Revisita (4 mins. o menos): Demuestre cómo se

puede hacer una revisita a alguien que haya aceptado

un tratado.

Curso bíblico (6 mins. o menos): fg lección 3 párrs.

2, 3. Al terminar, indíquele al estudiante dónde

encontrar el video de jw.org ¿Por qué podemos

confiar en que la Biblia dice la verdad?, y véanlo

juntos unos segundos.

Buenas noticias

¿De veras provienen de Dios las buenas noticias de la

Biblia?

Porque la Biblia procede de Dios. Y estamos seguros

de esto, pues predice el futuro con total exactitud,

algo imposible para el ser humano (Josué 23:14). Solo

el Dios todopoderoso puede hacer eso. (Lea Isaías

42:9 y 46:10.)

Si un libro proviene de Dios, es de esperarse que sea

muy especial. De la Biblia se han distribuido miles de

millones de ejemplares en cientos de idiomas.

Aunque es antigua, concuerda con la ciencia. Además,

sus 40 escritores no se contradicen entre sí.* Por otro

lado, en cada una de sus páginas se refleja el amor de

Dios y aún hoy tiene el poder de cambiar por

completo la vida de la gente. Por estas razones,

millones de personas están convencidas de que la

Biblia es la Palabra de Dios. (Lea 1 Tesalonicenses

2:13.)

Ir al Vídeo

NUESTRA VIDA CRISTIANA

Canción 56

Necesidades de la congregación (7 mins.)

“Jehová Dios nos ayuda” (8 mins.): Análisis con el

auditorio. A fin de que los presentes se puedan

beneficiar de los comentarios personales de todos,

trate de que haya la mayor cantidad de comentarios

posible sobre las cuatro situaciones que se plantean

(Ro 1:12). Anime a todos los publicadores a usar la

Guía de estudio para encontrar ayuda en la Biblia

cuando surjan desafíos.

(Romanos 1:12) o, más bien, para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.

NUESTRA VIDA CRISTIANA

Jehová Dios nos ayuda

En los Salmos 52 a 59, David expresó cómo se sintió

durante los muchos desafíos que tuvo en su vida. Sin

embargo, en aquellos momentos difíciles, nunca dejó

de confiar en Jehová (Sl 54:4; 55:22). También alabó

a Dios por sus palabras (Sl 56:10). ¿Tenemos la

misma fe y confianza en Dios? ¿Acudimos a su

Palabra en busca de guía cuando tenemos

dificultades? (Pr 2:6). ¿Qué versículos le ayudaron a

usted en estas situaciones?

(Salmo 54:4) ¡Mira! Dios es mi ayudador; Jehová está entre los que sostienen mi alma.

(Salmo 55:22) Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo.

(Salmo 56:10) En unión con Dios alabaré [su] palabra; en unión con Jehová alabaré [su] palabra.

(Proverbios 2:6) Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento.

Cuando se sintió desanimado.

Cuando estuvo enfermo.

Cuando le ofendieron.

Cuando enfrentó oposición.

Estudio bíblico de la congregación (30 mins.): ia

cap. 18 párrs. 14-21 y las preguntas de repaso del

capítulo

Una animadora visita

14, 15. a) ¿Por qué estaban los pastores deseosos

de ver al recién nacido? b) ¿Qué hicieron los

pastores después de ver a Jesús en el establo?

14 La calma se interrumpe cuando un grupo de

pastores entra de repente en el establo. Están

deseosos de ver a la familia, especialmente al recién

nacido. Han llegado corriendo desde las laderas

donde cuidaban a sus rebaños.* Nota Con los rostros

irradiando alegría y el corazón palpitando de

emoción, les cuentan a los sorprendidos padres lo

que acaba de sucederles. Aquella noche, mientras

estaban en el campo, un ángel se les apareció ante sus

ojos. La brillante gloria de Jehová los rodeó, y el ángel

les anunció que el Cristo (o Mesías) acababa de nacer

en Belén y que lo encontrarían envuelto en bandas de

tela en un pesebre. Y luego sucedió algo todavía más

espectacular: ¡una grandiosa multitud de ángeles se

reunió para alabar a Jehová! (Luc. 2:8-14.)

Nota: El hecho de que los rebaños estuvieran a la intemperie confirma lo que indica la cronología bíblica: que Cristo nació en algún momento a principios de octubre, y no en diciembre, pues en este último caso los rebaños estarían resguardados cerca de las casas.

(Lucas 2:8-14) También había en aquella misma zona

pastores que vivían a campo raso y guardaban las

vigilias de la noche sobre sus rebaños. 9 Y de repente el

ángel de Jehová estuvo de pie junto a ellos, y la gloria

de Jehová centelleó en derredor de ellos, y tuvieron

gran temor. 10

Pero el ángel les dijo: “No teman, porque,

¡miren!, les declaro buenas nuevas de un gran gozo que

todo el pueblo tendrá, 11

porque les ha nacido hoy un

Salvador, que es Cristo [el] Señor, en la ciudad de

David. 12

Y esto les servirá de señal: hallarán un nene

envuelto en bandas de tela y acostado en un pesebre”. 13

Y de súbito se juntó con el ángel una multitud del

ejército celestial, alabando a Dios y diciendo: 14

“Gloria

en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los

hombres de buena voluntad”.

15 ¡Con razón los pastores habían llegado corriendo a

Belén! Podemos imaginarnos la emoción de estos

humildes hombres al encontrar al recién nacido

exactamente como el ángel les había dicho. Y no se

callaron las buenas noticias. Al contrario, “dieron a

conocer el dicho que se les había hablado [...]. Y

cuantos oyeron se maravillaron de las cosas que les

dijeron” (Luc. 2:17, 18). Es muy probable que los

líderes religiosos de aquel tiempo menospreciaran a

gente sencilla como los pastores. Sin embargo, resulta

evidente que Jehová valoraba mucho a estos hombres

humildes y fieles. Ahora bien, ¿qué impresión causó

en María esta visita?

(Lucas 2:17, 18) Cuando lo vieron, dieron a conocer el

dicho que se les había hablado respecto a este niñito. 18

Y cuantos oyeron se maravillaron de las cosas que les

dijeron los pastores,

Jehová valoraba mucho a aquellos pastores humildes

y fieles

16. ¿Cómo sabemos que María reflexionaba en lo

que aprendía, y cómo la ayudó esto?

16 Seguramente, María se encuentra agotada por el

parto. Aun así, no se pierde palabra de lo que se dice.

Y no solo eso: el relato explica que “iba conservando

todos estos dichos, sacando conclusiones en su

corazón” (Luc. 2:19). María —una joven profunda y

reflexiva— capta enseguida el significado del

mensaje de los ángeles. Su Dios, Jehová, quería que

ella comprendiera y valorara la identidad e

importancia de su hijo. Así que ella hizo más que solo

escuchar. Fue guardando estas palabras en su

corazón para seguir reflexionando en ellas mes tras

mes y año tras año. Sin duda, la meditación

contribuyó muchísimo a que la fe de María se

mantuviera siempre firme (lea Hebreos 11:1).

(Lucas 2:19) pero María iba conservando todos estos dichos, sacando conclusiones en su corazón.

(Hebreos 11:1) Fe es la expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen.

En el establo, María y José escuchan a los pastores

mientras ella tiene en brazos a Jesús

María prestó mucha atención a los pastores y guardó

sus palabras en el corazón

17. ¿Cómo podemos imitar el ejemplo de María?

17 Y usted, ¿imitará a María? Jehová ha llenado las

páginas de la Biblia con verdades espirituales. Pero

estas no nos servirán de nada si no les prestamos

atención. Para eso, tenemos que leer la Biblia con

regularidad, conscientes de que no es un libro más,

sino la Palabra inspirada de Dios (2 Tim. 3:16). Luego

debemos guardar esas enseñanzas en nuestro

corazón y sacar lecciones útiles, tal como hizo María.

Si meditamos en lo que leemos y buscamos maneras

de ponerlo en práctica a mayor grado, nuestra fe se

hará más fuerte.

(2 Timoteo 3:16) Toda Escritura es inspirada de Dios y

provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar

las cosas, para disciplinar en justicia,

Más en lo que meditar

18. a) ¿Cómo obedecieron la Ley mosaica José y

María poco después de nacer Jesús? b) ¿Qué

revela sobre la situación económica de José y

María la ofrenda que presentaron?

18 A los ocho días de nacer el niño, José y María lo

circuncidan de acuerdo con lo que manda la Ley

mosaica y, tal como se les ha indicado, le ponen por

nombre Jesús (Luc. 1:31). Luego, cuando cumple

cuarenta días, lo llevan de Belén al templo de

Jerusalén, que está situado a unos 10 kilómetros (6

millas) de distancia. Una vez allí, presentan la ofrenda

de purificación que la Ley establece para los pobres:

dos tórtolas o dos pichones. Tal vez se sientan mal

porque no les es posible ofrecer un carnero y un

pichón o una tórtola, como hacen otros padres; pero

si así es, no dejan que eso los afecte. El caso es que

reciben mucho ánimo mientras están en el templo

(Lev. 12:6-8; Luc. 2:21-24). Veamos qué fue lo que

sucedió.

(Lucas 1:31) y, ¡mira!, concebirás en tu matriz y darás a luz un hijo, y has de ponerle por nombre Jesús.

(Levítico 12:6-8) Entonces, al cumplirse los días de su purificación por hijo o por hija, traerá un carnero joven en su primer año para una ofrenda quemada y un pichón o una tórtola para una ofrenda por el pecado, a la entrada de la tienda de reunión, al sacerdote.

7 Y él tiene

que presentarlo delante de Jehová y hacer expiación por ella, y ella tiene que ser limpia de la fuente de su sangre. Esta es la ley acerca de la que dé a luz niño o niña.

8 Pero si no tiene lo suficiente para una oveja,

entonces tiene que tomar dos tórtolas o dos pichones, uno para una ofrenda quemada y uno para una ofrenda por el pecado, y el sacerdote tiene que hacer expiación por ella, y ella tiene que ser limpia‟”.

(Lucas 2:21-24) Ahora bien, cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarlo, también se le puso por nombre Jesús, el nombre puesto por el ángel antes que fuera concebido en la matriz.

22 También, cuando se

cumplieron los días para la purificación de ellos conforme a la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo a Jehová,

23 así como está escrito en la

ley de Jehová: “Todo varón que abre matriz tiene que ser llamado santo a Jehová”,

24 y para ofrecer sacrificio,

según lo que se dice en la ley de Jehová: “Un par de tórtolas o dos pichones”.

19. a) ¿Cómo le dio Simeón a María más ideas en

las que meditar? b) ¿Cuál fue la reacción de Ana al

ver a Jesús?

19 Un anciano llamado Simeón se acerca a la pareja y

pronuncia unas palabras que María guarda muy

profundamente en su corazón. Explica que Jehová le

ha prometido que vería al Mesías antes de morir, y el

espíritu santo le ha revelado que el pequeño Jesús es

el Salvador predicho en las Escrituras. Sin embargo,

Simeón también le comunica a María que llegaría el

día en que ella iba a sentir un gran dolor, como si una

larga espada la atravesara (Luc. 2:25-35). Cuando

finalmente llegó ese terrible momento —más de

treinta años después—, es posible que estas palabras

del anciano la hayan ayudado a aguantar. A

continuación, mientras están allí en el templo, una

profetisa de nombre Ana también reconoce al

pequeño Jesús y empieza a hablar de él a todos los

que esperan la liberación de Jerusalén (lea Lucas

2:36-38).

(Lucas 2:25-35) Y, ¡mira!, había en Jerusalén un hombre cuyo nombre era Simeón, y este hombre era justo y reverente, que esperaba la consolación de Israel, y había espíritu santo sobre él.

26 Además, se le había

revelado divinamente por el espíritu santo que no vería la muerte antes que hubiera visto al Cristo de Jehová. 27

Bajo el poder del espíritu él entró entonces en el templo; y al traer adentro los padres al niñito Jesús para hacer por él según la práctica usual de la ley,

28 él

mismo lo recibió en los brazos y bendijo a Dios y dijo: 29

“Ahora, Señor Soberano, estás dejando que tu esclavo vaya libre en paz, según tu declaración; 30

porque mis ojos han visto tu medio de salvar 31

que has alistado a la vista de todos los pueblos,

32 una luz

para remover de las naciones el velo, y una gloria de tu pueblo Israel”.

33 Y su padre y su madre continuaron

admirándose de las cosas que se hablaban acerca de él.

34 También, Simeón los bendijo, pero dijo a María su

madre: “¡Mira! Este es puesto para la caída y el volver a levantarse de muchos en Israel, y para señal contra la cual se hable

35 (sí, a ti misma una espada larga te

atravesará el alma), para que los razonamientos de muchos corazones sean descubiertos”.

(Lucas 2:36-38) Ahora bien, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser (esta mujer era de edad avanzada, y había vivido con su esposo siete años desde su virginidad,

37 y para este tiempo era una viuda

de ochenta y cuatro años de edad), la cual nunca faltaba del templo, rindiendo servicio sagrado noche y día con ayunos y ruegos.

38 Y en aquella misma hora se acercó

y empezó a dar gracias a Dios y a hablar acerca [del niño] a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.

Mientras María y José están en el templo, Simeón

toma en brazos a Jesús y la profetisa Ana los observa

José y María recibieron mucho ánimo en el templo de

Jehová en Jerusalén

20. ¿Qué bendiciones recibieron José y María por

haber llevado a Jesús al templo de Jerusalén?

20 ¡Cuántas bendiciones recibieron José y María por

haber llevado al bebé al templo de Jehová en

Jerusalén! Esta fue la primera de muchas visitas al

templo que su hijo haría fielmente a lo largo de toda

su vida. En aquella ocasión, la pareja le ofreció a

Jehová todo lo que estaba en su mano, y él sin duda

los recompensó, pues recibieron valiosas enseñanzas

y palabras de ánimo. Seguro que ese día María salió

del templo llena de fe y con el corazón repleto de

verdades espirituales en las que podría meditar,

profundos pensamientos que podría compartir con

otras personas.

21. ¿Cómo lograremos que nuestra fe se

fortalezca?

21 Es hermoso ver que muchos padres de la

actualidad siguen este excelente ejemplo. Los testigos

de Jehová también acostumbran llevar a sus hijos a

las reuniones cristianas. Al igual que José y María,

estos padres dan a Dios todo lo que pueden. Por

ejemplo, aprovechan estas ocasiones para ofrecer

palabras de ánimo a sus hermanos en la fe. A su vez,

salen fortalecidos, felices y con la mente y el corazón

llenos de cosas buenas que compartir con los demás.

¡Qué alegría nos da ver a estas fieles familias! Al

reunirnos con ellas para alabar a Jehová, nuestra fe se

fortalece más y más, tal como le sucedió a María.

Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima

(3 mins.)

Canción 121 y oración

LA ATALAYA

Resolvamos los desacuerdos con amor

“Mantengan paz entre unos y otros” (MAR. 9:50).

CANCIONES 39 Y 77

¿QUÉ RESPUESTA DARÍA? ¿Qué consejos dio Jesús para resolver los desacuerdos con amor? Antes de decidir cómo tratar un desacuerdo con un hermano, ¿qué preguntas debemos hacernos? ¿Cómo nos ayudarán los tres pasos descritos en Mateo 18:15-17 a resolver algunos desacuerdos?

1, 2. a) Mencione algunos conflictos que aparecen

en Génesis. b) ¿Por qué menciona estos conflictos

la Biblia?

¿ALGUNA vez ha pensado en los conflictos que hubo

entre personajes bíblicos? Tan solo en los primeros

capítulos de Génesis encontramos varios: Caín

asesina a Abel (Gén. 4:3-8); Lamec mata a un joven

por haberlo golpeado (Gén. 4:23); los pastores de

Abrahán (Abrán) y los de Lot se pelean (Gén. 13:5-7);

Agar desprecia a Sara (Sarai), quien a su vez se enoja

con Abrahán (Gén. 16:3-6); Ismael tiene problemas

con todo el mundo, y todo el mundo está en contra de

él (Gén. 16:12).

(Génesis 4:3-8) Y al cabo de algún tiempo aconteció que Caín procedió a traer algunos frutos del suelo como ofrenda a Jehová.

4 Pero en cuanto a Abel, él también

trajo algunos primogénitos de su rebaño, aun sus trozos grasos. Ahora bien, aunque Jehová miraba con favor a

Abel y su ofrenda, 5 no miraba con ningún favor a Caín

ni su ofrenda. Y Caín se enardeció de gran cólera, y empezó a decaérsele el semblante.

6 Por lo cual Jehová

dijo a Caín: “¿Por qué estás enardecido de cólera, y por qué se te ha decaído el semblante?

7 Si te diriges a

hacer lo bueno, ¿no habrá ensalzamiento? Pero si no te diriges a hacer lo bueno, hay pecado agazapado a la entrada, y su deseo vehemente es por ti; y tú, por tu parte, ¿lograrás el dominio sobre él?”.

8 Después de

eso, Caín dijo a Abel su hermano: [“Vamos allá al campo”.] De modo que aconteció que, mientras estaban en el campo, Caín procedió a atacar a Abel su hermano y a matarlo.

(Génesis 4:23) Por consiguiente, Lamec compuso estas palabras para sus esposas Adá y Zilá: “Oigan mi voz, esposas de Lamec; presten oído a mi dicho: A un hombre he matado por haberme herido, sí, a un joven por haberme dado un golpe.

(Génesis 13:5-7) Ahora bien, Lot, que iba junto con Abrán, también era dueño de ovejas y ganado vacuno y tiendas.

6 Así que la tierra no permitía que moraran

todos juntos, porque se habían hecho muchos sus bienes y ellos no podían morar todos juntos.

7 Y se

suscitó una riña entre los manaderos del ganado de Abrán y los manaderos del ganado de Lot; y en aquel tiempo el cananeo y el perizita moraban en el país.

(Génesis 16:3-6) Entonces Sarai, esposa de Abrán, tomó a Agar, su sierva egipcia, al cabo de diez años de haber morado Abrán en la tierra de Canaán, y se la dio por esposa a Abrán su marido.

4 Por consiguiente, él

tuvo relaciones con Agar, y ella quedó encinta. Cuando ella se dio cuenta de que estaba encinta, entonces su ama empezó a ser despreciada a los ojos de ella.

5 Ante

esto, Sarai dijo a Abrán: “Venga sobre ti la violencia que se me ha hecho. Yo misma entregué mi sierva en tu seno, y ella se dio cuenta de que estaba encinta, y empecé a ser despreciada a sus ojos. Juzgue Jehová entre yo y tú”.

6 De modo que Abrán dijo a Sarai: “¡Mira!

Tu sierva está a disposición tuya. Hazle lo que parezca bien a tus ojos”. Entonces Sarai se puso a humillarla de modo que esta huyó de ella.

(Génesis 16:12) En cuanto a él, llegará a ser un hombre [con características de] cebra. Su mano estará contra todos, y la mano de todos estará contra él; y delante del rostro de todos sus hermanos residirá”.

2 ¿Por qué menciona estos conflictos la Biblia?

Porque eso nos ayuda a ver por qué debemos

mantener la paz y nos muestra cómo lograrlo. Desde

luego, nos beneficia leer cómo personas reales,

imperfectas igual que nosotros, lucharon con

problemas reales. Descubrimos que sus esfuerzos

tuvieron buenos resultados y aprendemos lecciones

que podemos poner en práctica. En realidad, esos

relatos nos enseñan qué cosas debemos hacer y qué

cosas debemos evitar en situaciones parecidas (Rom.

15:4).

(Romanos 15:4) Porque todas las cosas que fueron

escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra

instrucción, para que mediante nuestro aguante y

mediante el consuelo de las Escrituras tengamos

esperanza.

3. ¿Qué veremos en este artículo?

3 En este artículo analizaremos por qué los siervos de

Dios debemos resolver las diferencias y cómo

conseguirlo. Además, veremos varios consejos

bíblicos para solucionar los desacuerdos, llevarnos

bien con los demás y tener una buena relación con

Jehová.

POR QUÉ DEBEMOS SOLUCIONAR NUESTRAS

DIFERENCIAS

4. a) ¿Qué forma de pensar se ha esparcido por el

mundo? b) ¿Cuál ha sido el resultado?

4 Satanás es el principal responsable de que haya

tantos conflictos y desacuerdos. En el jardín de Edén

dio a entender que cada uno puede y debe decidir por

sí mismo lo que está bien y lo que está mal, sin tener

en cuenta a Dios (Gén. 3:1-5). Está claro qué

resultados ha tenido esa forma de pensar. El mundo

está lleno de personas que manifiestan un espíritu de

independencia. Y eso fomenta el orgullo, el egoísmo y

la competitividad. Todos los que se dejan contagiar

por esta actitud le están dando la razón a Satanás,

quien afirma que lo más inteligente es que cada uno

busque sus propios intereses sin preocuparse por los

demás. Esa forma de actuar es egoísta y provoca

enfrentamientos. La Biblia nos recuerda que el

hombre que se enoja fácilmente hace que surjan

peleas y comete muchos pecados (Prov. 29:22).

(Génesis 3:1-5) Ahora bien, la serpiente resultó ser la más cautelosa de todas las bestias salvajes del campo que Jehová Dios había hecho. De modo que empezó a decir a la mujer: “¿Es realmente el caso que Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?”.

2 Ante esto, la mujer dijo a la serpiente: “Del

fruto de los árboles del jardín podemos comer. 3 Pero en

cuanto a [comer] del fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios ha dicho: „No deben comer de él, no, no deben tocarlo para que no mueran‟”.

4 Ante esto, la

serpiente dijo a la mujer: “Positivamente no morirán. 5 Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de

él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”.

(Proverbios 29:22) El hombre dado a la cólera suscita contiendas, y cualquiera dispuesto a la furia tiene muchas transgresiones.

5. ¿Qué consejos dio Jesús para resolver los

desacuerdos?

5 En cambio, Jesús enseñó a sus discípulos a buscar la

paz aunque eso pareciera ir en contra de sus propios

intereses. En el Sermón del Monte les dio muy buenos

consejos para resolver desacuerdos y evitar

conflictos. Por ejemplo, los instó a que fueran

apacibles, buscaran la paz, se libraran de

sentimientos que pueden llevar a la ira, resolvieran

rápidamente las diferencias y amaran a sus enemigos

(Mat. 5:5, 9, 22, 25, 44).

(Mateo 5:5) ”Felices son los de genio apacible, puesto que ellos heredarán la tierra.

(Mateo 5:9) ”Felices son los pacíficos, puesto que a ellos se les llamará „hijos de Dios‟.

(Mateo 5:22) Sin embargo, yo les digo que todo el que continúe airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia; pero quienquiera que se dirija a su hermano con una palabra execrable de desdén será responsable al Tribunal Supremo; mientras que quienquiera que diga: „¡Despreciable necio!‟, estará expuesto al Gehena de fuego.

(Mateo 5:25) ”Ocúpate en arreglar prestamente los asuntos con el que se queja contra ti en juicio, mientras estás con él en camino hacia allá, no sea que el querellante te entregue al juez, y el juez al servidor del tribunal, y seas echado en prisión.

(Mateo 5:44) Sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen;

6, 7. a) ¿Por qué es importante resolver las

diferencias personales lo antes posible? b) ¿Qué

preguntas conviene que nos hagamos todos los

siervos de Jehová?

6 Si no buscamos la paz con los demás, nuestros

esfuerzos por servir a Dios —lo que incluye orar, ir a

las reuniones y predicar— no tendrán ningún valor

(Mar. 11:25). No podemos ser amigos de Jehová si no

estamos dispuestos a perdonar a los demás (lea

Lucas 11:4 y Efesios 4:32).

(Marcos 11:25) Y cuando estén de pie orando, perdonen lo que tengan contra alguno; para que su Padre que está en los cielos también les perdone sus ofensas”.

(Lucas 11:4) Y perdónanos nuestros pecados, porque nosotros mismos también perdonamos a todo el que nos debe; y no nos metas en tentación‟”.

(Efesios 4:32) Más bien háganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y perdónense liberalmente unos a otros, así como Dios también por Cristo liberalmente los perdonó a ustedes.

7 Debemos ser honestos y pensar detenidamente en

si estamos dispuestos a perdonar y a mantener

relaciones pacíficas con los demás. ¿Nos cuesta

perdonar a nuestros hermanos? ¿Disfrutamos de su

compañía aunque nos hayan ofendido? Jehová espera

que sus siervos sepan perdonar. Si nuestra conciencia

nos dice que tenemos que mejorar en este asunto,

pidámosle ayuda a Jehová, nuestro Padre celestial. Él

escuchará y contestará nuestras humildes oraciones

(1 Juan 5:14, 15).

(1 Juan 5:14, 15) Y esta es la confianza que tenemos

para con él, que, no importa qué sea lo que pidamos

conforme a su voluntad, él nos oye. 15

Además, si

sabemos que nos oye respecto a cualquier cosa que

estemos pidiendo, sabemos que hemos de tener las

cosas pedidas porque se las hemos pedido a él.

¿PODEMOS PASAR POR ALTO LA OFENSA?

8, 9. ¿Qué tenemos que hacer si alguien nos

ofende?

8 Como los humanos somos imperfectos, tarde o

temprano alguien dirá o hará algo que nos ofenda; es

inevitable (Ecl. 7:20; Mat. 18:7). ¿Cómo

reaccionaremos? Pensemos en lo que ocurrió en una

reunión social en la que había varios Testigos. Una

hermana saludó a dos hermanos, pero su forma de

hacerlo molestó a uno de ellos. Cuando los dos

hermanos se quedaron solos, el ofendido se puso a

criticar a la hermana por lo que había dicho.

Entonces, el otro le recordó que ella había servido

fielmente a Jehová en circunstancias difíciles durante

cuarenta años y le dijo que no creía que quisiera herir

sus sentimientos. El hermano ofendido lo pensó un

momento y dijo: “Tienes razón”. Así que decidió

olvidar el asunto.

(Eclesiastés 7:20) Pues no hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque.

(Mateo 18:7) ”¡Ay del mundo, debido a los tropiezos! Pues, forzosamente tienen que venir los tropiezos, pero ¡ay del hombre por medio de quien viene el tropiezo!

9 ¿Qué lección aprendemos? Que podemos controlar

cómo reaccionamos cuando alguien hace algo que

podría ofendernos. El amor nos permite pasar por

alto las pequeñas faltas (lea Proverbios 10:12 y 1

Pedro 4:8). Jehová piensa que es “hermosura de

[nuestra] parte” pasar por alto una ofensa (Prov.

19:11; Ecl. 7:9). Por eso, lo primero que tenemos que

hacer cuando sentimos que alguien nos trata con falta

de respeto o no es amable con nosotros es

preguntarnos: “¿Puedo pasar por alto ese asunto? ¿De

verdad tengo que darle importancia?”.

(Proverbios 10:12) El odio es lo que suscita contiendas, pero el amor cubre hasta todas las transgresiones.

(1 Pedro 4:8) Ante todo, tengan amor intenso unos para con otros, porque el amor cubre una multitud de pecados.

(Proverbios 19:11) La perspicacia del hombre ciertamente retarda su cólera, y es hermosura de su parte pasar por alto la transgresión.

(Eclesiastés 7:9) No te des prisa en tu espíritu a sentirte ofendido, porque el ofenderse es lo que descansa en el seno de los estúpidos.

10. a) ¿Cómo se sintió una hermana cuando la

estaban criticando? b) ¿Qué consejo de la Biblia la

ayudó a conservar la paz interior?

10 Cuando alguien nos critica, puede ser difícil no dar

importancia a sus palabras. Pensemos en una

precursora a la que llamaremos Lucy. Algunos

hicieron comentarios negativos sobre su predicación

y sobre cómo usaba el tiempo. Lucy se sintió herida,

así que pidió consejo a hermanos maduros. Ella dice:

“Sus palabras basadas en la Biblia me ayudaron a ver

las opiniones de los demás desde una perspectiva

correcta y a concentrarme en lo más importante: lo

que piensa Jehová”. A Lucy la animó leer Mateo 6:1-4

(léalo). Estos versículos le recordaron que su objetivo

debía ser agradar a Jehová. “Aunque otros hagan

comentarios negativos sobre mi predicación —

explica—, soy feliz, porque sé que hago todo lo

posible por ganarme la aprobación de Jehová”.

Entender esto ayudó a Lucy a no hacer caso a esos

comentarios.

SI NO PODEMOS PASAR POR ALTO LA OFENSA

11, 12. a) ¿Qué debemos hacer si creemos que un

hermano tiene algo contra nosotros? b) ¿Qué

aprendemos de la manera en que Abrahán

resolvió un conflicto? (Vea el dibujo del

principio).

11 La Biblia dice que “todos tropezamos muchas

veces” (Sant. 3:2). Imagine que se entera de que un

hermano se molestó por algo que usted dijo o hizo.

¿Qué debería hacer? Jesús dijo: “Si estás llevando tu

dádiva al altar y allí te acuerdas de que tu hermano

tiene algo contra ti, deja tu dádiva allí enfrente del

altar, y vete; primero haz las paces con tu hermano, y

luego, cuando hayas vuelto, ofrece tu dádiva” (Mat.

5:23, 24). Siga el consejo de Jesús y hable con el

hermano. Pero no olvide cuál es su objetivo. No se

trata de echarle parte de la culpa a él, sino de que

usted admita la suya y hagan las paces. Lo más

importante es estar en paz con los hermanos.

(Santiago 3:2) Porque todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto, capaz de refrenar también [su] cuerpo entero.

(Mateo 5:23, 24) ”Por eso, si estás llevando tu dádiva al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,

24 deja tu dádiva allí enfrente del altar, y vete;

primero haz las paces con tu hermano, y luego, cuando hayas vuelto, ofrece tu dádiva.

12 El relato de la Biblia que mencionamos antes

sobre Abrahán y su sobrino Lot explica cómo

resolvieron pacíficamente un conflicto que podría

haberlos dividido. Los dos tenían rebaños, y sus

pastores se pelearon, según parece, por las tierras de

pasto. Para mantener la paz, Abrahán le dijo a Lot que

fuera el primero en escoger dónde vivir con su

familia (Gén. 13:1, 2, 5-9). ¡Qué buen ejemplo!

Abrahán buscó la paz, no sus propios intereses. ¿Salió

perdiendo por ser tan generoso? No, para nada. Justo

después de este incidente, Jehová le prometió que

recibiría muchas bendiciones (Gén. 13:14-17). Dios

nunca permitirá que sus siervos sufran pérdidas

permanentes por poner en práctica los consejos de la

Biblia y resolver sus diferencias con amor.[1]

Nota: [1] (párrafo 12): Hubo otros siervos de Dios

que resolvieron sus diferencias de manera pacífica:

Jacob, con Esaú (Gén. 27:41-45; 33:1-11); José, con

sus hermanos (Gén. 45:1-15), y Gedeón, con los

efraimitas (Juec. 8:1-3). Y puede que recuerde otros

ejemplos que están en la Biblia.

(Génesis 13:1, 2) Después de eso Abrán subió de Egipto —él y su esposa y todo cuanto tenía, y Lot con él— al Négueb.

2 Y Abrán tenía gran cantidad de

manadas y plata y oro.

(Génesis 13:5-9) Ahora bien, Lot, que iba junto con Abrán, también era dueño de ovejas y ganado vacuno y tiendas.

6 Así que la tierra no permitía que moraran

todos juntos, porque se habían hecho muchos sus bienes y ellos no podían morar todos juntos.

7 Y se

suscitó una riña entre los manaderos del ganado de Abrán y los manaderos del ganado de Lot; y en aquel tiempo el cananeo y el perizita moraban en el país.

8 Por

eso dijo Abrán a Lot: “Por favor, que no continúe riña alguna entre yo y tú y entre mis manaderos y tus manaderos, porque somos hermanos.

9 ¿No está a tu

disposición todo el país? Por favor, sepárate de mí. Si tú vas a la izquierda, entonces yo ciertamente iré a la derecha; pero si tú vas a la derecha, entonces yo ciertamente iré a la izquierda”.

(Génesis 13:14-17) Y Jehová dijo a Abrán después que Lot se hubo separado de él: “Alza los ojos, por favor, y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte y hacia el sur y hacia el este y hacia el oeste,

15 porque toda la

tierra que estás mirando, a ti y a tu descendencia la voy a dar hasta tiempo indefinido.

16 Y ciertamente

constituiré a tu descendencia como las partículas de polvo de la tierra, de modo que, si un hombre pudiera contar las partículas de polvo de la tierra, entonces podría ser contada tu descendencia.

17 Levántate, ve de

un sitio a otro en la tierra por su largo y por su ancho, porque a ti te la voy a dar”.

13. a) ¿Cómo reaccionó un superintendente

cuando un hermano le habló de forma cortante?

b) ¿Qué podemos aprender de este ejemplo?

13 Veamos un ejemplo actual. Un hermano fue

nombrado superintendente de un departamento de

una asamblea. Un día llamó a otro hermano para

preguntarle si podía contar con él, pero este le

respondió de forma muy cortante y le colgó el

teléfono. Por lo visto, había tenido problemas con el

superintendente anterior y se sentía herido. El nuevo

superintendente no se lo tomó a mal, aunque

tampoco pudo pasarlo por alto. Una hora más tarde,

lo llamó otra vez para decirle que, como todavía no se

conocían, sería bueno que se vieran para resolver

juntos lo que le preocupaba. A la semana siguiente, se

reunieron en un Salón del Reino. Hicieron una

oración y hablaron durante una hora. El hermano le

contó al superintendente los problemas que había

tenido. Este lo escuchó, se puso en su lugar y repasó

con él algunas ideas de la Biblia. Al final, se

arreglaron las cosas, y el hermano sirvió como

voluntario en la asamblea. Hoy agradece que el

superintendente fuera paciente con él y lo tratara con

amabilidad.

¿HAY QUE INVOLUCRAR A LOS ANCIANOS?

14, 15. a) ¿Cuándo deberíamos seguir el consejo

de Mateo 18:15-17? b) ¿Qué tres pasos mencionó

Jesús? c) ¿Cuál debe ser nuestro objetivo al dar

estos pasos?

14 En la mayoría de los casos, podemos y debemos

resolver nuestras diferencias en privado y sin

involucrar a nadie más. Sin embargo, Jesús dijo que a

veces puede que sea necesario que la congregación

intervenga (lea Mateo 18:15-17). ¿Qué ocurría si el

ofensor se negaba a hacer lo que dijo Jesús: escuchar

a su hermano, a los testigos y a la congregación?

Entonces se le debía tratar “como hombre de las

naciones y como recaudador de impuestos”. Hoy

diríamos que tal persona debería ser expulsada. El

hecho de que pudiera tomarse esta medida tan seria

indica que el “pecado” en cuestión no podía ser un

simple desacuerdo. Jesús hablaba de una ofensa que

tenía que cumplir dos condiciones: 1) podía

resolverse entre los implicados, pero 2) era

suficientemente grave como para que el ofensor fuera

expulsado si el asunto no se resolvía. Estos pecados

pudieran ser acciones que implicaran algún tipo de

fraude, o calumnias que dañaran la reputación de

otra persona. Los tres pasos que Jesús mencionó solo

deben darse cuando se cumplen estas condiciones.

Estas ofensas no incluyen pecados como el adulterio,

la homosexualidad, la apostasía, la idolatría y otros

que siempre exigen la intervención de los ancianos de

la congregación.

(Mateo 18:15-17) ”Además, si tu hermano comete un

pecado, ve y pon al descubierto su falta entre tú y él a

solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano. 16

Pero

si no escucha, toma contigo a uno o dos más, para que

por boca de dos o tres testigos se establezca todo

asunto. 17

Si no les escucha a ellos, habla a la

congregación. Si no escucha ni siquiera a la

congregación, sea para ti exactamente como hombre de

las naciones y como recaudador de impuestos.

15 El objetivo del consejo de Jesús es enseñarnos a

ayudar al hermano con amor (Mat. 18:12-14). En

primer lugar, debemos intentar resolver el problema

sin involucrar a nadie más. Para ello, puede que

tengamos que hablar con el ofensor más de una vez.

Si no conseguimos arreglar el asunto, entonces

tenemos que hablar con la persona en presencia de

quienes hayan sido testigos de la ofensa o de otros

que puedan ayudar a determinar si realmente se ha

cometido un pecado. Si con su ayuda resolvemos el

conflicto, habremos “ganado” al hermano. Solo

debemos acudir a los ancianos cuando se han hecho

varios intentos de ayudar al ofensor y todos han

fracasado.

(Mateo 18:12-14) ”¿Qué les parece? Si cierto hombre

llega a tener cien ovejas y una de ellas se descarría,

¿no dejará las noventa y nueve sobre las montañas y

emprenderá una búsqueda por la que anda

descarriada? 13

Y si sucede que la halla, de seguro les

digo, se regocija más por ella que por las noventa y

nueve que no se han descarriado. 14

Así mismo, no es

cosa deseable a mi Padre que está en el cielo el que

uno de estos pequeños perezca.

16. ¿Por qué dar los pasos que explicó Jesús es

eficaz y amoroso?

16 Muy pocas veces nos vemos obligados a dar todos

los pasos descritos en Mateo 18:15-17. Esto es un

alivio, pues significa que las diferencias normalmente

se resuelven antes de que la situación sea tan grave

que haga falta expulsar a quien no se arrepiente. A

menudo el ofensor se da cuenta de su error y

rectifica. Entonces, la persona ofendida tal vez vea

que ya no hay razón para insistir en que se ha

cometido una falta y decida perdonarlo. En cualquier

caso, lo que dijo Jesús indica que no debemos

apresurarnos a involucrar a la congregación cuando

surge alguna diferencia. Los ancianos solo pueden

intervenir si se han dado los primeros dos pasos y la

acusación se basa en pruebas sólidas.

(Mateo 18:15-17) ”Además, si tu hermano comete un

pecado, ve y pon al descubierto su falta entre tú y él a

solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano. 16

Pero

si no escucha, toma contigo a uno o dos más, para que

por boca de dos o tres testigos se establezca todo

asunto. 17

Si no les escucha a ellos, habla a la

congregación. Si no escucha ni siquiera a la

congregación, sea para ti exactamente como hombre de

las naciones y como recaudador de impuestos.

17. ¿Qué bendiciones tendremos si buscamos la

paz entre nosotros?

17 Mientras dure este sistema de cosas, seremos

imperfectos y seguiremos ofendiendo a otros. El

discípulo Santiago dijo: “Si alguno no tropieza en

palabra, este es varón perfecto, capaz de refrenar

también su cuerpo entero” (Sant. 3:2). Para resolver

las diferencias, debemos esforzarnos por buscar la

paz y seguir tras ella (Sal. 34:14). Si fomentamos la

paz entre los hermanos, nos llevaremos bien con ellos

y contribuiremos a la unidad de la congregación (Sal.

133:1-3). Y lo que es más importante: tendremos una

buena relación con Jehová, “el Dios que da paz” (Rom.

15:33). Todos podemos disfrutar de estas

bendiciones si resolvemos los desacuerdos con amor.

(Santiago 3:2) Porque todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto, capaz de refrenar también [su] cuerpo entero.

(Salmo 34:14) Apártate de lo que es malo, y haz lo que es bueno; procura hallar la paz, y sigue tras ella.

(Salmo 133:1-3) ¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!

2 Es como el

buen aceite sobre la cabeza, que viene bajando sobre la barba —la barba de Aarón—, que viene bajando hasta el cuello de sus prendas de vestir.

3 Es como el rocío de

Hermón que viene descendiendo sobre las montañas de Sión. Porque allí ordenó Jehová [que estuviera] la bendición, [aun] vida hasta tiempo indefinido.

(Romanos 15:33) Que el Dios que da paz esté con todos ustedes. Amén.

Canción 38

Echa tu carga sobre Jehová

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(Salmo 55)

1. A mi ruego presta oído,

no te escondas, oh Jehová;

date prisa en responderme,

líbrame de la ansiedad.

(ESTRIBILLO)

Echa sobre Dios tu carga,

firme él te mantendrá;

no permitirá que caigas,

siempre te sustentará.

2. Si pudiera cual paloma

alto el vuelo remontar,

volaría yo muy lejos

de quien busca hacerme mal.

(ESTRIBILLO)

Echa sobre Dios tu carga,

firme él te mantendrá;

no permitirá que caigas,

siempre te sustentará.

3. Hacia ti mis ojos vuelvo

en la angustia y el dolor,

porque al justo que te invoca

lo socorres con amor.

(ESTRIBILLO)

Echa sobre Dios tu carga,

firme él te mantendrá;

no permitirá que caigas,

siempre te sustentará.

(Véanse también Sal. 22:5; 31:1-24.) volver

Canción 56

Oye mi oración

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(Salmo 54)

1. Oye mi voz, te ruego, Jehová;

tuyo es mi ser, soy tu propiedad.

Eres mi Dios, mi Rey salvador.

(ESTRIBILLO)

Llegue a tu trono mi oración.

2. Gracias te doy por un día más,

por tu bondad y guía al andar.

Para aguantar, te pido valor.

(ESTRIBILLO)

Llegue a tu trono mi oración.

3. Con rectitud deseo vivir,

tu ley está muy dentro de mí.

Dame, Señor, por siempre tu amor.

(ESTRIBILLO)

Llegue a tu trono mi oración.

(Véanse también Éxo. 22:27; Sal. 106:4; Sant. 5:11.)

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Canción 121

Animémonos unos a otros

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(Hebreos 10:24, 25)

1. Al animarnos mutuamente

a ser leales a Jehová,

se fortalecen nuestros lazos

de amor, fraternidad y paz.

Por el cariño que nos une,

cobramos fuerzas y valor.

Remanso donde refugiarnos

es la congregación de Dios.

2. Es la palabra dicha a tiempo

un bálsamo consolador

que amigos fieles y queridos

le aplican a tu corazón.

¡Qué bueno trabajar unidos

con quienes aman a Jehová!

Comparte sus pesadas cargas,

confórtalos con tu amistad.

3. Las pruebas claro lo demuestran:

se acerca el día de Jehová.

Hoy más que nunca es importante

reunirse con asiduidad.

Servir a Dios es nuestro anhelo,

honrarlo por la eternidad.

Por eso, junto a tus hermanos,

mantén la fe y la integridad.

(Véanse también Luc. 22:32; Hech. 14:21, 22; Gál. 6:2;

1 Tes. 5:14.) volver

Canción 39

La paz del pueblo de Dios

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(Juan 14:27)

1. Vamos juntos a alabar

al Dios de la paz;

en la Tierra hará cesar

todo batallar.

Su Hijo, el Príncipe de Paz,

tierno, manso, leal,

borrará la iniquidad,

y armonía habrá.

2. La discordia y el temor

han quedado atrás,

lanzas y espadas son

rejas para arar.

Quienes aman al Señor

saben perdonar,

las cadenas del rencor

no los atan más.

3. Cristo nos dejó su paz

antes de partir,

es un fruto espiritual

que hay que producir.

Entre el pueblo de Jehová

ya florece hoy;

pronto de ella gozará

toda la creación.

(Véanse también Sal. 46:9; Isa. 2:4; Sant. 3:17, 18.)

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Canción 77

Sepamos perdonar

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(Salmo 86:5)

1. Por amor mandó Dios

a su Hijo a morir

para dar fin a la muerte

y a los hombres redimir.

Si a Jehová, arrepentidos,

suplicamos el perdón,

él nos limpia con la sangre

que vertió el Redentor.

2. Dios piedad le muestra

al que sabe perdonar,

al que es tierno y compasivo

y no paga mal por mal.

Aprendamos mansedumbre,

olvidemos el rencor;

las ofensas, aunque muchas,

perdonemos por amor.

3. La misericordia,

¡oh divina cualidad!,

es vital para el que ansía

vida eterna disfrutar.

Nos dará Dios su cariño

y su compasión también

si su ejemplo imitamos

perdonando como él.

(Véanse también Mat. 6:12; Efe. 4:32; Col. 3:13.) volver