Empleo, Productividad e Ingresos Venezuela...

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OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO Empleo, Productividad e Ingresos Venezuela (1990-1996) Vanessa Cartaya y la colaboración de: Luis Marcano Gabriele Merz Claudia González Daniela Pagazani Francis Verde OFICINA DE AREAY EQUIPO TECNICO MULTIDISCIPLINARIO PARA LOS PAISES ANDINOS

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OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

Empleo, Productividad e Ingresos Venezuela (1990-1996)

Vanessa Cartaya

y la colaboración de:

Luis Marcano Gabriele Merz

Claudia González Daniela Pagazani

Francis Verde

OFICINA DE AREAY EQUIPO TECNICO MULTIDISCIPLINARIO

PARA LOS PAISES ANDINOS

Copyright O Organización Internacional del Trabajo 1998

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ISBN 92-2-31 1018-1 ISSN 1020-3974

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PROLOGO

El presente trabajo describe la evolución del empleo, producti- vi'dad e ingresos laborales en Venezuela en 1990-96.

En pavticulal; dichas tendencias son analizadas en el contexto de la segmentación formal-informal del mercado laboral, y de los sec- tores transables y no transables.

El trabajo es de particular importancia por cubrir un período en el que el ajuste del mercado de trabajo generó signijicativos costos sociales, sobre todo por el descenso de los ingresos laborales y el au- mento de la informalidad

Fue elaborado en el Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIES), por un equzpo coordinado por Enessa Cartaya e in- tegradopov Luis Marcano, Gabriele Merz, Claudia González, Daniela Pagazanz y Francis Erde, en el contexto de un proyecto de análzsis comparativo impulsado y supervzsado por el Equipo Técnico Multidisciplinarzo de la OITpara los Países Andinos

Norbevto E. García Director

OJLcina de Area y Equipo Técnico para los Países Andinos

Indice

....... I EL CONTEXTO ECON~MICO Y SOCIAL ..... ..... ..... . . . . . . . . . . . . . 10 Principales Rasgos .... . . . . . . . . . . . . ..... ..... .... . . . . . . . . . . . . . ...... 10

.... La economía: Evolución y políticas . . . . . . . . . . . . ..... . . . . . . . . . . . . 12 Principales Políticas y Medidas Legales e Institucionales .. ...... ...... .............. .... 25 Evolución de la Situación Social ..... . . ............. ..... 29 Las Políticas en el Area Social . . . . . . . . . . ...... ...... ...... . . . . . . . . . . ..... ....... 32

11 LA FUERZA DE TRABAJO . ..... .... . . . . . . . . . . . . . ...... ...... ...... ..... 34 ...... Los determinantes demográficos: la población ..... ..... ...... .... 34

La población en edad de trabajar: composición y tendencias ........ . . . . . . . . . . . . . . ....... .... 36

111 LA GENERACI~N DE EMPLEO .... ...... . . . . . . . . . . ... ............ ....... 46 Fuerza de trabajo. ocupación y desocupación . . . . . . . . ..... ...... ..... ....... ...... 46 Empleo y productividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... 48

... La generación de empleo por categoría ocupacional ...... ..... ...... ...... ....... 50 La calidad del empleo: actividades formales e informales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 La Generación de Empleo por Rama de Actividad Económica ....... ............. ...... ........ 56 La evolución y características de la desocupación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

IV LOS SALARIOS Y LA PRODUCTIVIDAD ................................................................................................ 76 La política salarial .............................................................................................................................. 77 Los salarios y la productividad ......................................................................................................... 77

V MERCADO DE TRABAJO Y POBREZA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92 La composición y evolución de la pobreza ................. ....... ....... ........ ......... 93

....... Los determinantes de la pobreza ....... ................... . . . . . . . . . . . . . . . ........ 93 La evolución de los ingresos ........ ........ ....... ...... ...... .......... ........ 99 ¿Cómo superar la pobreza? . ...... ....... ........ ........ ....... ....... ....... 101

...... VI PRINCIPALES CONCLUSIONES ...... ..... . . . . . ....... .......... 102

. . . . . . BIBLIOGRAFÍA ........ ......... ........ . . . . . . . . . . . . . . ...................... 109

Anexos . . .... . . ...... ..... . . .... . . . 111

Introducción

Este documento contiene un análisis de la evolución del mercado laboral venezolano en el período 1990-1996, con énfasis en los factores vinculados a la demanda. Fue elaborado en el marco de un proyecto promovido por la Oficina de Area y Equipo Técnico Multidisdisciplinario para los Países Andinos, de la Organización Internacional del Trabajo (OAIETM-Lima).

La fuente básica de información es un reprocesamiento de la Encuesta de Hogares por Muestreo produ- cida por la Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI). Fue efectuado con el fin de permitir la construcción de categorías comparables para el conjunto de países andinos y contribuir a un conocimiento más detallado del que es posible a partir de la información publicada sobre la dinámica del mercado laboral por segmentos, categorias ocupacionales y ramas de actividad a más de un dígito.

En el primer capítulo se presenta una descripción de los principales hechos y políticas económicas y sociales que incluyen sobre el desarrollo del mercado laboral En el segundo capítulo, titulado La Fuerza Laboral se resumen las principales características de la población económicamente activa e inactiva y los factores que contribuyeron a su evolución

El tercer capítulo, La Generación de Empleo, contiene un análisis de la evolución de la demanda por trabajo, global, en el sector formal e infbrmal, por categorías ocupacionales al interior de cada sector y por ramas de actividad, que permite identificar de donde provino el dinamismo en esta demanda y cuáles activi- dades contribuyeron a expulsar mano de obra. Finaliza el capítulo con una breve descripción de la evolución de la desocupación.

El capítulo siguiente, titulado Los Salarios y la Productividad explora las relaciones entre ambos des- cribiendo al mismo tiempo las principales tendencias según los ejes de análisis definidos en el capítulo 3

El capítulo Mercado de Trabajo y Pobreza, caracteriza la composición y evolución de la pobreza y explora el peso de los determinantes sociodemográficos y laborales en esta evolución. Seguidamente, se recogen las Principales Conclusiones en relación al comportamiento del mercado de trabajo y sus relaciones con la dinámica económica y social del periodo.

Finalmente, se presenta como anexo una nota metodológica que ayuda al lector a identificar el origen de los datos y la metodología utilizada para organizarla.

Es importante destacar dos características de este período que hacen difícil la identificación de tenden- cias en la evolución del mercado de trabajo:

1 La primera de carácter sustantivo, tiene que ver con la identificación de este lapso como uno de enorme inestabilidad macroeconómica y política. * En los siete años aquí analizados se sucedieron dos drásticos programas de ajuste y estabilización,

se inició el proceso de apertura petrolera al capital privado, y ocurrió una crisis financiera sin precedentes, que requirió auxilios del sector público equivalentes al 13% del PIE3 de 1994.

El producto interno bruto no petrolero experimentó fuertes fluctuaciones y la inflación alcanzó el récord histórico de tres dígitos, al tiempo que la tasa de cambio nominal pasó de Bs 47,20 a Bs 475 por dólar.

* En el campo político, se sucedieron dos presidentes constitucionales, y la destitución del primero de éstos dió origen a un tercer gobierno provisional. Ocurrieron así mismo, por primera vez desde la década de los sesenta, dos intentos fallidos de golpe de Estado.

* En el campo institucional, como consecuencia de cambios legislativos ocur~idos en 1989 - la crea- ción de la figura del Alcalde electo, la elección directa de gobernadores, y la promulgación de la ley de transferencia de competencias a los estados y municipios - se inició un proceso de descentra- lización y transferencia de competencias desde el nivel central a los niveles regionales y locales

que cambió considerablemente el balance de poder y la dinámica de generación de empleo.. Por otra parte, se iniciaron procesos de privatización de empresas públicas con consecuencias en el mercado de trabajo.

En lo que atañe a la regulación del mercado de trabajo, en 1991 se promulgó una nueva ley del trabajo, que contrariamente a la tendencia en otros países latinoamericanos, no introdujo cambios asociados a una mayor flexibilidad en el uso y remuneración de la fuerza de trabajo. Aun cuando durante todo el período se discutió sobre la necesidad de liberalizar algunos de sus aspectos, y especialmente los vinculados al régimen de seguridad social y al método de cálculo de las presta- ciones sociales por antiguedad, estos cambios sólo se iniciaron en 1997

La generación de empleo e ingresos estuvo profundamente afectada por la demora en adoptar los cambios esperados por los agentes económicos en la legislación laboral. Los agentes económicos no estaban dispuestos a ampliar la contratación si la legislación no se reformaba. La «congela- ción» de la situación contribuyó, junto con la inflación y la crisis, a restringir la generación de empleo en el sector formal e indujo considerables retrasos y distorsiones en los salarios.

2 A esta compleja situación se añade el cambio en la metodología de la Encuesta de Hogares por Muestreo, principal fuente de información para este trabajo, a partir de 1994. Este cambio metodológico incluyó: (a) actualización del marco muestra1 con base en el Censo 1990; (b) reducción del tamaño de la muestra a un tercio del anterior; (c) definición de nuevos dominios de estudio en las áreas urbanas; (d) introduc- ción de nuevas preguntas para la medición de los ingresos no laborales

Entre los desarrollos más importantes observados en el mercado de trabajo, a partir de las cifras anali- zadas, destacan los siguientes:

Una drástica aceleración en la incorporación de fuerza de trabajo, especialmente femenina; la tasa de participación de este grupo pasa de 37,7% a 43,3% en estos años y el 46% del incremento neto corresponde a este estrato poblacional

o Al mismo tiempo ocurre un cambio en la composición de la desocupación, que pasa a ser más elevada en las mujeres que en los hombres a partir de 1993, diferencial que se amplía al final del período.. En 1996 la tasa de desempleo femenino alcanzó a 16%, frente a 10,4% de la masculina.

* Las tasas de desocupación superan el 10% en los años inicial y final de este lapso. Luego de disminuir sensiblemente hasta 1993, se inicia su ascenso nuevamente para situarse en 12,4% en 1996.

En este periodo se generaron alrededor de un millón y medio de puestos de trabajo, con un creci- miento promedio de la ocupación de 3,56%. Pero, este crecimiento estuvo acompañado de una fuerte informalización, de manera que el 71 % de la adición neta de puestos de trabajo correspondió a este tipo de actividades y al final del período los trabajadores informales constituyen el 453% del empleo, luego de haber crecido en promedio al 6,02 % interanual.

Como consecuencia, la productividad promedio desciende en estos años en 1,1%. Este promedio está compuesto por dos tendencias contrarias: la productividad de las actividades transables se incrementó en 1,53%, y la de las actividades no transables descendió 6,22%.

Pero el hecho más destacado es una caída muy pronunciada del ingreso real, que alcanza para el total del período a .50% con un ritmo promedio de deterioro de 11% interanual Esta caída es bastante generalizada, aunque corrresponde a los trabajadores informales la mayor carga: sus in- gresos pierden en el período un 55,4% de su poder de compra frente a una pérdida acumulada de 46,4% por parte de los trabajadores formales.

A la luz de esta descripción no es de extrañar que la pobreza se haya incrementado fuertemente. Los cálculos aportados en este trabajo permiten concluir que la proporción de hogares con un ingreso laboral familiar inferior a la línea de pobreza, pasó de 41,5% en 1990 a 65,5% en 1996. También se alteró su composición interna acelerándose considerablemente el componente de po- breza extrema, que pasó de 18,6% del total de hogares a 35,8%

La categorización de los trabajadores ocupados en el sector formal e informal adoptada para este traba- jo, difiere de la comúnmente utilizada. Reconociendo que cada vez es más problemática la equivalencia entre el tamaño del establecimiento y su grado de «formalidad», si se entiende por ésta el grado de estructuración del establecimiento, en esta oportunidad las microempresas cuyos trabajadores declaran cobrar prestaciones sociales y vacaciones han sido clasificadas como «rnicroempresas formales». Cabe, por consiguiente, un comentario acerca de qué aporta esta clasificación:

De acuerdo a la información procesada para este estudio, en 1996 en total 1.35.5.578 trabajadores obtie- nen sus ingresos a partir de su inserción en establecimientos con menos de cinco ocupados, lo que representa el 17,3% de los puestos de trabajo.

* De éstos, 227,250, es decir aproximadamente el 16,8% de los ocupados en microempresas pasan a ser clasificados como trabajadores de «microempresas formales» en virtud de recibir los beneficios socia- les señalados, una proporción relativamente baja.

* Esta reclasificación implica un descenso en la proporción total de infbrmales en el mercado laboral de aproximadamente 3% a lo largo del período. Por ejemplo, en 1996 el coeficiente de infbrrnalidad pasa de 48,22% según la clasificación usual a 45,35%

Pero su mayor utilidad reside en contribuir a mostrar tendencias más nítidas en los aspectos relativos a la remuneración de la fuerza de trabajo. Comparando los ingresos de ambas categorías de asalariados se observa una diferencia notoria, resultando los empleados y obreros en microempresas informales los peor remunerados de todos los ocupados con excepción del servicio doméstico. No obstante, ambos segmentos sufren un deterioro de sus salarios mayor que el de los asalariados en las empresas privadas más grandes. Se agradece la valiosa colaboración prestada para su desarrollo por la Oficina Central de Estadística e

Informática y en especial el Director de la División de Encuesta de Hogares, Lic Felix Seijas, hijo. Asimis- mo, agradecemos el apoyo recibido del Dr. Natan Lederman del Proyecto OIT con sede en CORDIPLAN.. La contraparte de este proyecto en la OIT-Lima, el Dr. Norberto E.. Garda, prestó oportuna y continua asistencia técnica y metodológica para la resolución de los problemas encontrados durante el proyecto.

Se han incorporado, así mismo, los valiosos comentario realizados a la primera versión por los partici- pantes en un Taller de Discusión realizado en la sede de OIT en Lima los días 30 de septiembre y lo de octubre de 1997, en el cual participaron los autores de los estudios para los países andinos asl como el Equipo de la OIT-Lima dirigido por Norberto E García.

Vanessa Cartaya

y la colaboración de: Luis Marcano Gabriele Merz

Claudia González Daniela Pagazani

Francis Verde

1. EL CONTEXTO ECONOMICO Y SOCIAL

No es posible entender el significativo dete- rioro de la situación laboral en este período sin re- ferencia a un conjunto de procesos económicos, sociales y políticos que se iniciaron en Venezuela en la década de los ochenta y cuyos rasgos se agudizan en la presente década, marcada por la ines- tabilidad y por transformaciones más profundas en el aparato productivo que reflejan las manifestacio- nes locales de tendencias en el desarrollo mundial.

Principales Rasgos

Entre 1990 y 1996, la economía venezolana estuvo signada por dos ajustes económicos, como respuesta a los graves desequilibrios macro- económicos, un déficit fiscal insostenible, una cuen- ta externa altamente deficitaria y un elevado peso de la deuda externa sobre las reservas internaciona- les del país.

El primer ajuste, que se aplicó en 1989 luego de tomar posesión el gobierno de Carlos Andrés Pérez en febrero de este año, se dio sobre la base de acuerdos establecidos con el Fondo Monetario In- ternacional y el Banco Mundial en el curso de las negociaciones de la deuda externa. La estrategia adoptada fue la apertura de la economía venezola- na al mercado externo, el papel creciente y decisivo de las fuerzas del mercado y la reducción de las fun- ciones del Estado, sobre todo en el terreno econó- mico. Las medidas de política económica más im- portantes fueron la adopción de un cambio único, libre y flotante, la liberación general de precios y tasas de interés y la reducción drástica de subsidios a los bienes y servicios producidos por el Estado.

El segundo ajuste se presentó en el tercer año de gobierno de Rafael Caldera, a mediados de abril de 1996, conocido bajo el nombre de Agenda Vene- zuela y con el aval del Fondo Monetario Interna- cional, luego de haber transcurrido dos años, 1994 y 1995, con restricciones en el mercado cambiario y de precios. Las herramientas centrales del ajuste son la política fiscal, a través de un conjunto de medidas consistentes en el aumento de la recauda- ción tributaria para reducir el déficit fiscal y la

devaluación cambiaria, así como la reinserción de la economía venezolana en el mercado internacio- nal, por medio del desmontaje de los controles de divisas, tasas de interés y precios de bienes y servi- cios

Los dos programas de ajuste económico, aún cuando tuvieron énfasis diferentes, determinaron el comportamiento de la economía entre 1990 y 1996 Mas se presentaron otro conjunto de acontecimien- tos que influyeron el desempeño económico, como la favorable coyuntura petrolera, en 1990 a raíz del conflicto en el Golfo Pérsico y a partir de 1995 cuan- do los precios aumentaron, y la crisis del sector fi- nanciero en el año 1994 que requirió de fuertes auxi- lios por parte del gobierno

Esta situación de inestabilidad en un contex- to de globalización y apertura generó el cierre de muchas empresas, el cambio de mano de varias de las empresas más grandes o la celebración de alian- zas estratégicas con empresas internacionales, así como esfuerzos del sector privado por expor.tar para compensar las fuertes caídas del consumo interno

Luego de un deterioro muy marcado de todos los indicadores económicos y sociales en 1989, el primer año del ajuste, cuando la economía registró una caída del 8,6% y la inflación superó el 80%, en 1990, se inicia la recuperación acompañada de un superávit fiscal y una balanza externa positiva, a pesar de que la inflación se mantuvo alta En los dos años siguientes, 1991 y 1992, la economía si- guió creciendo a una tasa muy alta Pero entra de nuevo en recesión a partir de 1993, con un leve repunte en 1995 producto del incremento de los pre- cios petroleros a nivel mundial y de las cuantiosas inversiones en la industria petrolera

Las cuentas fiscales se deterioraron notable- mente a partir de 1992 y especialmente en 1994, como consecuencia de la crisis del sector financie- ro. A pesar de que la reestructuración del gasto fis- cal fue uno de los objetivos del primer ajuste, y tam- bién lo es en el segundo, las medidas que se toma- ron en este campo, como la privatización de las empresas del Estado y el diseño de más eficientes y nuevos instrumentos tributarios, no se pudo contra- rrestar la estructura rígida de gasto de la adminis- tración pública y la alta dependencia de los ingre- sos petroleros

Las cuentas externas que se habían tornado balance deficitario a partir de 1992, debido al flujo superavitarias en 1990 y 199 1, en el primer año por de mercancías y la salida de capitales. Es sólo en la abundancia de divisas que entraron por concepto 1996 cuando se muestra de nuevo un superávit, prin- de las exportaciones petroleras y la marcada disrni- cipalmente por el incremento vertiginoso de las ex- nución de las importaciones, y en el segundo por el portaciones petroleras. ingreso neto de capitales, mostraron de nuevo un

Venezuela 1990-1996. Principales Indicadores Económicos

Año Variación PIB (%) SuperávitIDéficit Balanza en Cuenta Variación de los Fiscal (% del PIB) Corriente Precios (%)

(millones de US$)

Fuente: Banco Central de Venezuela

Entre los principales problemas económicos se encuentra la persistencia de una altísima infla- ción.. Los ajustes estuvieron acompañados, al ini- cio, de una fuerte devaluación de nuestro signo monetario, que repercutió de inmediato en los pre- cios de los bienes y servicios, aumentando éstos en 81% durante 1989 y 103,2% durante 1996. Las medidas aplicadas para combatir la inflación no han logrado que ésta no supere en los años siguientes al primer ajuste los dos dígitos, y se acelere de nuevo a partir de 1993 .En materia de remuneraciones, és- tas siguieron cayendo en términos reales, debido la alta inflación que ha neutralizado cualquier mejora en los sueldos y salarios nominales Uno de los pro- blemas económicos y sociales más agudos es la pérdida de la capacidad adquisitiva de la población y su empobrecimiento real, afectando tanto a los sectores de bajos recursos como las clases medias asalariadas.. Entre 1990 y 1996, los salarios reales se redujeron en casi 50%.

El desempleo abierto que en los primeros años de esta década disminuyó del 10,4% en 1990 al 6,3% en 1993, volvió a crecer; al punto que en 1996 al- canzó al 12,4% de la fuerza de trabajo. A pesar del crecimiento económico hasta 1992, el sector for. mal de la economía no fue capaz de absorber el au- mento de la oferta laboral, teniendo cada año más significación la fuerza de trabajo que se refugia para su sobrevivencia en el sector informal

No hay que olvidar que estos años de ajustes y desajustes económicos fueron acompañados por una situación política y social de gran inestabilidad y encontraron un gran descontento popular. Expre- sión de esta situación fueron los disturbios masivos de febrero de 1989, los intentos de golpe de Estado en febrero y noviembre de 1992, el enjuiciamiento del Presidente de la República en 1993, quien fue suspendido de su cargo antes de que finalizara su período constitucional, y un sinnúmero de paros y manifestaciones por parte de prácticamente todos los sectores y gremios

En el campo institucional, como consecuen- cia de cambios legislativos ocurridos en 1989 - la creación de la figura del Alcalde electo, la elección directa de gobernadores, y la promulgación de la ley de transferencia de competencias a los estados y municipios - se inició un proceso de descentrali- zación y transferencia de competencias desde el ni- vel central a los niveles regionales y locales que cambió considerablemente el balance de poder y la dinámica de generación de empleo. Por otra parte, se iniciaron procesos de privatización de empresas públicas con consecuencias en el mercado de trabajo

En lo que atañe a la regulación del mercado de trabajo, en 1991 se promulgó una nueva ley del trabajo, que contrariamente a la tendencia en otros países latinoamericanos, no introdujo cambios aso- ciados a una mayor flexibilidad en el uso y remune- ración de la fuerza de trabajo. Aún cuando durante todo el período se discutió sobre la necesidad de li- beralizx algunos de sus aspectos, y especialmente los vinculados al régimen de seguridad social y al método de cálculo de las prestaciones sociales por antigüedad, estos cambios sólo se iniciaron en 1997.

La economía: Evolución y políticas '

Comportamiento del Producto Interno Bruto

El comportamiento de la economía real en lo que va de esta década ha sido determinado por las medidas adoptadas en el marco de los programas de ajuste estructural y estabilización de 1989 y 1996, así como por otro conjunto de acontecimientos en el plano nacional e internacional.

Luego del primer ajuste macroeconómico instrumentado en el año 1989, cuando el producto interno bruto se contrajo en 8,6%, la economía co- menzó a recuperarse en los años siguientes, ubicán- dose la tasa de crecimiento por encima del 6% anual En 1993 se revierte la tendencia de expansión, pre- sentándose años de estancamiento y de recesión. En el período 1990 a 1996, el producto interno bruto registró un crecimiento acumulado de 14,1%. Sin embargo, en términos per cápita, decreció 0,2%

Venezuela 1990-1996. Variaciones Anuales del PIB Real Total y Per Cápita (a precios de 1984) e Indices (Base 100 = 1990)

PIB Total 6,s 9,7 6 1 0,3 -2,8 2,2 -.1,6

PIB Per Cápita 3,9 7 2 3,6 -2,O -4,9 0,O -3,7

Indice Base 100 = 1990

PIB Total 100,O 1 09,7 1 16,4 1 16,7 113,5 116,O 114,l

PIB Per Cápita 100,O 1 07,2 111,O 1 08,9 103,s 103,5 99,8

- --

Fuente: Banco Central de Venezuela Cáiculos propios

Variaciones Anuales del PIB Real Total y Per Cápita (a precios de 1984)

Fuente: Banco Central de Venezuela Cálculos propios

Al desagregar el comportamiento de la eco- del petróleo a nivel mundial cayeron a un monto nomla se observa que el sector petrolero (refinación histórico sin precendentes. Este sector contribuyó a y explotación de petróleo y gas) tuvo una alta inci- que la economía en su conjunto haya crecido a ni- dencia en el desempeño del producto real en estos veles tan altos entre 1990 y 1991 y no se contrajera años, con excepción de 1992, cuando los precios más en los años siguientes..

Venezuela 1990-1996. Variación Anual del Producto Petrolero y No Petrolero (a precios de 1984)

90 9 1 92 93 94 95 96 90-96

PIB Total 6 3 9,7 6 1 0,3 -2,8 2,2 -1,6 14,l

Actividad Petrolera 13,9 10,3 -1,2 7,1 4,6 6 0 4,9 35,7

Actividad No Petrolera 4,5 9,6 8 2 -1,5 -4,9 1 ,O -3,6 8,1

Fuente: Banco Central de Venezuela Cáiculos propios

En el curso de estos años el sector petrolero los bienes transables no petroleros disminuyeron su asume en la economía cada vez más importancia, al participación de 23,1% a 22,2%, y los bienes y aumentar su peso en el producto interno bruto de servicios no transables lo hicieron de 54,4% a 22,5% en 1990 a 26,9% en 1996. Por su parte, 50,9%.

Venezuela 1990-1996. Composición del PIB por Actividades Transables y No Transables

Actividad Petrolera 22,5 22,8 21,3 22,7 24,4 25,3 26,9

Actividad No Petrolera 23,l 22,6 22,6 22,4 22,4 22,9 22,2

(transables)

Bienes y Servicios 54,4 54,6 56,l 54,8 53,3 5 1,8 50,9

No Transables

Fuente: Banco Central de Venezuela Cálculos propios

Con respecto al comportamiento de los bie- Por su parte, las actividades de bienes y ser- nes transables no petroleros destaca su recuperación vicios no transables muestran un crecimiento acu- entre 1990 y 1992 y en 1995, así como su estanca- mulado de 7,7% en el período 1990-96, con impor- miento en 1993 y caída en 1994 y 1996, resultando tantes tasas de crecimiento entre 1990 y 1992 y cai- un crecimiento acumulado significativamente infe- das anuales en los años posteriores rior al total de la economía

Venezuela 1990-1996. Variación Anual del PIB por Actividades Transables y No Transables (a precios de 1984)

PIE? Total 6 5 9,7 6 1 0,3 -2,8 2.2 -1,6 14,l

Bienes Transables 9 2 8,3 22 3,5 0,9 52 0 s 22,2

- Actividad Petrolera 13,9 10,3 -1,2 7,1 4,6 6,o 4,9 35,7

- Actividad No Petrolera 5,O 65 5,6 0,o -2,8 4,4 -4,4 9,1

Bienes y Servicios 4,4 9,5 8,5 -1,7 -5,2 -0,8 -3,2 7,7

No Transables

Fuente: Banco Central de Venezuela Cálculos propios

En la evolución de las diferentes ramas eco- plicador sobre el resto de la economía, sino permi- nómicas, las fuentes en la materia coinciden en que tieron que los ingresos fiscales crecieran más allá el dinamismo de la industria petrolera y la política de lo esperado, induciendo una expansión del gasto de inversiones y de apertura de este sector a partir público real, especialmente durante los años 1990 de 1991 produjeron no solamente un efecto multi- a 1993.

En 1990, luego de que la economía se contra- jera en un 8,696, el PIB experimentó un crecimien-, to de 63% como efecto del repunte petrolero sobre la economí'a, pero también por el crecimiento de las actividades productivas transables. Debido a la aper- tura de la economía al mercado externo y la pérdida de dinamismo del mercado interno, se destacó el buen desempeño de la industria manufacturera, so- bre todo impulsado por el boom de las exportacio- nes en los primeros meses del año Así mismo, se experimentó un auge en la construcción, por el efec- to de las obras civiles relacionadas con las inver- siones petroleras y petroquímicas Por otra parte, el crecimiento del sector financiero se asocia a la des- viación especulativa-financiera de la actividad eco- nómica. El único sector al cual no se extendió la reactivación fue la agricultura, que decreció en 1 ,S%.

Señalan las fuentes que el impulso del creci- miento provino de la fuerte expansión real del gas- to público consolidado. A pesar de esta explosión del gasto, no hubo déficit fiscal en 1990, ya que los ingresos corrientes aumentaron en términos reales, producto de un impresionante incremento de los ingresos de PDVSA (Petróleos de Venezuela, S.A .) .

En 199 1 siguió el vigoroso crecimiento de la economía con un patrón de crecimiento similar al de 1990, con el gasto público, en particular el pe- trolero, hngiendo como principal motor de creci- miento. La diferencia radicó en que las exportacio- nes no petroleras perdieron su dinamismo y se evi- denció un comportamiento positivo de la inversión privada asociada a la construcción. Al igual que en 1990, el crecimiento del sector petrolero tuvo alta incidencia en el desempeño del producto total, efecto indirecto del aumento de la actividad petrolera, en especial las inversiones de PDVSA (superiores a los 200.000 millones de bolívares2) Estas inver- siones tuvieron un alto componente nacional, con lo cual ejercieron un fuerte impacto multiplicador sobre el resto de las ramas económicas. Una buena parte de la expansión de la industria de la construc- ción estuvo asociada a la inversión de PDVSA, al igual que lo fue la industria mecánica y metal- mecánica.

En 1992, la recuperación del nivel de activi- dad continuó. En este año, el crecimiento se generó

principalmente en las actividades no petroleras de- sarrolladas por el sector privado, en particular por los sectores productores de bienes y servicios no transables, ya que el sector petrolero declinó y el sector público tuvo un crecimiento modesto. Des- tacó el auge experimentado por el sector comercio, estimulado por la expansión de la demanda interna y por las importaciones. La construcción se expan- dió por segundo año consecutivo, pero en este año estuvo vinculada principalmente al desarrollo de proyectos privados. También experimentaron cre- cimientos la manufactura y el sector agropecuario.. El sector petrolero declinó en 1,2%, como conse- cuencia de la normalización del mercado interna- cional de hidrocarburos después del fin del conflic- to del Golfo Pérsico

En 1993, la economía perdió el dinamismo que venía mostrando desde 1990 La caída se pro- dujo fundamentalmente por efecto de la debilidad de la demanda interna, ya que las exportaciones no petroleras aumentaron en 2296, y el alto costo del dinero (la tasa de interés activa fue en promedio 613%) que frenó la inversión en el área productiva y obligó a las empresas reducir los niveles de ope- raciones. Entre las actividades transables, el sector petrolero se recuperó significativamente con respec- to a 1992, la agricultura creció por tercer año con- secutivo, mientras que la manufactura cayó en 1,496 Los sectores no transables decrecieron, debido a la contracción en las ramas de la construcción por el descenso de la contratación de obras por parte del sector público, del comercio y los servicios del go- bierno central..

El año 1994 fue traumático para la economía venezolana. Se presentó una franca contracción del producto, un incremento de la inflación, la inesta- bilidad del sistema financiero, un déficit fiscal y la devaluación del tipo de cambio. La crisis financie- ra agudizó la caída en la demanda de dinero, se pos- tergaron las decisiones de inversión y se anticipa- ron las de consumo, y se produjeron cuantiosas sa- lidas de capital. A finales del mes de junio el go- bierno nacional tomó un conjunto de medidas eco- nómicas de emergencia, entre ellas los controles sobre las divisas y los precios, y suspendió varias garantías constitucionales de carácter económico y político.

Venezuela 1990-1996. Variación Anual del PIB por Rama de Actividad Económica (a precios de 1984)

PIB Total 6 5

Agricultura -1,s

Petróleo Crudo y 17,9

Gas Natural

Minería 5,3

Industria 6 1

- Manufactura 7,4

- Refinación 2,o

Electricidad y Agua 5,1

Construcción 7,7

Comercio, Restaurantes 3,8 y Hoteles

Transporte, Almacena- -0,3

miento y Comunicaciones

Servicios del Gobierno 7,5 Central

Otros Servicios 3,8

Fuente: Banco Central de Venezuela Clcu los propios

En este contexto, la actividad privada presen- tó una fuerte caída.. La intensa contracción del sec- tor construcción se explica por la paralización de las inversiones públicas y la interrupción del financiamiento bancario para el sector. También experimentó una merma la manufactura, el comer- cio y la actividad financiera y de seguros. El sector petrolero, por su parte, tuvo un nuevo crecimiento, asociado a la ejecución del plan de inversiones de PDVSA que permitió aprovechar la buena coyun- tura del mercado y aumentar la producción.

En 1995, la economía se recuperó con res- pecto a 1994, especialmente el sector petrolero, ex- plicado por las mejoras en los precios y las favora- bles condiciones en los mercados internacionales. El resto de las actividades mostraron un crecimien- to desbalanceado, relacionado con el incremento de la actividad petrolera y su arrastre sobre el resto de la economía, el aumento de las exportaciones no

tradicionales cuyo dinamismo se atribuyó al apro- vechamiento del diférencial cambiario, la apertura de nuevos mercados y la debilidad de la demanda interna, así como con la expansión en el consumo de bienes durables y semidurables en anticipación de futuros incrementos en los precios.

En 1996, el comportamiento de la economía reflejó las condiciones macroeconómicas adversas durante el primer trimestre del año y el efecto de la aplicación de las medidas económicas en el marco del programa de ajuste. Las estimaciones prelimi- nares del Banco Central de Venezuela indican que la contracción h e generalizada en casi todos los sectores, debido a la caída de la demanda agregada interna, tanto el consumo como la inversión. Desta- ca la fuerte caída en el comercio, la manufactura y la construcción, así como aumentos muy pequeños en los sectores agricultura y electricidad y agua.

Demanda Agregada Interna

Con respecto a la demanda agregada interna se evidencia su expansión durante 1990 a 1992, pero particularmente en los dos últimos años de este pe- ríodo, y su descenso a par.tir de 1993 con una leve recuperación en 1995.

En el primer período el crecimiento se origi- nó fundamentalmente en la inversión, tanto del sec- tor público como el privado, mientras que el consu- mo creció en el 91 en el caso del sector público y en el 92 en el caso del privado. En 1993 y 1994 se produjo una caída en todos los componentes bási- cos de la demanda interna, más pronunciada en el sector público que en el privado, y en las inversio- nes. El pequeño repunte el año siguiente obedeció a la inversión pública ya que los demás componentes se estancaron o cayeron. En 1996 se presentó de nuevo una contracción, particularmente acentuada en el sector privado

Al consultar las fuentes acerca del origen del comportamiento comentado se destaca que durante 1990 a 1992 la expansión del gasto público estuvo relacionada con las inversiones petroleras y petro- químicas. Los mayores niveles de inversión y de remuneraciones determinaron el repunte de la pro- ducción, además de mejorar el ingreso personal dis- ponible, posibilitando el crecimiento en el consu- mo de las familias. En 1992, el elemento clave en el crecimiento de la demanda interna fue el incremen- to real del consumo privado y de la inversión, y en

menor medida, la acción expansiva directa e indi- recta del gasto del sector público

El resultado negativo de 1993 en el gasto pú- blico se originó en las dificultades por obtener in- gresos, mientras que el del gasto privado fue deter- minado por la declinación real del ingreso disponi- ble y el alto costo del dinero que frenó el proceso de inversión. En 1994, el agravamiento de la crisis afectó de lleno tanto al sector privado como al pú- blico. Se paralizaron las inversiones públicas y se intenumpió el financiamiento bancario para el sec- tor de la construcción. En 1995, el lento crecimien- to del consumo privado reflejó el deterioro de los ingresos aunque se produjo un aumento en el con- sumo de bienes durables y semidurables. Las dis- minuciones mucho más moderadas en la inversión se debieron al repunte de la inversión pública, fun- damentalmente la ejecutada por la industria pe- trolera.

En 1996, la contracción de la demanda inter- na fue por la fuerte devaluación y por la decisión de política de racionalizar el gasto público a los fines de mejorar las cuentas fiscales. El persistente dete- rioro del ingreso real provocó la disminución del consumo privado, mientras que la contracción de la inversión bruta fija privada se debió, entre otras ra- zones, a los controles de precios y de cambio hasta finales del primer trimestre y el posterior reacomodo de los agentes económicos al nuevo contexto eco- nómico..

Venezuela 1990-1996. Variación Anual de la Demanda Agregada Interna (a precios de 1984)

Sector Privado -0,4 11,O 10,7 -1,3 -57

Consumo 3,3 88 9,5 -1,0 -2,s

Inversión Bruta Fija -34,8 55,3 22,5 -3,9 -32,3

Sector Público 1 0,7 20,O 11,3 -5,2 - 14,O

Consumo 4,3 15,2 -1,8 -3,7 -7,4

Inversión Bruta Fija 20,3 26,4 26,7 -6,6 -20,2

Demanda Agregada Interna* 2,l 17,s 12,8 -4,9 -9,6

Fuente: Banco Central de Venezuela Cáiculos propios Nota: * Incluye Variación de Existencias

Un rasgo característico del período de impor- fuertes fluctuaciones de la inversión bruta fija, tan- tantes repercusiones en la productividad fueron las to pública como privada con una tendencia a la baja.

Situación Fiscal 0,7%. Por su parte, las finanzas del sector público

mateña de ingresos y gastos del sector consolidado mostraron saldos positivos de 0,2% y

público se observa que la gestión financiera del go- 0,6% en términos del PIB en los años 90 y 91, para bierno central es deficitaria en todos 10s años anali- tornarse deficitarias en 10s años siguientes, situa- zados, con excepción de 1991 cuando presentó un ción que se revierte en 1996 cuando alcanzó un su- superávit equivalente al 2,7% del PIB y 1996 al perávit de 7,7%

Venezuela 1990-1996. Gestión Financiera del Sector Público (Superávit o Déficit Financiero como % del PIB)

Años Gobierno Central Sector Público Consolidado

El retorno a una situación de desequilibrio en tentados en la percepción de ingresos adicionales las cuentas fiscales en 1992 evidenció la fragilidad de naturaleza no recurrente, como es el caso de los y el carácter transitorio de los superávit financieros mayores ingresos petroleros obtenidos en 1990 a alcanzados en 1990 y 199 1, cuando estuvieron sus- raíz del conflicto bélico del Golfo Pérsico y de los

significativos recursos aportados por el proceso de privatización de empresas públicas en 1991, entre ellas la CANTV y VIASA3

En 1992 se revirtió el comportamiento de es- tos dos factores Así, por un lado, se produjo una baja en los precios del petróleo en el mercado inter- nacional y, por el otro, el programa de privatización no generó ingresos significativos La suspensión temporal de los ajustes de precios y tarifas de los bienes y servicios públicos, a raíz del intento de golpe del 4 de febrero, también afectó negativamente la gestión financiera

La inestabilidad política retrasó también en 1993 los ajustes de los precios y tarifas de los prin- cipales servicios públicos, así como la aplicación de leyes para incrementar los ingresos fiscales Es sólo en el cuarto trimestre cuando se aprueba el Impuesto al Valor Agregado (IVA) el cual contribu- yó a compensar parcialmente la caída registrada en los ingresos petroleros

La fuerte desmejora en el panorama fiscal en 1994 fue causada de manera determinante por la crisis del sistema bancario nacional que demandó masivos auxilios financieros cuyas erogaciones al- canzaron un monto de Bs 1,1 billones (13,2% del PIB)" También influyeron el descenso en los pre- cios del petróleo durante el primer trimestre del año, la eliminación del IVA a nivel de consumidor y su tardía sustitución por otros tributos

A diferencia de 1994, el desajuste fiscal de 199.5 se originó principalmente en la gestión ordi- naria del gobierno central y el servicio de la deuda pública. También estuvo akctado por el estanca- miento del producto privado, por rezagos en el ajuste de precios y tarifas de bienes y servicios públicos y por el impacto de la inflación

En 1996 el superávit de las cuentas públicas se produjo no solamente por las medidas adoptadas en cuentas públicas. La devaluación y los mayores ingresos fiscales petroleros originados por el aumen- to del precio promedio de realización fueron quizás más determinantes El gobierno nacional adoptó durante el año un conjunto de medidas que consis- tieron en el aumento del impuesto general a las ven- tas, mejoras en la administración fiscal, ajustes de los precios de los combustibles y de las tarifas de los servicios públicos e incremento de la contribu- ción fiscal de PDVSA.. Se avanzó en el programa de privatización, destacando la venta en el mes de noviembre de las acciones de CANTV en poder del Estado, y la de los bancos Venezuela y Consolida- do. en diciembre.

Inflación

La evolución histórica de la inflación en Ve- nezuela no pasaba los dos dígitos. Es a partir de la década de los ochenta cuando el crecimiento de los

Venezuela. Variación Promedio Anual del Indice de Precios al Consumidor 1969 - 1996 (porcentajes)

1

0, , , , , , ? m M 2 m 2 z z s - F. v. c-

Fuente: Banco Central de Venezuela

precios sufre fuertes alzas, alcanzando su punto más alto (84,5%) en 1989, como producto del ajuste macroeconórnico instrumentado en este año.

Aun cuando en los años siguientes se observa una desaceleración de la inflación anual, sin embar- go, se mantiene por encima de los dos dígitos, su- friendo de nuevo un alza en 1996, al alcanzar en promedio 99,9%..

En el período 1990- 1996, los precios se incre-

1993, el aumento fue de 143,6% y entre 1994 y 1996 de un 219,7%. Como se puede observar; de los gru- pos que componen el índice de precios al consumi- dor, el rubro que ha sido el motor de la inflación en lo que va de esta década, es el de gastos del hogar que sufre el mayor incremento, especialmente en- tre 1994 y 1996. El segundo grupo de mayor acele- ración en los precios son los gastos diversos. Le si- guen el grupo de los alimentos, bebidas y tabaco y

mentaron once veces, o en 1.152,4%.. Entre 1990 y vestido y calzado

Venezuela 1990-1996. Variación Promedio Anual de los Precios al Consumidor por Grupo de Bienes y Servicios (%)

Años Indice General Alimentos, Vestido y Gastos Gastos Diversos Bebidas y Calzado del Hogar

Tabaco

Fuente: Banco Central de Venezuela Cálculos propios

El mayor aumento relativo de los gastos del hogar y de otros gastos, frente al menor incremento relativo de los alimentos resultó una la inflación sea mayor para los sectores de altos ingresos ya que éstos tienen un consumo mayor en estos rubros, mientras que en los sectores de bajos recursos pesa el gasto en alimentación.

Cuando se iniciaron los programas de ajuste, se presentaron alzas vertiginosas en la inflación, dado que fueron precedidos por períodos de con- troles de precio y de cambio.. En una economía tan

dependiente de las impor.taciones, la devaluación del tipo de cambio afectó de inmediato a los pre- cios internos de los bienes y servicios. La perma- nencia de los altos niveles de inflación en los meses y años siguientes, sin embargo, se asocia a la per- sistencia de la crisis fiscal.. Dada la alta dependen- cia de las finanzas públicas del ingreso externo, cual- quier incremento del gasto público financiado por esta vía resulta expansiva, se configure o no un dé- ficit, ya que la mayor parte de los recursos no se sustrae de la economía interna5 .

Venezuela 1990-1996. Variación Promedio Anual de los Precios al Consumidor por Estrato Socio-Económico (%)

Años Indice General Estrato 1 Estrato 11 Estrato 111 Estrato IV

Fuente: Banco Central de Venezuela Clcuios propios Nota: El estrato 1 corresponde al 25% de las familias en la escala inferior del ingreso familiar y el estrato IV al 25% de las familias en la escala superior del ingreso familiar

Con respecto al período analizado, se obser- vó una desaceleración importante del ritmo infla- cionario en 1990, como resultado de los avances logrados en la restauración de los equilibrios macroeconómicos básicos. La disminución se ex- plica en parte por la atenuación de las presiones derivadas de las cor~ecciones de precios relativos, entre ellos el tipo de cambio, que habían llevado la inflación a niveles históricamente altos en 1989. En 1 99 1 y 1992, la inflación siguió desacelerando, para en 1993 repuntar, debido al desequilibrio fiscal y la incertidumbre en el ámbito político.

La crisis bancaria y su financiamiento fueron la principal causa en el incremento de los precios de 1994. El exceso de liquidez generado por esta vía, aunado al clima general de incertidumbre so- bre la política económica del nuevo gobierno, en- contró primero salida a través de la fuga de capita- les. Esta enorme presión sobre el mercado cambiario ocasionó una fuerte devaluación del bollvar duran- te los meses de mayo y junio y dio pie a sobreajustes de precios por parte de la industria y el comercio.

La imposición de controles de cambios y de pre- cios en julio no pudo impedir que la inflación as- cendiera, debido a la presión que sobre la demanda ejercieron los consumidores para protegerse de la inflación, frente a una oferta estancada.

En 1995 la inflación siguió en niveles muy altos, a pesar que se mantuvo inalterado el tipo de cambio hasta diciembre y el control oficial de los precios de los principales productos y se apreció el bolívar en términos reales. La abundante liquidez remanente en el mercado interno, ante la falta de salida en el mercado de divisas y las bajas tasas de interés pasivas (negativas en términos reales), ali- mentaron la inflación. Por otro lado, el mercado paralelo de divisas, legalizado en septiembre de este año, dio las pautas para el nivel de los precios, así como las compras anticipadas a la inevitable deva- luación, que finalmente se produjo en diciembre.

En 1996, pese a los controles de precios vi- gentes a principios del año, la inflación siguió en aumento. En abril, con la aplicación del programa de ajustes, se devaluó de nuevo el bolívar y aumen-

taron los precios de la gasolina y de los servicios públicos, con lo que se intensificó el alza de los pre- cios al consumidor en mayo. A partir de entonces el índice mensual comenzó a desacelerarse como con- secuencia de la caída del consumo y el manteni- miento del tipo de cambio nominal.

Sector Externo

El mayor éxito de 1990 con respecto a los desequilibrios que se habían presentado en años an- teriores, fue el mejoramiento de las cuentas exter- nas del país. De un déficit de 4,395 millones de dólares en 1988, se pasó a un superávit de 66 millo- nes en 1989 y, en 1990, el saldo positivo alcanzó los 2.2 1 2 millones de dólares. En 1990 las exporta- ciones petroleras habían aumentado en más de 4.000 millones de dólares, las exportaciones no petrole- ras en 500 millones, al tiempo que las importacio- nes se redujeron en 400 millones, resultando en un superávit en cuenta corriente de 8.279 millones de dólares. Por su parte, la cuenta de capital mostró una salida neta de 4.207 millones de dólares.

El año siguiente, en 199 1, la balanza de pa- gos aumentó el saldo positivo a 3 21 8 millones de

dólares. Sin embargo, a partir de 1992 se presenta de nuevo un saldo deficitario, aun en menor cuantía que en 1988, hasta 1996 cuando se alcanzó un su- perávit de 6 3 16 millones de dólares

El buen desempeño de la balanza de pagos en 1990 y 1996 se originó en los saldos positivos de la cuenta corriente, mientras que en 1991 influyó prin- cipalmente el ingreso neto de capitales al país. Los años deficitarios fueron provocados, en 1992 y 1993, por los saldos negativos de la cuenta corriente, ya que la cuenta de capital todavía presentaba un su- perávit. En 1994 y 199.5, los saldos positivos de la cuenta corriente no fueron suficientes para contra- rrestar los resultados negativos de la cuenta de ca- pital

Los resultados anotados de la cuenta corrien- te encuentran su explicación en la evolución de la balanza comercial, dado que la cuenta de servicios se caracteriza por ser deficitaria.

Ya se comentó el saldo favorable de 1990, que se produjo fbndamentalmente por el incremento de las exportaciones petroleras, pero también por el efecto combinado de la caída de las importaciones y la mejora en las exportaciones no tradicionales

Saldo de la Balanza de Pagos (en millones de US dólares)

o Cuenta de Capital

Fuente: Banco Central de Venezuela

En 199 1, el saldo de la balanza comercial se redujo a menos de la mitad de 1990, debido al fuer- te incremento de las importaciones (48,8%) y la caída de las exportaciones totales. Este aumento de las importaciones estuvo asociado tanto a la mayor actividad económica en el país y la necesidad de reponer inventarios luego de dos años de decre- cimiento, así como a la apreciación de la tasa de cambio que produjo un abaratamiento relativo de los bienes importados respecto a los bienes produ- cidos en el país. Un comportamiento muy similar se observó durante 1992..

En 1993, al saldo positivo de la balanza de mercancías se duplicó respecto al año anterior. Con- tribuyó al aumento fundamentalmente la disminu- ción de las importaciones y el incremento de las exportaciones no petroleras. El comportamiento de

las mismas se causó por la recesión de la actividad económica interna y el descenso del consumo privado.

A partir de 1994, la cuenta cor~iente muestra de nuevo un superávit. En 1994, el saldo favorable provino principalmente de la merma en las impor- taciones, afectadas por el control de cambio, la devaluación y la contracción de la actividad econó- mica. El siguiente año, el vertiginoso incremento en las importaciones fue compensado por el aumento en las exportaciones. El crecimiento de las exporta- ciones no petroleras se explica en parte por la posi- bilidad de realizar ganancias con el diferencial cambiario, siendo éste una de las causas del aumento desproporcionado de las importaciones. El saldo de 1996 es resultado del incremento en el mercado pe- trolero internacional.

Venezuela 1990-1996. Variaciones de los Saldos en la Balanza Comercial (%)

Importaciones Totales -6,s 48,8 2.5,s -12,6 -27,2 41,s -7,4

Exportaciones Totales 35,l -14,2 -6,5 0 2 11,9 18,s 22,4

- Exportaciones Petroleras 41,l -12,9 -9,l -57 86 19,9 33,8

- Exportaciones No Petroleras 15,'7 -19,4 4,5 22,O 21,2 15,9 -7,8

Balanza Conzevcial 88,9 - 54, .5 -73,7 127,8 161,8 -5,4 69,9

Fuente: Banco Central de Venezuela Cáiculos pxopios

Los hechos más significativos con respecto a la cuenta de capital en el período analizado fueron los siguientes Los flujos positivos de capitales du- rante 199 1, 1992 y 1993 se explican, por una parte, al ingreso de préstamos externos de organismos multilaterales, como el BID y el BM, los préstamos concedidos a PDVSA e inversión extranjera direc- ta para la adquisición de empresas públicas, espe- cialmente durante 1991 cuando el Estado vendió a la CANTV y VIASA.. Por otra parte, intervinieron tasas de interés reales positivas, combinadas con una tasa de cambio revaluada en términos reales, lo que

estimuló el ahorro en el país y la entrada de capita- les golondrinas. En 1993, aun cuando la cuenta de capital todavía fue positiva, el superávit se había reducido a la mitad de 1992, reflejando la paraliza- ción de la inversión extranjera y la retención de des- embolsos de préstamos por parte de los organismos multilaterales, producto de la crisis política en el país.

Entre 1994 y 1996, el flujo de capitales fue negativo. En el primer año, el saldo negativo se gestó principalmente durante el primer semestre cuando el país estaba en plena crisis financiera y se produjo

una fiierte salida de capitales privados, al tiempo En 1996, la salida de capital fiie menor. Después que las fuentes de financiamiento externas se fue- del acuerdo con el FMI, se desbloquearon las fiien- ron cer~ando. En 1995, la salida de capitales se de- tes de financiamiento externo y se incrementó la bió al pago de la deuda externa pública y privada. inversión extranjera directa.

Venezuela 1990-1996. Saldo de la Balanza de Pagos (en millones de US$)

1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Importaciones Totales

Exportaciones

Totales

- Exportaciones Petroleras

- Exportaciones No Petroleras

Balanza Comercial

Saldo en Servicios

Saldo Cuenta Cor r lente

Cuenta de Capital

Errores y Omisiones

Balrrnza Neta de

Pagos

Fuente: Banco Central de Venezuela

En materia cambiaria se aprecia una deva- luación de la tasa de cambio muy tenue en 1990 y 1991. En el primer año el bolívar se devaluó nomi- nalmente en apenas 16% a lo largo del año y en el segundo en 18%, lo cual significó una apreciación del tipo de cambio en términos reales. En los si- guientes años, las devaluaciones fueron más altas, pero simpre se quedaron cortas con respecto a la inflación. A finales del año 96, el bolívar. se había encarecido 10 veces con respecto a enero de 1990, mientras los precios generales lo hicieron 17 veces

En los primeros años de la década, el Banco Central instrumentaba una regla cambiaria de tipo de cambio predeterminado (Crawling Peg), con la finalidad de facilitar el deslizamiento estable del

tipo de cambio y restar presiones sobre las divisas y los precios internos. En los primeros meses de 1994 se mantuvo el esquema de minidevaluaciones, pero en junio se suspendió este sistema, se cerró temporalmente el mercado cambiario y en el mes siguiente se adoptó un régimen de control de cam- bio, hasta mayo de 1996. En este mes el Gobierno decidió devaluar la moneda a un nivel que había sido marcado por el mercado cambiario paralelo.

Con respecto a la deuda externa del país des- taca que la misma disminuyó muy levemente entre 1990 y 1996, por un monto de 385 milIones de dó- lares, a pesar de que más del 15% del valor de las exportaciones se dedica al pago de sus intereses.

Tasa de Cambio Nominal y Real 1990-1996

Año T C Nominal Variación % Indice Tasa de Cambio Real

(Bs por US$) (Bs 1984NS$)

Fuente: Banco Central de Venezuela Estadísticas sobre tipo de cambio promedio diario.

Venezuela. Deuda Externa Total Desembolsada (millones de US$)

Año Saldo a Fines del Año Relación Intereses

Totales/Exportaciones

Fuente: CEPAL. Balance Preliminar de la Economía de América Latina y el Caribe

Principales Políticas y Medidas Legales e Institucionales

Un hecho particularmente significativo ocu- rrido en este período es la decisión de la industria petrolera nacional de abrirse al capital privado na- cional y extranjero, iniciándose un proceso conoci- do como la «Apertura Petrolera».. El formidable impacto de este proceso en la economía venezolana apenas comienza a vislumbrase, pero será un factor determinante de la evolución del país en las déca-

das por venir:. Vale la pena en consecuencia resumir algunos de los rasgos de ese proceso.

Para el año 2004 Venezuela habrá invertido US$60 millardos en la casi duplicación de su capacidad de producción petrolera actual..

El Plan de Inversiones en la industria petro- química a diez años es de US$6 millardos, el cual permitirá cuadruplicar la producción petroquímica actual y elevar en US$ 2,5 millardos las exportaciones no petroleras del país.

Efectos esperados de la Apertura

Contratos operatzvospara elprograma de reactzvacrón de campos petroleros medrante el cual se ha logrado captar rnverszones de más de 1 500 mzllones de dólares y unaproduccrón de 167 mil barrzles

Convenios de asocración para promover el esfuerzo de exploraczón adicional y desarrollar nue- vas áreas productivas (Convenios de Exploración a Riesgo y Producczón bajo Ganancras Com- partidas) Se aplican ademáspara desarrollar áreas del negocio no convenczonales como la Faja y las reservas de gas del norte de Sucre

Orimulsión su exportaciones se han cuadruplzcado durante los noventa alcanzando en 1996 c~ratro millones de toneladas métrzcas

Del negociopetroquimico y del carbón se espera un crecimiento de 7,6 a 16,5 mzllones de tone- ladas métrzcas al año y de cuatro a 21 millones de toneladas métrzcas al año, respectrvamente, en asociaczón con capitalprlvado

La estrategia de transferir a los inversionistasprivados aquellas actividades no medulares, forta- leciendo el aparnto productivo no petrolero, producirá 6,5 mil millones de dólares entre 199 7-2006.

La Soczedad de Fomento de la Inverszón Petrolera (SOFIP) permitzrá por primera vez canalizar el ahorro naclonal hacia actividades petroleras, medzante la emisión de instrumentos financie- ros de renta f i ja y varzable

El Proyecto de Integración del Aparato Productivo Nacional al Negocio Petrolero, le asig- na un papel fundamental al sector petrolero privado en actividades que apoyen las operaciones de la in- dustria. Para las próximas décadas se plantea la ne- cesidad de optimizar la contribución del recurso pe- trolero como actividad productiva al desarrollo del país, a través de una mayor integración entre la in- dustria petrolera y la sociedad, donde el dinamismo necesario provenga de la actividad empresarial pri- vada. PDVSA se propone profundizar su contribu- ción como industria motriz, mediante la maxirnización de sus encadenamientos en el país, para lograr un mayor grado de utilización de la pro- ducción nacional6 De este modo: * ampliará su base especializada de proveedo-

res y estos últimos estarán en capacidad de crecer internamente y competir en el exterior;

* impulsará el desarrollo industrial alrededor del recurso, a través de la participación del

empresariado nacional en las áreas no medulares del negocio, la transfbrmación del gas natural y la manufactura de las corrientes de refinería

Política Cambiaria

En febrero de 1989 se reformó el sistema cambiario, eliminando el régimen de cambios preferenciales para la importación de bienes y ser- vicios considerados esenciales y estableciendo una tasa de cambio única y flexible

Este sistema rigió hasta 1994, cuando se ce- rró temporalmente el mercado cambiario el 27 de junio y se implantó un régimen integral de control de cambio el 9 de julio. Para la administración de las divisas se creó la Junta de Administración Cambiaria, cuya función fue autorizar la adjudica- ción de divisas, y la Oficina Técnica de Adminis- tración Cambiaria que constituyó la instancia operativa de la .JAC y donde los importadores de-

bían registrarse En 199.5, se aprobó la Ley sobre Régimen Cambiario, la cual concedió facultades al Presidente de la República en Consejo de Minis- tros, para establecer restricciones o controles a la libre convertibilidad de la moneda cuando su nece- sidad y urgencia surja de la realidad económica y financiera del país

En abril de 1995, el mercado cambiario adoptó una estructura dual, al autorizarse, mediante decre- to presidencial, la comercialización en el mercado bursátil local de títulos de deuda externa emitidos por la República denominados en dólares (Bonos Brady) El funcionamiento de este mercado generó una tasa de cambio paralela derivada de la cotiza- ción de los mencionados títulos en la Bolsa de Va- lores de Caracas y en la Bolsa Electrónica de Valo- res de Venezuela.

Entre el 26 de octubre y hasta el 11 de di- ciembre, se creó un mercado cambiario paralelo cuya tasa de cambio era aplicable a los viajeros al exterior y a los gastos con tarjetas de crédito fuera del país El cálculo de la cotización se realizaba sobre la base del tipo de cambio de los Bonos Brady..

El 11 de diciembre y mediante Convenio Cambiario entre el Ministerio de Hacienda y el Ban- co Central se adoptó una nueva paridad cambiaria, la cual se fijó en Bs./US$ 289,25 para la compra y Bs..íUS$290,00 para la venta

En julio de 1996, se levantó el régimen de control de cambios y se sustituyó por el sistema de bandas definidas en fiinción de una paridad central cuya tendencia se determinó con base a la inflación objetivo de la Agenda Venezuela para el último tri- mestre del año (1,5% mensual promedio)

Política Monetario Financiera

En materia monetaria y financiera, se proce- dió en febrero de 1989 a la liberación de las tasas de interés activas y pasivas, manteniendo un trato preferencial para los préstamos agrícolas y habitacionales. En 1994, debido a la caída de las tasas de interés pasivas, se decidió vincular las mis- mas al rendimiento de los bonos cero cupón, y pos- teriormente, en 199.5, al rendimiento de los Títulos de Estabilización Monetaria (TEM). En 1996, se

eliminó la vinculación de las tasas de interés a los TEM, dejando la decisión en manos de las las insti- tuciones financieras

Con el objeto de drenar liquidez en el merca- do interno, el Banco Central ha utilizado diferentes mecanismos. Hasta 1990, el mecanismo fue la emi- sión de depósitos a través de la mesa de dinero del Instituto, luego las operaciones de mercado abier- to, fundamentalmente con bonos de su propia emi- sión (Bonos Cero Cupón), los cuales fueron susti- tuidos en 1995 por los Títulos de Estabilización Monetaria (TEM)

Entre las leyes destacan la promulgación de la Ley del Banco Central de Venezuela (1992) que le concede autonomía al Instituto en el manejo de la política monetaria, y la aprobación de la nueva Ley General de Bancos y Otras Instituciones Finan- cieras que establece la apertura a la inversión ex- tranjera y el fortalecimiento del régimen de super- visión y control bancario (1993).

Política Fiscal

Los más importantes instrumentos diseñados para mejorar la tributación interna fueron: la Nueva Ley de Impuesto Sobre la Renta (1991), la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA) (1993), la Ley de Impuesto al Consumo Suntuario y a las Ventas al Mayor (1994), el Impuesto a los Débitos Banca- rios (con duración hasta el 31-12-94), la Reforma al Código Orgánico Tributario, la Ley de Impuesto Sobre la Renta y el Régimen Impositivo de Tim- bres Fiscales (1994).. En 1996, se procedió a au- mentar el Impuesto General a las Ventas y al Con- sumo Suntua~io de 12,5% a 16,5%, e incrementar la contribución fiscal de PDVSA

Cabe mencionar que el Congreso de la Repú- blica promulgó en 1993 (octubre) y 1994 (abril) una Ley Habilitante, la cual permitió que el Ejecutivo Nacional aprobara varias leyes pendientes en mate- ria de ingresos tributarios.

Con el objetivo de mejorar la recaudación tributaria y reducir la evasión fiscal, se creó en 1994 el Sistema Nacional Integrado de Administración Tributaria (SENIAT), organismo con autonomía fiincional y financiera, dependiente del Ministerio de Hacienda.

Política de Deuda y Financiamiento Externos

En 1989 y en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, se suspen- dió temporalmente el pago de la deuda externa pú- blica y privada. La renegociación de los esquemas de pago y los acuerdos de refinanciamiento con la banca comercial se logró el siguiente año.. Uno de los instrumentos acordados fue el Programa Espe- cial de Conversión de Deuda Pública Externa para Megaproyectos de Inversión en las áreas petroquímica, aluminio, pulpa y papel, turismo e infraestructura.

Por otra parte, a partir de 1990 se implantó un conjunto de instrumentos para abrir al país al capi- tal extranjero, otorgándole las mismas condiciones y trato que recibe la inversión nacional, así como se comenzó con el programa de privatización de las empresas del Estado, coordinado por el Fondo de Inversiones de Venezuela.

Polidca Comercial

La política de apertura a los mercados exter- nos y la diversificación de la economía hacia la ex- portación significó un conjunto de medidas e ins- trumentos para desmantelar el sistema de protec- ciones a la producción nacional y reformar la polí- tica comercial.

Una de las primeras medidas adoptadas y con- forme al establecimiento de un cambio único y flo- tante, fue la supresión de las tasas de cambio preferenciales vigentes hasta febrero de 1989 y eli- minar los permisos y cupos de importación. Se co- menzó con la racionalización del sistema de aran- celes y la eliminación de exoneraciones arancela- rias.. En 1990, se integra al sector agrícola a la re- forma comercial, eliminando los regímenes legales 1 y 2 del Arzncel de Aduanas y estableciendo un cronograrna de reducción progresiva de los topes arancelarios hasta 1993. También se disminuyeron las restricciones cuantitativas a las importaciones de productos y se desmanteló el esquema de incen- tivos fiscales a la exportación.

Entre las más importantes leyes que se dicta- ron en materia comercial fueron la Ley para Pro- mover y P~oteger el Ejercicio de la Libre Compe-

tencia (1991) y la Ley sobre Prácticas Desleales del Comercio Internacional (Ley Antidumping) (1 992)

Por otra parte, se suscribieron acuerdos con otros países para fomentar y hrtalecer el intercam- bio comercial, entre los cuales cabe mencionar la constitución de una zona de libre comercio entre Colombia y Venezuela en enero de 1992, a la cual se incorporaron Ecuador y Bolivia durante el mes de octubre, acuerdos comerciales entre Perú, Chile y Argentina (1993), la suscripción del Tratado de Libre Comercio entre Colombia, México y Vene- zuela (Grupo de los Tres) y la adopción del Arancel Externo Común en el contexto del Acuerdo de Cartagena (1 994).

Política de Precios

En materia de precios, acorde con la filosofía que deben ser las fuerzas del mercado las que de- terminan los precios, el gobierno inició la libera- ción de éstos y la eliminación de los subsidios a partir de 1989, reduciendo los controles y diferen- ciando los bienes en esenciales y no esenciales. Quedaron regulados los precios para un conjunto de 18 productos de la canasta básica Por otra parte, se ajustaron los precios y tarifas de los servicios públicos y se aumentó el precio de la gasolina

La política de progresiva desregulación y ajus- te de precios continuó durante 1990 y 1991, pero fue sustituido parcialmente en 1992, ante la necesi- dad de moderar las tensiones sociales Se adoptó entonces una política de estabilización de los pre- cios de productos de consumo masivo y de concertación en el ajuste de tarifas de servicios públicos

En enero de 1994, se congeló por decreto los precios de una serie de artículos considerados como de primera necesidad A raíz del control de cambio y de precios establecido en junio de este año, los precios de un conjunto de bienes y servicios fueron fijados por el Ejecutivo Nacional. Durante 1995 se mantuvo el sistema de controles de precios, con ajus- tes que en promedio determinaron una variación acumulada de 34% A las tarifas de los servicios públicos se aplicó una modalidad de ajustes pro- gramados A partir de abril de 1996, con el levanta- miento de los controles, la primera medida en ma- teria de precios fue el aumento de la gasolina

Política Laboral y de Seguridad Social empleo y los precios, y la implantación de un se-

En 199 1 se promulgó la nueva Ley de Traba- jo, que reunió en un solo texto la mayor parte de las reformas parciales y medidas dictadas en los cin- cuenta años de vigencia de la ley anterior, pero no incorporó modificaciones sustanciales en la regula- ción del mercado laboral

En materia de seguridad social, las medidas más importantes han sido la constitución del Segu- ro de Paro Forzoso en 1990, después que se supri- mió la inamovilidad laboral.

En 1994 se creó una Comisión Técnica de alto nivel encargada de estudiar las opciones de un nue- vo régimen de seguridad social que atienda tanto el problema de las prestaciones sociales, el sistema de seguridad social como los eventuales sistemas de ahorro

En 1 995 se promulgó la Ley de Homologación de las Pensiones del Seguro Social y de las Jubila- ciones y Pensiones de la Administración Pública al Salario Mínimo Nacional (pensión mínima vital), garantizando una pensión igual al salario minimo legal mensual vigente para la ciudad de Caracas

En materia de salarios, la política de decretar los incrementos a los salarios mínimos urbano y rural se mantuvo. Con el fin de no influir en el cál- culo de las prestaciones sociales de los trabajado- res, las compensaciones al ingreso (bonos de trans- porte y de alimentación y subsidios) adquirieron cada año mayor importancia en el ingreso de los trabajadores. En 1996, se llegó a la situación que los ingresos de los trabajadores por efecto de estas compensaciones fueron mayores que el salario minimo.

Evolución de la Situación Social

El desmejoramiento de las condiciones de vida de vastos sectores de la población tiene su inicio en la década de los ochenta, cuando se incrementan los niveles de pobreza, se presenta una desace- leración y hasta un estancamiento en los principa- les indicadores sociales y un deterioro en todos los servicios básicos tanto en calidad como en canti- dad El ajuste aplicado a finales de los años ochen- ta, con sus secuelas sobre el aparato productivo, el

gundo ajuste pasados siete años y sin que en el tiem- po transcur.rido se hayan sentido los efectos del cre- cimiento sobre la mayoría de la población, ha pro- fundizado la crisis social hasta alcanzar no solamen- te a los sectores más pobres del país sino también la clase media

El costo social del primer ajuste fue signifi- cativo y no pudo ser compensado por los progra- mas sociales diseñados en 1989 para aminorar sus efectos adversos sobre los sectores más pobres, no sólo porque su implantación fue en algunos casos tardía, sino porque no atacaron los problemas es- tructurales de la pobreza y los pocos años de creci- miento económico no lograron beneficiar a las gran- des mayorías

El ajuste de 1996 representó un segundo gol- pe para la población Al igual que en 1989, el go- bierno le atribuyó a los programas sociales el papel de contrar~estar los efectos negativos que tuviera sobre el nivel de vida, implantando en este caso al- gunos nuevos programas para atacar la pobreza es- tructural, como lo es el programa de capacitación de jóvenes. Además, el gasto social, según lo anun- ció la Agenda Venezuela, debía elevarse al equiva- lente de 2% del PIB

El sensible aumento de los niveles de pobreza y especialmente de la pobreza extrema es probable- mente el indicador más dramático del deterioro de las condiciones de vida de la población Al respec- to, en este trabajo se analiza su evolución de 1990 a 1996 Vale, como demostración adicional, la evolu- ción de algunos indicadores de la situación social

En el campo de la salud, los principales pro- blemas se ubican en el deterioro de los indicadores y en un perfil epidemiológico en regresión constan- te Entre los principales indicadores hay que men- cionar el estancamiento de la reducción de las tasas de mortalidad infantil y materna, e incluso una ten- dencia al incremento, el aumento del porcentaje de niños con bajo peso al nacer y los altos porcentajes de desnutrición en la población infantil

Entre las principales causas de mortalidad in- fantil aún hoy día se manifiesta el predominio de muertes relacionadas con enfermedades diarréicas, parasitarias y respiratorias Así mismo, estas enfer-

medades y las anemias representan la principal causa numerosos casos se producen, están estrechamente de la morbilidad registrada en las consultas exter- relacionadas con el deterioro de los servicios de nas. Todas estas patologías y las muertes que en salud, el saneamiento ambiental y la pobreza

Venezuela. Tasa de Mortalidad Infantil, Neonatal, Post-Neonatal y Menores de 5 Años (por 1.000 nacidos vivos registrados)

Infantil Neonatal Post-Neonatal Menores de 5 Años

Fuente: Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y Proyecto $alud

El sector público es el principal proveedor de los servicios sociales básicos. Si bien los gastos en salud mantuvieron su participación presupuestaria, por razones de inflación se han reducido en térmi- nos reales y per cápita tendencia que se viene ob- servando desde 1980. Entre 1990 y 1995 esta re- ducción alcanzó a 48%7

Debido al sesgo hacia la medicina curativa, los hospitales absorben la porción mayoritaria del presupuesto, en detrimento de dispensarios y ambulatorios.. Además, la mayor parte del gasto en el sector se dirige al pago de personal, siendo la parte dedicada a la inversión y el mantenimiento mínima, así como insuficiente los recursos previs- tos para los programas de prevención y control de endemias En este sentido, la falta de dotación de los centros primarios de la salud es notoria los cua- les carecen, además, de los profesionales para aten- der a la población.. Por otra parte, la crisis ha afecta- do a todo el sector al punto de colapsar los princi- pales hospitales del país Un dato significativo es

que en períodos recientes han resurgido o recrude- cido enfermedades como el dengue, el paludismo, la leishmaniasis y la disenteria, que constituyen un reflejo inequívoco de la merma de la calidad de vida de los sectores afectados por estas patologlas.

En materia educativa, los problemas más gra- ves en los últimos años tienen que ver con la cali- dad y la pertinencia de la educación, pero siguen existiendo los problemas de acceso y permanencia en el sistema educativo.

La deserción escolar es un fenómeno amplia- mente extendido que afecta de modo particular a las capas más pobres de la población. La propor- ción de niños desertores de la educación básica en lo que va de esta década osciló entre el 6,4% y el 9,3%, siendo aproximadamente 350 mil niños que abandonan este nivel. Por otra parte, vale mencio- nar que seis de cada diez niños que inician el ciclo básico lo abandonan al llegar al sexto grado y sólo tres logran culminar los estudios de educación básica

Venezuela. Perfil de la Exclusión en Educación de la Población Infantil por Estrato de Ingreso

Gr.upo de Edad Tbtal Cuartil 1 Cuartil 2 Cuartil 3 Cuartil4"

Niños no escolarizados

D e 3 a 5

D e 6 a 9

De 10 a 14

Tasa de exclusión

D e 3 a 5

D e 6 a 9

De 10 a 14

Fuente: OCEI, Encuesta Social 1991 Procesamiento CIES Tomado de Boletín CIES. abril 1995

Según la Encuesta Social realizada por la OCEI en 1991, apenas el 8% de los jóvenes perte- necientes a los hogares más pobres, que ya abando- naron la escuela, tienen un nivel educativo más allá de la básica. Confirmando esta tendencia, los datos contenidos en la Encuesta Nacional de Juventud muestran que a los 15 años más de la mitad de los jóvenes han desertado del sistema educativo, lo que implica que el máximo nivel que alcanzaron fue la educacíon básicas Estos niños ingresan con gran-

abandono son diversas. Desde niños que no están registrados legalmente, hasta padres que prefieren que el hijo aporte a la casa, pero la principal causa es la pobreza. Según Fundacredesa, en los estratos pobres, de cada diez niños, nueve abandonan la es- cuela por problemas económicos.

Por otra par.te, la enseñanza no responde a las necesidades de la población y ha dejado de ser un ve- hículo de ascenso social. No se está ofreciendo ni los aprendizajes necesarios para proseguir los estudios,

des desventajas al mercado laboral. Las causas del ni una formación de preparación para el trabajo

Venezuela. Nivel Educativo Alcanzado de la Población de 5 Años y más 1990 (%)

Nivel Area Rural Area Urbana Total

Básica 1-6

Básica 7-9

Media

Supe~.ior

Sin nivel

Analfabeta -- --

Fuente: OCEI. El Censo 90 e n Venezuela

La carencia de docentes, de recursos y de in- fraestructura son otras de las razones de la crisis del sistema educativo Datos de la Universidad Peda- gógica Experimental Libertador indican que de 184.3 19 maestros de educación básica que ejercen, 40.650 no tienen título (22%). El Consejo Nacional de Educación añade que de los docentes sin título, 2.5 mil son sólo bachilleres y 3 mil llegaron única- mente a sexto grado ',

Por otra parte, no se ha logrado superar las desigualdades geográficas. Esto se hace evidente en el sector rural, donde una educación básica incom- pleta, el déficit de personal docente, de infkestruc- tura flsica y de material educativo, muestra las bre- chas que existen en cuanto a alfabetización, esco- laridad y oportunidades para una htusa inserción social y laboral

Si bien el gasto público social en términos corrientes ha aumentado, el gasto real ha disminui- do a mayor velocidad que el gasto público total.. A esta evolución se añade que la mayor proporción de los recursos se dedica a remuneraciones de su personal, afectándose fllertemente el gasto en in- versión y dotación

Las Políticas en el Area Social

En el área de las políticas sociales, en lo que va de esta década se ha dado un cambio muy mar- cado De una orientación universal y de provisión gratuita de servicios sociales para toda lapoblación, la política social cambió a un enfoque diferenciado hacia los sectores más vulnerables y con participa- ción del sector privado y de la sociedad civil Se abandonó la politica de subsidios indirectos dirigi- dos a toda la población, en preferencia por subsi- dios directos, en dinero o especies, dirigidos exclu- sivamente a los grupos de alto riesgo

La concepción es que el reestablecimiento de los equilibrios macroeconórnicos resultará en un cre- cimiento económico que, después de un tiempo re- lativamente breve, generará un mayor bienestar para toda la población Por lo cual las medidas sociales que se proponen son de carácter compensatorio y de aplicación transitoria

Los principales criterios que orientan la política social en esta década son los aplicados, de

una manera u otra, en todos los países con progra- mas de ajuste que contaron o cuentan con el respal- do de los organismos multilatesales. Las principa- les caracterí'sticas son:I0

La focalización de los programas y recursos en la población más pobre, como vía para au- mentar la equidad y eficiencia de las inter- venciones públicas, en un contexto de recur- sos escasos

Los grupos objetivo son los más pobres, y dentro de ellos los menores de seis años y las mujeres embarazadas La vía de selección es el tipo de servicio dent~o de cada sector (edu- cación básica, atención primaria en salud y programas nutricionales) y la ubicación geo- gráfica (zonas de mayor concentración de pobreza)

El segundo tema central es la eficiencia, vin- culada a la racionalización en el uso de los escasos recursos y la introducción de crite- rios de "mercado" en la administración de los servicios sociales. El rol del Estado central en la política social es fuertemente cuestiona- do Como solución se presenta la descentrali- zación, en el contexto de la reorganización de los entes públicos, así como la incorporación del sector privado y la sociedad civil

La propuesta es reducir al mínimo la inter- vención directa del Estado en la provisión y administración de los servicios y asegurarlos por otras vras La participación del sector pri- vado se considera una vía alterna y comple- mentaria para incrementar la eficiencia en el área social, así como la transferencia de com- petencias a los gobiernos regionales

En el contexto de la mayor participación del sector privado destaca la creciente importan- cia de las ONGs como prestadores de servi- cios sociales, a las cuales se considera más flexibIes y eficientes y cuya cercanía a las poblaciones objetivo les otorga ventajas de co- nocimiento de las necesidades Los dos programas más conocidos de esta

nueva orientación de la política social son el Plan para el Enfientamiento de la Pobreza en el marco

del ajuste económico de 1989 y el componente so- ció en 1994 trató de distanciarse de las políticas del cial de la Agenda Venezuela a partir de 1996. Aun que lo antecedió, en lo fundamental no cambió el cuando el discurso político del gobierno que se ini- enfoque y las orientaciones.

Venezuela. Presupuesto Asignado y Ejecutado y Beneficiarios de los Programas Sociales Compensatorios de la Agenda Venezuela 1996 (millones de bolívares)

Presupuesto Presupuesto Beneficiarios Bs. asig.1

Asignado(MM) Ejecutado(MM) beneficiario

Tetal

Subsidio Familiar

Programa Alimentario Escolar

Utiles e Uniformes Escolares

Hogares de Cuidado Diario y Multihogares

Subsidio al Pasaje Estudiantil

Desayuno, Merienda y Comedores

Programa Alimentario Materno Infantil

Protección al Anciano

Pensionados por Vejez

Programa de Alimentos Estratégicos

Capacitación y Empleo Joven

Fortalecimiento Social

Materiales Médico Quirúrgicos

Suministro de Medicamentos

Fuente: Cordiplan/Ministerio de la Familia, 111 Info~me de Avance, diciembxe de 1996 Citado en Boletín CIES, N09, 1 trimestre 1997

La primera de las grandes líneas de la Agen- da Venezuela, es el Plan de Recuperación Social, dirigido a detener el deterioro en las áreas de salud, educación y alimentación, programas que se venían aplicando desde 1989. La segunda línea de inter- vención es el Programa de Ocupación Inmediata, dirigido a la creación de empleos y la generación de ingresos de los jóvenes y la fiierza de trabajo desplazada. Este tipo de programa ya previsto en el Plan para el Enfrentamiento de la Pobreza, tuvo una

cobertura limitada en 1994-9.5. Es a partir de 1996 cuando se le da mayor énfasis. Por último, están los programas de abastecimiento popular; dirigido a garantizar un mínimo de nivel nutricional de los sectores de bajos recursos. Adicionalmente, se in- cluyó otro conjunto de programas, como el subsi- dio al transporte público, los medicamentos bási- cos, protección a los ancianos y programa de ali- mentación estratégica.

11. LA FUERZA DE TRABAJO

El rápido crecimiento de la fuerza de trabajo en el período 1990- 1996 puede atribuirse a dos cau- sas principales. Por una parte, a la problemática socioeconómica caracterí'stica de esta década y por otra parte a la transición demográfica. En este capí- tulo se desar~olla lo relativo a los determinantes demográficos y se caracteriza la evolución de la población activa.

Los determinantes demográficos: la población

Según las cifras publicadas por la Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI) en la Encuesta de Hogares, la población venezolana al- canzó 19.428..856 personas en 1990, de las cuales el 49,55% eran mujeres (9,627,337 personas) y el

50,45% hombres (9.801.519 personas). Para los primeros seis años de la presente década, este orga- nismo estima una tasa anual de crecimiento de 2,3%, ubicándose la población total para 1996 en 22.3 15.597 habitantes. El incremento anual pro yec- tado de la población femenina es superior al de la masculina, con lo cual la primera aumenta su pro- porción a 49,6S%, mientras que los hombres dismi- nuyen su participación a 50,35%.

Al desagregar las proyecciones de la pobla- ción según grupos de edades se aprecia que la dis- minución del crecimiento afecta sobre todo a los menores de quince años cuyo incremento anual es la mitad de la tasa promedio, pero también el grupo de los 1.5 a 24 años crece por debajo del promedio. Por el contrario, el sector de las personas adultas aumenta a un mayor ritmo, sobre todo las personas de 4.5 años y más.

Venezuela 1990-1996. Población según Sexo

Años Total Hombres Mujeres

Variación por Periodo (%)

736 725

4,5 4,5

2,1 2,1

14,9 14,6

Tasa de Crecimiento Anual (%)

2,467 2,429 2,506

2,246 2,218 2,274

2,121 2,095 2,148

2,336 2,303 2,369

Venezuela 1990-1996. Población según Grupo de Edad

Años T'otal Menores de 15 años 15 a 24 años 25 a 44 años 45 a 64 años 65 años y más

Variación por Período (%)

3 6 5,9 10,9 13,7 14,2

2 2 4,4 5 $2 897 921

0,9 2,3 2,3 4,3 4,1

6 9 13,l 19,4 29,O 29,s

Tasa de Crecimiento Anual (%)

90-93 2,46'7 1,198 1,924 3,521 4,376 4,537

93-95 2,246 1,113 2,191 2,586 4,256 4,468

95-96 2,121 0,930 2,296 2,262 4,344 4,082

90-96 2,336 1,125 2,075 2,998 4,33 1 4,438

La población femenina crece a un ritmo más ciables en los extremos de la estructura etaria. Has- acelerado que la población masculina, debido a una mayor esperanza de vida. La OCEI estima que en- tre 1990 y 1996 las mujeres de 65 años y más cre- cieron a una tasa anual de 4,5%, mientras que los hombres lo hicieron a una tasa de 4,396,

Conforme a esta evolución, la proporción de los menores de 15 años respecto del total de la po- blación desciende entre 1990 y 1996 de 38,3% a 35,'7%, mientras que las personas adultas aumentan su peso de 61,7% a 64,3%, lo que refleja que esta- mos pasando de una población joven y de rápido crecimiento a otra relativamente envejecida y con crecimiento menor; en lo cual influye tanto la dis- minución de la tasa de natalidad como la baja en la mortalidad.

La distribución de la población por sexo du- rante estos años se mantiene aproximadamente al mismo nivel (los hombres con 50,4% y las mujeres con 49,6%). Existen, sin embargo, diferencias apre-

ta los 44 años la proporción de hombres es mayor, situación que se invierte a partir de los 45 años cuan- do el número de mujeres supera al de los hombres, y se acentúa de los 65 años en adelante.. En Vene- zuela, al igual que en otros países, nacen más hom- bres que mujeres, por lo que a las edades cortas el número de hombres es mayor. Por otra parte, las mujeres tienen una esperanza de vida más alta que los hombres, contribuyendo a que la relación se in- vierta a favor de las mujeres..

Como tiene lugar una expansión de la pobla- ción adulta, las presiones sobre el mercado de tra- bajo se van a incrementar: En efecto, la población en edad de trabajar tuvo un mayor crecimiento que la población total. Mientras la última aumentó en- tre 1990 y 1996 en 14,9%, la población de 15 años y más lo hizo en 19,8%, siendo el incremento en el caso de los hombres de 19,496 y en el caso de las mujeres de 20,196.

La población en edad de trabajar: composición y tendencias

La incorporación de la población al mercado de trabajo ha sido mucho más acelerada que el cre- cimiento de las personas en edad de trabajar. Du- rante el período 1990 a 1996, la fuerza de trabajo aumentó en 1..877..601 personas, lo que significa un incremento de 26,2% y una tasa de crecimiento anual de 4,0%. Sin duda alguna, la crisis económi- ca y la pérdida de capacidad adquisitiva de los ve- nezolanos son las causas por las cuales cada año un mayor níimero de personas recurren al trabajo para sustentar el ingreso familiar. No obstante, no puede descartarse la influencia del cambio metodológico en estos resultados.

La fuerza de trabajo

El crecimiento de la fuerza de trabajo, sin embargo, no ha sido homogéneo. Tanto la evolu-

ción anual como el comportamiento de acuerdo al sexo muestran diferencias significativas. Destaca el fuerte incremento de la oferta laboral total en el 9 1 y entre 1994 y 1996, con un alza muy significativo en 1995 (7,8%). Con respecto a los sexos, es apre- ciable la velocidad con la que las mujeres se han venido incorporando al trabajo en 1991 y a partir de 1994, variaciones éstas que resultan bastante más altas que las de los hombres y de tendencia distinta a los otros años

Al analizar la evolución de la fuerza de traba- jo por periodo se puede apreciar, en primer lugar, el mayor dinamismo en los años 1993-95, cuando se incorporaron 987 .O1 1 personas, lo que representó una tasa de crecimiento anual muy superior al pro- medio de los años 1990 a 1996 (6,3% frente a 4,0%).. La alta incorporación se mantuvo en 1996, al inser- tarse 416.264 personas al trabajo, con un incremen- to de 4,8%. El comportamiento de los años 1990 a 1993 muestra el menor dinamismo de la oferta la- boral, con una tasa de crecimiento anual de 2,2%.

Venezuela 1990-1996. Evolución de la Fuerza de Trabajo Total y por Sexo

Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres -

1990 7 156 634 4 905 665 2 250 969 Variación Anual (%)

1991 7 420 242 5 030 947 2 389 295 3,7 2,6 6 1

1992 7 539 369 5 137 142 2 402 227 1,6 2,1 0,s

1993 7 630 960 5 247 134 2 383 826 12 2,1 -0,8

1994 7 993 868 5 499 158 2 494 710 43 43 4,7

1995 8 617 971 5 727 612 2 890 359 7,8 4,2 15,9

1996 9 034 235 5 922 320 3 1 1 1 915 43 3,4 7,7

En segundo lugar se aprecia que el impulso viene dado por el sector femenino, que se incrementó en 38,2% en todo el periodo, frente a 20,7% en el caso de los hombres,. Entre 1990 y 1993 fiieron los hombres los que más ingresaron al mercado de tra- bajo (incremento de 7% frente a 5,996 de las muje- res), pero en los siguientes años las mujeres supe- ran al número de hombres, con particular fuerza a partir de 1994, cuando el crecimiento anual de las mujeres duplica al de los hombres.

Estos incrementos disímiles hacen que el peso del incremento de la fuerza de trabajo que tuvo el sector masculino entre 1990 y 1993, se reduce en los años siguientes, aumentando la importancia de la mano de obra femenina. Para todo el período 1990 a 1996, el 45,9% del incremento de la oferta de tra- bajo corresponde a las mujeres, mientras que los hombres participaron en un 54,1% . Cabe destacar que este peso es muy superior al que tienen las mujeres en la fuerza de trabajo total.

La significativa incorporación de las mujeres dida las mujeres jóvenes. En los demás segmentos al trabajo se refleja en el aumento de su participa- etarios aumentó la oferta, con excepción de una ción en el total de la fuerza de trabajo Mientras que pequeña disminución de los hombres de 20 a 24 en 1990 el 31,5% de la misma estaba compuesta años de edad. Llama la atención el incremento de la por la población femenina, en 1996 es el 34,4%. oferta laboral de la población adulta (2.5 a 64 años),

En cuanto a la evolución de la oferta laboral tanto de los hombres como de las mujeres,. En el por grupo de edad y sexo se aprecia que entre 1990 último caso, aumentó particularmente la fuerza de y 1993 la población que se retira de la fuerza de trabajo femenina de 45 a 64 años. trabajo son los jóvenes, y entre éstos en mayor me-

Venezuela 1990-1996. Variación de la Fuerza de Trabajo según Grupo de Edad y Sexo (%)

/ Grupo de Edad 90-93 93-95 95-96 90-96 1 Total Nacional

De 15 a 19 años

De 20 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y más

Hombres

De 15 a 19 años

De 20 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y más

Mujeres

De 15 a 19 años

De 20 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y más

En el siguiente período (1993-95), los jóve- nes vuelven a insertarse en el mercado de trabajo, en mayor medida que los otros grupos de edades y con mayor empuje las mujeres jóvenes. En general, el incremento de la oferta laboral es alto, especial- mente el de la mano de obra femenina, destacando, además de los jóvenes ya mencionados, las perso- nas de 20 a 24 años y las de 65 años y más.

En 1996, los fenómenos que destacan son el incremento de la oferta laboral femenina que dupli- ca el de los hombres, y es particularmente alto en las mujeres jóvenes y las de 65 años y más. Al con- trario, los hombres jóvenes se retiran, registrándose el ingreso más alto en los hombres de 45 años y más.

Para el período en su conjunto se aprecia el acelerado aumento de la oferta adulta, especialmente

Venezuela 1990-1996. Estructura Etario de la Fuerza de Trabajo (%)

Grupo de Edad 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Total Nacional

De 15 a 19 años

De 20 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y más

Hombres

De 15 a 19 años

De 20 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y más

Mujeres

De 15 a 19 años

De 20 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y mas

Tasa de Actividad mercado de trabajo se observa en el incremento de la tasa de actividad económica. En 1990, ésta se

La mayor velocidad con la que se ha venido encontraba en 59,7% y en 1996 había aumentado a incorporando la población de quince años y más al 62,9%.

Venezuela 1990-1996. Tasa de Participación Económica por Sexo

Años h t a l Hombres Mujeres

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

Promedio 1990-96

El hecho más significativo es la acelerada in- tran tendencias disimiles. Por una parte, se aprecia corporación de las mujeres al trabajo, cuya partici- un importante descenso a nivel nacional en el año pación se elevó de 37,7% en 1990 a 433% en 1996.. 93 y un aumento significativo en 1995, situación La fuerza laboral masculina, por su parte, ha man- que se presenta también en la población femenina. tenido su participación en alrededor del 81 %, con En el caso del sector masculino se observa una dis- pequeñas fluctuaciones de un año a otro. minución anual desde el 91, y el incremento más

Los niveles de la tasa de actividad económica significativo se produce en el 94 durante los primeros seis años de esta década mues-

Variación Anual de la Tasa de Participación Económica por Sexo (%)

En este sentido se aprecia la disminución de la fuerza de trabajo entre 1990 y 1993, con mayor impacto en la masculina, mientras que entre 1993 y 1995 aumenta, particularmente en el sector f'emeni- no, tendencia que se observa también en 1996, lo que redunda en que en todo el período la tasa con mayor incremento es la de las mujeres (5,7 puntos).

Antes de entrar a analizar la evolución de la participación económica por grupo de edad, cabe anotar algunas de las características de las tasas es- pecíficas, tomando como referencia el promedio 1990 a 96..

La tasa específica de participación en edades

jóvenes, entre los 15 y 19 años, es mucho más elevada en los hombres que en las mujeres.. Los hombres jóvenes se insertan mucho an-

tes al mercado de trabajo que las jóvenes. El 45,1% de la población económicamente acti- va masculina ya está en la fuerza de trabajo, frente a 16,7% en el caso femenino.

En el siguiente grupo etario, de 20 a 24 años, la diferencia entre los sexos aumenta. Mien- tras que el 82,5% de los hombres ya trabaja, las mujeres lo hacen en un 39,7%.

A la edad de los 25 a 44 años, tanto los hom- bres como las mujeres alcanzan el más alto nivel de participación, con una tasa de 96,O y 53,l respectivamente. Aun cuando una pro- porción importante de mujeres se dedica a las labores domésticas y familiares, sin embar- go, un número apreciable no abandona o re- gresa a la actividad laboral.

* Entre los 45 y 64 años, la tasa de actividad A la edad de los 65 años y más en términos comienza a declinar, sobre todo en las muje- globales todavía un 27,196 de esta población res Esta situación, más que indicar que el sec- está trabajando, siendo la participación de los tor femenino se retira antes que los hombres hombres del 47,596 y la de las mujeres del del mercado laboral, refleja la menor educa- 10,096. ción y capacitación para el trabajo que las mujeres recibieron hace décadas atrás

Variación de la Tasa de Participación Económica por Período según Sexo (%)

Tasa Específica de Participación Económica por Grupo de Edad y Sexo (promedio 1990 - 1996)

15 a 20 a 25 a 45 a 19 24 44 64

65 Y más

Con respecto a la evolución de la tasa de pas- ticipación económica por grupo de edad, los años 90 a 93 se caracterizan por una caída de la partici- pación económica total en todos los segmentos etarios, con excepción de las personas de 45 a 64 años de edad cuya tasa aumenta muy levemente. Entre los jóvenes de 15 a 24 años, la caída es parti- cularmente pronunciada. De 1993 a 199.5 la tasa de participación aumenta, también en todos los grupos

de edad y con mayor fuerza entre la población jo- ven. Para 1996 se presenta de nuevo un incremen- to, con excepción de los jóvenes de 1.5 a 19 años.

Para todo el periodo, los cambios más apre- ciables son el crecimiento de la tasa promedio en 3,2 puntos, con la más alta recuperación en el seg- mento etario de 25 a 44 años de edad y una tasa económica de la población de 15 a 19 años que no supera el nivel que tenía en 1990

Variaciones de la Tasa de Participación Económica Total por Período, según Grupo de Edad (%)

Promedio 15a19 U 20a24

O 25 a44 45 a 64 El 65 y más

Con respecto a la población masculina se apre- cia una disminución de su tasa de actividad econó- mica entre 1990 y 1993, que afecta a todos los seg- mentos eta~ios, pero es más pronunciada en las per- sonas de 19 a 24 años. Entre 1993 y 199.5, la parti- cipación se eleva, fundamentalmente en los jóve- nes, pero también es apreciable el incremento en los hombres de 65 años y más.. El segmento de 45 a 64 años experimenta una reducción. En 1996, el cre- cimiento promedio es poco significativo, dado que

la población de 15 a 19 años experimenta una dis- minución y los demás segmentos etarios no supe- ran una variación de 2 puntos

Para el período en su conjunto se observa que la tasa de participación económica masculina au- mentó muy levemente. Los jóvenes de 15 a 19 años y los mayores de 65 años muestran una tasa menor a la que tenían en 1990, la de los hombres de 20 a 24 años se ha mantenido, y en los demás segmentos poblacionales el incremento es poco significativo

Variaciones de la Tasa de Participación Económica Masculina por Período, según~rupo de Edad

El Promedio 15 a 19 O 20a24

O 25 a44 45a64 65 y más

En cuanto a la población femenina, la tasa de cativo incremento, particularmente acentuado en- participación económica disminuye entre 1990 y tre las mujeres de 25 a 44 años de edad.. En 1996 el 1993, con excepción del grupo etario de 4.5 a 64 aumento es de nuevo apreciable, con mayor eleva- años. En el siguiente período se observa un signifi- ción en las mujeres de 25 a 44 años.

Variaciones de la Tasa de Participación Económica Femenina por Período, según Grupo de Edad

1 U 2 5 a 4 4 45 a 64 El 65 y más 1

Para el periodo en su conjunto se aprecia que la tasa de actividad económica de las mujeres au- mentó significativamente en promedio y especial- mente entre las mujeres adultas (20 a 64 años).

La población inactiva

En cuanto a la población fuera de la fuerza de trabajo, ésta aumentó de 4 827..758 personas en 1990 a 5.327.475 personas en 1996, lo que representa una variación de 10,4% y una tasa de crecimiento anual de 1,7%. A1 comparar estas cifras con las de la fues- za de trabajo se aprecia que esta última creció a mayor velocidad (26,2%) que la población fuera de la fuerza de trabajo.

La evolución anual de las personas fuera de la fuerza de trabajo muestra que, en promedio, los

mayores incrementos se presentan en los años 1992 y 1993, mientras que en 1995 se reduce esta pobla- ción Este comportamiento guarda relación con los años de mayor y menor incremento de la oferta la- bor al.

En cuanto a la evolución por sexo destaca que entre 1991 y 1993 los hombres fuera de la fberza de trabajo aumentan en mayor medida que el prome- dio, mientras que en 1994 y 199.5 disminuye su nú- mero, guardando relación con la fuerza de trabajo en estos dos últimos años.

El contingente de mujeres fuera de la fiierza de trabajo crece particularmente en 1992 y 1993, mientras que en 1995 y 1996 decrece. Estas cifras guardan relación con la evolución de la fiierza de trabajo femenina

Venezuela 1990-1996. Evolución de la Población Fuera de la Fuerza de Trabajo

Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres

1990 4 827 758 1 102373 3 725 385 Variación Anual (%)

1991 4 913 379 1 150034 3 763 345 1 3 4,3 1 ,o

1992 5 145 906 1 217 225 3 928 681 4,7 5,8 4,4

1993 5 556 226 1 348 671 4 207 555 6 0 10,8 7,1

1994 5 581 663 1 291 075 4 290 588 0,5 -4,3 2,o

1995 5 350 794 1 259 110 4 091 684 -4,l -2,5 -4,6

1996 5 327 475 1 259 932 4 067 543 -0,4 0, 1 -0,6

Al analizar la población fuera de la fuerza de trabajo por grupo de edad y sexo se aprecia que entre 1990 y 1993 se registra un aumento de la misma en todos los segmentos etarios, pero con mayor im- pacto en la población masculina y entre ella de los hombres de 20 a 24 años de edad. En el siguiente período (1993-95) el número de personas fuera de la fuerza de trabajo disminuye en 3,7%, debido a la desincorporación de las personas de menos de 45 años, sobre todo los hombres. Entre 1995 y 1996, la disminución es muy leve, apenas de 0,4%, debi-

do al retiro de los hombres de 25 a 64 años de edad. El resultado de todo el período de un incremento del 10,4% es producto del aumento en el sector masculino fuera de la fuerza de trabajo.

En promedio, la población fuera de la fuerza de trabajo se dedica mayormente a los quehaceres del hogar; cuya proporción disminuye de 61% en 1990 a .55,7% en 1996. En segundo lugar se encon- tró, en 1990, la población cuya situación no se es- pecifica, con un peso de 17,3%, que se reduce drásticamente en 1995, para ubicarse para 1996 en

8,5470, En tercer lugar, en 1990, estaban los estu- se observa también en las personas "en otra situa- diantes, con el 17,196, cuyo peso aumenta a 30,196 ción". Por último, están las personas incapacitadas, en 1996, con un salto excepcional en 1995 tal como con un peso de entre el 4 y el 6% en todo el período

Venezuela 1990-1996. Variación de la Población Fuera de la Fuerza de Trabajo por Período (%)

Grupo de Edad 90-93 93-95 95-96 90-96

Total De 15 a 19 años De 20 a 24 años De 25 a 44 años De 45 a 64 años De 65 años y más

Hombres De 15 a 19 años De 20 a 24 años

De 25 a 44 años De 45 a 64 años De 65 años y más

Mujeres De 15 a 19 años De 20 a 24 años De 25 a 44 años De 45 a 64 años De 65 años y más

Venezuela 1990-1996. Composición de la Población Fuera de la Fuerza de Trabajo (%)

Total Nacional

Estudiantes

Quehaceres del hogar

Otra situación

Incapacitados

Cabe anotar que este cambio de estudiantes y con respecto al año anterior; y disminuir la de jóve- personas en otra situación proviene de los registros nes en otra situación de 35% a 11 %. En el caso de de la población joven a partir de 1993, pero en 1995 las jóvenes, las estudiantes aumentan su participa- se evidencia el cambio más notorio, al aumentar la ción de 49% a 72% y la en otra situación se reduce proporción de estudiantes masculinos de 63% a 86% de 14% al 1%.

111. LA GENERACION DE EMPLEO

En este periodo el mercado de trabajo sufrió un proceso de deterioro generalizado que se expre- sa en un acelerado crecimiento de la oferta induci- da por el deterioro de las condiciones de vida y una debilidad de la demanda por trabajo de parte del sector formal.. Como consecuencia se produjo un incremento de la desocupación abierta y un trasla- do muy marcado de trabajadores hacia las activida- des de carácter informal.

Fuerza de trabajo, ocupación y desocupación

La fuerza de trabajo, integrada en 1990 por 7 millones 1.55 mil personas, se incrementó en 26% hasta alcanzar en 1996 a 9 millones 24 mil perso- nas, incorporándose en promedio 267 143 personas anuales, a un ritmo de 3,957~ interanual, aumentan- do con respecto al pasado la presión por la genera- ción de empleo a un ritmo igualmente rápido.

Venezuela 1990-1996. Población en la fuerza de trabajo, ocupada y desocupada

Fuerza de trabajo 7 154 624 7 417 737 7 537 81 7 7 629 176 7 989 922 8 61 1 124 9 024 627

Empleo total 6 407 053 6 769 069 7 003 868 7 146 650 7 309 123 7 731 448 7 902 508

Desocupación total 747 571 648 668 533 949 482 526 680 799 879 676 1 122 119

I Indices 1990=100

Fuerza de trabajo 100,O 103,7 105,4 106,6 1 1 1 ,'7 120,4 126,l

Empleo total 100,O 1 05,'7 109,3 111,5 114,l 120,'7 123,3

Desocupación total 100,O 86,s 71,4 64,5 91,l 117,7 150,l

l 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Valores Absolutos

l Tasas

1 Tasa de actividad 59,7% 60,2% 59,4% 57,9% 58,9% 61,7% 62,9% 1 Tasa de desocupación 1 0,4% 8,7% 7,1% 6,3% 8,5% 10,2% 12,4%

Destaca, sin embargo, una diferencia notoria entre el período 90-93 y el 93-96 en el sentido de una fuerte aceleración de la incorporación de per- sonas a la fiierza laboral en los dos últimos años.

La desocupación, luego de disminuir hasta 1993, comienza nuevamente a elevarse de manera que el número absoluto de desocupados en 1996 es supe- rior en 50% al que existía al principio del período.

El balance del período en lo que respecta a las categorías demográficas es el siguiente:

Un notable incremento de la participación fe- menina en el mercado laboral, especialmente en los dos últimos años. Experimentaron en el lapso de 5 años, un incremento de 28%,

mientras la fuerza de trabajo masculina cre- ció en casi 17%

* Este incremento no fue acompañado de una mejora en su posición competitiva, pues al final del período su participación en el total de desocupados se había incrementado nota- blemente (de 3 1 % a 43,5%). En cifras abso- lutas el volumen de desocupados hombres disminuyó, elevándose significativamente el de mujeres.

La incorporación de los jóvenes, sin embar- go, fue más moderada y su participación en la desocupación no sufrió modificaciones sustanciales.

El ritmo de crecimiento tanto de la fiierza de Por su parte, la tasa de desocupación urbana tmbajo como de la ocupación fUé considerablemente alcanzó a casi 13% en 1996, creciendo los desocu- más rápido en las áreas urbanas que en las rurales1' , pados a un ritmo de 5,6% interanual en promedio. especialmente en los últimos dos años, alcanzando Destaca el crecimiento más acelerado de la pobla- respectivamente 3,1% y 2,8% ción que busca trabajo por primera vez.

Venezuela 1990-1996. Evolución de la fuerza de trabajo y sus componentes por categorías demográficas

Hombres en la fuerza de trabajo

Ocupados

Desocupados

Mujeres en la fuerza de trabajo

Ocupados

Desocupados

Jóvenes en la fuerza de trabajo

Ocupados

Desocupados

Evolución de la fuerza de trabajo, ocupación y desocupación en las areas urbanas y rurales

Areas urbanas

Fuerza de Trabajo 6 153 275 6 610 742 7 221 102 7 387 856 3,09

Ocupados 5 474 491 6 179 154 6 445 788 6 449 488 2,77

Desocupados 678 784 431 588 775 314 938 368 535

Tasa actividad 60 57,9 61,7 63

Tasa desocupación 1 1,03 6,53 1 0,74 12,7

Areas rurales

Fuerza de Trabajo 1 O01 349 1 018 434 1 390 O22 1 636 771 8,53

Ocupados 932 562 967 496 1 285 660 1 453 020 7,67

Desocupados 68 787 50 938 104 362 183 751 17,79

- Cesantes 63 301 47 975 83 566 155 951 16,22

- B T PP.V 5 486 2 963 20 796 27 800 3 1 ,O6

Tasa actividad 58,l 57,6 61,5 62,5

Tasa desocupación 6,87 5 7,5 1 1 1,23

Empleo y productividad El crecimiento del producto y el empleo si- guieron una tendencia similar, aunque las fluctua-

A pesar de las fluctuaciones en el producto, ciones en este último fueron mucho menos pronun- la ocupación creció durante todo el periodo a un ciadas tanto en la recesión como en la recuperación ritmo promedio interanual de 3,5696, haciéndose En los años de recesión el empleo continuó crecien- más lenta durante el último año (2,21%) do pero a un ritmo considerablemente más lento

Evolución del Producto no petrolero y de la ocupación

/ iC P1B

l Empleo

No obstante, fueron los sectores no transables tos de trabajo en términos netos sino en el último los que permitieron esta evolución, pues en las acti- año, el ritmo de crecimiento fue considerablemente vidades transables, aun cuando no se redujeron pues- más lento

Venezuela 1990-1996. Evolución de la ocupación en sectores transables y no transables

Valores Absolutos Indices 1990= 100

1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996

Total 6407053 7146650 7731448 7902508 100,O 111,5 120,7 123,3

Actividades transables 1 882 171 1918 841 2 127 911 2 125 017 100,O 101,9 113,l 112,9

Petroleras* 53 462 58 234 47 510 66 184 100,O 108,9 88,9 1233

No petroleras 1 828 709 1 860 607 2 080 401 2 058 833 100,O 101,7 1 13,8 1 12,6

Actividades no transables 4 524 882 5 227 809 5 603 537 5 777 491 100,O 115,5 123,8 127,7

* Incluye refinación de petróleo

De esta manera, al final del período el peso transables, a una tasa promedio interanual de de las actividades no transables en el total de la ocu- -6,22%, al estancamiento en los sectores transables pación habla pasado de 70,6% a 73,1% no petroleros (-0,33%) y a un incremento muy mo-

El desempeño de la productividad fue, en pro- derado en el sector petrolero, que alcanzó en pro- medio para el período, mediocre en todos los secto- medio 1,73% interanual Pero, su comportamiento res, sufriendo una caída de 6,5% en los seis años fue desigual, creciendo durante los primeros cuatro considerados Este resultado se debió al fuerte de- años, para luego reducirse en los dos últimos años. terioro de la productividad en las actividades no

Venezuela 1990-1996. Evolución de la productividad en los sectores transables y no transables

Valores absolutos Indice 1 990=100

Productividad global 74 645,4

Actividades transables 1 14 672,9

Petroleras* 1 993 266,2 2

No petroleras 59 752,5

Actividades no transables 58 284,8

(*) Incluye refinación de petróleo

Adicionalmente, los diferenciales de productividad en la economía no petrolera tendieron a agravarse

Venezuela 1990-1996. Evolución de los diferenciales de productividad

Productividad global 100,O 100,O 100,O 100,O

Actividades transables 153,6 164,9 172,2 179,9

Petroleras* 2 670,3 2 734,s 4.049,3 3 166,O

No petroleras 80,O 84,5 83,7 83,9

Actividades no transables 78,l 75,5 70,O 56,8

- --

*Incluye refinación de pet~óleo

La generación de empleo por categoría ocupacional

Entre 1990 y 1996 la tasa de salarización va- rió levemente, al pasar de 63% al 61%. Al mismo tiempo disminuyó el peso de los asalariados públi- cos en el total desde 19,6% hasta U,]%

Por otra parte, los trabajadores independien- tes aumentaron notablemente su peso en el total de los trabajadores: en 1990 representaron menos de la cuarta parte de éstos, para terminar el periodo representando una proporción de 3 1 %.

nuevos empleos independientes, que alcanzaron a casi un millón, es decir; fUe mayor el esfiierzo de autogeneración de fuentes de empleo a cargo de los propios trabajadores que el empleo que se logró generar a partir de la dinámica de crecimiento em- presarial.

Finalmente cabe destacas una disminución considerable en términos relativos, aunque poco relevante en términos absolutos, de los ayudantes familiares no remunerados y del servicio domésti- co que reside en el hogar; ambos fenómenos muy vinculados al empobrecimiento que caracterizó al

En estos años se produjo un incremento neto período. de la fuerza de trabajo asalariada menor que los

Venezuela 1990-1996. Clasificación de los trabajadores por categoría ocupacional

Empleo total

Patronos

Asalariados

- Privados

- Públicos

Trabajadores independientes

Ayudantes familiares

Servicio doméstico

La calidad de1 empleo: actividades vidades informales, las cuales generaron puestos de formales e informales trabajo a un ritmo de 6% interanual. Las activida-

El mayor dinamismo en la generación de des en el segmento formal crecieron muy modera- empleo cor~espondió durante este lapso a las acti- damente en promedio.

Venezuela 1990-1996. Evolución del empleo por segmento

1990 1993 1995 1996 Tasa Anual Crec

Empleo total 6 407 053 7 146 650 7 731 447 7 902 508 3,56

Formales 3 883 652 4 402 353 4 301 420 4 318 999 1,79

- Pxivados 2 628 591 3 193 745 2 938 085 2 965 526 2,03

- Públicos 1 255 061 1 208 608 1 363 335 1 353 473 1,27

Informales 2 523 401 2 744 297 3 430 027 3 583 509 6,02

El empleo fgrmal creció hasta 1993, dismi- resultado, el peso del sector inhrmal en la ocupa- nuyendo su volumen en los años posteriores. Como ción total pasó de 39% a 45%

Evolución del PIB, empleo formal e informal

Al comparar las respectivas variaciones en el empleo con la evolución del ciclo económico se observa una complementariedad muy acentuada entre ambos sectores. Mientras e1 empleo en el sec- tor formal tiene una tendencia similar a la evolu- ción del producto, el sector informal crece fuerte- mente en los períodos recesivos y se reduce duran- te los períodos de crecimiento económico.

-.c PIE? no petrolero

En los seis años transcur~idos de la década de los noventa ocurrió un incremento neto de un mi- llón y medio de nuevos puestos de trabajo, el 71% de los cuales correspondieron a actividades de ca- rácter informal. El aporte neto del sector público a la generación de empleo fue de apenas 6%, generándose en el sector privado formal apenas uno de cada cinco nuevos empleos..

Variación del empleo por segmento

i Privados

U Públicos a Informales

Venezuela 1990-1996. Composición del incremento neto de empleo por segmentos

Segmento 90-93 93-95 95-96 90-96

Empleo total

Formales

- Privados

- Públicos

Variación absoluta

739 597 584 797 171 061

518 701 -100 933 17 579

565 154 -255 660 2'7 441

154 727 -9 862 -9 862

1 495 455

435 347

336 935

98 412

Informales 220 896 685 730 153 482 1 060 108

En las áreas urbanas la tasa de inhrmalidad notable en la composición del empleo por segmen-

alcanzó en 1996 al 41% de 10s trabajadores, cre- to: en este último año se cuentan más trabajadores

ciendo el empleo en este segmento a un fitmo de informales que puestos de trabajo en el sector for-

5 3 % interanual. En esta década ocurrió un cambio mal privado

Evolución del empleo por segmentos en las areas urbanas

1990 1993 1995 1996 TAC 90-96

Empleo Total Urbano

Formales

Privados

Públicos

Informales

La evolución y composición del empleo en el sector, formal

En este trabajo el empleo formal se divide en los siguientes segmentos:

1. Peaueña, mediana v gran empresa, que co- rresponde a la tradicional categorización del empleo asalariado privado y los correspon- dientes patronos, en establecimientos mayo- res de cinco ocupados. En este segmento se ubica la mayor proporción de empleo formal, el 59% en 1996..

Pero, la generación de puestos de trabajo h e en promedio muy lenta en este grupo, debido a un aumento en el tamaño promedio de los establecimientos (disminución de los patro- nos) y a un débil crecimiento, de 1% en los seis años, de los asalariados.

El segmento de microempresas formales, en el que se agrupan los patronos y empleados que, aun cuando laboran en establecimientos menores de cinco ocupados, tienen algún gra- do de "estru~turación"'~. El peso de este seg- mento en el total del empleo es relativamente

modesto, pues ocupan al 5,3% de los trabaja- dores formales, 227 mil personas, pero ten- dió a crecer en el lapso analizado

2 Los trabaiadores zndependlentes profesiona- les experimentaron un fuerte crecimiento, al - pasar de 27 mil personas en 1990 a 215 mil

en 1996, una proporción equivalente en este último año a los ocupados en microempresas formales Este crecimiento es consistente con las tendencias observadas tanto en el sector público como en el privado a la subcontra- tación bajo la modalidad de consultoría.

Venezuela 1990-1996. Evolución y composición de la ocupación en el sector formal

1 1990 1993 1995 1996 Tasa anual cree

Empleo total Formales

Privados

Pequeña, mediana y gran empresa

- Patronos

- Empleados y obreros

Microempresas fbrmales

Trabajador independiente profesional

Empleados y obreros públicos

3 . Finalmente, los trabaiadores piiblicos repre- sentan aproximadamente un tercio del empleo fbrmal y su crecimiento h e relativamente modesto en esta década, como resultado com- binado de los intentos de reestructuración del sector, que impulsaron caídas del empleo en algunas actividades, y del inicio del proceso de transferencia de competencias a los niveles subnacionales, que tuvo un efecto contrario.. No obstante, como ocurrió en general con la

dinámica de generación de empleo, analizado por sub-períodos el comportamiento fue muy desigual. Mientras entre 1990 y 1993 el segmento de peque- ña, mediana y gran empresa generó 546 mil nuevos empleos, el 73% de los nuevos puestos en el perío- do, un crecimiento que compensó la caída en otros segmentos, en los dos subpenodos posteriores y especialmente entre 1993 y 199.5 el sector perdió más de 485 mil empleos

Concomitantemente, el sector público creció fuertemente entre 1993 y 1995, disminuyendo sus efectivos en los otros dos subperiodos.

En el caso de las microempresas formales su período de mayor dinamismo se ubica entre 1993 y 1995" Entre 1995 y 1996 su comportamiento es considerablemente más dinámico que el del prome- dio para el sector formal, lo que puede deberse a una reducción del empleo en la pequeña, mediana y gran empresa que indujo a un grupo de empresas a cambiar de segmento.

En las zonas urbanas el peso de las micro- empresas formales es mayor, proporcionando em- pleo en 1996 a 5,2% de los trabajadores, una pro- porción equivalente a los puestos de trabajo autogenerados por profesionales En conjunto, es- tos dos segmentos representan el 10% del empleo, habiendo duplicado desde 1990 su capacidad de absorber empleo.

Venezuela 1990-1996. Tasas medias de crecimiento de la ocupación en el sector formal

90-93 93-95 95-96 90-96 Crec % total

Empleo total

Formales

Privados

Pequeña, mediana y gran empresa

- Patronos

- Empleados y obrer.0~

Micr oempresas formales*

- Patronos*

- Empleados y obreros

Trabaj . Independiente profesional

Empleados y obreros públicos

* Estas cifras parecen poco confiables

Evolución del empleo en el sector formal urbano por categorías1990-1996

Ocupados en el sector formal 3539722 4007118 3884861 3783647 1,12

Pequeña, mediana y gran empresas 2167923 2669480 2215684 2176227 0,06

Microempresas formales 166 290 163 125 287 051 197819 2,94

Trabajador independiente profesional 26 427 48 329 135 870 198 643 39,96

Empleados y obreros públicos 1179082 1126184 1246256 1210958 0,45

La evolución y composición del sector informal

Con un crecimiento promedio interanual de 6% el sector informal contribuyó de manera deter- minante durante este período al mantenimiento de los niveles de empleo. En este caso, la categorización 2 adoptada permite distinguir los siguientes seg- mentos:

1 El emuleo mdeuendiente, compuesto por los trabajadores por cuenta propia no profesio- nales y los ayudantes familiares sin remune-

ración, agrupa a dos tercios del total del em- pleo inhrmal a lo largo del período, la mayo- ría de ellos trabajadores por cuenta propia. Mientras estos últimos crecieron en prome- dio en más de 7%, los ayudantes familiares sin remuneración se redujeron

Las microempresas informales, es decir aque- llas que no otorgan a sus trabajadores benefi- cios sociales básicos como vacaciones y pres- taciones sociales, responsables por un tercio de los puestos de trabajo en este sector, fue- ron el segmento más dinámico al crecer en

promedio a una tasa interanual de 8,9%. Tam- número de patronos y crecer en 10% inter- bién en este caso se observa un incremento anual sus empleados y obreros. Sus efectivos del número promedio de trabajadores a partir pasaron de 675 mil personas en 1990 a casi de 1994, al reducirse en términos absolutos el 1100 mil seis años más tarde

Venezuela 1990-1996. Evolución y composición del sector informal

Categoría 1990

Trabajadores informales 2 523 401

Empleo independiente 1 631 702

- Cuenta propia no profesional 1 467 359

- Ayud familiar no remunerados 164 343

Microempresas informales 675 855

Servicio doméstico 215 844

Tasa anual crec

90-96

3 . El servicio doméstico, último componente de dio durante el ciclo de crecimiento (años 90, 91 y este sector, ha tendido a disminuir drásti- 92) y muy elevado en los años de crisis. Pero en el camente durante este período, agrupando en caso de los trabajadores independientes, se mantie- 1996 al 3% de los ocupados informales.. ne un crecimiento relativamente elevado y superior En relación al comportamiento por sub- al 3% a través de los años. Al final del período en

períodos también en este caso ocurzieron fiiertes estudio los trabajadores por cuenta propia han cre- fluctuaciones Su crecimiento es menor al prome- cid0 en 52%.

Venezuela 1990-1996. Tasas de crecimiento del empleo en el sector informal por categorías

90-9.3 93-95 95-96 90-96 Crec. % total

Empleo total

Trabajadores Informales

Empleo independiente

- Cuenta propia no profesional

- Ayud familiar no remunerados

Microempresas informales

- Patronos

- Empleados y obreros

Servicio doméstico

Las microempresas, por el contrario, decre- cen levemente durante los años 1 990 a 1993, y cre- cen muy fuertemente en el periodo 93-95, parali- zando virtualmente su crecimiento en el último año, lo que induce a pensar que éstas no actúan como sector "refbgio" de la mano de obra en períodos crí- ticos, respondiendo de manera procíclica a la evo- lución de la economía.

Del incremento neto total en el empleo infor- mal durante este lapso, un poco más de un millón de nuevos "puestos de trabajo", el 72% correspon-

dió a ocupaciones como trabajador por cuenta pro- pia, y 45% a nuevos empleos asalariados en microempresas informales Ambos segmentos com- pensaron ampliamente las pérdidas de empleo ocu- r~idas entre los ayudantes familiares, patronos de microempresas y trabajadores domésticos

Las tendencias anotadas se mantienen vir.tual- mente inalteradas en las zonas urbanas, donde dos tercios de los puestos de trabajo en el sector informal cor~esponden a trabajadores por cuenta propia y un tercio a los trabajadores en microempresas urbanas

Evolución del empleo en el sector informal urbano por categorías 1990-1996

Sector y categoría 1990 1993 1995 1996 Tac 90-96

Ocupados en el sector informal 1 934 769 2 172 036 2 560 927 2 665 841 5,49

Empleo independiente 1 223 916 1 473 450 1 618 506 1 724 099 5,88

- Cuenta propia no profesional 1 135 889 1 395 989 1 565 380 1 672 571 6,66

- Ayud familiar no ~emune~ado 88 027 77 461 53 126 51 528 -8,54

Microempresas informales 514 980 523 097 836 271 843 428 8,5 7

Servicio doméstico 195 873 175 489 106 150 98 314 -10,85

La Generación de Empleo por Rama de Actividad Económica

La mayor parte de los trabajadores venezola- nos se desempeña en la economía no agrícola. No obstante esta característica básica, se observa en el transcurso de estos seis años altibajos en esta es- tructura

La actividad agrícola, la cual empleó en pro- medio el 12,4% de los ocupados, expulsó entre 1990 y 1993 un número importante de mano de obra, para recuperar se en 1994 por encima del promedio y en 1995 volver a caer a alrededor del 13%. Por su par- te, las actividades no agrícolas en las cuales se desempeña en promedio el 87,6% de los ocupados, repuntaron en los años 1991 a 1993, ubicándose a finales del período en el 87%.

Llama fuertemente la atención la recuperación que se presentó en el empleo de la agricultura a

partir de 1994, produciéndose un incremento de 260..637 personas entre 1993 y 1995 (34,2%), con lo cual este sector absorbió el 44,6% del incremen- to de los ocupados en este periodoL5.

En las ramas no agrícolas, por su parte, el mayor aumento de demanda se produjo entre 1990 y 1993, resultando un incremento de la fuerza de trabajo ocupada en todo el período del 22,9%, y absorbiendo el 85,6% del incremento total de la mano de obra entre 1990 y 1996

Las ramas económicas en las cuales se des- empeña el mayor número de personas son los ser- vicios, el comercio, la industria manufacturera y la agricultura. La construcción también emplea una proporción significativa de trabajadores, mientras que el resto de las actividades tienen menor peso en la estructura ocupacional

Venezuela 1990-1996. Evolución los Ocupados por Actividades Agrícolas y No Agrícolas

Empleo total 6 407 053 6 769 069 7 003 868 7 146 650 7 309 123 7 731 448 7 902 508

Actividades agrícolas 814787 795482 766911 762744 1036894 1023 381 1030700

Actividades no agrícolas 5 592 266 5 973 587 6 236 957 6 383 906 6 272 229 6 708 067 6 871 808

Estructura

Actividades agrícolas 12,7 11,s 1 0,9 1 0,7 14,2 13,2 13,O

Actividades no agrícolas 87,3 88,2 89,l 89,3 85,8 86,8 87,O

Empleo total

Actividades agrícolas

Actividades no agrícolas

Variación Anual (%)

Venezuela 1990-1996. Número de Ocupados por Rama de Actividad Económica

Rama de Actividad 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Económica

TOTAL OCUPADOS 6 407 053

Agricultura 814 787

Explotación de minas 65 474 y canteras

Industrias manufactureras 1 001 910

Electricidad, gas y agua 64 247

Construcción 496 118

Comercio, restaurantes 1 357 665 y hoteles

Transporte, almacenamiento 390 456 y comunicaciones

Establecimientos financieros, 369 981 seguros, inmuebles y servicios prestados a las empresas

Servicios comunales, 1 840 380 sociales y personales

Actividades no bien 6 035 especificadas

Con respecto a la evolución en estos seis años los rasgos más resaltantes son los siguientes: * Las ramas que aumentaron sus ocupados por

encima del promedio entre 1990 y 1996 fue- ron las actividades vinculadas al transporte, almacenamiento y comunicaciones (4O,l%), seguidas por la explotación de minas y cante- ras (36,I %), los establecimientos financieros, seguros, inmuebles y servicios prestados a las empresas (34,8%) y el comercio (33,8%).

Las ramas con menor generación de nuevos

construcción y los servicios. En los dos pri- meros casos, se incorporó apenas un 0,2% y 0,3% de nuevos trabajadores, mientras que en los dos últimos casos, la creación de empleos fue de 21,5%.

El incremento global de 1.495.455 ocupados entre 1990 y 1996 fue absorbido, en orden de importancia, por el comercio (30,7%), los ser- vicios (26,5%), la agricultura (14,4%) y el transporte (10,5%). Los establecimientos fi- nancieros y la construcción contribuyeron con el 8,6% y el 7,1% respectivamente, mientras

empleos que el promedio fueron electricidad, que la participación de las demás ramas no gas y agua, la industria manufacturera, la fue significativa.

Venezuela 1990-1996. Variación de los Ocupados por Rama de Actividad Económica

Rama de Actividad Económica Aumento Absoluto Aumento Relativo (%) Peso Relativo (%)

Empleo total 1.495 455

Agricultura 215.913

Explotación de minas y canteras 2 3 627

Indust~ias manufactureras 3.306

Electricidad, gas y agua 113

Construcción 106.499

Comercio, restaurantes y hoteles 458.604

Transporte, almacenamiento y comunicaciones 156 590

Establecimientos financieros, seguros, inmuebles y

Servicios prestados a las empresas 128 623

Servicios comunales, sociales y personales 395 957

Actividades no bien especificadas 6.223

Evolución de la demanda por sexo

Con respecto a la demanda por sexo cabe mencionar que las mujeres dominan sólo en la rama de los servicios. En los establecimientos financie- ros que es la siguiente rama de importancia de em- pleo femenino: aproximadamente el 40% de la mano de obra son mujeres. En el comercio les correspon- de el 38,2% de los puestos de trabajo y en la indus-

tria manufacturera el 28,4%. En el período bajo aná- lisis, el sector femenino aumentó significativamente su participación en el comercio y en la industria ma- nufacturera, mientras que su peso se mantiene igual en los servicios y se reduce en los establecimientos financieros.

Por otra parte, los hombres se distribuyen más homogéneamente entre las ramas económicas. En-

tre el 10% y el 20% de la mano de obra masculina ción. El transporte y los establecimientos financie- se desempeña en el comercio, los servicios, la agri- ros absorben entre el 5 y el 10% de la mano de obra cultura, la industria manufacturera y la construc- masculina.

Estructura de los Ocupados por Sexo y Rama de Actividad Económica (promedio 1990-96)

Hombres Mujeres

Servicios

EB Establ financ , etc

Transporte, etc

O Comercio

U Construcción

Electricidad, etc

[;l Industria manuf

Explotación de minas

H Agricultu~a

En cambio, la mitad de las mujeres se con-. centra en los servicios (el 47,6% de la mano de obra femenina) y el 26,3% en el comercio. El 13,196 tra- baja en las industrias manufactureras y el 7,4% en los establecimientos financieros. El resto de las ac- tividades absorbe una cantidad insignificante de mujeres

Entre 1990 y 1996 la demanda masculina ex- perimentó un incremento de 20,6%, al incorporarse 90.5 660 nuevos trabajadores. Las ramas con un au- mento superior al promedio fiieron transporte, ex- plotación de minas, establecimientos financieros, agricultura, construcción y servicios. También fue importante el incremento en el comercio. Al contra- rio, la industria manufacturera disminuyó el núme- ro de hombres ocupados, al igual que lo hicieron las actividades relacionadas con electricidad, gas y agua,

En cuanto a la distribución del incremento de los trabajadores masculinos se observa que la agri-

cultura absorbió el mayor volumen, seguido por los servicios, el comercio, la construcción y los esta- blecimientos financieros. Por otra parte, la indus- tria manufacturera disminuyó la mano de obra mas- culina en 29.500 personas, con un peso negativo en la estructura incremental.

Con respecto a las mujeres, cuyo número se elevó en 589.795 personas, el incremento más im- portante se produjo en el comercio en el cual la mano de obra femenina aumentó en 58,3%. Le siguen los establecimientos financieros, los servicios, la agri- cultura, la industria manufacturera y el transporte.

La mitad del aumento de la demanda femeni- na provino del comercio, el cual absorbió el 48,5% del incremento. Los servicios incorporaron el 36,2%, los establecimientos financieros el 7,4% y la industria manufacturera el 5,6% del incremento El resto de las actividades no tuvieron mayor signi- ficación.

Venezuela 1990-1996. Incremento de los Ocupados por Sexo según Rama de Actividad Económica

Hombres

Rama de Actividad Económica Aumento Aumento Peso Absoluto Relativo Relativo

("?> (%>

Empleo total 905 660 20,6 100,O

Agricultura 208 348 27,O 23,O

Explotación de minas y canteras 23.166 39,8 2,6

Industrias manufactureras -29 500 -4,O -3,3

Electricidad, gas y agua

Construcción

Comercio, restaurantes y hoteles

Transporte, almacen. y comunicaciones

Establecimientos financieros y afines

Servicios comunales, sociales y personales

Actividades no bien especificadas

El empleo en el sector formal e informal por rama de actividad

Con respecto a la generación de empleo por el sector f'ormal e informal de la economía, en las distintas ramas económicas se observa la siguiente evolución:

La agricultura tiene la menor proporción de trabajadores con empleo formal, tendencia que

Mujeres

Aumento Aumento Peso Absoluto Relativo Relativo

(%) (%>

se acentúa para finales del período.. Mientras que en 1990 el %,l% de los ocupados agrí- colas formaban parte del sector formal, en 1996 esta proporción se redujo a 25,4%, con una disminución muy importante en 1994,

La segunda rama con menor empleo formal a finales del período es el comercio, al reducir- se de 42,8% en 1990 a 37,2% en 1996. La caída más pronunciada se produce en 1994.

Proporción de trabajadores en el sector informal por rama de actividad

La construcción es la rama que expulsa la mayor proporción de trabajadores del sector f0rmal. En 1990, el 55,7% de los trabajado- res pertenecían al mismo, y para 1996, esta proporción había descendido a 42%. El des- censo más fuerte se produce en 1994, al dis- minuir en 12,5 puntos con respecto al año anterior.

La cuarta rama con mayor número de traba- jadores en el sector informal es el transporte y servicios conexos, pero en este caso el sec- tor formal aumenta su peso entre 1990 y 1996

49,876 en 1996. Destaca que mientras el sec- tor formal pierde su participación hasta 1994, en 1995 lo aumenta de manera muy signi- ficativa.

En las restantes actividades económicas, la participación del sector formal es mayor que el promedio. Sin embargo, se reduce su peso en el caso de la industria manufacturera, en la cual al final del período uno de cada tres tra- bajadores se encuentra en el sector informal. También se presenta una disminución en el trabajo formal de la rama de las minas y can-

en nueve puntos, al pasar de 40,8% en 1990 a teras aunque de menor significación.

Venezuela 1990-1996. Proporción del Sector Formal en el Empleo por Actividades Económicas (%)

Rama de Actividad Económica 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Empleo Total 60,6 61,8 62,7 61,6 54,3 55,6 54,'7

Agricultura 35,l 38,7 39,9 39,6 23,6 25,2 25,4

Comercio, restaurantes y hoteles 42,8 42,4 43,2 42,9 39,O 38,O 37,2

Construcción 55,7 57,7 5 9 3 57,8 45,3 43,7 42,O

Transporte, almacenamiento y comunicaciones 40,8 40,6 42,6 39,O 36,8 48,6 49,8

Industrias manufactureras 7'7,5 77,3 77,5 74,8 69,9 69,l 67,3

Servicios comunales, sociales y personales 74,2 74,7 76,3 '76,3 72,2 73,6 71,6

Establecimientos financieros y afines 83,3 86,4 84,9 87,6 83,4 86,4 84,9

Explotación de minas y canteras 95,'7 98,4 97,2 96,O 94,3 91,8 90,5

Electr.icidad, gas y agua 98,3 97,6 98,9 96,7 95,6 98,3 99,5

Actividades no bien especificadas 82,3 80,2 70,4 6'7,7 82,5 77,6 87,7

Al comparar los crecimientos de la economía formal con la informal se observa que la primera aumentó la demanda de ocupados en 11,2% entre 1990 y 1996, mientras que la segunda lo hizo en 42%.

La rama que aumentó en mayor medida el empleo formal es el transporte y servicios conexos, seguida por los establecimientos financieros y la explotación de minas y canteras, mientras que dis-

minuyó en la industria manufacturera, en la agri- cultura y en la construcción..

Por su parte, en el sector informal la rama que tuvo el mayor crecimiento es la explotación de mi- nas y canteras, la construcción, el comercio, la in- dustria manufacturera y la agricultura. El empleo informal disminuye sólo en los servicios de electri- cidad, gas y agua.

Venezuela 1990-1996. Crecimiento del Empleo en el Sector Formal e Informal por Rama de Actividad Económica (%)

Rama de Actividad Económica Secto~ Formal Secto~ Informal

Sector Formal Total

Agr.icultura

Explotación de minas y canteras

Industrias manufacturer.as

Electiicidaá, gas y agua

Construcción

Comercio, restaurantes y hoteles

Transporte, almacenamiento y comunicaciones

Establecimientos financieros y afines

Servicios comunales, sociales y personales

Actividades no bien especificadas

El sector informal de la economía absorbió la sector; que representa el 70,9% del incremento de mayor cantidad de trabajadores entre 1990 y 1996. la demanda global. Ingresaron más de un millón de personas a este

Distribución del Incremento de los Ocupados por Sector según Rama de Actividad Económica (%)

... .

Servicios

Establ financ

Transporte, etc

Comercio

Construcción

Electricidad, etc

Industria manuf'

Explot de minas

Agricultura

Empleo Total

1 E3 Sector Formal ICB Sector Informal 1

Por su parte, el sector formal de la economía absorbió 435.347 nuevos trabajadores en el perío- do, participando en el incremento de los ocupados con el D , l %

Una cuarta parte de los nuevos empleos se generó en el sector informal del comercio, mientras que el sector formal de esta rama apenas absorbió el 6,3%. Los servicios que incorporaron el 26,5% del incremento laboral, lo hiceron en mayor pro- porción en el sector formal. En la agricultura el com- ponente informal creció de manera significativa y disminuyó la mano de obra del sector formal. El incremento del empleo formal en la rama del trans- poIte fue del 70% y el informal creció 30%. En la industria manufacturera, la mano de obra se des- plazó hacia el sector inhrmal

Evolución por categorías ocupacionales y rama de actividad económica

En esta sección se destacan los rasgos más resaltantes de la generación de empleo por catego- rías en las ramas y subramas (desagregadas a dos y tres dígitos) más importantes por su aporte a la ge- neración de puestos de trabajo.

a Las actividades agrícolas y no agrícolas

Al diferenciar los puestos de trabajo según su carácter agrícola o no agrícola se aprecian más níti- damente algunas tendencias en la composición y evolución del mercado de trabajo por segmentos.

El peso de las actividades formales es signifi- cativamente más elevado en el conjunto de las ra- mas no agrícolas y su composición interna también difiere, fundamentalmente debido a la importancia diferencial del empleo en el sector público. Las ac- tividades vinculadas a microempresas formales y trabajo por cuenta propia profesional son caracte- rísticas de la economía urbana siendo virtualmente inexistentes en la agricultura. El peso del empleo independiente no profesional en el total se relativiza si se considera que la cuarta parte de éstos se des- empeñan en el sector agrícola.

Entre 1990 y 1996, se observa un crecimiento positivo del empleo en el sector formal para las acti- vidades no agrícolas. Al interior del sector formal el crecimiento se debe fundamentalmente a la favora- ble evolución de los trabajadores independientes pro- fesionales, las microempresas formales y, en menor medida, el empleo en el sector público siendo la eco- nomía empresarial privada la menos dinámica.

Estructura y evolución de la ocupación en actividades agrícolas y no agrícolas 1990-1996

1990 1996 TAC 90-96

Agrícola No agrícola Agrícola No agrícola Ag No Ag

Empleo total

Formales

Pequeña, mediana y gran empresa

Microempresas formales

Trabajador independiente prof.

Empleados y obreros públicos

Informales

Empleo independiente

- Trab cuenta propia no profesional

- Ayudante familiares no rem

Microempresas informales

Servicio doméstico

En el sector informal el segmento de ma- yor crecimiento en la economía urbana es el tra- bajo independiente no profesional, decreciendo considerablemente el servicio doméstico y los ayudantes familiares no remunerados.

La agricultura empleó entre 1990 y 1996 en promedio el 12,496 de los ocupados totales. Según los registros, es predominantemente una actividad masculina. Más del 90% de los traba- jadores agrícolas son hombres, participando las

mujeres con menos del 5% en promedio. En el pe- ríodo bajo estudio, esta rama creó 215,913 nuevos empleos.

Prácticamente toda la mano de obra agrícola se desempeña en el sector de la producción vegetal y animal (más del 90%). La pesca produjo apenas un 5,3% del empleo en 1990, con tendencia a la baja para finales del período Por su parte, las acti- vidades forestales par.ticipan con menos del 1 %, con tendencia a crecer

Venezuela 1990-1996. Ocupados en las Actividades Agrícolas

Agricultura total 814787 795482 766911 762 744 1036894 1 023 381 1030 700

Agricultura y caza 769 579 753 112 725 275 719 331 996 668 973 740 993 454 Silvilcultma y extración de madera 2 236 2 173 1 176 1 719 77 7 5 078 7 182

Pesca 42 972 40 197 40460 41 694 39449 44 563 O 064

La agricultura ha acentuado en lo que va de esta década su grado de informalidad, aumentando significativamente el número de pequeños produc- tores y la mano de obra en precarias condiciones laborales. Por otra parte, el número de empresas agrícolas se ha reducido a la mitad, empleando cada una de ellas una mayor cantidad de trabajadores.

b La explotación de minas e hidrocarburos

ocupados a nivel nacional, es un sector estratégi- co en Venezuela. De los sectores que lo integran, el mayor número de personas se desempeña en la producción de petróleo y gas natural (entre el 70 y 80%). El resto ocupa una cantidad reducida de mano de obra, por lo cual los registros tienen un bajo nivel de confiabilidad. Dado que esta rama la manejan las empresas del Estado, predomina

Aunque el sector de producción minera en ella el sector público.

emplea una proporción poco significativa de los

Venezuela 1990-1996. Ocupados en la Explotación de Minas y Canteras y los Subsectores

Explotación de minas y canteras 65 474 69063 76239 71 307 71 489 66561 89 101

Explotación de minas de carbón 1 621 1 584 1 076 1264 807 2 128 2 274

Producción de petróleo crudo y 52 509 55 426 63 678 58 092 53 289 46 712 66 075 gas natural

Extracción de minerales metálicos 7 031 6454 7473 6709 6345 11310 13844

Extracción de otros minerales 4313 5 599 4 012 5 242 11 048 6 411 6 908

La influencia del proceso de apertura petrolera es evidente en dos rasgos de la evolución del sector:

Se produjo un incremento sustancial en el mismo, al aumentar el número de trabajado- res en 23 627 entre 1990 y 1996, represen- tando una variación de 36,1% Los nuevos empleos se generaron fundamentalmente en el año 1996, reflejando el empuje que viene dado por la apertura petrolera y la explora-

* Creció muy significativamente el empleo de la empresa privada, de tal modo que la pro- porción del sector público disminuyó de 87,3% en 1990 a 55% en 1996, mientras que el empleo privado aumentó de 8,1% a 34,7% respectivamente.. Estos cambios tienen que ver con la incorporación de capital privado a la industria petrolera y el comienzo de la explo- ración y explotación de petróleo por parte de

ción y explotación de nuevos pozos en el país empresas privadas.

Venezuela 1990-1996. Ocupados en la Explotación de Minas y Canteras por Categoría Ocupacional

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Empleo total 65474 69 063 76 239 71 307 71 489 66 560 89 101

Sector formal 62 681 67 972 74 101 68 488 67448 61 105 80 632

- Empleados y obreros privados 5 316 8 393 12 670 13 779 20 879 13 838 30 914

- Empleados y obreros públicos 57 127 59 352 61 012 54 556 46 092 46 246 49 040

Sector informal 2 793 1091 2 138 2 819 4 041 5 455 8 469

c. Industria manufacttwera

La importancia de la manufactura como generadora de empleo se redujo en lo que va de esta década, al disminuir su peso en el total de ocupados de 1 S,6% en 1990 a 12,7% en 1996 e incrementarse los puestos de trabajo en apenas un 0,3%.. La expo- sición de esta rama a la competencia externa y los vaivenes que sufrió su producción explican un com- portamiento similar de la mano de obra.

La creación o la expulsión de mano de obra tiene estrecha relación con el comportamiento del producto de la industria manufacturera. El empleo formal se contrae y recupera a la par con el PIB, mientras que el sector informal cobra importancia en los años de estancamiento.

Luego que la demanda de esta rama crecie- ra en 8,3% entre el 1990 y 1993, creando 82.880 nuevos empleos, en los años siguientes expulsó a 79.574 trabajadores. En el primer período absorbió el 11,2% de los nuevos empleos de la economía,

pero en promedio para la década sólo generó el 0,2% de la demanda total.

La manufactura textil y cueros absorbe la mayor cantidad de personas, 24,1% en 1996, segui- da por los alimentos, bebidas y tabaco (20,5%) y la fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos (19,8%). Mientras las dos primeras aumen- taron su peso en la estructura de los ocupados, la tercera lo disminuyó.

El sector de mayor incremento de ocupados fue la industria de la madera y productos derivados, seguido por alimentos y textiles, mientras que la fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos disminuyó su demanda en 12,6%. En ge- neral, las ramas de productos minerales, químicos y metálicos redujeron la mano de obra.

El empleo formal de la industria manufactu- rera ha perdido peso a lo largo de estos seis años, al reducirse de 77,5% a 67,3%, aumentando propor- cionalmente los ocupados del sector informal. Lo

que ha sucedido es un desplazamiento de la mano do como el público, y en el aumento de los trabaja- de obra del sector fgrmal de la economía al sector dores por cuenta propia y de las microempresas informal, lo que se observa en la reducción del peso informales. de los empleados y obreros, tanto del sector priva-

Venezuela 1990-1996. Ocupados de la Industria Manufacturera por Subsectores

1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996 Absoluto Estructura Porcentual

Industrias manufactureras

Textiles, prendas de vestir y cuero

Productos alimenticios, bebidas y tabaco

Fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos

Industrias de la madera y productos de la madera incluyendo muebles

Sustancias químicas y productos químicos, derivados del petróleo y del carbón, de caucho y plásticos

Papel y productos de papel; imprentas y editoriales

Industrias metálicas básicas

Productos minerales no metálicos, excepto derivados de petróleo y carbón

Otras industrias manufactureras

Venezuela 1990-1996. Ocupados de la Industria Manufacturera por Categoría Ocupacional

Categoría Ocupacional 1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996

Absoluto Estructura Porcentual

Empleo total 1 O01 910 1084790

Sector formal 776686 811519

Empleados y obreros PM y G empresa 679 789 73 1 741

Micr oempr esas formales 16 961 16 114

Empleados y obreros públicos 55 957 42 278

Sector informal 225224 273271

Cuenta propia no profesional 160069 196870

Microempresas informales 56 785 66 555

El empleo formal disminuyó 13%, debido principalmente a la reducción de trabajadores del sector privado, pero también cayó el empleo en el sector público, debido a la privatización de algunas de las empresas en manos del Estado Las rnicroempresas formales crecieron, pero su impac- to en el empleo es reducido. Por su parte, el empleo del sector informal se expandió 46,1%, producto del crecimiento de los trabajadores por cuenta propia y de los empleados y obreros de las microempresas informales

La construcción expandió el empleo en 106..499 personas, un 7,1% con respecto a 1990. Este sector experimentó un auge en los primeros tres años

para decaer en los siguientes años y expulsar a 56.597 personas, el 9,1% de sus trabajadores. Tra- tándose de una rama con coeficientes relativamen- te altos de empleo por unidad de producto esta evo- lución es significativa.

En esta rama se observa el más notable cam- bio de composición por segmento, actuando el sec- tor informal como refugio de la mano de obra ex- pulsada en los años de crisis de la producción..

El sector informal generó 129.615 nuevos puestos de trabajo, mientras que desaparecieron 23.116 puestos de trabajo en el sector formal. El mayor incremento se debió a la autogeneración de empleo por parte de los trabajadores por cuenta pro- pia, al aumentar de 88.409 a 210.280 personas en-

del noventa, al aumentar los ocupados en 32,9%, tre 1990 y 1996..

Venezuela 1990-1996. Ocupados en la Rama de la Construcción por Categoría Ocupacional

Categoría Ocupacional 1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996

Empleo total 496118 659214 619294 602617 100,O 100,O 100,O 100,O

Sector formal 276 370 380 879 270 733 253 254 55,7 57,8 43,7 42,O

Pequeña, mediana y gran empresa 264 259 367 999 238 678 233 114 53,3 55,8 38,5 38,7

Sector informal 219 748 278 335 348 561 349 363 44,3 42,2 56,3 58,O

Cuenta propia no profesional 88 409 129 014 208 063 210280 17,8 19,6 33,6 34,9

Microempresas informales 129 345 146 524 139 820 137206 26,l 22,2 22,6 22,8

e Comercio, restaurantes y hoteles

El comercio es la segunda rama de la econo- mía que genera la mayor cantidad de empleo direc- to. En 1996, uno de cada cuatro trabajadores se des- empeñó en este sector, el 20% de la mano de obra masculina y el 30% de la femenina. La proporción de hombres que se dedica al comercio no ha varia- do en estos seis años, mientras que la de las muje- res aumentó. Esta evolución se evidencia en la com- posición de la mano de obra por sexo, al aumentar la participación de las mujeres

La expansión de 458.604 nuevos puestos de trabajo significó entre 1990 y 1996 un crecimiento de 33,8%, con lo cual el sector logró absorber el

30,7% del incremento neto global de empleo. El mayor dinamismo se mostró entre 1990 y 1993, al ingresar 257.420 trabajadores, con una tasa de va- riación de 19% y una participación en el incremen- to global de 34,8%. Entre 1993 y 199.5, se creó 156.882 nuevos empleos, o una variación de 9,7% y en el último año el aumento fue de 2,5% o 44,302 trabajadores.

En el conjunto del período los hombres au- mentaron 19,9%, absorbiendo el 19% del incremen- to global masculino, mientras que las mujeres au- mentaron 58,3%, absorbiendo el 48,5% de las mujeres.

Venezuela 1990-1996. Ocupados del Sector del Comercio, Restaurantes y Hoteles por Sexo

Empleo total

Hombres

Mujeres

Hombres

Mujeres

Estructura por Sexo (%)

Hombres

Mujeres

Participación por Sexo (%)

Venezuela 1990-1996. Ocupados del Comercio y Estructura Ocupacional por Subsectores

Comercio total 1 357 665 1 445 584 1 530 998 1 615 085 1 589 438 1 771 967 1 816 269

Comercio al por mayor 74 609 78 904 81 231 81 591 64460 78 599 80 703

Comercio al por menor 1 091 986 1 165 338 1 240 01 1 1 340 482 1 323 993 1 462 881 1 51 8 490

Restaurantes 160 966 174 420 176 243 161 856 160 501 194 475 183 753

Hoteles 30 104 26 922 33 513 31 156 40484 36 012 33 323

Entre las cuatro ramas que componen al 8

sector, más del 80% de los empleos se ubica en el comercio al por menor y los restaurantes demandan alrededor del 10% de los ocupados. Reflejando el carácter de refugio del sector frente a la recesión, el mayor crecimiento lo experimentó el comercio al por menor, absorbiendo el 93% de los nuevos em- pleos, mientras que el empleo del comercio al por mayor es el que menos creció, al expandirse en sólo 8,2%

El comercio es la segunda rama con menor empleo formal a finales del período, al reducirse de 423% en 1990 a 37,2% Las principales caracterís- ticas de los subsectores son las siguientes:

En el comercio al por mayor; las dos terceras partes de los ocupados son empleados y obre- ros de pequeñas, medianas y grandes empre- sas del sector privado formal. El número de ocupados en el resto de las categorías ocupa- cionales es muy bajo.

En el comercio al detal, que es el sector de mayor volumen de trabajadores, un tercio del empleo se ubica en el sector formal, y de éste la empresa privada dio cuenta del 85,5% del empleo en 1990 y la microempresa formal el 13,4%. Para 1996, la primera disminuyó su peso a 7 1,7% y la última lo aumentó a l7,8%, debido a su mayor crecimiento.

Por otra parte, las dos terceras partes del em- pleo se genera en el sector informal, con ten- dencia a la expansión. Dominan los trabaja- dores por cuenta propia que dentro del sector representan el 69,2% de la mano de obra in- formal, aumentando para 1996 a 77,8%. El segundo grupo de importancia son los emplea- dos y obreros de las microempresas, dando

El mayor crecimiento su produjo en el sector informal, al expandirse los ocupados en 332.079 personas, o un crecimiento de 48,1%, dando cuenta con el 77,9% del incremento global del sector; con el mayor crecimiento en los trabajadores por cuenta propia (66,5%). Por su parte, el sector formal creció 23,5%, creando el 22,1% de los nuevos empleos, prin-

cuenta del 14,2% de este sector en 1990 y cipalmente en las microempresas formales. 13,470 en 1996.

Venezuela 1990-1996. Ocupados del Sector del Comercio al Por Menor por Categoría Ocupacional

Categoría Ocupacional 1990 199.3 1995 1996 1990 1993 1995 1996

Empleo total

Sector informal

Pequeña, mediana y gran empresa

Micr oempresas formales

Sector informal

Empleo independiente

Cuenta propia no profesional

Ayudante familiar no remunerado

Microempresas informales

f Tuansporte, almacenamiento y comzinicaciones comunicaciones. La mayoría de ellos, más del 90%,

Entre el 7% y el 8% de los ocupados se em- labora en las actividades de transporte y alma- plean en el sector de transporte, almacenamiento y cenamiento.

Venezuela 1990-1996. Ocupados en ei Sector de Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones por Subsectores

Empleo total

Transporte y almacenamiento

- Transporte terrestre

- Transporte por agua

- Transporte aéreo

- Servicios conexos del transporte

Comunicaciones

Con respecto a los servicios de transporte, ocupados pertenecían al sector informal, la mayo- aproximadamente el 80% se desempeña en el trans- ría de ellos trabajadores por cuenta propia. El 36% porte terrestre, que aumentó la mano de obra en de los trabajadores formales estuvo integrado en 49,296 en el período, absorbiendo el 97,0% del in- 25,396 por los trabajadores de la empresa privada y cremento en la rama. 8,4% los empleados del sector público

En este sector OCUIT~Ó un notable proceso de hrmalización. Al inicio del período, el 64% de los

Venezuela 1990-1996. Ocupados del Sector de Transporte y Almacenamiento por Categoría Ocupacional

Categoría Ocupacional 1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996

Empleo total 361312 408785 430404 514218 100,O 100,O 100,O 100,O

Empleo formal 130228 131 099 189497 240 187 36,O 32,l 44,O 46,7

- Pequeña, mediana y gran empresa 94 541 115 841 156 678 21 3 347 26,2 28,3 36,4 41,5

- Empleados y obreros públicos 30383 10052 18917 18168 8,4 2,s 4,4 3,5

Empleo informal 231 084 277 686 240 907 274 O31 64,O 67,9 56,O 53,3

- Cuenta propia no profesional 178 456 229 007 187 710 202 632 49,4 56,O 43,6 39,4

- Microempresas informales 51 192 46 196 52 023 69 335 14,2 11,3 12,l 13,5

Para finales del período, aumentó significa- tivamente el empleo formal, alcanzando el 46,7% de la mano de obra e integrada principalmente por la empresa privada, mientras que el empleo infor- mal disminuyó a 53,3%, debido a una ~educción del peso de los trabajadores por cuenta propia.

g Estableczmientos financleros, seguros, ~nmtrebles y servzcios a las empresas

Aproximadamente el 6% del empleo se gene- ra por las actividades relacionadas con el sistema financiero, los seguros, el mercado inmobiliario y los servicios prestados a las empresas La mayor ocupación le corresponde al subsector de los bienes inmuebles y servicios prestados a las empresas, al- canzando en promedio el 58% de la mano de obra, mientras que las instituciones financieras participan con el 32% y los seguros con el 10%.

Entre 1990 y 1996 esta rama en su conjunto incorporó a 128.623 nuevos trabajadores, lo que representó un crecimiento de 34,8%, a pesar de la crisis que afectó al sector en 1994. Este comporta-. miento se presenta también en los subsectores. En 1996 el sector en su conjunto absorbió el 32,9% del incremento global de empleo, peso que es sensible- mente superior al que tiene en la estructura ocupa- cional

Es notable el dinamismo demostrado por el sector inmobiliario y de los servicios a las empre- sas, el cual aumentó la mano de obra en 84..307 per- sonas, un crecimiento de 40,1%, generando el 65,5% de los nuevos empleos en la rama. El sector finan- ciero, a pesar de una fuerte reducción en los ocupa- dos entre 1993 y 1995, aumentó su demanda en 35,8% en todo el período, absorbiendo el 32,5% del incremento de este sector:

Venezuela 1990-1996. Ocupados en el Sector de los Establecimientos Financieros, Seguros, Inmuebles y Servicios Prestados a las Empresas

Empleo total 369981 395730 419857 469843 427510 442354 498 604

Establecimientos financieros 116885 123641 143 163 159158 137263 125 146 158699

Seguros 42860 43638 43518 51671 39385 41277 45362

Bienes inmuebles y servicios

a las empresas 210236 228451 233 176 259014 250862 275 931 294543

Venezuela 1990-1996. Ocupados de la Rama de los Establecimientos Financieros, Seguros, Inmuebles y Servicios Prestados a las Empresas por Categoría Ocupacional

Categoria Ocupacional 1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996

Abosoluto Estructura Porcentual

Empleo total 369 981 469 843 442 354 498 604 100,O 100,O 100,O 100,O

Sector formal 308150 411 740 382232 423518 83,3 87,6 86,4 84,9

- Pequeña, mediana y gran empresa 257 350 351 678 262 852 277 410 69,6 74,9 59,4 55,6

- Microempresas formales 14946 15 024 29 332 21 414 4,O 3,2 6,6 4,3 - Trabajador independiente profesional 20 649 35 877 62 406 81 764 5,6 7,6 14,l 16,4

- Empleados y obreros públicos 15205 9161 27642 42930 4,l 1,9 6,2 8,6 Sector informal 61831 58103 60122 75086 16,7 12,4 13,6 15,1

- Cuenta p~opia no profesional 31 987 29 838 23 349 38 356 8,6 6,4 5,3 7,7 - Microempr esas informales 27 300 27 666 35 232 34 668 7,4 5,9 8,O 7,O

En esta rama la tasa de informalidad es relati- ción de 395.957 nuevos puestos de trabajo permitió vamente reducida y se debe principalmente a traba- absorber el 26,5% del incremento global de la mano jadores que se ocupan de servicios a las empresas. de obra. Si se suman los trabajadores independientes profe- Esta es una rama muy diversa tanto en térmi- sionales y las microempresas formales, un 20% del nos de productividad de las actividades como de empleo se genera en actividades de pequeña escala

perfil ocupacional de sus trabajadores, por lo que "modernas"

vale la pena detenerse a analizar su estructura inter- h. Servicios comunales, soci'ales y personales naL6. El mayor volumen de trabajadores se desem-

peña en los servicios sociales y comunales (alrede- En la rama de los servicios trabaja el mayor

dor del 40%), donde domina el personal del siste- volumen de personas, alrededor del 28% de los ocu- pados, dominando en ella el sector femenino. ma educativo. Le siguen los servicios personales

Adicionalmente. la mitad de las muieres trabaiado- (alrededor del 31%), con predominio de los traba-

ras se desempeña en este sector.. jadores domésticos al inicio de los noventa y de los

El incremento de la demanda en los servicios servicios de reparación al final del período, y los se presentó a lo largo de los seis años, pero con ocupados de la administración pública y defensa mayor intensidad entre 1993 y 1995. La incorpora- (alrededor del 21 %).

Venezuela 1990-1996. Ocupados en la Rama de los Servicios por Sexo

1990

Empleo total 1840380 1938677 1957277 1969846 2053671 2213921 2236337

Hombres 848 314 889 778 891 577 927 384 946 299 1 020 759 1 030 500

Mujeres 992066 1048899 1065700 1042462 1107372 1193 162 1205837

Estructura por Sexo (%)

Hombres 46,l 45,9 45,6 47,l 46,l 46,l 46,l

Mujeres 53,9 54,l 54,4 52,9 53,9 53,9 53,9

Participación por Sexo (%)

Hombres

Mujeres

Venezuela 1990-1996. Ocupados de los Servicios por Subsectores -

1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996 Absoluto Estiuctuvu Porcentuul

-

Total empleo 1 840 380 1 969 846 2.213 921 2.236 337 100,O 100,O 100,O 100,O

Administración pública y defensa 394 712 396 189 484447 470254 21,4 20,l 21,9 21,O

Servicios de saneamiento y similares 32.781 37 626 44 587 23 971 1,8 1,9 2,O 1,l

Servicios sociales y otros servicios 729 872 8.35 681 876 549 902 037 39,7 42,4 39,6 40,3 comunales conexos

- Instrucción pública 433261 494212 510648 516927 23,5 25,l 23,l 23,l

- Servicios médico-odontológicos 262 568 288 738 310 105 312 704 14,3 14,7 14,O 14,O y sanidad

- Otros 34 043 52.731 55 796 72 406 1,8 2,7 2,5 3,2

Servicios de diversión y esparcimiento 93.483 90 678 12'7 025 129 283 5,l 4,6 5,7 5,8

- Películas y otros 41 682 44 050 42 303 50 574 2,3 2,2 1,9 2,3

- Servicios de diversión y esparcimiento 48 674 43 024 69 721 68 570 2,6 2,2 3,l 3,l

Servicios personales y de los hogares 588 366 608 189 679 324 710 593 32,O 30,9 30,7 3 l,8

- Servicios de reparación 232.947 264 197 288 537 306 266 12,7 13,4 13,O 13,7

- Servicio doméstico 271 867 263 426 285.949 276 979 14,8 13,4 12,9 12,4

-, Servicios personales diversos 69183 72817 95422 121107 3,8 3,7 4,3 5,4

El mayor impacto sobre el crecimiento del sonales y de los hogares absorbieron el 30,9% del empleo correspondió a los servicios sociales y co- incremento de este sector, debido a la expansión de munales, absorbiendo el 43,5% del incremento del los servicios de reparación y otros servicios perso- empleo, debido a una expansión del personal de la nales. La administración pública absorbió el 19,1% instrucción pública. Por otra parte, los servicios per- del incremento.

En la rama de los servicios predomina el sec- te grupo de importancia son los trabajadores en pe- tor formal, alrededor del 74%, debido a la alta pro- queñas medianas y grandes empresas en promedio porción de empleados y obreros públicos El siguien- el 22% del empleo formal

Venezuela 19990-1996. Ocupados de los Servicios por Categoría Ocupacional

1 Categoría Ocupacional 1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996

Absoluto Estructura Porcentual

Empleo total

Empleo formal

- Pequeña, mediana y gran empresa

- Microempresas formales

- Trabajador independiente profesional

- Empleados y obreros públicos

Empleo informal

- Cuenta propia no profesional

- Microempresas informales

- Servicio doméstico

El empleo informal aumentó levemente su participación, al pasar de 25,8% en 1990 a 28,4% en 1996. En esta evolución las microempresas han tenido el mayor impacto. Por otra parte, destaca la reducción del peso en la estructura ocupacional del servicio doméstico de 11,7% a 5,1%, al disminuir los ocupados en 100.834 personas.

La evolución y características de la desocupación

Los años iniciales y finales del periodo bajo

empleo.. La década se inició con una tasa de des- ocupación de 10,4%, alcanzó su valor más bajo (6,3%) en 1993 e inició su ascenso nuevamente en 1994 hasta alcanzar a 12,4% de la fuerza de trabajo en 1996.

En lo relativo a la composición interna del desempleo, la cesantía disminuyó entre 1990 y 1993 y se elevó sustancialmente en los dos últimos años del período. Los nuevos entrantes al mercado de tra- bajo pasaron de una proporción cercana al 10% en los cuatro primeros años a más de 20% en el último año, triplicándose el número de personas buscando

estudio se caracterizaron por elevadas tasas de des- trabajo por primera vez en el curso de seis años..

Venezuela 1990-1996. Evolución y composición de la población desocupada

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Desocupación total 747 571 648 668 533 949 482 526 680 799 879 676 1 122 119

Cesantes 668 568 578 742 481 717 436 020 577 343 683 367 882 802

Busca trabajo por pnmera vez 79003 69926 52232 46506 103456 196309 239317

Tasa de desocupación 1 0,4% 8,7% 7,1% 6,3% 8,5% 10,2% 12,4%

Venezuela 1990-1996. Evolución y componentes de la desocupación por categorías demográficas

Desocupación masculina

Cesantes

Busca trabajo por primera vez

Desocupación femenina

Cesantes

Busca trabajo por primera vez

Desocupación juvenil

Cesantes

Busca trabajo por primera vez

Pero el hecho que más llama la atención es el registra en el país esta variable y su par.ticipación notable cambio en la composición por sexo de los en el total de los desocupados varió significati- desocupados. vamente.. A partir de 1994, año en que las tasas son

Mientras al principio del período, en una si- similares y cercanas al 8% en ambos casos, la tasa tuación igualmente desfavorable en el mercado de de desocupación femenina se eleva rápidamente y trabajo, el mayor volumen de desempleados era de alcanza en 1996 a 16%, fiente a una tasa para los sexo masculino, en 1995 y 1996, las mujeres supe- hombres cercana a 10%. ran las de los hombres por primera vez desde que se

Tasa de desocupación por sexo

Esta desventaja de las mujeres es aún más vi- que los jóvenes afectados alcanzan a 30%. Con ta- sible en los grupos juveniles. Así en el grupo de 15 sas menores para ambos grupos, el fenómeno se a 19 años, en 1996 el desempleo femenino afecta a repite en el estrato de edades de 20 a 24 años. 45% de la fuerza de trabajo en ese grupo, siendo

Tasas de desocupación juvenil por sexo y grupo de edad

Desempleo por rama de actividad económica

El sector de la construcción ha sido el más afectado por la desocupación abierta. La tasa de desempleo es prácticamente el doble que la tasa promedio. Al igual que en el resto de las ramas, el desempleo en la construcción se reduce entre 1990 a 1993, para repuntar a partir de 1994.

La segunda rama con mayor desempleo es la industria manufacturera, aunque la tasa se ubica

La explotación de minas y canteras que tuvo una desocupación relativamente reducida al princi- pio de los años noventa, aumenta la proporción de trabajadores desocupados desde 1994, un f'enóme- no vinculado al cambio de composición público- privado en esta rama.

La rama con menor desocupación en prome- dio es la agricultura y la que muestra las menores fluctuaciones de un año a otro.

levemente por debajo del promedio.

Venezuela 1990-1996. Tasa de Desempleo por Rama de Actividad Económica

Rama de Actividad Económica 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Desempleo total

Construcción

Indust~ias manufactureras

Explotación de minas y canteras

Electricidad, gas y agua

Establecimientos financieros y afines

Servicios comunales, sociales y personales

Comercio, restaurantes y hoteles

Transporte, almacenamiento y comunicaciones

Agricultura

Entre 1990 y 1993 la desocupación disrninu- ye en prácticamente todas las ramas, mientras que partir de 1994 aumenta significativamente el número de desempleados. El mayor incremento absoluto en el primer período se produce en servicios, comer- cio e industria manufacturera, mientras que el au- mento relativo más alto se presenta en los estable- cimientos financieros. Entre 1995 y 1996 el mayor incremento absoluto se presenta de nuevo en servi- cios, seguido por el comercio, la construcción y la industria manufacturera. En términos relativos las ramas con mayor incremento son minas, agricultu- ra y servicios.

En el conjunto del período, la desocupación aumentó significativamente en los servicios, el co- mercio, los establecimientos financieros y la indus- tria manufacturera. En términos relativos el mayor

incremento se observa en la explotación de minas, los servicios, los establecimientos financieros y el comercio. Sin embargo, la mayoría de los desempleados provienen de los servicios y del co- mercio

A pesar de ser estos últimos, y en particular el comercio el que absorbió mayor volumen de em- pleo informal, también la desocupación aumentó en estas ramas, demostrando la magnitud del exceso de oferta de fúerza de trabajo que caracterizó esta década.

IV. LOS SALARIOS Y LA PRODUCTIVIDAD

En ambos aspectos, remuneración y produc- tividad de la fuerza de trabajo, el desempeño en esta

Salario Mínimo y Bonos. Area urbana y rural (Bs./persona/mes)

Año Salario Mínimo Bono de IIr.ansporte Bono de Alimentación Bono Subsidio Total Urbano

Público Privado Público Privado Publico-privado Privado Público Privado

Urbano

4 O00 500 500 300 4800 4800

6 O00 500 500 300 6 800 6 800

9 O00 900 900 300 10200 10200

9 O00 900 900 300 10200 10200

15 O00 6 O00 6 O00 21 O00 21 O00

15 O00 6 O00 6 O00 10000 21000 31000

15 O00 18 660 26 O00 10000 33660 51000

Fuente: BCY Anuario de Estadísticas, Precios y Mercado Laboral 1995 Nota. En 1994, se establece un monto unico para los bonos de transporte y alimentación El Bono Subsidio es Bs 500 por día trabalado para los trabajadores urbanos y Bs 300 para los rurales

década es extraordinariamente negativo No obstan- te, no existe una relación estrecha entre el compor- tamiento de uno y otra

La política salarial

El fuerte descontento popular que comenzó a manifestarse de manera aguda a partir de febrero de 1989 condujo a los diferentes gobiernos a man- tener una política relativamente activa con relación a los salarios, que se caracterizó por su respuesta a las situaciones conflictivas y que condujo a retra- sos acumulados y bruscos ajustes en los salarios.

Dos instrumentos fueron utilizados con este fin: la fijación de salarios mínimos por ley o decre- to y los bonos compensatorios con escalas progre- sivas aplicadas de manera de abarcar a sectores de clase media, fuertemente afectados por la crisis y con capacidad de protesta.

Entre 1990 y 1996 se decretaron tres incre- mentos del salario mínimo legal, que lo elevaron desde Bs. 4.000 en 1990 a Bs. 15.000 mes en 1994. A partir de esta fecha los nuevos incrementos se produjeron vía bonos compensatorios de alimenta- ción y transporte, con el fin de evitar la incidencia de los incrementos en las prestaciones sociales y otros componentes de la remuneración, como horas extras, aguinaldos y vacaciones

Estas compensaciones extra-salariales adqui- rieron cada año mayor importancia en el ingreso de los trabajadores A partir de 1995 el Bono Subsidio adoptó la modalidad de pago por jornada efectiva- mente trabajada, obligando a las empresas auna con- tabilidad salarial compleja y costosa En 1996 los ingresos de los trabajadores estaban compuestos en 29% por el salario mínimo y en 61% restante por compensaciones.

Adicionalmente, la situación de déficit fiscal y alta conflictividad laboral en el sector público con- dujo a diferenciar progresivamente la política sala- rial para ambos sectores.

Los salarios y la productividad

En la evolución de los salarios en este perío- do confluyeron una combinación de factores eco- nómicos e institucionales para determinar una si- tuación de dr,ástica reducción del poder de c0mpr.a de la población trabajadora.

Entre los factores más importante relativos a lo económico cabe mencionar:

La fuerte inestabilidad y relativa debilidad en el crecimiento económico. La economía no petrolera acumuló apenas un 8,1% de creci- miento en los ocho años transcur~idos de la década. Medido en términos per cápita se ex- perimentó un empobrecimiento de todos los venezolanos, pues el producto por habitante se redujo, aún considerando una evolución positiva de la economía petrolera.

La presencia de altas tasas de desempleo en la mayor parte del período.

Una inflación extraordinariamente elevada: los precios al consumidor se elevaron en casi 1.200% en estos años, afectando no sólo a los pobres, sino a una considerable fracción de la clase media.

Un desempeño negativo de la productividad global del trabajo y un marcado descenso de la correspondiente a los sectores no transables no petroleros..

El persistente déficit público indujo a una po- lítica salarial más restrictiva y a la acumula- ción de deudas con los trabajadores de un sec- tor que tradicionalmente había hncionado como «marcador» de los salarios en el sector privado.

No puede dejar de señalarse que el deterioro de los servicios sociales, en especial la edu- cación debido a una reducción de la inversión y a un uso distorsionado de sus recursos ter- minó pos afectar fuertemente la calidad de los recursos humanos

Pero, no son despreciables los determinantes de carácter político e institucional, entre los que destacan:

El retraso en el ajuste de los salarios, espe- cialmente durante 199.5 y 1996 debido a la espera por las decisiones con relación al régi- men de prestaciones sociales, el cual estuvo en discusión durante siete años, afectando con- siderablemente la toma de decisiones de los agentes económicos.

* Una política de salarios mí'nimos y de aumentos generales por decreto errática y espasmódica,

* La crisis política afectó considerablemente la legitimidad del movimiento sindical impidién- dole desempeñar un papel más activo en la reivindicación salarial En relación al comportamiento de la produc-

tividad, destacan los siguientes factores:

Aparte de la pérdida de dinamismo y calidad del crecimiento económico, el factor que más ha afectado la evolución de la productividad en los últimos años es la fiierte restricción de la inversión privada y pública acumulada du- rante las últimas dos décadas.. Sólo en el pe- ríodo bajo estudio la inversión bruta fija pri- vada se redujo en 3 1 % . La relación entre for- mación bruta de capital y el PIB de los secto- res público y privado pasa de, respectivamen.- te, 30% y 10% en 19'78 a 4% y 8% en 1996.

Ha contribuido a estos resultados un clima de expectativas desfavorables a la inversión de- bido a la percepción del riesgo cambiario, distorsiones en los precios relativos, y poca confianza en las políticas públicas, además de una baja propensión al riesgo de un empresariado que se acostumbró a altos gra- dos de protección

Por otra parte, la reducción de la inversión en capital humano y el deterioro de su calidad han contribuido a profiindizar las barreras a la incorporación de los trabajadores a activi- dades de mayor productividad, configurando un cuadro en el que coincide abundancia de trabajadores y escasez de las calificaciones re- queridas por las empresas que se modernizan.

La relación entre productividad y salarios se ha visto afectada, entre otros factores, por el carác- ter de la intervención en estos últimos en un cuadro de alta inflación, que obligó a decretar bonos compensatorios con mayor incidencia en la base de la escala distorsionando las estructuras salariales, impidiendo que las remuneraciones se ajustaran a la productividad sectorial

La evolución global de los salarios y la productividad

Desde mucho antes de la década de los no- venta la capacidad adquisitiva de los salarios ha venido mermando significativamente en el perío- do. Por otra parte, los programas de ajuste y rees- tructuración acentuaron la concentración del ingre- so, aumentando la brecha entre los estratos ricos y pobres.

Remuneración Per Cápita Real (base 100 = 1984)

Fuente: Banco Central de Venezuela

Este aparente proceso de concentración de la riqueza puede evaluarse parcialmente en la infgr- mación sobre remuneración al trabajo como por- centaje del PIB producida por el Banco Central de Venezuela, la cual revela una impresionante caída desde 1980 en que la distribución entre excedente de explotación y remuneraciones esa más o menos equitativa hasta 1996, año en el cual cor~esponde a esta última apenas un 28,7%

Según la información de la Encuesta de Ho- gares por Muestseo, para el promedio de los traba- jadores los salarios se deterioraron hertemente du- rante este período, perdiendo la mitad de su poder de compra

Como consecuencia de los retrasos en el ajuste de la tasa de cambio, el salario medido en US$ sufrió fuertes fluctuaciones, creciendo hasta 1995 para descender a la mitad en 1996 al aplicarse

Entre 1995 y 1996 esta proporción se dete- la Agenda Venezuela. rioró en más de 11 puntos porcentuales

Venezuela 1990-1996 Indicadores de evolución de los salarios mínimos y promedio

Concepto 1 990 1 993 1 995 1 996

Salario nominal (Bs mes de cada año)

Salario Promedio 11 782

Salario Mínimo más bonos 4 800

Diferencial SNJSM 2,45

Salarzo Real (Bs mes de 1990)

Salario Promedio 11 782 10 781 8 352

Salario Mínimo más bonos 4 800 4 187 4 94

Salarlo En US $ (tasa de cambzo a septiembre de cada año)

Salario promedio en US $ 241,37

Salario mínimo en US $ 98,34

creto tuvo un efecto beneficioso sobre los salarios Los salario nominales de mujeres y jóve- de los trabajadores en la base de la escala, aún cuan- nes son, respectivamente 17,4% y 28% inferiores do inegulai debido a los retrasos en su actualiza- al promedio nacional en 1996, pero mientras este ción, para 10s cuales el deterioro acumulado, si se difenncial mejoró relativamente para los jóvenes consideran los bonos compensatorios, fue de alre- se mantuvo prácticamente inalterado para las dedor de 1 5 % . mujeres.

Evolución de los salarios por categorías demográficas

1990 1993 1995 1996

Bs mes de cada año

Salario Nominal Promedio 11 781,6 26 264,3 52 329,6 73 404,7

Hombres 12 713,O 28 106,3 55 915,s 79 745,4

Mujeres 9 790,l 22 222,7 44 896,3 60 646,9

Jóvenes 7 981,5 17 240,l 3 7 393,2 52 836,3

Salario Nominal Promedio

Hombres

Mujeres

Jóvenes

- -

Indices salarlo yromedlo = 100

100,o 100,o 100,o 100,o

107,9 107,O 106,9 1 08,6

83,l 84,6 85,8 82,6

67,7 65,6 71,5 72,O

Salario Real Promedio

Hombres

Mujeres

Jóvenes

Indice 1990= 100

100,O 91,5

100,O 90,7

100,O 93,2

100,O 88,7

Los salarios e~ los sectores transables negativa evolución de la inflación significó un enor-

y no transables me factor de empobrecimiento al disminuir su po- der adquisitivo a la mitad, independientemente de

A pesar de que en términos nominales los sa- la exposición de los diversos sectores a la compe- larios se multiplicaron por seis en estos años, la tencia externa.

Venezuela 1990-1996. Evolución de los salarios mensuales nominales y reales

Salario por sector Bs mensuales Indices 1990 = 100 1990 1993 1995 1996 1990 1993 1995 1996

Salario nominal promedio

Actividades transables

- Petroleras

- No petroleras

Actividades no transables

Salario real promedio (Bs 1990)

Actividades transables

- Petroleras

- No petroleras

Actividades no transables

El peor deterioro correspondió a las activida- des transables no petroleras cuyos salarios decre- cieron a una tasa promedio anual de -1 1,5%, acu- mulando una pérdida en los seis años de 53%, una caída mucho más pronunciada que la experimenta- da por la productividad del trabajo

Sin embargo, la evolución de los salarios fue muy desigual en los diversos subperíodos:

Entre 1990 y 1993, con un crecimiento pro- medio del PIB elevado e inflación relativa- mente moderada por comparación a los años posteriores (alrededor de 32%), los salarios nominales crecieron vigorosamente y el de- terioro del poder adquisitivo fue modesto, promediando entre 3% y 4% por año.

El crecimiento económico h e negativo en 1993 y 1994, recuperándose levemente en 1995, pero el ritmo inflacionario se aceleró notablemente, alcanzando en 1994 a 71%.

Aun cuando el crecimiento de los salarios no- minales fue todavía significativo, los saIarios reales tendieron a deteriorarse más fuertemen- te (12% en promedio)..

Finalmente, entre 199.5 y 1996, la conjunción de una reducción en el ritmo de crecimiento de los salarios nominales con la inflación más alta en la historia económica del país tuvo como resultado una considerable caída de los salarios reales en el último año. En el curso de un solo año su valor real se redujo en una tercera parte

Informalidad y salarios

El proceso de informalización acelerada fue acompañado de descensos extraordinarios en los sa- larios reales de todos los trabajadores y de un incre- mento en el diferencial de salarios entre el sector formal y el informal.

Salario promedio en el sector formal e informal

Salario promedio

Formal

1nfor.mal

Salario Real (Bs de 1990)

Salar.io promedio

Formal

Informal

Indice 1990 = 100

No obstante, la productividad entre los dos La estructura de diferenciales salariales f'a- sectores evolucionó de manera contrastante y sus vorece a los patronos de pequeña, mediana y caídas heron menos pronunciadas. gran empresa y microempresas formales, cu-

En 1996 la productividad media de los traba- yos ingresos son muy similares y equivalen- jadores informales es inferior al promedio en 27%, tes a aproximadamente dos veces y media el mientras que la de los trabajadores formales es su-

salario promedio, y a los trabajadores inde- perior en aproximadamente 20%

El análisis por categorías al interior del sec- pendientes profesionales cuyos ingresos son

tor formal aporta las siguientes conclusiones: el doble del promedio

Venezuela. Evolución de la productividad media por sector

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Productividad media 74 645,4 77 538,O 79 480,2 78 106,8 74 187,6 72 506,9 69 799,7

Formales 83 858,O 85 907,6 86 407,5 84 295,l 87 078,6 87 209,6 84 501,7 Informales 61 023,8 64 720,2 8 516,l 68 748,l 58 981,O 53 991,3 51 607,4

Productividad media 100,O 100,O 100,O 100,O 100,O 100,O 100,O

Formales 112,3 110,8 1 08,7 1 07,9 117,4 120,3 121,l Informales 8 1,8 83,5 86,2 88,O 793 743 73,9

* No obstante, de acuerdo a la información dis- dos privados en microempresas a lo largo del ponible, son los ingresos de los patronos los período, pero su deterioro acelerado en el ú1- que más fuertemente se deterioran. timo año los sitúa en desventaja con respecto Los salarios de los empleados públicos se a los asalariados en grandes empresas. mantienen por encima de los de los asalaria-

Salarios reales en el sector formal por categoría (Bs. de 1990)

Formales Pequeña, mediana, gran empresa - Patronos

- Empleados y obreros Microempresas formales - Patronos

- Empleados y obreros Trabaj independiente profesional

Empleados y obreros públicos

Llama la atención que los salarios de los em- pleados y obreros en microempresas f'orma- les son más elevados que los de los asalaria- dos en pequeñas medianas y grandes empre- sas en 1990, pero se deterioran más fuer.te- mente, resultando los más bajos de las tres categorías al final del período

En el caso del sector informal, los trabajado- res por cuenta propia obtienen en promedio remuneraciones superiores a los asalariados de microempresas, pero muy inferiores a los

patronos, sugiriendo la existencia de una bre- cha importante de productividad en las acti- vidades que ejercen unos y otros.

Los salarios de todos los trabajadores infor- males se mantienen por debajo del correspon- diente a los asalariados en pequeñas, media- nas y grandes en el sector formal, lo que de- muestra que el proceso de informalización contribuyó al empeoramiento de las condicio- nes de vida de los trabajadores que se vieron obligados a refugiarse en estas actividades.

Salarios reales en el sector informal por categoría (Bs. de 1990)

Salario real promedio 11 782

Promedio sector informal 9.632

Trab Cuenta propia no prof' 9 203

Microempresas informales 11 800

- Patronos 18 535

- Empleados y obreros 7 351

Servicio doméstico 4.190

Las remuneraciones y productividadpor rama de actividad

En correspondencia con diferenciales de pro- ductividad muy acentuados, existen fuertes diferen- ciales de salarios entre ramas de actividad. Las ac- tividades vinculadas a la explotación de petróleo tienen las más altas remuneraciones y las activida- des agrícolas las más bajas

Tienen remuneraciones superiores al prome- dio nacional no agrícola los trabajadores en la rama de establecimientos financieros, bienes inmuebles y servicios a las empresas en virtud de un perfil ocu- pacional que requiere más altas calificaciones. Por la misma razón, son más elevados los salarios pro- medio en las actividades relacionadas con la pro- ducción y distribución de electricidad, gas y agua. Finalmente, destaca el diferencial menos pronun-

ciado pero favorable en la rama de transporte y almacenamiento.

Los salarios promedio en la industria se man- tienen alrededor del promedio no agrícola y son menores relativamente las remuneraciones en las ac- tividades de comercio y servicios..

La crítica situación en la evolución de las re- muneraciones durante este período no afectó sin embargo a todos los trabajadores por igual, refle- jando por una parte la evolución del producto en las diversas ramas y por la otra los grados de organiza- ción y capacidad reivindicativa de sus trabajadores.

En una situación de caída promedio del po- der de compra cercana al SO%, los salarios de los trabajadores en la rama de minas e hidrocarburos presentan el menor deterioro relativo (37%), segui- dos por los que se desempeñan en el sector finan- ciero y afines (42%) y en las actividades de trans- porte (535)

Deterioro acumulado de los salarios reales por rama de actividad económica (Indice 1990=100)

1990 1995 1996

Empleo total 11 781,6 70,9 49,8

Agricultura, caza, silvicultura y pesca 8 430,4 62,6 42,2

Actividades no agrícolas 12 237,2 72,O 50,6

- Explotación de minas y canteras 18.778,7 73,6 63,l

- Industrias manufactureras 12 070,O 72,6 5 1,3

- Electricidad, gas y agua 13 491,4 77,4 49,3

- Const~ucción 12 669,2 70,2 52,3

- Comercio 11 683,6 70,2 48,9

- Transporte, almacenamiento y comunicaciones 12 775,l 76,5 5 3 3

- Establecimientos financieros y afines 16 692,O 76,9 57,8 - Servicios comunales, sociales y personales 11 333,s 71,l 46,7

Los trabajadores en las actividades de servi- tintas ramas de actividad económica. Estos diferen- c i o ~ y comercio sufrieron los mayores deterioros ciales no guardan necesariamente relación con los en su ingreso real, situación más grave en la medi- diferenciales de salarios entre ramas descritos ante- da en que como ya se comentó tienen los menores riormente. salarios relativos * La agricultura muestra una productividad que

Evolución de la productividad por rama de actividad

es menos de la mitad del promedio de la eco- nomía nacional. Esta diferencia se ha mante- nido a lo largo de los seis años, con una dis-

Como es de esperarse, existen grandes dife- minución pronunciada en 1994 y 1995 rencias en la productividad del trabajo según las dis-

Diferencial de la Productividad del trabajo por Rama de Actividad Económica (Indice 100 = productividad promedio)

/ Rama de Actividad Económica 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Agricultura

Actividades no agrícolas

- Servicios comunales, sociales y personales

- Comercio

- Construcción

- Transporte, almacenamiento y comunicaciones

- Industrias manufactureras

- Establecimientos financieros y afines

- Electricidad, gas y agua

- Explotación de minas y canteras

* Las actividades no agrícolas tienen niveles superiores de productividad con respecto al promedio, con una mejora a partir de 1994, para ubicarse a finales del período 9% por encima del promedio.

En la economía no agrícola, las ramas que tie- nen niveles de productividad inferior al pro- medio son los servicios, el comercio, la cons- trucción y el transporte. No obstante estos dos últimos tienen remuneraciones superiores al promedio. Los servicios, que alcanzaron aproximadamente la mitad de la productivi- dad del promedio en 1990 y hasta 199.5, au- mentaron el diferencial en 1996, a tal punto que se ubican 77% por debajo del promedio. El comercio y el transporte también aumen- taron la brecha, pero en menor medida. La

construcción mejoró en pequeña medida la distancia con el promedio de la economía a finales del período, pero con el mejor desem- peño entre 1991 y 1993.

Las ramas que tienen niveles de productivi- dad superiores al promedio son la industria manufacturera, los establecimientos financie- ros y afines, la electricidad, gas y agua y la explotación de minas y canteras. También sus salarios son superiores al promedio.

Entre éstas, llama la atención el aumento del diferencial de la industria manufacturera a par- tir de 1994 y especialmente en el último año, al ubicarse 80% por encima del promedio.. No obstante, la brecha en los salarios es mínima y tendió a disminuir:

* La ganancia de productividad con respecto al promedio sucede en los servicios eléctricos, gas y agua se presenta a partir de 1993 y lue- go de una pérdida en 199.5 vuelve a recupe- rarse en el último año.

En el caso de los establecimientos financie- ros, en los cuales la productividad es más del doble de la promedio, el diferencial a favor de esta rama se mantiene con pequeñas fluc- tuaciones en el transcurso del período, evolu- ción similar aunque más pronunciada que la observada en los diferenciales de salarios.

Obviamente, la explotación de minas y can- teras tiene niveles de productividad dramáti- camente superiores al promedio de la econo- mía, debido a la baja utilización de mano de obra y la relación de su producto con la diná- mica de los mercados internacionales de pe- tróleo.. Las fluctuaciones que muestra, en 1992 hacia la baja y en los siguientes años hacia un incremento del diferencial positivo hablan más del comportamiento de los precios inter- nacionales que de una mejora en su producti- vidad con respecto al promedio..

Entre 1990 y 1993 la productividad de la ma- yoría de las ramas aumenta, en algunas muy por encima del promedio. Esto es el caso en la rama de la electricidad, gas y agua, en la construcción, la agricultura y la explotación de minas y canteras. Disminuye la producti- vidad en los establecimientos financieros, el transporte y el comercio.

Por el contrario, entre 1993 y 1995, la pro- ductividad en general desciende, con excep- ción de la explotación de minas y canteras y la industria manufacturera, y la de los esta- blecimientos financieros no varía. Entre las que disminuyen su productividad es particu- larmente alta la caída en la agricultura, la cons- trucción, electricidad, gas y agua y comercio.

El comportamiento negativo de la producti- vidad se presenta de nuevo en 1996, esta vez con mayor fuerza, mostrando una elevación solamente electricidad, gas y agua. Los servi- cios presentan una dramática caída de 58,8% en este año.

Evolución de la Productividad por Rama de Actividad Económica (Indice 1990 = 100)

Rama de Actividad Económica 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Productividad promedio 1 O0 1 04 1 06 105 99 97 86

Agricultura 1 O0 105 11 1 115 84 8 5 85

Actividades no agrícolas 1 O0 1 03 1 O5 1 03 101 98 8 6

- Explotación de minas y canteras 1 O0 1 03 95 110 116 133 105

- Industrias manufactureras 1 O0 99 1 O0 1 03 108 113 112

- Electricidad, gas y agua 1 O0 112 113 143 145 113 123

- Construcción 1 O0 115 141 126 103 93 92

- Comercio 1 O0 101 105 96 90 79 70

- Transpor.te, almacenamiento y 1 O0 1 06 99 95 91 93 80 comunicaciones

- Establecimientos financieros y afines 1 O0 102 99 89 89 90 78

- Servicios comunales, sociales y 1 O0 102 1 04 101 96 89 37 personales

Para el período en su conjunto, el resultado es variado: * Por una parte, tres ramas lograron aumentar

su productividad, que son electricidad, gas y agua (22,7%), las industrias manufactureras (1 1,6%) y la explotación de minas y canteras (4,7%). Salvo en el caso de la explotación minera, estas mejoras de productividad no se trasladan a los trabajadores, cuyos salarios se deterioran en proporciones muy similares al promedio de los trabajadores en otras ramas.

* El resto de las actividades disminuye su pro- ductividad, con caídas excepcionalmente al- tas los servicios (63,3%) y el comercio

pérdida de salarios de los trabajadores es me- nor que lo que correspondería a la caída de productividad. Tratándose de los trabajado- res con menores salarios relativos el piso vin- culado a las posibilidades de sobrevivencia y el impacto de la política salarial progresiva evita un deterioro mayor de sus ingresos

La relación entre rama de actividad y categorías ocupacionales

Comparando entre actividades agrícolas y no agrícolas se observa en primer lugar un amplio di- ferencial salarial promedio, que se profundiza a tra-

(30,4%) En estos casos, por el contrario, la vés de los años

Salarios reales agrícolas y no agrícolas por sector

+A& Formal I C A g r i c Informal +No agtic Formal -..+&No Agric Informal

Pero, en las actividades agrícolas, la diferen- cia salarial entre trabajar en el sector formal e in- formal es casi insignificante en los primeros años del período ampliándose con el paso del tiempo.. En las actividades no agrícolas, por el contrario el seg- mento del mercado de trabajo en el que se ubica el trabajador implica una notable brecha salarial que disminuye levemente.

En el sector formal, las ramas con mayores salarios relativos en 1990 son finanzas y afines, construcción, comercio y transporte, mientras que las actividades manufactureras y los servicios tie- nen salarios inferiores al promedio. En 1996, finan-

zas se mantiene en el primer lugar, seguido del sec- tor construcción, pero debido a las diferencias en el ritmo de crecimiento de los salarios sólo en los ser- vicios los salarios reales se sitúan por debajo del promedio. En las ramas que expulsaron la mayor proporción de trabajadores formales, es decir; la industria y la construcción el deterioro de los sala- rios fue ligeramente menor que en las demás.

Este orden se mantiene casi inalterado para ambos años en el sector informal pero los salarios promedios son muy inferiores en todas las ramas y la amplitud de los diferenciales es menor en el caso del sector informal

Se observa así mismo que en las ramas que deterioros en los salarios. Este es el caso del comer- sufrieron un mayor crecimiento de trabajadores in- cio y la construcción, donde los salarios disminu- formales no necesariamente muestran los mayores yeron menos que para el promedio del sector..

Salarios reales por sector y rama de actividad (Bs. de 1990)

1990 1993 1995 1996 Indice 1990=100

Promedio sector formal

Industria

Construcción

Comercio

Transporte

Finanzas

Servicios

Promedio sector informal

Industria

Construcción

Comercio

Transporte

Finanzas

Servicios

Los salarios y la productividadpor rama desagregada

En esta sección se presenta una breve pano- rámica de la estructura y evolución de los salarios en las ramas y subramas que concentran la mayor proporción del empleo y una distribución significa- tiva del empleo entre subramas.

Se omite en consecuencia el análisis de la si- tuación en sectores como agricultura, electricidad, gas y agua, minas e hidrocarburos y transporte, en las cuales el empleo se concentra en una sola subrama y, por lo tanto, los rasgos más significati- vos de la situación ya fueron descritos.

La industria manufacturera

En las seis subsamas que concentran la ma- yor parte de la mano de obra industrial se aprecian diferenciales significativos de remuneración. Mien- tras en las industrias metálicas básicas los salarios

son superiores en un 50% al promedio de la rama, los trabajadores de la industria textil tienen remu- neraciones que en 1996 se sitúan 25% por debajo del promedio. También se encuentran por encima del promedio los salarios en las industrias químicas y plásticas. Estos rasgos se corresponden con una mayor intensidad de capital en estas actividades.

Las restantes tres ramas - madera y muebles, productos metálicos y alimentos, bebidas y tabaco tienen remuneraciones más cercanas al promedio.

Si se ordenan los sub-sectores en función de la pérdida del poder adquisitivo del salario entre 1990 y 1996 se observa que el menor crecimiento del salario real correspondió a la industria de la madera y a la industria textil, en las cuales predo- minan unidades de menor tamaño, mientras que las ramas en las cuales predominan los grandes esta- blecimientos formales sufrieron deterioros meno- res del salario que coincidieron con ajustes en el volumen de trabajadores.

Diferenciales salariales en Ia industria por subrama 1990-1996 (Promedio = 100)

Rama y sub-rama 1990 1996

Salario promedio Industria manufacturera

Bs Mes de cada año)

Indices Salario Promedio=100

Textiles, prendas de vestir e industrias de1 cuero

Industrias de la madera y productos de la madera incluyendo muebles

Fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos

Productos alimenticios, bebidas y tabaco

Fabricación de sustancias químicas y de productos químicos

Industrias metálicas básicas

Poder adquisitivo del salario en la industria manufacturera por subrama 1990-1996

Rama y subrama Indice 1 990=100

Promedio Industria manufacturera

Industrias de la madera y productos de la madera incluyendo muebles

Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero

Fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos

Industrias metálicas básicas

Fabricación de sustancias químicas y de productos químicos

Productos alimenticios, bebidas y tabaco

La excepción la constituye las industrias me- tálicas básicas en las cuales aproximadamente el 60% de las ocupaciones pertenecen a empresas del Esta- do que atravesaron en este período una fuerte crisis..

Se observa que las industrias metálicas bási- cas, la industria química y de plásticos, así como la industria de productos metálicos, maquinaria y equi- pos tienen una productividad promedio mayor que la industria en su conjunto. La industria del textil y de la madera, por el contrario, muestran resultados inferiores. Por su parte, los alimentos se acercan a este promedio. Esta situación se corresponde con la observada en relación a los diferenciales de salarios.

Hasta 1993, estos subsectores mejoran su pro- ductividad prácticamente a la par, con excepción de las industrias metálicas básicas que la desmejo- ran. Para finales del período es especialmente rele- vante la ganancia que muestra la industria de los alimentos, de productos químicos y plásticos, ra- mas que iniciaron procesos de exportación de sus productos como resultado de la disminución de la demanda interna, o que sufrieron procesos de rees- trzicturación con intervención de capital foráneo. Con excepción de la industria de la madera, todas mejoran sus niveles de productividad con res- pecto a 1990.

Productividad Promedio en la Industria por Subsectores (en bolívares e índices 1990 = 100)

Industrias manufactureras 103416 103 113 112

Productos alimenticios, bebidas y tabaco 100804 102 133 13 1

Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero 83 095 104 103 105

Industrias de la madera y productos de la madera incluyendo muebles 98336 104 103 95

Fabricación de sustancias químicas y de productos químicos 123 014 104 120 123

Industrias metálicas básicas 159 099 95 101 110

Fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos 108 433 102 1 1 1 1 09

El sector comercio El subsector de comercio al mayor tiene ma-

Más del 80% de la mano de obra en esta rama yores remuneraciones promedio y sufi ió en el pe- se ubica en el comercio al por menor; correspon- ríodo el menor deterioro relativo, mientras que el diendo a la sub-rama de restaurantes y hoteles el de restaurantes sufrió el mayor deterioro, teniendo 10% de la mano de obra desde el inicio salarios más bajos

Salarios en el sector comercio por subrama

1990 1996 Indice 1 990=100

Real Promedio

Indice Promedio =lo0

Comercio al por mayor

Comercio al por menor

Restaurantes

Hoteles

En cuanto a la productividad, los trabajado- mayor alcanza una mayor productividad. Los cua- res en restaurantes tienen la menor productividad, tro subsectores reducen sus niveles con respecto a seguidos muy de cerca por el comercio al por me- 1990, presentándose la mayor caída en los restau- nor y los hoteles, mientras que el comercio al por rantes

Productividad Promedio en el Comercio por Subsectores (en bolívares e índices 1990 = 100)

Comercio

Comercio al por mayor

Comercio al por menor

Restaurantes

Hoteles

En el subsector más empleador, el de co- porque sus ingresos son más bajos desde el ini- mercio al menor, la situación de los trabajadores cio como porque se deterioran más que el pro- informales es bastante más desfavorable, tanto medio

Salarios en el subsector de comercio al por menor según categoría ocupacional 1990-1996

Ingreso Nominal Ingreso Real Ingreso real 1990=100 1990 1996 1990 1996 1996

Comercio al por menor 11 448 71 086 11 448 5 676 49,6

Empleados y obreros PMG 11 731 83154 11731 6 640 56,6

Empleados y obreros MEF 10 916 70448 10917 5 626 5 1,5

Trab cuenta propia no profesional 9 356 55 634 9 356 4 443 4 7 3

Empleados y ob~eros ME1 7 424 43 907 7 424 3 506 47,2

Establecimientos financieros, bienes actividades bastante diversas, con predominio de los

inmuebles y servicios a las empresas servicios a las empresas, en los cuales se emplea el 58% del total de los ocupados, correspondiendo al

Este sector que emplea a una porción relati- sector financiero propiamente dicho un tercio de las vamente reducida de la mano de obra total, reúne ocupaciones

Salarios en la rama de establecimientos financieros y afines por subsector 18990-1996

1990 1996 Ingreso real 1990=100

Promedio Bs de cada año 16 692 120.804

Indices Promedio = 100

Establecimientos financieros 82,3 78,9

Seguros 110,2 87,5

Bienes inmuebles y servicios a las empresas 1 07,9 114,l

Es en este subsector donde se observan los Concomitantemente, entre los establecimien-

más elevados y el menor deterioro relativo, tos financieros y actividades afines, las institucio-

mientras que en los propiamente financieros los sa- nes bancarias y financieras alcanzan el menor nivel de productividad, con tendencia a descender a lo lanos son más bajos. largo de estos seis años.

Productividad Promedio en la Rama de Establecimientos Financieros y Afines por Subsectore (en bolívares e índices 1990 = 100)

-- -

Establecimientos financieros y afines 178 442 89 90 78

Establecimientos financieros 146 909 90 96 75

Seguros 196 583 76 94 62

Bienes inmuebles y servicios prestados a las empresas 192 573 93 8 6 83

Ingresos y productividad en los servicios sociales, comunales y personales cios sociales y comunales (40%); el segundo lugar

en función de su absorción de empleo corresponde En conjunto un 28% del total de la mano de a los servicios personales y a los hogares (31,8%);

obra a nivel nacional se desempeña en este sector un quinto de 10s trabajadores se desempeñas en ac- que además tiene la particularidad de ser el mayor tividades de administración pública y defensa, co- empleador de mujeres. De los subsectores que lo rrespondiendo a los servicios de diversión apenas componen el mayor empleador es el de los servi- un 5,8% del empleo

Salarios en la rama Servicios sociales, comunales y personales por subsectores 1990-1996

l 1990 1996 Ingreso real 1990=100

- Servicios 11 334 66 249

Indice salario promedio rama=100

Administración pública y defensa 109,l 103,8

Servicios sociales y otros servicios comunales 118,l 1 17,9

Servicios personales y de los hogares 6'7,4 '71,8

La diferente naturaleza de las actividades que componen esta rama, así como perfiles ocupacio- nales muy divergentes explican los diferenciales salariales encontrados. Las remuneraciones más al- tas corresponden a los trabajadores de los servicios sociales, en promedio alrededor de 18% más eleva- das, mientras que los trabajadores de los servicios personales y a los hogares perciben remuneracio- nes inferiores al promedio en alrededor de 30%.

La productividad de las actividades que com- ponen la rama de los servicios es muy parecida, con excepción de los servicios personales y de los ho- gares en los cuales es aproximadamente un tercio menor. Hasta 1993 se logra mantener el nivel de productividad y hasta mejorarlo, mientras que para 199.5 se reducen. La caída más dramática se pre- senta en 1996, afectando a todas las actividades en la misma magnitud.

Productividad Promedio en los Servicios por Subsectores (en bolívares e índices 1990 = 100)

- --

Servicios comunales, sociales y personales 40 626 101 89 3 7

Administración pública y defensa 44 319 97 95 3 5

Servicios sociales y otros servicios comunales 47 961 1 O0 87 3 7

Servicios personales y de los hoga~es 27 394 1 09 87 39

V. MERCADO DE TRABAJO Y POBREZA Con el fin de comparar los ingresos de los tra-

bajadores con una línea de pobreza se utilizó en este La pobreza por ingresos, definida como la

trabajo la Canasta Normativa de Alimentos defini- proporción de hogares que no logran obtener, a par- tir de su inserción laboral los ingresos necesarios da por el Instituto Nacional de Nutrición con una

para adquirir los bienes y servicios básicos para su periodicidad mensual. Esta considera el valor mo-

bienestar1'7 se elevó considerablemente en los años netario de una dieta balanceada que aporta las calo-

transcurIidos de esta década. En este capítulo se rías y Otros nutrientes necesarios para mantenerse explora el peso que en este resultado tuvieron di- en buen estado de salud con base en alimentos de versos factores vinculados al mercado laboral. uso común y de menor costo.

Línea de pobreza (nivel nacional) 1990-1996 (Bs. mes)

Año CNA per capita Línea de pobreza moderada per capita@)

1990 1 474,Ol 2 498,Ol

1991 1 549,02 3 098,04

1992 2 235,35 4 470,70

1993 2 974,08 5 948,15

1994 4 870,47 9 740,94

1995 6 799,74 13 599,48

1996 1 3 527,2 1 27 054,42

La línea de pobreza rural equivale a 80% de la urbana El promedio ponderado de ambas es la línea de pobreza nacional (1 )Valor al mes de septiembre de cada año (2) Equivalente al doble del valor de la CCNCA per cápita FUENTE Instituto Nacional de Nutrición Cálculos propios

Los hogares en situación de pobreza extrema res en pobreza moderada obtienen un ingreso sufi- son aquellos que no logran un ingreso suficiente de ciente para adquirir la canasta alimenticia pero no para sus miembros activos para adquirir en el mercado cubrir adecuadamente otras necesidades básicas como los productos alimenticios necesarios en función del vestido, vivienda y otros gastos. El total de hogares número de miembros que los componen. Los hoga- pobres equivale a la suma de ambos estratos.

En vista de que el interés en este capítulo es explorar las relaciones entre el mercado de trabajo y la generación de pobreza se han considerado al evaluar el nivel de ingreso familiar sólo el ingreso autónomo proveniente del trabajo y no se considera el aporte de otros ingresos familiares de carácter no laboral, tales como subsidios, intereses, rentas o jubilaciones. No hay duda de que su incorporación a los cálculos arrojaría niveles de pobreza meno- resI8. Por consiguiente, el indicador generado no es la cobertura de la pobreza, sino de la pobreza medi-

La composición y evolución de la pobreza medida por el ingreso laboral l9

Entre 1990 y 1996 la situación de pobreza de los hogares se agudiza notablemente aún durante los años de crecimiento económico, de manera que al final del período:

El número de hogares pobres ha pasado de un millón seiscientos mil a casi tres millones, debido sobre todo al aumento en el número de hogares en situación de pobreza extrema,

da por ingresos laborales. que pasan de 71 8 mil a un millón 63 1 mil

Venezuela. Evolución de la pobreza por ingreso laboral por componentes 1990-1996

CIFRAS ABSOLUTAS

Hogares totales

Hogares pobres

- En pobreza crítica

- En pobreza extrema

PROPORCIONES EN EL TOTAL

Hogai es pobres

- En pobreza critica

- En pobreza extrema

COMPOSICION (EN %) Hogrrres pobres

- En pobreza crítica

- En pobreza extrema

Línea de pobreza (Bs /mes)

1

Fuente Encuesta de Hogares por Muestreo, 11 Semestre de cada año Procesamiento propio

* La proporción de hogares pobres en el total pasa de 41 % en 1990 a 65% en 1996, con un crecimiento especialmente abrupto entre 1995 y 1996.

* La distribución entre hogares en pobreza mo- derada y hogares en pobreza extrema se in- vierte. Al final del período predominan entre los pobres los hogares en pobreza extrema En las áreas urbanas la proporción es ligera-

mente más baja, pero sigue las mismas tendencias: la pobreza total pasó de 39% en 1990 a 63,5% en

1996,.. Siendo la proporción de pobres en situación extrema de 33,8% en este último año.

Los determinantes de la pobreza por ingreso laboral

La elevación de la pobreza está obviamente determinada por el carácter de la participación fa- miliar en el mercado de trabajo y sus resultados en términos de generación de ingreso, pero también por la composición sociodemográfica de los ho- gares.

La composición de los hogares

Aún cuando entre 1990 y 1996 se observa una tendencia a la disminución en el tamaño de los ho- gares para todos los estratos, pasando de 4,99 miem- bros a 4,21 en promedio, existe una diferencia sig- nificativa en el tamaño de los hogares según su con- dición con relación a la pobreza.

Según los datos de este estudio, mientras en los hogares no pobres existe en 1996 un número promedio de miembros cercano a cuatro, en los ho- gares en pobreza extrema el promedio alcanza a más de 5 personas..

Ha sido argumentado que en los hogares más pobres existe una tasa de natalidad más alta y una

mayor tendencia a vivir en hogares extendidos, lo que suele tener como efecto una diferencia signifi- cativa en el número promedio de miembros por hogar según estratos de pobreza.

La información disponible para este estudio muestra que son los hogares en situación de pobre- za crítica o moderada los de mayor tamaño, y que este hecho está apasentemente vinculado con la pro- babilidad de escapar a la pobreza extrema en virtud de una mayor probabilidad de incorporar un adulto más al mercado de trabajo.

En el lapso estudiado la diferencia en tamaño entre los hogares más pobres y el estrato de pobre- za moderada se mantiene, pero la brecha que los separa tiende a disminuir

Tamaño medio del hogar por estrato de pobreza 1990-1996

No promedio de miembros 1990 1996

No pobres

En pobreza critica

En pobreza extrema

Otros estudios han demostrado con base en el análisis de las estructuras por edades, que esto se debe a que son los hogares en etapas más avanza- das del ciclo de vida familiar los que logran escapar a la pobreza mediante la incorporación de los miem- bros jóvenes al mercado laboral, o debido a estrate- gias basadas en la coexistencia de varias generacio- nes en un mismo hogar:

En nuestro caso el resultado más notable es una estructura de edades notablemente más joven entre los grupos de extrema pobreza, en los cuales alrededor del 44% de sus integrantes son menores de 15 años. Esto indicaría que son las familias más jóvenes y probablemente incompletas, es decir di- rigidas por mujeres, las que experimentan con ma- yor intensidad la situación de pobreza.

Distribuci~n de la población por grupos de edad según estrato de pobreza por ingreso laboral 1996

Total NO POBRE POBREZA CRITICA POBREZA EXTREMA TOTAL

1994 1996 1994 1996 1994 1996 1994 1996

De O a 14 años 27,5 24,9 40,9 37,l 45,2 43,6 36,7 36,l

Mayor.es de 15 años 72,5 75,l 59,l 62,9 54,8 56,4 63,3 63,9

de 15a24años 20,4 20,O 19,7 20,O 17,l 17,'7 19,2 19,l

de25 a44años 33,3 34,7 26,4 28,2 21,9 23,O 27,9 28,l

de 45 a 64 años 15,2 16,7 9,9 11,3 1 0,3 1 0,4 12,2 12,6

de 65 y más 3,6 3,7 3,2 3,3 5 $4 5,3 4,O 4 2

Existe también en este grupo de hogares una mayor proporción de personas mayores de 65 años. Llama la atención la menor proporción de personas en las edades más productivas, es decir entre 25 y 44 años entre los pobres. Mientras en un hogar no pobre existe en promedio un tercio de personas en este grupo de edad en un hogar en situación de po- breza extrema menos de la cuarta parte de sus inte- grantes pertenece a esta categoría.

La participación familiar en el mercado de trabajo

La participación laboral tiende a comportarse de manera inversa: a mayor nivel de pobreza la pro- porción de miembros activos es menor. En 1996 se observa un significativo diferencial promedio entre

las familias no pobres, en las cuales más de dos per- sonas en promedio están en la fuerza laboral, y las familias pertenecientes al estrato de pobreza extre- ma, en las cuales el promedio de activos alcanza a 1,58. Este promedio se mantuvo relativamente es- table entre 1990 y 1993 y tendió a elevarse fuerte- mente entre 1995 y 1996 en todos los estratos, una respuesta «racional» a la crisis de ingresos produc- to de la alta inflación.

A esta restricción se añade una diferencia notoria en la incidencia del desempleo por. estratos de ingresos, que lleva el número promedio de miem- bros que generan ingresos entre los más pobres a una cifra muy cercana a una persona en los últimos dos años. Entre los que pertenecen al estrato de po- breza moderada el promedio de ocupados es cerca- no a dos (1 $6 en 1996).

Venezuela 1990-1996. Participación laboral familiar según estrato de pobreza por ingreso laboral

Promedio de miembros activos

No pobres

Pobreza crítica

Pobreza extrema

Promedio de miembros ocupados

No pobres

Pobreza crítica

Pobreza extrema

Promedio de miembros desocupados

No pobres

Pobreza crítica

Pobreza extrema

Promedio de miembros por ocupado

No pobres

Pobreza critica

Pobreza extrema

La conjunción de grupos familiares más gran- ma pobreza, en los cuales cada miembro ocupado des con menor y menos exitosa inserción en el mer- debe generar ingresos para mantener a más de tres cado laboral se resume en la carga que deben so- personas en 1996, mientras que entre los no pobres portar los grupos familiares en situación de extre- el promedio es de 1,8.

Venezuela 1990-1996. Tasas de actividad y desocupación por estrato de pobreza

Tasa de actividad

No pobres 46,3 44,9 46,3 46,6 49,2 50 54,3

Pobreza crítica 29,3 28 28,3 29,2 34 3 4 3 40,9

Pobreza extrema 2 1 19 18,8 18,7 25 25,l 30,l

Tasa de desocupación

No pobres 5,4 5 2 3,8 3,2 3,9 5,7 5,6 Pobreza crítica 13,4 12,4 9,8 8 2 9 2 12,5 1 1,6

Pobreza extrema 37,9 3 8 31,5 26,'7 20,8 29,2 25,2

Venezuela 1990-1996. Tasas de actividad y desocupación por estrato de pobreza

Tasa de actividad

No pobres 46,3 44,9 46,3 46,6 49,2 50 54,3

Pobreza critica 29,3 2 8 28,3 29,2 34 3 4 3 40,9

Pobreza extrema 21 19 18,8 18,7 25 25,l 30,l

Tasa de desocupación

No pobres 5,4 5,2 3,8 3,2 3,9 5,7 5,6 Pobreza crítica 13,4 12,4 9,8 8 2 9 2 12,5 11,6

Pobreza extrema 37,9 3 8 3 1,5 26,7 20,8 29,2 25,2

No obstante, este aspecto ha tendido a mitigarse sas de actividad de los pobres son un factor que in- durante la crisis, sobre todo en 1995 y 1996 debido a cide en la pobreza en la medida en que conduce a Un brzisc0 incr'ement0 de la participación laboral €3 reducir el número de perceptores de in- los últimos dos años que ha reducido la proporción gresos, en prcsenc.a de condiciones adversas, los de miembros por ocupado en todos los estratos hogares desarrollaron estrategias dirigidas a miti-

Se observa, asl mismo una disminución con- gar su impacto a lo largo de estos años.

comitante de las tasas de desocupación de los más pobres en estos años Otro dato que llama la atención es la compo-

~~t~~ dos datos indicarían que aún cuando las sición de la población mayor de 15 años que decla-

más altas tasas de desocupación y las menores ta- ra estar inactiva.

Distribución de la población fuera de la fuerza de trabajo según estrato de pobreza (en %)

Situación No pobre Crítica Extrema &tal

Fuera de la Fuerza 1 258 768 Estudiantes 36,23 Oficios del hogar 53,22 Otra situación 1 0,55

Mientras entre los no pobres la tercera parte de ellos son estudiantes, la proporción de es- tudiantes en los estratos de pobreza es significativamente menor, lo que implica al- tas probabilidades de reproducción de la po- breza en las sucesivas generaciones si no se logra igualar las oportunidades de acceso a la educación de los más pobres

No existen diferencias significativas en la pro- porción de personas dedicadas a oficios del hogar entre los tres grupos, pero sí se observa

un alto diferencial en el grupo «en otra situa- ción», personas que ni estudian ni trabajan o buscan trabajo, lo que podría indicar un im- portante contigente de población cdesalenta- da» , y por lo tanto, una situación de desocu- pación más extendida de lo que revelan las cifras de desempleo abierto Pero no sólo es importante el número de per-

ceptores de ingresos sino el tipo de empleo en el cual logran insertarse, pues éste determina los ingresos que cada ocupado logra obtener por su trabajo

Inserción laboral de los ocupados según estrato de pobreza (Estructura % Total =100)

--- -

Area Urbana Total Nacional

o pobre Crítica Extrema o pobre Crítica Extrema TOTAL

TOTAL (miles) 2 626,3 1 857,2 1308,2 5.791,7 3 053,O 2 307,O 1 752,l 7 112,l

Sector Formal 64,43 53,89 39,32 55,38 61,96 50,08 35,31 51,54

Patr o 0,88 1,30 1,84 0,92 0,82 1,29

E y O privados 21,69 31,97 35,97 29,95 20,65 30,25

E y O públicos 20,35 19,37 15,31 18,90 19,41 17,69 12,70 17,20

TCP pr of 5,18 1,67 1,43 3,21 4,73 1,52 1,13 2,80

Sector informal 48,46

Patronos micro 3,54

E y O m~cro 8,52 14,14 19,04 12,70 9,42 14,91 19,14 13,59

TCP no prof 22,17 26,84 33,53 26,23 23,23 29,34 36,55 28,50

Ayudante fliar 0,28 0,75 1,84 0,7 0,40 1,16 3,18 1,33

Serv Doméstico 0,70 1,47 3,50 1,58 0,72 1,47 2,88 1,50

La segmentación del empleo según estratos de pobreza es evidente Las barreras a la inserción de los más pobres en actividades de carácter formal son muy nítidas si observamos que mientras entre los no pobres más del 60% de los trabajadores se desempeñan en este sector, en el estrato de pobreza extrema menos del 40% de los trabaiadores consi- gue un empleo de esta naturaleza

Sin embargo, no puede atribuirse únicamente a la inserción en el sector informal la situación de pobreza, pues los datos indican que hay un 40% de informales pertenecientes a hogares que escapan a

la pobr iceversa, un 40% de trabajadores for- males cuyos hogares sufren de pobreza extrema Esta situación pue factores Por una trabajador es posible que la combinación de ingre- sos provenientes de su inserción en ambos sectores sea suficiente para superar la línea de pobreza, mien- tras que en un hogar con un sólo ocupado informal las barreras de nivel de ingreso se hacen insupera- bles. Por otra parte, las diferencias en categorías ocupacionales dentro de cada sector pueden contri- buir a la generación de ingresos más elevados.

Distribución de los ocupados según categorías ocupacionales y estratos de pobreza 1996

I NO POBRE Critica Extrema TOTAL

TOTAL

TOTAL

Sector FORMAL

E y O privados

E y O públicos

Sector INFORMAL

TPCP No profesional

E y O microempresas

En efecto, las ocupaciones en el sector f'or- mal privado y en el sector público predominan en- tre los no pobres.. En el otro extremo, el segmento peor remunerado, los empleados y obreros en microempresas informales ocupa una mayor pro- porción de trabajadores entre los que pertenecen a hogares en pobreza extrema. El trabajo por cuenta propia no profesional, sin embargo se distribuye más uniformemente en los tres estratos de pobreza, lo

grupo entre empleos que permiten ingresos dife- rentes..

Finalmente, como puede observar se en el cua- dro siguiente, el patrón de inserción laboral por ra- mas de actividad difiere notablemente según estra- tos de pobreza, accediendo los más pobres con ma- yor frecuencia a puestos de trabajo en las ramas de menor productividad y salarios relativos tanto en las áreas urbanas como si se considera la distribu-

que sugiere una segmentación al interior de este ción para el total nacional.

Estructura de la ocupación por rama de actividad. 1996 (% del total en cada rama)

No pobre C~itica Extrema TOTAL

Ocupados en áreas urbanas (miles)

Agricultura

Industria Manufacturera

Construcción

Comercio y afines

Transporte y afines

Establecimientos financieros

Servicios soc.., com.. y personales

Ocupados total nacional (miles)

Agricultura

Industria Manufacturera

Construcción

Comercio y afines

Transporte y afines

Establecimientos financieros

Servicios soc., com.. y personales

La evolución de los ingresos

La persistente y elevada inflación casacterís- tica de estos años incidió inevitablemente en la ex- tensión y agudización de la pobreza. El costo de la Canasta Normativa de Alimentos se multiplicó por diez, creciendo a una tasa promedio interanual de 34,7%, a pesar de que su incremento fue más lento que el de la inflación total.

Otro cambio significativo en este período fa- voreció a los más pobres: por primera vez desde

país el IPC de Alimentos creció más lentamente que el de otros componentes de la canasta, como por ejemplo los gastos diversos y del hogar; debido a la relevancia que fue adquiriendo el incremento de las tarifas de bienes y servicios públicos y de los com- bustibles..

En este contexto, la evolución de los ingresos familiases por estrato merece varios comentarios:

Debido a la disminución de los tamaiíos pro- medio de las familias, los ingresos familiases per capita se elevason más que el ingreso fa-

que la inflación es un fenómeno significativo en el milias total en todos los estsatos..

Venezuela 1990-1996. Evolución del ingreso familiar por estratos de pobreza

I 1990 1993 1995 1996 T:.A..C Crec. total -- -

Línea de pobreza Indlce de Preczos al Consumzdor Hogares no pobres

Familiar promedio

Familiar per cápita promedio Hogares en pobreza critrca

Familiar promedio Familiar per cápita promedio

Hogu es en pobreza extrema Familiar promedio Familiar per cápita promedio

Por otra parte, la incorporación de más de este grupo se había multiplicado por miembros a la fuerza de trabajo entre los catorce.. pobres permitió un incremento mayor en No obstante, la brecha que separa el ingreso sus ingresos laborales promedios, especial- promedio de los más pobres de la línea de mente marcado en los hogares en pobreza pobreza apenas se modificó y éste es todavía extrema y en los últimos dos años. Al final una quinta parte del ingreso necesario pasa del período el ingreso per cápita promedio superar la pobreza..

Venezuela 1990-1996. Diferencial entre línea de pobreza e ingreso laboral familiar per capita por estratos

Diferencial: LP = 100 1990 1993 1995 1996

Línea de pobreza

No pobres

Pobreza crítica

Pobreza extrema

La calidad de los puestos de trabajo a los que laboral de los más pobres es SIGNIFICATI- acceden los más pobres es una de las razones fun- VAMENTE inferior al promedio de los ocupados a damentales para esta situación El ingreso medio lo largo de todo el período

Venezuela 1990-1996. Ingreso laboral promedio por estratos de ingreso -

1990 1993 1995 1996 TAC Crec total

Bs de cada año

Ingreso medio laboral 13 317 30 621 59 207 83.677 25,83 528,35

Hogares no pobres 14 979,OO 34 732,OO 71 744,OO 120 808,OO 29,82 706,52

Hogares en pobreza crítica 7 347,OO 16 593,OO 33 538,OO 55 162,OO 28,66 650,81

Hogares en pobreza extrema 3 1 14,OO 8 307,OO 16 480,OO 27 366,OO 3 1,22 778,s 1 -- --

1990 1993 1995 1996 TAC Crec total Indices Ingleso promedio = 100

Ingreso medio laboral 100,O 100,O 100,O 100,O

Hogares no pobres 1 12,5 1 13,4 121,2 144,4

Hogares en pobreza crítica 55,2 54,2 56,6 65,9

Hoga~es en pobreza extrema 23,4 27,l 27,8 32,7

Con el fin de precisar las implicaciones de de ingreso por categorías ocupacionales entre los estos resultados es útil considerar los diferenciales diversos estratos

Ingresos laborales promedio según categoría ocupacional y estrato de pobreza 1996

Categoría No pobre Crítica Extrema -- --

Promedio ingreso nominal 48 125 24 786 15 385 Indice No Pobre =100

Promedio ocupados 100,O 51,5 32,O

TPCP no profesional 100,O 57,5 36,8

E y O microempresas 100,O 63,O 44,5

E y O privado fo~mal 100,O 55,4 37,7

E y O público 39,3 o

Promedio ocupados 100,O 100,O 100,O

TPCP no profesional 85,6 9 5 3 98,6

E y O microempresas 59,4 72,6 82,7

E y O privado formal 102,7 1 1 0,4 121,O

E y O público 103,6 1 12,9 127,4

En todas las categorías ocupacionales que concentran el mayor número de ocupados existen fuertes diferenciales de ingresos en- tre los trabajadores pertenecientes a los diver- sos estratos de pobreza, lo que indica que es más importante la posición ocupacional, aso- ciada al capital humano que incorpora cada trabajador que el segmento en el cual logran incorporarse. Por supuesto, existen mayores posibilidades para insertarse en este tipo de ocupaciones en el segmento informal , pues su menor productividad relativa implica que su mano de obra es menos educada, y es por esta razón que el patrón de inserción laboral difiere según el estrato de pobreza

Los diferenciales de salarios entre categorías ocupacionales en el sector formal e informal son más pronunciados entre los trabajadores más pobres que entre los no pobres, lo cual sugiere la existencia de segmentación al inte-

rior del sector informal, de manera que los puestos de trabajo a los que acceden los tra- bajadores no pobres tanto en microempresas como en el trabajo por cuenta propia les per- miten condiciones muy similares a las que ob- tendrían en un puesto de trabajo asalariado formal, mientras que los niveles de producti- vidad de las actividades informales a las que acceden los trabajadores más pobres son menores

¿Cómo superar la pobreza?

Para las familias pobres, superar la pobreza en las condiciones de composición familiar, incor- poración laboral y productividad de sus trabajado- res requiere, aun obviando los perversos efectos de la inflación en este período, la generación de ingre- sos significativamente más elevados. Un ejercicio con las cifras es ilustrativo del esfuerzo requerido.

Condiciones requeridas para superar la pobreza por estrato

/ Ingreso familiar requerido, dado tamaño medio del hogar

Pobreza crítica 15 187,90 139 059,72

Pobreza extrema 13 189,49 141 765,16

Ingreso familiar actual

Pobreza crítica 11 354 102.574

1 Pobreza extrema 2.145 32 259

1 Ingreso laboral promedio requerido, dado el no medio de ocupados por hogar

N Pobreza crítica 9 798,65 74 763,29

Pobreza extrema 3 620,30 120 139,97

Ingreso laboral actual

Pobreza crítica 7 347,OO 55.162,OO

Pobreza extrema 3 1 14,OO 27 366,OO

No de ocupados requeridos, dado el nivel de ingreso por ocupado

Pobreza crítica 2,07 2,52

Pobreza extrema 4,24 5,18

No de ocupados actual

Pobreza crítica 1,55 1 3 6

Pobreza extrema 0,69 1,18

Dado los tamaños de hogares predominantes, las familias en extrema pobreza requerirían un in- greso familiar que es en promedio 4,39 veces el que obtienen actualmente. Sin embargo, la brecha de in- gresos a generar para superar la pobreza es consi- derablemente menor en el caso de los hogares en pobreza crítica, los cuales requerirían aumentar sus ingresos en 35%.

Existen varias vías posibles para lograr ese objetivo de parte de las familias y sus trabajadores:

En primer lugar, manteniendo constante el

número de ocupados por hogar que es carac- terístico de las familias en cada estrato, cada ocupado debería incrementar su ingreso per- sonal de manera de cubrir el déficit actual Esto significaría para los más pobres cuadruplicar su ingreso y para los que perte- necen a hogares en situación de pobreza mo- derada incrementarlos en 35%. Mientras un incremento de esta magnitud parece factible en el Último caso mediante un cambio de ocu- pación o de sector empleador, es a todas lu- ces muy poco probable que dadas las limita- ciones de capital humano que los caracteri- zan los trabajadores más pobres logren supe- rar estas barreras ejerciendo ocupaciones dis- ponibles en el mercado de trabajo actual. Se entiende así el enorme atractivo que activida- des ilícitas como las vinculadas al narcotráfico ejercen sobre la población más pobre.

Otra alternativa es la incorporación de más trabajadores en cada hogar, de manera de acu- mular un mayor ingreso global. Como se de- duce de los datos presentados en este estudio en todas los estratos las familias utilizaron esta estrategia con el fin de maximizar la genera- ción de ingresos. Por otra parte, la estructura de la población fuera de la fuerza de trabajo sugiere que todavía hay un importante con- tingente de amas de casa no incorporadas ac- tivamente al mercado laboral. Si se mantie- nen constantes los ingresos promedio de los trabajadores en cada estrato esta salida es imposible por razones demográficas para los más pobres, pues se requerirían 5,18 trabaja- dores en promedio para obtener el ingreso que

les permite superar la pobreza. Si se lograra una situación de pleno empleo estos hogares incrementarían el número de ocupados a 1,58 en promedio, lo cual seguramente disminui- ría la intensidad de la pobreza, pero la brecha seguiría siendo igualmente grande

Incluso en este caso es una estrategia poco factible para los hogares en pobreza modera- da, dada la estructura por edades que los ca- racteriza, pues implica aumentar el número de ocupados a 2,58 en promedio Una situa- ción de pleno empleo en estos hogares podría llevar el número de ocupados a 2,10 en pro- medio, pero se requeriría la incorporación de más ocupados lo cual probablemente impli- caría el abandono de la escuela por parte de los jóvenes en estos hogares o la incorpora- ción de mujeres dedicadas al hogar Es pro- bable que la superación gradual de la pobreza demande tanto un significativo aumento del número de ocupados por hogar -particular- mente mujeres- como un incremento del in- greso de cada perceptor Pero además deman- dará un aumento del gasto social focalizado en los más pobres -no computado cuando se mide sólo el ingreso laboral

VI. PRINCIPALES CONCLUSIONES

La evolución del mercado de trabajo en este período tiene lugar en un contexto de incipiente transformación productiva inducida por los cambios bruscos en las políticas de desarrollo instrumentados a partir de 1989 que hicieron la economía venezo- lana más sensible a las tendencias del desarr.0110 mundial y disminuyeron el papel protagónico que en el pasado había desempeñado el sector público en la creación de puestos de trabajo.

La necesaria reestructuración interna especial- mente en la economía privada, que creció al ampa- ro del Estado, para responder a condiciones más exigentes se ha visto al mismo tiempo fi enada por la inestabilidad interna y la dificultad para actuar con base en un horizonte de más largo plazo, factor que ha afectado sobre todo la inversión. Es así que se explica el pobre desempeño del empleo fbrmal

privado, al cual las nuevas orientaciones de política asignan la mayor responsabilidad por la generación de empleo

En los años por venir la evolución del país en múltiples ámbitos estará signada por las profiindas modificaciones en la política petrolera, y las ten- siones entre la economía petrolera y la no petrolera se harán más agudas y harán muy complejas las decisiones de polí'tica económica que afectan a am- bos sectores para que no resulten contradictorias anulando sus efectos mutuamente.

La tradicional crítica al reducido impacto en el empleo de un desarrollo basado en el petróleo han sido desdeñadas por los responsables del sector que argumentan que el grado de integración actual del aparato productivo nacional es considerablemen- te más alto que el que prevaleció en épocas pasa- das. Adicionalmente existe un esfiierzo explícito de la industria por aumentar esta integración mediante la contratación al sector privado nacional de las ac- tividades no medulares y los contratos de asocia- ción con el capital nacional tanto para la explota- ción como para el desar~ollo de proyectos de indus- trialización de hidrocarburos. No obstante, se trata de actividades altamente intensivas en capital, que contribuirán a mejorar la productividad promedio de la economía pero seguirán teniendo un impacto reducido global en el empleo.

Por otra parte, persiste el riesgo de lo que se conoce como «enfermedad holandesa», en la medi- da en que la gran afluencia de divisas presiona so- bre la tasa de cambio abaratando las importaciones y disminuyendo la competitividad de las activida- des transables. Según los más variados diagnósti- cos económicos recientes ya existen evidencias de una sobrevaluación que afecta las posibilidades de exportar a los sectores no tradicionales Pero ésta coincide con una inflación considerablemente alta que se vería adicionalmente afectada por una devaluación

En el período analizado y particularmente en el último año el comportamiento de la economía refleja los primeros impactos de un programa de ajuste, cuando los efectos negativos predominan sobre los esperados efectos positivos, cuyas mani- festaciones podrlan esperarse para los próximos

años No obstante, dos elementos pesan sobre las posibilidades de una mejoría a corto plazo. Por una parte, el déficit fiscal sólo ha sido controlado gra- cias a la mayor afluencia de recursos exógenos pro- venientes de las ventas de petróleo y derivados sin que hayan ocurrido reformas estructurales que otor- guen estabilidad a este resultado. Más bien existen considerables presiones de gasto adicional vincula- das al pago de los pasivos laborales acumulados. Las presiones inflacionarias provenientes de este hecho, en consecuencia se mantienen. Por otra par- te, el año 1998 es un año electoral, períodos en los que tradicionalmente la disciplina en la aplicación de las políticas como las iniciadas en 1996 sufren presiones hacia su relajamiento.

El enorme deterioro acumulado en el merca- do de trabajo a lo largo de estas dos últimas déca- das sólo podrá ser revertido si la economía crece a tasas muy altas por un periodo relativamente largo. Los datos aportados por este trabajo indican que la evolución del empleo y los cambios en su composi- ción de formal a informal y viceversa han mostrado una alta sensibilidad a las fluctuaciones del produc- to de las actividades internas.

Pero, los problemas de carácter estructural, principalmente los relativos a la existencia de fuer- tes diferenciales de productividad entre actividades, en un marco general de mediocre evolución de ésta, y el deterioro significativo de los factores asocia- dos a lo que se conoce como «capital humano», la dotación con que cada trabajador enfrenta el mer- cado de trabajo, requieren de políticas específicas de largo plazo y considerable profundidad y ampli- tud, dirigidas a fomentar una estructura productiva más moderna, pero también una mano de obra ca- paz de ejercer las ocupaciones que se generen.

La situación social ha tendido a deteriorarse concomitantemente, en parte debido a la crisis eco- nómica, pero en una parte importante debido a una profunda crisis institucional en las principales ins- tituciones que atienden el bienestar de la población. En una situación en la que el sector público sigue siendo el principal responsable por la provisión de bienes y servicios de carácter social, esta crisis institucional ha afectado profundamente la cober- tura y calidad de estos servicios haciendo el gasto

social más ineficiente e inadecuadamente orienta,- do en función de las prioridades que se derivan de los indicadores de deterioro de la situación social.

Aún cuando los programas compensatorios que hacen parte de la Agenda Venezuela han contri- buido a mitigar algunos de los efectos más perver- sos de la crisis, su potencial para revertir las ten- dencias observadas en la pobreza es extraordinaria- mente limitado. Basta comparar el volumen de re- cursos invertidos por beneficiario con la magnitud de las brechas de ingreso entre pobres y no pobres.

Finalmente, la posibilidad de consensos y compromisos que tanto en el campo de las políticas económicas como sociales contribuyan a revertir tendencias y a la instrumentación de un modelo de desarrollo más justo se ven profundamente bloquea- das por la crisis política que aqueja por igual a los

ipales interlocutores

Las principales tendencias en el mercado laboral

Un crecimiento acelerado de la oferta labo- ral, crecimiento del desempleo abierto, cambios drásticos en los patrones de generación de empleo entre sector formal e informal, crecimiento de em- pleo en los sectores de servicios y estancamiento en los sectores productores de bienes, caídas consi- derables de la productividad relativamente genera- lizadas y una formidable caída de los salarios resu- men en pocas palabras la evolución del mercado laboral entre $990- 1996.

Estos problemas se agravar década y particularmente en los últimos dos años, de manera tal que es difícil imaginar un mayor de- terioro y sobre todo una población dispuesta a acep- tarlos. Pero vienen acumulándose desde la década pasada y revisten en la mayoría de los casos un ca- rácter estructural.

Frente a esta situación no hay duda de que el reto de los próximos es una atención particular a la problemática de la generación de empleo de buena calidad y sus determinantes, que vaya mucho más allá de la confianza en que se supere la «fase nega- tiva» del ajuste en curso

Una combinación balanceada de políticas que contribuyan a elevar la productividad de las activi- dades económicas, políticas sociales eficientes y efectivas y en especial las que permitan capacitar la fuerza de trabajo, elevando su productividad, y apor- tarles adecuada protección social frente a los ries- gos del mercado laboral, especial atención a la pro- moción actividades intensivas en mano de obra pero con niveles adecuados de productividad, será nece- saria con este fin. Con el fin de contribuir a identifi- car más específicamente la naturaleza de las políti- cas laborales se resumen a continuación los princi- pales rasgos del mercado laboral analizados a lo largo de este documento.

Una esión para generar empleo

La transición demográfica cuya mayor expre- sión es un ritmo más lento de crecimiento de la po- blación total no se manifiesta todavía en el merca- do laboral Los grupos en edades activas todavía crecen muy rápidamente presionando sobre la ca- pacidad de absorción del aparato productivo En el curso de estos seis años alcanzaron la edad poten- cialmente activa un 20% de nuevos venezolanos El efecto de la transición sólo comienza a manifes- tarse levemente en el grupo de 15 a 24 años, el cual creció más lentamente que la población total en edad de trabajar

No obstante, el principal motor del crecimien- to de la fuerza de trabajo no es de origen demográ- fico sino socioeconómico A un fenómeno de in- corporación creciente de mujeres al mercado labo- ral de carácter planetario al cual Venezuela no ha escapado, se añaden las presiones provenientes de la disminución del poder adquisitivo, que acelera- ron considerablemente el crecimiento de la fuerza de trabajo, especialmente en 1995 y 1996.

La fuerza de trabajo se incrementó en 26% hasta alcanzar en 1996 a 9 millones 24 mil perso- nas, incorporándose en promedio 267 143 personas por año, a un ritmo de 3,95% interanual. Esta cons- tituye la cifra mínima de empleos a generar para evitar nuevos incrementos en la desocupación abier- ta. Los nuevos entrantes al mercado de trabajo pa- saron de una proporción cercana al 10% en los cua- tro primeros años a más de 20% en el último año,

triplicándose el número de personas buscando tra- bajo por primera vez.

Un incremento de tal magnitud se debe esen- cialmente a la incorporación de mujeres, las cuales constituyeron casi la mitad de los nuevos ingresos al mercado laboral, con una tasa de actividad de 43,3% en el último año. La tasa de actividad de los hombres, por el contrario, no se alteró..

El poco éxito relativo obtenido por el contin- gente de mujeres que se incorporaron al mercado de trabajo sugiere la necesidad de prestar un apoyo específico y decidido a este segmento, especialmen- te las mujeres pobres que abarque tanto la califica- ción como servicios de apoyo a su rol familiar.

Cambios en la composición de la desocupación abierta

Este incremento de la actividad femenina no fue acompañado de una mejora en su posición com- petitiva, pues al final del período su participación en el total de desocupados se había incrementado. Por primera vez desde que se registra esta variable en Venezuela la tasa de desocupación femenina su- pera la masculina, situándose en 1996 en 16%.

Pero no les fue mucho mejor a las que consi- guieron trabajo, al incorporarse en los sectores peor remunerados pues la mayor incorporación ocurrió en el comercio, los servicios, y en menor medida en los establecimientos financieros y la industria ma- nuf acturer a.

Cambios en la calidad de empleo: mayorpeso de los no transables y considerable in formalización

A pesar de las fluctuaciones en el producto, la ocupación creció durante todo el periodo a un ritmo promedio interanual de 3,5696, haciéndose más lenta durante el último año (2,21%). Pero, iquienes generaron estos empleos?. La respuesta a esta pregunta es altamente preocupante para el des- envolvimiento futuro de la economía y la sociedad venezolana.

En primer lugar este crecimiento se debió a una evolución favorable al empleo de las ac- tividades no transables, de menor productivi- dad relativa.

En todo el período se produjo un incremento neto de la fuerza de trabajo asalariada menor que los nuevos empleos independientes, es decir; fue mayor el esfuerzo de autogeneración de fuentes de empleo a cargo de los propios trabajadores que el empleo que se logró ge- nerar a partir de la dinámica de crecimiento empresarial. Los trabajadores independientes aumentaron notablemente su peso en el total de los trabajadores: en 1990 representaron menos de la cuarta parte de éstos, para terni- nar el periodo representando una proporción de 3 1%. No puede ignorarse la significación de este fenómeno en la protección social de la fuerza laboral.

En esta década ocurrió un cambio notable en la composición del empleo por segmento: en 1996 se cuentan más trabajadores informales que puestos de trabajo en el sector formal pri- vado. Como resultado, el peso del sector in- formal en la ocupación total pasó de 39% a 45%. En las áreas urbanas la tasa de inforrna- lidad alcanzó en 1996 al 41 % de los trabaja- dores..

En los seis años transcurridos de la década de los noventa ocurrió un incremento neto de un millón y medio de nuevos puestos de trabajo, el 71% de los cuales correspondieron a acti- vidades de carácter informal. El aporte neto del sector público a la generación de empleo fue de apenas 6%, generándose en el sector privado formal apenas uno de cada cinco nue- vos empleos.

* Del incremento neto total en el empleo infor- mal durante este lapso, un poco más de un millón de nuevos apuestos de trabajo», el 72% correspondió a ocupaciones como trabajador por cuenta propia, y 45% a nuevos empleos asalariados en microempresas informales. Ambos segmentos compensaron ampliamen- te las pérdidas de empleo ocur~idas entre los ayudantes familiares, patronos de micro- empresas y trabajadores domésticos.

Las ramas económicas en las cuales se des- empeña el mayor número de personas son los

servicios, el comercio, la industria manufac- turera y la agricultura. La construcción tam- bién emplea una proporción significativa de trabajadores, mientras que el resto de las acti- vidades tienen menor peso en la estructura ocupacional.

El incremento global fue absorbido, en orden de importancia, por el comercio (30,7%), los servicios (26,5%), la agricultura (14,4%) y el transporte (10,5%). Los establecimientos fi- nancieros y la construcción contribuyeron con el 8,6% y el 7,1% respectivamente, mientras que la participación de las demás ramas no fue significativa.

Las ramas que aumentaron sus ocupados por encima del promedio fueron las actividades vinculadas al transporte, almacenamiento y comunicaciones, la explotación de minas y canteras, los establecimientos financieros, seguros, inmuebles y servicios prestados a las empresas y el comercio.

Las ramas con menor generación de nue- vos empleos que el promedio fueron elec- tricidad, gas y agua, la industria manufac- turera, la construcción y los servicios.

Los servicios, que incorporaron el 26,5% del incremento laboral, lo hicieron en ma- yor proporción en el sector formal. El sec- tor logró absorber el 30,7% del incremento neto global de empleo, debido a una expan- sión del personal de la instrucción pública. La importancia de la manufactura como generadora de empleo se redujo en lo que va de esta década, al disminuir su peso en el total de ocupados de 15,6% a 12,7% e incrementarse los puestos de trabajo en ape- nas un 0,3%. La exposición de esta rama a la competencia externa y los vaivenes que sufrió su producción explican un compor- tamiento similar de la mano de obra. Expe- rimentó además un proceso de informali- zación acompañado de cambio de compo- sición entre sub-sectores: al final del perío- do uno de cada tres trabajadores se encuen- tra en el sector informal en las ramas de menor productividad relativa.

En un contexto de creciente infgrmalización cabe preguntarse cuales ramas tienen mayor peso de la informalidad?

La agricultura tiene la mayor proporción de trabajadores informales, tendencia que se acentúa para finales del periodo. La segunda rama en informalidad es el comercio. En esta rama se observa el más notable cambio de composición por segmento, actuando el sec- tor informal como refugio de la mano de obra expulsada en los años de crisis de la produc- ción.

Le sigue la rama de construcción, la que ex- perimentó un fuerte proceso de informa- lización. La cuarta rama con mayor número de trabajadores en el sector informal es el transporte y servicios conexos, pero en este caso el sector firma1 aumenta su peso.

Una evolución negativa de la productividad

Las implicaciones de esta evolución sectorial del empleo se evidencian al analizar el desempeño de la productividad. Esta sufrió una caída de 6,5% en los seis años considerados, debido al fuerte dete- rioro de la productividad en las actividades no transables, a una tasa promedio interanual de - 6,22%, al estancamiento en los sectores transables no petroleros (-0,33%) y a un incremento muy mo- derado en el sector petrolero, que alcanzó en pro- medio 1,73% interanual. Adicionalmente, los dife- renciales de productividad en la economía no pe- trolera tendieron a agravarse.

Aparte de la pérdida de dinamismo y calidad del crecimiento económico, el factor que más ha afectado la evolución de la productividad en los ú1- timos años es la fuerte restricción de la inversión privada y pública acumulada durante las últimas dos décadas. Por otra parte, la reducción de la inver- sión en capital humano y el deterioro de su calidad han contribuido a profundizar las barreras a la in- corporación de los trabajadores a actividades de mayor productividad, configurando un cuadro en el que coincide abundancia de trabajadores y escasez de las calificaciones requeridas por las empresas que se modernizan

Para el período en su conjunto, el resultado es variado según se consideren los diferenciales o la evolución en el período:

Las ramas que tienen niveles de productivi- dad superiores al promedio son, como podía esperarse la industria manufacturera, los es- tablecimientos financieros y afines, la elec- tricidad, gas y agua y la explotación de minas y canteras También sus salarios son superio- res al promedio

Sólo tres ramas lograron aumentar su produc- tividad: electricidad, gas y agua (22,7%), las industrias manufactureras (1 1,6%) y la explo- tación de minas y canteras (4,7%) Salvo en el caso de la explotación minera, estas mejo- ras de productividad no se trasladan a los tra- bajadores, cuyos salarios se deterioran en pro- porciones muy similares al promedio de los trabajadores en otras ramas

Llama la atención el aumento del diferencial de la industria manufacturera a partir de 1994 y especialmente en el último año, al ubicarse 80% por encima del promedio. No obstante, la brecha en los salarios es minima y tendió a disminuir

El resto de las actividades disminuye su pro- ductividad, con caídas excepcionalmente al- tas los servicios (63,3%) y el comercio (30,4%). En estos casos, por el contrario, la pérdida de salarios de los trabajadores es me- nor que lo que corresponderla a la caída de productividad. Tratándose de los trabajado- res con menores salarios relativos el piso vin- culado a las posibilidades de sobrevivencia y el impacto de la política salarial progresiva evita un deterioro mayor de sus ingresos

Caída de los ingresos reales y aumento de los diferenciales entre actividades

El rasgo más resaltante de la situación labo- ral en el período es la evolución de los salarios rea- les. Desde mucho antes de la década de los noventa la capacidad adquisitiva de los salarios ha venido mermando significativamente. Pero, los programas de ajuste y reestructuración acentuaron la concen-

tración del ingreso, aumentando la brecha entre los estratos ricos y pobres

Es de la mayor. significación el cambio regis- trado en la distribución del producto entre remune- ración al trabajo y excedente de explotación el cual alcanzó en el último año a menos de 30% corres- pondiente al trabajo y 70% al capital, mientras al inicio de la década las cifras correspondientes eran de 4l,3 versus 59,7 y en 1989 4915 1, un cambio tan profundo que algunos economistas lo atribuyen a errores en los cálculos por parte del Banco Central.

A pesar de que en términos nominales los sa- larios se multiplicaron por seis en estos años, la negativa evolución de la inflación significó un enor- me factor de empobrecimiento al disminuir su po- der adquisitivo a la mitad, independientemente de la exposición de los diversos sectores a la compe- tencia externa. No obstante, el peor deterioro co- rrespondió a las actividades transables no petrole- ras cuyos salarios acumularon una pérdida ligera- mente superior y mucho más pronunciada que la experimentada por la productividad del trabajo.

Pero, la política de salarios mínimos por decreto tuvo un efecto beneficioso sobre los sala- rios de los trabajadores en la base de la escala, para los cuales el deterioro acumulado, si se consideran los bonos compensatorios, fue de alrededor de 15%.

El análisis por segmentos aporta las siguien- tes conclusiones:

La estructura de diferenciales salariales favo- rece a los patronos de pequeña, mediana y gran empresa y microempresas formales, cuyos in- gresos son muy similares y equivalentes a aproximadamente dos veces y media el sala- rio promedio, y a los trabajadores indepen- dientes profesionales cuyos ingresos son el doble del promedio

Los salarios de los empleados públicos se mantienen por encima de los de los asalaria- dos privados en microempresas a lo largo del período, pero su deterioro acelerado en el úl- timo año los sitúa en desventaja con respecto a los asalariados en grandes empresas.

En el caso del sector informal, los trabajado- res por cuenta propia obtienen en promedio remuneraciones superiores a los asalariados

de microempresas, pero muy inferiores a los gares en situación de pobreza moderada para los patronos, sugiriendo la existencia de una bre- cuales una mejoría de los indicadores económicos cha importante de productividad en las acti- relativamente modesta puede contribuir a vidades que ejercen unos y otros.. reinsertarlos en las corrientes de consumo. Tienen remuneraciones superiores al prome- Algunos rasgos de la pobreza extrema que

dio nacional no agrícola los trabajadores en la rama aluden a la formidable dificultad para que superen de establecimientos financieros, bienes inmuebles su situación son los siguientes: y servicios a las empresas en virtud de un perfil ocu- Una proporción de activos por hogar (1,58) pacional que requiere más altas calificaciones Por que sugiere que muchos de esos hogares tie- la misma razón, son más elevados los salarios pro- nen sólo un miembro incorporado al mercado medio en las actividades relacionadas con la pro- laboral. situación aue como se sabe no Der- ducción y distribución de electricidad, gas y agua. mite ni siquiera a una familia cuyo jefe gana

Los trabajadores en las actividades de servi- el salario mínimo legal salir de la pobreza. cios y comercio sufrieron los mayores deterioros Las tasas de desocupación en este grupo en su ingreso real, situación más grave en la medi- (2.5%) implican que el número de percepto- da en que como ya se comentó tienen los menores res se reduce a 1. 18 en 1996. salarios relativos.

Pero, en las actividades agrícolas, la diferen- cia salarial entre trabajar en el sector formal e in- formal es casi insignificante en los primeros años del período ampliándose con el paso del tiempo. En las actividades no agrícolas, por el contrario el seg- mento del mercado de trabajo en el que se ubica el trabajador implica una notable brecha salarial que disminuye levemente.

Cambios en el nivel, naturaleza e intensidad de la pobreza

Como resultado del impacto social del com- portamiento de la economía y el mercado de traba- jo la situación de pobreza por ingresos derivados del trabajo se deterioró notablemente en estos años, al pasar la proporción de hogares en situación de pobreza de 41,.5% a 65,5% del total de hogares.

Un síntoma más preocupante es el incremen- to de los hogares en situación de pobreza extrema y la intensidad de la pobreza que los aqueja: constitu- yen más de un tercio del total de hogares y la bre- cha que separa sus ingresos de la línea de pobreza es muy amplia.

Por otra parte, tanto el perfil familiar como laboral de los más pobres -pobreza extrema-los dis- tingue nítidamente de los otros grupos, sugiriendo la existencia de una barrera importante para lograr la superación de su situación para una proporción significativa de ellos. Este no es el caso de los ho-

Una proporción de menores de edad muy ele- vada que constituye una limitante estructural al incremento del número de activos y a la disminución de las tasa de dependencia.

Ingresos por ocupado extraordinariamente bajos, que solo permitirían incorporando 5 miembros al mercado laboral obtener el in- greso necesario para superar la pobreza ex- trema.

Estos ingresos no varían significativamente según el estrato y la categoría ocupacional, sugiriendo que en todas las categorías estos trabajadores constituyen la base de la escala, probablemente debido a limitaciones de ca- pital humano

En estas circunstancias su inserción predorni- nante en el sector informal es más una conse- cuencia que la causa de sus bajos salarios. Existen mayores probabilidades de encontrar un puesto de trabajo con las características requeridas por estos trabajadores en este últi- mo sector. Estos datos sugieren que en un contexto de

progresiva modernización del aparato productivo moderno expuesto a la competencia externa la difi- cultad de los trabajadores con niveles educativos inferiores a la básica se ha profundizado notable- mente, constituyéndose en una barrera infranquea- ble a lo largo de estos años para los trabajadores

menos educados, Este proceso se profundizará en los próximos años y significará la consolidación d e un estrato d e pobreza «dura» muy dificil d e afectar a menos que una agresiva política d e calificación acelerada d e l a fherza d e trabajo adulta incida

sobre él Por otra parte, frente a una aparente consoli-

dación d e las brechas d e productividad aún al inte- rior del sector informal, las políticas d e mejorarnien-

to d e productividad en e l sector informal pueden ser muy útiles para permitir «dar el salto» al 30% d e hogares e n pobreza moderada, pero difícilmente impactarán a los trabajadores que provienen d e ho- gares e n pobreza extrema

Notas

Las principales fuentes consultadas para este capítulo son: Banco Central de Venezuela, Informe Eco- nómico (respectivos años) y Mensaje de Fin de Año del Presidente del Banco Central de Venezuela, 26 de diciem- bre de 1996; CEPAL, Balance Preliminar de la Economía de América Latina y el Caribe (respectivos años), y Revis- ta SIC, Centro Gumilla (varios números)

Revista SIC, Enero-Febrero 1992, Año LV, No 541

V o m p a ñ í a Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela y Venezolana Internacional de Aviación

Informe Económico 1994, Banco Central de Venezuela

CEPAL, Balance Preliminar de la Economía de América Latina y el Caribe 1992

CORPOVOZ Diciembre de 1996

Salvato, Silvia 1997 «Contabilizando el gas- to en salud» Boletin CIES, No 9,1 trimestre 1997

Citado en Boletín CIES, abril de 1995. Cen- tro de Investigaciones Económicas y Sociales

Citado en el diario El Nacional, 12 de sep- tiembre de 1997

lo Esta parte se apoya en Pobreza en Venezue- la: Realidad y Políticas, de Vanessa Cartaya y Yolanda D Elía, CESAP-CISOR, 1991

l1 Como ha sido reconocido por la OCEI, la confiabilidad de los datos provenientes de la Encuesta de Hogfares para las áreas rurales es baja, problema que se agrava a partir de 1994, con la actualización del marco muestra1

l2 Medido en este caso por el pago de vacacio- nes y prestaciones sociales a su personal

l3 Este cambio tan fuerte en la estructura pare- ce más bien atribuible a los cambios metodológicos Nóte- se que el tamaño promedio de los establecimientos se alte- ra significativamente a partir de 1994

l4 Cabe el mismo comentario en relación a apa- rentes problemas de confiabilidad en esta información.

No obstante, es probable que existan proble- mas de confiabilidad en las cifras relativas a actividades agricolas afectadas por la baja confiabilidad de la muestra para el área rural

l6 En esta rama se desag~egó la información a tres dígitos

l7 Para una explicación de los criterios utiliza- dos para evaluar la pobreza, ver Anexo con Nota Metodológica

l8 Por otra parte, esta cálculo sólo es posible a partir de 1994, pues para los años anteriores la encuesta no indagaba acerca de otros ingresos.

l9 En lo que sigue de este capítulo, cada vez que se hable de pobreza se está refiriendo al porcentaje de pobreza obtenido a partir de los ingresos laborales de la familia

BIBLIOGRAFIA

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- Banco Central de Venezuela Mensaje de Fin de Año del Presidente del Banco Central de Venezuela, 26 de diciembre de 1996.

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- Pulido de Briceño, Mercedes,"Algunos Indicadores Generales de la Salud", en Revista SIC, Año LX, No. 597, Agosto de 1997

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- Pur~oy, Miguel Ignacio, "Balance 1993 y Perspecti- vas 1994", en Revista SIC, Año LVII, No 561, Ene- ro-Febrero de 1994

- Purroy, Miguel Ignacio, "Balance 1994 y Perspecti- vas 1995", en Revista SIC, Año LVIII, No 57 1, Ene- ro-Febrero de 1995

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- Vivancos C , Francisco, "La Productividad en Ve- nezuela. Hechos y Conjeturas", en Revista SIC, Año LX, No. 595, .Junio de 1997

ANEXO ingresos por trabajo y composición de los hogares NOTA METODOLOGICA se obtuvo de la Encuesta de Hogares por Muestreo,

En esta sección se documentan los principa- les aspectos de carácter metodológico con relación a la construcción de la Base de Datos.

La medición del mercado laboral

La data cor~espondiente a las variables que describen la fuerza de trabajo - población en edad de trabajar; empleada y desempleada por categoría

realizada por la Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI). Esta encuesta produce infor- mación trimestral, que es consolidada semestral- mente para el total nacional, área urbana y rural, principales ciudades, y ciudades intermedias'. Se trabajó a partir de los registros de la encuesta con el fin de procesar las variables e indicadores solici- tados

La encuesta está basada en una muestra de hogares global que es rotada en 25% en cada le- vantamiento trimestral. El tamaño de la muestra de hogares ha venido cambiando a lo largo del tiempo

ocupacional, sector empleador y rama de actividad- así:

Tamaño de la Muestra. Encuesta de hogares por muestre0

año Hogares Personas

* A partir de 1994 la muestra se rediseñó

Fuente: OCEI, División de Encuesta de Hogares

A partir de 1994 se introdujeron modificacio- nes a la metodología de la encuesta, fundamental- mente en lo que atañe a:

Actualización del marco muestra1 con base en la información del censo de 1990.

Cambios en el tamaño de la muestra y defini- ción de nuevos dominios en las áreas urba- nas.

Introducción/modificación de nuevas pregun- tas, especialmente en lo relativo a:

Medición de tamaños de empresas -no de tra- bajadores - con una mayor desagregación a partir de 5 ocupados.

Introducción de preguntas sobre otros concep- tos de remuneración y sobre beneficios reci-

bidos por los ocupados, afiliación a la seguri- dad social, contratación colectiva..

Introducción de variables y preguntas que per. miten la medición de ingresos no laborales.

Limitaciones de la información

Este cambio metodológico implica dificulta- des para este trabajo, las cuales se mencionan a con- tinuación: * La disminución drástica de los tamaños mues-

trales introduce restricciones a la confiabilidad de la información cuando se trabaja a niveles de desagregación significativos, como los in- cluidos en esta base de datos. Según informa- ción proporcionada por la OCEI, la informa-

ción no es confiable cuando existen menos ro de casos inferior a 25,000 personas, que de 80 personas entrevistadas en la muestra. corresponde a factores de expansión cercanos Dada la distribución de factores de expansión a 300, el valor moda1 de la distribución de poblacional siguiente, esto implica que no son pesos. confiables, en general, casillas con un núme-

Factores de expansión poblacional

Factor Frecuencia Proporción

Menos de 80

De 81 a 500

De 500 a 1000

De 1 000 a 2 000

De 2 000 y más

Si se compara la serie 1990-1993 con la co- rrespondiente a los años 1994-1 996, posterior a la modificación en la metodología, se ob- serva un conjunto de cambios en los valores de las variables cuyo origen (metodológico o real) es muy difícil de determinar pues coin- cidió con un período de fuerte inestabilidad económica y de presumibles cambios estruc- turales en la economía y el mercado de traba- jo. En discusión con las autoridades del Pro- grama de Encuesta de Hogares se llegó a las siguientes conclusiones:

1 . TIENE PROBLEMAS DE CONFIABILIDAD LA INFOR-

MACIÓN CORRESPONDIENTE AL ANO 1994, año en el cual se observan los mayores «sal- tos» en las tendencias: (a) el cambio en la metodología coincidió con el cambio de gobierno que fue acompañado con rees- tructuraciones en la Oficina, ocasionando rotación del personal de campo y oficina responsable por la Encuesta; (b) la aplica- ción de una nueva encuesta - instrumento y nuevo marco muestra1 requiere por lo general un período de ajustes. Con el fin de subsanar en lo posible este inconvenien- te se ha optado por presentar en el análisis tasas de crecimiento por subperíodos así: (1) 1990-1993; (ii) 1993-1995; (iii) 1995- 1996.

2. Efectivamente, al eliminar este año las ten- dencias se suavizan considerablemente, pero persisten cambios de tendencias muy importantes cuyo resultado es riesgoso atribuir a cambios en el mercado laboral. Muy probablemente la información más confiable es la correspondiente a 1995- 1996 y los cambios venían gestándose des- de antes sin que la encuesta los reflejara en el pasado. En la descripción de la in- fbrmación, se señala en cada caso la infor- mación sobre la cual persisten dudas.

3 TAMBIEN PRESENTA PROBLEMAS DE CONFIABI-

LIDAD LA DESAGREGACI~NRURAL- URBANA^ , pues este aspecto no ha sido aún revisado por la Oficina. Se prepara en la actualidad un trabajo para modificar la metodología de medición en las zonas rurales.

La información macroeconómica

La información sobre precios y producto in- terno bruto proviene del Banco Central de Vene- zuela, Informe Anual y Anuarios de Cuentas Na- cionales, para el total y las ramas de actividad a un dígito. En vista del retraso en la publicación de la infbrmación, se utilizan cifras preliminares para 1996.

Sólo existe información sobre producto desagregada a más de un dígito para el sector in-

dustrial proveniente de la Encuesta Industrial para los años 1990-19953 . En virtud de que aún no está disponible la correspondiente a 1996 con el fin de mantener la consistencia de la serie se optó por no utilizarla.

La no disponibilidad de información sobre producto interno bruto desagregada más allá de un dígito es una limitación significativa para la medi- ción de la productividad dados los comportamien- tos tan disímiles observados en el empleo al desagregar la información a dos dígitos para todas las ramas y a tres dígitos para las ramas de servi- cios

Así mismo se utilizó la información de Cuen- tas Nacionales para ajustar los salarios, con el fin de reducir el problema de la subdeclaración (ver infra)

La "Línea de pobreza"

Esta línea fue definida como el doble de la Canasta Normativa Concertada de Alimentos pro- ducida mensualmente por el Instituto Nacional de Nutrición, única información disponible para todo el período. Esta Canasta es inferior a las cifias que intermitentemente han producido tanto OCEI como CORDIPLAN

CONSTRUCCIÓN DE LA BASE DE DATOS

Con el fin de adaptar los criterios contenidos en los términos de referencia a las peculiaridades de la información disponible se tomaron un con- ]unto de decisiones respecto a la construcción de la base de datos que se presentan a continuación

Períodos de tiempo

La información corresponde a los segundos semestres de cada año para los años 1990-1996. Debido a las diferencias en metodología y disponi- bilidad para todos los años de la serie, algunas va- riables tuvieron que ser estimadas para los años 1990-1993, con base en la estructura observada en los tres últimos años

Aunque las tablas que componen la base de datos se presentan para cada año, para fines de aná- lisis se ha adoptado la siguiente periodización:

Período 1990-1993, que corresponde a los períodos presidenciales de Carlos Andrés Perez (1989-abril 1993) y al interinato de Ramón .J. Velázquez (mayo 1993-febrero 1994).

Período 1994- 1995, que corresponde a la pri- mera parte del Gobierno de Rafael Caldera, en la cual se revirtieron la mayor parte de las políticas de apertura y liberalización de la eco- nomía del período anterior:

Año1 996, que corresponde a la aplicación del programa de ajuste conocido como la "Agen- da Venezuela".

Definición de las variables

Categorías ocupacionales y segmentación del mercado laboral

Siguiendo lo pautado en los términos de refe- rencia, y con base en la información disponible en las fuentes nacionales, las categorlas ocupaciona- les se definieron de la siguiente manera:

Para los años 1990-1993 no se incluía en la encuesta ninguna pregunta que permitiera medir el "grado de estructuración" de la microempresa. Sólo es posible introducir otros indicadores para discri- minar más finamente el carácter de informalidad de los empleados y obreros de las microempresas en los años 1994, 199.5 y 1996, a través de la pregunta " ¿A cuales de los siguientes beneficios tiene dere- cho en su trabajo?" , que se codifica en si y no para los siguientes items:

Recibe utilidades o bonificación de fin de año

Pago por vacaciones

Caja de Ahorro

Prestaciones Sociales Guardehas Infantiles

Bono de transporte

Bono de alimentación, comida o comedor

Ley de Política Habitacional

Seguro de Paro Forzoso

Seguridad Social (IVSS)

Vivienda ( adjudicación o créditos)

Otros Institutos d e Previsión Social (IPASME, INPRES, etc.)

Todos

Ninguno Otros

Segmentación del mercado laboral - -

Segmento Componentes Categorías Definiciónlmétodo de cálculo

Formal Empleo Público Empleados y obreros públicos Empleados y obreros en establecimientos

públicos -

Corresponde a los empleados y obreros en establecimientos de cinco (5) ocupados o más

Pequeña, mediana y gran empresa

Empleados y obreros

Patronos Corresponde a los patronos en establecimien-

tos de cinco (5) ocupados o más

Microempresas

formales

Empleados y obreros Corresponde a los empleados y obreros que

declararon trabajar en un establecimiento de menos de cinco (5) ocupados , pero que reci-

ben pago por vacaciones y prestaciones socia-

les (ambos beneficios)

Patronos Se asignó aleatoriamente a esta categoría una

proporción equivalente al no de empleados y obreros en la categoría correspondiente

Empleo

Independiente

Trabajador por cuenta propia

profesionales, técnico y afines

Corresponde a los trabajadores por cuenta

propia que ejercen un oficio clasificado como

profesional, técnico o afin.

Corresponde a todos los trabajadores que de-

claran ejercer por cuenta propia, es decir, que no dependen de un patrón y trabajan solos

Informal Empleo

Independiente

Trabajador cuenta propia,

excluídos los profesionales

-- -

Corresponde a todos los trabajadores que de-

claran ser ayudantes familiares no remunera

dos, independientemente del tamaño del es- tablecimiento

Ayudantes familiares

no remunerados

Microempresas

informales

Empleados y obreros Corresponde a los empleados y obreros que

laboran en un establecimiento de menos de

cinco (5) ocupados y no reciben pago por va- caciones y prestaciones sociales

Patronos - --

Se asignó aleatorjamente a esta categoría una

proporción equivalente al no de empleados y obreros en la categoría correspondiente

Servicio doméstico Servicio doméstico Trabajadores por cuenta propia, empleados

y obreros que prestan sus servicios en un hogar.

Para los fines de este estudio se optó por con- siderar la existencia de prestaciones y pago por va- caciones como indicador de "estructuración" de la microempresa, debido a que la afiliación a la segu- ridad social, en un período de fuerte crisis del siste- ma y fiierte evasión, no es un indicador relevante.

Esta pregunta no se hace a los patronos, por lo cual a éstos sólo sería posible clasificarlos según en tamaño del establecimiento. En consecuencia, con base en la proporción trabajadores/patronos por rama de actividad, se asignó aleatoriamente4 al sec- tor de "microempresas formales" el número corres- pondiente de patronos..

Para los años 1990- 1993 se aplicó la propor- ción observada en 1994, reasignándose en los años 1995 y 1996 a la categoría «microempresas forma- les» el número correspondiente de empleados y obreros y patronos. Dada la inestabilidad de la si- tuación durante estos años, este dato puede conte- ner un error considerable.

Salarios

El salario cor~esponde al ingreso mensual declarado durante los últimos tres meses, ajustado mediante la aplicación de un factor homogéneo en cada año que iguala el gasto en remuneraciones de las cuentas nacionales y los salarios declarados en las encuestas de hogares, con el fin de reducir la subdeclaración

Para el cálculo de los salarios reales se utilizó el IPC Base 1984= 100 del Area Metropolitana de Caracas, mes de septiembre de cada año.. Con el fin de facilitar la interpretación los salarios reales, és- tos se expresan en Bs.. De 1990.

Productividad

Se definió la productividad como el Producto Interno Bruto per cápita ocupado desagregado por ramas de actividad económica.

Por categorías ocupacionales se usó el salario mensual declarado como aproximación al diferen- cial de productividad entre las diferentes categorías:

Productividad i= (PIB TotaV Empleo Total) * (Salario i /salario promedio total)

La pobreza

El índice de conteo corresponde a la propor- ción de hogares que tienen un ingreso familiar per cápita inferior a la Iínea de pobreza. La línea de pobreza está definida como el doble del costo de la canasta normativa elaborada regularmente (men- sual) por el Instituto Nacional de Nutrición. Esta canasta está medida como el valor de los requeri- mientos mínimos necesarios alimentarios para cada individuo.

La pobreza moderada y extrema se definen de acuerdo al ingreso familiar per cápita.. Con este fin se consideraron únicamente los ingresos prove- nientes del trabajo pues sólo a partir de 1994 es posible contar con información sobre otros ingre- sos (becas, jubilaciones, ayudas familiares y otros).

Si el ingreso familiar per cápita del hogar está entre el costo de la canasta (50% de la línea de po-

breza) y el doble del costo de la canasta (línea de pobreza) el hogar se define como en pobreza mo- derada. Si su ingreso familiar está por debajo del costo de la canasta se define al hogar como en po- breza extrema. La línea de pobreza rural es equiva- lente al 80% de la Iínea de pobreza urbana.

l La información para estos dos últimos domi- nios sólo está disponible a partir de 1994, fecha en que se realizó una revisión relativamente sustancial de la metodología de la encuesta.

Cuando se obtuvo esta información ya se habían elaborado las tablas correspondientes. Por lo tanto, éstas se mantienen en la base de datos, pero no se realizó nungún análisis utilizando este corte

Información psoposcionada por CORDIPLAN Con el fin de no sesgar la información sobre

salarios de los patronos.

ECONOMLA

Remuneración al trabajo como proporción del Producto Interno Bruto 1980-1996

Año PIB no petrolero cor~iente Remuneración a empleados y obreros Rem % Pib

1980 239,515 118,223 49 36

1981 271,116 134,526 49 62 1982 282,772 140,021 49 52 1983 281,318 139,004 49 41 1984 335,134 144,371 43 O8

1985 376,683 163,383 43 37 1986 395,164 183,550 46 45 1987 566,020 244,444 43 19 1988 706,358 321,148 45 47 1989 1,176,167 518,295 44 07 1990 1,759,572 726,922 41 31 1991 2,357,474 1,007,216 42 72 1992 3,269,790 1,432,489 43 81 1993 4,238,523 1,858,560 43 85 1994 6,577,722 2,717,468 41 31 1995 10,126,005 4,219,337 41 67 1996 20,881,448 5,989,927 28 69

Fuente: Banco Central de Venezuela

OFERTA LABORAL

1990-1996. Tasa de Crecimiento Anual de la Población por Sexo y Edad

Grupo de Edad 90-93 93-95 95-96 90-96

Hombr.es

Hasta 14 años

De 15 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y más

Mujeres

Hasta 14 años

De 15 a 24 años De 25 a 44 años De 45 a 64 años De 65 años y más

Variación de la Fuerza de Trabajo Total y por Sexo por Período

Período Total Hombres Mujeres

90-93

93-95

95-96

90-96

Variación (%)

90-93

93-95

95-96

90-96

Distribución del Incremento de la Fuerza de Trabajo por Sexo (%)

Período Hombres Mujeres

Composición de la Fuerza de Trabajo por Sexo

Hombres Mujeres

Venezuela 1990-1996. Tasa de Participación Económica Total por Grupo de Edad

1 Grupo de Edad 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Total

De 15 a 19 años

De 20 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y más

Venezuela 1990-1996. Tasa de Participación Económica Masculina por Grupo de Edad

Grupo de Edad 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Total

De 15 a 19años

De 20 a 24 años

De 25 a 44 años

De 45 a 64 años

De 65 años y más

Venezuela 1990-1996. Tasa de Participación Económica Femenina por Grupo de Edad

1 Grupo de Edad 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Total 37 7 38 8 37 9 36 2 36 8 41 4 43 3

De 1 5 a 19años 17 1 17 6 16 1 13 5 15 8 17 5 19

De 20 a 24 años 38 6 39 9 39 1 36 1 37 1 43 3 44 1

De 25 a 44 años 51 7 52 4 51 7 49 9 50 4 56 1 59 3

De 45 a 64 años 32 6 35 3 34 6 33 7 32 9 37 7 38 6

De 65 años y más 9 8 11 2 9 4 8 9 8 6 10 5 11 9

Segmentación del empleo Total urbano

Empleo total 5,474,491 5,8 13,373

Fo~males 3,539,722 3,798,996

Pequeña, mediana y gran empresas 2,167,923 2,382,283

- Patronos 141,690 145,230

- Empleados y obreros 2,026,233 2,23 7,053

Microempresas formales 166,290 168,493

- Patronos 68,056 69,528

- Empleados y obreros 98,234 98,965

Trabajador independiente profesional 26,427 34,374

Empleados y obreros públicos 1,179,082 1,213,846

Informales 1,934,769 2,014,377

Empleo independiente 1,223,916 1,284,529

- Cuenta propia no profesional 1,135,889 1,199,963

- Ayudantes fan~iliares 88,027 84,566

Microempresas informales 514,980 526,155

- Patronos 219,289 226,278

- Empleados y obreros 295,691 299,877

Servicio doméstico 195,873 203,693

Tasa Informalidad 35.34 34.65

Segmentación del empleo Total Rural

Empleo total 932,562

Formales 350,711

Pequeña, mediana y gran empresas 262,746

- Patronos 22,079

- Empleados y obreros 240,66 7

Microemp~esas formales 1 1,474

- Patxonos 4,696

- Empleados y obreros 6,778

T~abajador independiente profesional 512

Empleados y obreros públicos 75,979

Informales 581,851

Empleo independiente 407,786

- Cuenta propia no profesional 33 1,470

- Ayudantes familiares 76,316

Microempxesas informales 154,575

- Patronos 54,732

- Empleados y obreros 99,843

Sexvicio doméstico 1 9,490

Tasa Informalidad 62 39

Venezuela 1990-1996. Ocupados en la Agricultura por Categoría Ocupacional

Categoría Ocupacional 1990

Empleo total 814,787

Sector Formal 285,946

Pequeña, mediana y gran empresa 275,207

Patronos 38,963

Empleados y obreros 236,244

Sector Informal 528,841

Empleo independiente 383,587

Trabajador por cuenta propia

no professional 298,800

Ayudantes familiares no remunerados 84,787

Microempresas informales 145,254

Patronos 62,988

Empleados y obreros 82,265

Venezuela 1990-1996. Estructura de los Ocupados en la Agricultura y Variaciones por Categoría Ocupacional

~ - - -

Categoría Ocupacional 1990 1993 1995 1996 90-93 93-95 95-96 90-96 TAC 90-96

Empleo total -6.4 34.2 0.7 26.5 215,913

Sector formal 35.1 39.6 25.2 25.4 5.6 -14.4 1.2 -8.6 -24,539

Pequeña, mediana y gran empresa 33.8 38.2 23.6 23.2 5.8 -16.9 - 1 -12.9 -35,613

Patronos 4.8 4.8 2.6 1 .8 -6.4 -27.9 -29 -52.1 -20,282

Empleados y obreros 29 33.4 21.1 21.4 7.9 -15.4 2.4 -6.5 -15,331

Sector informal 64.9 60.4 74.8 74.6 -12.9 66 0.6 45.5 240,452

Empleo independiente 47.1 45 48.3 48.8 -10.5 43.9 1.7 3 1 118,971

Trabajador por cuenta propia no profesional 36.7 38.5 44.1 44.1 -1.7 53.8 0.5 5 2 155,243

Ayudantes familiares no remunerados 10.4 6.5 4.1 4.7 -41.3 -14.7 14.3 -42.8 -36,272

Microempresas informales 17.8 15.4 26.5 25.9 -19.2 130.7 -1.5 83.6 121,481

Patronos 7.7 6.4 6.5 7.3 -23 36.9 13.5 19.7 12,394

Empleados y obreros 1 O. 1 9 20 18.6 -16.3 196.8 -6.4 132.6 109,088

Ocupados en la Industria Manufacturera por Sexo

Empleo total

Hombres

Mujeres

Estructura por Sexo (%)

Hombres

Mujeres

Participación por Sexo (%)

Hombres

Mujeres

Venezuela 1990-1996. Incremento Absoluto y Relativo de la Industria Manufacturera por Subsector

lndustnas manufactureras

Productos alimenticios, bebidas y tabaco

Textiles, prendas de vestir e industnas del cuero

[ndustrias de la madera y productos de la madera incluyendo muebles

Fabricación de papel y productos de papel; Imprentas y editonales

Fabricación de sustancias químicas y de productos quimicos, denvados del

petróleo y del carbón, de caucho y plasticos

Fabricación de productos minerales no metálicos, exceptuando los denvados

del petróleo y del carbon

Industrias metálicas básicas

Fabricación de productos metálicos, maquinanas y equipos

Otras industnas manufactureras

Variación del Empleo de la Industria por Categoría Ocupacional

1 Categoría Ocupacional 90-93 93-95 95-96 90-96

Empleo total

Sector formal

Empleados y obreros privados

Microempresas formales

Empleados y obreros

Empleados y obreros públicos

Sector informal

Trabajador por cuenta propia no profesional

Microempresas info~males

Patronos

Empleados y obreros

Venezuela 1990-1996. Ocupados de la Rama de Electricidad, Gas y Agua por Subsectores

- - - - - -

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

Electricidad, gas y agua 64,247 62,179 64,073 52,601 52,474 69,111 64,360

Electr.icidad, gas y vapor 41,714 42,682 48,634 40,240 37,690 49,698 44,520

Obras hidráulicas y suministro de agua 22,533 19,497 15,439 12,361 14,784 19,413 19,840

Ocupados por Categoría Ocupacional de la Rama de Electricidad, Gas y Agua

Formal Privados Publicos

1990

1993

1995

1996

Estructura (%)

1990

1993

1995

1996

Venezuela 1990-1996. Variación de los Ocupados de la Construcción por Categoría Ocupacional

Categona Ocupacional 90-93 93-95 95-96 90-96 TAC 90-96 Peso 90-96

Empleo total 32.9 -6.1 -2.7 21.5 106,499 1 O0

Sector formal 37.8 -28.9 -6.5 -8.4 -23,116 -21.7

Pequeña, mediana y gran empresa 39.3 -35.1 -2.3 -1 1.8 -31,145 -29.2

Patronos 3.3 -36.2 -14.8 -43.8 -12,718 -1 1.9

Empleados y obreros 43.7 -35.1 -1.2 -7.8 - 18,427 -1 7.3

Sector informal 26.7 25.2 0.2 59 129,615 121.7

Trabajador por cuenta propia no profesional 45.9 61.3' 1.1 137.8 121,871 1 14.4

Microempresas informales 13.3 -4.6 -1.9 6.1 7,861 7.4

Patronos 4.6 -39.1 -1 1.6 -43.7 -23,218 -21.8

Empleados y obreros 19.4 16.5 1.2 40.8 3 1,079 29.2

Venezuela 1990-1996. Incremento de los Ocupados en la Rama del Comercio por Sexo

Empleo total 257,420 156,882 44,302 458,604 19 9.7 2.5 33.8

Hombres 151,428 59,720 -38,771 172,377 17.5 5.9 -3.6 19.9

Mujeres 105,992 97,162 83,073 286,227 21.6 16.3 12 58.3

Variación de los Ocupados del Sector del Comercio al Por Menor por Categoría Ocupacional

90-93 93-95 95-96 90-96 TAC 90-96 Peso 90-96

Empleo total 22.8 9.1 3.8 39.1 426,504

Sector tor mal 23.5 -3.1 3.2 23.5 94,425 22.1

Pequeña, mediana y gran empresa 2 8 -18 9 -0 2 3 6 12,233 2 9

Patronos 17 2 -12 2 -194 -17 1 -5,3 18 -1 2 Empleados y obreros 29 1 -19 5 1 7 5 6 1735 1 4 1 Microempresas formales -1 8 71 8 -3 63 5 34,200 8

Patronos -3 7 - 7 8 9 6 -2 7 -589 -0 1 Empleados y obreros -0 6 125 2 -6 5 109 4 34,789 8 2

Sector intormal 22.3 16.3 4.1 48.1 332,079 77.9

Empleo independiente 28 3 1 1 4 1 0 5 5 8 307,136 72

Trabajador por cuenta propia no profesional 31 15 1 10 4 66 5 317,821 74 5

Ayudantes familiares no remunerados 3 4 -31 8 123 -20 8 -10,685 -2 5

Microempresas informales 2 6 3 6 3 -174 15 5 24,943 5 8

Patronos 6 6 -9 9 -18 7 -22 -13,910 -3 3

Empleados y obreros O 68 -169 39 6 38,853 9 1

Variación de los Ocupados en el Sector de Transporte y Almacenamiento por Categoría Ocupacional

90-93 93-95 95-96 90-96 Tac 90-96 Peso 90-96

Empleo total 13.1 5.3 19.5 42.3 152,906

Empleo formal 0.7 44.5 26.7 84.4 109,958 71.9

Pequeña, mediana y gran empresa 22 5 35 3 36 2 1257 118,806 7 7 7

Empleados y obreros 2 3 35 3 37 1 128 1 117,273 76 7

Empleados y obreros públicos -66 9 88 2 -4 -40 2 -12,215 -8

Empleo informal 20.2 -13.2 13.7 18.6 42,948 28.1

Trabajador por cuenta propia no profesional 28 3 -18 7 9 13 5 24,176 1 5 8

Microempresas informales -9 8 12 6 33 3 35 4 18,144 11 9

En~pleados y obreros -8 6 27 4 41 1 64 4 23,914 1 5 6

Incremento Ocupados en Establecimientos Financieros, Seguros, Inmuebles y Servicios Prestados a las Empresas

90-93 93-95 95-96 90-96 Tac 90-96 Peso 90-96

Empleo total 27 -5 9 12 7 34 8 128,623 1 00

Establecimientos financieros 36 2 -21 4 26 8 35 8 41,814 32 5

Seguros 20 6 -20 1 9 9 5 8 2,502 1 9 Bienes inmuebles y servicios prestados a las emp~esas 23 2 6 5 6 7 40 1 84,307 65 5

Variación Ocupados en Establec. Financieros, Seguros, Inmuebles y Servicios a Empresas por Categoría

I 90-93 93-95 95-96 90-96 Tac 90-96 Peso 90-96

Empleo total

Empleo formal

Pequeña, mediana y gran empresa

Empleados y obreros

Microempresas for.males

Empleados y ob~eros

Trabajador independiente profesional

Empleados y obreros públicos

Empleo informal

Trabajador por cuenta propia no p~ofesional

Microempresas informales

Empleados y obreros

Venezuela 1990-1996. Incremento de los Ocupados en el Sector de los Servicios por Sexo

Empleo total 129,466 244,075 22,416 395,957 7 12 4 1 21 5

Hombres 79,070 93,3 75 9,741 182,186 9 3 10 1 1 21 5

Mujeres 50,396 150,700 12,675 213,771 5 1 14 5 1 1 21 5

Venezuela 1990-1996. Incremento de los Ocupados de los Servicios por Subsectores

90-93 93-95 95-96 90-96 Tac 90-96 Peso 90-96

Empleo total

Administración pública y defensa

Servicios de saneamiento y similares

Servicios sociales y otros servicios

comunales conexos

Instrucción pública

Servicios médicos y odontológicos y

servicios de sanidad

Otros

Servicios de diversión y espa~cimiento

Películas cinematográficas y otros servicios

de esparcimientos

Servicios de diversión y esparcimiento

Servicios personales y de los hogares

Servicios de reparación

Servicio doméstico

Servicios personales diversos

Venezuela 1990-1996. Incremento de los Ocupados de los Servicios por Categoría Ocupacional

Categoría Ocupacional 90-93 93-95 95-96 90-96 Tac 90-96 Peso 90-96

Empleo total

Empleo formal

Pequeña, mediana y gran empresa

Empleados y obreros

Microempresas formales

Empleados y obreros

Trabajador independiente profesional

Empleados y obreros públicos

Empleo informal

Trabajador por cuenta propia no profesional

Microempresas informales

Patronos

Empleados y obreros

Ser vicio doméstico

Venezuela 1990-1996. Distribución de los Ocupados por Sexo, según Rama de Actividad Económica (%)

HOMBRES

- -- -- -- - -

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 Promed

90-96

Empleo total

Agricultura

Explotación de minas y canteras

Industrias manufactureras

Electricidad, gas y agua

Construcción

Comercio, restaurantes y hoteles

Transporte, almacenamiento y

comunicaciones

Establecimientos financieros, seguros, inmuebles y servicios prestados a las empresas 60 3 59 1 59 60 6 6 0 3 6 1 5 61 7 60 4

Servicios comunales, sociales y personales 46 1 45 9 45 6 47 1 46 1 46 1 46 1 46 1

MUJERES 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 Promedi

90-96

Empleo total

Agricultura

Explotación de minas y canteras

Industrias manufacturer.as

Electricidad, gas y agua

Construcción

Comercio, restaurantes y hoteles

Transporte, almacenamiento y comunicaciones

Establecimientos financieros, seguI.os, inmuebles y servicios prestados a las empresas

Servicios comunales, sociales y personales

Venezuela 1990-1996. Incremento Absoluto de los Desocupados y Peso Relativo en el Total

Rama de Actividad Económica 90-93 93-95 95-96 90-96 Peso 90-96

Desempleo Total -265,045 397,150 242,443 374,548 1 O0

Agricultura -14,322 1,336 21,024 8,038 2 1

Explotación de minas y canteras 638 1,076 4,454 6,168 1 6

Industrias manufactureras -43,308 36,575 25,386 18,653 5

Electricidad, gas y agua -2,148 2,647 445 944 O 3

Construcción -45,889 26,458 28,403 8,972 2 4

Con~ercio, restaurantes y hoteles -45,033 66,548 31,024 52,539 14

Transporte, almacenamiento y comunicaciones -10,806 12,131 11,209 12,534 3 3

Establecimientos financieros y afines -16,871 28,730 9,585 21,444 5 7

Servicios comunales, sociales y personales -52,943 92,970 64,195 104,222 27 8

Actividades no bien especificadas -34,363 128,679 46,718 141,034 37 7

Buscando Trabajo por Primera Vez -32,497 149,803 43,008 160,3 14 42 8

Variación de los Desocupados por Rama de Actividad Económica (%)

Empleo Total

Agricultura

Explotación de minas y cantelas

Industrias manufactureras

Electricidad, gas y agua

Construcción

Comercio, restaurantes y hoteles

Transpor.te, almacenamiento y comunicaciones

Establecimientos financieros y afines

Servicios comunales, sociales y personales

Actividades no bien especificadas

Buscando Trabajo por Primera Vez

Fuerza de trabajo, empleo y desempleo. Tasas medias de crecimiento por períodos 1990-1996

Agregado 90-93 93-95 95-96 90-96

Fuerza de trabajo 2 16 6 24 4 8 3 95

Empleo 3 71 4 O1 2 21 3 56

Desocupación -13 58 35 02 27 56 7

Venezuela 1990-1996. Estructura de la fuerza de trabajo por categorías demográficas

I Estructura (% de total ckategoría)

Hombres en la fuerza de trabajo Ocupados Desocupados

Mujeres en la fuerza de trabajo

Ocupados Desocupados

Jovenes en la fuerza de trabajo

Ocupados Desocupados

Venezuela 1990-1996. Estructura de la ocupación (N)

Total

Actividades transables - Petroleras*

- No petroleras Actividades no transables

Indicadores de crecimiento de la ocupación por categoría ocupacional

Categoria Tasa anual crecimiento Incremento neto Incremento porcentual

Empleo total

Patronos

Asalariados

- Privados

- Públicos

Trabajadores independientes

Ayudantes familiares

Servicio don~éstico

Incremento Absoluto y Peso Relativo de Ocupados por Sector, según Rama de Actividad Económica

l Rama de Actividad Económica Formal Informal Total Formal Informal Total

Empleo Total

Agricultura

Explotación de minas y canteras

Industrias inanufacture~as

Electricidad, gas y agua

CoristrucciOn

Comeicio, restaurantes y hoteles

Transporte, almac y con~unicaciones

Establecimientos financieros y afines

Servicios comunales, sociales y personales

Actividades no bien especificadas

Estructura del mercado de trabajo por segmentos en actividades agrícolas y no agrícolas

Segmento y categoría 1990 1996

Empleo total

Formales

Pequeña, mediana y gran empresa

Microempresas formales

'Trabajador. independiente profesional

Empleados y obreros públicos

InfSrmales

Empleo independiente

- Cuenta propia no profesional

- Ay~idantes fami1iar.e~ no remuner.ados

Microempresas informales

Servicio doméstico

Agrícola

1 O0

35 O9

33 '78

O 99

O

O 32

64 91

47 O8

36 67

10 41

17 83

o

No agricola

1 O0

64 33

38 54

2 91

O 48

22 4

35 67

22 32

20 9

1 42

9 49

3 86

Agrícola

1 00

25 36

23 25

O 82

O 87

O 42

74 64

48 76

44 05

4 71

25 88

o

No agrícola

1 00

59 05

33 23

3 18

3

19 63

40 95

26 75

25 91

0 83

12 54

1 67

SALARIOS Y PRODUCTIVIDAD

Venezuela 1990-1996. Tasa interanual de crecimiento de los salarios por subperíodos

I Sector 90-93 93-95 95-96 90-96

Salario nominal promedio

Actividades transables

- Petroleras

- No petroleras

Actividades no transables

Salario r.eal promedio (Bs de 1990)

Actividades transables

- Petroleras

- No petroleras

Actividades no transables

Variación de la Productividad por Rama de Actividad Económica

Rama de Actividad Económica 90-93 93-95 95-96 90-96

Productividad promedio

Agricultura

Actividades no agrícolas

- Explotación de minas y canteras

- Industrias manufactureras

- Electricidad, gas y agua

- Construcción

"- Comercio"

- Transporte, almacenamiento y comunicaciones

Finanzas

- Servicios comunales, sociales y personales

Salarios promedio por rama de actividad Indice salario promedio = 100

Salario promedio

Agricultura, caza, silvicultura y pesca

Actividades no agrícolas

- Explotación de minas y canteras

- Industrias manufactureras

- Electricidad, gas y agua

- Construcción

«.-Comercio»

- Transporte, almacenamiento y comunicaciones

Finanzas

- Servicios comunales, sociales y personales

Salarios reales en actividades agrícolas y no agrícolas por sector

1990 1993 1995 1996 TAC 90-96

Actividades agrícolas 8,430 8,082 5,274 3,562 -13 38 Formales 8,709 8,093 6,448 4,248 -11 28 Informales 8,254 8,075 4,858 3,307 -14 14

Actividades no agrícolas 12,237 1 1,090 8,807 6,193 -10 73 Formales 13,617 1 1,904 10,277 7,283 -9 9 Informales 9,937 9,74 1 6,592 4,600 -12 05

POBREZA Y MERCADO DE TRABAJO

Venezuela. Evolución de la Pobreza urbana por componentes

Cifras absolutas

Hogares usbanos

Hogares pobres

- En pobreza crítica

- En pobreza extrema

Proporción en el total

Hogares pobres

- En pobreza crítica

- En pobreza extIema

Composición (en %)

Hoga~es pobres

- En pobreza crítica

- En pobreza extrema

Venezuela 1990-1996. Composición del hogar según estrato de pobreza

Tamaño medio del hoga 4 99 5 05 5 02 4 99 4 85 488 4 8 1

No pobres 4 47 4 7 4 6 4 5 4 29 4 38 4 08

Pobreza c~ítica 6 08 6 26 6 12 5 99 5 49 5 63 5 14

Pobreza extrema 5 28 4 98 5 15 5 22 5 19 5 18 5 24

Situación en la fuerza de trabajo según estratos de pobreza

l TOTAL No pobre Crítica Extrema %tal

Población mayor de 15 años 1 Fuerza de Trabajo

- Ocupados

- Desocupados

Fuera de la Fuerza

- Estudiantes

- Oficios del hogar

Otra situación

Tasa de actividad

Tasa de desocupación

Fuera de la Fuerza

- Estudiantes

- Oficios del hogar

Otra situación

Ingresos promedio por estrato de pobreza y categoría ocupacional

Nacional No pobre Crítica Extrema

Promedio Ocupados

Patsonos microempresas

TPCP no profesional

E y O microempresas

Serv. Doméstico

Patronos sector formal

E y O sector. formal

E y O públicos

TPCP profesional

Urbano No pobre Crítica Extrema

Promedio

Patronos microempresas

TPCP no profesional

E. y O microempresas

Serv. Doméstico

Patronos sector formal

E y O sector formal

E y O públicos

TPCP profesional