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10 EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - SÁBADO 18 DE JUNIO DE 1938. ELA@NDO VERDAD Y JUSTICIA PUBtTU WOO ILUSTRADO DfO. Director: José OsU VldaL Administrador: Ángel Ramos. Ofieinas: «DOTCIO PD»TO RICO ILUSTRADO Apartado da Oomos 848 Precie de suscripción astados unidos y pal- Para si extranjero: laeluysndo sabatino y *M dentro del Trata - . domlnii te Puerto 11.00 »J0 Ate _ - 1000 te Postal: Trimestre S4.00 HlMHtri 7.80 Ano 14.00 AflO _ JITte Semestre 9.00 Trlmaitrs - 4.78 Dirijas» la eorraapoadaBela Informativa y literaria a la atracción. Pora anuncio», comunicados, ata., dirija»» al Admlalatrador. El desarrollo de fuentes fluviales LA ESPERADA RESOLUCIÓN DEL JUEZ COOPER Un reportero en el Vaticano ACHILLE RATTI, MAESTRO INFALIBLE DE LA VERDAD Por THOMAS B. MORGAN v un» »u«n» cama. Y a* incidente no terminó ahí. Invitó otros mu- En nuestra edición de ayer informamos que la Corte Fe- deral dictó sentencia declarando sin lugar la solicitud de mandato judicial permanente incoada por la Puerto Rico Railway Light and Power Company contra el Gobierno In- sular y la PRRA con el objeto de que estos organismos se abstuvieran de extender las lineas de transmisión del Servi- cio de Fuentes. Fluviales a la jurisdicción de San Juan y Rio Piedras. Recordarán nuestros lectores que en marzo de 1935 la Asamblea Legislativa de Puerto Rico aprobó une resolución conjunta ordenando al Comisionado del Interior y al Direc- tor del Servicio Hidroeléctrico Insular extender las lineas de transmisión de dicho sisteme a la Capital, hacer conexio- nes del mismo s los diferentes edificios y dependencias del Gobierno Insular y suplir corriente eléctrica al Gobierno de la Capital. Al propio tiempo se asignaron fondos federales para los proyectos de electrificación rural de Puerto Rico: todos ellos encaminados, a propulsar el desarrollo del siste- ma insular de fuentes fluviales. Al derse comienso a las obras, la Puerto Rico Railway Light and Power Company acudió a la Corte Federal en solicitud de una orden restric- tiva, logrando parausar temporalmente los trabajos dentro del territorio cubierto por su franquicia. En ese recurso im- pugnaba la compañía la resolución conjunta de 1935 y ale- gaba tener derechos exclusivos al suministro de luz y fuer- xa en el territorio en que ella presta servicio actualmente. La decisión del juez Cooper sostiene la validez de la resolución conjunta. Declara que la construcción de las li- neas de transmisión hasta Rio Piedras y San Juan no infrin- girá ningún derecho legal conferido a la peticionaria por sus franquicias, toda vez que éstas no son de carácter exclusivo, de scuerdo con los términos de lss mismss, y que no consti- tuirá una violación del convenio de Carite. Entiende el tri- bunal que el suplir las necesidades de los edificios insula- res y sus dependencias y alumbrar las calles y operar los sis- temas de acueductos de la Capital no constituye una compe- tencia dentro del significado del vocablo en el convenio de Carite. También resuelve que las disposiciones de la sección 38 de "la Ley Orgánica de Puerto Rico, requiriendo que to- das las concesiones de franquicias, derechos y privilegios de naturaleza pública o cuasi pública deben hacerse por la Co- misión de Servicio Público, no son aplicables a la construc- ción de la propuesta linea de Toro Negro a Rio Piedras y San Juan. Al propio tiempo llega a la conclusión de que la compañía demandante no tiene derecho a atacar la validez de las actuaciones de los funcionarios federales que han ade- lantado fondos para la construcción de las lineas adicionales del servicio hidroeléctrico. La- decisión que acaba de rendir el juez Cooper viene a confirmar plenamente cuanto dijimos en nuestras colum- nas editoriales a propósito del proyecto que se presentó en las Cámaras insulanas, encaminado a resolver por la via le* gislativa un pleito que ya estaba sometido a la jurisdicción de los tribunales de justicia. Nos referimos al proyecto del Senado número 242, que prácticamente obligaba al Gobier- no Insular a celebrar un contrato con la Puerto Rico Rail- way Light and Power Company para el suministro de co- rriente eléctrica en condiciones que implicaban una renova- ción y ampliación de su frsnquicia, con derechos exclusivos de que no gozs en ls sctuslidsd, y que hubieran mermado considerablemente la libertad del Gobierno para extender •us linees y proseguir el desarrollo del plsn de electrifica- ción. En caso de haberse convertido en ley este proyecto, el litigio entablado por esta compañía ante la Corte Federal habría quedado virtualmenre resuelto e su favor. Por for- tuna para e/ país, el proyecto, tan combatido por nosotros, no fué aprobedo. Celebramos hebernos pronunciado aquella vez como lo hicimos, porque ahora estamos palpando la realidad de que, si asa legislación hubiera triunfedo, a estas horas sería aca- démica la decisión justiciera que acaba de emitir el magis- trado federel. Se ha comprobado, además, que los puntos de vista que expresaron en aquella ocasión el Comisionado del Interior, señor José Enrique Colorir, el Director del Ser- vicio Hidroeléctrico, señor Antonio Lucchetti, y que ya ha- bían sostenido ante los tribunales los abogados de la PRRA —de todo lo cual nos hicimos eco oportunamente— eran los puntos ds vists que se ajustaban a la ley y que han sido con- firmados ahora por el fallo judicial. El paía tiene motivos para sentirse profundamente sa- tisfecho con esta resolución del juez Cooper, que asegura al servicio de fuentes fluviales el sdecusdo desarrollo del importante programa de electrificación que le está encomen- dado, sobre cuys trsscendencis no vamos a insistir porque ls opinión ya asta suficientemente compenetrada de lo que este servicio representa. Nos reafirmamos en nuestro criterio de que la extensión del servicio de fuentes fluviales debe impulsares con redo- blado empeño por los incalculables beneficios que conlleva para la comunidad, y celebramos loe términos del fallo ren- iido por el juez Cooper porque pone en clero si derecho del Gobierno Insular a propulsar sin trabas de clase alguna esta importante obra. A nuestros clientes y amigos: Deseamos participarles que los números de los teléfonos da EL MUNDO y PUERTO RICO ILUSTRADO Kan sida cambiadas a* la forma siguiente: 2220—Tafcrat 2221-Redección 2222—Administración 2223—Dirección Puerto Rico Ilustrado, Inc. Capitulo XII Después,de las cátedras, estudios y demás actividades del día, Achi- ne Ratti volvía por la noche a de- dicarse al estudio. Durante su per- manencia en Milán como Instructor dtl Seminario difícilmente pasaba una noche sin leer varios capítulos de algún tratado biológico o de al- guna obra histórica. Poseía una gran retentiva con la que podía acumular gran cantidad de cono- cimientos para cualquier contingen- cia. Las obras que habla leído y es- tudiado la eran de gran utilidad al ensenar, aunque en el momento de hacer algún bien pastoral iba has- ta máa allá de loa libros. Era pa- ra predicar que necesitaba un gran acerbo de conocimientos religiosos. El trabajo del Seminarlo era tu principal .ocupación, pero también desempeñaba con gran puntualidad su» deberes como capellán del con- vento. Era para él mucho más que una simple capellanía y el conven- to era mucho más que un mero convento. Con el tiempo lo trans- formó en un verdadero centro so- clal. Lo encauzó de manera que ayudara en sus necesidades a las mujeres y nlftos de las clases tra- bajadoras del vecindario. Las mon- jas enseñaban a ios niños, tarea di- fícil debido a la persistente agita- ción antirreligiosa. Se hablan Im- puesto el deber de conservar la lla- ma de la fe ardiendo en loa hoga- res* más pobres donde los niños te- nían menos oportunidades de reci- bir Instrucción religiosa de ¿padres demasiado ocupados en su trabaje cotidiano. i Para llenar la* necesidades de aquel extraordinario núcleo, Ratti escribió su propio catecismo. Era sencillo y claro, destinado a prepa- rar para su primera comunión ni- ños que no asistían a la escuela. Publicó luego un pequeño panfle- to para el uso de maestros y des- pués otro para las madres. El tra- bajo cobró auge y prosperó. En unos pocos años fué necesario que el arzobispado proveyera un edifi- cio más grande y mát cómodo. Un suceso imprevisto condujo y contribuyó a una nueva necesidad de expansión. A una de las clases de catecismo llegó una noche un muchacho haraposo apenas entra- do en la adolescencia. Parecía gran- demente necesitado tanto de ayu- da física como de Instrucción espi- ritual. Tenia lavadas las manos y la cara, pero nada más. Más allá de donde habla llegado el agua em- pezaban capas negras de hollín. Mostraba tizne hasta en los párpa- dos. La mirada indicaba cansancio. Los demás muchachos evitaban es- tar cerca de él. Velan en su ropa remendada y ennegrecida que era un deshollinador de chimeneas. Mu- chos de estos muchachos venían a Milán durante el invierno desde las fincas de Lombardas. En el verano cultivaban la tierra pero cuando llegaba la época de frío abandona- ban las fincas para ir a los sitios donde porfían hallar trabajo. Des- hollinar chimeneas era un trabajo de invierno y veintenas de estos mu- chachos te acogían a él como único medio de ganaras por lo menos una escasa subsistencia. Era una com- pañía desamparada de jovenzuelos cuyo número sobrepasaba al de chi- meneas sucias. Uevando la pesada carga de cepillos y palos buscaban por largas horas trabajo en los días de mucho frío encontrándose a menudo con que nadie los nece- sitaba. Cuando tenían la gran for- tuna de encontrar trabajo sólo re- cibían unos miserables centavos que escasamente les daban para costearse una comida. El joven sacerdote vio al pobre muchacho temblando de frío y sin- tió honda compasión por él. Al terminar la clase de catecismo se dirigió a donde él y le echó el bra- sp alrededor de los hombros. Le hi- zo algunas preguntas. El infeliz es- taba agotado y sufriendo hambre. Los medios de Achule Ratti eran escasos pero le proporcionó comida chachos a que vinieran y pronto organizó con ellos en el centro so- cial la compañía de los deshollina- dores. El doctor Ratti se convirtió en el protector espiritual, el compañero y el amigo estos muchachos. Fre- cuentemente hacia que le prepara- ran comidas. Invitaba al pueblo a que contribuyera para las ropas. A Achllle Ratti fué ordenado sacerdote a la edad de SS años, el 1S de diciem- bre de 1S7S A la edad de U era ya uno de loa eecolástlcoa máa eruditos con trea doctorados: filosofía, dere- cho canónico v teolotrla. Regresó en- tonces al arzobispado de Milán en cuyo Seminarlo empeló a trabajar como instructor de teología, filoso- fía y hebreo desempeñando también la capellanía del Convento de Nues- tra Señora del Cenáculo. algunos les pudo conseguir otra clase de empleo mejor. Esta acti- vidad constituía su fiesta espiri- tual. El hecho de que asistían re- gularmente a sus clases era Indi- cio Inequívoco del cuidado paternal que Ratti lea brindaba. Todos los años al regresar a la ciudad acos- tumbraban Ir al Convento de Nues- tra Señora del Cenáculo a ver al "Padre Ratti". Cada año habla, nue- vos reclutas mientras los de más edad iban encontrando otros traba- jos y dejando la compañía para de- dicarse a otras ocupaciones. Achule Ratti siguió siendo cape- llán del Convento y protector de la compañía de deshollinadores duran- te treinta y dos años, a pesar de que a lo largo del tiempo llegó a asumir puestos eclesiásticos de ma- yor importancia. Siendo Pontífice, mientras le hablaba a un grupo de peregrinos de Milán, reconoció a un hombre que le habla ayudado en "a pequeña compañía. Se dirigió a él y le dijo: "¿Se acuerda de los deshollinado- res de chimeneas? Aquella era ver- dadera caridad. Está entre mis mis preciados recuerdos." Centenares de mujeres —costure- rss, dependientes de tiendas, pro- fesoras, sirvientas y amas de casa— acudían al centro a buscar solución para sus dificultades y consueto pa- ra sus tristezas. Los que sufrían podían contar siempre con su co- operación. Además, a la masa de gente corriente que recibia la ayu- da de su ministerio espiritual se sumaba un gran número de traba- jadores intelectuales como Instruc- tores de las escuelas secundarlas y muy frecuentemente hasta profe- sores de las instituciones más altas. Mientras trabajaba constante- mente por el alivio del sufrimiento humano, sus superiores le asigna- ban también muchos deberes. Con frecuencia le pedían que Instruyera a personas qu« estaban sufriendo tropiezos en su fe. Habla muchas personas cuya fe empezaba a debili- tarse en aquellos dias difíciles de antagonismo contra el clero. Estas almas en apuros encontraban en la abundante fortaleza espiritual de Ratti suficiente energía para vencer las influencias que amenazaban con destruir su herencia religiosa. En la Catedral de Milán servia de confesor en todos lo* idiomas extranjeros. Se ponían bajo su cui- De Castro declara día festivo el viernes 24 de junio "F - El períodp de las fiestas patronales ha sido fijado en virtud de proclama El Administrador de la Capital promulgó ayer la siguiente procla- ma, fijando las fiestas patronales de San Juan desde el <Ma 20 ha'si el dfa 30 de Junio en curso, y 'ie- clarando día de fiesta local el vier- nes 24. nía de San Juan: POR CUANTO, la Junta de Co- msiionados de San Juan aprobó la Ordenanza Núm. 483 y la Sección 5ta. de la referida Ordenanza dis- pone lo siguiente: "Por la presente se autoriza y faculta al Administrador de la Ca- pital mediante proclama, para de- clarar las Fiestas P a t r onales de San Juan para diversión y entrete- nimiento de todos los habitantes de la Ciudad Capital, desde el dia 20 hasta el dia 30 de junio de 1938". POR CUANTO, el día 24 de Junio es dia de San Juan Bautista, San- to Patrón de la ciudad de Sa n Para transfusiones de sangre PARÍS, Junio 17. (P. U.>- Marc Rucart, ministro de Salud Pública, Inauguró un nuevo Instituto para transfusiones de sangré en el Hos- pital de San Antonio. Algo Impor- tante de este Instituto es la cáma- ra refrigerada para la conservación de sangre a usarse en transfusio- nes a los varios dlaa después de to- mada. «O» Premios de literatura PARÍS, Junio 17. (P. U.)—La Aca- demia Francesa anunció la conce- sión de tres premios anuales de li- teratura a Tristán Dereme, al Aba- ta de Brugerett y a Jean de la Ve- renda. Juan. Capital de Puerto Rico; POR CUANTO, ha sido costum- bre en nuestras ciudades y pueblos durante siglos, celebrar el dia del Patrón con fiestas populares, bai- les, funciones religiosas, etc.; POR CUANTO, es saludable y conveniente para nuestro pueblo el conservar las tradiciones y costum- bres de nuestra raza, aal como también acoger las buenas tradi- ciones y costumbres del gran pue- blo americano, del cual formamos parte y al -que aspiramos a conti- nuar unidos para aiempre; POR TANTO, Yo, Carlos M. de Castro, Administrador de la Ca- pital, en virtud de los poderes que me confiere la Ley, por la presen- te declaro: 1— Que las Fiestas Patronales de San Juan comenzarán el dia 20 y terminarán el dia 30 de Junio de 1938, y durante las mismas ha- brá, sujeto a un programa prepa- rado por el Comité Ejecutivo de las Fiestas Patronales, diversas atracciones, espectáculos y diver- siones licitas. 2—Se declara por la presente el día 24 de junio de 1938, dfa de fies- ta legal, por ser el dfa del Patrón de San Juan, capital de Puerto Ri- co. Dada en San Juan de Puerto Rico, bajo mi firma y el Sello Ofi- cial de la Capital de Puerto Rico, hoy dia 17 de junio de 1938. Dr. Carlos M. DE CASTRO, Administrador de la Capital. Promulgada de acuerdo con la Ley en San Juan, P. R., hoy día 17 de Junio de 1938. f Luis A. CASTRO. Secretario de la Capital. dado personas de otra fe. General- mente él les desvanecía las dudas y las llevaba a aceptar en su totali- dad la doctrina católica. Les servia de áncora en la íe. Las monjas del convento toma- ban notas de sus sermones, espe- cialmente de los relacionados con la Virgen María que él predicaba en el mea de mayo todos los años. El Joven sacerdote hacia primero una serje de sermones sobre las palabras de María según aparecen i t fciVarrgvllo. En la segunda se- rie explicaba las frases de la Vir- gen al Ángel. Entonces trataba las letanías, las figuras y referencias simbólicas que a ella hacen las Es- crituras, loa salmos y los cánticos de alabanza. Un año discutió las declaraciones que de ella hacen los doctores de la Iglesia, tales como San Ambro- sio. Le dedicaba una serle de ser- mones a los famosos altares levan- tados a la Virgen, sus característi- cas especiales, su significado y su inspiración a la fe. En una muy extensa serle hablaba de los tra- bajos de arte que en honor a 'a Virgen se hsn erigido en el mundo entero. En mi visita al Convento de Nuestra Señora del Cenáculo, me encontré con la madre Tourna!, Superlora de la Institución. Se acer- caba entonces a los setenta años y habla vivido en el Convento caai todo el tiempo que Achllle Ral ti sirvió allí de capellán. Por donde- quiera en el lugar se velan objetos que recordaban al capellán. Habla cuadros, lápidas y fotografías de grupos de deshollinadores y grupos de mujeres y nlftos. "Jamás dejó de trabajar un solo dfa en los treinta y dos aftoa que fué capellán de nuestro Convento," me dijo la anciana Madre Superlo- ra, "excepto cuando salla de viaje o en excursión por las montañas Era un esclavo de su deber. Hacia todo su trabajo aqui. Durante su estadía construimos la capilla. ¡Qué entusiasmo tenia para todo! Yo re- cuerdo el dia que vio el primer aeroplano. Fué cuando La Grande hizo un vuelo aqui en Milán. No voló muy lejos, quizás doscientos o trescientos metros, pero, ¡qué en- tusiástico estaba el padre Ratti!" "El conocía todo lo relacionado con los experimentos de Leonardo da Vinci porque los habfa estudia- do en la Biblioteca Ambroslana. Cuando vio el vuelo, se llenó de alegría y dijo que confirmaba los mismos principios de volar presen- tados por el gran maestro. De eso hace más de treinta años." La Madre Tournal me llevó a la capilla para mostrarme la lápida en honor al capellán. Decía asi: "Aquí, en medio del místico claus- tro del renovado Cenáculo, Achule Ratti, ministro (le la caridad del cielo, predicando asiduamente de 1882 a 1914 la palabra de Dios y edificando el alma con el consejo y el ejemplo, se preparó sin saberlo para el 6 de febrero de 1922 asumir el trono de San Pedro para con- vertirse en Supremo Pastor de la Iglesia bajo el nombre de Pin XI. maestro Infalible de la verdad." Muy a menudo lo llamaban del Arzobispado para hacer discursos especiales, incluyendo conferencias a .os predicadores para sus sermo- nes de la Cuaresma. Era reconoci- do como una lumbrera intelectual en los consejos del Arzobispado. Tan Incansable llegó a ser que en un so- lo afto preparó y pronunció 385 ser- mones. Las monjas aseguraban que nunca repitió un sermón. Asi pro- baba su profunda erudición. Por 30 artos estuvo predicando y duran- te ese tiempo se dice que pronun- ció más de 5,000 discursos, confe- rencias y sermones. Todos los que tuvieron la oportunidad de oírlo se maravillaban de la profundidad de su capacidad intelectual y de tu apresto espiritual —siempre pre- sentando nuevas ideas o aspectos de la vida. Podía hablar para el Infeliz deshollinador, para el ama de casa, el obrero, el negociante, e! maestro de escuela y para el pro- fesor de universidad. En sus hábitos personales, era siempre más sobrio que indulgente Comía y bebía moderadamente. Su ración era escasa al sentarse a la mesa del refectorio del Seminario. Deseaba y pedia poco. El vino, un articulo corriente en toda mesa Ita- liana, lo tomaba muy moderada- mente. Para completar sus costum- bres ascetas, s e privaba de toda cla- se de dulces y golosinas. Muy de cuando en evando se permitía el lujo de un cigarrillo aunque sen- tía gran placer en fumar en estas raras ocasiones. En otros hábitos practicaba fru- galidad similar. Nunca cogía un carruaje. Hacia a pie el largo cami- no desde el Seminarlo hasta el Con- vento. Caminaba gustosamente una milla con tal de economizar unos centavos, que pudieran servir para el trabajo del Convento. No desper- diciaba nada que pudiera usarse. Consideraba destructivo arrojar al- go roto si habla la posibilidad de repararse. Escribía por ambos la- dos del papel. Usaba loa lápices hasta que estaban demasiado cor- tos. Usaba un par de zapatos por dos o tres aftoa y, como caminaba tan- to, tenia necesidad de repararlos frecuentemente. El máa mínimo centavo era objeto .de juicioso em- pleo. Llevaba cuentas con el cui- dado más meticuloso, aunque su di- nero en efectivo era invariablemen- te poco y aunque era excesivamente cuidadoso con toda clase de propie- dad; demostraba gran generosidad cuando se trataba de comprar li- bros o hacer regalos. Tenia sus pro- pios "standard»" sobre lo que es esencial, y habla alcanzado*un alto giado de discernimiento al hacer gastos. En 1895 el cardenal Ferrari, a la sazón Arzobispo de Milán, le en- comendó la organización de la ins- trucción religiosa en las escuelas municipales. No podía haber en el Arzobispado una misión más difí- cil. Es estado de ánimo de las au- toridades municipales en aquellos dias era tal que resultaba expuesto para cualquiera que usara la sotana acercarse siquiera al Ayuntamien- to. En las iglesias del Estado no se permitía ninguna educación religio- sa. Esta norma se ponía celosa- mente en práctica por motivo de la fiera hostilidad que existia enton- ces entre el Gobierno y la Santa Sede. Se habla eliminado la cruz. Los retratos del Papa, los peque- ftos relicario» del Salvador, la Vir- gen María y lo» Santos (relicarios que son parte de la vida misma de Italia) fueron arrancados de sus so- portes y tirados por las ventanas. Pero aunque para corazones más débiles la tarea hubiera sido dis- gustante, para Achllle Ratti se tra- taba de una orden de Dios. Nadie podía poner en duda su prepara- ción académica, pero en verdad su experiencia era todavía poca con- frontando las violentas fuerzas que chocaban en el mundo exterior, es- pecialmente en el mundo político. Habla animosidad y odio para el clero. El procedió con prudencia. Desde el principio tuvo la con- ciencia de un hecho básico en la vi- da de la familia Italiana: la pro- funda adhesión a la Iglesia. Co- menzó por Invitar los padres a que enviaran sus hijos a recibir nocio- nes religiosas de los curas parro- quiales. Reclutó entre los curas aquellos deseosos de emprender esta forma especial de Instrucción. Más de 100 sacerdotes del Arzobispado se enlistaron en la campana. No recurrió a ningún programa q. pudiera provocar a los políticos o atraerse la malquerencia de las au- toridades. Sabia que cualquier pa- so en falso podía significar el de- sastre, principalmente si re llegaba a interpretar el movimiento como TEMAS Y HORIZONTES POR EL ÁRBOL DE PUERTO RICO Vor Evaristo RIBERA CHEVREMONT Continuó su trabajo lenta y calla- damente. Aquí volvió a ahogar su propia gloria personal en el bien a realizarse. Consideraba el inme- diato conflicto político como un error en los asuntos humanos que tenia que acabar por arreglarse eventual- mente. En compartía de su grupo de ardorosos defensores de la fe deci- dió que se asumiera únicamente el papel de consejeros espirituales y profesores religiosos, alejados de las influencias mundanales. Todos los curas reclutador para el movimiento permanecían discreta- mente recatados, pero resueltos a llevar la religión hasta los nlftos. Visitaban los hogares y con sus ex- hortaciones personales Inducían a los padres a enviar los nlftos a la« Iglesias y a los conventos a reci- bir instrucción religiosa. No podía haber ningún verdadero antagonis- mo contra la enseñanza religiosa a los pequeftos. El peligro estaba en que se hiciera alguna Interpreta- ción Inspirada contra el clero. Ha- El tema del árbol en relación con el ornatoJubileo "°J» ""*""£ dad en Puerto Rico. La mayor parte de nuestros ^2«?d«^^52¡ sado. en artículos y poemas necesidad que hay d^•J»J« '•» * r J? 1 como cosa decorativa y de provecho. A veces las voces da »¡r telectuales han adquirido un tono de elegía al tratar Un>»*•<"• »- te asunto, y es que ellos advierten que, conjuntamente con el árbol, as Pr £££?£ árÜoV « nuestro país tiene si^fleadone. tnucen- dentales, si hemos de verle por el lado nacional, el ladomás serio de la Uerra. Con el árbol se va el ayer y todo lo que es rico en sabor de patria. El úcar y* la ceiba habíanle al polvo de la rasa »««"*.«"• Pf" biaba los jardines naturales de Borinquen antes de la aparición del ibero armado de casco y de rodela. El almendro y el mangó, el caimi- to y la guanábana, la pifia y el coco habíanle al puertorriqueño que llegó a encariñarse con la campiña cuando sus sueños de libertad se acercaron a las fronteras de las valientes realizaciones. Un ausubo que contemplamos en las montañas de la Isla Lula Antonio Miranda y M hace algunos años, era como una epopeya de tronco y ramas bajo el brillante azul de nuestro cielo MI querido compaftero, poeta de gran sensibilidad, y yo comprendimos la realstencia de aquel árbol. Estaba en mitad de la montaña, por la cual descendían doa ríos hasta un do- rado naranjal, y su copa negra, potente, enorme, sobrepasaba la cuna, donde la luz, esa luz única de Puerto Rico, hervía infinitamente. La his- toria de nuestro pais encerrábase en el árbol de venerable presencia. No se borra de mi mente el gigantesco ausubo. que el Gotfierno de la Isla se dedica, con interés e inteligencia sutiles, a enriquecer la floresta de Puerto Rico. que anualmente una comisión de damas se empefla graciosamente en tina campaña ideal por la conservación del árbol. que se predica en favor de este gran amigo del hombre, que se divulgan sus beneficios y se describen sus bellezas. que los municipios se afanan en la creación de vergelea y que el Departamento del Turismo piensa tanto en las ruinas históricas como en las flores. todo esto; pero hay que insistir. Cada duefto de casa debe proteger los árboles plantados en su propiedad. Cada ciu- dadano debe ser guardián del árbol que puso en la calle o en el paseo la mano del hombre o la naturaleza. Es loable cuanto se hace por el árbol. Pero es conveniente que el árbol sembrado en nuestros suelos sea planta de nuestros climas. Los españoles (ya he señalado esto en otra ocasión) trajeron a nuestro pais árboles adaptables a nuestro medio. De Oriente y de América del Sur trajeron ejemplares que armonizaban con nuestra flora y que con- tribuían a la formación de nuestro paisaje. Nosotros (no está mal que reconozcamos nuestros defectos) no supimos, en términos generales, apreciar esto. Ignoramos la virtud de las plantas que ellos importaron, muchas de las cuales eran medicinales, de eficaz poder. Ha poco un señor distinguido contábame cómo hablan ido desapa- reciendo, según sus anotaciones, árboles de mucho, mérito en Puerto Rico. Referíase a la caftafistola y a la anacahuite. Nuestros.jibaros, tan hábiles en tantos menesteres, están doctorados en el manejo de todas estas plantas. Ellos conocen sus cualidades curativas y los padecimien- tos a los cuales pueden ser aplicadas, de acuerdo con la botánica médica. Muchas cosas ha de guardar el puertorriqueño para sostenerse en su tierra, ¿He dicho au tierra? Debo decir la tierra. Entre las cosas que debe guardar están el Idioma, la tierra, el amor a la tierra, las cos- tumbres, los modales, el respeto a las tradiciones, la devoción a los antepasados, la devoción a sus valores intelectuales y espirituales, el culto a la mujer, la compasión para los desvalidos y los caldos en des- gracia, cuanto constituye el patrimonio moral de un pueblo. Unido a todo esto, debe nutrir la pasión por el árbol. No sólo ha de oponerse a la destrucción del árbol, sino exigir que se aumente el cultivo del árbol. No sólo ha de exigir el cultivo del ár- bol, sino procurar que el árbol entone con la tierra para la cuajadura del paisaje. Hay que declararle la guerra al pino lóbrego del Norte, dañador de la alegría y de la frescura de la tierra.' ¿Quién que sea puertorriqueño de corazón no se conmueve a la visión de uno de esos árboles que tan dulce expresión tranamlten al paisaje puertorrlquefto? En lo que a mi atañe, no me es posible ob- servar un almendro sin que me afecte. El almendro, con su follaje gratísimo, evoca laa escenas de la infancia. Recuerdo loa almendros del Paseo de Covadonga. Quedan pocos... Algún dia escribiré un poe- ma en el cual exponga todo lo que ellos para mi representan. Puertorriqueño*, amad el árbol, el árbol que es columna del pai- saje, nervio de la Uerra. Amad el árbol que es, además de un bonito trazo en el paisaje, elixir. El es recreo y panacea. El es toda la vida. HÉCTOR BLANCO FOMBONA Ayer tuvimos el placer de reci- bir en esta Casa la visita de un antiguo y querido compañero, cu. un desafio .1 partido anticlerical. ?¿£S^2PSS*¿\2¡S? r>««fi..,.A ... tJZt. ,—.. .. -.,i. y Patriotismo en toda la América: Héctor Blanco Fombona. Viene ahora de la República Dominicana, y regresa el domingo a su patria, Venezuela, donde ocupa un pues- to distinguido en ei gobierno pres- tigioso del general López Contre- tes. Héctor Blanco Fombona, allá pa- Perú y Ecuador reti- ran sus tropas LIMA, junio 16. (PU).—El Mi- nisterio de Relaciones Exteriores ha proporcionado la siguiente in- formación a la Prensa: "Los go- biernos de Perú y Ecuador acor- daron ordenar el retiro de los re- fuerzos militares enviados a la frontera a raíz del incidente del de junio en el Rio Ñapo, y tam- bién la libertad de los prisioneros. Según se ha convenido, los contin- (Copyright en 1938 por Thomas B. Morgan. Distribuido por King Fea- tures Syndlcate, Inc.) gentes emprenderán el viaje de re- bla que evitar la provocación. Po- greao a aus respectivas bases ma- dia venir la tragedia en forma de] Aana a las nueve de la mañana. desórdenes. Las muchedumbres po- dían llevarse a la violencia con gri- tos de "¡Abajo los curas"! Esta fu- ria intermitente constituía una constante amenaza. Nunca sabia el Instructor de religión cuándo iba a ser victima del furor del populacho. Se exponía a »er golpeado, aporrea- do o lisiado. Existia el peligro de muerte. Ya habla habido muertes y seguirla habiéndolas. Apollinaris La Reina de las Aguas de Mesa . rtRNANOEZ * HHOS , | UC |. ra el año mil novecientos doce, re sidió en nuestro pala durante lar- go tiempo, conquistándose el afec- to de nuestra sociedad. Escritor de combate, llenó muchas página* de nuestros diarios y revistas eon su prosa limpia y brillante; depor- tista fervoroso, dio sus entusiasmos a todos los deportes, especialmen- te al hípico, en el que era una ver- dadera autoridad. Con Leoncio y Rafael Martínez y con Rafael W. Camejo, constituyó un grupo inol- vidable en nuestros mundos perio- dístico y deportivo, contribuyendo de máxima manera a aumentar y popularizar 1 o s nexos fraternales entre su patria Insigne, Venezuela, y Puerto Rico. Al agradecer a Héctor Blanco Fombona su visita, le renovamos nuestro cordial compañerismo de toda la vida. PRESCRIPCIÓN FACULTATIVA: Para combatir el desgasta físico y mental producido por la* agitaciones naturales del cumplimiento de sus deberes, nodo mejor que lo TUBORG en las comidos. SOBRINO DE IZQUIERDO, INC. Distribuidores. SAN JUAN, P. R. Lo Nofaralaza ha elegido las Antillas como sirio don- da sa haca al majar ron, y Bocordí as al elegido por los buenos catadoras dal mun- do. Na busque nodo mejor, pido un i. tmmmmm a. HNOS.. auca. Ron-8B prueba

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    El desarrollo de fuentes fluviales

    LA ESPERADA RESOLUCIN DEL JUEZ COOPER

    Un reportero en el Vaticano

    ACHILLE RATTI, MAESTRO INFALIBLE DE LA VERDAD Por THOMAS B. MORGAN v un un cama. Y a* incidente

    no termin ah. Invit otros mu-

    En nuestra edicin de ayer informamos que la Corte Fe- deral dict sentencia declarando sin lugar la solicitud de mandato judicial permanente incoada por la Puerto Rico Railway Light and Power Company contra el Gobierno In- sular y la PRRA con el objeto de que estos organismos se abstuvieran de extender las lineas de transmisin del Servi- cio de Fuentes. Fluviales a la jurisdiccin de San Juan y Rio Piedras.

    Recordarn nuestros lectores que en marzo de 1935 la Asamblea Legislativa de Puerto Rico aprob une resolucin conjunta ordenando al Comisionado del Interior y al Direc- tor del Servicio Hidroelctrico Insular extender las lineas de transmisin de dicho sisteme a la Capital, hacer conexio- nes del mismo s los diferentes edificios y dependencias del Gobierno Insular y suplir corriente elctrica al Gobierno de la Capital. Al propio tiempo se asignaron fondos federales para los proyectos de electrificacin rural de Puerto Rico: todos ellos encaminados, a propulsar el desarrollo del siste- ma insular de fuentes fluviales. Al derse comienso a las obras, la Puerto Rico Railway Light and Power Company acudi a la Corte Federal en solicitud de una orden restric- tiva, logrando parausar temporalmente los trabajos dentro del territorio cubierto por su franquicia. En ese recurso im- pugnaba la compaa la resolucin conjunta de 1935 y ale- gaba tener derechos exclusivos al suministro de luz y fuer- xa en el territorio en que ella presta servicio actualmente.

    La decisin del juez Cooper sostiene la validez de la resolucin conjunta. Declara que la construccin de las li- neas de transmisin hasta Rio Piedras y San Juan no infrin- gir ningn derecho legal conferido a la peticionaria por sus franquicias, toda vez que stas no son de carcter exclusivo, de scuerdo con los trminos de lss mismss, y que no consti- tuir una violacin del convenio de Carite. Entiende el tri- bunal que el suplir las necesidades de los edificios insula- res y sus dependencias y alumbrar las calles y operar los sis- temas de acueductos de la Capital no constituye una compe- tencia dentro del significado del vocablo en el convenio de Carite. Tambin resuelve que las disposiciones de la seccin 38 de "la Ley Orgnica de Puerto Rico, requiriendo que to- das las concesiones de franquicias, derechos y privilegios de naturaleza pblica o cuasi pblica deben hacerse por la Co- misin de Servicio Pblico, no son aplicables a la construc- cin de la propuesta linea de Toro Negro a Rio Piedras y San Juan. Al propio tiempo llega a la conclusin de que la compaa demandante no tiene derecho a atacar la validez de las actuaciones de los funcionarios federales que han ade- lantado fondos para la construccin de las lineas adicionales del servicio hidroelctrico.

    La- decisin que acaba de rendir el juez Cooper viene a confirmar plenamente cuanto dijimos en nuestras colum- nas editoriales a propsito del proyecto que se present en las Cmaras insulanas, encaminado a resolver por la via le* gislativa un pleito que ya estaba sometido a la jurisdiccin de los tribunales de justicia. Nos referimos al proyecto del Senado nmero 242, que prcticamente obligaba al Gobier- no Insular a celebrar un contrato con la Puerto Rico Rail- way Light and Power Company para el suministro de co- rriente elctrica en condiciones que implicaban una renova- cin y ampliacin de su frsnquicia, con derechos exclusivos de que no gozs en ls sctuslidsd, y que hubieran mermado considerablemente la libertad del Gobierno para extender us linees y proseguir el desarrollo del plsn de electrifica- cin. En caso de haberse convertido en ley este proyecto, el litigio entablado por esta compaa ante la Corte Federal habra quedado virtualmenre resuelto e su favor. Por for- tuna para e/ pas, el proyecto, tan combatido por nosotros, no fu aprobedo.

    Celebramos hebernos pronunciado aquella vez como lo hicimos, porque ahora estamos palpando la realidad de que, si asa legislacin hubiera triunfedo, a estas horas sera aca- dmica la decisin justiciera que acaba de emitir el magis- trado federel. Se ha comprobado, adems, que los puntos de vista que expresaron en aquella ocasin el Comisionado del Interior, seor Jos Enrique Colorir, el Director del Ser- vicio Hidroelctrico, seor Antonio Lucchetti, y que ya ha- ban sostenido ante los tribunales los abogados de la PRRA de todo lo cual nos hicimos eco oportunamente eran los puntos ds vists que se ajustaban a la ley y que han sido con- firmados ahora por el fallo judicial.

    El paa tiene motivos para sentirse profundamente sa- tisfecho con esta resolucin del juez Cooper, que asegura al servicio de fuentes fluviales el sdecusdo desarrollo del importante programa de electrificacin que le est encomen- dado, sobre cuys trsscendencis no vamos a insistir porque ls opinin ya asta suficientemente compenetrada de lo que este servicio representa.

    Nos reafirmamos en nuestro criterio de que la extensin del servicio de fuentes fluviales debe impulsares con redo- blado empeo por los incalculables beneficios que conlleva para la comunidad, y celebramos loe trminos del fallo ren- iido por el juez Cooper porque pone en clero si derecho del Gobierno Insular a propulsar sin trabas de clase alguna esta importante obra.

    A nuestros clientes y amigos:

    Deseamos participarles que los nmeros de los telfonos

    da EL MUNDO y PUERTO RICO ILUSTRADO Kan sida

    cambiadas a* la forma siguiente:

    2220Tafcrat 2221-Redeccin

    2222Administracin

    2223Direccin

    Puerto Rico Ilustrado, Inc.

    Capitulo XII

    Despus,de las ctedras, estudios y dems actividades del da, Achi- ne Ratti volva por la noche a de- dicarse al estudio. Durante su per- manencia en Miln como Instructor dtl Seminario difcilmente pasaba una noche sin leer varios captulos de algn tratado biolgico o de al- guna obra histrica. Posea una gran retentiva con la que poda acumular gran cantidad de cono- cimientos para cualquier contingen- cia.

    Las obras que habla ledo y es- tudiado la eran de gran utilidad al ensenar, aunque en el momento de hacer algn bien pastoral iba has- ta ma all de loa libros. Era pa- ra predicar que necesitaba un gran acerbo de conocimientos religiosos.

    El trabajo del Seminarlo era tu principal .ocupacin, pero tambin desempeaba con gran puntualidad su deberes como capelln del con- vento. Era para l mucho ms que una simple capellana y el conven- to era mucho ms que un mero convento. Con el tiempo lo trans- form en un verdadero centro so- clal. Lo encauz de manera que ayudara en sus necesidades a las mujeres y nlftos de las clases tra- bajadoras del vecindario. Las mon- jas enseaban a ios nios, tarea di- fcil debido a la persistente agita- cin antirreligiosa. Se hablan Im- puesto el deber de conservar la lla- ma de la fe ardiendo en loa hoga- res* ms pobres donde los nios te- nan menos oportunidades de reci- bir Instruccin religiosa de padres demasiado ocupados en su trabaje cotidiano. i

    Para llenar la* necesidades de aquel extraordinario ncleo, Ratti escribi su propio catecismo. Era sencillo y claro, destinado a prepa- rar para su primera comunin ni- os que no asistan a la escuela. Public luego un pequeo panfle- to para el uso de maestros y des- pus otro para las madres. El tra- bajo cobr auge y prosper. En unos pocos aos fu necesario que el arzobispado proveyera un edifi- cio ms grande y mt cmodo.

    Un suceso imprevisto condujo y contribuy a una nueva necesidad de expansin. A una de las clases de catecismo lleg una noche un muchacho haraposo apenas entra- do en la adolescencia. Pareca gran- demente necesitado tanto de ayu- da fsica como de Instruccin espi- ritual. Tenia lavadas las manos y la cara, pero nada ms. Ms all de donde habla llegado el agua em- pezaban capas negras de holln. Mostraba tizne hasta en los prpa- dos. La mirada indicaba cansancio. Los dems muchachos evitaban es- tar cerca de l. Velan en su ropa remendada y ennegrecida que era un deshollinador de chimeneas. Mu- chos de estos muchachos venan a Miln durante el invierno desde las fincas de Lombardas. En el verano cultivaban la tierra pero cuando llegaba la poca de fro abandona- ban las fincas para ir a los sitios donde porfan hallar trabajo. Des- hollinar chimeneas era un trabajo de invierno y veintenas de estos mu- chachos te acogan a l como nico medio de ganaras por lo menos una escasa subsistencia. Era una com- paa desamparada de jovenzuelos cuyo nmero sobrepasaba al de chi- meneas sucias. Uevando la pesada carga de cepillos y palos buscaban por largas horas trabajo en los das de mucho fro encontrndose a menudo con que nadie los nece- sitaba. Cuando tenan la gran for- tuna de encontrar trabajo slo re- ciban unos miserables centavos que escasamente les daban para costearse una comida.

    El joven sacerdote vio al pobre muchacho temblando de fro y sin- ti honda compasin por l. Al terminar la clase de catecismo se dirigi a donde l y le ech el bra- sp alrededor de los hombros. Le hi- zo algunas preguntas. El infeliz es- taba agotado y sufriendo hambre. Los medios de Achule Ratti eran escasos pero le proporcion comida

    chachos a que vinieran y pronto organiz con ellos en el centro so- cial la compaa de los deshollina- dores.

    El doctor Ratti se convirti en el protector espiritual, el compaero y el amigo d estos muchachos. Fre- cuentemente hacia que le prepara- ran comidas. Invitaba al pueblo a que contribuyera para las ropas. A

    Achllle Ratti fu ordenado sacerdote a la edad de SS aos, el 1S de diciem- bre de 1S7S A la edad de U era ya uno de loa eecolstlcoa ma eruditos con trea doctorados: filosofa, dere- cho cannico v teolotrla. Regres en- tonces al arzobispado de Miln en cuyo Seminarlo empel a trabajar como instructor de teologa, filoso- fa y hebreo desempeando tambin la capellana del Convento de Nues-

    tra Seora del Cenculo.

    algunos les pudo conseguir otra clase de empleo mejor. Esta acti- vidad constitua su fiesta espiri- tual. El hecho de que asistan re- gularmente a sus clases era Indi- cio Inequvoco del cuidado paternal que Ratti lea brindaba. Todos los aos al regresar a la ciudad acos- tumbraban Ir al Convento de Nues- tra Seora del Cenculo a ver al "Padre Ratti". Cada ao habla, nue- vos reclutas mientras los de ms edad iban encontrando otros traba- jos y dejando la compaa para de- dicarse a otras ocupaciones.

    Achule Ratti sigui siendo cape- lln del Convento y protector de la compaa de deshollinadores duran- te treinta y dos aos, a pesar de que a lo largo del tiempo lleg a asumir puestos eclesisticos de ma- yor importancia. Siendo Pontfice, mientras le hablaba a un grupo de peregrinos de Miln, reconoci a un hombre que le habla ayudado en "a pequea compaa. Se dirigi a l y le dijo:

    "Se acuerda de los deshollinado- res de chimeneas? Aquella era ver- dadera caridad. Est entre mis mis preciados recuerdos."

    Centenares de mujeres costure- rss, dependientes de tiendas, pro- fesoras, sirvientas y amas de casa acudan al centro a buscar solucin para sus dificultades y consueto pa- ra sus tristezas. Los que sufran podan contar siempre con su co- operacin. Adems, a la masa de gente corriente que recibia la ayu- da de su ministerio espiritual se sumaba un gran nmero de traba- jadores intelectuales como Instruc- tores de las escuelas secundarlas y muy frecuentemente hasta profe- sores de las instituciones ms altas.

    Mientras trabajaba constante- mente por el alivio del sufrimiento humano, sus superiores le asigna- ban tambin muchos deberes. Con frecuencia le pedan que Instruyera a personas qu estaban sufriendo tropiezos en su fe. Habla muchas personas cuya fe empezaba a debili- tarse en aquellos dias difciles de antagonismo contra el clero. Estas almas en apuros encontraban en la abundante fortaleza espiritual de Ratti suficiente energa para vencer las influencias que amenazaban con destruir su herencia religiosa.

    En la Catedral de Miln servia de confesor en todos lo* idiomas

    extranjeros. Se ponan bajo su cui-

    De Castro declara da festivo el viernes 24 de junio

    "F -

    El perodp de las fiestas patronales ha sido fijado en virtud de proclama

    El Administrador de la Capital promulg ayer la siguiente procla- ma, fijando las fiestas patronales de San Juan desde el - Marc Rucart, ministro de Salud Pblica, Inaugur un nuevo Instituto para transfusiones de sangr en el Hos- pital de San Antonio. Algo Impor- tante de este Instituto es la cma- ra refrigerada para la conservacin de sangre a usarse en transfusio- nes a los varios dlaa despus de to- mada.

    O

    Premios de literatura PARS, Junio 17. (P. U.)La Aca-

    demia Francesa anunci la conce- sin de tres premios anuales de li- teratura a Tristn Dereme, al Aba- ta de Brugerett y a Jean de la Ve- renda.

    Juan. Capital de Puerto Rico; POR CUANTO, ha sido costum-

    bre en nuestras ciudades y pueblos durante siglos, celebrar el dia del Patrn con fiestas populares, bai- les, funciones religiosas, etc.;

    POR CUANTO, es saludable y conveniente para nuestro pueblo el conservar las tradiciones y costum- bres de nuestra raza, aal como tambin acoger las buenas tradi- ciones y costumbres del gran pue- blo americano, del cual formamos parte y al -que aspiramos a conti- nuar unidos para aiempre;

    POR TANTO, Yo, Carlos M. de Castro, Administrador de la Ca- pital, en virtud de los poderes que me confiere la Ley, por la presen- te declaro:

    1 Que las Fiestas Patronales de San Juan comenzarn el dia 20 y terminarn el dia 30 de Junio de 1938, y durante las mismas ha- br, sujeto a un programa prepa- rado por el Comit Ejecutivo de las Fiestas Patronales, diversas atracciones, espectculos y diver- siones licitas.

    2Se declara por la presente el da 24 de junio de 1938, dfa de fies- ta legal, por ser el dfa del Patrn de San Juan, capital de Puerto Ri- co.

    Dada en San Juan de Puerto Rico, bajo mi firma y el Sello Ofi- cial de la Capital de Puerto Rico, hoy dia 17 de junio de 1938.

    Dr. Carlos M. DE CASTRO, Administrador de la Capital.

    Promulgada de acuerdo con la Ley en San Juan, P. R., hoy da 17 de Junio de 1938. f

    Luis A. CASTRO. Secretario de la Capital.

    dado personas de otra fe. General- mente l les desvaneca las dudas y las llevaba a aceptar en su totali- dad la doctrina catlica. Les servia de ncora en la e.

    Las monjas del convento toma- ban notas de sus sermones, espe- cialmente de los relacionados con la Virgen Mara que l predicaba en el mea de mayo todos los aos. El Joven sacerdote hacia primero una serje de sermones sobre las palabras de Mara segn aparecen

    i t fciVarrgvllo. En la segunda se- rie explicaba las frases de la Vir- gen al ngel. Entonces trataba las letanas, las figuras y referencias simblicas que a ella hacen las Es- crituras, loa salmos y los cnticos de alabanza.

    Un ao discuti las declaraciones que de ella hacen los doctores de la Iglesia, tales como San Ambro- sio. Le dedicaba una serle de ser- mones a los famosos altares levan- tados a la Virgen, sus caractersti- cas especiales, su significado y su inspiracin a la fe. En una muy extensa serle hablaba de los tra- bajos de arte que en honor a 'a Virgen se hsn erigido en el mundo entero.

    En mi visita al Convento de Nuestra Seora del Cenculo, me encontr con la madre Tourna!, Superlora de la Institucin. Se acer- caba entonces a los setenta aos y habla vivido en el Convento caai todo el tiempo que Achllle Ral ti sirvi all de capelln. Por donde- quiera en el lugar se velan objetos que recordaban al capelln. Habla cuadros, lpidas y fotografas de grupos de deshollinadores y grupos de mujeres y nlftos.

    "Jams dej de trabajar un solo dfa en los treinta y dos aftoa que fu capelln de nuestro Convento," me dijo la anciana Madre Superlo- ra, "excepto cuando salla de viaje o en excursin por las montaas Era un esclavo de su deber. Hacia todo su trabajo aqui. Durante su estada construimos la capilla. Qu entusiasmo tenia para todo! Yo re- cuerdo el dia que vio el primer aeroplano. Fu cuando La Grande hizo un vuelo aqui en Miln. No vol muy lejos, quizs doscientos o trescientos metros, pero, qu en- tusistico estaba el padre Ratti!"

    "El conoca todo lo relacionado con los experimentos de Leonardo da Vinci porque los habfa estudia- do en la Biblioteca Ambroslana. Cuando vio el vuelo, se llen de alegra y dijo que confirmaba los mismos principios de volar presen- tados por el gran maestro. De eso hace ms de treinta aos."

    La Madre Tournal me llev a la capilla para mostrarme la lpida en honor al capelln. Deca asi:

    "Aqu, en medio del mstico claus- tro del renovado Cenculo, Achule Ratti, ministro (le la caridad del cielo, predicando asiduamente de 1882 a 1914 la palabra de Dios y edificando el alma con el consejo y el ejemplo, se prepar sin saberlo para el 6 de febrero de 1922 asumir el trono de San Pedro para con- vertirse en Supremo Pastor de la Iglesia bajo el nombre de Pin XI. maestro Infalible de la verdad."

    Muy a menudo lo llamaban del Arzobispado para hacer discursos especiales, incluyendo conferencias a .os predicadores para sus sermo- nes de la Cuaresma. Era reconoci- do como una lumbrera intelectual en los consejos del Arzobispado. Tan Incansable lleg a ser que en un so- lo afto prepar y pronunci 385 ser- mones. Las monjas aseguraban que nunca repiti un sermn. Asi pro- baba su profunda erudicin. Por 30 artos estuvo predicando y duran- te ese tiempo se dice que pronun- ci ms de 5,000 discursos, confe- rencias y sermones. Todos los que tuvieron la oportunidad de orlo se maravillaban de la profundidad de su capacidad intelectual y de tu apresto espiritual siempre pre- sentando nuevas ideas o aspectos de la vida. Poda hablar para el Infeliz deshollinador, para el ama de casa, el obrero, el negociante, e! maestro de escuela y para el pro- fesor de universidad.

    En sus hbitos personales, era siempre ms sobrio que indulgente Coma y beba moderadamente. Su racin era escasa al sentarse a la mesa del refectorio del Seminario. Deseaba y pedia poco. El vino, un articulo corriente en toda mesa Ita- liana, lo tomaba muy moderada- mente. Para completar sus costum- bres ascetas, se privaba de toda cla- se de dulces y golosinas. Muy de cuando en evando se permita el lujo de un cigarrillo aunque sen- ta gran placer en fumar en estas raras ocasiones.

    En otros hbitos practicaba fru- galidad similar. Nunca coga un carruaje. Hacia a pie el largo cami-

    no desde el Seminarlo hasta el Con- vento. Caminaba gustosamente una milla con tal de economizar unos centavos, que pudieran servir para el trabajo del Convento. No desper- diciaba nada que pudiera usarse. Consideraba destructivo arrojar al- go roto si habla la posibilidad de repararse. Escriba por ambos la- dos del papel. Usaba loa lpices hasta que estaban demasiado cor- tos.

    Usaba un par de zapatos por dos o tres aftoa y, como caminaba tan- to, tenia necesidad de repararlos frecuentemente. El ma mnimo centavo era objeto .de juicioso em- pleo. Llevaba cuentas con el cui- dado ms meticuloso, aunque su di- nero en efectivo era invariablemen- te poco y aunque era excesivamente cuidadoso con toda clase de propie- dad; demostraba gran generosidad cuando se trataba de comprar li- bros o hacer regalos. Tenia sus pro- pios "standard" sobre lo que es esencial, y habla alcanzado*un alto giado de discernimiento al hacer gastos.

    En 1895 el cardenal Ferrari, a la sazn Arzobispo de Miln, le en- comend la organizacin de la ins- truccin religiosa en las escuelas municipales. No poda haber en el Arzobispado una misin ms dif- cil. Es estado de nimo de las au- toridades municipales en aquellos dias era tal que resultaba expuesto para cualquiera que usara la sotana acercarse siquiera al Ayuntamien- to.

    En las iglesias del Estado no se permita ninguna educacin religio- sa. Esta norma se pona celosa- mente en prctica por motivo de la fiera hostilidad que existia enton- ces entre el Gobierno y la Santa Sede. Se habla eliminado la cruz. Los retratos del Papa, los peque- ftos relicario del Salvador, la Vir- gen Mara y lo Santos (relicarios que son parte de la vida misma de Italia) fueron arrancados de sus so- portes y tirados por las ventanas.

    Pero aunque para corazones ms dbiles la tarea hubiera sido dis- gustante, para Achllle Ratti se tra- taba de una orden de Dios. Nadie poda poner en duda su prepara- cin acadmica, pero en verdad su experiencia era todava poca con- frontando las violentas fuerzas que chocaban en el mundo exterior, es- pecialmente en el mundo poltico. Habla animosidad y odio para el clero. El procedi con prudencia.

    Desde el principio tuvo la con- ciencia de un hecho bsico en la vi- da de la familia Italiana: la pro- funda adhesin a la Iglesia. Co- menz por Invitar los padres a que enviaran sus hijos a recibir nocio- nes religiosas de los curas parro- quiales. Reclut entre los curas aquellos deseosos de emprender esta forma especial de Instruccin. Ms de 100 sacerdotes del Arzobispado se enlistaron en la campana.

    No recurri a ningn programa q. pudiera provocar a los polticos o atraerse la malquerencia de las au- toridades. Sabia que cualquier pa- so en falso poda significar el de- sastre, principalmente si re llegaba a interpretar el movimiento como

    TEMAS Y HORIZONTES

    POR EL RBOL DE PUERTO RICO Vor Evaristo RIBERA CHEVREMONT

    Continu su trabajo lenta y calla- damente. Aqu volvi a ahogar su propia gloria personal en el bien a realizarse. Consideraba el inme- diato conflicto poltico como un error en los asuntos humanos que tenia que acabar por arreglarse eventual- mente. En comparta de su grupo de ardorosos defensores de la fe deci- di que se asumiera nicamente el papel de consejeros espirituales y profesores religiosos, alejados de las influencias mundanales.

    Todos los curas reclutador para el movimiento permanecan discreta- mente recatados, pero resueltos a llevar la religin hasta los nlftos. Visitaban los hogares y con sus ex- hortaciones personales Inducan a los padres a enviar los nlftos a la Iglesias y a los conventos a reci- bir instruccin religiosa. No poda haber ningn verdadero antagonis- mo contra la enseanza religiosa a los pequeftos. El peligro estaba en que se hiciera alguna Interpreta- cin Inspirada contra el clero. Ha-

    El tema del rbol en relacin con el ornatoJubileo "J ""*"" dad en Puerto Rico. La mayor parte de nuestros ^2?d^^52 sado. en artculos y poemas 1 necesidad que hay d^JJ ' *rJ?1 como cosa decorativa y de provecho. A veces las voces da "r telectuales han adquirido un tono de elega al tratar Un>*