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ELABORACIÓN DE DIAGNÓSTICOS LOCALES SOBRE LA PROBLEMÁTICA DEL CONSUMO DE DROGAS Guía metodológica de investigación para la acción.

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ELABORACIN DE DIAGNSTICOS LOCALES SOBRE LA PROBLEMTICA DEL CONSUMO DE DROGAS

Gua metodolgica de investigacin para la accin.

ELABORACIN DE DIAGNSTICOS LOCALES SOBRE LA PROBLEMTICA DE CONSUMO DE DROGAS

Gua metodolgica de investigacin para la accin

Comisin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD)Secretara de Seguridad Multidimensional (SSM)Organizacin de los Estados Americanos (OEA)

Washington, D.C.Agosto de 2011

ELABORACIN DE DIAGNSTICOS LOCALES SOBRE LA PROBLEMTICA DE CONSUMO DE DROGASGua metodolgica de investigacin para la accin

Autores:Hctor Surez, Socilogo, Director del Observatorio Uruguayo de Drogas (coordinacin).Selene Cheroni, Antroploga, consultora CICAD/SSM/OEA.Florencia Failache, Sociloga, consultora CICAD/SSM/OEA.lvaro Mndez, Socilogo, consultor CICAD/SSM/OEA.Mnica Suarez Cambn, Psicloga, consultora CICAD/SSM/OEA.

Revisin:Francisco Cumsille, Director del Observatorio Interamericano de Drogas (OID) de la CICAD/SSM/OEA.Javier Sagredo, Coordinador del proyecto SAVIA-Drogas (Salud y Vida en las Amricas), Seccin deFortalecimiento Institucional de la CICAD/SSM/OEA.Diseo grfico: Juan Purtscher

Publicacin de la Comisin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la Secretara de Seguridad Multidimensional de la Organizacin de los Estados Americanos (CICAD/SSM/OEA)

Lugar de publicacin: Washington D.C., EEUUFecha de publicacin: Agosto 2011

ISBN 978-0-8270-5679-4

Publicacin desarrollada en el marco del Proyecto SAVIA Drogas (Salud y Vida en las Amricas) , de apoyo al desarrollo de acciones locales para la reduccin del consumo de drogas en Amrica Latina, financiado y promovido por la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Delegacin del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, del Ministerio de Sanidad, Poltica Social e Igualdad de Espaa.

INDICE

PRLOGO 7

PRESENTACIN 9

INTRODUCCIN 11

La descentralizacin de las polticas de drogas 12

La presente propuesta 13

1. CONSIDERACIONES CONCEPTUALES 14

1.1. Consumo de Drogas: Desviacin o adaptacin?

La necesidad de una perspectiva histrica 15

1.2. El abordaje de los sistemas complejos: Apuntes tiles

sobre la teora de la complejidad 17

1.3. Algunas consideraciones sobre el concepto de cultura 18

2. MARCO METODOLGICO 20

2.1. Enfoque metodolgico para el abordaje de los

sistemas complejos 21

2.2. Qu es un diagnstico? 22

2.3. Especificidades de un diagnstico local 24

3. PROPUESTA METODOLGICA 25

4. CONTENIDO DE LA GUA 27

5. ESQUEMA CONCEPTUAL 30

6. FASE I PREPARANDO LA INVESTIGACIN 32

6.1. Paso 1. Acercamiento a la localidad 33

6.1.1. Reuniones con los agentes locales 33

6.1.2. Taller de sensibilizacin e involucramiento de los

agentes locales 39

6.2. Paso 2. Elaboracin del Proyecto de investigacin 42

6.2.1. Consideraciones generales para la realizacin del proyecto

diagnstico 42

6.2.2. Recaudos para evitar sesgos en la investigacin 43

6.2.3. Planteamiento y delimitacin del problema de investigacin 44

6.2.4. Justificacin 45

6.2.5. Definicin del objetivo general y los objetivos especficos. 45

6.2.6. mbito geogrfico 45

6.2.7. Universo de estudio 45

6.2.8. Diseo metodolgico 46

6.2.9. Aspectos metodolgicos y tcnicos de la investigacin

multimtodo 47

6.2.10. Criterios para la eleccin y organizacin de mtodos en

un diseo multimtodo 50

6.2.11. Principales caractersticas de los mtodos de investigacin

a aplicar 50

6.2.12. Poblacin/segmento/perfil entrevistado a estudiar en

cada tcnica 51

6.2.13. Tipos de muestreo no probabilsticos para tcnicas cualitativas 52

6.2.14. Modalidades operativas que se aplicarn en cada tcnica 53

6.2.15. Equipo tcnico 53

6.2.16. Perfil del investigador Responsable 53

6.2.17. Cronograma de trabajo 54

6.2.18. Sntesis del proyecto 54

7. FASE II - TRABAJO DE CAMPO 55

7.1. Paso 1. Datos secundarios 56

7.1.1. Recoleccin de informacin Local 56

7.1.2. Fichas de Reporte Institucional 60

7.2. Paso 2. Datos primarios 63

7.2.1. Encuesta de percepcin 63

7.2.2. Entrevistas cara a cara 72

7.2.3. Observacin directa 78

7.2.4. Grupo de discusin 82

8. FASE III ANLISIS DE LA INFORMACIN Y PRESENTACIN DE RESULTADOS 95

8.1. Paso 1. Plan de anlisis 96

8.1.1. Algunas consideraciones sobre el Plan de Anlisis 96

8.1.2. Herramientas para el procesamiento y anlisis preliminar de

datos secundarios y datos de las fichas de reporte institucional 97

8.1.3. Herramientas para el procesamiento y anlisis preliminar de

datos cuantitativos 98

8.1.4. Herramientas para el procesamiento y anlisis preliminar de

los datos cualitativos 100

8.2. Paso 2. Taller de resultados preliminares 102

8.2.1. Justificacin 102

8.2.2. Objetivo 103

8.2.3. Materiales a emplear 103

8.2.4. Acciones a desarrollar 103

8.2.5. Universo 103

8.2.6. Actividades en el taller 103

8.2.7. Trabajo en talleres 104

8.3. Paso 3. Anlisis multimtodo 104

8.3.1. Anlisis de resultados, integracin multimtodo 104

8.3.2. Pasos sugeridos para el anlisis de resultados multimtodo 105

8.3.3. Anlisis nter-mtodos dentro de cada dimensin 105

8.4. Paso 4. Elaboracin del informe Final 108

8.4.1. Consideraciones previas 108

8.4.2. Estructura general del informe final 108

8.5. REFLEXIN FINAL: El diagnstico como parte de un proceso continuo 112

ANEXOS

ANEXO 1. Credenciales y cartas a presentar 115

ANEXO 2. Indicadores sociales en consumo de drogas 120

ANEXO 3. Reuniones con los agentes locales y taller de sensibilizacin 124

ANEXO 4. Fichas de reporte institucional 129

ANEXO 5. Encuesta de percepcin social 144

ANEXO 6. Entrevistas 159

ANEXO 7. Observacin directa 162

ANEXO 8. Grupos de discusin 167

ANEXO 9. Gua metodolgica del taller presentando los resultados

preliminares del diagnstico local 176

ANEXO 10. Pautas para seleccionar al responsable del estudio 180

Bibliografa 182

Nuria Esp

Delegada del Gobierno para

el Plan Nacional sobre Drogas

Ministerio de Sanidad, Poltica Social

e Igualdad

James Mack

Secretario Ejecutivo

Comisin Interamericana para el Control

del Abuso de Drogas

(CICAD/SSM/OEA)

Tenemos el placer de presentarles la presente gua metodolgica de investigacin para la elaboracin de diagnsticos locales sobre el consumo de drogas. Esperamos que pueda convertirse en un instrumento que ayude a reducir las dificultades a las que se enfrentan muchos actores pblicos y sociales para la definicin y puesta en marcha de polticas pblicas sobre drogas, debido a la naturaleza compleja del fenmeno y a la gravedad de sus consecuencias para la salud, la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. Ello obliga necesariamente al planteamiento de respuestas igualmente complejas, integrales y bien articuladas, tanto en el marco del desarrollo de polticas locales o nacionales como a la hora de definir acciones conjuntas en los distintos organismos y foros multilaterales que trabajan en la materia.

Desde 1986, y debido a la preocupacin creciente por la magnitud, caractersticas y efectos que el fenmeno de las drogas ya estaba causando en las sociedades americanas, todos los pases del continente comienzan a buscar soluciones compartidas para enfrentar el problema. En el seno de la Organizacin de los Estados Americanos (OEA), principal foro multilateral del continente, en el cual se coordinan esfuerzos conjuntos para el fortalecimiento de la democracia, la promocin de los derechos humanos y la lucha comn frente a problemas compartidos, tales como la pobreza y la seguridad, se consolida as el trabajo poltico y tcnico de la Comisin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) con la participacin activa de todos sus Estados miembros.

Las lneas de asistencia tcnica ofrecidas por la CICAD a sus Estados miembros cubren un abanico muy amplio de materias relacionadas con los esfuerzos para prevenir el uso y tratar el abuso de sustancias psicoactivas, reducir su oferta y disponibilidad, as como controlar las actividades muy directamente relacionadas (lavado de activos, trfico de precursores qumicos, de estupefacientes controlados, de armas), generar fuentes alternativas de desarrollo en las reas de produccin, fortalecer los sistemas institucionales, potenciar la investigacin, la informacin y la formacin especializada de recursos humanos, y evaluar adecuadamente las polticas de drogas.

A pesar de los avances registrados en estos aos, todava persisten enormes debilidades de acceso al conocimiento, vacos de informacin bsica, carencia de investigaciones ms profundas, debilidades en las lecturas simples de una realidad infinitamente ms rica en matices, y sesgos en los que se incurre por razones polticas, ideolgicas o morales. Todo ello dificulta, en la prctica, una adecuada construccin de respuestas efectivas a los problemas que el fenmeno plantea en realidad.

PRLOGO

El creciente desarrollo de los sistemas de informacin y de investigacin sobre drogas, experimentado en algunos de los Estados miembros y en la propia CICAD a travs de su Observatorio Interamericano de Drogas (OID), es un primer paso esperanzador para la construccin de polticas eficaces, ms transparentes y bien fundamentadas en la evidencia.

Por otro lado, se ha avanzado con un grupo importante de Estados miembros, en el desarrollo de polticas locales sobre drogas, con el objetivo de generar capacidad en el mbito local para el diseo, la articulacin y la implementacin de aquellas polticas que pueden llevarse a cabo de una manera ms efectiva desde una distancia mucho ms cercana a los ciudadanos, a sus comunidades y a los entornos en el cuales desarrollan su vida.

En todo este esfuerzo, el Gobierno de Espaa viene colaborando con la CICAD y sus Estados miembros desde hace ms de una dcada, con la intencin de fortalecer los elementos estructurales ms importantes para la construccin de respuestas efectivas desde el mbito pblico, tanto nacional como local. Con el apoyo tcnico y financiero de la Delegacin del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Poltica Social e Igualdad y de la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID), la CICAD ha trabajado en dos lneas de accin que ahora convergen en esta herramienta de trabajo que les presentamos:

- Una primera, relativa al desarrollo y fortalecimiento de los sistemas nacionales de informacin e investigacin sobre drogas (observatorios nacionales de drogas).

- La segunda, relativa a la municipalizacin de las polticas de reduccin de la demanda de drogas y al desarrollo de capacidades de los actores locales para trabajar en este mbito.

Es en el marco de esta segunda iniciativa, denominada SAVIA (Salud y Vida en las Amricas), de apoyo a acciones locales en materia de reduccin de la demanda de drogas, en el que se han llevado a cabo los trabajos de desarrollo y mejora de la metodologa para la elaboracin de diagnsticos locales sobre consumo de drogas que ahora les presentamos en esta gua, de cara a poner a su disposicin una herramienta de trabajo que facilite una slida partida a los actores que quieran definir estrategias de intervencin desde el mbito local.

Esperamos que esta nueva gua metodolgica facilite a todos los pases del continente y a sus comunidades el desarrollo de respuestas ms adecuadas al fenmeno de las drogas, mejorando, con ello, el bienestar, la salud y la calidad de vida de sus ciudadanos.

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PRESENTACIN

Esta metodologa responde a una necesidad sentida a la hora de iniciar los trabajos de respuesta al fenmeno de drogas en el mbito local. En la ltima dcada, han sido varios los pases de Amrica Latina que han iniciado procesos de territorializacin de sus polticas de drogas, en el marco de procesos, stos ms largos, de descentralizacin o de desconcentracin de competencias hacia las entidades locales en diversas reas de la poltica pblica. En lo que respecta a la salud y a la educacin, dos mbitos muy importantes en las agendas de desarrollo de cualquiera de nuestros pases y cruciales para el trabajo en el mbito de reduccin de la demanda de drogas, ha sido creciente la asuncin de competencias especficas por las entidades territoriales, tanto regionales como locales. Por ello, dichas entidades se han convertido en importantes e ineludibles actores en el diseo y en la implementacin de las polticas pblicas en la materia.

Dirigida a los actores institucionales y sociales que trabajan en el mbito local en Amrica Latina, la presente Gua para la realizacin de Diagnsticos Locales sobre la Problemtica del Consumo de Drogas es una herramienta de investigacin diseada para la accin. Se trata de facilitar una comprensin ms profunda del fenmeno de drogas en el nivel de intervencin de la poltica pblica ms cercano al ciudadano, el mbito local (municipal, comunal o distrital), con el objetivo de definir respuestas adecuadas. La aplicacin de la presente metodologa permitir contar con informacin bsica, actual y relevante sobre la problemtica del consumo de drogas a nivel local, de una manera rpida, poco costosa y con la calidad suficiente para facilitar los procesos iniciales de desarrollo de nuestras polticas locales.

Esta propuesta no pretende abarcar toda la complejidad que el fenmeno del consumo de drogas, y sus problemas asociados, presentan en nuestras sociedades. Al contrario, pretende facilitar una base referencial de inicio en el conocimiento del problema en el entorno local, dando pie al desarrollo posterior de anlisis e investigaciones ms profundas y especializadas en reas y sectores de inters especfico.

A su vez ofrece una posibilidad de generar el conocimiento para el inicio de los trabajos que, desde el mbito local, deben llevarse a cabo, tanto por las entidades pblicas locales como por el resto de actores sociales y de la comunidad, en materia de consumo de drogas. Adems, el conocimiento generado sobre las caractersticas del fenmeno en el mbito local aporta contraste y definicin a la informacin sobre el problema de drogas del que disponen los sistemas nacionales de informacin e investigacin sobre la materia (observatorios nacionales de drogas) y ayuda a la definicin de respuestas ms adecuadas a la diversidad y complejidad del consumo de drogas y de los problemas sociales asociados al mismo.

La presente gua nace en el seno del esfuerzo conjunto de apoyo a la territorializacin de las polticas de drogas realizado por la Comisin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la Organizacin de los Estados Americanos (CICAD/OEA) con la cooperacin espaola. La financiacin y asistencia tcnica de Espaa a la CICAD, protagonizada por la Delegacin del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (Ministerio de Sanidad y Poltica Social) y por la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID), ha permitido el desarrollo de un proceso sostenido de trabajo con los gobiernos centrales, regionales y locales, as como con organizaciones de la sociedad civil y agentes sociales de 6 pases latinoamericanos. En el marco de este proceso, y con el objetivo de generar estructuras institucionales y capacidad humana, tcnica y presupuestaria en materia de drogas en el mbito local, se enmarca el proyecto SAVIA (Salud y Vida en las Amricas), iniciativa regional latinoamericana de apoyo al desarrollo de acciones locales de reduccin de la demanda de drogas, todava en ejecucin.

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Adems de ser una metodologa de investigacin para la accin, la misma ha sido definida, desarrollada, probada y mejorada en la accin. Bajo la direccin del Observatorio Interamericano de Drogas (OID) de la CICAD/OEA, y partiendo de experiencias previas desarrolladas por la Comisin para el Desarrollo y Vida sin Drogas de Per (DEVIDA) y adaptadas a otros pases latinoamericanos (Ecuador, Venezuela), la versin aqu presentada es producto del trabajo de investigacin llevado a cabo por el Observatorio Uruguayo de Drogas y por los investigadores que han realizado, a lo largo de los aos 2009 y 2010, 18 diagnsticos locales sobre la problemtica del consumo de drogas en otros tantos sectores y localidades de la Repblica Oriental del Uruguay. El proceso continuo de anlisis de lasherramientas e instrumentos aplicados y la discusin fluida con los investigadores acerca de las virtudes y dificultades de la metodologa, as como de los resultados concretos de la aplicacin de la misma, han permitido mejorar nuestros enfoques y procesos. A la postre, se trata de hacer realidad el artculo 11 de la recientemente aprobada (mayo de 2010) Estrategia Hemisfrica sobre Drogas que pide a los Estados miembros de la OEA que desarrollen e implementen polticas nacionales sobre drogas basadas en evidencias.

Hemos intentado desarrollar esta metodologa teniendo en cuenta las necesidades bsicas de conocimiento para definir la poltica local sobre drogas y las limitaciones que marcan la realidad de nuestras comunidades locales en Amrica Latina. Pensamos que las herramientas que contiene esta gua sern de utilidad para los investigadores sociales que trabajan en este complejo mbito y que aadirn luz para la toma de decisiones, para el desarrollo y ejecucin de respuestas adecuadas para mejorar la salud, la vida de nuestras comunidades y de nuestros ciudadanos.

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INTRODUCCIN

No es fcil encontrar un asunto que genere tanta polmica, desacuerdo y debate apasionado en nuestras sociedades como el universo de las drogas, debido a la mezcla e interaccin tan excepcional de actores, entornos, problemas asociados, valores, principios, respuestas, polticas y dems variables relacionadas con el mismo. Adicionalmente, la existencia de representaciones sociales de las sustancias psicoactivas y de sus usos, construidas desde posturas muy diversas, unas veces coherentes, otras simplistas, radicales o llenas de contradicciones, aaden confusin a una realidad ya de por s muy compleja.

El desarrollo de polticas pblicas en este mbito debe superar toda una serie de dificultades aadidas y difiere enormemente del mismo ejercicio desarrollado en otros sectores del mbito pblico, donde existe ms claridad, menos pasin y ms razn aplicada a la bsqueda de soluciones coherentes con la realidad que se pretende modificar.

La complejidad del fenmeno, su multidimensionalidad y su omnipresencia en todos los entornos sociales (familia, escuela, trabajo, ocio, comunidad), obliga al planificador a realizar miradas integrales y multidisciplinarias, a desarrollar modelos sistmicos y a aplicar soluciones que tengan en cuenta mltiples factores.

Este particular tiene una importancia capital en la definicin de una respuesta desde lo pblico, pues va a marcar profundamente la manera en que el sistema observa, se organiza, se coordina y ejecuta las polticas de drogas. Ya nadie puede defender posturas simplistas, basadas exclusivamente en una visin salubrista, o de seguridad pblica, o de poltica social, sino que deben tomarse en cuenta todos estos elementos y muchos otros a la hora de entender y actuar sobre la realidad. Cada vez ms, caminando hacia conceptos integrales, en la lnea de una amplia definicin de desarrollo humano, entendido como el proceso de expansin de las capacidades de las personas para ampliar sus opciones y oportunidades (PNUD). Este concepto incluye, adems de la generacin de desarrollo econmico y del crecimiento del ingreso, elementos tales como el acceso al conocimiento, mejor nutricin y servicios de salud, modos de vida ms estables, seguridad frente al delito y a la violencia, disponibilidad de ocio, libertades polticas y culturales y participacin en las actividades comunitarias. Muchos de estos componentes del desarrollo humano tienen algn tipo de relacin con las drogas, sus entornos y sus actores y deben ser tenidos en cuenta para comprender en toda su magnitud el fenmeno y para dibujar con precisin las polticas pblicas correspondientes.

Y hablamos de comprender porque hay que tener en cuenta una enorme heterogeneidad de realidades y una amplia variedad de escenarios desde el primer momento de la construccin de la poltica, que es el momento de conocer, de caracterizar el fenmeno en el entorno, de investigar sobre su evolucin y comportamiento.

En el consumo de drogas se dan cita diariamente miles de personas, cada uno con sus circunstancias personales y psico-sociales nicas que afectan directamente a la decisin de consumir o no hacerlo en un momento determinado, en entornos en los que juegan innumerables factores de riesgo (desde los genticos y biolgicos hasta los ambientales) y de proteccin, donde se consume con una intensidad y riesgo muy variable, con una amplia oferta de drogas lcitas e ilcitas de efectos perjudiciales muy diversos. Y este consumo se ve afectado y afecta directamente a innumerables aspectos sociales, culturales, religiosos, polticos, legales, econmicos.

Para llevar a cabo una adecuada construccin de respuestas a los problemas que el fenmeno plantea, es capital y verdaderamente estratgico el hecho de contar con buenos sistemas de informacin e investigacin sobre el fenmeno, que ofrezcan luz a la ya de por s opaca realidad del mundo de las

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drogas, superando las posibles deficiencias y la precariedad de las herramientas de informacin y de investigacin sobre drogas de las que disponemos, la simpleza de las lecturas que se efectan de una realidad mucho ms rica en matices y los sesgos en los que se incurre por razones polticas, ideolgicas o morales, entre otras.

Es necesario aadir, adems, que el carcter oculto u oscuro, de muchas de las actividades relacionadas con las drogas impide ahondar en su conocimiento a travs de herramientas metodolgicas tradicionales, utilizadas y probadas en otros campos de investigacin. Esta invisibilidad de algunos de los elementos fundamentales del fenmeno provoca dificultades evidentes para los responsables polticos y para los actores que trabajan en el mbito de las drogas, condenados en muchas ocasiones a utilizar datos de limitada calidad y poco contrastados para orientar el curso de sus acciones. Adicionalmente, a lo anterior se une el excesivo peso que en el entorno poltico, de manera errnea y electoralista, se le da a la informacin cuantitativa, al dato estadstico, en detrimento de una visin ms contrastada y completa de tipo explicativo, cualitativo y de percepcin social de los problemas. Un equilibrio ms saludable entre ambos tipos de informacin, incorporando a los datos epidemiolgicos elementos culturales, etnogrficos o sociolgicos, es mucho ms deseable para alimentar el proceso de conocimiento y por lo tanto en la construccin de las polticas pblicas.

El desarrollo de los sistemas de informacin y de investigacin sobre drogas, experimentado en la mayora de los Estados miembros y en la propia CICAD en los ltimos aos, bajo el paraguas de las actividades del Observatorio Interamericano de Drogas(OID), ofrece ahora elementos adicionales para el conocimiento de la realidad de muchos de los aspectos que actan y son afectados por aquellas, facilitando herramientas ms precisas que pueden facilitar una construccin ms coherente de polticas pblicas. Y al observar la evolucin, en la mayora de los pases del hemisferio, de los principales indicadores que ofrecen luz sobre el problema, el panorama no es muy halageo.

La naturaleza compleja del fenmeno de las drogas y la gravedad de sus consecuencias en la salud, en la seguridad y en el bienestar de nuestros conciudadanos, nos obligan a plantear respuestas que huyan de enfoques simplistas, aislados y limitados. Debemos ser capaces de entender el fenmeno en toda su complejidad, adaptando nuestras respuestas a la misma y flexibilizando las estructuras y los procesos institucionales para poder, si acaso, pensar en cosechar algn xito en nuestro trabajo.

El diagnstico de un problema en un momento y en un mbito determinado es un primer paso fundamental para el diseo de una respuesta adecuada. Adems, es importante que dicha mirada a la realidad se corresponda con el mbito en el que pretendemos intervenir. Una respuesta a un problema desde un mbito nacional de intervencin requiere un diagnstico que cubra la realidad del mismo en el pas; pero si se trata de iniciar un proceso de definicin de respuestas locales al mismo, se hace necesaria una caracterizacin adecuada del fenmeno que pretendemos intervenir desde una mirada local.

La descentralizacin de las polticas de drogas

En Amrica Latina, el proceso de toma de decisiones, de planificacin y de ejecucin de las polticas de drogas se ha desarrollado tradicionalmente por la administracin central del Estado, con el consiguiente problema de distancia y de adaptacin de las polticas a las caractersticas y problemas especficos de cada regin, departamento o municipio, alejndose de la realidad y del entorno ms prximo al ciudadano. Un buen ejemplo de ello es el hecho de que gran parte de las actuaciones llevadas a cabo por los gobiernos y por el resto de actores sociales que trabajan en reduccin de la demanda se han concentrado en las reas metropolitanas de las ciudades capitales de cada pas, dejando sin cobertura a regiones y zonas urbanas y rurales lejanas de la capital.

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Los gobiernos regionales y los municipios, a pesar de muchas de sus debilidades institucionales y presupuestarias, estn en una posicin privilegiada para conocer, analizar y actuar sobre los problemas, intereses, condiciones de vida, relaciones de convivencia y aspiraciones de los ciudadanos. Son entidades que aportan la disponibilidad de una red de servicios prximos e inmediatamente accesibles al administrado, ofreciendo adems un entorno adecuado para la ordenacin de la vida comunitaria, para la deteccin y el tratamiento de los distintos problemas sociales y para facilitar la cooperacin entre los distintos actores sociales locales, incluyendo entidades privadas y sociedad civil, y la participacin de la comunidad.

Se trata, en definitiva de aplicar en toda su extensin el principio de subsidiariedad, entendido como un principio de eficacia y calidad en las acciones de las administraciones pblicas, as como un criterio de delimitacin de las competencias de cada uno de los niveles de dichas administraciones. Por ende, deben distribuirse hacia los niveles ms bajos de la administracin todas aquellas competencias, y slo aquellas, cuya aplicacin sea alcanzada de manera ms efectiva desde dicho nivel de la administracin. Es decir, hay que bajar al mbito municipal aquellas competencias cuyo cumplimiento se realice de manera ms eficaz desde este nivel administrativo. Y el mbito de drogas no es una excepcin. Por supuesto, que esta incorporacin de las entidades regionales y locales a las polticas de drogas deben conseguirse dentro de los parmetros del marco poltico, territorial y administrativo de cada uno de los Estados miembros, pudiendo optarse entre esquemas desconcentrados, de delegacin de competencias o descentralizados.

La presente propuesta

La propuesta metodolgica incluida en la presente gua para la realizacin de diagnsticos locales sobre la problemtica del consumo de drogas pretende complementar la informacin existente y facilitar una base de conocimiento suficientemente adecuada para el desarrollo de procesos ptimos de generacin de polticas, planes, programas, proyectos y actividades locales que apunten a la reduccin de la demanda de drogas en nuestras comunidades.

La metodologa presentada en este modelo responde a necesidades inmediatas de contar con evidencia cientfica sobre la situacin del consumo de drogas en nuestro entorno de vida, sobre la percepcin que sobre el mismo tienen los actores clave de nuestra comunidad y para determinar la capacidad de respuesta y de intervencin que tienen las instituciones y actores sociales. Este modelo est diseado para reflejar las caractersticas y percepciones locales del problema del consumo de drogas, complementando la informacin generada a travs de estudios de mbito territorial ms amplio, bien regional o nacional, no lo suficientemente especficos por s mismos para orientar una intervencin de mbito local.

Asimismo, la presente metodologa pretende generar informacin de forma rpida para facilitar una respuesta gil y adecuada frente al consumo por parte de los actores locales, teniendo en cuenta los limitados recursos econmicos y humanos de que, en la mayora de casos, disponen dichos actores.

CAPITULO 11. CONSIDERACIONES CONCEPTUALES 1.1. Consumo de Drogas: Desviacin o adaptacin? La necesidad de una perspectiva histrica.

1.2. El abordaje de los sistemas complejos: Apuntes tiles sobre la teora de la complejidad.

1.3. Algunas consideraciones sobre el concepto de cultura.

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1. CONSIDERACIONES CONCEPTUALES

1.1. Consumo de Drogas: Desviacin o adaptacin? La necesidad de una perspectiva histrica

En la historia de la humanidad hay un hecho irrefutable y es que a lo largo de la misma, y en todas las sociedades humanas, existi el uso de drogas. Variando las drogas, el sentido, las formas y los patrones de uso, siempre hubo consumo y la sociedad, en cada momento histrico y segn criterios de funcionalidad propios, decidi cules fueron aceptadas (legales) y cules no, como as tambin su contexto de consumo.

En la antigedad, la fermentacin de frutas, la utilizacin de races o plantas con poderes alucingenos acompaaron ceremonias mgico-religiosas y diversos ritos comunitarios entre ellos, por supuesto, los que comprendan fines ldicos. En la era moderna, a partir del sistema mercantil primero y luego en el marco de las nuevas formas societales que esto implic, las drogas pasaron a la rbita del sistema mdico en un primer momento, y, posteriormente, al mbito jurdico, ambos supeditados al nuevo ordenamiento poltico - econmico. Este cambio no gener, sin embargo, una total regulacin del uso de sustancias psicoactivas ni la disminucin de su uso, como tampoco aport a una mayor concienciacin acerca del riesgo del uso de las mismas. Por el contrario, se increment y favoreci el uso de sustancias legales como alcohol, tabaco, psicofrmacos y otras sustancias; basta echar un vistazo al mundo de la publicidad para sorprenderse de cmo las industrias farmacuticas presentan una enorme oferta de estas sustancias para calmar o directamente eliminar, de manera casi mgica, cualquier tipo de dolor, de incrementar nuestra capacidad fsica y mental, o de ofrecernos un pasaje directo a la diversin.

Esto es inherente a la era en la que vivimos, la cual marcada por la vigilia, la velocidad y la inmensa

invitacin a vivir en una sociedad inmediatista, nos ofrece tambin las sustancias que mejoran e incrementan las posibilidades de esta lgica hedonista. En definitiva, las drogas son una mercanca ms; algunas de corte legal y otras no. Pero todas estn direccionadas hacia el mismo objetivo: proporcionar bienestar al consumidor, claro est, sin especificar muchas veces sus contraindicaciones o efectos adversos.

Debido a sus caractersticas y a su complejidad, las manifestaciones del fenmeno varan grandemente dependiendo del entorno geogrfico, as como del grupo poblacional especfico en el que se producen, establecindose distinciones claras de tipo etreo, tnicas, culturales, religiosas, de gnero o de nivel social. En este siglo, no hay sociedad en la que no est presente esta problemtica, aunque se manifiesta en formas diferentes y presenta retos de magnitud y caractersticas distintas. Por ejemplo, en China la ketamina es la droga cuyo consumo est causando ms problemas; mientras tanto, en Japn, las autoridades deben hacer frente a un problema de consumo de anfetaminas y drogas de sntesis; en otros pases asiticos, el opio es la sustancia omnipresente. Ya no existen pases aislados de una realidad global que no conoce fronteras y no sirven polticas proteccionistas o represivas para salvarse de los efectos negativos del consumo abusivo de sustancias. Ninguna realidad ni mbito social escapa al problema: la familia, el barrio, el trabajo, la escuela, los espacios de tiempo libre y esparcimiento; todos, sin excepcin deben hacer frente al fenmeno de consumo de drogas. Y la comprensin del fenmeno implica la adopcin de una mirada integral que atienda a la interaccin compleja de variables biolgicas, psicolgicas, econmicas, polticas, comunicacionales, culturales y sociales.

Un elemento fundamental a destacar es que no hay consumo de drogas sin riesgos y estos sern mayores en aquellas sociedades (o parte de ellas) en las que el individuo no sepa administrarlos. As como en aquellas en las que las personas, en el establecimiento de vnculos diversos con las

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sustancias de acuerdo a su utilidad, desarrollen usos problemticos con consecuencias negativas en el plano individual, familiar, econmico y social.

La representacin cultural del fenmeno de las drogas en la sociedad actual se convierte en el referente sobre el cual va a disearse el sistema de respuesta al mismo. O sobre el que va a modificarse. Y en esta construccin cultural, definida y redefinida a lo largo del tiempo por la propia sociedad (por sus instituciones, sus medios de comunicacin, su academia, sus profesionales,), entran en juego debates sobre valores fundamentales, sobre colisin de derechos personales, sobre opciones de comportamiento y de modo de vida. Por ello, las polticas nacionales sobre drogas, a pesar de la existencia de un sistema internacional de fiscalizacin ampliamente aceptado, abordan de forma diversa el problema y dan prioridad a estrategias diferentes para mitigar sus efectos, desde opciones fuertemente represivas a posturas ms liberalizadoras y tolerantes.

El problema surge cuando este debate pblico, que redefine esas imgenes culturales, se nutre de un conocimiento parcial o errneo de la realidad (volvemos a la necesidad de una buena informacin e investigacin sobre el fenmeno), de estereotipos sin base cientfica o es contaminado por elementos e intereses de tipo poltico, estratgico, ideolgico, moral o religioso. Adems, es crucial que, en todos los entornos sociales (familia, comunidad, escuela, trabajo, sociedad civil, instituciones pblicas) en los cuales es necesario actuar para ofrecer soluciones a los efectos negativos que las drogas provocan en la sociedad, se genere un debate serio y bien informado sobre los elementos fundamentales del fenmeno y sobre los retos que a la sociedad en su conjunto se le plantean.

Asimismo, la determinacin de lo lcito y de lo ilcito delimita enormemente las representaciones sociales de las drogas, llegando al extremo de que se reconocen como tales slo aquellas que no se encuentran legalmente permitidas, minimizndose la mirada hacia los daos que pueden ocasionar el consumo de tabaco o el mal uso de otras drogas legales, como el alcohol o las medicinas (Ej.: Benzodiacepinas). La atencin dada a lo ilcito -y su habitual tratamiento amarillista y poco riguroso por los medios de comunicacin - genera una visin que conceptualiza a la droga como un ente dotado de vida, capaz por s solo de provocar dao y estigmatizar al consumidor como un delincuente o, en el mejor de los casos, enfermo, olvidndose de que, en realidad, se trata de un vnculo entre el consumidor y la sustancia, el cual vara de acuerdo al individuo y a cmo la sociedad , en cada momento histrico, representa su uso. Como afirma Alberto L. Bialakowsky, las sustancias psicoactivas se encuentran entramadas en las culturas en relaciones simblicas mltiples, las que con frecuencia se vinculan a un control social; a su vez intervienen en los intercambios sociales y econmicos y contienen rituales ligados a cosmogonas de la tierra y de la trascendencia. Desde esta perspectiva los objetos no son slo cosas, resultan producto de la complejidad humana, de representaciones simblicas y relaciones humanas. Los objetos -como la droga- se encuentran revestidos de fetiche y bioqumicamente resultan bidireccionales: remedios y txicos. (Bialakowsky, Alberto L.1999)

El consumo de sustancias, cualquiera sea su clasificacin, al perder los atributos y usos tradicionales pasan al entramado de los valores de la cultura de mercado. Desde esta perspectiva, y segn el contexto social, el momento histrico y hasta la etapa evolutiva del individuo, el vnculo con las sustancias puede abarcar mltiples aspectos, que van desde la hiper-adaptacin a la conducta desviada. Por ello, el diseo de las diferentes estrategias de intervencin requiere la realizacin de diagnsticos previos, que permitan sustentarlas en un conocimiento cabal de la situacin problemtica individual y social a prevenir, a fin de evitar la toma de decisiones basada en aproximaciones, suposiciones o mitos que puedan resultar ajenos a la realidad.

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1.2. El abordaje de los sistemas complejos: Apuntes tiles sobre la teora de la complejidad.

Uno de los conceptos, que probablemente en mayor medida atraviesan la literatura y la investigacin sobre el uso de drogas, remite a lo complejo del fenmeno. Domingo Comas, despus de caracterizar a la droga como uno de los grandes mitos de la sociedad de consumo, subraya la compleja multiplicidad del conjunto de factores que inciden en el uso de drogas; multiplicidad totalizadora que -al igual que ocurre con la propia continuidad y estabilidad de la sociedad- dificulta toda explicacin causal simple, ya que tales factores -advierte - son tantos que son todos (Domingo Comas,1985:16).

En el camino hacia la claridad y el orden en el conocimiento de la realidad social, se utilizan frmulas de simplificacin como herramientas de disgregacin de ese pensamiento complejo para hacerlo comprensible y aprehensible. Dicha simplificacin de una realidad tan diversa remite, a la postre, a un acercamiento a un conocimiento reduccionista y parcelado. Edgar Morin, en su formulacin de la teora del pensamiento complejo, cuestiona el paradigma de la simplicidad, propio de la modernidad, caracterizado por los principios de disyuncin, reduccin y abstraccin. Al contrario, defiende el paradigma de la complejidad, marcado por su concepcin de la realidad como un tejido formado por componentes heterogneos, inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo unitario y de lo mltiple.

Para Morin, la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenomnico. (Morin, 2000) De esta forma, la complejidad se presenta con rasgos inquietantes, del desorden, de la incertidumbre. Por ello el conocimiento necesita poner en orden los fenmenos, descartar lo incierto, eliminar la ambigedad. Pero, como sealbamos al comienzo, tales operaciones, necesarias para la inteligibilidad, corren el riesgo de producir ceguera si se eliminan otros componentes de lo complejo. Nuestra apuesta debe apuntar a superar la incapacidad de las frmulas de simplificacin para concebir la conjuncin de lo unitario y lo mltiple. O unifica abstractamente anulando la diversidad o, por el contrario, yuxtapone la diversidad sin concebir la unidad. (2000:30) En este sentido, el pensamiento complejo aspira al conocimiento multidimensional, distinguiendo, pero no aislando.

La complejidad es la unin de los procesos de simplificacin que implican seleccin, jerarquizacin, separacin, reduccin, con los otros contra-procesos que implican la comunicacin, la articulacin de aquello que est disociado y distinguido; y es el escapar de la alternativa entre el pensamiento reductor que no ve ms que los elementos y el pensamiento globalista que no ve ms que el todo. (2000:144)

Propone tres principios que pueden ayudar a pensar la complejidad: el dialgico, el de recursividad organizacional y el hologramtico.

a. Principio dialgicoPermite mantener la dualidad en el seno de la unidad, asociando dos trminos que pueden ser

complementarios y antagnicos. Lo ilustra con los conceptos de orden y desorden, los cuales pueden ser concebidos en trminos dialgicos: orden y desorden son dos enemigos: uno suprime al otro pero, al mismo tiempo, en ciertos casos, colaboran y producen la organizacin y la complejidad. (2000:106)

b. Principio de la recursividad organizacionalEn relacin a este principio, los productos y los efectos son al mismo tiempo causa y productores de

aquello que los produce. Esta conceptualizacin rompe con la nocin de causalidad lineal, con la idea causa-efecto, producto-productor. La sociedad es producida por las interacciones entre individuos, pero la sociedad, una vez producida, retroacta sobre los individuos y los produce. (2000:107)

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c. Principio hologramticoPor ltimo, el principio hologramtico, plantea la vinculacin de la parte y del todo, en la que no

solamente la parte est en el todo, sino que el todo est en la parte. La idea del holograma trasciende al reduccionismo que no ve ms que las partes, y al holismo que no ve ms que el todo.

El acercamiento a la temtica del consumo de drogas, sea la localidad, comunidad o sociedad que sea, requiere un camino en este sentido. En tanto las formas de vincularse con las drogas se definan por mltiples componentes histricos, culturales y sociales, as como por mltiples factores inherentes a cada sujeto, a su psiquis, a su entorno y a su familia, el abordaje de esos vnculos requiere una visin integral de lo uno y lo mltiple, de aceptar la complejidad como una palabra problema y no como una palabra solucin. El desafo se trata de ejercitarse en un pensamiento capaz de tratar, de dialogar, de negociar, con lo real.

Tomando, entonces, como base estos conceptos del paradigma de la complejidad, indagar cientficamente sobre los fenmenos sociales supone adoptar un enfoque nuevo que abandona las perspectivas analtica y holstica como instancias nicas y aisladas de investigacin, para sintetizarlas en un nivel de abstraccin ms alto que integre ambas perspectivas dentro de una visin dialctica, sistmica, dinmica, que reconoce la realidad social como un contexto caracterizado no slo por regularidades, sino tambin por procesos aleatorios y no lineales y donde impera la ambigedad y la incertidumbre, propias de los hechos complejos. (Carlos Ruiz Bolvar, 2008).

1.3. Algunas consideraciones sobre el concepto de cultura.

Para la elaboracin de diagnsticos en entornos en los que estn presentes diversos grupos sociales o etnias, personas de medios socioeconmicos diferentes, o incluso grupos humanos ubicados en ambientes geogrficos muy dismiles, debe tenerse en cuenta la diversidad de realidades culturales que cada uno de estos grupos representan y estar muy atentos a los elementos que les caracterizan por: lengua, religin, valores, hbitos y costumbres, estructuras familiares, etc. Es por ello que es imprescindible detenerse en algunas consideraciones previas sobre el concepto de cultura.

Desde la mirada antropolgica (Romero Gorski, Sonnia, 2000), el concepto de cultura tiene dos acepciones inseparables pero que se refieren a diferentes niveles de captacin cultural:

1. La cultura se entiende como marco de referencia indispensable, como fenmeno y objeto global de estudio, cuyo sujeto histrico es la humanidad en su conjunto, teniendo en cuenta que nuestra especie Homo Sapiens es cultural por naturaleza.

2. Las culturas hacen referencia a estilos de vida diferenciados de diversas formaciones sociales en un tiempo y espacio histrico definido. Es referida a una sociedad o grupo social como su forma de vida, un estilo especfico que la hace particular, nica, original. Es esta ltima acepcin la que interesa puntualizar.

Ulf Hannerz (Hanner, Ulf,1996) define a las culturas ... como significados y formas significativas a los que damos forma y que adquirimos a travs de la vida social. (1996:24). Es a partir de esta definicin que se incorpora el concepto de vida cotidiana. Los seres humanos vivimos dentro de un universo de smbolos y significaciones donde desarrollamos nuestras acciones; dicho universo se presenta como dado de antemano, manifestndose, por tanto, como natural algo que es producido y reproducido por los propios hombres.

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Es ese universo que se presenta como ajeno el que determina aspectos centrales de la vida cotidiana. Como explica Agnes Heller (Heller, Agnes, 1987) ... el hombre nace ya inserto en su cotidianeidad... y esa cotidianeidad, que distingue a cada grupo humano de otro, est construida por la cultura.

La cultura definida, siguiendo a Nstor Garca Canclini, como ...la produccin de fenmenos que contribuyen, mediante la representacin o reelaboracin simblica de las estructuras materiales, a comprender, reproducir o transformar el sistema social, es decir, todas las prcticas e instituciones dedicadas a la administracin, renovacin y reestructuracin del sentido (Garca Canclini, N, 1982:41), resulta una definicin clara para los objetivos de un diagnstico.

En este sentido, la produccin de cultura que da significado a los hechos materiales, implica un proceso de reproduccin de los sujetos sociales y de sus relaciones. Es de esta forma que todas esas significaciones al ser presentadas como algo natural, se convierten en insignificancias, que constituyen y construyen la vida cotidiana. El estudio de la vida cotidiana procura hacer una lectura interpretativa, decodificadora de un estilo de vida, de los hechos que se nos presentan como insignificantes, habituales y otras veces como conflictivos, fuera de lo comn. Hablamos de complejidad cultural, tradiciones, modelos, cdigos, valores que generalizados y transmitidos entre las personas y a lo largo de las generaciones conforman algo que se puede observar, reconocer y describir.

A modo de ejemplo, algunas culturas indgenas de Latinoamrica no han desarrollado la escritura como modo de comunicacin, siendo la oralidad su forma comunicativa esencial. Para evitar interferencias en la labor investigadora, es necesario que los equipos de investigacin sepan qu tipo de tcnicas se pueden adecuar al mejor estudio de cada grupo y de su contexto sociocultural.

CAPITULO 22. MARCO METODOLGICO

2.1. Enfoque metodolgico para el abordaje de los sistemas complejos.

2.2. Qu es un diagnstico?

2.3. Especificidades de un diagnstico local.

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2. MARCO METODOLGICO

2.1. Enfoque metodolgico para el abordaje de los sistemas complejos.

Existe consenso entre los investigadores especializados en la problemtica de las drogas acerca del reconocimiento de la extrema complejidad y dificultad de explicacin de dicho fenmeno. ParaA. Orti dicho consenso, promueve, por una parte, la comprensin y consecuente reconocimiento de las limitaciones de todos los enfoques metodolgicos, prcticas y tcnicas de investigacin sociolgica en el anlisis de las situaciones de drogodependencia.; pero que, precisamente por ello, debe estimular tambin, por otra, un esfuerzo de refinamiento metodolgico, fundado sobre la concepcin del proceso de investigacin social de la conducta como un proceso integral (Orti, 1998). Esto no debe conducir, consigna por otra parte Orti a renunciar a modelos tericos estructurales ad hoc, sino precisamente a esforzarse en su multideterminacin emprica, mediante una investigacin sociolgica multidimensional, abierta a todos los aspectos de la realidad social y contando con la articulacin de todos los enfoques metodolgicos, prcticas y tcnicas posibles(Orti, 1998). Esta multideterminacin emprica implica, como afirma D. Comas, problemas metodolgicos, a veces muy complejos como: cules son los datos y las conclusiones tiles y cules los irrelevantes?...(y sobre todo) cmo podemos unificar los resultados procedentes de distintas fuentes? (Comas, 1985:16). Segn Rodrguez Cabrero, el doble carcter micro y macro sociolgico, personal y social, de las situaciones de consumo, hace difcil su simple reduccin al (exclusivo) anlisis cuantitativo (o puramente cualitativo) hacindose necesaria la articulacin o combinacin de enfoques metodolgicos y tcnicas apropiadas, tanto cuantitativas como cualitativas (Rodrguez Cabrero, 1988: 33)

Por lo tanto, es prioritario, para la realizacin de una buena aproximacin a un diagnstico de la situacin de consumo, contar con un enfoque pluralista del fenmeno, para lo cual se propone partir de un diseo que adopte un enfoque multimtodo (EMM).

Este enfoque pretende aportar y generar en la investigacin social, un nuevo espacio, superador de la polmica artificial entre mtodos cuantitativos y mtodos cualitativos, desde la perspectiva de que cada uno de estos mtodos contienen en s mismos fortalezas y debilidades, que se integran de manera de contribuir a mejorar los procesos y productos de investigacin

Pero, cmo integrarlos?. Existen, en la literatura sobre el tema, varias opciones que ofrecen aportes sobre la forma de integrar diferentes mtodos en un mismo diseo de investigacin. En este caso, presentamos la clasificacin bsica de Morgan (citado por Bericat, 1998) quien propone tres estrategias que permiten utilizar, en la prctica, los enfoques cuantitativo-cualitativos desde una perspectiva integrada. Ellas son: complementacin, combinacin y triangulacin. (Carlos Ruiz Bolvar, 2008). De manera sinttica expondremos las tres estrategias, para luego fundamentar la que entendemos como la estrategia orientadora que ms se adecua a la elaboracin de diagnsticos locales sobre la problemtica del consumo de drogas.

a. La estrategia de complementacin se basa en la idea de lograr imgenes diferentes de la realidad social, posibilitando ampliar nuestro conocimiento sobre la misma. En la medida en que el objetivo es ampliar la visin sobre lo que est interesado el investigador, no se trata de una estrategia que busca la convergencia ni la confirmacin de resultados, sino que pretende contar con imgenes distintas que, en su complementariedad, enriquezcan nuestra comprensin del fenmeno social. Morgan seala que, cuando se opta por esta estrategia y siempre que se haya diseado con ese fin, la misma puede dar lugar a sntesis interpretativas que integren los resultados precedentes de cada mtodo. (Bericat, 1998) De hecho, Morgan denomina este mtodo completeness (totalidad o integralidad).

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b. La estrategia de combinacin busca integrar subsidiariamente un mtodo en el otro, donde el objetivo que se persigue es fortalecer la validez del primero, compensando sus debilidades con los aportes del otro. Es decir, las fortalezas de un mtodo son utilizadas para suplir las debilidades propias del otro mtodo. Existe por tanto, un vnculo metodolgico entre ambos, una estricta combinacin de mtodos. (Bericat, 1998).

c. Por ltimo la estrategia de triangulacin supone, a diferencia de las dos anteriores, que los dos mtodos se orientan u organizan hacia la captacin de un mismo objeto de la realidad social. Es decir, no se trata de complementar con dos miradas diferentes nuestra visin de la realidad, sino de utilizar ambas para obtener una imagen idntica o similar de la realidad social. De esta manera, la estrategia de triangulacin pretende, ante todo, reforzar la validez de los resultados. Cuanta mayor convergencia presenten los resultados de la utilizacin de diferentes mtodos, mayor ser la confianza en la veracidad de esta imagen y viceversa.

Dado el carcter multidimensional bajo el que necesariamente se debe encarar una investigacin sociolgica sobre la problemtica de drogas por los motivos desarrollados, y en la bsqueda por superar los desafos metodolgicos que la multideterminacin emprica supone, entendemos que la propuesta de estrategia de complementacin, en su diseo ms exigente e intensivo, contiene y articula los elementos necesarios para esta superacin.

La estrategia conduce a una cuidada comparacin y revisin de resultados, lo que puede enfrentar al investigador con cuestiones de gran inters tanto sustantivo como metodolgico. Una de las virtudes que presentan los diseos multimtodo es precisamente sta, la necesidad de enfrentarnos, () a informaciones empricas concretas que reclaman interesantsimos anlisis de convergencias y divergencias. Anlisis de los que pueden emerger () paradojas, contradicciones o nuevas ideas. (Bericat, 1998)

Por tanto la elaboracin de un diseo de investigacin bajo esta estrategia potencia el logro de las mejores prcticas interpretativas, as como el sentido y la validez, tanto de los instrumentos empleados como de los resultados obtenidos.

2.2. Qu es un Diagnstico?

Antes de invertir recursos en cualquier intervencin que afronte un problema social es esencial conocer su naturaleza, caractersticas y su magnitud; identificar los recursos que estn -o podran estar- disponibles para responder al mismo, as como identificar aquellas intervenciones que sean cultural, social, econmica y polticamente apropiadas1.

En este sentido, un diagnstico debe generar un producto final que contemple dos aspectos imprescindibles e interrelacionados: por un lado, la caracterizacin del fenmeno en estudio en un momento y espacio determinado; por el otro, debe comprender un proceso de anlisis e interpretacin de la informacin obtenida, que se constituya como la base para la generacin de propuestas de acciones concretas de intervencin en el territorio.

Diagnstico es la caracterizacin de una situacin guiada por las intenciones que dan origen al mismo.

1Evaluaciones Rpidas de Situacin, Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalizacin Internacional de

Drogas - UNDCP

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Su objetivo principal consiste en proporcionar informacin especfica y basada en evidencia emprica, ofreciendo conclusiones que faciliten la correcta toma de decisiones al afrontar al fenmeno sobre el que se acta, en este caso, el consumo de sustancias psicoactivas; contemplando aquellas alternativas que resulten ms viables y sostenibles de acuerdo al relevamiento de los recursos humanos, tcnicos y econmicos, existentes en la localidad.

Es en esta instancia en donde el diagnstico debe reunir en forma interrelacionada el conocimiento generado por la investigacin, y la recodificacin de este conocimiento en formato de investigacin-accin. Esto significa generar las lneas estratgicas necesarias para relacionarse con los procesos de planificacin, y posterior intervencin, pues de nada sirve diagnosticar una situacin problemtica, si de ella no se desprende una programacin de acciones especficas para resolverla.

La realizacin de un diagnstico se constituye como un proceso, en el cual se combinan de forma diversa, de acuerdo a los objetivos y diseos planteados, un conjunto de tcnicas y herramientas metodolgicas; los cuales no responden a una nica estrategia fija o predeterminada.

Desde la investigacin social aplicada, el diagnstico como proceso de investigacin, puede tener como uno de sus objetivos la comprobacin de hiptesis; sin embargo, se debe tener presente que, para lograr diagnsticos viables y operativos es importante poner nfasis en la que debe ser su funcin lgica y primordial: la de producir conocimiento para la accin.

Ambas lgicas pueden ser complementarias y articulables dentro de nuestros intereses y expectativas, para lo cual no existen reglas fijas, ni pautas nicas definidas; siempre que queden claramente establecidas las diferencias y siempre que el objetivo central diagnstico se evidencie: investigacin para la accin. En sntesis, la elaboracin de diagnsticos desde la perspectiva propuesta, implica el trabajo sobre la articulacin entre el conocimiento, la accin y la transformacin de la realidad.

CONOCIMIENTO

TRANSFORMACIN

ACCIN

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2.3. Especificidades de un diagnstico local.

Una de las premisas que deben estar presentes es la propia comprensin y conceptualizacin del componente local. Esto es, el desarrollo de este proceso de investigacin debe pensarse y articularse en sus diferentes etapas, con un anclaje en la realidad local, la de sus habitantes, la de sus jvenes y adultos, reconociendo su mundo de sentido propio y particular.

Esto debe plantearse desde una perspectiva que busca superar la tendencia a homogeneizar los escenarios locales-comunitarios, a estereotipar a los sujetos intervinientes y a abstraer las determinaciones histrico-concretas de la produccin de los problemas sociales simplificando los procesos de anlisis e intervencin en la realidad social, (Fernndez Soto, 2001)

Ahora bien, lo local per se no existe; es una realidad y un espacio que requiere ser definido. En este sentido, consideramos que deben estar presentes en esta definicin por lo menos tres dimensiones o elementos (A. Lapetina, 2006):

El territorio, como geografa fsica y social; en el entendido de que lo local no es solamente un

territorio geogrfico, sino tambin un conjunto social localizado, una poblacin con caractersticas particulares que se establece en un territorio, se lo apropia y lo transforma. El territorio en su dimensin socio-simblica, en una nocin de cultura e identidad. Se refiere al

conjunto de rasgos compartidos que configuran una manera de ser, un sistema de creencias y valores interiorizado por cada uno de los miembros de una sociedad local. El territorio como sistema de relaciones- sistemas de poder y de influencia en la vida

cotidiana; se trata de un sistema de actores, que conforman un tejido social no neutro, que tiene capacidad de incidir en la vida cotidiana de quienes lo habitan.

Las formas de apropiacin histrica del territorio, la articulacin de lo pblico y lo privado; la configuracin de las maneras de ser de esa poblacin y su interiorizacin y el sistema de actores de ese espacio local, son componentes bsicamente culturales, que deben ser integrados al momento de definir el diseo de investigacin.

CAPITULO 33. PROPUESTA METODOLGICA

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3. PROPUESTA METODOLGICA

La metodologa que presentamos para la elaboracin de diagnsticos locales sobre la problemtica del consumo de drogas, pretende ser una herramienta til para generar el conocimiento suficiente para iniciar el diseo e implementacin de acciones de respuesta al fenmeno del consumo de drogas en el mbito local.

Esta propuesta, basada en estudios de corte cuali-cuantitativo, pretende obtener un panorama claro de la situacin actual del fenmeno, de los recursos institucionales y comunitarios con los que se cuenta y la percepcin que se tiene sobre la materia en estudio. Se trata de complementar los estudios cuantitativos, de los que normalmente se dispone a nivel nacional y que, debido a su alto costo, muchas veces tienen limitaciones para distinguir diversas realidades locales, al no haber sido concebidos para contar con representatividad de las muestras a dicho nivel. Con esta finalidad se incluyen, tambin, esencialmente tcnicas cualitativas, que permiten incorporar nuevas dimensiones de anlisis.

En la medida en que el objetivo es ampliar la visin sobre aquello que interesa al investigador, no se trata de una estrategia que busque la convergencia ni la confirmacin de resultados, sino contar con imgenes distintas que en su complementariedad enriquezcan nuestra comprensin del fenmeno social.

El presente proyecto est diseado para aplicarse durante un tiempo aproximado de 90 das en una determinada localidad, en la cual se estn dando los pasos iniciales para el desarrollo de una poltica local de reduccin del consumo de drogas. Es conveniente que, en el mbito institucional ya exista una entidad local encargada de conducir el proceso con el apoyo expreso de la autoridad poltica local y la participacin e involucramiento de las diferentes instituciones y organizaciones locales, organizaciones de la sociedad civil y otros actores sociales, as como de representantes de la comunidad.

Un aspecto muy importante a tener en cuenta en la presente metodologa es el componente participativo de la comunidad en el proceso de realizacin del diagnstico. Gran parte del proceso de investigacin estar sustentado en el propio conocimiento de los actores comunitarios que, a travs de sus vivencias y experiencia, aportarn gran parte de la informacin buscada. Igualmente, la comunidad deber involucrarse en la discusin de los resultados del diagnstico, as como en el posterior proceso de diseo, implementacin y seguimiento de la poltica y programas locales en la materia.

De esta manera, el diagnstico puede convertirse en el inicio de un compromiso para los involucrados en su ejecucin y, al mismo tiempo, permite contar con elementos de juicio pertinentes para discutir y negociar determinados caminos y procedimientos para la accin futura (Mdulo de Capacitacin en Proyectos, comisin Nacional de la Juventud, Lima, 2004).

CAPITULO 44. CONTENIDO DE LA GUA

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4. CONTENIDO DE LA GUA

De acuerdo a la propuesta metodolgica presentada, los instrumentos incluidos en esta Gua se presentan estructurados de acuerdo a la definicin de tres fases dentro del proceso de la investigacin. Los mismos, si bien son variados y de caractersticas tcnicas y metodolgicas diferentes, deben comprenderse y operacionalizarse de acuerdo a la lgica propuesta de trabajo multimtodo, es decir, de forma complementaria.

Por otra parte, el tamao de la Localidad, la evaluacin de las necesidades, los objetivos definidos y fundamentalmente los recursos tcnicos y econmicos con los que se cuente, determinarn la aplicacin de todos o algunos de ellos.

Asimismo, los Instrumentos y Manuales aqu presentados deben tomarse a modo de pauta o modelo, un mnimo imprescindible para la obtencin de resultados concretos y significativos pero no deben tomarse como definitivos. En virtud de las necesidades de un diagnstico particular, estos podrn ampliarse o modificarse de acuerdo a ello.

El contenido de la presente Gua es el siguiente:

FASE I: PREPARANDO LA INVESTIGACIN

Paso 1) Acercamiento a la localidad 1.1 Reuniones con los agentes locales. 1.2 Taller de sensibilizacin e Involucramiento de los agentes sociales en el desarrollo de la investigacin. Incluye la descripcin de la tcnica, los puntos a destacar y el instrumento de recoleccin y evaluacin de la informacin obtenida.

Paso 2) Elaboracin del Proyecto de Investigacin.

2.1. Consideraciones generales para la realizacin del proyecto diagnstico.2.2. Recaudos para evitar sesgos en la investigacin. 2.3. Planteamiento y delimitacin del problema de investigacin.2.4. Justificacin2.5. Definicin del objetivo general y los objetivos especficos.2.6. mbito geogrfico.2.7. Universo de estudio.2.8. Diseo metodolgico. 2.9. Equipo tcnico2.10. Cronograma de trabajo. 2.11. Sntesis del proyecto.

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FASE II: TRABAJO DE CAMPO

Paso 1) Recoleccin de datos secundarios

1.1. Recoleccin de informacin local. Se propone una descripcin de Indicadores y fuentes de informacin, para la obtencin de datos.1.2. Fichas de Reporte Institucional. En este punto se espera obtener un Reporte de actividades e Informacin Estadstica de todas las organizaciones locales referentes de la localidad, directa o indirectamente relacionadas con la problemtica del consumo de drogas. Se incluyen los instrumentos para el levantamiento de esta informacin, as como la metodologa de aplicacin de los mismos.

Paso 2) Levantamiento de datos primarios

2.1. Encuesta de percepcin. Metodologa para obtener la muestra, procedimiento de campo. Manuales para coordinador y encuestador. Cuestionario bsico. 2.2. Entrevistas. Descripcin de la tcnica e instrumentos. Gua de pautas 2.3. Observacin directa. Descripcin de la Tcnica e instrumentos. Gua para procesamiento de datos.2.4. Grupos de discusin. Descripcin de la tcnica e instrumentos. Gua de pautas

FASE III: ANLISIS DE LA INFORMACIN Y PRESENTACIN DE RESULTADOS

Paso 1) Plan de Anlisis Preliminar. Gua para ingreso, procesamiento y anlisis de datos primarios (cualitativos y cuantitativos) y secundarios.

Paso 2) Taller de presentacin de Resultados Preliminares. Metodologa y principales contenidos.

Paso 3) Anlisis Final. Pautas para anlisis multimtodo.

Paso 4) Informe Final de Investigacin. Pautas de contenidos para la elaboracin del informe final y presentacin de resultados.

CAPITULO 55. ESQUEMA CONCEPTUAL

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El diagnstico representa un proceso de investigacin y anlisis de informacin, cuyo objetivo central es constituirse como herramienta central para la fijacin de acciones basadas en evidencia emprica.

5. ESQUEMA CONCEPTUAL

FASE I

Preparando la Investigacin

FASE II

Trabajo de campo

FASE III

Anlisis de la informacin y presentacin de

resultados

Paso 1. Acercamiento a la Localidad

1.1. Reunin con agentes locales

1.2. Taller de sensibilizacin

Paso 2. Elaboracin del Proyecto de Investigacin

Paso 1. Datos Secundarios

1.1. Recoleccin informacin local

1.2. Fichas institucionales

Paso 1. Plan de Anlisis

Paso 2. Taller Resultados preliminares

Paso 2. Datos Primarios

2.1. Encuesta de percepcin2.2. Entrevistas2.3. Observacin directa2.4. Grupos de Discusin

Paso 3. Anlisis Multimtodo

Paso 4. Elaboracin Informe Final

El esquema precedente es una herramienta de ordenamiento y visualizacin clara de las distintas fases que comprenden este proceso diagnstico. En esta gua, y a continuacin, se encuentran desarrolladas todas las acciones, actividades y metodologas a aplicar, que corresponden a las distintas Fases aqu presentadas.

El alcance del diagnstico que se propone, encuentra como punto de cierre la generacin de un Informe Final que contendr entre sus resultados, una serie de recomendaciones y propuestas de acciones, en base a los principales hallazgos del proceso de investigacin. Como enfatizamos desde las primeras lneas de la presente gua, se trata de producir conocimiento para la accin, como parte de un proceso de transformacin y mejora, que facilite a los actores locales, institucionales y no institucionales, el desarrollo de respuestas efectivas al problema de drogas en la localidad.

CAPITULO 66.FASE I PREPARANDO LA INVESTIGACIN 6.1 Paso 1. Acercamiento a la localidad 6.2 Paso 2. Elaboracin del Proyecto de investigacin.

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En esta primera fase, el coordinador debe llevar a cabo un conjunto de actividades previas que faciliten el diseo del proyecto local de investigacin. Para ello, es necesario establecer un acercamiento hacia la realidad local, que garantice la adecuada recoleccin de informacin, y la articulacin de recursos imprescindibles para un correcto diseo e implementacin del proyecto de investigacin.

6.1. Paso 1. Acercamiento a la localidad

6.1.1. Reuniones con los agentes locales

Es fundamental que el coordinador realice un trabajo previo de intercambio de informacin con responsables polticos y tcnicos del municipio o entidad poltico-territorial local que va a coordinar la poltica local de drogas, as como con el resto de actores locales que deben formar parte del proceso. Esto con una doble finalidad: involucrar a todos los agentes locales en el proceso de diagnstico y, eventualmente, de diseo e implementacin de la poltica local; y relevar informacin necesaria para delimitar y disear el estudio diagnstico.

En aquellas localidades en que no existan entornos de trabajo articulado en materia de drogas, los actores sociales a convocar se podrn contactar en las diferentes instituciones pblicas y de la sociedad civil o en la comunidad. Cualquiera que sea el caso, el equipo de investigadores deber identificarlos y convocarlos a las reuniones.

Estas primeras reuniones, de carcter formal, deben convocar la mayor participacin posible de agentes locales, para intentar garantizar la mayor base de acuerdo en todos los aspectos a tratar. La cantidad de reuniones a realizar depender de diversos factores que incidan en los resultados de las mismas, pudindose coordinar, despus de cada una, futuras reuniones si as se entiende necesario.

El Coordinador deber lograr con estas reuniones los siguientes resultados:

1. Acreditar y legitimar al o los investigadores encargados del estudio. 2. Realizar un anlisis de la participacin y sus lmites. 3. Identificacin de las necesidades de informacin. 4. Revisin de antecedentes desde diferentes perspectivas. 5. Identificacin de Actores Sociales / Informantes Clave y Calificados / Lderes de opinin y Mapeo Institucional 6. Identificar y georeferenciar las zonas de referencia del estudio. 7. Relevar en una primera instancia los recursos locales existentes.

6.1. PASO 1. ACERCAMIENTO A LA LOCALIDAD 6.1.1 Reuniones con los agentes locales 6.1.2. Taller de sensibilizacin e involucramiento de los agentes locales.

6. FASE I PREPARANDO LA INVESTIGACIN

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PROBLEMTICA DE CONSUMO DE DROGASPag. 34

Actores Sociales2

Un actor social es un sujeto colectivo estructurado a partir de una

conciencia de identidad propia, portador de valores, poseedor de un

cierto nmero de recursos que le permiten actuar en el seno de una

sociedad con vistas a defender los intereses de los miembros que lo

componen y/o de los individuos que representa, para dar respuesta a

las necesidades identificadas como prioritarias.

Tambin puede ser entendido como un grupo de intervencin, tal

que percibe a sus miembros como productores de su historia, para la

transformacin de su situacin. O sea que el actor social acta sobre

el exterior, pero tambin sobre s mismo.

En ambos casos, el actor se ubica como sujeto colectivo, entre el

individuo y el Estado. En dicho sentido es generador de estrategias

de accin (acciones sociales), que contribuyen a la gestin y

transformacin de la sociedad.

Tanto el anlisis de un fenmeno social como las propuestas de

transformacin que pueden efectuarse en el marco de un proceso

de planificacin y gestin, deben tender a identificar a los actores

sociales que intervienen en el contexto definido.

Informantes clave

Son las personas que sin tener conocimiento especializado en la

temtica a relevar puede dar informacin de primera mano debido al

contacto o involucramiento con las personas o el medio en que las

personas a estudiar interactan, stos tambin nos guiarn en los

circuitos en que ellas se movilizan y pueden servir como nexos con

las mismas.

Informante calificado

Entendemos por tales a las personas que poseen conocimiento

especfico ya sea tcnico o cientfico sobre la temtica a estudiar

(cabe destacar que un mismo informante puede ser clave y calificado

a la vez).

Lder de Opinin

Es una persona cuya opinin influye en los dems, ya sea los

miembros de un barrio, comunidad, ciudad o localidad, generando

cambios en las percepciones, opiniones o actitudes ante determinado

tema o hecho social. Puede que no tenga los atributos de personalidad

de un lder, porque lo que lidera es su opinin. Un lder de opinin

no tiene por que ser un experto en el tema, pero tiene una opinin

formada al respecto. No tiene por qu ser un poltico, pero su opinin

puede pesar ms que la de algunos que lo son. No tiene por qu ser

un periodista, o alguien vinculado a los medios, pero generalmente

para los medios de comunicacin es un referente. El poder de su

influencia es indirectamente proporcional al tamao de la poblacin,

y directamente proporcional a la exposicin en los medio de prensa

locales.

Es importante manejar las siguientes distinciones conceptuales ya que la Investigacin deber reunir informacin de estas cuatro fuentes claramente diferenciadas.

2cursos.fadu.uba.ar/cursos/004/actoressociales.doc

1. Acreditar al o los investigadores encargados del estudio ante las instituciones, organizaciones y actores de la localidad.

El o los investigadores debern garantizar ciertas condiciones necesarias para la realizacin del trabajo, como ser la confianza, el involucramiento y la colaboracin de los actores locales. Especificar los roles tcnicos de cada investigador y la necesaria complementariedad con el saber de los actores locales son factores que ayudan a establecer una buena relacin recproca. A este respecto, es importante destacar los siguientes aspectos:

Si el/los investigadores son externos a la localidad, necesitarn transitar por un proceso de legitimacin de su rol. El investigador puede ser un desconocido para los agentes locales, y su rol convertirse en una incgnita rodeada de misterio. Si bien esto depende de cmo se produzca el proceso de seleccin del investigador, es necesario que se procurar un reconocimiento mnimo de su autoridad y pericia profesional. Para esto, por un lado, es necesaria una apertura a la participacin de todos los actores en un proceso progresivo de aceptacin del trabajo del investigador y por el otro, de involucramiento de los propios actores locales en la investigacin, consolidando los vnculos colaborativos.

Definiciones conceptuales:

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PROBLEMTICA DE CONSUMO DE DROGASPag. 35

2. Realizar un anlisis de la participacin y sus lmites.

El equipo de investigacin deber tener las previsiones correspondientes respecto a la participacin de los agentes locales en las diferentes instancias. Si bien lo ideal a priori es contar con la mxima participacin posible, no se deben perder de vista los costos en tiempo, en dinero y en energas que esto implica. Por tanto, hay que imponer ciertos lmites para hacer eficaz el trabajo conjunto. Todo ello depender de cmo se configure el mapa de actores en cada localidad y de los roles y responsabilidades de los individuos, grupos e instituciones involucradas.

Al respecto, puede ser de utilidad distinguir cuatro niveles en la participacin: a. Compartir informacin: consiste nicamente en mantener a los agentes locales informados sobre las actividades a desarrollar, los avances y resultados.b. Consulta: implica un flujo de informacin en dos direcciones, un dilogo. Pero este intercambio no tiene necesariamente impacto en la toma de decisiones. c. Toma de decisiones: involucra a los actores locales con el proceso de toma de decisiones respecto al proyecto. Aqu hay que distinguir las necesidades de calificacin tcnica para tomar ciertas decisiones. Particularmente en lo que respecta al diseo e implementacin del diagnstico, el equipo de investigacin deber tener los recaudos necesarios para que las decisiones que se tomen sean tcnicamente correctas. d. Implementar la accin: este nivel de participacin requiere que los actores locales se involucren en el desarrollo de los planes, proyectos y programas tendientes a solucionar los problemas locales de drogas. Esto requiere un nivel suficiente de empoderamiento del diagnstico y el establecimiento de capacidades organizativas y de gestin para el diseo e implementacin de los planes de intervencin.

En la etapa de diagnstico se recomienda que los actores locales participen en modo de consulta. En caso de existir actores locales con el perfil tcnico necesario para participar en el diagnstico se les puede incluir de un modo formal en el estudio como parte del equipo de investigacin. Al respecto, se deber tener cuidado de no introducir actores que puedan generar fuentes de error o sesgos en el proceso de investigacin. Una vez culminado el diagnstico, el equipo investigador deber garantizar que es aceptado y asumido por los actores locales, verdaderos protagonistas en las etapas subsiguientes de diseo e intervencin.

3. Identificacin de las necesidades de informacin.

En el primer acercamiento, el investigador responsable se enfrentar a una gama de problemas tpicos que aquejan a la localidad. La formulacin de estos problemas puede estar ms o menos sistematizada, ms o menos consensuada y tener diferentes definiciones segn los actores. Si las expectativas respecto al diagnstico no estn claramente formuladas y existe disenso, pueden producirse dinmicas que dificulten su desarrollo. Estos escenarios pueden llevar a la confrontacin de expectativas que muchas veces originan conflictos. Ante situaciones de conflicto de expectativas (individuo-rol; individuo-organizacin; individuo-individuo; rol-rol) el investigador deber trabajar como figura neutral administrando criterio y equidad para lograr instaurar un proceso colaborativo de alineamiento y logro de consenso en las expectativas.

Identificacin de necesidades: Las necesidades no son fenmenos objetivos; son constructos sociales que surgen del inters de las partes implicadas.

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PROBLEMTICA DE CONSUMO DE DROGASPag. 36

La identificacin de necesidades de investigacin va a facilitar un diseo adecuado del diagnstico, con una correcta y eficiente asignacin de los recursos existentes. Para esto hay que evaluar:a. Las necesidades de los diversos actores locales.b. Las diferentes definiciones de los problemas que se manejan en el grupo de actores participantes.c. Qu se sabe sobre los problemas planteados? Hay informacin al respecto?d. Ha habido otros intentos de diagnosticar aunque sea parcialmente el problema?e. Cul, o cules, son las principales interrogantes o inquietudes que demandan respuestas o

un mayor conocimiento por parte de los principales actores locales?f. Qu podemos encontrar en fuentes externas para mejorar el conocimiento?

La primera definicin de las interrogantes deben proyectarse hacia la elaboracin del proyecto de investigacin. Para eso hay que ir traduciendo la informacin obtenida en objetivos, variables e indicadores relevantes y tcnicas a utilizar.

4. Revisin de antecedentes.

La revisin de antecedentes es un paso obligado de cualquier proceso de investigacin. En el marco de estas primeras aproximaciones a la realidad local, el coordinador deber relevar en las distintas reuniones informacin sobre investigaciones previas, prcticas y actuaciones en materia de drogas en la localidad. Esta informacin recabada se sistematizar en la etapa de definicin del problema que veremos ms adelante en la etapa de elaboracin del proyecto de investigacin.

De todos modos, cabe sealar en este punto, que la bsqueda de antecedentes debe realizarse desde diferentes miradas:

a. Desde una perspectiva coyunturalEs necesario identificar aquellos aspectos que hacen a la coyuntura y que pueden influir de alguna forma en la investigacin. Estos aspectos tienen que ver con:. Acontecimientos polticos (perodos electorales, cambio de autoridades, etc.).. Hechos relevantes sucedidos respecto a la problemtica de drogas local.. Estado de la opinin pblica respecto a la problemtica de drogas local.. Agenda en los medios de comunicacin en torno a la temtica.

b. Desde una perspectiva histricaContar con informacin sobre acciones e investigaciones previas, referidas al fenmeno del consumo

en la localidad, nos permiten trazar una perspectiva histrica. Detectar, por ejemplo, qu cambios se han operado, ya sea en cuanto a pautas de consumo, nuevas drogas consumidas, establecer tendencias o proyeccin de consumo en la localidad. Tambin posibles reposicionamientos de las diferentes drogas, a nivel de imaginario y en cuanto a la percepcin del riesgo, entre otros aspectos. A modo de ejemplo, el surgimiento de la pasta base de cocana puede generar un cambio de representacin de otras drogas tales como la marihuana, tal como una mayor permisividad ante el consumo basada en una minimizacin del riesgo, tanto de parte de los consumidores, el colectivo social y los actores sociales, e incluso desde lo jurdico-legal. Es decir, la marihuana o incluso la cocana, pueden quedar posicionadas como drogas menos estigmatizadas, en tanto seran percibidas (ahora) como menos peligrosas en relacin a la lata, el paco o la pasta base.

Modelo de consenso: necesidad es una construccin social negociada entre un conjunto de agentes sociales con responsabilidades de programacin. Decidir a que necesidades se le dar prioridad en la investigacin.

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PROBLEMTICA DE CONSUMO DE DROGASPag. 37

c. Desde la normativa jurdica o marco legalEl conocimiento del marco legal sobre el consumo de drogas en la localidad es otro aspecto

muy importante. Pero tambin debemos observar, detectar y conocer si verdaderamente existe un cumplimiento del mismo. O s, en la cotidianeidad, la poblacin opera desde el poder normativo de lo fctico, que establece una diferencia entre el deber ser y lo que en verdad es o sucede. A modo de ejemplo, desde el marco legal puede que est prohibido el consumo de drogas ilegales en la va pblica. Sin embargo, puede generarse una suerte de naturalizacin del consumo en espacios pblicos, a partir del cual ni la ciudadana ni las autoridades competentes atienden al fenmeno en el sentido ms amplio del trmino. Por lo cual, ante el problema del consumo de drogas, la localidad vive en un contexto de ilegalidad fctica y consensuada.

d. Desde la perspectiva socio-culturalHemos insistido, en captulos anteriores, acerca de la necesidad de conocer, aprehender, comprender

y conceptualizar el componente local en sus aspectos culturales. Es, por tanto, prioritario, lograr una apertura tal que nos permita conocer y reconocer su propio y particular mundo de sentido. Porque es en ese, y a partir de ese mundo de sentido, que los pobladores viven, sienten, piensan, actan e interactan. Por lo tanto, el fenmeno del consumo de drogas se hallar atravesado -y contextualizado- en ese universo de smbolos y significaciones particulares de esa localidad.

5. Mapeo Institucional Identificacin de Actores Sociales / Informantes Clave y Calificados / Lderes de opinin. El mapeo institucional no debera presentar mayores inconvenientes ya que la idea es realizar un

relevamiento total de las instituciones y organizaciones de la localidad que puedan tener influencia en el desarrollo de esta poltica.

En cuanto a la identificacin de los informantes clave / calificados, actores sociales relevantes y lderes de opinin, es fundamental la participacin de los representantes de la Municipalidad o de la institucin local con competencias en materia de drogas, quienes cuentan con el conocimiento del contexto para identificarlos y ubicarlos, adems de convertirse ellos mismos como informantes clave para el equipo de investigacin.

En las reuniones iniciales, el investigador deber recurrir a los participantes para realizar una pri- mera lista de informantes. Teniendo en cuenta la posible existencia de sesgos en las recomendaciones obtenidas, una vez comenzados los contactos personales, podr recurrir al mtodo bola de nieve para completar su lista de informantes (clave / calificados/ actores sociales relevantes y lderes de opinin).

Este mtodo, como uno de los posibles en las estrategias de muestreo cualitativo, y recomendables para el caso de esta investigacin, consiste en comenzar a trabajar a partir de la identificacin de algunos informantes, y luego solicitar a stos que mencionen a otras personas que puedan brindar informacin en relacin a la temtica.

ATENCIN:Los antecedentes, aspectos culturales o diferentes coyunturas que atraviesen a la poblacin

previamente -o durante el momento de la investigacin- debern ser tenidos en cuenta, cuidando de que no sesguen la mirada del investigador, el diseo o la aplicacin de las tcnicas de abordaje (Hay que recordar que no se trata de una investigacin de escritorio sino de, por el contrario, realizar un diagnstico desde un trabajo de campo en el cual, el comportamiento, las opiniones y percepciones de la poblacin ocupan un lugar preponderante).

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PROBLEMTICA DE CONSUMO DE DROGASPag. 38

Asimismo, el taller de sensibilizacin previsto en esta primera fase, podr servir para la identificacin de otros informantes (claves / calificados/actores sociales relevantes/lderes de opinin).

6. Identificar y georeferenciar las zonas del estudio Los Sistemas de Informacin Geogrficos (SIG) constituyen el conjunto de procedimientos

diseados para procesar la captura, recoleccin, administracin, manipulacin, transformacin, anlisis, modelamiento y graficacin de informacin que tiene referencia en el espacio. Los SIG permiten representar y localizar espacialmente estadsticas e indicadores, estudiar su evolucin, as como localizar zonas vulnerables o sujetas a riesgos dados por fenmenos naturales o de carcter antrpico3

A los efectos de nuestro diagnstico muchos Municipios u Organismos Estatales cuentan con mapas digitales y datos georeferenciados de inters que podemos utilizar como informacin secundaria (indicadores sociales y econmicos, instituciones, servicios, infraestructura, etc. existentes en nuestra zona de estudio).

A su vez, si se cuenta con los recursos tcnicos necesarios, se puede georeferenciar la informacin relevada por nuestro estudio diagnstico, incluyendo datos sobre la problemtica de drogas local que se complementar con la dems informacin georeferenciada existente. Este proceso sin duda puede colaborar en la Identificacin e interpretacin de procesos socio-urbanos que pueden incidir en la problemtica, entre otros aspectos que pueden ser relevantes.

7. Relevar los recursos locales existentes En esta fase, es necesario conseguir los recursos locales que puedan viabilizar las diferentes actividades de la investigacin. Entre otras cosas, se necesita:a. Facilitar espacios fsicos y, de ser necesario, equipos y/o mobiliariob. Imprimir y fotocopiar documentosc. En la medida de las posibilidades, apoyo con personal tcnico especfico y/o personal para tareas de campod. Preparar conjuntamente con la institucin local el taller de sensibilizacin.

Si bien, los recursos necesarios para llevar adelante el proyecto se van a tener claros una vez definido el cronograma y el presupuesto, es necesario realizar aproximaciones a los recursos disponibles en estas instancias que nos permitan disear un proyecto viable.

3Definicin extrada de: http://www.eclac.cl/cgi-bin/getprod.asp?xml=/esalc/noticias/paginas/1/12741/P12741.xml&xsl=/esalc/tpl/p18f.xsl&base=/esalc/tpl/top-bottom.xsl

Al final de esta Etapa el Equipo de Investigacin debe obtener los siguientes resultados:

. Legitimacin del Equipo de investigacin.

. Apoyo expreso de la Institucin Local de referencia.