El trabajo, en su concepto mecánico, por ser un producto ...

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Produccíón de traba,jo.-Mecanlsmo de la función.-bi- versas clases de trabajo y sus rendimientos.-Necesidades nutritivas det mfiacuto.--Gimnástica del aparato locomo- !or y sus efectos.-Entrenamiento y fondo. PKODUCCxON DE TRA^AdO El trabajo, en su concepto mecánico, por ser un producto de una fuerza, por un espacio recorrido, supone un movimiento, y recíproca-mente; si bien hay trabajos, como es eI de sostener ^tn p^so, que no exigen desplazamiento alguno. El irabajo animal constituye un sugestivo capítulo de la Fí- sica biológica o de la Fisiología, tituiado Mecánica animal, d^el cual hemos de recordar a?gunas nociones. El trabajo o el movimiento, por tanto, suponen una fuerza que está representada en nuestro caso por las contracciones mus- culares cuya resultante, obrando sobre el centro de gravedad del animal, es la cailsa dQ su desplazamiento hacia delante a ha- cia detrás (marcha o reaulado) . Cuando este resu:tado es late- ral, el animal tiende a caerse, y si es cex^o, no hay desplazamien- ib, oual ocurre en Ios movimientos de oocear, escarbar, a^ostar- se, etc. El esfu^erzo muscular está en relación con la masa o des- arrollo de los músc>ilos, y especialmente con su sección, y la am- plitud del movimiento o trabajo l^o estará con la longitud de los huesos. Las marchas a aires pu^eden ser al galope, al trote o al paso, con sus respectivas variedades, que sólo en eI caballo tienen im- portancia, y más bien como ejercicios ecuestres ^o de equitación. En cualquier movimiento, por sencillo que parezca, entran

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Produccíón de traba,jo.-Mecanlsmo de la función.-bi-versas clases de trabajo y sus rendimientos.-Necesidadesnutritivas det mfiacuto.--Gimnástica del aparato locomo-

!or y sus efectos.-Entrenamiento y fondo.

PKODUCCxON DE TRA^AdO

El trabajo, en su concepto mecánico, por ser un producto de

una fuerza, por un espacio recorrido, supone un movimiento, yrecíproca-mente; si bien hay trabajos, como es eI de sostener ^tnp^so, que no exigen desplazamiento alguno.

El irabajo animal constituye un sugestivo capítulo de la Fí-sica biológica o de la Fisiología, tituiado Mecánica animal, d^elcual hemos de recordar a?gunas nociones.

El trabajo o el movimiento, por tanto, suponen una fuerzaque está representada en nuestro caso por las contracciones mus-culares cuya resultante, obrando sobre el centro de gravedaddel animal, es la cailsa dQ su desplazamiento hacia delante a ha-cia detrás (marcha o reaulado) . Cuando este resu:tado es late-ral, el animal tiende a caerse, y si es cex^o, no hay desplazamien-ib, oual ocurre en Ios movimientos de oocear, escarbar, a^ostar-se, etc. El esfu^erzo muscular está en relación con la masa o des-arrollo de los músc>ilos, y especialmente con su sección, y la am-plitud del movimiento o trabajo l^o estará con la longitud de loshuesos.

Las marchas a aires pu^eden ser al galope, al trote o al paso,con sus respectivas variedades, que sólo en eI caballo tienen im-portancia, y más bien como ejercicios ecuestres ^o de equitación.

En cualquier movimiento, por sencillo que parezca, entran

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en juego gran número de músculos, no tan sólo los productoresefectivos del m^ovimiento, sino también los músculos antagonis-tas. Cuando los flexores se cantraen, también lo hacen sus an-tagonistas los extensores, y viceversa.

Todos estos músculos que intervienen en cualquier movimien-to han de rec'bir el estímulo o la orden de actuar, de ]os centrosnerviosos respectivos en forma acorde y rápida, gracias a los

centros de asociación superior que asumen esta función unifica-

dora, y que sólo puede realizarse de modo perfecto p^or la repe-tición continuada que la gimnástica ]leva consigo.

Las fuerzas impulsoras desarrolladas por los músculos exten-sores de; tercio posterior principalmente y aplicadas a las pa-lancas ar-ticuladas, que significan los huesos de las extremida-

des, apoyadas sobre el suelo, transmiten tales esfuerzas de impul-

sión (una vez compuestas las del lado derecho e izquierdo, quese aplican a los salientes coxales) a la columna, vertebral, aun-que n^o en su dirección horizontal, sino formando con ella un

cierto ángulo. Así resulta una componente vertical hacia arriba,

que se neutraliza, des^pués de un ligero ascenso del animal, conel peso de éste, y otra horizontal, que hace desplazarse el animal

hacia delante.

Tanto en la marcha como en la estación precisa que ei cen-

tro de gravedad del animal esté situado de tal fqrma que la ver-

tical que por él paale caiga dentro de la base de sustentación,

deterrrrinada por ios puntos de apoyo del animal sobre el suelo.Dicho centro de gravedad oscila, aproximadamente, en el ter-

cio medi^o d1e la distancia medida sobre la línea vertical que uneel raquis con el extremo po5terior del esternón, para la posición

del c•aballo aplomado; pues bien se compr•ende que la situación

de este centro de gravedad variará con ia deformación del seren la marcha o si ]e cargamos con pes^os o con el jinete, que si

;o es entendido, procurar•á que aquél caiga lo más atrás posi-

ble, no inclinándos^e él hacia delante, para que así se reparta

la carga por igu:ri entre los d^os tercios del caballo y no trabajecon exceso tan sólo el anterior, que bien ,pronto se agotará, pite-

sentando aplomos defectuaços, sobrehuesos, etc. La conforma^

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ción del animal hace también variar la situación del centro degravedad.

Los movimientos dei animal o las contracciones muscuiaresrespectivas son a veces regidos por la voluntad o el instinto, yotras veces son purarrrente automáticos o reflejos.

E1 galope es la marcha más rápida de los équidos, de las lla-madas al^tas, diagonal, en tres tiempos o golpes, llamándose deordinario a éste de tres tiempos, y pu,ede ser sobre la derechao sobre Ia izquierda, según sea la mano que primero se eleve,a la cual sigue el bípedo diagonal opuest.o, y finalmente la ex-tremidad posterior restante. El animal es así lanzado al espa-cio, y al caer, lo hace primeramente apoyando el último pie quese elevó, después el bípedo diagonal opuesto y por último lamano restante. La velocidad del caballo en esta marcha Ilega alos 300 metx•os por minuto, y en e] galope de carrera a ca5i losI.000 metx•os.

El trote es una marcha alta natural en los équidos y diago-nal en dos tiempos y en dos golpes, en la cual se elevan y apo-yan en el suelo alternativamente los dos bfpedos diagonales. Enla an^daduru, se elevan y descienden alternativamente, y a la vezlas dos extremidades derechas o las dos izquierdas, pudiendo de-finirse como una marcha veloz baja y lateral que se realiza endos tiempos y oyéndose cLos golpes,

La marcha al paso se realiza dando un primer golpe por lamano derecha, a la cual siguen el pie izquierdo, la mano izquier-da y el pie derecho. El pas^o puede ser lento, mediano y lige-ro y según la velocidad en cada una de estas marchas, esdistinto el rendimiento obtenido, pues la energía gastada en el

desplazamiento de un animal de 500 kilos de peso en terreno ho-rizontal y pox• kilómetro es de 175 calorías al paso y 275 al trote.En eI transporte con carga de 125 kil^os se gasta al paso un 8

por 100 más, y si es al tY•ot^, el 10 por 100.En ei trabajo de tracción y en terreno horizontal el rendi-

miento es lo mismo al paso que al trote, y es el 31,5 por 100, yen pendiente (8,50°) es el 22,7 por 100, según datos de Zuntz.

Las cífras relatívas al trabaj^o de animales domésticos se con-

signan e^} ei cuadro que sigue:

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TRABAJO DE LO$ ANIMALE$

R R P K(: 1 E H

Fcsn-

ICilo^aunos

P'urri;^-

I:il..^ramus

VclucidxdPur 1"

--rnetrox

Potonoi^^(txabajo

p:^r t"/hilo;^ramoq

Caballo andaluz ........................ 330 50-30 1-0,9 50-51Idem ]evantino ........................ d50 75 0,9 67,5Mula ......................................... 400 85 0,9 68,5Asno ........ ................................. 250 20 0,8 18Vaca ......................................... 500 130 0,5 90Buey ......................................... B00 250 0,45 112.b

Tanto la fuerza como la velocidad deben ser determinadasdirectamente con el dinamómetro (mejor si es registrador), elcronómetro y el metro, aunque también hay fórmulas para de-terminarlas en función de mediciones sencillas sobre el animal,y deducidas de las experiencias de Crevat y Ringelman, princi-palmente.

La velocidad se oomprende sea función de la longitud de las

extremidades o de su alzada, calculándose al paso camo los -^ I-i,

y doble de esta cantidad al trote. Al galope la velocidad es tripleque al paso, aunq^ue puede Ilegar a quintuplicarla.

La fuerza se calcula según la fórmula

H^ - 30 C'

en la que C es el perimetro torácico y H la alzada.La potencia será, por tanto, el producto de estas dos, o sea

P- 22,f'i C$ hilo;r:ímfjtros por 1"

tanto al paso como al trote, puesto que si en una la velocidades mitad, la fuerza es doble.

En el buey ta fórmula es

Y = lg,'•^ C3

y en el asno

I' = 20,ri C'

Multiplicando estas fórmulas por el tiempo en segtmdos, ten-dremos el trabajq efectuado en el mismo.

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t0á --

EI trabajo automotor se calcula también por la siguiente fór-mula, según se trate de paso o de trote, y siendo P e1 peso delanirrta.l :

0,0^T=PX 6 XvXt

U,lU

Como expresión de la carga a lomo, podemos admitir las fór-mulas siguientes, para paso y trote, respectivamente :

9^ C= , ^^ C'cP = - _^ _ y c,^ - --H --

NECESIDADES NUTRITIVAS DEL MVSCULO

E1 músculo exige una fuente de energía que transformar entrabajo, que es el glucógeno que la sangre pone a su disposición,así como necesita eliminar los productos tóxicos de desasimi^a-ción o combustión de este producto nutritivo, y, por tanto, hande entrar en juego el aparato circulatorio, respiratorio y se-cretor.

P^oco sabemos de estos fenómenos internos, sino q^ue simple-mente el glucógeno procedente del hígado o formado en el mis-mo músculo por transformación de lípidos y prótidos es quema-do después de pasar por productos de metabolismA intermedia-rio desconocidos, como en casi todos estos casos^, y a pesar delas múaipl^es teorías emitidas.

EI calor ^o energía resultante de tal combustión se tronsfor-ma en trabajo actual o de contracción muscular tan sólo par-cialmente, pues otra pai-te de energía se degrada en forma decalor de baja temperatura, y así :ale al exterior, de acuerdocon el principio de Carnot, que reguia el funcionamiento de todomAtor térmico, como es el animal, y lo cual es causa de que elrendimiento de est^ motor sea mayor o menor y de que en eltrabajo el calor desprendido sea mayor q^ue en todos los demás.

La energía empleada en el trabajo se mide en los laborato-ríos en calorímetros especiales, y también de modo indirecto em-pleando la fórmula del equilibrio energético; pero prácticamen-

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te nos interesa el rendimiento que determinaremos hallando larelación entre el trabajo efectuado por el animal, y que apreciael dinamómetro, y el trabajo potencial de la ración, deducido desu composición en principios nutritivos y del valor calorimétri-co de Lstos.

Como consecuencia de las experiencias realizadas por Wolf,Kellner y Grandeau, podemos sentar que e1 valor de los prin-cipios nutritivos, en relación con la producción de trabaj^o, esproporcional al valor calorimétrico de aquéllos, y que la canti-dad de trabajo depende del excedente de la ración sobre la desostenimi.ento, sienda independiente de la naturaleza de este ex-cedente. N^o es, pues, económico el empleo de raciones muy es-trechas o nitrogenadas en Ia producción de trabajo, como antesse creía; pues e] nitrógeno sólo se gasta. en el trabajo cuandoéste se realiza en foima anormal, que siempre deberá evitar e]ganadero. Esta forma anormal se refiere a los casos de alimen-tación deficiente ^o de trabajo excesivo, y la cual se acusa conslgnos evidentes de cansancio y sofocación en et animal.

También es necesario algún N para el desarrollo muscular

que la gimnástica de este aparato produce.Gtimnásti,ccc ^del áparccío locomoto^r.-Consiste en la enseñan-

za gradual y metódica al animal de determinados ejercicios otrabajos cada vez de mayor dificultad y dureza, desarrollandoen grado máximo su capacidad para efectuarlos. Ello indica queesta gimnástica obra, en primer término, sobre las facultadespsíquicas del animal, a la vez que sobre el aparato locomotorpropiamente dicho, consiguiendo que el animal obedezca al do-mador hasta llegar al automatismo, y de este m^odo sea más pro-vechoso su trabajo.

Los actos psicológicos que el animal realiza pueden ser cono-cimientos afectivos y activos, de todos Ios cu:^]es interesa cono-cer al ganadero los siguientes:

E1 instinto de imitación hace que los animales procuren efec-tuar los mismos actos q.ue ven realizar a sus semejantes, hastasentir también la emuIación, que hace superar los actos del aom-

pañero.hn consecuencia, el ganadero se vale de un animal ya domar

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do para uncirlo junto con el que empieza a trabajar, para queéste lo haga de igual forma.

La facult^•rd asociativa de los animales es una memoria, me-diante ]a cuai recuerdan conjuntamente las impresiones que re-cibier•on o los actos que realizaron sucesivamente, y basta el

Animales cuya conformación para el trabajo ea delatora de su escasa precocldad.

recuerdo del prim^ero con s^u realización para que se presentenal animal los otros asociados.

Si a una voz determinada y siempre la misma se hace pararal animal forzosamente y de modo repetido, éste acabará porpararse automáticamente sin que se le fuerce.

Si conseguimos se asocien en el animal los actos que quere-

mos realice con otros que le sean agradables (un terrón de azú-car o de sal, según las especies), el animal obedecerá fácilrnen-te, igualmente que si se asocian la desobediencia con las impre-si,ones desagradables o castigos.

Por el contrario, ,a asociación de recuerdos de actos incon-

venientes con sensaciones agradables al animal, éste habrá ad-quirido trn resabio, como, por ejemplo, si se asociaren el recuer-d^o ag•radable de la ]iberación con el de tirar a tierra el caballoa,l j i n ete.

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Estos ejercicios, repetidos de modo rítmico, progresivo y con-tinuado, serán la norma que adoptará el ganadero para que losanimales aprendan a realizar el trabajo deseado en forma pron-ta y perfecta, obrando, como siempre, sobre animales jóvenes,sanos y bien alimentados, que puedan responder aI trabzjoexigido.

El desarrollo cerebrai disminuye en los animales d^omésti-cos con relación a Ios salvajes, como consecuencia de no tenerque aguzar su instinto o su inteligencia elemental en la luchapor la existencia, que queda s^uprimida para los primeros.

Se comprende que esta gimnástica requiera condicion^s esp^-ciales de ^observación, paciencia e inte^igencia nada comunes enlos domadores, que habrán de comprender que obrando con dul-zura contieguirán del animal un mayor progreso q^ue obrando demodo irascible y con fuertes castigos.

A la vez que se realiza esta labor, el txabajo efectuado por

el animal habrá ido en aumento ^ su aparato locomotor, espe-

cialmentQ sus músculos, funcionando activamente, seguirán un

desarrollo progresivo, a la vez que los demás aparatos, q^ue con-

tribuyen a que el músculo funcione de mod^o regular. Princi-

palmente e: aparato circulatorío, respiratorio y secretor alcan-

zarán una máxima actividad, conforme se deduce de lo anterior-

mente expresado al hablar de la nutrición del músculo, pues tén-

gase presente que generalmente el músculo d^jará de funcio-

nar, más bien que p^or falta de material combustib?e, por exceso

de residuos tóxicos no eliminados.

En los animales ya entrenados para el trabajo la respiraciónse hace más fácil, el pecho más amp?io y los ollares se acusanamp:ios y dilatados. A la vez la producción de antitoxinas, aná-l^ogas a Ias q^ue le inmunizan contra las enfermedades, se inten-sifica y evitan el cansancio d°1 músculo; habiéndcse de^rrLOStra-do que el suero de los animales entrenados inyectado en losmúsculos fatigados les hacen nuevamente aptos para el traba-jo; preconizándose, a la vista de estos hechos, el futuro empleode vacunas contra el cansancio.

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Recíprocamente el suero de un animal cansado inyectac^o en

un animal que reposa es capaz de producir a éste la ^faiiga, y^^„

por otra parte inyectamos a un músculo cansado ^ualquier ŝ^s-

tancia que ^oxide, queme o cli5uelva ios productos de des,^simi^a-

ción que contiene, como es simplemente el clorur^ de ^CIíA,` el

músculo podrá nueva^mente trabajar. `'« --^^,..

Por lo que r•especta al trabajo realizado, los efet^^l^ d^,^ ^lá^ ^,gimnástica no puede ponerse en duda a la vista de ias estadís-ticas de las carreras de caballos y tambi^n de la aptitud adqui-ridl por los animales para tiro ligero o pesado en los distintospaíses en que se les ha destinado a uno u otro trabajo. Así, porejempl^o, en el año 1865, Gladiateur ganó el gran premio de Pa-rís (tres ki:ómetros) en 3'25", y en 1914, Sardanapalo lo ganóen 3'11". Los tr^otadores americanos, que en PI año 1818 recorrían un kilómetro en 1'51", en la actualidad lo recorren encasi 1'.

Son igualmente efecto de la gimnástica las variedades decamellos ligeros y pesados Mehari y Djemel, el que ios as-nos adq,uieran velocidades en algunos países africanos para com-petir con los caballos y que el buey haya adquirido el paso ligeroen el Transvaal.

En cuanto a conformacíón exterior, la gimnástica imprimeun sello especial a los ani^males sometidos a la misma. Los ani-males de velocidad son longilíneos, de gran alzada, como el purasangre, como conseeuencia del largamiento de los huesos de susextremidades, que a veces se hacen delgados con exceso; la pa-íetilla o espa?da se inclina, f^ormando con la horizontal el án-gulo trotador típico de estos animales, que tienen el aspecto de^:^elgados sin serlo, sino por falta de grasa hipodérmica, quepresenta descarnados músculos y huesos. La alzada del pura san-gre es de 1,73, mientras que la del árabe, que es su origen, esde 1,5.

E1 desarrollo de estos músculos no es por m^ultiplicación desus fibrillas, sino por el aumento de las que están atróficas, engran cantidad en los músculos de escasa actividad.

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Los animales de tiro pesado adquieren otra oonformación,que los hace brevilinios, de huesos y articulaci^ones gruesas yde espalda casi vertical.

Tanto unos como otros adquieren tambíén por eI entrena-miento o ejercicio continuado una gran resistencia para el tra-bajo o contra la fatiga, que es 1o que se la llama fv^ndo.