El Salario Del Pecado-Morris

7/24/2019 El Salario Del Pecado-Morris

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El Salario del PecadoLeon Morris

Prologo Introduccin Captulo 1: El Enemigo Captulo 2: El Imperio del Enemigo Captulo 3: El Enemigo En La Batalla Captulo 4: La errota el Enemigo Conclusin

P!"L"#"Si tan slo estuviramos atentos a las corrientes de moda no publicaramos este libro. La

muerte, hoy, no es tema grato en los ambientes filosficos y literarios. Aunque, como escribiera

Salvador Pni!er, "el hombre es, de entre todas las criaturas, el #nico que sabe que va a morir$, yde ah que sea "el #nico que e%iste$, porque "e%istir implica autenticidad de no evadirse$& a pesar

de ello vivimos un momento de alienacin por lo que se refiere a esta importante y trascendental

realidad humana.

'on certera precisin, (ulin )aras ha se*alado que "en los #ltimos a*os, en el decenio de

los +, acontece un cambio tan decisivo como ine%plicado- la desaparicin del tema de a muerte

en el hori/onte intelectual europeo. 01n 2ispanoamrica las cosas son parecidas& en los 1stados3nidos no haba acabado de penetrar, por motivos filosficos, y ms a#n por el puesto que la

muerte ocupa en la sociedad americana...4 La filosofa ms p#blica y notoria, la que parece go/ar

de vigencia, la que podemos llamar "filosofa oficial$, se ha desentendido de la cuestin de lamuerte sin 5ustificarlo.- simplemente la ha de5ado caer. La literatura y el cine, tambin& pero esto

tengo que e%plicarlo. 6'mo 7se dir7, si no se hace, en la ficcin del #ltimo decenio, otra cosa

que amar se%ualmente y morir, si est toda ella dominada por la se%ualidad y la violencia8

Perdn, no se trata tanto de morir como de matar. 69o es lo mismo, visto desde el otro lado8 1nmodo alguno& la perspectiva de matar nada tiene que ver con la de morir& el que a consecuencia

del acto en que se mata muera alguien, no quiere decir que la muerte como a tal apare/ca y se

manifieste. )s bien al contrario- la violencia descarta es muerte, la mecani/a, a reduce a unfenmeno fsico, a lo sumo a un hecho biolgico. La muerte personal 7"mi$ muerte, la muerte

"propia$, "dei eigene Tod$ de que hablaba :il!e7 desaparece, sustituida por un proceso e%terior.

'ada ve/ ms es la muerte, la muerte de cual quiera, algo que se reduce a cantidad y, correlativamente, se despersonali/a- 6Se comprendera de otro modo la increble penetracin de la

aceptacin "moral$ del aborto en amplsimas capas de las sociedades de nuestro tiempo...8 La

muerte abstracta no es la muerte de nadie& en rigor, no es muerte- es eliminacin, deshecho,

quitar de en medio, "ba5a$, dato estadstico... 79aturalmente, la muerte es insoslayable, diramosinnegable& se impone a nosotros a toda hora& no es posible decir que no e%iste, que no "hay$
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muerte 7como sucede con otras realidades7& lo #nico que cabe es desvirtuarla, reducirla a otra

cosa, despo5arla de su carcter biogrfico y personal$1.

Los #ltimos en hablar de la muerte fueron los e%istencialistas 02eidegger, (aspers, )arcel,

etc.4, uno de cuyos mritos fue dar la cara al problema de la muerte, no evadirse. 1n efecto, el

e%istencialismo plante este problema como uno de los ms importantes 7si no el msimportante7 de la vida, al reconocer su presencia constante en la e%istencia de los hombres. La

muerte no es slo la meta de un via5e, el punto de destino& es, sobre todo, nuestro acompa*ante

perpetuo, desde el momento que nacemos hasta la tumba. 1s as, porque vivir es tambin morirun poco cada instante& equivale a ser consciente de que, al e%istir, estamos., 7 paralelamente,

muriendo con los o5os abiertos. La muerte se convierte de esta manera, para los e%istencialistas,

en una realidad operante desde el interior de nosotros mismos. 1l e%istencialismo contempl al

ser humano como lan/ado .en is e%istencia y dirigindose, sin poder remediarlo, a un trminoconcebido como naufragio total 0cf. 2eidegger, Sein and ;eit4.

9o basta con decir que la muerte es "natural$ y que se da en el resto de la creacin tambin-

La tragedia de la muerte humana estriba en que es una e%periencia consciente, en la que todostendramos que ser autnticos, y no alienados.


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forma en que ahora se opera esa retraccin, y ms a#n los motivos que llevan a ella ...& 6cul es

su origen, qu impulsos sociales lo mueven o provocan8 ?o creo que su primera ra/ es el deseo

de "despersonali/acin$ que late ms o menos oscuramente en muchos grupos contemporneos,especialmente de aquellos que dominan gran parte de los medios de comunicacin. Por e%tra*o

que pare/ca, la idea de "persona$ 7una de las cuatro o cinco grandes creaciones intelectuales de

la 2umanidad7 tiene mala prensa, se la evita todo lo posible, se tiende a verter sobre ellaconnotaciones restringidsimas y poco atractivas, a vincularla a movimientos o grupos

confinados y sin porvenir. Se evita la misma palabra y aun derivados, mediante e%tra*os rodeos

y parfrasis$2.

'on toda propiedad, podramos referirnos a una con5ura universal en contra del tema de la

muerte.

?, como se*ala el autor que acabamos de citar, en aras de la despersonali/acin, lo que es lo

mismo que decir- de una alienacin concreta. La ms grave, qui/, porque tiene que ver con

nuestra "autenticidad$ ms radical, aquella que los e%istencialistas, con 5unta ra/n, denominaron

la verdad ms real de la vida, aquella forma de realidad que tiene que ver con el hombre y que lecorresponde en tanto que hombre. 'laro que, como puntuali/a igualmente (ulin )amas, la

misma palabra "autenticidad$ ha cado, asimismo, en desuso& es demasiado peligrosa porque vaestrechamente vinculada a la realidad de la persona y muchos ven en ella, 5ustamente, al

enemigo.

"Si el hombre pretende ser autntico @escribe el autor citado777, y aunque no lo consiga o

tenga cadas eventuales en la falsificacin, no se aviene a ser mane5ado, tratado como cosa,

utili/ado como un dato estadstico o como una "fuer/a$ histrica.$

olver a traer el tema de la muerte es luchar por el hombre. ? esto vale la pena, aunque se

denoste a 3namuno, se quite importancia a 'amus y se considere el periplo vital de los

e%istencialistas como casos clnicos y patolgicos. >endremos que contestar con palabras delmismo 3namuno-

"? vuelven los sensatos, los que no estn a de5arse engallar, y non machaconan los odos conel sonsonete de que no sirve entregarse a la "locura$ y dar coces contra el agui5n, pues lo que no

puede ser es imposible. "Lo viril, dicen, es resignarse a la suerte, y pues no somos inmortales, no

queremos serlo& so5u/gumonos a la ra/n sin acongo5arnos por lo irremediable, entenebrecido y

entristecido de la vida. 1sa obsesin 7a*aden7 es una enfermedad.$ B1nfermedad, locura,ra/n ...C B1s estribillo de siempreC Pues bien, BnoC 9o me someto a la ra/n y me rebelo contra

ella y tiro a crear, en fuer/a de le, a mi


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reservada, sea una in5usticia... Por que hay que creer en esa otra vida para poder vivir sta y

soportarla y darle sentido y finalidad$ 2e ah el verdadero problema- la muerte afecta a la vida.

Euena rplica la de 3namuno a los materia mismos superficiales de toda especie.

>ampoco 'amus se resign- "Si Sartre lleva la ra/n 777escribi7, el #nico problema serio de

la filosofa sera el suicidio$ )editar en e suicidio es ya una refle%in sobre la muerte y, porende, sobre la vida. Si e%istimos para de5ar de 7e%istir, si somos para de5ar de ser, para la nada&

entonces, 6para qu seguir viviendo8 6Por qu no el suicidio ...8 6ale la pena seguir viviendo8

ivir es estar muriendo conscientemente. 6Por qu no acelerar el proceso8 1sta es la

angustiosa pregunta que nace de la aceptacin consecuente del e%istencialismo ateo o agnstico.

Para eludirla, el materialista esconde su cabe/a en la arena de los espe5ismos y cree as que la

realidad no e%iste.

La actitud e%istencialista libera la vida de la superficialidad, pero no de la angustia. La postura

materialista libra, aparentemente, de la angustia pero no de la superficialidad.

'omo ense* (.


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La e%celente monografa del profesor Leon )orris 71L SALA:GH estamento sobre tan trascendentales cuestiones.

$"SE #!%&

III

I'(!"&CCI)''uando el apstol escribi "la paga del pecado es la muerte$ 0:omanos +-DF4 nos plante algoas como un enigma. Porque, de hecho, un hombre no muere 0en el sentido ordinario de la

palabra "morir$4 tan pronto como peca, ni siquiera luego 77cuando acaece la muerte7 es dable

reconocer la cone%in que e%iste con su pecado. Podemos decir, desde luego, que se trata de lamuerte espiritual, pero 6qu hemos de entender por ese trmino8

1n vista de tales incertidumbres puede ser de utilidad el hacer un nuevo e%amen de la

ense*an/a del 9uevo >estamento sobre el tema de la muerte.

estamento hay dos conceptos de la

muerte que aparecen uno al lado del otro4- la muerte considerada como el ms natural de losfenmenos, y*,al mismo tiempo, aunque parad5icamente, la muerte entendida como la cosa ms

antinatural y horrible, como el mayor enemigo.

1l primer miembro de la parado5a que hemos se*alado se halla claramente e%puesto en

2ebreos J-DK- "est establecido para los hombres que mueran una sola ve/$, en donde la muerte

aparece como el fin inevitable del hombre, y un fin establecido por


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podemos escapar de la muerte& el hombre debe aceptarla simplemente como una de las

condiciones de su e%istencia biolgica.

La muerte no slo es inevitable sino algo definitivo, final. ? porque marca un fin decisivo de

la vida que nosotros conocemos aqu y ahora, es empleada en e%presiones enfticas, como el

hebrasmo- "el que maldiga al padre o a la madre, muera la muerte 0en el original4m, quenuestras versiones traducen- "muera irremisiblemente$ 0)arcos K-4. Por la misma ra/n se usa

en una gran variedad de e%presiones, tales como- "S fiel hasta la muerte$ 0Apocalipsis D-4,

que nos impulsa al cumplimiento m%imo de nuestro servicio, toda ve/ que nada en esta vidapuede haber, ni puede hacerse, ms all de la fidelidad hasta la muerte, porque nada hay de esta

vida detrs de la muerte.


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considera la muerte como un enemigo, y la estudia prestndole una vive/a particular, hasta el

punto que casi la personifica.

'onsideraremos, pues, ahora, esta idea de la muerte como un enemigo del hombre.

III

I1L 191)GH

'omo era de esperar, es en el Apocalipsis, con su rica imaginera, donde encontramos la ms

e%plicita personificacin de la muerte. Aparece como un 5inete montado sobre caballo amarillo

0Apocalipsis +-Q4, y a este persona5e se le da, con5untamente con el 2ades, la autoridad sobre unacuarta parte de la tierra. Se nos ense*an dos cosas muy importantes en este te%to- la primera es

que el hombre no puede nada, se halla absolutamente impotente, frente a esta terrible

antagonista& la segunda leccin es que la soberana de


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pone fin a nuestra vide. La muerte es un poder, un monarca$-.La muerte y el pecado tienen una

relacin muy estrecha, de manera que podemos decir que "el pecado rein para muerte$

0:omanos M-D4- hay un buen n#mero de pasa5es que presentan el reino de la muerte como reinode pecado, como cuando Pablo ve a los hombres esclavos del pecado "para muerte$ 0:omanos

+-+4 - "erais esclavos del pecado$ 0:omanos +-K, D4. ? las palabras de (es#s mismo no

pueden ser ms claras- "odo esto lleva al hecho, bblicamente incontrovertible, de que el

hombre ya no es ms un agente libre. Por cuanto est esclavi/ado al pecado y no puede evitar la

muerte que es7 su consecuencia.. 'on propiedad puede decirse de l que se halla sometido algobierno o la soberana de la muerte. 9o es un agente libre que pueda determinar por s mismo si

morir o no. Rsicamente est condenado a muerte1/ y espiritualmente ya est muerto. 1st

gobernado por la muerte, por esa muerte que puede ser llamada "el postrer enemigo$ 0O

'orintios M-D+4.

III

IIEL IMPE!I" EL E'EMI#"

10La muerte el dialo

Pero la perspectiva bblica es muy amplia y podemos estudiar la muerte desde otros ngulos.

Por e5emplo, leemos que 'risto vino "para destruir por medio de la muerte al que tena el

imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban

durante toda la vida su5etos a servidumbre$ 02ebreos D-, M4& aqu se considera a la muertecomo la esfera del diablo, la esfera en la cual e5erce su dominio. Pero esto no debemos

entenderlo en sentido absoluto, como si significase que el diablo tiene en su poder el determinar

la muerte fsica de cualquier hombre. 'uando el Se*or advirti a sus seguidores- ">emed a aquelque, despus de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno& s, os digo, a ste

temed$ 0Lucas D-M4 estaba haciendo alusin a estamento podemos discernir la conviccin de que es el Se*or aquel en cuya mano estn los

resortes de la vida y de la muerte12. 1n el pasa5e citado de la carta a los 2ebreos, la muerte quedadefinida ms como un estado que no como un acontecimiento, como una esfera en la cual obra el

Q


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diablo, mucho ms que como el mero acto de cesar la e%istencia fsica 13. 1l "morir$ puede ser

considerado simplemente como un fenmeno biolgico, pero el "estar muerto$ 01fesios D-4 es

algo ms14. Significa encontrarse en esa esfera donde el diablo act#a.

1sto es lo que da significado a la e%presin- "todos los que por temor de la muerte estaban du7

rante toda la vida su5etos a servidumbre$. 9o parece haber ninguna ra/n particular por la que elhombre hubiese de temer a la muerte, entendida sta slo como un acontecimiento fsico, pero la

verdad es que el hombre teme, instintiva y muy caractersticamente, a la muerte 1*, lo cual indica

que se trata de algo ms que el simple fin de esta e%istencia, o, cuando menos, que el hombre aslo cree o presupone1+. Podemos comprender el temor al dolor o al sufrimiento, pero no parece

haber ra/n alguna por la que el fin de la e%istencia haya de causar tanto pavor. ? es que la

muerte incluye el hecho de "estar muerto$, a que aludamos ms arriba, lo cual la convierte en

algo pavoroso. 1ste aditamento se concibe en el 9uevo >estamento como el producto de laesfera de la maldad y del )alvado.

20La muerte el pecado

1n la misma lnea se halla el ra/onamiento que asevera que "el agui5n de la muerte es el

pecado$ 0O 'orintios M-M+4K, o el que presenta el "morir en pecado$ 0(uan Q-D4, como algoque ha de ser temido. La muerte como tal no entra*a terror para el hombre, pero no puede

desligarse del hecho del pecado, y, por lo tanto, el hombre no puede permanecer indiferente ante

su amena/a. 'uando muere no escapa a las consecuencias de su pecado, sino que ms bien va alencuentro de las mismas 0cf. la afirmacin de 2ebreos J-DK- "est establecido para los hombres

que mueran una sola ve/, y despus de esto el 5uicio$4.

DBs en 'en los cuales este autor ruso denuncia como la ms grande .alta de *umanidad ' el ms cruel de lostormentos el *acer sa1er a un reo con anticipaci'n el momento eHacto en 2ue tendr lugar su e7ecucin$)am1i/n el cine .ranc/s *a producido alguna o1ra protestando en contra de la 1ar1arie de tales m/todospenales$

+.$ A$ Lovell oc>s: Epicuro, con ms perspicacia 2ue algunos de sus modernos discpulos, o1serv2ue lo 2ue el *om1re teme no es el *ec*o de 2ue la muerte signi.i2ue ani2uilacin, sino todo lo contrario:el *ec*o de 2ue no signi.i2ue esto ($" Faith #lone, p$ #6$

K )$ 0$ (trong cree 2ue este pasa7e puede indicar 2ue la muerte .sica ' el pecado se *allanestrec*amente unidos$ (an Pa1lo, si nuestra interpretacin es correcta, llama al pecado el agui7n dela muerte, como si pudiera *a1er un modo de salida de la condicin de este mundo 2ue tuviera lugar sinun agui7n # Manual of Theolog", p$ 5;@6$ Por contraste,


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1l pecado, de alguna manera, es la causa de la muerte. 1sto nos plantea ciertos problemas

comple5os. Algunos intrpretes han credo que la ense*an/a bblica afirma que el pecado es la

causa de la muerte fsica, mientras que otros arguyen que, para unos cuerpos fsicamenteconstituidos como los nuestros, la muerte es inevitable, tan inevitable como lo es para los

animales. )uchos de los argumentos aducidos en favor de la primera posicin no son muy

fuertes, como, por e5emplo, el que se funda en los casos de 1noc y 1las. Porque, en primerlugar, no hay la menor evidencia de que estos hombres fueran sin pecado, y, en segundo lugar, el

modo de su partida de este mundo es algo evidentemente e%cepcional y como tal aparece en el

relato bblico& nada hace suponer en el te%to sagrado que otros hombres o mu5eres puedanesperar pasar a la presencia de esalonicenses -K4, porque Pablo afirma e%presamente que"todos seremos transformados$ 0O 'orintios M-M4. >odava, otros aducen el caso de nuestro

Se*or, y preguntan si podemos imaginarle sometindose a la muerte, aparte las e%igencias de la

redencin. Pero como la 1scritura indica en todas partes que el propsito de su venida fue el ir a

la muerte en sustitucin de los pecadores, la suposicin carece de valor y es inadmisible comoprueba.

1s de ms valor la declaracin de Pablo cuando afirma que "el pecado entr en el mundo por

un hombre, y por el pecado la muerte, asC pas la muerte a todos los hombres, por cuanto todos

pecaron$ 0:omanos M-D4, en donde es evidente que la muerte queda ligada al pecado de Adn,si bien no est tan claro cmo hemos de entender esta liga/n. Algunos han limitado el

significado de la palabra "muerte$ en este te%to al sentido de muerte fsica 1-, mientras que otros

consideran la e%presin "todos pecaron$ como si indicara que todos y cada uno de los seres

humanos hubieran seguido el e5emplo de Adn1., y as llegaramos a la conclusin de que Adnpec y se torn mortal, y desde entonces todos los hombres han repetido la misma e%periencia&

se ha vuelto a producir el mismo proceso. Pero tales interpretaciones nos parecen inadecuadas.

1n el pasa5e del nesis al cual se refiere Pablo leemos la advertencia- "mas del rbol de la

ciencia del bien y del mal no comers& porque el da que de l comieres, ciertamente morirs$

0nesis D-K4& pero, toda ve/ que la muerte fsica de Adn no acaeci sino mucho ms tarde,muchos a*os despus de cometido el primer pecado y haber odo su condena, es difcil pensar

que se trate primeramente de la muerte fsica en este te%to. Adems, podemos preguntarnos si las

palabras de nesis F-J, "polvo eres y al polvo volvers$, forman parte de la pena o si ms bien

declaran un hecho. Por otra parte, la alusin del v. DD del captulo F de nesis, en el sentido deque Adn poda haber obtenido la inmortalidad si hubiese comido del rbol de la vida, parece

indicar que por naturale/a el hombre no era inmortal, ms bien que una referencia a la

mortalidad como castigo. Podra argirse tambin que "muerte$ en este pasa5e no puedesignificar otra cosa que lo que generalmente se quiere e%presar con este vocablo cuando no lo

califica ning#n ad5etivo& pero, asimismo, podra decirse que en otros pasa5es ms tardos del

Q (anda' and Aeadlam o1servan ' tienen en cuenta la posicin 2ue interpreta este teHto comore.iri/ndose a la muerte eterna8 pero prosiguen: Es ms simple ' me7or tomarlo como muerte .sica(omet. in loc.).

JBs Iarl 0art*: Vemos a todos los *om1res *acer lo 2ue Bdn *io, ' luego su.rir como Bdn su.ri$Vemos 2ue los *om1res pecan, ' luego mueren (omet. in loc.).


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Antiguo >estamento se hace una cone%in simblica, por lo menos, entre muerte y pecado& a#n

ms- la muerte fsica aparece como el castigo de ciertas ofensas de carcter espiritual. ase, por

e5emplo,


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de los frutos de la actividad redentora de 'risto y, por lo tanto, ser lgico considerar la muerte

fsica como una de las consecuencias del pecado.

Para muchas personas, cuando decimos que la muerte fsica es biolgicamente inevitable, ya

lo hemos dicho todo. Parece como si nada ms pudiera decirse sobre esta cuestin. (ames

al ve/ una e%plicacin que no hace

violencia a ninguna de las dos es la que toma en serio la constitucin original del hombre comoun ser puesto en una relacin especial tanto con respecto a


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esta imposibilidad es tanto ms evidente cuanto que el v. M y otros nos mueven a la refle%in-

"por la transgresin de aquel uno murieron muchos$. 1ste versculo indica que "los muchos$

murieron cuando "la transgresin$ de Adn tuvo lugar y no ms tarde. ? lo mismo cabe decir deotros versculos- "por la transgresin de uno solo rein la muerte$ 0v. K4& "por la desobediencia

de un hombre, los muchos fueron constituidos pecadores$ 0v. J4& ambos te%tos demuestran que

el pecado de Adn tiene consecuencias para su posteridad y que no se trata simplemente de laimitacin de su mal e5emplo. Pablo est diciendo, con enrgica terminologa, que la entrada del

pecado en la vida de los hombres acarre un nuevo condicionamiento de las cosas por el cual

hemos entrado en el reino de la muerte DK, hemos pasado a la esfera del )aligno. >an prontocomo nos damos cuenta de esta realidad, al discernir el profundo significado de este pensa7

miento, vemos que era imposible que el pecado del primer hombre le afectara a l slo. Sus

descendientes vinieron a un mundo en el cual reinaba la muerte, y as desde el principio se

encontraron ba5o el dominio del )aligno.

Pablo tiene un pasa5e muy similar en O 'orintios M-D y ss.- "la muerte entr por un

hombre...& en Adn todos mueren$. 9o se pierde de vista, aqu, el hecho de la muerte fsica, toda

ve/ que, en contraste, se le opone la resurreccin de entre los muertos. Pero la muerte fsica es lase*al y el smbolo de una realidad ms profunda, de un estado del alma 2-. 'uando leemos "as

como en Adn todos mueren, tambin en 'risto todos sern vivificados$, vemos que la clase demuerte a que se refiere el te%to corresponde, por contraste, clase de la vida que 'risto da.

Llegamos, as, a la importante conclusin de que la muerte es la negacin de la vida eterna.

Si esto es as, no podemos considerar la muerte como algo natural que e%iste de por s, por

derecho propio, y como a tal apta para una apreciacin intrascendente. La muerte es el estado de

e%clusin de la vida, es decir- de la vida autntica2.. en, der tie 4on ur uneigentlic*en 4on mac*t )O=) iii,!F, !! ' (($6$


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muerte en :omanos +-+, D& K-M. 1n cada caso la muerte es la consecuencia ineludible del

pecado, de modo que al pecado le resulta imposible la e%istencia sin tener por corolario a la

muerte.

1sta inevitabilidad de la muerte all donde se halla el pecado, viene ilustrada por una viva

metfora en Santiago -M, donde se considera el pecado como el resultado del parto de laconcupiscencia- "entonces la concupiscencia, despus de que ha concebido, da a lu/ el pecado& y

el pecado, siendo consumado, da a lu/ la muerte$. La ilustracin es muy e%presiva. La muerte se

halla contenida en el pecado, de la misma manera que el ni*o, antes de nacer, se encuentra en elvientre de su madre y lo que se halla en el vientre debe salir a su debido tiempo 3/. 3na idea

paralela es la que se deduce del pensamiento de Pablo en :omanos K-F, donde escribe- "el pe7

cado, para mostrarse pecado, produ5o en m la muerte$. Sin necesidad de for/ar el significado del

verbo que aqu se usa, el significado obvio que parece tener es que la muerte constituye laconsecuencia necesaria del pecado cuando ste llega a la consumacin de su obra. All donde el

pecado alcan/a su clima%F,all hay muerte. 'asi podramos decir que encontramos la idea de

que el pecado obra con un propsito determinado, y poderoso, como en :omanos K-K y ss.,

donde Pablo introduce un pensamiento que le es favorito- la ley no puede conseguirnos laperfeccin& todo lo que hate es e%poner

el pecado a la lu/, haciendo as al hombre consciente de su fracaso- "venido el mandamiento,

el pecado revivi y yo mor$ 0v. J4. 9o que el mandamiento en s sea da*ino para el hombre, sino

que el pecado 7que es la fuer/a que produce la muerte7 convierte el mandamiento en su "base deoperaciones$, por as decirlo, y obrando desde este lugar consigue su ob5etivo. Algo parecido,

con el mismo vigor y fuer/a, puede entenderse del use de telos en :omanos M-D- "pero 6qu

fruto tenais de aquellas cosas de las cuales os avergon/is8 Porque el fin de ellas es la muerte$.

30La muerte castigo diino por el pecado

2asta aqu hemos considerado el territorio del enemigo, definido por la cone%in natural entrela muerte y el pecado. >eniendo en cuenta lo que es la naturale/a del pecado y lo que caracteri/a

la naturale/a de la muerte, inevitablemente el pecado debe desembocar en la muerte. 1l uno

presupone a la otra. A veces, el lengua5e bblico convierte la muerte en el dirigente o la causa& enotros casos estas funciones las desempe*an el pecado o el )aligno. 1sto es Posible gracias a la

estrecha relacin que e%iste entre ambas realidades.

Pero todo ello no agota la revelacin bblica sobre este tema. 1%iste otra manera, muyimportante, de considerar esta cuestin. 1n efecto, luego de haber estudiado lo que hemos dado

en llamar el territorio del enemigo, su "base de operaciones$, hemos de atender a otra gran

FMoulton ' Milligan dicen de 5apo6neo*: ALa pala1ra, Por consiguiente, a pesar del intento de Aortso1re (antiago !:!6 de aplicarla especialmente a los casos de nacimiento anormal parece *a1er sidoun sinnimo ordinario de ti6to, pero de.initivamente per.ectiviado por 5apo, implicando as entrega(The 7oca%ular" of the -ree6 Testa1nent). Moulton, en su o1ra rolegomena pp$ !!! ' ess$,muestra 2uelas preposiciones 5apo*, 5di8*, re6ata*, 5sn*, son usadas .recuentemente en nom1res compuestos en unsentido per.ectivo, *a1iendo perdido el sentido distintivo de la preposicin ' 2uedando su .uncinsimplemente en la tarea de en.atiar, n 1uen e7emplo lo tenemos en el voca1lo 5apo4nes6o*.

F(anda' ' Aeadlam al re.erirse a


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verdad escriturstica, que podramos resumir con la siguiente frase- los limites territoriales que

estamos estudiando han sido definidos por


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insensibles, o como si se encontrara a merced de un ine%orable hado. Si la muerte es el castigo de


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esencia de la muerte como enemistad contra eniendo en cuenta la idea cristiana que concibe a


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D-4& "pero los cobardes a incrdulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y

hechiceros, los idlatras y todos los mentirosos tendrn su parte en el lago que arde con fuego y

a/ufre, que es la muerte segunda$ 0Apocalipsis D-Q4. 1l lago de fuego constituye un simbolismomuy adecuado para el vvido con5unto de imgenes que usa este libro, y plasma con fuer/a la

idea de que la segunda muerte no es mera somnolencia& no se trata del sue*o de de5ar de e%istir,

antes al contrario, es algo dolorosamente maligno, algo que debe ser temido y evitado42

. estamento que hablan del castigo

eterno de cuantos recha/an a 'risto& esta ense*an/a tiene sus mismas races en la ense*an/a del

)aestro, puesto que fue (es#s quien nos anticip el veredicto que recaer sobre algunos en el dadel 5uicio- "Apartaos de m, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ngeles 7e

irn stos al castigo eterno$ 0)ateo DM-, +4. Asimismo, habl del "infierno, donde el gusano

de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga$ 0)arcos J-K, Q4 y lo defini como "fuego que

no puede ser apagado$ 0)arcos J-F4. oda ve/ que la condicin final de los que no se salvan puede describirse de varias maneras,

como estando en tormento, en el fuego eterno, en la densa oscuridad de las tinieblas, pereciendoy en estado de perdicin, no sera correcto identificar dicha condicin con una sola de las

descripciones. Lo que queda muy claro es que esta suerte final consiste, sobre todo, en privacin

y en sufrimiento. Se ob5eta a esta parte de la ense*an/a bblica que sobre la base de un opamos aqu con un profundo

misterio, y, sin pretender ahondar en sus profundidades, acaso convenga decir aqu que esa

ob5ecin hecha a la Eiblia ignora la naturale/a de la muerte. 'omo hemos visto, la muerte no esslo un acontecimiento, es un estado, es la esfera en la cual el mal time un imperio, y los

pecadores se encuentran dentro de esta esfera 0no pueden hallarse en ninguna otra parte4 con

todo lo que ello implica, a menos que sean redimidos de la misma. Si un hombre contin#apecando, contin#a estando muerto, y si lo que esto representa puede demostrarse ms claramente

hablando de la segunda muerte, o del fuego eterno, o de la densa oscuridad de las tinieblas, o del

estado de perdicin de los pecadores, tanto me5or.

III

III

D($ B$ Mc&o-all *a1la de la segunda muerte como ser arro7ado de la presencia de &ios ' eternaamargura$ =o eHtincin: el pensamiento moderno nos lleva a creer 2ue la eHtincin de la personalidad esimposi1le, ' esto es ciertamente lo 2ue ense risto$ Pero e2uivale a algo peor, es la muerte del poderser *ec*os a imagen de &ios nuevamente, la eterna imposi1ilidad de entrar en comunin con el Bmor(&olution and the eed of #tonement, p$ !36$


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EL E'EMI#" E' L% B%(%LL%2asta aqu hemos considerado la naturale/a y la e%tensin de la muerte, as como su radio de

accin entre los hombres, e%tendiendo su maldicin sobre la totalidad de la ra/a. Sin embargo, el

9uevo >estamento no parece tener esto como lo ms importante& antes bien, uno est tentado dedecir que se trata tan slo del prlogo de lo que es realmente importante.

1s un hecho sorprendente que si abrimos una concordancia y e%aminamos el vocablonekros, encontramos que la mayor parte de los pasa5es citados tienen ms que ver con la vida

que con la muerte y, sobre todo, con la resurreccin de entre los muertos43. 1sto es consecuente

con la naturale/a de imoteo +-+4 y queda dicha inmortalidad al hombre como un regalo de gracia 0O 'orintios M-MF, M4. La Eiblia

est ms interesada en la vida que en la muerte. 2emos de pensar en la muerte no tanto como

teniendo e%istencia propia sino como la negacin de la vida eterna, la vida que es propia del

hombre.

La liberacin de la muerte, en el 9uevo >estamento, est ntimamente asociada a la muerte de'risto. Profundi/ar en este punto nos llevarla a investigar la manera como la e%piacin fue

reali/ada, lo cual trascendera los limites de este traba5o. Aqu no podemos ms que observar,

brevemente, que, por medio de la muerte del Salvador,


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A llegar a este punto hemos de salir al paso de algunos malentendidos que suelen producirse

a veces. 'omo cuando 2. L. oudge, por e5emplo, escribe que "lo que primordialmente hace de

la muerte de 'risto algo de valor para nosotros es, seguramente, que porque l dio su vida en el'alvario ahora la puede impartir a nosotros4+. )ientras que, por un lado, no desearamos

minimi/ar el hecho de que el don de la vida nos lo ofrece el Se*or, es innecesario, por otra parte,

despreciar, o echar en olvido, la parte importante que la muerte de 'risto 5ug en todo ello. (. =.)o/ley discierne con mucha ms perspicacia cuando dice- "9o es cierto que el 9uevo

>estamento hable de la muerte de 'risto con muchas votes sin armnico concierto. >odo lo

contrario, hay un pensamiento que aparece constantemente- la muerte es la respuesta de


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Pero la muerte del pecador no puede e%piar sus pecados ni los de los dems. Sin embargo, la

muerte del 2i5o del 2ombre s time este poder.


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nuestro Se*or constituye el ms grande acontecimiento en torno al cual el 9uevo >estamento

parece girar, por cuanto se*ala la victoria completa sobre el enemigo. )uri como todos los

hombres mueren, pero al tercer da resucit triunfante sobre todos los poderes de la muerte y elinfierno. 'omo re/a el himno-

La muerte no pudo detener su presa,Jess, mi al!ador"

puesto que #l rompi$ las re%as,

Jess, mi e&or.

>odo el 9uevo >estamento se estremece de go/o por esta victoria del )esas. La muerte ha

perdido su dominio soberano. 1sto queda refle5ado en algunos de los ttulos que se le dan al

encedor, tales como "Prncipe de ida$ 02echos F-M4, "Se*or de vivos y muertos$ 0:omanos-J4, " (ue/ de vivos y muertos$ 02echos -D4, "La Palabra de ida$ 0O (uan -4, y en

afirmaciones sorprendentes tales como- "en l estaba la vida, y la vida era la lu/ de los hombres$

0(uan -4 & "como el Padre time vida en s mismo, as dio al 2i5o que tuviera vida en s mismo$

0(uan M-D+4& "la vida fue manifestada$ 0(uan -D4.

As como 'risto es l mismo la vida 0(uan -+4, as tambin l es la fuente de vida para supueblo. 1s cierto que la muerte, finalmente, ser destruida 0O 'orintios M-+& Apocalipsis D -

4, y Pablo puede prorrumpir por ello en un cntico de triunfo- "? cuando esto corruptible se

haya vestido de incorrupcin, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces secumplir la palabra que est escrita- "Sorbida es la muerte en victoria. 6


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estamento. 1s cierto que, no obstante, los creyentes deben todava vivir en su carne y dentro de

la esfera que es propia a la muerte& su e%istencia fsica forma parte del destino com#n del hombre7el creyente no de5a de ser hombre por ello7 que est sellado con el sello de la muerte. Pero hay

para l la seguridad y el go/o cierto de que la #ltima palabra no ser la pronunciada por la

muerte, sino la que pronunci 'risto en su muerte como 'onquistador del sepulcro, y tanto sivive como si muere el cristiano puede descansar en aqul que es la resurreccin y la vida.

Pero aunque los creyentes no conocern el pleno significado de la victoria sobre la muertehasta que lo e%perimenten por s mismos al traspasar el otro lado de la playa de la eternidad, ya

ahora, no obstante, y aqu, pueden empe/ar a vivir la e%periencia del triunfo sobre la muerte.

'risto ha anulado la muerte y ha sacado a lu/ la vida y la inmortalidad por el evangelio 0DO

>imoteo -4& por esta ra/n, el creyente ha pasado de la muerte a la vida 0O (uan F-4, se velibre de la ley del pecado y la muerte 0:omanos Q-D4, la muerte no puede separarlo de


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referidas #nicamente a la muerte fsica& el pensamiento evidente de las mismas es que el creyente

ha entrado a vivir en una nueva e%istencia como resultado de la obra de 'risto reali/ada en su

favor. ?a no est ms su5eto al enemigo, la muerte. Su liberacin es real, hecha efectiva parasiempre. Vue la muerte fsica ni merece consideracin en este conte%to de pensamientos sobre la

vida, se desprende de las palabras de (es#s a )arta- "?o soy la resurreccin y la vida& el que cree

en m, aunque est muerto, vivir$ 0(uan -DM y ss.4. 'omprobamos en estas palabras que el cre7yente, como los dems seres humanos, sufrir la muerte biolgica, pero ste no es el punto

principal. 9o morir 5ams en el sentido verdaderamente importante y trascendente, porque el

que cree en 'risto ha empe/ado a vivir una nueva vida en la que la muerte no tiene parte. 1n(uan Q-D, (es#s se refiere a los que mueren "en pecado$, he ah lo que verdaderamente es

horrible. Pero en el v. D el creyente queda e%cluido del n#mero de los que mueren en pecado.

'risto libera a los hombres de la muerte relacionada principalmente con el pecado.

>an cierto se halla (uan al escribir su primera carta, de esta liberacin de la muerte, que se

halla dispuesto a ofrecer una prueba del hecho de que, realmente, ha tenido lugar- "9osotros

sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos$ 0.a (uan F-4.

1n un mundo dominado por la muerte , las preocupaciones corrientes del hombre tienen que vercon toda clase de cosas que hacen imposible la eclosin de esta calidad de vida que es

caracterstica de la actitud cristiana- el amor. para decirlo de otra manera, la e%istencia de uncuerpo como el de la Gglesia cristiana, cuerpo unido por los la/os del amor, sera imposible

dentro de la esfera de la muerte. La misma e%istencia de este cuerpo es una prueba clara de que

sus miembros han pasado de la muerte a la vida, 7a la vida que verdaderamente es tal. 2emos,pues, de tener en cuenta que el use del tiempo perfecto en estos pasa5es de (uan adquiere su ms

profundo sentido en la intencin que tiene de e%presar el resultado permanente de una

e%periencia pasada, es decir- el valor perenne del sacrificio de la cru/ y la victoria de la

resurreccin.

9o es distinto el pensamiento de DO >imoteo -- "(esucristo quit la muerte y sac a lu/ la

vida y la inmortalidad por el evangelio.$ La derrota de la muerte y la eclosin de la vidaaparecen en este te%to ntimamente unidas al "evangelio$. 1ste evangelio es la proclamacin de

lo que 'risto ha hecho en la cru/ por el pecador. Por medio de la obra e%piatoria del Salvador ha

sido posible la victoria sobre la muerte.

Sera #til citar tambin el te%to de Santiago M-D- "el que haga volver al pecador del error de

su camino, salvar de muerte un alma$, donde la muerte, de nuevo, aparece como consecuencia

del pecado y de la cual el hombre se ve libre por su conversin. 1sta afirmacin de Santiagotiene su importancia, pues demuestra que el pensamiento teolgico que ve en la obra de 'risto la

gnesis del poder que libera de la muerte y de su esfera de corrupcin no se limita a Pablo o

(uan, sino que formaba parte del con5unto de ense*an/as aceptadas corrientemente por todos loscristianos primitivos tocante al camino de salvacin.

Hbservemos, finalmente, que la victoria cristiana sobre la muerte, con su consecuencia de vidaplena y abundante, resalta al ser comparada con otros sistemas. Pablo, por e5emplo, escribiendo a

los 'orintios, les dice que no tienen necesidad de presentar cartas de recomendacin, con lo cual

seguramente estaba pensando en algunos que consideraban el (udasmo 0no meramente la

revelacin del Antiguo >estamento, sino el con5unto de prcticas y creencias conocidas con este


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nombre4 como una religin tan importante que la tenan por parte integrante del cristianismo.

Pablo sale al paso de esta situacin recordando a sus lectores que


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antinatural, e%tra*o, horrible, como un enemigo. 9o se trata simplemente de un acontecimiento,

sino de un estado, y est relacionado muy estrechamente con el pecado. Pero la ense*an/a

primordial a importante del 9uevo >estamento no es que la muerte sea un mal, o que el hombreno la pueda vencer, sino que la muerte ha sido decisivamente derrotada por el sacrificio del

Salvador, Wel cual quit la muerte y sac a lu/ la vida y la inmortalidad por el evangelioX 0DO

>imoteo -4. Sobre este hecho descansa nuestra esperan/a.

III

El Salario Del Pecado-Morris

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