El Relativismo

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Por Mario Bunge

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EL RELATIVISMO (Mario Bunge)Si no existe ninguna realidad independiente, si el mundo entero es una construccin social, y si los hechos se reducen a proposiciones de cierto tipo, es patente que tampoco hay verdad objetiva alguna. En otras palabras, si no hay "afuera" de nosotros nada que no haya estado antes "adentro", la expresin "correspondencia de las ideas con los hechos" carece de sentido. Y si no hay verdad objetiva, la investigacin cientfica no es una bsqueda de conocimientos verdaderos. O sea, para emplear un eufemismo, que "lo que se considera como verdad puede ser diferente en distintos lugares y en distintos momentos" (Collins 1983, 88). ste es Sociologa de la ciencia el principio bsico del relativismo epistemolgico, que a su vez forma parte integrante del relativismo cultural. (Respecto de la influencia de este ltimo sobre la filosofa contempornea, vase Jarvie 1984.)Si el relativismo fuera verdadero, debera haber, por lo menos potencialmente, tantas matemticas "alternativas" como grupos sociales (o tnicos, o de otra ndole), a saber, matemtica masculina y femenina, Blanca y negra, occidental y oriental, y as sucesivamente. Segn nos lo recuerdan Bloor (1976) y Restivo (1983), sta fue por cierto una tesis de Oswald Spengler, filsofo de la historia pomposo y oscurantista que tuvo su poca de popularidad, y entre quienes la aprobaron se cont Wittgenstein. Pero fue tambin una tesis favorita de los nazis: as, por ejemplo, mientras que la matemtica aria era pare ellos concreta e intuitiva, la matemtica juda era abstracta y contraintuitiva. La falsedad de la tesis sobre las matemticas "alternativas" puede probarse demostrando que las proposiciones matemticas no se refieren a nada real (y en particular, a nada social), y que no necesitan justificaciones (ni, en particular, pruebas) que recurran a operaciones empricas (vase vg. Bunge 1985a, cap. 1). Lo que es cierto es que la matemtica no puede florecer en una sociedad atrasada, cuyos miembros carezcan por igual de la instruccin, la motivacin y los medios que se necesitan pare poder dedicarse a la ms Aura de las ciencias Auras.Tambin es verdad, aunque quizs eso no les interese a nuestros socilogos relativistas, que la matemtica moderna contiene gran cantidad de teoras matemticas "alternativas" al mismo tiempo que las "cannicas". Ejemplos de ellas son la lgica intuicionista, las teoras de los conjuntos no convencionales, la aritmtica modular, las geometras no euclidianas y el anlisis no estndar. De aqu que la verdad matemtica sea relativa, como se sabe desde hace ms de un siglo. (Por ejemplo, la igualdad "12 + 1 = 1" es verdadera en la aritmtica del reloj, pero falsa en teora de los nmeros. Otro viejo ejemplo: dentro de un crculo hay un nmero infinito de paralelas a cualquier recta dada, o sea, de rectas que no se cortan. Y otro ms, bien conocido: los elementos de un lgebra de Lie no son asociativos.) No obstante, toda verdad matemtica es relativa a alguna teora, no a la sociedad. Y cualesquiera desviaciones de las teoras matemticas cannicas, estndar, o clsicas obedecen al anhelo de generalizar, o sea, de superar las restricciones de teoras anteriores. (Ejemplo: si se omite la operacin inversa, un grupo se reduce a un semigrupo, y si se elimina la condicin asociativa ste pasa a ser un grupoide.) Todas estas transformaciones son producto de una pura curiosidad intelectual, y no responden a influencias sociales, a necesidades de la industria ni a exigencias ideolgicas: son respuestas a problemas conceptuales, no a problemas sociales. Si los problemas matemticos fueran problemas Sociologa de la ciencia sociales, estos ltimos seran en su gran mayora solubles, y adems, iran resolvindose a medida que progresa la matemtica, lo cual,lamentablemente, es imposible.La estructura de la sociedad no tiene nada que ver con las matemticas "desviadas", que no slo carecen de todo elemento social, sino que se cultivan juntamente con sus homlogas convencionales en una misma comunidad matemtica, independientemente de factores econmicos o polticos -con excepciones, claro est, como las de sociedades pobres que no pueden costearse actividades de investigacin considerables, y las ocasionadas por dictadores que no gustan de ciertas ramas de la matemtica-. As se dio el caso de dos gobiernos provinciales, durante la dictadura militar de 1976-1983 en la Repblica Argentina, que abrazaron inopinadamente el "programa fuerte" al proscribir la matemtica moderna (incluido el clculo vectorial) por considerarla marxista.p; hace ya mucho tiempo que se sintetiz en una frmula lapidaria: Veritas filia temporis, o sea, "la verdad es hija de su tiempo". Se trata de una reaccin ingenua a la variedad de culturas y a la multiplicidad de puntos de vista divergentes sobre unos mismos hechos. Esta multiplicidad de representaciones del mundo coexistentes o sucesivas inspira escepticismo, particularmente si se comparte la opinin externalista segn la cual las circunstancias e intereses sociales determinan y hasta constituyen la totalidad de las proposiciones cientficas.Hace ya mucho tiempo que los filsofos refutaron esos argumentos. La multiplicidad de teoras simultneas o sucesivas incompatibles entre s acerca de un mismo dominio factual slo prueba que la investigacin cientfica no garantiza la verdad instantnea, completa y definitiva. Pero, como lo ponen de relieve las pruebas observacionales y experimentales, es frecuente acertar con hiptesis parcialmente verdaderas. Y, como lo demuestra la historia de la ciencia, si una hiptesis es interesante y suficientemente verdadera, habr de estimular nuevas investigaciones que podrn a su vez determinar nuevas hiptesis, ms verdaderas o ms profundas. Lo que vale para las hiptesis y las teoras tambin es vlido, mutatis mutandis, para los diseos experimentales. Despus de todo, el progreso cientfico es una realidad.En cuanto a la sospecha de que si un proyecto cientfico ha sido motivado o deformado por intereses materiales o ideolgicos no podr suministrar resultados objetivamente verdaderos, es una muestra de lo que los filsofos denominan falacia gentica, segn la cual los conocimientos adquiridos han de juzgarse por su certificado denacimiento (o por su fe de bautismo). (El argumentum ad hominem es un caso especial de la falacia gentica.) Una hiptesis, dato o mtodo puede ser correcto (verdadero, en el caso de una proposicin) independientemente del motivo de la investigacin que lo produjo, as Sociologa de la ciencia como puede ser falso aunque sea producto de las ms puras intenciones. En sntesis, la veracidad de una idea es independiente de su origen y de su utilizacin, y debe ser verificada por medios estrictamente objetivos.Lo mismo ocurre con el contenido de una idea. Por ejemplo, Durkheim sostuvo que todas las ideas lgicas, en particular la de la inclusin de clase, tienen origen social (y en particular, religioso), pero no pretendi que tuvieran tambin un contenido de esa ndole. Otra fuente de relativismo, a la cual ya haba recurrido Kuhn (1962), esla percepcin de figuras ambiguas como las estudiadas por los psiclogos de la Gestalt. Por ejemplo, si en un momento dado veo un rostro humano, que luego me parece un jarrn, qu es lo que realmente estoy viendo, y cmo puedo afirmar que una u otra de ambas percepciones es la correcta? El constructivista replica: "Lo mejor de este ejemplo es que gracias a l podemos advertir cun necio es preguntar cul de estas percepciones es la real" (Collins, 1983, 90; las itlicas son del original). Pero, desde luego, una figura ambigua es, por definicin, algo que puede interpretarse de dos maneras diferentes, ninguna de las cuales es ms verdadera que la otra. La ambigedad reside en la figura y en su percepcin, no en el rostro ni en el jarrn reales. Collins sugiere que tal ambigedad afecta a todos los problemas, datos, hiptesis y mtodos cientficos. Pero ni l ni nadie han presentado prueba alguna de que as ocurre en efecto. Adems, todo hombre de ciencia o filsofo de la ciencia sabe perfectamente que la ambigedad y la vaguedad son fenmenos que ocurren, pero que deben ser corregidos. Todos sabemos que los adivinos prosperan gracias a la ambigedad, pero ningn estudioso serio de la ciencia ha pretendido jams que los investigadores cientficos deban resignarse a ella.Mario Bunge, Sociologa de la ciencia.