EL POCHO DE L A GENTE

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Si bien son muchos los futbolistas que participan en eventos solidarios, son muy pocos los que asumen la

responsabilidad de llevar adelante una fundación. En diálogo con andar, Ezequiel “Pocho” Lavezzi recuerda su

infancia y cuenta por qué creó, junto a su hermano Diego, la Asociación Niños del Sur.

10 - Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina

Ezequiel Lavezzi no es Javier Zanetti. El año pa-sado llegó a su tatuaje número 30, posó para un calenda-rio con las más bellas modelos italianas y fue multado por su club luego de una noche de champagne.

Sin dudas, su perfil es otro. Pero el Pocho también se des-taca en el fútbol italiano y tiene su propia fundación soli-daria. La Asociación Niños del Sur (Ansur) que creó junto a su hermano Diego, asiste desde hace más de un año a chicos en situación de riesgo social en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe.

“No hace falta tener un perfil particular para ayudar, sino ganas de hacerlo”, dice el Pocho de visita en la Argentina. “Me siento identificado con muchas situaciones que atra-viesan los chicos porque yo me crié en esas mismas ca-lles. Mi vieja trabajó limpiando casas para darnos de co-mer a mis hermanos y a mí, y al mismo tiempo, gracias a Dios, nos enseñó a tomar decisiones correctas. Pero hoy hay muchos chicos que están solos”, explica.

La promesa

El Pocho sufrió muchas necesidades de chico y siempre dijo que el día que tuviera la posibilidad de ayudar a que otros no cayeran en la drogadicción y en la delincuencia, lo iba a hacer. Años más tarde las cosas le empezaron a salir bien y el delantero cumplió. “Ezequiel había jugado tres partidos en San Lorenzo y ya quería armar algo para los chicos del barrio”, interviene Diego Lavezzi, hermano del Pocho y Presidente de Ansur. “La idea siempre estu-vo”, confirma.

“No hace falta tener un perfil particular para ayudar, sino ganas de hacerlo”

La ciudad de Villa Gobernador Gálvez se encuentra al sur de Rosario, del otro lado del arroyo Saladillo. Su población constituye la segunda localidad del conurbano rosarino y la cuarta de la provincia de Santa Fe. “Es una ciudad que en la actualidad tiene graves problemas sociales de desocupa-ción, violencia, marginalidad y consumo de droga”, subraya Diego.

“Nosotros venimos de otra crianza. El barrio lamentable-mente fue cambiando para peor. Antes el que no estudiaba tenía un oficio, pero en la década del noventa todo eso se vino abajo. Los pibes ahora están todo el día en la esquina fumando porro y tomando alcohol”, señala.

Los valores

Los hermanos Lavezzi coinciden en que el grave problema de hoy, es la ausencia de valores y no de alimentos. “Los pibes no tienen una dieta hecha por un nutricionista, pero se la rebuscan para comer”, sostiene Diego.

La asociación ayuda actualmente a treinta chicos y tiene otros tantos a la espera de que se amplíe el presupuesto. Los niños cuentan allí con seguimiento escolar, apoyo de asistentes sociales, psicólogos y talleres que apuntan a suplir o subsanar la ausencia de la familia. En definitiva, a crear valores entre los chicos.

“El grave problema de hoy es la ausencia de valores”

“El año pasado se nos quedaron dos chicos de grado, así que para el próximo ya les dije que el que repetía no podía seguir más en Ansur”, se pone firme Diego. Aunque luego confiesa ser el primero en ir a hablar con las maestras a la hora de pedir mayor comprensión. “Hay un chico, por ejem-plo, que la madre falleció y el padre es alcohólico. A veces repetir de grado significa marginar más al pibe…”, dice.

EL POCHO DE L A GENTE

LA VIDA EN NÁPOLES

• “En Nápoles me tratan como un rey. La gente es muy apasionada y te demuestra el cariño todo el tiempo. Casi que no puedo salir de casa. El hecho que Maradona haya hecho todo lo que hizo acá es algo que a los argentinos nos fascina y fue fundamental para que me decidiera por Nápoles. Ahora puedo decir que viví la experiencia de jugar en el club donde estuvo Diego. Que él diga, además, que tengo que usar la ca-miseta N° 10, es algo que me enorgullece”.

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La Asociación Niños del Sur (Ansur) es una organización sin fines de lucro que asiste a niños y preadolescentes en situación de riesgo social en Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe. Su misión es mejorar la calidad de vida de los niños y niñas contribuyendo al desarrollo de sus subjeti-vidades y aptitudes. Ansur cuenta con un centro en el cual se desarrollan diversos programas que buscan fortalecer la posibilidad de construir un futuro a través del aprendi-zaje, la cooperación, la generación de vínculos solidarios y la integración social con su familia y la comunidad.

CÓMO COLABORAR

Los teléfonos para comunicarse con la Asociación Ni-ños del Sur son: (Buenos Aires) 011 4778-3632 y (Villa Gobernador Gálvez) 0341 317-1200. También se la pue-de contactar vía email (info@ansur.org.ar) o a través de su página web (www.ansur.org.ar)

El compromiso

Por ser el mayor de los tres hermanos, además de ir a la es-cuela técnica mañana y tarde, Diego tuvo que trabajar desde pequeño.“Me enseñaron a laburar y a estudiar para que no anduviera en la calle”, cuenta. Hoy se dedica junto a su padre al reciclado de plásticos y, además de Ansur, se las ingenia para conseguir donaciones para Coronel Aguirre, el club del barrio en el que dio sus primeros pasos en el fútbol Ezequiel.

El Pocho, por su parte, además de meter goles en el Nápoli y tirar paredes con Messi en la selección, cuenta que mantiene un contacto permanente con el equipo de Ansur. Tanto con su hermano como con los directores. “Sigo las actividades de los chicos y cada vez que puedo vengo a la Argentina para verlos y pasar un rato con ellos”, dice. “La primera vez fue una sensación hermosa. Me emocioné muchísimo. Los chi-cos me ven como una referencia, como uno de ellos que pudo salir y eso es un valor a transmitirles todo el tiempo”, dice.

“Se que tener una asociación propia implica una gran respon-sabilidad y muchos prefieren no meterse… pero yo siento un profundo compromiso porque la viví y se a lo que se enfrentan estos jóvenes. Prefiero asumir el riesgo”, concluye •

LA SELECCIÓN

• “Siempre la aspiración es el máximo. Ojalá poda-mos mantenernos como hasta ahora que no es nada fácil. Espero ganarme un lugar y poder estar en la Copa América. La Selección nacional es el sueño más importante de todo jugador”.