El Periodismo en La Vida de Ruben Dario

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Trabajo, escrito el 6 de febrero de 1964, fue leído en el Centro Cultural de Rivas el 5 de Febrero de 1988 a las 9:00 p.m, víspera del Aniversario de su fallecimiento …. (72 años, en 1964). El autor, q.e.p.d., es padre del que lo envia. El documente hace una vision del Ruben periodista

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EL PERIODISMO EN LA VIDA DE RUBEN DARIO.

Por: TEOFILO JIMENEZ VIALES.

Trabajo, escrito el 6 de febrero de 1964, fue leído en el Centro

Cultural de Rivas el 5 de Febrero de 1988 a las 9:00 p.m, víspera

del Aniversario de su fallecimiento …. (72 años).

Rivas, 1988.

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“EL PERIODISMO EN LA VIDA DE RUBEN DARIO”.

Por: TEOFILO JIMENEZ VIALES.

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“EL PERIODISMO EN LA VIDA DE RUBEN DARIO”.

Por: Teófilo Jiménez Viales.

“No conozco el valor del oro… Saben esos

que tal dicen, lo amargo del jugo de mis sesos

del sudor de mi alma, de mi sangre y mi tinta,

del pensamiento en obra y de la idea encinta”.

(fragmento de la Epístola a la señora de

Lugones)

La Dirección de este centro me ha designado para decir algunas

palabras sobre Rubén Darío. Acepté gustoso. Tantos ángulos que enfocar en la

vida y producción literaria del poeta. Tantas facetas que ostenta tan raro

brillante del mundo de las letras. Y tan agotado el tema dariano en las diversas

conmemoraciones que por este tiempo, desde hace unos 15 años, se jalonan

celebrando el tramonto del genio a la inmortalidad literaria.

En Darío se fusiona a cabalidad esa rara cualidad en los hombres de

letras: prosa y verso. Nos topamos con un cultor exquisito de ambas formas: un

gran, pero gran poeta y un exquisito prosista. Es en el ejercicio de la prosa y

más concretamente en el ejercicio del periodismo en su vida, donde quiero

exponer algunas ideas. Un rápido tránsito por las etapas diversas de este

angustiado hombre, que desde temprana edad, siente el característico olor a

tinta de imprenta. Ruidos de chibaletes, de cajas y tipos. De todo ese pequeño

engranaje material de la pequeña imprenta de fines del siglo pasado y

principios del actual.

La vocación irresistible de Darío hacia la poesía lo empuja al periódico

para dar a conocer, primero, tímidamente sus balbuceos poéticos,

progresivamente expláyase con más seguridad y aplomo, por último a llegar a

ser lo que fue un extraordinario hombre en la República de las letras, ya no

centroamericanas, ya no americanas, sino mundiales.

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AÑOS DE PREPARACION Y ESTUDIOS:

Así que el poeta – niño, como graciosamente se le llamara en León de

Nicaragua se asoma, como dice Marcelo Jover, “a esa única ventana de

libertad que son los periódicos”. Y se dedica a frecuentar las imprentas, esos

arietes por donde saldría su verbo encendido en multiforme poesía. El poeta

necesita la imprenta para dar a conocer sus producciones de adolescente.

Pero, poco a poco, como un soldado de la ideas, va cayendo en el ejercicio de

la prosa y quizás sin quererlo, en el del periodismo. Un periodismo de combate,

ideológico, de lucha. Nos dice en su “Autobiografía”, escrita en Buenos Aires, a

vuela pluma, por encargo de la revista “Caras y Caretas”, con dos secretarios a

su vera, trabajo que duró del 11 de Septiembre al 5 de Octubre del año de

1912, en algo así de 24 a 25 días, con el fin de obtener algún dinero. Pero

oigamos al poeta narrarnos su iniciación en el periodismo:

“Se publicaba en León un periódico político titulado “La Verdad”. Se me

llamó a la Redacción. Tenía a la sazón cerca de catorce años- se me

hizo escribir artículos de combate, que yo redactaba a la manera de un

escritor ecuatoriano, famoso, violento, castizo e ilustre, llamado Juan

Montalvo, que ha dejado excelentes volúmenes de tratados,

conminaciones y catilinarias. Como el periódico “La Verdad” era de la

oposición, mis estilados denuestos iban contra el Gobierno, y el

Gobierno se escamó”.

Trasládase a Managua para escapar a inminentes persecuciones

políticas; lo protege el doctor Modesto Barrios, a la sazón Director de “La

Gaceta”. El doctor Barrios es además protector del poeta, su mentor y lo

relaciona con personajes importantes de la intelectualidad Nacional y

extranjera, entre ellos: Antonio Zambrana, orador cubano; Lorenzo Montúfar,

historiador guatemalteco y otros tantos, como el Doctor José Leonardo y

Bertholet, de origen polaco y posteriormente, con do Enrique Guzmán, famoso

crítico granadino. Por este tiempo Rubén es colocado en un modesto empleo

en la Biblioteca Nacional, etapa que el poeta aprovecha exprimiendo el tiempo,

devorando libros, asimilándolos, labor que le será de mucha utilidad más tarde.

Etapa de autodidacta de Rubén. Lee de todo; filosofía, mitología, clásicos, etc.

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RELACIONES CON EL PERIODISMO:

Al cabo de un corto viaje a El Salvador, en tiempo de Zaldívar, Darío se

suma nuevamente al ejercicio periodístico. Dos periódicos acogen sus

producciones en aquel tiempo. En uno se desenvuelve en prosa: “El Porvenir

de Nicaragua”, que dirige al periodista Fabio Carnevalini, de ascendencia

italiana. El otro “El Diario Nicaragüense”, que se edita en Granada, lo utiliza

para dar a conocer su inquieta y rara poesía. Acerca de esta etapa del aeda,

dice Marcelo Jover: “Que extraña y compleja mentalidad va reafirmándose en

el poeta – hombre. Lee, escribe, contempla y medita. Se hizo a sí mismo, con

la categoría de un autodidacta que encontraba la noción de las cosas en un

plano de las más elevadas concepciones”. Mientras tanto, Rubén colabora

también con otro periódico en Managua, que se llama “El Imparcial”, donde se

especializa – encuentra su camino - en crítica literaria.

VIAJE A CHILE:

El por qué Rubén escogió a Chile como país sudamericano que le sirve

de punto de partida, de escala inicial para ascender hacia la cima, el mismo

nos lo dice en su “Autobiografía”, así:

“A causa de la mayor desilusión que pueda sentir un hombre enamorado

resolví salir de mi país. Para dónde? Para cualquier parte. Mi idea era

irme a los Estados Unidos. Por qué el país escogido fue Chile?. Estaba

entonces en Managua, un general y poeta salvadoreño, llamado don

Juan Cañas, hombre noble y fino, de aventuras y conquistas. Minero de

California, militar en Nicaragua cuando la invasión yanqui Walker.

Hombre de verdadero talento, de completa distinción y bondad

inagotable. Chilenófilo – fijarse en el cuño de esta palabra- decidido,

desde que en Chile fue diplomático allá por el año de la Exposición

Universal “Vete a Chile” – me dijo – Es el país adonde debes ir. Pero,

don Juan- le contesté- cómo me voy a ir a Chile si no tengo los recursos

necesarios? – Vete a nado- me dijo aunque te ahogues en el camino”.

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Su primer dinero chileno lo gana Rubén al periódico “El Mercurio”, que le

publica un artículo necrológico sobre Vicuña Mackenna. Fue pagado

largamente, según palabras del propio poeta. No tarda mucho Rubén en ser

admitido en un importante diario chileno llamado “La Epoca”, gracias a una

valiosa recomendación y desde ese momento, apunta al poeta: “me incorporé a

la jóven intelectualidad de Santiago”. Perteneciendo a la redacción de “La

Epoca”, Rubén compone en un santiamén la famosa décima dedicada a don

Ramón de Campoamor. Según Darío, el director reúne a todos los redactores y

les dice: “Vamos a dedicar un número a Campoamor, que nos acaba de enviar

una colaboración. Doscientos pesos al que escriba la mejor cosa sobre

Campoamor”. Naturalmente que la décima rubeniana dio en el blanco: “Este del

cabello cano, como la piel del armiño”, etc… Más tarde en España,

Campoamor ya viejo y achacoso, conoció la décima y agradeció a Rubén el

homenaje suyo.-

CORRESPONSAL EN “LA NACION”:

Llegamos en este itinerario periodístico del poeta al momento

trascendental en que el gran diario bonaerense “La Nación”, lo acepta como

corresponsal viajero, cargo que Darío “tenía viva aspiración” de ejercer, según

lo afirma. Es en Chile donde a través de don Eduardo de la Barra, se conectó

con el General Bartolomé Mitre, director – propietario del gran diario “La

Nación” y según Rubén, con tal recomendación “a vuelta de correo venía la

carta del General, con palabras generosas para mí, y diciéndome que se me

autorizaba para pertenecer desde ese momento a su periódico”. Estos nexos

con el gran diario argentino son tan importantes en la vida andariega, bohemia

y manirrota del poeta, que más tarde la llamará “Mamá Nación”. O sea

proveedora aunque no con mucha largueza, de los fondos necesarios que

permitían a este gran señor, darse una vida sibarítica, rozarse con lo mejor

intelectual y socialmente en Madrid y París. Volveremos más adelante sobre

estas circunstancias y mientras tanto, el poeta una vez nombrado corresponsal

de “La Nación”, vuelve a Nicaragua nuevamente, de regreso de Chile.-

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DIRECTOR EN DIARIOS DE CENTROAMERICA:

A causa de aventuras sentimentales Rubén parte a “El Salvador”, bajo el

régimen del General Francisco Menéndez, partidario de la Unión

Centroamericana. Ya Rubén en Centroamérica goza de prestigio y se le

respeta en los cenáculos literarios. Menéndez, lo manda a llamar y le solicita

que se “haga cargo de un diario que sostenga los principios de la Unión”. El

diario llevó ese título y Rubén – primera vez- fue nombrado Director. Dice:

“Estaba remunerado con liberalidad. Se me pagaban aparte los sueldos de los

redactores. Se imprimía el periódico en la imprenta nacional y se me dejaba

todo el producto administrativo de la empresa. Tenía bajo mis órdenes a un

escritor político de Costa Rica, a quien encomendé los artículos editoriales, don

Tranquilino Chacón; a un fulminante colombiano, famoso en Centroamérica

como orador, como taquígrafo y aún como militar y como revolucionario; un

buen diablo, Gustavo Ortega y a cierto malogrado poeta costarriqueño, mozo

gentil, que murió de tristeza y de miseria: me refiero a Aquiles Echeverría”.-

(Autor de las “Concherías”).

HACIA GUATEMALA A LA ESTAMPIDA:

Tan floreciente situación en la vida periodística que gozó en “El

Salvador” no dura mucho tiempo para Darío.- Un golpe militar contra su

protector, encabezado por el General Ezeta, obliga al poeta a poner pies en

polvorosa y enfila proa hacia Guatemala. Ezeta quiere atraerse al poeta para

ocuparlo confines propagandísticos a raíz de su cuartelazo, pero Rubén con

alto sentido de la amistad y el reconocimiento con Menéndez, se niega

cortésmente a quedarse. Toma barco a Guatemala y cae con buen pie con el

régimen del General Lisandro Barrillas.- A los pocos días goza del favor oficial

y hételo nuevamente a Rubén como director.- propietario de un diario de

carácter “semi-oficial” llamado el “Correo de la Tarde”. Tiene como colaborador

literario a un “jovencito de ojos brillantes y cara sensual”, llamado Enrique

Gómez Carrillo, con quien más tarde en París y Madrid, será amigo y hermano

a veces, otras distanciado y malqueriente. En fin, Gómez Carillo, llamado el

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príncipe de los cronistas, goza de un carácter vanidoso, tornadizo y sumamente

quisquilloso.-

“No solamente se me entregó mi nombramiento y mi carta patente

correspondiente, sino una buena suma de sueldos adelantados. En

seguida tomé vapor para Nueva York”.

En Nueva York pernocta y se conecta con poetas hispanoamericanos.

Fraterniza con José Martí, entonces en plena lucha por la libertad de su patria y

por fin, PARIS, el sueño de su vida, tanto es así que el poeta apunta: “Yo

soñaba con París desde niño, a punto que cuando hacía mis oraciones rogaba

a Dios que no me dejase morir sin conocer París. París era para mí como un

paraíso en donde se respiraba la esencia de la felicidad sobre la tierra”.

Una breve pero fecunda estancia en el París de sus sueños. Se

relaciona con lo más pujante de la intelectualidad francesa e

hispanoaméricana. Vuelve a juntarse con Enrique Gómez Carillo, quien le sirve

de cicerone. Noches de bohemia y placeres en figones y cabarets nocturnos.

Champaña abundante. El poeta lleva dinero y lo gasta a manos llenas con sus

amigos espirituales.- Por eso le dicen sus malquerientes que no conoce el valor

del dinero.-

EN BUENOS AIRES Y POR FIN “LA NACION”:

En Buenos Aires Rubén es saludado cordialmente por los grandes

diarios “La Prensa” y “LA NACION”, para el cual trabaja todavía. Presenta ante

las autoridades sus cartas consulares y es reconocido como Cónsul General de

Colombia en Argentina: Una ironía tremenda, que otro país lo escogiese para

un cargo de poca monta, lo designa otro país y lo escoge para un cargo más

por amistad personal pero lo nombran por el alto valor del titular y su

Nicaragua, lo hace a un lado. Rubén sinteriza sobre el nuevo cargo lo

siguiente: “Mi puesto no me dio ningún trabajo, pués no había nada que hacer”,

etc… Así que comienza a rozare con lo más grande de la intelectualidad

argentina y entrelaza una amistad que es duradera, la del poeta Leopoldo

Lugones, un poeta de gran envergadura y talla en el Parnaso argentino.-

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Llegar a Buenos Aires y no visitar LA NACION, es algo imperdonable

para el poeta. Su primera visita es para el diario que lo estima y lo aprecia.

Dirige el diario Bartolito Mitre, hijo del fundador, general Bartolomé Mitre

(Rubén en agradecimiento más tarde le dedica una obra a éste). Es bien

recibido. El hijo lo lleva a conocer al padre. Rubén se queda estático ante la

fisonomía de “aquel varón de historia y de gloria”, que le habla de

Centroamérica, de sus historiadores Montufar, Ayón, Fernández, Batres

Montúfar, y le pregunta sobre el Canal de Nicaragua.- “Estuvo suave y

alentador en su manera seria y como triste, cual de hombre que se sabía ya

dueño de la posteridad”, señala el poeta.-

Recorre los talleres del diario. Es presentado al Consejo o Staff de

Redacción del gran diario e íntimó con Roberto J. Payrón, y José Miró. No

olvidar que Rubén siempre cuenta con el beneplácito de “La Nación”. Ahora

será un colaborador alternando su no hacer nada en el consulado de Colombia,

con un afiebrado afán de trabajo en la culta Buenos Aires.- “Pasaba mi vida

bonaerense escribiendo artículos para “LA NACION” y versos, que fueron más

tarde mis prosas profanas” y buscando por noches “el peligroso encanto de los

paraísos artificiales” dice Rubén… Y antes:”Comencé a publicar en “LA

NACION” una serie de artículos sobre los principales poetas y escritores que

entonces me parecieron raros o fuera de lo común. A algunos les había

conocido personalmente; a otros, por sus libros. La publicación de la serie de

“LOS RAROS”, que después formó un volumen, causé en el Río de la Plata,

excelente impresión”, etc.

DE LLENO EN EL PERIODISMO MILITANTE:

Una infausta noticia acontece que corta de tajo aquella vida agradable y

mundana del poeta en Buenos Aires. En Colombia ha muerto el doctor Rafael

Nuñez, su protector y por quien obtuvo el Consulado de Colombia. Pocos

meses después recibe el poeta nota de Bogotá, en que “se le anuncia la

supresión de ese Consulado”.

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Esta cancelación del Consulado de Colombia en Argentina, obliga a

Rubén a entrarle de lleno al periodismo militante, que le deparaba sorpresas en

su agitada trayectoria por Europa y otros países del mundo.-

“Me quedé sujeto a lo que ganaba en “LA NACION” – no olvidar que en

adelante el poeta contará siempre con este báculo económico – Mamá Nación.-

Luego a un buen sueldo, que por inspiración providencial, me señaló en la “La

Tribuna”, su director, mi buen amigo Mariano de Vedia”. Que labor

desempeñaba concretamente el poeta en sus afanes periodísticos?. El

contesta: “Mi obligación era escribir todos los días una nota larga o corta, en

prosa o verso en el periódico… Casi todos las composiciones de “Prosas

Profanas” fueron escritas rápidamente, ya en la redacción de “La Nación”, ya

en los meses de los cafés… “El coloquio de los Cantauros” lo concluí en “La

Nación”, en la misma mesa en que Roberto Payro escribía uno de sus

artículos”. Por consiguiente, es falso que este poema lo haya escrito en

Heredia-Costa Rica. Esto lo afirmo porque una vez oí en Costa Rica tal noticia.

Durante esta prolongada estancia que Rubén vive en Argentina, del

“jugo de sus sesos”, como dijera el comienzo de este trabajo, ingresa en un

ateneo, dirigido por “reconocidos capitanes de la literatura, la ciencia y el arte”.

Viaja por el interior de Argentina. Envía crónicas a la NACION. Cultiva buenas

amistades social y literariamente hablando. Y llega un nuevo momento estelar

para el poeta que lo empujará de nuevo a su ansiado París a horcajadas de su

“Mamá Nación”, que no lo abandonará, en sus triunfos ni en sus tristezas, en la

cima como en la decadencia. Una rara historia en que un periodista se ata al

cordón umbilical de su “Mamá Nación” y no se corta el nudo sino con la muerte.

DE NUEVO EN ESPAÑA Y EN FRANCIA:

En aquellos tiempos finiseculares el periodismo disfruta de una

tranquilidad grata. No existen las agencias noticiosas, el teletipo, la fotografía

instantánea, la legión de reporteros diseminados por el mundo para informar la

noticia al minuto, como sucede hoy. Rubén ejerce un periodismo consecuente.

Quieto, sin prisas, sin sobresaltos, riesgos anejos al oficio. Así que este

periodista que tenemos en Rubén, es de este tipo, que gana en intensidad

sustanciosa, apronta mayor documentación para el comentario, pergeña sus

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famosas Crónicas a “LA NACION” con calma y en la quietud de su estudio o

apartamentos en Madrid ó París. No existe todavía ó si existe, la máquina de

escribir no es el instrumento adecuado para un literato de garra con Rubén,

para quien la clásica pluma es el arma de combate.- Cómo se enrola hacia

Europa a horcajadas de LA NACION?.

Dice él mismo: “Acaba de pasar la terrible guerra de España con los

Estados Unidos. Conversando, Julio Piquet me informó de que LA

NACION deseaba enviar un redactor a España para que escribiese

sobre la situación en que había quedado la madre Patria. Estamos

pensando en quién puede ir? – me dijo – le – contesté inmediatamente:

Yo. Fuimos a hablar con el señor de Vedia y con el Director. Se arregló

todo en seguida. Cuándo sale el primer vapor? – Pasado mañana –

Pues me embarcaré pasado mañana… Dos días después iba yo

navegando con rumbo a Europa. Era el 3 de Diciembre de 1898.”

Comienza Rubén en esta etapa a vivir del “sudor de mi alma, de mi

sangre y mi tinta”. Sólo quien ha trajinado en estos afanes puede comprender

lo exacto de la expresión del poeta. Envía crónicas desde España para “MAMA

NACION”.- (Más tarde formará un libro de crónicas, modelo en su género que

se llama “España Contemporánea”) Que se hicieron sus viejos amigos y

camaradas con quienes intimó en ocasión anterior? Dice el poeta: “He buscado

en el horizonte español las cimas que dejare no ha mucho tiempo, en todas las

manifestaciones del alma Nacional: Cánovas, muerto: Ruiz Zorrilla, muerto:

Castelar, desilusionado y enfermo: Valera, ciego: Campoamor, mudo,

Menéndez y Pelayo… No está por cierto España para literaturas… “En cambio

alterna con otros valores nuevos que surgen de las cenizas de la guerra;

Benavente, Baroja, Maeztu, hermanos Machado, Villaespesa, Juan Ramón

Jiménez, Marquina, Echegaray, Joaquín Dicente, Del Valle Inclán, Unamuno,

Etc. para no citar más”.

EL CONTENIDO DE SUS CRONICAS:

Qué temas aborda el periodista Rubén Darío en sus bien gustadas

crónicas a “LA NACION”. Oigámosle personalmente: “Escribí sobre el

periodismo español, sobre el teatro, sobre libreros y editores, sobre novelas y

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novelistas, sobre los académicos, entre los cuales tenía admiradores y

abominadores; escribí de poetas y de políticos. Dí mis opiniones sobre la

crítica, sobre la jóven aristocracia, sobre las relaciones Iberoamericanas;

celebré a la mujer española y sobre todo, gracias sean dadas a Dios, esparcí

entre la juventud los principios de libertad intelectual y de personalismo

artístico, que habían sido la base de nuestra vida nueva en el pensamiento y en

el arte, de escribir hispanoaméricanos y que causaron allá espanto y enojo

entre los intransigentes”.

Para un portaestandarte de su movimiento literario que fue llamado, el

“modernismo”, la coyuntura de un diario, de un gran diario, como es LA

NACION, no puede venirle más, que como anillo al dedo. El periódico, como

dije al principio de este trabajo, tiene gran influencia en la vida del poeta, desde

que comienza haciendo pininos con aquellos versos lánguidos y tímidos, hasta

que en su plenitud intelectual en España ó en Francia, jefe de un movimiento,

difunde sus ideas a los cuatro vientos, golpea y martilla, abriendo cauces,

limando intransigencias, combatiendo tradiciones y purismos. Pocas veces se

ha visto en la historia del periodismo de preguerra – 1914 – 1919 - ¡Una

conjunción tan perfecta: un gran diario representado en la Ciudad Luz por un

gran poeta, un gran literato y también un gran periodista. Gómez Carillo, que es

considerado maestro de cronistas, no deja de sentir ciertos celos profesionales

con Rubén, que cuenta con MAMA NACION, que el gran diario no lo abandona

y que las crónicas de Darío rivalizan con las suyas. Se trata de un verdadero

maestro del idioma y un hombre que conoce su oficio por los cuatro costados.

Ambos maestros de la crónica, personalmente tenían grandes

diferencias: Rubén, amplio, abierto, afectuoso, amigo, en fin. Gómez Carillo,

vanidoso, susceptible, capaz de rencores aunque no hondos ni largos.

Contradictorios, no obstante, ambos conocían sus respectivos valores

intelectuales.-

CRONICAS DE LA EXPOSICION DE PARIS EN 1900:

Llega el cable anhelado para Rubén de MAMA NACION, ordenándole se

traslade a París, para informar de un singular suceso que tiene lugar al alborear

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del siglo actual: La Exposición Universal de París. Otra vez el poeta en el

adorado y ansiado París, a horcajadas en el gran Diario “LA NACION”. Pero no

nos resistimos a reproducir sus propias palabras acerca de su cometido:

“La Exposición de París estaba para abrirse. Recibí orden de LA

NACION de trasladarse en seguida a la capital francesa. Partí, en París

me esperaba Gómez Carillo y me fui a vivir con él al número 29 de la

calle Faubourg Montmartre. Carillo era ya gran conocedor de la vida

parisiense. Aunque era menor que yo, le pedí consejos: - Con cuánto

cuenta usted mensualmente? Me preguntó.- Con esto – le contesté,

poniendo en una mesa un puñado de oro de mi remesa de LA NACION.

Carrillo contó y dividió aquella riqueza en dos partes: una pequeña y una

grande.- Esta, me dijo apartando la pequeña- es para vivir: guárdelo y

esta otra es para que lo gaste todo”.

Puede deducirse de las propias palabras del poeta que su diario, su

MAMA “LA NACION”, no deja de cuando en cuando de retribuirle su “sangre y

su tinta” con alguna largueza económica, dinero que se escurre rápidamente de

las manos de Rubén, porque no es un hombre apegado al vil metal. En esta

oportunidad Darío conoce en forma rápida a otro hermano en las musas de otra

lengua: Oscar Wilde, quien con nombre supuesto a raíz de su famoso proceso

en Inglaterra, se consume en el ajenjo lentamente. La impresión de Rubén es

así: “Carrillo y su amigo Ernesto la jeunesseme, me presentaron allí a un

caballero un tanto robusto, afeitado, con algo de abacial, muy fino de trato y

que hablaba el francés con marcado acento de ultramancha. Era el gran poeta

desgraciado Oscar Wilde”.

DARIO EN LA CUMBRE DE SU FAMA:

Los más caracterizados rubendarianes están acorde que es en este

momento en que Rubén se halla en París, cuando el poeta disfruta en la

cúspide de su fama en dimensiones mundiales… Qué lejos quedan ya los

tristes días en la lejana Nicaragua natal. Visita, siempre en ancas de LA

NACION, entre sus tareas de informar la gran exposición Parisina. De allí pués

sale un libro con el nombre de “Peregrinaciones”, de varios volúmenes

exhibiendo al Darío periodista-escritor brillante en plenitud de facultades. Visita

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con ojos captativos Italia, Alemania. En roma se abraza con Vargas Vila,

escritor volcánico y virulento, pero que le guardó cariño siempre a Rubén. Más

tarde se volverían a juntar ya que el irreductible Vargas Vila, desempeñaba el

cargo de Cónsul General de Nicaragua en Madrid y Rubén fue nombrado por

el gobierno de entonces, miembro de la Comisión de Límites con Honduras

(Territorio en Litigio desde entonces) siendo el rey don Alfonso XIII, en calidad

de árbitro. “Nicaragua, dice Rubén, tenía como abogado nada menos que el

gran político español don Antonio Maura”.—

Marcelo Jover, en su pequeña obra sobre “Rubén Darío” enfocando al

poeta durante esta estancia parisién, dice: “Así al asistir en 1900, a la

Exposición Universal de París, Darío comprueba que su fama en Francia no es

menor a la del más alto valor intelectual extranjero del momento”. Y más

adelante el mismo autor señala: “Se envanece el poeta? Lejos de ello, redobla

sus esfuerzos como versificador y como prosista. El poema le da prestigio, la

prosa, dinero. Sus crónicas para LA NACION, se hacen famosas y se publican

también en España. En París dispone entonces (1900 a 1902) la publicación de

“Peregrinaciones y España Contemporánea”, donde se resume impresiones

viajeras, crónicas henchidas del más fino estilo, mezcla de ironía y de

mordacidad a veces, relatos vividos, escenas de actualidad periodísticas que

hacen capítulos de la más estimable pulcritud literaria. El “Mercurio” y la

“Noevelle Revue de París”, le otorgan espacio de honor y hasta 1903, en que

edita “La Caravana Pasa”, Darío se manifiesta como EL PRIMERO DE LOS

CRONISTAS HISPANOAMERICANOS”.

El juicio anterior es de un reputado intelectual español Licdo. Marcelo

Jover, abogado y periodista, quien vivió en Nicaragua por algunos años,

arrojado por la vorágine franquista, llegando en calidad de emigrado

republicano.

A principios de 1904 Darío (por fin) acierta aquello de que “nadie es

profeta en su tierra”. Se vuelve a la inversa y el Poeta es profeta. El Gobierno

de Zelaya se acuerda de un hijo que fulgura en Europa y lo designa Ministro en

Madrid, surgen dificultades y contratiempos para agenciarse el protocolario

Uniforme Diplomático para presentar el monarca sus credenciales. Pero

alguien lo salva y es su amigo el Ministro de Colombia quien lo saca del apuro

y le da prestado el suyo, que para colmo, le queda como hecho a la medida.

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Con una gracia singular Rubén comenta el pasaje así: “Y he allí cómo el

antiguo Cónsul General de Colombia en Buenos Aires fue recibido por el rey de

España, como Ministro de Nicaragua, con uniforme colombiano”- Si mal no

recuerdo este uniforme se guardó en un tiempo en una urna adhoc en el Salón

de Actos de la extinta Universidad Nacional. (Hoy, remozado permanece en el

Museo Dariano en León.-

EL POETA Y DON CRISANTO.

El cargo diplomático del poeta conllevaba conexo la designación de

Cónsul en París, la ciudad de sus ensueños. Al ser designado Ministro,

suplantó en el cargo al sempiterno don Crisanto Medina, monopolizador de

cargos de esa laya en su favor a base de intrigas y cabildeos muy hábil en ello.

Con no disimulada antipatía Rubén se expresa de don Crisanto así: “Don

Crisanto había tenido el talento de conseguir la representación,

alternativamente y a veces al mismo tiempo de casi todas las cinco repúblicas

centroamericanas”. Don Crisanto se movía en las capitales europeas de

Madrid, París, Viena, Roma, El Vaticano y otras a este ubicuo y hábil intrigante

en los círculos cancilleriles de Managua, el destacado intelectual uruguayo Luis

Bounafox lo calificó como: “un hombre felíz tan ecuánime que no tenía la menor

idea de lo que era LITERATURA”. Con Rubén no armonizaban por un lance

familiar que mediaba entre don Crisanto y un pariente del poeta allá en

Nicaragua. Según apunta Rubén, Gómez Carrillo, le servía de secretario al

mentecato diplomático para despachar tan nutrida correspondencia, pues

carecía de dotes propias para esos trabajos oficinescos, aunque anduvo

mezclado en las intrigas del proyectado Canal por Nicaragua en comisiones,

demostrando tener conexiones valiosas en esos cabildeos.-

A PARÍS HUYENDO DE ACREEDORES.

El tren personal de vida que llevaba el poeta (vestuario elegante, vinos

de finas marcas, platos sibaríticos, débilmente erótico con las mujeres, mas

bien monógamo en lo sexual, con su Paca Sánchez que le hacía de todo)

ejerciendo funciones diplomáticas, codeándose con lo más granado de la

Page 16: El Periodismo en La Vida de Ruben Dario

aristocracia e intelectualidad madrileña, no compensaba económicamente el

magro sueldo que el Gobierno le asignó. Lo que es peor que las remesas o

sueldos llegaban retrasadas y a veces nunca las recibía sino por golpes de

suerte. Darío, igual que aquel otro genio de la novela francesa Honorato de

Balzac, vivía acosado por nubes de voraces acreedores incluyendo su

sombrerero al que le adeudan regulares sumas. Llegan tales miserias del gran

hombre a Nicaragua a conocerse y sus compatriotas, obreros y gente del

pueblo, salvan a Rubén de tan desgraciada situación pecuniaria, remesándole

fondos para cubrir tales vergüenzas.-

Rubén confiesa que se le hace insostenible soportar una tal posición sin

los puntuales emolumentos que todo Gobierno suministra a sus

representantes. En el orden de precedencia en la Corte, Nicaragua figura en

último lugar. Señala con franqueza el poeta: “Para no tener que hacer la de

cierto Ministro turco a quien los acreedores sitiaban en su casa de la villa y la

Corte, trasladé mi residencia a París, en donde ni tenía que aparentar ni gastar

nada diplomáticamente”.- Y agrega con mordacidad: “Cuando ya se me debía

el pago de muchos meses (esto se refiere al periódico que andaba también

atrasado) LA NACION de Buenos Aires, ó mejor dicho, mis pobres sesos,

tuvieron que sostener, mala, pésimamente, pero en fin, sostener la legación de

mi patria nativa, la república de Nicaragua, ante su Majestad el Rey de

España”.-

En París con Legación y todo el mismo Darío huyendo de aquella inopia

diplomática, siempre fue un optimista y careció de espíritu mezquino. En trance

tan apurado comenta: “Pero he de escribir todos los días más y más cuartillas

(y esto manuscrito con pluma, hay que imaginarse) que LA NACION me

reclama con insistencia … Y esto es agotador … aunque es divino porque vivo

en París” (citado por Marcelo Jover).

Edelberto Torres, quizás uno de los más acuciosos darianos, en su libro

escrito en Guatemala y publicado en México, apunta comentario significativo y

gráfico lo siguiente: “Dominado por pensamientos sombríos entre un como

letargo intelectual en que apenas se ocupa de las impostergables crónicas para

LA NACION y como no tiene otro grifo para sacar francos, el gran rotativo se

convierte en un símbolo, es mamá LA NACION: solo mamá LA NACION. No le

ha faltado nunca y aunque no puede decir que haya sido abnegada y generosa

Page 17: El Periodismo en La Vida de Ruben Dario

solo, ella, mamá LA NACION ha estado con él en los rosados de Buenos Aires

y en estos obscuros en París”.-

DECADENCIA Y ENFERMEDAD:

A fines de 1910, Rubén es utilizado como marbete de propaganda por

los hermanos uruguayos Guido, que lanzan en Latinoamérica la famosa revista

MUNDIAL, tomando como cebo ó gancho publicitario la ya consagrada fama

del vate, siendo la empresa periodística un montaje comercial. Ya en Rubén

comienza su declinación, eclipse y ocaso. Sus excesos pretéritos le están

cobrando ahora en su salud y le minan lentamente. Tiene a su lado a Paca

Sánchez, (algunos afirman que se casó con ella, después de su divorcio de la

Murillo) y a su hijo “Guicho”.

Se lanza como empujado hacia su tierra natal con los hermanos Guido a

una gira exhaustiva por España, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Uruguay y

Chile, explotando los promotores inmisericordemente el nombre del poeta.-

Como tenía que suceder la revista MUNDIAL fracasó y pasó sin pena ni

gloria para el gran lírico de otrora. Luego, para rematar le cae Alejandro

Bermúdez, en los mismos afanes de exprimir lo que queda de Rubén y lo

induce a dictar conferencias en círculos hispanos por la paz mundial en

Estados Unidos. La primera Guerra está en su máximo apogeo. La literatura no

parece ocupar ningún lugar en círculos cultos ante la matanza humana.-

Rubén se lanza, no obstante, decaído pero no convencido de su gira, a

la nueva empresa con Bermúdez, obteniendo (sin saberse cómo) los pasajes

gratis embarcan a Nueva York, pero ya la enfermedad lo aprieta y así de tumbo

en tumbo vienen a parar a Guatemala, que lo desgobierna el tirano Manuel

Estrada Cabrera (Simbolizado por Miguel Angel Asturias en su novela “Señor

Presidente”) Con mano férrea el dictador se mantiene rodeado de una cohorte

de brutales sicarios, matones y soplones a sueldo e intelectualoides de baja

calidad, que le viven cantando el panegírico a su abyecto régimen. Para suerte

de Rubén, a pesar de que Estrada Cabrera, como todos los dictadores, lo

manda a atender cuando le anuncian la llegada del poeta, ofreciéndole hotel y

algunas comodidades, pero ya la enfermedad vuelve a manifestarse con mayor

intensidad en “la capital de la eterna primavera”.-

Page 18: El Periodismo en La Vida de Ruben Dario

Un mal no viene solo para el pobre poeta en aquella situación

deprimente en que se consume en la pobretona cama de un hotel chapín y

malamente atendido por la ciencia médica. De repente, se le aparece su ex –

esposa (pués ya está divorciado de ella). Rosario Murillo. El Congreso pasó

una ley especial (que se llamó ley Darío) para obtener el divorcio del poeta de

la Chayo”. Esta aparición, dice Marcelo Jover, lo entristeció mucho”.-

CUARTILLA TRUNCA:

Una de esas tardes de Guatemala, angustiosas y febriles, tiene un

momento de arranque el poeta para coger la pluma y pide a Rosario unas

cuartillas (periodista al fin) para redactar un artículo que se propone enviar al

diario “El Universal”.- Fueron las últimas … Quedaron inconclusas y revelaban

en esos terribles momentos, soplos murientes de aquella fenomenal caja de

resonancias, de música, ritmo, perfumes, países como la vieja Grecia, París,

Madrid, Roma, Buenos Aires, Santiago, Montevideo … todo aquello se había

quedado atrás hundidos los recuerdos ya en el misterio de su inminente fin

humano.-

La cuartilla esbozada la tituló: EN LA TIERRA DEL QUETZAL. Ya la

inspiración, el númen privilegiado flaqueaba pero había sus arrestos y la pluma

estampó lo siguiente: “El Quetzal es pájaro de belleza y libertad, raro y

simbólico que muere si se le aprisiona ó si la gloria irisada de su cola se

marchita o daña. El se ostenta en el blasón de esta Guatemala, ardiente,

pintoresca, brava y generosa. No se le ha loado dignamente. Tan solo Joaquín

Méndez, en su prosa límpida y comprensiva, le ha dedicado una linda página

antológica … Para mí la Guatemal … (Así queda la cuartilla sin completar el

tema propuesto por Rubén, simbólicamente inconcluso, porque no escribirá

más” (Vida dramática de Rubén Darío, Edelberto Torres, Pág.428. LA NACION,

desde Buenos Aires, envió un lacónico cable: DOLOR.-

Rivas, 6 de Febrero de 1964.

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Esbozo de vida del Dr. Teófilo Jiménez Viales.Nace en Rivas el 21 de Agosto de 1919Padre: General y profesor Teófilo Jiménez Noguera (Guatemalteco)Madre: María Viales Peña. (Nicaraguense)Se bachilleró en el Instituto Pedagógico de Managua en 1943.Inició el ejercicio del periodismo en forma autodidacta en 1940. En Managua laboró con los Diarios: “La Estrella de Nicaragua” y “La nueva Prensa”. Trabajó en los Radio periódicos “Voz de la América Central”, “Radio Panamericana” y “La voz de la Victoria”.Vida Universitaria en León:Durante sus estudios de Abogacía en León, trabaja con los Diarios “Excélsior”, “El Centroamericano” y “El Cronista”.Fue fundador del primer Radio periódico en Radio Darío, llamado “Aeronoticias”Termina sus estudios de Abogado en 1955 con la Tesis Doctoral “Capitalismo y Socialismo”. Abre su Bufete en Rivas en abril de 1956. Asume la Corresponsalía del Diario “La Prensa” la cual mantiene por más de 30 años consecutivos. Desde 1993, colaboró con el diario “La Tribuna” en la página de Opinión.Fue miembro fundador de la Asociación de Abogados de Nicaragua (14 de Abril de 1959). Fungió como Registrador de la Propiedad en Rivas en 1980.Muere en Rivas, Nicaragua, un 8 de Noviembre de 1997,