El pecado de Betsabé1 (1)

22
A las Mujeres Cristianas Esta publicación anónima, “A las Mujeres Cristianas” se incluyó en una revista para hombres por razones obvias. Es necesario que los varones instruyan a sus esposas y hermanas acerca de la modestia en el vestuario y los efectos que causa en los varones. Lee cuidadosamente y se honesto contigo mismo, ¿a poco no el 90% (cuando menos) de lo que este hermano escribe da en el blanco? Si es así los varones, como esposos y padres cristianos tenemos una gran tarea en corregir el vestuario de nuestras damas. Muchos de nosotros encontraremos cosas que hay que mejorar. Escuchemos este llamado, no con el fin de encontrar puntos de desacuerdo o para justificarnos. Discutámoslo con nuestras esposas e hijas. Pidamos al Señor que nos ayude a aprender lo que le honra en el área del vestuario. (Este artículo puede ser distribuido y reimpreso libremente). 1

Transcript of El pecado de Betsabé1 (1)

Page 1: El pecado de Betsabé1 (1)

A las Mujeres CristianasEsta publicación anónima, “A las Mujeres Cristianas” se incluyó en una revista

para hombres por razones obvias. Es necesario que los varones instruyan a sus esposas y hermanas acerca de la modestia en el vestuario y los efectos que causa en los varones. Lee cuidadosamente y se honesto contigo mismo, ¿a poco no el 90% (cuando menos) de lo que este hermano escribe da en el blanco? Si es así los varones, como esposos y padres cristianos tenemos una gran tarea en corregir el vestuario de nuestras damas. Muchos de nosotros encontraremos cosas que hay que mejorar. Escuchemos este llamado, no con el fin de encontrar puntos de desacuerdo o para justificarnos. Discutámoslo con nuestras esposas e hijas. Pidamos al Señor que nos ayude a aprender lo que le honra en el área del vestuario. (Este artículo puede ser distribuido y reimpreso libremente).

1

Page 2: El pecado de Betsabé1 (1)

EL PECADO DE BETSABÉ

El pecado de David es bastante famoso, pero rara vez se habla del pecado de Betsabé. Y es muy cierto que el pecado de David era grande y el de Betsabé fue pequeño. El pecado de David fue con premeditación y alevosía, el de Betsabé solamente un pecado de ignorancia. David cometió adulterio y homicidio con premeditación; Betsabé sólo se presentó por casualidad y descuido ante los ojos de David. No dudamos que el pecado de David fue un pecado grande y el de Betsabé uno pequeño.

Sin embargo, es un hecho que el “pecadito” de Betsabé fue la causa del gran pecado de David. Su pequeño pecado de ignorancia, su falta de consideración y pequeño descuido de descubrirse a sí misma, fue la chispa que encendió la gran llama. ¡Considere cómo un gran bosque es consumido por una pequeña chispa! Por un lado fue solamente un pequeño descuido, una pequeña falta de consideración al exhibirse, sin querer, ante los ojos de David. Pero por otro lado fue adulterio y culpabilidad de conciencia; homicidio y la pérdida de un esposo; además, un hombre inocente muerto en la batalla; la ocasión para que los enemigos del Señor blasfemaran; la pena de un embarazo no deseado y la muerte del niño; la rebelión y muerte de Absalón; la deshonra de las esposas de David ante todo Israel; y la espada que nunca se apartó de la casa de David (2 S 12:11-18). Otra vez “¡Considere cómo un gran bosque es consumido por una pequeña chispa!” Ninguna de estas iniquidades hubiera pasado si Betsabé hubiera tenido cuidado de no exponer su cuerpo a la vista de un hombre.

Note que ella no tenía intención de que pasara ninguna de estas cosas, sin embargo, ella fue la ocasión de todas ellas. Tampoco se mostró a propósito enfrente de David, sino que lo hizo por ignorancia y sin intención. Sin embargo, las consecuencias de su pequeño pecado de ignorancia fueron exactamente las mismas que si lo hubiera hecho con franca lascivia.

La razón de mencionar todo lo anterior es que hay muchas mujeres hoy en día que son culpables del mismo descuido de Betsabé. Existen mujeres de Dios que aborrecerían aún la idea de descubrir sus cuerpos, sin embargo, lo hacen con su forma de vestir. No escribo esto para acusarlas de lascivia intencional. Creo que son tan inocentes como lo fue Betsabé. Pero tampoco se les puede justificar totalmente. Todo el mundo está consciente de que ciertos tipos de atuendos femeninos son provocativos y tentadores a los ojos y corazón del hombre –¿Y las cristianas son ingenuas y son las únicas que lo ignoran? Es muy difícil que esto sea cierto; y no escribo esto para culparlas, sino para instruirlas– para guiarlas a obrar con amor y bondad; para hacerlas considerar lo que antes no habían pensado; para hacerlas que tengan cuidado de lo que antes estaban descuidando: el bienestar espiritual de los hermanos más débiles; para hacerlas sabias donde antes eran simples.

DESNUDARSE FRENTE A OTROS ESTÁ MAL

Lo primero que debemos entender es que desnudarse frente a otros está mal. Y está mal en el hombre y está mal en la mujer. Cuando Adán y Eva pecaron Dios hizo “túnicas de pieles, y los vistió.” La única razón que hubo para que los vistiera fue cubrir su desnudez, como lo hace evidente el libro de Génesis. Ellos ya vestían

2

Page 3: El pecado de Betsabé1 (1)

delantales, que probablemente los cubría como (o más que) mucha ropa usada hoy en día, y a pesar de que vestían delantales todavía estaban desnudos a sus propios ojos y a los ojos de Dios. Y Dios no los vistió con nada parecido a shorts, trajes de baño o tops, ni aún con camisas, sino con túnicas, o batas como se diría más propiamente. Note además que los vistió con túnicas. Él no vistió a Eva con una túnica y a Adán con shorts. Los vistió a los dos con túnicas – de donde podemos concluir con seguridad que la desnudez es tan mala en el hombre como lo es en la mujer.

Pero aunque es igual de mal que el hombre muestre su desnudez a una mujer, no es igual de peligroso; porque no es tan fácil despertar las emociones de una mujer al ver al cuerpo de un hombre, de hecho muchas mujeres afirman que ver el cuerpo de un hombre no les causa pasión alguna. Por lo tanto los hombres pueden (aunque no deben) mostrarse desnudos hasta en tres cuartas partes de su cuerpo y no causar mucho daño al hacerlo. Pero cuando una mujer se muestra a sí misma sólo un poco, se convierte en un dardo de fuego que tienta el corazón de cada hombre que la vea. Nos guste o no, es un hecho. Y por este hecho, no están en libertad de vestirse del modo que les plazca. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo” (1 Co. 6:19-20). Si todavía se visten de modo que muestren sus cuerpos pero temen a Dios y aman a su prójimo, ya no se atreverán a usar el templo del Espíritu Santo como un instrumento de iniquidad para llamar la atención, tentar los corazones y excitar a los hombres.

Muchos hombres son perversos, y las codiciarán a pesar de todo lo que hagan por evitarlo. Ellos tienen “los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar” (2 P 2:14). ¿Y ustedes los van a ayudar?¿Van a ponerles aún más tentación? ¿Los disculpará Dios si así lo hicieren?

Otros hombres, hombres de Dios, no son perversos, sino débiles. David no era perverso. Él era un hombre conforme al corazón de Dios. Pero frente a una mujer desnuda, fue débil –y sería raro el hombre que no lo fuera. Sus hermanos en Cristo no son perversos, pero podrían ser débiles. Y el diablo hace todo lo posible para debilitarlos aún más. Son forzados a vivir en un mundo donde continuamente son bombardeados con imágenes diseñadas por el enemigo de nuestras almas para debilitar su moral y destruir su pureza de corazón. ¿Y las cristianas van a ayudarle al diablo a hacer su trabajo? ¿Van a convertirse en una tentación para sus hermanos aún en la congregación de Dios? Si pudieran entender la lucha intensa y amarga en las almas de sus hermanos cuando despiertan sus deseos por el descuido de exponer su belleza. Si pudieran escuchar sus súplicas a Dios para que los ayude y sean librados del poder de esas tentaciones. Si pudieran ver sus lágrimas de vergüenza y arrepentimiento cuando la tentación los ha vencido, y han pecado con ojos, corazón y mente. Nunca mas reclamarían su derecho de vestir como les plazca.

De hecho, no hay tal derecho. No tienen derecho de destruir a los hermanos por los que Cristo murió, por su descuido de vestirse así. Habéis sido compradas por precio y sois vuestras. Sus derechos se limitan a glorificar a Dios en sus cuerpos, en vestir esos cuerpos, no como les plazca, sino como a Dios le agrada. Y un poquito de verdadero amor por las almas de sus hermanos quitará para siempre de sus corazones el deseo de vestirse como les plazca. “Así que, los que somos fuertes debemos

3

Page 4: El pecado de Betsabé1 (1)

soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.” (Ro 15:1-3). Cristo estaba dispuesto a negarse a sí mismo toda la gloria del cielo, y llevar el vituperio de los hombres por su causa, a fin de salvar sus almas. ¿Y ustedes reclaman su derecho de complacerse a sí mismas con su vestuario? ¿No pueden negarse a sí mismas un poco de comodidad para salvar el alma de otro? ¿No pueden llevar un poco de vituperio por estar “pasadas de moda” o “fuera de onda” a fin de ayudar a sus hermanos en su lucha contra el pecado?

SE LOS DICE UN HOMBRE

Pueden pensar que no es para tanto. Pueden pensar que no es tan grave como lo he expuesto aquí. Pero consideren que son mujeres y no sienten las emociones que siente un hombre. Las mujeres tienen sus propias emociones, y no son las mismas que las de los hombres. Y (por lo general) no son tan fuertes como las de los hombres. Ni siquiera se estimulan tan fácilmente, ni se provocan como las de los hombres. Si entendieran el proceso de atracción del hombre respecto a una mujer, lo creerían. Se los dice un hombre. No pueden experimentarlo ustedes mismas. Y el hecho es que, las emociones de un hombre son fácilmente estimuladas por ver el cuerpo de una mujer, como fue el caso de David y Betsabé cuando la contempló bañándose. Es verdad que muchos hombres resistirían más a sus encantos que lo que David resistió con Betsabé. No irían tan lejos como para seducirlas o violarlas. Pero, ¿cómo saben si no aguantan la idea o deseo de hacerlo? ¿Cómo saben que no pecan con sus ojos, corazón e imaginación? Para un hombre es un gran placer el sólo mirar y codiciar, aunque no se vaya más allá. Saben muy bien que la Biblia dice: “...cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” (Mt 5:28), ¿No es grave? Es grave, porque es pecado y el pecado es grave. El pecado frustra, deforma, arruina, destruye y condena. Y para que sepan cuán grave es, sólo lean el siguiente versículo: “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.” Tal vez esta es la afirmación más severa en la Biblia acerca de la gravedad del pecado, y se refiere al mismo pecado que ustedes pueden ocasionar ligera y desconsideradamente por medio de su forma de vestir. Esto no es para tomarlo a la ligera y más vale no tomarlo a la ligera.

A estas alturas estarás diciendo “Amén, todo es cierto; pero no es para mí porque yo visto modestamente”. ¿Estás segura? Si sigues la moda y la corriente de esta generación, seguro no vistes modestamente, pues muchas de esas corrientes ignoran la modestia o van totalmente en contra de ella. Y puede ser que siendo mujer, y no pudiendo verte a ti misma a través de los ojos de un hombre, seas incapaz de percibir qué es lo que realmente es tentador y provocativo en tu forma de vestir. Dios dice que seas “prudente como serpiente, y sencilla como paloma” (Mt 10:16). Pero si, sin pensar, te vistes como lo hace el resto del mundo, seguro no eres ni prudente ni sencilla (inofensiva). No eres prudente, puesto que por más ignorante e inocente que seas, sigues una moda diseñada por hombres perversos para destruir y acabar con la moral de los hombres. Ni inofensiva, puesto que por muy sana que sea tu intención, te has hecho un dardo de fuego en las manos de algún perverso, para tentar a cuanto hombre te vea. Ya que lo sabes, confío que la santidad de tu corazón te hará sencilla.

4

Page 5: El pecado de Betsabé1 (1)

Como se ha dicho antes, es evidente que el propósito que Dios tuvo para hacerles ropas a Adán y a Eva fue cubrir su desnudez; y cualquier ropa que no cumpla con eso no puede ser correcta. Las espaldas desnudas, cinturas expuestas, piernas y muslos descubiertos están mal están mal puesto que Dios vistió a Adán y a Eva con túnicas para arropar sus cuerpos descubiertos. Los shorts, tops, trajes de baño y cualquier otra cosa que a propósito deje sus cuerpos parcialmente desnudos, no tiene parte en el vestuario de una mujer que profesa santidad. No importa lo que el resto del mundo haga, tú haz lo correcto. Y no importa lo que el resto de la iglesia haga, tú haz lo correcto. Y las prendas que mencioné son obvia y evidentemente una violación al propósito de Dios de cubrirlas, así que no hay lugar a preguntar qué es lo correcto. Pero (desafortunadamente) los estándares de las iglesias son tan bajos hoy en día que de hecho hay cristianos y pastores que solapan estas cosas. De hecho hasta defenderían lo que en Estados Unidos llaman “mixed bathing” (baño mixto) esto es hombres y mujeres mezclándose libremente en un estado de semidesnudez. ¿No tienen vergüenza? ¿No tienen entendimiento? No creo que defiendan tales cosas cuando estén ante el juicio de Cristo. Si ahora no tienen vergüenza, entonces sí la van a tener. Mientras tanto no necesitamos decir más acerca del modo de vestir que obviamente frustra el propósito de Dios. Pensemos ahora en algunas cosas que aunque menos obvias, sin embargo violan el evidente propósito de Dios. Pensemos también en cosas que aunque menos evidentes, violan el propósito de cubrir la desnudez.

VESTIDOS CORTOS

No es necesario que les diga que están mal. Todo el mundo sabe que son provocativos a los ojos de los varones. Pero hay unas mujeres que profesan santidad, mujeres que deberían saberlo mejor, que simplemente siguen la corriente, las modas y los vestidos del mundo, sean largos o sean cortos, no tomando en cuenta lo que está bien. Otras van a alegar sobre qué tan corto es muy corto. En lugar de asegurarse bien que sus vestidos sean bastante largos, los hacen tan cortos como se pueda, y tratan de convencerse de que son suficientemente largos. A lo mejor se paran atentas frente al espejo y se convencen de que sus vestiditos no dejan ver nada, pero nada más siéntense, agáchense, súbanse o bájense de un carro y qué espectáculo de desnudismo dan. Y sea intencional o no, y les guste o no, sus piernas y muslos descubiertos provocan lascivia a los ojos de los varones.

Por la misma razón, no deberían tener nada que ver con esas faldas que tienen a los lados abiertas que llegan hasta la mitad. ¿Quién no se da cuenta que una moda como ésa está diseñada para que se puedan ver sus muslos? ¿O es para que puedan caminar? Mucho peor si así es. Si tus faldas son tan justas que no puedas caminar sin las abiertas de los lados, tíralas y consíguete algo con menos tela. Más adelante hablaremos de ropa entallada. ¿Te preguntas qué tan largos deberían ser tus vestidos? Ve que cuando te agaches o te sientes tus piernas estén bien cubiertas debajo de las rodillas, al frente y atrás, eso será suficiente. Ten cuidado: no es suficiente que tú veas que tus piernas están cubiertas. Cuando te agachas o te sientas, el frente de tu vestido normalmente llega más abajo y cubre más tus piernas, pero por atrás se encoge y las descubre más. Para estar bien segura, tus vestidos deben cubrirte debajo de la rodilla en todas las posiciones.

ESCOTES

5

Page 6: El pecado de Betsabé1 (1)

Otra vez, todo el mundo sabe muy bien que son una gran tentación a los ojos de un hombre. Y si eres una mujer de Dios, estoy seguro que nunca has siquiera soñado en lucir grandes escotes a propósito. Pero, sin embargo, lo puedes haber estado haciendo por descuido o ignorancia. No sólo los escotes “generosos” están mal, también los pequeños y los holgados. Puede que te pares derecha frente al espejo viendo tu escote holgado, y pensar que está perfecto y que es modesto. Pero nada más agáchate un poco para que la tela de la blusa cuelgue de tu cuerpo, e inmediatamente después quede expuesta la parte más provocativa y tentadora de tu anatomía a la vista de cualquier varón que esté enfrente de ti. Por supuesto que pasa lo mismo cuando dejas desabrochados los primeros dos o tres botones de tus blusas. Esto se ve provocativo aunque en realidad no estés mostrando nada. Se ve sensual. Para un hombre, esto sería como si a propósito quisieras descubrirte y excitarlo. ¿Qué más puede pensar? ¿Por qué otra razón habrías dejado dos o tres botones de tu blusa sin abrochar? ¿Por comodidad? ¿Porque no quieres que el cuello te apriete? Yo creo que pueden aprender a llevar cuellos apretados, como los hombres del mundo aprendieron a llevarlos para mostrar sus elegantes corbatas. Pero olvídenlo. Puede ser válido dejar abierto el cuello por comodidad, y hasta puede ser modesto (depende de la prenda), y dejar desabrochado sólo un botón. Pero no hay pretexto para dejar dos o tres botones abiertos. No agregaría comodidad. Simplemente sería seguir una moda torcida de un mundo perverso. Con un botón abierto no te sofocas más que con tres botones abiertos. Dejar un botón abierto siempre es por comodidad, y en algunas blusas es bastante cómodo. Si puedes dejar el primer botón abierto y no mostrar tu pecho cuando te agachas y la tela del busto no cae, muy bien. Esto dependerá del tipo de blusa, así como el tamaño de tu busto. Pero si hay peligro de mostrar algo, mejor abrocha todos los botones. Tener cuidado en esto nunca va a estar de más, ya que para los varones no hay parte más atractiva que el pecho de una mujer, y cuando un hombre ve una mujer con dos o tres botones de su blusa abiertos, tal vez llegará a la conclusión de que su intención es provocar y tentar a los hombres. ¿Es ésta la impresión que quieren dar? Si no quieren dar esta impresión, cierren sus botones, cierren sus broches, suban sus cierres. Si se agacharan un poco enfrente de un hombre, y él viera sus pechos literalmente expuestos por culpa de sus escotes bajos, holgados, altos o abiertos, no importa lo que piensen o intenten, va a ser tentado al verlas (a menos que sea un hombre medio raro). Por lo tanto, no pueden hacer lo que el resto del mundo hace. Para que estén más seguras, sus escotes deben ser suficientemente altos y pequeños para que sean modestos y estén cerca del cuello y no del pecho o de los hombros. O sea que si el cuello de sus prendas no aprieta la cabeza cuando se las ponen, tal vez el escote es muy abierto.

BLUSAS SIN MANGAS

Las blusas sin mangas siempre dejan ver demasiado. No sólo los brazos como pudieran estar pensando, sino también parte de su busto y espalda que son muy atractivos a los varones; y con una blusa sin mangas no pueden evitar que esas partes se vean. No olviden que otros la ven en todos los ángulos y posiciones, y una blusa sin mangas normalmente deja ver dentro de la blusa, y más si levantan o extienden los brazos, porque muestran parte del pecho y probablemente el busto. Lo mismo pasa con las mangas holgadas en las blusas de manga corta. Este tipo de blusas puede ser modesto siempre que mantengan los codos a los lados. Pero cuando levanten los

6

Page 7: El pecado de Betsabé1 (1)

brazos se hará una abertura por la que se puede ver dentro de la blusa, y esto sería una trampa para el corazón de un varón. Recuerda que eres mujer, y no puedes verte a ti misma como un hombre te ve. Yo soy hombre, y sé lo que es ser tentado por verlas así. Y si tus hermanos más débiles son tentados por tus blusas sin mangas o con mangas holgadas, ¿no te negarías un poco de moda o comodidad y cubrirías tu cuerpo un poco más por su bienestar?

ROPA TRANSPARENTE

No es necesario decir nada acerca de la ropa que es tan ligera o tan transparente que un hombre pueda ver a través de ella. Es obvio que el diseño de estas prendas es frustrar el propósito de la ropa y exhibir sus cuerpos en lugar de cubrirlos. No lo pueden negar. Todo mundo lo sabe y cuando un hombre las ve vestidas así, ¿qué más puede pensar sino que es su intención exhibir sus cuerpos? Y aún en la iglesia, los estándares son tan bajos que no es raro ver a cristianas vistiendo esta ropa trasparente. Si te has sentido culpable de esto, lo primero que tienes que hacer es arrepentirte, rechazar de una vez todo lo que es transparente. También tengan cuidado de no ponerse telas que sean tan ligeras o delgadas que se pueda ver a través de ellas cuando están contraluz, por ejemplo enfrente de una ventana. Por último, rechacen cualquier cosa vulgar: usen ropa, no telarañas.

ROPA ENTALLADA

La ropa que explícitamente muestre su figura será tan mala como si mostrara su desnudez. Todo el mundo sabe esa ropa es provocativa muy notoria y llamativa y cuando un varón ve a una mujer vestida con ropa ajustada que revela cada curva de su figura, seguramente se excitará al verla tal vez no tanto o tan rápido como lo haría al ver su figura desnuda, pero se va a excitar. El mundo llama “reveladora” a la ropa entallada, y exactamente eso es lo que es, y también es una franca violación al propósito de Dios de vestirlas. Por lo tanto, las mujeres que profesen santidad, tienen que rechazar cualquier forma de vestir que muestre y revele su figura. Tengan especial cuidado cuando se pongan suéteres, sudaderas, playeras y cualquier cosa hilada, stretch o ajustada. Estas prendas pueden ser reveladoras a menos que sean muy guangas. Las telas rígidas ocultan mejor la figura. Esto es muy importante, especialmente para una mujer con busto grande. No hay en la tierra cosa más atractiva para un hombre, ni cosa que lo excite tanto como ver el pecho de una mujer ya sea expuesto o por medio de ropa entallada o ajustada. Y esto es algo que el mundo sabe muy bien. Hace 25 años, estaba de moda una canción del mundo que hablaba del placer de ver a una mujer vestida con un suéter y una falda entallada. La naturaleza del hombre no ha cambiado en 25 años.

Cuando un hombre te vea, debe ver tu ropa y no la figura de todo lo que hay debajo de ella. Algunas prendas como playeras y las blusas hiladas se ajustan por naturaleza al cuerpo y muestran sus formas. Yo soy hombre, y créanme que las curvas del cuerpo de una mujer, aunque estén cubiertas con ropa, llamarán la atención de cualquiera, incitarán sus emociones, o echarán a volar su imaginación como si estuvieran viendo la piel. No digo que esté prohibido, pueden usar ropa tejida que no sea tan reveladora. Lo que digo es que las mujeres de hoy en día usan mucha ropa

7

Page 8: El pecado de Betsabé1 (1)

ajustada. Harían bien si usaran varias tallas más grandes de la que normalmente usan. Una mujer con busto pequeño bien puede usar ropa que sea lo suficientemente flojas para ocultar su figura, pero mientras más grande sea su busto, esto será más difícil. Una mujer con busto grande debería evitar la ropa tejida, de otro modo siempre se la va a pasar tratando de ocultar su figura sin éxito. Una mujer especialmente si tiene busto grande debe entender; créanme, soy hombre y su busto puede engañar el corazón de un varón en un instante. Es cierto, la ropa modesta está fuera de moda, pero no importa. Estoy escribiendo para mujeres de Dios que deberían complacer a Dios en lugar de al mundo.

Entiendan también que si cambian sus blusas apretadas por suéteres apretados no habrá mucha diferencia. Una blusa de tela tejida ocultará mejor la figura que un suéter apretado, pero puede que sea bastante provocativa si es apretada. Señoritas que están pasadas de peso, eviten vestirse como si tuvieran 10 ó 15 kilos menos. Y lo hacen sólo por orgullo y necedad de no ponerse una talla más grande. Sus blusas nunca deben apretar su busto, deben estar lo suficientemente flojas como para que cuando un hombre las vea, vea la blusa y no la forma de lo que está debajo de ella. Por esa razón también deberían evitar poses y actitudes provocativas. Me refiero a cualquier posición que resalte su busto, o que haga que la ropa lo apriete por ejemplo pararse sujetándose las manos por atrás y los hombros hacia atrás también, o bostezar y estirarse con la espalda arqueada. También deberían rechazar cualquier vestido con talle que ciña la prenda rodeando el cuerpo por la parte de abajo del busto, en lugar de hacerlo de la cintura a la cadera. El efecto inevitable es resaltar el busto. Otra vez les digo, soy hombre, y sé muy bien lo que es ser tentado por verlas así y puede ser que una mirada involuntaria lleve el corazón o la imaginación de un hombre hacia el camino equivocado.

PANTALONES

Hemos llegado a un tema de controversia que divide iglesias, familias y amistades. Los antecedentes son estos: históricamente, en nuestra cultura el hombre ha usado pantalones y la mujer, vestidos. Este es un hecho indiscutible, que se expresa cuando se dice que una mujer dirige la familia y “lleva los pantalones en la casa”. El movimiento feminista, que tiene ya más de un siglo, ha buscado que todas las mujeres “lleven los pantalones”. Ha buscado “liberar” a la mujer de su lugar de sujeción al hombre, y darle a ella “los mismos derechos” de hacer cualquier cosa que el hombre haga. El espíritu de este movimiento ha puesto también la ropa del hombre sobre la mujer o sea, los pantalones. Y la iglesia ha seguido los pasos del mundo haciendo lo mismo. Muchos de los varones de Dios que son mayores, son más estrictos y menos influenciados por el mundo y están totalmente en contra de que las mujeres usen pantalones. Dicen que los pantalones son ropa de hombre y (con base en Dt 22:5) que es una abominación que una mujer los use. Los más jóvenes, muchos de los cuales han crecido con mujeres que visten pantalones y que probablemente no saben nada de los antecedentes históricos en cuestión, no pueden ver el porqué de la actitud de los mayores, y los tachan de mentes cerradas y antipáticos. Dicen que “los pantalones que ellas usan fueron hechos para las mujeres, y no son ropa de hombre.” Por un lado se puede argumentar que Dios no hizo pantalones ni para Adán ni vestidos para Eva, sino túnicas para ambos. Aún Deuteronomio 22:5 asume que hombre y mujer no pueden vestir la misma ropa, e históricamente los pantalones han sido ropa de

8

Page 9: El pecado de Betsabé1 (1)

hombre. Podría decirse que la cultura ha cambiado, tanto que los pantalones ahora son también ropa aceptable para mujer. Aún cuando consideramos las fuerzas siniestras que han ideado cambiar nuestra cultura, debemos decir que el cambio no es una forma reconocida por Dios, sino abominación a Él. No voy a decir más, porque el propósito de este artículo no es hacer controversia. No voy a preguntar ¿está mal a los ojos de Dios que una mujer vista pantalón? Más bien pregunto ¿cuál es el efecto probable de sus pantalones a los ojos de los hombres?

Primero, por naturaleza, los pantalones revelan y muestran su figura. Las mujeres hacen la lucha por pantalones modestos, pero ¿quién los usa? Es muy difícil hacer unos pantalones modestos (especialmente para mujeres exuberantes), de hecho es muy raro ver a una mujer en pantalones que no sean apretados. ¿Por qué? ¿Por qué los hombres usan pantalones holgados mientras las mujeres usan pantalones que tienen que ajustarse a cada centímetro de sus piernas, muslos, caderas, sentaderas y entrepierna? La verdad, es porque es el dios de este mundo el que inspira estos estilos, y sólo él sabe sus intenciones. Sólo él sabe bien que es una trampa para el corazón del hombre mostrar ante sus ojos la forma de los muslos, sentaderas y entrepierna de una mujer. Su entrepierna su “parte privada” que deberían mantener oculta todo el tiempo a como dé lugar, y para eso no hay nada mejor que un vestido. Una falda holgada o un vestido (siempre que no sea muy corto) es la mejor ropa posible con la que se pueden ocultar todas las partes tentadoras de su anatomía de la cintura a las rodillas.

Muchas mujeres piensan que como sus pantalones no son entallados, por eso son modestos. Bien, supón que tus pantalones son suficientemente holgados y que hay un espacio entre la tela y tu piel. Todavía se mostrará la forma de tus piernas, muslos y sentaderas. Esa es la naturaleza de la prenda, y muy difícilmente se puede evitar. Además, en cuanto te inclines, te sientes o te agaches, tus “pantalones modestos” se ajustarán tanto sobre tus formas como los pantalones entallados que las demás mujeres usan. Así que mejor deberías dejar los pantalones en paz, a menos que seas tan delgada que no tengas formas con qué atraer a un hombre, o tan gorda que tu figura lo disguste. Aunque no lo entiendas, (porque ver a un varón probablemente no te afecta de la misma manera), ver tu figura es lo que excita a un hombre. Lo que para la mujer es que un hombre la toque, para un hombre es ver a una mujer . Y esto es bien evidente en la Biblia en la historia de David y Betsabé, y cualquier hombre honesto va a decirte lo mismo. Debes de creer en la palabra de un hombre, aunque no puede ser que no la entiendas. Ver la forma de tus muslos, tus sentaderas y tu entrepierna tentarán el corazón de un hombre, y los pantalones muestran por naturaleza estas partes.

Algunos que creen que está mal que las mujeres usen pantalón, pero quieren involucrar a sus prometidas en otras actividades más agitadas recomiendan el uso de falda-pantalón, que son un punto medio entre la falda y el pantalón. Mi única pregunta es ¿la falda-pantalón, es modesta o no? Puede ser ambas dependiendo de varias cosas. Si está diseñada de modo que se vea como una falda holgada y es lo suficientemente larga, puede ser tan modesta como una falda. Desgraciadamente, más que faldas, la mayoría parecen pantalones, o hasta shorts. Si tu falda-pantalón es larga y holgada como para mantenerte bien cubierta y ocultarte en todas las posiciones, puede ser tan aceptable como una falda modesta.

9

Page 10: El pecado de Betsabé1 (1)

Ya han sido bastantes instrucciones específicas. Ahora pasemos a contestar algunas preguntas y discutir algunos puntos.

DISCUSIÓN

1) ¿Con qué derecho este hombre fija reglas tan legalistas para las mujeres?Mi respuesta es, si viviéramos sin pecado en el jardín del Edén, podrían vestirse como quisieran, o no vestirse, y no lastimar a nadie por hacerlo. Pero en este mundo no pueden, y si lo hacen lo único que va a hacer es ayudar a hacer más grande el pecado. Escribo para mujeres de Dios, que quieren hacer lo que está bien, pero que probablemente no saben cómo hacerlo por falta de un hombre que las instruya. Lo único que busco es darles algunas instrucciones que sólo un hombre les puede dar, a cerca de los efectos que va a tener tu forma de vestir en los hombres que te vean. Y espero que de verdad las mujeres de Dios estén felices de recibir esta instrucción. Normalmente son los del mundo los que no desean hacer lo bueno, cueste lo que cueste. Ellos son los que lloran el legalismo.

2) Esto es una pequeñez. No es para tanto y no vale la pena tanto alboroto.Deberíamos estar ocupados con las cosas más importantes de la ley, las cosas del corazón, y no hacer tanta bulla por lo exterior. Esto puede ser una cosa exterior, pero no una pequeñez. ¿Podrías seguir pensando que esto es una pequeñez después de leer Mateo 5:28-29? Pero supón que esto es una pequeñez, ¿entonces vas a ignorarla? No, porque “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto” (Lucas 16:10). El Señor no reprende a los judíos por prestar atención en las cosas más pequeñas, sino que los reprende cuando descuidan las más importantes. “Esto (las cosas más importantes) os era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello (las cosas más pequeñas)” (Lucas 11:42).

3) Cualquier hombre que ve a una mujer así, es un pervertido.Así es. Debes saber que los hombres somos unos pervertidos. Todos los hombres. Somos unos pecadores. Hemos perdido nuestra pureza, y nuestros corazones por naturaleza están inclinados fuertemente al pecado, y especialmente al pecado de la lascivia. El pecado nos asedia (He 12:1). Pero entiendan, que aunque la pureza original de todos los hombres ha sido pervertida, y aunque las emociones de todos los hombres son parecidas a éstas (excepto de aquellos que están pervertidos en una manera vil), no quisiera dejarlas con la idea de que las mañas de todos los hombres son iguales, o intranquilas en la presencia de hombres. Si vistes bien y te portas bien y te juntas con varones rectos en situaciones correctas, no habrá mucha oportunidad para que te sientas inquieta o incómoda. Pero sí habrá oportunidad para que tengas cuidado aún en compañía de los mejores hombres. ¿Por qué? Porque aunque los varones de Dios “han crucificado la carne con sus pasiones u deseos” (Gá 5:24) y aunque han renunciado al placer de esos deseos, los deseos aún permanecen. Es en los varones de Dios que “el deseo de la carne es contra el Espíritu” (Gá 5:17). Los hombres pueden esforzarse para dominar esas pasiones, pero es un hecho evidente e histórico, demostrado por la experiencia universal, que los más sinceros y diligentes esfuerzos humanos por dominar estas pasiones, normalmente no dan resultados. Fue un varón de Dios el que fue derrotado por la atracción de Betsabé.

10

Page 11: El pecado de Betsabé1 (1)

Volviendo a la cuestión original: si los hombres somos “pervertidos” o no, es otro punto. Es difícil determinar hasta qué punto sus deseos son normales, o a qué punto son el resultado de su pecaminosidad. Pero, ¿qué diferencia hay? Debes ocuparte de las cosas como son, no como quisieras que fueran. El hecho es que muchos hombres son débiles, y fácilmente tentados por ver la figura femenina. Supón que algunos hombres sean tan fuertes que no puedan ser tentados ¿y eso qué? El hecho es que muchos hombres son débiles. Con los fuertes no tienes de qué preocuparte, pero tienes la responsabilidad (pues deberías ser movida por amor) para “soportar las flaquezas de los débiles” sí, aún de los más débiles y no poner tropiezo en su camino (Ro 15:1; 14:13).

4) Si un hombre me ve con lascivia, es pecado suyo no mío.No “ya no andas conforme al amor. ... Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite” (Ro 14:15,21). David se debilitó, tropezó, por el descuido de Betsabé de exhibirse; y descubrir tu belleza femenina tendrá el mismo efecto sobre los hermanos. Después de leer este artículo, difícilmente podrás argumentar que no lo sabías y “al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Stg 4:17). Si ignoraras completamente el efecto que tiene tu desnudez en un hombre, podrías vestirte como quisieras sin tener pecado, de otro modo tienes pecado. Cada hombre es responsable por su propio pecado, pero tú indudablemente, en cierto modo serás responsable del pecado de otro, si tú lo provocaste. Dios dijo a Ezequiel: “Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano” (Ez 33:8). El impío es totalmente responsable de su propio pecado, y seguramente morirá por ello. Pero el atalaya está involucrado, simplemente porque falló en hacer lo que pudo haber hecho para que el otro hombre se apartara de su pecado. ¿Cuánto más estarás tú involucrada si pusieras tropiezo en el camino de un hombre, y de hecho lo provocaras?

5) Si siguiera estas instrucciones, tendría que comprar todo un guardarropa, y no puedo proveer para tanto.Mi hermana, no puedes proveer para el pecado. Si eres cristiana de verdad, viniste a Cristo decidida a renunciar al pecado y hacer la completa voluntad de Dios a cualquier precio. Si tienes voluntad de hacer lo correcto, hallarás el modo o pide a Dios que provea el modo. Puedes proveer para cambiar tu forma de vestir. No puedes proveer para el pecado, o para provocar que otros pequen.

6) No soy atractiva ni bien proporcionada. Ningún hombre sería tentado al verme. Por lo tanto puedo vestir como me plazca.En primer lugar, no puedes saber lo que es atractivo para un hombre. Es verdad que es más probable que una mujer hermosa y bien proporcionada sea una tentación a un hombre, que una mujer sin formas. Pero también es cierto que una mujer que no es atractiva a un hombre puede ser atractiva para otro, y aún la más plana será atractiva para alguien. Pero supón que eres realmente tan fea que ningún hombre podría siquiera voltear a verte dos veces. ¿Qué me dices de tu ejemplo para las demás mujeres? ¿Qué hay de tu ejemplo para las bebés en Cristo, que se han vestido impropiamente durante su vida en el mundo, y que ahora pudieran verte

11

Page 12: El pecado de Betsabé1 (1)

como un ejemplo y como líder hacia el camino correcto? ¿Quieres que te vean y que tomen tu ejemplo y lo usen como excusa para vestirse impropiamente?Por último, algunas mujeres son tan ingenuas, que ignoran la naturaleza de los hombres y suponen que como ninguno les ha propuesto nada, no son tentación a ningún hombre. Hay que hacerlas entender que un hombre experimenta gran placer placer pecaminoso al ver a las mujeres, al ver a cualquier mujer atractiva. ¿Por qué creen que los hombres gastan millones de dólares cada año en fotos pornográficas? Ya no digamos fotos sino revistas pornográficas, y ¡cuántos ejemplares se venden! ¿Qué placer es ese para que el hombre continuamente lo compre a tan alto precio? ¿Qué placer les pueden dar esas fotos sino sólo el placer de mirar? Y mirar el cuerpo de una mujer es lo que despierta las emociones de un hombre y echa a volar su imaginación, y le da gran placer contemplarlo. Muchos hombres le dan rienda suelta a ese placer sin moderación. Se agasajan con la figura femenina donde quiera que la ven, y esto incluye por supuesto tu figura, si tu forma de vestir la exhibe y la muestra. Los varones de Dios van a reconocer que ese placer es pecaminoso, excepto que sea con sus esposas, y lucharán para resistir la tentación y vencer el pecado. Pero por lo fuerte que son sus pasiones y por la intensidad con que los atacan, esto es para ellos una lucha bastante dura. El espíritu está dispuesto pero, enfrentando estas tentaciones tan fuertes, la carne es débil. Tienen disposición, pero no hay cómo practicarla. A pesar de toda su determinación, oración y esfuerzo van a encontrar que sin querer sus ojos están sumergidos en la belleza de una mujer bien formada, y una mirada involuntaria puede ser suficiente para engañar su corazón. Un hombre que ya tenga dominio sobre este tipo de tentación, resistirá fácilmente el ataque inicial, pero la exposición constante a semejantes provocaciones va a hacer caer al más fuerte. Por eso somos llamados a “huir de las pasiones juveniles” (2 Ti 2:22) a huir de la presencia de tales tentaciones. Pero ¿a dónde huiremos en este mundo perverso? ¿Debemos huir de la misma congregación de Dios para mantener puros nuestros corazones? ¡Qué vergüenza si no encontráramos refugio seguro ahí!

CONCLUSIÓN

Para concluir: La belleza física no tiene nada de malo. Es la creación de Dios, y como todas las criaturas de Dios, está “muy bien”. Fue diseñada por Dios para un propósito específico: la mujer fue creada “para el hombre” (1 Co 11:9). El diseño perfecto y obvio de su belleza es encantar y satisfacer el corazón de un hombre de un hombre, no de todo hombre. Si Dios te ha unido a ese hombre, entonces por medio de todo, dale esa belleza a él con todo tu corazón, y dile: “Apresúrate, amado mío, y sé semejante al corzo, o al cervatillo, sobre las montañas de los aromas” (Cantares 8:14). Deja que, como Dios le manda, sea satisfecho con tus caricias en todo tiempo y siempre recreado con tu amor (Pr 5:19). Así, satisfecho, será menos susceptible a la belleza y los encantos de otra mujer. Si usas tu belleza de este modo, tu cuerpo glorificará al Dios que te la dio, y servirá al hombre al que fue entregada. Pero si la exhibes, y la prostituyes a la vista de todo el mundo, sólo te glorificaras a ti misma y servirás al diablo.

12

Page 13: El pecado de Betsabé1 (1)

POSDATA

Si eres como la mayoría de las mujeres, mucho de lo que dice este artículo será nuevo y extraño para ti. Tal vez no seas capaz de comprenderlo, y te rehúses a creerlo. Algunas mujeres que lo han leído, apenas pueden creer que las pasiones masculinas sean como las he expuesto aquí. Pero los varones que a los que lo he presentado, lo han aprobado totalmente. Uno de ellos (un varón de Dios y predicador) dijo: “Quisiera tener como dos millones de copias”. Por eso te ruego que creas estas cosas, aunque no las entiendas. Además, ruego que no te conformes con leer este artículo una sola vez, sino que lo estudies más a fondo para que puedas comprender y recordar todo lo que dice. Haz lo posible por que surta efecto sobre lo que trata de enseñarte. Y finalmente, haz todo lo posible para enseñar estas cosas a tus hermanas en Cristo. Tienes el deber de hacerlo,

Tu hermano en Cristo.

13

Page 14: El pecado de Betsabé1 (1)

14