El Patrimonio Cultural Como Problema Interdisciplinario[1]

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El patrimonio cultural como problema interdisciplinario Bolfi Cottom. Dirección de Estudios Históricos, INAH Fecha de publicación: noviembre de 2007 Sección: Mesa de discusión Red Patrimonio. Revista Digital de Estudios en Patrimonio Cultural. El Colegio de Michoacán, A.C. Centro de Estudios Arqueológicos. ISSN en trámite. Línea de investigación: Estudios en Patrimonio Cultural. www.colmich.edu.mx/publicaciones/electronicas/redpatrimonio Directora de la revista: María Antonieta Jiménez Consejo Editorial: Magdalena A. García Sánchez José Alberto Aguirre Anaya Eugenia Fernández Villanueva Rafael Diego-Fernández Sotelo: Presidente de El Colegio de Michoacán, A.C. Eduardo Zárate Hernández: Secretario General. 1

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El patrimonio cultural como problema interdisciplinario

Bolfi Cottom. Dirección de Estudios Históricos, INAH Fecha de publicación: noviembre de 2007

Sección: Mesa de discusión

Red Patrimonio. Revista Digital de Estudios en Patrimonio Cultural. El Colegio de Michoacán, A.C. Centro de Estudios Arqueológicos. ISSN en trámite.

Línea de investigación: Estudios en Patrimonio Cultural. www.colmich.edu.mx/publicaciones/electronicas/redpatrimonio

Directora de la revista: María Antonieta Jiménez Consejo Editorial: Magdalena A. García Sánchez José Alberto Aguirre Anaya Eugenia Fernández Villanueva Rafael Diego-Fernández Sotelo: Presidente de El Colegio de Michoacán, A.C. Eduardo Zárate Hernández: Secretario General.

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monio cultural como problema interdisciplinario1

Bolfy Cottom Dirección de Estudios Históricos, INAH Fecha de publicación: noviembre de 2007

I. Antecedentes y contexto

En 1999 la Sociedad Mexicana de Antropología organizó su ya conocida Mesa Redonda con el tema de la Antropología y la Interdisciplina. Desde luego como suele suceder en los eventos que ha organizado desde hace muchos años la Sociedad, en este evento hubo una serie de nuevos conocimientos vertidos con una presencia de más de 400 participantes ponentes.

Sin embargo a pesar de la enorme participación y aportes en diversidad de disciplinas participantes, muy pobre y prácticamente nula fue la discusión, análisis y reflexión sobre el problema concreto de la interdisciplinariedad, al grado de que en la publicación que se hizo de aquel evento no aparece un solo artículo que trate específicamente dicha problemática.

Por otra parte es probable que a excepción de un reducido número de académicos que se han abocado a estudiar este tema, a estas alturas, en general, nuestra idea acerca de lo que es la interdisciplina está poco clara y avanzada. Existe un planteamiento que pretende justificar la existencia de la interdisciplinariedad, que señala que dada la complejidad de la sociedad en la que vivimos, cada vez se requiere de una diversidad de disciplinas para entender a la misma. Creo que en buena medida este planteamiento ya no es suficiente, dado que en realidad lo que se ha dado es la hiperespecialización. Ciertamente se han aportado nuevas y bastas explicaciones de nuestra sociedad, aunque aún así no es suficiente para hablar de interdisciplinariedad, porque el hecho de que existan mayor cantidad de disciplinas no significa en sí mismo, que se genere conocimiento interdisciplinario.

Es más, hasta nuestros días, las dos posiciones respecto de la interdisciplinariedad se siguen sosteniendo y mientras una corriente sostiene que la interdisciplinariedad es un hecho necesario para explicar el entorno donde nos desarrollamos, la otra niega esa posibilidad e incluso afirma que la misma no será posible.

Personalmente sostengo la idea de que la insterdisciplinariedad es un proceso constante de diálogo con diversas ramas del conocimiento, con distintas etapas y niveles que está en constante construcción, de tal manera que podamos explicar determinados fenómenos o parte de ellos, en este caso, de orden social, y su realización depende en buena medida de la apertura que tengamos para recibir aportaciones de otras ramas de la ciencia, de la superación de nuestra

1 Artículo publicado en la Mesa de Discusión de Red Patrimonio. Para ver los comentarios sobre el tema o publicar un comentario nuevo, visite el sitio www.colmich.edu.mx/publicaciones/electronicas/redpatrimonio en la sección “Mesa de discusión”.

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hiperespecialización, de la creación de métodos prácticos, de la política de nuestras instituciones educativas de investigación y sobre todo de la formación sólida y amplia de los cuadros dedicados a la investigación.

Sin embargo creo que una condición previa para lograr esa interdisciplinariedad consiste en repensar los argumentos de quienes creen que la interdisciplinariedad no es posible, dado que son problemas reales que se manifiestan y se siguen transmitiendo en las instituciones educativas. Uno de esos argumentos es el referente a la incapacidad de comunicación de varias ramas científicas, en este sentido dos cuestiones que están pendientes de responderse por quienes, podríamos decir que son especialistas en el tema de la interdisciplina, son: ¿Es posible la inter y multidisciplinariedad con todas las disciplinas del conocimiento?; y: ¿es necesario que se dé con todas las disciplinas del conocimiento? Dependiendo de las respuestas creo que los niveles de comunicación podrán atenderse y construirse de manera adecuada.

2. El Problema de la Interdisciplinariedad y el papel de la ciencia.

Uno de los problemas que deben ser dignos de considerarse para su análisis y discusión para quienes nos interesamos por el trabajo interdisciplinario es el que tiene que ver con la generación de conocimiento y la comunicación.

No es nada lejana a la realidad hacer la comparación entre la famosa Torre de Babel y la actual torre del conocimiento. Como bien sabemos la fuente bíblica refiere el hecho supuesto de que algunos remotos antepasados intentaron construir un edificio tan alto que llegara hasta el cielo, pero su empresa fracasó porque se confundieron las lenguas que hablaban, lo que imposibilitó su comunicación y con ello la culminación de su proyecto. En los tiempos modernos hasta nuestros días, como afirma un académico sevillano Joaquín Pratz, hemos intentado construir una nueva torre y así alcanzar el cielo, solo que esta vez no a base de ladrillos, sino de conocimiento. Cuando parecía que habíamos alcanzado los confines del universo con nuestros hallazgos, no se produjo la confusión, sino el desmembramiento del saber en disciplinas que de pronto se hicieron mutuamente irreconocibles y que a la larga mostraron su resistencia al diálogo y a la colaboración. Esta situación hace que el fantasma de Babel se asome, ya que de no haber acercamiento, diálogo y colaboración entre las disciplinas, las esperanzas de la humanidad de conocerse a sí misma y lo que conforma su entorno quedarán frustradas.

Pero hay también otra expresión de esta forma de incomunicación, y es el hecho de lo que significa la transmisión y la accesibilidad al conocimiento, ya que de pronto nos encontramos ante una monstruosa torre que para subir y bajar de ella es preciso toda una vida. Quizás esto se explique por el sedentarismo de la gente (que genera y sistematiza de manera institucionalizada el conocimiento). Así, y utilizando la metáfora de un edificio, quienes se comunican con los del piso inmediato de arriba y el de abajo pueden ocasionar que cada vecindad tenga su propio argot, su acento peculiar y sus expresiones características. Por ende, probablemente sólo se entenderán las familias disciplinarias y sus vecinos inmediatos hacia arriba y hacia abajo. Sucede entonces que la comunicación con los de la cúspide y los de la base no existe, y siendo así, la correcta construcción y difusión del conocimiento interdisciplinario se detiene o por lo menos encuentra serios obstáculos. En otras palabras, es importante repensar la comunicación de la interdisciplina en dos ejes: uno vertical y otro horizontal.

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Hoy quizás ya no pueda hablarse de la construcción de una torre del conocimiento sino de una serie de edificios que corren el riesgo de ser solamente paralelos por el afán de la hiperespecialización sin diálogo y sin la base de una visión integral de las cosas, lo que convierte al conocimiento en auténticas parcelas cada vez más difíciles de adquirir por su alto precio.

Creo que aquí se encuentra el punto de contacto entre lo que es la concreción de la interdisciplinariedad y la concepción respecto del papel de la ciencia en la sociedad. Como sabemos, existen dos posiciones respecto del papel de la ciencia en la sociedad. La primera posición sostiene que la ciencia es un mero afán del saber por el saber; mientras que la segunda sostiene que la ciencia debe tener como fin resolver problemas sociales. Comparto la segunda posición y creo que en el caso de la antropología mexicana esa ha sido la característica que le ha distinguido a diferencia de la corriente europea especialmente la de origen inglés.

Pero me interesa señalar que estar dispuesto a la construcción de la interdisciplina depende en buena medida del concepto de ciencia que uno sostenga y del papel que esta deba jugar en la sociedad. En mi experiencia esa es la base que me ha llevado a plantear que el concepto de patrimonio cultural es un concepto no solo inter sino multidisciplinario.

3. El problema del Patrimonio Cultural y los niveles de ejercicio de Interdisciplinariedad.

Haciendo un recorrido histórico analítico desde los orígenes de las sociedades humanas, la idea del patrimonio cultural prácticamente ha sido una constante, esto confirmado en los hallazgos arqueológicos que testimonian la existencia de una serie de objetos culturales de distinta naturaleza que sin duda pervivieron con un valor excepcional entre las distintas comunidades ya sea porque les permitía su propia sobrevivencia o porque fuese el referente elemental para su reconocimiento como grupo. Entre otros productos culturales tenemos la puntas pétreas, instrumentos de caza, de pesca, lugares sagrados, máscaras, ritos, cantos, imágenes, etc.

Este aporte tanto de historiadores como de prehistoriadores ha aportado a la antropología los suficientes elementos para pensar en la construcción de un concepto de patrimonio cultural que sea entendido como el conjunto de productos o creaciones culturales que un grupo social o una sociedad en su conjunto preserva en tanto que le han sido heredados de generaciones pasadas y los considera útiles para su sobrevivencia como comunidad cultural. De ahí que para la construcción de dicho concepto, expresado en distintas construcciones terminológicas, hayan concurrido la historia la antropología y el derecho.

Hasta nuestros días el trabajo académico desarrollado en torno de dicho fenómeno social suma una impresionante concurrencia de distintas disciplinas científicas que incluso ha abarcado a las llamadas ciencias naturales. Desde mi punto de vista, es en este proceso concreto en el que el trabajo interdisciplinario ha aportado una base teórico conceptual para que instituciones de distinto nivel, encargadas de elaborar y ejecutar políticas de estado, difundan el concepto de patrimonio cultural.

En pocas palabras ha sido el trabajo científico de distintas disciplinas el que ha logrado dar cuenta de un fenómeno socio-cultural que el ser humano ha manifestado desde tiempos remotos y no como se ha defendido en ocasiones, que el concepto de patrimonio cultural fue una

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construcción conceptual europea que ha sustentado ideológicamente la existencia de los estados nacionales modernos, lo cual se importó a nuestros países y por ello el interés de los gobiernos nacionales de conservar a la manera del romanticismo, aquellos bienes culturales tal y como lo han construido los italianos por ejemplo. Si esto fuera así, como explicar que en el caso de México, cuando surge y se empieza a utilizar el término patrimonio cultural el estado tenía ya más de 100 años de haberse interesado por construir una política en este campo; o aún más, existe una serie de testimonios etnohistóricos que confirman la existencia de este concepto, de esta idea, en la época prehispánica.

Así pues, ha sido el trabajo interdisciplinario el que ha contribuido de manera paradójica a la clarificación o complejización de este fenómeno social, el cual en el momento histórico presente vive una nueva etapa que convoca a cada vez más disciplinas científicas y técnicas siendo de las más importantes la ciencia política, la cual ha sido fundamental para poder entablar una discusión intensa con los actores e ideas neoliberales que detentan el poder y los que han dado muestras de no tener interés en la dimensión institucional cultural de la sociedad; otras han sido el derecho, cada vez más debatido y litigado por la sociedad misma, la archivonomía y la biblioteconomía, las cuales conjuntamente con la ciencia histórica han sido claves para estudiar todos los acervos y libros antiguos . Esto ha derivado en la construcción de un conjunto de conocimientos que han argumentado las relaciones distintas entre patrimonio cultural nación y comunidad, patrimonio cultural y región y desde luego la relación entre patrimonio cultural e instituciones, entre otros aspectos.

Pero intenso y polémico ha sido el diálogo con quienes consideran que se requiere de un estado pragmático, indiferente ante el interés de sectores de la sociedad que demanda la preservación de elementos culturales que quizás sean el único sustento de la cohesión social en una coyuntura en que las instituciones políticas han sido muy cuestionadas.

Así pues uno de los problemas fundamentales que trata de resolverse es el de la identidad cultural, el de la cultura nacional, en donde existen discursos de una gran diversidad de disciplinas científicas que desde su óptica, pero echando mano de elementos teóricos de otras ciencias plantean sus argumentos tratando de incidir en la construcción de una política de estado que no renuncie de manera globalizante a su historia.

Niveles de interdisciplinariedad

El tratamiento de esta problemática ha requerido de distintas formas, espacios y etapas para su discernimiento y discusión, lo que mínimamente ha exigido a la diversidad de académicos que abordan el problema del patrimonio cultural, buscar de distintas maneras un complemento a su especialización profesional. Una de esas maneras ha sido el recurrir a la cada vez más prolija literatura que sobre el particular se está produciendo.

Esto ha generado el surgimiento de espacios de reunión inter y multidisciplinarios donde a través de métodos como paneles de discusión, mesas redondas, coloquios, congresos o seminarios se discute en distintos niveles sobre conceptos, planteamientos teóricos estructurados, problemas prácticos o políticas de estado, con el fin de tender puentes que posibiliten la comprensión del fenómeno. Pero este intercambio, discusión de ideas e incluso escritura de libros o artículos no

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necesariamente culmina en trabajos colectivos, sino más bien este se convierte en un supuesto que sustenta trabajos individuales en donde la referencia a otros enfoques es cada vez más cotidiano. En otras palabras, hoy son cada vez son más frecuentes la diversidad de citas de diferentes disciplinas en trabajos que abordan el problema patrimonial y la diversidad ha superado la endogamia científica.

Otra experiencia de interdisciplinariedad la constituyen los trabajos en equipo que se han realizado en distintos lugares en donde la problemática se ve como un todo complejo que supera por ejemplo la pura visión técnica conservacionista, restauracionista o proteccionista de un bien o conjunto de bienes considerados patrimonio cultural. Ejemplo de ello han sido los trabajos de Manuel Gamio en Teotihuacan, o de restauradores en Yanhuitlán Oaxaca, el Cerro de la Estrella en Iztapalapa, Ciudad de México o experiencias como Venezuela y Bolivia . Asimismo, refiero a los distintos equipos conformados para la instalación de museos o más recientemente las problemáticas de el Tajín en Veracruz o la defensa de centros históricos como Puebla y Cholula y, desde luego los estudios realizados actualmente donde es clara la relación entre patrimonio cultural y patrimonio natural, ejemplo de ello lo constituyen los trabajos realizados en Iztapalapa y los llevados a cabo en el sureste del país respecto del llamado desarrollo sustentable.

En este sentido cabe señalar que una de las propuestas surgidas a raíz de la complejidad de los problemas abordados y de experiencias interdisciplinarias es la conformación e impulso de parte de las dependencias académicas responsables, de proyectos integrales que reúnen a distintos especialistas con el ánimo de atender las distintas aristas del problema. Cabe decir que este tipo de problemas se ha complejizado aún más en el caso de México, por el problema indígena y los cambios que se están sucediendo no sólo respecto del marco jurídico, sino en los hechos que demuestran la organización de diversos grupos étnicos defendiendo lo que consideran son sus derechos.

Pero sin duda, a mi manera de ver y entender la interdisciplinariedad, ésta como producción de conocimiento científico en cierto sentido tiene sus límites o más bien desafíos prácticos y uno de ellos es la concreción de proyectos, programas o propuestas de cómo solucionar determinado tipo de problemas, es quizás esta parte la que hace más valioso el trabajo interdisciplinario porque en primer término es aquí donde se define la concepción de la ciencia y el papel que debe jugar o no en la sociedad; en segundo término porque ver y proponer alternativas de solución exige mínimamente proponer métodos de aplicación de las soluciones vislumbradas, lo que implica poder manejar distintos tipos de discurso tanto de carácter político como social ya que se trata por un lado de incidir en la construcción de políticas públicas de estado y por otro abordar la dimensión educativa y formativa respecto del tema del patrimonio cultural. En pocas palabras se trata de trabajar a nivel de las instancias de poder donde se toman decisiones de autoridad, a nivel de la sociedad en general y con las instituciones educativas que forman nuevos cuadros.

Me parece que a estas alturas hay dos campos que en el momento actual aún muestran vacíos o en el mejor de los casos deficiencias en su enfoque inter y multidisciplinario como son la administración y la economía relacionados con el estudio del patrimonio cultural. Tengo conocimiento de que una tendencia marcadamente europea concretamente proveniente de experiencias de Inglaterra, Francia y España donde el nivel de participación de la iniciativa privada es muy alta, se ha generado una corriente denominada de gestión del patrimonio cultural,

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la que es evidente que no ha tenido la misma trascendencia en nuestro caso por múltiples razones siendo una de ellas creo, la concepción misma de lo que es el patrimonio cultural y su relación con la idea de nación. Una consideración que se ha planteado referente a la participación de grandes empresas o particulares en la administración de patrimonio cultural es que quizás en nuestra experiencia no sólo en México sino a nivel latinoamericano el tipo de empresario es significativamente distinto, es decir con mayor voracidad económica y menor conciencia socio-cultural, aunque personalmente creo que el capital es el capital donde quiera que esté. Y en todo caso necesitamos incluso desarrollar en ese sentido proyectos de investigación que aborden dichas problemáticas, esto justificaría estudios desde las perspectivas económica y administrativa.

En este análisis de la interdisciplina se piensa que debería construirse incluso toda una pedagogía de la misma, con el objeto de institucionalizarlo en los centros formativos repercutiendo así en la enseñanza de las distintas disciplinas. En cierto sentido creo que esa es una propuesta ideal, sin embargo me parece más realista recuperar experiencias ya generadas y buscar formas de interdisciplinariedad que hagan conscientes a estudiantes y académicos, de que en nuestros días aunque queramos ya no es posible que una sola disciplina científica resuelva los complejos problemas sociales, partiendo del supuesto de que en el caso de la construcción de la interdisciplina de alguna forma todos, alumnos y académicos estamos constantemente en proceso de formación.

Finalmente me parece que no debemos olvidar tres cuestiones: En primer lugar, el ejercicio interdisciplinario tiene que ser llevado a la práctica por los mismos investigadores, docentes y alumnos. En segundo lugar, la interdisciplina es algo que no llega para quedarse, es algo que cambia que debe ajustarse a las necesidades reales, de ahí el desafío que representa para quienes trabajan con esta mentalidad y actitud académica. Finalmente, a pesar de la amplitud de nuestros conocimientos derivados de la necesidad de entender otros puntos de vista científicos, si algo nos enseña la interdisciplina son nuestros límites en el propio conocimiento. Por ello, una tarea elemental consiste en crear puentes de entendimiento, de tal forma que independientemente de nuestra especialidad podamos tener una amplia visión del contexto en que nos desarrollamos. En ese sentido me parece que la antropología mexicana de raíces culturalistas ha desarrollado una buena experiencia que me da la impresión que se ha perdido.

Referencias Bibliográficas

Cottom, Bolfy (Coordinador) 2003 El Patrimonio Cultural: problemas actuales, en: Diario de Campo, suplemento al Nº60, noviembre de 2003.

Daltabuit, Magali; Cisneros Héctor; Vazquez y Santillan Enrique 2000 Ecoturismo y desarrollo sustentable, CRIM-UNAM, México.

Olivé Negrete, Julio César 1996 En el 60 aniversario de la ENAH, en: CARDENAS BARAONA Eyra, Memoria 60 años de la ENAH, México.

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El patrimonio cultural como problema interdisciplinario

Prats, Joaquín s/f Disciplinas e Interdisciplinariedad: el espacio relacional y polivalente de los contenidos de la didáctica de las ciencias sociales. Disponible en línea: http://www.ub.es/histodidactica/CCSS/iber.htm.

Sociedad Mexicana de Antropología 1999 Antropología e Interdisciplina, México.

Resumen: Registrar e inventariar los objetos que componen el patrimonio cultural de un país es el primer paso para la salvaguarda de ese legado. Sin embargo, esta tarea no resulta tan fácil de realizar tal como se describe, ya que sus resultados serán siempre a largo plazo y requerirán de la conjunción de varios elementos, que se soportan en la colaboración y el intercambio entre instituciones y disciplinas. Implementar catálogos nacionales de bienes patrimoniales ha sido una preocupación presente desde el siglo XX para el estado mexicano. Para ciertos conjuntos de objetos se han conseguido avances importantes, pero la implementación de un registro nacional de los objetos que testimonian la memoria escrita de los mexicanos no presenta resultados satisfactorios. Las tareas de este registro de objetos bibliográficos, presentan aspectos particulares que no son considerados en su totalidad. Este trabajo analiza y describe los aspectos más distintivos de la problemática que genera la elaboración de un catálogo colectivo de libros antiguos en México, como la herramienta más idónea para garantizar la tranmisión de la herencia bibliográfica heredada desde el periodo colonial.

Palabras clave: Catálogos colectivos * Libros antiguos * patrimonio bibliográfico * política cultural

Abstract: To register and to inventory the objects that compose the cultural patrimony of a country are the first passage for safeguard it of that legacy. Nevertheless, this task is not so easy to make as it is described, since their results will be always long term and will require of the conjunction of several elements supported in the collaboration and the interchange between institutions and disciplines. To implement national catalogues of properties inherited from parents has been a preoccupation present from century XX for Mexican state. For certain sets of objects have been obtained important advances, but the implementations of a national registry of the objects that attest the memory written of the Mexicans do not favor satisfactory results. The task of this register of bibliographical objects, presents particular aspects that they are not considered in its totality. This work analyzes and describes the most distinguishing aspects of the problematic one that the elaboration of a collective old book catalogue generates in Mexico, like the most suitable tool to guarantee the transmission of the inherited bibliographical inheritance from the colonial period.

Keywords: Catalogues collectives * Rare books * Bibliographic heritage * Cultural policy

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

“En el orden de la formación individual impone hábitos de discernimiento, exactitud, orden, método, rigor, y disciplina; es una escuela de organización del quehacer intelectual cuyas lecciones pueden resultar tan provechosas como la utilización asidua de los libros” José Simón Díaz (1971)

Introducción

El reconocimiento de la riqueza patrimonial de naturaleza cultural de un país, implica

necesariamente la elaboración de inventarios que cuantifiquen el número de objetos

conservados según su naturaleza y, por otro lado, la elaboración de registros detallados que

caractericen y distingan a esos objetos entre sus similares. Sin estas herramientas

fundamentales se dificulta enormemente el diseño de políticas públicas, para garantizar la

preservación de la memoria cultural de una sociedad. Igualmente se entorpece instrumentar

medidas adecuadas para favorecer el conocimiento social de ese legado con la finalidad de

transmitir entre generaciones su valor e importancia.

En el campo del patrimonio bibliográfico contamos con la ventaja de poder elaborar una

sola herramienta capaz de aportar los datos cuantitativos de la herencia conservada con la

caracterización particular de cada objeto. Esta herramienta es conocida genéricamente como

“catalogo colectivo”, y su construcción sólo es posible si se cuenta cuando menos con tres

requisitos fundamentales: una norma que establezca la protección del objeto bibliográfico en

su condición patrimonial, un modelo de registro validado desde el conocimiento disciplinar y,

finalmente, una institución coordinadora de las actividades y los resultados.

Los catálogos colectivos de libros antiguos se han desarrollado de forma constante a partir

del siglo XX, con el reconocimiento de los estados nacionales sobre la custodia de bienes del

patrimonio bibliográfico. Por tanto, no son instrumentos nuevos en el panorama

internacional. Sin embargo, en su desarrollo se encuentran diferentes tendencias que

responden a las políticas culturales de los estados, pero también al reconocimiento y

valoración disciplinar de la bibliografía. Esta disciplina, vieja entre las humanidades, no ha

dejado de mostrar interesantes aportaciones desde finales del siglo XIX enfocadas a

caracterizar a los objetos bibliográficos según su propia naturaleza y estructura.

Idalia García, 2007

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

De ahí que los resultados obtenidos a nivel internacional en la elaboración de los catálogos

colectivos de bienes bibliográficos, presenten dos particularidades que deben ser

consideradas y analizadas. La primera se refiere al conocimiento de la estructura que

identifica a los objetos bibliográficos y, que en su gran mayoría, distingue los modos de

producción (sea manual o mecánica) que dan por resultado características compartidas en

los objetos. La segunda, relaciona ese conocimiento con una forma de apreciación, que

posibilita la representación de características distintivas en un modelo normalizado o

compartido entre aquellas instituciones que custodian libros antiguos.

En relación a esos modelos el esfuerzo internacional ha favorecido las propuestas derivadas

del trabajo de organismos mundiales. Aún cuando estas mismas ideas no respondan del

todo al desarrollo disciplinar del que emana y, por tanto, no logren representar de forma

idónea al objeto que se describe. Al final se trata de identificar sin equívocos cada objeto

bibliográfico resguardado, en su condición textual e histórica, así como a todas las

instituciones que comparten la custodia de ese mismo objeto. Este tipo de identificación es

una condición indispensable para los procesos de valoración, salvaguarda y transmisión del

legado bibliográfico actualmente conservado.

La catalogación del impreso antiguo en México

La catalogación de objetos bibliográficos es una tarea permanente en las instituciones

bibliotecarias de todo el mundo. Sin esta tarea es imposible cumplir con la finalidad de

ofrecer servicios de información como un derecho cultural, pero tampoco se puede asegurar

la preservación a largo plazo de los conjuntos documentales que se resguardan en los

repositorios nacionales. Para realizar esta importante labor cultural se requiere del

conocimiento de ciertas codificaciones, que permiten representar a los objetos documentales

de acuerdo a la naturaleza que los distingue e identifica frente a otros. Ese conocimiento

forma parte sustancial de la formación de bibliotecarios profesionales en todo el mundo y

actualmente nadie discute su importancia.

No obstante algunos tipos de bibliotecas custodian otro tipo de objetos, para los que se

requiere un conocimiento adicional que además implica un tipo de formación más

especializada. Esos objetos conforman un legado de diversa procedencia y en diferente

estado de conservación, que contienen valores adicionales, al meramente informativo como

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

vehículos de transmisión de conocimiento. Esos valores, como la antigüedad, la historicidad

o la estética soportan, explican y de forma esencial fundamentan la consideración de bienes

patrimoniales.

Por esa apreciación ciertos objetos bibliográficos conservados, adquieren una condición

singular y, por ello, un reconocimiento de bien común que debe propiciar su protección

dentro y fuera de los límites de un estado nacional. Para que esto ocurra el estado debe

elaborar y promover un marco jurídico apropiado que enumere los objetos que se

protegerán y fundamente la condición por la cuál adquieren esa salvaguardia. En esa

normativa, el estado también adjudica responsabilidades institucionales para garantizar la

preservación de un patrimonio bibliográfico. Entre éstas se encuentran el registro e

inventario de todos los bienes que se reconocen integran ese mismo patrimonio.

Estas tareas son las más importantes porque permite definir y contabilizar el universo de

objetos que se protegerán como un compromiso estatal para garantizar la salvaguarda de la

herencia colectiva. De otra manera el estado y sus instituciones no podrían consolidar

medidas y estrategias, para que esa herencia pueda ser transmitida a las generaciones

venideras en las mejores condiciones de conservación posibles. Además el conocimiento de

una realidad patrimonial dentro un país, permitirá identificar y distinguir aquellos objetos

poseedores de valores o de características más representativas dentro de un conjunto

específico. También favorecerá la elaboración e instrumentación de políticas públicas

enfocadas, por un lado a la salvaguarda y, por otro, a la socialización de los bienes

bibliográficos sin la que todo esfuerzo de protección se hace innecesario.

Ahora bien, este reconocimiento patrimonial no se ve afectado por el dominio de adscripción

de los bienes, sea éste público o privado. Esto es así, porque la condición patrimonial de

naturaleza cultural presupone que el objeto será protegido por un interés común para toda

la sociedad. Precisamente por eso, reconocemos esos objetos como una herencia colectiva y

así su conocimiento forma parte de los derechos culturales de una comunidad. En efecto el

libro, como otros objetos documentales, posee una representación y significación cultural

vinculada a la difusión del conocimiento de la humanidad. De ahí los intereses siempre

presentes por el control y la organización de las colecciones bibliográficas.

Con la memoria escrita existe una preocupación, que se ha hecho más notoria en los últimos

tiempos, sobre aquellas colecciones que custodian materiales que no son considerados

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

modernos. La distinción principal que se hace sobre los materiales antiguos está

determinada básicamente por los procesos de producción manual.2 Las particularidades de

este proceso determinan la estructura y naturaleza de los objetos y, por lo cual, se les

considera patrimoniales y dignos de protección.

Entre este conjunto de materiales antiguos diferenciamos dos tipos: manuscritos e impresos.

Los primeros son siempre únicos e irrepetibles, a pesar del tiempo histórico de su

producción y por esa condición siempre están sujetos a protección especial. Los segundos,

se diferencian por el tiempo histórico de su manufactura: el periodo de la técnica manual y

el de la técnica mecánica. Aún cuando ésta dio por resultado diversos ejemplares para una

edición, las particularidades de la técnica de impresión podían generar variaciones en una

misma composición. Por otro lado, todos esos objetos poseen una historicidad desde el

momento de su producción hasta el momento actual de la custodia. Razón que añade valor a

su reconocimiento patrimonial.

México al igual que otros países, ha tenido diversas propuestas legales para la protección del

patrimonio cultural de la nación hasta la ley vigente de 1972.3 Esta norma se singulariza

entre otras similares, por el reconocimiento de monumento más que de bien cultural.

También porque la responsabilidad institucional está depositada en dos entidades federales:

el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y, el Instituto Nacional de Bellas Artes

(INBA). Ambos institutos fueron creados en 1939, cada uno con ley propia.

Para lo que compete al patrimonio bibliográfico, la ley de 1972 no integra a la Biblioteca

Nacional de México (BNMx) establecida en 1867 y dentro de la Universidad Nacional

Autónoma de México (UNAM) desde 1929. Si bien la misma ley considera como monumentos

históricos, a los libros impresos en México o en el extranjero durante los siglos XVI al XIX

que por su rareza o importancia merezcan ser conservados.4 Por otra parte, la Ley General

de Bibliotecas desde 19885, tampoco incorpora el problema patrimonial de las bibliotecas, ni

2 Marielisa Rossi. “Presupposti e attribuzioni della catalogazione del libro antico”. SEMINARIO SU FRBR (Functional requirements for bibliographic records) - Firenze, 27-28 gennaio 2000. p. 1 3 México. Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Diario Oficial de la Federación. 6 de mayo de 1972. El texto completo de esta ley se encuentra disponible en la página http://www.diputados.gob.mx/leyinfo/pdf/131.pdf [Consultado: mayo de 2007] 4 Ibid. Artículo 36°, inciso III. 5 México. Ley General de Bibliotecas. Diario Oficial de la Federación. 21 de enero de 1988. El texto completo de esta ley se encuentra disponible en la página http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/134.pdf [Consulta: Mayo de 2007]

Idalia García, 2007

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

otorga un lugar preponderante a la BNMx dentro del Sistema Nacional de Bibliotecas. Es una

ley se aboca a reglamentar los servicios públicos de información.

Ahora bien, por lo establecido en la ley de 1972 el INAH y el INBA son los responsables del

registro, tutela y conservación de bienes culturales, cualquiera que sea su naturaleza

siempre y cuando estén reconocidos en el texto de la propia ley. Para el registro se ha

dividido el campo de actuación según las categorías reconocidas. De esta manera, por un

lado el INAH es responsable del Registro Público de Monumentos y Zonas

Arqueológicos e Históricos, mientras que por otro el INBA es responsable de la

elaboración del Registro Público de Monumentos y Zonas Artísticos.6

Con esta consideración legal, el patrimonio bibliográfico deberá ser registrado por el INAH,

sin la participación de la BNMx pese a que ésta resguarda una parte importante de ese

legado. De esta manera se consolidó una compleja realidad institucional para que la

Biblioteca Nacional de México, sea la responsable nacional de un catálogo colectivo de

impresos antiguos. Esta biblioteca, como otras de igual naturaleza, tiene entre sus

finalidades la preservación de la memoria escrita de la sociedad a la que sirve. De esta

manera este tipo de establecimientos también se conciben como un centro de la identidad

cultural del país.7

Como patrimonio bibliográfico desde la consideración de nuestra ley, nos ocupamos aquí del

conjunto de libros antiguos (los impresos producidos entre 1500 y 1800) y de las ediciones

decimonónicas conservadas en los repositorios mexicanos. Es decir, el conjunto bibliográfico

producido entre el siglo XVI y XIX. Los primeros son resultado de la imprenta manual,

denominados como incunables y abarcan el periodo comprendido entre 1450 y 1500. Estos

libros no son muy abundantes en nuestras colecciones y, además, no parecen entrar en las

categorías de la ley de 1972.8

Ahora bien, las precisiones jurídicas anteriores solo muestran el complejo panorama legal e

institucional que existe en nuestro país para garantizar continuidad en la elaboración de un

catálogo colectivo de impresos antiguos. Una realidad que dificulta pero no imposibilita la

obtención de tan importante herramienta como un punto pendiente en la política cultural del

6 Ley Federal de Zonas y Monumentos de 1972, capítulo II. 7 Juan José Fuentes Romero. Las bibliotecas nacionales: un estado de la cuestión. Gijón: Trea, 2003. p. 238. 8 Es cierto que las leyes pueden interpretarse, pero si la definición de un objeto particular existe debería haberse incluido para evitar confusiones innecesarias.

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

país. En efecto, la elaboración de dicho catálogo debe considerarse prioritaria para estar en

posibilidad de transmitir el legado bibliográfico que hemos heredado y que estamos

construyendo. Pero para proteger debemos conocer esos bienes de los que tanto nos

enorgullecemos. Un conocimiento que se inserta en la actividad de la función pública de las

instituciones, porque fundamenta la construcción y transmisión de valores culturales.

Aspecto de nuestra realidad cotidiana, que podemos observar actualmente poco definido y

por desgracia con múltiples caras.

Los intentos por catalogar esta herencia bibliográfica no han sido pocos, la gran mayoría de

éstos de carácter institucional. Entre los que podemos citar como más relevantes, se

encuentra la iniciativa de la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Educación

Pública (SEP) que en 1984, que intentó a través de un proyecto rescatar el patrimonio

bibliográfico nacional. Como resultados de este trabajo se editaron dos publicaciones

Colecciones Especiales en 19879, y el Directorio de Colecciones Especiales del Distrito

Federal (1988)10. En ambos resultados es evidente y notoria la visión particular de los

profesionistas mexicanos, sobre un problema patrimonial tan especial. Para comprenderlo

bastaría contrastar la literatura especializada y los esfuerzos internacionales que desde los

años setenta han definido una posición clara. Como veremos, dicho posicionamiento es

esencial por la trascendencia que tiene para el conocimiento de los impresos antiguos

conservados.

Posteriormente como antecedente de las tareas de registro, podemos citar el catálogo

Fondos Conventuales realizado en el periodo de 1989 a 199411, bajo la coordinación del

INAH. Esta importante tarea tuvo como productos una edición en disco compacto del

catálogo general y, una serie de impresos dedicados a cada una de las colecciones

registradas. No obstante el trabajo realizado no dio por resultado otros semejantes en

diferentes instituciones, que se integraran al mismo catálogo de forma tal que pudiera ser

considerado como un primer paso para consolidar un catálogo colectivo de los impresos

antiguos.

9 Manuel de Escurrida y Vertiz y Margarita Maas Moreno. Las Colecciones Especiales. México: SEP. Dirección General de Bibliotecas, 1987. 10 Directorio de colecciones especiales en el Distrito Federal. México: SEP. Dirección General de Bibliotecas, 1988. 11 Fondos Bibliográficos Conventuales [CD-ROM]. México: INAH: Universidad de Colima. Centro Nacional Editor de Discos Compactos, 1994.

Idalia García, 2007

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Otro proyecto importante que debemos considerar fue Novum Regestrum de la Asociación

de Estados Iberoamericanos para el Desarrollo de las Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica

(ABINIA). Este catálogo12 fue realizado bajo la coordinación de la Biblioteca Nacional de

España entre 1989 y 1995. En este registro colectivo participó la BNMx en 1991, por lo que

extraña que en los resultados por lamentable que sea, no encontremos reportados los

impresos mexicanos del siglo XVI custodiados por nuestra institución bibliotecaria. Resulta

increíble que de los 12 registros localizados en este catálogo (en la edición de disco

compacto13) y que fueron impresos por los Ocharte14, ninguno se registra como existente

en el acervo de la Biblioteca Nacional de México. Una información que es falsa, como puede

comprobarse al consultar el catálogo sobre estos impresos elaborado en 1990.15¿Cómo

explicar la ausencia de esos impresos que la propia biblioteca considera tan importantes,

pese a que ya habían sido registrados con todo detalle? Es complicado dar una respuesta a

esta interrogante.

Otro esfuerzo, realizado desde 2003, que afecta al registro e inventario de impresos

antiguos, es el impulsado por la Asociación Civil “Apoyo al Desarrollo de Archivos y

Bibliotecas de México (ADABI).16 Esta asociación busca preservar la memoria documental

que se conserva en México, tanto en bibliotecas como archivos y, por lo cual, apoya a las

instituciones entre otras tareas en la descripción de los objetos custodiados. Sin embargo a

pesar de sus valiosas aportaciones, tampoco ha consolidado un espacio colectivo para el

registro que mejore nuestra compresión del legado bibliográfico y se coloque en sintonía con

las directrices internacionales.

Frente a estos fracasos colectivos para el registro de los impresos antiguos conservados en

México, se ha impuesto el trabajo institucional en numerosas instituciones que custodian

este tipo de material. Algunas de éstas incluso ya cuentan con acceso al catálogo en Web,

como el Centro de Estudios de Historia CONDUMEX17, la Biblioteca José María Lafragua de la

12 Novum Regestrum: Catálogo Colectivo de Fondo Antiguo, siglos XV-XIX, de la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica (ABINIA) [CD-ROM]. Madrid: Biblioteca Nacional: ABINIA: Chadwyck-Healye España, 1995. 13 Catálogo Colectivo de Impresos de los Siglos XVI -XIX en Bibliotecas de Ibero América, España y Portugal. En la edición Web, ni siquiera aparecen. Información y consulta del catálogo en la página http://www.bne.es/abinia/index.html [Consulta: Mayo de 2007] 14 11 impresos por Pedro y 1 por Melchor. 15 En este catálogo se informa de los impresos por los Ocharte, 5 por Pedro, 1 por Melchor y conjuntamente por Melchor y Luis. Jesús Yhmoff Cabrera. Los impresos mexicanos del siglo XVI en la Biblioteca Nacional de México. México: UNAM, 1990. p. 207-218. 16 Información disponible en la página http://www.adabi.org.mx/ [Consulta: Mayo de 2007] 17 Información y consulta disponible en la página http://www.cehm.com.mx/ [Consulta: Mayo de 2007]

Idalia García, 2007

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Page 16: El Patrimonio Cultural Como Problema Interdisciplinario[1]

Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla18, la Biblioteca Palafoxiana19, el Instituto de

Investigaciones Dr. José María Luis Mora20, la Biblioteca Franciscana21, La Universidad

Iberoamericana22, la Universidad de las Américas Puebla23, la Biblioteca Pública del Estado

de Jalisco24 y, por supuesto la BNM.25

En todos estos esfuerzos hay una peculiaridad que debemos resaltar: la diversidad de

formas en que los impresos antiguos son registrados en nuestro país, el cual no es un

resultado de la ausencia de una normativa específica sino de las formas de aplicación de la

misma. Lo anterior puede compararse en el anexo 1, que acompaña a esta disertación en

donde mostramos algunos ejemplos. En éstos registros podemos observar que la variedad

en las formas, responde necesariamente a modos de conocimiento del objeto que se

describe. Pero también se trata del tipo de información que se pretende ofrecer y al público

que se destina.

La naturaleza de los impresos antiguos y su condición patrimonial han propiciado el uso de

los mismos de forma casi exclusiva por la investigación especializada. De ahí que la

catalogación de esos objetos, en parte se justifique como un instrumento para la

investigación. Cuando esto es así, debería considerarse analizar el tipo de información que

los especialistas requieren. En particular lo que corresponde a la identificación puntual de la

edición26 y de la historicidad de la misma. Este reconocimiento podemos decir que se basa

en tres aspectos puntuales: los títulos, las descripciones físicas y la caracterización de los

elementos históricos.

En realidad, todo registro es una manera de representación y cuando se trata de bienes

culturales, también integra un tipo de valoración. Es esta última la que determina tanto las

ideas culturales que el estado tiene de la herencia bibliográfica, como de los acercamientos

disciplinares al bien patrimonial y, por tanto, explica la realidad institucional de catalogación

nacional en las colecciones de libros antiguos.

18 Información y consulta disponible en la página http://148.228.161.3/ [Consulta: Mayo de 2007] 19 Información y consulta disponible en la página http://www.bpm.gob.mx/inicio.asp [Consulta: Mayo de 2007] 20 Información y consulta disponible en la página http://biblioteca.mora.edu.mx:8991/F [Consulta: Mayo de 2007] 21 Información y consulta disponible en la página http://ciria.udlap.mx/franciscana/ [Consulta: Mayo de 2007] 22 Información y consulta disponible en la página http://192.203.177.43:8991/F [Consulta: Mayo de 2007] 23 Información y consulta disponible en la página http://ciria.udlap.mx/ [Consulta: Mayo de 2007] 24 Información y consulta disponible en la página http://148.202.105.23:8991/F/-/?func=find-d-0&local_base=bpj01 [Consulta: Agosto de 2007] 25 Información y consulta disponible en la página http://132.248.77.3:8991/F [Consulta: Mayo de 2007] 26 Marina Venier y y Andrea De Pasquale. Il libro antico in SBN. Milano: Editrice Bibliografica, 2002. p. VII

Idalia García, 2007

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Page 17: El Patrimonio Cultural Como Problema Interdisciplinario[1]

Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

El aspecto legal e institucional al que nos hemos referido son sólo partes que afectan a la

problemática de la catalogación del impreso antiguo en México. El tercer aspecto y quizá uno

de los más importantes, es el modelo catalográfico que se emplea para representación de un

objeto bibliográfico. Este modelo es la base de un catálogo colectivo, que solamente tiene

utilidad en tanto se inserta en un sistema de cooperación institucional. De esta manera

facilita la identificación, localización y accesibilidad de un impreso en un conjunto de

bibliotecas.

No obstante cuando se trata de impresos antiguos, este catálogo no solamente cumple esas

funciones, sino que adquiere un fin concreto desde una perspectiva bibliográfica. “Es la

perspectiva que me interesa destacar, tomando en consideración que este tipo de catálogo

logra actualmente su máxima justificación en el control de los ejemplares, [especialmente]

de las ediciones del periodo de la imprenta manual”.27 Con esta perspectiva podremos

comprender por qué un catálogo colectivo de estos libros, puede conjuntar dos propósitos

precisos: el control patrimonial de los objetos conservados por parte de las instituciones de

custodia y, además, funcionar como instrumento útil y fiable para el desarrollo de

conocimiento especializado.

Esta es la trascendencia del modelo al que nos referimos, ya que para funcionar

adecuadamente en un entorno cooperativo es necesario que sea normalizado. Ahora bien, la

normalización del libro antiguo es difícil, porque la propia identificación de una edición se

complica por las diversas presentaciones que podemos encontrar. Es decir, en algunos casos

ciertos datos se puede uniformar pero en otros no.28 Además la normalización no debe

únicamente emanar de la aplicación irrestricta de una propuesta internacional, sino que

también puede responder a las necesidades de un país siempre y cuando esté

fundamentada, así como probar su operabilidad en entornos internacionales de las mismas

características. Es el caso de la DCRM (Books)29 en los Estados Unidos o la Guida alla

catalogazione in SBN. Libro Antico en Italia.30

27 Julián Martín Abad. Los libros impresos antiguos. Valladolid: Universidad, 2004. p 132. 28 Cfr. María Milagros Ronco López. Los documentalistas españoles: nuevas contribuciones a la vida y la obra de Agustín Millares Carlos, 1893-1980. Madrid, 2001. p 29 29 Cfr. Descriptive Cataloginf of Rare Materials (Books). Washington: Library of Congress, 2007. 30 Cfr. Istituto centrale per il catalogo unico delle biblioteche italiane e per le informazioni bibliografiche. Guida alla catalogazione in SBN : libro antico. Roma : ICCU, 1995

Idalia García, 2007

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Los retos y las ventajas de un catálogo colectivo de impresos antiguos

Como se ha descrito, la realización de un catálogo colectivo para los impresos antiguos no es

una empresa fácil que tampoco puede realizarse con sólo buenas intenciones. No habría que

olvidar que se trata de una tarea que representa una actividad a largo plazo y que debe

integrarse dentro de una política nacional de salvaguarda del patrimonio cultural nacional.

Política que en efecto se lleva a cabo por los institutos nacionales anteriormente citados,

pero en materia de libros antiguos más que como un proyecto de efectivo alcance nacional

es una respuesta estatal frente a prioridades y necesidades de instituciones específicas

Esta inevitable tarea patrimonial, para asegurar continuidad de de largo alcance, debe

acompañarse de un soporte legal específico, de una coordinación institucional y de un

modelo de descripción para el trabajo común. Un buen ejemplo de lo anterior en el entorno

nacional, es la ley de 1972 y la responsabilidad del registro del INAH y del INBA. Esos

mismos requisitos están presentes de una forma u otra, en otros catálogos colectivos como

el español cuya finalidad es la “Descripción y localización de libros y otros fondos

bibliográficos, depositados en bibliotecas e instituciones españolas públicas o privadas, que

por su antigüedad, singularidad o riqueza forman parte del Patrimonio Histórico Español”31;

o el italiano realizado por el Istituto Centrale per il Catalogo Unico delle Biblioteche Italiane e

per le Informazioni Bibliografiche32, que igualmente conjunta información sobre libros

modernos, antiguos y música; el Catálogo Colectivo de Francia, sostenido desde la Biblioteca

Nacional33, con más de 20 millones de documentos (entre los que se incluyen los impresos

antiguos), el de la British Library34 con 12 millones de referencias, e incluso el de la Library

of Congress35 que contiene referencias sobre 16,000 impresos, entre otros similares.

Es cierto que contar con un instrumento legal de aplicación federal, favorecería las acciones

a favor del registro de los impresos antiguos, pero no es en lo absoluto una condición sine

qua non. Pero, sin duda, coadyuvaría a colocar el tema en el interés de las políticas

culturales del Estado mexicano y, garantizaría en el tiempo la elaboración de un catálogo

31 Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, se incluyen libros hasta 1958. Consulta en la página http://www.mcu.es/bibliotecas/MC/CCPB/index.html [Consulta: mayo de 2007] 32 Información y consulta disponible en la página http://sbnonline.sbn.it/zgw/infoit.html [Consulta: mayo de 2007] 33 Información y consulta disponible en la página http://ccfr.bnf.fr/portailccfr/servlet/LoginServlet [Consulta: mayo de 2007] 34 Información y consulta disponible en la página http://www.bl.uk/catalogues/listings.html [Consulta: mayo de 2007] 35 Información y consulta disponible en la página http://catalog.loc.gov/ [Consulta: mayo de 2007]

Idalia García, 2007

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Page 19: El Patrimonio Cultural Como Problema Interdisciplinario[1]

Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

colectivo así como su constante revisión y actualización. Resolver esta parte de la

problemática es sumamente complicado porque el aspecto legal de cultura en México

presenta numerosas aristas que, también, han creado escenarios confrontados entre las

instituciones y los agentes sociales involucrados.36

Pero esta circunstancia no imposibilita la realización de un convenio entre instituciones, que

puede funcionar como el marco legal que soporte a un catálogo colectivo y le permita una

continuidad generacional porque nos referimos a un problema de grandes dimensiones. Ese

convenio, por supuesto, debe inscribirse y validarse dentro de la legislación del Estado para

que no se convierta en un esfuerzo temporal como muchos otros en el pasado.

Por eso es necesario considerar e involucrar a todas las instituciones que poseen dentro de

su responsabilidad, la custodia de impresos antiguos cualquiera que sea su la cantidad. La

premisa anterior parece tan evidente y por tanto practicable, pero no resulta así de sencillo

en un país como México donde el rasgo distintivo del trabajo con impresos antiguos ha sido

solucionar las problemáticas de una misma realidad bajo una posición particular. En esta

parcela de la realidad cultural, la historia muestra que más que construir escalones para el

futuro hemos consolidado una hoguera de las vanidades digna de un auto de fe colonial. En

efecto, hemos invertido tiempo y recursos consolidando esta situación, mientras que la

realidad patrimonial de los acervos bibliográficos se hace cada día más preocupante.

¿Cómo determinar el alcance de esta problemática patrimonial que afecta a los conjuntos

bibliográficos, si no somos capaces de determinar con certeza cuántos conservamos

actualmente y en qué estado de conservación? Desde esta perspectiva, es incluso imposible

saber cuánto objetos hemos perdido de ese legado cultural desde el siglo XX y por qué

razones. Este tipo de información la obtendríamos a través de un catálogo colectivo que

fuese diseñado con una finalidad patrimonial. Es sólo con esta condición que se puede

comprender la importancia de que sea una sola institución, ya sea la Biblioteca Nacional o

no, la encargada de coordinar un programa de registro e inventario de los impresos

antiguos.

Dicha institución debe ser la responsable de elaborar los programas y políticas necesarios

para concretar un catálogo nacional, como un proyecto basado en convenios de participación

36 Cfr. Idalia García. Legislación sobre bienes culturales muebles: protección del libro antiguo. México: UNAM. CUIB: BUAP, 2002.

Idalia García, 2007

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

que definan responsabilidades, los límites y alcances de la cooperación e intercambio

institucional, así como de administrar y distribuir los recursos necesarios para esta empresa.

De hecho, por las implicaciones que adquiere la construcción de esta herramienta para el

control patrimonial de los objetos culturales, se hace imprescindible la participación

económica del Estado. De ahí la trascendencia de esa coordinación. Al igual que otros, creo

que esa función debería recaer en la BNMx, ya que “las bibliotecas nacionales, reforzadas

por la extensión de sus más que antiguas colecciones, [pueden y deben…] conservar su

amplio campo de acción y así, [atender…], en mejores condiciones de actuación que ningún

otro centro, a la conservación definitiva de sus impresionantes fondos”.37

La preocupación de la BNMx es evidente, tanto que en el 2001 recuperó las intenciones de

un catálogo colectivo de alcance nacional.38 Este proyecto denominado “Catálogo Colectivo

Nacional de Fondos Antiguos, Patrimonio Bibliográfico Mexicano, que tienen como objetivo

incluir los registros descriptivos de obras antiguas contenidas en otras bibliotecas del país,

cuya participación se establece bajo la firma de un convenio”.39 En las escasas

presentaciones que se han realizado sobre ese instrumento nacional, se especifica la

colaboración entre instituciones para definir los lineamientos y el alcance del catálogo, así

como los aspectos normativos y el nivel de catalogación para los registros.40

Recientemente este proyecto ha vuelto a ser presentado con el nombre de “Catálogo

Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Mexicano”. En dicho evento se ha informado que

existen políticas de contenido de los registros basadas en las normas internacionales y en el

formato MARC41, así como las políticas para el ingreso de los registros en una base

centralizada. También se informó del grupo de instituciones que participan en este catálogo

y que técnicamente está preparado para trabajar con cualquier biblioteca, dispongan o no de

un catálogo en línea. La realidad es que a la fecha la propia BNMx, no proporciona

información sobre tan trascendente proyecto en su propia página de Internet, y que

37 Juan José Fuentes. Op. cit. p. 248 38 Rosa María Fernández de Zamora. “Hacia el catálogo colectivo nacional de fondos antiguos: patrimonio bibliográfico mexicano”. Actas de XXXIV Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía (2003). p. 15439 Liborio Villagómez. “El fondo de origen”. La Biblioteca Nacional: triunfo de la República. México: UNAM, 2006. p. 68 40 Sofía Brito Ocampo. “El Catálogo Colectivo de los Fondos Antiguos, Patrimonio Bibliográfico Mexicano”. Seminario de Diagnóstico Locales. México: UNAM. Instituto de Investigaciones Bibliográficas, 2003. 41 Es un formato que contiene registros catalográficos legibles por máquina (MAchine- Readable Cataloging), a través de calves codificadas. Información general sobre este formato está disponible en la página http://www.loc.gov/marc/umbspa/ [Consulta: agosto de 2007]

Idalia García, 2007

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Page 21: El Patrimonio Cultural Como Problema Interdisciplinario[1]

Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

tampoco se pueden conocer los resultados de las reuniones que se han realizado ni los

documentos de trabajo sobre los que se soporta este catálogo.

Por esta condición sabemos poco sobre el modelo de registro propuesto. Desconocemos si se

realizó con la participación libre de instituciones de distinta naturaleza, pública o privada,

para que el resultado refleje los intereses y las experiencias previas. Es decir, cuál es la

preocupación principal de las instituciones de custodia en el registro catalográfico de sus

impresos. En esta presentación se estableció el inicio de una primera fase, a nivel inventario.

En nuestra opinión, una información tan básica no ayuda al control patrimonial y mucho

menos convierte al catálogo en una herramienta útil para la investigación especializada.

A pesar de la relevancia del proyecto, no deberíamos olvidar las prácticas similares de otros

países, para mejorar la descripción de los impresos antiguos que vamos a realizar.42 Una

parte representativa de esas experiencias se encuentra disponible en la red y en diversos

impresos. En este conjunto de información veremos representados las principales

preocupaciones de quienes realizan los trabajos de catalogación, así como los desarrollos de

conocimiento especializado en la materia. Considerar el análisis de esta información, para el

diseño de un modelo de registro más apropiado de estos impresos, es una condición de

absoluto cumplimiento. Sin esta, es imposible diseñar e implementar un catálogo colectivo

porque olvida la esencia de la cooperación y el intercambio.

En definitiva, tanto la sociedad como los investigadores interesados en esta temática,

desconocemos los principios y fundamentos que orientan este proyecto, por el contrario sólo

sabemos de su importancia e interés para diversas instituciones43 e incluso que es un

programa específico en la planeación institucional del Instituto de Investigaciones

Bibliográficas (IB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).44 Cuando

menos, han cambiado la denominación que nos parecía errónea, ya que no se trata de los

fondos como los espacios institucionales que custodian materiales patrimoniales, sino de los

impresos producidos en un tiempo específico, a los que por diversas razones les otorgamos

valores culturales y por lo cual los apreciamos como un legado entre generaciones.

Como hemos precisado esta catálogo posee una función doble: el control patrimonial de los

impresos antiguos y proporcionar información fiable y precisa sobre las características

42 Un ejemplo interesante es el sitio italiano de reglas de catalogación, que incluye el apartado correspondiente para el registro de libros antiguos http://www.cilea.it/Sapori/index.htm [Consulta: agosto de 2007] 43 Conclusiones del Encuentro Nacional de Bibliotecas con Fondos Antiguos. p. 2 44 Plan de Desarrollo Institucional, 2004-2008. UNAM. Instituto de Investigaciones Bibliográficas, 2004. p. 34

Idalia García, 2007

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Page 22: El Patrimonio Cultural Como Problema Interdisciplinario[1]

Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

específicas de cada uno de esos objetos. Por esta finalidad, un catálogo colectivo no puede

ser planteado en la búsqueda de resultados inmediatos. En particular por el necesario

conocimiento que estos libros requieren para ser trabajados adecuadamente y la

complejidad del tratamiento que se necesita en materia de su conservación. Hemos

mencionado con anterioridad los elementos textuales e históricos que deben ser reflejados

en los registros catalográficos, y que igualmente expresan las características de la estructura

material y formal que distingue a estos impresos.

Esto quiere decir que interesa reflejar los datos que identifican a cada edición como autor,

titulo, pie de imprenta y descripción física, al mismo tiempo que ciertos elementos

distintivos de algunos ejemplares tales como anotaciones manuscritas, ex libris, marcas de

fuego, papel, encuadernación o estado de la conservación. Planteado como un inventario se

reduce la importancia de los ejemplares a meras “existencias” y, en definitiva, se corre el

riesgo de convertir a tan esencial instrumento en inútil desde el origen. En este sentido ¿no

es más práctico catalogar el impreso antiguo de forma suficiente para que sirva para la

investigación y el control patrimonial?

Por esta doble necesidad, el modelo bibliográfico debe responder a una finalidad concreta,

establecida previamente, porque así se determinarán los datos necesarios a incluir en los

registros. Lo que en bibliotecología se conoce como nivel de descripción. De esta manera

también se recuperaría el trabajo y la experiencia realizado en las instituciones mexicanas.

Para ser más claros al respecto, observemos el siguiente ejemplo que hemos extraído del

catálogo colectivo italiano que ya hemos citado:

Livello bibliografico: Monografia Autore: Maffei, Giovanni Pietro <gesuita ; 1533-1603> Titolo: Io. Petri Maffeij ... Historiarum Indicarum libri 16. Selectarum item ex India epistolarum eodem interprete libri 4. Accessit Ignatij Loiolae vita postremo recognita. Et in opera singula copiosus index Pubblicazione: Venetiis : apud Damianum Zenarium, 1589 Codice identificativo: IT\ICCU\BVEE\008728

Esta misma edición se relaciona con otro proyecto italiano más específico denominado

“Censimento nazionale delle edizioni italiane del XVI secolo: EDIT16” 45, por lo que en esta

45 Información y consulta disponible en la página http://edit16.iccu.sbn.it/web_iccu/ihome.htm [Consulta: mayo de 2007]

Idalia García, 2007

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

base de datos encontraremos una descripción más detallada del mismo, e incluso imágenes

digitales de las portadas:

Maffei, Giovanni Pietro Titolo: Io. Petri Maffeij Bergomatis e Societate Iesu, Historiarum Indicarum libri XVI. Selectarum item ex India epistolarum eodem interprete libri IIII. Accessit Ignatij Loiolae vita postremo recognita. Et in opera singula copiosus index. Pubblicazione: Venetiis : apud Damianum Zenarium, 1589. Descrizione fisica: 2 pt. ; 4° Note: 2: Selectarum epistolarum ex India libri quatuor. - Venetiis : ex officina Damiani Zenari, 1588. Impronta: 01: a,i- .a.a umti esAe (3) 1589 (A) 02: vta- o-ip ori- mimi (3) 1588 (R) Lingua: Latino Paese: Italia Marca: 1.Salamandra coronata tra le fiamme. In cornice figurata ; Motto: Virtuti sic cedit invidia. (Z1016) Autori: 1.Maffei, Giovanni Pietro <1533-1603> Editori: 1.Zenaro, Damiano Fonti: ADCAM, BMSTC, CAMOR, CHBEC, CHROV, CRMOC, DDCAP, DEBAS, LAIT, LIVER, MOCAP, PVSEM, TVSEV, VASEM Contiene anche: Selectarum epistolarum ex India libri quatuor Stato: Minimo Identificativo: CNCE 4665346

Como se aprecia, el interés italiano de este proyecto está enfocado a la identificación de las

ediciones realizadas en su territorio, para lo que se han consolidado catálogos de

autoridades de autores y editores (incluidas las marcas tipográficas), así cómo se ha puesto

el énfasis en las variaciones de las ediciones.47 En Italia desde 1984 emplean la norma

internacional ISBD (A)48, a partir de la cual han desarrollado la Guida que hemos citado para

introducir cambios que consideran importantes en el trabajo de la catalogación del impreso

antiguo.

En prácticamente todos los países que muestran importantes avances en este punto de la

realidad cultural, se han realizado descripciones más completas que sintéticas para que los

46 A este registro que aquí mostramos le falta la numerosa relación de todas las instituciones en donde se encuentra esta edición y no hemos incluido por razones de espacio. Puede consultarse la información en la página citada en la nota anterior. 47 La base de datos dedicada a la edición del siglo XVI, cuenta actualmente con 60,000 referencias de las cuales aproximadamente 32,000 ya proporcionan la información de todas las bibliotecas que conservan esa edición o variante de la misma. 48 ISBD (A): descripción bibliográfica internacional normalizada para publicaciones monográficas antiguas / tr. al español, realizada por Ana Baltar Gómez, Fabiola Labella Rivas, Luis Villén Rueda. 2ª ed. Rev. Madrid: Asociación Española de Archiveros, Bibliotecarios, Museólogos y Documentalistas, Arco Libros, 1995.

Idalia García, 2007

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

resultados sean viables. La razón es simple, es más fácil extraer información específica de

un registro detallado49, que de uno que contiene los datos mínimos de identificación. De ahí

el problema de la fase inventario que ha presentado la Biblioteca Nacional de México. Por

otro lado, una identificación fiable no requiere de la manipulación constante e innecesaria de

los impresos antiguos que no siempre es recomendable por razones de conservación.

Ahora bien, esa descripción responde por un lado a la valoración que cada país hace de su

pasado bibliográfico y por tanto a las peculiaridades que distingue en éste. Por otro, éstas

serán representadas en un modelo de registro previamente diseñado para destacar esos

valores sin que se pierda la función principal de este tipo de catálogos: la identificación

precisa de las ediciones conservadas, incluidas las posibles variaciones. Observemos ahora

los datos extraídos del catálogo español, al que también hemos citado:

Autor: Sigüenza y Góngora, Carlos de Otros responsables: * Ribera, Juan de, ed. Título: Parayso occidental, plantado, y cultivado por la liberal benefica mano de los muy catholicos, y poderosos Reyes de España Nuestros Señores en su magnifico Real Convento de Jesus Maria de Mexico : de cuya fundacion, y progressos, y de las prodigiosas maravillas, y virtudes ... da noticia ... Carlos de Siguenza, y Gongora .. Publicación: En Mexico : por Juan de Ribera, impressor, y mercader de libros, 1684 Descripción: [12], 206, [1] h., [1] en bl. : il. ; 4º Notas: * Marca tip. en port. * Sign.: a-c4, A-Z4, 2A-2Z4, 3A-3D4, 3E8 * Esc. xil. real precediendo a la port. Materia: * Convento Real de Jesús María (Méjico)--Historia Número de control: CCPB000382727-5 Ejemplares: Castilla - La Mancha * Toledo Toledo. Biblioteca de Castilla-La Mancha / Biblioteca Pública del Estado SL/996 -- Enc. perg. Madrid * Madrid Madrid. Instituto de Cooperación Iberoamericana, de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Biblioteca Hispánica 3Gr-7399 -- Enc. perg. -- Ex-libris de la Colección Hispano Ultramarina de A. Graiño y de Suárez y ms.: "Sirve al Padre Fr. Isidro Felix de Espinosa para el oficio de Chronista y después

49 En especial Italia, en donde sus especialistas se distinguen por sus aportaciones al conocimiento del impreso antiguo.

Idalia García, 2007

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

está destinado para la librería de este Sto. Colegio de la SS. Cruz de la Ciudad de Queretaro, año de 1739" * Madrid. Real Academia de la Historia 5/996 -- Enc. perg.

Estos ejemplos sólo sirven para ejemplificar uno de los mayores retos para la consolidación

de un catálogo colectivo de impresos antiguos en México: el problema del conocimiento.

Cuando los resultados o principales tendencias de éste, no se integran en nuestras

reflexiones y proyectos, estamos cometiendo una negligencia de conocimiento que será un

rezago permanente. Este aspecto, al que nos referimos ha sido la puntual condición que

caracteriza el trabajo mexicano con los impresos antiguos, tanto en el terreno del registro

como en el de su empleo como fuente de investigación para el conocimiento especializado.

El futuro del libro antiguo en la socialización patrimonial y el desarrollo del

conocimiento

En efecto entre 1987 y 1995, periodo en que se realizaron los proyectos más relevantes en

México que pretendían registrar el legado conservado de los impresos antiguos, es un

momento en que las principales aportaciones y posiciones sobre el registro del impreso

antiguo ya se han dado. Las principales contribuciones de la bibliografía material, de

procedencia anglosajona, fueron publicadas en 192750, en 194951 y en 197252. La norma

internacional ISBD (A) fue publicada en 1979, mientras que la propuesta para la descripción

de catalogación descriptiva de los bibliotecarios norteamericanos fue presentada en 198153,

debido a que consideraban que las Reglas Angloamericanas no lograban abarcar la

complejidad del problema.

En particular, extraña que estas últimas participaciones no aparezcan en el panorama

profesional mexicano ni tampoco en la literatura especializada de procedencia nacional54,

50 Roland B. McKerrow. An introduction to bibliography for literary students. Oxford: Clarendon Press, 1927. (obra traducida al español en 1998) 51 Fredson Bowers. Principles of bibliographical description. Princeton, N.J.: Princeton U.P., 1949. (obra traducida al español en 2001) 52 Phillip Gaskell. A new introduction to bibliography. Oxford: Clarendon Press, 1972 (obra traducida al español en 1999. 53 Denominada Bibliographic Description of Rare Books, una década después como Descriptive Cataloging of Rare Books (DCRB) y finalmente desde 2004 como Descriptive Cataloging of Rare Materials (Books) [DCRM]. 54 Como puede notarse en el trabajo que se integra a una propuesta editorial de material didáctico para la bibliotecología y que está dedicado a la catalogación descriptiva del libro antiguo En este trabajo no se mencionan

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

cuando el trabajo norteamericano ha influido notablemente en el desarrollo de la

catalogación y de la clasificación de nuestros repositorios. Por otra parte es notoria la

ausencia de reflexión sobre el trabajo normalizado de descripción del entorno internacional

en los trabajos y proyectos mexicanos de registro para impresos antiguos. De ahí que el

problema de la formación especializada, sea el más acuciante reto de nuestro país. Un

continente que en estas condiciones no permite que los libros antiguos cuenten con las

condiciones necesarias para integrarse al panorama de la cultura en el país y al desarrollo

del conocimiento.

Actualmente en todos los programas de la formación profesional del bibliotecario no se ha

integrado, como ocurre en otros países, cursos y asignaturas específicas de carácter

obligatorio, que permitan contar con un grupo de profesionales capaces de llevar a este rico

acervo patrimonial a las fronteras del siglo XXI. Es a partir de 1999 cuando comienzan a

impartirse cursos especializados que pretenden cubrir una cuota de conocimiento tan

necesaria. Sin embargo, en la gran mayoría de éstos, no se nota una coherencia disciplinar

en aspectos tan elementales como el de los conceptos y las metodologías de descripción.

Sobre este punto, hemos insistido en muchos trabajos con énfasis en lo que corresponde al

libro antiguo (impreso producido entre 1500 y 1800), por las particularidades que se

observan en los productos de la imprenta manual.

Dicha problemática se relaciona directamente con la elaboración y aplicación, de normas y

lineamientos compartidos para la elaboración de un modelo de descripción bibliográfica para

el impreso antiguo. Cuestión que presenta una de las mayores dificultades cuando se trata

de la determinación de una sola regla aplicable a todos y cada unos de los materiales que

deben ser registrados. Es cierto, al igual que en otros casos, en cuanto a la estructura del

libro y la composición del mismo se refiere, pueden establecerse algunas generalidades.

Pero no todos los libros cumplen con las características que se reconocen como generales, y

por tanto posibles de normalizar, en la medida en que son objetos producidos de forma

manual y, por tanto, en el resultado final siempre existe la posibilidad de algún cambio

distintivo en su producción.

estas recomendaciones normativas tan específicas, se hacen triviales elementos fundamentales para la identificación, no se presentan ejemplos, y tampoco se cita ni un solo trabajo de los considerados clásicos de la bibliografía material. Cfr. Sofía Brito Ocampo. “El libro antiguo, un mundo olvidado en nuestras bibliotecas: elementos indispensables para su catalogación descriptiva”. Organización bibliográfica y documental / coordinadores Cesar Augusto Ramírez Vázquez y Hugo Alberto Figueroa Alcántara. México: UNAM. Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas y facultad de Filosofía y Letras, 2004. p. 253-262.

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Aún cuando no sabemos el número real de libros antiguos conservados en nuestras

instituciones, los números aportados (aunque siempre cambiantes) nos dan una idea

cercana a la dimensión del territorio patrimonial que nos ocupa. Por eso sigue siendo

preocupante la insistencia de algunos sectores profesionales a negar la evidente necesidad

de reflexionar sobre la transcripción de los datos de las portadas, la inclusión de las

signaturas55 y el formato en la descripción física o, lo esencial de la identificación de los

elementos históricos que hacen a los ejemplares únicos.

En el adecuado registro e inventario de la riqueza bibliográfica heredada de nuestro pasado,

es incuestionable que nuestro país debe reflexionar mucho sobre las bases de datos

bibliográficas. En primer lugar, porque producimos pocas, y en segundo, porque somos más

usuarios de sistemas diseñados en el extranjero. Esta condición afecta de forma particular al

impreso antiguo, por las características especiales que son necesarias para que su

descripción “funcione” adecuadamente en estos entornos de intercambio de información56,

para conseguir búsquedas de texto completo.

Es decir se trata de diseñar sistemas con las consideraciones necesarias para trabajar con

formatos de intercambio como MARC, protocolos de transmisión como Z39.50, o la norma

internacional ISBD (A). Aunque todos estos factores no garantizan en lo absoluto las

condiciones necesarias para diseñar catálogos confiables capaces de garantizar al Estado, de

un lado la información puntual del legado bibliográfico en custodia, y por otro, toda la

información necesaria que el usuario de este tipo de material requiere. Esto solamente lo

puede garantizar una descripción que tienda a integrar descripciones con más y mejores

detalles de los impresos antiguos.57De ahí nuestra insistencia en que no se inicie con un

mero inventario y que se considere la experiencia en la materia, tanto nacional como

extranjera.

En definitiva, la aplicación irrestricta de una norma, no parece ser la solución más idónea si

no se realiza dentro de un proyecto de efectiva colaboración e intercambio. Habría que

recordar que estos materiales presentan una doble perspectiva de información, que siempre

será útil no sólo para aquellos especialistas de estos materiales, sino también para el público

55 En algunos casos normativos su inclusión es obligatoria. Marina Venier y y Andrea De Pasquale. Op. cit. 94 56 La descripción tiene que posibilitar el acceso y por eso considerar las necesidades de información de los usuarios. Cfr. Susan A. Adkins. “Automated Cataloging of rare Books: A Time for Implementation”. Collection Management. Vol. 16, n° 1. p. 57 Lawrence J. McCrank. “The bibliographic control of rare books: phased cataloging, descriptive standards, and cost”. Cataloging and Classification Quaterly. Vol. 5, no. 1 (Fall 1984). p. 39

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

en general al que debe transmitírsele la representación de un bien cultural con todas las

implicaciones que significa esta denominación. Sin la condición social todo trabajo por el

patrimonio cultural se vuelve ineficaz.

La preocupación sobre tan importante problemática no ha alcanzado ni siquiera a los

espacios profesionales como para emitir recomendaciones apropiadas. En las asociaciones

profesionales mexicanas, no existe un grupo de trabajo dedicado a analizar los problemas

que representa estas colecciones patrimoniales. Esto es importante, porque como se

observa en otras latitudes, es el trabajo de las asociaciones lo que ha determinado en gran

medida la importancia que adquieren los fondos antiguos en las preocupaciones culturales

de varios países. Podemos citar aquí el trabajo de la rama Rare Books and Manuscripts

Section de la Association of College & Research Libraries (ACRL)58 y, la sección Rare Books

and Manuscripts de la IFLA.59

Como ejemplo de nuestra postura característica, resulta notoria la propuesta de base de

datos60 que plantea adaptar un sistema ya creado para la descripción automatizada de libros

antiguos en conjugación con la norma ISBD (A) y las Reglas Angloamericanas de

Catalogación. Dicha propuesta olvida que existen trabajos anteriores que intentan recuperar

tipografías antiguas que actualmente no son disponibles en este tipo de herramientas

modernas, pero también que la discusión sobre este punto tan álgido del tema no se ha

cerrado completamente. Todavía estamos construyendo un argumento que nos conduzca a

un registro ideal y funcional.

También suele olvidarse u obviarse que otras instituciones han desarrollado o aplicado

sistemas automatizados sin desconocer la naturaleza bibliográfica del impreso antiguo.61 En

este punto en particular, habría que reflexionar sobre el asunto de las signaturas y la tan

mencionada “copia ideal” de la escuela anglosajona.62 Pero también la falta de consideración

sobre los importantes datos relacionados con la ilustración y los elementos históricos, que

testimonian el devenir histórico del objeto custodiado. Dicha propuesta resulta preocupante,

porque procede de la UNAM, una institución que cuenta con numerosos impresos antiguos

58 Información disponible sobre este grupo de trabajo y sus resultados en la página http://www.rbms.info/ [Consulta: mayo de 2007] 59 Información disponible en la página http://www.ifla.org/VII/s18/index.htm [Consulta: mayo de 2007] 60 Cfr. Jorge Alberto Mejía Ruiz. Propuesta de una base de datos para el Fondo Antiguo de la Biblioteca Central de la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM. Informe Académico de Actividad Profesional. Licenciatura en Bibliotecología. Facultad de Filosofía y Letras. UNAM. México: El autor, 2003. 61 Como pueden ser los ejemplos que presentamos en el anexo. 62 Cfr. G.T. Tanselle. “The concept of ideal copy” p. 18-53 en Studies in bibliography, 33 (1980). p. 18-53.

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

que todavía no han sido registrados. El proyecto universitario relacionado con esta

problemática fue presentado en 1999, y todavía no son visibles sus resultados.

También se puede lamentar la ausencia de interés sobre los impresos antiguos conservados

en México, en la investigación especializada. Si bien como interés temático el objeto siempre

ha estado presente, pero no ha logrado contribuir notablemente en las importantes tareas

de salvaguarda. Por citar un ejemplo relacionado, la forma de citar impresos antiguos que se

han empleado no logra reflejar si se ha trabajado con un original, o en su defecto con una

reproducción sea microfilm, facsímile o digital. En las condiciones actuales en las que se

encuentran las colecciones de impresos antiguos, toda noticia proporcionada por los

investigadores que pueda ser verificable resulta esencial para el control patrimonial de los

objetos. Esta afirmación sobre la comprensión del objeto puede contrastarse en trabajos

procedentes de la historia o la literatura, en donde podremos ver incluso equívocos o faltas

en cuanto se refiere a la estructura formal y material en especial del libro antiguo.63

En estos espacios disciplinares tampoco se observa una tendencia a introducir el

conocimiento especializado sobre el impreso antiguo, como para que sus profesionistas sean

capaces, en primer lugar, de comprender cabalmente la información de los catálogos y

repertorios bibliográficos especializados y, en segundo, de realizar descripciones acordes a

las tendencias internacionales sin mayores complicaciones. Especialmente porque

profesionistas de estas disciplinas han mostrado interés en la elaboración de herramientas

útiles para el propio desarrollo de la investigación. Como ejemplo, que sus participaciones en

la elaboración de los registros siga tendencias como las que mostramos a continuación:

CUBERO SEBASTIAN, Pedro ( - 1696) Peregrinacion de Mundo / Del Doctor D. Pedro Cvbero Sebastian, Predicador apostolico… - En Nápoles: Por Carlos Porfile, 1682. – [24], 451, [1] h. En blanco, [4] p.: [3] h. De lam.; 4.º Sign.: a6, A-Z4, Aa-Zz4. Aaa-Llla. – Port. orl. con esc. xil. – Tres lam. calc.; la primera representa el mundo, la segunda grab. por Portius dedicada al Marques de los Velez, la tercera con retrato del autor. – Enc. piel. 1. Historia universal I. Portio, Anello II. Titulo III. Porfile, Carlo. Nápoles.64

63 Aquí solamente citamos un ejemplo que nos ha llamado en extremo la atención: “la foliación es con letras cada cuatro hojas”. Aparentemente la autora se está refiriendo a las signaturas tipográficas y en consecuencia al formato de las ediciones. Sobre los cuales también tiene un particular acercamiento. Cfr. Rosalva Loreto Gómez “Leer, contar, cantar y escribir. Un acercamiento a las prácticas de la lectura conventual. Puebla de los Ángeles, México Siglos XVII y XVIII”. Estudios de Historia Novohispana. Vol. 23 (2000). p. 71-75. 64 Carmen Gómez-Senent Martínez. Catálogo de obras impresas en el siglo XVII de la Biblioteca Municipal de Valencia. Valencia: Ajuntament, 1996. p. 147

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Rades y Andrada, Francisco. Catálogo de las obligaciones de los comendadores cavalleros priores y otros religiosos de la orden de cavalleria de Calatrava tienen razon de su avito, y profesion con declaración de como obligan en el fuero de la consciencia alguna de ellas: y la forma de rezar que han de guardar los legos / Licenciador Fray Francisco de Rodes y Andrada, Capellan de su Magestad y del avito de Calatrava. – Toledo: Juan de Ayala, 1571. – 103 p., A-O8; P6; 8º . Portada a dos tintas [BPM. Yecla. R.59.FA. XVI/56. – Enc. Piel. [BPFC. nº cat. 806.; AHNM.258165

En definitiva, contar con un modelo único de registro de libros antiguos que cumpla con las

tendencias internacionales y, que responda a la historicidad de nuestras colecciones,

favorecerá el intercambio de información entre las instituciones del país que cuentan con

esta riqueza, pero también con las internacionales que llevan un mayor avance en esta

tarea. Específicamente el desarrollo internacional puede coadyuvar en lo que se refiere al

control de autoridades y a los descriptores temáticos reconocidos. Si somos capaces de

mirar y comprender al mundo, justo ahí en donde se encuentra en materia de registro de

ediciones antiguas, podríamos contar en un futuro no muy lejano con esa información

colectiva en Internet. Es más podríamos hablar de una efectiva catalogación colectiva en

donde todos participan el registro de los materiales, ya sea en la descripción de las ediciones

o en la inclusión de los elementos históricos.

Es más, se requiere de un sólo catálogo institucional que cumpla con esas condiciones, para

que otras instituciones puedan participar en el registro y paulatinamente lograr ese viejo

sueño: un catálogo colectivo de impresos antiguos en México. Un catálogo que permita el

trabajo compartido, requiere reconocer el trabajo de los otros, que no deja de estar

presente por el mero hecho de no mencionarlo. Debemos abandonar esa práctica que ha

convertido un mal hábito. Este es el fundamento de la cooperación y el intercambio, sin el

cual no es posible dar continuidad a un proyecto de registro con tales aspiraciones. La

finalidad es es aumentar nuestro conocimiento de los impresos antiguos, no reducirlo.

Un catálogo colectivo no sólo facilita el trabajo de registro e identificación, también resulta

crucial para los investigadores interesados en estos materiales. Porque así, tendrán la

certeza plena que el objeto registrado cumple con sus necesidades de conocimiento o ese

libro no tiene la información requerida. Sin embargo, no habría que suponer que contar con

este tipo de información solucionaría todos los problemas que enfrentamos en la tutela de

65 Liborio Ruiz Molina. Catálogo impresos de los siglos XVI y XVII de la Biblioteca Pública Muncicipal de Yecla (Murcia). Yecla: Ayuntamiento. Consejalía de Cultura. Servicio Municipal de Publicaciones, 1998. p. 20

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

impresos antiguos. Por su condición de bienes culturales, algunos de estos materiales, por

su singularidad y relevancia, requerirán un modelo de registro más completo que permita

transmitir el objeto con los valores culturales que le reconocemos.

Ahora bien, con el uso y el aprovechamiento de las tecnologías de información muchos

proyectos específicos están recuperando a los libros antiguos para formar acervos digitales

de uso público, que fomenten la investigación pero también permitan a la comunidad

internacional conocer la riqueza cultural que se conserva en numerosas bibliotecas del

mundo. En esta tendencia los proyectos son sumamente interesantes y, representan el

mejor paradigma en la cooperación y el intercambio, institucional y profesional sin

precedentes. Muchos de estos proyectos se han enfocado a favorecer el acceso a los fondos

antiguos de las bibliotecas a través de Internet. Es decir, se puede encontrar en estos sitios

información precisa sobre incunables, manuscritos y libros antiguos, así como imágenes de

gran calidad de los mismos.

Cada vez son más las bibliotecas interesadas en participar en esta “nueva mirada” de sus

fondos antiguos, facilitando con ello el acceso a materiales que tradicionalmente sólo podían

ser asequibles por consulta directa o a través de facsímiles en las instituciones de custodia.

Actualmente las grandes bibliotecas nacionales que custodian importantes impresos

antiguos, han emprendido este camino de las tecnologías digitales ofreciendo entre sus

servicios el acceso directo a obras completas o partes representativas de las mismas a

través de exposiciones.

En este interés social manifiesto nuestras instituciones no se han distinguido de forma

excepcional, por el contrario, parecen estar poco interesadas en desarrollar proyectos con

estas tendencias salvo los casos (que siempre se agradecen) excepción de la norma. Por

ejemplo el proyecto Fondos Conventuales del INAH que mencionamos con anterioridad, pese

a su relevancia, tampoco se encuentra disponible a través de Internet en el espacio que el

INAH tiene para la catalogación de monumentos históricos.66 La comparación es odiosa pero

necesaria, basta con visitar los proyectos de digitalización como Gabriel (GAteway and

BRIdge to Europe's National Libraries)67, Gallica68, Debora69, Dioscórides70, American

66 Para mayor información, puede consultarse la página http://www.inah.gob.mx/ [Consulta: Mayo de 2007] 67 Información disponible en la página http://www.kb.nl/hrd/netwerk/gab-en.html [Consulta: Mayo de 2007] 68 Información disponible en la página http://gallica.bnf.fr/ [Consulta: Mayo de 2007] 69 Información disponible en la página http://debora.enssib.fr/ [Consulta: Mayo de 2007] 70 Información disponible en la página http://www.ucm.es/BUCM/foa/dioscorides.htm [Consulta: mayo de 2007]

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Memory71, o los numerosos proyectos para acceder a los fondos antiguos de universidades

(por ejemplo, Sevilla72), o incluso de bibliotecas públicas (como el Estado de Jalisco73) por

citar tan sólo algunos para entender la diferencia sustancial a la que referimos.

En esta tendencia también se han realizado importantes esfuerzos para digitalizar obras

completas que se encuentran disponibles en discos compactos como los de la Fundación

Tavera, la Biblia de Gutenberg de la Universidad de Gottingen o los productos de Octavo

Digital. Nuestro país no se ha alejado de esta posibilidad, pero una parte de sus resultados

no son tan satisfactorios como los otros similares, especialmente porque no son tan sociales.

Con estas tendencias en México para el registro y socialización de los impresos antiguos, tan

discordantes del camino marcado por los trabajos internacionales, no permiten que la

investigación especializada pueda contar con elementos suficientes para consolidar los

valores culturales que reconocemos en estos impresos (como los estéticos, de conocimiento

o históricos) y así realizar productos enfocados directamente a la transmisión social del

legado bibliográfico conservado. Desde esta perspectiva, interesa saber con exactitud qué

institución custodia ciertas ediciones de impresos antiguos, pero también qué peculiaridades

distintivas poseen esas ediciones que no se repiten en otras. Sólo de esta manera podremos

explicar a la sociedad la trascendencia de su conservación y la importancia de los catálogos

colectivos.

Conclusiones: la transmisión del legado bibliográfico

Transmitir el conjunto de valores culturales que distinguen a los impresos antiguos de otros

objetos culturales entre generaciones, es una responsabilidad moral ineludible para las

instituciones de custodia y para el grupo de profesionistas que se dediquen ya sea a su

salvaguarda o, al conocimiento de sus características o función social en el pasado.

Preservar o utilizar un bien patrimonial implica comprender cabalmente esta

responsabilidad. Por eso, debemos garantizar por todos los medios posibles que el legado

bibliográfico que hoy disfrutamos, podrá también ser accesible a las nuevas generaciones.

71 Información disponible en la página http://memory.loc.gov/ammem/index.html [Consulta: mayo de 2007] 72 Información disponible en la página http://fondosdigitales.us.es/books/search/search_books_form [Consulta: Mayo de 2007] 73 Información disponible en la página http://www.fondoshistoricos.udg.mx/acervo_web.php [Consulta: agosto de 2007]

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Es triste pensar que una parte de ese legado se ha perdido de forma definitiva

principalmente por desidia y negligencia. La inmensa complejidad de ese legado, sumado a

sus difíciles condiciones de conservación no permite ni siquiera suponer que la problemática

general pueda resolverse desde una sola posición, postura o disciplina. El trabajo

internacional nos ha mostrado caminos idóneos de los que podemos aprender, lo que no

significa en lo absoluto que debemos implementar los mismos mecanismos o

procedimientos.74 La preservación de la herencia patrimonial de un país siempre se verá

afectada por diversos factores que no deben dejar de ser considerados.

En nuestro país se ha realizado numerosos aciertos sobre esta temática, pero también

errores de los que debemos aprender. Todos los esfuerzos deberían contribuir a fortalecer el

papel del impreso antiguo como fuente de conocimiento, pero también como un elemento

tan importante como cualquier otro en el conjunto de nuestro patrimonio cultural. En

materia de registro sobre impresos antiguos, aunque la mayor parte de los aspectos se han

tratado a nivel internacional, todavía se pueden realizar aportaciones que mejoren la

comprensión del legado bibliográfico del mundo.

La complejidad del problema no permite hacer conclusiones tajantes, sino promover los

caminos para la cooperación y el intercambio entre instituciones. Es cierto, esta

consideración también es una buena intención que podría transformarse en una realidad si

estamos dispuestos a ceder el territorio personal para dar lugar y preponderancia a los

objetos que pretendemos preservar para el futuro. Debemos abrir los espacios de reflexión

para analizar nuestra forma de comprender ese pasado bibliográfico, así podremos darle una

oportunidad de convivencia con el que actualmente estamos construyendo.

En este sentido se impone necesariamente el análisis previo para la planificación de la

automatización para un catálogo colectivo, que considere a los usuarios, los servicios,

programa de publicaciones, objetivos y responsabilidades institucionales, los resultados

previsibles y la evaluación de los mismos, en conjunto con la investigación, la formación, la

socialización y las expectativas que debería cumplir ese mismo catálogo.75 En suma se trata

74 Por ejemplo analizar las propuestas de campos específicos en el formato MARC para la catalogación automatizada, para determinar aquellas que cubran nuestros requerimientos. Cfr. Mercedes Cabello Martín. “Catalogación automatizada en la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid”. Documentos de Trabajo UCM Biblioteca Histórica 03/1. p. 6 75 Stephen Paul Davis. “Bibliographical Control of Special Collections”. Library Trends. Vol. 36, n° 1 (Summer 1987). p. 114.

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

de diseñar un proyecto viable, que incremente la colaboración y el intercambio y que sea

capaz de diseñar estrategias para el problema del impreso antiguo de forma integral.

En esa tesitura, sin acuerdos institucionales sobre el modelo de registro, toda idea de

catálogo colectivo corre el riesgo de ser un absoluto desastre. Porque será imposible evaluar

cuidadosamente los resultados esperados y resolver los problemas concretos de aplicación

de los lineamientos establecidos ahí en donde no permitan el potencial valor de este

conjunto documental dentro de nuestro patrimonio.

Finalmente hay un punto sobre el que debemos insistir: la procedencia histórica de los

impresos antiguos que conservamos, La procedencia presenta diversos testimonios de

distinta naturaleza y que en ocasiones se ha considerado como importante en las tareas de

registro. Es un elemento que no debe pasar por alto la realización de un catálogo colectivo,

porque tiene esenciales implicaciones para la condición patrimonial de los objetos. Su

inclusión debe normalizarse de acuerdo al desarrollo de conocimiento y además debería

formar un punto de acceso que permita búsquedas precisas.

La expectativa es simple. Imaginemos que podemos localizar todas las ediciones antiguas

conservadas que fueron propiedad de alguna institución o particular de nuestro pasado. Esta

información conjuntada con la investigación histórica de los inventarios o relaciones de

libros, nos dará un panorama más cercano de la cultura libresca de diversas épocas y,

permitirá avances importantes de conocimiento sobre la función de los impresos en la

sociedad.

El camino por recorrer es inmenso, las intenciones buenas y son numerosas las dificultades

para concretar un catálogo colectivo de impresos antiguos. La cuestión es determinar si

estamos dispuestos a emprender la aventura con la responsabilidad que nuestro inmenso

legado bibliográfico demanda. Su permanencia, pese a todas las dificultades, siempre

permite imaginar posibilidades esperanzadoras para preservar una herencia cultural que nos

compete a todos.

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Anexos Registro de la Biblioteca Nacional de México

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Registro de la Biblioteca José María Lafragua (BUAP)

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Registro de la Universidad Iberoamericana. Acervos Históricos

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Registro del Centro de Estudios de Historia de México. CONDUMEX

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

Registro de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco

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Disertaciones sobre un catálogo colectivo del impreso antiguo en México

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